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A 2 Sinopsis Jason está harto de vivir en la sombra de su hermano estrella de rock. Así que viaja a Sea Breeze, Alabama, en busca de un escape muy merecido y la oportunidad de deshacerse de la envidia. Encontrarse con la niña mala de la ciudad no era definitivamente el plan. Pero como el nuevo dúo goza de un poco de diversión en Alabama, Jason se entera de que a pesar de que Jax es el músico en la familia, él no es el único hermano que puede sacudir el mundo de alguien. A 3 STAFF Moderadoras Traductoras: Luz Correctoras: Ingrid Manning NicolePops Diseño Ingrid Manning Sarai Lectura Final Maleja12 A 4 1 traducidopor luz corregido por ingrid manning JESS Debería haberlo sabido mejor. Pero era una idiota. Todo lo que alguna vez había tomado de Hank fue un batir lamentable de sus pestañas y un puchero, y me tenia corriendo. Bueno, ya no. Yo lo había perdonado por convertirse en el papá del bebé de alguien. Pero había un límite que una chica podía perdonar. Hank Granger me había jodido por última vez. Yo no era un muñeco de felpa. Mi mamá me había enseñado a ser mejor que eso. Ya era hora de que dejará de permitir que nuestra historia jugara con mis emociones. Él no estaba nada cerca de ser un hombre de verdad. El muchacho que había crecido amando se había convertido en un bueno para nada. Nunca iba a establecerse, y yo estaba dejándolo pisotear mi corazón. Pensó que estacionar su camioneta proxeneta detrás del bar era inteligente. El chico debio creer que yo no sabría dónde buscar. Asno. Lo había encontrado, de acuerdo. Se suponía que saliéramos esta noche. Me había prometido una cena. Una cita real. Pero entonces había llamado hace dos horas y canceló, diciendo que no se sentía bien. Al ser la novia complaciente, había decidido hacerle un poco de sopa y llevársela. Gran A 5 sorpresa que él no estaba allí. En realidad no. Creo que en el fondo sabía que estaba mintiendo. Salí de los árboles atravez de los que había caminado más de una milla, hacia oscuridad de la parte posterior al bar local, Live Bay. No quería que mi carro fuera visto aquí esta noche, así era más fácil correr a pie en la oscuridad si lo necesitaba para hacer una escapada rápida. Agarré el bate de béisbol que había tomado de mi primo Rock hace dos semanas, cuando tuve que ir a buscar a mamá al trabajo porque su coche no arrancaba. Las tres de la mañana fuera de un club de striptease no era exactamente seguro. Mamá tiene un arma, pero yo no tengo ni idea de cómo usarla. Cuando le pedí que me enseñara, ella se río y dijo que yo iba a terminar disparando a las bolas de Hank una noche en un ataque de rabia y se negó. No era que ella cuidará de Hank, era porque ella no me quería en la cárcel. Sintiendo el peso del bate en mis manos, sonreí. Este chico malo iba a hacer mucho daño. Luego estaba el cuchillo en mi bolsillo. El trabajo de pintura también se iba al infierno, y si tuviera tiempo, los cuatro neumáticos serían bajados. Mientras caminaba por el camión que Hank había mimado y tratado como un maldito bebé durante los últimos cuatro años, una sensación de poder corrió a través de mí. Él me había hecho daño una y otra vez. Esta vez yo iba a hacerle daño. Yo. No Rock. Yo. Comprobé el área oscura alrededor de mí y me aseguré de que no había nadie . El estallido del vidrio iba a hacer algo de ruido. No estaba segura de lo mucho que podía salirme con la mía antes de que alguien me atrapara. Con suerte, la banda local, Jackdown, mantendría a todos dentro entreteniendo lo suficiente como para que nadie se fuera pronto. A 6 Reprimiendo el rugido de victoria podía sentir bombeando a través de mis venas, sostuve el bate hacia atrás, moví mis pies y me centré en la ventana de la puerta del lado del conductor. Iba a ser la primera en irse. Con toda la rabia y el dolor que me había consumido desde el primer momento que había encontrado al chico que amaba desde que tenía diez años de edad durmiendo a mí alrededor, levanté el bate. El pasamontañas que llevaba protegía mi cara. La risa burbujeando en mi pecho se liberó, y yo hice añicos todas las ventanas de su bonita camioneta. En lo alto de la venganza, metí la mano en mi bolsillo y saqué mi cuchillo y lo abrí. Me decidí a escribir unas palabras en el trabajo de pintura con mi afilada hoja, luego me agache para pinchar el neumático delantero. ― ¡Hey!― Una voz profunda llamó, y me congele. No era Hank, pero era alguien. Cogí mi bate de regreso y saqué el cuchillo del neumático antes de romper en un sprint1 de nuevo en el bosque. Nunca me iba atrapar, pero todavía tenía que conseguir esta estúpida máscara fuera para poder ver. Correr contra un árbol y golpearme a mí misma no era exactamente un gran plan de escape. El sonido de pies golpeando el pavimento me hizo saber que estaba siendo perseguida. Bueno, mierda. No era lo que necesitaba. Estaba teniendo tanta diversión. Hank se merecía eso. Lo hacía. Él era una rata bastarda. Yo no queria ir a la cárcel por esto. Además, mi mamá se enojaría. ― ¡Hey!― La voz profunda llamó de nuevo. ¿Qué esperaba que hiciera? ¿Parar y dejar que me atrape? No es posible. A 7 Otras voces provenían de la distancia. Grandioso. Él estaba atrayendo una multitud. Me desvié del camino que había seguido antes y me dirigí más en el bosque. No tendría este refugio por mucho tiempo. Estaría saliendo por un camino de vuelta en unos metros más. No podía conseguir mi camioneta porque estaba fuera de la casa de mi mamá. Necesitaba a todos pensando que era donde yo estaba. Tenía que permanecer de pie y vencer a cualquiera. Maldición. No podía escuchar el sonido de los pies de nadie más que golpearán el suelo, así que los había perdido o eran talentosos en el arte del sigilo. Salí de la zona boscosa, me detuve en el lado de la carretera. Estaba desierta. Mirando hacia atrás, no vi a nadie. Hank podría saber quién vino a buscarlo, pero él no tendría ninguna prueba. Sonreí, tomé una respiración profunda. Ese sería el final para nosotros. Finalmente. Después de lo que había hecho, Hank nunca me lo perdonaría, así que no estaría tentada a salir corriendo de nuevo hacia él. Me odiaría ahora tanto como yo lo odiaba. ― ¡JESS!― La voz familiar de Hank rugió. Gire alrededor, no podía verlo, pero podía oírlo corriendo por el bosque detrás de mí. Mierda. Mierda. Mierda. Había venido por mí. ¿Cómo me descubrió tan rápido? Presa del pánico, miré a mí alrededor para ver a donde podría correr para esconderme de él. No había nada más que millas y millas de carretera. No había casas, nada. Faros dieron la vuelta en la esquina, y yo hice lo único que podía pensar: corrí en medio de la carretera y comencé a agitar los brazos en el aire, todavía aferrándome al bate de Rock. El coche empezó a reducir la velocidad y bajó las luces brillantes. Gracias a Dios. A 8 Espera… ¿era un Porsche? ¿Qué demonios? *** JASON Todo lo que podía ver era una chica vestida con ropa de color negro ajustada con un montón de pelo largo y rubio, y ella estaba de pie en medio de la carretera… sosteniendo un bate de béisbol. Sólo en Alabama ocurrían cosas como estas. Paré antes de que yo la golpeara, observé mientras corría hacia la puerta del lado del pasajero y llamó. La salvaje mirada de pánico en sus ojos podría haber sido preocupante si no fuera de un azul brillante claro, con gruesas pestañas negras. Presioné el botón de desbloqueo, y ella abrio la puerta y subió en el interior. ― ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!― Exigió.Ni siquiera mirando en mi dirección. Sus ojos se centraron en algo afuera. Volví mi atención a un lado de la carretera, donde ella miraba con tanta intensidad. No había nada… Entonces un hombre irrumpió fuera del bosque con unamueca de enojo en su rostro y entendí. No es de extrañar que ella estuviera aterrorizada. El tipo era enorme y parecía a punto de asesinar a alguien. Cambié engranajes y me fui antes de que llegara más cerca. ―Oh, Dios mío, gracias. Eso estuvo tan cerca ― Dejó escapar un suspiro de alivio y apoyó la cabeza en el reposacabezas. ― ¿Debo llevarte a la estación de policía?― Pregunté, mirando hacia ella. ¿La había atacado antes de que ella estuviera libre? A 9 ―Definitivamente no. Ellos probablemente me buscarán en unos diez minutos. Necesito que me lleves a casa. Mamá me cubrirá, pero tengo que llegar rápido ―. ¿La estarían buscando? ¿Su mamá la cubriría? ¿Qué? ―No es como si tuviera alguna prueba. Lo único que se me cayó fue el pasamontañas, y fue una baratija que compré en Goodwill hace un par de Halloweens. No es algo que se pueda rastrear de nuevo a mí―. Reduje el Porsche mientras sus palabras comenzaron a hundirse. No sólo había salvado a una chica de ser atacada. Si he entendido bien este balbuceo, acababa de convertirme en el conductor del coche de escape. ― ¿Por qué estás deteniéndote?, Tengo que llegar a mi mamá, como ahora. Ella está a sólo dos millas de aquí. Puedes ir hasta County Road Treinta y Cuatro y girar a la derecha, y luego toma alrededor de tres cuartos de milla a Orange Street y gira a la izquierda. Es la tercera casa a la derecha ―. Sacudiendo la cabeza, me estacioné a un lado de la carretera. ―No iré más lejos hasta que me digas exactamente qué es de lo que te estoy ayudando a escapar ―. Miré hacia abajo a su bate de béisbol escondido entre sus piernas, y luego a su cara. Incluso en la oscuridad me di cuenta de que era una de esas ridículamente hermosas rubias sureñas. Era como si el Sur tuviera algún ingrediente especial para criarlas aquí. Dejó escapar un suspiro de frustración y parpadeó rápidamente, provocando lágrimas que llenaron sus ojos. Era buena. Muy buena. Esas lágrimas bonitas eran casi creíbles. A 10 ―Es una historia muy larga. Por el momento no te explicaré todo, seremos atrapados y yo pasaré la noche en la cárcel. Por favor, por favor, por favor, sólo llévame a mi casa. Estamos tan cerca ― suplicó. Sí, ella era un gran vistazo. Lástima que ella también fuera malas noticias. ―Dime una cosa: ¿Por qué tienes un bate de béisbol? ― Necesitaba algo. Si hubiera dejado a alguien inconsciente allá atrás, entonces yo no podía ayudarla a que se fuera. Podrían estar heridos o muertos. Se pasó la mano por el pelo y se quejó. ―Bien, bien, bien. Pero entiende que se lo merecía―. Mierda. Había golpeado a alguien. ―Quebré todas las ventanas de la camioneta de mi ex novio ―. ― ¿Tu hiciste qué?― No podría haber oído correctamente. Eso no sucedía en la vida real. En las canciones country, sí. En la vida real, no hay manera. ―Es un bastardo tramposo. Se lo merecía. Me lastimó, así que lo lastimé. Ahora por favor, créeme, y sácame de aquí ―. Me reí. No pude evitarlo. Esta fue la más divertida maldita cosa que había oído nunca. ― ¿Por qué te estás riendo? ― Negué con la cabeza y me puse de nuevo en la carretera. ―Porque eso no es lo que esperaba oír ―. ― ¿Qué esperabas que te dijera? Estoy llevando un bate ―. A 11 Mire hacia ella. Sonreí. ―Pensé que habías golpeado a alguien con el bate―. Sus ojos se abrieron como platos, y luego se echó a reír. ― ¡No he golpeado a alguien con el bate! Que loco―. Quería señalar que romper ventanas del carro de su ex-novio y luego correr por el bosque en fuga por la noche era una locura. Pero no lo hice. Estaba bastante seguro de que no estaría de acuerdo. ― Aquí, gira a la derecha―. Ella señaló hacia delante. No me molesté en poner en mi luz intermitente, ya que no había nadie que nos rodeará. ― ¿Entonces cual es tú nombre? Me pareces familiar por alguna razón, pero nadie que yo conozca por aquí conduce un Porsche ―. ¿Le digo quién soy? Me gusta la privacidad que Sea Breeze, Alabama me ofrece. Tenía mucho que pensar en el próximo mes, y hacer amigos con los lugareños no estaba en mi agenda. Incluso si ella era jodidamente caliente. ― No soy de por aquí. Sólo de visita ― Expliqué. Esa era la verdad. Me estaba alojando en la casa de playa de mi hermano decidiendo sobre mi próximo movimiento. ―Pero te he visto antes. Sé que lo hice― dijo, inclinando la cabeza y estudiándome. Iba averiguarlo pronto. Mi hermano era Jax Stone. Se había convertido en una estrella de rock adolescente, pero ahora que él tenía veintidós años era un dios del rock. Lucíamos similar. Y a los medios de comunicación les encantaba seguirme cuando no podían llegar a Jax. A 12 A pesar de que amaba a mi hermano, yo odiaba conseguir la atención. Todo el mundo me veía como una extensión de Jax. Nadie, ni siquiera a mis padres, les importaba quién era como persona. Todos querían que yo fuera quien ellos esperaban. ―Este es un Porsche, ¿no es así? Nunca había visto uno en la vida real―. También era uno de los juguetes de mi hermano. Yo no tenía un coche aquí, por lo que termine utilizando uno de los cinco que tenía en su garaje. La casa en Sea Breeze era donde nuestros padres solían hacernos pasar los veranos mientras Jax estaba haciendo malabares con la fama a una edad temprana. Pero Jax ya no era un adolescente y la casa era suya ahora. Había cumplido veintidós el mes pasado. Y yo cumplí veinte el mes antes de eso. ―Sí, es un Porsche― le contesté. ―Gira aquí― Señaló una vez más hacia el camino delante de nosotros. Tomé la izquierda y luego llegué a la tercera casa a la izquierda. ―Aquí es. Gracias a Dios no hay nadie aquí todavía. Me tengo que ir. Tienes que salir de aquí así nadie va a cuestionarte. Muchas gracias―. Abrió la puerta y luego me miró por última vez. ―Soy Jess, por cierto, y esta noche salvaste mi culo― Me guiñó un ojo y cerró la puerta antes de salir corriendo hacia la puerta principal. Su culo en esos jeans negros ajustados definitivamente valía la pena ser salvado. Era el culo más bonito que había visto nunca. Di marcha atrás en el coche y salí a la carretera. Ya era hora de que me dirigiera de nuevo a la isla privada donde estaba la casa de mi hermano. Esta noche no había resultado como lo había planeado, pero había sido muy muy entretenida. A 13 El sonido de algo deslizándose por el asiento y golpeando la puerta me sorprendió, y miró por encima para ver el bate de béisbol. Lo olvidó. Miré de nuevo a su casa y sonreí para mis adentros. Yo estaba seguro de que ella lo recuperaría. No esta noche, pero pronto. 1Aceleración repentina y poco duradera que hace un corredor para conseguir la máxima velocidad posible. A 14 2 traducido por Luz corregido por NicolePops JESS Cerré la puerta de tela metálica detrás de mí antes de pensarlo, luego me volví para bloquearla. Sólo en caso de Hank decidiera tomar justicia por sus propias manos. No es que pensará que fuera tan estúpido. Él sabía que no debía joder con mi mamá. ― ¿Eres tú, Jess?― Mamá llamó desde la cocina. Podría decirle lo que había hecho. Si los policías se presentaban, ella necesitaba tener su cara de juego puesta. ―Sí, soy yo, y podríamos tener algunos problemas― le contesté, caminando a través de la pequeña sala de estar y hacia a la cocina. La casa de cinco habitaciones en la que había crecido era de bloques de hormigón y no era nada especial, pero el alquiler era accesible. Ningún hombre tuvo que ayudarnos a conseguir las facturas pagadas. Mamá siempre se había ocupado de las cosas. ― ¿Qué demonios has hecho ahora?― preguntó mama cuando entré en la cocina. Estaba de pie en la cafetera con un cigarrillo entre sus labios rojos. Su bata favorita de satén rosa chillon era todo lo que tenía puesto. Debia haber estado preparándosepara el trabajo y decidió parar y tomar un poco de café. A 15 Saqué una de nuestras sillas de la cocina cubierta de vinilo y me senté. ― Golpeé la mierda fuera de la camioneta de Hank―. Mamá se sacó el cigarrillo de los labios. ― ¿Tu hiciste qué?― Preguntó. ― Él estaba en Live Bay con esa puta con la que ha estado jugando. Me mintió de nuevo. Ya he terminado con él, y quería hacerle daño―. Mamá se deshizo de sus cenizas en el fregadero y, sacudiendo la cabeza, cogió una taza de café. Su largo cabello rubio era todavía hermoso, pero la cara que había sido sorprendente y hermosa ahora muestra las líneas duras de la vida. Yo estaba segura de que su tabaquismo no ayudó a las cosas tampoco. ― Mierda, chica. Tengo que ir a trabajar en una hora. ¿Qué pasa si los policías aparecen?―. No había pensado en eso. Sin coartada. Me encogí de hombros. ― Si ellos vienen, tal vez vengan antes de que te vayas―. Mamá tomó su café negro y se acercó para sentarse frente a mí. ― ¿Al menos lo hiciste bien? Si tenemos que hacer frente a la policía, entonces es mejor que hayas hecho que valga la pena. No estoy de humor para esas mierdas aburridas esta noche―. Sonreí, pensando en lo bien que se había sentido al ver las ventanas de su bonita camioneta rotas. ― Sí, creo que lo hice bien―. Mamá asintió y se puso el cigarrillo en la boca, luego tomó un sorbo de su café. ―Es un estúpido, lamentable hijo de puta del que necesitas mantenerte alejada. Tú tienes una vida por delante, y que me aspen si al final resultas como yo. Hank ya jodio a una chica con la que no se va a casar. Claro que no quiero que seas su próxima víctima. Esta vida no es fácil, y lo sabes. Tienes la apariencia para comprarte una vida fuera de A 16 esto. Tengo la intención de que lo hagas ― dijo mamá, recostándose en su silla y cruzando sus largas piernas. Esta fue una conversación que habíamos estado teniendo desde que tenía la edad suficiente para entender las cosas. Que fue desde que tenía nueve años. Cuando tu mamá es una stripper en la ciudad, tienes que aprender cosas mucho antes de lo que los otros niños. No hay tiempo para la inocencia. ― Ya he terminado con Hank para siempre esta vez. Te lo prometo―, le aseguré. Mamá no se parecía haberme creido. No podía culparla. Esta cosa con Hank había estado sucediendo durante años. Realmente necesitaba dejarlo ir. Era un billete de ida a la vida que había visto a mi madre vivir. Por mucho que yo la respetaba por no apoyarse en un hombre para cuidar de nosotras, no quería esa vida. Sabía lo mucho que la odiaba. ― Mi coche de escape era un Porsche―, le dije con una sonrisa. Todavía no podía superar ese coche… y el chico en el mismo. Camino fuera de mi alcance. Era tan adinerado que apestaba a ello. También me miró como si yo fuera un extraño pájaro con el que no sabía qué hacer. Probablemente había asustado al hombre hasta la muerte. Él no era de aquí. Él sólo estaba de visita y había vuelto a la mansión de la que provenía. ― No se ven muchos Porsches por aquí― Mamá respondió con una mirada escéptica en su rostro. ― No era un local. Me imagino que está de vacaciones en la isla. Parecía uno de esos―. A 17 Mamá asintió. Ella sabía todo acerca de ese tipo. Me había advertido de dos clases de niños toda mi vida: los que, como Hank, que eran "nada más que lastimosa mierda", y luego chicos de la isla, que mamá dijo eran "sólo sexo y luego se iban". ― No te preocupes por él, sin embargo. Estoy bastante segura de que él piensa que soy una loca ―, le aseguré. Mamá levantó las cejas y se inclinó sobre la mesa para mirarme. ― ¿De verdad crees eso? No me creo que seas tan condenadamente ingenua. Es un hombre, bebé. Eso es todo lo que importa. Una mirada a ti, y volverá. Sólo ten cuidado ―. Había intentado atrapar a más de un adinerado local en Sea Breeze, pero nunca había sucedido. Marcus Hardy había estado en la mira desde que era una niña. Él era amigo de mi primo Rock, pero era diferente a nosotros. Vivía en una casa bastante grande en la playa. Pero nunca me vio como algo más que un momento de diversión. Cuando él puso sus ojos en Willow, nadie más tuvo una oportunidad. Ahora él estaba casado y tenía un niño y estaba completamente fuera de los límites. ― Debería haberte empujado a ir a la universidad. Podrías haber conocido a alguien allí y salido de este lugar―. Ella lo dijo como si Sea Breeze fuera un mal lugar. No lo veo de la misma manera que ella. Me encanta la ciudad costera en la que había crecido. ― No quiero irme―, le recordé. Había elegido ir a la universidad de la comunidad local. No quiero alejarme de esta ciudad o de mi mamá. Habíamos sido un equipo toda mi vida. Mamá suspiró y empujó su silla hacia atrás y se levantó. ― Lo sé, dulzura. Dejé que te quedarás porque me gusta tenerte aquí. Todavía no lo hace correcto. Encontrar a un hombre para conseguirte fuera de esta vida va a ser duro, y que me aspen si caes en la vida que he vivido―. A 18 Empezaba a discutir cuando alguien golpeó la puerta. Mamá miró hacia la puerta principal, ahuecó su pelo, y apretó el escote de su bata de seda lo suficientemente bajo como para mostrar su impresionante escote. ―Ve y entra en la ducha. Tengo esto, niña. No te preocupes por nada― dijo ella, deslizándose en un par de tacones rojos que sólo hizo aún más largas sus piernas. Sonreí, corrí al baño y encendí la ducha, pero mantuve mi oreja a la puerta. ― Bueno, hola, Oficial Ben. Sabes que no soy el tipo de chica que trabaja a domicilio―, dijo en voz baja y sensual que la había oído usar un millón de veces. ― Buenas noches, Starla. Odio molestarte antes de que tú, eh… ― Se aclaró la garganta y yo rodé mis ojos. Yo ya sabía que el buen viejo Oficial Ben era un habitual en Jugs, el club de striptease en las afueras de Sea Breeze. ―… vayas al trabajo. Pero creo que tengo una llamada acerca de Jess, y tengo que comprobar eso. ¿Está aquí? ― ― No estoy segura de quien te llamó, Ben― dijo mamá, dejando su nombre enrollarse en su boca, como si estuviera a punto de desnudarse sólo para él ―pero mi niña ha estado aquí conmigo toda la noche. Ella está tomando una ducha ahora después de ayudarme a limpiar hoy. Puedes incluso comprobar el capó de su carro- esta frío. No ha conducido en todo el día―. Mamá hizo una pausa, y oí sus tacones haciendo click sobre el piso de madera mientras daba un paso hacia él. ― Y por mucho que me gusta la idea de verte caminando en mi ducha, yo no siento lo mismo, por verte interrumpir la ducha de mi niña―, dijo en un tono sugerente. Mi mamá era buena en esto. ― Eh, eh, sí, puedo, uh, entender eso. Siento haberte molestado, Starla. Sólo tenía que comprobarlo. Sólo hubo una persona que la vio, y voy a asegurarme de revisar la camioneta antes de irme, para hacerles A 19 saber que su defensa es segura―. Él tartamudeó todo, y yo me tape la boca para no reírme. Probablemente tenía una muy buena vista de las tetas de mamá en este momento. Ella las usaba para salirse con la suya con el sexo opuesto, y siempre funcionó. Él necesitaba verme para que pudiera comprobar que estaba en casa. Tiré mi camisa, agarré una toalla, y la envolví a mí alrededor antes de abrir una grieta de la puerta del baño. Los ojos de Ben se movieron de su mirada lujuriosa de mi mamá hacia mí cuando saqué la cabeza. ― ¿Todo bien por ahí, mamá? Oí voces― grité, sonando tan inocente como pude. ― Sí, niña. Está todo bien. El Oficial Ben solo esta de visita―, me respondió con una sonrisa mientras se volvía para mirarme. Cerré la puerta del baño justo cuando el Oficial Ben pidió disculpas por molestar a mamá otra vez. ― Está bien, oficial. No haces más que tu trabajo y asi mantener nuestra pequeña ciudad segura. Duermo mejor por la noche sabiendo que tenemos valienteshombres dedicados como tú para cuidar de nosotros. Martha seguro que es una mujer afortunada de tener a un hombre tan trabajador como tú volviendo a casa con ella en la noche―. Tuve que poner los ojos. El hecho de que los hombres creían en estas cosas nunca dejó de sorprenderme. Ben tenía una panza de cerveza y una cabeza calva. Nada en él era valiente, y yo sabía cuánto de su dinero duramente ganado pasó a Jugs en varias noches a la semana, al ver a mi mamá y las otras mujeres allí bailando en nada más que diminutas tangas, no creía que Martha tenía suerte en absoluto. Tampoco lo hacía mi mamá. A 20 ― Sí, bueno…― Hizo una pausa, tragando con tanta fuerza que podía oírlo desde aquí. ― Me alegro de que te ayude a estar tranquila. Hago lo que puedo. ¿Tú, uh, vas a estar en el trabajo esta noche? ― ― Me estoy poniendo toda guapa ahora. ¿Vienes a verme? Espero que lo hagas. Podría tener un baile especial de vuelta sólo para ti― Mamá respondió. Eso hizo que me dieran ganas de vomitar. La idea de que ella podía hacer eso sin vomitar en sus caras me dejó alucinada. Ella dijo que había aprendido hace mucho tiempo para apagar ese interruptor en su cabeza y recordar que mientras mejor actuaba, más dinero ella haría. ― Voy a estar ahí―, dijo el Oficial Ben. ― Me he perdido la semana pasada debido a un incidente en la comisaría. He estado pensando en eso toda la semana―. ― Me alegra saber que estaba en esa cabeza tuya― dijo ella dulcemente. ― Siempre estás―, respondió Ben, y se aclaró la garganta cuando se dio cuenta de que estaba coqueteando abiertamente con mi casi desnuda madre en la puerta delantera. ― Tengo que irme ahora y hacerles saber que Jess no está involucrada―. ―Hazlo, te veré más tarde ―, dijo mamá, y sus tacones hicieron clic mientras se apartó de la puerta. ―Hasta más tarde ― Ben dijo, y la puerta se cerró. Oí el clic haciendo enganche en su lugar, y yo apagué la ducha y abrí la puerta. Todas las puertas de esta casa daban a la sala de estar. ― Gracias― dije simplemente. A 21 Mamá se encogió de hombros y agitó la mano. ― Sólo fue un alegre Ben. Es fácil de trabajar. Si hubiera sido David o Rooster, hubiera tenido que mostrar mucho más que escote y pierna para sacarlos de tu rastro―. Asentí con la cabeza, y la culpa de forzar mi mamá a coquetear con un policía casado para sacarme del apuro se asentó en mi estómago. ― Lo siento―, le dije. Mamá se detuvo antes de entrar en su habitación. ― No lo hagas. Alguien tenía que golpear la mierda de esa camioneta. Me alegro de que lo hicieras ― Entonces ella cerró la puerta de su dormitorio. Me quedé allí, y una sonrisa tiró de mis labios. No había tenido muchos novios en mi vida porque nadie me entendia o queria acercarse a mí. Pero mi mamá, ella realmente era mi mejor amiga. *** JASON Dos días más tarde, todavía estaba pensando en la rubia dándole una paliza a una camioneta. Ella era otra cosa. Difícil de olvidar. Tenía su bate de béisbol de pie en un rincón de mi habitación, y estaba tratando de decidir qué hacer con él. Pensé en este momento que no necesitaba la evidencia sobre ella. Riéndome, sacudí la cabeza. Estaba ayudando a una chica a salir del vandalismo. Eso no es lo que yo hacia. Pero me hizo sonreír. Supongo que necesitaba un poco de acción en mi vida. Tenía la intención de darle un par de días más, y después, ir a ver si podía atraparla en casa. A 22 Necesitaba regresarle su bate, y quería volver a verla. Era una buena excusa. Bajé las escaleras de la casa de verano de mi hermano justo cuando la puerta principal se abrió y Jax y su novia, Sadie, entraron. Sabía que vendrían para el fin de semana, y había estado esperándolos. Jax me miró y sonrió. ― Está a reventar tu fiesta―. ― Tú me conoces, es salvaje. Espero que puedan manejar la situación―, le contesté. Jax sacudió la cabeza y se echó a reír. ―Sí, es tan triste que me gustaría que hubiera algo de verdad en eso―. Sadie pellizcó el brazo de Jax juguetonamente antes de caminar a darme un abrazo. ―Ignóralo. Creo que eres perfecto tal como eres. No hay necesidad de fiestas salvajes ―. La novia de mi hermano era hermosa, en el tipo que te hace girar la cabeza en el camino. Tenía el tipo de cuerpo y cara que se veía plasmada en portadas de revistas. Pero Sadie era de una pequeña ciudad de Sea Breeze y no quería tener nada que ver con el punto de mira. Le encantaba Jax y había aprendido a superar las personas que salpican su cara por todas partes en los medios de comunicación, pero antes de Jax no le gustaba llamar la atención sobre sí . Lo cual era imposible de evitar. La chica llamó la atención de todo el mundo cuando se fue. ―Gracias, Sadie. Sabes que puedes dejar la vida de estrella de rock en cualquier momento que desees y venir a vivir la simple y ordinaria conmigo―, le dije, y guiñe un ojo a Jax, que ahora estaba con el ceño fruncido. ―Manos fuera, hermano―, dijo, cogiendo el brazo de Sadie. ―No es divertido―. A 23 Eso nunca dejó de divertirme. Jax nunca había tenido inseguridades. Incluso antes de que se hiciera famoso, él era el chico más seguro que conocía. Pero que un hombre mire a Sadie, basta para ponerse todo territorial. Se quiebra. ―Basta, Jax. Estás haciendo el tonto ―, dijo Sadie, frunciendo el ceño ante él, haciendolo lucir de inmediato lamentable. Eso fue aún más divertido. ― No te enojes ―, él dijo. Sadie me miró. ― ¿Estás preparado para un poco de compañía? Pensé que tendríamos una pequeña reunión esta noche. Quiero ver a todos, ya que estamos aquí sólo dos días, sería más fácil si tuviéramos a la banda aquí―.Ella sonrió hacia mí. Infierno, Sadie no era mía, pero era difícil decirle que no. Estaba bastante seguro de que si ella le sonreía a alguien, haría lo que fuera que estaba pidiendo. ―Claro―, le contesté. Jax puso los ojos en mí, como si no fuera un completo tonto cuando se trataba de ella. ¿Qué esperaba? era un hombre. ―Iré a asegurarme de que el personal de la cocina se prepare para los huéspedes adicionales― Jax dijo a Sadie mientras le dio un beso en la mejilla y se dirigió hacia la cocina. ―Ya llamé y hablé con la señora María. Ella está preparada ―, Sadie dijo. La Sra. María hacía funcionar el personal y la cocina aquí. Una vez, Sadie había trabajado para la señora María, por lo que ella la conocía bien. Así fue como Jax había conocido Sadie. Ella le sirvió la cena una noche, y estoy bastante seguro de que cayó hundido. A pesar de que luchó con fuerza. A 24 Jax se detuvo y se dio la vuelta para darle la sonrisa que revistas de todo el mundo etiquetaba como letalmente sexy. ―Entonces, ¿por qué no me ayudas a ir a mi habitación para desempacar? ―. Vi las mejillas de Sadie volverse rojas, y ella apretó los labios para no sonreír. ―Está bien, si necesitas ayuda. ― Jax se volvió hacia ella. ―Un montón de ayuda. No tienes idea de la cantidad de ayuda que necesito―. ―O ustedes dos van a su habitación, o voy a tirar agua con hielo en los dos―, les dije. Sadie agachó la cabeza, y Jax simplemente me sonrió. ―Hasta luego―, dijo mientras sostenía la mano de Sadie y la llevó por las escaleras. Decidí ir a la playa y salir de esta casa por un tiempo era la mejor idea. No estoy seguro de cuánto "desempaquetar" esos dos tenían planeado hacer. * * * Cinco horas más tarde, las voces eran cada vez más fuertes en la planta baja mientras estaba en mi habitación, con vistas al patio delantero. Sabía que tenía que ir abajo. Jax me quería allí. Pero ellos no eran mis amigos. No es que no me gustaran ellos-lo hacían. Pero no los conocía muy bien . Luego estaba la cuestión de Preston Drake. El tipo no era un fan mío. Yo había intentado con todas mis fuerzas conseguir la atención de Amanda Hardy, sólo para perderla con Preston al final. Es difícilcompetir con los chicos malos con el pelo rubio surfista. No A 25 era como si estuviera enamorado de Amanda. El amor no era algo que estaba buscando. Nunca. Ella era bonita y dulce. Eso me gustó . Era fácil con ella. Un golpe en mi puerta me sacó de mis pensamientos, y me volví para ver a mi hermano allí de pie con las manos en los bolsillos delanteros de sus vaqueros. ― ¿Estás pensando en esconderte aquí toda la noche?―. Lo había considerado. No estaba muy bien con la gente que no conocía. Estaba en la parte más tranquila. Jax era la personalidad en la familia. ―Yo iba a bajar en un minuto―. Jax levantó una ceja. ―Parece como si prefirieras estar en otro sitio―. Me encogí de hombros. ―No estoy loco por salir con gente que no lo conozco muy bien. Pero voy a hacerlo por Sadie―. Jax entró en la habitación. ―Si estás preocupado acerca de Preston, no lo estés. Él es realmente un hombre fácil de tratar―. Me reí. No había visto el lado que Preston tenía. ―Confía en mí, no es muy tolerante cuando se trata de Amanda―. ―Tal vez no. Pero él la tiene. Han estado juntos el tiempo suficiente, ahora él se siente seguro. Estabas saliendo con la mujer de la que estaba enamorado. Puedo entender su momento de locura―. Jax lo hacía. Él se había ocupado de la misma cosa con Marcus Hardy. Eran amigos ahora. Debido a que Marcus estaba casado y tenía un niño, ya no representaba una amenaza para Jax. Amanda y Marcus son hermanos, y Marcus trabajó en la casa el mismo verano que Sadie. ―Ya voy― le dije. ―Lo juro. Además, tengo hambre―. A 26 ―Bueno, porque sospecho que Sadie vendrá hasta aquí en los próximos cinco minutos si no llevas tu culo ahí . Está preocupada por ti sintiéndote excluido―. Me recordé que yo estaba haciendo esto por Sadie. ―Vamos―, le dije. Seguí a Jax a las escaleras y observé la multitud en el vestíbulo cuando Sadie abrió de nuevo la puerta para dejar entrar a más de sus amigos. Cuando yo había estado con Amanda en la boda de Marcus y Willow, había conocido a varios de ellos. Todos parecían muy agradables, pero Preston era uno de los suyos. No estaba seguro de lo bien que me iban a aceptar. Salí de Sea Breeze en buenas relaciones con todo el mundo después de la boda. Era fácil ver a quién Amanda quería. Yo ni siquiera traté de conquistarla. El corazón de la chica era, obviamente, propiedad de Preston. Marcus Hardy entró, sosteniendo a un bebé en una manta de color rojo y blanco, que parecía tener un elefante en él. Sadie gritó de alegría y abrazó a la esposa de Marcus, Willow, y luego extendió la mano para tomar el bebé de Marcus. Hace dos años esta escena no era algo que ninguno de ellos hubiera imaginado. Marcus se había decidido a llamar la atención de Sadie, pero no pudo competir con Jax. Pero entonces, nadie podía competir con mi hermano. Nunca me atrevería. ―Yo lo tengo después de Sadie―, la voz de Amanda llamó justo cuando la vi entrar en la habitación. ―Tú lo tienes todo el tiempo― Sadie le dijo, sonriéndole al bebé. ―Ama a su tía Manda―, Amanda arrulló sobre el bebé. No había visto a Amanda después de la boda de Marcus y Willow. Su largo pelo A 27 rubio colgaba suelto por la espalda, y ella llevaba una falda que dejaba ver sus piernas bronceadas. Preston se acercó por detrás y le puso una mano posesivamente en la cadera, y me congele. Esto podría ser una mala idea. ―Te juro que está sobre ella― Jax susurró a mi lado. Asentí con la cabeza y empecé a bajar las escaleras hacia el grupo. No era que tubiera miedo de Preston simplemente no quiero pasar mi noche sintiéndome como el invitado no deseado. estaba bien con no presentarme a esta cosa. ―Cage y Eva están llegando. Todavía se están acostumbrando a la vida con un bebé― Willow dijo a Sadie. ―No puedo esperar a ver a Bliss― dijo Sadie con un suspiro feliz. ¿Otro bebé? Maldita sea, este grupo se multiplica como conejos. ―Ella es hermosa―, dijo Willow. ―No estoy bromeando. Es algo asi como, hey paren su camino. Sus pequeñas mejillas son tan gorditas, y sus ojos son como los de Cage. Eva no puede llevarla a cualquier lugar sin ser detenida por un millón de personas diciendo ooh y aah sobre ella―. Ella sonrió feliz. Llegamos al último escalón, y Sadie se dio cuenta. Ella sonrió brillantemente. No hice el contacto visual con Amanda o incluso mire en la dirección de Preston. En cambio me acerqué a estrechar la mano de Marcus y felicitarlo por el chico. ―Me alegro de verte―, dijo Marcus, sonriéndome. ―Igualmente. Parece que has añadido a otro miembro en la familia―, le contesté. ―Felicidades―. A 28 ―Gracias. Me mantiene despierto en la noche, pero estoy bien con eso. Es un buen momento para hablar de fútbol. Enseñarle temprano―. Me reí y me volví a Sadie, que sostenía al pequeño para mí. ―Jason, conoce a Eli Hardy―, dijo en una voz suave reservado para los bebés. ―Encantado de conocerte, Eli―, le contesté. El chico sonrió y metió la mano en su boca. La pequeña pelusa de pelo en su cabeza era tan roja como la de su madre, pero el chico me recordaba a Marcus. Tal vez eran los ojos. ―Estoy hambriento. ¿Nos vamos a quedar de pie y mirar a los bebés durante toda la noche, o hay comida aquí? ―, Una nueva voz dijo, alejo mi atención del bebé. Lo reconocí, pero no podía recordar su nombre. Tenía sus rastas recogidas en una cola de caballo. Tatuajes decoraban la mayoría de sus brazos, e incluso tenía uno que venía de su cuello. No lo mire el tiempo suficiente para averiguar de quién se trataba. Su labio fue traspasado, y cuando hablaba se podía ver el metal en la boca. ―Tenemos un montón de comida, Dewayne―, Sadie respondió, sonriéndole como si él no fuera un tipo de culo aterrador. ―Bueno―, dijo, caminando y deteniéndose para besar la cabeza de Eli, no era lo que yo esperaba que hiciera. ―Maldita sea, ese chico es lindo. Pero entonces, él se parece a su mamá―. Marcus simplemente se río entre dientes. Dewayne me miró y se detuvo. Su mirada se desvió de mí a donde sabía que Amanda y Preston estaban detrás . Una lenta sonrisa se extendió por su cara. ―Claro que sí. Esto debería ser una tonelada de mierda de diversión. Preston, ¿vas actuar bien con Jason? ― A 29 Los ojos de Sadie se agrandaron, y todos se quedaron en silencio. Decidí que ahora era un buen momento para la vuelta y dirigirme a ellos y terminar con esto. Amanda estaba mirando a Dewayne como si estuviera a punto de hacer un movimiento hacia él, pero Preston tenía una sonrisa divertida en su rostro. ―Yo siempre actuó bien―, dijo Preston con un acento perezoso que quedo bien con su aspecto chico surfista. ―No tengo problema con Jason. Al menos ya no―. Dejó caer su brazo alrededor de la cintura de Amanda, dio un paso adelante, y tendió la mano hacia mí. ―Sin resentimientos―, dijo. El chico era difícil que no me gustara. Le estreché la mano. ―De ninguna manera―, le contesté. ―Está bien― dijo, dando un paso atrás para poner su mano sobre Amanda. ― ¿Ves, imbécil? Todos estamos bien―, le dijo Preston a Dewayne. Dewayne simplemente se rió y negó con la cabeza. ― Claro que lo están―. ― Está bien, Dewayne, no vayas provocando a todo el mundo. Estamos en la casa de los Stone―, dijo Marcus, tratando de sonar diplomático. Dewayne se encogió de hombros y miró a Marcus. ― Sólo tenia un poco de diversión―. La entrada se llenó de nuevo, esta vez con la enorme pared de ladrillo que era Rock. Una niña con una cabeza llena de rizos corrió alrededor de sus piernas, gritando el nombre de Preston. Me volví para ver a Preston agachándose y agarrarla justo cuando ella se arrojó en sus brazos. Rock y su esposa, Trisha, habían adoptado a la pequeña hermana A 30 y a los hermanos de Preston cuando su madre falleció, por lo que este grupo de amigos se unió con más fuerza. ― Te extrañé―,dijo la niña, la plantación de un chasquido sonoro beso en la mejilla de Preston. ― Te extrañé, también―, respondió. ― Lo siento llegamos tarde―, dijo Rock. ― Trisha estába trayendo a los niños después de la práctica de fútbol. Tuve que ir a buscar a Daysi. Jess la cuida en la casa mientras estábamos en la práctica de los chicos. Mi cabeza se giró en el nombre de Jess. El nombre de la chica que había rescatado de la otra noche. ― ¿Estás dejando a Jess cuidar a Daisy?― Preguntó Willow, sonando sorprendida. Rock la miró y frunció el ceño. ―Ella es mi prima. Sé que no eres una fan de Jess, pero ella es buena con Daysi―. ― Ella realmente no es tan mala, Low― Amanda elevó la voz. ―Yo sé que tienes una mala experiencia con ella, pero Jess es leal a una falla y ella ama a los niños―. Eso me puso aún más curioso. Si esta era la misma Jess que golpeó el infierno fuera de la camioneta de su novio, entonces podía entender la preocupación de Low. Ella no parece del tipo niñera. ― Ella parece tan frívola―, dijo Willow, frunciendo el ceño. Dewayne volvió a entrar en la habitación con un puñado de papas fritas. ― Que estes preocupada porque Jess había puesto su culo sexy en Marcus. No quiere decir que ella es una chica mala. Sólo un poco equivocada a veces―. Amanda lanzó una mirada molesta a Dewayne. ― No hagas eso. Es noticia vieja―. A 31 ― No lo hagas, amigo―. La voz de Marcus sonaba suplicante. ― Jess hace algunas cosas que no están bien pensadas, y ella es impulsiva, pero aun así es buena con Daisy―, dijo Rock a la defensiva. ― Golpeó la camioneta de Hank la otra noche―, señaló Marcus. Este grupo acababa de ganar mi atención completa y total. No pude evitar una sonrisa. Tuve que frotar mi mano sobre mi boca para que nadie se diera cuenta. Estaban hablando de la rubia caliente que había ayudado a escapar. ― ¿Ella hizo que? ― Sadie preguntó horrorizada y conmocionada. Willow suspiró y sacudió la cabeza. ― Su novio la estaba engañando, y ella tomó un bate o algo y le hizo añicos las ventanas de su camión y al parecer hizo algunas abolladuras en un lado antes de que ella se echará a correr―. Preston dejó escapar una risa divertida. ― Lo siento. Pero es divertido como el infierno. Cada vez que lo escucho, no puedo dejar de reír―. Rock negó con la cabeza. ― Chica loca. Hank se lo merecía, pero todavía no puedo creer que ella lo hizo. Aunque, está alegando que ella no lo hizo, y la única prueba es Hank diciendo que la vio correr y la persiguió. El dice que ella saltó en un Porsche y se fue. Esta justificación es una mentira. No hay nadie en la ciudad con un Porsche. Luego, cuando los policías llegaron a su casa, su mamá dijo que Jess había estado con ella todo el día y estaba en la ducha. El policía dijo que el capó de su camioneta estaba fresco, así que no podía discutir con Starla―. Sentí los ojos de Jax en mí, pero no me di la vuelta. Casi podía oír sus pensamientos. Sabía quién era dueño de un Porsche en Sea Breeze-él lo tenía. A 32 ― Conociendo a Hank, estaba borracho o drogado. Pero seguro que suena como algo que Jess haría. Nadie más tenía un motivo. Y todos sabemos que Starla probablemente entretiene a más de uno de los policías en Sea Breeze en Jugs―, dijo Preston, todavía divertido y sonriente. ¿Jugs? ¿Qué hay en Jugs? No le pregunté. En cambio me quedé tranquilo. Por suerte, Jax nunca mencionó el Porsche que dejó aparcado en el garaje aquí. A 33 3 traducido por Luz corregido por Ingrid Manning JESS Yo había permanecido encerrada por una semana. Estaba cansada de estar en casa. Mantener la pequeña niña de Rock, Daisy May, a principios de esta semana había sido una distracción divertida, pero necesitaba un poco de acción. Pensando en Hank y toda la pérdida de tiempo simplemente me volvía loca. Era casi como si me estuvieran pidiendo terminar como mi mamá. No es que no amará a mi mamá, sólo sabía que su vida era dura. Además, por mucho que me gustaba vestirme para llamar la atención de un chico, no quiero volver a pensar que tenía que desnudarme a los hombres a fin de mes. Mi mamá parecía tomarlo con calma. Yo simplemente no creo que jamás podría. Me gustaba mi cuerpo muy bien. Sólo prefiero elegir con quién me quito la ropa. Calvos y gordos policías no van a conseguir pagar para verme desnuda. Que Dios me ayude. Deslicé mis pies en mis botas vaqueras rojas y tiré mi corta falda de cuero negro hacia abajo hasta que cubrió mis nalgas. Al parecer, el cuero A 34 estaba de temporada. Me encanta el cuero, por lo que me siento feliz. Cogí una de mis camisetas de Jackdown. Iba a ir a escuchar a Krit y su banda esta noche en Live Bay. Krit amaba cuando yo llevaba una de las camisas de la banda. Krit también había amado cuando me la quité para él. Pero esos días habían terminado. Su hermana, Trisha, se casó con mi primo. Éramos familia ahora, aunque él prefiere decir que no cuenta. Además, Krit no iba a ser el hombre para salvarme de la vida de mi mamá. Él era como yo: nacido en una situación de clase baja y tratando de encontrar una salida. También disfrutamos de problemas sólo un poco demasiado. Los dos juntos habíamos demostrado ser peligrosos. Mamá ya se había ido a trabajar esta noche, así que fui a su habitación para rociar un poco de su Chanel en mi escote. Ella lo usa con moderación, y se suponía que yo no debía tocarlo. Cuando estaba segura de que estaba lista, agarré mis llaves del carro y abrí la puerta principal. En mi camino de entrada había una Hummer negra completamente podrido de dinero con las ventanas tintadas oscuras. ¿Quién demonios era ? Ese no era la típica Hummer. Era del tipo que era-un pedido especial. Cerré la puerta detrás de mí y caminé por las escaleras de dos bloques de cemento La puerta del conductor se abrió y salió el Sr. Porsche. En su mano estaba un bate de béisbol. El bate de béisbol de Rock. Oh, maldita sea, me había olvidado de él. Sonriendo de alivio porque Rock me hubiera matado si yo lo hubiera perdido, me acerqué a su encuentro a mitad de camino. ―Se te olvidó algo―, dijo a modo de saludo. A 35 ―Gracias―, le respondí, tomándolo y lo pegué a mis espaldas por si alguien pasaba y me cogía con el bate de béisbol. Eso era lo último que necesitaba después de esta semana. ― ¿Puedo confiar en ti con él? ¿O debería estar disponible para cualquier plan de escape? ― El Sr. Porsche tenía un hoyuelo en la mejilla derecha. No me había dado cuenta antes. ―Creo que voy a guardar mi bate. Es exceso de problemas―, le dije. ―Es bueno saberlo. Hay historias de la paliza que le diste al camión por toda la ciudad esta semana― dijo con una mirada divertida. ― se habla de que tu vehículo de escape era un Porsche, y nadie le cree a Hank porque están diciendo que nadie tiene un Porsche por aquí, decidí que sería mejor conducir algo más si iba a venir ―. ¿Cómo sabía eso? Sea Breeze era una ciudad pequeña, pero no era tan pequeño. Los locales no compartían ese tipo de cosas con la gente de verano. Tenía que conocer a alguien aquí. ― ¿Quién eres ? ―, Le pregunte. ―Mi nombre es Jason―, contestó. Jason. Yo no conozco a ningún Jason. Aparte de Jason Condoy, que tuvo una sobredosis el año pasado. Incliné mi cabeza y lo estudié un minuto. ―Por lo tanto, Jason, ¿quién te conoce en Sea Breeze? Hubiera jurado que tenías propiedad fuera de la isla. El Porsche y todo lo que diste de distancia ―. Su sonrisa creció y su hoyuelo fue más profundo. Me gustó mucho su hoyuelo. ―Es mi secreto―, dijo simplemente. Miré hacia abajo a su ropa de diseñador y recordé que tipos como él estaban tan fuera de mi alcance. Yo estaba buscando un chico local A 36 con cierto potencial. Eso era tan bueno como lo que iba a conseguir. Este chico parecía que encajaría a laperfección en Beverly Hills. ―Sí, bueno, gracias por esto y por la otra noche. Te lo agradezco―, le dije, decidiendo que la prolongación de esta conversación era inútil. ― ¿Te diriges a alguna parte? ―, Preguntó. ―Sí, voy a salir. Un amigo mío está en una banda―, le expliqué. Jason no hizo un movimiento para irse. ¿Qué estaba haciendo? ― Están tocando en un bar― continué. ― ¿conoces a alguien allí? ― Um… ¿Qué? ¿Estaba realmente a punto de pedir ir también? No. Tenía que estar leyendo esto mal. ― Uh, mis amigos estarán allí, estoy segura―. ― ¿Pero ningún chico? ¿O es el amigo de la banda el chico? ― Me estaba preguntando si tenía una cita. Guau. Por primera vez en mi vida me sentí como pérdida para las palabras. Me quedé allí, torpemente mirándolo. ― Está bien. De Verdad. No estés tan asustada. Nos vemos alrededor― dijo, luego se volvió y se echó a andar hacia su Hummer. Él se iba. Tenía que decir algo. ― No espera. Yo no estoy… No hay un chico. Yo sólo voy a escuchar a la banda y ver a unos amigos. Si quieres venir…― Mi voz se apagó, seguía teniendo dificultades para creer que él quería ser visto conmigo. Se detuvo y me miró. ― ¿Estás segura? ― A 37 ¡Sí! Me las arreglé para asentir con la cabeza y no actuar como un idiota. Su sonrisa estaba de vuelta. ― Voy a conducir―. Estabilizando mi respiracion, caminé hacia él y se dio cuenta de que todavía tenía el bate de béisbol en la mano. "Oh." Me detuve y me paré. ― Tengo que poner esto lejos―. ―Puedes ponerlo en el Hummer hasta que regresemos― dijo, acercándose a abrir la puerta para mí. Esta era la primera vez. Nadie había abierto una puerta del coche para mí. Nunca. ― Gracias― le dije, mirando hacia él y decidiendo que podría acostumbrarme a esto. ― ¿Por qué? ― Preguntó con una mirada confusa en su rostro. ― Por abrir mi puerta― le contesté. Sus ojos se abrieron y él me miró un segundo, luego se inclinó hacia delante. ―Jess, si los chicos no abren la puerta para ti, entonces no vale la pena su tiempo. No hay necesidad de darme las gracias―. Entonces se echó hacia atrás y me tendió la mano para ayudarme a subirme en el Hummer. Estaba bastante segura de haber entendido la palabra "desmayarse" por fin. Puse mi mano en la suya, y la cerró más grande alrededor de la mía y me ayudó a levantarme. Era más alto que mi camioneta, pero mis piernas eran tan largas como las de mi mamá. Aun así, me gustó que me ayudara. Cuando me senté, me di cuenta de sus ojos en mis piernas antes de que él levantara la mirada para encontrarse con la mía. ―Lo siento― dijo A 38 con un ligero rubor en su rostro. Luego cerró la puerta y tuve un momento para serenarme. ¿Había visto alguna vez a un chico ruborizarse? Aparte de mi profesor de historia de secundaria con el que yo había tenido un flechazo y me había asegurado que lo supiera. Me sentí muy mal vestida. Mi pequeño vestuario atractivo parecía ahora… del tipo barato. Jason abrió la puerta del conductor y subió. Sus bíceps flexionados capturaron mi atención completa. Me preguntaba como lucían sus abdominales. ― ¿A dónde vamos? ― Me preguntó mientras encendía del motor. ―Se llama Live Bay―, le dije. ― ¿Has oído hablar de él? ― Jason sonrió. ―Claro―. JASON Esta fue probablemente una mala idea. Yo no estaba dispuesto a decirle a Jess quién era yo. De las historias que había oído hablar de Jess, yo sabía que era una pleitista. Tenía la intención de devolver el bate e irme. Aunque las cosas que el grupo había dicho sobre ella eran divertidas como el infierno, me dio la impresión de que una vez que ella supiera que mi hermano era Jax Stone, eso sería lo único que le importaría. Estaría en su radar, pero por todas las razones equivocadas. Y yo estaba aquí sólo por un mes para conseguir un poco de tiempo a solas antes de que la escuela empezara. Al verla salir de la casa en esa pequeña falda que apenas cubría su culo y su apretada camiseta me habían hecho olvidar exactamente por qué no había estado planeando seguir para llegar a conocerla mejor. Todas esas piernas me habían hecho débil. Rock había actuado tan A 39 protector con ella cuando todo el mundo estaba hablando de Jess, y yo podía ver la preocupación en sus ojos cuando explicó sus acciones. Él sabía que ninguno de ellos se había dado la oportunidad de conocer a Jess. Quería conocer a Jess. Debido a que a la sexy a medio vestir, le gustaba usar su cuerpo para que los hombres la alabaran de rodillas, era muy muy caliente Necesitaba más, sin embargo. Estaba curioso. Eso era todo. ― ¿has ido a Live Bay antes? ―, Preguntó. Miré a ella. ― Sí, una vez― admití. ― Sorprendente. Normalmente, los isleños no llegan a nuestros lugares de reunión―. La forma en que dijo "los isleños " no sonaba atractivo. ― ¿Tienes algo en contra de la isla? ―, Le pregunté, divertido. Ella se encogió de hombros. ― En realidad no. Sólo es la realidad―. Ella tenía razón. Jax, sin embargo, había soplado fuera del agua. No sólo había salido de la isla, había perseguido a una muchacha y la hizo suya. ― ¿Alguna vez has estado en la isla? ―, Le pregunté. Giré en Live Bay, luego la miré. Negó con la cabeza. ― Nop―. Puso sus ojos en mí, y sus largas pestañas abanicaron sus altos pómulos. ― Los chicos de la isla no suelen invitar a chicas como yo a cenar―. Esa era una vergüenza. Los chicos de la isla no sabían cuán entretenida era Jess. ― Su pérdida― dije, abriendo mi puerta. Tenía que correr alrededor de la parte delantera de la Hummer para llegar a Jess antes de que ella saltara por su cuenta con esas botas puestas. A 40 Ella arqueó las cejas. ― ¿Ayudas a las chicas a salir de los coches también? ― Preguntó. Maldita sea, ¿Con qué tipo de chicos había estado saliendo? Le tendí la mano, y ella la agarró antes de bajar. Su pecho se apretó contra el mío, y contuve el aliento. Sus tetas estaban no sólo en el lado generoso, también eran suaves. ― Gracias―, dijo, sonriendo hacia mí con una mirada de complicidad en sus ojos. Iba a dejarla tener su diversión. Sabía que me gustaba la sensación de su pecho, y ella se mantenía allí misma para que yo mirara hacia abajo y ver de cerca y privado. Yo no iba a mirar, sin embargo. Ella esperaba que lo hiciera. Ya me había cogido mirando sus piernas. No iba a comerme con los ojos sus tetas, también. En cambio le guiñe un ojo y di un paso atrás. ― ¿Lista? ― Le pregunté. El flash de decepción en sus ojos me hizo desear haber echado un vistazo. Yo no quiero que piense que no estaba atraído por ella. Ella puede ser coqueta, pero era una mujer y tenía sentimientos. ― Claro―, dijo ella, con una sonrisa forzada y girando la cabeza en el interior. Empecé a agarrarla del brazo y asegurarle que su cuerpo era perfecto. Pero no lo hice. Tenía la sensación de que estaba acostumbrada a eso. Yo no quiero ser lo que ella estaba acostumbrada. Ella me vio diferente, y quería serlo. Quería destacar. ¿Por qué? No estaba seguro. Tomé varias zancadas para mantenerme a la par con ella y asi llegar a la puerta antes que ella para que pudiera abrirla. Se detuvo y me miró A 41 mientras estaba atrás y esperé a que caminara. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios, y la coqueta Jess estaba de vuelta. La seguí por dentro. La música ya era fuerte y los cuerpos estaban reunidos más cerca del escenario. La banda no estaba tocando todavía, pero estaban cerca de la hora. Varios chicos gritaban saludos a Jess, quien saludó a ellos de regreso. Todos la conocían. Incluso el camarero, que le guiñó un ojo. Esto no era algo que me gustaría ser capaz de tratar. Me alegro de que estuviera siendo testigo esta noche. Vi varios ojos masculinos pasar de ella a mí. Todos preguntandose si yo estaba con ella. Podía sentirlo. No me moví a tocarla porque ella no era mía. Acabábamos devenir aquí juntos. ― ¿Dónde encontraste a este, Jess? ― Una chica con rizos castaños oscuros y labios pintados de rosa brillante preguntó mientras me miraba con curiosidad abierta. Sus ojos recorrieron mi cuerpo lentamente. ― Él está conmigo, Tiff. Vierte agua helada en ti misma y sigue adelante―, dijo Jess, alcanzó a agarrar mi brazo y me tiro más cerca de ella. Yo estaba tratando muy duro de no sonreír. ― Cuando te canses de sus garras, ven a verme. Soy dulce como un gatito―, la otra chica dijo mientras Jess me llevó a través de la multitud. ― ¿Amiga tuya? ― Le pregunte, divertido por la rigidez de los hombros de Jess. Se detuvo y me miró. ― Uh, no―, me espetó. ― Te destacas, isleño. Es todo sobre ti. Van a sacar los buscadores de oro―. ― ¿Qué, no es por mi buen aspecto? ―, Le pregunté, burlándome. A 42 Ella empezó a decir algo y se dio cuenta de la mirada divertida en mi cara y sus hombros se relajaron. ― Eres caliente, isleño. Te dare eso. Así que es todo el paquete. Sólo pégate cerca de mí porque Tiff es sólo una de muchas―. Asentí con la cabeza y ella me lanzó una sonrisa real. El tipo que hizo que sus ojos bailaran con diversión. ― Vamos. Mis amigos están por aquí ―, dijo. La seguí a través de la multitud. Me di cuenta de Rock primero. Estaba sentado en una mesa frente al escenario. A su lado estaba Dewayne. No habia señales de Preston o Amanda. Tomé una respiración fácil. Yo podría hacer frente a Rock y Dewayne. Aunque, estaba un poco nervioso acerca de cómo Rock reaccionaría a esto. no quiero molestar a ese tipo. Mi secreto de quién era se descubriría después de que Rock le diga a Jess. Ella ya me veía como un niño rico que estaba fuera de los barrios bajos. No estaba seguro de que si supiera que mi hermano era Jax Stone cambiaría mucho su opinión. Ella no sabía que había parecido importante para mí al principio, pero ahora no estaba seguro de que cambiaría como la mayoría de las chicas lo hicieron una vez que sabían. Estaba acostumbrado a que las chicas se vieran interesadas en mí en el momento en que se enteraban de quien era mi hermano. Tener a Jax como hermano normalmente me deja cualquier mujer que quisiera pero por todas las razones equivocadas. Lo sabría muy pronto. Si Jess comenzaba a actuar como uno de los fans locos de Jax y se ponía pegajosa, yo estaria fuera de aquí. Esta sería nuestra prueba. Realmente no quería que esta noche terminara. Y tenía esperanzas de que Jess no fuera un fan de Jax Stone A 43 4 traducido por Luz corregido por NicolePops JESS ¿Cómo lo hizo? Una atractiva y divertida sonrisa de Jason y yo estaba completamente lista para abofetear a Tiff. Quería enhebrar mis dedos a través de él, pero no quería asustarlo. Él parecía estar esperando para que yo hiciera algo estúpido. O metiera la pata. No tenía que decir nada, lo pude ver en sus ojos. ― El es mi primo Rock y uno de sus mejores amigos, Dewayne―, le dije, porque no quería que él pensará que sólo tenía amigos hombres. Incluso si eso era cierto, no sonaba bien. En realidad eran amigos de Rock. Había coqueteado con la mayoría de ellos y cabreado a todas sus mujeres. A excepción de la esposa de Rock, Trisha. Ella me quiso. Y luego, por supuesto, Amanda. Ella nunca me había juzgado o mirado por debajo de mí. En la escuela siempre había salido su manera de hablar conmigo y actuar como si fuéramos buenas amigas. Luego, hace poco más de un año había decidido tomar un viaje por el lado salvaje y vino a mí para recibir orientación. Nuestra amistad se había cimentado entonces. Los ojos de Rock se encontraron con los míos y sonrió, y luego cambiaron a Jason y su sonrisa se desvaneció. ¿Era porque era tan obvio que no era de por aquí? hubiera pensado que estaría feliz de verme con A 44 alguien tan pulcro. En realidad, nadie más que a Hank debería haberle hecho sonreír. Rock se puso de pie, y me pregunté si debía intervenir frente a Jason. Antes de que pudiera decidir qué hacer, Jason se acercó a mi lado. ― Rock, Dewayne, es bueno verlos a los dos de nuevo―, dijo Jason con una facilidad familiar. Me quedé helada. Esto no tiene sentido. ― Bueno, que me condenen―, dijo Dewayne con una carcajada. El ceño fruncido de Rock se volvió hacia él. ― ¿Quieres explicarme esto? ―, le preguntó a Jason. ― Soy el del Porsche―, respondió simplemente. Las cejas de Rock se dispararon, y él me miró, luego de nuevo a Jason. Se pasó una mano por la cabeza rapada. ― ¿Por qué no pensé en eso? ― Murmuró. Abrí la boca y estaba a punto de preguntarle qué demonios estaba pasando, cuando Dewayne soltó otra carcajada. ― ¡Hijo de puta! Eso no tiene precio. Y tú no dijiste una sola palabra sobre la otra noche―. ¿La otra noche? Me volví a Jason, y me dio una sonrisa de disculpa. ¿Sabía quién era yo? ¿Él estaba con Rock la otra noche? ¿Cómo? ― Debería estar enojado por que que tú no dijiste nada, pero estoy un poco contento de que no lo hicieras―, dijo Rock. ― El Porsche ha sido lo único en esa historia que hace que Jess se vea inocente―. Volvió a sentarse en su banquillo. Finalmente encontré mi voz. ― ¿De qué están hablando? ― Le pregunté, golpeando mi mano sobre la mesa para llamar su atención. A 45 Rock me miró como si estuviera loca, y luego se volvió a mirar a Jason. La pregunta de sus ojos sólo me confundió más. ― Ella dejó el bate en mi coche. Lo llevé de regreso esta noche y despues terminamos aquí. Realmente no hemos hablado mucho más. Ni siquiera hemos llegado tan lejos como para conocer nuestros apellidos― Jason explicó a Rock, y luego me miró como si estuviera esperando que algo hiciera clic conmigo. ― ¿Así que no sabías que era mi prima hasta la otra noche? ― Preguntó Rock. ― No tenia ni idea―, respondió Jason. Rock suspiró y asintió con la cabeza hacia mí. ― Amigo, ella no va a tomar esto muy bien. Tendrías que haberle dicho antes de que ella entrara aquí contigo―. Estaba tratando de leer entre líneas. ― ¿Quién eres tú? ― Le pregunté. Jason abrió la boca, luego la cerró. ¿Qué tan difícil era que me dijera cómo conocía a Rock? ― Conoce a Jason Stone, el único hermano de Jax Stone, cariño― Dewayne anunció en voz alta. ― ¿En serio? ― Dijo Rock, mirando por encima a Dewayne. ― ¿Qué? Le estaba tomando tiempo para jodidamente nunca decirlo. El suspenso me estaba matando―, respondió Dewayne. Yo, por el contrario, me quedé allí y me quedé mirando a Jason. ¿Cómo no lo había visto? Se parecía tanto a Jax. Había visto a Jason en los tabloides y en la televisión con Jax. Él había sido visto con Star en los premios de la música. Todo el mundo había hablado acerca de Star A 46 moviéndose de un hermano Stone al siguiente. Antes de eso, lo había visto en algunos tabloides con una niña de uno de los videos musicales más recientes de Jax. Habían estado muy calientes y fuertes en un club. No podía creer esto. ― Debería haberte reconocido―, le dije. Jason se encogió de hombros. ― No soy Jax―. Aunque su tono era vacío de cualquier emoción, pude ver en sus ojos. Me estaba poniendo a prueba. No me había dicho quién era porque él cree que lo trataré de manera diferente. La verdad era que… probablemente tenía razón. Mi mamá no crio a una idiota. Claro, hay un montón de cosas en la vida que yo conocía. Al igual que el álgebra, por ejemplo. Me chupó en ello. Pero los hombres-Yo conocía a los hombres. Había estado viendo a mi madre manipularlos durante años. Jason quería ser normal. Bien. Iba a tratarlo como cualquier otro chico. ― No, tú no eres Jax―, le contesté. Miré a Dewayne. ― Tráeme una cerveza, por favor―. No me perdí la forma en que la ceja perforada de Dewayne se levantó sorprendida. Nunca dije por favor. Al menos, no a él. Eso había sido por amor a Jason. ― Es hora de bailar, isleño―, le dije, disparándolea Jason un guiño y caminando hacia la multitud, sin esperar a ver si me seguia. No tenía ninguna duda de que lo haría. De repente, un hombre se puso delante de mí y me agarró de las caderas. Era Will Fort, el mejor amigo de Hank. ― Hey, dulzura, ¿Viniste a verme? ― Preguntó. Sólo lo había utilizado, una vez para volver loco a Hank. No valió la pena. Will tenía demasiados tornillos sueltos. A 47 ― Sigue soñando, Fort―, le contesté, sacando sus manos de mis caderas con un empujón. Él se tambaleó hacia atrás y chocó con otra pareja. No era que yo fuera tan fuerte, era que ya estaba muy borracho. Él sólo se río a carcajadas. La diversión en su rostro me dio ganas de darle una bofetada. ― Puedo jugar rudo, dulzura. Hank dijo que es como te gusta― dijo Will arrastrando las palabras. Abrí la boca para decirle dónde iba a patearle las pelotas cuando una nueva mano se posó en mi cadera. Sorprendida, me di la vuelta para ver a Jason mirando a Will. Esto no lo esperaba, pero seguro que era un buen giro de los acontecimientos. Me sorprendió que incluso le importara. ― Es probablemente mejor que des un paso atrás y la dejes en paz. Desde mi punto de vista, el bruto con el que ella planea pegarse va a dejarte arrugado en el suelo―. Will desvió la mirada a Jason, y pude ver la sorpresa en sus ojos. Era obvio que Jason no era uno de nosotros. Mentalmente me encogí. Necesitaba mantener a Jason lejos de Will antes de que dijera algo humillante. Normalmente, hacía bromas sobre mi mamá. ― Vamos―, le dije a Jason, volviéndome hacia él y moviéndome entre la multitud. Jason fue de buena gana, pero sus ojos nunca dejaron a Will mientras retrocedía. Me gustó la racha de protección, pero la verdad era, que incluso borracho Will podría haber golpeado su culo. Los tipos como Jason no tenían las habilidades para asumir a un tipo que había crecido siendo golpeado por su padre hasta que tuvo edad suficiente para empezar a devolverle el golpe. ― ¿Amigo tuyo? ― Jason preguntó finalmente cuando estuvimos lo suficientemente profundo en la multitud donde Will ya no estaba a la vista. A 48 ― Pueblo pequeño. Los lugareños se conocen entre sí―, le contesté, que no era del todo cierto. Pero yo no quería dar una lección de historia de mi vida a Jason. Había una buena oportunidad de que Will alertaría a Hank de mí estando aquí con un chico. Hank todavía no me había reclamado por golpear su camioneta, y yo no estaba de humor para enfrentarme a él. Especialmente con Jason aquí para verlo. ― Esta fue una mala idea―, le dije. ― Tengo una mejor―. Jason no respondió, pero tenía curiosidad. ― ¿Puedes nadar, isleño? ― Una sonrisa torcida tiró de sus labios. ― Sí―. ― Bueno―, le contesté, agarrando su mano y tirando de él a través de los cuerpos hasta que estuvimos en la puerta. ― Conozco un lugar con mucho menos gente―. *** JASON Cuando Jess me había preguntado si podía nadar, no había previsto esto. Yo no era conocido por violar la ley. Vi como Jess subió a una puerta de hierro alta, y consideré la estupidez de lo que estaba a punto de hacer. Ella sabía que tenía una línea de visión directa hasta su falda, y estaba usando eso a su ventaja. Mirando hacia atrás a la casa de playa vacía, me preguntaba si esto era A 49 una cosa común entre los lugareños. Esto, obviamente, no era su primera vez haciendo algo así. ― ¿Vienes? ― Jess preguntó mientras tiró una pierna por encima de la valla y sonrió hacia mí. Yo no era de retractarme de un reto, pero nunca me había atrevido a escalar la cerca de una casa que no era la mía. ― No me defraudes―, dijo Jess, y comenzó su ascenso en el otro lado de la puerta. Eché un vistazo alrededor para asegurarme de que no estábamos llamando la atención antes de llegar y agarrarme del frío metal. El viaje fue mucho más fácil de lo que Jess había hecho que se viera, pero había estado usando una falda corta y botas. Lo cual, para ser honesto, fue el punto de venta para todo esto. Era difícil decir no a esas piernas. Cuando mis pies tocaron el suelo en el otro lado, me volví para ver a Jess de pie junto a la piscina, sumergiendo sus pies en el agua, llevaba un par de bragas en caliente color rosa que hicieron poco para cubrirla y un sujetador a juego. Levantó los ojos y me lanzó una sonrisa burlona. ― Ven por mí―, se burló antes de sumergirse en el agua. Ver esas tiras de color rosa de satén hizo tan poco para ocultar su cuerpo de súper modelo, estaba agradable y húmeda, fue todo el incentivo que necesitaba para desnudarme. Echando un vistazo a la casa en frente de nosotros, realmente esperaba que ella tuviera razón y este lugar fuera en realidad un alquiler que estaba vacío. Dejé caer mis pantalones vaqueros y camisa sobre la silla más cercana antes de volver a ver a Jess mirándome. La punta de su lengua se asomó mientras lamía el agua fuera de su labio inferior. Infierno. Esto podría valer el posible problema que podíamos enfrentar. La vi temblar y decidí que era probablemente mejor que me sumergiera. Necesitaba un poco de agua fría por el momento. A 50 Cuando mi cabeza salió a la superficie, Jess estaba batiendo agua y sonriendo. ― Tengo que admitir, no pensé que fueras a hacerlo. Tenía miedo de que pudiera estar nadando sola ―, dijo, y luego se acercó a mí. ― casi no lo hice―, le dije con sinceridad. Ella inclinó la cabeza y un largo mechón de pelo cayó sobre su hombro. ― ¿Qué te hizo cambiar de opinión? ― Miré hacia abajo en el agua. Las luces de la piscina iluminaban su cuerpo. Podría ser un caballero y mentir, pero decidí que Jess no era el tipo de chica que quería la respuesta apropiada. Quería la verdad. ― Esas bragas―, le contesté. Los ojos de Jess se ampliaron, y luego echó hacia atrás la cabeza y se río. No hubo burlas, actúo tímida. Fue refrescante. La muchacha sabía que ella era sexy como el infierno y le gustaba. Ella lo usó. Cuando volvió a mirarme, había un brillo perverso en sus ojos cuando se acercó a mí. El agua era sólo seis pies de profundidad, por lo que mis pies estaban todavía tocando el fondo con facilidad. La dejé hacer esto. Ella parecía estar segura de lo que estaba haciendo, y me gustó el espectáculo. ― Normalmente, hago esto desnuda―, dijo en un susurro. ― No me he quejado―. Ella puso sus manos sobre mis hombros para sostenerse. ― ¿Me quieres desnuda? Luego de terminar de desvestirse―. Por muy tentador que era, no estaba tomando el cebo. había tenido sexo sin sentido. Una sola noche con groupies no eran algo nuevo para mí. simplemente no queria que fuera asi con Jess. Algo estaba fuera de sus ojos. Claro, ella estaba arrojándose a mí con una invitación abierta, A 51 pero había una súplica silenciosa allí, casi como si se me pidiera a gritos que no. Extendí la mano y le toqué el labio inferior. ― No esta noche―. Una pequeña mueca tocó sus labios mientras la inseguridad brilló en sus ojos. Ella no esperaba eso. ― ¿Has cambiado tu mente del barrio bajo? ―, Preguntó ella mientras se empujaba lejos de mí y nadó de vuelta a donde ella no podía tocar el fondo. No me gusta el término "barrio bajo" o la forma en que había sonado saliendo de su boca. ― No te quedas corta, Jess―, le respondi. El impulso de ir tras ella y masturbarla en mis brazos para que yo pudiera besar esa mirada herida de su rostro era difícil de resistir. Dejó escapar una risa dura. ― Yo no juego juegos―. Sí, lo hacía. Su vida era un gran libro de jugadas. ― No tengo una chica desnuda si no tengo la intención de follarla―. Jess dejó de batir el agua un segundo y se llena la boca con agua antes de escupirla. ― No puedo creer que hayas dicho eso―. ― ¿Qué? ¿La verdad? ― Ella negó con la cabeza. ― No. Yo solo… Tú pareces tan pulcro y educado. No esperaba que me consiguieras realmente desnuda, así que no fueuna gran sorpresa, pero dijiste 'mierda'―. Esta vez me reí. Ella realmente no tenía ni idea. ― No olvides quién soy. De Jax se puede asumir, pero nunca lo he hecho. Disfruto de su vida, incluso más de lo que él lo hace―. Jess estaba empezando a decir algo cuando luces rojas y azules iluminaron la oscuridad. Miró hacia la puerta que había subido al entrar A 52 aquí, luego a mí. ―Es hora de correr― dijo, antes de nadar hasta el borde de la piscina y escalarla. Sólo tuvimos tiempo para tomar nuestra ropa antes de la policía en la puerta apuntará con su linterna en nuestras caras. ―.Jess, pensé que hablamos de esto―, dijo el policía en tono molesto antes de sacar un juego de llaves y abrir la puerta. Vi como el lenguaje corporal de Jess cambió al instante. Dejó caer su ropa a su lado y se acercó al policía cuando él entró. ―Pero tengo calor, Walt, y yo necesitaba refrescarme―. El policía suspiró y me miró. ―Apuesto a que estas caliente. Te dije que la próxima vez que tú hicieras esta mierda te llevaría―. Jess se acercó a él y tiró de la parte delantera de su camisa. ―Pero eso no sería nada divertido. Mamá está trabajando esta noche, y yo tendría que aguantar allí toda mojada hasta que ella venga a mí rescate―. Lo estaba trabajando. El policía se había olvidado de mi existencia mientras miraba hacia abajo a Jess en su ropa interior mojada. ―No deberías haberlo hecho…―. ―Nadar, lo sé. Lo siento. Realmente lo hago. Pero tuve un baile todo sudoroso, y un baño nocturno sonaba tan bueno. soy una chica mala. Sabes que tengo momentos de debilidad―. Su mano ahora estaba tendida sobre su pecho cuando él tiró de su cuello. ― ¿A quién tienes contigo? ―, preguntó, todavía sin apartar la mirada de ella. A 53 ―Él es inocente. Le rogué que viniera conmigo―. Ella le palmeó el pecho. ― ¿Por qué no lo dejas ir?, y entonces tú puedes llevarme si eso es lo que quieres―. Yo no estaba dejando al policía pervertido llevarla sin mí. Me gustó el hecho de que ella estaba tratando de sacarme de esto, pero el tipo era lo suficientemente mayor como para ser su padre. ―Tengo que hacer algo para hacerte parar esto―, dijo, con los ojos mirando hacia abajo a su pecho. ―Sólo déjalo ir. Si prometes darme una manta para que no se congele, voy a esperar en tu oficina hasta que mamá salga del trabajo―. Iba a tomar el cebo. ―Te vas y voy contigo―, le dije, señalándola con mi camisa y acercándome a estar detrás de ella. La cabeza del policía se movió y su mirada encontró la mía. El brillo lujurioso en sus ojos se volvió molestia real rápido. ―Esta fue mi idea. Tú te quedas fuera de esto―, dijo Jess, extendiendo la mano para apretarme el brazo en un intento de hacerme callar. Bajé la vista hacia ella. ―Me brinqué esa puerta y me metí en esa piscina contigo por mi propia voluntad―. Sus ojos se abrieron como platos, pero ella no dijo nada más. ―No pareces familiar―, el policía gruñó. Yo había frustrado sus planes y me hizo un enemigo. Sonriendo, levanté mis ojos para mirarlo a los suyos enojados. ―Jason Stone. Me voy a quedar en la isla en casa de mi hermano―. Normalmente, yo no uso el nombre de mi hermano como una manera de influir en las personas. Pero en este momento yo estaba muy A 54 muy seguro de que era la única manera en que yo estaba consiguiendo que Jess no fuera arrastrada. El entendimiento iluminó los ojos del policía, y volvió a mirar a Jess, que seguía mirándome como si no pudiera creer lo que estaba haciendo. ― ¿Me estás diciendo que eres el hermano de Jax Stone? ― ― ¿Quieres mi identificación? ― Le pregunté, imitando su tono molesto de antes. Él negó con la cabeza y dio un paso atrás de Jess. ― No, eso no será necesario. Voy, eh, quiero que ustedes dos se vayan, pero sean inteligentes y manténganse alejados de aquí. Ella está llena de problemas―. Mi sangre se calentó y aprete el puño a mi lado. El hijo de puta la había estado jodiendo con sus ojos sólo unos segundos antes. Ahora él me estaba advirtiendo de ella. ― Soy un niño grande―, le contesté, disgustado. El policía se volvió para irse, pero se detuvo. ― Sigan adelante y consigan su ropa puesta. Luego salgan de aquí. Necesito cerrar aquí―. Traté de no mirar a Jess cuando ella movió su cuerpo mojado de nuevo en esa pequeña falda de cuero, pero maldita sea, era difícil. Ella tiró de su camisa de nuevo y me sonrió. La diversión en sus ojos hacía difícil no devolver la sonrisa. ― Así que lo haces mucho―, le dije, una vez que tuve mi camisa de nuevo. Jess se encogió de hombros. ― Hago un montón de cosas―. No me perdí el tono de su voz. Ella estaba haciéndolo de nuevo. Lanzar el ansuelo por ahí para que lo cogiera. Normalmente, cuando una A 55 chica luce como Jess no la rechazaba. Pero el vacío en sus ojos me molestó demasiado. Me gustaba cuando sus ojos brillaban de emoción. ― Apuesto a que lo haces―, fue todo lo que dije en respuesta. Entonces me di la vuelta y me dirigí hacia la puerta privada. El policía estaba sentado en su coche, nos miró, y yo asentí hacia él al pasar. Una vez que llegué a la carretera, miré hacia atrás a Jess, que caminaba detrás de mí. Su mirada estaba fija en mi espalda. Estaba pensando. Yo la había confundido. Estaba por toda su cara. Sostuve su mano. ― Vamos―. Echó un vistazo a mi lado, luego a mí, y frunció el ceño. ― Toma mi mano―, le dije. Ella arqueó las cejas. ― ¿Crees que no puedo cruzar una calle por mí misma? ―, Preguntó. El nerviosismo en su voz era difícil pasar por alto. Estaba dispuesta a ir fuera de mí. ― Estoy seguro de que puedes. Pero tal vez yo no quiero. Toma mi mano, por favor―. No estaba seguro de por qué me estaba empujando a esto. No era como yo pensaba que iba a ser golpeada por un coche. Sólo quería tomarla de la mano. El aspecto perdido en sus ojos llegó a mí. Yo no la quería allí. ― ¿Por qué? ―, Preguntó, dando un paso a mi lado. Su expresión escéptica me dijo más de lo que necesitaba saber. Jess no estaba acostumbrada a chicos haciendo pequeños gestos. Estaba acostumbrada a que la utilizarán. Me molestó más de lo que quería admitir. ― Porque me gusta tenerte cerca―, le contesté, deseando no haberlo dicho exactamente así. Ella no necesitaba tener una idea equivocada. Lastimarla era algo que no iba a hacer, pero me aseguraré de enseñarle qué esperar de un hombre. A 56 ― Oh―, dijo ella, y luego bajó los ojos para mirar mi mano extendida. La observé mientras lentamente levantó la mano y la puso en la mía. ― Eso no fue tan difícil, ¿verdad? ― Le pregunté con una sonrisa, para facilitar su expresión tensa. Jess podría ofrecer fácilmente su cuerpo para volverme loco, pero este simple toque la puso nerviosa e insegura. ― No fue… bueno ―, respondió ella. Quería decir más, pero decidí no hacerlo. En su lugar apreté su mano suavemente, y luego nos lleve de vuelta a la playa al estacionamiento de Live Bay y el Hummer. Fue suficiente por esta noche. Necesitaba llevarla a casa. No dijimos mucho en el camino de regreso a su casa. Cuando nos detuvimos en el camino de entrada, por fin la miré. Ella había estado furtivamente asomándose en mí durante el corto viaje hasta aquí. ― Voy a tu puerta―, le dije, y luego salí y di la vuelta para abrir la puerta y ayudarla a salir. La camiseta que llevaba estaba todavía húmeda en su cuerpo, pero no me dejé disfrutar la forma en que se aferraba a sus muy generosas curvas. ― Gracias―, susurró en voz baja. No le respondí. Sólo le acompañe hasta la puerta. Cuando llegamos allí, esperé mientras ella cogió la llave escondida por encima de la puerta, luego la abrió. Iba a pedirme que entrara. Necesitaba decir algo antes que ella, ya que rechazarla era mucho más difícil ahora que nos paramos frente a su casa. Tan cerca de su cama. ― Pon tu número en mi teléfono―, le dije, entregándole
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