Logo Studenta

CEO Descubriendo la verdad - Francis TheMidle

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Copyright @ 2015 – Todos los
derechos reservados Portada
Renato Klisman
Repaso
Mariza Miranda
Janaina Rico
Diagramación
Amaral, Tatiana
1. Literatura brasileña. 2. Romance.
Derechos de esta edición totalmente concedidos la
editora Pandorga. ES Prohibida la copia del material
contenido en ese ejemplar sin el consentimiento
escrito de la editora. Ese libro es fruto de la
imaginação del autor y ninguno de los personajes y
acontecimientos citados en él tiene cualquier
equivalente en la vida real.
2
Queridos lectores,
No había como comenzar este libro sin antes agradecer a
todos que llegaron hasta aquí conmigo. ES con mucho
enorgullezco que, después de una inmensa lucha, presento
el tercero y último libro de esta linda trilogia. Sé que la
mayoría de vosotros me acompaña diariamente y a causa
de eso conoce mi batalla. Para escribir un libro no basta sólo
tener una buena idea. Yo sería muy leviana se creyera que
sólo eso bastaba. Cuando escogí ser escritora, a pesar de
creer que nadie escoge ser escritor y, sí, nace escritor, no
creí que sería fácil, muy menos deseé que fuera. La lucha es
árdua, real y muchas veces injusta, pero fue así que yo
me descubrí. Entonces, por no ser una opción, me
resta luchar para que al menos merezca la pena.
Vosotros también saben que yo no escribo sola. Lo que
sería de mis libros se dependieran sólo de mí? Estos
pocos años como escritora descubrí que sola yo no soy
nadie. Yo no quería ser sólo una escritora, quería ser la
escritora, y por este motivo busco en todos mis trabajos
mejorar en calidad sin nunca creer que ya hice el
suficiente. Y es por el mismo motivo que hoy trabajo
con un equipo que, así como yo, cree en mis libros y se
esforza para aprimorá-los hasta el límite, para que
podamos entregar el mejor cada uno de vosotros. Así,
cuento hoy con cinco personas que se dedican a mi
trabajo.
Ya que llegamos hasta aquí, permitid que yo haga una
observación. Ser escritor, capista, revisor ortográfico,
revisor crítico, asesor de prensa y de marketing es una
profesión así como abogado, médico, ingeniero,
psicólogo, doméstica, ambulante, autónomo... Y todas
ellas deben ser rentables, una vez que nada es más justo
del que recibir el salario por sus esfuerzos. Concuerdan?
Lo que sería de cada uno de estos profesionales si, al
final del mes, descubrieran que no recibirían salario
porque su trabajo fue pirateado?
La pirataria es crimen. Quién distribuye, pide, o indica donde
encontrar comete un crimen. La pirataria literaria mata un
autor por día. Si no por la infindável tristeza de ver su trabajo
desrespeitado y desvalorizado, entonces por la falta de
recursos para aprimorá-lo. No se engañen con a
3
falsa demagogia. Si fuera interesante para los autores tengan
sus obras distribuidas gratuitamente, ellos propios lo harían.
La verdad es que cada vez que una obra vacía de esta forma,
el autor deja de vender y, en el efecto cascada, deja de
conseguir recursos, estímulo, respeto e interés.
Usted lector, que valora aquel libro que tanto ama.
Que admira aquel escritor increíble. Haga lo que es
justo y correcto no permita que la obra sea pirateada.
Denuncie. Busque el autor, la editora, la comisaría de
informática, pero no deje que la historia que tanto lo
hizo soñar sea destruida. Júntese a la esta lucha y
diga no a la pirataria. Gracias!
Tatiana Amaral
4
Para mi nueva guardia: Wilza Mary Medeiros, Allane Mágilla,
Adriana Prado, Marcia Fráguas y Tatiana Cabral. Por estar a
mi lado, aún en silencio. Por entender mi ausencia, aún
estando cerca. Por fortalecerme con amor y por nunca
permitir que yo desistiera. Cierro esta trilogia por vosotros y
para vosotros! Gracias!
5
“Yo sabía que sería de aquella forma. Que él se magoaria al punto de
no haber condiciones de perdón. Que yo entraba en un juego
tan complicado y pesado cuánto lo que él hube establecido
con Tanya. Que no permitía vuelta. Era lo aunque ser
enterrada viva. Sufocante, medonho, aterrorizante.
Porque yo sabía que en aquel momento nada más podría
ser cambiado. Robert me odiaba y con eso conseguiría
encajarse perfectamente en la segunda parte del plan. Era
preciso ser fuerte, pero yo no era. Y sólo
entendí eso en aquel instante.”
6
PRÓLOGO
El sol casi no aparecía en aquella mañana fría y chuvosa. El mal tiempo
si prolongaba y mucho se hablaba en una posible nevasca. Melissa no
podía haber escogido un momento peor para volver, pero, llevándose en
consideración su posición, el mejor a hacer era iniciar nuestra estrategia.
Miré el reloj por la milésima vez confiriendo y confirmando el suyo
retraso. La tensión no abandonaba mi cuerpo. Del lado de fuera de la limusine,
adecuadamente comprada para recibirla como debería ser de aquel
momento en delante, apreté mi casaco al cuerpo y encendí un cigarrillo. No
dejé de más una vez desear abandonar aquella adicción. Quién sabe después
que toda la locura acabara. Mi celular tocó en mi bolsillo. Carol.
- Hola – intenté no ser gentil de la forma como me gustaría ser.
Carol
estaba infiltrada en el grupo C&H Medical Systems
desde que yo acepté envolverme en aquella bagunça.
Intentaba vanamente convencerme de que fue un error,
sin embargo lo que yo no hacía por Melissa Simon?
�����Ћ��������� Ella ya llegó – su voz demostraba impaciencia.
�����Ћ��������� Pero aún no apareció. Estoy aguardando.
�����Ћ��������� Si alguna cosa hubiera
acontecido nodos seríamos los primeros a saber
Dean – suspiré. Carol no merecía mi aflicción.
�����Ћ��������� Sólo quiero que todo salga bien. Sólo eso.
�����Ћ��������� Correcto. Acabé de ser
informada de que ella está desembarcando.
Buena suerte.
Desconecté y volví mi atención para el inmenso navío mi frente.
A principio no a reconocí. Un poco más alta, debido
a los enormes saltos, un casaco de piel calentando y
protegiendo su cuerpo. Óculos oscuros, cabellos
rubios... Rubio definitivamente le caía bien. Batom
rojo dejando sus labios aún más deseados. Aquella
no era la Melissa que yo conocía.
Cada paso dato soportando una pequeña bolsa de
mano era milimétricamente calculado. Ella era otra
mujer. La mujer que hube llevado tres meses
ensaiando para ser. Sería posible?
Sin desviar un único según la atención del que acontecía a su
redor, Melissa se aproximó. Seria. Paró por segundos, que me
parecieron interminables, después retiró los óculos y me
encaró. Fue imposible no observar sus uñas perfectamente
pintadas o las joias que ostentava.
Melissa – no conseguí desviar el mirar.
7
Dean – y entonces ella sonrió.
Aquella simple sonrisa suavizó su mirar y su expresión.
Por un breve según ella volvió a ser la Melissa que yo
tanto amé un día. Una mujer dulce, romántica,
enamorada y apaixonante. La misma que había sido
enterrada por las confusiones de Robert Carter.
Como fue el viaje?
Cansativa. Chicago está enregelante – y sus
feições volvieron a endurecer. Otra vez ella se hizo
aquella mujer fría, calculista y desprovida de
sentimientos. Que exhalaba riqueza y luxuria. Una
mezcla definitivamente peligrosa.
Instintivamente pensé en Carol. Ella era fuerte y decidida, y me
amaba como nunca fui amado antes, pero Melissa...
Podemos entrar? – dos hombres debidamente
escogidos para acompañarla en aquel viaje de vuelta
al hogar, se aproximaron cargando maletas,
ciertamente conteniendo parte de la farsa.
Claro! – abrí la puerta dándole pasaje.
Ella pasó por mí dejando su perfume en el aire. El mismo de
siempre, dulce y simple, como su personalidad. Tal vez un
indicio de que mantendría una mínima fracción del que
realmente era. Quién sabe como un recordatorio, para que
no se perdiera por el camino.
Se acomodó y permaneció mirando para el frente.
Estiré el aire frío dejándolo quemar en mis pulmones y
entré acomodándome a su lado. Luego el coche ganó
movimiento.
Odio esta peruca – pero ella sonrió y yo
imaginé lo cuánto se divertía actuando de
aquella forma.
ES sólo por un tiempo...
Hasta mañana – fue categórica.Suspiré.
Melissa estaba imposible desde que descubrió...
Era difícil creer.
Usted tiene certeza?
Dean...
Sólo quiero saber. Sé que pasó los últimos tres meses
preparándose para esta batalla, pero preciso sepa si
usted tiene certeza.
Tengo! – ella me encaró decidida. Melissa hube
cambiado mucho. Se hubo Hecho fuerte y
determinada.
Miel...
Yo volví Dean. Voy a cumplir con el combinado. Por favor, no
ahora.
Yo prometí, no fue? No voy a dejarla sola – desvié el mirar
y cerré la divisoria aislándonos. – Usted sabe que eso va a
destruirlo, no sabe? Tiene conciencia de que será un golpe
duro y que puede ser
8
irreversible?
Yo tengo conciencia de todo. Voy a cumplir con el planeado.
Melissa, él te ama. Robert no dejó de buscar
por usted un único momento. Yo... Merda, Miel!
Robert va a tener lo que siempre buscou. No fue él
quien decidió que pasaría por cima de todo y de todos
para llevar esta batalla adelante? No fue él quien no
supo desistir antes de hacer todo un infierno?
Usted está siendo dura. Acuérdese que...
No pasé tres meses escondiéndome como una criminal para
volver atrás porque no puedo machucá-lo. Esta
guerra es real y Robert tendrá que soportarla.
Todo bien. Vamos a seguir con el plan. Trajo el documento?
Sí – ella abrió la pequeña bolsa y retiró de
allá el papel que tanto ansiábamos.
Déjeme verlo – cogí el documento y el escaneei con mío
celular enviando el mensaje automáticamente para Carol. –
Pronto, en segundos él será insertado en los archivos de
Chicago y tendrá validez legal.
Gracias – ella cogió firme en mi mano y por un
segundo demostró inseguridad, rápidamente se
recuperó.
Entonces... bien venida al hogar, mi esposa.
- Que seamos felices, mi marido.
Y volvió a sonreír, de una manera diferente,
que anulaba todo lo que yo conocía y podía
esperar de Melissa Simon.
9
CAPÍTULO 1
Intenté mantener el foco en el que Bruno hablaba. Mi cabeza estaba
uno
caos desde que... Era difícil pensar en aquella realidad. De
hecho, era sólo en el que yo pensaba. Como si mi vida ya no
hubiera cargada el suficiente de momentos desesperadores,
yo aún tenía que aprender a convivir con la falta que Melissa
hacía. Suspiré pesadamente.
Como yo estaba diciendo... – la voz de Bruno
llenó mi mente robándome la atención. Encaré
mi hermano y él parecía preocupado conmigo.
Era muy difícil disfrazar la apatia. El peor de todo era que
todos los participantes de aquella reunión conocían muy
bien mi situación. Olívia, Nicole, Paul, Bruno y Tanya.
Todos compartían mis secretos. Conocían los crímenes de
la que aún se decía “mi esposa”, sabían de su chantagem
con Melissa y el motivo de su desaparición. Por eso todos,
con la salvedad de Tanya, hacían vista gruesa para mis
actitudes. O la falta de ellas.
Las estrategias implantadas alcanzaron los resultados esperados, por
eso yo me gustaría anticipar lo que habíamos planeado para el
segundo semestre. Creo que con las informaciones enviadas
por los consultores de mercado este es el momento más
adecuado... – Bruno continuaba hablando, sin embargo me
perdí en el exacto momento en que él citó el cargo que sería
de
Melissa.
Droga! Por qué yo no conseguía descubrir donde ella estaba?
Nadie, nadie aún, conseguía encontrarla. Ni mismo Tanya, lo
que me impedía de decidir se debería sentirme aliviado o
preocupado. Claro que creí que la mejor estrategia para
encontrar la mujer
de mi vida era seguir rigurosamente todos los pasos de
Tanya. Si ella había sido la culpable de aquel
alejamiento, era de su interés cuidar para que
permaneciera así. Sin embargo, ni mi esposa sabía del
paradero de Melissa. Nadie sabía.
Mi amante había desaparecido mientras yo dormía,
conducido por mi desesperación. Lo que había
acontecido? Como ella consiguió simplemente sumir.
Dejar de existir. No había ningún lugar en el mundo
en que Melissa Simon pudiera estar.
Este no era el punto que más me preocupaba. Yo sabía que se
durante todo este tiempo Tanya aún no hube
conseguido colocar sus garras en 10
Melissa entonces estaba todo correcto con mi amante,
sólo no entendía como Miel permanecía en silencio,
aún ya teniendo se pasado tres meses. Ninguna carta,
mensaje, señal de humo... Nada. Era como si ella
nunca hubiera existido.
Yo intentaba vanamente luchar contra la tristeza que me
consumía por haber permitido que ella fuera aunque. Debería
haber sido más fuerte. Haber mantenido Melissa a mi lado y
cuidado de su seguridad. Yo sería prendido. Con certeza sería.
Pero Tanya también. Y aunque supiera que se Melissa hubiera
quedado, a esta altura el nombre de mi familia estaría en la
lama, el mío
equiparado a los peores pilantras de la historia de Chicago y el grupo, con
certeza, no existiría más.
Puta que pariu!
Era un infierno y yo no enxergava ninguna salida.
Tanya consiguió cercarme de todos los lados, aún
sabiendo que yo también podría destruirla. Ella
sabía que nada podría destruirme más del que mi
calcanhar de Aquiles, Melissa Simon. Yo me
enamoré y este amor me mató.
Aún así. Aún sabiendo de todos los peligros, yo aún a
quería allí, a mi lado, coge, mía, sólo mía. Como sentía
su falta! En aquel instante mis ojos encontraron los
que yo evitaba a cualquiera cuesto: Tanya. Ella
percibió mi abatimiento y sonrió victoriosa. Mi gana
era chafarla como a un insecto. “Todo su tiempo,
Tanya. Todo su tiempo.”
Existe el problema relacionado a los avances de las
investigaciones con la energía nuclear – Paul interfirió
destacando lo que estábamos enfrentando con los
grupos de apoyo a las causas mundiales. – Deberíamos
enfatizar en las investigaciones con las células-tronco y
destacar los descubrimientos. Todos vosotros sabéis que
nuestras máquinas quedan obsoletas en un parpadear
de ojos. Estamos vendiendo y trabajando bien con los
países subdesenvolvidos, a pesar de eso debemos
tomar cuidado para que otra empresa no nos ultrapase.
Por eso quiero adelantar los planes del segundo semestre. Esta es
a
hora más pertinente. Estamos en una excelente fase, con
óptimos resultados en todos los sectores. Acabamos de
contratar un grupo de jóvenes
científicos que...
Más una vez me perdí en la conversación. Melissa
adoraría participar de esta nueva fase. El año nuevo,
así como las nuevas inversiones, los mismos que ella
había ayudado a planear, nos dejaban en estado de
gloria. Sería perfecto, infelizmente no era. Nada más
tenía gracia y valor. Principalmente porque yo sabía
que mucho en breve la guerra, hasta entonces 11
aplazada, acontecería. No daría para esconder la
suciedad debajo de la alfombra la vida toda. A la corta
o a la larga, Tanya o yo, caeríamos, y el tombo haría
una confusión imposible de ser ignorado.
Y entonces? – miré para mi madre que
me encaraba intentando disfrazar su
piedad. Sentí odio.
Si usted cree que es necesario... – yo no podría opinar.
Poco había conseguido absorber de aquella reunión. Mi
cabeza sólo conseguía trabajar en una forma de derrumbar
Tanya y de encontrar Melissa.
No sé como vamos a mantener nuestra posición si nuestro CEO anda
más preocupado con sus necesidades particulares del
que con el grupo – todos miraron para Tanya, que no
se intimidó. – Hace dos meses yo vengo pidiendo el
apoyo de vosotros para algo que va mucho además de
los nuestros intereses personales. Robert perdió la
capacidad de gestionar estas empresas. Él no tiene
disposición, ni gana para administrar todo con pulso
fuerte. Desde que Melissa desapareció de la faz de la
Tierra... - Ya llega Tanya!
Levanté recogiendo los papeles que utilicé para la reunión.
Abgail levantó rápidamente para cogerlos de mis manos. Era
imposible olhá-
la sin sentir la pontada de tristeza por no ser Melissa
allí. Abby volvió a trabajar así que mi novia sumió en
el mundo. Ella insistió que estaba bien y que no
podríamos arriesgarnos con una nueva secretaria.
Acabé concordando, a fin de cuentas, estábamos en
guerra, era mejor no correr riesgos.
– El consejo está reunido y sesea de la gana
de todos que yo me aleje del cargo...
- No! – Olívia fue categórica, sin ni darse al trabajo de
mirar para mi esposa. – Nuestra opinión continúa siendo
la misma. Nadie mejor del que usted, mi hijo, para
gestionar nuestros intereses.
- Gracias! Ya que estamos decididos, agradezco a
todos por la presencia. Bruno usted tiene mi aval
para dar inicio al proyecto. Vamos para el
almuerzo, volvemos en dos horas.
Tanya me encaró y sus ojos decían muy más del que a
serenidade que intentaban transparecer. Ella
intentaba vanamente hacerme reaccionar a sus
embestidas. Suyo más reciente plan era
derrumbarme del cargo de CEO. Era una cretina!
- Pedí su almuerzo – Abgail informó en voz baja
mientras Olívia caminaba en mi dirección. – Va a
ser más fácil despistá-la – parpadeó y salió. Sonríe.
Abby era una óptima amiga.
- Vamos a almorzar? – mi madre entrelaçou su
brazo a mi y me estiró para fuera de la sala de
reunión.
12
- Abgail ya providenciou mi almuerzo, Olívia. Tengo cosas
importantes para resolver. Estas reuniones están atrasando mi trabajo –
ella sonrió y acarició mi brazo.
Usted adelgazó. Necesito conferir de cerca su
alimentación. Por qué no viene a pasar un tiempo con su
madre? – pasé la mano en los cabellos e intenté sonreír. Si
Olívia supiera lo cuánto deseé poder simplemente pasar un
tiempo con alguien que no deseara destruirme.
Ya pasé de la edad de dar trabajo a la madre. Yo estoy cuidándome. ES
sólo el ritmo acelerado del inicio del año. No se
preocupe. Nicole con certeza va a adorar
almorzar con usted.
Sí. Ya combinamos. De cualquier forma, hoy a la
noche yo quiero usted allá en casa. Usted sabe
que...
Robert? – Tanya se aproximó impidiendo mi madre de
continuar la conversación. – Necesitamos acertar algunos
detalles acerca de aquella donación.
Con permiso – Olívia se despidió de mí sin mirar para Tanya.
Ella no conseguía interaccionar más del que el
necesario con mi esposa, aún chocada con todas las
revelaciones. Al menos así yo sabía que mi madre
estaría protegida de su influencia.
Sobre lo que usted quiere conversar, Tanya? Pensé
haber dejado claro que no apruebo y no aprobaré la
donación mientras no haya un real recadastramento de
estas instituciones. Usted aún no me entregó el culpable
por el último desfalque. Aún tengo las pruebas y estoy
sólo aguardando el descubrimiento del responsable para
entregarlo a la policía. No puedo más admitir que
situaciones como estas acontezcan.
Yo te dijo. No sabemos como aconteció. No podemos
simplemente parar con las donaciones porque alguien nos robó.
Miré para Tanya dejando claro que ella no conseguiría engañarme.
Ella me encaró de manera dura. Desde que Melissa y yo
aceptamos sus chantagens y volví para casa que
dividíamos, nos agredíamos en un enfrentamiento directo
y claro. En verdad, yo ignoraba Tanya de todas las formas
posibles. No había más la necesidad de fingir un
relacionamiento, muy menos de tratarla con cortesia,
como acontecía antes, cuando mi familia no sabía de la
verdad. Sin embargo, dentro de la empresa era imposible
fingir que ella no existía.
Ella tampoco colaboraba mucho. Sus ataques eran
constantes y certeiros. Ella intentaba desacreditarme.
Cuestionaba mi capacidad profesional, alertaba sobre mi
apatia, jugueteaba con la tristeza y se divertía con el
sufrimiento que me asolaba. Yo la odiaba!
- Los grupos van a caer sobre nuestras empresas sin ninguna
piedad, Robert. Si usted no suaviza por un lado, no consigue encubrir lo
13
otro.
No estamos haciendo nada de errado. Muchas
propiedades fueron compradas con el dinero de
este grupo, donadas para una institución
teóricamente fantasma, y tras restauradas, con
nuestro dinero, fueron vendidas con
supervalorização. Y nadie consigue hallar un
culpable.
La persona se presentó con un proyecto. Había
respaldo legal para todo lo que hicimos. Como
podríamos prever que era una quadrilha? Muchas
empresas están cayendo en el mismo golpe.
Entonces necesitamos cambiar nuestras estrategias. Por el visto la
forma
como usted está gestionando su sector no es de más adecuada. Quién
puede me
garantizar que no existe un dedo suyo en esta podridão toda?
Yo tenía casi certeza de que Tanya sabía que yo poseía las pruebas
para incriminarla. Sin embargo, ella no actuaba porque
creía que yo temía por Melissa. Yo realmente temí por mi
novia, hasta certificarme de que ni aún mi esposa sería
capaz de encontrarla. Si existía una hora en que yo podría
actuar para destruir Tanya, era aquella. - Proviene que yo
estoy envuelta en cada uno de sus tropeços,
Robert. Presente para la comisión mi culpa – ella sonrió,
pero sus ojos estaban raivosos. – Mientras usted no
consigue nada, tenga en mente que yo aún soy la segunda
mayor accionista y que su cargo no permite que impida
mis proyectos. Proyectos estos que, de hecho, están
salvando su piel, o usted prefiere tener los ambientalistas
bombardeando cada uno de sus nuevas inversiones?
Acuérdese, célula-tronco, clonación, nada de eso es bien
acepto por la sociedad. La humanidad aún es un monte de
primatas jugueteando de ser Dios. No se engañe. Dios no
pierde su tiempo con avances científicos, y sí con
proyectos que lo coloca por encima de todos. Él es un
estrategista, así como yo. - O un CEO, así como yo.
Su sonrisa se deshizo. Tanya me encaró por
algunos segundos hasta que desistió.
Voy a llevar el problema al consejo durante la
segunda pauta. Si ellos no quered darme crédito,
llevaré la situación a los grupos ambientalistas.
Vamos a ver cuántos pasos usted consigue dar
después que ellos sepan lo que está haciendo.
Con permiso, Tanya. Yo tengo cosas más importantes a resolver del
que oír sus amenazas.
Dándole la espalda entré en mi sala, conocedora de que ella podría
seguirme, si así deseara. Sin embargo Tanya dio el asunto por
concluido. Derrotado, senté en mi silla y encaré el ordenador.
14
Nada más era seguro. Mi esposa no insistió en
esconder que mientras yo me hundía en tristeza y
depresión, ella actuaba, cercándome por doquier.
La desaparición de Melissa había quitado mi suelo. Tardé
días para volver a entender que necesitaba continuar,
que Tanya no recularía y, principalmente, que no
podría tener la mujer que yo amaba mientras aquel
infierno no tuviera un fin. Todo lo que yo podía hacer
entonces era vigilar y aguardar y fue lo que yo hice.
Puedo traer su almuerzo? – miré para Abgail y
fui tomado por una pontada de tristeza.
No siento hambre – para disfrazar conecté el
ordenador y accedí mi cuenta.
Usted nunca tiene hambre, Robert. Aún así, es importante continuar
– desistí de intentar mantener distancia de aquella
realidad. Encostei en la silla y pasé las manos por los
cabellos.
- Yo sólo quería encontrar las malditas pruebas. Descubrir adónde
Tanya
las esconde. Si consiguiera neutralizar sus ataques
yo pasaría por cima de ella como un rodillo
compressor.
- Yo sé. Yo también – ella me miró de una manera
extraña. Había algo de diferente en mi secretaria, que
estaba disfrazado por su
habitual temperamento complacente. – Voy buscar
su almuerzo. Abby salió de la sala volviendo
rápidamente. Como de costumbre, sentó a mi frente
para almorzar juntos. Encaré mi prato sin ninguna
gana de alimentarme. Ella comió analizándome
atentamente, como se quisiera incentivarme.
Como está su relacionamiento con Adam? – ella sonrió.
Adam es un cretino!
Concuerdo.
Él continúa creyendo que yo puedo ayudarlo a localizar
Melissa, y Tanya continúa creyendo que yo soy
manipulada por su marionete.
ES bueno que ella continúe creyendo – Abby
comió en silencio. Coloqué un poco de comida
en la boca, más por la necesidad de
permanecer fuerte del que por la gana.
Abby, yo sé que ya te pregunté eso antes, pero...
Yo no puedo ayudarte, Robert. Siento mucho!
Correcto... Correcto – volví a comer, desesperado
para encontrar alguna cosa que ocupara mi mente
que no estuviera directamente conectada la Melissa.
Ella va aaparecer.
Yo sólo quedo preocupado.
15
Melissa no es ninguna niña frágil. Ella es más
fuerte del que usted es capaz de imaginar.
Yo sé. Aún así, no consigo dejar de preocuparme –
Abby me miró pensativa. Su expresión llamó mi
atención.
Cuidado con sus expectativas – fue
cómo uno lamento. Inmediatamente
quedé en alerta.
Lo que usted sabe que yo no sé
Abgail? – ella se meneó incomodada,
pero sonrió con inocencia.
Sólo que Melissa es una persona complicada. Ella
nunca es lo que esperamos que sea – el recuerdo
del cuánto aquellas palabras eran verdaderas me
hizo sonreír y a la vez quedar receoso. – Necesita
de más alguna cosa?
No. Gracias!
Así que Abgail salió, cogí el teléfono y conecté para Tom. Pela
primera vez en tres años yo no conseguía contacto
con mi investigador particular. Lo que estaba
aconteciendo?
Intenté más una vez. Nada. Tom no daba señal de vida hace dos días.
Yo nada sabía acerca de Tanya, de sus armações y
principalmente de nuestra incansável búsqueda por
Melissa Simon. Mi teléfono tocó.
Sí?
Sr. Carter, la Srta. Garcia está aquí con un
archivo solicitado por el señor. Lo que debo
hacer?
Srta. Garcia? – quién diablos era la Srta. Garcia?
Hum! La nueva asistente ejecutiva del Sr.
Otaki – miré para fuera de la sala, visualizando
la mujer en cuestión.
Ella era alta, piel levemente bronzeada, cabellos rubios
cortados en la altura de los hombros. Poseía un cuerpo
escultural, aunque estuviera usando ropas ejecutivas. Su
blusa blanca permitía que el volumen de los senos fuera
apreciado por la fenda del decote discreto. Ella era deseable.
Usaba óculos, lo que a dejaba aún más sensual.
Instintivamente mi mente lanzó miles de imágenes de
Melissa en aquella sala. Sus sonrisas, suyos mires, sus
gestos tímidos y osados. Suspiré desviando el mirar.
Sr. Carter?
Mándela entre – desconecté antes que Abgail
consiguiera me entupir de preguntas.
La chica entró con pasos firmes de alguien que
sabe lo que está haciendo. Era destemida. Sus ojos
azules encontraron los míos. Puta que pariu! Como
yo sentía la falta de Melissa.
Sr. Carter, el informe solicitado – extendió la carpeta sin aguardar
16
por mí.
Srta. Garcia – observé su reacción. Ella nada dijo,
sólo me encaraba. – En que exactamente la
senhorita trabaja?
Sector de seguridad de la información, señor –
sonríe. Mi idea acerca de las mujeres que componían
tal sector no llegaba ni cerca del que la Srta. Garcia
era.
Consiguieron identificar algún fallo? – cogí el informe sin
querer envolverme con él mientras la mujer estaba presente.
El Sr. Otaki sería la persona más capacitada para informarlo, señor.
La senhorita, no? – intenté ser intimidador,
pero ella no pareció sorprendida ni temerosa.
Con certeza, sí. Pero yo sigo órdenes y las
que recibí del Sr. Otaki fueron claras.
Yo doy las órdenes. Hábleme lo que
encontró – ella suspiró pesadamente.
Su ordenador continúa protegido, señor.
Sólo eso?
Sí, Sr. Carter. Identificamos diversas amenazas de invasión, además
de una búsqueda minuciosa acerca de los
documentos que el señor utiliza en las nubes, sin
embargo el esquema aún es seguro.
Entiendo. Y los demás ordenadores de la empresa?
Todos sufrieron ataques. Los que no ofertaban
riesgos fueron invadidos y utilizados como puerta
de entrada. Conseguimos sanar los problemas y
ninguna información vació.
Los sectores de investigaciones, los proyectos...
Nada. Todos los estudios e investigaciones
continúan reservados y en la más perfecta
seguridad.
Inclusive los que sólo yo tengo acceso?
Principalmente, señor.
Ok. Gracias, Srta. Garcia. Eso es todo – ella sonrió
y sus labios eran extremadamente convidativos.
Tuve el cuidado de no mirarla más del que debería.
“Melissa me mataría.”
Mi teléfono volvió a tocar. La Srta. Garcia
discretamente salió de mi sala.
Sí?
Hora del show! – Abby estaba más empolgada del que antes.
Dejé el informe sobre la mesa, recogí mis pertenencias y salí de
vuelve a la sala de reuniones. Olívia y Nicole ya
aguardaban por mí, pero Tanya aún no había aparecido.
Lo que ella estaría haciendo?
17
Paul y Bruno?
Están llegando. Bruno fue coger un informe que Alexa
olvidó de enviar – mi hermana estaba animada. Con
certeza había engreído Olívia o Paul a hacer algunas de
sus ganas.
Vamos entrando. Necesito de la ayuda de vosotros para un problema.
Tanya? – mi madre ya sabía que cuando yo me
refería a un problema, con certeza estaba
conectado mi esposa.
Sí. El problema de las donaciones. No puedo liberar
el presupuesto mientras no tenga certeza de que ella
no colocará sus garras...
Robert, yo pensé mucho sobre el asunto y
tengo una idea, si usted esté en consonancia, es
claro!
Sí, Olívia. Lo que usted pensó?
Si Tanya creer que usted no sospechosa de ella, quedará más a la
gana para continuar con sus armações, entonces
cuando esté creyendo que no conseguirá
alcanzarla, usted tendrá pruebas suficientes para
derrumbarla.
Ella puede destruir nuestro patrimonio se tardemos mucho.
No. El valor es irrisório. Tanya nunca haría una
fortuna con el valor de las donaciones, hasta
porque, ella está desviando sólo una parte, ya
que necesita justificar sus acciones.
No sé Olívia. Ella va a traer el asunto para la pauta.
Déjela intentar. Nodos vamos a favorecerla. Usted irá a exigir que yo
a
acompañe de cerca, entonces tendremos todo lo que necesitamos.
Ya corremos riesgos demás. No puedo colocarla en la línea de frente.
Yo no corro riesgo. Voy a atrasar sólo un poco los
planos de ella. Mientras eso usted se concentra en
encontrar la seña y traer Melissa de vuelta – tocó en
mi brazo con carinho. No quería colocar mi madre en
aquella confusión, pero si yo quisiera acabar
inmediatamente con aquella historia era mejor utilizar
todas las armas.
Correcto! Por favor, haya cuidado!
Tanya llegó junto con Paul y Bruno. Ella estaba
furiosa. Pasó por todos sin preocuparse en ser
educada. Abby entró inmediatamente enseguida,
acertando los últimos detalles.
Vamos a comenzar inmediatamente con eso.
Aún tengo cosas para resolver y no puedo
perder muy tiempo. Paul usted...
Un minuto – Tanya interfirió levantando y encarando la mía
familia. - Yo me gustaría traer un problema y pedir al
consejo que vote a mi favor – miró para mí y yo señalicé que
continuara. Senté en mi silla, crucé las piernas y aguardé
por su espectáculo. – Como todos saben fuimos víctima de
una armação criminal...
18
Ella continuó hablando, utilizando toda su capacidad de
persuasão para convencerlos. Tanya se expresaba de una
manera fantástica. Ella era una líder nata y como tal,
conducía fácilmente cualquier simple mortal a una guerra
nuclear sólo para atender a sus caprichos. Era correcto de
que ella conseguiría su objetivo, si no fuera por un único
detalle: todos sabían que ella era la culpable.
Por eso yo pido que voten por la liberação del presupuesto.
El grupo puede sufrir un significativo impacto si las
donaciones sean suspensas, como nuestro CEO pretende
hacer. No es de nuestro interés trabar una lucha con...
Fue cuando la puerta de la sala de reuniones se abrió. Miré curioso y
irritado por ser interrumpidos, pero paré petrificado, sin
creer en el que estaba viendo. Melissa estaba parada a la
puerta. Mucho yo podría observar en aquella imagen, sin
embargo no fue su rostro perfectamente maquiado, o su
ropa alineada y visiblemente cara, muy menos las joias
que ella ostentava que llamó mi atención.
Sólo el hecho de ser Melissa mi frente. La mujer de mi vida, mi
ángel salvador, la misma que yo había buscado
desesperadamente por tres meses sin saber donde
encontrarla, fue el suficiente para desarmarme.
Melissa! – todos estaban tan espantados cuánto yo.
Reunión del consejo sin mi presencia? No creo que eso
sea posible – entonces me di cuenta. Aquel no era su
sonrisa. Aquellos no eran sus gestos.
Ella caminó lentamente sin mirarme una única vez.
Sus pasos eran fuertes, decididos y llenos de
confianza. Ella paró en laextremidad opuesta a mi
y finalmente me encaró.
La mayor accionista de este grupo no fue comunicada
acerca de esta reunión. Anthony? – el hombre que la
seguía se adelantó y entregó algunos papeles la Abgail
que inmediatamente trató de distribuirlos. Continué
paralizado, mirando aquella mujer tan familiar y a la
vez tan extraña. Nada del que yo sentía conseguía
ultrapasar las barreras que parecían suspensas entre
nodos dos.
Eso es un absurdo! – Tanya fue la primera a
manifestarse. – Robert? Como usted explica?
ES exactamente lo que vosotros estáis leyendo. Yo, Melissa, soy la
mayor
accionista del grupo C&D Medical Systems. Compré
las acciones del Sr. Carter. Todas. Por eso declaro que
esta reunión está concluida. Y que este deslice no
vuelva a acontecer.
Puta que pariu? Lo que yo hice?
19
CAPÍTULO 2
Robert me miró con emoción. Casi, por un segundo yo pensé
en volver atrás. Pero necesitaba ser corajosa el suficiente
para seguir enfrente. Aquel reencuentro no sería ni un poco
desconfortável cerca del que aún tendríamos por el frente. Él
tendría que ser fuerte. Yo necesitaba ser fuerte.
Reunión del consejo sin mi presencia? No creo que
eso sea posible – evité mirar en su dirección. Era difícil
demás mantenerme firme delante de su mirar.
Principalmente tras tanto tiempo. Sin embargo fue
imposible permanecer distante de su presencia.
Robert era como un ímã. - La mayor accionista del
grupo no fue comunicada acerca de esta reunión.
Anthony?
Señalicé para que mi abogado cuidara de comunicar las
novedades. Abby, como habíamos combinado, trató de
ayudar. En aquel momento mi atención estaba toda
vuelta para Tanya. Era el golpe que ella necesitaba
llevar y lo que yo soñé y planeé por largos tres meses.
Sonríe deliciada con su reacción.
ES exactamente lo que vosotros estáis leyendo. Yo, Melissa, soy la
mayor
accionista del grupo C&H Medical Systems. Compré
las acciones del Sr. Carter. Todas. Por eso declaro que
esta reunión está concluida. Y que este deslice no
vuelva a acontecer.
Como? Miel? Usted... – Nicole levantó y caminó en
mi dirección. Tuve el cuidado de mantenerme fría y
distante. – Lo que está aconteciendo? Donde usted
estuvo? Robert... – y entonces ella se dio cuenta
que estaba en medio a un golpe.
En instantes yo vi las emociones modifiquen en el rostro de aquella
que
había sido mi amiga. Ella miró para Olívia y para
Robert y después para mí. Sus ojos llenos de lágrimas
y dolor.
Explique eso – habló aún incapaz de creer.
Yo explico – Anthony tomó el frente mientras yo caminaba pela
sala. Robert no quitaba los ojos de mí. – El Sr. Carter vendió
sus acciones mi cliente. Todas cómo ya fue dicho. De esta
forma, estamos asumiendo la dirección del grupo C&H
Medical Systems, como es de derecho.
Imposible! – Tanya esbravejou espantada
demás para mantener la compostura.
No. Vosotros recibisteis una copia del contrato
de venta. Firmado por el Sr. Carter y por la Sra.
Melissa – Anthony me miró con recelo, 20
tomando lo debido cuidado para no mencionar nada además de eso.
Robert no puede vender las acciones de él. Yo
soy la esposa. Yo tengo derecho sobre ellas.
No con el pedido de divorcio datado anteriormente la
firma del contrato – tomé la palabra sonriendo triunfante. –
Yo soy la dueña de todo.
Nuestro querido Robert Carter tuvo el cuidado de mantener en
secreto nuestro acuerdo, pero ahora yo estoy de vuelta y
ansiosa para volver al trabajo.
Robert? – Olívia parecía chocada con mi revelación.
Robert continuaba encarándome. Sus ojos eran un poco
de todo: miedo, rabia, tristeza y saudade. Saudade! Yo no
podría permitirme.
Ella está hablando la verdad. Siento mucho! – desvió los ojos y se
meneó desconfortável en su poltrona.
Por qué usted hizo eso? Sin conversar con el consejo,
conmigo que soy su hermano! Robert, yo pensé que sus
planes eran Bruno estaba perdido. Incapaz de entender
que, en aquel momento, Robert y yo no éramos aliados y
sí enemigos. Tal vez más del que de Tanya.
No es ningún secreto que yo y Robert éramos amantes hasta poco
tiempo atrás. En el auge de su guerra con Tanya él me
convenció a firmar este documento. Un poco antes del consejo
aprobar las nuevas medidas, que lo impedirían de venderme sus
acciones sin el consentimiento de vosotros.
Entonces es todo una jugada, Robert? Vosotros
actuasteis para impedirme de quedar con las
acciones? – Tanya no escondía la rabia, Robert nada
decía. Él me observaba, como un predador analizando
su presa.
Los demás se mantenían callados, acompañando lo
que acontecía. En la correcta no sabían como
comportarse, ya que todo podría ser más una de las
armações del CEO del grupo.
Esta venta no puede ser legal. Melissa no poseía recursos
financieros para comprar acciones con el peso comercial de las
del grupo – Tanya sacó el celular e iba a comenzar la discar
para alguien cuando a interrumpí. - Existe una cuenta en mi
nombre, adónde periódicamente un valor era
depositado. Claro que vosotros podéis imaginar de
donde este dinero salía. El hecho es que yo, de la
noche a la mañana, pasé a tener muy dinero, lo
aunque fue utilizado para la compraventa de las
acciones. También tenemos una transacción bancaria
que comprueba que el dinero salió de mi cuenta, con
mi autorización y fue depositado en la del Sr. Robert
Carter. Un valor justo, a pesar de alto.
Todos miraron para Robert, que continuaba
encarándome, sin reaccionar. Él suspiró oíblemente
y se inclinó sobre la mesa.
- Era para garantizar su seguridad – fue como si las demás personas
no estuvieran allí. Él hablaba y miraba directamente para mí. Sus ojos
21
me quemaban.
Fueron tres meses preparándome para aquel
momento. Tres meses aprendiendo a ser indiferente,
fría y calculista. Sin embargo mirando Robert,
volviendo a sentir su presencia, todo se hacía muy
más difícil del que fui capaz de prever.
Bueno, garantizó. Gracias! – forcé una sonrisa diabólico.
Era sólo lo que me faltaba. Esa... Desclassificada va a quedar con
las
sus acciones? Yo no voy a admitir. Voy a entrar con un
recurso en la justicia para cancelar la venta. Usted no
está en su juízo perfecto, Robert. Sólo puede ser eso.
Como su esposa mandaré cerrarte.
Cerrado o no, el contrato tiene valor legal, Tanya – ella me
miró con odio. – Como usted misma dijo: esa fue la foda más
cara que él ya tuvo – sonríe desafiadoramente. - Gracias a
todos. Vamos remarcar esta reunión para mañana, aún
horario, aún local. Anotó todo, Abgail?
Sí. Anotado.
Óptimo! Ahora por favor, volved al trabajo. Estamos
en una fase excelente y las empresas no funcionan
solas – me volqué rápidamente. – Tanya, Robert, en
su sala... Mejor, en mi sala – sonríe triunfante
dándoles la espalda.
Caminé sin alterarme. Anthony me acompañó, aguardando del
lado de fuera junto con Abgail. Tanya y Robert
entraron juntos. Él parecía no sepa lo que esperar.
Sus ojos eran especulativos. Buscavam por alguna
señal. Nada decían. Ya su esposa caminó en mi
dirección batiendo palmas.
Un óptimo golpe, pero yo voy a probar en la justicia que vosotros
dos
tramaram este circo para quitar lo que es mío por derecho.
Mi marido y la amante. Él dando el dinero que ella
necesitaba para justificar las ventas de las acciones. Y de
donde vino este dinero, Melissa? Eso usted tendrá que
explicar al juez. Lo que será que la sociedad hará con esta
información?
Al contrario de usted, Tanya, a mí no me importa la
opinión de la sociedad. Si no fuera de esta forma yo
nunca aceptaría ser la amante – Robert colocó las manos
en los bolsillos e inclinó la cabeza para el lado,
analizando mis colocaciones. – Vamos al que interesa. Yo
soy la nueva accionista mayoritaria, gústele usted de
este hecho o no. Mi abogado está allá fuera y usted
puede pedir para el suyo buscarlo para discutir la
situación. En el momento yo quiero definir algunas reglas.
Que reglas, chica? Usted enlouqueceu? Somos un grupo
sólido, respetado y venerado en el mercado mundial. No va a
serusted que va a llegar colocando orden en la casa. Existe un
consejo y ninguna decisión
puede ser tomada sin la aprobación de ellos. Si está
pensando que conseguirá 22
alejarme está muy engañada. Yo soy la segunda mayor accionista, tengo
derechos y puedas que a impide...
Llega Tanya! Guarde su petulancia para quien aún tiene
paciencia con usted – miré sugestivamente para Robert. -
Quiero el responsable por el desvío de presupuesto en los
proyectos de donaciones del grupo. No soy Robert y
definitivamente no tengo motivos para temer sus amenazas.
Quiero un culpable o a acusaré de desfalque. ES mejor pensar
en una justificación aceptable – ella quedó chocada con mis
palabras. Su boca se abrió para una respuesta, pero nada dijo.
Robert estrechó los ojos.
Puedo dar un jeito en eso – y la amenaza estaba allá. Era lo que yo
necesitaba para actuar.
- Tengo certeza que sí. Yo sé quién es usted y del que es
capaz. Pero no voy me sujar con este juego imundo. Mi
único objetivo es cuidar del que me pertenece. Si usted y
Robert van digladiar por una merda de una seña, haced eso
lejos de mis empresas – ella sonrió con ironia.
Espero que usted esté bien satisfecho Robert.
Su amante aún va a destruir todo pelo que luchó
para mantener de pie.
Ex amante – más una vez él me miró en
choque. – Y por hablar en eso... Robert? Usted
está dimitido.
El quê? – hablaron a la vez.
No puede hacer eso. Él es el CEO. El mejor gestor que ya
tuvimos. Usted enlouqueceu. Que especie de golpe es
ese? – Tanya permanecía alarmada. Sin entender hasta
donde yo sería capaz de llegar.
Melissa, yo puedo conversar con usted? –
arqueei una ceja y crucé los brazos. – La sós – su
mandíbula trincada indicaba que él estaba en su
límite.
ES una armação? Van a discutir ahora las reglas de esta brincadeira?
Están pensando que van a engañarme con esta encenação?
Yo no voy a caer en esta historia, Robert. Entendió? Vaya
hondo, Melissa. Dimítalo.
Ya está hecho – di la vuelta en la mesa
y senté en su silla imponente.
No está no! – él esbravejou. – Usted sumió por tres fodidos
meses. Fue aunque sin ninguna señal de vida.
Enlouqueceu-me, me torturó, me destruyó y vuelta de
este jeito? Yo no te di las acciones. Fue sólo una
maniobra para impedir que Tanya las alcanzara. Fue
una forma de mantener mi promesa. Droga!
Él finalmente explotó. Temí pelo que sería capaz de
decir y principalmente por no saber hasta donde yo
conseguiría ir. Pero el plan no era aquel? Robert no
necesitaba estar destruido, humillado? No era este mi
objetivo, o parte de él? Entonces por qué mi corazón
no entraba en 23
acuerdo con mi mente y aceptaba que tendría que ser de aquella manera?
Usted me dio el dinero?
Droga, Melissa!
Sí o no? – él me miró con rabia y frustração. Pasó las
manos en los cabellos estirando el aire con fuerza. – Sí
o no, Robert?
Yo confié en usted.
Y yo en usted. Por el visto las cosas no acontecieron como
esperábamos, no es?
Melissa...
Usted me dio el dinero?
Sí – silbó.
Yo firmé la transferencia del valor? Firmé el
contrato de compraventa y venta?
No sea cínica – gruñió. – Usted sabe muy bien que
yo hice eso porque creía que usted nunca tendría
coraje de robarme.
Y yo te robé? Hasta donde sé todo fue
hecho en la más perfecta legalidad –
entrelacei mis dedos.
Merda! – gritó batiendo en la mesa. – No haga eso.
No haga eso conmigo, Melissa. Yo... Droga! Lo que
aconteció? Cuál es el motivo de eso todo? Yo no
entiendo – dio dos pasos para tras, los ojos
suplicantes y la autoconfiança totalmente sacudida.
Usted me engañó, traicionó, humilló... Fue desonesto en diversos
puntos. Usó mis sentimientos, mi confianza, me envolvió
en esta suciedad que es su vida. Mintió! Usted transou
con una chica de 17 años. Aquí – abrí los brazos
indicando la sala. Fue imposible contener toda mi
indignación. Yo estaba herida, magoada, irritada y con
miedo. – Y tuvo a cara dura de decirme que yo fui la
única a quebrar las reglas – ríe sarcásticamente. – La
única? Hasta donde usted iría por esta seña, Robert? – a
medida que yo hablaba él reculaba, invadido por los
recuerdos y culpa. – Usted sabe que Tanya es la
culpable por mi atentado y aún así la acobertou, por quê?
Si yo era su vida, la persona que usted amaba. Como
pudo?
Está vengándose de mí? – su voz salió engasgada. – ES
eso? Todo lo que yo hice por usted no fue el suficiente para
probar mi amor?
Amor? Yo casi morí por usted. Yo engañé, mentí,
trapaceei. Fui lo que usted quería – levanté encarándolo
con la misma intensidad que él me cobraba. – Lo que
recibí en cambio? Una amenaza. Una loca psicopata
intentando quitar mi vida. Ninguna oportunidad de que
sus promesas se hicieran realidad. Este juego nunca
tendrá un fin. Para vosotros dos, es claro. Para mí acabó.
Estoy cogiendo lo que me pertenece y colocando la
basura para 24
fuera.
Tanya rió alto. En verdad ella gargalhou, pero Robert
continuó encarándome, sin abandonar su ira, sin
embargo dejando transparecer todo su dolor. Yo lo
traicioné, así como él hizo conmigo muchas veces.
Entonces por qué yo no conseguía placer con este
hecho?
Detesto admitir, pero usted va a necesitar del aval del consejo para
dimitir Robert. Él tiene el control de las acciones de los demás
miembros y apuesto que ninguno de ellos lo destituirá del
cargo. Salvo si yo sea a favor – ella lo miró. Era fácil dejar que
Tanya sintiera el poder en sus manos. Robert, de la misma
forma de antes, sólo me observaba. – Yo seré contra, Melissa.
Justicia sea hecha: Robert es nuestro mejor gestor y usted va a
hundir el grupo más rápido del que las batidas de las alas de
un beija-flor.
Fingí pensar en el asunto. En verdad era fundamental que
Robert estuviera por cerca. Formaba parte del plan la
necesidad de mantenerlo bajo control. Pero yo bien sabía que
Tanya no actuaría de forma tan coherente sin esperar nada en
cambio. O ella veía en mí una aliada, lo que era óptimo,
o apoyaría el marido en la tentativa de destruirme, lo
que huiría un poco de mi objetivo.
- Tiene razón. En los dos puntos presentados. No puedo negar que
Robert Carter no es un profesional que pueda ser
descartado – él bufou impaciente. – Ok. Robert está
readmitido, sin embargo vamos a reformular su
función.
El quê?
Yo tengo que participar activamente del que
acontece en mis empresas. No puedo aceptar
que vosotros dos continúen gestionando mis
negocios dejándome de fuera.
Lo que exactamente usted quiere Melissa? Quiere
que yo continúe aquí dentro mirando usted usurpar
de todo lo que es mío? Quiere que yo a ayude a
gestionar lo que robó de mí? No cuente con eso.
Quiere las empresas? Aprenda a administrarlas –
Robert giró en retirada. Mi corazón aceleró.
ES mejor usted no salir de esta sala – él paró delante de mi
amenaza, volviendo a observarme. Lentamente,
sosteniendo su mirar, senté y crucé las piernas. Mantuve
la sonrisa en el rostro, a pesar de estar devastada por
dentro. – Usted quiere aún destruir todo? Y su promesa? Y
Maximus? – él suspiró y pasó las manos en los cabellos.
Yo desistí de todo cuando necesité abrir mano de
usted y ahora veo que nada mereció la pena. Todo
lo que yo hice fue luchar para mantenerla alejada de
esta merda. Yo no quería envolverla. No tuve otra
elección, Melissa. Ahora usted está ahí. ES dueña de
todo lo que yo luché arduamente para mantener. 25
Hasta entonces yo pensaba que Tanya había sido
mi peor decepción. Mero engaño.
Sentí sus palabras pesen en mi mente. Por un
segundo creí que no conseguiría. Sin embargo
era necesario. Yo necesitaba continuar.
- La decepción muchas veces es necesaria para el aprendizado. Vea lo
mi caso. Muchas veces pensé que la decepción me
destruiría, sin embargo, en todos los momentos yo renasci
de las cenizas, más fuerte y determinada – intenté colocar
ironia en la voz, pero mis palabras sonaron tan verdaderas
que me hicieron estremecer. – Usted va a superar – cogí el
teléfono y disquei para mi más nueva secretaria.Sí?
Puede entrar.
Poco tiempo después Abby y Anthony entraron.
Ambos sin jeito para vivenciar aquella situación.
Robert miró rápidamente para Abgail, que desvió
el mirar encarándome.
- Abby, por favor, presente Anthony la Nicole. Diga que yo quiero
que él conozca la empresa, todos los sectores, y que tiene
carta blanca para cualquier cosa que necesite, además
acceso a todo el material confidencial – ella hizo un gesto
concordando. – Solicite una nueva mesa para esta sala, yo
y el Sr. Carter vamos a trabajar juntos a partir de ahora.
No preciso de un ordenador, traeré el mío. Usted irá a
reportarse a nodos dos, a pesar de yo ser la autoridad
máxima. Entendió?
Ella miró para mí y después para Robert, que la miraba
con atención. Abby desvió el mirar otra vez, demostrando
timidez. Ella era aún
muy cínica y disimulada. Pero este era nuestro acuerdo. Él no
podría saber que nuestra secretaria formaba parte de mi
grupo de aliados. Necesitaba hacerlo creer que aún podía
confiar en la hermana de su esposa.
- Como usted quiera. Tiene preferencia de local? Digo, para acomodar
la mesa – miró para Robert de soslaio – hice una mueca
pensando en el que saldría de mi boca. Si no fuera tan
complicado yo podría reír. - Sr. Carter? El señor tiene
alguna preferencia para el local de su
nueva mesa? – él estrechó los ojos y abrió la boca para
responder. Paró antes de permitirse contestar. Pasó las
manos en los cabellos y negó con la cabeza. – Entonces
quede la gana para escoger, Abgail. Desde que yo no
necesite me acotovelar con nuestro CEO... – di de hombros.
Más alguna cosa? - Abby demostraba ansiedad.
No. En verdad acompañe la Sra. Carter. Yo
necesito comenzar a trabajar. Sr. Carter
colóqueme al corriente de todo lo que está
aconteciendo – evité mirar directamente para él.
26
Se hizo un silencio embarazoso. Tanya permanecía de pie, me
mirando con rabia. Robert parecía ansioso para estar solo
conmigo. Yo estaba nerviosa y con miedo de este momento.
Yo sería fuerte el suficiente?
Lo que están esperando? – arqueei una ceja y crucé los
brazos.
�����Ћ��������� Con permiso – Tanya
silbó saliendo luego enseguida. Abby y
Anthony a acompañaron.
En el mismo instante en que la puerta cerró yo sentí el
peso de mis actitudes siendo cobrado por el mirar de mi
ex-amante. Respiré fondo y
levanté los ojos en su dirección. Robert estaba allá.
Inmóvil. Cobrándome sin nada decir. La conexión aún
existía con toda su fuerza. Él estaba más flaco, los
cabellos más compridos y la barba por hacer. Aun así era
la criatura más perfecta y fantástica que yo ya pude
contemplar. Tragué en seco. Estaba sufocante. Aquella
sala parecía minúscula para nodos dos y el tanto de
sentimientos contenidos.
- Yo preciso... – mi voz salió débil. Imposible de ser controlada.
– Necesito ir al cuarto de baño – inmediatamente
trilhei en dirección al cuarto de baño, cerrando la
puerta atrás de mí.
Conecté la torneira, pero me mantuve parada, mirando
mi imagen en el espejo y repitiendo mentalmente que
aquello todo era necesario. Fue cuando él abrió la
puerta y entró, en el que entonces me pareció
minúsculo cuarto de baño, mi corazón perdió una
batida.
27
CAPÍT
ULO 3
Miré, a través del largo espejo, para Robert Carter,
lindo, imponente, otra vez seguro de sí. Él me encaró
aguardando. Yo no conseguía respirar. Lo que
acontecería? Lo que yo podría decir? Lo que él diría?
Puta merda!
- Puedo procesarlo por asedio, Sr. Carter – me volqué
para encararlo directamente. Me forcé a mantener una
sonrisa irónica en los labios. Él nada dijo. Sólo me
observaba. – Lo que tiene para decir de tan importante
que no podía esperar que yo dejara el sanitario?
- Cuál es el juego, Melissa? – mantenía la voz baja. Desafiadora.
- Juego? – ríe irónica. – Usted está intercambiando las personas,
Robert – él
dio un pequeño paso en mi dirección, mi cuerpo
reaccionó con fuerza al sentir que él se aproximaría
aún más. Merda!
�����Ћ��������� Cuál es el problema? Lo que
aconteció? – parecía más gentil, sin embargo suyo
mirar de águila analizaba todos mis gestos.
�����Ћ��������� Yo ya te dijo lo que aconteció? Lo que más
necesita que yo
explique? – reculé un poco quedando limitada por la
bancada de la pia. Mi respiración estaba acelerada y
necesité hacer un esfuerzo enorme para no gaguejar.
Droga! No estaba en mis planes aquella aproximación. Era para
él odiarme. Era para desear mi muerte. Entonces por
qué él me miraba de manera tan suplicante?
- Miel! – levantó la mano para tocarme.
Aquel mínimo segundo pareció una eternidad. Todo el tiempo
paró, el mundo dejó de girar, el sonido no existía más. Sólo Robert y
yo, prendidos en aquel cuarto de baño sufocante, que en aquel momento valía
toda a
mi existencia. Todo porque él me tocaría. Después de tres míseros meses
implorando para que no deseara tanto aquel instante, allá estaba yo,
ansiosa para que él acortara la distancia y acariciara mi piel. Al
aún tiempo, imploraba para que él no lo hiciera. Para que me dejara
en paz y pudiera concluir el plan.
Y entonces él me tocó.
Fue como antes. Cerré los ojos. Mi cuerpo se encendió, la sangre
corrió con fuerza en las venas, el aire quedó
prendido en los pulmones. Era él. Robert estaba allá.
Su piel en mi. Su toque caliente. Droga! Yo no podía!
Yo no podía! Yo no podía!
28
�����Ћ��������� Sentí tanto su falta! – más un
pequeño paso y su cuerpo estaba muy próximo. Él
sussurrava. Su voz aveludada. Puta merda! Yo no
podía! – Mire para mí!
Respiré fondo forzando mi mente a aceptar que aquello era
peligroso y que ceder sería estropear todo. Yo
necesitaba entender, aceptar y continuar. Por mí, por
Abby y por todos que fueron subjugados, humillados y
destruidos a causa de aquel juego inescrupuloso,
imundo e inhumano. Tenía que tener un fin. Porque
nadie recomenza sin finalizar. No pueden existir
restos, sobras, pendências. Todo necesitaba ser
concluido.
Abrí los ojos y encaré aquella iris ceniza, llena de amor y
deseo. Era muy más bonito y perfecto del que mi mente
conseguía retratar. Él aguardaba por mí. Sus ojos vagando
entre mis labios y ojos.
�����Ћ��������� Quite sus manos de mí – mi voz fraquejou. – Quite
las manos de
mí, Carter.
�����Ћ��������� Por quê? Va a llevar todo de mí,
actuar como si no valiera nada nuestra historia, negar
que también pasó todos estos días ansiando para estar
conmigo? Miel? Mire para mí! – cogió mi rostro con las
dos manos forzándome a encararlo. – Yo amo usted!
Y aquellas palabras forzaron mis barreras al límite.
Cerré los ojos y pensé en todo mi sufrimiento. Todo
lo que vivimos. Todas las lágrimas. Tanya. El coche
me atropelando. Nicole alcanzada, extendida en el
suelo... No! No! No!
�����Ћ��������� Mire para mí – suplicou. – Miel, yo amo usted!
Sólo... Sólo me diga
que eso todo es un juego. Que usted está haciendo
eso para intentar ayudarme a detener Tanya. Por
favor! Melissa mire para mí. Miré para Robert
determinada a continuar.
�����Ћ��������� Yo odio usted, Robert Carter –
mi voz no ayudaba mucho. No con él con las manos
en mí. – Quite sus manos de mí.
�����Ћ��������� No. Usted no me odia. Puede hasta
estar intentando, Melissa, pero está fallando
miserablemente – su voz continuaba aveludada. Una
carícia para mis oídos, sentida en mi piel y acogida en mi
corazón. Yo tenía que ser más fuerte. Entonces di una
risada irónica.
�����Ћ��������� Déjeme, Robert! Yo no amo más usted. De hecho,
creo que nunca
amé. Sólo entré en su juego y acabé dándome
bien – él sonrió. Lentamente una mano dejó mi
rostro y descendió para mi cuello. Mi piel
correspondió a su toque. Puta merda! Era una
disputa desleal.
�����Ћ��������� Proviene – sussurrou
aproximando sus labios de mis. – Proviene que
usted no me ama. Hágame creer que todo no pasó
de diversão – 29
roçou su nariz de mi quejo hasta mi oreja. – Diga que
no sintió saudades – la voz ronca lanzaba llamas en
mi cuerpo. Una invitación tentador a la perdición.
Mientrasuna mano tocaba mi cuello, la otra descendió
hasta mi cintura, deshaciendo los últimos centímetros
que alejaban nuestros cuerpos. Estremecí
visiblemente. Robert era fuerte demasiado en mí.
Haberlo tan próximo era lo aunque rendirme. Que
aceptar que yo era débil demás para aquella disputa.
�����Ћ��������� ES sólo sexo, Robert – él sonrió
de aquella forma única, que sólo él conseguía y
solamente Robert Carter era capaz. Aquella sonrisa
era mi perdición.
�����Ћ��������� Entonces diga – su mano apretó mi
cintura forzándome en su ereção. Puta merda! Como huir. –
Diga que usted no me quiere más y yo acepto – sus labios
roçaram mi cuello. Yo podía sentir la humedad en medio de
mis piernas. Mi sexo latejando implorando por él. No! No!
Merda! – Diga que no me ama, que fue todo hube mentido –
llevó los labios en dirección a mis, parando a un milímetro de
distancia.
�����Ћ��������� Yo no amo usted – mi voz salió tan baja que fue
casi
imposible la oís. Él sonrió.
�����Ћ��������� No? – roçou los labios en
mis. Suspiré sintiendo un espasmo recorrer mi
cuerpo.
�����Ћ��������� No! – yo estaba rendida. Su mano me forzó un
poco más.
�����Ћ��������� Repita – a otra mano subió
en mi nuca, posicionando mi rostro para su beso.
�����Ћ��������� Yo... – estiré el aire. – Yo no
amo usted – solté el aire aliviada por conseguir
decir. Él me estiró a su encuentro, acariciando la
base de mi espalda.
�����Ћ��������� Vamos allá, Melissa. Usted puede hacer mejor
del que eso – hijo de la
puta! Él sabía que yo perdería. Sabía que mi cuerpo no aguantaría más.
– Diga que no me ama.
Su hálito caliente, sus labios deliciosos, sus manos imperativas. Yo
no conseguiría más.
- Yo... Yo no te amo...
Y sus labios cubrieron los míos. Me tomaron con propiedad.
Sentí aquel me gusta tan deseado, aquel calor tan
soñado. Fue cómo atear fuego en un barril de pólvora. Y
yo me vi rendida, entregue, sedienta por aquel hombre
que destruiría todos mis planes.
Su lengua tocó la mía, abriendo espacio en mi boca
y forzándome a aceptarlo. Fue un beso fuerte,
dominador, que no permitía rechaza. Y entonces él
me abandonó, llevando los labios por mi cuerpo y
explorando 30
con los dientes mi piel fervente.
�����Ћ��������� Diga que no me ama – gruñió con la boca pegada a mi
cuello.
�����Ћ��������� Yo... - otra vez él me beijou con
fuerza. Su mano firme en mi cabello, dictando sus
reglas. Un beso feroz, saudoso, lleno de deseo.
Involuntariamente me remexi en su ereção, causando
un gemido extremadamente sexual que salió de su
garganta.
�����Ћ��������� Diga! – forzó mi rostro
para tras, estirando mi cabello y se
apossando de mi cuello.
�����Ћ��������� Melissa? – la voz de Dean
llenó el ambiente. Robert paró en el mismo
segundo.
Rápidamente nuestros ojos se encontraron. Él
confuso y yo asustada. Era la mía deja. Yo
necesitaba revertir aquel juego.
�����Ћ��������� Yo no te amo más. Como
yo dijo: es sólo sexo, Robert – y sonríe
cínicamente.
�����Ћ��������� Usted está ahí? – Dean
batió en la puerta del cuarto de baño. Robert
gruñió y cerró los ojos con fuerza.
�����Ћ��������� Mi cuerpo reacciona a usted, pero es sólo lo que va
a conseguir arrancar de
mí. Yo no te amo más – él se alejó un poco y abrió los
ojos encarándome cómo si no quisiera creer en el que
oía.
�����Ћ��������� Lo que Dean hace aquí? – sus manos me apretaron
con más fuerza.
�����Ћ���������Quite las manos de mí – fui más firme al lo
sentís recular. Era necesario, yo repetía insistentemente,
para que mi cuerpo entendiera.
�����Ћ��������� Lo que. Ese. Idiota. Hace.
Aquí? – Robert asumió otra personalidad. Otra
que yo también conocía muy bien. Él estaba
furioso y tomado por el ciúme.
�����Ћ��������� Quite. Las. Manos. De. Mí – gruñí con rabia.
La puerta abrió en un baque. Dean surgió de una
manera increíble, digna de película de Hollywood.
Robert enrijeceu y se alejó tomando mi frente. Una de
sus manos continuaba en mí.
�����Ћ��������� Quite las manos de ella su cretino! – Dean silbó.
�����Ћ��������� Lo que usted hace aquí?
Quién te dio permiso para invadir mi sala?
�����Ћ��������� Mi sala! – él me lanzó un mirar
que tendría me hecho recular se Dean no estuviera
allá para apoyarme y dejarme más fuerte.
�����Ћ��������� Yo mandé usted quitar las manos de ella, o no
respondo por mí.
�����Ћ��������� Venga a obligarme a hacer eso.
Ellos se encararon y la tensión fue formándose como
una niebla que ocupaba todo el cuarto de baño.
Ellos eran grandes demás e impetuosos demás para
ser comportados en aquel pequeño ambiente. Yo
casi no conseguía respirar. Necesitaba evitar a
cualquiera cuesto que ellos se 31
enfrentaran.
�����Ћ��������� No necesita Dean. Robert
sabe que no puede dar este paso – sonríe
forzando el miedo a huir de mi cuerpo.
�����Ћ��������� Él está a su lado en esta
farsa? – Robert estrechó los ojos y su mano hizo
más fuerza en mi cintura.
�����Ћ��������� Mandé largar Melissa, su
hijo de la puta! – Dean avanzó y yo entré
enmedio dos evitando el peor.
�����Ћ��������� Dean! No es necesario –
pasé la mano en su peitoral y las dejé en su
hombro.
�����Ћ��������� Quede lejos de ella – Dean continuaba rígido,
pronto para el combate.
– No voy a avisar más, Robert Carter.
�����Ћ��������� Y quién es usted para
avisarme cualquier cosa? – Robert forzó. En el
mismo instante mi corazón falló una batida. Era la
hora de la verdad. Cerré los ojos aún de culo para
él y dejé que mi cabeza encostasse en el pecho de
Dean.
�����Ћ��������� Yo? – él rió. – No contó a él?
�����Ћ��������� Dean, no...
�����Ћ��������� Contó? – yo sabía que
aquello mataría Robert. Dean rió más una vez y
pasó una de las manos en mi espalda.
�����Ћ��������� Yo soy el marido de ella.
Puta merda! Puta merda! Puta merda!
- Usted... El quê?
Quedamos en silencio por un segundo que duró una eternidad. Yo
no quería mirarlo, pero, miserablemente, me forcé a
volcar para encarar su dolor. Y fue terrible. Sentí las
manos de Dean en mis hombros y sólo eso me impidió
de recular.
- Usted... Melissa?
El rostro perfecto del hombre con quien yo había soñado un futuro
feliz simplemente se contorceu en una mueca de dolor,
angustia y tristeza. Sin que yo pudiera reaccionar él se lanzó
contra mí, agarrándome con fuerza y me imprensando
contra la pared al lado. No hubo tiempo para que Dean
consiguiera librarme de las manos de Robert.
�����Ћ��������� Usted casó? – gritó en furia. –
Diga! Por el amor de Dios, Melissa! Diga!
�����Ћ��������� Largue ella – Dean se forzó
contra Robert que permanecía firme como una
pared.
�����Ћ��������� Diga! – continuó gritando, pero su voz era de
desesperación,
angustia... El más terrible pesadilla.
�����Ћ��������� Yo voy a disparar – Dean
amenazó y fue cuando me di cuenta de la arma
en su mano.
32
�����Ћ��������� Dean, no! No!
�����Ћ��������� Largue ella – amenazó.
�����Ћ��������� Tire! – Robert mantenía las manos como garras
en mis brazos.
Mi cuerpo prendido contra la pared y sus ojos
manteniendo los míos en su dolor.
�����Ћ��������� Dean, él no va me machucar –
hablé mirando directamente para Robert. – Él no va
me machucar. Suélteme, Robert – mantuve la
tranquila enfocando la atención en mi respiración.
�����Ћ��������� Usted casó? Está casada con él? – era una
acusación. Una
cobro nítido.
- Casé – él cerró los ojos con fuerza. – Dean tenía razón. Usted
no sería capaz de hacerme feliz. Usted tiene Tanya
y yo no tenía nadie Robert.
�����Ћ��������� Usted me ama – la forma como él
habló sonó como si yo estuviera cometiendo adulterio.
Como si yo lo estuviera traicionando. Y no era eso aún
lo que yo hacía?
�����Ћ��������� No – respiré fondo. – Te amo, Robert. Yo amo el
Dean. Siento
mucho – mi voz era tranquila y serena como a de
una madre enseñando a un hijo.
Robert gimió con rabia y avanzó, pero cayó
desmayado antes que yo pudiera reaccionar.
Puta merda! Dean tiró.
***
�����Ћ��������� Yo no voy aunque – las lágrimas
corrían sin que yo consiguiera detenerlas.Dean me
arrastraba para fuera de la sala intentado al
máximo no me machucar.
�����Ћ��������� Disculpe Melissa! Yo necesité llamar el Dean.
Quedé tensa cuando
vi Robert entrando en el cuarto de baño atrás de usted.
�����Ћ��������� Por qué usted hizo eso? –
continué ignorando Abby que ayudaba Dean a
llevarme aunque.
�����Ћ��������� Porque él iba te
machucar – habló por la enésima vez,
ya completamente impaciente.
�����Ћ��������� Usted tiró en Robert! – casi grité. – Usted
enlouqueceu?
�����Ћ��������� Fue una descarga eléctrica, Melissa.
Un choque para imobilizá-lo. Nada que vaya a matarlo. Él
no iba a soltarte, de hecho, él iría te mate si yo no
hubiera tirado.
�����Ћ��������� Él no... Robert nunca...
Droga, Dean! Necesito saber cómo él está!
33
�����Ћ��������� Abgail va a cuidar de todo. Ahora
necesitamos ir, porque él inmediatamente va a
despertar y no será muy fácil volver a encararte –
entró en el ascensor, aún estirándome por el codo y
con mi bolsa en la otra mano. – O matarme.
Resumiendo, no va a ser nada fácil.
Dejé que él me condujera. Mi cabeza estaba un
perfecto caos. Por qué Robert avanzó de aquella
forma? Yo estaba yendo lejos demasiado, creyendo
muy en su autocontrol? Él me mataría? No. Él
nunca sería capaz.
�����Ћ���������Usted necesita ser más fuerte. Nodos
ya sabíamos que él no aceptaría con facilidad, entonces
por qué diablos aceptó quedar sola con él?
�����Ћ��������� No acepté. Él fue atrás de
mí en el cuarto de baño. Yo sólo necesitaba de
espacio. Droga!
�����Ћ��������� Ahora todo va a quedar peor. Quede preparada.
Robert no dejará
barato.
�����Ћ��������� No necesitaba contar así. De
hecho, ni necesitaba aparecer. Lo que dio en
usted? Nodos combinamos.
�����Ћ��������� Pues es. Nodos combinamos. Somos casados ahora,
Melissa. Acuerde-
si de eso. Y dé gracias a Dios que yo llegué a tiempo y lo impedí de hacer lo
que bien quería con usted – quedé avergonzada mientras él me encaraba
cobrando una postura más firme.
- Él no me machucaria, Dean.
�����Ћ���������Sé – bufou y sacó el celular hablando
inmediatamente. Yo bien sabía quien estaba del otro lado de
la conexión. - Quede de ojo en él – habló muy frío. – Claro que
contamos que estamos casados – forcé mi mente a enfocar en
aquella conversación. Robert estaba bien, así yo quería creer,
y Dean tenía razón. Nodos necesitábamos seguir enfrente.
Fue mi elección.
– Ok! Encuentro usted en casa.
�����Ћ��������� No sé como será a partir de ahora. Necesitamos
quedar atentos a
todos los pasos de él – volví a sentirme en el juego. A
los pocos la conciencia fue ajustándose al que era
necesario hacer.
- Ya providenciei todo. Ahora es sólo aguardar y prepararse para
mañana – él me miró cuando las puertas se abrieron
revelando el garaje. Respiré fondo y acepté su mano
en mi. Dean, antes tan frío y calculista, sonrió
discretamente. – Va a quedar todo bien, querida. Yo
estoy aquí.
- Gracias!
La peor parte de ser rica es necesitar usufructuar del
dinero. Yo me sentí sucia, sin embargo era necesario
sostener la imagen que mi posición exigía. Por eso
fingí no me importar y entré en mi lujoso BMW plata,
dejando mi marido conducir el vehículo. Lo de él
estaba con uno de los 34
seguridades, un poco atrás de nodos dos.
Otro factor que me incomodaba era el apartamento que
estratégicamente escogemos para vivir. De hecho, la
perfecta cobertura, en el mismo quarteirão en que Robert
vivía con Tanya. Coincidencia? Definitivamente, esta palabra
no existía en mis planes. La distancia de la
cobertura donde mi ex-amante vivía con la loca psicótica
de la esposa de él, formaba un perfecto paredão de
cemento, con la diferencia que la mía quedaba para el
norte y a de ellos para sur, o sea, estábamos de culo uno
para el otro. De la misma forma que estaba nuestra vida.
Circundados por otros edificios, tan lujosos cuánto el mío.
Lo que
me permitía construir un perfecto pasillo interligando-
nos. Tanya y Robert no podían huir de mis vistas. Era
necesario todos los tipos de artimanhas para
mantenerlos bajo control.
Descendemos del coche entregando las llaves para el manobrista y
entramos en el edificio como una pareja enamorada.
Sabíamos que en algún lugar había uno de los aliados
de Tanya observándonos, y sabíamos exactamente
donde él estaba, a pesar de fingir no tener
conocimiento de su presencia. Por eso sonríe para mi
marido y selei sus labios con un beso enamorado.
Dean correspondió como yo esperaba y yo me sentí
muerta por dentro.
�����Ћ��������� Va a quedar todo bien – volvió
a decir acariciando mi rostro. Y entramos en el
ascensor, cada uno perdido en sus propios
pensamientos. 35
CAPÍTULO 4
�����Ћ��������� Robert?
Mi cabeza latejava y mi cuerpo entero dolía. Intenté
abrir los ojos, pero cualquier feixe de luz que pasara
por mis párpados, incomodaba insuportavelmente.
Tengo conciencia de que hice una mueca de dolor.
- Robert? Usted está bien?
Abgail me llamaba de algún lugar que yo no conseguía
identificar. “Merda! Melissa!” mis pensamientos me
llevaban de vuelta a la realidad. Puta que pariu! Ella estaba
casada. Puta que pariu! Puta que pariu! Mi nuca parecía
haber sido alcanzada por una piedra. De hecho, por un
torpedo. A los pocos la memoria volvía esclareciendo el
ocurrido. Yo estaba enfurecido. Merda! Ella estaba casada y
con aquel merdinha fodido. Yo no... Respirar se hizo una
actividad extremadamente complicada.
�����Ћ��������� Usted está bien? Robert? Quiebra conmigo!
�����Ћ���������Mi cabeza – conseguí articular aquellas
palabras. Levanté la mano, sintiendo mi cuerpo
protestar y protegí los ojos. – Donde ellos...
�����Ћ��������� Ellos ya fueron. Dean
consiguió alcanzarte con una arma de choque.
Usted quería machucar Melissa.
�����Ћ��������� Que absurdo! Yo nunca la
machucaria – forcé mi cuerpo para cima. Dolió,
pero no más del que el dolor de mi realidad. –
Puta que pariu Abby! Lo que aconteció?
Ella sabía que yo no preguntaba de mi situación en aquel
suelo del cuarto de baño, pero sí era una pregunta que
comprendía muy más del que a pelea. Yo estaba perdido.
Melissa volvió, fría, distante, raivosa, llena de mágoas y
cobros. Ella había quitado todo de mí. Había me humillado y
estaba casada con Dean. Era descripción perfecta del
infierno.
�����Ћ��������� Yo no sé Robert. No sé como explicar – encaré
mía
secretaria que me miraba con pena. Yo no necesitaba de aquel
sentimiento. Siempre supo jugar. Fui fuerte, frío, calculista,
desprovido de todo y cualquier sentimiento diferente del odio.
Fui implacable en mi guerra con Tanya. Como Melissa consiguió
me desestruturar tan rápido? Como ella
pudo traicionar mi confianza de aquella forma? Como ella pudo
traicionarme?
Mi corazón pesaba, apretado, espremido por el dolor. Merda! Yo a
amaba. Hice todo para merecerla, para ser digno de un amor que no existía
más, o que tal vez nunca existió. Melissa mentía. Ella fue más cruel del que
36
Tanya cuando me hizo creer que había esperanza.
Necesitaba aprender a odiarla, a colocarla en aquella
guerra que tanto luché para alejarla, y
principalmente, aceptar que debería chafarla sin
piedad. Pero yo la amaba.
- Robert?
Levanté rápidamente cogiendo mi secretaria de
sorpresa. Yo necesitaba de aire. Tenía que salir de
aquel cuarto de baño sufocante, de aquella sala
repleta del olor de la mujer que yo tanto amaba y
que necesitaba quitar de mi vida. Necesita huir y
callar todas las voces que gritaban en mi cabeza.
- Para donde usted va?
Abgail me acompañaba visiblemente preocupada. Anduve hasta lo
ascensor sin me importar maleta, llaves, nada. Yo
sólo quería salir dali el más rápido posible.
�����Ћ��������� Robert?
�����Ћ��������� Necesito de aire, Abgail!
Y corrí por las escaleras sin que ella tuviera oportunidad de
detenerme. Pasé por la recepción sin preocuparme con quien
estuviera observándome y salí para la tarde chuvosa y fría.
Pero ni el frío era capaz de hacerme olvidar de las palabras de
ella “No.Te amo, Robert. Yo amo el Dean. Siento mucho”.
Apreté los brazos en mi cuerpo como se pudiera
impedirme de enlouquecer de vez. Anduve por las calles
heladas y entré en el primer bar que encontré a, no sé
cuántos metros de distancia de la empresa.
�����Ћ��������� Uísque – dijo rispidamente. –
La mejor botella que usted tenga – el garçom
colocó el vaso y la botella delante de mí. Él
entendió mi desesperación.
Puta que pariu! Melissa era dueña de todas mis
acciones. Las mismas que yo confié a ella en una
tentativa de impedir Tanya de las conseguís. Sólo
podía ser una brincadeira de muy malo me gusta. Bebí
todo el contenido de un golpe sólo y me serví de más
del líquido tan deseado que calentaba mi cuerpo.
Ella estaba casada. Como pudo olvidar todo lo que vivimos? Y
aquel hijo de la puta estaba con mi mujer,
usufructuando de ella, tocándola. Puta merda! Yo no
soportaría. Nadie podía tocar en Melissa. Ella era mía.
Sólo mía.
Bebí rápidamente y a medida que el dolor iba
dominándome, la bebida hacía su trabajo. Entonces,
después de dos botellas, de muchas palabras blasfemadas,
de muy praguejar y lamentar por mi desdicha, dejé el
sueño dominarme acostando mi cabeza sobre la mesa del
bar. Aún oí, al lejos, una voz conocida y manos
conduciéndome para casa.
37
***
- Robert?
El cielo extremadamente azul brillaba un día lindo, caliente y
colhedor. Yo estaba en un parque, sentado en el gramo y observando Melissa
juguetear con un niño linda. Un niño. Él tenía mis cabellos, lisos,
cayendo sobre a prueba, el color de la piel y los ojos eran de ella. Era un
niño
linda! Linda como nuestro hijo. Ellos rían y giraban y yo permanecía en paz
sólo observándolos. Ella miró para mí, los ojos llenos de amor y
sussurrou “yo te amo”, pero las palabras no llegaron hasta mí. Ellas si
perdieron en el viento.
- Robert? Despierte.
Aquella voz aveludada, forzadamente cariñosa y llena de veneno
no pertenecía la Melissa, pero sí a aquella que me tiró en aquel infierno.
Tanya. Lo que ella hacía allí?
- Despierte Robert! Necesitamos conversar.
Abrí los ojos dándome cuenta de que todo no pasó de un sueño.
A los pocos, mi corazón reconoció mi realidad, a la
vez que mi organismo reconocía la ressaca figurada
en la secura de mi boca, embrulho en el estómago y
dolor de cabeza. Miré para Tanya inmediatamente
después de entender que estaba en el cuarto de ella.
Rápidamente percibí que estaba sin ropas.
�����Ћ��������� Tanya. Usted...
�����Ћ��������� No. Quede tranquilo. Ayer
usted bebió hasta caer. Literalmente – y sonrió
con delicadeza.
Tanya estaba sin ropas, cubierta sólo con el
lençol de seda que antes adornava su cama.
�����Ћ��������� Lo que yo hago aquí?
�����Ћ��������� Bruce te trajo. Usted estaba pésimo. Gritaba que
necesitaba
encontrarla. Melissa, yo presumo. Imaginé que había descubierto que ella
está casada con Dean – cerré los ojos, enfurecido con
aquella realidad. – Yo te entiendo – tocó en mi mano.
Yo conocía muy bien Tanya para saber que ella no
estaba allí conmigo por companheirismo. Mi
esposa quería jugar, pero yo estaba preparado
para más aquella partida?
�����Ћ��������� Por qué está sin ropa? – intenté ganar tiempo.
�����Ћ��������� Porque yo ya estaba preparada para dormir
cuando Bruce llegó
con usted. Sólo te desnudé y dejé que durmiera a mi
lado – ella corou con aquella información.
38
�����Ћ���������Como Bruce supo donde encontrarme? –
Bruce era uno de los perros de guardia de Tanya. Él siempre
sabía donde encontrarme, desde que Melissa fue aunque.
Volví a cerrar los ojos sintiendo el dolor que aquel recuerdo
me causaba. – Por qué yo estoy aquí, Tanya? Lo que usted
quiere?
�����Ћ��������� Hum! Yo quiero muchas cosas, Robert – sus ojos
vagaron pelo
mi cuerpo dejándome desconfortável. – Pero... En el
momento quiero definir como haremos.
�����Ћ��������� Como haremos?
�����Ћ��������� Sí. Melissa robó sus acciones. Ni consigo creer
que uno
hombre vivido como usted se dejó engañar por una
putinha como Melissa Simon.
�����Ћ���������Tanya! – advertí. Tanya no conocía
Melissa. No sabía que para ella actúe de aquella forma
alguna cosa de muy errada había acontecido.
�����Ћ���������Ok. Ok – levantó las manos rindiéndose. – Sin
el “putinha”. Mejor así? – no respondí. No podía responder. No
había la más pequeña oportunidad de
Tanya convencerme a jugar contra Melissa. –
Necesitamos recuperar estas acciones. El más rápido
posible.
- La venta fue legal y la menos que Melissa endoso venderlas para mí,
no tiene como – vi sus ojos brillen con la idea. – Y ella
nunca vendería mis acciones a usted – yo no tenía
tanta certeza. Estremecí con esta posibilidad. Melissa
sería capaz?
�����Ћ��������� Podemos quitar Melissa de
un golpe por todas del juego – ella paró seria,
observando mi reacción.
Claro que para una mujer como Tanya, matar
Melissa era su primera y principal opción. Yo no
podía siquiera piense en esta posibilidad. No había
ninguna forma de yo concordar en machucar mi
amante... ex-amante, de libre y espontânea gana.
Aún no conseguía entender los motivos de ella,
aún así, no la vía como una enemiga.
�����Ћ��������� Ella está casada, Robert. Robó lo que
te pertenece y te humilló públicamente. Mostró para su
familia lo cuánto usted es débil. Te destruyó de la peor
manera posible. Melissa quebró su confianza. Llevo en
consideración la hipótesis de que era aún un golpe. Ella
era muy cínica. Aquella carinha de santa, de garotinha
enamorada, deslumbrada por el jefe nunca me engañó.
Melissa armó todo con Dean y consiguió lo que más
deseaba, pulverizou usted – arqueou la ceja deleitada con
el dolor que sus palabras me causó.
�����Ћ��������� Y usted debe estar muy feliz con eso todo – ella
sonrió con los
ojos fijos en mí.
- No. Yo podría estar, a fin de cuentas hoy usted no es más páreo
39
para nuestra disputa. Sin embargo, tengo rabia.
Furiosa para ser más exacta. Melissa quitó este
gostinho de mí. Ella quedó con las acciones que yo
quería, venció el juego y te destruyó. Exactamente
lo que yo quería hacer. No le parece injusto?
Encaré Tanya sin creer en sus palabras. Ella era aún loca.
- Y lo que usted quiere que yo haga? Melissa consiguió. Yo no tengo
más las acciones, soy un mero empleado de la casa,
no hay nada que yo pueda hacer.
�����Ћ��������� No sea dramático. Usted
aún tiene el control de las acciones de su
familia y de las de Paul.
�����Ћ��������� Que sumadas, son casi nada.
�����Ћ��������� Pero, si añadiéramos mis
acciones... – estremecí con aquella posibilidad. Si yo
tuviera las acciones de Tanya, junto con las demás
que yo ya controlaba, Melissa no tendría control sobre
mi posición dentro de aquella empresa. Yo tenía hasta
miedo de descubrir lo que Tanya pediría en cambio.
�����Ћ��������� Y lo que usted gana con eso?
�����Ћ���������Yo gano mucho. Sólo en saber que aquella
putinha... Disculpe! – pero sonrió diabolicamente. – Sólo el
hecho de saber que Melissa no tendrá todo el poder que
pretende dentro de las empresas, ya me deja más animada.
�����Ћ��������� Y? – ella sonrió más anchamente.
�����Ћ��������� Quiero que usted concuerde en actuar conmigo
para recuperar las suyas
acciones, claro que después de destruir Melissa, yo
tendré un precio a cobrar por mi ayuda.
�����Ћ��������� Olvide.
�����Ћ��������� Usted no tiene mucha elección.
Yo voy a acabar con ella usted queriendo o no. Si
concuerde, sus acciones vuelven para sus manos.
De lo contrario, daré un jeito de las conseguís para
mí, y usted sabe que mis métodos no son nada
gentis.
En aquel momento yo no tenía condiciones de batir de
frente con Tanya, si lo hiciera ella pasaría por cima de mí
y destruiría Melissa. Aún sabiendo que aceptar su ayuda
era la mejor forma de reaver mis acciones, yo sentía que
no soportaría causar cualquier daño a la mujer que
amaba. Droga! Yo debería odiar Melissa. Debería desear
su ruina, su muerte, sin embargo no conseguía.
Pasé las manos por los cabellos y cerré los ojos.

Continuar navegando