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1 Universidad Nacional del Nordeste FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO Instituto de Planeamiento Urbano y Regional (IPUR) Cátedra: DESARROLLO URBANO I Unidad Nº6: DESARROLLO PLANIFICACIÓN Y GESTIÓN DEL TERRITORIO A ESCALA REGIONAL. Punto 6.1.: Conceptos de desarrollo, subdesarrollo y desarrollo sustentable. El Índice de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. 1. DESARROLLO En el sentido biológico y moral, desarrollo es favorecer el crecimiento de un ser o de una facultad. Ejemplo: el sol desarrolla una planta, un hombre desarrolla su moral. Aplicado al dominio económico, el término desarrollo es utilizado de manera muy general y a veces bastante imprecisa, para significar un crecimiento orgánico, armónico y, por lo tanto, un progreso de la economía, inscribiéndose en un progreso general de la sociedad. Para que en un país haya desarrollo, el progreso económico es indispensable, pero debe estar al servicio de un progreso social y humano. El progreso de la economía no se realiza solamente por el crecimiento (aumento de los índices globales de producción). Es todavía necesario que los diversos sectores económicos crezcan armoniosamente, que exista una red económica general bien agenciada, permitiendo mejoramientos continuos. Es necesario aún, que el conjunto de las actividades económicas contribuya a mejorar los niveles y las condiciones de vida de la colectividad. Para provocar el desarrollo económico es, por lo tanto, indispensable construir una red coherente del conjunto de lo producido y de las ganancias en función de los recursos y de las disponibilidades globales internas y en función de las interdependencias con los otros países. Pero, para obtener tal resultado, al mismo tiempo que una justa distribución de la renta nacional y un mejoramiento de los niveles de vida de la población, es necesario instaurar estructuras e instituciones sociales, políticas y económicas adaptadas. Una adaptación de los comportamientos, de las mentalidades, de los roles sociales se impone a su momento. Porque el desarrollo económico implica obligatoriamente un desarrollo social y un progreso de la sociedad como conjunto viviente. Las reformas de estructuras, las transformaciones de las instituciones, los cambios de mentalidad, son necesarios para obtener tal dinamismo del progreso. Las “etapas del desarrollo” no se corresponden exactamente con las etapas del crecimiento. Ellas exigen, en particular, un esfuerzo coherente sobre todos los aspectos de la vida social, un control y un dominio de las actividades económicas (economía voluntaria, concertada, armónica). Una planificación de la economía es ordinariamente necesaria para realizar el desarrollo. (BIROU, A.). 2. SUBDESARROLLO 2 El término subdesarrollo, aplicado a los países o regiones del globo es de uso relativo. Se juzga que en tal país hay un fenómeno general de subdesarrollo en función de una idea que se tiene del desarrollo y con referencia a una situación de desarrollo alcanzado por los países llamados “avanzados”. Las características dadas ordinariamente al subdesarrollo no son ni criterios ni causas, sí las consecuencias o apariencias exteriores. Se las puede agrupar en algunas grandes categorías: demográficas: superpoblación, tasas elevadas de mortalidad, de mortalidad infantil, de natalidad, de crecimiento de la población. sociales: malnutrición o subnutrición, mala salud, mala vivienda, analfabetismo elevado, en general, bajos niveles de vida. económicas: fuerte predominio de la agricultura, poco ahorro, bajo nivel de capital por habitante, industrialización débil o inexistente, etc. Para tener estos criterios más ciertos, los economistas han elaborado “indicadores” más o menos numerosos que dan conocer de manera más exacta y real el estado del subdesarrollo. Estos son: el producto nacional real, la renta media por habitante, algunos consumos medios por habitante significativos, tales como calorías animales, cantidad de energía, etc. Se pueden multiplicar los indicadores, ellos son insuficientes para comprender el fenómeno. El subdesarrollo es debido, en efecto, a causas estructurales que refieren a la vez, a condiciones socio-económicas de una economía nacional y a su situación de inferioridad con relación a otras economías nacionales más fuertes. He aquí algunas dimensiones mayores de este complejo problema: 1. Dualismo: económico y social. La sociedad tradicional, con su economía de subsistencia y su género de vida patriarcal, engloba a la mayoría de los países, a la que se opone uno o algunos puntos de la economía moderna, sobre todo comercial y mercantil. 2. Inarticulación: los centros de la economía moderna constituyen enclaves capitalistas, islotes cerrados sobre ellos mismos, y a veces, cerrados al servicio de las economías desarrolladas. No se articulan con el conjunto del país. Desintegración: la economía tradicional, en lugar de integrarse progresivamente al sector moderno, es demolida, desintegrada, sin que haya extensión y generalización de la economía industrial. Al mismo tiempo, las poblaciones son a su turno desintegradas y desarraigadas sin nuevo arraigamiento. 4. Dependencia: con respecto a las economías dominantes, que comenzó con el colonialismo político-económico y su continuidad por una nueva forma de imperialismo económico- político. El impulso exterior no ha servido generalmente más que a desarrollar un sector moderno al servicio de otras economías nacionales más fuerte (riquezas mineras, plantaciones, petróleo, aprovisionamiento en productos de base y agrícolas). La inyección de capitales no corrige, por ella sólo, el subdesarrollo. Que sea extranjera o nacional, ellas van a donde ya hay mercado. Las inversiones espontáneas se hacen en aquellos sectores donde ya hay un gran beneficio y los menores riesgos y no en aquellos que permitirían una extensión de la red económica. Como no existe un medio propagador del progreso, la ayuda económica exterior no es más que una filantropía más o menos interesada de “asistencia social”. Es que, en países subdesarrollados, no se trata de reactivar una economía, se trata de crear una economía nacional (a veces incluso supranacional), es decir toda una red general, no 3 solamente económica y técnica, sino también institucional, educacional y administrativa, que permita encaminarla hacia el desarrollo (BIROU, A.). 3. DESARROLLO SUSTENTABLE Ante todo es necesario precisar un concepto, el de Calidad de Vida. Según la CEPAL se define a ésta como “la capacidad del grupo social actuante de satisfacer sus necesidades con los recursos disponibles en un espacio natural dado. Abarca los elementos necesarios para alcanzar una vida humana decente” (CEPAL, 1976). Por lo que ello está ligado a la satisfacción de las necesidades esenciales, que incluyen ciertas exigencias mínimas de consumo privado de las familias (alimentos, alojamiento, ropas, equipamiento casero, muebles, etc.) y, también aquellos servicios esenciales como agua potable, saneamiento, transportes públicos, salud y educación (CEPAL, 1976). Asimismo, el hombre, que es al mismo tiempo obra y artífice del Medio Ambiente, que le proporciona sustento y capacidad para desarrollarse, en todas sus dimensiones, ha adquirido a partir de la labor científica y tecnológica la gran capacidad de transformar, de innumerables maneras y de un modo sin precedentes lo que lo rodea. De allí la necesidad de incorporar cada vez más la dimensión ambiental en las acciones del hombre, en particular, aquellas planificadas. “El Medio Ambiente es una dimensión del desarrollo socio-económico que no puede ser soslayada”. (CEPAL, 1990). La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, reunida en Estocolmo (Suecia) en 1972, con la intención de establecerunos principios básicos que orienten e inspiren a los pueblos del mundo en sus acciones, declaró lo siguiente: Los recursos naturales de la tierra, incluidos el aire, el agua, la tierra, la flora y la fauna y, especialmente, muestras representativas de los ecosistemas naturales, deben preservarse en beneficio de las generaciones presentes y futuras, mediante cuidadosa planificación y ordenación, según convenga. Al planificar el desarrollo económico debe atribuirse importancia a la conservación de la naturaleza, incluidas la flora y fauna silvestres. Debe ponerse fin a la descarga de sustancias tóxicas o de otros materiales y a la liberación de calor, en cantidades o concentraciones tales que el medio no pueda neutralizarlas, para que no se causen daños graves o irreparables a los ecosistemas. Debe apoyarse a la lucha de los pueblos de todos los países contra la contaminación. El desarrollo económico y social es indispensable para asegurar al hombre un ambiente de vida y trabajo favorable y crear en la tierra las condiciones necesarias para mejorar la calidad de vida. A fin de lograr una más racional ordenación de los recursos y mejorar así las condiciones ambientales, los estados deberían adoptar un enfoque integrado y coordinado de la planificación de su desarrollo, de modo que quede asegurada la compatibilidad del desarrollo con la necesidad de proteger y mejorar el medio humano en beneficio de su población. La planificación racional constituye un instrumento indispensable para conciliar las diferencias que puedan surgir entre las exigencias del desarrollo y la necesidad de proteger y mejorar el medio. Los estados se asegurarán de que las organizaciones internacionales realicen una labor coordinada, eficaz y dinámica en la conservación y mejoramiento del medio. 4 En junio de 1992, en Rio de Janeiro (Brasil), en la “Conferencia de las Naciones Unidad sobre el Medio Ambiente y Desarrollo”, se elaboró el denominado “Programa 21”, con la intención de su cumplimiento efectivo por parte de todos los países. El principio rector fue el de “desarrollo sostenible”, es decir que se pasa del concepto de “planificación racional” (Estocolmo, 1972) a la “sostenibilidad del desarrollo”. Se define como desarrollo sostenible a aquél “desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas”. Se basa en "tres pilares" que deben conciliarse en una perspectiva de desarrollo sostenible: el progreso económico, la justicia social y la preservación del medio ambiente. La sustentabilidad es el engarce entre Desarrollo y Medio Ambiente y, por lo tanto, entre los derechos correspondientes de uno y de otro. (GUTIERREZ y KACZAN, 1997). Organismos internacionales de financiamiento, han llegado a reconocer “que los métodos tradicionales de contabilidad de ingresos nacionales no son indicados para captar la sustentabilidad. Una de las principales razones es la ausencia de una contabilidad adecuada del desgaste de la naturaleza. Mientras la riqueza natural de un país, por ejemplo, selva tropical y peces, no forman parte del proceso económico, tampoco va a figurar en variables de flujo, como el ingreso o el consumo... Así la pérdida de la naturaleza como variable de existencia pasa desapercibida”.1 “La máxima actual es invertir en la gente y la naturaleza. Quien siga apostando a la expansión del capital físico corre el peligro de caer en el estancamiento y el empobrecimiento”. (FUES, 1996). 4. EL INDICE DEL DESARROLLO HUMANO (PNUD) Hasta hace poco se medía sobre todo el ingreso. Pero desde 1990 existe un nuevo índice de desarrollo, el llamado Índice del Desarrollo Humano (IDH), que constituye el elemento principal del Informe sobre el Desarrollo Humano , que desde ese año, es publicado por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD). 1 Se llaman variables de flujo, pues representan un valor alcanzado durante un período determinado, a diferencia de otras, como el “desarrollo humano”, que es una variable de “stock”, de existencia, que se miden a una fecha determinada, como el 31 de diciembre de un año. 5 En principio, para el citado Informe, debe entenderse por “desarrollo” a la “ampliación de las posibilidades vitales de los seres humanos, es decir, nuestra capacidad de vida acorde con nuestras necesidades e intereses”, que se reconocen varían de contexto a contexto, ya que existen un número elevado de definiciones acerca de lo que es una “vida buena”. No obstante, el índice pretende tener validez universal. (FUES, 1996). Lo que está midiendo el IDH es más bien hasta qué grado los seres humanos son capaces de llevar adelante su vida, y esta capacidad depende de tres factores universales, es decir que valen en todo el mundo, a saber: Expectativa de vida: esta capacidad se mide con el indicador “expectativa de vida en el momento del nacimiento” y se vincula a las condiciones de los seres humanos para hacer uso de las ofertas disponibles en materia de educación y empleo, es decir, ser activo y sano. Educación: se mide mediante una combinación ponderada de la cuota de alfabetización (2/3) y de la cuota total de escolarización (1/3), especialmente se apunta a la educación básica. Sostiene que “para ubicarnos en la vida, articular nuestros intereses y participar activamente en el proceso de desarrollo, necesitamos educación”, particularmente básica. Satisfacción de necesidades básicas: para dimensionar esto se utiliza el producto interno bruto (PIB) real per cápita expresado en dólares estadounidenses en base a la paridad del poder de compra. Ello se vincula directamente a la capacidad de los seres humanos de tener acceso a alimentación adecuada, vivienda y vestimenta, para no temer por su propia existencia. En definitiva, el IDH no mide las condiciones de la vida humana en sí, sino la influencia que estas condiciones ejercen sobre los seres humanos y cómo se traducen en aptitudes humanas” (KAUL, 1996). Con respecto a la importancia práctico-política del IDH, es que contribuyó a que el término “desarrollo humano” sea incorporado a las tareas políticas cotidianas, en discursos, opiniones y diálogos entre distintos agentes y organizaciones, tanto oficiales como no-gubernamentales. Aunque para algunos sea solamente un ejercicio de tipo intelectual, quizás hasta un simple entretenimiento, no pasa desapercibido y provoca sea pensado y discutido. BIBLIOGRAFÍA BIROU, Alain “Vocabulaire Pratique des Sciences Sociales”, Ed. Economie et Humanisme, Les Editions Ouvrieres, París, pp.252-253. CEPAL “El Medio Ambiente en América Latina, 1976, p-10. CEPAL-PNUMA “El Reto Ambiental del Desarrollo, 1990. FUES, Thomas “Invertir en los seres humanos y la naturaleza”, en revista “Cooperación y Desarrollo”, Berlín, 1996, p.10. KAUL, Inge “El índice del desarrollo humano”, en Revista Desarrollo y Cooperación, Nº6, Berlín, 1996, p.13-14. GUTIERREZ, Tomás; KACZAN, Leonardo “Introducción a la Evaluación del Impacto Ambiental”, Apuntes, del Curso de Posgrado en Preparación y Evaluación de Proyectos, Facultad Regional Resistencia, Universidad Tecnológica Nacional, Resistencia, l997. Octubre de 1997.2 2 Revisada y corregida por el Dr. Miguel Ángel Barreto para el ciclo lectivo 2011.
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