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Nivel de Conocimientos sobre Influenza A H1N1 en Trabajadores de Salud

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Recibido: 20/julio/2009 Aprobado: 09/agosto/2009 Rev. peru. epidemiol. Vol 13 No 2 Agosto 2009 1 de 7 
 Numeración no valida para citación 
 ARTÍCULO ORIGINAL 
 
Nivel de conocimientos sobre la influenza A H1N1 en los trabajadores de salud 
del Hospital Nacional Arzobispo Loayza, Perú 
 
Level of knowledge of the influenza A H1N1 in health workers of the Hospital Nacional 
Arzobispo Loayza, Peru 
 
Katia Bravo1, María Gamarra1, Saúl Gonzales1, Diana Lecca1, Alejandro Martínez1, 
Melissa Mendoza1, Melissa Paragua1, Isabel Pinedo1, Guillermo Rodriguez1, 
Diana Torpoco1, Yao Wang1, Álvaro Whittembury2,3 
 
 
 
 
RESUMEN 
 
Introducción: La influenza pandémica A H1N1 se ha 
diseminado por todo el mundo y ha cobrado numerosas 
vidas en un corto período de tiempo. Por ello, es 
necesario que el personal de salud tenga los 
conocimientos suficientes para prevenir una alta 
mortalidad por dicha enfermedad. Objetivo: 
Determinar el nivel de conocimientos acerca de la 
transmisión, cuadro clínico, diagnóstico, tratamiento y 
prevención de la influenza A H1N1 y los factores 
asociados a un nivel adecuado de conocimientos. 
Material y métodos: Se desarrolló un estudio 
transversal en médicos asistentes, médicos residentes, 
licenciados en enfermería e internos de medicina del 
Hospital Nacional Arzobispo Loayza (HNAL), los 
cuales fueron seleccionados mediante un muestreo por 
cuotas y a quienes se les aplicó un cuestionario 
autoadministrado. Resultados: El nivel de 
conocimientos fue adecuado en 60.6% de los 
trabajadores. El análisis bivariado mostró como 
factores asociados al adecuado conocimiento, el ser 
médico asistente [OR=2.33 (1.42-3.82); p=0.0009] o 
médico residente [OR=2.75 (1.5-5.04); p=0.001]. El 
análisis multivariado mostró que no había asociación 
alguna entre las variables estudiadas y el adecuado 
conocimiento, sin embargo los factores asociados a un 
nivel de conocimientos inadecuado fueron haber tenido 
como principal fuente de información a la prensa 
[OR=2.15 (1.32-4.78); p=0.005] y ser enfermera 
(p=0.029). Conclusiones: El 60.6% de los 
profesionales de salud del HNAL tienen un buen nivel 
de conocimientos acerca de la influenza A H1N1 y el 
ser médico asistente o residente está asociado a ello. 
Palabras clave: Conocimientos, Actitudes y Práctica 
en Salud; Personal de salud; Virus de la Influenza A, 
subtipo H1N1. 
 
 
ABSTRACT 
 
Background: Pandemic influenza A H1N1 has had a 
rapid worldwide spread and has killed many people so 
far. For these reasons, it is necessary that health 
professionals have enough knowledge to prevent high 
mortality for this overwhelming pandemic. Objective: 
To determine the level of knowledge about 
transmission, clinical presentation, diagnosis, treatment 
and preventive measures in health professionals and to 
identify factors that can be associated with an adequate 
level of knowledge. Methods: A transversal study was 
performed in physicians, residents, nurses and medical 
interns working at Hospital Nacional Arzobispo 
Loayza (HNAL), whom were selected by a quota 
sampling and responded a self administer 
questionnaire. Results: The level of knowledge was 
adequate in a 60.6% of workers. The bivariate analysis 
showed that the associated factors to adequate 
knowledge were being physician [OR=2.33 (1.42-
3.82); p=0.0009] or resident [OR=2.75 (1.5-5.04); 
p=0.001]. Multivariate analysis showed that none of 
the factors was associated with an adequate level of 
knowledge, however the associated factors with an 
inadequate level of knowledge were: having selected 
press media as the main source of information 
[OR=2.15 (1.32-4.78); p=0.005] and working as a 
nurse [OR=2.603 (1.105 - 6.129); p=0.029]. 
Conclusions: 60.6% of the health professionals from 
HNAL have an adequate level of knowledge about 
influenza A H1N1 and being a physician o a resident is 
associated with this. 
Key words: Health Knowledge, Attitudes, Practice 
Health personnel; Influenza A Virus, H1N1 subtype. 
 
 
 
 
 
__________________________________________________________________________________________________________ 
 
1 Escuela de Medicina Humana, Facultad de Medicina, UNMSM. Lima-Perú 
2 Departamento Académico de Medicina Preventiva y Salud Pública, Facultad de Medicina, UNMSM. Lima-Perú 
3 Dirección General de Epidemiología, Ministerio de Salud, Lima-Perú
Bravo K, et al. Conocimiento de influenza A H1N1 en trabajadores HNAL 
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INTRODUCCIÓN 
 
Durante el siglo XX se desarrollaron tres pandemias de 
influenza: la de 1918, llamada gripe española (causada 
por un virus H1N1); la de 1957, influenza asiática 
(virus H2N2) y la de 1968, influenza de Hong Kong 
(virus H3N2). Sólo el virus de 1918 fue asociado con 
altas tasas de mortalidad, que sumaron entre 50 a 100 
millones de personas fallecidas.1,2 
 
Los mecanismos por los cuales puede desarrollarse una 
influenza pandémica son dos, la recombinación entre 
un virus de influenza animal con un virus de naturaleza 
humana, y la diseminación directa y adaptación del 
virus desde los animales hacia los humanos.1 Desde 
1998 se han identificado virus recombinantes que 
contienen genes de influenza humana, porcina y aviar 
en los EEUU, y se han reportado 12 casos de 
infecciones humanas con este tipo de virus desde el 
2005 hasta el 2009.2 Estos virus fueron hallados en 
cerdos de Norteamérica, sin embargo en la actualidad 
el nuevo virus de la influenza A (H1N1), aislado de 
pacientes, se caracteriza por tener genes mixtos 
provenientes de cerdos de Eurasia y Norteamérica,3 así 
como por ser descendiente en cuarta generación del 
subtipo H1N1 de 1918.4 
 
Este nuevo tipo de virus comparte muchas 
características con la influenza estacional. Ambos 
causan enfermedades infecciosas agudas que se 
transmiten de humano a humano a través del contacto 
directo o indirecto con personas infectadas o sus 
secreciones respiratorias (gotas, microgotas); se 
consideran más contagiosas en promedio desde un día 
antes hasta siete días después del inicio de la 
enfermedad y tienen como manifestaciones clínicas la 
fiebre, tos seca, dolor de garganta dolores musculares, 
cefalea, disnea, rinorrea y escalofríos.5-7 Además hasta 
en un 30% de los casos de la nueva influenza se han 
reportado vómitos y diarrea,2,6,7 que constituyen 
características de presentación inusual en la influenza 
estacional, dándole un carácter diferencial.8 
 
El desarrollo de la pandemia se inició durante marzo y 
principios de abril del 2009, cuando los sistemas de 
vigilancia epidemiológica notificaron los primeros 
casos de infección por este nuevo virus en México, 
reportándose posteriormente la presencia de la 
enfermedad en EEUU, Canadá y el resto del mundo.9 
El 25 de abril, la OMS declaró el estado de emergencia 
de salud pública de interés internacional, elevando en 
los días siguientes el nivel de alerta de pandemia global 
que alcanzó rápidamente la fase seis, la máxima 
categoría, que indica la existencia de una amplia 
transmisión entre humanos en al menos dos 
continentes.10 
 
Hasta el 17 de julio del 2009 se ha reportado 
oficialmente la presencia del virus en 130 países y 18 
territorios dependientes, afectando a 129 735 personas, 
de las cuales la mayoría se encuentran en los EEUU, 
México, Canadá y Chile.11,12 El número de muertes 
asciende a 700 personas, entre ellas 211 ocurrieron en 
EEUU, 125 en México, 137 en Argentina y 45 en 
Canadá.11,12 En el Perú, hasta el 7 de agosto, se habían 
reportado 5 401 casos y 40 muertes, condicionando 
medidas preventivas tales como la suspensión de clases 
en todo el país, debido a que la mayor proporción de 
casos se presentaba en personas en edad escolar.12-14 
 
Se ha generadouna alarma mundial por la rápida 
transmisión de la enfermedad, sin embargo, en cuanto a 
su severidad, se ha determinado que las tasas de 
letalidad alcanzan sólo 0.5%, similar a las de la 
influenza estacional.15,16 Cabe resaltar que estas cifras 
varían mucho de acuerdo a cada país y muestran un 
gran incremento cuando se toma en cuenta el análisis 
por grupos etarios, donde los menores de dos años son 
los más afectados.15 Por otro lado se sabe que las 
personas con mayor riesgo, tanto de contraer la 
enfermedad como de fallecer a causa de ella, incluyen a 
las gestantes, personas asmáticas, con otras 
condiciones crónicas tales como obesidad y diabetes 
mellitus, y a los ancianos.17 Es por ello que ante la 
presencia eventual de una vacuna específica contra el 
nuevo virus, se debe priorizar su aplicación en estos 
grupos de riesgo, así como en los trabajadores de salud, 
para mantener constante la atención médica a medida 
que la pandemia se desarrolle.17 
 
Debido a que el Hospital Nacional Arzobispo Loayza 
(HNAL) es uno de los nosocomios de referencia para el 
diagnóstico y tratamiento de los pacientes con la nueva 
influenza A (H1N1) en la Dirección Regional de Salud 
V Lima Ciudad, y que el equipo de primera línea para 
la atención lo constituyen los médicos asistentes, 
médicos residentes, internos de medicina y el personal 
de enfermería, es de suma importancia que dichos 
trabajadores de salud reúnan los conocimientos 
suficientes para poder desenvolverse adecuadamente en 
el manejo de estos pacientes. Por ello, el objetivo 
principal del presente estudio fue determinar el nivel de 
conocimientos acerca de la transmisión, cuadro clínico, 
diagnóstico, tratamiento y prevención de la influenza A 
(H1N1) por parte de los trabajadores de salud del 
HNAL. 
 
 
MATERIAL Y MÉTODOS 
 
Se realizó un estudio analítico, observacional de corte 
transversal durante los meses de mayo y junio del 2009 
en el HNAL. La población de estudio estuvo 
conformada por los médicos asistentes, médicos 
residentes, licenciados de enfermería e internos de 
medicina del hospital. Se excluyó a las personas que 
pertenecían a alguna comisión o equipo de capacitación 
relacionado a la influenza A (H1N1). El tamaño de la 
muestra se calculó mediante muestreo estratificado por 
tipo de personal de salud, para lo cual se consideró un 
nivel de error alfa de 0.05, un error de muestreo de 0.05 
y una proporción de conocimiento adecuado de 0.50 
para todos los estratos. El tamaño de muestra calculado 
fue de 335 personas La selección de los participantes se 
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realizó por agotamiento a partir del número de 
trabajadores del hospital. De todos se obtuvo el 
consentimiento informado verbal antes de la aplicación 
del cuestionario. 
 
Las variables estudiadas fueron: nivel de 
conocimientos, ocupación, tiempo de experiencia 
laboral, principal fuente de información respecto a la 
influenza A (H1N1), vacunación contra influenza 
estacional en el último año, capacitación previa, 
autopercepción del nivel de conocimientos, edad y 
sexo. Se elaboró un cuestionario que consistió en 11 
preguntas, con cinco alternativas cada una, preparadas 
en base a la “Guía de práctica clínica para el 
diagnóstico y tratamiento de influenza por virus A 
H1N1” elaborada por el Ministerio de Salud del Perú 
en mayo del 2009.18 Se realizó una validación del 
instrumento por parte de nueve expertos en el tema. En 
el cuestionario se exploraron los siguientes aspectos de 
la influenza A (H1N1): transmisión (3 preguntas), 
cuadro clínico (2 preguntas), diagnóstico (2 preguntas), 
tratamiento (2 preguntas) y prevención (2 preguntas). 
El número de alternativas correctas por pregunta varió 
de uno a tres. El sistema de calificación usado 
consideró cada alternativa de manera independiente, 
otorgando un punto por cada alternativa correcta 
contestada y por cada alternativa incorrecta dejada de 
ser marcada. No hubo puntaje en contra. Si una 
pregunta no fue respondida, se consideró cero como 
puntaje. El máximo puntaje alcanzable fue de 55 
puntos. Se consideró que el nivel de conocimientos fue 
adecuado si el puntaje total fue mayor de 38 e 
inadecuado si fue menor o igual a 38. 
 
Se usó el programa MS Excel 2007 para elaborar la 
base de datos; el análisis se realizó en los programas 
Epi info v3.5.1 y SPSS v13.0. El análisis univariado se 
realizó mediante las medidas de resumen para variables 
cualitativas y cuantitativas. Para el análisis bivariado 
de variables cualitativas se calculó el odds ratio y chi 
cuadrado o prueba exacta de Fisher cuando fue 
necesario. Para la comparación de medianas de 
puntajes se usaron las pruebas de U de Mann Whitney 
y de Kruskall-Wallis. En el análisis multivariado se 
realizó el análisis de regresión logística para identificar 
variables asociadas con el nivel de conocimiento. 
Todos los cálculos se realizaron con un nivel de error 
alfa de 0.05. 
 
 
RESULTADOS 
 
La muestra encuestada fue de 340 trabajadores de 
salud, la mayor parte estuvo constituida por médicos 
asistentes (33.2%) y enfermeras (33.2%). El rango de 
distribución por edad fue de 21 a 78 años, siendo la 
mediana de 36. En cuanto a la distribución por sexo, 
ésta fue equitativa en el total de la muestra (50% 
varones y 50% mujeres), en contraste con la 
estratificación por ocupación (ver Tabla 1). 
 
 
Tabla 1. Distribución del sexo según ocupación. 
 
Sexo 
Masculino Femenino Ocupación 
n % n % 
Médico asistente 89 78.8 24 21.2 
Médico residente 51 70.8 21 29.2 
Enfermera 8 7.1 105 92.9 
Interno 22 52.4 20 47.6 
Total 170 50.0 170 50.0 
 
 
El tiempo de experiencia laboral varió entre 1 y 48 
años, teniendo como mediana 10 años. Las principales 
fuentes de información fueron el internet y la prensa, 
71.7% de los médicos asistentes, 70.8% de los médicos 
residentes y 64.3% de los internos de medicina 
mencionaron como principal fuente de información al 
internet, mientras que 78.8% de las licenciadas en 
enfermería señalaron a la prensa en este rubro. 
 
El 27.6% de la muestra había recibido capacitación 
previa sobre el tema, así mismo el 42.4 % había sido 
vacunado contra influenza estacional en el último año. 
 
De los 340 encuestados, 206 (60.59%) tuvieron un 
adecuado nivel de conocimientos. Entre las diferentes 
ocupaciones, las enfermeras tuvieron una mayor 
proporción de nivel inadecuado de conocimientos (73 
de 113 [64.60%]) con respecto a médicos asistentes (30 
de 113 [26.55%]), médicos residentes (16 de 72 
[22.22%]) e internos de medicina (15 de 42 [35.71%]) 
(ver Figura 1). 
 
 
Figura 1. Nivel de conocimientos según ocupación. 
 
73.5
77.8
35.4
64.3 60.6
26.5
22.2
64.6
35.7 39.4
0%
20%
40%
60%
80%
100%
Médico
asistente
Médico
residente
Enfermera Interno Total
Conocimiento adecuado Conocimiento inadecuado
 
 
 
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Al evaluar los resultados por preguntas se observó que 
el 62% no identificó al contacto directo e indirecto 
como forma de transmisión de la influenza A (H1N1), 
en tanto que un 10% no identificó el toser ni el 
estornudar como formas de transmisión. El 75% no 
reconoció que las personas infectadas son contagiosas 
desde un día antes hasta siete días después del inicio de 
la sintomatología; 52% y 80% no reconocieron a la 
conjuntiva ocular y a la mucosa oral como vías de 
entrada del virus, respectivamente. Es importante 
resaltar que el 24.1% asumió incorrectamente que la 
visión borrosa es parte del cuadro clínico, mientras que 
35.5% no reconocióa la diarrea como parte de la 
sintomatología. Se evaluó además la identificación de 
grupos de alto riesgo para desarrollar complicaciones, 
observándose que el 27.6% no identificó a las personas 
con diabetes mellitus como parte de este grupo. El 
27.4% y 56.1% no identificaron al hisopado de mucosa 
faríngea y al hisopado de mucosa nasal como muestras 
adecuadas para la detección viral, respectivamente. En 
cuanto al tratamiento, el 55% no identificó al 
oseltamivir como el antiviral recomendado para la 
influenza A (H1N1). El promedio del puntaje total de 
la muestra fue de 39.69 ± 5.99, con una mediana de 40 
(rango de 9 a 55); el puntaje para los médicos 
asistentes fue de 41.85 ± 6.05, con una mediana de 42 
(20-55); los médicos residentes 41.56 ± 4.66, mediana 
de 41 (31-51); las enfermeras 36.05 ± 5.56, mediana de 
37 (9-46); e internos de medicina 40.43±4.32, mediana 
de 40 (29-48) (ver Figura 2). 
 
 
Figura 2. Distribución del puntaje total según ocupación. 
 
Ocupacion
TotalInternoEnfermeraMédico 
residente
Médico 
asistente
Pu
nt
aj
e
60
50
40
30
20
10
0
 
Nota: La línea roja indica el punto de corte para calificar el conocimiento como adecuado (38 puntos) 
 
 
Al analizar los puntajes totales y parciales, se encontró 
que los obtenidos por las enfermeras fueron 
significativamente menores con respecto a los de otras 
ocupaciones, (p<0.050) en todos los casos excepto en 
la comparación con los internos en el ítem de 
prevención (p=0.513) y con los médicos residentes en 
los ítems de diagnóstico (p=0.058) y prevención 
(p=0.608). 
 
El análisis bivariado del nivel de conocimientos 
respecto a las otras variables (edad, tiempo de 
experiencia laboral, capacitación previa, vacunación 
contra influenza estacional en el último año y 
autopercepción del nivel de conocimientos) no mostró 
asociación alguna, a excepción de la capacitación, que 
resultó ser un factor de protección para tener un 
adecuado nivel de conocimientos, con un OR de 0.58 
(IC95% 0.35-0.94; p=0.035). Sin embargo, al realizar 
un análisis estratificado de acuerdo a ocupación 
(médicos, residentes, enfermeras, internos), no se 
encontró asociación estadísticamente significativa entre 
haber recibido capacitación y el nivel de 
conocimientos. 
 
En el análisis de la fuerza de asociación entre las 
diferentes ocupaciones y el total de la muestra se pudo 
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observar que el pertenecer a los grupos de médicos 
asistentes (OR=2.33) o médicos residentes (OR=2.75) 
estaba asociado con tener un adecuado nivel de 
conocimientos sobre influenza A (H1N1). En tanto que 
el ser licenciado en enfermería tenía menor 
probabilidad de tener un nivel adecuado de 
conocimientos (OR=0.20). De otro lado, no se 
encontró asociación alguna entre ser interno de 
medicina y un adecuado nivel de conocimientos 
(OR=1.19) (ver Tabla 2). 
 
 
Tabla 2. Fuerza de asociación en grupos ocupacionales 
en cuanto a nivel adecuado de conocimientos. 
 
 
 OR IC 95% x2 (valor p) 
Médico asistente 2.33 1.42 – 3.82 <0.001 
Médico residente 2.75 1.50 – 5.00 0.001 
Lic. de enfermería 0.20 0.12 – 0.32 <0.001 
Interno de medicina 1.19 0.61 – 2.34 0.72 
 
 
En el análisis de regresión logística se observó que el 
ser enfermera y el haber referido como principal fuente 
de información a la prensa, fueron variables asociadas 
con obtener un inadecuado nivel de conocimientos 
(p=0.029 y p=0.005, respectivamente). 
 
 
DISCUSIÓN 
 
Es importante señalar que a la fecha aún no hay 
trabajos similares publicados en nuestro país, ni en las 
bases de datos consultadas. Es por ello que no se 
pueden contrastar nuestros resultados con estudios 
previos. 
 
Idealmente, los datos obtenidos deberían provenir de 
un muestreo aleatorio, sin embargo, debido a que no 
fue posible obtener la lista de trabajadores ni sus 
horarios de trabajo, se prefirió realizar un muestreo no 
probabilístico por cuotas, seleccionando a los 
participantes por agotamiento. 
 
La metodología de calificación de nuestro instrumento 
otorgaba mayor puntaje a aquellas personas que al no 
saber las respuestas correctas a la pregunta marcaban al 
azar cualquier alternativa en comparación con aquellas 
que no lo hacían; conformando así un sesgo de 
medición del nivel de conocimientos. No obstante, se 
informó la posibilidad de dejar en blanco la pregunta si 
desconocían las respuestas; tratando así de controlar 
este posible sesgo. 
 
En cuanto a las características descriptivas, la 
distribución equitativa del sexo se puede explicar 
debido a la predilección profesional de acuerdo al 
género. Para el análisis descriptivo de la variable 
tiempo de experiencia laboral hubo un total de ocho 
valores perdidos, los cuales constituyen 2.35% del total 
de datos, por lo cual no consideramos que tengan 
repercusión importante sobre los resultados y se 
decidió no considerarla en el análisis de regresión 
logística. 
 
El Ministerio de Salud del Perú estableció como 
medida preventiva la vacunación gratuita contra la 
influenza estacional meses antes de la aplicación del 
cuestionario autoadministrado19; pese a esto, se 
observó que un gran porcentaje de los participantes 
(42.4%) refirió no haberse vacunado, dentro de ellos, 
los internos de medicina (69%) y los médicos 
residentes (70.8%) fueron los que menos cumplieron 
con esta recomendación. 
 
A pesar de que se ofreció capacitación sobre la 
influenza pandémica A (H1N1) desde una semana 
antes del inicio del estudio por parte del hospital, sólo 
el 27.6% de los trabajadores de salud señaló haber sido 
capacitado en el tema. Esto puede explicarse ya que 
dentro de las listas de asistencia de la capacitación 
brindada por el hospital, la gran mayoría fueron 
técnicos y licenciadas en enfermería, lo cual coincide 
con los datos obtenidos, en los que se revela falta de 
capacitación por parte de los médicos asistentes 
(82.3%) y médicos residentes (76.4%). Asimismo, esto 
podría explicar porqué en el análisis bivariado se 
encuentra asociación entre la capacitación y el nivel de 
conocimientos inadecuado y en el multivariado no. 
 
Nuestros resultados revelan un 60.6% de nivel 
adecuado de conocimientos en el personal de salud del 
HNAL. Sin embargo, este porcentaje no es del todo 
satisfactorio y cabría recomendar que se realicen los 
esfuerzos necesarios para incrementar este valor dado 
el nivel de complejidad del hospital y principalmente 
por ser un centro de referencia nacional en cuanto a la 
influenza A (H1N1). Asimismo, este resultado general 
esconde diferencias del nivel de conocimiento entre 
grupos encuestados, así como entre los aspectos de 
conocimiento evaluados, con un número importante de 
personal en salud que desconoce aspectos importantes 
de la transmisión, cuadro clínico o grupos de riesgo. 
 
En el análisis bivariado, el tipo de ejercicio profesional 
estuvo asociado con un mejor nivel de conocimientos 
en el caso de los médicos asistentes y médicos 
residentes. En contraste, más del 60% de las 
licenciadas en enfermería obtuvo un nivel de 
conocimientos inadecuado sobre la influenza A 
(H1N1), siendo el ítem de tratamiento donde se 
observó la mayor diferencia. En relación al grupo de 
médicos asistentes se evidenció que un porcentaje 
mayor obtuvo un nivel adecuado de conocimientos, sin 
embargo al analizar por separado de los puntajes de los 
ítems parciales de transmisión, cuadro clínico, 
diagnóstico y prevención no mostró diferencia 
significativa con los de los médicos residentes e 
internos de medicina. 
 
En el análisis multivariado se incluyeron las variables 
ocupación, vacunación contra influenza estacional en el 
último año, capacitación previa, principal fuente de 
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información, autopercepción del nivel de 
conocimientos y sexo. Las únicas variables asociadas a 
un nivel de conocimientos inadecuado, mediante el 
análisis de regresión logística, fueron el señalar como 
principal fuente de información a la prensa [OR=2.51 
(1.32-4.78); p=0.005] y el desempeñarse como 
licenciado de enfermería [OR=2.60 (1.11-6.13); 
p=0.029]. La primera situación puede explicarse 
debido a la falta de uniformidad y calidad en cuanto a 
los contenidos de la información que cada uno de los 
medios de comunicación ha venido brindando. Sin 
embargo, preocupa que la prensa sea la principal fuente 
de información de muchos profesionales de salud en 
ejercicio o formación. La segunda situación no puede 
explicarse por completo y constituye un hecho que 
debería evaluarse nuevamente para poder ser corregido, 
aunque la formación y fuente de información del 
personal de enfermería pueden jugar un rol importante 
en esto. Cabe mencionar que la prensa fue señalada 
como la principal fuente de información entre el grupo 
de licenciadas de enfermería (78.8%) y que existe 
asociación significativa (OR=5.15; p<0,001) entre 
ambas. 
 
 
CONCLUSIONES 
 
El 60.59% de los trabajadores de salud encuestados del 
HNAL mostró un nivel adecuado de conocimientos 
sobre la influenza pandémica A (H1N1) de acuerdo a 
nuestro instrumento de evaluación. 
 
La ocupación estuvo asociada con un mejor nivel de 
conocimientos en el caso de los médicos asistentes y 
médicos residentes; sin embargo, en el análisis 
multivariado el ser enfermera o haber tenido como 
principal fuente de información a la prensa, estuvo 
asociado con un nivel inadecuado de conocimientos. 
 
 
RECOMENDACIONES 
 
Si bien el nivel de conocimientos de nuestro estudio es 
adecuado, es importante fortalecer el programa de 
capacitación sobre la influenza A (H1N1) en el HNAL, 
tratando de conseguir la participación homogénea de 
los diferentes trabajadores de la salud y difundiendo a 
través de medios confiables los conceptos básicos que 
se deben tener en cuenta respecto a la transmisión, 
cuadro clínico, diagnóstico, tratamiento y prevención. 
 
Asimismo, recomendamos realizar estudios de 
conocimientos en diferentes regiones del país para 
poder evaluar la eficacia que tienen los programas de 
capacitación sobre la influenza A (H1N1) impartidos 
por los órganos responsables. Finalmente, sugerimos 
incluir dentro de la población de trabajadores de salud 
a las técnicas de enfermería, ya que es un sector 
numeroso dentro de la organización de un hospital y 
poseen un alto riesgo de exposición al virus, puesto que 
atienden pacientes infectados. 
 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 
 
1. Belshe RB. The origins of pandemic influenza - lessons 
from the 1918 virus. N Engl J Med. 2005;353(21):2209-
11. Disponible en: http://content.nejm.rg/cgi/content/ 
full/353/21/2209 
2. Shinde V, Bridges CB, Uyeki TM, et al. Triple-
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