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FISURA ANAL 
 
Autor Dr. Guillermo Llanes Díaz 
 
Colaboradores Dr. Francisco Aguilar Martínez 
 Dr. Guillermo Deyá Mirabel. 
 
Servicio Coloproctología 
 
INTRODUCCIÓN 
La fisura anal es una úlcera lineal que se extiende desde la línea pectínea hasta el 
margen del ano afectando al anodermo que cubre la mitad inferior del esfínter anal 
interno (EAI); es una pequeña rotura de la mucosa del ano que produce dolor, 
hemorragia y prurito. 
Generalmente se diagnostica en adultos jóvenes, aunque puede observarse a 
cualquier edad con una incidencia similar en ambos sexos. La fisura anal es un 
problema frecuente que constituye 15 y 20 % respectivamente de las consultas e 
intervenciones en Europa y 30-35 % de las consultas e intervenciones realizadas 
en una unidad de coloproctología, en Cuba. 
Distinguimos dos formas básicas de fisura anal, la primaria o idiopática, cuando 
aparece en un paciente sano y sin una causa bien establecida, y la secundaria al 
diagnosticarla en individuos portadores de otras patologías como enfermedad de 
Crohn, tuberculosis, sífilis u otras enfermedades de transmisión sexual, síndrome 
de inmunodeficiencia adquirida, síndromes linfoproliferativos, etc. 
Aunque es rara en pacientes menores de 20 años, suele ser la causa más común 
de sangrado defecatorio en el niño. Las fisuras anales son extremadamente 
comunes en los niños pequeños y los estudios sugieren que 80 % de ellos ha 
sufrido de una fisura anal durante el primer año de edad. Dichas fisuras 
usualmente cicatrizan de manera espontánea y no requieren tratamiento médico 
específico aparte de una buena higiene en los pañales. Sin embargo, algunas 
fisuras sí pueden requerir tratamiento. 
La incidencia disminuye rápidamente con la edad y son mucho menos comunes en 
la edad escolar. En los adultos, el estreñimiento es la principal causa, 
particularmente con el paso de heces grandes y duras, aunque también pueden 
ser producidas por diarrea prolongada o inflamación del área anorrectal. 
En los pacientes de edad avanzada, las fisuras anales pueden ser causadas por la 
disminución del flujo sanguíneo a esa área; también son más comunes en las 
mujeres después del parto. 
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La mayoría de las fisuras anales son únicas y se localizan en la línea media 
posterior, pero hasta 10 % de las mismas en mujeres y 1 % en hombres se sitúan 
a nivel anterior; ante localizaciones laterales o fisuras múltiples deben descartarse 
las etiologías menos frecuentes; las fisuras con una localización atípica también 
pueden estar ocasionadas por intervenciones anales previas que derivan en 
cicatrización anómala y pérdida del anodermo. 
OBJETIVOS 
• Tratar los enfermos portadores de fisura anal de acuerdo a la mejor 
evidencia disponible. 
• Reducir las complicaciones crónicas de las fisuras. 
• Perfeccionar la base de datos del servicio de Coloproctología. 
DESARROLLO 
Diagnóstico 
• La fisura anal causa morbilidad importante en sujetos habitualmente sanos 
siendo el dolor el motivo de consulta principal de estos pacientes (90 %). Es 
intenso, acompaña a la defecación, persiste minutos u horas tras la misma y 
con bastante frecuencia se presentan mínimas rectorragias. En las fisuras 
de larga evolución es frecuente el desarrollo del apéndice centinela que 
puede originar aumento de la secreción anal y prurito, lo cual puede 
condicionar que se manche o ensucie la ropa interior. En numerosas 
ocasiones estos pacientes asocian estreñimiento, el cual puede ser descrito 
como el síntoma de inicio. 
Síntomas 
• Dolor al evacuar 
• Sangre en la superficie de las heces (no mezclada). 
• Sangre en el papel higiénico o en las toallas 
• Fisura visible, con frecuencia en la línea media posterior cuando el ano se 
entreabre levemente. 
• Estreñimiento a menudo con evacuaciones dolorosas. 
Según duración de los síntomas se distinguen dos tipos de fisura anal 
 Fisura anal aguda Fisura anal crónica 
• Síntomas persisten < 4-6 semanas • Síntomas persisten > 4-6 semanas 
• Muy dolorosa • Menos dolorosa. 
• Gran hipertonía esfinteriana • Menos hipertonía. 
• Superficial • Mas profunda. 
• Bordes netos y finos • Bordes fibrosos y de mas grosor 
• Fondo liso y rosado • Fondo blanco, con fibras del EAI 
• Ausencia de signos parafisuarios • Presencia de signos parafisuarios 
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La mayoría de fisuras anales crónicas muestran unos signos muy característicos 
que permiten diferenciarlas con facilidad de agudas, ante estos hallazgos es poco 
probable que ocurra la cicatrización espontánea de la fisura, por lo que el 
reconocimiento temprano de los mismos es importante para la instauración del 
tratamiento oportuno. 
El diagnóstico clínico de la fisura anal es sencillo y se basa en la historia clínica. 
• La exploración física de la mucosa rectal, permite diagnosticarla 
prácticamente en el 100% de los pacientes. 
• La inspección constituye el paso más importante debe ser cuidadosa y 
mediante una separación correcta de los glúteos. 
• La ulcera anal junto a la presencia de contractura esfinteriana constituyen 
con el dolor la denominada «Tríada diagnóstica». 
• La existencia de un pequeño absceso subfisurario y la asociación fisura-
fístula anal son otros de los hallazgos que deben descartarse. 
La no visualización de la fisura no excluye su presencia y si existe un alto índice de 
sospecha diagnóstica, se debe realizar una rectoscopia e instaurarse tratamiento 
médico. 
Pruebas diagnósticas confirmatorias 
• Anoscopia 
• Rectoscopia 
• Rayos X de tórax (si fuese necesario) 
Selección de pacientes 
Todo aquel que asiste a nuestra consulta con los síntomas arriba descritos son 
clasificados como portador de fisura anal ya sea aguda o crónica y en dependencia 
de ello se le aplica el tratamiento adecuado. 
Tratamiento 
Puede ser conservador o quirúrgico. 
Tratamiento conservador 
• Para el tratamiento de la fisura anal aguda existen actualmente diferentes 
opciones terapéuticas, con resultados clínicos muy variables en la literatura, 
y que abarcan desde el tratamiento con medidas higiénico-dietéticas hasta 
la cirugía. Los mecanismos etiopatogénicos implicados en la fisura anal y las 
controversias que aún existen condicionan la aparición de nuevas y diversas 
modalidades de tratamiento. 
• Los objetivos principales del tratamiento conservador son conseguir 
deposiciones blandas sin esfuerzo evacuatorio, y romper el círculo vicioso de 
dolor anal, espasmo esfinteriano e isquemia. En la literatura existen 
 4
numerosos estudios que demuestran la eficacia de la dieta rica en fibra 
(vegetales, frutas, etc.) para prevenir la aparición primaria y la recurrencia 
de la fisura anal aguda; nuestro servicio trata de que los pacientes 
incorporen estas medidas higiénicas-dietéticas; les recomendamos la 
ingesta hídrica abundante y la prescripción apropiada de agentes 
aumentadores del bolo fecal, como salvado de trigo, pan integral, frutas y 
vegetales, planta ovata, etc., además de los baños de asiento con agua 
templada que proporcionan sensación de bienestar y reducen la hipertonía 
esfinteriana. Con todas estas medidas curan hasta 85-90 % de las fisuras 
agudas. 
• En el caso de fisura anal crónica (FAC) apenas existen estudios que 
hayan evaluado la eficacia de las medidas conservadoras, pero la 
probabilidad de éxito con el tratamiento conservador es menor; oscila entre 
20-50 % pero ofrecen alivio al enfermo. Estas medidas producirán 
cicatrización en más 90 % de las fisuras anales, alivian la sintomatología, 
sin que este probado que influyan en el tiempo de curación. 
• Una fisura anal que no responde al tratamiento conservador debe ser 
reexaminada por el especialista para determinar si existe alguna razón 
evidente para la falta de curación. La hipertonía del EAI, que actúa como 
agravante del proceso isquémico, es el factor más importante en la 
perpetuación de la fisura anal. 
• Con el objetivo de evitar la cirugía y la sección permanentedel EAI se han 
ensayado tratamientos médicos, en otros países cuyo fin es conseguir una 
«esfinterotomía química reversible». Entre estos últimos destacan dos 
opciones terapéuticas: la aplicación de nitroglicerina tópica y la inyección 
local de toxina botulínica. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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ALGORITMO TERAPÉUTICO EN PACIENTES CON FACTORES 
DE RIESGO DE INCONTINENCIA 
 
TMC = tratamiento médico clásico (fibra, laxantes, baños asiento, etc. NTG = nitroglicerina. 
F-R = fracaso o recurrencia. 
La utilización de diversas concentraciones del preparado tópico de NTG, sus 
resultados en cuanto a la cicatrización de la fisura son muy variables, con tasas 
de éxito que varían entre 47-86 %, además la dificultad para conocer la 
proporción de droga absorbida; las diferencias en cuanto a frecuencia y 
duración del tratamiento y los efectos de la taquifilaxia hacen difícil constituir 
una norma de tratamiento. En principio su aplicación estaría indicada en 
pacientes con factores de riesgo de incontinencia, tras fracasos de 
esfinterotomía correctamente realizada o en quienes rechazan la cirugía. 
• La otra modalidad terapéuticas que ha surgido como alternativa a la cirugía 
en el tratamiento de la FAC es la inyección local de toxina botulínica, con 
un mecanismo de actuación poco conocido provoca parálisis muscular en el 
plazo de unas pocas horas e inhibe la transmisión de impulsos 
neuromusculares hasta que se produce el desarrollo de nuevos terminales 
nerviosos; se observa relajación muscular durante un período de 3 ó 4 
meses, tiempo suficiente para permitir la cicatrización de la fisura anal. 
Los efectos secundarios de la utilización de la toxina son muy escasos. 
Teóricamente la inyección de toxina botulínica podría por sí misma causar 
incontinencia, aunque sería sólo temporal hasta que se produzca la 
reinervación muscular. La mayoría de publicaciones no describe efectos 
negativos sobre la continencia; debe ser considerado como eficaz a corto 
plazo, sin embargo se desconoce la evolución de los pacientes a largo plazo. 
 En resumen, se puede decir que la toxina botulínica es una alternativa 
válida en el tratamiento de la FAC no complicada y con hipertonía 
esfinteriana, sobre todo en pacientes con factores de riesgo de incontinencia 
 6
en los que la cirugía debe evitarse; la existencia de una fisura anal 
complicada, los cambios cicatriciales extensos y la presencia de fístulas o 
abscesos constituyen en la actualidad contraindicaciones para su utilización. 
• Además de estos productos existe el óxido nítrico tópico; refieren una 
efectividad en términos de curación en torno a 50 % variando desde 41 % 
hasta 59 %, pero la alta incidencia de reacciones adversas sobre todo la 
cefalea es un inconveniente a tener en cuenta. 
• Actualmente en México sé esta aplicando un gel tópico, la Ketanserina, un 
inhibidor selectivo de los receptores S de serotonina, que disminuye la 
resistencia vascular periférica y la agregación plaquetaria; mejora así la 
microcirculación en el área de la herida, aportando mas oxigeno y nutrientes 
al tejido. 
El medicamento se aplica durante una semana en el canal anal y anodermo 
tres veces por día, con una curación de 92,9 %, siendo el mas alto de los 
demás tratamientos tópicos, teniendo una persistencia del cuadro clínico en 
7,5 %, pero su ventaja principal es la rápida resolución del dolor y del 
sangrado (61,9 % dentro de las primeras 24 horas), por lo tanto puede 
recomendarse para ser usado como parte de un tratamiento primario en 
fisura anal aguda. 
Tratamiento quirúrgico 
• Preparación preoperatorio: las operaciones pueden realizarse estando el 
paciente ingresado o por cirugía ambulatoria; en ambos casos se realiza un 
chequeo preoperatorio que consiste en: 
 Examen físico exhaustivo. 
 Rectoscopia. 
 Exámenes de laboratorio: hemograma, glicemia, creatinina, serología. 
 Electrocardiograma. 
Las propuestas para cirugía programada, tras información y consentimiento del 
paciente deberán realizarse según formato del servicio (juicio preoperatorio) e 
incluirse en lista de espera del servicio de admisión. 
Los pacientes son preparados con: 
• Enemas evacuantes desde la noche anterior y en la mañana de la operación 
para lograr la limpieza total del recto. 
• Rasurar región anal y perianal. 
• Sedación del paciente de acuerdo a la edad y otras enfermedades 
asociadas, con diazepan, meprobamato, etc. 
Técnica anestésica 
 7
• Anestesia raquimedular. 
• Bloqueo perineal posterior o anestesia local. 
Ambas se usan indistintamente ya que las tasas de complicación posquirúrgica son 
muy bajas; algunos prefieren debido a las ventajas socioeconómicas, utilizar esta 
técnica anestésica, otros prefieren la anestesia raquídea, porque es menos 
dolorosa para el paciente y produce más relajación con la cual el cirujano puede 
operar cuidadosamente y no afectar la continencia del enfermo. 
Raramente, pero se debe mencionar, tenemos pacientes que tienen que ser 
anestesiados con anestesia general por la complicación de la fisura y/o 
enfermedades asociadas. 
Técnicas quirúrgicas 
• La dilatación anal, inicialmente descrita como tratamiento del síndrome 
hemorroidal, se ha utilizado en el tratamiento de la fisura anal durante 
muchos años; sus ventajas son que es una técnica sencilla y barata, que 
puede realizarse de manera ambulatoria y que permite por ello la 
incorporación rápida a una actividad normal. La mayoría de estudios 
muestra una mejoría sintomática rápida pero la recurrencia varía entre 
2-56 % y tiende a aumentar con el mayor seguimiento de las series. Otro 
de los problemas importantes es la aparición de incontinencia fecal con 
tasas de incontinencia a gases o ensuciamiento del 0 a 39 % e incontinencia 
fecal hasta en 16 % de casos. Mediante ecografía endoanal se ha 
demostrado la existencia de lesiones en EAI y EAE tras la dilatación anal. 
En la literatura encontramos los resultados de un meta-análisis sobre las 
técnicas quirúrgicas en la fisura anal y se observó que con la dilatación 
forzada la posibilidad de persistencia de la fisura y la incontinencia a heces o 
gases era mayor que tras esfinterotomía Por todo ello, hoy en día su 
aceptación en el tratamiento de la fisura anal es muy controvertida y al igual 
que muchos autores creemos debe ser abandonada. 
• La esfinterotomía lateral interna (ELI) cerrada: la parte inferior del 
esfínter interno se secciona subcutáneamente; no deja herida virtual, 
realizando adecuadamente la técnica cicatriza bien la fisura. 
• La esfinterotomía lateral abierta (ELA) se expone el esfínter interno a 
través de una incisión radial perianal y luego se incide el esfínter anal 
interno. 
Estas técnicas tienen una baja tasa de complicaciones a sangrado e 
incontinencia a flatos 
• La esfinterotomía media posterior es una incisión realizada en el 
esfínter anal interno en el piso de la fisura. 
 8
• Los colgajos de avance se han utilizado para cubrir defectos del conducto 
y área perianales y para el tratamiento quirúrgico del ectropión de la 
mucosa anal; la realización de un colgajo de avance constituye una 
alternativa a la esfinterotomía en el tratamiento de la FAC, y que su 
aplicación potencial serían aquellos pacientes en quienes pudiera verse 
comprometida la continencia anal si se realiza la sección esfinteriana 
(ancianos, mujeres multíparas o pacientes con neuropatía). 
Cuidados postoperatorios 
• Se medica al paciente con analgésicos y antiinflamatorios para evitar dolor 
posquirúrgico. 
• Reposo absoluto o relativo en dependencia de anestesia empleada, para 
evitar cefalea pos-raquídea y sangrado anal. 
• Si retención urinaria, concurrir a la institución mas cercana para ser 
cateterizado. 
• Si sangrado acudir al hospital donde se realizó la intervención. 
Seguimiento 
• Valorar al paciente el día siguiente de la operación. 
• Hacer indicaciones para una defecación adecuada. 
• Evitar esfuerzo físico durante el periodo de cicatrización.• Valorar la evolución del dolor. 
• Cura anal en dependencia del tipo de cirugía, asistiendo a consulta una o 
dos veces por semana en dependencia de la evolución. 
Expectativas (pronóstico) 
• Por lo general, hay una curación rápida sin problemas residuales. Sin 
embargo, es más probable que las personas que desarrollan fisuras las 
vuelvan a presentar en el futuro. 
• En ocasiones, la fisura se vuelve crónica y no sana, en cuyo caso es 
necesario recurrir a un procedimiento quirúrgico menor para relajar el 
esfínter. Asimismo, si tras un tratamiento médico y/o quirúrgico oportuno 
no se produce la cicatrización de la fisura, se ha de considerar la realización 
de una biopsia de la misma para excluir la presencia de un carcinoma anal. 
Para la tranquilidad de todo es muy importante dejar claro que la fisura anal 
no predispone al cáncer de colon, aunque es preciso tratarlas cuanto antes. 
 
 
 
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EVALUACIÓN Y CONTROL 
Indicadores de estructura Plan % Bueno Regular Malo
Recursos 
humanos 
Personal que compone el grupo 
de trabajo asistencial. 95 95 -- < 80 
Aseguramiento instrumental y 
equipos médicos según PA. 95 95 -- < 80 
Disponer de los medicamentos 
expuestos en el PA. 95 95 -- < 80 
Recursos 
materiales 
Disponer de los recursos para la 
aplicación de investigaciones 95 95 -- < 80 
Planilla recogida datos del PA 100 100 - <100 Organiza-
tivos Base de datos electrónica 100 100 - <100 
Indicadores de procesos Plan % Bueno Regular Malo
% pacientes operados de FA en régimen Am- 
 bulatorio/pacientes operados de FA ≥ 90 ≥ 90 85-90 < 90 
% pacientes operados FA perdidos durante 
 seguimiento/operados de FA ≥ 95 ≥ 95 90-95 < 90 
Indicadores de resultados Plan % Bueno Regular Malo
% pacientes operados FA con complicaciones 
 pos operatorias/pacientes operados FA < 20% < 20% 20-25% > 25%
% pacientes operados FA con solución de su 
problema derivado del tratamiento recibido >95 >95 90-95 <90 
Información a pacientes y familiares 
Se les informará sobre las investigaciones a realizar para llegar al diagnóstico 
sospechado y se les solicitara consentimiento mediante la firma de un documento 
cuando se necesite realizar investigaciones o procederes con riesgos. 
Se le entregará informe medico al alta con los siguientes aspectos: 
• Diagnóstico al alta 
• Tratamiento e imvestogacopmes realizadas 
• Pronóstico 
• Conducta a seguir 
• Mecanismo de seguimiento. 
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