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Yuca (Manihot esculenta Crantz) Manual de recomendaciones técnicas para su cultivo en el departamento de Cundinamarca Martha Marina Bolaños Benavides Yuca (Manihot esculenta Crantz) Yuca (Manihot esculenta Crantz) Manual de recomendaciones técnicas para su cultivo en el departamento de Cundinamarca Martha Marina Bolaños Benavides Elias Alexander Silva Arero Luis Felipe Castelblanco Rivera Luis Gabriel Bautista Montealegre Sergio Andrés Cruz Ruíz Adriana Carolina Peña Holguín Yuca (Manihot esculenta Crantz): Manual de recomendaciones técnicas para su cultivo en el departamento de Cundinamarca / Martha Marina Bolaños Benavides, Elias Alexander Silva Arero, Luis Felipe Castelblanco Rivera, Luis Gabriel Bautista Montealegre, Sergio Andrés Cruz Ruíz y Adriana Carolina Peña Holguín – Bogotá, D. C. : Corredor Tecnológico Agroindustrial, CTA-2, 2020. 98 páginas ; ilustraciones ; 24cm. Incluye referencias bibliográficas. ISBN-e: 978-958-794-370-2 ISBN obra impresa: 978-958-794-369-6 PALABRAS CLAVE: Manejo y conservación de suelos, Selección de semilla de yuca, Manejo eficiente de la fertilización integrada en yuca, Manejo agronómico del cultivo de yuca, Cosecha y poscosecha del cultivo de yuca, Costos de producción del cultivo de yuca CORREDOR TECNOLÓGICO AGROINDUSTRIAL CTA-2 UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA, SEDE BOGOTÁ Calle 44 N.º 45-67 Unidad Camilo Torres Edificio 826 Bloque A-1 Oficina 101 Teléfono (57-1) 316 5000 Extensión 10248 Bogotá, D. C. Colombia Código postal: 111321 Impreso en Bogotá, D.C., Colombia Printed in Bogota, D.C., Colombia PREPARACIÓN EDITORIAL Mesa Editorial Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2 GESTOR DE CONTENIDOS: Luis Gabriel Bautista Montealegre DISEÑO Y DESARROLLO CONTEXT: Andrés Conrado Montoya Acosta CITACIÓN SUGERIDA: Bolaños-Benavides, M., Silva-Arero, E., Casteblanco-Rivera, L., Bautista- Montealegre, L., Cruz-Ruiz, S. y Peña-Holguín, A. (2020). Yuca (Manihot esculenta Crantz): Manual de recomendaciones técnicas para su cultivo en el departamento de Cundinamarca. Bogotá, D. C.: Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2. CLÁUSULA DE RESPONSABILIDAD: CTA-2 no es responsable de las opiniones e información contenidas en el presente documento. Los autores se adjudican exclusiva y plenamente la responsabilidad sobre su contenido, ya sea propio o de terceros, declarando en este último supuesto que cuentan con la autorización de terceros para su publicación; adicionalmente, los autores declaran que no existe conflicto de interés con los resultados de la investigación propiedad de tales terceros. En consecuencia, los autores serán responsables civil, administrativa o penalmente frente a cualquier reclamo o demanda por parte de terceros relativa a los derechos de autor u otros derechos que se hubieran vulnerado como resultado de su contribución. Esta obra se distribuye con una licencia Creative Commons Attribution-ShareAlike 4.0 International (CC-BY-SA 4.0) Se puede consultar en la dirección https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.es https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.es Dedicado a todas las personas que trabajan la tierra 6 Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2 Entidad Ejecutora: Gobernación de Cundinamarca Nicolás García Bustos Gobernador Comité Directivo Gobernación de Cundinamarca Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Nelly Yolanda Russi Quiroga Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación Alcaldía Mayor de Bogotá, D. C. Secretaría Distrital de Desarrollo Económico César Augusto Carrillo Vega Director de Economía Rural y Abastecimiento Alimentario Universidad Nacional de Colombia Vicerrectoría de Investigación Hernando Guillermo Gaitán Duarte Director de Investigación y Extensión Sede Bogotá Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria Centro Tibaitatá Juan Diego Palacio Mejía Director 7 Comité Técnico Científico Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2 Gobernación de Cundinamarca Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación John Jairo González Rodríguez Alcaldía Mayor de Bogotá, D. C. Secretaría Distrital de Desarrollo Económico Andrea Campuzano Becerra Universidad Nacional de Colombia Dirección de Investigación y Extensión – Sede Bogotá Bethsy Támara Cárdenas Riaño Jefe de la División de Investigación Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria Centro Tibaitatá Carlos Alberto Herrera Heredia Coordinación de Innovación Regional Directora de proyecto Ingritts Marcela García Niño Supervisor Diego Mauricio Salas Ramírez 9 El Corredor Tecnológico Agroindustrial (CTA) es una estrategia de cooperación entre Estado, sector productivo y academia, en la cual participan actores direc- tivos del sector agropecuario y agroindustrial de Cundinamarca y Bogotá, D. C., con el fin de aunar esfuerzos en actividades de desarrollo y fortalecimiento de la ciencia, la tecnología y la innovación. Sus capacidades están orientadas a la formulación y ejecución de proyectos de carácter investigativo, que permitan la transferencia tecnológica al sector agropecuario y agroindustrial. El presente documento es resultado del Subproyecto “Validar estrategias tec- nológicas disponibles en los sistemas productivos de plátano y yuca, median- te la implementación de 9 parcelas de investigación participativa agropecuaria (pipas) en municipios productores del departamento de Cundinamarca”, desa- rrollado en el marco del Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2, Proyecto “Investigación, desarrollo y transferencia tecnológica en el sector agropecua- rio y agroindustrial con el fin de mejorar todo el departamento, Cundinamar- ca, Centro Oriente”, suscrito por la Gobernación de Cundinamarca, a través de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación; la Alcaldía de Bogotá, a tra- vés de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico; la Universidad Nacio- nal de Colombia, y la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (AGROSAVIA, antes Corpoica). El Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2 es financiado con recursos del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías. 11 Contenido Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 Diagnóstico del sistema productivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 Generalidades del cultivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 Producción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 Orígenes e importancia del cultivo de la yuca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 La planta de yuca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 Fases fenológicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 Parte aérea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 Parte subterránea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 Materiales de siembra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 Producción de semilla con calidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 Siembra de materiales in vitro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 Rincón de la Fortuna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 Selección de semilla para la siembra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38 12 Manejo agronómico del cultivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 Conservación de suelos y establecimiento del cultivo de yuca . . . . . . 41 La labranza cero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 Trazado en curvas a nivel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 Distancia de siembra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . 45 Ahoyado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 Siembra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 Manejo eficiente de la fertilización integrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48 Historial del lote . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48 Meta de rendimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 Análisis químico del suelo y su interpretación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 Aplicación de correctivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53 Diagnóstico de la fertilidad del suelo y del estado nutricional de la planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 Fertilidad de los suelos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 Requerimientos nutricionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56 Épocas de fertilización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57 Formas de aplicación del fertilizante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58 Fertilización orgánica y biológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58 Manejo integrado de enfermedades e insectos plaga . . . . . . . . . . . . . . 61 Manejo de arvenses (malezas) y coberturas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68 Principales arvenses que afectan el cultivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69 Manejo de arvenses en el cultivo de yuca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72 Cosecha y poscosecha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75 Labores de cosecha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75 Labores de poscosecha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77 Caracterización fisicoquímica y nutricional de la yuca . . . . . . . . . . . . . 84 13 Costos de producción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 Consideraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 Referencias bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91 15 Agradecimientos y colaboradores Los autores expresan especial agradecimiento a: Alvaro Eduardo Santos Ruiz, Jorge Iván Corzo Estepa, Sebastián David García Guzmán, Lina María Castillo Tibavisco, John Eddier Del Río Martínez, Cristian Camilo Ortíz Díaz y Jorge Luis Puenguenan Padilla. Los autores también agradecen a los productores y asociaciones de productores de yuca de los municipios de Paime y Yacopí; sin su valiosa ayuda no se hubiera podido llevar a cabo el subproyecto. Al personal técnico y administrativo de AGROSAVIA, Centro de Investigación Tibaitatá, Km 14 Vía Mosquera-Bogotá, Cundinamarca, Colombia, que apoyó el desarrollo del subproyecto. 17 Introducción La yuca (Manihot esculenta Crantz) es una planta perenne cultivada a lo largo del trópico, apreciada por sus raíces con grandes contenidos de almidón y usa- da para la alimentación humana y animal, y producción de etanol, entre otros (Howeler, 2012). Durante los últimos 25 años, la producción total de yuca ha aumentado sus- tancialmente debido a un incremento en el área sembrada y en el rendimiento promedio. Este aumento se debe en parte a los esfuerzos realizados por institu- ciones como el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y el Interna- tional Institute of Tropical Agriculture (IITA). Estas instituciones han desarro- llado agendas internacionales de investigación enfocadas en este cultivo, y han logrado liberar variedades de mejor productividad, tolerantes al estrés biótico y abiótico. La planta de yuca le ofrece ciertas ventajas a los productores que otras especies no pueden brindar, ya que desde antaño ha sido seleccionada en ambientes con limitantes hídricas y con baja oferta de nutrientes en el suelo, características típicas de la mayoría de los suelos en el trópico. Es así como la yuca cuenta con varios mecanismos que le permiten mantener el rendimiento en condiciones de estrés ambiental (Howeler, 2012). Las características anteriormente mencionadas permiten vislumbrar el poten- cial productivo de este cultivo frente a condiciones adversas. Esto, sumado a las problemáticas relacionadas con el cambio climático, la erosión del suelo y la INTRODUCCIÓN 18 baja asistencia técnica en las parcelas de los pequeños productores muestra la necesidad de promover el desarrollo de estrategias para la generación, transfe- rencia y adopción de tecnologías en este sistema agrícola, ya que su producción hace parte fundamental de la seguridad alimentaria de las unidades agrícolas fa- miliares, así como de los mercados locales en diferentes regiones del país. Por tal razón, dentro del marco del proyecto del Corredor Tecnológico Agroin- dustrial CTA-2 y el subproyecto “Validación de estrategias tecnológicas dispo- nibles para los cultivos de plátano y yuca, mediante la implementación de la metodología PIPA en el departamento de Cundinamarca” (que en adelante se denominará Subproyecto Plátano y Yuca), se realizó la instalación de Parcelas de Investigación Participativas Agropecuarias (PIPA), con el fin de validar opcio- nes tecnológicas que permitieran mejorar las condiciones productivas de los cultivos, bajo un entorno de aprendizaje mutuo y actividades de transferencia de tecnología. Esto permitió la redacción del presente documento, recomenda- do para las condiciones productivas del departamento de Cundinamarca; sin embargo, las recomendaciones de manejo incluidas pueden llegar a ser valida- das y adaptadas a otras zonas agroecológicas donde se cultiva yuca. 19 Diagnóstico del sistema productivo La yuca es un producto importante para la seguridad alimentaria. Por tanto, se hace necesario mejorar su sistema de producción, hacer uso eficiente de los recursos (suelo, agua, agroquímicos, etc.), maximizar los rendimientos y redu- cir los costos de producción. Con el fin de contribuir a la mejora del sistema productivo de la yuca en Cundinamarca, el Subproyecto Plátano y Yuca com- probó diferentes tecnologías en tres PIPA localizadas en las veredas El Plomo y Santa Teresa en el municipio de Paime (dos parcelas) y la vereda El Nopal en el municipio de Yacopí (una parcela), pertenecientes a la provincia de Rionegro, Cundinamarca. Para incrementar el impacto del Subproyecto Plátano y Yuca en el sistema pro- ductivo de yuca en la provincia de Rionegro se adelantó un diagnóstico partici- pativo, el cual se basó en una caracterización de 80 productores de yuca para identificar las limitantes técnicas del sistema productivo en los municipios de Paime y Yacopí. Con los resultados generales del diagnóstico participativo se pudo constatar que el sistema productivo de yuca presenta limitantes respecto a: 1) canales de comercialización y mercados; 2) baja asistencia técnica, ya que la mayoría de decisiones técnicas se toman con base en el conocimiento tradicional o en la recomendación de otro productor; 3) desconocimiento del manejo de plagas y enfermedades; 4) desconocimiento y nula aplicación de prácticas de manejo y conservación de suelos y fertilización, lo cual es una limitante para que las plantas puedan expresar su potencial genético de producción; 5) limitada mano DIAGNÓSTICO DEL SISTEMA PRODUCTIVO 20 de obra para realizar oportunamente prácticas culturales; 6) propagación de semillas de la propia finca o de la zona sin realizar su selección y tratamiento adecuado, y 7) falta de asociatividad, lo cual disminuye la posibilidad de que los productores puedan acceder a mercados o participar en proyectos estatales. No obstante, el análisis permitió identificar oportunidadesy fortalezas respecto a: 1) disposición para trabajar en proyectos participativos, 2) acceso a créditos por parte de los productores, 3) propiedad de los predios, y 4) diversificación de sus cultivos. Por otro lado, uno de los principales problemas que ha limitado el crecimiento de la cadena productiva de yuca es el deterioro fisiológico poscosecha (DFP), reflejado en un corto período de vida útil por deterioro poscosecha en menos de 48 horas de extraídas las yucas del suelo (Cenóz, López y Burgos, 2001). Esto genera pérdidas económicas que van desde leves hasta moderadas, asociadas a la vez a factores como la variedad del material vegetal, los daños mecánicos que sufren durante la cosecha y las condiciones ambientales como temperatura y humedad relativa. Una vez desarrollado el diagnóstico, con el fin de validar opciones tecnológicas que permitieran mejorar las condiciones productivas del cultivo, en el marco del Subproyecto Plátano y Yuca se visitaron varias fincas de posibles candida- tos que habían sido postulados por los demás agricultores para la instalación de las tres PIPA. Luego de esto se escogieron aquellas parcelas con condicio- nes agroclimáticas adecuadas para el desarrollo del cultivo, equidistantes con respecto a los demás predios de productores vinculados al subproyecto, y pre- feriblemente con vías de acceso adecuadas para la movilización del personal y materiales. Para ello, el productor seleccionado debió manifestar completa dis- ponibilidad para implementar las tecnologías, ser receptivo y estar dispuesto a realizar las labores asignadas en el desarrollo de la PIPA e igualmente, permitir la realización de eventos de transferencia de tecnología en la finca. 21 Generalidades del cultivo Producción A nivel global durante 2011 se produjeron 252 millones de toneladas de yu- ca, en 19,6 millones de hectáreas. África Subsahariana fue el mayor productor aportando un 56 % de la producción global, seguido por Asia con un 30 % y fi- nalmente América Latina y el Caribe con un 14 %. Sin embargo, cabe resaltar que África Subsahariana a pesar de ser el mayor productor es el que presenta el menor rendimiento promedio, con 10,8 toneladas por hectárea seguido por América Latina y el Caribe (12,8 t/ha) y finalmente Asia con el mayor rendimien- to promedio (19,6 t/ha) (Howeler, Thomas y Lutaladio, 2013). En Colombia, para el año 2016 los departamentos de mayor producción fueron: Meta, Bolívar, Córdoba, Cauca, Sucre, La Guajira, Atlántico, Arauca y Magda- lena que agruparon el 80 % de la producción nacional. Para el mismo año en Cundinamarca se destacan los municipios de Paime, Viotá, San Cayetano, El Pe- ñón, Caparrapí y Yacopí con producciones superiores a 2500 t (Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE, 2015). Orígenes e importancia del cultivo de la yuca La yuca tiene como centro de origen la región de Mesoamérica, donde fue do- mesticada por poblaciones aborígenes hace alrededor de 6000 años (Allem, 2002). GENERALIDADES DEL CULTIVO 22 Para el año 2017 fue el quinto producto básicomás importante después delmaíz, el trigo, el arroz y la papa (Organización de las Naciones Unidas para la Agricul- tura y la Alimentación [FAO], 2019). Es, a la vez, un componente básico en la dieta de más de mil millones de personas (Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola [FIDA] y FAO, 2000), y junto con los mencionados productos y la caña de azúcar, constituyen las fuentes de calorías más importantes en las regiones tropicales del mundo (Ospina y Ceballos, 2002). La planta de yuca La yuca es una planta arbustiva que pertenece a la familia Euphorbiaceae, la cual es cultivada por sus raíces ricas en almidón. Generalmente es producida por pequeños agricultores como un cultivo de subsistencia ya que es tolerante a los suelos pobres y las condiciones climáticas adversas (FAO, 2013). Las características morfológicas de la yuca son altamente variables, lo cual indi- ca un alto grado de hibridación interespecífica. Existen muchos cultivares que exhiben distintas características que pueden ser usadas para la investigación. Es por esto que dar una descripción precisa de la morfología de la planta de yuca es difícil, ya que además de existir un gran número de variedades también se pueden presentar variaciones en algunos caracteres debido a la interacción del genotipo con el ambiente. Raíces: el sistema radical de la yuca está conformado por raíces fibrosas y tube- rosas morfológicamente similares. Sin embargo, las tuberosas en cierta etapa de desarrollo comienzan a acumular almidón en el parénquima creciendo ra- dialmente; por su parte, el crecimiento longitudinal no es tan extenso como en las fibrosas. La acumulación de almidón las convierte en un vertedero fuerte en las etapas finales del ciclo de cultivo. Cuando la planta de yuca proviene de semillas (reproducción sexual), ésta genera una raíz pivotante y es la primera en convertirse en una raíz tuberosa (Domínguez, 1983). Por su parte, en la repro- ducción asexual con la siembra de trozos de tallos llamados cangres o estacas, se forma un sistema radical fibroso proveniente de un callo en la parte inferior de la estaca, sin presentarse una raíz principal. La orientación de las raíces tu- berosas está determinada en cierto grado por el ángulo de siembra de la estaca. LA PLANTA DE YUCA 23 Cuando el cangre es sembrado verticalmente, se producen raíces alrededor de la callosidad que se forma en el extremo inferior del cangre y algunas raíces de las yemas axilares tienden a llenarse (Figura 1a), mientras que cuando la posi- ción de siembra es horizontal o inclinada, se desarrollan raíces a ambos lados del cangre lo cual tiene como consecuencia la formación de raíces tuberosas a ambos lados (Figura 1b). Figura 1 Distribución de las raíces según la posición de siembra: a) Vertical. b) Inclinada. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018), modificado de Domínguez (1983). El ángulo de siembra no influye en el rendimiento del cultivo, pero sí es rele- vante cuando no se tiene suficiente humedad en el suelo, dado que cuando se coloca el cangre en forma vertical las raíces tienden a profundizar más en el perfil del suelo y aprovechar más el agua que se localiza a mayor profundidad. Sin embargo, esta condición implica consumo de mayor energía durante la co- secha para extraer el sistema radical. Según Domínguez (1983), los tejidos que componen una raíz tuberosa están divididos en tres categorías: • Cáscara: agrupa dos tipos de tejido, el peridermo y la corteza, que tienen como función proteger la pulpa y evitar la deshidratación (Figura 2). • Pulpa: tejido de la raíz que más se consume; está compuesto principalmen- te por tejido secundario del xilema derivado del cambium, cuyas células contienen gránulos de almidón (Figura 2). GENERALIDADES DEL CULTIVO 24 • Fibras centrales: corresponden a un tejido de células endurecidas del xile- ma, las cuales tienen una dureza, longitud y espesor variable, y dependen principalmente de la variedad (Figura 2). Figura 2 Tejidos que componen una raíz tuberosa de yuca. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018), modificado de Domínguez (1983). Tallo: el tallo de la planta de yuca está formado por nudos y entrenudos. Los nudos son los puntos donde se une el peciolo de la hoja con el tallo. Además se encuentra una yema axilar protegida por una protuberancia que puede dar paso a una nueva rama, mientras que los entrenudos son las porciones del tallo que se encuentran delimitadas por dos nudos sucesivos (Figura 3). La longitud de los entrenudos puede depender, entre otros factores, de la varie- dad, la edad de la planta, el agua disponible para esta, los ataques de insectos o las condiciones de estrés en general. En la reproducción asexual de una estaca se pueden desarrollar varios tallos, lo que lleva a ciertos productores a realizar un raleo de estos (Edison, 2007). La planta de yuca tiene generalmente un sistema de ramificación simpodial e ini- cialmente los brotes quesalen de la estaca llevan un crecimiento vertical lineal. Sin embargo, en un punto dado dichos ápices entran en un estado de latencia o se transforman en reproductivos, mientras que las yemas axilares cercanas FASES FENOLÓGICAS 25 al ápice retoman el desarrollo y así sucesivamente. No obstante, existen varie- dades con una fuerte dominancia apical y en consecuencia su arquitectura no tiene ramificaciones, asemejándose a un sistema de ramificación monopódica. Figura 3 Morfología del tallo de yuca. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Hojas: las hojas de la yuca son simples, formadas por lámina foliar y peciolo. Son palmeadas y profundamente lobuladas, generalmente impares. Los lóbulos del medio son de mayor tamaño que los laterales y pueden tener una longitud de 4 a 20 cm (Ceballos y de la Cruz, 2002) (Figura 4). El tamaño de las hojas varía a través del dosel de la planta, aumenta hasta la aparición de la primera ramificación reproductiva, que se da alrededor de los cuatro meses y, a partir de la ramificación, aumenta la producción de hojas que disminuyen su tamaño. Figura 4 Hojas de yuca tomadas en el primer (a), segundo (b) y tercer (c) tercio del dosel. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Fases fenológicas Las fases fenológicas de las plantas de yuca para aquellas variedades que son cosechadas entre los 12 y los 14 meses se pueden referenciar en dos aspectos, según el desarrollo de la parte aérea y la parte subterránea. Van desde la fase GENERALIDADES DEL CULTIVO 26 de establecimiento a la de maduración y desde la fase de enraizamiento a la de acumulación, respectivamente (Cadavid y López, 2015) (Figura 5). Parte aérea Fase de establecimiento: está influenciada por la preparación que se realice al terreno, su contenido de humedad, y el material de siembra. Va desde la siembra hasta los dos primeros meses después de esta. Fase de máxima actividad fisiológica: fase que va desde el segundo hasta el quinto mes después de la siembra. En esta fase se presenta mayor concentra- ción de nutrientes en las hojas superiores. En este sentido, la parte aérea inicia un proceso de elaboración de fotoasimilados o compuestos orgánicos que luego son distribuidos a través del floema a los órganos de almacenamiento. Debido a que es una época crítica para garantizar el llenado, se requiere hacer un ade- cuado manejo sanitario de plagas y enfermedades. Fase de maduración: va desde el séptimo u octavo mes hasta la cosecha. En esta fase se logra acumulación de materia seca superior al 50 % según el tipo de material sembrado. Parte subterránea Fase de enraizamiento: después de la siembra y durante el primer mes, la plan- ta depende exclusivamente de las reservas presentes en las semillas (estaca o cangre); se presenta desarrollo de raíces sin función de absorción. Fase de tuberización: inicia entre los 30 y los 45 días después de la siembra y va hasta los tres o cuatro meses. Durante este periodo la planta define la cantidad de raíces y cuántas de estas entran a la fase de engrosamiento. Fase de engrosamiento: fase que incluye acumulación de materia seca y de almidón, la cual inicia entre el tercer o cuarto mes y se prolonga hasta el quinto o sexto mes después de la siembra. Fase de acumulación: inicia entre el quinto y el sexto mes y se prolonga hasta la cosecha, donde se presenta la mayor ganancia de peso. Es un periodo crítico PARTE SUBTERRÁNEA 27 donde no deben presentarse afectaciones en la parte aérea y subterránea, ta- les como ataques severos de plagas y/o enfermedades, ya que esto afectaría el contenido de materia seca y el rendimiento con base en peso seco. Figura 5 Ciclo fenológico del cultivo de yuca en plantas cosechadas entre los 12 y los 14 meses. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018), modificado de Cadavid y López (2015). 29 Materiales de siembra En la actualidad, gracias a los procesos de mejoramiento genético existe una gran diversidad de variedades de yuca que han llevado a un favorecimiento de características como la fotosíntesis, el transporte de azúcares y el metabolismo del almidón, así como una disminución de la formación de compuestos ciano- génicos y la tolerancia a condiciones de estrés. Esto a su vez ha permitido que exista una amplia gama de cultivares con características contrastantes (Howeler, 2012; Wang et ál., 2014). El Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) es líder en la producción de variedades de yuca con diferentes funcionalidades y adaptadas a gran variedad de ambientes. Esta institución trabaja en el mejora- miento de la yuca desde 1969, en busca de aumentar el rendimiento por unidad de área, asegurar la estabilidad del rendimiento a lo largo del tiempo y mante- ner o mejorar la calidad del producto (Ospina y Ceballos, 2002). Cabe resaltar que, para asegurar la estabilidad de los rendimientos, el material debe tolerar o ser resistente a los principales factores bióticos y abióticos que limitan la pro- ducción (Alzate, 2009). En este contexto, algunas de las variedades adaptadas a Colombia son las reportadas por Ospina y Ceballos (2002) (Tabla 1). En el marco del Subproyecto Plátano y Yuca se realizó la evaluación de los mate- riales de yuca Peruana (MPER 183), Armenia (HMC1) y Verdecita (MCOL-1505) bajo las condiciones edafoclimáticas de los municipios de Paime y Yacopí (Cun- dinamarca), que están ubicados en la provincia de Rionegro, en altitudes entre los 960 y los 1400 msnm. Dichos materiales son ampliamente cultivados en los departamentos de Valle del Cauca, Cauca (norte), Quindío, Risaralda, Antioquia, MATERIALES DE SIEMBRA 30 Tabla 1 Procedencia de algunas variedades de yuca y su año de liberación en Colombia Lugar de procedencia Material Costa Norte ICA Negrita (1993) Corpoica Colombiana (2000) Corpoica Sucreña (2000) Corpoica Caribeña (2000) Corpoica Rojita (2000) Valles interandinos ICA P-11, CM 40 (1984, Manquiteña) ICA P-12, CMC 76 (1984, Verdecita) ICA P-13 (1986, ICA Armenia) Llanos Orientales CMC 9 (Llanera) ICA Catamare (1990, Raya 7) ICA Cabucán (1990) Reina (2000) Juan V Brasil MCOL 2264 (Ornamental) Fuente: Ospina y Ceballos (2002). Santander, Norte de Santander y Tolima. A su vez son recomendados para la zona cafetera en el trópico medio, en altitudes entre los 800 y los 1200 msnm, temperaturas entre los 24 y los 28 °C y precipitaciones de 1000 a 2000 mm/año. Las variedades evaluadas son para el consumo en fresco y la diferencia princi- pal es el momento de ramificación, es decir, cuando el tallo principal presenta la primera bifurcación. En las variedades Verdecita y Peruana la ramificación es más temprana que en la variedad Armenia. Por otro lado, el color del pecio- lo de la variedad Verdecita es verde, a diferencia de las variedades Peruana y Armenia, que presentan una coloración rojiza (Figura 6). De acuerdo con las evaluaciones realizadas, el material Peruana presentó unas características de desarrollo y producción superiores a las del material utilizado tradicionalmen- te por los productores (Armenia). Su rendimiento fue de 2,4 toneladas más por hectárea que el rendimiento de la variedad Armenia, lo cual perfila a dicho ma- terial (Peruana) como una opción viable en las zonas productoras de yuca en el departamento de Cundinamarca. PRODUCCIÓN DE SEMILLA CON CALIDAD 31 Figura 6 Variedades Peruana (a), Armenia (b) y Verdecita (c). Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Producción de semilla con calidad El métodomás utilizado para la propagación del cultivo de yuca es el vegetativo, que consiste en la siembra de estacas de tallo de aproximadamente 20 cm de longitud con tres o cuatro yemas. Debido a que las raíces son más valoradas por parte de los productores, estos descuidan los tallos destinados para la siembra, lo que provoca su deterioro y pérdida de la calidad y/o viabilidad de las semi- llas. De acuerdo con esto, se requiere desarrollar estrategias que permitan la obtención de material de siembra deexcelentes condiciones para asegurar una producción rentable y conservar la sanidad de la semilla. En este contexto, la producción de semillas se puede realizar en campo mediante la propagación en áreas destinadas para tal fin (con la estrategia denominada Rincón de la Fortu- na que se detallará más adelante en este capítulo) o en laboratorio, mediante el cultivo de tejidos in vitro. Propagación in vitro La propagación in vitro es una técnica para la obtención de plantas nuevas a partir de una o más células, lo que permite a su vez producir a partir de una planta una gran cantidad de copias de esta (Figura 7 y Figura 8). Para adelan- tar esta propagación se requieren condiciones controladas, que van desde la selección en campo de una planta madre con excelentes características agronó- micas y productivas, hasta el endurecimiento en invernadero de las plántulas obtenidas. MATERIALES DE SIEMBRA 32 Figura 7 Proceso de propagación in vitro de plantas de yuca. a) Selección y extracción de puntos de crecimiento de meristemos a propagar. b) Siembra de puntos de crecimiento en agar nutritivo. c) Meristemo bajo condiciones de crecimiento in vitro. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Selección de variedades: en este aspecto se debe tener en cuenta la adaptación de las plantas a las condiciones edafoclimáticas donde van a ser sembradas, su tolerancia a plagas y enfermedades, su vigor y su rendimiento productivo (Benavides, Espitia, Bracho y Benítez, 2017). Figura 8 Inducción de raíces en explantes de yuca. a) Explante recién sembrado. b) y c) Desarrollo de órganos. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). PRODUCCIÓN DE SEMILLA CON CALIDAD 33 Micropropagación en laboratorio: mediante técnicas especializadas de labo- ratorio se obtiene el material inicial, siguiendo las etapas que se describen a continuación. • Selección y desinfección del material: selección y desinfección de tejidos provenientes de plantas en perfecto estado sanitario (Figura 7a). • Establecimiento del explante: retiro de los puntos meristemáticos e intro- ducción de estos en medios de cultivo con la composición nutricional y hormonal necesaria para su crecimiento (Figura 7b). • Propagación: selección de brotes con buenas características de desarrollo e incorporación de estos a un medio para inducir la formación de nuevos brotes, los cuales se subdividen y se siembran nuevamente en el medio de cultivo (Figura 7c). • Enraizamiento: una vez realizada la propagación, se seleccionan los explan- tes para inducir la formación de raíces. Este proceso se lleva a cabo colocan- do el explante en un medio con una composición de nutrientes y hormonas que permite la inducción de raíces (Figura 8). Endurecimiento de plántulas: las plantas en laboratorio están bajo cuidados especiales y no pueden ser llevadas directamente a campo. Por lo anterior, se requiere que pasen por una fase transicional de endurecimiento en invernade- ro, para inducir la adaptación de las plántulas a condiciones de campo (Figura 9). En esta etapa de la propagación in vitro se deben tener en cuenta factores tales como: a) sustrato que garantice infiltración y desarrollo de raíces; b) disponi- bilidad de agua mediante riego constante para evitar la deshidratación de las plántulas, y c) uso de polisombra que reduzca la radiación y temperatura para mantener la turgencia de las plántulas. Cabe resaltar que las plántulas produci- das (plantas élite) deben ser llevadas al invernadero envueltas en papel húmedo para su posterior trasplante en el sustrato (Figura 9). Esta fase tiene una dura- ción aproximada de seis semanas, tiempo en el cual las plántulas contarán con las condiciones fisiológicas necesarias para tolerar las condiciones de un vivero convencional. MATERIALES DE SIEMBRA 34 Figura 9 Plantas propagadas in vitro (a) y etapa de endurecimiento de estas (b). Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Instalación de camas de desarrollo Una vez las plántulas han alcanzado su etapa de endurecimiento pueden ser ubicadas en camas de desarrollo, antes de la siembra en campo. Estos espacios deben contar con condiciones adecuadas para el sostenimiento de los materia- les de yuca. Las camas de desarrollo pueden ser construidas con materiales de fácil adquisición y/o obtenidos en la finca, siguiendo las siguientes recomenda- ciones (Figura 10b): • Contar con una cubierta de polisombra para regular la radiación sobre las plántulas. • Asegurar un cerramiento lateral con polisombra omallas, con el fin de evitar el ingreso de animales. SIEMBRA DE MATERIALES IN VITRO 35 • Construir camas de germinación o contenedoras adaptadas para la siembra, que cuenten con el sustrato adecuado para las plantas. Es importante que el sustrato promueva el crecimiento de las raíces de las plantas y que los materiales para la elaboración del sustrato sean de fácil consecución en el municipio. • Asegurar la cercanía de una fuente de agua de buena calidad para el sumi- nistro hídrico a las plántulas, manteniendo el sustrato con una humedad cercana a la capacidad de campo. Figura 10 a) Planta propagada in vitro. b) Adecuación de camas de desarrollo en el municipio de Yacopí, Cundinamarca. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Siembra de materiales in vitro En la siembra de plantas propagadas in vitro se debe tener especial cuidado en no dañar las raíces, así como asegurar la extensión total de la raíz principal de cada planta en el sustrato, con lo cual se evitan deformaciones como la llamada “cola de marrano”. Las plantas propagadas tienen un costo relativamente eleva- do, por lo cual su uso no está destinado a la producción de raíces comerciales sino a la producción de semillas tipo cangre, también denominadas “categoría MATERIALES DE SIEMBRA 36 básica”. Para tal fin, las plantas propagadas in vitro deben ser trasplantadas a campo y, una vez allí, se les debe dar un manejo diferenciado en espacios des- tinados a la producción de semilla, siguiendo los parámetros del Rincón de la Fortuna planteados por el CIAT en colaboración con la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria [Corpoica] (Ceballos y Hershey, 2017) y que se explican a continuación. Rincón de la Fortuna Con el fin de que el agricultor sea autosuficiente en la producción de semilla de buena calidad, se ha planteado una estrategia denominada el “Decálogo del Rin- cón de la Fortuna” (Ceballos y Hershey, 2017), que permite producir el material de siembra. Dicha estrategia consiste en seguir los siguientes pasos: 1. Identificar el 10 % del área dedicada al cultivo de la yuca para la ubicación del Rincón de la Fortuna, área que debe ser considerada como la mejor parte del lote. 2. En el Rincón de la Fortuna se van a obtener cangres de excelente calidad que serán la semilla para el ciclo de cultivo siguiente. 3. Usar tallos de buena calidad en la siembra, pues son la base fundamental para asegurar el éxito del cultivo. 4. En el Rincón de la Fortuna se debe dedicar especial cuidado y atención a la eliminación de arvenses y a la oportuna fertilización con abonos orgánicos y químicos (Figura 11). 5. Vigilar con atención el Rincón de la Fortuna, recorrerlo periódicamente y retirar toda planta diferente o que presente señales de enfermedad o de haber sido atacada por insectos. 6. Cuando llegue el momento de la cosecha, realizar esta práctica en el resto del lote menos en el Rincón de la Fortuna. La cosecha del Rincón de la Fortuna se realiza únicamente cuando falten pocos días para el inicio de las lluvias y para la siembra del siguiente cultivo de yuca. RINCÓN DE LA FORTUNA 37 7. Durante la cosecha del Rincón de la Fortuna, levantar las plantas y solo cosechar tallos de plantas con buena producción de raíces y que no tengan síntomas de cuero de sapo o pudrición. 8. Almacenar los tallos cosechados bajo la sombra de un árbol frondoso y cortar los cangres solo al momento de la siembra. 9. Antes de la siembra, hacer tratamiento químico(mezcla de Propineb y Clor- pifiros en sus dosis comerciales) de los tallos o cangres para curarlos. Se debe evitar llevar tallos enfermos o con plagas al lote, pues pueden afectar a todo el sistema productivo. 10. Repetir los nueve pasos mencionados y prepararse para tener una planta- ción nueva excelente. Figura 11 Aplicación de fertilizante químico edáfico en una planta (a) y control de arvenses mediante el plateo (b) en el Rincón de la Fortuna. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). MATERIALES DE SIEMBRA 38 Selección de semilla para la siembra Los tallos que son usados para la obtención de semilla deben estar en buen estado de maduración (de 10 a 15 meses de edad). Se pueden tomar tallos secundarios cuando la ramificación está por debajo de los 1,5 m y solo tallos primarios cuando la ramificación se da a una mayor altura (Iglesias, 1994). La selección positiva de la semilla de yuca consiste en extraer la planta completa, verificando el estado sanitario foliar y de raíces, prestando atención a posibles ataques de insectos, como barrenadores de tallos o raíces (Figura 12). Además, se debe observar la producción de raíces para tomar cangres de las plantas de mayor rendimiento (López, 2002). Durante la selección y corte de la semilla se deben descartar tallos muy lignificados y desinfestar la herramienta de trabajo. En la Figura 13 se pueden observar los cangres cortados y seleccionados para la siembra. Figura 12 Selección positiva de una planta completa. Fuente: Equipo CTA 2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). SELECCIÓN DE SEMILLA PARA LA SIEMBRA 39 Figura 13 Cangres cortados y seleccionados para la siembra. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). 41 Manejo agronómico del cultivo Es importante considerar que en el diagnóstico realizado al sistema productivo de yuca en el departamento de Cundinamarca se encontró que este cultivo se encuentra generalmente asociado a café, cacao, cítricos y plátano. Por lo tanto, el manejo agronómico que hace el agricultor es el mismo para todos sus culti- vos. Considerando lo anterior, a continuación se describe el manejo agronómico específico para el cultivo de yuca. Conservación de suelos y establecimiento del cultivo de yuca La siembra de yuca en suelos de ladera, como los de la región de la provincia de Rionegro en Cundinamarca, debe ser manejada teniendo en cuenta las siguien- tes recomendaciones con el fin de reducir las pérdidas de suelo por erosión (Cadavid y López, 2015): • Mejora en las condiciones del material de siembra mediante la selección y el tratamiento de las estacas. • Reducción del área sembrada empleando mejores técnicas de cultivo y dis- minuyendo la siembra en pendientes fuertes. • Reducción en la preparación del terreno implementando labranza mínima. MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO 42 • Preparación del suelo y siembra con curvas a nivel. • Aplicación de un plan eficiente de fertilización integrada. • Siembra de franjas de barreras vivas. • Cubrimiento del suelo con mulch (cubierta protectora). • Siembra e incorporación de abonos verdes. Los siguientes apartados se enfocan en el manejo y conservación de suelos mediante la labranza cero y la siembra con curvas a nivel. La labranza cero La labranza cero o siembra directa es una de las estrategias implementadas para la conservación de suelos, donde la semilla es directamente colocada en suelo sin el uso previo de implementos de labranza agrícola como rastrillos, discos, rotovator, cincel, etc. El uso de este método permite la acumulación de materia orgánica en el suelo y el secuestro de carbono, que favorece una mayor agre- gación, infiltración y aireación del suelo, reduciendo las pérdidas por erosión. La siembra de yuca bajo el sistema convencional (con el uso de rotovator) en comparación con la siembra directa no presenta diferencias en el rendimiento del cultivo (Rivas et ál., 2009), por lo que la siembra directa no solo funciona como una práctica de conservación, sino que puede reducir los costos de pro- ducción. Sin embargo, en suelos que presenten problemas de compactación por efecto del pisoteo de ganado, se puede considerar el uso del cincel como una estrategia de labranza mínima. Trazado en curvas a nivel Los surcos para el cultivo de yuca en zonas de ladera se deben hacer imple- mentando curvas a nivel (como práctica de trazado) y bajo técnicas de labranza mínima. El trazado de los surcos debe ir en contra de la pendiente del terreno, lo TRAZADO EN CURVAS A NIVEL 43 cual facilita a su vez las labores de mantenimiento del cultivo, un mayor porcen- taje de raíces creciendo en contra de la pendiente, facilidad en los procesos de cosecha y la disminución de remoción de suelo. Los arreglos más utilizados en la siembra de yuca son en cuadro y rectangular (Figura 14) y su implementación depende de la distancia de siembra que se vaya a manejar. Figura 14 Sistema de trazado en cuadro (a) y rectangular (b) para plantas de yuca. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Para el trazo de las curvas a nivel se usan herramientas de fácil fabricación y manejo como el caballete y el agronivel o nivel tipo A. • Caballete: consiste en tres listones de madera: uno en la parte superior y dos que lo sostienen (patas). La longitud del listón superior va a estar de- terminada por la distancia entre las plantas, mientras que las dimensiones recomendadas para las patas son de 70 cm de largo y 6 cm de ancho (Figu- ra 15a). Sin embargo, la longitud de las patas se puede ajustar a la estatura de la persona para facilitar el manejo de la herramienta. Finalmente, en la parte superior se sujeta un nivel tipo burbuja el cual permitirá identificar la variabilidad en el nivel del terreno y ajustar las curvas. • Agronivel o nivel tipo A: consta de dos palos de 2 m y uno de 1,25 m de largo, tres tornillos, una cuerda o pita de 2,5 m de longitud y una plomada o elemento pesado (puede ser una piedra o una botella con arena). Se juntan los dos palos más largos y se atornillan en uno de los extremos, buscando que la cabeza del tornillo quede salida para amarrar la cuerda con la ploma- da. El travesaño de 1,25 m se debe fijar de tal forma que la apertura final MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO 44 del instrumento coincida con la distancia entre plantas que se desea mane- jar. Al extremo de la cuerda se amarra la piedra o el elemento pesado que sirve como plomada. Se puede utilizar también un nivel de burbuja fijado al travesaño (Figura 15b). • Trazado del terreno: En la parte superior del lote se coloca una estaca en el punto donde se va a iniciar el trazado. Se ubica una de las patas del nivel al pie de la estaca y la otra se gira en forma de compás (hacia arriba o abajo) hasta que la plomada —o la gota del nivel—, quede en la mitad. En ese punto se coloca otra estaca y se repite este procedimiento hasta llegar al final de la primera curva. Es común que la línea de estacas presente ángulos que dificulten la siembra, para lo cual se pueden reacomodar un poco las estacas para que quede una línea suave sin curvas muy pronunciadas (Figura 16 y Figura 17). Figura 15 Caballete (a) y agronivel o nivel tipo A (b) para la elaboración de curvas a nivel. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Figura 16 Corrección de la curva obtenida. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). DISTANCIA DE SIEMBRA 45 Figura 17 Sistema de trazado con curvas a nivel para plantas de yuca. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Distancia de siembra La distancia entre cada sitio de siembra está definida por el tipo de material vegetal y las condiciones ambientales. Definir una distancia de siembra adecua- da es de gran relevancia para hacer uso eficiente de los recursos, entre ellos el suelo. Una baja densidad requiere más área para la siembra de una determina- da población, mientras que una densidad alta necesita menos área, pero puede traer dificultades en el manejo del cultivo y problemas fitosanitarios.En este sentido, luego de evaluar dos distancias de siembra en el municipio de Yacopí, MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO 46 se encontró que una distancia de siembra de 1,5 m por 1,5 m puede lograr ma- yor rendimiento por planta en comparación con la distancia de 1 m por 1 m. Ahoyado Luego de definir la distancia de siembra que se va a implementar y tener mar- cados los puntos donde se establecerán las plantas, se procede a realizar la apertura y preparación de los sitios donde se sembrarán las estacas de yuca o cangres. Los hoyos requieren una profundidad de 10 a 15 cm. Según los resul- tados del análisis químico de suelos, el ingeniero agrónomo debe definir si se requiere realizar la práctica de encalado. Si es necesario encalar, se debe hacer al menos 30 días antes de la siembra. Siembra Se recomienda hacer la cosecha de los cangres lo más cerca posible de la siem- bra del nuevo cultivo para evitar el deterioro en la calidad de la semilla y, en caso de ser necesario un almacenamiento, los tallos deben quedar a la sombra, en posición vertical y en contacto con el suelo para evitar su deshidratación (Figura 18a). Para evitar problemas fitosanitarios, previamente a la siembra de las estacas estas se deben desinfectar sumergiéndolas en un recipiente con una solución de insecticida y fungicida (mezcla de Propineb y Clorpifiros en sus do- sis comerciales) (García y Rodríguez, 1994; Lozano, Toro, Castro y Belloti, 1987) (Figura 18b). La época de siembra debe estar regida por los periodos de lluvias, buscando garantizar humedad durante el periodo de brotación y evitando el exceso de lluvias que propaguen enfermedades. La profundidad de siembra recomendada es de 10 cm, con esto se evitan posi- bles volcamientos y la exposición de las raíces (Toro y Atlee, 1983). La posición del cangre horizontal, vertical u oblicuo no influye en el rendimiento de la plan- ta. Sin embargo, la siembra vertical promueve una mayor profundización de las raíces dificultando la cosecha. Por su parte, Toro y Atlee (1983) también seña- lan que la siembra horizontal puede estimular la brotación de muchos tallos secundarios, por lo cual es recomendada la siembra oblicua (Figura 19). SIEMBRA 47 Figura 18 a) Varas de yuca almacenadas. b) Desinfección de cangres. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). En este sentido, en zonas de alta pendiente como las que se encuentran en los municipios productores de yuca del departamento de Cundinamarca, la siembra oblicua cobra relevancia ya que las estacas sembradas de esta forma garantizan el desarrollo de las plantas en contra de la pendiente. Por otro lado, en climas húmedos es recomendado dejar uno o dos puntos de crecimiento expuestos para estimular la brotación más temprana. Figura 19 Siembra de un cangre de yuca con ahoyado oblicuo. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO 48 De acuerdo con lo anterior, el sentido de inclinación de los nudos influye en el desarrollo de un mayor porcentaje de raíces, lo cual presenta, a su vez, ventajas para las prácticas de fertilización y cosecha. Esto último es debido a la disminu- ción de remoción de suelo en contra de la pendiente durante la cosecha de las plantas. En la Figura 19 y la Figura 20 se puede observar la posición en la que se debe sembrar la estaca, para garantizar un mayor porcentaje de raíces. Figura 20 Posicionamiento y direccionamiento de los cangres. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Manejo eficiente de la fertilización integrada El manejo eficiente de la fertilización integrada involucra el diagnóstico de la fertilidad del suelo, conocer el historial del lote, plantearse una meta de rendi- miento, conocer la cantidad y la época en la cual la planta requiere los nutrien- tes, implementar un plan eficiente de fertilización integrada que incluya fuentes orgánicas, biológicas y químicas, y conocer las condiciones ambientales que pre- dominan en el lote de siembra. Lo anterior se complementa con el seguimiento al cultivo que permita diagnosticar posibles desbalances nutricionales y hacer a tiempo los respectivos ajustes. El manejo adecuado de la fertilidad del suelo es una de las formas de prevenir su erosión, dado que permite el desarrollo de plantas más vigorosas, favoreciendo a su vez la agregación del suelo, la cual se mejora mediante el empleo de biofertilizantes y de fertilizantes orgánicos. Historial del lote La fertilización en un terreno proveniente de un periodo en barbecho difiere de la fertilización de un lote cultivado. El manejo histórico de la fertilización y la respuesta del cultivo a los diferentes planes de fertilización son un punto META DE RENDIMIENTO 49 de referencia para realizar ajustes a los planes de fertilización propuestos, de acuerdo con los resultados del análisis de suelo y/o foliar. Para los lotes que se siembran por primera vez, se debe considerar la extracción total de nutrimen- tos por parte de la planta, mientras que en los lotes previamente sembrados con yuca la extracción de la raíz toma mayor relevancia, debido a que la parte aérea puede ser incorporada cuando no es usada para alimentación animal o producción de semilla. Meta de rendimiento El rendimiento de yuca en Colombia entre los años 2000 y 2009 se encontró en 10,5 t/ha. Sin embargo, para el mismo periodo otros países reportaron ren- dimientos de hasta 29,9 t/ha (Diaz, 2012) y, aunque existan zonas de Colombia con un mayor rendimiento, estos datos reflejan una posibilidad de mejora en este sentido. La meta de rendimiento influye directamente en la cantidad de fertilizante a aplicar, dado que los requerimientos nutricionales varían según la producción que se proyecta obtener. Para fijar una meta de rendimiento, ade- más de tener en cuenta el rendimiento potencial de cada variedad, se debe tener en cuenta el historial de producción del lote y los rendimientos alcanzados en otros predios de la zona. Análisis químico del suelo y su interpretación Previamente a la siembra del cultivo se requiere conocer el estado de fertili- dad del suelo. Para esto se cuenta con el análisis de suelo que permite conocer propiedades químicas y físicas de un terreno en una época específica. Esta in- formación es de gran relevancia debido a que da a conocer la disponibilidad de nutrientes del suelo y es la herramienta para establecer medidas correctivas encaminadas a tener un mejor rendimiento, mediante la formulación de planes de fertilización sostenibles y eficientes. Para el diagnóstico de la fertilidad del suelo se requiere la toma de una muestra representativa del lote a sembrar y su envío a un laboratorio certificado, para la posterior interpretación de los resultados. Dichos procedimientos involucran los siguientes pasos: MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO 50 Toma de lamuestra y envío al laboratorio: en lotes donde se establecerá el cul- tivo por primera vez se recomienda tomar muestras de suelo dos meses antes de la siembra, mientras que para lotes que ya han sido sembrados, dichas mues- tras deben ser tomadas en las calles con una frecuencia de al menos dos años. El suelo de un lote no es completamente homogéneo y se pueden presentar cambios fuertes de pH, textura, profundidad u otras propiedades, que hacen necesario un manejo diferenciado de la fertilización. En este caso, y cuando las áreas son grandes, se recomienda realizar una zo- nificación que agrupe las áreas con las mismas características y colectar varias muestras de suelo para realizar su análisis independiente, con lo que se logra una mayor eficiencia en la fertilización. La muestra de suelo enviada al labora- torio, a su vez, se compone de varias submuestras tomadas aleatoriamente en el terreno, sobre zonas que han sido categorizadas como homogéneas. Para la toma de las submuestras se sugiere realizar un recorrido donde los puntos de muestreo representen la totalidad de cada lote a muestrear (Figura 21). Figura 21 Recorrido para toma aleatoria de muestras de suelo representativas paraun terreno heterogéneo que fue divido en tres lotes (muestras) más homogéneos. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). En los lugares donde se tomen las submuestras es recomendable remover pie- dras, raíces, lombrices e insectos, así como plantas, vegetación superficial y ANÁLISIS QUÍMICO DEL SUELO Y SU INTERPRETACIÓN 51 desechos de cosecha en un área de 40 × 40 cm. Posteriormente, con un barreno se toman de 100 a 200 g de suelo y se depositan en un balde limpio. La muestra también se puede tomar con pala o palín, haciendo un hueco en forma de ‘V’ para luego transferir al balde la porción central. Para el cultivo de yuca se acon- seja tomar una submuestra que abarque los primeros 30 cm de profundidad (Figura 22). Figura 22 Profundidad para el muestreo de suelos. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Las submuestras de suelo deben ser mezcladas y homogenizadas, y luego se de- ben poner en forma de círculo sobre una superficie limpia (de plástico o papel). El círculo se debe dividir en cuatro, desechando dos cuartiles opuestos. Una vez se separen las porciones, con el suelo restante se hace un nuevo círculo y se repite el proceso hasta tener una cantidad de muestra cercana a 1 kg (Fi- gura 23). El suelo seleccionado se debe empacar en una bolsa plástica limpia, previamente rotulada con la información sobre el tipo de cultivo a sembrar, el nombre de la finca y su ubicación, el nombre del productor y la fecha de toma de la muestra, entre otros datos. MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO 52 Figura 23 Cuarteo para la selección de la cantidad de muestra a enviar al laboratorio. De cada círculo se toman dos cuartiles opuestos para formar el siguiente círculo y llegar a la muestra. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Interpretación del resultado de análisis de suelo: una vez se reciban los resul- tados del análisis de laboratorio, existen varias consideraciones para interpre- tarlos. Las más importantes son: • pH: indica el grado de acidez del suelo, el cual se encuentra en un rango que va desde cero (más acido) hasta 14 (más alcalino). Hay diversos grados de acidez y alcalinidad del suelo, según lo lejos que estén del valor 7 de pH (neutralidad). La mayoría de las especies de plantas tienen como pH ideal valores cercanos a la neutralidad (Garrido, 1994). • Conductividad eléctrica (CE): esta propiedad del suelo se refiere a la can- tidad de sales existentes en el perfil del suelo (Garrido, 1994). Cuando la CE supera los 2 deciSiemens por metro (dS/m) se afecta negativamente el crecimiento y desarrollo de las plantas. • Materia orgánica (MO): el carbono orgánico (CO) del suelo está asociado directamente a la materia orgánica proveniente de residuos orgánicos par- cialmente descompuestos (vegetales, animales y otros organismos), y a la actividad microbiana. Igualmente, se puede encontrar en forma de humus y en formas muy condensadas de composición próxima al carbono elemental APLICACIÓN DE CORRECTIVOS 53 (Gallardo, 2016). En condiciones naturales, el CO del suelo resulta del ba- lance entre la incorporación al suelo del material orgánico fresco y la salida de carbono del suelo en forma de CO2 a la atmósfera (Aguilera, 2000; Swift, 2001), así como la erosión y la lixiviación. La cantidad de MO determina tan- to el contenido como la disponibilidad de algunos elementos en el suelo. La MO contribuye con la mejora de la estructura, porosidad y agregación del suelo, y la disminución de la erosión; también promueve la proliferación de organismos benéficos del suelo (Garrido, 1994). Del mismo modo, aumenta la capacidad amortiguadora del suelo y la capacidad de intercambio catió- nico (CIC), ya que cada 1 % de MO equivale a 2 cmol+/kg en la CIC. Por lo general, la MO dividida por 20 es igual al porcentaje de nitrógeno (N) y su interpretación depende de la temperatura. Se considera así un contenido bajo de MO cuando es < 5 % en clima frío, < 3 % en clima medio y 1,5 % en clima cálido (Labrador, 1996). • Capacidad de intercambio catiónico (CIC): es la capacidad que tiene el sue- lo de retener nutrientes y está directamente relacionada con la textura (tipo de arcilla) y el contenido de MO. En Colombia la CIC es muy variable y mien- tras más alta sea se considera que mayor será la fertilidad natural del suelo (Garrido, 1994; ICA, 1992). Los niveles de referencia de la CIC en suelos co- lombianos se clasifican en: baja (< 10 cmol+/kg), media (10 a 20 cmol+/kg) y alta (> 20 cmol+/kg) (ICA, 1992). • Saturación de bases: hace referencia al porcentaje de los cationes principa- les: calcio (Ca), magnesio (Mg), potasio (K) y sodio (Na), con respecto al valor de la capacidad de intercambio catiónico efectiva [CICE] (Garrido, 1994). Aplicación de correctivos Para la corrección de la acidez del suelo se dispone de diferentes materiales (Tabla 2), como los carbonatos, el sulfato de calcio, los óxidos e hidróxidos de calcio o magnesio y los silicatos, los cuales neutralizan la acidez del suelo y apor- tan bases como calcio o magnesio, las cuales ingresan al complejo de cambio y desplazan iones de aluminio (Al) e hidrógeno (H). La CICE del suelo está com- puesta por la sumatoria de las bases de cambio (K+, Mg2+, Ca2+, Na+) más la MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO 54 acidez intercambiable (Al3+, H+) que, junto con la saturación de aluminio, son de gran importancia para determinar las necesidades de material encalante. Mo- lina (1998) propone una fórmula que toma en cuenta las variables anteriores uni- das al Poder Relativo de Neutralización Total (PRNT), que considera la pureza química y la fineza de los materiales encalantes: T/ha insumo = 1, 5 (Sat. Al − RAS) (CICE)100 × 𝑓 Donde: • 1,5 es un valor para neutralizar el aluminio no intercambiable y hacer co- rrecciones de peso/volumen, con el fin de ajustar a una profundidad de in- corporación de 15 cm (Yost, Smyth y Li, 1990). • Sat. Al es el porcentaje de saturación de aluminio dado por el análisis de suelo. • RAS es el porcentaje de saturación de aluminio deseado. • CICE es la capacidad de intercambio catiónico efectiva dada por el análisis de suelo. • 𝑓es 100/PRNT • PRNT es el poder relativo de neutralización total, que es el producto entre el equivalente químico y la eficiencia granulométrica de la enmienda sobre 100 (Tabla 2). El porcentaje de saturación de aluminio deseado del cultivo de yuca es 60 %, ya que es el límite tolerado por el cultivo sin que este genere pérdidas de ren- dimiento (Bertsch, 1995). Se recomienda el uso combinado de materiales en- calantes, con el fin de promover el mejoramiento integral tanto de las bases como del fósforo aprovechable. Finalmente, hay que tener en cuenta que las cales solo reaccionan en presencia de agua, por lo que se debe garantizar que haya humedad en el suelo para que se den las reacciones de óxido-reducción necesarias para neutralizar la acidez. DIAGNÓSTICO DE LA FERTILIDAD DEL SUELO Y DEL ESTADO NUTRICIONAL DE LA PLANTA 55 Tabla 2 Equivalente de CaCO3 de varios materiales de encalamiento Nombre común Fórmula química Equivalente de CaCO3 % Carbonato de calcio puro CaCO3 100 Caliza (cal agrícola) CaCO3 70-95 Cal viva CaO 150 Cal apagada Ca(OH)2 120 Cal dolomítica CaCO3MgCO3 110 Escorias Thomas - 60-70 Fuente: ICA (1992). Diagnóstico de la fertilidad del suelo y del estado nutricional de la planta El análisis de suelo es una de las herramientas de mayor utilidad para formular un plan de fertilización, ya que permite conocer las características físicas y quí- micas de un determinado terreno en un tiempo específico. Una vez recibidos los resultados del análisis por parte del laboratorio, estos deben ser interpretados con la asesoría de un especialista en el tema, teniendo en cuenta parámetros tales como los niveles críticos de las propiedades químicas del suelo (Tabla 3), las condiciones de fertilidad de los suelos (Tabla 4), el estado nutricional de las plantas (Tabla 5) y los requerimientos nutricionales del cultivo (Tabla 6).Fertilidad de los suelos Los niveles críticos de las propiedades químicas del suelo se enfocan en la con- ductividad eléctrica, la concentración de los elementos nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), azufre (S), calcio (Ca), magnesio (Mg), hierro (Fe), manganeso (Mn) y zinc (Zn), así como la saturación de aluminio (Al) y sodio (Na). En este contexto y partiendo de las características físicas y químicas de los suelos aptos para el cultivo de yuca reportados por Cadavid y López (2015), los suelos de los municipios intervenidos por el Subproyecto Plátano y Yuca (Paime y Yacopí), generalmente son deficientes en fósforo, potasio, magnesio, azufre, boro (B) y MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO 56 manganeso; cuentan con niveles medios deMO, calcio, sodio, cobre (Cu) y CICE; y alta saturación de aluminio y hierro (Tabla 4). Tabla 3 Niveles críticos en las propiedades químicas del suelo para la producción de yuca CE N P S Ca Mg K Sat. Al Sat. Na Fe Mn Zn dS/m g/kg mg/kg cmol+/kg % mg/kg 0,5-0,6 < 1,5 10 8 0,25 0,12 0,15 80 < 3,0 < 2,0 5,0 1,0 Fuente: Cadavid y López (2015) Tabla 4 Concentración de nutrientes en suelos de cada uno de los municipios donde se desarrolló la validación de tecnologías para el cultivo de yuca en la provincia de Rionegro, Cundinamarca Municipio Vereda MO CICE Ca Mg K Na Al P S B Cu Mn Fe Zn Yacopí El Nopal 6,28 5,08 < 0,55 0,22 0,15 < 0,10 3,19 12,4 3,91 0,15 1,6 1,41 371 < 1,00 Paime Plomo 5,17 5,85 1,21 0,52 0,3 < 0,10 3,24 18,6 7,64 0,18 2,86 12,4 837 1,97 Paime Santa Teresa 9,99 5,06 < 0,55 0,21 0,12 < 0,10 3,08 3,91 4,34 0,18 < 1,00 < 1,00 543 1,69 Nota:Metodología semáforo: rojo: nivel bajo; verde: nivel medio y amarillo: nivel alto. Los valores de MO se dan como porcentaje (%). Los valores de CICE, Ca, Mg, K, Na y Al se dan en cmol+/kg. Los valores de P, S, B, Cu, Mn, Fe y Zn se dan en mg/kg. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Por otro lado, complementario al análisis de suelo existe el análisis de tejido foliar, el cual permite determinar el estado nutricional de la planta y hacer co- rrecciones en la fertilización del actual y/o próximo ciclo de cultivo (Tabla 5). Requerimientos nutricionales Los requerimientos nutricionales por tonelada producida de yuca tienen varia- ción de acuerdo con el tipo de material sembrado. Sin embargo, como referen- cia general se pueden tomar los niveles reportados por Cadavid (2002) para este cultivo (Tabla 6). Dichos valores son calculados a partir del rendimiento de una tonelada de yuca fresca, por lo que para diseñar el plan de fertilización estos de- ben ser multiplicados por el rendimiento esperado por el productor. Además, se deben tener en cuenta las condiciones edafoclimáticas de la zona, conocer las fuentes de fertilizantes disponibles en el mercado, la capacidad adquisitiva del productor y la relación costo/beneficio, con el fin de promover la sostenibilidad del sistema productivo. ÉPOCAS DE FERTILIZACIÓN 57 Tabla 5 Concentración de nutrientes en las láminas foliares de yuca más jóvenes completamente expandidas (3 a 4 meses) Niveles críticos en hoja Elemento Deficiente Bajo Suficiente Alto Tóxico N (%) < 4,7 4,7-5,1 5,1-5,8 > 5,8 - P (%) < 0,30 0,30-0,36 0,36-0,50 > 0,50 - K (%) < 1,0 1,0-1,3 1,3-2,0 > 2,0 - Ca (%) < 0,65 0,65-0,75 0,75-0,85 > 0,85 - Mg (%) < 0,27 0,27-0,29 0,29-0,31 > 0,31 - S (%) < 0,24 0,24-0,26 0,26-0,30 > 0,30 - B (ppm) < 20 20-30 30-60 60-100 > 100 Cu (ppm) < 5 5,0-6,0 43379 42278 > 15 Fe (ppm) < 100 100-200 120-140 140-200 > 200 Mn (ppm) < 45 45-50 50-120 120-250 > 250 Zn (ppm) < 25 25-30 30-60 60-120 > 120 Nota: ppm equivale a partes por millón. Fuente: Cadavid y López (2015). Tabla 6 Requerimientos nutricionales en kg de nutrientes para la producción de una tonelada de yuca Nutriente N P K Ca Mg S Requerimiento (kg/t) 4,42 0,67 3,58 1,36 0,82 0,42 Fuente: Cadavid (2002). Épocas de fertilización La aplicación de fertilizantes en el departamento de Cundinamarca generalmen- te se realiza durante la siembra o en el desarrollo del ciclo de cultivo. La planta de yuca durante el primer mes de siembra se abastece de las reservas presentes en el cangre (Figura 24), por lo que una fertilización en los primeros 30 días después de la siembra se hace poco eficiente, excepto si la fuente de fer- tilizante es de liberación lenta, para así evitar el lavado de nutrientes (Cadavid y López, 2015). Las prácticas de fertilización deben hacerse antes de que la planta cumpla cua- tro meses a partir de la siembra, ya que luego de este periodo se presenta la MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO 58 movilización de los nutrientes acumulados a los tallos y las raíces, disminuyen- do así la toma de nutrientes del suelo (Ospina y Ceballos, 2002); por esto se hace necesario fraccionar la fertilización (aplicaciones a 30 y 60 días después de la siembra). Figura 24 Lote 15 días después de la siembra; el cangre aun provee el alimento para el desarrollo de la planta. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Formas de aplicación del fertilizante Cuando los cultivos de yuca son de grandes extensiones, una de las alternativas para realizar la fertilización del cultivo es al voleo o en hilera durante la siembra mediante el uso demaquinaria. Sin embargo, en unidades productivas pequeñas de monocultivo o asocio, con un alto grado de pendiente, la fertilización debe realizarse de forma manual en banda o media luna a una distancia de 10 cm del pie de la planta, tapando luego el producto con suelo (Torres, Moreno y Contreras, 1999) (Figura 25). Fertilización orgánica y biológica La fertilización química debe ser complementada con el uso de fertilizantes or- gánicos y biológicos que incrementen la eficiencia y potencien los beneficios FERTILIZACIÓN ORGÁNICA Y BIOLÓGICA 59 Figura 25 Fertilización en media luna en plantas de yuca. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). en la planta (nutrición y bioestimulación). El uso de abonos orgánicos contri- buye positivamente al mejoramiento de la porosidad del suelo, la capacidad de retención de nutrientes, capacidad de intercambio catiónico (CIC), y la reten- ción de humedad; también incrementa la disponibilidad de nutrientes como el nitrógeno, fósforo, azufre y los micronutrimentos. Dichos abonos deben estar completamente maduros para evitar problemas sanitarios. Adicionalmente, los biofertilizantes como las micorrizas y los microorganismos solubilizadores de fósforo o fijadores de nitrógeno ponen a disposición de la planta una mayor cantidad de estos nutrientes, lo cual reduce la cantidad de fertilizante químico a aplicar. En algunos casos pueden tener influencia en procesos biológicos y mejorar la tolerancia al estrés biótico o abiótico. En este sentido, la implemen- tación de fertilización integrada con fuentes químicas, orgánicas y biológicas en la provincia de Rionegro influyó positivamente en el rendimiento de la planta de yuca, en comparación con el uso exclusivo de fertilizantes químicos. MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO 60 Implementación de tipos de fertilización en la provincia de Rionegro, Cundinamarca En las PIPA de dos municipios de la provincia de Rionegro (Yacopí y Paime), se evaluaron tres planes de fertilización en la variedad de yuca Armenia: a) Fertilización química: aplicación química de fertilizantes edáficos (elemen- tos mayores y menores), según el análisis de suelo. La aplicación fue frac- cionada al primer y tercer mes después de la siembra. b) Fertilización integrada: consiste en la aplicación del 50 % de la fertilización química edáfica, sumado a la inoculación con hongos formadores de micorri- zas arbusculares y bacterias fijadoras de nitrógeno y solubilizadoras de fósfo- ro (estas bacterias solo se aplicaron en Paime) y aportes de materia orgánica. c) Testigo: consiste en el manejo tradicional del agricultor (sin fertilización). Efectos de la fertilización integrada en el número de hojas y el rendimiento de la yuca El comportamiento en el número de hojas tiende aser similar en los tres tra- tamientos. Sin embargo, hacia el final del ciclo de cultivo en Paime el número de hojas con el tratamiento de fertilización integrada fue mayor que con la fer- tilización química y en el testigo. Por su parte, en Yacopí no se presentaron diferencias tan marcadas entre los tratamientos como en Paime. El rendimiento de la yuca sí presentó un comportamiento marcado, donde la mejor respuesta se presentó con la fertilizacion integrada en ambos municipios, seguida de la fertilización química y finalmente del testigo. La fertilización quí- mica presentó una producción 1,8 veces mayor que la fertilización testigo, y la fertilización integrada 2,5 veces mayor con respecto al testigo y 1,4 veces mayor en comparación con la química. Lo anterior ratifica la importancia de hacer un uso eficiente de la fertilizacion integrada que combine fertilizantes químicos, biológicos y orgánicos, lo que permite obtener una mayor producción y reducir la aplicación de fertilizantes de síntesis química. MANEJO INTEGRADO DE ENFERMEDADES E INSECTOS PLAGA 61 Manejo integrado de enfermedades e insectos plaga El cultivo de yuca en otras regiones del país puede tener limitaciones por diver- sas plagas y enfermedades; sin embargo, en el diagnóstico fitosanitario realiza- do en campo en el marco del Subproyecto Plátano y Yuca no se encontraron altas incidencias que afectaran el rendimiento de los cultivos. A continuación se describen los problemas fitosanitarios identificados que pueden llegar a ser limitantes en la zona de trabajo en el departamento de Cundinamarca. Mancha parda y blanca Las manchas parda y blanca son causadas por los hongos Cercospora henningsii y Phaeoramularia manihotis, respectivamente, y sobreviven en épocas de alta tem- peratura, sobre lesiones viejas y hojas caídas, reactivándose en las épocas de altas precipitaciones y trasmitiéndose a hojas nuevas en el hospedero. Su dise- minación se da a través del viento y las lluvias. Figura 26 Síntomas de mancha parda en el haz (a) y el envés (b) de la hoja en plantas de yuca. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO 62 C. henningsii se desarrolla a temperaturas de 39 °C en plantaciones localizadas en áreas donde las temperaturas son altas. Aunque depende de la susceptibilidad del cultivar, su desarrollo es mayor cuando el cultivo tiene más de cinco meses de edad (Figura 26). Las plantas afectadas presentan manchas color marrón con bordes definidos y oscuros, localizados tanto en el haz como en el envés de la hoja. Adicionalmente, muestran un halo amarillo alrededor de las lesiones con fondo gris oliváceo en el envés. Cuando el daño aumenta, las plantas desarrollan hojas cloróticas y secas, y puede llegar a causar defoliación severa y/o total en épocas lluviosas y cálidas (Álvarez y Llano, 2002). Figura 27 Síntomas de mancha blanca en el haz (a) y envés (b) de la hoja en plantas de yuca. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Por su parte, P. manihotis se desarrolla a temperaturas de 33 °C y presenta le- siones más pequeñas a las inducidas por C. henningsii. Se manifiesta con puntos blancos con borde difuso en el envés de la hoja con bordes pardo-violeta ro- deados por un halo marrón o amarillento y aspecto aterciopelado grisáceo en el centro de las lesiones (Álvarez y Llano, 2002) (Figura 27). El manejo dado a estas enfermedades es mediante la reducción del exceso de humedad en la plan- tación y la aplicación de fungicidas a base de cobre (óxido de cobre y oxicloruro de cobre), realizando aspersiones de acuerdo con la presión y/o incidencia de la enfermedad y utilizando las dosis comerciales de los productos registrados ante el ICA para su uso en el cultivo. MANEJO INTEGRADO DE ENFERMEDADES E INSECTOS PLAGA 63 Mancha de anillos circulares Enfermedad causada por el hongo Phoma sp., el cual se desarrolla a una tempe- ratura promedio de 22 °C, durante la época seca en zonas cálidas. Inicialmente las plantas afectadas presentan anillos concéntricos hacia el haz de la hoja y manchas foliares de color marrón con márgenes indefinidos. Dichos síntomas se observan en las puntas, bordes, vena central o venas secundarias de las hojas, y pueden causar defoliación severa y muerte descendente en épocas de altas precipitaciones, sobre las variedades susceptibles (Figura 28). Particularmente, las hojas maduras son más susceptibles al ataque; sin embargo, en algunas va- riedades de yuca se desarrolla sobre hojas jóvenes (Álvarez y Llano, 2002). Fi- nalmente, el manejo de la enfermedad se basa en la aspersión regulada con compuestos a base de azufre que cuenten con registro ICA para su uso en el cultivo. Figura 28 Síntomas de mancha de anillos circulares en el haz (a) y envés (b) de la hoja en plantas de yuca. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Añublo bacteriano Enfermedad causada por la bacteria Xanthomonas axonopodis pv.Manihotis, la cual causa muerte descendente de peciolos y tallos. Al inicio de la infección se ob- servan manchas foliares de apariencia acuosa en el envés de las hojas. Estas manchas pueden llegar a cubrir completamente las hojas, adquieren una colora- ciónmarrón (quemazón) y se acompañan de una exudación gomosa en los tallos MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO 64 jóvenes (Álvarez y Llano, 2002) (Figura 29). Dada la importancia epidemiológi- ca de la enfermedad sobre el cultivo de yuca, su manejo se realiza de manera preventiva mediante la selección y siembra de material sano, el tratamiento de las estacas con productos a base de cobre que cuenten con registro ICA, y la fertilización de acuerdo con el análisis de suelo. En caso de presentarse plantas afectadas, estas se deberán erradicar y, posteriormente, se le deberá aplicar al material enfermo una solución de formaldehído al 5 %. Figura 29 Síntomas de añublo bacteriano en plantas de yuca. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). Virus del mosaico común de la yuca Enfermedad viral de baja incidencia en los municipios de Paime y Yacopí (Cundi- namarca). Las plantas afectadas presentan sintomatología que va desde mosai- cos (ver Figura 30), clorosis (hojas amarillas) y manchas verdes claras a oscuras delimitadas por las nervaduras, hasta la reducción del crecimiento cuando se ven expuestas a periodos prolongados de frío (Figura 30). Para su manejo se recomienda preventivamente la selección de material de propagación sano, así como desinfectar las herramientas utilizadas en las labores del cultivo. En caso de identificar plantas jóvenes enfermas, estas deben eliminarse, mientras que para plantas próximas a cosechar la recomendación es la quema de los tallos una vez se hayan cosechado las raíces (Calvert y Cuervo, 2002). Cuero de sapo Problema fitosanitario asociado a un fitoplasma (Álvarez, Mejía, Loke, Llano y Hernández, 2003). Cuando las plantas de yuca se ven expuestas a esta enferme- dad la raíz presenta depresiones con bordes que se unen semejando una red o MANEJO INTEGRADO DE ENFERMEDADES E INSECTOS PLAGA 65 Figura 30 Síntomas de virus del mosaico común de la yuca. Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Plátano y Yuca (2018). un panal. Adicionalmente, la cáscara se torna leñosa, gruesa, corchosa, quebra- diza y de color opaco, lo que dificulta su desprendimiento de la pulpa (Figura 31). En la parte aérea en ocasiones se pueden observar clorosis o moteados en las hojas, acompañados de un encrespamiento o curvatura de los bordes foliares (Álvarez et ál., 2015). Como medida de manejo se recomienda la selección de semillas a partir de plantas sanas, la desinfección de herramientas con deter- gente o hipoclorito de sodio, así como la eliminación de plantas con incidencia superior al 10 % (Calvert y Cuervo, 2002). Figura 31 Síntomas de cuero de sapo en las raíces de yuca. Fotografía: Luis Fernando Calle (2010). Gusano cachón Larva del lepidóptero Erinnyis ello (Lepidoptera: Sphingidae), que consume el folla- je de las plantas de yuca en grandes cantidades,
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