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VillaVeronica-2019-SociedadSanVicente

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SOCIEDAD SAN VICENTE DE PAÚL DE MEDELLÍN: 
PRÁCTICAS Y DISCURSOS ALREDEDOR 
 DE LA POBREZA (1992-2017). 
 
 
 
 
 
 
 
VERÓNICA VILLA ALBADAN 
 
 
 
Trabajo de grado para optar por el título de 
 Antropóloga 
 
 
 
Asesor: 
GUBERNEY MUÑETÓN SANTA 
Maestro en Estudios Socioespaciales 
 
 
 
 
 
 
 
 
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA 
 FACULTAD DE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS 
DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA 
 MEDELLÍN 
2019 
2 
 
 
 
Para Rubiela, Nora y Lita, las mujeres 
que con su amor han cobijado mi 
existencia. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
 
 
Contenido 
 
 
Resumen …………………………………………………………………………………………. 6 
Introducción ……………………………………………………………………………………... 8 
Objetivos ……………………………………………………………………………………….. 16 
Apuntes metodológicos ………………………………………………………………… 16 
1. Discursos y prácticas en torno a la pobreza ………………………………………………….. 19 
1.1. Sobre la concepción de pobreza en la SSVP ……………………………………….. 19 
 1.2. Sobre la obra de fe ………………………………………………………………….. 28 
1.2.1. La obra desde los periodos presidenciales ………………………………. 30 
1.2.1.1. Baudilio León Escobar (1992-1997) …………………………… 30 
1.2.1.2. Darío Uribe Uribe (1998-2002) ……………………………….... 33 
1.2.1.3. Margarita E. Henao Mejía. (2003-2012) ……………………….. 35 
1.2.1.4. Fredy Alonso Giraldo V. (2013- ) ……………………………… 44 
2. Voces hablando de la pobreza ……………………………………………………………….. 51 
 2.1. Cada una de las voces ………………………………………………………………. 51 
 2.1.1. Los funcionarios de la Sociedad ………………………………………….. 52 
2.1.1.1. Clemente ………………………………………………………...52 
2.1.1.2. Socorro…………………………………………………………..53 
2.1.1.3. Amparo ………………………………………………………….53 
2.1.1.4. Piedad …………………………………………………………...54 
2.1.2. Los beneficiarios de alimentos …………………………………………… 54 
2.1.2.1. Yeisi ……………………………………………………………..54 
2.1.2.2. Pilar y María ……………………………………………………. 55 
 2.1.2.3. Indira ……………………………………………………………56 
2.1.3. Los beneficiarios de Vivienda …………………………………………... 57 
2.1.3.1. Patricia y Diego ………………………………………………… 57 
2.1.3.2. Beatriz ………………………………………………………….. 59 
2.1.3.3. Jessica ………………………………………………………….. 61 
 2.2. Sobre la pobreza y la caridad: conceptos en tensión ………………………………. 61 
 2.3. La construcción de autonomía y agencia: el pobre tiene la solución ……………… 70 
4 
 
3. Lo que la Sociedad dice y hace con la pobreza ……………………………………………... 85 
 3.1. Reflexiones finales ………………………………………………………………… 85 
Bibliografía …………………………………………………………………………………….103 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
Lista de Figuras 
 
 
Figura 1 …………………………………………………………………………………………. 94 
Figura 2 …………………………………………………………………………………………..96 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
Resumen 
 
 
En la tesis se presentan las prácticas y los discursos de la Sociedad San Vicente de Paúl de Medellín 
alrededor de la pobreza. Bajo la consideración de la pobreza como categoría analítica y que se 
construye con las formas de interpretar y accionar en la sociedad, se presenta un análisis de la 
Sociedad San Vicente de Paúl. El método para realizar el estudio partió de la revisión de los 
informes de gestión de 25 años de la institución, con atención a los cambios presidenciales y sus 
consecuentes consignas y acciones sobre la pobreza; igualmente, se realizaron entrevistas a 
profundidad a funcionarios y beneficiarios de los programas de la institución. Además, se 
describen dos programas de atención de la institución: Alimentos y Vivienda. Como resultados se 
observa la construcción de la categoría de la pobreza, sus sentidos institucionales y la forma de 
vida de la población que hace parte de la institución, con elementos que permiten diferenciar la 
pobreza evangélica de la pobreza material, las contradicciones y las experiencias de vida ancladas 
a un programa que busca ayudar al pobre por la caridad. Así, se discuten los conceptos de pobre, 
caridad y sus consecuentes prácticas al interior de la Sociedad San Vicente de Paúl de Medellín. 
 
Palabras claves: Prácticas, discursos, Sociedad San Vicente de Paúl, Medellín, pobreza, caridad, 
Iglesia católica, entrevista a profundidad. 
 
 
Abstract 
 
 
The thesis presents the practices and discourses of the San Vicente de Paul Society of Medellín 
around poverty. Under the consideration of poverty as an analytical category and that is 
constructed with the ways of interpreting and acting in society, an analysis of the San Vicente de 
Paul Society is presented. The method to carry out the study was based on the review of the 25-
year management reports of the institution, with attention to the presidential changes and their 
7 
 
consequent slogans and actions on poverty; Likewise, in-depth interviews were conducted with 
officials and beneficiaries of the institution's programs. In addition, two programs of attention of 
the institution are described: Food and Housing. The results show the construction of the category 
of poverty, its institutional senses and the way of life of the population that is part of the institution, 
with elements that make it possible to differentiate evangelical poverty from material poverty, 
contradictions and experiences of poverty. life anchored to a program that seeks to help the poor 
by charity. Thus, the concepts of poor, charity and their consequent practices are discussed within 
the San Vicente de Paul Society of Medellín. 
 
Keywords: Internships, speeches, San Vicente de Paul Society, Medellín, poverty, charity, 
catholic Church, in-depth interview. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
8 
 
Introducción 
 
 
La caridad, la beneficencia y la asistencia social son actividades que consideran a los más 
necesitados como receptores de ayuda, en otras palabras, significa auxiliar la condición de pobreza. 
Ayudar al pobre es una práctica que ha caracterizado el discurso de la Iglesia católica, desde sus 
orígenes, en tanto el pobre es una condición alabada por la gracia de Dios, al cual es menester 
proteger, refugiar y garantizar la dignidad en el reino de los cielos. Aunque la caridad, beneficencia 
y asistencia social son conceptos, tienen un fin que pueden asociarse a la ayuda al necesitado, cada 
uno parte de formas diferentes de conceptuar la práctica de tal ayuda. La caridad es una virtud 
moral de la Iglesia católica, la beneficencia es una respuesta instrumental a las penurias sociales 
del necesitado, la asistencia social es política pública, una forma práctica desde el Estado Nación. 
 
Dichas formas de ayudas han sido llevadas a cabo por instituciones de distinto carácter que 
construyen discursos y prácticas que orienta su quehacer. Es por tanto que el estudio de dichas 
instituciones en función de estos dos campos se convierte en una forma de comprender la pobreza 
y sus formas sociales, una forma de responder a las preguntas ¿Qué es la pobreza? ¿Qué se hace 
por el pobre? ¿Cómo actúa la sociedad para tratar al pobre?. 
 
Ahora bien, las formas de ayuda como temáticas de estudio se iniciaron en Europa con 
trabajos sobre historia local y eclesiástica, teniendo como centro de interés las confraternidades 
dedicadas a dicha labor a finales de la edad media y principios de la época moderna. Vale la pena 
anotar que la edad media fue periodo que de concentración teocéntrica de la ayuda al necesitado. 
No obstante, por las crisis de hambre, la peste y las enfermedades, los servicios de las parroquias 
iban colapsando en atención al necesitado y entrando ya desde el siglo XIV se comenzaban a notar 
la intervención de las administraciones públicas para hacerse cargo de las ayudas. El referente más 
directo fue Inglaterra que desarrollaría la política de los pobres desde la dinastía Tudor, como una 
respuesta a la crisis social y el déficit de atención desde la institucionalidad religiosa.9 
 
Estos estudios se relacionan en mayor medida con la esfera católica. Cuando estas 
temáticas sobre instituciones y confraternidades se hicieron objeto de estudio de la historia social 
su enfoque cambió, se interesa, por una parte, en las relaciones con la vida social y política, y por 
otra con el rol que cumplían aquellas instituciones en función de ayudar a los pobres (Castro,1997). 
Ahora bien, son menos conocidas las formas cómo dichas instituciones, muchas de ellas siguiendo 
el mandato divino, llevan en la práctica la función de asistir al menos favorecido de la sociedad. 
 
Mollat, quien ubica el siglo XII como el primer período de la historia europea en donde se 
generó un crecimiento importante de la población y por lo tanto, la aparición y crecimiento de las 
instituciones de caridad, debido a la presencia extensa de pobres en las ciudades.3 Natalie Davis, 
por su parte, señala el siglo XVI en Francia como la época de las reformas de la asistencia social 
para la población, debido a la crisis urbana, consecuencia del crecimiento de la población y la 
expansión económica.4 Esto es corroborado por Olwen Hufton, quien afirma que la crisis 
alimenticia que vivió Europa en el siglo XVII fue expresada en las muertes por epidemias, por las 
condiciones de vida de la mayoría de familias urbanas que compartían una sola pieza, en esteras y 
con escasas cobijas. Relaciona con ello la presencia de las instituciones tanto de caridad como de 
beneficencia, especialmente la de la Sociedad de San Vicente de Paúl.5(Castro, 1997, p. 2-3). 
 
Para América Latina los primeros estudios se realizaron sobre México y algunos otros con 
menor intensidad, se ubican a finales de siglo XVIII debido al aumento poblacional después de la 
crisis demográfica durante la conquista y a las soluciones políticas borbónicas durante el periodo 
colonial para atender y controlar a los pobres, concentrando su atención en las urbes (Castro, 1997). 
 
Como apunta Castro (1997), se pueden resaltar tres tendencias en los estudios 
latinoamericanos. La primera se concentró en observar la problemática del papel que cumplía la 
Iglesia durante la colonia que, aunque son estudios que también abordan las instituciones de 
asistencia, su mirada sobre esta práctica es muy general. La segunda tendencia se ubica en los 
siglos XIX y XX, por ser un contexto que se caracterizó por el control social no institucional de 
población indigente, cuyo ejercicio representaba una problemática, por lo cual tuvo como foco de 
interés el estudio de la institución de la policía y grupos marginados; prostitutas, vagos. La tercera 
10 
 
obedece en menor medida a estudios de instituciones de asistencia para concentrarse en los asuntos 
de educación o salud. Esta última tuvo gran importancia por su relación directa con los problemas 
derivados del crecimiento poblacional en las urbes poco desarrolladas. En ambos asuntos se intentó 
abarcar el siglo XIX, lo que podría sugerir que la predominancia de estudio de esta tendencia 
comprendía periodos inferiores, pudiendo solo alcanzar el siglo XIX en sus primeras fases. 
 
Durante el proceso de formación de Estados latinoamericanos es notable el intento de 
secularización en la ayuda y atención a los desvalidos, que pese al legado colonial en donde la 
Iglesia católica ejercía un control y una presencia activa, países como México y Argentina son 
fuente de estudio para tan complejo proceso, a diferencia del caso colombiano que debido a su 
inexperiencia en asuntos de asistencia, decide por estrechar nuevamente la alianza con la Iglesia 
católica para dicha labor a finales del siglo XIX hasta principios del XX (Castro 1997). 
 
La asistencia social dentro del contexto académico colombiano, se han concentrado más 
que todo en las explicaciones sobre el control social, los surgimientos y las formas generales de 
asistencia (Castro, 2014). Por otra parte, pueden encontrarse estudios tales como: La pobreza en 
Colombia. 1886 - 1930. Estado, Iglesia y Ciudadanos, (Castro, 1997). Allí, además de 
problematizar el asunto de la pobreza en este periodo, se pregunta por qué se ha planteado que a 
la Iglesia se le cedió la responsabilidad social. Asunto que se irá abordando y respondiendo a 
medida que expone y analiza tres ámbitos institucionales que atendieron de manera distinta a los 
pobres y que forjaron relaciones entre ellas: El Estado, las sociedades privadas y las asociaciones 
de ayuda mutua. La Iglesia no es presentada como un ámbito institucional debido a que no actuó 
de manera independiente, sino que se involucró con el Estado y las sociedades privadas. 
 
Entre otros de los títulos que caben dentro tener en cuenta se encuentran: 
 
-Caridad y Beneficencia. El tratamiento de la pobreza en Colombia 1870-1930. Aquí se 
presenta un de forma general un panorama sobre la pobreza estructural del país, en un periodo 
donde se desarrollan cambios de urbanización y modernización, conflictos partidistas y diálogos 
complejos entre la Iglesia católica y el Estado en asuntos de asistencia. A la vez reconstruye y 
11 
 
analiza de forma específica las diferentes estrategias en cuanto a caridad y beneficencia, en donde 
se destacan la ayuda institucional y la domiciliaria, junto con las asociaciones de ayuda mutua, 
conformadas en su mayoría por artesanos y obreros. Todo ello, valiéndose de una amplia consulta 
en fuentes primarias; manuscritos, impresas. 
 
-La relación entre el Estado y la Iglesia católica en la asistencia social colombiana 1870-
1960. Se reconstruyen determinadas formas de caridad, beneficencia y asistencia social y analiza 
de qué manera se construyen y se establecen las relaciones entre el Estado y la Iglesia católica en 
un periodo donde pueden verse los esfuerzos y los procesos para una secularización en la 
asistencia, es una perspectiva de la transición de las responsabilidades de la asistencia social de la 
Iglesia al Estado. Para ello pone en marcha una metodología histórica y comparativa que evidencia 
la forma cómo emergen y se transforman los papeles sociales a cargo del Estado, en conjunto con 
el análisis de las diferentes formas que adoptan las estrategias del “Estado social” y sus variantes 
institucionales y legislativas (Castro, 2014). 
 
Por otra parte, a niveles locales en la revisión bibliográfica del estudio de dichas temáticas 
en la ciudad de Medellín, que se evidenció por medio de bases de datos como, OPAC UdeA; 
Cambridge Journals Online; Dialnet; JSTOR; Scielo, en conjunto con la ayuda del buscador de 
Google, utilizando como palabras claves: Pobres Medellín, debido al carácter implícito del pobre 
como receptor de ayuda; Caridad Medellín; Beneficencia Medellín y Asistencia social Medellín 
aportó los siguientes trabajos de índole académica son los siguientes: 
 
Beneficencia en Medellín, 1880-1930 (Castro Hernández, 1994). Por medio de 
descripciones sitúa la importancia de las instituciones de beneficencia como propuesta en el 
proceso de modernización de la ciudad para llevar a cabo mecanismos de control social en sectores 
marginados; El discurso de las entidades de asistencia social en Medellín, 1890-1915. “Elementos 
para la construcción de un modelo cultural para la industrialización” (Ruiz, 1995). Analiza los 
discursos de las instituciones, en especial el de la SSVP y constata sí en ellos se evidencia la 
construcción de un modelo cultural; Sociabilidades católicas, entre la tradición y la modernidad. 
Antioquia, 1870-1930 (Arango de Restrepo, 2004). La autora explora el surgimiento y desarrollo 
12 
 
de las organizaciones laicas católicas en Antioquia en su contexto de auge para cerrar con el 
fortalecimiento de la intervención estatal.; De la caridad y la beneficencia a la asistencia pública. 
Fomento por el Concejo de Medellín y esfuerzos conjuntos con el sector privado, 1938-1968 (Soto, 
2010). Presenta de manera descriptiva el rol y la labor conjuntadesempeñada por el Estado, los 
gobiernos seccionales y locales, la Iglesia, entidades privadas, las sociedades sin ánimo de lucro, 
particulares y la ayuda internacional en dirección al fomento y mantenimiento de la educación y 
la salud; Bienestar, Beneficencia y Asistencia. Breves Apuntes Históricos en Perspectiva de la 
Salud Pública (González, 2012). Allí se aborda cada uno de estos campos partiendo de la 
contextualización histórica de cada una, preguntándose y analizando su papel para luego orientarlo 
en función del ámbito de la salud en Colombia; Fundación Social 100 Años de Intervención en La 
Sociedad (Manchola, 2013), Estudia las organizaciones privadas en función de asistencia social, 
con particular interés por programas nacientes de organizaciones sin ánimo de lucro enfocadas 
ayudar en la superación de la pobreza y generación de capital social. Por medio de un recorrido 
histórico busca a entender porque la Fundación tiene a los pobres como opción. Sociedad de 
Beneficencia San Vicente de Paúl en Medellín (Antioquia, Colombia), 1890-1930 (Morales, 2011). 
Mediante un enfoque histórico presenta una síntesis que describe el origen y prácticas sociales de 
la SSVP en Medellín. Parte del interés por la historia local y las actividades y “el tratamiento de 
sociedades filantrópicas respecto de obras sociales y de beneficencia en el Municipio de Medellín 
(Antioquia-Colombia)”. 
 
Estos estudios consideran una perspectiva histórica que, en casi todos los casos, encierra 
periodos que no permiten una experiencia directa, un diálogo directo con las personas receptoras 
de asistencia (con excepción de Fundación Social 100 Años de Intervención en La Sociedad. Sin 
embargo, se concentran en las funciones de las instituciones) mientras son asistidas, ni una 
participación en las dinámicas de las instituciones. 
 
El problema en todo esto radica en que estos trabajos, aunque consideran los discursos y 
prácticas de las instituciones de ayuda, aún no responden de qué manera estos dos campos 
fundamentales de las instituciones de ayuda consideran la pobreza, no describen cómo y desde 
dónde se construye la categoría de pobreza que será finalmente su meta por intervenir, lo que 
13 
 
significa una perspectiva histórica para evidenciar esa construcción. Tampoco tienen en cuenta la 
participación de la voz de los distintos actores involucrados mientras asisten o son asistidos, lo que 
permitiría evidenciar las concepciones subjetivas frente a la categoría de pobreza. 
 
Para responder a lo planteado, se apuesta por el acercamiento a la Sociedad San Vicente 
de Paúl de Medellín, para evidenciar el fenómeno desde una institución particular en la ciudad. 
Además, por ser una entidad solidaria católica, perteneciente a una "multinacional de caridad", que 
tuvo sus inicios en la ciudad gracias al denominado grupo de los “escopetos” en 1882, que se 
autodenominaban los “portavoz de los sin voz” (Botero 1995, p.39). La Sociedad se funda bajo 
principios de unidad religiosa de la Iglesia católica, en pro del bien público, el amor y el servicio 
desinteresado por los pobres considerados en ese entonces como “desgraciados”, a los que se debía 
dotar de bienes materiales para el cuerpo, con el fin de aliviar el corazón, sustentado en el ejercicio 
de la caridad (Morales, 2011). 
 
En 1884 la sociedad en Medellín cambia sus estatutos por unos orientados a problemáticas 
particulares de la pobreza, por medio de la asistencia domiciliaria, adoctrinamientos religiosos y 
atención primaria a niños desvalidos. Se incluyó también capacitaciones a mujeres para el trabajo 
y el fomento del amor a lo propio. Entre las obras ejecutadas por la Sociedad se encuentran la 
administración desde 1894 hasta 1898 de la Casa de Mendigos que albergaba más de 60 niños a 
los que se les impartía instrucción elemental y capacitación en oficio, y la “cocina económica”, la 
cual repartía la canasta mínima a familias pobres, llegando a una cifra promedio de 130 suministros 
diarios (Morales, 2011). 
 
A pesar de su carácter laico, la sociedad no se desvinculó de la Iglesia que estuvo presente 
desde su fundación en París, pues el presidente asumió deberes frente al clero y los sacerdotes en 
muchas ocasiones eran requeridos para la aprobación de obras benéficas. 
 
Desde el cambio de estatutos se evidencia una nueva forma de hacer caridad, pues en un 
inicio puede relacionarse con la Caridad Cristiana, para posteriormente enfocarse a la denominada 
Caridad Ilustrada, la cual comenzó a florecer en Europa a finales del XVIII debido a que varios 
14 
 
ilustrados vieron la necesidad de preparar a los pobres para el trabajo productivo y moralizante por 
medio de control y disciplina, disminuyendo la caridad indiscriminada y la limosna parroquial 
propias de la Caridad Cristiana. (Rodríguez, 2004). En todo esto vale la pena mencionar el papel 
de los laicos en los ejercicios de caridad, más comúnmente evidenciados en la era ilustrada. 
 
A la ociosidad se le tenía como causa de la pobreza y ésta a su vez como generadora de 
numerosos vicios por lo que debía ser reprimida, comenzando a abrirse camino la condena 
moral, también en la mentalidad colectiva, aceptándose la reclusión en el hospicio como 
un remedio efectivo para que el pobre, en este caso, vagabundo, rebelde a cualquier 
convencionalismo social y acostumbrado a actuar libre de presiones, modificase sus modos 
de proceder. (Ruiz y Palacios, 1995, p. 25 en Rodríguez, 2004). 
 
En la actualidad, la sociedad tiene 135 años de presencia en la ciudad lo que la constituye 
como la “entidad solidaria” más antigua. Su forma de asistencia se ha transformado con el tiempo, 
hecho en el cual está implícito un cambio acerca de la concepción de pobreza. No se trata de “dar 
por dar”, pues no es el sostenimiento de la pobreza lo que los mantiene en marcha, pues se busca 
la creación de oportunidades para “redimir” esa pobreza, desarrollando habilidades para superar 
aquella condición mediante la justicia social que proclama la Iglesia por medio de la palabra, 
reflejada por medio de encíclicas y documentos pontificios, socorriendo por medio del mandato 
de Jesús las angustias de los más necesitados (SSVP de Medellín, 2017). 
 
“Son tantas las diferentes pobrezas que nos aquejan en la actualidad y tan difícil atenderlas 
a todas; son tantas las dificultades que se enfrentan y tan escasos los recursos; son múltiples 
las nuevas situaciones que van apareciendo en el universo de las pobrezas y poca la 
preparación que se tiene para afrontar estos nuevos retos.”. (SSVP de Medellín, 2017). 
 
La Sociedad tiene como objeto social el crecimiento espiritual, moral y social de sus 
asociados y la promoción integral de los beneficiarios a través de sus Programas sin excluir 
cualquier otra forma de ayuda. Su misión define a la Sociedad como una asociación internacional 
sin ánimo de lucro que promueve el desarrollo integral del pobre en la ciudad de Medellín, 
15 
 
fundamentados en principios cristianos y Vicentinos con un trabajo persona a persona, a través de 
programas y servicios sociales sostenibles con calidad. (SSVP de Medellín). Y su visión es ser 
referente en el sector social. 
 
Las características que distinguen a la Sociedad San Vicente de Paúl de Medellín es su 
condición internacional, con presencia en todo el mundo; laica y católica, lo que significa que se 
sigue las doctrinas de la Iglesia católica pero está constituida por laicos; joven, fundada por 
jóvenes; mixta, valora el trabajo conjunto de hombres y mujeres; fraternal, fue fundada por un 
grupo de amigos; pobre, sigue la “regla esencial es actuar con discreción, humildad y voluntad 
deliberada para despojarse en comunión con los que tienen hambre, sed de amor y de justicia” 
(SSVP de Medellín) ; ecuménica y apolítica. 
En su portal web la sociedad registra que cuenta con 221 asociados voluntarios, 14. 486 
personasbeneficiadas para el año 2016, 253 socios activos en 38 Conferencias en diversos barrios 
de la ciudad de Medellín. Atiende los programas sociales de: “Vivienda, mercados, comedores de 
adultos mayores y de niños, clubes de vida, la Residencia para jubilados, el Hogar 
Gerontogeriátrico, el Centro de discapacitados, las aulas de capacitación”. (SSVP de Medellín, 
2017). Además, recibido varios reconocimientos por su labor, resaltando el otorgado por la 
gobernación de Antioquia en el año 2013, por su aporte al desarrollo del Departamento y su 
responsabilidad social con la comunidad. Cuenta además, con un considerable grupo de “amigos 
y aliados”, en los que se encuentran empresas del sector privado e instituciones públicas como la 
Universidad de Antioquia. 
 
“Hoy, al cumplir los 135 años de existencia en Medellín, queremos ratificar nuestro 
compromiso con este Carisma Vicentino, que nos urge a buscar caminos que nos lleven 
hacia un mundo más humano y más equitativo, a hacer más corta la distancia entre las 
pobrezas y las posibilidades” (SSVP de Medellín, 2017). 
 
 
 
 
16 
 
Objetivos 
 
 
Objetivo General: 
Describir los discursos y las prácticas alrededor de la pobreza que emergen en la sociedad SSVP 
de la ciudad de Medellín, Colombia. 
 
Objetivos Específicos: 
 
● Identificar los discursos de la pobreza de la Iglesia católica que influyen en la 
concepción de pobreza material en paralelo con la pobreza evangélica en la SSVP. 
● Caracterizar las prácticas de superación de la pobreza que ha implementado la sociedad 
SSVP. 
● Evidenciar la valoración subjetiva de las prácticas y los discursos de la pobreza de 
quienes asisten y son asistidos por la SVVP. 
 
 
Apuntes metodológicos 
 
Galeano (2018, p.23) considera que, “Los estudios cualitativos ponen especial énfasis en 
la valoración de lo subjetivo y lo vivencial...privilegian lo local, lo cotidiano y lo cultural para 
comprender la lógica y el significado que tienen los procesos sociales”. 
 
Esta es una investigación de tipo descriptiva que combina herramientas de la investigación 
documental con elementos de la etnografía, que más que combinarse, terminan complementando 
la respuesta a los objetivos. 
 
En un primer momento se realizó una revisión documental de los Informes de Gestión de 
la SSVP de Medellín, o la Sociedad (forma de hacer referencia a la institución) del año 1992 a 
17 
 
2017; revisando los informes de cada dos años y el del 2017, pues estos reúnen las declaraciones 
de los presidentes de turno en el marco de su labor. Así mismo reúne la descripción de la estructura 
de la Sociedad: objetivos, misión, visión, Programas de ayuda y sus resultados del año concluido; 
cifras, testimonios, fotografías, distribución geográfica. Lo que permite hacer una lectura sobre el 
recorrido discursivo y en las prácticas de la institución. Para su lectura en clave de la investigación, 
se tuvieron en cuenta los siguientes criterios estratégicos: 
 
a) Las publicaciones que conduzcan a declaraciones evangélicas y/o sociales sobre las 
prácticas en función de gestionar la pobreza. Se documentan las formas de referirse 
a la pobreza y su consecuente actuación para superarla a través de la 
evangelización. 
 
b) Declaraciones del presidente de turno, a fin de dar cuenta de aspectos sobre su 
postura frente a la pobreza. 
 
c) Mostrar quiénes son pobres y cuándo dejan de serlo, cuál es el proceso que transitan 
para lograr la meta. 
 
 En un segundo momento se realizó una serie de encuentros con familias beneficiarias de 
los Programas de Alimentos y Vivienda, con la mediación de las coordinadoras de cada programa 
quienes finalmente las eligieron; se estimaron seis familias por programa. Antes de concretar los 
encuentros se organizó una reunión se tuvo que realizar una reunión grupal para exponer los 
objetivos del trabajo y así conseguir la aprobación de cada uno de los asistentes. Se realizó de esta 
forma debido a la ley de protección de datos 1581 de 2012. Por último, también se realizó un 
encuentro con cada una de las coordinadoras de los Programas, al encargado de recursos humanos 
y a una voluntaria de la Sociedad. En todos estos encuentros se tuvo en cuenta la entrevista 
semiestructurada, entendiendo la entrevista como “una relación social a través de la cual se 
obtienen enunciados y verbalizaciones en una instancia de observación directa y de participación” 
(Guber 2011). Además, realizaron las respectivas notas alrededor del ejercicio en un diario de 
campo. 
18 
 
Los encuentros con la mayoría de los beneficiarios del Programa de Vivienda fueron en sus lugares 
de residencia, caso contrario ocurrió con los encuentros con todas las beneficiarias del programa 
de alimentos. Por otra parte, los encuentros con los funcionarios y la voluntaria de la Sociedad se 
dieron en la casa sede. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
19 
 
1. Discursos y prácticas en torno a la pobreza 
 
 
1.1. Sobre la concepción de pobreza en la SSVP 
 
A lo largo de su desarrollo como institución, la Sociedad ha tenido diferentes 
aproximaciones discursivas a lo que llamamos pobreza. Para precisar las posturas de la pobreza se 
hace necesario considerar la pregunta ¿Quién es el pobre? Una pregunta que permite focalizar o 
describir sobre quién recaen las prácticas y los discursos de la pobreza. En este sentido, se puede 
decir que el pobre es una persona receptora de ayuda; calificativo que viene desde la raíz misma 
de la fundación de SSVP, en cabeza de Federico Ozanam. Una perspectiva que se mantiene dada 
la fidelidad de la Sociedad para con sus fundadores (SSVP de Medellín. Informe de gestión 2017). 
No obstante, esa forma de definición de receptor de ayuda hace poca justicia a la discusión sobre 
la pregunta de ¿Quién es pobre para la SSVP? En tanto, ser merecedor de ayuda es un calificativo 
con una amplitud tal que puede incluirse todo tipo de población. 
 
En este sentido, demos un vistazo al pensamiento del fundador para aclarar un poco el tema 
¿Quiénes eran los pobres para Ozanam? Habrá que remontarse a la Europa de Ozanam (1813-
1853); periodo Posrevolucionario colmado de agitaciones políticas e ideológicas, además, 
escenario de los resultados próximos de los movimientos sociales gestados entre 1830 y 1848, 
fruto de ese gran hito acontecido en Francia. Sin dejar de lado otros grandes cambios como la caída 
definitiva de la monarquía, el fracaso de la segunda República y la dictadura de Napoleón 
Bonaparte (Ampére,1859 en Prefacio de la traducción de Cartas de Federico Ozanam). Ozanam 
oriundo de Italia llegará a París, Francia, en 1831. 
 
Para 1836, Ozanam en una de sus cartas dirigidas a su amigo el Sr. Janmot manifiesta que 
la sociedad se encuentra más empobrecida que antes pues “han rechazado el alimento del alma” 
justo cuando carecen los alimentos materiales. Una relación que en su época, en la ciudad de París, 
puede interpretarse como el correlato entre lo material y lo divino para la interpretación de la 
pobreza otrora, con mensajes de alivio de la pobreza bajo las enseñanzas de San Francisco de Asís, 
20 
 
quien curó a la sociedad enferma con amor o, San Vicente de Paúl, quién lo hizo con su entrega 
caritativa. Esa doble connotación de la pobreza, un asunto de relaciones divinas y materiales ha 
sido un discurso sostenido desde la Iglesia católica en tanto se precisa de una mano divina que 
ilumina el camino a seguir por medio de la expresión de caridad, así se alivia al necesitado de sus 
penurias bajo el manto divino y con la gracia de Dios como el facilitador y dador de su alivio. Una 
relación entre esencias espirituales y realidades materiales. 
 
Ozanam, para su presente, no encontraba alguien que pudiera aliviar el sufrimiento de “esos 
pobres pueblos”, se había llegado a un punto donde concebía que lasrazones que dividen a los 
hombres ya no son políticas sino sociales, presentándose una lucha entre dos clases de hombres. 
Los primeros corresponden a aquellos que hacen apología al egoísmo de la filosofía económica 
clásica, donde la explotación de los recursos u oportunidades se hacen bajo la premisa del provecho 
individual; los otros hombres, llamados los débiles, que con escasas posesiones materiales, los que 
están del lado de la desesperación, ellos son los pobres (Ozanam, 1836). Personas ubicadas en las 
zonas marginales de París, carentes de alimentos y vestuario (SSVP de Medellín. Informe de 
gestión 2017). 
 
Respondiendo a dichas preocupaciones, ocho jóvenes católicos que asistían a las 
Conferencias de historia1, de los que solo que encuentran los nombres de, Lallier, Lamache y 
Ozanam, se reunieron en mayo de 1833 para formar lo que sería la Sociedad San Vicente de Paúl. 
El lugar de encuentro era un espacio en la calle del Pequeño-Borbón-San Suplico. Acordaron desde 
el primer día visitar a los pobres en sus propios hogares, solicitando a las Hermanas de la Caridad, 
particularmente a la Sor Rosalía señalar a las familias más necesitadas, por ser ella una figura 
importante en el servicio caritativo en París, es además considerada la gran consejera de Ozanam 
y sus amigos. (cartas Federico Ozanam, pie de página, p.89 y 90 & Autor desconocido, 2019). 
 
1
 Las Conferencias de historia eran reuniones en las que se congregaban los días sábados cerca de 40 miembros sin 
ningún culto en particular, para presentar sus trabajos en el campo de la filosofía, la historia y la literatura, que después 
de haber sido leídos eran sometidos a una “comisión que lo critica, lo discute y nombra un informante que es vocero 
frente a la conferencias”, dónde además, se aceptaban cualquier tipo de opiniones (cartas Federico Ozanam, 1833 p. 
79). También se reunían los días Domingos, pero en ánimo festivo y cuenta Ozanam en una de sus cartas, el haberse 
encontrado allí intelectuales y miembros de la aristocracia europea (cartas Federico Ozanam,1833 p. 79). 
21 
 
 
El carácter católico se manifestaba dado que las sesiones o encuentros se abrían y cerraban 
con una oración. Cada miembro tomó a su cargo una familia auxiliada por bonos de pan otorgados 
por la Hermana Rosalía, dado a la incapacidad de la conferencia de asumir esos costos (cartas 
Federico Ozanam, 1883, pie de página, p.89 y 90 & Celier, 2016). 
 
El 30 de enero de 1853, ya con la Sociedad ampliamente expandida en Europa, Ozanam 
evoca un discurso a los miembros de la SSVP de Florencia: 
 
En aquel entonces, decía, nos hallábamos invadidos por un diluvio de doctrinas filosóficas 
y heterodoxas agitándose a nuestro alrededor y todos sentíamos deseo y necesidad de 
fortificar nuestra fe en medio de los asaltos que le dirigían los diversos sistemas de la falsa 
ciencia. Algunos de nuestros jóvenes compañeros eran materialistas...Cuando nosotros, los 
católicos, nos esforzábamos en recordarles a esos hermanos extraviados, las maravillas del 
cristianismo, todos nos decían: “Tienen razón, si se refieren al pasado: el cristianismo ha 
hecho prodigios, antes; pero ahora el cristianismo está muerto. Y sino ¿ustedes, que se 
jactan de ser católicos ¿Qué hacen? ¿Dónde están esas obras destinadas a probar su fé y 
hacer que nosotros la respetemos y la admitamos?” ...Entonces nos dijimos: -Pues bien ¡a 
la obra! y que nuestros actos estén de acuerdo con nuestra fé. Pero ¿Qué hacer? ¿Qué hacer 
para ser verdaderamente católicos sino lo que más agrada a Dios? Socorramos pues, a 
nuestro prójimo como lo hacía Jesucristo y pongamos nuestra fé bajo la protección de la 
caridad. (Ozanam 1853. p.64). 
 
La misericordia y la compasión son valores que acompañan la caridad, apostolado católico 
que conlleva el contacto directo y el servicio por los pobres. Puede definirse también como una 
obra fe que reafirma la religión católica en el mundo, que ve al otro como un semejante, un cercano. 
La caridad es un acto por el cual se conecta la relación entre los humanos, mediada por Dios; es 
una virtud que acerca a quienes tienen posesiones con los pobres y éstos se convierten en el 
vehículo de la salvación de los dadores de limosna. Marcel Mauss en su ensayo sobre el don 
construye una teoría de la limosna la cual, es por una parte, el resultado de la noción moral del don 
22 
 
y de la fortuna y, por otra parte, la noción de sacrificio, ya que él que tiene se despoja de lo que 
posee esperando una retribución. 
 
Retomando la carta de 1836 enviada a Sr. Janmot, Ozanam escribe en apología de aquellos 
santos dedicados a la caridad, señala además la decisión que tomó Dios se hacerse pobre para 
habitar la tierra, como la mayor parte de la humanidad es pobre, como incluso la naturaleza vive 
esta condición, pues está sujeta a la muerte. Consideró como lo propio del amor el asemejarse a 
aquello amado; así como lo hizo Dios en la tierra. Esa representación del pobre como imagen del 
Creador, ilumina la connotación de pobre que estará presente en la institución, un pobre que 
necesita de ayuda; una institución que necesita del necesitado para materializar sus causas piadosas 
que honren a Dios y a la Iglesia. 
 
La carta incluye interrogantes sobre cómo acercarse y asemejarse a esos santos amados. El 
fin era amar a Dios como ellos lo habían hecho. Existía la posibilidad de ver a Dios en el pobre, 
con los ojos de la carne, encontrar en él las huellas del viacrucis y disponerse así a ser siervos de 
sus amos, ya que ellos son la imagen sagrada de ese Dios al que no pueden ver porque falta la 
mirada de la fe que en él y su remitente se haya débil. Un Dios al que identifican, encuentran y 
aman en las personas pobres. Bajo el manto de la pobreza material, se recibe la riqueza espiritual, 
en este caso parece necesario el pobre para prolongar la existencia de una institución que se basa 
en la caridad; así, el pobre sería el vehículo para la salvación. 
 
Por ese camino se ha dirigido la labor de la Sociedad. La definición de la espiritualidad 
vicentina versa así: “Ver a Cristo en el pobre” (SSVP de Medellín, Informe de gestión 2006 & 
2010), por lo que se disponen un conjunto de obras a la luz de socorrer al pobre que encarna a Dios 
en la tierra. Se trata de vivir un apostolado de fe seglar católico, pues la fe sin obra es muerta 
(SSVP de Medellín, Informe de gestión 2010). El pobre se convierte en el punto indispensable y 
no negociable para acceder al reino de Dios (Anderson, 2013), pues la caridad librará de la muerte 
(proverbios 10:2. Reina Valera). Pero, más allá de una visión utilitarista de la relación de la caridad, 
persiste el carácter humano con buenas intenciones de hacer del mundo un lugar mejor para vivir. 
 
23 
 
Ahora, ¿En qué sentido La Sociedad en Medellín conserva elementos afines a esta 
concepción del pobre de Ozanam? La sociedad busca apartar al pobre del sufrimiento. De lo 
anterior, se deduce que, una persona pobre es aquella que se encuentra sufriendo (SSVP de 
Medellín. Informe de gestión1992, 1998, 2000, 2004, 2006 & 2017), y que por ende atraviesa una 
situación difícil, dicha situación lo lleva a un estado de miseria. Estar sufriendo y en miseria se 
puede entender como: una situación donde las personas se encuentran privadas en asuntos 
materiales o espirituales o, ambas. Basándonos en las obras de misericordia, que son finalmente 
acciones caritativas, presentes en el Informe de 1992, se detallan dos tipos de necesidades: 
 
-Espirituales: enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que se 
equivoca, consolar al triste, perdonar las ofensas, sufrir con paciencia los defectos de los demás y 
rogar a Dios por los vivos y por lo muertos. 
 
-Corporales: Visitar enfermos, dar de comer a los hambrientos, dar de beber al sediento, visitar a 
los presos, regalarvestido a los pobres, dar posada al peregrino y dar sepultura a los muertos. 
 
De hecho la misión como institución es: “aliviar el sufrimiento y promover la dignidad del 
hombre mediante cualquier forma de ayuda que suponga mecanismos de solidaridad, que 
propendan porque el auxiliado se promocione con su esfuerzo, y con el nuestro, y logre vencer sus 
carencias o necesidades.” (SSVP de Medellín. Informe de gestión 2004). 
 
En dicho marco de actuación, desde 1833, año de fundación en Medellín, las ayudas 
prestadas se encaminan a visitas al pobre en su hogar, con el objetivo de dar soluciones de 
alimentos, vivienda, capacitación en artes y oficios, auxilios para educación para el que el 
beneficiario alcance su autopromoción. Hasta el año 2010 se prestaban servicios de salud. Ayudas 
concentradas en brindarle al pobre una solución material que los libre de la condición, al mismo 
tiempo que sirva de evidencia de la obra espiritual. Las ayudas llegan a los auxiliados por medio 
de la Conferencias de Caridad, que son un grupo de voluntarios asociados ubicados en los distintos 
barrios de la Ciudad. 
 
24 
 
En el informe de 1994 se evidencia explícitamente dentro de su misión la prelación especial 
por el pobre vergonzante, aquel sujeto que en medio de sus dificultades económicas se abstiene de 
pedir. Idea que coincide con la cita que hace Botero (1995) sobre las instrucciones para la 
concesión de auxilios de la SSVP de Medellín del año 1853 la cual contempla que los vergonzantes 
deben ser los que literalmente no tengan que comer ni vestir, y que además, no se atreven a pedir 
en público. Para el informe del 2002 se incluyen nuevamente la figura del pobre vergonzante esta 
vez dentro del programa de alimentos, población atendida gracias a la colaboración de las religiosa 
y alumnas del Colegio Jesús María y un donante anónimo. 
 
Dichas instrucciones obedecen a orientaciones trazadas desde Francia; en particular con la 
Conferencia de Lorena, la cual no daría socorros a los pobres fuera de sus casas (Botero 1995). 
Una forma de dignificar a las personas sin someterlas al escarnio público su sentimiento de 
vergüenza que llega con la penuria de los recursos materiales y su consecuente comparación con 
la situación de la sociedad. 
 
Las dimensiones de la pobreza tenidas en cuenta en Medellín según el informe de 1992 
puede identificarse entre sus formas de ayuda, la asistencia y la preocupación por el “gaminismo 
y la mendicidad”, por ser uno de los principales problemas que aquejaban a la ciudad; en 
consecuencia, la ayuda se prestaba a través de dormitorios. Así como la evangelización de presos 
en sus centros carcelarios y la atención a niños de sectores deprimidos como el Barrio Niquitao. 
 
Los otros pobres que la Sociedad toma en cuenta son los que a pesar de no encontrarse en 
situaciones de miseria o de privación drástica, sí se encuentran limitados en sus deseos y 
necesidades ya que no llegan a cumplirlos de manera satisfactoria; es el caso de quienes no poseen 
vivienda propia, recursos necesarios para alcanzar metas académicas, profesionales y laborales, 
alicientes morales o respuestas y/o espirituales, acceder a servicios de salud o completar lo básico 
para su alimentación. Los pobres se constituyen entonces como los que, “necesitan socorros o 
auxilios morales o materiales de cualquier naturaleza…” (Restrepo, 2008, p.42). 
 
25 
 
En dos informes (2010 & 2013) aparece una cita que indica una condición que podría 
considerarse inherente al pobre, pues lo expone como alguien dispuesto a recibir, un sujeto receptor 
de asuntos tantos materiales como espirituales, situación que a la vez dispone a otros a ser sujetos 
de servicio; una cita que propone integrar la postura asistencial con el sentimiento de humanidad 
que mantiene una relación entre semejantes. La cita versa de la siguiente manera: “El pobre es más 
sensible al buen trato que a la limosna, debéis darle no sólo bonos de pan y carne, sino también 
vuestro propio corazón” Rosalía Rendú, Hija de la Caridad. Es además un servicio que enriquece: 
“En la caridad el pobre es rico, sin caridad todo rico es pobre.” (San Agustín en SSVP de Medellín. 
Informe de gestión 2014). 
 
Las distintas formas de considerar la pobreza en la institución han variado a través del 
tiempo y de los presidentes a cargo. Para el periodo de 1992 a 1997 bajo la presidencia de Baudilio 
León Escobar, se considera la falta de vivienda, alimentos, educación, vestuario, libertad, 
promoción humana y espiritualidad como formas de pobreza. Personas con necesidades 
espirituales y corporales; asunto contemplado dentro de las obras de misericordia que son acciones 
caritativas (SSVP de Medellín. Informe de gestión 1992). Es la pobreza una condición de carencias 
múltiples que tiene como principal índice la moral cristiana, dado que él considera el egoísmo y el 
apartarse de Dios como camino a la pobreza, siendo el alma el escenario inmaterial donde 
comienza a surgir este fenómeno. Este presidente además opina que, “El hombre sin Dios no puede 
llamarse persona” (Escobar en SSVP de Medellín. Informe de gestión1992). Es la ausencia de 
Dios una circunstancia que aparte de ser un signo de pobreza, es también una valoración que aleja 
de la condición humana. No obstante, para 1996 se nombra al pobre como un hermano. 
 
Para ese mismo periodo (1992) se presentan extractos de la carta escrita por el Papa Juan 
Pablo II en ocasión del IV centenario del nacimiento de San Vicente de Paúl, donde hace referencia 
la existencia perenne de los pobres en la tierra y cómo las sociedades modernas hacen surgir nuevas 
formas de pobreza. 
 
En los años de 1998 a 2002, la presidencia estuvo a cargo de Darío Uribe Uribe se estimaba 
a la pobreza como causa de sufrimiento, por lo que era entonces la labor de caridad prestada por 
26 
 
la Sociedad un aliciente. En año 2000 dada la situación económica se establecieron prioridades y 
estrategias en los Programas para su continuación, lo que pudo evidenciar quienes de ese grupo de 
pobres atendidos eran los más necesitado. Se estableció que los Programas de Alimentos y 
Capacitación y Educación eran una importante contribución para paliar el sufrimiento y como 
herramienta para salir del subdesarrollo y de la pobreza (SSVP de Medellín. Informe de gestión 
2000). Para el año 2002 en el VII Congreso Nacional Vicentino se dio espacio para el análisis de 
nuevas pobrezas del siglo XXI. 
 
Según la Regla y Estatutos de Confederación Internacional de la Sociedad de San Vicente 
de Paúl, aprobada en Roma en el 2003 se contemplan las nuevas pobrezas, de un mundo cambiante, 
la carencia y el sufrimiento en cualquiera de sus formas como un asunto no ajeno a la Sociedad, 
es decir, que dichas circunstancias se relacionan con la pobreza, así como la marginalidad, el olvido 
y se pone al pobre en el lugar de víctimas de la exclusión y la adversidad. Por otra parte, es enfática 
en su prelación por las pobrezas más extremas y por los más excluidos de la Sociedad. 
 
Del 2003 al 2012 con la presidencia de Margarita E. Henao Mejía, se mantiene en un inicio 
la idea de que la pobreza genera sufrimiento, se encuentra por primera vez (SSVP de Medellín. 
Informe de gestión 2004) una mención al estrato socioeconómico como índice de pobreza; estratos 
1,2 y 3. Los beneficiarios del Programa de Alimentos se encuentran en los estratos 1 y 2, y en el 
Programa de Vivienda los estratos 2 y 3, siendo entonces los beneficiarios de alimentos los más 
pobres; los más necesitados. Más adelante se asocia la pobreza con marginalidad, se hace alusión 
a las nuevas pobrezas identificables, basándose en lo expresado en Encíclicas Sociales de la Iglesia 
católica y el presidente general de la Sociedad (SSVP de Medellín. Informe de gestión 2008); para 
este mismo año se reafirma su prioridad por los más pobres de los pobres según la Regla 
Internacionalque rige a la Sociedad. 
 
En el informe del año 2010 también se alude al estrato socioeconómico, esta vez 
incluyendo el 0 y el nivel del Sisbén como criterio. También se elaboraron diagnósticos que 
reflejaron dentro de esa pobreza cobijada, pues los estratos sociales y económicos presentaron 
cambios, lo que significaba una transformación en la composición de las familias. Se pasó de 
27 
 
familia tradicional a familia monoparental o extensa, así como la ubicación en los sectores más 
altos de la ciudad, desplazamiento explicado por los subsidios otorgados por el gobierno a esta 
población y la violencia de grupos barriales, llevó a la Sociedad a cambiar su criterio de selección 
de beneficiarios así como los programas; se estaban exhibiendo nuevas formas de pobreza (SSVP 
de Medellín. Informe de gestión 2010). 
 
Para el año 2013 asume la presidencia Fredy Alonso Giraldo quien aun teniendo elementos 
de una visión convencional de la pobreza, en relación con el sufrimiento, introduce elementos que 
permiten apreciar la pobreza de manera distinta. Tiene en cuenta el sentido de pobreza y del pobre 
como institución, es decir, la Sociedad asume que “servir al pobre implica un alto sentido de 
sensibilidad, solidaridad y capacidad de compartir” (Fredy Alonso Giraldo en SSVP de Medellín. 
Informe de gestión 2014). La pobreza no solo es vista como una condición de carencia, sino como 
el sentido que lleva a la decisión del servicio, entendiendo a la vez las verdaderas necesidades del 
pobre (SSVP de Medellín. Informe de gestión 2014). Para ello se hizo necesario tener nuevas 
metodologías orientadas según la Regla de la Sociedad, lo que llevó a fortalecer a los miembros; 
una seria formación espiritual y vicentina con los Socios de las Conferencias que asisten en cada 
uno de los barrios. Ello “implica un alto sentido de sensibilidad, solidaridad y capacidad de 
compartir” (SSVP de Medellín. Informe de gestión 2014), es decir, parece haber un espacio para 
que al sujeto que está del lado de la pobreza tenga una voz que le dé palabras a esa pobreza, que 
será interpretada a la luz de unos valores enmarcados en una lógica cristiana. 
 
En su presidencia se aprecia la constitución de los grupos atendidos, familias de escasos 
recursos, con hijos en edad escolar y grupos de personas solas y enfermas. Se expresa de manera 
explícita la capacidad del pobre no solo de recibir, sino de ser un agente de cambio social, a pesar 
de estar inmerso en una situación de injusticia; se considera que la labor de la Sociedad es un 
ejercicio de justicia (SSVP de Medellín. Informe de gestión 2016). Además, se hace notoria la su 
participación durante los informes con citas propias. La siguiente revela su postura frente a la 
pobreza, vislumbrando el significado de ella, lo que nos llevaría a relacionarla con las 
declaraciones del presidente Baudilio León Escobar, por la dimensión inmaterial de la pobreza, la 
28 
 
cita dice así: “La pobreza está en la mente. Las oportunidades te esperan” Fredy Alonso Gaviria 
Giraldo. 
 
También la Sociedad se va a alinear con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que 
hacen parte de la Agenda 2030 sobre desarrollo sostenible aprobada en el 2015 por la ONU (SSVP 
de Medellín. Informe 2017), lo que la lleva a la institución a cobijar una definición distinta de 
pobreza, si tenemos en cuenta el primero de los Objetivos, pues esta se encuentra apartada de 
juicios morales propios de la religión católica. Con esto se da pie a una visión multidimensional 
de la pobreza. El objetivo número 1 es el fin de la pobreza en todas sus formas y en todas partes, 
el objetivo la define como: “La pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos para 
garantizar unos medios de vida sostenibles. La pobreza es un problema de derechos humanos. La 
pobreza es la situación o condición socioeconómica de la población que no puede acceder o carece 
de los recursos para satisfacer las necesidades básicas que permiten un adecuado nivel y calidad 
de vida. También se encuentran la discriminación y la exclusión social, que incluye la ausencia de 
la participación de los pobres en la adopción de decisiones.” (Objetivos de Desarrollo Sostenible 
del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en SSVP de Medellín. Informe de gestión 
2017). 
 
Hasta aquí llega parte de la descripción relacionada al asunto discursivo de la Sociedad, 
dónde se consideraron diversas fuentes que dan un soporte bibliográfico y que además, permiten 
construir una cronología que evidencia el desarrollo, la continuidad y el cambio de ideas y 
elementos en el discurso de la Sociedad. Otro elemento importante que caracteriza a una 
institución, particularmente en este caso a la Sociedad, son sus prácticas pues son la 
materialización de su razón social, y de eso tratará el siguiente apartado. 
 
 
1.2. Sobre la Obra de Fe 
 
El apostolado de fe que se vive en la Sociedad a través de los Programas ofrecidos se 
registra cada año en los Informes de gestión. Los periodos presidenciales presentes permiten 
29 
 
delimitar nuevamente las orientaciones en el sentido de las prácticas de manera general, y en un 
sentido específico en los programas de vivienda en la modalidad de comodato precario y el 
Programa de Alimentos en lo referente a la entrega de mercados. El recorrido histórico, agrupado 
en los periodos presidenciales permitirá apreciar los cambios y estrategias en materia de solución 
a problemas asociados a la pobreza como es la falta de vivienda digna y propia y la apremiante y 
extendida hambre. También se hace de esta forma debido a que el presidente de la Sociedad, 
gracias a la delegación del Consejo Particular planea, coordina y ejecuta los Programas de ayuda 
en las distintas conferencias de caridad, es decir, que el presidente toma decisiones de tipos 
administrativas y financieras. 
 
Es importante aclarar que la máxima autoridad de la institución es el Consejo Particular 
(así se le nombraba hasta 2016) o Asamblea general de asociados, que está integrada por los 
Presidentes de las conferencias de caridad, las cuales son grupos de trabajo conformados por socios 
activos y aspirantes que se vinculan voluntariamente a la SSVP y son responsables de los 
programas de promoción, trabajo que se ubica en su barrio o comunidad particular, llevando por 
nombre uno que haga alusión a religión católica; santidades, lo más frecuente es que las 
conferencias adopten el nombre de las parroquias del sector donde hacen presencia. El trabajo de 
las conferencias está apoyado por voluntarios no asociados. 
 
El carácter de las Conferencias puede reconocerse en la siguiente cita en la que se hace 
alusión a la labor de Ozanam y a hombres sensible al servicio: “...captan con un discernimiento 
sobrenatural y que lo llevará a ser uno de los más insignes laicos del mundo, que buscan la 
perfección de la humanidad y haciendo gala de un apostolado moderno a través de las Conferencias 
de Caridad que son grupos evangelizadores.” (SSVP de Medellín. Informe de gestión 1992). 
 
Otro organismo de relevancia es la Vicepresidencia de Comunidad, que se encargan de 
coordinar los programas que ejecutan las Conferencias de acuerdo a los principios fundamentales, 
que según los Estatutos de la SSVP de Medellín se resumen en un contacto persona a persona, por 
un don personal del corazón y por la participación de una comunidad fraternal de laicos que 
comparten su vocación de servicio. 
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Ya habiendo expuesto un poco la estructura administrativa de la Sociedad es importante 
señalar algunos elementos históricos que dan cuenta de los inicios y objetivos de los Programas 
considerados principalmente en este trabajo: Alimentos en modalidad de mercados y Vivienda en 
modalidad comodato precario. El primero de ellos, el Programa de Alimentos, nace gracias al 
legado de doctor Félix Navarro Ospina y Luz Ospina de Navarro, unapareja prestante que decide 
comenzar con la labor de repartir alimentos. El Programa de Vivienda por su parte, se define como 
el programa bandera de la Sociedad. En 1887 se inicia con 20 casas adquiridas con el legado del 
testamento de Marcos A. Santa María y ese mismo año los banqueros de la ciudad dieron el dinero 
equivalente a dicho legado y se adquirieron 20 casas más, pero solo hasta 1889 se inauguran las 
primeras casas durante la administración de Carlo E. Restrepo; se adjudicaron y se entregaron 
(SSVP de Medellín. Informe de gestión 1997). A este grupo de viviendas también se les ha 
reconocido con el nombre de las “casitas de San Vicente”. En la modalidad de comodato precario, 
se entregan viviendas sin costo alguno por un periodo que aún no se define, en su mayoría a 
familias de escasos recursos para contribuir a que adquieran vivienda propia principalmente, 
mediante un ahorro que se hace durante la permanencia en las propiedades de la Sociedad. Las 
otras viviendas se entregaron a entidades del sector solidario. 
 
 
1.2.1. La obra desde los periodos presidenciales 
 
1.2.1.1. Baudilio León Escobar (1992-1997) 
En el periodo de 1992 a 1996, fue la presidencia de Baudilio León Escobar y en cuya hoja 
de vida presentada en el informe del año 1992 se destaca su condición de miembro de la Orden 
Ecuestre del Santo Sepulcro capítulo de Medellín, a la vez que se le reconoce su sólida formación 
religiosa y sus estrechos vínculos con la Curia Arquidiocesana de Medellín. Hecho que se asocia 
con una labor “progresiva y dinámica”. 
 
En el mismo informe se delimita la presencia de la Sociedad en distintas áreas, tales como 
Espiritualidad, comunidad, vivienda, alimentos, salud, hogares de ayuda, educación, capacitación 
y cursos de formación moral. 
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La misión de la institución para entonces contemplaba estar abierta al ecumenismo, 
persistir en contacto persona a persona, visitar al pobre en sus hogares, estudiar las causas y límites 
de la miseria y darle solución, dar prioridad a la vida espiritual, disponibilidad de servicio por parte 
de los vicentinos, presencia regular a reuniones, amor generoso, promoción social a las familias, 
consideración especial a enfermos, prelación por pobres vergonzantes y protección especial a 
ancianos y niños. Prácticas estructuradas por la caridad y la justicia social. (SSVP de Medellín. 
Informe de gestión 1992). 
 
En su presidencia se identifica la figura de la Vicepresidencia de Espiritualidad, de la cual 
se desprende el Comité de Espiritualidad cuyos objetivos son: conocer y profundizar en la vida y 
obra de Jesucristo, la Virgen María y como no, en la de San Vicente de Paúl y Federico Ozanam. 
También es el organismo encargado de difundir la espiritualidad y dar formación en este campo a 
los vicentinos, así como de organizar encuentros y actividades que involucran jóvenes interesados 
en la labor de la Sociedad, familias beneficiarias, socios, entre otros; en los que la religión es el 
motivo de congregación. 
 
Para 1994, según el informe, se participó en el Comité Regional de Pastoral Penitenciaria, 
por invitación de la Curia Arquidiocesana, con la finalidad de evangelizar a los presos; se daba 
cursos de introducción a la biblia y se capacitaban en diversas áreas con la orientación del 
Monseñor Héctor Fabio Henao. Otra actividad fueron los encuentros mensuales donde se daba cita 
las mujeres ocupantes de las viviendas de la Sociedad para impartirles normas de vida, charlas 
sobre prevención de enfermedades, orientación para el manejo de sus hijos; los encuentros se 
realizaban el último domingo de cada mes, contando con la realización de una eucaristía. Para este 
mismo año se publicó un libro que lleva por título, Plan de Formación Espiritual preparado por la 
vicepresidencia con la ayuda de ADVENIAT (organización perteneciente a la Iglesia católica 
alemana concentrada en la ayuda a países Latinoamericanos). En 1996 muchas Conferencias 
realizaron catequesis como complemento a su labor social y de apostolado. 
 
Parte del financiamiento de sus obras se logró con la realización de distintos eventos como 
el Banquete Vicentino, acto considerado como tradicional al que asisten autoridades civiles, 
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eclesiásticas y militares con la finalidad de recaudar fondos y promocionar la labor de la Sociedad. 
Otro evento es el Día de la Caridad, presente en todos los años que estuvo a cargo Baudilio León 
Escobar, de acuerdo a los Informes (1992-1997), aquí participan estudiantes de bachillerato del 
último año escolar, los cuales se ubicaban en distintos puntos de la ciudad, gracias a la colaboración 
de distintas entidades que permitían que los estudiantes se ubicaran en determinados sitios y 
realizan una colecta pública. Por último, se encuentran los bingos realizados en la casa sede con 
premios donados por diferentes empresas de comercio de la ciudad y, eventualmente, se alquilaban 
los equipos y se hacían rifas. 
 
Un evento extraordinario se dio en 1994, año en el que ocurrió el terremoto en la región 
del Cauca y del Huila, afectando al seminario indígena conformado por hombres pertenecientes a 
la comunidad Paez, y de pertenencia a padres vicentinos. La Sociedad en Medellín se solidarizó y 
realizó un banquete en el Club Unión de la ciudad, en el que se recibieron donaciones del Consejo 
General Internacional de la SSVP de países como Venezuela, USA, Canadá, Argentina, entre 
otros. Aunque las principales donaciones provinieron de las Conferencias de Medellín, municipios 
de Antioquia y Bogotá. La suma fue de $22,000.000 fondos auditados gratuitamente por Price 
Waterhouse. 
 
Por otra parte existieron algunos eventos que involucraron y favorecieron tanto a los 
beneficiarios como a la Sociedad, porque es una forma de proyectar su labor. Entre ellos 
Superventas, una feria comercial realizada por Fenalco Antioquia la cual otorgaba de forma 
gratuita un stand, la cual se convertía en una oportunidad para que las mujeres beneficiarias 
ofrecieran los productos resultantes de cursos ofrecidos por la Sociedad. La Feria artesanal es un 
evento parecido con la diferencia de que todos los expositores provenían de las Conferencias de 
Caridad y se realiza en la casa sede; Día de la madre, celebrado a madres socias. 
 
En virtud de fortalecer la labor de la Sociedad se crea en 1992, por iniciativa del presidente, 
la Vicepresidencia de Promoción Vicentina. Su objetivo principal era formar futuros líderes para 
la conformación de nuevas Conferencias, lo que se traduce en expandir la presencia de la 
institución a diferentes zonas de la ciudad en las que su ayuda aún no había llegado. Entre las 
33 
 
actividades que realizó se encuentran la formación de jóvenes interesados en el servicio social que 
presta la institución, a la vez que se involucran en las distintos Programas; convivencias con las 
diferentes Conferencias, en las que se tocaron temas como la promoción vicentina en las parroquias 
y en la diócesis; seminarios; encuentros; asesorías a comunidades vicentinas a nivel internacional, 
con la intención de crear un red de solidaridad continental; Encuentros dirigidos por sacerdotes de 
Curia Arzobispal de Medellín; cursos a ejecutivos y empleados de la Sociedad, socios y familias 
auxiliadas en áreas como sexualidad, valores, comunicación, comportamiento social, alcoholismo, 
drogadicción, premios y castigos. 
 
La gestión de los Programas en su presidencia se dio por medio de la Vicepresidencia de 
Programas y servicios y se dio a través de las 83 Conferencias conformadas por cerca de 700 
socios. A continuación se presentarán los resultados de los Programas de interés, no sin antes hacer 
aclaración sobre ellos. 
 
En el Programa de Alimentos en la modalidad de mercados, para los años 1992, 1994 y 
1996 se beneficiaron cerca de 500.000 personas con estos paquetes alimenticios. Los mercados no 
solo eran repartidosa familias necesitadas, sino que también se entregaban a entidades del sector 
solidario. El mercado estaba compuesto por: arroz, papas, panela, chocolate, aceite sólido, pastas 
alimenticias y natilla. Estos fueron repartidos tanto en casa sede como en cada una de las 
Conferencias de Caridad. En el área de viviendas en comodato precarios, en 1992 se beneficiaron 
541 familias, en 1994 se cuenta con una cifra imprecisa de beneficiarios que fue de más de 2.500 
personas y en 1996 las familias beneficiadas fueron 470. 
 
 
1.2.1.2. Darío Uribe Uribe (1998-2002) 
Durante su presidencia la Sociedad se da continuidad a las actividades propias de la 
Vicepresidencia de espiritualidad, con la particularidad de que en el año 2000 se patrocinó un 
grupo de jóvenes para asistir a un curso de bioética visto bajo la lupa de la moral cristiana y el 
pensamiento de la Iglesia católica. Así también continuaron la mayoría de los eventos de relaciones 
públicas; Superventas solo se realizó en los años 1997 y 1998. En el último año de su presidencia, 
34 
 
por motivo de los 120 años de labor de la Sociedad, recibieron el Escudo de Antioquia categoría 
oro; máxima distinción del gobierno antioqueño, impuesta además por el entonces gobernador 
Eugenio Prieto Soto, quien en su niñez ocupó una de las “casitas de San Vicente” junto con su 
familia. 
 
“…nos fue impuesta por el Gobernador del Departamento Dr. Eugenio Prieto Soto, en 
sentida ceremonia realizada en la casa de San Vicente, que él también considera la suya, 
pues su niñez al lado de sus padres y hermanos la pasó al abrigo de una de nuestras casitas.” 
(SSVP de Medellín. Informe de gestión 2002). 
 
En los Informes de su presidencia se pudo conocer el número de Conferencias y su 
distribución en el área metropolitana del Valle de Aburrá, repartidas de la siguiente manera: En el 
año 1998, 66 Conferencias en Medellín, 1 en San Cristóbal, 1 en San Antonio de Prado, 4 en Bello 
y 4 en Itagüí, con un total de 700 socios. En el año 2000 desaparecen dos Conferencias en Medellín 
(64) y continúa el mismo número en los otros sectores, por otro lado, en número de socios 
incrementa a 722. Y en el 2002 el número de Conferencias en Medellín se redujo 
significativamente a 57 al igual que el número de Socios que fue de 553. 
 
La gestión en el Programa de Alimentos en los Informes de su presidencia se da con más 
detalle, mencionando el tiempo de permanencia de los beneficiarios: un año, y de la periodicidad 
de la entrega de los mercados la cual era cada 15 días. A cambio del mercado, se exigía al 
beneficiario un cobro o suma simbólica que “representa el esfuerzo que el beneficiario hace para 
adquirir su mercado y tener el orgullo de sentir que el pagó su sustento.” (SSVP de Medellín. 
Informe de gestión 1997), dinero que se consigna al capital de “Donación Navarro Ospina”, para 
multiplicar la ayuda a los hambrientos. Este valor acarrea aproximadamente el 24% del valor del 
mercado, es decir, que para el año 1997 se pagaba $2000 pesos por un mercado de costo comercial 
cercano a los $9.600 pesos. En cuanto a su contenido, los mercados siguen conteniendo los mismos 
elementos hasta el año 2000 donde se le adicionan las lentejas como parte del paquete. Para definir 
las personas seleccionadas se realizaba un estudio socioeconómico. 
 
35 
 
En el año 2002 se reconoce la participación de otros actores en el Programa, como lo fueron 
las alumnas del Colegio Jesús María y sus religiosas, un benefactor anónimo con la intención de 
atender al pobre vergonzante. También se realizó una alianza con la Fundación Francisco y Clara 
de Asís, quienes compran a la sociedad un considerable número de mercados quincenales que se 
entregan por medio de la Sociedad a familias con enfermos terminales, a los que además la 
Sociedad lleva hasta sus viviendas la comunión, aprovechando la visita para capacitar a estas 
familias en el manejo, cuidado y tratamientos del enfermo (SSVP de Medellín. Informe de gestión 
2002). 
 
En el Programa de Vivienda se beneficiaron 2.260 personas para el año 1998; 2.250 en el 
año 2000 y 2.041 en el año 2002. Esta vez se define un plazo aproximado de permanencia en las 
viviendas que era de cuatro a cinco años para así poder, entre otras cosas, rotar las viviendas a 
mayor número posible de familias necesitadas (Informe 1998). En 2002 fueron 2.250 las personas 
auxiliadas y 26 comodatarios salieron para vivienda propia. Por último, se aclara la situación en 
impuestos y mantenimiento que por acuerdo del Concejo de Medellín, la Sociedad está exenta de 
impuesto predial en la mayoría de las casas que presta en comodato precario; en las demás 
propiedades se hace el respectivo pago. 
 
Para el último año de presidencia de Darío Uribe la Sociedad tiene una reducción 
significativa en el presupuesto, que no alcanza a afectar los Programa de alimentos ni el de 
vivienda, por ser los Programas de referencia social más significativos en la Sociedad con una 
inversión respectiva de $341,540.000 y $1.080,563.000, y en este mismo orden el porcentaje de 
auxiliados es del 79, 2% (184.526 personas) y 0.091% (2.128 personas) correspondiente a un 
total de 232.843 beneficiarios de la Sociedad a nivel general. 
 
 
1.2.1.3. Margarita E. Henao Mejía (2003-2012) 
Ella, una administradora de empresas asume la presidencia en agosto de 2003, dando 
buenos créditos a su predecesor. En el informe de balance del año 2004, aun año de su presidencia, 
se define a la institución como una institución solidaria, internacional de laicos voluntarios fundada 
36 
 
en París Francia con la intención de ayudar a los que sufren. También, se reconoce a la Sociedad 
en Medellín como la segunda más grande del país, para ese entonces con 65 Conferencias que 
representan el grupo base de trabajo. 
 
En el informe del 2004 también presenta la constitución del patrimonio, representado por 
los bienes inmuebles, los rendimientos en los servicios de salud prestados, las acciones, títulos de 
inversión en entidades financieras y en general, se presenta un portafolio de inversiones con buena 
rentabilidad que les permite desarrollar su objetivo social. El patrimonio es producto de 
donaciones, legados, herencias y negocios propios. (SSVP de Medellín. Informe de gestión 2004). 
 
En su presidencia se puede apreciar una serie de renovaciones que ella misma reconoce, 
motivada por el seguimiento fiel a los preceptos de sus fundadores que buscaban adaptarse y 
renovarse de acuerdo al tiempo, las circunstancias del mundo. Por lo que hizo énfasis en la 
capacitación de voluntarios socios sin dejar de lado el componente espiritual, pues servir se 
entiende es parte del compromiso que se adquiere por ser cristiano y vicentino. Los cursos 
desarrollados incluían orientación espiritual e instrucción en la elaboración de proyectos y manejo 
de tesorería en las Conferencias. Sin embargo, a pesar de su carácter y convicciones católicas y de 
unirse a nivel internacional a través de la espiritualidad y su gestión a una Confederación 
internacional, la Sociedad no exige a sus miembros ningún tipo de voto religioso, ni devoción 
especial, asunto que hace parte de su identidad, lo único que se pide a sus miembros es que amen 
y sirvan a los pobres (SSVP de Medellín. Informes de gestión 2004 & 2006). 
 
Desde el primer año de su presidencia, la intención fue encaminarse hacia una nueva 
institución, por consiguiente se direccionó por medio de la Doctrina Social de la Iglesia católica, 
que comprende la caridad como una práctica vinculada a la promoción humana. Otro cambio 
considerable en el año 2003 sucedió en la estructura administrativa; ya no se reconoce las 
diferentes vicepresidencias. Solo se conservaron la vicepresidencia de Comunidad y se identifican 
directores y administradores de los distintos Programas y servicios. Solo hasta el año 2004 aparece 
la figura de Comités de los distintos Programas.37 
 
En el 2004 se comienzan a reducir el número de Conferencias debido a que su intención es 
la calidad y no la cantidad; para el 2004 habían 64 y en el 2012 49. Además se crea un comité de 
espiritualidad encargado de elaborar un libro con oraciones y reflexiones que servirá de guía a los 
socios en las reuniones de las Conferencias. En este mismo año, organiza reuniones con el fin de 
fortalecer el vínculo de la Iglesia (obispos y sacerdotes) y su presencia en los barrios para hacer 
más efectiva la acción de la Sociedad. Constituye además, un comité de relacione públicas y 
establece convenios con universidades, instituciones gubernamentales y privadas para los distintos 
programas y servicios. Para el siguiente año (2005) se comienzan a dictar por parte de 
profesionales en distintas áreas, charlas formativas los días de las entregas de mercados. 
 
En el 2006 se sigue con la labor de actualización de la Sociedad, reformulando el servicio 
a los pobres, de acuerdo a las directrices del Servicio Social que hacen parte de la Doctrina Social 
de la Iglesia católica, como de organizaciones pública y privadas orientadas a esta labor. En este 
año es que Se hace énfasis en la formación de Socios. También se lanza el libro “Orientación y 
Reflexión Vicentina”, por parte del equipo de espiritualidad y la asistencia del presidente Nacional. 
Otra novedad es que ya no figura el pago simbólico del mercado. 
 
Dentro de los resultados y cambios notorios en este mismo año, se logra por medio de la 
modificación de prestación de servicios el aumento del impacto social; se reestructuran los 
departamentos de trabajo social, vivienda y comunicación; se da cierre a los servicios de salud por 
bajo rendimiento; se lleva la capacitación a las comunidades; se amplía el servicio de comedores 
y se crean obras de atención por parte de la Conferencias. 
 
El año 2008 se presentan transformaciones significativas, se cierra además el primer ciclo 
de cincos años de presidencia transformando la estructura de la Sociedad, la labor se reestructura 
de acuerdo a con lo demandado por los pobres, a lo expresado en las Encíclicas sociales de la 
Iglesia católica y a lo encomendado por el presidente general de la Sociedad San Vicente de Paúl 
(SSVP de Medellín. Informe de gestión 2008). Entre las transformaciones significativas se 
encuentran los siguientes cambios: 
 
38 
 
 Estructura vicentina: 
“Se tomó la decisión de atender al Beneficiado “desde la necesidad, no desde el 
deseo”, por lo tanto, el trabajo de las Conferencias obedecerá de ahora en adelante 
al resultado que arrojen los diagnósticos de las comunidades atendidas. Para tal efecto 
se realizaron diagnósticos …” (p.7) 
 
También se da pie a la creación de un Comité de Formación para la formación permanente 
de socios en formación humana, vicentina y técnica; atención al beneficiado. Por lo que se 
desarrolló un diagnóstico de necesidades para orientar el diseño de los proyectos de formación. 
Dentro de la estructura administrativa de la institución, se adapta el planteamiento estratégico de 
la institución después de una revisión, para adaptarlo a las necesidades y se redefinen la misión y 
la visión de la Sociedad. Su misión ahora contemplaba a la Sociedad como una institución laica en 
busca de la promoción integral del ser humano con carencias, fundamentada en principios 
cristianos y vicentinos con un trabajo persona a persona y a través de Programas y servicios 
sociales con calidad. Su visión, por otra parte, la encamina a ser la mejor institución de carácter 
social tanto a nivel local como internacional, reconociendo su estructura dinámica y organizada. 
 
Otro cambio significativo es la implementación de nuevas tecnologías para comunicar los 
resultados al público externo, se da uso entonces a una página web, Facebook, YouTube y 
Weblogs, que según el Informe del 2008 permitieron llegar al sector de los jóvenes, quienes 
colaboraron en distintos eventos. En 2010 se continúa con el diagnóstico con el que se crean 
diferentes propuestas, encontrando que los estratos sociales y económicos había variado: cambia 
la conformación de las familias, de tradicional a monoparental o extensa; la ubicación de los pobres 
se concentra en las periferias como consecuencia de la violencia barrial y los auxilios del gobierno, 
quienes más fácilmente ayuda a personas en situaciones de alto vulnerabilidad (SSVP de Medellín. 
Informe de gestión 2010). Todo esto desencadena un cambio en la población atendida y por lo 
tanto en la estructura de los programas, surgiendo como reto el permanente estudio de los 
auxiliados. 
 
39 
 
También se les hace un reconocimiento a las entidades benefactoras, se da un sentido 
agradecimientos a sus miembros por su vocación y a la Congregación de la Misión (obra encargada 
de evangelizar a los pobres) por ser guía espiritual. Por otro lado, se cancela definitivamente los 
servicios de salud, por su poca demanda lo que generaba grandes pérdidas mensuales. Entre sus 
planes futuros, se busca hacer un estudio de profundización sobre el documento de la última 
reunión de obispos latinoamericanos. 
 
El último año de su presidencia (2012) coincide con los 130 años de la institución, por lo 
que en el Informe se destaca la ceremonia religiosa presidida por el arzobispo de Medellín, en la 
que participaron sacerdotes de la Congregación de la Misión que apoyaron y dirigieron asuntos 
espirituales de la Sociedad. La celebración tuvo, como ya se ha mencionado en una anterior 
ocasión, la participación del gobierno departamental, municipal y otras entidades; algunas de 
carácter social. 
 
Se crea además, un Comité de Comunidad bajo la dirección del vicepresidente de la 
Sociedad, con presencia de la presidencia y la representación de los siguientes grupos: formación, 
espiritualidad, jóvenes y trabajo social, aquí se forman los presidentes de las Conferencias (zonas) 
y se hace un diagnóstico a la Conferencia en su trabajo para apoyarlas. También el equipo de 
formación elabora el libro: Federico Ozanam, sus múltiples facetas Elemento que serviría de apoyo 
en la preparación de los socios en la conmemoración de 200 años de natalicio. 
 
Otro aspecto destacable es la vinculación de la institución a la Federación Antioqueña de 
ONGs, desde donde participa en las mesas de la Niñez y Adolescencia, Adulto Mayor, psicología 
y Discapacidad. Por medio de estas mesas se aporta a la elaboración de la política gubernamental 
en dichas áreas. 
 
En lo referente a los Programas, el de Alimentos en el año 2004 recibe un aumento de 
patrimonio, desconociendo con precisión el número de familias o personas auxiliadas en la 
modalidad de mercados a familias. Sin embargo, se tiene detalle sobre la adquisición de los 
mercados, los cuales se compraban a mayoristas y proveedores directos por un valor de $12.500, 
40 
 
a los auxiliados se entregaba por un valor simbólico de $3.000 pesos, con el objetivo de no generar 
dependencia, esforzando al auxiliado a contribuir en su propia ayuda. El mercado sigue estando 
conformado por los mismos elementos: arroz, papas, panela, chocolate, aceite sólido, pastas 
alimenticias y natilla. 
 
En 2006, gracias al buen rendimiento de las inversiones en la bolsa, se pudo dar un 
incremento en el número de mercados quincenales a 2.000 familias de estrato 1 y 2, 200 familias 
más que en el año 2005, se registra además, el servicio de asesoría jurídica y atención psicológica 
a las familias beneficiadas, y la formación en diferentes temas los días de las entregas de mercados. 
En el mes de diciembre se incrementó la entrega de mercados. Como novedad en el informe del 
2006 se tiene los testimonios de algunos beneficiarios, tanto para este Programa como para el de 
alimentos. 
 
María del Carmen Higuita, 70 años, Barrio Sol Oriente (arriba de Villatina). 
“De este mercado vivo

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