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Ibarra-Consejo-Macro-I

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Capítulo 
1 
La macroeconomía y su objeto de estudio 
 
 
 
 
En este primer capítulo haremos una presentación del objeto de estudio de la macroeconomía 
y de la manera en que se construye esta perspectiva de análisis. Al llevar esto a cabo 
efectuaremos un primer reconocimiento de los principales aspectos y problemas relacionados 
con el funcionamiento global de la economía, los cuales serán nuestra materia de estudio a 
lo largo del libro. Además nos referiremos a la construcción de modelos para el análisis 
económico, los cuales van a constituir nuestra herramienta de trabajo para tratar de explicar, 
desde una perspectiva teórica, los fenómenos de los que nos ocuparemos a lo largo de los 
diferentes capítulos que componen este libro. Finalmente haremos un señalamiento sobre la 
importancia que tiene la teoría para el diseño y la instrumentación de las políticas 
macroeconómicas. 
 
 
 
1.1 Naturaleza del análisis macroeconómico 
 
Es común definir a la macroeconomía como el estudio de la economía como un todo 
completo. Desde esta perspectiva se analiza al sistema económico en función de aspectos que 
lo abarcan por entero, mostrándolo a través de sus grandes circuitos y pasando por alto la 
inmensa variedad de detalles y situaciones particulares contenidos en el funcionamiento de 
parcelas o sectores específicos. 
 
Al proceder de esa manera, la macroeconomía deja fuera de la cobertura de su análisis a toda 
la gama de aspectos particulares que son propios de las diferentes actividades económicas 
individuales, cuyo conjunto e interacción conforma, en la vida real, al sistema económico. Si 
bien esto significa una limitación, no hay otra forma de proceder para comprender el curso 
del sistema económico en su totalidad; el discernimiento del funcionamiento global de la 
economía logrado a partir de entretejer el estudio completo y pormenorizado de cada uno de 
sus innumerables y variados componentes separados, manteniéndolos a la vista todo el 
tiempo, constituye algo imposible de realizar mediante nuestra percepción y nuestra 
capacidad limitada de razonamiento. 
 
De esta manera el análisis macroeconómico recurre a la abstracción. Se elabora en primer 
lugar a partir de la construcción de categorías y conceptos que engloban a grupos completos 
de actores económico-sociales, así como a los objetos y los resultados de su actuación en 
materia económica. Así, el escenario analítico de la macroeconomía se encuentra poblado 
por conjuntos de actores tales como las empresas, los trabajadores, los hogares, el gobierno 
en su totalidad, los residentes del país, los residentes del resto del mundo, y otras categorías 
similares. Al hacer esto se asume una cierta uniformidad en los comportamientos de los 
actores económicos a partir de los rasgos más característicos de las funciones que 
desempeñan. Los objetos y los resultados de la actuación de estos actores económicos se 
expresan en los llamados agregados económicos, que son grandes totales y promedios de 
cobertura completa del sistema económico. Así, el análisis macroeconómico se enfoca sobre 
aspectos tales como el tamaño de la capacidad productiva existente de un país en un momento 
dado, la producción total correspondiente a un cierto período, el gasto total de la población y 
su división en unos cuantos grandes rubros, la composición de la producción total entre una 
cuantas clases generales de bienes y servicios, la distribución del ingreso total entre grandes 
grupos sociales, el número total de desempleados, el tamaño del acervo de bienes de capital 
de todo un país, la productividad media por trabajador ocupado, el nivel general de precios, 
la tasa de interés promedio, el nivel general del tipo de cambio externo de la moneda, el 
balance de pagos del país frente al exterior etc. 
 
Como veremos a lo largo de este texto, al proceder como lo hace, el análisis 
macroeconómico, además de proveernos de una imagen de conjunto del funcionamiento de 
la economía y de su problemática más importante, nos revela también diferentes rasgos del 
funcionamiento de la economía que parecerían contradecir nuestro entendimiento basado en 
el sentido común, si los consideráramos simplemente desde la perspectiva del agente 
individual. Es decir, que el análisis macroeconómico nos muestra que debemos ser cautos, y 
no trasladar mecánicamente a la economía en su conjunto la lógica del comportamiento del 
agente económico particular y los resultados que de ella se desprenden. Por otra parte, el 
análisis macroeconómico, con todo lo que pone al alcance de nuestra comprensión sobre el 
funcionamiento de la economía en su conjunto, constituye un telón de fondo indispensable 
para poder entender cabalmente el acontecer en sectores particulares de la economía y, en el 
límite, también la situación individual de cada uno de los actores participantes. 
 
Los aspectos de los cuales se ocupa el análisis macroeconómico son actualmente de 
conocimiento generalizado, ya que con el paso del tiempo se han convertido en objeto de 
preocupación ciudadana. Por tal razón se habla a diario de ellos, por ejemplo, en los medios 
de comunicación y en los debates políticos. Pasemos a realizar una breve presentación de los 
mismos. 
 
 
 
1.2 La capacidad productiva total, su crecimiento y su 
utilización efectiva 
 
Puestas las cosas en términos simples, diremos que la macroeconomía asume como su 
principal objeto de atención el discernimiento de los determinantes del tamaño la producción 
total de bienes y servicios así como de su ritmo de crecimiento. En particular la 
macroeconomía se interesa por la medida del la producción total por habitante, y de cómo 
este nivel cambia a través del tiempo, en el entendido de que este concepto constituye un 
indicador inicial elemental (sujeto, desde luego, a calificaciones diversas) del nivel del 
bienestar material medio del que disfrutan las personas. 
 
En este contexto, el análisis macroeconómico se propone antes que nada esclarecer dos 
aspectos básicos del funcionamiento de la economía en su conjunto, de los cuales nos 
podemos ocupar refiriéndolos precisamente a la producción total: 
 
1) el crecimiento de la capacidad productiva de la economía en el curso del tiempo, ya 
que esta capacidad constituye el límite de la producción total que se puede obtener, y por lo 
tanto condiciona el tamaño máximo que éste puede alcanzar en cualquier momento y a través 
del tiempo. 
 
2) el nivel efectivo de utilización de la capacidad productiva con la que ya se cuenta en 
un momento determinado, dado que en las economías de libre mercado no está garantizado 
que el aprovechamiento pleno de la capacidad productiva existente tenga lugar de manera 
automática y permanente. 
 
 
 
El crecimiento de la capacidad productiva y la producción total potencial 
 
Definamos a la capacidad productiva de la economía como el conjunto de la población 
trabajadora, los recursos naturales susceptibles de ser explotados y los llamados bienes de 
capital, tales como la maquinaria, el equipo y las instalaciones con los que cuentan las 
unidades productivas, elementos todos ellos reunidos y dispuestos para la realización de 
actividades de producción de bienes y servicios bajo los patrones tecnológicos y 
organizativos imperantes en un momento dado. 
 
El crecimiento de la capacidad productiva surge naturalmente de los factores que la 
componen: a) el crecimiento de la población con capacidad y disposición de trabajar, b) la 
acumulación de bienes de capital, y c) el descubrimiento y acondicionamiento para su 
explotación de los recursos naturales. Pero a lo anterior es fundamental agregar que el 
despliegue de tales elementos toma formas concretas diversas en el marco de diferentes 
niveles de desarrollo tecnológico, factor que con particular celeridad ha logrado grandes 
avances en el capitalismo, digamos desde la segunda parte del sigloXVIII, y que ha permitido 
incrementar la productividad por persona ocupada más allá de lo que propician la simple 
acumulación de bienes de capital y el descubrimiento de nuevas fuentes de recursos naturales. 
 
Cuando la macroeconomía se ocupa de estudiar los cambios, ocurridos a través períodos 
largos, en el tamaño y las características de los elementos que componen la capacidad 
productiva, así como de las causas y los efectos del desarrollo tecnológico, -factores todos 
ellos que permiten potencialmente aumentar la producción por persona ocupada-, 
comúnmente se identifica bajo la forma del análisis del crecimiento económico de largo 
plazo. El análisis del crecimiento, nutrido y enriquecido con la inclusión de las 
transformaciones sociales y culturales con las que irremediablemente está entrelazado, y que 
son estudiadas entre los economistas y otros científicos sociales, configura el área de 
investigación del desarrollo económico. 
 
Si nosotros observamos el curso de la actividad económica de un país representativo con 
economía de mercado, tomando como referencia un período de muchos años, por ejemplo de 
varias décadas, nos encontramos con que la capacidad de producir bienes y servicios ha 
mostrado una tendencia al crecimiento, vigoroso durante algunos períodos, más lento en 
otros. En este punto hagamos un esfuerzo de abstracción, alrededor de un concepto que en 
principio siempre resulta ser controvertido y difícil de precisar en la práctica: supongamos 
que medimos esa capacidad productiva, no de manera directa en términos de los elementos 
que la componen, sino a través de la producción total que se podría lograr con tal capacidad 
en una situación de utilización plena de la misma. Definimos utilización plena como aquella 
situación en la que todo aquel que pudiera encontrar acomodo (técnicamente hablando), se 
encontrara participando en actividades productivas tanto como su voluntad y conveniencia 
lo determinaran. A la producción de utilización plena de la capacidad existente le podemos 
llamar la producción total potencial (PTP). Su curso a través del tiempo se parecería a lo 
que nos muestra esquemáticamente la figura 1.1, que en sus ejes nos representa, 
respectivamente, la producción total y al tiempo. 
 
Históricamente el crecimiento de la producción total potencial ha estado marcado en buena 
medida por la acumulación de bienes de capital en conjunción con el desarrollo tecnológico, 
y no simplemente por el crecimiento de la población con capacidad de trabajar. Estos factores 
no han aumentado de manera uniforme: hay períodos de acumulación de capital y desarrollo 
tecnológico más intensos y periodos de menor progreso -e incluso períodos excepcionales de 
retroceso-. A la macroeconomía le interesa comprender cuales son los determinantes del 
crecimiento de esta producción potencial. Se trata, como se ha dicho, de un fenómeno que 
adquiere su significado pleno durante plazos largos, no durante períodos cortos. 
 
Desde luego que el crecimiento de la producción total en sí mismo no significa un 
mejoramiento en la vida material de las personas, habida cuenta del propio crecimiento de la 
población. Por ello, ya hemos señalado que lo que más importa es el crecimiento de la 
producción total por habitante. Dicho crecimiento, reiteramos, ha estado relacionado con la 
acumulación de bienes de capital por persona ocupada, pero también y principalmente con el 
desarrollo tecnológico logrado por la humanidad a través del tiempo, el cual ha permitido 
potenciar el crecimiento de la producción por persona ocupada, que es la variable 
fundamental de atención del análisis macroeconómico en esta dimensión de largo plazo. 
 
Si bien un mayor nivel de la producción por persona no garantiza un mejor nivel de vida 
material para todos por igual, o en muchos casos ni siquiera para todos, es, con todas las 
reservas del caso, un indicador elemental del grado de avance logrado en esa condición. Por 
otra parte, alcanzar un mayor nivel de la producción por persona no está exento de una serie 
de costos, como bien lo sabemos quienes vivimos en las agitadas y conflictivas sociedades 
de nuestro tiempo, lo que implica que no existe en toda circunstancia una relación simple 
entre el mejoramiento material y el logro de mejores formas de vida, entendidas en un sentido 
más amplio. De esto hablaremos en el capítulo 3. 
 
 
 
 
 
 
 
 
La utilización efectiva de la capacidad productiva 
 
El sentido común nos indica sin duda que el crecimiento la producción total potencial, como 
resultado del aumento en la capacidad productiva, es un tema de interés fundamental, ya que 
dicha capacidad le impone un límite superior la producción total que se puede obtener. Pero, 
por otra parte, tenemos que a la macroeconomía también le corresponde estudiar el 
comportamiento de la producción total que realmente se obtiene en cada momento, operando 
dentro de los límites que le impone la capacidad productiva con la que se cuenta. El tema en 
este caso es si dicha capacidad productiva está siendo utilizada de manera plena o, de no ser 
así, en qué medida existe desocupación, tanto de los bienes de capital ya instalados, como de 
las personas, dispuestas a trabajar si es que no lo están haciendo, o a trabajar más horas si sus 
necesidades no están plenamente satisfechas. 
 
De hecho, uno de los problemas fundamentales de las economías capitalistas consiste en que, 
de manera recurrente, la capacidad productiva con la que ya se cuenta no se utiliza a plenitud. 
Es decir, se generan tanto capacidad ociosa en forma de bienes de capital subutilizados, 
como desempleo total o parcial de personas dispuestas a laborar y producir, y que 
técnicamente podrían hacerlo en la medida en que se cuenta con bienes de capital y otros 
recursos suficientes para ello. En otras palabras, en una economía de mercado la producción 
potencial no se logra obtener de manera permanente y sostenida. En la misma figura 1.1 
aparece representada la producción total (Y) que la economía realmente genera en cada 
Producción 
total 
Figura 1.1. La producción total potencial (PTP) y la producción total realmente generada 
(Y) 
Tiempo 
PTP 
Y 
t1 t2 
Contracción Expansión 
momento. Como se ve, su comportamiento es fluctuante a lo largo de la senda del crecimiento 
de la PTP. Es decir, que la producción total realmente generada ha crecido a lo largo del 
tiempo bajo un patrón caracterizado por la sucesión de ciclos económicos. En ocasiones Y se 
aproxima mucho o toca los linderos de la PTP; en otros momentos se aleja de ésta o 
simplemente se mantiene a una cierta distancia. En el primer caso se habla de momentos de 
expansión, que culminan en una cima o punto más alto de producción, mientras que en el 
segundo se habla de recesión o contracción, que termina en un fondo o punto más bajo. La 
economía sigue este curso cíclico, transitando de etapas de alta desocupación de la capacidad 
productiva a etapas de elevada utilización. A la macroeconomía le interesa sobremanera 
entender este curso cíclico, que ocurre durante periodos medios de extensión variable (de 
algunos meses a uno o dos lustros), como el representado entre los momentos t1 y t2, por 
ejemplo y, en particular, el porqué de la situación prevaleciente en cada punto específico, es 
decir, en el muy corto plazo, aquí y ahora. 
 
Como veremos a lo largo del texto, el nivel de Y, es decir, de la producción total realmente 
generada, se relaciona con el tamaño de la demanda total de bienes y servicios que ejercen 
en su conjunto los diferentes actores económicos. En consecuencia, una parte extensa y 
fundamental del análisis macroeconómico se encuentra enfocada sobre los determinantes del 
nivel y de los cambios de cada una de las grandes categorías que componen dicha demanda 
total. 
 
 
 
Desocupación y aumentos en la producción total vistos de maneraconjunta 
 
Las preocupaciones referidas al crecimiento la producción potencial y al nivel que guarda la 
producción realmente generada, se pueden analizar de manera conjunta mediante el concepto 
de la “frontera de las posibilidades de producción”. La figura 1.2 nos presenta este conocido 
gráfico, que representa un escenario sumamente simplificado, en el cual se nos muestran las 
posibles combinaciones entre las cantidades máximas de producción que se pueden lograr de 
dos bienes que hipotéticamente absorben por completo la capacidad productiva de la 
economía. Se entiende que a partir de cualquier combinación, como por ejemplo la señalada 
por el punto A, solo se puede producir más de uno de los bienes dejando de producir algo del 
otro. Por ejemplo, se puede pasar de A a A', produciendo más del bien 2 al costo de reducir 
la producción del bien 1. La producción total, cualquiera que sea la combinación entre los 
bienes 1 y 2, en este caso está limitada por el tamaño de la capacidad productiva: se trata de 
la producción total potencial correspondiente a un momento dado. Pero si la producción total 
realmente generada es menor que la potencial, como aparece por ejemplo en el punto B, ésta 
puede crecer, digamos, de B a A o de B a cualquier otro punto sobre la frontera, sin que tenga 
que aumentar la capacidad productiva, sino simplemente utilizando con mayor plenitud la 
que ya se tiene. Se habla entonces de que la producción total realmente generada ha crecido, 
pero dentro de los límites que permite la capacidad productiva existente que no se encontraba 
ocupada a plenitud. 
 
 
 
Podemos distinguir entonces los dos órdenes de preocupación a los que hemos venido 
haciendo referencia: en primer lugar, el tamaño de la capacidad productiva crea un límite 
superior a la producción total, ya que ésta no puede crecer más allá de la frontera. Por otra 
parte, el desplazamiento de la frontera (por ejemplo hacia la frontera punteada) ocurrirá en 
la medida que se acumule más capital productivo y se genere el desarrollo tecnológico 
aparejado a la acumulación de capital. Para lograr esto, se tienen que destinar esfuerzos 
productivos a la procuración de bienes de capital y al desarrollo tecnológico, esfuerzos a los 
que llamamos inversión. O dicho de otra manera, para que la capacidad productiva aumente 
no se pueden destinar todos los esfuerzos a la producción de bienes para el consumo presente. 
 
Pero, como se ha mencionado, las economías de mercado se encuentran de manera recurrente 
y durante períodos prolongados por debajo de la frontera, en puntos como B, en cuyo caso la 
producción total puede crecer, en el corto plazo, utilizando de manera más plena la capacidad 
productiva con la que se cuenta en ese momento, es decir reduciendo la desocupación. 
Además, en un caso así, es decir habiendo desocupación, se puede tener más inversión y más 
producción para el consumo al mismo tiempo. La macroeconomía se ha esforzado por 
comprender por qué ocurre la desocupación y que es lo que se puede hacer para enfrentar y 
reducir este problema. Como reiteraremos frecuentemente a lo largo del texto, dado que el 
grueso de la producción en el capitalismo es, por definición, de carácter mercantil, nos 
encontramos con que la venta de los bienes y servicios, en condiciones que garanticen la 
recuperación de los costos de producción y la obtención de una rentabilidad esperada por los 
productores, se convierte en un factor indispensable para que dicha producción sea viable y 
se pueda, por lo tanto, llevar a cabo. 
 
La producción potencial, PTP, y la producción realmente generada, Y, se encuentran ligados 
precisamente por la producción de bienes de capital, es decir por la inversión. Desde la 
perspectiva de la PTP ya hemos destacado que su crecimiento depende de manera 
fundamental de la producción y acumulación de bienes de capital, asociada a los avances 
tecnológicos incorporados en ellos. Pero desde la perspectiva de Y, como veremos 
recurrentemente a lo largo del texto, la producción y venta de bienes de capital contribuyen 
de otra manera especial a la viabilidad mercantil de la producción total que realmente se lleva 
a cabo: apuntalando a la demanda total de bienes y servicios. Es como decir que fabricar 
Crecimiento de la 
 capacidad productiva 
Bien 1 
Bien 2 
Figura 1.2 
La producción puede 
crecer si la economía se 
encuentra operando por 
debajo de la capacidad 
productiva total 
A 
 A’ 
 B 
Límite de la capacidad 
productiva 
nuevos bienes de capital para el futuro permite utilizar más plenamente los bienes de capital 
con los que ya se cuenta. 
 
 
 
1.3 Una economía monetaria 
 
Una economía capitalista constituye un sistema social de producción diversificado, que por 
fuerza utiliza dinero. El dinero, como sabemos, constituye un denominador común de valor 
de los diferentes bienes y servicios, así como de los ingresos que reciben los actores 
económicos tales como los trabajadores y los empresarios; se trata también de un medio de 
aceptación generalizada para realizar pagos y además de un depósito perdurable de capacidad 
de compra en el cual mantener en el tiempo el patrimonio acumulado. En función de ello, el 
dinero permite que la economía de mercado desarrolle las características que configuran su 
funcionamiento, entre las que podemos citar a: (a) la acentuada división del trabajo y la 
especialización, con su secuela de relaciones de intercambio extendidas en gran escala, (b) 
la existencia del régimen de trabajo asalariado, (c) la proyección permanente de las ganancias 
esperadas que sustenta a los proyectos de inversión productiva por parte de las empresas, así 
como el reconocimiento de dichas ganancias una vez obtenidas, y finalmente la disposición 
efectiva de éstas, de modo de dejar a los productores en posición de continuar con el proceso 
de acumulación de capital. Por último, (d) la práctica generalizada de operaciones de crédito 
y financiamiento, que son medulares para permitir el curso expedito de la producción y de 
las ventas, en el marco del proceso de acumulación de capital. 
 
Por lo anterior, el funcionamiento global de la economía no se puede comprender sin el 
discernimiento de cómo se despliegan la generación y la circulación del dinero, y de cómo 
algunos rasgos y complicaciones distintivos provenientes de la presencia y de los usos del 
dinero influyen irremediablemente en el curso que siguen las actividades de producción y 
venta de bienes y servicios. 
 
De la misma manera, y dentro del entramado de esta generación y circulación del dinero, 
aparece la concesión de financiamiento, cuya disponibilidad, términos de obtención y costo 
son fundamentales para la configuración de la demanda total de bienes y servicios, en 
particular para la demanda de bienes de capital. Por ello el estudio de las relaciones 
financieras y de la determinación de la tasa de interés resulta crucial para desarrollar el 
análisis macroeconómico. 
 
 
 
1.4 Comportamiento de los precios y capacidad de pago al 
exterior 
 
Además de lo expuesto bajo los apartados anteriores, la macroeconomía también se ocupa de 
estudiar cómo la economía enfrenta ciertas condiciones adversas que surgen de su propio 
accionar, y que pueden frecuentemente convertirse en obstáculos tanto para sostener un alto 
nivel de la producción total obtenida en cada momento dado, como para lograr un mayor 
ritmo de crecimiento de la producción total potencial al paso de los años. Las condiciones 
adversas a las que nos estamos refiriendo tienen que ver con el comportamiento general de 
los precios y la capacidad de realizar pagos al exterior. 
 
 
La determinación y el comportamiento del nivel general de precios 
 
El comportamiento conjunto de los precios de los bienes y servicios resulta ser un aspecto de 
interés fundamental, en vista de que el nivel general de precios, que esun promedio que 
mide este comportamiento, constituye un referente muy importante que incide sobre la 
conducta de los actores que participan en la economía. El comportamiento del nivel general 
de precios, como sabemos, se ha caracterizado en algunos períodos y para diferentes países 
en la época más reciente del capitalismo por situaciones de aumento sostenido y con 
frecuencia creciente, fenómeno al que llamamos inflación. 
 
La inflación, en primer lugar, oscurece el cálculo económico y restringe el desempeño de 
diversas funciones medulares que se cumplen como parte del proceso económico y que por 
fuerza deben ser referidas y en su momento intermediadas por el dinero. 
 
A la hora de tomar decisiones clave como pueden ser cuánto producir, que salarios negociar, 
la adquisición de activos financieros, la realización de nuevas inversiones en maquinaria y 
equipo, la contratación de créditos, etc., o a la hora de hacer un balance sobre resultados 
diversos de la actividad económica, la noción de cual es ahora y cuál será en el futuro el nivel 
general de precios se encuentra siempre presente. Esto se debe a que el nivel general de 
precios se convierte en el denominador común que nos permite establecer el valor en 
términos de bienes y servicios, es decir, el valor real, de magnitudes que en primera instancia 
aparecen, forzosamente, en forma de unidades monetarias, tales como los precios 
individuales de los productos, los salarios, las ganancias de las empresas, el monto de los 
pagos por intereses, las amortizaciones de los préstamos, etc. 
 
En un contexto en el que obligadamente se utiliza dinero y en el que ciertas magnitudes 
monetarias en particular son tan importantes para el curso de la economía, un 
comportamiento relativamente estable del nivel general de precios permite reconocer 
cantidades reales de bienes y servicios a través de dichas magnitudes expresadas en dinero. 
Por el contrario, los movimientos sostenidos y crecientes en el nivel general de precios nos 
hacen perder de vista el valor real de las magnitudes monetarias específicas. Como 
consecuencia, se entorpecen el cálculo y la predicción en materia económica, y con ello la 
toma de decisiones fundamentales. 
 
De la misma manera, la inflación causa problemas para que el dinero cumpla eficazmente su 
papel de medio de cambio que facilita que las transacciones se lleven a cabo de manera 
expedita, ya que al modificarse su capacidad adquisitiva puede perder su característica de ser 
universalmente aceptado como forma de pago. 
 
En un contexto inflacionario, además, los actores económicos se ven obligados a tratar de 
predecir los aumentos futuros en el nivel de precios, para tomarlos como referentes en el 
curso de las posturas que asumirán en los ámbitos de la negociación económica, el 
intercambio y la fijación de precios individuales, con lo cual el proceso mismo de elevación 
del nivel general de precios se retroalimenta, generando inercias de carácter especulativo 
difíciles de abatir en la práctica. 
 
Por último, y esto es algo singularmente importante, tenemos que la inflación, al no ser un 
proceso uniforme que afecte por igual a cada precio o tipo de remuneración, conlleva 
modificaciones importantes y arbitrarias en la distribución del ingreso entre los sectores 
económicos y las personas, conduciendo incluso al empobrecimiento absoluto de algunos 
grupos de la población, todo lo cual causa malestar y sufrimiento, y suele como consecuencia 
dar pie al surgimiento de fuertes tensiones sociales. 
 
Si bien existen diferentes puntos de vista en cuanto a los niveles de inflación que una 
economía puede soportar sin sufrir dislocaciones serias en su funcionamiento, este problema 
ha alcanzado un lugar preponderante dentro de las preocupaciones de los economistas, y su 
prevención y combate han implicado frecuentemente la adopción de políticas que conducen 
a restringir la posibilidad de mantener niveles de ocupación elevados, lo cual agrava el 
problema económico y social del desempleo. Además, la contención o contracción de la 
producción total generada afecta negativamente al ritmo de crecimiento de la producción 
potencial a largo plazo. 
 
A partir de la preocupación por el crecimiento acelerado del nivel general de precios, es muy 
común que los macroeconomistas tracen una senda del crecimiento de la producción total 
asociada con la estabilidad de los precios, tal y como lo muestra la figura 1.3. A ésta 
producción total compatible con un nivel de precios estable es a la que el análisis 
convencional acostumbra en realidad darle el nombre de producción potencial, suponiendo 
que por encima de ésta surgen presiones que conducen o pueden conducir a la inflación 
acelerada y por debajo aparecen presiones para que el aumento de los precios se reduzca. 
Para evitar una confusión con el significado que en este texto le hemos dado al concepto de 
producción total potencial, hablaremos por separado de la producción con estabilidad de 
precios, como un concepto distinto. Se debe señalar en particular que un nivel superior a la 
producción con estabilidad de precios no significa que se haya eliminado el desempleo ni 
mucho menos que exista un “exceso de empleo”. 
 
La explicación de donde se encuentra ubicado este nivel de producción con estabilidad de 
precios en cada momento y, sobre todo, la consideración de si tal nivel puede ser modificado, 
son temas centrales de la macroeconomía. En los capítulos 10 y 11 abundaremos sobre esta 
cuestión partiendo de la base de una definición más amplia de la estabilidad de precios. 
 
 
 
 
 
 
 
Relaciones con el resto del mundo y capacidad de pago al exterior 
 
En un mundo constituido por países interdependientes, las relaciones económicas rebasan las 
fronteras nacionales. Así, los residentes de un país, es decir sus pobladores regulares, las 
empresas asentadas en su territorio y su gobierno, compran y venden bienes y servicios de 
todo tipo en el exterior. También envían y reciben tanto ingresos como flujos de 
financiamiento e inversión productiva al y desde el exterior. 
 
A partir de ello, y más allá de todo lo que comúnmente se discute entre los economistas de 
diferentes persuasiones sobre los beneficios o perjuicios específicos que provienen de estos 
intercambios, surge de cualquier manera una problemática general que afecta al 
funcionamiento económico global de cada país en particular. Nos referimos a que en este 
contexto de interacción con el exterior la actividad económica de un país adquiere una 
dependencia, mayor o menor según el caso, de la magnitud y la manera en que se desarrollan 
dichos intercambios comerciales y financieros con el resto del mundo. En consecuencia, un 
país puede entrar en problemas y comprometer el nivel de utilización y el crecimiento de su 
capacidad productiva, si deja de contar con los medios suficientes para comprar en el exterior 
insumos básicos para la fabricación de bienes diversos o, destacadamente, maquinaria y 
equipo especializados. También si no es capaz de saldar sus compromisos financieros con 
otros países. 
 
La solvencia para comprar y hacer pagos en el exterior, se relaciona naturalmente con el nivel 
que guardan las exportaciones de bienes y servicios de todo tipo, así como con la entrada de 
flujos financieros y de inversión productiva provenientes de otros países. En consecuencia, 
 
Figura 1.3 Producción total y producción total con estabilidad de 
precios 
 
Tiempo 
Y 
Producción con estabilidad 
de precios 
Producción 
total 
las posibilidades de contar con medios para pagar al exterior, que sean suficientes, oportunos 
y accesibles, son en este sentido cruciales. 
 
Por lo anterior, la macroeconomía se interesa en entender el curso que siguen el balance 
entre exportaciones e importaciones de bienes y servicios y el flujo neto de ingresos 
provenientes del exterior, asícomo también las entradas (netas de salidas) de fondos, 
sean para financiamiento o para inversión directa en actividades productivas. 
 
Por otra parte, en el ámbito de las relaciones con el resto del mundo también es de la mayor 
importancia el nivel que adquiere el llamado tipo de cambio real frente al exterior. Con esto 
nos referimos al valor real, es decir, en términos de producción interna, de lo que se paga al 
exterior por diferentes conceptos. El tipo de cambio real influye en el saldo de exportaciones 
e importaciones, así como en la cantidad de bienes y servicios de la que pueden disponer 
efectivamente los habitantes de un país que tiene relaciones con el resto del mundo, 
incluyendo en ello los términos en los que se da la distribución de dichos bienes y servicios 
entre los diferentes grupos sociales. Por otra parte, los movimientos en el tipo de cambio real 
se encuentran estrechamente relacionados, bajo una forma de interacción mutua, con el 
comportamiento del nivel general de precios. 
 
En la última sección del libro, correspondiente al análisis de una economía abierta al exterior, 
nos ocuparemos de todos estos aspectos. 
 
 
1.5 La distribución del ingreso total 
 
Como veremos en el próximo capítulo, el proceso productivo global genera ingresos para los 
sujetos participantes, cuya agregación es igual en valor a la producción total. A la suma total 
de dichos ingresos se les llama, en singular, el ingreso total de la economía. A la 
macroeconomía le interesa también estudiar cómo se determina la distribución del ingreso 
total entre grandes categorías tales como sueldos y salarios, intereses, arrendamientos y 
ganancias de las empresas, que de alguna manera se corresponden con grupos sociales 
caracterizados por desempeñar papeles diferentes o que guardan posiciones distintas en el 
proceso económico. La distribución del ingreso aparece como el resultado de las aspiraciones 
de los actores económicos y del poder de influir sobre su entorno, y el perfil que adopta esta 
distribución incide sobre el curso de la economía. Esto se debe, por un lado, a que la 
distribución del ingreso se relaciona con la determinación de la demanda total de bienes y 
servicios que enfrenta la economía en un momento dado y, por otro, sobre la rentabilidad que 
obtienen los productores, la cual incide sobre sus decisiones de inversión. La distribución y 
la disputa alrededor de la misma entre los actores sociales, gravita también sobre el 
comportamiento del nivel general de precios y, en consecuencia, sobre el nivel de la 
competitividad externa de la economía en el comercio mundial y el resultado de su balance 
de pagos con el exterior. 
 
El capítulo 9 ofrece, como elemento destacado del estudio de las condiciones de la oferta 
total de bienes y servicios, un análisis muy básico de los términos de la distribución del 
ingreso entre remuneraciones al trabajo e ingresos de la propiedad, el cual además de 
permitirnos ahondar en el análisis de la determinación de la demanda total, resulta central en 
los capítulos referidos al comportamiento del nivel general de precios y de la economía 
abierta al exterior. 
 
 
1.6 La construcción de modelos teóricos 
 
Para desarrollar sus teorías, los economistas proceden construyendo representaciones 
simplificadas del entorno en el que ocurre el fenómeno que se busca explicar. Estas 
construcciones se conocen como modelos económicos. La razón de construir modelos radica 
en que la realidad concreta en cualquier ámbito de análisis contiene, a simple vista, 
demasiados elementos interactuantes que en principio rebasan nuestra capacidad de 
discernimiento. Ante ello, un modelo pretende albergar una selección de los rasgos 
propiamente relevantes o dominantes en la determinación del fenómeno que se quiere 
entender, dejando fuera otros elementos no esenciales e ignorando algunas circunstancias 
particulares, lo cual, en opinión del analista, no modifica la esencia de dicho fenómeno y, por 
el contrario, facilita su comprensión en una primera aproximación. 
 
La selección de los elementos relevantes y la forma que toma la estructura de los modelos 
están estrechamente relacionadas con concepción básica, previa al análisis, que se tiene del 
funcionamiento de la economía, lo que fundamenta la explicación que se busca proporcionar. 
Habiendo entre los economistas diferentes posiciones teóricas que nos presentan grandes 
espacios de desacuerdo, la macroeconomía nos ofrece un conjunto de tipos de modelos que 
rivalizan entre sí, de manera que, como se mencionó en el prólogo, el lector debe esperar 
encontrarse en otras fuentes con explicaciones alternativas a las que proporciona este libro, 
basadas en otros enfoques. 
 
Aunque no siempre ha sido así (en sus orígenes muchas y muy importantes contribuciones a 
la teoría económica se expresaron en forma puramente verbal), hoy en día los modelos se 
presentan de manera formal en términos matemáticos, bajo expresiones que pueden ser 
sencillas o complejas según el caso de que se trate y del nivel de profundidad, detalle y 
precisión de la explicación que se busca. Se asume que la formulación matemática permite 
expresar en forma más rigurosa y puntual la manera en que los factores económicos 
relevantes se relacionan y determinan entre sí. A la par de las expresiones matemáticas, los 
modelos se sirven también de representaciones gráficas y sus correspondientes propiedades 
geométricas. Desde luego que más allá de su expresión formal, las explicaciones que proveen 
los modelos deben poder ser recreadas verbalmente tanto en su lógica económica 
fundamental como en las implicaciones que de ellos se derivan. 
 
Como se dijo en el prólogo, a lo largo de este libro se construirán modelos para explicar 
diferentes aspectos del funcionamiento global de la economía, en los cuales las expresiones 
matemáticas se mantienen en un nivel sumamente sencillo, demandando prácticamente solo 
conocimientos de álgebra. Al mismo tiempo, esta formulación matemática nos permitirá 
trabajar con una abundante cantidad de ejemplos numéricos que jugarán un papel muy 
importante para la comprensión de los diferentes argumentos y explicaciones que surgen en 
cada tema. 
 
Nuestros modelos contendrán un entramado de relaciones entre variables macroeconómicas 
que se establecen a partir de definiciones y relaciones contables, además del ingrediente más 
importante de todo modelo, que son supuestos acerca del comportamiento que los diferentes 
conjuntos de actores económicos manifiestan en diversos ámbitos, según un conjunto de 
hipótesis que se formulan al respecto. Esta trama de relaciones genera procesos y tendencias 
que determinan el curso que presumiblemente sigue la economía y nos conduce a obtener 
ciertos resultados, todo lo cual pretende que podamos comprender la naturaleza y las 
características de los fenómenos que nos interesa estudiar. 
 
Formalmente hablando, nuestros modelos contendrán, como cualquier modelo, un conjunto 
de variables cuyo valor aparece establecido desde fuera, a las que llamamos variables 
exógenas, nombre que significa que la explicación de su determinación, aunque se hable de 
ella de manera informal, no está contenida en la propia solución del modelo. A partir de la 
definición de las variables exógenas y de la trama de relaciones establecidas en función de 
los supuestos que se han adoptado, los modelos nos conducirán a advertir cuales son los 
mecanismos de determinación de aquellas variables que nos queremos explicar, a las que les 
damos el nombre de variables endógenas. 
 
Desde luego que los modelos con los que se elabora la teoría macroeconómica son recursos 
necesarios para plantear y desarrollar las explicaciones relevantes a los temas objeto de 
estudio en sus aspectos más esenciales. Sin embargo, se debe proceder con cautela a la hora 
de aplicar sus resultados, dado que dichos modelosson estructuras simplificadas y mecánicas 
que contrastan con el hecho de que en muchos ámbitos y situaciones de la vida real se 
presentan variantes concretas de los fenómenos objeto de estudio que son la expresión de la 
existencia de relaciones más complejas, contextos institucionales distintos, así como de las 
circunstancias predominantes en un momento particular determinado. En consecuencia, los 
resultados de los modelos requieren de procesos de adecuación y puesta a prueba al ser 
trasladados a la consideración de situaciones específicas. 
 
 
1.7 Las políticas macroeconómicas 
 
Las explicaciones que nos proporcionan los modelos sobre los diferentes aspectos del 
funcionamiento global de la economía, no están destinadas únicamente a esclarecer nuestras 
interrogantes o a demostrar -o en su caso desmentir- nuestras preconcepciones e intuiciones, 
sino que se constituyen en el fundamento que nos permite prescribir acciones a llevar a cabo 
para incidir sobre la estructura y el funcionamiento del sistema económico, encaminadas a 
enfrentar su problemática. Además de que en el campo de la teoría se presentan los 
desacuerdos entre enfoques alternativos ya mencionados anteriormente, las diferencias y la 
polémica se acentúan a la hora de prescribir, diseñar e instrumentar las políticas, no solo entre 
los proponentes que sustentan enfoques alternativos, sino, por diferencias de matiz, incluso 
entre quienes pudieran compartir en lo fundamental un marco teórico determinado. Pero 
además la prescripción y la instrumentación de las políticas generan divisiones de opinión en 
la sociedad en su conjunto. Esto se debe a que dichas políticas se enfrentan con un entorno 
institucional prevaleciente en el que las medidas y los cambios sugeridos pueden encontrar 
limitaciones u obstáculos para su aplicación, y también a que, en el terreno político, tales 
medidas pueden y suelen acentuar las diferencias existentes entre los intereses y las 
aspiraciones de los diferentes actores sociales. 
 
Los modelos desarrollados a lo largo del libro nos permitirán determinar solamente algunas 
líneas de política trazadas de manera general y esquemática, sin abundar en sus mecanismos 
operativos específicos, dados la simplicidad y el nivel de agregación de nuestro análisis y la 
ausencia de discusiones ubicadas dentro del marco de ámbitos institucionales y políticos 
particulares. 
 
 
1.8 Anotaciones finales 
 
En este capítulo hemos dejado establecido que la macroeconomía se propone estudiar 
aquellos fenómenos que son propios del funcionamiento de la economía en su conjunto. 
 
Lo primero que hemos destacado es la importancia primordial que para nuestro interés tiene 
el análisis de la producción total, tanto en lo que se refiere a su crecimiento de largo plazo 
como desde la óptica de la utilización de la capacidad productiva con la que ya se cuenta en 
un momento dado. 
 
Por otra parte, hemos puesto de relieve que aspectos tales como el uso del dinero y del crédito, 
el financiamiento, el comportamiento del nivel general de precios, el balance de pagos frente 
al exterior y la distribución del ingreso constituyen temas centrales de estudio, en vista de 
que se trata de fenómenos relacionados con el propio funcionamiento global de la economía 
y de que, al mismo tiempo, suelen condicionar tanto al nivel como al ritmo de crecimiento 
de la producción total. 
 
Finalmente, hemos dejado establecido que el análisis macroeconómico parte de la 
especificación de supuestos e hipótesis específicos, y se realiza a través de la elaboración de 
modelos, que son representaciones simplificadas del o los fenómenos a estudiar. De las 
conclusiones que arrojan las teorías, vertidas en forma de modelos, se suelen derivar además 
prescripciones, siempre disputables, de política económica. 
 
Sobre la base de la presentación realizada hasta aquí comenzaremos, a partir del próximo 
capítulo, con la construcción de nuestro análisis macroeconómico. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Capítulo 
2 
Los flujos macroeconómicos y sus 
relaciones contables 
 
 
 
En este capítulo y en el siguiente nos ocuparemos de presentar una serie de conceptos y 
relaciones contables, complementados con algunas consideraciones relevantes, que nos 
permitirán conocer un primer conjunto de términos de referencia básicos para el análisis 
macroeconómico. Se trata en estos dos capítulos de realizar un análisis meramente 
descriptivo, que tiene como objetivo reconocer el escenario, a los actores y la representación 
agregada del proceso económico de producción, generación de ingresos y empleo. A partir 
de ello, en la segunda parte del libro se desarrollará lo que es propiamente el trabajo analítico, 
que se propone estudiar las relaciones de causalidad que configuran dicho proceso y su 
problemática. 
 
En este capítulo, en el que reconoceremos a los flujos de producción y generación de 
ingresos, procederemos de manera gradual, construyendo escenarios que van del más 
sencillo, en el que el gobierno no participa en la economía ni se tienen relaciones económicas 
con otros países, al más complejo, que incorpora a todos los actores económicos relevantes 
realizando sus operaciones económicas más características. 
 
 
2.1 Tres formas de visualizar la producción total en un entorno 
económico simplificado 
 
Vamos primero a presentar a dos de las agrupaciones principales de actores económicos que 
participan en el proceso económico global propio de una economía capitalista. Hablaremos 
en primer lugar de las empresas mercantiles. Estas se proponen producir bienes y servicios 
para que, a través de su venta, se puedan cubrir sus costos de producción y obtener además 
ganancias. La obtención de ganancias es el motor que impulsa a la realización de actividades 
productivas mercantiles capitalistas, en un entorno en el que las empresas persiguen no sólo 
reponer sino ampliar su capacidad productiva, es decir, acumular capital. 
 
Por otra parte tenemos a los perceptores de ingresos, quienes reciben remuneraciones como 
pago a sus esfuerzos laborales (sueldos, salarios, etc.), o como pago derivado del uso de 
recursos de capital físico y financiero, así como de recursos naturales, en actividades 
productivas mercantiles (ganancias de las propias empresas, intereses, arrendamientos). Es 
común reunir a los perceptores de ingresos dentro de la categoría de hogares, término con el 
cual describimos al conjunto de unidades familiares, instituciones sin fines de lucro y 
personas solas, que perciben los ingresos que se generan al paso en que tiene lugar la 
producción y venta de bienes y servicios. Ahora bien, debemos advertir desde ahora y lo 
reiteraremos en otros apartados, que una parte de los ingresos, las llamadas ganancias no 
distribuidas, son retenidas por las empresas mismas, con el propósito de reponer y acrecentar 
su capital productivo, por lo que no llegan en realidad a convertirse nunca en ingresos de 
hogares. A partir de la existencia de las empresas y de los perceptores de ingresos podemos 
construir una primera imagen del funcionamiento global de la economía. En otro momento 
introduciremos dos categorías adicionales de actores económicos: el gobierno y el resto del 
mundo. 
 
Consideremos el cuadro 2.1. En éste se simula la existencia de una economía hipotética 
conformada por cinco empresas mercantiles, las empresas A, B, C, D y E. En tanto que 
empresas mercantiles capitalistas, éstas empresas producen para vender y de esta manera 
recuperar sus costos de producción y obtener, además, ganancias. 
 
Desde este momento y hasta nuevo aviso estaremos razonando en un contexto en el que 
supondremos dos cosas: en primer lugar, que las ventas que realizan las empresas durante un 
período determinado, digamos un año, están constituidas exclusivamente por la producción 
que se ha llevado a cabo durante ese mismo período, y ensegundo, que dicha producción se 
vende en su totalidad. Bajo estos supuestos resulta entonces que el valor de las ventas de un 
período es idéntico al valor de lo que se produce; es decir, las empresas no mantienen 
inventarios entre un período y otro. 
 
Los supuestos anteriores nos permiten identificar y medir la producción total de las cinco 
empresas, correspondiente a un período determinado, partiendo de la medición del valor 
monetario de sus ventas. El cuadro 2.1 desglosa el valor de las ventas de las cinco empresas. 
 
Cuadro 2.1. Una economía hipotética con cinco empresas 
 Empresas 
 A B C D E total 
Compras de 
insumos 
a "B" $10 
a "D" $5 
a "E" $4 
a "A" $8 
a "C" $4 
a "D" $10 
a "A" $9 
a "D" $12 
a "E" $8 
a "B" $8 
a "C" $4 
a "E" $6 
a "A" $25 
a "D" $5 
 
subtotal $19 $22 $29 $18 $30 $118 
Salarios y 
sueldos 
 
$24 
 
$20 
 
$22 
 
$16 
 
$20 
 
$102 
Intereses $6 $3 $6 $7 $8 $30 
Arrendamientos $2 $3 $4 $1 $4 $14 
Ganancias $16 $12 $12 $10 $14 $64 
subtotal $48 $38 $44 $34 $46 $210 
Valor total de las 
ventas 
 
$67 
 
$60 
 
$73 
 
$52 
 
$76 
 
$328 
 
 
 
Tomemos a una de las empresas, por ejemplo a la empresa A, y leamos sus números hacia 
abajo de la columna. Vemos que A para producir compró insumos materiales a las empresas 
B, D, y E. Estos insumos son materias primas o bienes ya procesados que serán 
transformados en aquello que la empresa A produce. La transformación de los insumos a su 
propia producción la realiza la empresa A, al igual que todas las demás, utilizando su acervo 
de maquinaria y equipo y contratando fuerza de trabajo. Como se ve, las compras de insumos 
tienen un valor de $10, $5 y $4 respectivamente, que suman $19. Además A pagó sueldos y 
salarios por $24, intereses por $6, alquileres o arrendamientos por $2 y obtuvo ganancias por 
$16. El valor total de sus ventas, asciende a $67. 
 
Ahora bien, si nos hiciéramos la pregunta de cuál fue la contribución de la empresa A a la 
producción total de la economía, podríamos sentirnos tentados a decir que fue, justamente, 
lo que aparece como el valor de sus ventas: $67. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que 
en realidad A no fabricó los insumos materiales que utilizó para llevar a cabo su producción. 
Como hemos visto, lo que A hizo fue adquirir dichos insumos, por un valor total de $19, a 
otras empresas y los transformó en su propia producción, cuyo valor de venta fue $67. 
Entonces la contribución de A a la producción total de la economía está representada 
únicamente por el proceso de transformación que equivale a la diferencia entre el valor de 
las ventas y el valor de los insumos, es decir, a la diferencia entre $67 y $19, que es igual a 
$48. A esta cifra la llamamos el valor agregado por A. El valor agregado es su verdadera 
aportación a la producción total de la economía. 
 
Si generalizamos el argumento anterior, la producción conjunta de las cinco empresas en el 
cuadro consiste únicamente en la suma de sus respectivos valores agregados, es decir $210. 
Al valor de las ventas totales, $328, le llamaremos, como se acostumbra en la contabilidad 
macroeconómica, el valor bruto de la producción (VBP), y si bien constituye nuestro punto 
de partida, no puede representar al verdadero esfuerzo productivo total de la economía, ya 
que como se puede apreciar su magnitud duplica el valor de los insumos fabricados por cada 
empresa que fueron convertidos a los productos de las otras. En consecuencia, si adoptáramos 
al VBP como medida de la producción total estaríamos utilizando una medida inflada. 
 
 
La suma de los valores agregados, a la que llamaremos el valor agregado total (VAT), es 
entonces una primera forma de identificar y medir a la producción total de la economía 
correspondiente a un período determinado para cuya representación con frecuencia se suele 
reservar la letra Y. De este modo, nuestra primera identificación la producción total implica 
que Y = VAT. Reiteramos que la producción total se mide en términos de la duración de un 
cierto período, por ejemplo un año, por lo que en el lenguaje de la economía se le conoce 
como una variable de flujo, es decir que se le identifica y se le mide entre una fecha inicial 
y una fecha final. 
 
Al analizar el mismo cuadro 2.1, podemos observar algo más. Al llevar a cabo su producción, 
las empresas generan remuneraciones que diversos sujetos reciben en forma de sueldos y 
salarios, intereses y arrendamientos; además al vender dicha producción las empresas 
obtienen ganancias para ellas mismas. La suma de todas estas percepciones se denomina, el 
ingreso total de la economía, (ING). Su valor es justamente igual al del VAT, o sea $210. 
De hecho los distintos rubros del ingreso total constituyen una repartición de ese importe. 
Lógicamente, el ingreso total puede ser establecido como una medida equivalente de la 
producción total de la economía, y por lo tanto es igualmente representativa, de modo que: 
 
Y = VAT = ING 
 
Para fines del análisis macroeconómico, el ingreso total aparece vertido en un conjunto 
limitado de categorías. Se entiende que lo perciben ambos, las empresas y los hogares. Para 
simplificar nuestro escenario asumiremos que los hogares reciben los sueldos y los salarios, 
los intereses, los arrendamientos y parte de las ganancias bajo el rubro de dividendos. Esto 
significa, como ya hemos adelantado, que las empresas retienen la otra parte de las 
ganancias; lo hacen tanto para reunir gradualmente fondos que se necesitarán en el momento 
de reponer la maquinaria y el equipo cuya vida útil termine (formación de reservas de 
depreciación), como para reunir ganancias netas, por encima de las reservas de depreciación, 
las cuales son la base de la acumulación de nuevo capital productivo. En su momento también 
será conveniente clasificar a los componentes del ingreso total en dos categorías: ingresos 
provenientes del trabajo (sueldos y salarios) e ingresos provenientes del uso mercantil de 
la propiedad de recursos productivos físicos y financieros (intereses, arrendamientos y 
ganancias de las empresas), a los que llamaremos simplemente ingresos de la propiedad. 
 
Pasemos ahora al cuadro 2.2, que simplemente reordena los datos del cuadro 2.1. Lo que 
vemos ahí es que si a las ventas totales de cada empresa les restamos aquella porción que 
éstas se compraron entre sí en forma de insumos materiales para la producción, la parte 
restante puede ser clasificada bajo un rubro separado: se trata de los bienes y servicios que 
ya no van a ser transformados en otra cosa sino que están listos para tener un uso final, trátese 
de bienes de consumo (alimentos, ropa, servicios médicos, etc.) o de bienes de capital 
(maquinaria, equipo, construcciones, recursos naturales acondicionados para su explotación 
etc.). Por lo anterior, llamamos producción de bienes y servicios de uso final (BUF), a este 
conjunto de bienes de consumo y bienes de capital, mientras que, por otra parte, 
denominamos producción de bienes de uso intermedio (BUI), justamente a los insumos 
materiales que se compran las empresas entren sí para transformarlos, cada una, en sus 
propios productos. Debemos decir que los bienes y servicios de uso final representan la 
consumación del propósito de las actividades productivas de la economía en su conjunto. 
 
El cuadro 2.2 nos ratifica que, como habíamos visto antes, la producción de bienes de uso 
intermedio fue de $118. Entonces, por deducción, tenemos que el resto de la producción tuvo 
que estar constituido por las ventas de bienes y servicios de uso final (VBUF). Su valor es de 
$210, y resulta ser justamente la misma medida del VAT y del ING. Por lo tanto, este 
concepto constituye otra medida, equivalente a las dos anteriores,de la producción total de 
la economía. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cuadro 2.2. Clasificación de las ventas de las empresas por categoría 
de productos 
 Empresas 
 A B C D E total 
Valor bruto de 
la producción 
$67 $60 $73 $52 $76 $328 
Insumos para 
otras 
empresas 
(BUI) 
$42 $18 $8 $32 $18 $118 
Bienes de uso 
final (BUF) 
$25 $42 $65 $20 $58 $210 
 
 
En conclusión, hemos identificado a tres conceptos que son diferentes entre sí, pero que 
alcanzan el mismo valor monetario: (i) el valor agregado total, que es una medida de la 
magnitud del proceso de transformación de insumos materiales a productos, (ii) el ingreso 
total, que es la suma de todas las percepciones (incluidas las ganancias de las empresas) 
generadas como consecuencia de la producción y (iii) las ventas de bienes y servicios de uso 
final, que contienen a diferentes categorías de este género de productos. Se trata de una triple 
equivalencia que resulta sumamente importante para la construcción el análisis 
macroeconómico y que por lo tanto debemos tener siempre en mente: 
 
Producción total (Y) = VAT = ING = VBUF 
 
Como veremos a lo largo del capítulo, estos conceptos irán adquiriendo denominaciones más 
específicas y formas de valoración alternativas, en la medida en que vayamos construyendo 
escenarios más complejos representativos de la economía en su conjunto. 
 
 
2.2 Una economía sin sector público y cerrada al exterior 
 
Con base en los conceptos y las equivalencias contables del ejemplo anterior, vamos a 
construir un primer escenario macroeconómico sumamente sencillo y enteramente 
equivalente al utilizado en la economía hipotética de cinco empresas de la sección anterior. 
Suponemos por el momento que solamente existen empresas privadas y hogares, de modo 
que el gobierno no participa en la economía. Además esta economía no tiene relaciones 
económicas con otros países, es decir que se trata de una economía cerrada al exterior. El 
formato de presentación y análisis que a continuación vamos a construir se repetirá 
posteriormente para aplicarlo al caso de situaciones más complejas en las que aparecen 
nuevos actores. 
 
Vamos a presentar en el cuadro 2.3 la información de esta economía hipotética, en la que 
podemos pensar que participa un gran número de empresas mercantiles de distinto tipo. Se 
trata de un cuadro de doble entrada; es decir, sus números se pueden leer tanto desde las 
columnas como desde los renglones, dando lugar al mismo total en ambas direcciones. Para 
simplificar agrupamos a todas las empresas que pudieran existir en dos sectores: el sector 1 
y el sector 2. El cuadro nos muestra, para cada sector y hacia abajo de las columnas, al valor 
bruto de la producción, haciendo una separación entre las compras de bienes de uso 
intermedio y los ingresos generados. Por otra parte, los sectores leídos a lo largo de sus 
correspondientes renglones nos muestran el destino de su producción, dividido en ventas de 
bienes de uso intermedio, VBUI (ventas entre empresas), y ventas de bienes de uso final, 
VBUF. Estas últimas han sido divididas, dándonos valores arbitrarios, en bienes para el 
consumo, (C), y bienes de capital. A la venta total de estos últimos le llamamos inversión, 
(I). 
 
 
Cuadro 2.3. Cuadro de relaciones contables: economía sin gobierno y cerrada al exterior 
 VBUI VBUF 
 Sector 1 Sector 2 subtotal C I subtotal total: VBP 
Sector 1 $90 $210 $300 $335 -- $335 $635 
Sector 2 $115 $175 $290 $540 $175 $715 $1,005 
subtotal $205 $385 $590 $875 $175 $1,050 $1,640 
S yS $220 $290 $510 
INT $45 $105 $150 
REN $25 $45 $70 
GAN $140 $180 $320 
subtotal $430 $620 $1,050 
total: VBP $635 $1,005 $1,640 
 
 
Hagamos la lectura del cuadro hacia abajo de las columnas. Ocupémonos por ejemplo de la 
columna del sector 1. Vemos que sus empresas se compran entre sí insumos por un valor de 
$90 y adquieren de las empresas del sector 2 insumos por $115. Por otra parte pagan sueldos 
y salarios (SyS), por $220, intereses (INT) por $45, arrendamientos (REN) por $25 y obtienen 
ganancias (GAN) por $140. Estas cifras también se pueden leer de la siguiente manera: el 
sector 1 compró insumos por un total de $205 y generó un valor agregado igual a $430, 
siendo este último como ya sabemos su contribución a la producción total. En cambio, el 
total de la columna completa, $635, corresponde al valor bruto de la producción del sector, 
magnitud que ya se ha dicho que duplica el valor de diversas cantidades de insumos cada vez 
que éstos se venden de una empresa a otra. La columna del sector dos se debe leer, 
naturalmente, de la misma manera. 
 
Entonces, si tomamos el subtotal de las columnas de los dos sectores, tenemos que, para toda 
la economía, se cumple lo siguiente: 
 
Y = (VBP – VBUI) = VAT = $ 1,640 - $590 = $1,050 
 
y al mismo tiempo, 
 
Y = (SyS + INT + REN + GAN) = ING = ($510 + $150 + $70 + $320) = $1,050 
 
Por lo que reiteramos lo ya establecido anteriormente: 
 
Y = VAT = ING 
 
Ocupémonos ahora de los renglones. Veamos por ejemplo el renglón del sector 1, que nos 
dice que las empresas que lo componen se vendieron, entre sí y a las empresas del sector 2, 
bienes de uso intermedio por un total de $300, mientras que realizaron ventas de bienes de 
uso final por $335. Las ventas totales, $635, corresponden nuevamente al valor bruto de la 
producción. 
 
Si consideramos a los dos sectores juntos, tenemos que vendieron bienes de uso intermedio 
por $590 y bienes de uso final por $1,050, siendo de estos últimos $875 para el consumo y 
$175 para satisfacer la demanda de bienes de capital, a la que, reiteramos, le llamamos 
inversión. 
 
Recordando que las ventas totales de bienes de uso final también nos dan la medida de la 
producción total, tenemos que: 
 
Y = VBUF = (C + I) = ($875 + $175) = $1,050 
 
Entonces, del análisis del cuadro 2.3 recuperamos los tres conceptos, valor agregado, ingreso 
y venta de bienes de uso final, reiterando que si bien poseen un significado diferente, tienen 
el mismo valor, y que en esa medida cada uno de ellos nos sirve indistintamente para 
identificar y medir la producción total de la economía que corresponde a un cierto período: 
 
Y = VAT = ING = VBUF = $1,050 
 
o desagregando los términos que componen cada concepto: 
 
Y = (VBP - VBUI) = (SyS + INT + REN + GAN) = (C + I) = $1,050 
 
 
2.3 El ahorro y la inversión 
 
Si tomamos al concepto de ingreso total y le restamos las ventas de bienes de consumo, a la 
diferencia le llamamos el ahorro total de la economía. Si a este lo representamos como S, 
tenemos que: 
 
ING - C = S es decir: $1,050 - $875 = $175 
 
Obsérvese que el valor del ahorro total es igual al de la inversión, es decir a las ventas de 
bienes de capital: 
 
S = I = $175 
 
La igualdad entre el ahorro y lo que se gasta en inversión, al nivel del conjunto de la 
economía, es un resultado de la mayor importancia y su interpretación constituye uno de los 
ejes de la elaboración de la teoría macroeconómica. Aquí hemos obtenido dicha igualdad en 
la forma de su expresión más elemental, que corresponde a su equivalencia contable, pero a 
lo largo del libro será retomada en otro contexto, el de las relaciones de determinación causal 
de los flujos macroeconómicos. 
 
 
2.4 Cuando las ventas y la producción son diferentes: la inversión 
en inventarios 
 
En esta sección vamos a resolver una pequeña dificultad, para poder seguir avanzando. Desde 
el inicio de nuestro análisis hemos mantenido los supuestos que nos conducen a establecer 
que las ventas totales y el valor bruto de la producción de un período son siempre iguales. En 
virtud de ello nos hemos podido aproximar a la identificación y la medición del producto 
total a través de los conceptos de VAT, ING o VBUF, partiendo en todos los casos justamentedel valor de las ventas totales de las empresas, es decir del VBP. Ahora bien, para acercarnos 
un poco más a la realidad debemos prescindir de este supuesto, es decir, tenemos que 
reconocer que el valor de las ventas de un período no tiene por qué ser justamente igual al 
valor bruto de lo que realmente se produce, es decir que el valor bruto de la producción ya 
no es igual al valor de las ventas. Entonces, ¿qué se puede hacer en estas condiciones para 
identificar y medir a la producción total? 
 
La producción y las ventas comúnmente difieren dentro de un período cualquiera, digamos 
de un año, cuando durante ese período se vende producción de años anteriores tenida como 
inventarios y/o cuando parte de la producción del año actual se queda, al final, sin vender, 
incorporándose por tanto a los inventarios de las empresas. El problema es que en tales 
condiciones no se puede identificar y medir la producción total tomando simplemente como 
punto de partida la cifra del valor monetario de las ventas, tal y como lo habíamos venido 
haciendo hasta ahora. Esto, en principio, nos crea un problema. Sin embargo, mediante un 
ajuste algebraico-contable sencillo podemos recuperar la identificación de la producción a 
partir de las ventas, al mismo tiempo que introducimos una nueva categoría de bienes de uso 
final: la variación de inventarios. 
 
Supongamos que al inicio del año las empresas en su conjunto tienen unos inventarios cuyo 
valor es Ei. Si a estos inventarios les sumamos el valor bruto de la producción de ese año y 
le restamos las ventas realizadas durante ese mismo período, V, lo que obtenemos es el valor 
de los inventarios que se tienen al final del año, Ef. Es decir, tenemos que: 
 
Ei + VBP - V = Ef 
 
por lo que, si despejamos al VBP, que es justamente la incógnita que nos interesa identificar, 
nos queda: 
 
VBP = V + Ef - Ei 
 
Es decir, que como V, Ef y Ei se pueden medir sin ningún problema al llevar a cabo la 
contabilidad de las empresas, podemos, a partir de sus valores, obtener el VBP. 
 
A la diferencia entre Ef y Ei le llamamos variación de inventarios y la vamos a representar 
como Ev. Es el valor en el que, durante el año, han aumentado o disminuido los inventarios 
que teníamos al principio. La variación será positiva si el VBP ha sido mayor que V y 
viceversa. Resumiendo, para identificar y medir al valor bruto de la producción podemos 
seguir partiendo del valor monetario de las ventas totales, siempre y cuando a éstas les 
sumemos algebraicamente la variación de inventarios. 
 
Construyamos un ejemplo numérico. Supóngase que Ev es positivo (Ef es mayor que Ei) e 
igual a $40, y que V es igual a $1,640; entonces, de acuerdo con lo que hemos establecido, 
tenemos que: 
 
VBP = V + Ev = $1,640 + $40 = $1,680 
 
Para incorporar este ajuste contable en un cuadro de doble entrada semejante al que 
utilizamos en la sección anterior, presentamos el cuadro 2.4, en el que partimos del VBP que 
acabamos de obtener, igual a $1,680. Como se puede observar, en este caso tenemos que el 
valor agregado total será, como siempre, igual a: 
 
VAT = (VBP – VBUI) = ($1,680 - $590) = $1,090 
 
que a su vez es igual al ingreso total: 
 
ING = (SyS + INT + REN + GAN) = ($520 + $155 + $75 + $340) = $1,090 
 
Por lo que toca a la producción total vista a lo largo de los renglones, observamos que el 
encabezado Ev aparece de manera explícita como un nuevo rubro o destino de la producción 
de uso final. Se procede de esta manera, ya que a los inventarios, cualquiera que sea su 
naturaleza: insumos, bienes en proceso o bienes terminados, se les considera como ventas de 
bienes de uso final, sobre la base de que van a seguir siendo transformados (materias primas, 
bienes en proceso) o que serán vendidos (bienes terminados) hasta el próximo período. De 
hecho las empresas mantienen cierto volumen de inventarios de manera deliberada para que 
sus procesos de producción y venta sean regulares y no sufran contratiempos ni restricciones. 
Desde ese punto de vista se les da un tratamiento conceptual semejante al de la compra de 
maquinaria y equipo, es decir se les considera como inversión. Pero la variación de 
inventarios comprende también aquella parte de la acumulación -o desacumulación- de los 
mismos que se produce por encima de lo que las empresas se proponían originalmente, y que 
tiene lugar cuando la diferencia entre la producción y las ventas va más allá de lo anticipado. 
Como veremos en su momento, la acumulación o desacumulación involuntaria de inventarios 
conduce a que las empresas modifiquen como respuesta el volumen de su producción, 
comportamiento que resulta central en la teoría de la determinación del producto total de la 
economía. 
 
Como consecuencia de la aparición de Ev como un rubro de demanda final semejante a la 
compra de bienes de capital, a la inversión se le divide ahora en dos componentes: inversión 
fija (IF), es decir compras de maquinaria, equipo, nuevas construcciones, etc. e inversión en 
inventarios (Ev). Ahora la suma de ambos elementos será la inversión total (I). 
 
 
 
Cuadro 2.4. Inclusión de la variación de inventarios 
 VBUI VBUF 
 Sector 1 Sector 2 subtotal C IF EV subtotal total:VBP 
Sector 1 $90 $210 $300 $335 -- $15 $350 $650 
Sector 2 $115 $175 $290 $540 $175 $25 $740 $1,030 
subtotal $205 $385 $590 $875 $175 $40 $1,090 $1,680 
S yS $225 $295 $520 
INT $45 $110 $155 
REN $30 $45 $75 
GAN $145 $195 $340 
subtotal $445 $645 $1,090 
total: 
VBP 
$650 $1,030 $1,680 
 
 
En resumen, con las cifras del cuadro 2.4: 
 
I = IF + Ev = $175 + $40 = $215 
 
 
En consecuencia, las ventas de bienes de uso final serán iguales a: 
 
VBUF = (C + IF + Ev) = ($875 + $175 + $40) = $1,090 
 
Habiendo incorporado así a la variación de inventarios, reiteramos que nuestro punto de 
partida puede seguir siendo el valor bruto de la producción, de modo que recuperamos la 
equivalencia entre el valor agregado, el ingreso y ventas de bienes finales, expresándola de 
la siguiente manera: 
 
Y = (VBP - VBUI) = ( SyS + INT + REN + GAN ) = ( C + IF + Ev ) = $1,090 
 
en donde, recordemos, VBP es igual a la suma algebraica de dos rubros que se pueden medir 
directamente: V + Ev. 
 
 
2.5 La provisión de bienes y servicios públicos y los impuestos 
 
Todos sabemos que además de la producción mercantil, que es la que realizan las empresas, 
existe la provisión de bienes y servicios públicos por parte del gobierno. Por un lado tenemos 
bienes y servicios tales como seguridad interna, defensa nacional, administración de justicia, 
educación, salubridad, lugares públicos de recreo, etc., denominados bienes o servicios, 
según el caso, de consumo público. También forman parte de los bienes públicos la 
construcción por parte del gobierno de obras de infraestructura productiva tales como 
carreteras, puentes, presas, escuelas, hospitales etc., a los que se les identifica como inversión 
pública. Una parte sustancial de los bienes y servicios públicos se caracteriza porque éstos 
no pueden tener un precio de venta en el mercado, en vista del hecho de que al proveerse 
están disponibles para todos sin exclusión, por lo que se ofrecen colectivamente bajo criterios 
definidos en las esferas de la política y la administración pública, y no para su venta en el 
mercado. Otra porción de los mismos si es susceptible de ser ofrecida por la vía mercantil 
por parte del sector privado, pero el gobierno igualmente se ocupa de ellos para procurar que 
su provisión sea la que se considera social y económicamente adecuada. Los bienes y 
servicios públicos constituyen una parte muy importante de la producción de cualquier país 
y por lo tanto no la podemos omitir al identificar y medir la producción total. Sin embargo, 
al tratarse de bienes y servicios que no están a la venta,el camino que se sigue para identificar 
y medir este rubro tiene que ser distinto al del caso de la producción de las empresas 
mercantiles considerado hasta ahora. 
 
Una mención aparte debe hacerse de las empresas públicas que producen y venden bienes y 
servicios sobre una base mercantil, de la misma manera en que lo hacen las empresas 
privadas. En este caso su tratamiento conceptual y contable sería idéntico al de estas últimas. 
Por ejemplo, cualquiera de las empresas hipotéticas con las que inició este capítulo podría 
ser una empresa pública. Pero para simplificar nuestra presentación, supondremos que no 
existen empresas de este tipo, manteniendo una distinción tajante entre producción mercantil, 
realizada por empresas privadas, y producción no mercantil, constituida por los bienes y 
servicios públicos. De no hacer este supuesto simplemente tendríamos que separar los 
ingresos generados por las empresas públicas de las privadas y desarrollar un esquema 
contable más desagregado para el sector público en su conjunto. 
 
Además de proveer bienes y servicios públicos, el gobierno realiza pagos de transferencia al 
sector privado, como por ejemplo cuando paga pensiones, seguro de desempleo y otras 
prestaciones sociales, o también cuando liquida los intereses de la deuda pública. En el 
mismo sentido, el gobierno también otorga subsidios compensando a los productores por 
rebajas en sus precios de venta al público. 
 
Por otra parte, para financiar sus diferentes rubros de gasto, sabemos que el gobierno cobra 
impuestos, sobre distintas fuentes o bases tales como los ingresos, la producción y las ventas, 
o también sobre el valor del patrimonio de los particulares. En este punto de nuestro análisis, 
para incorporar al gobierno en nuestro formato de un cuadro de doble entrada que nos permita 
identificar la producción total, deberemos considerar únicamente a los impuestos y a los 
subsidios que se aplican a través de los precios de los bienes y servicios. En otro momento 
consideraremos a los pagos directos de transferencia y a los demás tipos de impuestos. 
 
Observemos un nuevo ejemplo numérico en el cuadro 2.5, que se lee igual que los anteriores, 
pero que ahora incorpora nuevos encabezados en las columnas y en los renglones, lo que lo 
hace más complejo. En primer lugar y para simplificar, a partir de este punto estamos 
agrupando a todas las empresas mercantiles en un solo sector. De este modo, si tomamos 
primero las columnas, vemos que el VBP de todas las empresas mercantiles es de $1,935. 
Pero ahora debemos hacer notar, en primer lugar, que al incorporar al gobierno nos 
encontramos con los impuestos y subsidios que se aplican a través de los precios de los 
productos. Los llamados impuestos indirectos se aplican añadiendo un margen porcentual 
por encima del precio al que cada productor vende sus productos; por otra parte también hay 
subsidios que se aplican como compensaciones a los productores para que estos rebajen sus 
precios. Al incluir los impuestos indirectos, netos de subsidios, en los precios, el valor 
monetario de las ventas de los productos mercantiles se ve afectado y, como consecuencia, 
también la valoración de los conceptos que nos conducen a identificar y medir la producción 
total, valoración a la que ahora identificaremos como efectuada a precios de mercado. De 
no incluir el componente de impuestos indirectos netos de subsidios hablaríamos de una 
valoración realizada al costo de los factores, que significa una valoración hecha únicamente 
en términos de lo que reciben los factores de la producción: es decir, todos los ingresos 
privados derivados directamente del proceso productivo. Por supuesto que de no haber 
impuestos y subsidios que se apliquen a través de los precios de mercado las dos formas de 
valoración serían idénticas y la diferencia entre ellas perdería sentido. 
 
 
Cuadro 2.5. Incorporación de los gastos del gobierno y los impuestos indirectos netos de 
subsidios. 
 VBUI VBUF 
 Empresas Gobierno subtotal CP IP GBS subtotal total: 
VBP 
Empresas $670 $175 $845 $875 $215 -- $1,090 $1,935 
Gobierno --- -- -- -- -- $325 $325 $325 
subtotal $670 $175 $845 $875 $215 $325 $1,415 $2,260 
S y S $555 $110 $665 
INT $175 -- $175 
REN $90 $40 $130 
GAN $420 -- $420 
Ti $25 -- $25 
subtotal $1,265 $150 $1,415 
total: 
VBP 
$1,935 $325 $2,260 
 
 
En lo sucesivo vamos a adoptar la valoración a precios de mercado, por lo que nuestros 
conceptos tendrán incorporados en su valor monetario a los impuestos indirectos netos de 
subsidios, cuyo monto total representaremos como Ti, por lo que deberemos reconocerlos en 
nuestro esquema. Por ello en el cuadro 2.5 se les incorpora como un nuevo título de renglón 
después de los ingresos y formando parte del segundo subtotal. 
 
Por lo que toca a su participación en la producción tenemos que, aunque los bienes y servicios 
que provee el gobierno no tienen un valor de venta, para poderlos considerar en nuestro 
esquema se les debe asignar un valor monetario, que generalmente corresponde a lo que 
cuesta producirlos. Es decir, se anota el importe monetario de lo que el gobierno eroga para 
poderlos proveer. Con este propósito, incorporamos una columna rotulada como Gobierno, 
que aparece así como un sector productivo diferente a las empresas. 
 
La columna rotulada Gobierno, situada al lado de las empresas, nos muestra que éste adquiere 
de las propias empresas bienes de uso intermedio (suministros para generar bienes y servicios 
públicos) por $175. A su vez paga sueldos y salarios por $110 y arrendamientos por $40. De 
modo que su valor agregado, que es la contribución específica del gobierno a la producción 
total, es de $150. Desde luego que su VBP es de $325. 
 
De esta manera, de las cifras del cuadro 2.5 podemos darnos cuenta que el VAT, igual a 
$1,415, contiene ahora tanto la aportación de las empresas mercantiles como la del gobierno. 
El VAT vuelve, como siempre, a ser igual al ING (que ahora incorpora a Ti) y éste último se 
compone de remuneraciones surgidas tanto de las empresas mercantiles como del gobierno. 
 
Veamos ahora los dos espacios restantes asignados al gobierno en el cuadro. Como se puede 
observar aparece un renglón también rotulado como Gobierno y, en el espacio 
correspondiente a los bienes de uso final, se incorpora una columna bajo el símbolo GBS, que 
significa gasto del gobierno en bienes y servicios. Las casillas que corresponden a este 
renglón y columna están todas en blanco con excepción de aquella donde se intersectan. 
Leyendo el renglón, lo que esto significa es que se está simulando que el gobierno "se vende" 
su producción de bienes y servicios públicos a sí mismo y a nadie más, al costo en el que 
incurre para que esta producción se lleve a cabo: $325. Así se resuelve el hecho de que en 
realidad no haya ventas del gobierno al público de este tipo de bienes y servicios. En 
correspondencia con lo anterior, si leemos la columna GBS en las ventas de uso final, 
interpretamos que el gobierno "se compra" a si mismo esta producción igual a $325. 
 
Por otro lado, a partir de ahora en que hemos introducido la provisión de bienes y servicios 
públicos, los bienes de consumo y de capital que venden las empresas pasan a denominarse 
consumo privado, CP, e inversión privada, IP, respectivamente, en donde para abreviar 
asumimos que la inversión privada engloba en un solo monto a la inversión fija y a la 
variación de inventarios. Por otra parte, GBS incluye bienes y servicios diversos que en otro 
momento vamos a separar entre los bienes y servicios de consumo público y los bienes de 
inversión pública, de los que ya hemos hablado. 
 
Con lo que hemos establecido hasta este punto, podemos recuperar inmediatamente nuestras 
medidas de la producción total. Pero ahora, como se ha señalado, será necesario hacer

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