Logo Studenta

02 Pucked Up - Helena Hunting - Avina Silona

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

1 
 
 
 
 
2 
 
Esta traducción fue hecha sin fines de lucro. 
Es una traducción de fans para fans. 
Si el libro llega a tu país, apoya al autor comprándolo. También 
Puedes apoyar al autor con una reseña o siguiéndolo en las redes sociales y 
Ayudándolo a promocionar su libro. 
¡Disfruta la lectura! 
 
 
 
 
3 
Nota 
 
Los autores (as) y editoriales también están en Wattpad. 
Las editoriales y ciertas autoras tienen demandados a usuarios que 
suben sus libros, ya que Wattpad es una página para subir tus propias 
historias. Al subir libros de un autor, se toma como plagio. 
Ciertas autoras han descubierto que traducimos sus libros porque 
están subidos a Wattpad, pidiendo en sus páginas de Facebook y grupos 
de fans las direcciones de los blogs de descarga, grupos y foros. 
¡No subas nuestras traducciones a Wattpad! Es un gran problema 
que enfrentan y luchan todos los foros de traducciones. Más libros 
saldrán si se deja de invertir tiempo en este problema. 
También, por favor, NO subas CAPTURAS de los PDFs a las 
redes sociales y etiquetes a las autoras, no vayas a sus páginas a 
pedir la traducción de un libro cuando ninguna editorial lo ha hecho, 
no vayas a sus grupos y comentes que leíste sus libros ni subas las 
capturas de las portadas de la traducción, porque estas tienen el logo 
del foro. 
No continúes con ello, de lo contrario: ¡Te quedarás sin Wattpad, 
sin foros de traducción y sin sitios de descargas! 
 
 
 
4 
Staff 
Mel Wentworth 
Beluu 
Vane hearts 
Daniela Young 
Ana Avila 
NicoleM 
Lauu LR 
Val_17 
Miry GPE 
Pachi Reed15 
Beatrix 
Daniela Agrafojo 
Jadasa 
Nika trece 
Sandry 
Ivana 
Nnancy 
Mel Wentworth 
Mary Warner 
Mae 
MaJo Villa 
Kyda 
rihano 
Kath1517 
Dannygonzal 
Adriana 
Jeyly Carstairs 
Indra 
Bells767
 
Julie 
Mel Wentworth 
Jadasa 
Miry GPE 
Vane hearts 
Daliam 
Laurita PI 
Dannygonzal 
Nnancy 
Itxi 
Vannia 
Sahara 
Val_17 
Daniela Agrafojo
 
Vane Black 
 
 
 
5 
Indice 
 
Sinopsis 
Capítulo 1 
Capítulo 2 
Capítulo 3 
Capítulo 4 
Capítulo 5 
Capítulo 6 
Capítulo 7 
Capítulo 8 
Capítulo 9 
Capítulo 10 
Capítulo 11 
Capítulo 12 
Capítulo 13 
Capítulo 14 
Capítulo 15 
Capítulo 16 
Capítulo 17 
Capítulo 18 
Capítulo 19 
Capítulo 20 
Capítulo 21 
Capítulo 22 
Capítulo 23 
Capítulo 24 
Capítulo 25 
Capítulo 26 
Capítulo 27 
Epílogo 
Agradecimientos 
Pucked Over 
Sobre la autora 
 
 
 
6 
Sinopsis 
Miller “Buck” Butterson ha estado follando su paso por la vida 
desde que un disco le arregló los dientes frontales torcidos, y fue 
reclutado en NHL durante su primer año en la universidad. Después de 
cinco años bloqueando tiros en el hielo y anotándolos con conejitas de 
hockey a lo largo de Estados Unidos y partes de Canadá, Miller está listo 
para una novia. Una de verdad, no de la variedad de las conejitas. Una 
que lleve a citas y no salte a la cama después de cinco segundos de 
conversación. 
Miller piensa que encontró a esa mujer en la hermana de su 
compañero de equipo. Excepto que, a diferencia de Alex Waters, central, 
capitán del equipo y un buen tipo en todos los aspectos —que 
casualmente sale con su hermanastra— la reputacición de mujeriego de 
Miller está bien ganada, y no explotada fuera de proporción por los 
medios. Más allá de ese detalle menor, Miller no sabe nada sobre tener 
una novia. Pero está determinado a hacer que suceda. 
Lo que no tomó en consideración es la cantidad de tiempo y 
esfuerzo que requiere una relación, o que permitir constantemente que 
las conejitas se tomen selfies con él para subirlas en redes sociales no 
van a hacer que se gane puntos en el departamento de novios. Miller 
aprende —no tan rápìdamente— que si quiere hacer que Sunshine 
“Sunny” Waters se enamore de él, va a tener que hacer mucho más que 
mostrarle sus habilidades con el palo en la habitación. 
Pucked, #2 
 
 
 
7 
Tan borracho como se porta 
 
Traducido por Beluu & Vane hearts 
Corregido por Julie 
 
Estoy muy borracho. Borracho al punto de que Lance, mi 
compañero de equipo, tiene dos pares de ojos. 
—Voy a ir a casa. —En mi cabeza esas son las palabras que estoy 
diciendo, pero en realidad, creo que sale más como un gemido. Doy un 
paso inestable hacia la línea de taxis que esperan fuera del bar. 
Lance pone una mano en mi hombro, con su sonrisa descuidada. 
Está casi tan borracho como yo. —Tu auto está en mi casa, Butterson. 
Vuelve con nosotros. 
—Puedo pasar en la mañana. —Mis palabras salen juntas, pero 
parece entender. 
—Simplemente entra en la limo, hombre. —Lance mira a Randy, 
otro compañero de equipo y uno de mis amigos de la infancia más 
cercanos, buscando apoyo. 
—La entrenadora va a estar en lo de Lance a las diez y media, 
¿recuerdas? —dice Randy—. Puedes salir rodando de la cama y caer a la 
pileta. 
—Y así no tendré que llamarte cincuenta veces para que levantes 
tu trasero —añade Lance. 
—¡Vuelve con nosotros, Buck! 
Una de las conejitas de hockey de Lance usa el apodo al que he 
respondido desde que era niño. Mi nombre verdadero es Miller. No me 
nombraron por una cerveza. Además, Buck Butterson suena mejor que 
Miller Butterson… demasiadas “er”. 
Las tres chicas, a las que Lance convenció de ir a su casa, se 
arreglan el cabello y el maquillaje entre ellas mientras debato sobre tomar 
malas decisiones. 
Lance sonríe, todo hijo de puta caliente, y me palmea en la espalda. 
—Vamos, hombre, vas a estar lejos por un par de semanas. Es la última 
oportunidad de estar de fiesta. 
 
 
8 
Murmuro algo que ni siquiera yo puedo entender y me reclino en 
la limusina para no tener que sostener mi propio peso. Los tragos fueron 
una mala idea. Había demasiados. Creo que pagué por ellos. 
Espero mientras las chicas entran a la limusina. Por muy borracho 
que esté, me quedan algunos modales. La última se inclina y su micro-
minifalda se sube, dándome una vista completa de su castor desnudo 
antes de sentarse. Definitivamente no me voy a sentar al lado de ella. 
Lance me codea en el brazo. —Entra, Buck. 
—Tú primero. Son tus conejitas. 
Volver a lo de Lance no es un buen plan, pero ya dije que lo haría, 
y tiene razón en que dejé mi coche en su casa. 
Se encoge y se sostiene del marco de la puerta, asomando la 
cabeza. —¿En qué regazo me voy a sentar? —Se lanza dentro de la 
limusina. 
Las chicas chillan y luego se oyen risas. 
Pongo una mano en el pecho de Randy para detenerlo antes de que 
también entre. —No me dejes hacer nada estúpido, ¿está bien, hombre? 
—No te preocupes, Miller. Tomaré dos si tengo que hacerlo. —
Guiña, pero habla en serio. 
Randy es una de las únicas personas que usan mi nombre 
verdadero, además de mi papá cuando se enoja. Creciendo en Chicago, 
él vivía en la misma calle que yo. Hemos jugado hockey juntos desde que 
los dos aprendimos a patinar. Cuando fuimos seleccionados para la NHL 
en el primer semestre de universidad, terminamos en equipos diferentes. 
Cinco años más tarde, estamos juntos de nuevo, dado que Randy se 
cambió a Chicago luego de que terminó la temporada. Estando fuera de 
temporada, le tomaron dos semanas mudarse. Es bueno tenerlo aquí. 
Nos hemos mantenido en contacto a través de los años; si alguien va a 
ayudarme a evitar joder las cosas, es él. 
Randy entra y se sienta entre dos de las chicas. Esto deja un banco 
libre para mí. Me deslizo y me estiro, ocupándolo entero. 
Lance ya tiene su brazo alrededor de la Muestra Castor, y su amiga 
en el medio parece no estar segura de qué hacer. Cuando se mueve para 
sentarse conmigo, Lance la abraza contra su costado y susurra algo en 
su oído. Sus ojos se abren y muerde su labio, pero se queda donde está. 
Volver a casa solo en un taxi habría sido la movida más inteligente. 
Así no tendría que estar enfrentando una tentación innecesaria. A veces 
es duro tomar las decisiones correctas, como alejarme de una situación 
en la que las conejitasinevitablemente van a ofrecer coño que voy a tener 
que rechazar. 
No es que no pueda vivir sin ello. Simplemente he estado eligiendo 
la alternativa durante los últimos cinco años. Y dejar el vicio ha sido 
mucho más difícil de lo que pensé. Lance y Muestra Castor se han movido 
hacia el rincón de la limusina. Estoy bastante seguro de que ya tiene su 
 
 
9 
mano dentro de su falda, a juzgar por la risa seguida de un gemido. Cierro 
mis ojos y me inclino contra el apoyabrazos. Estoy cansado. Y 
hambriento. Necesito pizza. 
Hurgo en mi bolsillo, buscando mi teléfono. Tengo mensajes: un 
par de mensajes y un correo de voz de mi hermana, Violet, y un par más 
de mi novia, Sunny. Bueno, es algo así como mi novia. Quiero que sea mi 
novia. Sunny es la razón por la que Randy, o quizá Lance, va a 
sacrificarse por el equipo mientras yo me quedo aquí, sentado solo. 
He estado haciendo todo lo que puedo para llevar las cosas en la 
dirección del noviazgo por los últimos meses, pero es difícil hacer que 
Sunny se quede. Es mucho peor que yo, pero no de forma puta. Sunny 
es lo opuesto de puta. No se ve tan fácilmente encantada por mí como la 
mayoría de las mujeres. En realidad, tengo que trabajar para conseguir 
que salga conmigo. 
No ayuda que su hermano, Alex Waters, sea uno de mis 
compañeros de equipo. También está comprometido con mi hermana, y 
es capitán del equipo. Waters me odia. Es complicado. La primera noche 
que vi a Sunny, consideré, por medio segundo, dormir con ella para 
vengarme de él. Soy un jugador, no un idiota. Además, Sunny no estaba 
interesada en desnudarse conmigo. En realidad, quería hablar. Y me 
gustaba. Así que en cambio le pedí su número. Eso fue hace unos meses. 
Todavía no quiere dormir conmigo. Todavía. Estoy esperando cambiar eso 
pronto. 
Intento leer mis mensajes, pero mi visión está borrosa y todas las 
palabras se mezclan; incluso peor de lo normal. No puedo usar la 
aplicación que pasa los mensajes de texto a voz aquí, como normalmente 
lo haría, porque la música está demasiado alta y todos oirían. Además, a 
veces los mensajes de mi hermana son asquerosos. No tiene filtro. Para 
nada. 
—Tengo hambre. ¿Alguien más tiene hambre? —grito sobre la 
música. 
Lance está demasiado ocupado succionando un rostro, pero Randy 
alza la mano. Las chicas a cada lado de él se encogen de hombros. La que 
está atascada en medio de todo luce como que preferiría estar en 
cualquier lugar menos aquí. 
Pongo a Siri y le pido que llame a mi pizzería favorita. Me lleva un 
par de intentos conseguir que haga lo que quiero, en parte porque estoy 
arrastrando las palabras y en parte porque la música interfiere. Por fin 
alguien la baja para que pueda hacer el pedido. 
—¿La dirección es cinco-dos-uno o dos-cinco-uno? —le pregunto a 
Randy cuando llegan a esa parte del proceso de pedido. 
—Cinco-dos-uno. 
—¿Estás seguro de que no es dos-cinco-uno? 
 
 
10 
Lance toma un respiro de succionar el rostro de la chica para 
solucionar mi problema. —¿Has estado en mi casa un millón de veces, y 
todavía no sabes bien la dirección? 
Le muestro el dedo del medio. —Soy disléxico y estoy borracho, 
pero gracias por ser un cabrón al respecto. —No debería haber dicho eso. 
No es algo de lo que generalmente hablo en frente de las conejitas. Es 
frustrante tener veintitrés años y no poder leer bien. Le doy al tipo de la 
pizza la dirección correcta. Luego finalizo la llamada y vuelvo a meter el 
teléfono en mi bolsillo. 
Diez minutos más tarde, estacionamos en el camino de Lance. Soy 
el primero en salir del auto, y prácticamente cayéndome, subo los 
escalones hasta su puerta. Utilizo el marco de la puerta para mantenerme 
de pie mientras espero a los demás. Debería saber el código para entrar 
a la casa, pero siempre lo olvido. 
Lance y Muestra Castor son los últimos en salir de la limusina. Fiel 
a su nombre, nos da a todos una vista de su castor, mi segunda del viaje 
en limusina, mientras se baja. Cuando sus pies golpean el suelo, Lance 
se para frente a ella, bloqueándola de nuestra vista. Se inclina para 
ajustar su falda, lo cual es amable. Cuando está de mal humor, deja que 
todas las chicas hagan el ridículo y se ríe sobre ello más tarde. A veces 
puede ser un idiota. 
Sus amigas se ríen y susurran, todas perras juzgando. Bueno, la 
que se hallaba al lado de Randy; la otra se ve incómoda. De las tres chicas 
que Randy y Lance eligieron esta noche, ella parece la más reservada. 
Quizá no está tan entusiasmada por compartir polla. 
—Eres el mejor, hombre. ¿Te lo he dicho últimamente? —le 
pregunto a Randy, mientras descanso mi cabeza en la puerta cerrada e 
intento golpear el timbre. No paro de errar. 
—Eso es lo que me dicen las chicas. 
Resoplo y apunto al timbre de nuevo, esta vez dándole. El tono es 
una línea de una película. No puedo recordar bien cuál, pero es divertido, 
por lo que sigo apretando hasta que Lance y Muestra Castor finalmente 
llegan a la puerta. 
Lance coloca el código. —No creo que ese sea un buen lugar para 
estar parado, Butterson. 
—Estoy bien. —Mis ojos están cerrados. Siento que la cama sería 
un buen lugar. A la mierda la pizza. 
No registro lo que dice hasta que la puerta cede. Levanto mis manos 
para aferrarme al marco, pero no soy lo suficientemente rápido. Caigo de 
cara en su pasillo de entrada. Su piso de madera no es algo suave para 
aterrizar. 
Gruño por el impacto, y una de las chicas se apura a ayudarme 
mientras Lance ríe a carcajadas. Le digo que estoy bien y me quedo allí 
por unos segundos antes de rodar a mi espalda. Veo de nuevo a Muestra 
Castor. Puedo ver debajo de su falda desde el suelo. Es como un sándwich 
 
 
11 
de carne suelta. He visto más castor en los últimos treinta minutos de lo 
que he visto desde que comencé a salir con Sunny. 
Randy extiende una mano para ayudarme a levantarme. 
Lo alejo. —Me quedaré aquí hasta que llegue la pizza, ¿está bien? 
—Eso podría tomar un rato. Vamos a ponerte en el sillón. —Tomo 
su mano, pero no hago ningún esfuerzo para ayudar con todo lo de 
pararme. Cuando está a punto de rendirse, tiro de su brazo y termina en 
el suelo conmigo. Lo pongo en una llave de cabeza. 
Lucha para liberarse, pero también se encuentra borracho, y tengo 
el elemento de la sorpresa. —Púdrete, idiota —me dice. 
—¡Oh, Dios mío! —grita una de las chicas mientras peleamos en el 
suelo como idiotas—. ¿En serio están peleando? ¿No deberías detenerlos? 
—Están bien. —Lance pone una mano en las espaldas bajas de las 
chicas—. Vamos. Tomemos unas bebidas y vayamos al jacuzzi. 
Randy me codea en el costado y lo dejo ir. Gira y se levanta, 
balanceándose mientras sigue a Lance y las conejitas. Toma un montón 
de trabajo levantar mi culo del piso, pero lo consigo. Camino 
deslizándome con mi hombro contra la pared para evitar caer de nuevo. 
Necesito agua, y esa bebida horrible que mi entrenadora, Natasha, 
me da cuando tengo resaca. Pero la cocina de Lance está demasiado lejos. 
Tropiezo en la enorme sala de estar hacia el sofá desocupado. Cuando 
mis rodillas golpean el brazo, caigo hacia adelante como un árbol. Mi 
puntería es mala, y estoy en ángulo, por lo que ruedo y golpeo mi cabeza 
contra la mesa de café. 
—¡Auch! ¡Mierda! —No hay suficiente espacio para que me ponga 
de espaldas, por lo que me quedo allí, encajado entre el sofá y la mesa de 
café. 
Lance ríe. —¿Estás bien, Butterson? 
—Hay un condón usado aquí abajo. 
—¿Ah, sí? ¿Me lo quieres alcanzar? 
—Estoy bastante seguro de que no lo haré. —Está cubierto de 
polvo, pero noto que es de color rojo, por lo que definitivamente lo obtuvo 
de mí. O tal vez soy yo el que lo utilizó. No tengo idea. Siempre ordeno el 
paquete de arco iris variado que viene con el envase grande de lubricante. 
Apodé a los condones según el color: el rojo es para polla diabólica, 
el verde es gigante verde, el azul es polla pitufo y el negro es martillo. No 
soy fan de los amarillos;se ve menos como un plátano maduro y más 
como si mi polla tuviera ictericia1. Mis favoritos personales son los que 
brillan en la oscuridad, ya que hacen que mi pene parezca una gran vara 
luminosa. 
 
1 Cuando la piel se vuelve de color amarillo. 
 
 
12 
—¿Vas a tumbarte en el suelo o vienes fuera para pasar el rato en 
el jacuzzi? 
—Voy allí en pocos minutos. 
—Lo que tú digas, Butterson. Pero si te quedas dormido allí, no 
despertaré a tu culo. 
—Eso está bien. 
Miro tacones puntiagudos tambaleándose hacia las puertas del 
patio. 
—No tengo un traje de baño —dice Muestra Castor. 
Lance coloca un brazo alrededor de su cintura, instalando la mano 
en su culo. —¿Quién necesita trajes de baño? 
Música a todo volumen explota a través de la casa y por los 
altavoces de afuera. Oigo un lejano chapoteo y un grito. Alguien se lanzó 
a la piscina. Me acuesto con mi mejilla aplastada contra el suelo, mirando 
al polvoriento condón, deseando haber ido a casa en vez de venir aquí. 
Debo haberme quedado inconsciente de esa manera, porque lo siguiente 
que sé, es que está sonando el timbre. Me toma tres intentos levantarme. 
Luego, la puerta no se queda quieta, así que es difícil de llegar a ella. 
Le pago al chico de la pizza con mi tarjeta de crédito y tomo las 
cajas y seis latas de refresco. No me molesto en llamar a los otros chicos. 
Si conozco a Lance, tendrá a esas chicas en sus sostenes y ropa interior, 
a excepción de la que no llevaba ninguno. 
Llevo la pizza a la mesa de centro, abro una soda, y la tomo de un 
trago. Necesito hidratarme para no vomitar todo durante la sesión de 
entrenamiento de mañana. Agua sería mejor, pero ya estoy sentado. 
Antes de empezar a comer, me quito los pantalones. No me preocupa 
derramar comida; solo estoy cansado de usar pantalones vaqueros. 
También me gusta la libertad de estar sin ropa. Casi siempre estoy 
caliente, así que es agradable cuando puedo quitarme todo hasta lo 
esencial, que es a menudo nada. 
Ya que no estoy en mi propia casa, me quedo con los boxers y 
camiseta. Normalmente no uso ropa interior, pero los clubes son 
calientes. De lo contrario, hacen que mis bolas se peguen a mi pierna. 
Me pongo cómodo en el sofá. Es de cuero blanco, lo cual es una opción 
estúpida, pero da igual. Abro la caja de pizza, gimiendo ante la visión de 
queso derretido y montones de asombrosa carne. 
Cuando Sunny y yo ordenamos pizza, no hay ni siquiera queso. No 
come ninguna cosa con una cara o lo que viene de algo con una cara. No 
creo poder vivir sin vaca en mi vida, pero ese soy yo. 
Mientras saco un pedazo, el queso se aferra a sus hermanos como 
si le aterrorizara su destino. Me inclino sobre la caja; soy demasiado 
perezoso para ir a la cocina y conseguir un plato, y le doy un buen 
mordisco. Está caliente. Como caliente recién salida del horno, lo cual es 
una locura, porque claramente no está recién salida del horno. Si 
 
 
13 
estuviera menos borracho, podría haber prestado atención a la nube de 
vapor cuando arranqué el primer pedazo, pero estoy demasiado 
apresurado de poner comida en mi vientre. 
El queso se sumerge en mi paladar y las cuerdas se asientan en mi 
barbilla, quemando eso también. Se me cae la rodaja, la mitad de ella 
cayendo sobre el borde de la caja en la mesa de centro y la más reciente 
edición de las Noticias de Hockey. Abriendo otro refresco, tomo de un 
trago la mitad de la lata para refrescar mi boca. Apesto en la vida esta 
noche. 
Mientras espero que la pizza se enfríe, busco el control remoto. No 
está en la mesa de centro o debajo de la caja de pizza. Lo encuentro 
atrapado entre los cojines del sofá, junto con un par de bragas. Dejo esas 
donde están. 
Dos de la mañana no cuentan mucho en la forma de una 
programación de calidad. Aparte de infomerciales y porno, tengo que 
elegir entre lo destacado en deportes y comedias antiguas o el canal de 
videos musicales. Cambio de canal sin rumbo, haciendo una pausa en 
algo de mal porno. Dudo que vaya a tener la energía para masturbarme 
más tarde. Podría estar lo bastante borracho como para tener una polla 
impotente por whiskey, a pesar de que no bebo whisky. 
Lo dejo en el canal de vídeos de música y regreso a la pizza, que 
ahora está lo suficientemente fría como para comer. Devoro la mitad de 
la caja y me duermo en el sofá. La única razón por la que me despierto 
es porque suena mi teléfono. Está en mis pantalones, los cuales se hallan 
en el suelo cerca de seis metros de distancia, así que pierdo la llamada. 
Decido que prefiero dormir en una cama que en el sofá de Lance. He caído 
aquí bastantes veces desde que me intercambiaron a mitad de temporada 
como para tener una habitación que reclamo cuando me emborracho 
tanto para llevar mi culo a casa. 
No tengo idea de si Lance y Randy siguen fuera con las chicas. Si 
es así, hay una buena probabilidad de que la bañera de hidromasaje vaya 
a necesitar una seria limpieza mañana. Casi me tropiezo con mis 
pantalones en el camino al segundo piso. Los arrastro conmigo a la 
segunda planta y me estrello en el dormitorio de invitados. 
Cierro la puerta de una patada, saco mi camisa sobre mi cabeza, 
dejo caer mis boxers y caigo boca abajo en el colchón. La música todavía 
suena desde los altavoces externos, haciendo que vibre la casa entera. Ya 
no es pop; sino alguna cursi balada de amor de los años ochenta. Parece 
algo que le gustaría a Sunny. 
Pensar en ella hace que mi pene se excite, lo cual apesta porque no 
tengo la coordinación para hacer nada al respecto. Odio que no viva más 
cerca. Canadá no se halla tan lejos de Chicago, pero es suficiente 
distancia para hacer que todo esto de la cosa de salir sea mucho más 
difícil. 
Quiero llamarla. Sé que es una mala idea. Estoy borracho y debe 
estar dormida, teniendo en cuenta que son más de las dos de la mañana. 
 
 
14 
O tal vez ya son las cinco. No puedo leer el reloj. Mi filtro de lógica no 
funciona, así que tanteo mis pantalones. Están en el suelo. Casi me caigo 
de la cama tratando de conseguirlos. Saco el teléfono del bolsillo. La 
batería tiene nueve por ciento. Es suficiente para una llamada rápida. De 
todos modos, es probable que vaya al correo de voz. 
Como predije, suena cuatro veces, y sale su mensaje. 
—Has contactado a Sunshine Waters. Probablemente estoy ocupada 
limpiando mi chi, pero, cuando haya terminado, te llamaré. Recuerda, ¡el 
karma es tu amigo! 
Cuelgo sin dejar un mensaje y llamo de nuevo. Me recibe el correo 
de voz por segunda vez. Al tercer intento, contesta. 
—¿Hola? —Su voz está ronca por el sueño. Es similar a la forma en 
que suena cuando se corre. Solo he sido capaz de hacer eso con mis dedos 
hasta el momento. Sunny quiere llevar las cosas con calma. Debo lograr 
el control del disco antes de poder anotar mi tipo favorito de gol. 
—Hola, dulzura. ¿Te desperté? —Es una pregunta estúpida. Por 
supuesto que la desperté; llamé tres veces en el medio de la noche. 
—¿Miller? 
—Lo siento. Es tarde ¿no? —Me doy la vuelta sobre mi espalda, con 
los brazos y piernas abiertas, dejando que mis bolas respiren. El crujido 
de las sábanas se filtra a través del teléfono. Me imagino lo que podría 
estar usando basado en nuestras charlas nocturnas por Skype. Es una 
chica de camisetas holgadas y pantalones cortos. A veces usa una de esas 
camisas transparentes, así que es como si estuviera desnuda, pero no. 
Lamentablemente, siempre lleva un sujetador deportivo. Esas cosas son 
la peor invención en el mundo. Arruinan perfectamente un buen escote. 
—¿Qué hora es? 
—Uh. —Entrecierro los ojos al reloj de la mesilla de noche, como si 
eso fuera a hacer que sea más fácil leer los números. Soy mejor con 
relojes analógicos que digitales—. Bastante temprano. 
—¿En la mañana? 
—Sí. 
—¿Está todo bien? 
—Sí. 
Hay una larga pausa en la que ninguno de los dos habla. —¿Saliste 
con los chicos esta noche? 
—Sí.La suavidad de su voz es reemplazada con brusquedad. —¿Con 
quién? 
—Lo normal. Randy Ballistic y Lance Romero. Algunos de los otros 
chicos se presentaron más tarde. 
—¿Así que estás borracho? 
 
 
15 
Sabía que no debí haber llamado. Me gustaría tener a alguien cerca 
para dejar de hacer estupideces todo el tiempo. Al menos Randy mantuvo 
a las conejitas ocupadas y lejos de mí. La mayoría del tiempo Lance no 
es de mucha ayuda. Anima la mala toma de decisiones. 
—Tomé un par de copas. Quería escuchar tu voz. —Suena como 
una frase de coqueteo, pero no lo es. Realmente quiero oír su voz, incluso 
si eso me hace parecer un mandilón. 
Hace un poco de ruido, como si tal vez estuviera estirándose o 
tratando de ponerse cómoda. Eso va directo a mi polla, inflándose como 
un globo con helio. 
—Eso es dulce, Miller —dice con un suspiro. Me encanta que utilice 
mi nombre real en lugar de mi seudónimo—. Pero ¿no crees que sería 
mejor llamar cuando estés sobrio y no en el medio de la noche? 
Interrumpiste un buen sueño. 
—¿Qué clase de sueño? ¿Fue un sueño de sexo? 
—No te diré 
—Lo fue, ¿no? 
—No diré nada. 
—Será un millón de veces mejor cuando me dejes desnudarte en la 
vida real. 
—No te adelantes, Butterson. 
—Solo digo, cuando dejes que suceda, será mil millones de veces 
más impresionante. 
Suspira. 
—¿Dulzura? 
—Deberías dormir para sacar lo que sea que hayas tomado. 
¿Todavía vendrás mañana? 
—Me vendría por ti ahora mismo, nena. 
Hay un golpe en la puerta. Oigo la voz de Randy seguida por una 
risita. Cubro el receptor, al menos eso creo, y grito—: ¡Estoy durmiendo! 
—¿Estás en casa? ¿Quién está contigo? 
—Estoy en la casa de Lance. 
Después de una inhalación aguda, pregunta—: ¿Permanecerás allí 
durante la noche? 
—Natasha vendrá en la mañana. 
—¿Quién? 
—Nuestra entrenadora. Estamos utilizando la piscina para 
ejercicios pliométricos. —Ya no sueno como que arrastro mucho las 
palabras ahora, así que puedo dejarla salir sin arruinarla—. Además, mi 
coche se encuentra aquí, y estoy siendo responsable por no conducir. 
 
 
16 
—¿Hay chicas allí ahora? 
—Lance invitó a algunas amigas. Estoy en la cama. 
—¿Cuántas amigas? 
—Algunas. 
—¿Alguna de ellas son tus amigas? 
—No, bebé. La única amiga que tengo en este momento es mi mano 
izquierda. 
Sigue un largo silencio. 
—¿Sunny? ¿Sigues ahí? 
—Estoy aquí. Sin embargo, debo irme. Es tarde. Tengo que enseñar 
yoga a primera hora en la mañana. 
—¿Segura que no quieres hablarme de ese sueño que tenías? 
Eso hace que suelte una sonrisa a medias. —Eres imposible. 
Deberías cerrar tu puerta. Buenas noches, Miller. 
Mi teléfono muere antes de que pueda responderle. No tengo un 
cargador a mano, y estoy demasiado cansado para ponerme la ropa de 
nuevo y buscar uno. En su lugar, cierro los ojos e imagino a Sunny en su 
bikini; esa es la menor cantidad de ropa con la que la he visto, y agarro 
mi polla algo dura. No tengo suficiente coordinación, poder en el cerebro 
o energía para mantener la imagen en mi cabeza y masturbarme, así que 
mantengo mi agarre con una mano y mi teléfono muerto en la otra. 
Luego jodidamente me desmayo. 
 
 
 
 
 
17 
Cara de polla 
 
Traducido por Adriana 
Corregido por Mel Wentworth 
 
Me duele la cabeza, y mi boca sabe a trasero. Intento no moverme, 
pero puedo escuchar la horrible música viniendo de alguna parte desde 
afuera de mi habitación, y está arruinando mi sueño. Abro un ojo y hago 
una mueca ante la brillantez que pasa a través de las cortinas. La primera 
cosa que noto es que no estoy en mi propia cama. Me toma un momento 
recordar que estoy en la casa de Lance. Tengo un muy vago recuerdo de 
un viaje en limusina y estar acostado en el piso de la sala de estar. 
Recuerdo un condón y un castor depilado y entro en pánico. 
El otro lado de la cama tamaño queen está vacía, así que tomo eso 
como una buena señal. Mi intenso caso de erección mañanera y mis bolas 
adoloridas también son unos sólidos indicadores de que no puse mi polla 
en ninguna parte donde no debía haberla puesto. 
Unos pocos meses atrás, la almohada sin usar habría sido ocupada 
por una muy satisfecha, muy bien usada conejita. Solía ser un perro. 
Probablemente todavía califico como uno, pero estoy trabajando en 
convertirme en un hombre reformado. No es tan fácil. Las mujeres 
quieren cabalgar mi polla todo el tiempo. No traer linduras a casa es como 
pasar por McDonald’s durante el campamento de entrenamiento: sabes 
que no puedes tenerlo porque no es parte del plan de alimentación, así 
que lo quieres aún más. 
En lugar de sexo, Sunny y yo nos mandamos mensajes de texto o 
hacemos video chats. Me gustan más esos, especialmente cuando es 
tarde por la noche. Ella pasa el rato en su cama, y yo puedo deleitarme 
mirándola mientras hablamos. 
Eventualmente, espero que nos graduemos más allá de la 
conversación a sexo por Skype. Ni siquiera hemos tenido sexo de verdad 
todavía, así que de ninguna maldita manera le voy a pedir tener sexo no 
real conmigo por medio de un video chat. Necesito pasar de la tercera 
base y todo el camino hacia home run primero. Hasta entonces, seguiré 
con las sesiones de pajas después de comérmela con los ojos por Skype. 
 
 
18 
Es frustrante, a pesar de que me gusta que no sea una zorra como las 
conejitas a las que me hallaba acostumbrado. 
Todo esto significa que mi polla ha estado sin uso durante los 
últimos meses. Nos hemos manoseado y besuqueado un poco, y ha tenido 
su mano en mis pantalones y viceversa, pero eso es todo. Es extraño. 
Nunca he tenido no sexo en la primera “cita”. 
Antes de Sunny, si necesitaba compañía, todo lo que tenía que 
hacer era sacar mi lista de contactos, ir hacia mis linduras, llamar a una, 
y esperar. Generalmente dicha dulzura llegaría entre media hora; las que 
usan demasiado maquillaje se toman más tiempo. Es casi como ordenar 
pizza. 
No importaría si sólo llegaba a casa de un entrenamiento o una 
práctica. Ni siquiera tenía que bañarme. Podía estar sudoroso y 
asqueroso, o comerme una condenada cabeza de ajo cruda, y ellas 
todavía vendrían y rebotarían en mi polla. 
Ahora que estoy intentando que Sunny sea mi novia, esa no es una 
opción, así que estoy atascado con mi mano. En teoría, si puedo estar sin 
comer alitas por unos pocos meses, debería ser capaz de estar sin sexo. 
Es mucho más duro en la práctica. 
Me quedo acostado en la cama que no es mía, intentando recordar 
el final de la noche. Tengo un presentimiento de que puede que haya 
llamado a Sunny borracho. Espero que no respondiera el teléfono. 
Reposiciono la almohada sobre mi cabeza para ahogar la mala música. 
Me estoy quedando dormido cuando alguien toca la puerta. —
Natasha va a estar aquí en veinte minutos. Saca tu trasero de la cama, 
Butterson —grita Randy. 
Echo un vistazo desde debajo de la almohada y miro los números 
en el reloj, queriendo que dejen de moverse para poder leerlos. Son 
pasadas las nueve. La alarma de mi teléfono debió haber sonado hace 
media hora atrás. Generalmente presiono el botón de posponer un 
mínimo de cuatro veces todas las mañanas. Odio despertarme casi tanto 
como odio el pipi olor a espárragos. Y la música pop. 
Uno pocos minutos más tarde hay otro toque en mi puerta. —
¿Buck? 
Es una voz femenina esta vez. Es vagamente familiar. La ignoro. 
Otro toque. —Randy me dijo que necesitabas levantarte. 
Todavía no contesto. Hay susurros y risitas en el otro lado, seguido 
por el sonido de la manilla girándose. Está sin seguro. Estoy fuera de la 
cama en un segundo, golpeando mi hombro contra la puerta para 
mantenerla cerrada. Estoy desnudo. Con una madera mañanera. Y mi 
cabeza duele demasiado. 
Me deslizo hacia el suelo, presionando los talones de mis manos 
contra mis ojos. —Estoy despierto. Estaré abajo, como, en diez minutos. 
 
 
19 
Más risitas siguen y luego pasos mientras se mueven por el pasillo, 
gritando—: ¡Dice que está despierto!Todavía estoy sentado en el piso con la cabeza en mis manos 
durante varios minutos más tarde, cuando Randy llega tocando. —Si no 
estás allá abajo en ocho minutos, Natasha hará que hagas ejercicios 
suicidas. 
—Me gustaría verla intentarlo. 
Natasha ha sido mi entrenadora desde que me transfirieron de 
Miami a Chicago. Es rigurosa, pero increíble. Algunas veces la odio por 
eso. Las amenazas son suficientes como para hacerme levantar el trasero 
del suelo. Sin embargo, giro el seguro en caso de que alguien más decida 
que quiere entrar en la habitación. 
Reviso la mesita de noche en busca de mi celular, pero no está allí. 
No está en el suelo tampoco, así que paso la mano por el edredón para 
ver si accidentalmente lo traje a la cama conmigo. Lo encuentro debajo 
de la almohada. Lo llevo hacia al baño conmigo, presionando el botón así 
puedo ingresar la contraseña y revisar mis mensajes, pero la pantalla 
permanece en blanco. Mi batería debió haber muerto. Lo coloco en la 
parte de atrás del inodoro y levanto la tapa del asiento. Estoy duro, así 
que es casi imposible orinar. 
Si mi teléfono no estuviera muerto, sacaría una foto de Sunny y me 
encargaría de mi problema de esa manera. En cambio, tengo que usar mi 
imaginación. Esta mañana apesta peor de lo normal. Ya que no la he visto 
desnuda todavía, tengo que juntar imágenes de ella, en su mayoría 
inventarla desnuda en su bikini e imaginar cómo lucirían sus senos. 
Eventualmente me doy por vencido y tomo una de las revistas basuras 
del montón en el suelo y la abro. Aterriza en una sexy rubia con senos 
falsos. Esa servirá. 
Cuando estoy a punto de venirme, sujeto mi mano en la pared y 
dejo que mis canillas descansen contra el asiento del inodoro. Mis rodillas 
se desploman al final, y me falla la puntería, así que golpeo la parte de 
atrás de la tapa del inodoro. Toda la unidad tiembla con mi peso, y mi 
teléfono se mueve hacia delante. 
Soy muy lento como para atraparlo. Rebota fuera del asiento, y en 
lugar de aterrizar en el suelo, cae directamente en la taza. 
—¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! —Extiendo mi mano y lo agarro, sin 
importarme que estoy metiendo mi mano en el agua del inodoro y mi 
propia eyaculación. Sacudiéndolo, tomo la toalla más cercana y lo seco 
para limpiarlo. La batería ya estaba muerta, así que no tengo idea si lo 
he arruinado o no. 
Y por supuesto, ahí es cuando hay otro jodido toque en mi puerta. 
Camino hacia la habitación, sosteniendo el teléfono potencialmente 
arruinado en una toalla de mano. Abro la puerta de un tirón. 
—Amigo, ¿estás…? —Randy se detiene a mitad de la oración. 
 
 
20 
Hay una chica detrás de él. Luce vagamente familiar. Está usando 
el maquillaje de anoche y usando una camiseta de Randy demasiado 
grande, y posiblemente nada más. Sus ojos aterrizan debajo de mi 
cintura. 
—¡Ay, Dios mío! 
Estoy desnudo y todavía medio-duro después de mi sesión de 
masturbación. Me cubro la polla con la toalla de mano. Randy coloca una 
mano para cubrirle los ojos. Intenta alejarla para fisgonear, pero Randy 
tiene grandes manos, y es mucho más fuerte, incluso si está con una 
resaca de mierda. 
Ella señala en mi dirección a pesar de que no puede verme. —
Tienes algo en tu… 
—Nena, ¿por qué no vas abajo y ves lo que las chicas están 
haciendo? 
—Pero… 
—Yo me encargo. —Le susurra algo al oído. Una de sus manos se 
desliza por debajo de la camisa. Aparto la mirada, porque no quiero ver 
tanto de ella como ha visto de mí. 
Se echa a reír y sale disparada por el pasillo, gritando—: ¡Vi la polla 
de Buck, y es enorme! 
—¿Es en serio, hombre? —Como si necesitara esta mierda. 
—Tú eres el que abres la puerta de esta manera. —Señala mi falta 
de vestimenta—. El mundo no es tu casillero, Miller. 
—¡Mi jodido teléfono cayó en el inodoro! —Le muestro la toalla de 
mano con mi teléfono todavía envuelto en ella. 
—¿Revisando Facebook en el cagadero de nuevo? 
—Ríete, imbécil. Todos mis contactos están allí. 
—¿Funciona? 
—La batería murió, así que no tengo idea. —Me lanza un bañador. 
—Ponte eso y tráelo abajo. Conseguiré una bolsa de arroz. 
—¿Qué demonios va hacer el arroz por mi teléfono? 
—Cálmate, amigo. Se supone que lo seca o algo así. Lo cargaremos 
y lo colocaremos en arroz. Con suerte, estará funcionando en un par de 
horas. 
Me coloco el traje, acomodo mi polla desinflada, y lo sigo hacia las 
escaleras. Randy no se ve casi tan maltratado por la vida como me siento 
yo esta mañana. 
Dos chicas, la que anunció el tamaño de mi polla a toda la casa, la 
llamaremos Gritadora de Polla, y otra que vagamente reconozco de 
anoche, están sentadas en la barra de desayuno con cafés. Otra 
holgazanea en el sofá de la sala de estar, tecleando en su teléfono. Las 
 
 
21 
chicas en la barra de desayunar me miran fijamente, luego bajan la 
mirada hacia sus tazas, sus hombros temblando de la risa. 
—¿Mostrando tus joyas de nuevo, eh, Miller? —dice Natasha, 
nuestra entrenadora, desde el otro lado de la cocina, enfocada en la fruta 
que está lanzando en la licuadora. Parece como si estuviera de buen 
humor, lo cual significa que nuestro entrenamiento va a ser extra 
doloroso hoy. 
—No a propósito. 
Tiene una mano en la cima de la licuadora y un dedo posicionado 
sobre el botón. Alza la mirada cuando presiona el botón de encendido. No 
tengo tiempo para cubrirme las orejas antes de que licue. Es como si una 
bomba estallara en mi cabeza. 
Los ojos de Natasha se agrandan por la sorpresa, y suelta una 
risotada, cayéndose al suelo. Estoy agradecido de que la licuadora deja 
de chirriar. 
La habitación está llena de risitas. —¿Qué mierda? ¿Todo el mundo 
está drogado? 
—Dijiste que te ibas a encargar de ello —le dice la Gritadora de 
Polla a Randy. 
Se encoje de hombros. 
—¿Encargarse de qué? —Estoy completamente confundido. 
La Gritadora de Polla sacude la cabeza y rueda los ojos. —Ve a verte 
en el espejo. 
Dejo caer el teléfono en la encimera y entro en el baño más cercano. 
En mi frente, con marcador negro, está una gran polla eyaculando. 
Incluso tiene vellos en las bolas. —¿Quién hizo esto? 
—No fui yo —grita Randy—. Ni siquiera puedo dibujar muñecos de 
palo. 
 Echo una mano llena de jabón en mi palma y lo froto en mi frente, 
pero la tinta no se remueve. Salgo pisoteando del baño y grito—: 
¡Prepárate para que te patee el trasero, Lance! ¡Si alguien tomó fotos voy 
a patearte en las bolas, puto hijo del hockey! 
Dos chicas en la esquina se ven como si estuvieran intentando 
decidir si deberían reírse o correr. Natasha todavía está en el suelo, y 
Randy tiene su mano encima de su boca. 
Lance abre la puerta corrediza que da hacia el patio y la piscina. —
Eventualmente se quitará. 
—Tengo un jodido vuelo esta noche. No me van a dejar entrar en 
Canadá con una polla en mi frente. 
—¿Eso es esta noche? —pregunta Lance. 
—Sí, hombre. Ya te lo dije. —Al menos asumí que lo hice. 
 
 
22 
Natasha deja de reírse el tiempo suficiente como para preguntar—
: ¿Vas a ver a Sunny? 
—¡No si no me puedo quitar esto! —Señalo la polla en mi frente. 
—¿Quién es Sunny? —pregunta la Gritadora de Polla. 
—La novia de Miller —dice Randy. 
—Pensé que su nombre era Buck. 
—Es un sobrenombre —respondo—. ¿Qué es esto? ¿Marcador 
permanente? ¿Cómo me saco esto? 
—Con limpiador de maquillaje podría funcionar —dice la del sofá. 
—¿Alguna de ustedes, chicas, tiene un poco de eso a la mano? 
Las dos en la barra de desayuno niegan con la cabeza. La callada 
en el sofá echa un vistazo. —¡Oh! ¡Tengo gel antibacterial! —Salta y sale 
corriendo. Un minuto más tarde regresa con tres pequeños frascos y 
palmea un taburete. 
Tomo asiento. Vierte un poco en su palma; huele a frutas. 
—¿Estás segura de que esto funcionará? 
—Vale la pena intentarlo. —Agarra una servilleta y la unta con el 
gel antibacterial—. Tiene alcohol. —Comienza a trabajar en mi frente—. 
Vaya, esta cosa es difícil de quitar. —Usa un pegote másgrande, y esta 
vez va hacia mis ojos. Arde como loco. 
—¡Ay! ¡Lo siento! Quizás será mejor si te acuestas. 
—Cuando termines de quitarte la polla, bebe esto y ven afuera. —
Natasha coloca un vaso en la encimera, junto con dos analgésicos, y sale 
de la cocina. Randy lleva a Gritadora de Polla y a la otra en la barra de 
desayunar afuera con Natasha. 
Natasha está acostumbrada a esta mierda, incluyendo llegar 
cuando todavía hay sobras de la noche anterior vagando por la casa. La 
casa de soltero de Lance es una puerta giratoria de chicas y fiestas. 
Me acuesto en el suelo, a pesar de que el sofá está a menos de unos 
metros de distancia, y la chica callada se sienta a mi lado, cruzando las 
piernas. 
—Siento que, si vas a quitarme una polla de mi frente, debería 
saber tu nombre. 
Su risa es silenciada por sus labios presionados. —Soy Poppy. 
Lance es un verdadero bromista. 
—Síp. Así es él. Gracias por encargarte de la polla en mi cabeza. 
—No hay problema. —Frota un poco de pegajoso gel antibacterial 
en mi piel—. Kristi ha estado siguiendo su carrera desde que lo 
transfirieron. 
—¿Quién? 
 
 
23 
—La chica con la que estuvo anoche. 
—¿La que no llevaba ropa interior? —No voy a ser el que le diga que 
Lance pasa por las chicas como una prostituta pasa por clientes. 
—Esa es Kristi. Y no dormí con Lance cuando terminó. 
—Ah… 
—Lo siento. No sé por qué te dije eso. —Vierte un poco de gel 
antibacterial directamente en mi frente. No puedo ver su rostro, pero 
suena avergonzada. 
—Lance es divertido. No está interesado en una relación, ¿lo sabes? 
—Oh, lo sé. Fui a la secundaria con él; luego nos mudamos por 
unos pocos años. Solía molestarme todo el tiempo. De todas maneras, 
éramos niños. Él es diferente ahora. Pero, por otro lado, yo también, 
supongo. 
Sólo he conocido a Lance desde que fui transferido, así que no sé 
cómo era antes de que llegara a la NHL. Es un bastardo arrogante en los 
mejores casos ahora. —¿Sabe que se conocen? 
—No creo que siquiera me recuerde. Sería mejor si no le dijeras. 
Ustedes son buenos amigos, ¿cierto? 
No puedo decidir si es una acosadora, una admiradora o algo más. 
Tiene esta mirada en su rostro, parecida a la que pongo cuando no tengo 
permitido pedir alitas de pollo. 
Le doy un vago asentimiento en respuesta. —Ahora me vas a decir 
por qué no quieres que sepa que ustedes se conocen. 
—De ninguna manera. —Limpia mi frente más agresivamente—. 
Esto está aferrado realmente bien. 
—Voy a patear a Lance en la polla. 
—Es un gran dibujo. 
—Entonces, ¿cuál es la historia con él? 
—Nada. Es estúpido. 
—¿Fue, como, tu primer flechazo o algo así? ¿Quisiste que se 
tomaran de la mano y esa mierda? 
Toma un descanso de restregar mi piel, y uso la oportunidad para 
mirarla. Su cara está completamente roja, y su labio está entre sus 
dientes. Es linda, quizás incluso hermosa bajo el maquillaje de un día. 
Es exactamente como sería el tipo de Lance si se tomara un tiempo fuera 
de follar a todo el mundo con un coño: bajita con cabello rubio rojizo, 
pecas y suaves curvas. 
—¡Lo fue! Santa mierda. —No puedo creer que tenga razón—. 
¿Cómo es que no te recuerda? 
—No fue de esa manera. Y eso fue diez años atrás. Se encontraba 
dos grados más arriba. Tengo una hermana mayor. Me auto invité a una 
 
 
24 
fiesta de secundaria y allí había, como, ese juego, ¿sabes? ¿Siete minutos 
en el Cielo o como sea que se llame? —Entierra su rostro en sus manos—
. Oh, Dios mío. Esto es tan vergonzoso. Me voy a callar ahora. 
Me incorporo, totalmente interesado. Esto es como una de esas 
horribles comedias adolescentes, pero real. Me encanta esa mierda. —
¿Lo follaste? 
Deja caer sus manos. —¡Tenía doce años! 
—Cierto. Eso sería un poco puta, ¿cierto? 
Me golpea en el hombro. 
—¿Entonces te manoseó? 
—¡No! 
—¿De verdad? Habría dado mi bola derecha por manosear a una 
chica cuando tenía esa edad. No pude poner mis manos en un par de 
senos desnudos hasta que tuve dieciséis. 
—¿En serio? 
—Es verdad. —Hago un puño y golpeo mi corazón dos veces. 
—Vaya. Bueno, supongo que lo has compensado, ¿no es así? 
—Sí. Probablemente más de lo que necesitaba. 
Empuja mi hombro, y me acuesto en el suelo para que pueda 
terminar de quitar la estúpida polla. 
—Entonces, ¿te llaman Buck2 porque caminas desnudo todo el 
tiempo? —pregunta. 
—Nop. Tenía malos dientes cuando era niño. 
—Oh. Eso es cruel. 
—Los niños son idiotas. El sobrenombre se quedó, y después de un 
tiempo ya no me importó más. Mis dientes están perfectos ahora, pero 
ninguno de los frontales son de verdad. 
—¿Qué sucedió? 
—Recibí un disco en la cara jugando hockey callejero. 
Aspira una bocanada de aire. —Eso debió haber dolido. 
—Un montón de cosas duelen. Iban a ponerme aparatos, pero luego 
no tuvieron que hacerlo. Me colocaron estos implantes de titanio en su 
lugar. Te dan buena droga cuando te colocan estos desgraciados. De 
todas formas, el accidente arregló mis dientes al final, así que supongo 
que el dolor valió la pena. 
 
2 Buck: una persona salvaje y loca. También significa conejo, por eso la referencia de 
los dientes. 
 
 
25 
—Eso es un montón de dolor por una linda sonrisa. Espero que 
uses un protector ahora. —Me limpia la frente una última vez—. Bien. 
Parece que estás libre de polla. 
Me siento. —Gracias por encargarte de eso. 
—No hay problema. 
Me pongo de pie y extiendo la mano para ayudarla a levantarse. 
—Eres bastante diferente de lo que pensé que serías. 
—¿Eso es bueno o malo? 
Me sonríe. —Es bueno. Eres agradable. 
Lance grita para que vaya afuera. Cuando Poppy no hace un 
movimiento para seguirme, me detengo. —¿No vienes? 
—Necesito usar el baño, lavar todas estas cosas de mis manos. 
Huelo como a ensalada de fruta. 
—De acuerdo. Te veo en un rato. —Tomo el batido que Natasha 
hizo, la bolsa de arroz con mi teléfono y el cargador y voy afuera, donde 
Lance y Randy ya están en la piscina. Conecto el teléfono cerca de la 
parrilla, verifico si está funcionando, no lo está, y me tomo el batido. 
Lance se ve como si está teniendo problemas en mantenerse al día. 
Sin embargo, Randy parece estar haciéndolo bien. Entro de un salto, 
hundiendo mi cabeza y frotando mis manos por mi rostro para lavarme 
el residuo de gel antibacterial y el olor a fruta artificial. 
—Te tomó bastante tiempo —dice Lance a través de respiraciones 
pesadas. 
—No gracias a ti, cara de polla. 
—Cállense, los dos. —Natasha sopla su silbato. Odio esa cosa—. 
Miller, haz suicidas en la parte menos profunda. Quiero veinte. 
Lance sonríe y me hace una señal de aprobación con los pulgares 
hacia arriba. 
Natasha lo señala. —Tú también, Lance Romance. 
Al menos, no estoy solo en el infierno esta mañana. 
 
 
 
26 
Todas las linduras en la casa 
 
Traducido por Daniela Young 
Corregido por Jadasa 
 
Después de media hora, me doy cuenta de que Poppy, la chica que 
sacó la polla de mi frente, no ha salido. Tal vez volvió a dormirse. No tengo 
tiempo para hacer preguntas; Natasha está enfurecida. Definitivamente 
se enojó con Lance, quien es el menos motivado de los tres. 
Sigue distraído por Muestra Castor, la chica que se tiró anoche. Él 
debe haber tenido un par de bikinis regados por la casa, porque ella está 
usando uno diminuto de color blanco que apenas le cubre algo Gritona 
de Polla está usando un sujetador rosa y pantaletas amarillas. Trato de 
no mirar a ninguna y me concentro en los ejercicios. 
Los ejercicios pliométricos son intensos en suelo seco; en agua y 
con resaca, son básicamente una tortura. Estamos en la tercera ronda 
de cardio cuando suena el timbre. 
Observo a Lance, quien está sentado en la esquina de la piscina, 
sin hacer lo que se supone que debe hacer. —¿Quién es? 
—Invite a algunas personas. —Codea suavemente a Muestra 
Castor y le pide que deje entrar a quienquiera que sea. 
Lance no invita a “algunas” personas. Noes su habitual forma de 
actuar a menos que sea para follar a una conejita, como anoche. Es 
sorprendente que estas chicas sigan aquí. Usualmente, a primera hora 
de la mañana, les llama un taxi y las despide. Muestra Castor debe haber 
sido muy divertida. 
—¿Dónde está tu amiga? —Le pregunto a Gritona de Polla. 
Levanta la vista de su teléfono y me mira raro. —Fue a abrir la 
puerta. 
—No. La otra. —Señalo mi frente. —La removedora de pollas. 
—¡Oh! ¿Poppy? No se sentía bien. Tomó un taxi a casa. —Y regresa 
a mirar su teléfono. 
Esta chica suena realmente como una amiga de mierda. 
 
 
27 
Natasha ya ha salido de la piscina, y está empacando sus cosas. 
Estoy seguro de que aún no terminamos, pero está claro que se ha 
rendido. Muestra Castor regresa con un par de chicos de mi equipo y 
algunas chicas que nunca he visto en mi vida, lo cual es bueno. Levanto 
una mano como saludo, luego agarro las pesas y bandas que no llegamos 
a usar. Lance se para, no para ayudar, sino para saludar a sus invitados. 
—Lo siento por lo de hoy. —Doblo todo como a Natasha le gusta y 
se lo entrego así puede guardarlo en su bolsa de lona. 
—Estuviste bien; los otros dos fueron el problema. No creo que 
funcionen bien estas sesiones en casa. 
—Hubiera funcionado si Lance se hubiera deshecho de las 
conejitas. 
Lance vive en las afueras de la ciudad en una enorme pieza de 
propiedad en una casa gigantesca. Tiene una sala de pesas completa y 
una pista en su patio trasero. Su piscina es genial. Y la bañera de 
hidromasaje es lo mejor después de un intenso entrenamiento. No la 
usaré hoy, ya que no tengo idea de lo que pasó ahí la noche anterior. 
Empezamos a programar las sesiones de entrenamiento aquí cuando el 
clima se puso cálido. De esa manera, no tendría que lidiar con todas las 
conejitas en el gimnasio. Desafortunadamente, Lance comenzó a traerlas 
aquí, a su casa. 
—Sí, bueno, no lo hizo, así que he terminado. —Natasha agarra su 
bolsa. 
—Lo lamento por él, ya sabes cómo se pone. 
Niega con la cabeza. Por alguna extraña razón, siento que hay algo 
más pasando entre ella y Lance de lo que me doy cuenta. Ha sido su 
entrenadora por dos años, así que sabe lo idiota que puede ser. Seducir 
chicas es una compulsión para él, y sé que Natasha no es una excepción. 
Se entiende. Está en buena forma, hasta yo puedo admitir que es sexy; 
lo cual haría que ella me pateara el trasero. Tiene que haber una línea de 
chicos queriendo tocar eso, Lance incluido. No creo sea el tipo de chica 
que caería por su mierda. Aunque nunca se sabe. La gente hace un 
montón de estupideces cuando el sexo está en ecuación. 
—Te vas por un par de semanas después de esto, ¿cierto? —me 
pregunta. 
—Sí, viajo a Toronto esta noche. Creo que mi vuelo es a las nueve 
o algo así. —Debería revisar eso cuando mi teléfono funcione de nuevo. 
Sus ojos se iluminan. —¿Emocionado por ver a Sunny? 
—¿Por qué estás tan interesada en mi vida sexual? 
Natasha se ríe. —Es tu falta de vida sexual en la que estoy 
interesada. ¿Se sigue resistiendo? 
Natasha sabe más de mi vida personal que la mayoría de gente. Me 
ha visto ir de conejita en conejita desde que me mude aquí y luego luchar 
 
 
28 
los últimos tres meses, sin obtener nada a cambio, mientras espero a que 
Sunny entre en razón. 
Cuando no respondo, me da una sonrisa cómplice. —Así que 
después de visitar a Sunny, irás a esa cosa del campamento, ¿Cierto? 
—Sí. Randy se reunirá conmigo en Toronto, y viajaremos juntos por 
carretera. 
—Se divertirán. No es el usual campamento de hockey, ¿o sí? 
—Quise cambiarlo este año, y está cerca de Sunny. —El que haya 
conseguido que Randy accediera a ir fue un gran logro. Le vendí toda “la 
experiencia de campamento” que solíamos tener cuando éramos niños. 
Además, tiene algunos amigos allí al haber jugado para Toronto durante 
su primer año. 
—Astuto. ¿Regresarás después de eso? ¿O tienes más cosas 
planeadas? 
—Tengo ideas para otro proyecto, pero es local, y voy a necesitar la 
ayuda de Vi. 
—Hablando de eso, ¿cómo está Violet? 
—Irritante. —Siendo la entrenadora del equipo, Natasha la ha visto 
un par de veces. 
—Es increíble que lidie contigo. 
—No sé de qué me hablas. Soy asombroso. —Le doy una sonrisa 
picarona. —Vi está bien. Ella y Waters se comprometieron. 
—Eso escuché. No suenas muy feliz por eso. 
—Lo que sea. Es decir, no han estado juntos mucho tiempo. Como, 
¿seis meses? Se siente muy repentino, ¿sabes? 
—A veces cuando lo sabes, lo sabes. 
La primera vez que conocí a Sunny, supe que no era como las 
chicas con las que solía pasar mis noches. O mis mañanas. Aunque no 
creo que Natasha se refiera a eso. —Supongo. Es una chica grande, y 
puede tomar sus propias decisiones, pero si él vuelve a joderla, le romperé 
la cara. 
—Estoy segura de que haría lo mismo si lastimas a Sunny. 
—Cierto. Eso no va a pasar. 
Saco mi teléfono de la bolsa de arroz en la que Randy (o una de las 
chicas, lo cual es más que seguro) lo puso. Ha estado conectado todo este 
tiempo, pero aun no tengo nada excepto una pantalla en blanco. Natasha 
me manda un mensaje con algunas fechas de sesiones que tendré que 
revisar en casa, antes de irme al aeropuerto. Quiero llamar a Sunny y 
ponerme en contacto, pero nunca he sido bueno memorizando números, 
así que no me sé el suyo de memoria. De todas formas, es un día de 
semana, así que probablemente esté enseñando yoga o trabajando como 
voluntaria en un refugio de animales. 
 
 
29 
Natasha me da un abrazo y agita una mano hacia Randy, quien 
está flotando sobre su espalda en la piscina. Bueno, la mitad superior de 
su cuerpo lo está, gracias a la barra flotante, pero sus piernas están 
hundiéndose. Ella ni siquiera trata de mirar a Lance mientras pasa por 
su lado para marcharse a través de la casa, y está demasiado ocupado 
socializando como para notarlo. 
Meto mi teléfono de nuevo en la bolsa de arroz. Tendré que revisarlo 
de nuevo más tarde. No estoy seguro de cuánto tiempo tiene que secarse 
antes de que empiece a funcionar. Si en un par de horas sigo teniendo 
problemas, tendré que ir hasta la tienda de teléfonos. No me gusta no 
tener acceso a las personas cuando lo necesito. Espero que este 
campamento no sea tan remoto que no pueda tener señal. Eso joderá las 
cosas para mí. Confío en enviarle mensajes diarios a Sunny para que 
sepa que está en mi mente. 
De repente hay un cambio de música. Pasamos de rock, lo cual es 
nuestra forma de trabajar, a alguna basura pop dance. 
Lance mira alrededor del patio. —¿Dónde está Tash? 
—Se fue. 
—¿Qué? ¿Cuándo? 
—Hace un minuto. 
Salta y trota a través del concreto, frunciendo el ceño. Me pregunto 
cuál es el problema. A veces siento que todo el coqueteo que Natasha 
aguanta de Lance no es solo él siendo él. Que Lance la seduzca sería 
realmente jodido, ya que ella sabe exactamente con qué frecuencia deja 
que las conejitas coman su zanahoria. 
Randy nada hacia el borde de la piscina, y sale. —¿Qué fue eso? 
—No estoy seguro —digo, porque no lo estoy, y voy a mantener mi 
hipótesis para mí mismo. 
El timbre de Lance suena, y al igual que el perro de Pavlov, Randy 
va corriendo. Vuelve a los pocos minutos, cargando en su espalda a una 
de las chicas que acaban de llegar. Las otras tres están prácticamente 
tropezando sobre sí mismas por lograr estar a su lado. Hace un par de 
meses, cuando Vi y Waters estuvieron separados porque él, fue y 
sostengo que lo sigue siendo, un enorme idiota; le sugerí ir a una cita con 
Randy. A pesar de que es mi amigo, me alegro de que nunca sucediera. 
Reconozco a un par de estas chicas. Espero que mi pene no haya 
estado dentro de cualquiera de sus agujeros. Aunque hay una buena 
oportunidad de que lo haya estado. 
Randy no pierde el tiempo. Comienza a correr hacia el agua con la 
chica sobre su espalda. Sus ojos se abren como platos cuando se da 
cuenta de lo que va a hacer, y comienza a gritar y patalear. Élsujeta 
fuertemente sus piernas, por lo que no tiene una oportunidad en el 
infierno de librarse de esto. Le muerde el hombro cuando salta. Sonrío 
ante su horror absoluto. 
 
 
30 
Gritona de Polla tropieza con Muestra Coño, dirigiéndose a la casa. 
Las chicas nuevas lo notan y susurran entre sí. Es demasiado drama, 
demasiado temprano. 
No esperaba hoy a las conejitas, a pesar de que probablemente 
debería haberlo hecho. Lance no hace muy a menudo lo de relajarse. Por 
lo general, cuando Natasha viene, se queda un rato después del 
entrenamiento. Hacemos una barbacoa y nadamos, luego se va y 
planeamos nuestra noche. Lance siempre la acompaña a la puerta. Me 
imaginé que era educado o lo que sea, pero ahora no estoy tan seguro. 
—Esto debe ser una tortura —dice Lance a mi lado. 
Lo miro de reojo. Mientras me ocupaba explorando la escena, debe 
haber regresado afuera. 
—¿Qué quieres decir? —Bebo todo lo que queda de mi botella de 
agua. 
—Todas las chicas. 
—No es gran cosa. —Honestamente, pensé que sería mucho más 
difícil de lo que es. Aunque las conejitas son condenadamente difíciles de 
evitar, especialmente con amigos como Lance que llevan a cabo fiestas 
todo el tiempo. 
Cambio de tema. —¿Encontraste a Natasha? 
—Nah. Ya se había ido cuando entré. —Un tic debajo del ojo es el 
único signo de que he dado en el clavo—. Ya sabes, si desaparecieras con 
una de las conejitas por un tiempo, nadie diría nada. 
Me quito las gafas de sol y lo encaro con una mirada fría. —Mis 
bolas podrían estar tan jodidamente azules que parecería que fueron 
agarradas por un pitufo, y aun así no le haría eso a Sunny. 
Levanta sus manos en el aire. —Lo siento, hombre. No quise 
molestarte. Me imaginé... no lo sé. No puede ser fácil. Está en Canadá, y 
tú aquí. Las relaciones a larga distancia no funcionan realmente, ¿sabes? 
Dejo caer mis gafas de sol en su lugar. No quiero pensar en que lo 
nuestro no funcione, lo cual es una posibilidad real. No sé las estadísticas 
sobre las relaciones a larga distancia, pero estoy adivinando que no son 
muy buenas. 
Siendo realistas, si mi relación con Sunny va a ser a largo plazo, 
uno de nosotros tendrá que reubicarse. Puesto que mi trabajo siempre 
está sujeto a cambios, eso significaría que Sunny iría adónde voy, y 
necesitaría un trabajo que fuera fácil de hacer en cualquier lugar. Es algo 
en lo que ya he pensado antes, lo cual dice más de lo que estoy dispuesto 
a admitir acerca de lo que siento por ella. 
Atrapo una de las sillas de jardín flotantes y la echo al agua, 
saltando tras ella. Esta no es una conversación que quiera tener con 
Lance, no antes de ver a Sunny. A veces siento que todo esto se encuentra 
destinado a ser un fracaso desde el principio. 
 
 
31 
Debo de haberme quedado dormido en mi silla flotante; ya que de 
repente, estoy jodidamente despierto, y tengo que ir a orinar. Salir 
significaría lidiar con las conejitas. Nado hasta el borde y me impulso 
hacia afuera. En lugar de pasar a unas veinte de ellas para entrar en la 
casa, se han multiplicado mientras dormía la siesta, me dirijo a la casa 
de baño de la piscina. No hay nadie más aquí, gracias a Dios. 
Accidentalmente, me he topado con personas haciéndolo en más de una 
ocasión. 
Cuando salgo del cuarto de baño, una chica de aspecto familiar 
está esperando fuera de la puerta. 
—¡Buck! —Envuelve sus brazos alrededor de mi cuello. 
—Hola. —Le doy una palmadita en la espalda, plenamente 
consciente de que está usando nada más que un diminuto bikini de 
cuerdas, y no hay absolutamente ninguna parte trasera a la cosa. Puedo 
sentir sus tetas contra mi estómago. Hay demasiada piel. Mi polla quiere 
reaccionar. Pienso en gatitos muertos y animales atropellados en la 
carretera para impedir que se forme una erección. 
Eventualmente, me suelta y da un paso atrás. No es suficiente. 
Sigue demasiado cerca. Mantengo mis ojos en su cara y trato de no ver 
su escote. Me rompo el cerebro intentando recordar su nombre, algo más 
allá del habitual “Lindura” al que estoy acostumbrado. No tengo nada. 
—Ha pasado un tiempo —dice—. No te he visto en los bares. ¿Estás 
pasándola en un lugar nuevo estos días? —Su desesperación no es 
atractiva. 
—No he estado saliendo mucho. 
Resalta una cadera y hace pucheros. Sus labios son rojos como 
cerezas, o sangre, o el escroto de Satanás. —Que mal. Creo que algunas 
de nosotras vamos al club mañana por la noche. Deberías venir. 
—Saldré de la ciudad. Quizás en otro momento. —Salgo de su 
camino así puede entrar al baño—. Debería, eh... darte un poco de 
privacidad. El ventilador no funciona allí. 
Es algo estúpido de decir, pero me da igual. Necesito alejarme de 
esta chica casi desnuda con la que, evidentemente, tengo una breve 
historia. La dejo hacer lo suyo y regreso a la piscina. No está mejor. 
Unas pocas chicas han conseguido entrar en el agua. Dos de ellas 
están pegadas a Randy, sus cabellos recogidos en una cola de caballo. 
Más están perdiendo sus camisas y pantalones cortos, así que es piel, 
piel y más piel. Una chica me entrega una cerveza, y la tomo, ya que es 
algo educado de hacer. 
Sin ganas de volver a la piscina con todas las chicas medio 
desnudas allí, me dejo caer en una de las sillas en el patio. 
—¡Oh Dios mío! ¡Tú eres Buck Butterson! Pero tu verdadero 
nombre es Miller, ¿verdad? 
 
 
32 
Una morena curvilínea está de pie justo en frente de mí, y su amiga, 
una rubia delgada, se ve horrorizada. Me sorprende que conozca mi 
verdadero nombre. 
—Lo siento. No quiero sonar… Dios, no puedo… Eres increíble. Te 
amo. Quiero decir, eres un jugador impresionante. ¡Chicago ganó 
después de que fueras intercambiado! Y eso fue muy deshonesto por 
parte de Miami. No hiciste absolutamente nada mal. Los medios de 
comunicación pueden irse a la mierda. De todos modos, estuviste 
increíble durante las finales. Lo siento mucho. No creo que pueda 
detenerme. 
Sonrío. Es una verdadera fan, del tipo que realmente se emociona 
con el juego, y no solo con mi polla. 
—No hay problema. —Extiendo mi mano. 
La agarra y aprieta, sacudiéndola más de lo necesario. —
Jessabelle. —Sus mejillas se tornan de un vibrante color rojo—. Pero mis 
amigos me llaman Jellie. 
—¿Al igual que la mantequilla de maní y jalea3? 
—Pero con “ie” al final. ¿Eso es raro? Probablemente lo es. ¿Está 
bien que te llame Miller? Sé que siempre usas Buck, pero si no te 
molesta… 
—No me molesta. Eres genial. Date un respiro. 
—Guau. Excelente. Impresionante. Eres tan rubio. Eres como un 
muñeco Ken en tamaño real, pero tu cabello no es plástico. ¿Quién es la 
chica que siempre publica cosas acerca de ti siendo un yeti? —Mira mis 
brazos—. No tienes tanto vello corporal. 
Maldita Vi y sus comentarios en Facebook. —Solo me convierto 
cuando hay luna yeti. —Cuando todo lo que consigo es una mirada en 
blanco, digo—: Mi hermana piensa que es hilarante publicar esas 
estupideces. 
Asiente como si entendiera. —Es divertida, ¿verdad? ¿Crees que 
podría sacarme una foto contigo? 
—Sí. Claro. —No considero su atuendo, está usando un par de 
pantalones cortos y la parte superior del bikini que apenas cubre sus 
pezones, o que sólo estoy usando un par de pantalones cortos de 
natación. 
Saca su teléfono del bolsillo trasero y se lo entrega a su amiga. 
Luego se deja caer en mi regazo y se envuelve alrededor mío. Antes de 
que pueda detenerla, la amiga de Jellie comienza a sacar fotografías. 
—¡Oye! ¡Espera! —Levanto mis manos en el aire, así no estoy 
tocándola en ninguna parte. Bueno, excepto donde me toca con toda su 
piel desnuda, que es un montón de lugares—. No puedes publicar esas. 
 
3 Jalea es español para Jelly. 
 
 
33 
Su amiga deja de sacar fotos y, una vez más, parece que está por 
enterrarse en el cemento. Saco a Jellie de encima, tocando tan poco de 
ella como sea posible. —Tengo una novia. Mi regazo no es tu silla. 
—¡Oh! Oh,mierda. Pensé que era un rumor. Es decir, Dios. Nunca 
has tenido una novia, y pensé que quizás terminaron ya que en las 
últimas semanas no hubo fotografías de ustedes... —Se queda callada. 
—No terminamos. 
—¿Ni siquiera después de anoche? 
¿Qué sabría ella sobre anoche? —Salí con los chicos. 
Tiene esta mirada extraña en su rostro. Niega con la cabeza. —Lo 
siento. Yo solo... eres un jugador impresionante. —Agarra el teléfono de 
su amiga y comienza a borrar las fotografías, o eso es lo que asumo que 
está haciendo. No quiero ser un idiota espeluznante y pararme por 
encima de su hombro para asegurarme de que elimine todas. 
—Es genial. Simplemente, no quiero problemas. ¿Sabes? 
—Por supuesto. Correcto. Claro. 
Dejo que su amiga saque otra, una imagen mucho menos 
problemática de nosotros de pie uno al lado del otro, con cierta torpeza, 
mientras sonreímos. —Bueno, si alguna vez rompen y buscas a alguien 
para hacerte sentir mejor, siempre puedes encontrarme en Facebook. 
Levanta su teléfono para que pueda ver su perfil. Su avatar es más 
que nada sus tetas. Debajo se muestra una imagen de ella sentada en el 
regazo de Lance. Hasta este punto me gustaba un poco, del tipo jugador 
a fan. Ahora, es solo otra conejita usándonos como sillas. 
 
 
 
34 
Mensajes de mierda, vigila tu culo 
 
Traducido por Ana Avila & Indra 
Corregido por Jadasa 
 
Veinte minutos más tarde, he abandonado la cerveza, y estoy 
bebiendo agua mineral, volteando hamburguesas en la parrilla. Este 
parece ser el lugar más seguro para pasar el rato, lejos de las conejitas 
yaciendo en la piscina, que están lo suficientemente borrachas como para 
dejar de proteger su cabello. Randy se acerca con mi teléfono. —Creo que 
necesitas revisar esto. 
—¿Está funcionando de nuevo? No servía hace una hora. 
Deja caer el móvil en mi palma. —Sí, hombre, lo encendí, y funciona 
bien. Tienes una tonelada de mensajes. Es posible que desees ver los 
detalles de tu vuelo, ya sabes, para asegurarte de que tienes la hora 
correcta. 
Esa fue probablemente la única cosa que olvidé hacer; encenderlo, 
pero me guardo eso para mí mismo porque no necesito verme como un 
idiota. Generalmente, cuento con Amber, mi Asistente Personal, para que 
envíe un millón de mensajes, la mayoría audios, y así no olvidar cosas 
importantes como vuelos, fechas y eventos. Pero dado que está lejos en 
algún viaje en el medio de la nada por las próximas dos semanas, no 
puedo contar con ella para que maneje mi vida, lo cual significa que tengo 
que hacerlo yo mismo. 
—Esa es una buena idea. —No me gusta la expresión de su rostro 
cuando le paso la espátula. Tecleo mi código; tiene razón acerca de los 
mensajes. Muchos de ellos son de Sunny. Algunos de Violet. Y hay 
mensajes de voz. Muchos. 
—Volveré en un rato. 
—Tómate tu tiempo. Tengo esto. Además, necesito un descanso de 
las conejitas. Es como temporada de apareamiento. 
Palmeo su espalda, pasando por la cocina, donde algunas de las 
conejitas están pasando el rato y me dirijo a las escaleras. Llego al 
dormitorio de invitados en el segundo piso y me encierro allí. 
Empiezo con los mensajes de voz. No tengo que leerlos, por lo que 
es más fácil lidiar con ellos. El primer mensaje es de Vi. Sostengo el 
 
 
35 
teléfono a treinta centímetros de distancia de mi oído, y todavía puedo 
escuchar sus gritos. Es gritona cuando está enojada. 
 
¡Eres un maldito idiota! ¿Qué mierda es lo que te pasa? 
¿Tienes alguna idea de la cantidad de mierda en la que te 
encuentras? Alex va a arrancarte los testículos, no es que importe 
ya que son del tamaño de las pasas, y tu polla solo se puede ver 
con un microscopio. Será mejor que me llames tan pronto como 
escuches esto. Estás jodido. Prepárate para la patada en el culo del 
siglo, ¡yeti bastardo! 
 
No tengo idea de por qué estoy en tantos problemas, pero imagino 
que mi mejor opción es escuchar algunos mensajes más antes de 
devolverle la llamada. La hora estampada en ese mensaje es de temprano 
esta mañana; las dos o las cinco. Estoy muy preocupado por lo que la 
hizo ponerse de esta manera como para procesar los números. 
El siguiente mensaje es de Sunny. Parece que es de hace una hora, 
si estoy en lo correcto sobre que son más de las dos de la tarde ahora. No 
puedo entender nada de lo dice porque es indescifrable. Las únicas 
palabras que capto son fotografías y conejitas. 
Mierda. Esto no puede ser bueno. Tiene que ser un malentendido. 
Dios sabe que he tenido suficiente de ello en los últimos meses. Parece 
que no puedo dejar de arruinar las cosas con ella, por mucho que lo 
intente. Ese ha sido el mayor obstáculo para el progreso con Sunny. La 
gente publica fotos todo el tiempo. A veces ni siquiera preguntan antes 
de soltar el flash. Es una locura. 
Hay dos mensajes de voz de mi asistente personal, pero pueden 
esperar. Necesito resolver primero este drama. Paso a los mensajes de 
texto. Es mucho más que un desafío leerlos. Siempre he sido un lector 
lento. Las únicas As que saqué en la escuela secundaria fueron en 
construcción y gimnasio. 
No es que no lograra captar lo que pasaba, simplemente me tomaba 
siete millones de veces más de tiempo leer lo mismo que todos los demás. 
Me hacía parecer estúpido. La gente asumía que, debido a que era un 
atleta, no podía ser inteligente también. Así que dejé de intentarlo. Ya que 
mi padre reclutaba para la Liga nacional de hockey y no tenía mamá, 
murió antes de que fuera lo suficientemente mayor como para conocerla 
realmente, los profesores tendían a ser indulgentes. 
Tuve tutores una vez que llegué a segundo año, especialmente 
después de que perdí mis dientes y falté a un montón de clases. Una vez 
que los nuevos dientes estuvieron listos y se arregló el problema de 
morder, las tutoras se hallaban más que dispuestas a ayudarme. Más a 
menudo que no, habría un “intercambio” de servicios. Me ayudarían a 
escribir mis ensayos, y yo trabajaría en perfeccionar el arte del orgasmo 
con ayuda de los dedos. Para el último año, había un montón de chicas 
 
 
36 
que buscaban ayudarme con mis trabajos escolares. Mis calificaciones 
no eran impresionantes, ni siquiera medianamente decentes, pero me las 
arreglé para obtener una beca de hockey para la universidad, eso era todo 
lo que importaba, ya que era lo único que quería hacer. 
Una vez que me reclutaron, no había suficiente tiempo para hacer 
todas mis tareas, incluso con cierta flexibilidad por parte de la 
universidad, por lo que la dejé. No tenía sentido esforzarme por un 
diploma que nunca usaría cuando iba a obtener mucho más dinero sin 
él. 
Tengo un sinfín de textos de Vi y Sunny, pero uno es de Waters. No 
suele mensajearme. El suyo es fácil de leer: 
 
ESTÁS JODIDAMENTE MUERTO, IMBÉCIL. 
 
Los de Violet y Sunny son más que un desafío. Parece que hay una 
gran cantidad de autocorrector y abreviaturas, lo cual es la peor cosa que 
jamás se haya inventado. Esto hace que las palabras sean más difíciles 
de descifrar. 
Abro la aplicación de mensajes de texto a voz y escucho, debido a 
que convierte los desvaríos de Violet en un idioma entendible. Es mucho 
más fácil de entender, incluso con todas las imprecisas palabras 
corregidas. 
 
¿Por qué tenedor4 dejarías que alguien dibuje una muelle5 en 
tu cara? 
Pato 
Tenedor 
Maldita sea, Polla, jodida POLLA, no pato. El autocorrector 
puede chuparme el coágulo. 
Clítoris. Idiota. 
 
El siguiente montón de mensajes llegó varias horas después. El 
primero de ellos cuenta con una veintena de emojis con cara enojada 
adjuntos. 
 
¡¡¡¡¡¡¿De verdad?!!!!!! ¡Estás desnudo! ¿Quién es esa chica? 
¿Alguien te hizo una lobotomía? 
 
 
4 En el original Fork, cuando ella en realidad quiso decir Fuck. 
5 Dock, en el original. Palabra que podría confundirse con Duck (pato) o Dick (polla). 
 
 
37 
La pregunta es seguida por varias capturas de pantalla. La primeraes una de mí, dormido. No sería un gran problema si no estuviera, 
obviamente, desnudo; mi nalga izquierda es visible, y como si no tuviera 
una enorme polla dibujada en la frente. Lo peor es que una conejita de 
Lance, Muestra Coño, tiene los pulgares arriba mientras finge montarme 
por detrás. 
En serio voy a patear el culo de Lance. 
Algunas son de la noche anterior. Esas no se ven tan mal, yo con 
los chicos y unas conejitas tomándonos selfies. Pero la de hoy con la chica 
desnuda en su mayoría con su pequeño bikini sentada en mi regazo, es 
malditamente incriminatoria. 
 
¿Dónde demonios estás? 
Será mejor que jodidamente me llames. 
Voy a ir a tu casa. 
 
Los dos últimos fueron enviados hace diez minutos. 
 
¿Por qué no estás aquí? ¡Tienes que tomar un vuelo! 
Voy por ti. 
 
Mi teléfono suena cuando termino de escuchar los mensajes. Es Vi. 
Responderle es mejor que dejarla ir al correo de voz de nuevo. 
—Estoy en la puerta de entrada de Lance. Déjame entrar. 
—¿Qué? ¿Cómo sabías que estaba aquí? 
—Porque soy psíquica, e Instagram es mi oráculo. Ahora déjame 
entrar. En serio estás interfiriendo con mi cuota semanal de orgasmos en 
estos momentos. 
No tengo ningún interés en saber más sobre eso. Corro por las 
escaleras hasta la puerta principal. 
Antes de abrirla, le pregunto—: ¿Está Waters contigo? 
—¿Estás bromeando? Lo dejé en casa. No estoy interesada en 
reducir nuestra vida sexual a visitas conyugales. Además, es demasiado 
bonito para estar en prisión. Ellos probablemente harían que se intimide 
por su monstruosa polla. 
—Eso es más de lo que necesitaba… 
—No me importa lo que necesitas. Necesito que Alex no se moleste. 
Puedo verte a través de la maldita puerta. Ábrela. 
Violet es una persona pequeña. Quizás un poco más alta con 
tacones, pero compensa su falta de tamaño con una enorme 
 
 
38 
personalidad. Tengo la sensación de que estoy a punto de recibir el peor 
ataque verbal de mi vida. 
—¿Deberíamos afeitarte el vello corporal para que puedan hacer 
pelucas para los ancianos? —pregunta tan pronto como abro la puerta. 
—¿De qué estás hablando? 
—Después de que Alex te mate, puedo donar tu piel a la caridad. Y 
tal vez un poco de tus órganos más viables. Estoy bastante segura de que 
todo, excepto tu hígado, está bien. Ooooh, quizás puedan utilizar el micro 
pene para una cirugía de alargamiento de clítoris. 
—Esto no es divertido, Vi. 
—Creo que a los neurocirujanos les encantaría echar un vistazo 
dentro de tu cabeza, ya sabes, para la ciencia, para que puedan aprender 
más acerca de lo que sucede cuando yetis y humanos se juntan. 
Estoy a punto de cerrarle la puerta en la cara. Termina con el 
sarcasmo. —¿En qué demonios pensabas? 
Salgo y cierro la puerta detrás de mí. —No hice nada malo. 
—¿No hiciste nada malo? ¿En serio? ¿Siquiera viste las fotos que 
te envié hoy? No son ni siquiera las peores. ¿Qué sucede contigo? ¿Y por 
qué no contestabas el teléfono? ¿Tienes idea de qué tan culpable te hace 
parecer eso? También, ¿por qué no estás en el aeropuerto en este 
momento, tomando tu maldito vuelo? 
—No es hasta las nueve, y son como, las dos de la tarde. Tengo un 
montón de tiempo. 
—Son las cinco, no las dos. Y tu vuelo sale dentro de una hora. Lo 
perdiste. 
—Pero chequeé… 
—Aparentemente no. Jesús, Buck. ¿No es debido a esto que tienes 
una maldita asistente personal? Incluso tu agente me llamó esta mañana 
cuando nadie podía contactarse contigo. 
—Amber está de vacaciones. 
—Y también sabe lo malo que eres con las fechas. No me cabe en 
la cabeza que no haya puesto una alarma en tu teléfono, o llamado o algo 
así. 
—Mi teléfono me daba problemas. Pensé que tenía todo resuelto. 
Supongo que tengo los tiempos mezclados. 
Violet se frota la frente. El gigante diamante del tamaño de un 
mármol en su dedo anular brilla contra luz. Es increíblemente enorme. 
Exhala y levanta la mirada al cielo. Tiene gafas de sol, por lo que no puedo 
ver sus ojos. Traga un par de veces. 
Cuando habla, es en voz baja y muy tranquila. —Sé que confundir 
los números es un problema contigo, pero es Sunny, por el amor de 
Cristo. Debes estar por encima de esto. —Se quita los lentes. 
 
 
39 
Sus ojos parecen estar llenándose de lágrimas. Me pone nervioso. 
Puedo lidiar con el sarcasmo y la ira de Violet; pero cuando está 
emocional, no sé cómo lidiar con ello además de darle helado. 
—Sabes, si no estás interesado en esa relación, mejor te haces 
hombre y lo enfrentas en lugar de alejarla. No te tendré jodiendo mi vida 
sexual porque ella no esté interesada en tu minúsculo pene. 
—Mi pene no es minúsculo. 
Vuelve a estar enojada, gracias a Dios. —¿A quién puta le importa? 
Ese no es el punto. De todas formas, ¿por qué estás aquí? Lance es un 
imbécil. 
—Él no es… 
Una canción acerca de pavos reales empieza a sonar desde su 
bolsillo trasero. 
—Espera un segundo —contesta—. Si, aún está aquí. —Me mira y 
gira su dedo en el aire—. Voltéate. 
No discuto. Hago lo que me dice. 
—Está sin camiseta, y no veo ninguna marca de arañazos o 
chupetones a través de su espeso pelaje. —Hay una pausa. Puedo 
escuchar la voz apagada de Waters. Juzgando por su tono, no está muy 
feliz—. No. Absolutamente no. Ahí es donde dibujo la línea, Alex. No estoy 
interesada en necesitar terapia. —Presiona los labios y me mira 
fijamente—. ¿Vas a ponerte como Hulk?… ¿Estás seguro?… Está bien. —
Me pasa el teléfono—. Alex quiere hablar contigo. 
Mi teléfono vibra con nuevos mensajes. Necesito llamar a Sunny. 
Más que eso, necesito reprogramar mi vuelo y llevar mi trasero al 
aeropuerto. Pero en cambio pongo el teléfono de Vi en mi oreja. 
—Butterson, si me das una de tus excusas de mierda voy a partir 
tus jodidas rodillas. 
Violet me está haciendo gestos con la mano. No puedo escuchar la 
pesada respiración de Waters, la vibración de mi teléfono y mirarla al 
mismo tiempo. 
—Si me partes las rodillas, estarás fuera de la temporada —digo. 
—Haré que Violet lo haga. 
Violet no es muy fuerte, de manera que eso no es una gran 
amenaza. De todas maneras, no le menciono esto a Waters. Ya está 
suficientemente enojado. En vez de eso, hago un sonido de incredulidad. 
Resulta que es casi tan malo como decir lo que estoy pensando. 
—¿Crees que esto es gracioso, Butterson? Mi hermana está 
llorando sobre jodidas fotos tuyas en las redes sociales y tus malditas 
putas del hockey… 
 
 
40 
—Me encontraba dormido. No sabía que dibujaron un pene en mi 
cara hasta esta mañana. Y esa chica cayó en mi regazo y empezó a tomar 
fotos. No hice nada malo. 
Exhala como Darth Vader. Cuando habla de nuevo, es mucho más 
suave. —Esta es tu última oportunidad, Butterson. Si no arreglas este 
desastre, voy a programar una reunión con el representante para decirle 
que eres un cáncer para el equipo y que necesitas ser intercambiado. 
Me molesta que Waters, de todas las personas, deje caer amenazas 
como esta. Sabe mejor que nadie como los medios tuercen las cosas. —
Eso no es justo. 
—Lo que no es justo es que juegues con mi hermana y pienses que 
puedes salirte con la tuya. 
—Más o menos como jugaste con la mía. 
—Ni siquiera empieces conmigo. No tienes idea de lo que es hacer 
sacrificios por alguien más. Pon a Violet en el teléfono. 
—Tu novio es un imbécil —murmuro, regresándole el aparato. 
—Prometido —corrige, descartándome. Se voltea mientras tiene 
una discusión con Waters. 
Abro mi correo y busco mensajes de Amber. Anoche me envió uno 
con los detalles de mi vuelo. Lo abro y miro los números y letras nadando 
juntas en la pequeña pantalla. Bajo el horario del vuelo en su mensaje se 
encuentra todo mi calendario del mes. Todo está codificado por color, por 
lo que sé lo que significa sin tener que leerlo. Práctica está resaltado con 
color rojo (no hay ninguna este mes porque estamos fuera de temporada), 
entrenamiento en azul, días libres en rosado, días de viaje en lila, y 
tiempo con Sunny

Otros materiales

Materiales relacionados