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Hernández Hernández Ana Karen LA ECONOMÍA DE LAS DESIGUALDADES Thomas Piketty. Resumen. Existe una diferencia innegable que genera la economía capitalista lo cual provoca que se deforme dicha economía. Esto ya lo sabíamos o lo teníamos en cuenta desde el análisis del economista Karl Mark, por eso, es que se llegaron a crear ciertos mecanismos y, o instituciones que permiten, en más grande o menor nivel, paliar dichos conflictos, la disparidad en la entrada a la riqueza durante el siglo XXI todavía es demasiado preocupante. Thomas Piketty se ha dedicado a describir las razones de la diferencia en nuestros propios días, así como los medios para combatirla. El libro de Piketty expone la diferencia del ingreso, la cual es hoy más pronunciada que en 1997 y, de la misma forma que argumenta Piketty, se debería primordialmente a disparidades en las condiciones iniciales y no al ideal meritocrático que pretende impulsar la competencia económica. Piketty define cuidadosamente qué es la diferencia y destina todo un capítulo a describir cómo se puede medir. Más adelante, dedica varias páginas a explorar el origen que da como resulta una desigualdad. Resulta sorprendente que, además de evaluar el ya clásico enfoque marxista que explica la diferencia del ingreso por el entre los dueños de capital y los trabajadores, Piketty no se quedó solo en ese campo y se extendió a analizar el mercado del trabajo. Terminando con mencionar que “resulta muchísimo más importante el impacto que tiene la remuneración salarial diferenciada que tener o no tener capital”. Luego de hacer una revisión intensa de los determinantes de la diferencia, Piketty muestra cuidadosamente en La economía de las desigualdades una iniciativa para hacerle frente. No habla de una secuencia de sugerencias desarrolladas a la ligera que propongan resoluciones primordiales, puesto que él está consciente del riesgo de distorsionar Hernández Hernández Ana Karen el desempeño de los mercados. Piketty descompone los efectos que poseen diversas políticas públicas al ponerlas en práctica y muestra cómo, paradójicamente, tienen la posibilidad de producir comunidades muchísimo más dispares. La obra, puesto que, es un compendio de resultados y de conocimientos que Piketty ha cosechado tras años de indagación, explicados fácilmente y accesible para un público extenso, con una iniciativa de política pública coherente y eficaz. Esta enorme claridad, ajena a buena parte de la bibliografía económica especializada, convierte a La economía de las desigualdades en un escrito necesaria para entender uno de los mayores desafíos de esta época. Pasar de Marx que evidenciaba los males de la diferencia del ingreso, a pasar a Piketty el cual muestra, ayudado por una sólida base teórica, que esta diferencia podría ser combatida. Análisis. Una economía dominada por quienes poseen la suerte de nacer en una postura de riqueza heredada. Lejos de facilitar la igualdad, los modelos económicos han potenciado la diferencia como en la ley del más intenso. Piketty muestra con datos exactos que esta tiranía está retornando empero esta vez a escala mundial. Si bien hay diferentes conceptos de capital, Piketty usa una definición vasta del capital en consecuencia sea lo misma que la riqueza. Todo lo cual sea maquinaria, propiedad, actividades o efectivo constituye el capital o riqueza. Y la riqueza está distribuida en forma muchísimo más desigual que el ingreso. El capital existente lo tenemos la posibilidad de sacar de los salarios y la riqueza en los últimos 300 años. Piketty muestra una enorme proporción de datos acerca del reparto del ingreso en muchas naciones, mostrando que la diferencia ha incrementado extremadamente en las últimas 3 décadas y que rápido se volverá peligrosamente peor. Piketty muestra que solamente la productividad de los trabajadores de bajos ingresos podría ser medida en forma objetiva. El postula que una vez que un trabajo es replicable, resulta subjetivamente simple de medir el costo aportado por cada trabajador. Por consiguiente, dichos trabajadores poseen Hernández Hernández Ana Karen derecho a aquello que ganan. No obstante, la productividad de los individuos con elevados ingresos es más complejo de medir y varios de dichos salarios son en enorme medida arbitrarios y conforman el reflejo de una "creación ideológica" más que de mérito propio. Dichos elevados salarios producen distorsiones que a la extensa culminan en crisis económicas. Piketty consigue colocar en el debate un asunto largamente abandonado por los economistas como es el asunto de la diferencia, y este escrito, con exuberante proporción de datos y tablas, se convierte en el informe más contundente sobre la diferencia y asegura que ésta se ha disparado a niveles insostenibles. Por esa razón la población tendrá que repensar la manera en que la población sospecha sobre la historia económica de los últimos 200 años. "Nadie se había fijado en aquello previamente" La tesis de Piketty sugiere que la diferencia es intrínseca al capitalismo y, de no combatirse enérgicamente, es posible que incremente a niveles que amenazan la democracia y dejan de mantener el incremento económico. Aunque Piketty ha confesado que jamás leyó a Karl Marx, su estudio coincide con el del filósofo alemán que predijo que la diferencia y la batalla de clases marcarían el colapso del capitalismo. Marx ha sido un crítico de la economía típica, que apuntaba que la diferencia era un proceso que reduciría con la época. El capitalismo fuera de control propaga la diferencia. Según Piketty, cuyos datos acerca de las ganancias y la riqueza abordan 300 años y 20 territorios, las fuerzas de convergencia (la expansión de conocimientos y capacidades, por ejemplo) son considerables, sin embargo, los datos de divergencia comúnmente fueron mucho más grandes. El eje de su argumento es la fórmula r >g, donde r representa la tasa media anual de rendimiento del capital y gramo representa la tasa de aumento económico. A lo extenso de parte importante de la historia actualizada, la tasa de rendimiento del capital se ha ubicado entre el 4 y el 5 por ciento, mientras tanto que la tasa de aumento fue decididamente inferior, entre el 1 y el 2 por ciento. Este desempeño crea una fuerza desestabilizadora, ya que una vez que r > g, el capitalismo crea automáticamente desigualdades arbitrarias e Hernández Hernández Ana Karen insostenibles que socavan drásticamente los valores meritocráticos en que se fundamentan las comunidades democráticas. En otros términos, en una economía de lento aumento, la riqueza acumulada crece más veloz que las ganancias del trabajo. Por consiguiente, los ricos, que ya poseen la mayor parte de la riqueza, se realizan más ricos, mientras tanto que todos los otros, que dependen primordialmente de las ganancias de su trabajo, quedan desplazados. Las naciones en los cuales r > gramo conforman parte importante de todo el mundo desarrollado presente, incluyendo a USA, donde el 10 por ciento más rico captura más del 50 por ciento del ingreso de la nación, en una proporción que sigue incrementando la diferencia a un ritmo que se va a hacer insostenible en el largo plazo. En ciertos textos parte importante del incremento era explicado por un elemento denominado “residuo”. Ahora comprendemos que aquel residuo tiene nombre: es la renta del capitalista. Piketty halla una importante distinción al reinado de r > gramo en el lapso entre 1945 y 1970, la llamada edad de oro del capitalismo, además exitosa como la "enorme compresión", una vez que las economías del continente europeo y USA se expandieron y la diferencia se disminuyó. No es ni una coincidencia, sugiere Piketty, que este lapso diera sitio al credo optimista de la economía actualizada, en la cual el libre mercado da dividendos a todos. Aquel mantra ha sido una sencillailusión: observado en su entorno histórico, la Edad de Oro del capitalismo solamente ha sido una exclusión transitoria a la sombría regla r > gramo. 2 guerras internacionales tras la enorme Depresión, acompañadas por tasas impositivas compensatorias impuestas a los ricos para costear el esfuerzo de la guerra, redujeron de manera considerable las fortunas parientas, estrechando las herencias y disminuyendo temporalmente la brecha en medio de las clases altas y bajas. En este lapso sí que hubo convergencia y la brecha de diferencia vivió un cierre importante. El enorme mérito de la indagación de Piketty es que muestra todo lo mencionado con numerosos datos históricos que resultan inconfundibles. Hernández Hernández Ana Karen Piketty va todavía más allá e instituye una fundamental crítica a la teoría económica; "A lo largo de un largo tiempo los economistas trataron de definirse a sí mismos en términos de sus procedimientos en teoría científicos. Por cierto, dichos procedimientos se fundamentan en un uso inmoderado de los modelos matemáticos, que a menudo no son más que una excusa para utilizar el lote y enmascarar la vacuidad del contenido. Demasiada energía fue y está siendo desperdiciada en pura especulación teórica sin una explicación clara de los hechos económicos que uno está procurando de describir o de los inconvenientes sociales y políticos que se está procurando de solucionar". Tiene razón Piketty en que la economía ha perdido su pasión de afrontar a los gigantes inconvenientes y se ha quedado en el espectáculo mediático del enmascaramiento del vacío. Todo se fundamenta en banalidades y preguntas pequeñas, la economía debería volver a enfocarse en los gigantes inconvenientes, como el trabajo y la diferencia, y plantear resoluciones. Bibliografía. La economía de las desigualdades. Cómo implementar una redistribución justa y eficaz de la riqueza, Thomas Piketty, México, Siglo XXI, 2022, 208 pp.
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