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FACULTAD DE ODONTOLOGÍA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN Manejo clínico y pronóstico de la infección endodóncica primaria y secundaria CASO CLÍNICO QUE PARA OBTENER EL GRADO DE ESPECIALISTA EN ENDODONCIA P R E S E N T A: C. D. DENISSE KARINA ORIHUELA GUDIÑO TUTORA: C.D.E.E. MARÍA DEL ROSARIO LAZO GARCÍA CUIDAD DE MÉXICO, CDMX. 2017 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Agradecimientos Por todo el amor, esfuerzo e incondicional apoyo que me han brindado durante toda mi vida, tanto en el aspecto académico como personal, por ser el pilar fundamental de todo lo que soy y he logrado dedico este trabajo a mis padres Félix Orihuela Rosales y Blanca Estela Gudiño Chávez, gracias por siempre creer en mí. A Dios por haberme guiado y permitido llegar hasta este momento de mi vida junto a mi familia y amigos, por haberme dado salud para lograr mis objetivos, por ser mi fortaleza en los momentos de debilidad y brindarme grandes aprendizajes y experiencias. A mis amigos que me han apoyado en todo este largo camino, Christian, Lula y Zuri; nos propusimos el objetivo de un posgrado y me da gusto que cada uno de nosotros está llegando a la meta; su amistad sincera e incondicional, y su apoyo que me levantaba cuando ya no podía más me permitieron llegar a éste punto de mí vida siendo uno de los mejores. A todos mis compañeros de la especialidad en Endodoncia, por esos momentos buenos o malos pero de grandes enseñanzas, gracias a ustedes el posgrado ha sido una de las mejores etapas de mi vida. Sobre todo a mi amiga Christian (Juana) quien me ayudó, me escuchó y siempre me brindó una amistad sincera, muchas gracias. A mi tutora la Dra. María del Rosario Lazo García por ser mi ejemplo a seguir y enseñarme a amar la Endodoncia, por siempre brindarme la confianza de acercarme a preguntar sabiendo que encontraría una guía sincera, por siempre creer en mí, por toda la paciencia que me tuvo, así como el tiempo y dedicación que me brindó en todo momento. A mi Universidad Nacional Autónoma de México por haberme acogido durante toda mi formación académica y a la que le debo todo lo que soy. ”Por mi raza hablará el espíritu” 3 Índice Resumen, Abstract y Palabras clave ............................................................................................ 4 Introducción ................................................................................................................................. 5 1. Marco Teórico .................................................................................................................. 7 1.1. Microbiología de la Infección Endodóncica ....................................................... 11 1.1.1. Infección Endodóncica Intrarradicular ................................................. 12 1.1.1.1. Infección endodóncica primaria ........................................................ 12 1.1.1.2. Infección endodóncica secundaria ................................................... 12 1.1.1.3. Infección endodóncica persistente ................................................... 13 1.1.2. Infección Endodóncica Extrarradicular ................................................ 14 1.2. Determinantes Ecológicos ................................................................................. 15 1.2.1. Potencial de óxido-reducción (Eh) ....................................................... 15 1.2.2. Disponibilidad de nutrientes ................................................................. 16 1.2.3. Interacciones microbianas ................................................................... 18 1.3. Terapia Endodóncica ........................................................................................ 19 1.3.1. Instrumentación ................................................................................... 22 1.3.2. Irrigación .............................................................................................. 23 Hipoclorito de Sodio (NaOCl) .................................................................... 24 1.3.3. Medicación Intraconducto .................................................................... 28 Hidróxido de calcio (Ca (OH)2) .................................................................. 28 1.3.4. Obturación ........................................................................................... 30 Obturación lateral modificada con ultrasonido .......................................... 31 Sellado Coronal ......................................................................................... 32 1.4. Pronóstico .......................................................................................................... 34 2. Caso Clínico .................................................................................................................. 37 Infección Intrarradicular Primaria ............................................................................................... 37 2.1. Ficha Clínica ...................................................................................................... 37 2.2. Procedimiento Clínico ........................................................................................ 37 3. Caso Clínico .................................................................................................................. 41 Infección Intrarradicular Secundaria .......................................................................................... 41 3.1. Ficha Clínica ...................................................................................................... 41 3.2. Procedimiento Clínico ........................................................................................ 42 4. Discusión ....................................................................................................................... 46 5. Conclusiones ................................................................................................................. 52 6. Referencias Bibliográficas ............................................................................................. 54 4 Resumen La periodontitis apical es una enfermedad inflamatoria de etiología microbiana, se debe a la infección del sistema de conductos radiculares; provoca daños en tejidos periapicales dando lugar a cambios inflamatorios. Actualmente los métodos moleculares confirman y refuerzan la asociación de especies bacterianas cultivables en la periodontitis apical y han demostrado nuevos patógenos endodóncicos; en total se han detectado más de 400 especies bacterianas diferentes. Las infecciones endodóncicas se pueden clasificar según su localización anatómica en infección intrarradicular o extrarradicular; la infección intrarradicular se subdivide en tres categorías según el momento en que los microorganismos entran al sistema de conductos radiculares: primaria, secundaria y persistente. Las infecciones endodóncicas sólo pueden tratarse mediante la intervención profesional utilizando procedimientos químicos y mecánicos. Los principales pasos del tratamiento endodóncico en relación con el control de la infección se centran en la preparación químico-mecánica y en la medicación intraconducto administrada entre las citas. Abstract Apical periodontitis is an inflammatory disease of microbial etiology that is due to infection of the root canal system causing damage to the periapical tissues leading to inflammatory changes. Currently molecular methods confirm and reinforce the association of bacterial species cultivable in apical periodontitis and have demonstrated new endodontic pathogens; in total more than 400 different bacterial species have been detected. Endodontic infections can be classified according to their anatomical location inintraradicular or extrarradicular infection; the intraradicular infection is subdivided into three categories according to the time when the microorganisms enter the root canal system: primary, secondary and persistent. Endodontic infections can only be treated through professional intervention using chemical and mechanical procedures. The main steps of endodontic treatment in relation to the control of infection focus on the chemical-mechanical preparation and the intraconduct medication administered between the appointments. Palabras clave Microbiota endodóncica, infección primaria, infección secundaria, periodontitis apical, pronóstico. 5 Introducción La Endodoncia clínica abarca varios tratamientos, pero quizá el más común es el tratamiento de conductos radiculares (con o sin patología periapical de origen pulpar) cuyo objetivo es prevenir el desarrollo de la periodontitis apical o cuando la enfermedad ya esté presente crear las condiciones adecuadas para la curación del tejido perirradicular. La periodontitis apical es una enfermedad inflamatoria de etiología microbiana que se debe principalmente a la infección del sistema de conductos radiculares. Teniendo en cuenta la etiología microbiana de la periodontitis apical, el tratamiento de conductos busca eliminar o reducir la población microbiana dentro del sistema del conductos radiculares (instrumentación e irrigación) e impedir que los microorganismos infecten o reinfecten el conducto radicular o los tejidos periapicales (obturación y restauración coronal). Por tanto, la determinación y conocimiento de los microorganismos predominantes en los conductos radiculares infectados representan el factor decisivo en la selección del proceso de control microbiano. Se ha demostrado que la composición bacteriana de la microbiota endodóncica es muy distinta en cada sujeto, lo que indica que la periodontitis apical presenta una etiología heterogénea en la que hay múltiples combinaciones de bacterias que pueden participar en la génesis de la enfermedad. Por tal motivo es de suma importancia conocerla y saber cómo tratarla. Se ha señalado que la limpieza y conformación es uno de los principales objetivos de la terapia de conductos radiculares, la cual se consigue una vez que el conducto ha sido lo suficientemente ensanchado para permitir la inserción de la aguja de irrigación y la penetración de la solución irrigante hacia la zona apical. Aunque se ha observado disminución de la carga bacteriana posterior a la preparación quimio- mecánica, la medicación intraconducto entre citas potencializa el efecto antimicrobiano y favorece el proceso de reparación del tejido periapical. 6 La obturación del conducto radicular complementa la terapia de conductos, favorece la osteogénesis (formación de osteocemento), la reestructuración del ligamento periodontal y la reintegración de la lámina dura. Un perfecto sellado endodóncico previene posibles reinfecciones, al mismo tiempo que el sellado coronario es un requisito adicional y relevante para el éxito del tratamiento de conductos. Se ha señalado la importancia de la relación entre factores pronósticos y el éxito de la terapia de conductos, siendo uno de los factores más relevantes la presencia de lesión ósea periapical (periodontitis apical); sin embargo, el tamaño de la lesión no es indicación para cirugía endodóncica, ya que el tratamiento ortogrado del conducto radicular es un procedimiento con resultados predecibles y tasa de éxito de hasta 95%. El control radiográfico en periodos de seis meses a 4 años confirma la evolución favorable o el éxito, es decir la prevención o curación de la periodontitis periapical a lo largo de los años. 7 1. Marco Teórico La pulpa y los tejidos periapicales en condiciones de salud son estériles bajo el aspecto microbiológico; por lo que la presencia de microorganismos va a determinar la presencia de una enfermedad (1). El cuadro clínico y la gravedad de la infección están relacionados con la interacción entre la microbiota presente en los conductos radiculares y la cámara pulpar tras la infección bacteriana, y la respuesta inmune del huésped (2). Las principales vías de acceso que utilizan los microorganismos para colonizar el sistema de conductos radiculares son cinco: (1) Figura 1. 1. Túbulos dentinarios La lesión cariosa es la vía más común de infección, aunque estudios sugieren que la invasión ocurre cuando el grosor de la dentina es menor o igual a 0.2mm entre la dentina cariada y el tejido pulpar. 2. Cavidad abierta La exposición pulpar directa, sea de origen traumático o iatrogénico, rompe la barrera física impuesta por las estructuturas dentarias, dejando al tejido pulpar en contacto con el ambiente séptico de la cavidad oral. 3. Membrana periodontal Los microorganismos del surco gingival pueden alcanzar la cámara pulpar a través de conductos laterales o el foramen apical; ésta vía se facilita a consecuencia de una luxación y la presencia de bolsas periodontales. 4. Vía sanguínea La anacoresis es un fenómeno que consiste en la localización de microorganismos en áreas del hospedero que presentan previamente una resistencia disminuida, lo que favorece los mecanismos de acción del agente agresor; ésta podría ser la explicación para la necrosis en dientes traumatizados. 8 5. Contigüidad La invasión de la pulpa puede ocurrir como consecuencia de un proceso infeccioso periapical de un diente adyacente, llegando al conductos principal y/o lateral (1). La infección de la pulpa dental moviliza los microorganismos a desarrollarse en sentido apical, invadiendo y colonizando los tejidos periapicales, estimulando así la respuesta inflamatoria e inmunológica (1). Entre los mecanismos patogénicos bacterianos en la enfermedad periapical se encuentran: invasión, producción de exotoxinas, constituyentes celulares (endotoxinas, componentes de superficie, cápsulas), producción de enzimas (colagenasa, hialuronidasa, fosfatasa ácida, fibrinolisina, coagulasa, proteasa, enzima degradadora de fibronectina), productos del metabolismo microbiano (ácidos grasos, ácido propiónico, butírico y acético, amonio, compuestos sulfurados (H2S), indol), y la evasión de las respuestas inmunológicas del huésped. Por lo tanto la respuesta periapical está determinada por la combinación del efecto bacteriano directo e indirecto sobre las defensas del huésped (1). Los factores de virulencia bacteriana que causan el daño tisular directo son aquellos que dañan tanto las células del huésped como la matriz intercelular del tejido conjuntivo y se relaciona con los productos segregados como enzimas, A. B. C Figura 1 .Vías de acceso de los microorganismos al tejido pulpar. A. Túbulos dentinarios; B. Membrana periodontal; C. Cavidad abierta FD. 9 exotoxinas, proteínas de shock térmico y productos finales del metabolismo. El efecto bacteriano indirecto está dado por los componentes estructurales de las bacterias como lipopolisacáridos, peptidoglucanos, ácido lipoteicoico, proteínas y vesículas de la membrana exterior, lipoproteínas, ADN y exopolisacáridos; que estimulan las reacciones inmunitarias de defensa del huésped frente a la infección pero a su vez provocan una importante destrucción tisular (3). Figura 2. Figura 2. Efecto bacteriano directo e indirecto sobre el huésped FD. El papel determinante de los microorganismos en el establecimiento de la necrosis pulpar y la formación de lesión periapical fue estudiado por Kakehashi y cols. en 1965, observaron que los dientes de ratones con exposición pulpar expuesta al medio bucal con una microbiota nativa presentaron necrosis pulpar y formación de lesión periapical, en comparación con ratones gnotobióticos donde no hubo desarrollo de lesión periapical, sino el intentode reparación pulpar con la formación de puentes de osteodentina (1) (4). Por tanto, un conducto radicular con pulpa necrótica constituye un espacio que favorece la colonización bacteriana y proporciona a las bacterias un entorno 1 0 húmedo, caliente, nutritivo y anaerobio en el que están protegidas de las defensas del huésped; debido a la ausencia de circulación sanguínea activa en el tejido pulpar necrótico (3). Los lipopolisacáridos (LPS) o endotoxinas son uno de los componentes más importantes de la pared celular externa de las bacterias gramnegativas, secretadas en vesículas por organismos en crecimiento o liberadas durante la desintegración de las bacterias después de su muerte. Las endotoxinas son los factores virulentos más importantes implicados en el desarrollo de inflamación periapical, activando las células del sistema inmune que a su vez provocan la liberación de mediadores proinflamatorios, factor de necrosis tumoral alfa (TNF- a), Interleucina-1 (IL-1), Interleucina-6 (IL-6) (5). Investigaciones clínicas han encontrado una correlación entre las endotoxinas y la presencia de periodontitis apical; a mayor concentración de endotoxinas en los conductos radiculares se asocia con el desarrollo de signos y síntomas clínicos, así como un área mayor de destrucción ósea (5). Los dientes con infecciones primarias que presentan síntomas clínicos contienen mayores niveles de endotoxinas que los dientes asintomáticos. Sin embargo, no existe una correlación estadísticamente significativa entre los niveles más altos de endotoxinas encontradas en los dientes con infecciones secundarias y la presencia de síntomas clínicos. Por tanto, las infecciones endodóncicas primarias tienen un mayor contenido de endotoxinas y una microbiota gramnegativa más compleja en comparación con los dientes con infecciones secundarias (5). La periodontitis apical es la secuela de una infección endodóncica y se manifiesta como la respuesta inmune del huésped ante la agresión bacteriana que emana del sistema de conductos radiculares. Se considera un encuentro dinámico entre factores microbianos y defensas, en la interfase entre la pulpa dental infectada y el ligamento periodontal que da lugar a una inflamación local, reabsorción de tejido duro, destrucción de otros tejidos periapicales y eventual 11 formación de diversas categorías histopatológicas de periodontitis apical, comúnmente denominadas lesiones periapicales (6). Siqueira en 2011 define la periodontitis apical como una enfermedad inflamatoria de etiología microbiana causada fundamentalmente por la infección de los conductos radiculares (7). De acuerdo al glosario de términos de Endodoncia la periodontitis apical asintomática se define como la inflamación y destrucción del periodonto apical de origen pulpar, se observa como un área radiolúcida que no produce síntomas clínicos (8). 1.1. Microbiología de la Infección Endodóncica El uso de técnicas moleculares (PCR e hibridación de ADN) ha permitido identificar nuevos microorganismos, los cuales no había sido posible su cultivo e identificación por técnicas tradicionales, en Endodoncia las técnicas moleculares han revelado mayor complejidad de la microbiota endodóncica; además de detectar un aumento en la prevalencia de algunas especies cultivables y han ampliado la lista de posibles patógenos endodóncicos por la inclusión de algunas especies fastidiosas y bacterias que nunca antes se habían encontrado en la infección endodóncica con o sin la presencia de síntomas; se ha demostrado que el conducto radicular puede albergar entre 10 y 30 especies bacterianas, y ocasionalmente hasta 50 especies (9). Las infecciones endodóncicas pueden clasificarse según su localización anatómica en infecciones intrarradiculares y extrarradiculares. A su vez las infecciones intrarradiculares se subdividen en tres categorías según el momento en que los microorganismos colonizan el conducto radicular: primaria, secundaria y persistente (9). 12 1.1.1. Infección Endodóncica Intrarradicular 1.1.1.1. Infección endodóncica primaria La infección primaria es causada por la invasión y colonización del tejido pulpar necrótico. Los microorganismos participantes pueden haber estado implicados en las primeras fases de invasión pulpar, generalmente a través de caries que ha culminado en la inflamación y posterior necrosis; o bien pueden haber sido los últimos microorganismos en llegar que han aprovechado las condiciones ambientales que prevalecen en el conducto radicular después de la necrosis pulpar. Se caracterizan por tener una microbiota polimicrobiana con predominio de bacterias anaerobias, particularmente especies gramnegativas de los géneros Fusobacterium, Treponema, Porphyromonas, Prevotella, y Campylobacter; especies grampositivas anaerobias de los géneros Peptostreptococcus, Eubacterium, y Pseudoramibacter, así como Estreptococos facultativos o microaerófilos (3) (5). Los estudios que utilizan métodos de cultivo han revelado que las infecciones intrarradiculares primarias se caracterizan por una microbiota mixta con una media de 3 a 6 especies por conducto, aunque en ocasiones se han aislado hasta 12 especies. Los casos diagnosticados como abscesos perirradiculares agudos han demostrado albergar un promedio de 2 a 8 especies por muestra (9). 1.1.1.2. Infección endodóncica secundaria La infección secundaria es causada por microorganismos que no están presentes en la infección primaria pero que son introducidos en el conducto radicular en algún momento después de la intervención profesional; durante el tratamiento (placa dentobacteriana, cálculo dental o restos de caries), entre citas (pérdida del material provisional, fractura dental o drenaje abierto del conducto), o después de la obturación (pérdida de la restauración, recidiva de caries, fractura dental o retraso en la colocación de la restauración final). En 13 cualquier caso, los microorganismos se adaptan al nuevo entorno, sobreviven y proliferan estableciendo una infección secundaria (9) (3). La mayoría de las infecciones persistentes y secundarias son indistinguibles a partir del cuadro clínico. Las situaciones típicas de la infección secundaria son el absceso apical que surge después del tratamiento de pulpa vital no infectada o cuando al momento del tratamiento radiográficamente no hay lesión periapical pero aparece en la radiografía de seguimiento (3). 1.1.1.3. Infección endodóncica persistente La infección intrarradicular persistente se debe a microorganismos que han resistido los procedimientos antimicrobianos y que han sobrevivido en el conducto tratado; los microorganismos implicados son restos de una infección primaria o secundaria que en algún momento entraron en el sistema de conductos radiculares (3). Este tipo de infección puede ser responsable de causar problemas clínicos, tales como exudado, persistencia de síntomas o exacerbaciones, y la persistencia de una lesión radiolúcida a pesar del tratamiento de conductos (9). Estudios basados en cultivo demostraron que la microbiota de las infecciones intrarradiculares secundarias o persistentes asociadas con el fracaso del tratamiento endodóncico, a diferencia de las infecciones primarias, suelen ser bacterias grampositivas facultativas, siendo Enterococcus faecalis la especie predominante (9). El promedio de especies bacterianas aisladas en dientes con tratamiento de conductos realizado adecuadamente con lesión periapical persistente fue de tres (rango, 1-5), mientras que los casos mal tratados produjeron una media de cinco especies (rango 2-11). La especie más frecuentemente aislada fue E. faecalis (64%), seguido de Streptococcus spp. (21%) y T. forsythia (14%) (9). Mediante estudios de PCR, en casos de infecciones persistentes se observarongéneros como Capnocytophaga, Cytophaga, Dialister, Eubacterium, 14 Fusobacterium, Gemella, Mogibacterium, Peptostreptococcus, Prevotella, Propionibacterium, Selenomonas, Solobacterium, Streptococcus, y Veillonella (9). Figura 3. Figura 3. Comparación de microrganismos presentes en una infección primaria asintomática y una infección persistente/secundaria asintomática. De las especies investigadas, sólo E. faecalis y P.Propionicum se asociaron significativamente con el caso de retratamiento (9) . 1.1.2. Infección Endodóncica Extrarradicular En la mayoría de las situaciones, las lesiones inflamatorias de la periodontitis apical logran prevenir con éxito la invasión de los tejidos perirradiculares por los microorganismos, pero en algunas ocasiones los microorganismos superan la barrera defensiva y establecen una infección extrarradicular (3). La infección extrarradicular se clasifica en dependiente o independiente de la infección intrarradicular. La forma más frecuente de infección extrarradicular dependiente es el absceso apical agudo que se caracteriza por la inflamación purulenta en los tejidos perirradiculares en respuesta a la salida masiva de bacterias desde el conducto radicular. La infección endodóncica extrarradicular 15 independiente es aquella que ya no está protegida por la infección intrarradicular y persiste aun cuando ésta se ha erradicado, se caracteriza por la ausencia de síntomas evidentes, lo que implica el establecimiento de los microorganismos en tejidos perirradiculares por adherencia a la superficie apical externa de la raíz en forma de biopelícula; se considera una de las etiologías de la persistencia de las lesiones de periodontitis apical a pesar de un tratamiento de conductos adecuado (3). Sunde y cols. (2000) utilizaron la técnica de hibridación ADN-ADN para investigar la microbiota asociada a lesiones periapicales persistentes debido a infecciones extrarradiculares, determinaron que el número de especies por lesión varía de 11 a 34. Las especies comúnmente detectadas fueron Fusobacterium, Porphyromonas, Prevotella, Campylobacter y Treponema. Las bacterias del complejo rojo se detectaron en un 70% de los lesiones, P. endodontalis estuvo presente en el 50% de los casos y se identificaron frecuentemente bacterias grampositivas de especies Actinomyces, Propionibacterium, Peptostreptococcus y Eubacterium (9). Figura 4. 1.2. Determinantes Ecológicos Los principales factores ecológicos que determinan la composición de la microbiota del conducto radicular son la tensión de oxígeno (potencial de óxido- reducción), el tipo y la cantidad de nutrientes disponibles y las interacciones bacterianas. También están implicados factores como temperatura, pH y los receptores de adhesinas (3). 1.2.1. Potencial de óxido-reducción (Eh) En fases iniciales del proceso infeccioso en la pulpa predominan las bacterias facultativas, siendo los primeros colonizadores. Tras unos días o semanas, el oxígeno se ha agotado y se disminuye el potencial de óxido-reducción dentro del conducto radicular como consecuencia de la necrosis pulpar y del consumo por las bacterias facultativas, así como la interrupción del aporte de oxígeno por la pérdida de la circulación sanguínea hacia la pulpa necrótica, desarrollándose 16 un entorno anaerobio que permite la supervivencia y el crecimiento de bacterias anaerobias estrictas, consideradas invasores secundarios (1) (3). Figura 4. Premolar superior con necrosis pulpar y tracto sinusal vestibular (A y B). Después de la extracción, se observa cálculo en ápice de la raíz (C). La superficie externa apical está cubierta por una biopelícula bacteriana (Tinción Brenn & Brown modificada por Taylor). (D) Magnificación x400 de la zona indicada por la flecha izquierda superior de la imagen C, donde se muestra gran densidad bacteriana. (E) Magnificación x 1,000 de la zona indicada por la flecha izquierda inferior de la imagen C, área aparentemente libre de bacterias que puede ser un foco de calcificación. (F) Magnificación x 1,000 de la zona indicada por la flecha derecha de la imagen C, biopelícula mineralizada con pocas bacterias (12). 1.2.2. Disponibilidad de nutrientes Las principales fuentes de nutrientes de las bacterias que colonizan el sistema de conductos radiculares son: (1) 1. Pulpa necrótica. 2. Las proteínas y glucoproteínas de los líquidos tisulares y el exudado que se introduce al sistema de conductos radiculares a través de los forámenes apical y lateral. 3. Los componentes de la saliva que pueden penetrar coronalmente en el conducto radicular. 17 4. Los productos del metabolismo de otras bacterias. El proceso de la utilización del hierro merece especial atención en condiciones de potencial de óxido-reducción positivo, al inicio de la infección endodóncica, no se encuentra el hierro en forma libre, sino en complejos con las proteínas presentes en sangre y en diversos tejidos. Los primeros colonizadores excretan pequeños compuestos con poder quelante, llamados sideróforos, que solubilizan el hierro y lo tornan disponible a la nutrición. A medida que el proceso endodóncico progresa, el potencial de óxido reducción gradualmente disminuye, se crean condiciones de anaerobiosis y el hierro se torna soluble y es entonces cuando es utilizado para la nutrición de los microorganismos (1). Las especies sacarolíticas dominan en las fases más tempranas del proceso infeccioso, pero pronto se ven superadas en número por las especies asacarolíticas que dominarán en las fases posteriores. Aunque el tejido de la pulpa necrótica se pueda considerar una fuente finita de nutrientes para las bacterias, dado el pequeño volumen de tejido que se va degradando de forma gradual, la inducción de inflamación periapical garantiza una fuente mantenida de nutrientes, en particular en forma de proteínas y glucoproteínas presentes en el exudado que baña el conducto. En esta fase del proceso infeccioso comienzan a dominar las bacterias que tienen capacidad proteolítica o que pueden establecer interacciones de colaboración con las que utilizan este sustrato en su metabolismo. Por lo tanto, las proteínas se van convirtiendo en la principal fuente de nutrientes a medida que los procesos infecciosos alcanzan la fase de inducción de una inflamación perirradicular, en particular en la parte apical del conducto, lo que favorece el establecimiento de especies anaerobias que utilizan péptidos o aminoácidos en su metabolismo (3). Por tanto la disponibilidad de nutrientes garantiza la sucesión de eventos que hacen que la microbiota pase gradualmente de ser sacarolítica a una dominada por microorganismos proteolíticos, caracterizando el dinamismo del proceso infeccioso a nivel del conducto radicular (1). 18 1.2.3. Interacciones microbianas Las infecciones endodóncicas se caracterizan habitualmente por presentar comunidades mixtas, las distintas especies bacterianas están en estrecha proximidad entre sí y las interacciones son inevitables y repercuten de forma significativa en la composición de la microbiota y éstas pueden ser: (3) Positivas Las interacciones positivas mejoran la capacidad de supervivencia de las bacterias que interaccionan, y permiten la coexistencia de diferentes especies en hábitats en los que ninguna podría existir por sí sola (1). El sinergismo es una de reacciones en cadena en las cuales un microorganismo, a través de su metabolismo, garantiza la fuente de un nutriente esencial que es requerido por otro miembro de la población (3). La colaboración bacteriana es importante para la degradación de los sustratos complejos procedentes del huésped, es decir, una especie puede proporcionar las condiciones de crecimiento más favorables para otra, por ejemplo, reduciendo la tensión de oxígenoo liberando algunas proteinasas que pueden proteger frente a las defensas del huésped (3). Negativas Las interacciones negativas actúan como mecanismos de información que limitan la densidad de la población. La competitividad por los nutrientes y el espacio, y el antagonismo en el que una especie produce sustancias que inhiben a otras especies, como lactato, amonio, peróxido de hidrógeno y compuestos con azufre (3). Figura 5. 19 Figura 5. Condiciones ambientales en las distintas zonas del conducto radicular. En consecuencia, también varían la diversidad, la densidad y la accesibilidad a los procedimientos terapéuticos de la microbiota que reside en las distintas partes del conducto (3). 1.3. Terapia Endodóncica El principio fundamental del diagnóstico es conocer a fondo la etiología y la patogenia de la enfermedad, ya que de este modo se consigue aplicar un tratamiento eficaz. Para conocer el proceso de la enfermedad y establecer los tratamientos antimicrobianos más eficaces es especialmente importante conocer la localización y organización de las bacterias dentro del sistema de conductos radiculares (3). Como cada bacteria que encontramos en el conducto podría ser un patógeno endodóncico, debemos basarnos en estudios morfológicos para comprender la topografía de la infección del conducto radicular y establecer las medidas terapéuticas en un intento por erradicar por completo la infección, o al menos reducir la carga bacteriana a umbrales compatibles con la curación del tejido perirradicular (3). 20 El objetivo principal de la investigación biológica aplicada a una disciplina clínica es proporcionar una base científica sólida para el diagnóstico y tratamiento de un determinado trastorno, ayudando a resolver problemas clínicos y mejorar la eficacia de la terapia. Debido a que los microorganismos son esenciales para el desarrollo de enfermedades perirradiculares y son los principales factores causales asociados con los fracasos del tratamiento endodóncico, la investigación endodóncica adquiere una importancia especial en la búsqueda de métodos y materiales para erradicar de forma predecible la infección del conducto radicular (10). Estudios que investigan las bacterias que permanecen en los conductos radiculares tras procedimientos quimiomecánicos o la medicación intraconducto sirven para revelar aquellas especies que tienen el potencial de influir en el resultado del tratamiento (11). Mientras que los estudios que tratan de la microbiota en dientes con tratamiento de conductos previo y periodontitis apical, sirven para mostrar la asociación de especies con el fracaso terapéutico (11). Para mejor comprensión de los objetivos microbiológicos del tratamiento de dientes con periodontitis apical, se hará referencia a las observaciones de Theobald Smith de que una enfermedad infecciosa es el resultado de la interacción entre la virulencia microbiana, la carga bacteriana y las defensas del huésped. Se reconoce que, para que cualquier tipo de bacteria cause una enfermedad, tienen que alcanzar una densidad poblacional (carga) que provoque daño tisular por las propias bacterias o por los mecanismos de defensa del huésped en respuesta a la infección (11). Aunque es fácil acceder y eliminar las bacterias flotantes presentes en el conducto principal mediante instrumentación y sustancias irrigadoras, las bacterias que están organizadas en biopelículas unidas a las paredes del conducto o localizadas en los istmos, conductos laterales y túbulos de dentina son más difíciles de alcanzar y su erradicación requiere de métodos terapéuticos especiales (12). 21 Costerton definió a las biopelículas como una comunidad multicelular compuesta de células procariotas y eucariotas dentro de una matriz compuesta por material sintetizado por las células sésiles de la comunidad. La capacidad de las bacterias endodóncicas para organizarse en biopelículas es de gran interés terapéutico(12). El tratamiento endodóncico interfiere en las interacciones bacterianas cuando se rompe la anaerobiosis al abrir el conducto radicular, se eliminan las bacterias mediante trabajo quimiomecánico, y se priva de nutrientes dentro del conducto (13). Por tanto, los objetivos microbiológicos del tratamiento endodóncico de dientes con periodontitis apical son reducir la carga microbiana a niveles compatibles con la curación periapical, y prevenir la recolonización microbiana del conducto tratado. El primero puede lograrse mediante medidas antimicrobianas que implican procedimientos quimiomecánicos y la medicación intraconducto, mientras que la prevención corre a cargo de la obturación del conducto radicular (14). Sundqvist en 1992 menciona que el conducto radicular idealmente debe ser completamente desinfectado y limpiado en una sola visita cuando las bacterias son particularmente vulnerables a la erradicación por una perturbación de su ecología sensible. Después de que el conducto ha sido completamente desbridado, la aplicación de una medicación intraconducto es esencial para eliminar las células bacterianas que han sobrevivido al tratamiento quimiomecánico, de lo contrario, algunas bacterias como Enterococcus faecalis, que son más resistentes al tratamiento pueden ser favorecidas por el cambio en la ecología del conducto radicular y establecer infecciones que son difíciles de tratar (13). Uno de los temas más controvertidos en Endodoncia es si la medicación intraconducto es realmente necesaria para mejorar la desinfección y el resultado final del tratamiento. El número de citas para el tratamiento de conductos va a depender de la condición patológica preoperatoria de la pulpa y 22 los tejidos periapicales, de la cantidad de tiempo disponible, del grado de dificultad anatómico del diente, y de la habilidad y experiencia del operador. Cuando únicamente se toma en cuenta la condición pulpar y periapical, los conductos vitales (no infectados) deberán ser tratados en una sola cita; mientras que los casos de necrosis (infección primaria) o retratamientos (infección secundaria/persistente) asociados o no a lesión periapical radiográficamente visible deberán ser tratados en 2 citas, con una semana de medicación intraconducto (7). En 2012, Vera, Siqueira y Riccuci demostraron que un protocolo de 2 visitas con medicación intraconducto de hidróxido de calcio entre citas (1 semana), mejoró el estado microbiológico del sistema de conductos radiculares en comparación con el protocolo de una sola visita donde observamos una mayor cantidad de bacterias residuales en istmos, túbulos dentinarios y conductos accesorios (14). 1.3.1. Instrumentación El desarrollo de instrumentos rotatorios ha mejorado significativamente la conformación del conducto radicular, particularmente en conductos curvos. Sin embargo, la evidencia sugiere que la instrumentación rotatoria no proporciona mejores resultados en la capacidad de limpieza o desinfección en comparación con las técnicas de instrumentación manual. Los instrumentos de níquel-titanio logran mantener mejor la trayectoria original del conducto radicular con mayor conicidad, en comparación con los instrumentos manuales de acero inoxidable (10). Tan y Messer encontraron que la instrumentación con sistemas rotatorios de NiTi a mayor conicidad resultó en conductos significativamente más limpios en los últimos 3mm apicales, en relación con instrumentación manual. Sin embargo, ninguna de estas técnicas fue totalmente efectiva en la limpieza del conducto radicular (15). Peters y cols. utilizaron micro-CT para analizar la preparación de los conductos radiculares de primeros molares superiores después de la instrumentación con 23 limas manuales tipo K y tres sistemas de limas rotatorias. Encontraron que todas las técnicas deinstrumentación dejaron el 35% o más de la superficie dentinaria del conducto sin tocar, y no hubo una diferencia significativa entre los cuatro tipos de instrumentos. Estos hallazgos destacan la limitada capacidad de los instrumentos endodóncicos para limpiar el conducto radicular y refuerzan la importancia de la irrigación para mejorar la desinfección del sistema de conductos radiculares (15). Seltzer y cols. demostraron que cuando no se usa irrigante durante la instrumentación hay un 70% más de barro dentinario en comparación con los conductos radiculares que fueron irrigados (10). Los estudios de morfología indican que el diámetro apical es mayor de 300 a 350 micras en dientes adultos normales, y puede llegar a ser mayor cuando hay resorción apical a causa de periodontitis apical. Por lo tanto, la anatomía exige una preparación apical mínima de calibre ISO 30 a 35 o mayor (15). Estudios microbiológicos han demostrado que a mayor diámetro apical mayor reducción de la microbiota en comparación con diámetros apicales menores, ya que la ampliación del conducto facilitará el acceso del irrigante a la región apical y a los microorganismos que han penetrado más profundamente en la dentina. Shuping y cols. encontraron que el efecto antibacteriano del hipoclorito sódico (NaOCl) sólo se hizo evidente después de que la instrumentación excediera el tamaño ISO 30-35 (15). 1.3.2. Irrigación Los objetivos de la irrigación en Endodoncia son tres: mecánico, químico y biológico. Los objetivos mecánicos y químicos son: eliminar residuos, lubricar el conducto, disolver tejido orgánico e inorgánico, prevenir la formación de barrillo dentinario durante la instrumentación o disolverlo una vez formado. La función biológica de los irrigantes está relacionada con el efecto antimicrobiano, más específicamente tienen gran eficacia contra microorganismos facultativos y 24 anaerobios tanto en forma plantónica como en biopelícula, y tiene la capacidad de inactivar las endotoxinas bacterianas (16). Hipoclorito de Sodio (NaOCl) El hipoclorito de sodio (NaOCl), es el irrigante más usado durante el tratamiento de conductos debido a su efecto antimicrobiano, su excelente capacidad de disolver tejido orgánico, buen lubricante y rápida efectividad; las únicas limitantes que tiene son su toxicidad, baja sustantividad y que remueve únicamente la parte orgánica del barrillo dentinario (16). El hipoclorito de sodio comercialmente disponible se encuentra a una concentración entre el 5.25 % y 6%, tiene un pH alcalino entre 12 y 13 (17). Es importante destacar que la dilución de NaOCl al 5% en partes iguales de agua no afecta su acción disolvente; Gómez y cols. demostraron que el NaOCl al 5.25% mata E. faecalis en 30 segundos, mientras que a concentraciones del 0.5% a 2.5% se requiere de 10 a 30 minutos, por lo tanto se recomienda aumentar la efectividad de las bajas concentraciones de NaOCl utilizando grandes volúmenes de irrigante, recambio frecuente o presencia del irrigante en el conducto por períodos mayores de tiempo (17). Mecanismo de acción Cuando el NaOCl se pone en contacto con las proteínas del tejido se forma nitrógeno, paraformaldehído y acetaldehído, uniéndose a los enlaces peptídicos para disolver las proteínas. Durante este proceso, el hidrógeno en los gránulos de amino (-NH-) es reemplazado por cloro (-N.Cl-) formando cloramina, el cual juega un papel importante para la eficacia antimicrobiana. Así, el tejido necrótico y exudado purulento se disuelven y el agente antimicrobiano puede alcanzar y limpiar mejor las áreas infectadas (16). Figura 6. Figura 6. Mecanismo de acción del NaOCl FD. 25 Estrela y cols en 2002, indicaron que el hipoclorito de sodio presenta un equilibrio dinámico. El hipoclorito de sodio actúa como un solvente orgánico y degrada los ácidos grasos transformándolos en sales de ácidos grasos (jabón) y glicerol (alcohol), reduciendo así la tensión superficial de la solución restante (reacción de saponificación) (16). Figura 7. Figura 7. Reacción de saponificación FD. El hipoclorito de sodio neutraliza los aminoácidos formando agua y sal (reacción de neutralización); con la salida de los iones hidroxilo, hay una reducción del pH (1).Figura 8. Figura 8. Reacción de neutralización de aminoácidos FD. Cuando el cloro se disuelve en agua y está en contacto con materia orgánica, forma ácido hipocloroso (HClO) que es un ácido débil y oxidante que actúa como solvente, liberando cloro que combinado con proteínas del grupo amino forma cloraminas (reacción de cloraminación). El ácido hipocloroso y los iones hipoclorito presentan acción de hidrolizar y degradar aminoácidos (1). Figura 9. 26 Figura 9. Reacción de cloraminación FD. La reacción de cloraminación entre cloro y el grupo amino (NH) forma cloraminas que interfieren en el metabolismo celular. El cloro, un oxidante fuerte, presenta una acción antimicrobiana al inhibir las enzimas bacterianas que conducen a la oxidación irreversible de los grupos -SH (grupo sulfhidrilo) de las enzimas bacterianas esenciales (16). El hipoclorito de sodio es una base fuerte y su eficacia antimicrobiana se basa en su alto pH (acción del ion hidroxilo), lo cual interfiere en la integridad de la membrana citoplasmática provocando una inhibición enzimática irreversible, alteraciones biosintéticas en el metabolismo celular y degradación de fosfolípidos observada en la peroxidación lipídica (16). Se ha recomendado el uso de otros irrigantes y diferentes estrategias para mejorar tanto la capacidad de limpieza como la capacidad antimicrobiana de la irrigación. Por ejemplo, la combinación de NaOCl con otras sustancias, tales como peróxido de hidrógeno, ácido cítrico o EDTA (ácido etilendiaminotetraacético), ha sido una estrategia comúnmente recomendada (10). Los quelantes captan e inactiva iones metálicos cuando ejercen su efecto desmineralizante sobre los tejidos duros dentinarios, esencialmente estas sustancias reblandecen y disuelven las partículas inorgánicas de dentina, impidiendo así la acumulación de restos en las paredes de los conductos radiculares. Las dos soluciones quelantes de mayor uso clínico son EDTA al 17% y ácido cítrico al 10%, las cuales facilitan la eliminación del barrillo 27 dentinario tras la limpieza y conformación del conducto radicular, llevándolo al conducto durante periodos de 1, 3 y 5 minutos (18). Siqueira y cols. en 2002 demostró que la irrigación alternada de NaOCl y ácido cítrico proporciona una disminución del 78.4% en el número de bacterias viables dentro del conducto radicular (10). Irrigación Ultrasónica Pasiva (IUP) El uso de instrumentos activados por ultrasonido contribuye a la limpieza del sistema de conductos radiculares mediante la agitación de la energía del ultrasonido produce alta frecuencia pero baja amplitud. Las limas oscilan entre 25 y 30KHz, de forma transversa creando un patrón característico de nodos y antinodos en toda su longitud conocido como flujo acústico (17). Figura 10. Figura 10. A) Patrón de oscilación ultrasónica; B) Corriente observada en la limas activadas con ultrasonido (19). Durante la IUP la energía es transmitida de una lima hacia el irrigante dentro del conducto radicular por las ondas ultrasónicas produciendo cavitación en el irrigante, lo que ayuda a desalojar el barro dentinario de las paredes del conducto radicular, dirigiendo de manera más eficiente el irrigante hacia las áreas de difícil acceso debido a la complejidad anatómica. La técnica consiste en depositar el irrigante dentro del conducto radicular por medio de una jeringa, seguido de la activación del irrigante por el sistema ultrasónico, llevando la lima entre 2 o 3 mm corto de la longitud de trabajo real; el conducto radicular es A) B)28 irrigado nuevamente para sacar todos los remanentes que quedan dentro del conducto (17) (15). El uso de hipoclorito de sodio combinado con ultrasonido o un sistema de vibración de ondas es el medio de irrigación que mayor efecto antibacteriano presenta. Utilizando esta combinación se mejora el intercambio de las soluciones en el conducto, permite el calentamiento de la solución irrigadora, elimina restos dentinarios y parte de la capa de desecho, logrando así un mayor efecto de limpieza (20). 1.3.3. Medicación Intraconducto Un medicamento es un agente antimicrobiano que se coloca dentro del conducto radicular entre citas de tratamiento con el objetivo de mantener el saneamiento logrado durante la preparación del conducto radicular controlando el crecimiento de los microorganismos restantes y prevenir la reinfección (21). Para elegir la medicación intraconducto, es necesario considerar la microbiota del conducto radicular infectado, la respuesta del huésped y el mecanismo de acción del medicamento. Sin embargo, es necesario que la medicación tenga suficiente tiempo para actuar eficazmente y a distancia, así como neutralizar los agentes agresores residuales (21). Hidróxido de calcio (Ca (OH)2) El hidróxido de calcio ha sido cuestionado acerca de su efectividad real en el tratamiento de conductos como medicación intraconducto. Sin embargo, un gran número de estudios han demostrado sus beneficios. Hoy en día, el hidróxido de calcio es la medicación más utilizada, y su eficacia ha sido probada por investigaciones científicas y su uso regular a lo largo del tiempo (21). El elevado pH del hidróxido de calcio (12.6), es el responsable de la liberación de iones hidroxilo que son capaces de alterar la integridad de la membrana citoplasmática bacteriana a través de los efectos tóxicos generados durante la transferencia de nutrientes o por destrucción de los fosfolípidos de ácidos 29 grasos insaturados. Por lo tanto, el pH y la tensión superficial son propiedades físico-químicas importantes (21). Figura 11. Figura 11. Disociación iónica del hidróxido de calcio FD. La liberación de iones hidroxilo inactivan las enzimas de la membrana citoplasmática de los microorganismos, alterando químicamente los componentes orgánicos y el transporte de nutrientes, produciendo efectos tóxicos en las células, lo que puede conducir a una inactivación reversible o irreversible de los microorganismos aerobios, anaerobios, grampositivos y gramnegativos (22). Estrela y cols. determinaron el efecto directo antimicrobiano del hidróxido de calcio sobre diferentes microorganismos (E. faecalis, S. aureus, P. aeruginosa y B. subtillis). Los cambios en la integridad de la membrana citoplasmática que favorecieron su destrucción ocurrieron después de 72 horas. En otro estudio evaluaron el efecto antimicrobiano en conductos radiculares infectados por los mismos microorganismos, durante períodos de 0, 48 y 72 horas y 7 días; determinaron que el hidróxido de calcio fue inefectivo a un período de 7 días (1). La eficacia de los vehículos deriva de sus características químicas (disociación y difusión). Químicamente, los vehículos hidrosolubles (agua destilada, solución salina) inducen mayor velocidad de disociación iónica que los vehículos viscosos (polietilenglicol) y aceitosos (paramonoclorofenol alcanforado). Así, los vehículos con características hidrosolubles tienen ventajas sobre los vehículos no hidrosolubles. Independientemente del vehículo asociado con el hidróxido de calcio el efecto antimicrobiano se produce después de 48 horas en S. mutans, E. faecalis, S. aureus, P. aeruginosa, B. subtilis y C. albicans (22). 30 1.3.4. Obturación Idealmente la obturación del conducto radicular se debe realizar bajo las siguientes condiciones: completa preparación quimiomecánica y ausencia de exudado, síntomas y olor fétido (7). El resultado óptimo de la obturación es maximizar el volumen del material del núcleo (gutapercha) y minimizar la cantidad de cemento sellador entre el núcleo inerte y la pared del conducto. Un conducto obturado herméticamente en tres dimensiones es el principal objetivo de la obturación, lo cual nos ayuda a prevenir la percolación y la microinfiltración del exudado periapical en el espacio del conducto radicular, así como prevenir la infección por la obliteración completa del formen apical y otros portales de comunicación (19). Figura 12. El sellado endodóncico además de ser capaz de controlar los microorganismos debe tener actividad antimicrobiana. El papel de la obturación es impedir la colonización y la invasión de microorganismos en los tejidos adyacentes y controlar su potencial de virulencia (1). Estudios han demostrado que las técnicas de gutapercha termoplastificada reproducen la anatomía interna del conducto radicular mejor que la condensación lateral, incluyendo una mejor adaptación a la pared dentinaria, y proporcionan una masa más homogénea de gutapercha. Los resultados sugieren que incluso estos logros no garantizan necesariamente el Figura 12. A. Filtración en un conducto obturado que conduce al fracaso de tratamiento; B. Obturación 3D FD. A B Conducto radicular obturado tridimensional y herméticamente 31 establecimiento de un sello coronal hermético para las bacterias del sistema de conductos radiculares (23). Independientemente de la técnica o material de obturación utilizado, si el sellado coronal se pierde, los microorganismos, sus productos y otros irritantes de la saliva pueden llegar a contaminar el conducto radicular y alcanzar los tejidos periapicales poniendo en peligro el resultado del tratamiento endodóncico (23). Siqueira realizó un estudio in vitro donde afirma que ninguna técnica contemporánea de obturación del conducto radicular proporciona un sellado impermeable a la filtración bacteriana. Después de 60 días, el 75% de los conductos radiculares obturados con técnica System B, 85% de los conductos obturados con Thermafil y 90% de los conductos obturados con técnica de condensación lateral mostraron contaminación completa del conducto radicular (23). Obturación lateral modificada con ultrasonido Moreno en 1977 introdujo ésta técnica de obturación mediante la termoplastificación de la gutapercha con ultrasonido para obtener un sellado tridimensional del conducto radicular (24). La técnica consiste en ajustar el cono maestro a la longitud de trabajo real (LTR), colocar el cemento sellador en el cono de gutapercha y llevarlo al conducto; previamente seleccionado el espaciador digital o manual 1 o 2mm corto de la longitud real se realiza una condensación lateral convencional, cuando se ha logrado un relleno denso se inserta el espaciador seguido de la lima U de ultrasonido, 3mm corto de la LTR, se plastifica la gutapercha activando la lima con ultrasonido dentro del conducto durante 3 a 5 segundos, logrando una penetración más profunda del espaciador en el conducto permitiendo así la introducción de mayor cantidad de conos accesorios de gutapercha para obtener una mejor compactación, con las ventajas de un buen control apical y mayor adaptación del material evitando un calentamiento excesivo (24). Figura 13. 32 Ajuste cono maestro Compactación lateral convencional Figura 13. Técnica de obturación lateral modificada con ultrasonido FD. Sellado Coronal Además de lograr un perfecto sellado del conducto radicular, la atención se vuelve también hacia el sellado coronario como requisito adicional y relevante para el éxito del tratamiento endodóncico. Actualmente se entiende que el tratamiento de conductos concluye con el perfecto sellado coronal (1). Figura 14. Figura 14. Sellado coronal. A. Mala restauración coronal que resulta en microfiltración y desintegración de la obturación;B. Restauración postendodóncica de molar. C. Restauración postendodóncica con poste prefabricado de un diente anterior FD. La restauración coronal postendodóncica es importante para prevenir el ingreso de microorganismos a la cámara pulpar, para lo cual el clínico debe: (19) 1. Sellar el diente temporalmente durante o después del tratamiento. Corte del excedente de gutapercha Obturación Lima U activada con ultrasonido Compactación de más conos accesorios 33 2. Proporcionar una restauración coronal adecuada después del tratamiento. 3. Realizar un seguimiento a largo plazo para evaluar la integridad de la restauración. Incluso un tratamiento de conductos bien realizado puede infectarse o reinfectarse debido a: (19) Mala calidad de la restauración temporal. Retraso en la colocación de la restauración coronal permanente. Mala integridad marginal de la restauración final. Diente fracturado. Los materiales más usados para la restauración temporal del diente con tratamiento de conductos son IRM® y Cavit®. Aunque los cementos de óxido de zinc y eugenol muestran mayor filtración, pero gracias a sus propiedades antimicrobianas son más resistentes a la penetración microbiana (19). La tasa de supervivencia a 8 años después del tratamiento de conductos es de 84% en dientes restaurados con coronas totales, 71% en dientes en los que únicamente se reconstruyó con resina, amalgama o ionómero de vidrio, y 58% en dientes que no fueron restaurados; esto demuestra que el tipo de restauración puede afectar significativamente la supervivencia de los dientes tratados endodóncicamente (25). El tiempo transcurrido entre la restauración coronaria y la finalización del tratamiento de conductos también se correlaciona con la tasa de supervivencia. Los dientes restaurados con corona en un tiempo mayor de 4 meses después de finalizado el tratamiento de conductos tienen 3 veces más probabilidades de ser extraídos en comparación con los dientes que recibieron una corona dentro de los primeros 4 meses después del tratamiento (25). Un método para prevenir filtración bacteriana cuando fracasa la restauración coronal consiste en proteger la entrada de los conductos con resina o ionómero 34 de vidrio modificado con resina, se debe colocar una capa de aproximadamente 1 mm de grosor, ayudando a evitar filtración por 60 días (3). 1.4. Pronóstico La literatura endodóncica propone evaluar el éxito del tratamiento mediante los siguientes parámetros: sintomático, radiográfico e histológico. El éxito sintomático es aquel en el cual el paciente no experimenta molestias del órgano dentario tratado; éste cuadro no es confiable debido a que puede existir una lesión periapical crónica asintomática. El éxito radiográfico se caracteriza por la falta de formación y/o desaparición radiográfica de lesiones periapicales después del tratamiento de conductos. El éxito histológico es casi imposible de constatar debido a que no puede ser valorado por razones éticas, solo se puede evaluar cuando se diagnostica un fracaso y se realiza una cirugía endodóncica y se obtiene una muestra para su posterior estudio histopatológico (26). En base a lo anterior, es posible afirmar que un tratamiento endodóncico exitoso debe reunir algunas condiciones como son: (26) 1. Permanencia y funcionalidad del órgano dentario en boca. 2. Ausencia radiográfica de lesiones periapicales. 3. Lograr y facilitar la reparación o regeneración de los tejidos periapicales. 4. Evitar el desarrollo de un proceso patológico. 5. Estimular la formación de una barrera biológica. La interpretación radiográfica está sujeta a sesgos personales y un cambio en las angulaciones puede dar una apariencia completamente diferente a la lesión, haciéndola parecer más pequeña o más grande. Mientras que la tomografía axial computarizada es más sensible que la radiografía periapical para detectar cambios en la densidad ósea y presencia de rarefacciones periapicales. Por tanto, su uso para evaluar los resultados del tratamiento de conductos es sin duda beneficioso para identificar casos que serían falsos negativos en la radiografía periapical (27) (28). 35 La tomografía axial computarizada (CBCT) tiene aplicaciones considerables en el diagnóstico y planificación del tratamiento de conductos. El CBCT-PAI es un índice desarrollado para la estandarización de los métodos para evaluar la gravedad de la periodontitis apical; este índice es una escala de 6 puntos que evalúa la expansión y destrucción del hueso cortical (27). La escala CBCT-PAI es la siguiente: (27) 0 Estructuras periapicales intactas 1 Diámetro de lesión radiolúcida de 0.5mm a 1 mm 2 Diámetro de lesión radiolúcida de 1 mm a 2 mm 3 Diámetro de lesión radiolúcida de 2 mm a 4 mm 4 Diámetro de lesión radiolúcida de 4 mm a 8 mm 5 Diámetro de lesión radiolúcida de 8mm E Expansión del hueso cortical periapical D Destrucción del hueso cortical periapical El papel de la tomografía computarizada en Endodoncia la destaca como una poderosa herramienta de diagnóstico, la decisión de proceder con una CBCT debe hacerse después de realizar un examen clínico y radiográfico (2D) y la información adicional proporcionada por la tomografía será fundamental para aclarar la causa de la falla endodóncica (27). El inadecuado sellado coronario es un factor que influye en la contaminación y/o recontaminación de un conducto radicular. Lamentablemente todos los materiales de obturación temporal filtran y la falta de una restauración definitiva conlleva al fracaso del tratamiento endodóntico. Por estos motivos es importante la rehabilitación postendodóncica adecuada del diente lo más pronto posible (26). El estado de salud sistémica del paciente debe ser evaluado, pues enfermedades como diabetes, discrasias sanguíneas y avitaminosis entre otras pueden afectar el éxito de la terapia de conductos (26). 36 Un aspecto importante en relación con la tasa de éxito de los dientes con tratamiento de conductos fue la existencia o ausencia de lesiones periapicales durante el tratamiento. Dammaschke reportó una tasa de éxito del 83.6% en dientes sin lesión periapical mientras que los dientes con lesión previa fue menor con un 64.1% (29). Una revisión sistemática de estudios clínicos relacionados con el éxito y el fracaso del tratamiento de conductos no quirúrgico reportó una tasa de éxito radiográfico de 81.5% en un período de 5 años. Sin embargo, la tasa de éxito es significativamente menor para los dientes infectados con periodontitis apical preoperatoria (27). El éxito reportado tiene relación directa con el tiempo indicado de seguimiento de los dientes tratados endodóncicamente, por lo cual se sugiere que pueden ser necesarios períodos de seguimiento de 2, 4 o más años para evaluar el resultado del tratamiento (30). 37 2. Caso Clínico Infección Intrarradicular Primaria 2.1. Ficha Clínica Se presentó paciente femenino de 34 años de edad, a la clínica de Endodoncia de la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Odontología, referida por su dentista particular para tratamiento de conductos del órgano dentario 22 al cual posteriormente se le realizaría una apicectomía debido a la gran extensión de la lesión observada radiográficamente. Al interrogatorio niega antecedentes personales patológicos; refirió tratamiento ortodóncico para la tracción de un canino retenido en el paladar. A la exploración bucal se observó resina mal ajustada con reincidencia de caries en la cara palatina del diente 22. Las pruebas de sensibilidad pulpar fueron negativas al frío y calor; las pruebas periodontales fueron negativas a la percusión vertical y horizontal, así como a la palpación y movilidad dental; el sondaje se encontró dentro de los parámetrosde normalidad. En los hallazgos radiográficos se observó lesión radiolúcida difusa de aproximadamente 5 x 7mm, resorción apical externa y una restauración mal ajustada. Diagnóstico pulpar: Necrosis pulpar Diagnóstico periapical: Periodontitis apical crónica Tratamiento: Tratamiento de conductos (Necropulpectomía) Pronóstico: Favorable 2.2. Procedimiento Clínico En la primera cita se retiró resina palatina con reincidencia de caries y se realizó acceso endodóncico, bajo aislamiento absoluto se determinó longitud de trabajo real (21 mm) con ayuda del localizador electrónico de foramen apical y lima 35 flexofile (Dentsply Maillefer); la instrumentación se realizó con sistema rotatorio 38 Mtwo® a 50/04 y con limas manuales se trabajó el tercio apical hasta calibre 55, irrigando con hipoclorito de sodio al 2.5% durante todo el trabajo biomecánico. Se colocó medicación intraconducto con Ultrapex®, algodón y cavit; se remitió a la paciente al departamento de imagenología de la DEPeI para tomar una tomografía y lograr evaluar la extensión de la lesión periapical. En una segunda cita se corroboró longitud de trabajo real, se realizó prueba de cono y protocolo final de irrigación con hipoclorito de sodio al 2.5% activado con ultrasonido por 3 ciclos de 20 segundos, neutralizado con agua destilada, y un ciclo de 20 segundos con SmearClear® activado con ultrasonido y neutralizado con agua destilada. Se secó el conducto con puntas de papel y se obturó con técnica lateral modificada con ultrasonido y cemento Sealapex®; se colocó ionómero de vidrio como obturación temporal. Figura 15. Figura 15. Procedimiento clínico Caso Clínico Infección intrarradicular primaria; A. Radiografía inicial; B. Longitud de trabajo real; C. Medicación intraconducto con hidróxido de calcio y yodoformo (Ultrapex®); D. Prueba de conometría; E. Obturación con técnica lateral modificada con ultrasonido; F. Radiografía de control a 6 meses FD. Después de 6 meses se realizó control de tratamiento; el órgano dentario ya se encuentra restaurado con resina, la cual se observa bien ajustada. Al A B C D E 39 interrogatorio la paciente no refiere síntomas; se realizaron las pruebas de sensibilidad periodontal a la palpación y percusión dando respuesta negativa. Radiográficamente se observó un aumento en la densidad ósea periapical y el yodoformo extruido se había reabsorbido completamente. Figura 16A y 16B. Figura 16. A. Fotografía clínica de la restauración palatina del OD22; B. Radiografía de control a los 6 meses; C. Radiografía control 1 año FD. Al control radiográfico de un año, la paciente continuó asintomática y el diente en función masticatoria; radiográficamente se observó una mayor densidad ósea periapical, falta restablecimiento del espacio del ligamento periodontal pero la evolución favorable del diente ante el tratamiento de conductos nos permite decir que el diente está en proceso de curación. Figura 16C. Así mismo, se realizó un control tomográfico a los 6 meses. Tanto en el corte axial como sagital se observa un aumento en la densidad ósea palatina y disminución del tamaño de la lesión hipodensa periapical; de acuerdo a la escala CBCT-PAI inicialmente se encontraba en un grado 4 (4mm – 8mm), D (destrucción del hueso cortical periapical); a los 6 meses en un grado 3 (2mm – 4mm) D ya que aún falta formarse la tabla ósea palatina. Figuras 17 y 18. 40 Figura 17. Tomografía axial computarizada, corte axial. A. CBCT inicial; B. CBCT a los 6 meses de control FD. Figura 18. Tomografía axial computarizada, corte sagital. A. CBCT inicial; B. CBCT a los 6 meses de control FD. A B A B 41 3. Caso Clínico Infección Intrarradicular Secundaria 3.1. Ficha Clínica Se presentó a la clínica de Endodoncia de la División de Estudios de Posgrado e Investigación, paciente femenino de 47 años de edad, referida de la clínica de Prótesis Bucal de la Facultad de Odontología para valoración de OD 16 y 17. Al interrogatorio la paciente refirió como antecedentes personales patológicos, hipotiroidismo desde hace 10 años e hipertensión arterial, para lo cual se encuentra bajo tratamiento médico con Losartán/Hidroclorotiazida (50/125 mg), levotiroxina sódica (100 mcg), Sertralina (Antidepresivo 100 mg) y ácido acetil salicílico. El motivo de la interconsulta fue la persistencia de síntomas, la paciente refirió tratamiento de conductos previo de aproximadamente un año de evolución, así mismo refirió dolor de cabeza intenso, lagrimeo del ojo derecho e inflamación de la zona afectada. A la exploración clínica bucal, el órgano dentario 16 se encontraba con provisional y el diente 17 restaurado con amalgama; no se observó inflamación ni huella de fístula. Se omiten las pruebas de sensibilidad pulpar. A las pruebas de sensibilidad periodontal de OD 16 y 17 son negativas a las percusiones y movilidad, positivo a la palpación, y se presentaba bolsa periodontal de 4mm en cara distal de OD16, y de 10mm en cara mesial de OD17. En los hallazgos radiográficos ambos dientes presentaban un tratamiento de conductos previo. En OD 16 se observó lesión radiolúcida difusa de aproximadamente 2 x 2mm en la raíz mesiovestibular, así como transportación apical de la misma raíz. El OD 17 presentaba lesión radiolúcida difusa de aproximadamente 4 x 3mm. De acuerdo a los datos obtenidos se llegó al siguiente diagnóstico para ambos dientes: 42 Diagnóstico pulpar: Diente despulpado Diagnóstico periapical: Periodontitis apical crónica Tratamiento: Repetición de tratamiento endodóncico Pronóstico: Reservado 3.2. Procedimiento Clínico En una primera cita se realizó la repetición de tratamiento del OD16, se desobturó con limas Hedstrom (Dentsply Maillefer®) e irrigación constante con hipoclorito de sodio al 2.5%, se localizó el conducto MV2 tratando de retomar el conducto principal pero no fue posible debido al gran calibre apical, se colocó medicación intraconducto de hidróxido de calcio (Ultracal®). En la segunda cita se determinó longitud de trabajo real con ayuda del localizador electrónico de foramen apical (MV= 15mm, MV2= 13mm, P= 12.5mm y DV=15.5mm); debido al gran calibre de todos los conductos la instrumentación se realizó con limas manuales de la segunda serie (Dentsply Maillefer®), se realizó el protocolo final de irrigación con hipoclorito de sodio al 2.5% activado con ultrasonido por 3 ciclos de 20 segundos, neutralizado con agua destilada, y un ciclo de 20 segundos con SmearClear® activado con ultrasonido y neutralizado con agua destilada. La obturación se realizó con técnica lateral modificada con ultrasonido y cemento Sealapex®. Diez días después se programó una tercera cita para realizar la repetición de tratamiento del OD17, la paciente refirió inflamación y dolor intenso de la zona de molares superiores derechos en el transcurso de las citas. A la exploración no se observó inflamación intraoral ni extraoral. Se decidió tratar ambos molares simultáneamente; se desobturó OD 16 y 17 con limas Hedstrom de la segunda serie irrigando con hipoclorito de sodio al 2.5%. En OD17 se localizan 2 conductos y se determinó longitud de trabajo real (V=17 mm, P=16.5 mm), se instrumentó con limas manuales y se colocó medicación intraconducto de hidróxido de calcio (Ultracal®), algodón y Provisit®. Figura 19. 43 Figura 19. Procedimiento clínico OD16. A. Radiografía inicial; B. Localización del conducto MV2; C. Longitud de trabajo real; D. Obturación con técnica lateral con ultrasonido FD. Quince días después la paciente continuó con síntomas por lo cual se realizó un recambio de medicación intraconducto, se colocó Ultrapex® como medio de contraste y medicación; se remitió al departamento de imagenología de la DEPeI para realizar un estudio tomográficoque nos ayude con el diagnóstico de la persistencia de síntomas y planificar mejor el tratamiento. Figura 20. Figura 20. A. Desobturación de primer y segundo molar superior derecho, y longitud de trabajo real de OD17; B. Medicación intraconducto con Ultracal® y sondaje mesial de Od17 de 10mm de profundidad; C. Recambio de medicación con Ultrapex® FD. Finalmente, en la quinta cita se decidió obturar ambos molares con técnica lateral modificada con ultrasonido y cemento Sealapex®, con previo protocolo A B C D A B C 44 final de irrigación ya mencionado anteriormente; se colocó ionómero de vidrio como obturación temporal. Se programaron citas de control a un mes, seis meses y un año, si existiera una persistencia de síntomas se podría pensar en realizar un procedimiento quirúrgico. Figura 21. Figura 21. A. Conometría de OD 16 y 17; B. Radiografía final de obturación; C. Radiografía de control a 1 mes, donde se observa que el hidróxido de calcio con yodoformo extruido se ha comenzado a reabsorberse FD. Al control de un año ambos dientes se encontraban ya rehabilitados con poste intrarradicular y corona, los síntomas habían desaparecido y los dientes se encontraban en función masticatoria. Radiográficamente el tamaño de la lesión radiolúcida había disminuido con lo cual podemos decir que se encuentra en vía de reparación. Comparando el estudio tomográfico realizado inicialmente con el control a un año, el cual fue posible ya que la paciente estaba en tratamiento y planificación para colocación de implantes, se observó una disminución de la extensión de las lesiones periapicales tanto del OD16 como OD17, sin embargo la raíz mesiovestibular del OD16 aún presenta una fenestración del hueso cortical. De acuerdo a la escala CBCT-PAI inicialmente el OD 16 se encontraba en un grado 2 (1mm–2mm) D, debido a la fenestración de la raíz mesiovestibular, comparado con el control a un año en la cual se observa un grado 1 (0.5mm – 1mm) D. El OD 17 inicialmente se encontró en un grado 3, y en su control a un año se ha disminuido a grado 1.Figuras 22, 23 y 24. A B C 45 Figura 22. Radiografías de control de tratamiento. A. Evolución a 6 meses; B. Evolución a un año. Figura 23. Comparación tomográfica en corte axial. A. Tomografía inicial; B. Control a un año. Figura 24. Comparación tomográfica en un corte sagital. A. Inicial de OD16; B. Control a un año de OD16; C. Inicial de OD17; D. Control a un año de OD17. A B A B 46 4. Discusión Los microorganismos son esenciales para el desarrollo de las enfermedades pulpares y periapicales por lo cual la investigación endodóncica busca métodos y materiales para erradicar la infección de los conductos radiculares. Actualmente, la aplicación de técnicas moleculares ayuda a comprender mejor la compleja interacción entre los factores microbianos y los factores de defensa del huésped, para proporcionar una idea más clara de la patogénesis de la enfermedad a nivel subcelular. Debido a que la periodontitis apical es causada por la infección del conducto radicular, el principal objetivo del tratamiento de conductos debe asociarse con el control y eliminación de la infección, centrado tanto en procedimientos mecánicos y químicos como la comprensión clara de los factores etiopatogénicos (6). Siqueira demostró que la mayor preparación mecánica, (tan amplia como la anatomía lo permita) e irrigación frecuente y abundante con soluciones antimicrobianas (como NaOCl) tienen un papel preponderante al maximizar la eficacia de la preparación quimiomecánica. Sin embargo, incluso cuando se siguen los estándares de calidad más altos, las muestras aún contienen bacterias vivas; ya que hay regiones en el sistema de conductos que no pueden desinfectarse y obturarse adecuadamente con los instrumentos, técnicas y materiales que actualmente existen (10). De los factores relacionados con la preparación mecánica de los conductos radiculares (tipo de instrumento, permeabilidad del foramen apical, tamaño del diámetro apical, conicidad y extensión de la instrumentación), sólo la permeabilidad del foramen apical y la extensión apical de la instrumentación del conducto son factores que influyen en el pronóstico del tratamiento de conductos radiculares (31). La limpieza y desinfección del conducto radicular depende en gran medida de los efectos mecánicos y químicos de las soluciones irrigantes. Los efectos mecánicos son generados por el flujo y el reflujo de la solución irrigante 47 reduciendo significativamente la población bacteriana del conducto radicular y los compuestos químicos que poseen efecto antimicrobiano pueden ayudar significativamente al efecto mecánico para eliminar microorganismos (10). Aunque se han propuesto el uso de diversos irrigantes a lo largo de los años, el hipoclorito de sodio (NaOCl) sigue siendo el más utilizado. Sin embargo, los estudios han revelado que la preparación quimiomecánica utilizando NaOCl a diferentes concentraciones no es suficiente para lograr que los conductos radiculares estén libres de bacterias cultivables, aproximadamente del 40% al 60% de los conductos radiculares son positivos a la presencia bacteriana. La clorhexidina se ha propuesto como alternativa pero los estudios clínicos demostraron que no es superior al NaOCl con respecto a la eficacia antibacteriana (11). Ng y cols. concluyeron que el uso de hipoclorito de sodio (4-5%) a mayor concentración no mejora significativamente el resultado del tratamiento. Este hallazgo es congruente con otros estudios (Cvek et al., 1976, Byström & Sundqvist, 1983) donde comparan soluciones de NaOCl al 0.5% y 5.0%; no encontraron que la concentración de NaOCl influyera en la proporción de dientes con cultivos bacterianos negativos (Byström & Sundqvist, 1983) o la proporción de dientes que lograron una cicatrización periapical (Cvek et al., 1976) (31). Debido a que las bacterias residuales pueden afectar negativamente el resultado del tratamiento, se ha recomendado el uso de medicación intraconducto para complementar el efecto antibacteriano de los procedimientos quimiomecánicos y eliminar las bacterias persistentes, previo a la obturación de los conductos radiculares (11). Dado que el sitio de acción de los iones hidroxilo del hidróxido de calcio incluye las enzimas en la membrana citoplasmática, ésta medicación tiene un amplio campo de acción, y por lo tanto es eficaz en una amplia gama de microorganismos. Las membranas citoplasmáticas son similares, lo que significa que este medicamento tiene un efecto similar en los microorganismos 48 aerobios, anaerobios, grampositivos y gramnegativos, logrando reducir de esta manera hasta un 77.8% la microbiota endodóncica después de una semana, promoviendo así mejores resultados en el proceso de cicatrización periapical comparado con los tratamientos en una sola cita (21). Un argumento a favor del tratamiento de conductos radiculares infectados en una visita es que las bacterias residuales que sobreviven al tratamiento quedan secuestradas o encapsuladas por la obturación y mueren debido a la falta de nutrientes; éste argumento puede ser válido para aquellas bacterias que permanecen dentro de los túbulos dentinarios o en las paredes sin tocar del conducto; sin embrago, las bacterias de la parte más apical y de los conductos laterales pueden hacer que la infección persista, ya que éstas bacterias están en contacto directo con los tejidos perirradiculares que son una fuente de nutrientes sostenible. El simple hecho de que las bacterias se pueden encontrar en el conducto radicular principal de dientes con tratamiento previo, indica que el secuestrar las bacterias no es algo viable (14). Los resultados de éste y otros estudios anteriores sugieren que incluso las bacterias secuestradas en el
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