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Características ecológicas de los valles coste: os del Perú, en relación a la fauna insectil y al control de las plagas agrícolas1 Hugo Martin-Ravines2 Consideraciones generales Resulta evidente q u e para establecer un Pro- g r a m a d e C o n t r o l d e P lagas e n n u e s t r o s agroecosistemas de la costa, debemos tener, ante todo , conoc imiento amplio y claro de las caracte- rísticas ecológicas de éstos. C o m p r e n d e m o s que es muy difícil descifrar el in t r incado m u n d o de la dinámica poblacional de los insectos, d o n d e ocurren u n a infinidad de fe- n ó m e n o s abióticos y bióticos que interactúan de diversa y variada forma, pe ro que al final fijan las densidades poblacionales características de las diferentes especies de a r t rópodos típicos de cada ecosistema. En este trabajo, sin embargo , queremos ser más generalistas, es decir, sólo p re tendemos tra- zar en forma sencilla y genera l la fisonomía ecológica de los valles de la costa, d a n d o una visión panorámica del clima y la ecología de estos ecosistemas; y, al mismo t iempo, intentar dar al- gunas explicaciones lógicas acerca de las causas po r las cuales algunas pocas especies de insectos son plagas clave, con regular potencial biótico y otras, q u e son la mayoría, se man t i enen en un estatus p e r m a n e n t e de plagas potencíales o sea secundarias . Q u e r e m o s también, en esta opor tun idad , tra- tar de explicar las razones por las cuales el con- trol de las plagas agrícolas en nuestros valles costeros d e b e ser c o m p l e t a m e n t e diferente a un p r o g r a m a de control de pestes en los ecosistemas cont inenta les . Por razones de esta diferencia, creemos, por ejemplo, que el uso de pesticidas sintéticos de alto poder , no reviste tanto peligro en los ecosistemas cont inentales , deb ido a las características inhe- rentes a ellos, que explicaremos luego, po r lo que allí se p u e d e ser más liberal con el empleo de esos p roduc tos químicos. En cambio , en nuestros ecosistemas costeros, el uso cont inuado y liberal de esos productos , reviste s iempre peligro eviden- te de disturbios ecológicos muy duraderos y lo q u e es peor, el desarrollo de resistencia es muy rápido. Existe u n a ley en ecología , la cual dice q u e p a r a t oda acc ión p r o d u c i d a en la na tura leza , 1. Conferencia ofrecida en la XXXVIÍ Convención Nacional de Entomología. Trujillo, 5 al 9 noviembre 1995 2. Departamento de Sanidad Vegetal. Universidad Nacional de Piura o c u r r e u n a reacc ión de igual i n t ens idad . En gene ra l , estas acc iones p u e d e n ser positivas o negat ivas p a r a los seres vivos q u e hab i t an en los d i fe ren tes ecos is temas del p l a n e t a y pue - d e n ser de na tu ra leza ab ió t ica o biót ica . Para cada u n o de estos c amb ios o acc iones , los seres vivos ( p o r e j emplo los insectos) t r a t a r á n de a c o m o d a r s e d a n d o u n a respues ta d e a u m e n t a r o d i sminu i r sus p o b l a c i o n e s . Estos f e n ó m e n o s s u c e d e n en la na tu ra l eza en fo rma n o r m a l y p e r p e t u a en el t i e m p o y en el e spac io , sin q u e p a r a n a d a in t e rvenga e l ser h u m a n o . Pero estas acciones sobre los ecosistemas tam- bién pueden ser provocadas po r el h o m b r e , quien en buena cuenta es el mayor man ipu lador de la naturaleza. Por ejemplo, con el establecimiento de un monocultivo, labores culturales, riegos, abonamientos , etc., es decir, acciones que pro- muevan un mejor o peor habitat para la fauna insectil; igual acción, pe ro de efecto más drástico, es la aplicación de un veneno químico. Las respuestas, en lo que se refiere a las pobla- ciones de insectos, se pueden manifestar en u n a reducción de la densidad de la plaga objeto de nuest ro control; pe ro también se p u e d e p roduc i r elevación violenta de algunas poblaciones de in- sectos fitófagos que apa ren t emen te no estaban presentes al m o m e n t o de aplicar la medida. Este últ imo fenómeno es un caso c o m ú n en nuestra agricultura moderna . Estas susceptibilidades de los ecosistemas se hacen más claras y expresivas cuando se actúa sobre un monocult ivo. De hecho , los monocul t i - vos son los ecosistemas agrícolas, de por sí, menos es tables . Y es un h e c h o , t a m b i é n , q u e los ecosistemas de tipo insular, como los de nuestros valles costeros, son también muy susceptibles e inestables. Por las razones expuestas an te r io rmente , cree- mos que es de gran importancia t ener una idea clara acerca de las características ecológicas de nuestros ecosistemas costeros, en comparac ión con los ecosistemas de t ipo cont inental . Diferencias ecológicas de los ecosistemas agrícolas tipo continental y de los ecosistemas agrícolas tipo insular La caracter ís t ica q u e más de f ine a un ecosis- tema continental, es q u e se t ra ta de i n m e n s a s ex tens iones de t ie r ra cub ie r t a de vege tac ión , 1 2 REVISTA PERUANA DE ENTOMOLOGÍA Vol. 38 d o n d e no hay so luc ión de c o n t i n u i d a d en lo q u e se ref iere a la flora e n t r e los ecosis temas agr íco las y los ecos is temas silvestres. En estos ecos i s temas con t i nen t a l e s , los agroecos is temas e s t á n r o d e a d o s p o r e x t e n s a s á r e a s d e h e t e r o g é n e a vegetac ión silvestre. Los ecosistemas continentales pueden ser de clima templado o tropical, según su posición geo- gráfica. Allí los factores limitantes para la vida de la fauna insectil, son: (a) en los climas templados, las bruscas variaciones estacionales de la tempera- tura, h u m e d a d relativa, horas de sol; (b) en los climas tropicales, el i nc remento apreciable de las precipi taciones pluviales, tempera tura , h u m e d a d relativa y disminución de las horas de sol. Las poblaciones de organismos, incluyendo insectos y ácaros, que se desarrollan en estos ecosistemas alcanzarían un alto potencial biótico. En estos ecosistemas, los principales factores reguladores de las densidades poblacionales de los insectos son de o rden abiótico, principalmen- te el clima. Estos factores son los principales res- ponsables de que las especies de insectos conside- rados plagas tengan en general un alto potencial biótico, lo que significa que el balance o posición de equilibrio natural de las poblaciones de insec- tos se encont ra r ía s iempre a niveles altos, mucho más arriba que los niveles económicos soporta- bles po r las plantas que cultiva el hombre . Estas posiciones de equilibrio altas asegurarían la su- pervivencia de dichas poblaciones en estos climas, con tan bruscos cambios y alteraciones climáticas. Los factores bióticos, como son los parásitos, predatores y patógenos , en estos ecosistemas tam- bién t ienen significación en la regulación, pero en m u c h o menos grado que los pr imeros y siem- pre estarán subordinados a éstos. Los ecosistemas de los valles costeros peruanos se asimilan al tipo insular. Es decir, representan u n a especie de oasis más o menos extensos, cubiertos de vegetación, cultivada y silvestre, con limitación en especies vegetales y animales, rodeadas o cir- cundadas po r desiertos, en los cuales hay ausencia casi absoluta de vegetación. Esta característica es general en todos los valles de la costa al sur del depa r t amen to de Lambayeque. El panorama va- ría un poco desde Olmos hacia Tumbes , en que los valles agrícolas están bordeados o limitados po r extensas áreas semidesérticas con muy escasa vegetación en las partes bajas de los valles y rala vegetación arbustiva en las zonas altas y medias de estos valles. El clima en los valles de la costa del país se caracterizan por ser suaves, sin cambios aprecia- bles de las tempera turas y los otros factores del clima, du ran te las diferentes estaciones del año . Por la situación geográfica de estos valles, en t re los paralelos 4 o S a 18° S, debería cor responder un clima de t rópico h ú m e d o , con grandes precipita- ciones pluviales y altas temperaturas . Sin embargo , debido a la influencia de la Corr iente Peruana , generadora del anticiclón del Pacífico Sur, que arrastra o t ransporta del SO al NE masas de aire frío, se a tempera y suaviza el clima de los valles costeros del Perú, dándoles la fisonomía de "sua- ves", casi diríamos como clima de invernaderos. En estos ecosistemas insulares de los valles de la costa peruana , en la regulación de las poblacio- nes insectiles, t ienen una participación compart i - da tanto los factores abióticos (clima) c o m o los bióticos (parásitos, p reda tores y pa tógenos) , pe ro con predominancia de estos últimos. Los factores abióticos ( t empera tura , hume- dad relativa, horas de sol, evaporación, oscilación de temperaturas , etc.) fijan la fisonomía del a ñ o y de terminan el marco o escenario d e n t r o del cual los factores bióticos (fauna benéfica) van a actuar regulando las poblaciones de las plagas. Según esto, los niveles poblacionales de los insectos po- drán variar de año en año , de acue rdo a la inten- sidad de estos factores abióticos. El éxito de la regulación por par te de los factores bióticos, de- penderá s iempre del grado de favorabilidad o desfavorabilidad que le p roporc ionen los factores abióticos. En otras palabras, los factores bióticos son los artistas. El teatro, el escenario, la coreografía y el público representan a los factores abióticos. El éxito de los artistas no sólo d e p e n d e de su propia calidad, sino también del t ipo de teatro, escena- rio, coreografía y del público. No es lo mismo representar una obra de Shakespeare en el teatro de la capital que la misma obra en un teatro de pueblo joven. En resumen, los factores bióticos son, en la mayor parte de casos, de inmensa impor tancia en la regulación de las poblaciones de la genera l idad de los insectos plaga en nuestros ecosistemas, pero el éxito de la regulación d e p e n d e del marco o escenario que les fije el clima. Los potenciales bióticos de las plagas en este tipo de ecosistemas de clima suave, son relativa- mente bajos; por lo tanto, las plagas no son pro- pensas a i r rumpir violentamente, como es c o m ú n en los ecosistemas continentales . La posición característica de equil ibrio o ba- lance de las poblaciones insectiles que viven en estos ecosistemas insulares, en la mayoría de los casos, estaría po r debajo de los niveles económi- cos. Por esta causa, la mayoría de las especies plaga que atacan los cultivos estarían en un estatus de potenciales, o sea secundarias. Sin embargo , debemos reconocer q u e en las últimas décadas ha a u m e n t a d o el n ú m e r o de especies que alcanzarían el calificativo de plagas clave. Lo que es debido a la insurgencia de algu- nas especies que de su estatus normal de plagas potenciales han pasado a ser plagas claves. Situa- ción que debemos achacar al mal manejo de las Diciembre 1995 MARTIN: CARACTERÍSTICAS ECOLÓGICAS DE LOS VALLES COSTEROS DEL PERÚ 3 medidas de control sobre todo el exagerado uso de insecticidas orgánicos de síntesis, pe ro tam- bién deb ido a fallas en las medidas de control cultural, de cuaren tena e incumpl imiento de las reglamentaciones de sanidad vegetal. Podemos citar varios ejemplos: - Phenacoccus, Bucculatrix, Heliothis virescens, arañi ta roja, en a lgodonero , en Piura. - Liriomyza huidobrensis, Prodiplosis s p . , Poliphagotarsonemuslatus, Contarinia medicaginis en papa, tomate y algunas hortalizas, en el nor te chico y el sur chico. - Panonychus citri, Aleurothrixus floccosus, arañita roja en l imonero , de Piura y Lambayeque. - Pococera sp. y Contarinia sorguicola en sorgo, en Piura y Lambayeque. - Pococera, Spodoptera, Prodenia, Heliothis zea en maíz, en Piura y Lambayeque. - Russeüana sp., en papa, en Arequipa. - Tetranychus sp. en marigol, en Piura. Diferencias ecológicas en cuanto a la estabilidad de los ecosistemas Los ecosistemas agrícolas en climas continentales se consideran más estables, debido a la mayor variedad y n ú m e r o de fauna insectil, así como al fluido intercambio de energía biótica (fauna insectil benéfica), en t re los ecosistemas agrícolas y la he te rogénea y extensa vegetación silvestre que los rodean . Energía que , en forma cont inua, estaría reforzando con enemigos naturales de las plagas a los ecosistemas agrícolas. De esta forma, también, cua lquier per turbac ión que se produzca, por morta l idad de fauna benéfica (por ejemplo, apli- cación de pesticidas), la recuperación de las po- blaciones de estas especies benéficas sería mucho más rápida. Por otro lado, a los ecosistemas agrícolas en nues- tros valles costeros (tipo insular), los consideramos poco establesen cuanto a la fauna insectil. Esta inestabi- lidad se intensifica en los monocultivos extensos (algodón, papa, tomate , maíz, sorgo, etc.) . La inestabilidad de nuestros ecosistemas, en cuan to a la fauna insectil benéfica, se debe a que cualquier acción que hagamos en contra de las plagas, la estaríamos realizando sobre u n a biomasa aislada, l imitada en espacio y n ú m e r o de especies. No exis te pos ib i l idad de i n t e r c a m b i o o de reforzamiento de la energía biótica (fauna bené- fica), p roceden te de los ecosistemas silvestres, p o r q u e estos práct icamente no existen. Por lo tanto, cualquier per turbación o distur- bio violento (aplicación de pesticidas o fallas en a lguna labor cultural) produci rá disturbios más duraderos en la población insectil (fauna benéfi- ca pr inc ipalmente) , cuyas poblaciones, en la ma- yoría de los casos, son de muy lenta recuperac ión . Por esta razón, si estas per turbaciones son conti- nuas, muchos insectos plaga que n o r m a l m e n t e se encuent ran en estatus de "potenciales" pasan a ser "plagas clave". Podemos comenta r algunos ejemplos de pla- gas potenciales que se han convert ido en plagas claves permanentes : En a lgodonero: Phenacoccus gossypii, es una plaga muy impor- tante en la actualidad, cuya causa ha sido la aplica- ción de insecticidas orgánicos dirigidos al control de arrebiatado, buculatrix, pu lgón y otros. Esta plaga es perfectamente contro lada po r una am- plia gama de fauna benéfica (11 especies de encírt idos parasitoides, 13 especies de insectos predatores y varias arañas) y un h o n g o pa tógeno . En papa: Liriomyza huidobrensis no deber ía ser plaga, pues sus controladores son eficientes (Tres chin- c h e s p r e d a t o r e s y o n c e p a r a s i t o i d e s : o c h o eulófidos, dos pteromálidos, un b racón ido) . Las causas han sido las aplicaciones desordenadas de insecticidas orgánicos contra Scrobipalpula, Myzus y otros insectos. Además, existen ac tua lmente tres plagas en papa que hace unos pocos años ni siquiera se les tomaba en cuenta , po r estar en niveles subeconómicos y que poco a p o c o se están convirt iendo en plagas clave con inusitado poten- cial biótico. Se trata de dos moscas Cecydomyiidae (Contarinia medicaginis y Prodiplosis sp.) y del acaro hialino Poliphagotarsonemus latus. Diferencias ecológicas en cuanto a la posi- bilidad de aplicar un control integrado. Por lo e x p r e s a d o a n t e r i o r m e n t e , en los ecosistemas agrícolas continentales, es más difícil apli- car un programa de control integrado. Los facto- res físicos son más impor tantes q u e los factores bióticos en la fijación de las densidades poblacio- nales de los insectos. Es un hecho q u e en estos ecosistemas existe un fluido intercambio de energía biótica en t re los ecosistemas agrícolas y los ecosistemas silvestres. Pero, po r otra parte, resulta evidente q u e po r este mismo fenómeno se estarían reforzando en for- ma cont inua los altos potenciales bióticos de las especies que son plagas. De allí, las dificultades que se han ten ido en dichos ecosistemas para aplicar u n a estrategia completade control in tegrado, en el cual estén incluidos el control biológico, las medidas cultu- rales y sobre todo las reglamentaciones , c o m o armas principales. 4 REVISTA PERUANA DE ENTOMOLOGÍA Vol. 38 En ecosistemas insulares de los valles de la costa peruana, c reemos que es más fácil practicar un control in tegrado de plagas con muchas más posi- bilidades de éxito. Exhibimos tres razones funda- mentales: 1. En la fijación de las densidades poblacio- nales de las plagas, los factores bióticos t ienen una acción de te rminan te . 2. Cualquier acción que tomamos contra las plagas, sea de o rden cultural, de reglamentación o de o rden biológico ( introducción de determi- nado parásito o preda tor ) o aplicaciones de insec- ticidas, se va a p o d e r sentir u observar más clara- men te . Esto, deb ido a que estamos ac tuando so- bre ecosistemas práct icamente aislados con una biomasa aislada y limitada en espacio y n ú m e r o de especies. Estas respuestas o reacciones de nues- tros ecosistemas a cualquier manipulación son m u c h o más rápidas que en ecosistemas agrícolas cont inentales , po r lo tanto podemos e n m e n d a r nuestros errores o confirmar nuestros aciertos, también más ráp idamente . 3 . E s t e a i s l a m i e n t o d e n u e s t r o s ecos is temas , q u e a p a r e n t e m e n t e pa rece r í a ne- gativo, nos p e r m i t e en c a m b i o , ser más cautos y p recav idos o desconf iados , p a r a no hace r uso de m e d i d a s v io lentas ( l l ámense pes t ic idas ) , p u e s s a b e m o s q u e en la mayor ía de los casos causan d i s tu rb ios y desequi l ib r ios ecológicos más d u r a d e r o s y q u e a d e m á s , éstos son de más l en ta r e c u p e r a c i ó n q u e lo q u e pasar ía en un ecos i s t ema de t ipo c o n t i n e n t a l . P o d r í a m o s d a r varios e jemplos en los q u e esta conf ianza p a r a e l uso de pest icidas en ecos is temas c o n t i n e n t a l e s ha sido la causal de h a b e r p r o v o c a d o s u c e s i v a s c a t á s t r o f e s ecológicas y e c o n ó m i c a s . Para e jemplo , p o d e - m o s n o m b r a r u n o : Co lombia en 35 años de h is tor ia de cult ivo del a l g o d o n e r o ha sufrido c u a t r o debac les t r e m e n d a s ; noso t ros en e l Perú bas tó u n a , de los años 1956 y 1957 en Cañe t e , C h i n c h a y Pisco, pa ra e n m e n d a r nues t r a estra- tegia de apl icac ión de pest ic idas , conv i r t i éndo- nos en p i o n e r o s y l íderes del con t ro l i n t eg rado en e l cult ivo del a l g o d o n e r o en Amér ica . Diferencias ecológicas en cuanto al desarrollo de resistencia de las plagas a los pesticidas En ecosistemas agrícolas continentales, el desarro- llo de resistencia por parte de las especies plaga a los pesticidas, está comprobado que es mucho más lenta. Según nuestra información, se necesi- tarían en t re 80 a 150 aplicaciones cont inuadas de un mismo produc to o similares para q u e u n a plaga se haga resistente. La expl icac ión de este f e n ó m e n o la h e m o s d a d o en acápi tes a n t e r i o r e s , p e r o l a p o d e m o s r e sumi r d i c i e n d o que en este tipo de ecosistema agrícola sí existe una fluida interacción e intercam- bio de energía biótica de espec ies insect i les p ro - c e d e n t e s y q u e viven en la a b u n d a n t e vegeta- ción silvestre q u e r o d e a a los ecos i s temas agrí- colas, en los cuales t a m b i é n exis ten las mismas especies de plagas. En otras palabras, existiría u n a p e r m a n e n t e dilución y recombinación de los genes de resis- tencia, concent radas en las poblaciones de los ecosistemas agrícolas, con aquellas poblaciones insectiles susceptibles de los ecosistemas silves- tres. Esta recombinación se hace más fluida e intensa al final de cada campaña agrícola. Las poblaciones de los insectos plaga pasan para so- brevivir en los ecosistemas silvestres y seguir per- pe tuándose en sus hospederos a l ternantes . Este fenómeno es más claro en ecosistemas cont inen- tales de climas tropicales, e jemplo Colombia, Cen- tro América, Brasil, etc. Según lo anterior, no es ra ro encon t ra r casos como aquéllos de Nicaragua y Guatemala en don- de el T o x a p h e n o (p roduc to clorado) se p u d o aplicar duran te más de 25 años para controlar Alabamay Heliothis en el a lgodonero , con frecuen- cias de hasta diez aplicaciones p ro med i o po r cam- paña. En nuestros ecosistemas costeros, en cambio, el desarrollo de resistencia de las plagas a los pestici- das es muy rápida y sostenida, con muy pocas posibilidades de regreso a la susceptibilidad. Según nuestra exper iencia se necesi tarían entre 20 a 25 aplicaciones de un p roduc to o productos afines para que u n a especie plaga desa- rrolle resistencia total. Esto quiere decir que en nuestros ecosistemas costeros p o d e m o s desarro- llar resistencia en cuatro a siete años, depend ien - do de la frecuencia de las aplicaciones. Es ta e s u n a r e a l i d a d v e r d a d e r a m e n t e preocupante , que todos los en tomólogos y perso- nas relacionadas con el agro d e b e m o s t ene r en cuenta y tomar conciencia muy clara. Sobre todo a c t u a l m e n t e , c u a n d o e l P e r ú s e e n c a m i n a incuest ionablemente por un camino agroexpor- tador y que por esta causa se necesitará p roduc i r cada vez más cosechas agrícolas de la más alta calidad, sin rastros de daños de insectos. Esta situación p u e d e inducir a hacer uso excesivo de pes t ic idas y p o r e n d e , p r o d u c i r ca tás t rofes ecológicas de impredecibles consecuencias .
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