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03-manual-cebolla-bulbo-2020-EBOOK

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Cebolla de bulbo
(Allium cepa L.)
Manual de recomendaciones técnicas para su
cultivo en el departamento de Cundinamarca
Julio Ricardo Galindo Pacheco
Cebolla de bulbo
(Allium cepa L)
Cebolla de bulbo
(Allium cepa L)
Manual de recomendaciones técnicas para su
cultivo en el departamento de Cundinamarca
Diego Alejandro Salinas Velandia
Karen Andrea Alarcón
Mauricio Guevara Acosta
Julio Ricardo Galindo Pacheco
Cebolla de bulbo (Allium cepa L): Manual de recomendaciones técnicas para su cultivo en
el departamento de Cundinamarca / Diego Alejandro Salinas Velandia, Karen Andrea Alarcón,
Mauricio Guevara Acosta y Julio Ricardo Galindo Pacheco – Bogotá, D. C. : Corredor Tecnológico
Agroindustrial, CTA-2, 2020.
104 páginas ; ilustraciones ; 24cm.
Incluye referencias bibliográficas.
ISBN-e: 978-958-794-380-1 ISBN obra impresa: 978-958-794-379-5
PALABRAS CLAVE: Manejo y conservación de suelos, Selección de semilla de cebolla, Manejo
eficiente de la fertilización integrada en cebolla,Manejo agronómico del cultivo de cebolla, Cosecha
y poscosecha del cultivo de cebolla, Costos de producción del cultivo de cebolla
CORREDOR TECNOLÓGICO AGROINDUSTRIAL CTA-2
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA, SEDE BOGOTÁ
Calle 44 N.º 45-67
Unidad Camilo Torres
Edificio 826 Bloque A-1
Oficina 101
Teléfono (57-1) 316 5000 Extensión 10248
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Código postal: 111321
Impreso en Bogotá, D.C., Colombia
Printed in Bogota, D.C., Colombia
PREPARACIÓN EDITORIAL
Mesa Editorial
Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2
GESTOR DE CONTENIDOS:
Luis Gabriel Bautista Montealegre
DISEÑO Y DESARROLLO CONTEXT:
Andrés Conrado Montoya Acosta
CITACIÓN SUGERIDA: Salinas-Velandia, D., Alarcón, K.,
Guevara-Acosta, M. y Galindo-Pacheco, J. (2020). Cebolla
de bulbo (Allium cepa L): Manual de recomendaciones
técnicas para su cultivo en el departamento de
Cundinamarca. Bogotá, D. C.: Corredor Tecnológico
Agroindustrial CTA-2.
CLÁUSULA DE RESPONSABILIDAD: CTA-2 no es
responsable de las opiniones e información contenidas
en el presente documento. Los autores se adjudican
exclusiva y plenamente la responsabilidad sobre su
contenido, ya sea propio o de terceros, declarando en
este último supuesto que cuentan con la autorización
de terceros para su publicación; adicionalmente, los
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a cualquier reclamo o demanda por parte de terceros
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hubieran vulnerado como resultado de su contribución.
Esta obra se distribuye con una licencia Creative Commons Attribution-ShareAlike 4.0 International (CC-BY-SA 4.0)
Se puede consultar en la dirección https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.es
https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.es
Dedicado a todas las personas
que trabajan la tierra
6
Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2
Entidad Ejecutora:
Gobernación de Cundinamarca
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Gobernador
Comité Directivo
Gobernación de Cundinamarca
Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación
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Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación
Alcaldía Mayor de Bogotá, D. C.
Secretaría Distrital de Desarrollo Económico
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Director de Economía Rural y Abastecimiento Alimentario
Universidad Nacional de Colombia
Vicerrectoría de Investigación
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Director de Investigación y Extensión Sede Bogotá
Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria
Centro Tibaitatá
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Director
7
Comité Técnico Científico
Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2
Gobernación de Cundinamarca
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Alcaldía Mayor de Bogotá, D. C.
Secretaría Distrital de Desarrollo Económico
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Universidad Nacional de Colombia
Dirección de Investigación y Extensión – Sede Bogotá
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Jefe de la División de Investigación
Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria
Centro Tibaitatá
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Coordinación de Innovación Regional
Directora de proyecto
Ingritts Marcela García Niño
Supervisor
Diego Mauricio Salas Ramírez
9
El Corredor Tecnológico Agroindustrial (CTA) es una estrategia de cooperación
entre Estado, sector productivo y academia, en la cual participan actores direc-
tivos del sector agropecuario y agroindustrial de Cundinamarca y Bogotá, D. C.,
con el fin de aunar esfuerzos en actividades de desarrollo y fortalecimiento de
la ciencia, la tecnología y la innovación. Sus capacidades están orientadas a la
formulación y ejecución de proyectos de carácter investigativo, que permitan
la transferencia tecnológica al sector agropecuario y agroindustrial.
El presente documento es resultado del Subproyecto “Tecnologías en los siste-
mas de producción de hortalizas (cebolla cabezona, cebolla larga, arveja verde
y zanahoria) en la zona rural de Bogotá y Cundinamarca”, desarrollado en el
marco del Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2, Proyecto “Investigación,
desarrollo y transferencia tecnológica en el sector agropecuario y agroindustrial
con el fin demejorar todo el departamento, Cundinamarca, Centro Oriente”, sus-
crito por la Gobernación de Cundinamarca, a través de la Secretaría de Ciencia,
Tecnología e Innovación; la Alcaldía de Bogotá, a través de la Secretaría Distrital
de Desarrollo Económico; la Universidad Nacional de Colombia, y la Corpora-
ción Colombiana de Investigación Agropecuaria (AGROSAVIA, antes Corpoica).
El Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2 es financiado con recursos del
Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías.
11
Contenido
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Aspectos básicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Diagnóstico del sistema productivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Generalidades del cultivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
Edafoclimatología para el cultivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Manejo agronómico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Instalación del cultivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Manejo integrado de fertilización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
Requerimientos nutricionales del cultivo de cebolla . . . . . . . . . . . . . . 45
Manejo integrado fitosanitario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Cosecha y poscosecha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
Secado de la cebolla de bulbo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
Recomendaciones para el secado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
Empacado de los bulbos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
12
Costos de producción y rentabilidad de la propuesta . . . . . . . . . . . . 77
Análisis de precios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
Estimación de los costos de producción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
Calidad de la producción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
Análisis de rentabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
Referencias bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Anexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
Anexo 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
Anexo 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
13
Agradecimientos
Este trabajo no se habría podido realizar sin la colaboración demuchas personas
que ayudaron brindando sus conocimientos y apoyo. Se agradece a todos ellos,
en cuanto apoyaron el proyecto para que saliera adelante de la mejor manera
posible.
Un agradecimiento especial por el apoyo fundamental del Dr. Carlos Alberto
Herrera Heredia, el Dr. Jhon Fabio Acuña y la asistente Lizeth Castro, quienes
aportaron valiosas sugerencias, direccionaron algunas actividades y contribuye-
ron a solucionar los percances que el proyecto tuvo en su desarrollo.
Además, y de manera especial, se agradece a todo el apoyo, la paciencia y la
colaboración de Benicio Mora, Ana Graciela Rodríguez, Alejandro Hernández
y su familia, Jorge Cáqueza y todos los productores de Une y Chipaque que
participaron en este proyecto.
15
Introducción
Las hortalizas forman parte de la alimentación humana. En particular, la cebolla
de bulbo —tema de este manual—, es un alimento que aporta a la dieta humana
potasio, vitamina B6 y vitamina C, especialmente. En Colombia, el consumo
de cebolla de bulbo por persona al año es de 10,3 kg, mayor que el promedio
mundial de 8,3 kg (Pinzón, Ospina, Baez y Flórez, 2006), lo cual la convierte en
la segunda hortaliza más consumida en el país.
Las hortalizas se conocen como cultivos transitorios en Colombia, para distin-
guirlos de los cultivos permanentes (como los frutales, la palma, etc.). En las es-
tadísticas se reportan 32 especies sembradas en diferentes zonas; las de mayor
participación son arveja, tomate, cebolla de bulbo, cebolla de rama, zanahoria
y haba, las cuales concentran el 75 % del área sembrada de hortalizas (Departa-
mento Administrativo Nacional de Estadística [DANE], 2016).
El cultivo de cebolla de bulbo (Allium cepa L.) es un importante generador de
ingresos y fuente de trabajo para los pequeños cultivadores en los departamen-
tos de Boyacá y Cundinamarca (Sanabria, Puentes y Cleves, 2014), ya que en
estos departamentos se concentran las mayores áreas sembradas. La cebolla de
bulbo, en el grupo de hortalizas, verduras y legumbres establecido por el DA-
NE, fue el cuarto sistema productivo con mayor área sembrada en Colombia en
2016, con una participación de 13443 ha (DANE, 2016).
Para el caso de Cundinamarca, y según datos del DANE (2017), el sector agro-
pecuario ha venido contrayéndose, y ha pasado de una participación en el Pro-
ducto Interno Bruto (PIB) departamental del 18 % en 2002 a 13 % en 2016. La
INTRODUCCIÓN
16
vulnerabilidad del sistema productivo se debe, en parte, a que la producción de
hortalizas en el país satisface demandas regionales y se establece en economías
campesinas utilizando métodos tradicionales y de baja tecnificación (Delegatu-
ra de Protección de la Competencia, 2011).
Por ello los avances tecnológicos son de gran importancia. En la producción de
cultivos han ayudado a la seguridad alimentaria y serán cruciales para el desa-
rrollo sostenible a largo plazo (Lozano y Restrepo, 2015). La tecnología en la
agricultura es clave en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) declarados
por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2015 (Molano, 2015). En
particular para el cultivo de cebolla de bulbo, la tecnología comprende produc-
tos y habilidades que determinan el uso eficiente de los recursos, como por
ejemplo las semillas mejoradas, las técnicas de cultivo, los sistemas y técnicas
de riego, el sistema antiheladas, las coberturas artificiales y naturales, entre
otras (Oliva, 2009).
Otro desafío en la producción agrícola del país es lograr la implementación de
las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) por parte de los productores. El Instituto
Colombiano Agropecuario (ICA) es el encargado de otorgar la respectiva certifi-
cación en BPA, mediante la verificación de que, desde la planeación del cultivo
hasta la cosecha, se realicen prácticas encaminadas a una sostenibilidad am-
biental, económica y social con el fin de garantizar un producto inocuo para el
consumidor (Galindo, Español, Vargas, Flórez y Herrera, 2011).
En este escenario, el Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2, con el Sub-
proyecto “Tecnologías en los sistemas de producción de hortalizas (cebolla ca-
bezona, cebolla larga, arveja verde y zanahoria) en la zona rural de Bogotá y
Cundinamarca” (que en adelante se denominará Subproyecto Hortalizas), bus-
có aumentar la productividad, sostenibilidad y capital social para el sistema
productivo de cebolla de bulbo en la región oriental de Cundinamarca.
En el Subproyecto Hortalizas se realizó una evaluación de la línea de base de
la tecnología local de producción, y se propusieron mejoras tecnológicas por
medio de su implementación y puesta a prueba en las Parcelas de Investigación
Participativas Agropecuarias (PIPA), desarrolladas en las fincas de los agricul-
tores. Paralelamente, el desarrollo de los cultivos se orientó de acuerdo con
17
los principios de las BPA, en busca de garantizar la inocuidad del producto, la
conservación del medio ambiente y la seguridad del trabajador.
Finalmente, con la experiencia del Subproyecto Hortalizas se elaboró el presen-
te documento, recomendado para las condiciones productivas del departamen-
to de Cundinamarca. Sin embargo, las recomendaciones de manejo incluidas
pueden llegar a ser validadas y adaptadas a otras zonas agroecológicas donde
se cultive la cebolla de bulbo. Se hizo énfasis especial en la propuesta de utili-
zar acolchado plástico y riego por goteo, tecnologías con las cuales se logró una
mejora significativa en el rendimiento del cultivo y la calidad de la cosecha.
19
Aspectos básicos
Diagnóstico del sistema productivo
Zonas de influencia del Subproyecto Hortalizas
Según información presentada por Agronet (2015-2018), la producción de cebo-
lla de bulbo se concentra en la zona oriental del departamento de Cundinamarca,
e incluye los municipios de Une, Ubaque, La Calera, Cáqueza, Fosca, Machetá,
Pasca, Chipaque y Choachí. Como resultado de la selección que hizo el Subpro-
yecto Hortalizas, resultaron favorecidos para participar en él los municipios de
Une, Chipaque y Pasca. Los dos primeros tienen zonas cebolleras continuas que
presentan una cantidad importante de productores, mientras que en el tercero
un 63 % de sus veredas incluye cultivos donde la cebolla constituye el princi-
pal factor generador de empleo y se observa una gran variedad de condiciones
agroecológicas (Delgado, 2009).
Caracterización del sistema productivo
El Subproyecto Hortalizas adelantó un diagnóstico del estado actual del cultivo
de cebolla de bulbo en los municipios de Une, Chipaque y Pasca, con el fin de
identificar la problemática tecnológica que se presenta en el sistema productivo,
ASPECTOS BÁSICOS
20
y establecer así una línea de base para proponer soluciones participativas a los
agricultores de dicho sistema.
De acuerdo con los resultados obtenidos en los municipios abordados por el
proyecto, los productores utilizan para la siembra diferentes híbridos de cebo-
lla. Entre los más usados están los híbridos de las casas comerciales Takii Seeds,
Enza Zaden, Nunhems y Seminis, aunque los productores continuamente prue-
ban nuevos materiales buscando mayor productividad, siempre que satisfagan
las condiciones de comercialización. Por otro lado, se presenta el uso genera-
lizado de productos de síntesis química con categorías toxicológicas altas que
ponen en riesgo la inocuidad del producto así como la salud de los operarios
de campo, quienes no utilizan apropiadamente los elementos de protección
personal recomendados por las BPA.
En la Tabla ?? se presenta la problemática percibida por los agricultores para el
manejo del sistema productivo de cebolla de bulbo, y la propuesta planteadapor el Subproyecto Hortalizas para enfrentar los problemas prioritarios. Frente
al alto costo de la tierra, se debe aumentar la rentabilidad a través de una mayor
tecnología que permita aumentar la eficiencia en el uso del terreno. Concreta-
mente, la propuesta se refiere al uso del acolchado y el riego por goteo, que se
describen y evalúan a lo largo de este manual. El problema de la cenicilla, una
enfermedad asociada con la alta humedad en el cultivo, se puede reducir con
la propuesta de aplicar riego por goteo en vez de riego por aspersión.
Tabla 1 Problemática del sistema productivo de cebolla de bulbo según los agricultores encuestados
de los municipios de Une, Chipaque y Pasca.
Etapa Problemática Prioridad Propuesta
General Alto costo de la tierra y su administración 1 Mejorar la rentabilidad con el aumento de
la tecnología
Semillero Bajo porcentaje de germinación 4 Mejorar las condiciones de manejo en se-
millero
Trasplante Alta incidencia de cenicilla (Peronospora
destructor)
2 Utilizar riego por goteo en vez de aspersión
Cosecha Mano de obra insuficiente 3 Mejorar las condiciones para aumentar la
eficiencia del trabajo en la cosecha
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
DIAGNÓSTICO DEL SISTEMA PRODUCTIVO
21
Los productores expresaron la necesidad de capacitarse en temas como las nue-
vas variedades de cebolla de bulbo, la fertilización integrada y el uso racional
del recurso hídrico basado en los requerimientos del cultivo. Con la propues-
ta del Subproyecto Hortalizas estos temas resultan muy relevantes. En cuanto
al bienestar del trabajador, los temas más urgentes de capacitación hicieron
referencia a la higiene postural, el manejo de cargas y la seguridad industrial.
También hay una propuesta para mejorar la salud del operario con el uso de
instalaciones adecuadas para el manejo del secado de la cebolla.
Formalización de las Parcelas de Investigación
Participativas Agropecuarias
Una vez desarrollado el diagnóstico, con el fin de validar las opciones tecnoló-
gicas que permitieran mejorar las condiciones productivas de los cultivos, en
el marco del Subproyecto Hortalizas se formalizaron convenios con tres pro-
ductores para la instalación de tres PIPA en las veredas El Munar (municipio de
Chipaque), Sabaneta (municipio de Pasca) y Timasita (municipio de Une).
Para la elección de los posibles candidatos para el establecimiento de cada PIPA,
y previa postulación por parte de los productores vinculados al proyecto, se es-
cogieron aquellas parcelas con condiciones agroclimáticas adecuadas para el
desarrollo del cultivo, que estuvieran equidistantes con respecto a los demás
predios de productores vinculados al subproyecto, y preferiblemente con vías
de acceso adecuadas para la movilización del personal y los materiales. Por otro
lado, el productor escogido debió manifestar completa disponibilidad para im-
plementar las tecnologías, ser receptivo y estar dispuesto a realizar las labores
asignadas en el desarrollo de la PIPA e, igualmente, permitir en ella la realización
de eventos de transferencia de tecnología.
ASPECTOS BÁSICOS
22
Generalidades del cultivo
Producción departamental
Según las Evaluaciones Agropecuarias Municipales (EVA) de 2015 (Agronet,
2015-2018) el cultivo de cebolla de bulbo se sembró en veinte municipios de
Cundinamarca. Los municipios de Machetá y Une lideraron la producción con
360 t y 257 t respectivamente, mientras que en las zonas de impacto del Sub-
proyecto Hortalizas el municipio de Une tuvo la mayor producción, seguido por
Chipaque y Pasca.
El mercado principal de cebolla de bulbo para la zona de influencia del Subpro-
yecto Hortalizas es Corabastos donde este producto se comercializa en bultos
de 50 kg.
Descripción
La cebolla de bulbo es una planta que pertenece a la familia botánica Amarylli-
daceae. Es originaria de Asia (particularmente Irán, Afganistán y Pakistán) y fue
introducida a América por los españoles (Bruzón, 1988).
A continuación, se describen los principales rasgos morfológicos de los órganos
de una planta de cebolla de bulbo (Figura ??).
Raíces: son fasciculadas (raíces delgadas de tamaño similar) y poco profundas,
por lo cual es una planta que requiere buena disponibilidad de agua. Además,
no se requiere que la preparación del terreno profundice más allá de 30 cm.
Tallo: tiene un tallo verdadero que se sitúa en la base de los bulbos, de donde
brotan las yemas, las hojas y las raíces; también se conoce con el nombre de
disco basal. Hay otro tallo que corresponde al escapo floral (Medina, 2008). En
las condiciones colombianas, la planta se mantiene en estado vegetativo y la
aparición del escapo floral no ocurre.
Hoja: comprende la vaina y el filodio. La vaina es gruesa y ayuda a conformar el
bulbo; el filodio es la parte verde, fotosintética, de la hoja, cuyas márgenes se
GENERALIDADES DEL CULTIVO
23
Figura 1 Partes de la cebolla de bulbo.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
encuentran soldadas dando la apariencia de una hoja cilíndrica hueca terminada
en punta (Medina, 2008).
Bulbo: está formado en el interior por capas gruesas y carnosas, recubiertas
de membranas secas, delgadas y transparentes. Como se mencionó antes, estas
capas son la base de las hojas (Pinzón, 2004), y en el bulbo se denominan túni-
cas o catáfilas. Las catáfilas carnosas tienen la función de almacenamiento de
nutrientes, mientras que las catáfilas membranosas (también llamadas escamas)
sirven para proteger el bulbo y darle el color característico. Además de ser el
producto comercial, el bulbo también sirve como material reproductivo de la
planta, ya que en su base se encuentra el disco basal de donde emergen nuevos
bulbos.
Flores: son hermafroditas, pequeñas, verdosas, blancas o violáceas, que se agru-
pan en umbelas (los tallos florales o pedúnculos arrancan de un mismo punto
y terminan a la misma altura, formando una estructura similar a un paraguas).
ASPECTOS BÁSICOS
24
Fruto: es una cápsula con tres caras, de ángulos redondeados, que contiene las
semillas, las cuales son de color negro, angulosas, aplastadas y de superficie
rugosa.
El ciclo fenológico de las plantas de cebolla cuenta con cuatro fases (Figura ??):
1. Desarrollo de la planta: esta fase comprende desde el trasplante hasta el
inicio de la bulbificación. En su transcurso se desarrollan la mayoría de las
hojas que conforman la planta adulta.
2. Formación del bulbo: se forman las catáfilas del bulbo mediante el engrosa-
miento de la base de las hojas. El filodio de las hojas (parte verde) incremen-
ta su tamaño en longitud y diámetro.
3. Maduración inicial del bulbo: con el llenado del bulbo, las hojas detienen
su crecimiento, se envejecen y mueren.
4. Maduración final del bulbo: el bulbo logra su límite de crecimiento y las
hojas se doblan, ya secas.
Figura 2 Descripción de los principales estados fenológicos de la cebolla de bulbo.
Fuente:Modificado de Bayer (2017).
Materiales de siembra
En el mercado existe una extensa oferta demateriales de propagación sexual, de
los cuales los productores distinguen las cebollas amarillas como son la Rachelle
GENERALIDADES DEL CULTIVO
25
F1, la Sirius, la Aquarius, la Takii Osaka F1, la Okinawa F1, la Okazaki F1, la
Yellow Granex PRR, la Seminis 3585, la Hornet y la Duster, y las cebollas rojas
como la Burguesa y la Red Coach F1. En el desarrollo del Subproyecto Hortalizas
se implementó el material Sirius, el cual es un híbrido precoz, de alto vigor,
con bulbo de forma esférica; sin embargo, si se pasa el tiempo de secado, la
cebolla se verdea y es castigada en el mercado (se le reduce el precio), por lo
cual requiere de un manejo riguroso en su fase de poscosecha.
Las Buenas Prácticas Agrícolas
A lo largo de este documento se hará alusión a las Buenas Prácticas Agrícolas
(BPA), que se refieren a todas aquellas prácticas que permiten la obtención de
un producto saludable (inocuo), libre de residuos peligrosos (como metales pe-
sados, plaguicidas) y de agentes patógenos. Esteconcepto surgió a raíz de la
problemática causada por las Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA),
y se maneja en todo el mundo. Se aplica con mayor rigor en algunos países
donde no se producen alimentos que no cumplan con las BPA, ni se permite su
importación.
La inocuidad no sólo debe estar presente en el producto final, sino que debe
reflejarse en la salud y bienestar de los trabajadores de campo, así como en la
protección y conservación del medio ambiente productivo. Como las prácticas
de un cultivo a otro pueden variar notablemente por diversos motivos y cir-
cunstancias, debe hacerse énfasis en algunos lineamientos de las BPA, entre los
cuales se pueden resaltar los siguientes:
• Guardar trazabilidad del producto: esto quiere decir que debe llevarse re-
gistro de cada paso en el proceso productivo, de modo que frente a cual-
quier inconveniente sea posible indagar la causa que lo produce y los res-
ponsables (ICA, 2009).
• Manejar el cultivo con criterios técnicos: se deben establecer planes docu-
mentados para las labores de campo, como la preparación del terreno, la
fertilización del suelo, la siembra, el riego, las prácticas culturales, la protec-
ción del cultivo, la cosecha y poscosecha en finca.
ASPECTOS BÁSICOS
26
• Generar ambientes seguros e higiénicos: se deben tener instalaciones ade-
cuadas para el manejo de equipos, herramientas, agroquímicos (plaguicidas
y fertilizantes), puntos de mezcla de productos, empaques utilizados, ma-
nejo de residuos de productos químicos. También se deben incluir insta-
laciones para los trabajadores, como baños con ducha, comedor, vestier y
bicicletero, entre otros.
• Gestionar los riesgos y peligros del proceso productivo: esto incluye la se-
ñalización de los sitios, el uso de carteleras e instructivos, el botiquín y los
protocolos para el manejo de accidentes y emergencias.
En el Subproyecto Hortalizas se les dio especial atención a dos temas actuales
y relevantes, en los cuales se hicieron propuestas concretas, como lo son el se-
guimiento a las condiciones climáticas y el uso de servicios de laboratorio para
el diagnóstico del estado del cultivo. A continuación, se describe brevemente
cada punto.
Registro de condiciones climáticas: la información climática resulta relevante
para tomar decisiones en la siembra y manejo de un cultivo. Algunos ejemplos
de la aplicación de esta información son la valoración de la adaptación de unma-
terial vegetal a una zona, los riesgos de sequía o inundación, los requerimientos
de riego y las condiciones favorables o desfavorables a la presencia de plagas y
enfermedades.
Se sugiere que el productor tome datos climáticos directamente en su finca,
registrando como mínimo la precipitación y temperatura a lo largo del tiempo,
de forma permanente. El análisis de estos datos le permitirá entender mejor
la tendencia climática presente en la zona de influencia de su finca. El aporte
de agua lluvia le permitirá calcular objetivamente la cantidad de agua a apli-
car como riego, descontando la que el cultivo recibe naturalmente. Cuando se
presentan lluvias fuertes algunas plagas pueden disminuir su población por la-
vado. Igualmente, en días húmedos consecutivos el riesgo de ocurrencia de
algunas enfermedades aumenta y puede ser conveniente la toma de medidas
preventivas.
Para conocer la cantidad de lluvia que se ha precipitado en un lote de cultivo,
se puede hacer con un pluviómetro casero (Figura ??) y elaborar una tabla de
EDAFOCLIMATOLOGÍA PARA EL CULTIVO
27
conversión de unidades que facilite la lectura, interpretación y registro de los
datos (Anexo 1). Por ejemplo, si el volumen de lluvia recolectado es de 15 ml
y el embudo tiene un diámetro de boca de captación de 12,5 cm, entonces la
precipitación equivalente es de 1,04 mm. De acuerdo con a esto, cada milímetro
de lluvia equivaldría a aplicar un litro de agua por metro cuadrado o diez metros
cúbicos por hectárea.
Análisis de laboratorio: es conveniente que el agricultor utilice algunos servi-
cios de laboratorio para un manejo más preciso de los problemas en el cultivo.
Algunos ejemplos son: el análisis de suelos para los planes de fertilización, el
análisis de aguas para determinar su dureza y sanidad, y los análisis de identi-
ficación de plagas y enfermedades, entre otros. Para tal fin es bueno recurrir a
laboratorios acreditados, que demuestren su competencia en procedimientos
y personal.
El análisis de suelos debe actualizarse con una periodicidad no mayor de dos
años y los resultados deben estar disponibles dentro de los registros de BPA de
la unidad productiva (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación
y la Agricultura [FAO], 2013). Hay que tener en cuenta que la corrección de
algunas propiedades del suelo implica procesos lentos que requieren bastante
tiempo antes de utilizar el terreno para cultivar.
Así mismo, se recomienda realizar mínimo dos veces al año los análisis fisicoquí-
micos ymicrobiológicos del agua para verificar su calidad, según las condiciones
del clima (en época seca y lluviosa); esto con el fin de establecer un sistema de
información que sirva de base para tomar las decisiones de manejo del riego
y/o la aplicación de correctivos del pH o la dureza al agua de riego (ICA, 2009).
Edafoclimatología para el cultivo
A continuación, se presentan las condiciones básicas de suelo y de clima que
deben cumplirse para que el cultivo de cebolla de bulbo se desempeñe adecua-
damente. Las características aquí descritas deben servir de guía para la selección
de los sitios de producción.
ASPECTOS BÁSICOS
28
Figura 3 Pluviómetro artesanal para registrar las precipitaciones.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
EDAFOCLIMATOLOGÍA PARA EL CULTIVO
29
Temperatura y altitud
El sistema productivo de cebolla de bulbo se adapta a un amplio rango altitudi-
nal que va desde los 0 hasta los 2800 msnm, con temperaturas entre los 12 y los
28 °C. Las temperaturas óptimas están entre los 12 y los 23 °C (DANE, 2016). Sin
embargo, con el uso de acolchados plásticos se puede ampliar el rango altitu-
dinal hasta los 3200 msnm con buenos resultados, si se cuenta con el material
adecuado, como puede ser, en especial, alguno de los híbridos precoces.
Precipitación
El rango de precipitación óptimo para la cebolla de bulbo está entre los 400 y
los 1500 mm de agua, distribuidos durante el ciclo de cultivo (DANE, 2016). El
cultivo requiere de riegos frecuentes, según la capacidad de campo, cada 2 o 3
días a la semana (o según los estudios de suelos), especialmente en los periodos
críticos de trasplante y sobre todo en el llenado del bulbo. La Tabla ?? muestra,
a manera de referencia, los rangos de las necesidades hídricas por etapa del
cultivo para la cebolla Yellow Granex, en diferentes suelos de Boyacá.
Tabla 2 Requerimientos hídricos para el cultivo de cebolla de bulbo
Etapa del cultivo Necesidades diarias (mm) Necesidades por etapa (mm)
Desarrollo de la planta 0,95-1,65 46,7-104,9
Formación del bulbo 2,12-2,33 103,9-120,47
Maduración 1,48-1,88 51,72-61,65
Total 222,45-277,07
Fuente: Cely (2010).
Suelos
La cebolla de bulbo requiere una profundidad efectiva de 25 cm (DANE, 2016)
y puede ser cultivada en diferentes tipos de suelo, preferiblemente de textura
liviana, francoarcillosa (FAr) a francoarenosa (FA); que cuenten con una buena
ASPECTOS BÁSICOS
30
retención de humedad, un buen drenaje y un pH entre ligeramente ácido y
neutro (6 a 6,8) (DANE, 2016).
Según reporta el DANE (2016), se deben evitar las texturas arenosas porque no
permiten un buen anclaje de las raíces. Por otro lado, los suelos con textura arci-
llosa o pesada pueden acumular humedad en exceso y reducir así el suministro
de oxígeno que la raíz requiere. Si se presentan capas compactadas en el perfil
del suelo, el mal drenaje interno también favorecerá los excesos de humedad.
En estas condiciones la planta se desarrollará débilmente, estará más propensa
al ataque de plagas y enfermedades, y la producción se reducirá proporcional-mente (ICA, 2012).
Cuando el problema consiste en un inadecuado pH del suelo, inferior al rango
recomendado, la acidez impedirá que la planta tome algunos de los nutrientes
que requiere, especialmente los elementos básicos. Sin embargo, mediante el
uso de enmiendas puede lograrse una corrección adecuada. Se debe realizar
el análisis químico en un laboratorio para detectar esta condición y definir las
medidas correctivas, si es el caso.
31
Manejo agronómico
El manejo agronómico de un cultivo de cebolla de bulbo comprende todas las
actividades requeridas para el desarrollo de las plantas, desde la siembra hasta
la cosecha. Por tratarse de organismos vivos, las plantas deben ubicarse en un
ambiente favorable a su crecimiento, hidratarse, nutrirse, y protegerse de las
enfermedades y de otros organismos que las atacan. A continuación, se revisan
cada una de estas actividades.
Instalación del cultivo
Una vez que se cuente con un terreno que cumpla con las condiciones descritas
en cuanto a clima y suelo para la siembra del cultivo, el paso siguiente consiste
en analizar la fertilidad del suelo en un laboratorio. Esto con el fin de establecer
el plan de manejo de la fertilización, que puede incluir algunas prácticas que se
realizan antes o durante la preparación del terreno. Por lo tanto, aunque los
temas se tratan separadamente en este manual, en la práctica es importante
que se realice una planeación de las actividades de manejo del cultivo antes
de la siembra, para determinar cuáles de ellas se llevarán a cabo simultánea o
secuencialmente.
Preparación del terreno
No se recomienda utilizar un suelo de barbecho para la siembra de la cebolla
de bulbo. Preferiblemente, el lote debe haber sido cultivado previamente con
MANEJO AGRONÓMICO
32
plantas de ciclo anual. De este modo, la preparación del terreno se hace más
sencilla y la presencia de arvenses (plantas espontáneas que crecen dentro del
cultivo) se reduce.
Bajo la premisa anterior, la preparación del terreno comprende la labranza se-
cundaria con el paso del rastrillo, el cual ayudará también a incorporar enmien-
das y abonos, de ser necesario (Polanco, 2007). Normalmente se utilizan dos
pases de rastrillo, de modo que el segundo pase se haga cruzado al primero.
Posteriormente se levantan las camas con ayuda de una surcadora.
Se denomina “cama” al terreno delimitado por dos surcos cuando permite sem-
brar a lo largo de esta más de dos hileras de plantas. Se utiliza especialmente
en el cultivo de plantas de porte pequeño, como muchas hortalizas. Permite
un mejor aprovechamiento del espacio del terreno, en cuanto se aumenta la
densidad de siembra sin que se dificulte el manejo del cultivo.
En caso de aplicar riego por goteo y acolchado (que se describen más adelante),
se trabajan camas de un metro de ancho por un máximo de 40 metros de largo
(Figura ??). Con una distancia de 15 cm entre plantas, se logran seis hileras de
plantas a lo largo de la cama.
Figura 4 Formación de los surcos para la siembra de cebolla de bulbo.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
INSTALACIÓN DEL CULTIVO
33
Sistema de riego
Para suplir de agua al cultivo de cebolla de bulbo, es conveniente contar con un
sistema de riego. De otro modo, en los periodos secos la planta sufrirá estrés
y se afectará negativamente el rendimiento. Comúnmente se utiliza el sistema
de riego por aspersión o por goteo, los cuales difieren en eficiencia y costo. El
riego por aspersión consiste en aplicar agua en forma de lluvia sobre el terreno
con la ayuda de aspersores, mientras que el riego por goteo aplica el agua di-
rectamente al suelo a muy bajo caudal (gota a gota), por medio de mangueras o
cintas que distribuyen el líquido con la ayuda de los emisores (goteros). La tec-
nología propuesta en este manual requiere disponer del riego por goteo, puesto
que el cubrimiento de las camas con el acolchado impide la eficacia del riego
por aspersión. El diseño del sistema de riego por goteo debe ser hecho preferi-
blemente por un ingeniero, con el fin de garantizar un buen manejo del caudal
y presiones en la tubería, lo cual es indispensable para un riego uniforme en la
cantidad que requiere el cultivo.
El esquema del sistema de riego debe incluir, básicamente, una fuente de agua
cercana al lote, instalación de filtros para evitar el taponamiento de los goteros,
una tubería múltiple que lleva el agua a las camas, y unas cintas que distribuyen
el agua a las plantas en las camas por medio de goteros en línea insertados
sobre la manguera (Figura ??). Adicionalmente, se puede incluir un tanque de
suministro de fertilizante líquido, que entra al sistema de tubería por medio de
un dispositivo denominado inyector Venturi.
El cabezal de riego o la estructura para la toma y manejo de agua desde la fuente
debe contar con un registro de funcionamiento independiente para suspender
el paso de agua o de fertilizantes en determinado caso. Es importante tener en
cuenta que la solución de fertilización debe pasar por un filtro de discos para
evitar el taponamiento en la tubería, y que, en caso de requerir la aplicación de
agua sin fertilizante, debe existir una derivación de la tubería que evite pasar
por el inyector Venturi, con el fin de prevenir su desgaste innecesario.
El diseño y operación de este sistema rebasan la intención de este manual, ya
que se deben contemplar detalles técnicos importantes. Sin embargo, se descri-
be a continuación la instalación del acolchado.
MANEJO AGRONÓMICO
34
Figura 5 a) Conexión de las líneas de goteo a la tubería principal. b) Cabezal de riego.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
Instalación del sistema de acolchado y riego
Cuando ya se cuenta con un diseño del sistema de acolchado y riego por go-
teo, se debe ubicar primero el recorrido de la tubería principal, desde donde se
derivarán las cintas de riego en las camas. El número de cintas por cama depen-
de del caudal de los goteros, pero en el ejemplo de la finca, se colocaron tres
cintas por cama, de modo que entre ellas quedó una distancia aproximada de
25 a 30 cm. Por un extremo las cintas se unen a la tubería múltiple por medio
de conectores (Figura ??). Por el otro, las cintas llegarán al extremo de la cama,
sobrepasándola en por lo menos 50 cm.
Para realizar la conexión de las cintas a la tubería principal de riego (Figura ??),
se marcan los puntos sobre la tubería donde va cada cinta, se abre un agujero
en cada punto con ayuda de un taladro, y se le inserta un conector al cual se le
ajusta la cinta correspondiente.
Las cintas vacías ubicadas sobre las camas se alargan fácilmente, pero cuando
se llenan de agua se acortan un poco, lo cual debe tenerse en cuenta durante la
instalación para evitar que las últimas plantas se queden sin agua. El extremo de
la cinta a obturar se corta a 8 cm del borde, se dobla dos veces sobre sí mismo
—aproximadamente por 10 cm en cada doblez—, y se amarra con el pedazo de
cinta cortado. Finalmente, la cinta se fija al suelo con la ayuda de un gancho
(Figura ??).
INSTALACIÓN DEL CULTIVO
35
Figura 6 a) Instalación de cinta de riego. b) Tensado y obturación de cintas de goteo en el extremo de
la cama.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
MANEJO AGRONÓMICO
36
Para la instalación del acolchado es necesario que el terreno se encuentre lomás
homogéneo posible, de manera que el suelo quede en contacto directo con el
plástico y no se generen espacios de calor que puedan quemar las plantas. En su
colocación, un operario se ubica en un extremo de la cama con el rollo y otros
dos operarios halan de sendas puntas del plástico para desenrollarlo a medida
que avanzan, recorriendo los surcos aledaños a la cama que se va a cubrir, hasta
llegar al otro extremo. Allí dejan aterrizar el plástico con una adecuada tensión.
Finalmente, los bordes se aseguran a lo largo del surco con pequeños bloques
de suelo, para evitar que el textil se levante y pueda causar daños a las plantas
(Figura ??).
Figura 7 Instalación del acolchadopara un cultivo de cebolla de bulbo.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
Tipos de semilla y siembra
Existen tres tipos de semilla utilizados para el cultivo de cebolla de bulbo, que
unmismo agricultor puede aplicar alternadamente según se requiera para evitar
INSTALACIÓN DEL CULTIVO
37
al máximo la pérdida de plantas y adaptarse a las condiciones variables del clima
y la comercialización. Cada uno de estos tipos se describe a continuación.
Semilla por trasplante: con este método el productor debe utilizar semilla se-
xual1 para sembrar un semillero y mantenerlo por alrededor de dos meses y
medio. Posteriormente se realiza el trasplante al sitio de cultivo para que com-
plete su desarrollo hasta la cosecha, la cual ocurre aproximadamente tres meses
y medio después del trasplante.
La siembra de plántulas en el sitio de cultivo se realiza manual y directamente,
mientras el terreno está húmedo y suelto. Se toma la plántula entre los dedos,
se hunde el dedo índice en el suelo para que la planta penetre hasta el nivel del
cuello, se suelta y se apisona para un buen contacto de las raíces con su medio.
Si el terreno está seco y con bloques, se debe recurrir al uso de una estaca
con un diámetro menor a un centímetro para abrir el hueco y luego sembrar
la planta, para evitar el maltrato a las raíces (Figura ?? a). Luego de 15 días del
trasplante del semillero emergen las nuevas hojas y la planta comienza el ciclo
de desarrollo (Figura ?? b). Pasados 30 días más, aproximadamente, las cebollas
se encuentran en etapa de formación de bulbo.
Semilla por recorte: este método utiliza como semilla las cebollas de menor
tamaño colectadas en la última cosecha, que no tienen valor comercial para
consumo. Con esto se ahorra la compra de semilla, pero los cultivos que se
desarrollan de estemodo producen una cosecha demenor calidad que la semilla
sexual. La selección de los bulbos se hace tanto por tamaño —menor a 5 cm
de diámetro—, como por su estado fitosanitario. Después de recolectados se
dejan secar entre 15 y 30 días hasta el momento de la siembra, la cual se realiza
directamente en el lote de cultivo.
Semilla por embole: se utiliza para las épocas secas. Se inicia con un semillero
sembrado con semilla sexual, pero en vez de trasplantarlo a los dos meses y
medio, o en el momento en el que aparecen y comienzan a engrosar los bulbos,
se dejan crecer aún más, hasta que aparecen micro bulbos ya diferenciados,
lo cual ocurre aproximadamente a los cuatro meses. Una vez que la mayoría
1 La semilla sexual de cebolla de bulbo distribuida en la zona oriental de Cundinamarca es producida
en su mayoría por empresas extranjeras y comercializada a través de empresas nacionales.
MANEJO AGRONÓMICO
38
Figura 8 a) Siembra de plántulas de cebolla de bulbo. b) Cultivo a los 15 días del trasplante.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
de plantas del semillero llega a este estado se cosechan los microbulbos que
servirán como semilla, se dejan secar y se almacenan por entre 15 y 30 días.
Luego de esto están listos para ser sembrados en el sitio de cultivo, donde se
obtendrá la cosecha comercial aproximadamente a los tres meses (Figura ??).
INSTALACIÓN DEL CULTIVO
39
Figura 9 Cultivo de cebolla de bulbo usando semilla de embole.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
Selección del sitio del semillero
Dado que en la zona oriental de Cundinamarca los semilleros aún se realizan
en el suelo sembrando la semilla sexual al voleo, es necesario que se haga una
adecuada selección del lugar para tal fin. Debe tener un suelo fértil, permeable,
con alto contenido de materia orgánica, una textura franca y un buen drenaje,
de manera que facilite el crecimiento de las plántulas y su arrancado para el
posterior trasplante (Blanco, 2017).
El suelo no debe presentar malezas perennes y debe estar protegido de posibles
adversidades, como las corrientes de vientos fuertes o las inundaciones. Es muy
importante considerar una fuente segura de agua de riego, ya sea un pozo o un
canal superficial, así como evitar que haya árboles o cortavientos muy cerca del
lugar pues pueden producir exceso de sombra, alta humedad y baja temperatura
(Blanco, 2017).
MANEJO AGRONÓMICO
40
Manejo integrado de fertilización
Para crecer y desarrollarse, la planta requiere una variedad de nutrientes que
puede tomar del suelo, el agua o el aire. Normalmente es el suelo el medio
que provee algunos de dichos nutrientes, los cuales pueden escasear y hacerse
limitantes. Para garantizar que el cultivo cuente con el alimento suficiente se
debe hacer un balance entre lo requerido para lograr una meta de rendimiento
y lo que está disponible, especialmente en forma de nutrientes aprovechables
del suelo. Si este balance es negativo, significa que debe suministrarse alimento
adicional a través de la fertilización.
Las labores de fertilización están encaminadas a suplir las necesidades nutri-
cionales del cultivo y compensar la extracción de nutrientes que se genera en
el suelo por razón de la cosecha. Además, con una adecuada fertilización se
busca que el cultivo sea más resistente a los ataques de plagas y enfermedades,
aumente su producción y mejore la calidad de la cosecha.
La planta puede tomar los nutrientes, siempre y cuando se presenten de forma
balanceada y debidamente acondicionados. Es decir, el alimento para la planta
también debe ser fácilmente asimilable; de lo contrario el resultado puede ser
contraproducente: se pueden formar compuestos insolubles no aptos para el
consumo de la planta e, incluso, la concentración de sales impedirá que la planta
pueda tomar el agua que necesita.
Tratándose del suelo como medio de suministro de nutrientes, es importante
que este tenga una aireación adecuada, un buen contenido de agua sin llegar a
saturación, una buena retención de elementos químicos y un grado de acidez
tolerable por la planta. En el caso de una solución fertilizante debe considerarse
el pH, la concentración de sales, la conductividad eléctrica y la compatibilidad
de los nutrientes.
Adicionalmente, el suelo es un medio donde se desarrolla una gran variedad de
organismos vivos que lo habitan, algunos de los cuales pueden hacer aportes
importantes a la nutrición del cultivo, e incluso estimular el crecimiento de las
plantas. La evolución ha llevado a que algunos microorganismos desarrollen
relaciones con las plantas que favorecen a ambas partes, como ocurre con las
micorrizas u hongos asociados a las raíces. Estos ayudan a la toma de fósforo
MANEJO INTEGRADO DE FERTILIZACIÓN
41
por la planta ymejoran su capacidad para soportar el estrés por sequía, mientras
que los hongos se alimentan del azúcar vegetal.
Por lo tanto, el manejo integrado de la fertilización no sólo comprende el aporte
de nutrientes a la planta, sino también el acondicionamiento físico, químico y
biológico del suelo para que la planta pueda aprovechar al máximo la alimenta-
ción que se le provee.
Para profundizar este tema, a continuación se relacionan las funciones e impor-
tancia de cada nutriente y la forma como puede proveerse la alimentación a la
planta por medio de la fertilización, ya sea en la etapa de semillero o en la de
cultivo final.
Función de los nutrientes
Descartando algunos elementos que la planta adquiere a través del aire y el agua,
hay por lo menos doce elementos minerales que todas las plantas toman princi-
palmente a través de sus raíces. Seis de ellos se requieren en mayor cantidad y
se denominan “elementos mayores”: nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), cal-
cio (Ca), magnesio (Mg) y azufre (S). Los demás elementos, aunque igualmente
importantes, se requieren en una mínima cantidad y se denominan “elementos
menores”: hierro (Fe), manganeso (Mn), cobre (Cu), zinc (Zn), boro (B) y mo-
libdeno (Mo). También hay más elementos nutritivos que normalmente no se
mencionan como fertilizantes, como el cloro (Cl), entre otros.
Las funciones asociadas a los nutrientes se presentan en la Tabla ??, junto con
los síntomasque presenta la planta cuando hay deficiencia. Es importante acla-
rar que normalmente un elemento puede tener diferentes funciones según el
tejido en el que se encuentre. Además, la planta trabaja como un sistema, de
modo que se requiere la participación de todo el conjunto de elementos para
lograr el crecimiento y desarrollo vegetal. Por lo tanto, la deficiencia de uno o
más elementos no permitirá que la planta exprese su potencial productivo y, en
caso extremo, impedirá que complete su ciclo de vida.
42
Tabla 3 Función de nutrientes y síntomas de deficiencias en las plantas de cebolla de bulbo
Nutriente Función Síntoma por deficiencia
Nitrógeno Crecimiento vegetal, rendimiento y tamaño del
bulbo.
• Poco desarrollo.
• Amarillamiento en las hojas viejas.
• Maduración precoz del bulbo.
• Bulbo pequeño.
• Baja calidad del bulbo.
• Disminución de vida en poscosecha.
Fósforo Rendimiento, calidad, crecimiento de las raíces. • Retraso en el desarrollo del cultivo.
• Aumento en el grosor del tallo en la cosecha.
• Bajo crecimiento y pobre maduración.
• Hojas moteadas entre verde, marrón y amarillo.
Potasio Mayor resistencia a lesiones por frío, sequía y
enfermedades. Mayor rendimiento.
• Puntas de las hojas color marrón.
• Secamiento y muerte de las puntas de las hojas.
• Ligero amarillamiento en las hojas viejas.
• Muerte de las hojas viejas.
• Piel del bulbo delgada.
• Reducción de rendimiento y calidad.
Calcio Establecimiento y alargamiento de la raíz,
aumento de altura y vigor.
Firmeza en el bulbo.
Mejor calidad del bulbo.
• Muerte de las puntas de las hojas sin tener amarillamiento.
• Muerte y caída de la parte superior de la hoja.
• Bulbos pequeños y de baja calidad.
Magnesio Producción de clorofila.
Crecimiento vigoroso de las hojas.
• Crecimiento lento de la planta.
• Muerte en plantas débiles.
• Amarillamiento total de las hojas viejas.
• Encorvamiento de las puntas de las hojas y necrosis.
• Disminución del tamaño del bulbo.
Azufre Sabor característico de la cebolla.
Aumento de la producción.
Formación de clorofila.
Mayor tolerancia al ataque de plagas.
• Producción de menos hojas en la planta.
• Amarillamiento de las hojas jóvenes.
• Menor tolerancia a enfermedades.
Hierro Síntesis de clorofila y fotosíntesis.
Crecimiento foliar.
• Clorosis y emblanquecimiento de las hojas.
Cobre Formación de lignina.
Mejoramiento del color en las catáfilas (capas
externas del bulbo).
• Emblanquecimiento de las puntas de las hojas.
Zinc Desarrollo de los reguladores de crecimiento.
Desarrollo de los cloroplastos.
Mejoramiento en la germinación de semillas.
• Hojas retorcidas dobladas al exterior.
• Coloración anaranjada moteada en las hojas viejas.
• Clorosis y rayas amarillas en las hojas jóvenes.
Manganeso Producción de clorofila.
Metabolismo y síntesis de proteínas.
• Crecimiento lento de las plantas.
• Clorosis intervenal.
• Retraso en la formación de bulbo.
• Cuello de tallo grueso.
Boro Movimiento de calcio en la planta.
Síntesis de proteínas.
• Moteados de amarillo y verde en las hojas jóvenes.
• Amarillamiento y muerte de las hojas viejas.
• Grietas transversales en las hojas viejas.
• Retraso en el crecimiento.
Molibdeno Metabolismo del nitrógeno.
Síntesis de pigmentos y clorofila.
• Muerte de las plántulas.
• Descomposición de la punta de la hoja.
Fuente: Pacheco (2013).
MANEJO INTEGRADO DE FERTILIZACIÓN
43
Formas de fertilización
El fertilizante que requiere el cultivo se puede aplicar directamente al suelo en
forma sólida, en cuyo caso se denomina “edáfico” (Figura 10). Cuando se apli-
ca en forma de solución asperjada sobre el follaje se denomina “foliar”. Si la
fertilización se hace con el sistema de riego, se denomina “fertirriego”. Estas
formas se pueden combinar en un mismo cultivo. Por ejemplo, se puede hacer
una aplicación edáfica antes de la siembra, un fertirriego con el desarrollo del
cultivo, y una aplicación foliar cuando el cultivo está desarrollado y se requie-
re reforzar la nutrición. Pero es especialmente en la aplicación edáfica que se
pueden aplicar los conceptos de fertilización integrada.
La fertilización integrada puede incluir el uso de microorganismos benéficos, lo
que se denomina “biofertilización”. Esto permite el aporte de nutrientes como
el nitrógeno y favorece la disponibilidad de fósforo y potasio, especialmente.
Las bacterias fijadoras de nitrógeno (Azotobacter sp.), las micorrizas (Glomus sp.)
y las bacterias solubilizadoras de fósforo (Azospirillum sp.) se consiguen en el
mercado, y debe buscarse que sean aptas para el suelo y el cultivo donde se
van a aplicar. También debe incluirse la aplicación de materia orgánica, que
favorece las condiciones físicas, químicas y biológicas del suelo. Dado que los
suelos de cultivo pueden ser muy diferentes, el análisis del suelo permite una
aproximación a su condición de fertilidad para determinar las prácticas más
adecuadas en cada caso. Para esto es conveniente el apoyo de un ingeniero
agrónomo.
En general, en la etapa de semillero la planta requiere buena disponibilidad de
fósforo, un nutriente que se encuentra en mayor concentración en productos
como en el fertilizante compuesto NPK 12-24-12 utilizado por los agricultores.
Aunque el fósforo contribuye al desarrollo de las raíces y el crecimiento de
las plantas, el exceso de fósforo puede ser contraproducente cuando el suelo
se satura, lo cual se observa en suelos que han sido sobre-fertilizados sin una
supervisión adecuada. Por otra parte, el uso excesivo de cal con el fin de ajustar
la acidez del suelo también resulta perjudicial, ya que el calcio compite con el
potasio y puede presentarse deficiencia de este último (Rojas, 2005). Esto se
menciona para enfatizar la conveniencia de la asistencia técnica.
MANEJO AGRONÓMICO
44
Figura 10 Fertilización en un semillero de cebolla de bulbo.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
En el sistema de producción de cebolla de bulbo con acolchado y riego por go-
teo, el fertirriego representa una ventaja importante para el mejor desarrollo
de las plantas, aunque inicialmente se requiere asesoría profesional con el fin
de establecer los planes adecuados de fertilización. En este sistema se utilizan
fuentes minerales solubles en agua, lo cual hace que la planta las aproveche al
máximo. Además, se aplican en la cantidad requerida según el estado de creci-
miento de la planta, de modo que se minimizan las pérdidas. La respuesta del
cultivo se refleja en la buena calidad de los bulbos y en el aumento del rendi-
miento. El acolchado también impide que las plantas competidoras (arvenses)
se favorezcan con el fertirriego; además, el aumento de la temperatura que re-
sulta de la cobertura favorece una mayor actividad de los microorganismos del
suelo y las raíces de la planta.
MANEJO INTEGRADO FITOSANITARIO
45
Requerimientos nutricionales del cultivo de
cebolla
En la Tabla ?? se presenta la extracción de nutrientes por el cultivo de cebolla
de bulbo, según diferentes autores. Las diferencias pueden deberse, en parte, a
las condiciones variables de clima, suelo y manejo.
Tabla 4 Requerimientos de fertilización para el cultivo de cebolla de bulbo en kg/ha, según el
rendimiento esperado en t/ha
Autores Absorción total (kg/t) Extracción (kg/t)
N P K Ca Mg S N P K Ca Mg S
Gómez (2010) 3,9 0,6 4 4,4 0,7 0,8 2,5 0,4 2,4 0,8 0,3 0,2
Pacheco (2013) 3,1 0,3 3,8 1,2 0,5 0,4
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
Para el caso de las zonas de Chipaque y Une, donde se trabajó con el Subpro-
yecto Hortalizas, se tomaron como referencia los datos de Pacheco (2013), dado
que esta es la referencia más actualizada que incluye una de las variedades de
cebolla de bulbo más utilizadas en el oriente de Cundinamarca. Con tales datos
se estableció la propuesta para el plan de fertilización presentado en el presente
manual.
Manejo integrado fitosanitario
Las plagas y enfermedades de las plantas hacen parte de las relaciones que tiene
un cultivo consu medio ambiente natural. Pero también existen organismos
benéficos, que se desarrollan sin afectar negativamente a la planta y más bien le
contribuyen, ya sea porque atacan a los organismos perjudiciales o porque crean
condiciones favorables para el cultivo. Entonces el primer paso en el manejo
fitosanitario del cultivo consiste en cuidar y garantizar que exista algún grado
de control natural de los organismos perjudiciales al cultivo y preservar aquellas
especies que pueden favorecer el cultivo.
MANEJO AGRONÓMICO
46
Otro aspecto importante consiste en reconocer que las condiciones ambien-
tales como aireación, humedad y temperatura deben ser favorables al cultivo,
porque de otro modo la planta estresada estará en desventaja frente a los or-
ganismos patógenos y las plagas. En este principio se basa el manejo cultural
de las enfermedades, que incluye aspectos como la adecuada preparación del
terreno, la densidad de siembra, la nutrición balanceada del cultivo, el riego
ajustado a los requerimientos, la supervisión y control adecuado de plantas ar-
venses que puedan ser hospederas secundarias de enfermedades y plagas, entre
otras acciones.
Finalmente, la aparición de plagas ocurre con el crecimiento desmedido o incon-
trolado de un organismo perjudicial al cultivo. Frente a esto es común que se
recurra al uso de productos químicos tóxicos, que se clasifican en cuatro catego-
rías: desde I (la más tóxica) hasta IV (la menos tóxica). El manejo de plaguicidas
exige una gran responsabilidad ya que compromete la seguridad de los opera-
rios, la inocuidad del producto y la salud de los consumidores. De acuerdo con
las BPA se deberían seguir las siguientes recomendaciones:
• Utilizar productos debidamente registrados ante el ICA.
• Evitar en lo posible el uso de productos con categorías toxicológicas I y II.
• Seguir estrictamente las indicaciones de la etiqueta.
• Utilizar los elementos de protección personal durante la aplicación.
• Utilizar agua apta para riego para realizar las mezclas.
• Señalizar el lote para indicar que el acceso está restringido por un periodo.
Seguir el procedimiento de dilución directa o predilución según el tipo de
formulación del agroquímico (ICA, 2009).
• Respetar los periodos de carencia de los agroquímicos. Dicho periodo se
refiere al tiempo mínimo que debe respetarse entre la última aplicación al
cultivo y la cosecha, con el fin de evitar la presencia de residuos químicos
en el producto cosechado que afecten la salud del consumidor.
MANEJO INTEGRADO FITOSANITARIO
47
El manejo integrado de plagas consiste en utilizar todos los recursos para evitar
al máximo la aplicación de medidas de control. Para ello, los métodos cultura-
les y biológicos tienen prioridad. Afortunadamente existen en el mercado pro-
ductos alternativos a los agroquímicos que pueden ser igualmente eficientes.
Además, la efectividad de un método de control depende en gran medida de
las siguientes condiciones:
1. Reconocimiento adecuado del problema o agente causal.
2. Evaluación del estado actual de avance del problema en el cultivo (mues-
treo).
3. Decisión demanejo basada en un criterio de umbral, omínimo de incidencia
del problema por encima del cual la práctica de control es requerida.
4. Selección de métodos de control seguros y eficientes, que respeten en la
mayor medida posible los organismos benéficos y neutros.
5. Valoración final del resultado y toma de medidas finales.
Para efectos de la evaluación del estado del problema fitosanitario, y especial-
mente si el cultivo es extenso, una revisión completa de las plantas resulta
costosa e ineficiente. En tales casos se debe realizar un muestreo, es decir, la
visita a algunos sitios del cultivo que sean representativos del conjunto. Para
tal fin, es conveniente tener en cuenta algunas recomendaciones:
• Definir con antelación el recorrido a realizar, con base en un mapa del te-
rreno. En la literatura es frecuente encontrar sugerencias de recorrido en
forma de zigzag, similar a la forma de las letras ‘Z’, ‘W’ o ‘M’, o un recorrido
cruzado en ‘X’ (Figura 11). Lo importante es que se contemple incluir cual-
quier parte del terreno cultivado (principio del azar) y que se considere el
tiempo que tarda la evaluación, para que no resulte tedioso.
MANEJO AGRONÓMICO
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Figura 11 Recorrido para monitorear plagas y enfermedades.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
• También es importante identificar las áreas más susceptibles al ataque de
plagas o enfermedades, considerando las condiciones favorables a su apa-
rición, como pueden ser la alta humedad, el exceso de sombra, los bordes
con cultivos susceptibles, etc. Es posible que estas áreas se puedan manejar
independientemente, lo cual significa que el seguimiento también se debe
hacer por separado del resto del lote.
• Hay que aprender a reconocer y ubicar los problemas fitosanitarios (insec-
tos, enfermedades y otros) así como los organismos benéficos. En este ma-
nual se describen especialmente los primeros. En el caso de los insectos, a
veces puede ser más fácil evaluar los daños, o hacer un conteo de los adul-
tos más que de los estados larvarios, etc. Algunos insectos pueden tener
hábitos nocturnos, por lo cual en el día no será fácil encontrarlos pues se
esconden en el suelo. Entonces hay que aprender a buscarlos en la planta o
sus alrededores.
MANEJO INTEGRADO FITOSANITARIO
49
A continuación se presentan los principales problemas fitosanitarios del cultivo
de cebolla de bulbo, la descripción para su reconocimiento y algunas recomen-
daciones de manejo.
Manejo integrado de enfermedades
Las enfermedades en las plantas se presentan bajo las siguientes condiciones:
un hospedero susceptible (la planta), un patógeno presente y virulento (inócu-
lo), un ambiente favorable y un tiempo de desarrollo. A continuación, se des-
cribe cada punto:
• Planta: genéticamente, cada material vegetal es susceptible a determinadas
enfermedades y resistente a otras. Este conocimiento lo tienen los produc-
tores de semilla, y también lo debe conocer el agricultor para seleccionar
el material más adecuado para su finca. Se debe considerar que la planta se
adapte al ambiente de la zona de cultivo para reducir al máximo el estrés, y
que sea resistente a los problemas sanitarios más importantes.
• Inóculo: puede estar presente si la enfermedad se ha presentado en el mis-
mo lote anteriormente, o si se presenta en lotes vecinos o en plantas ar-
venses. En ocasiones, los microorganismos causantes de las enfermedades
habitan en el suelo, donde pueden sobrevivir por varios años. A este nivel,
la prevención de enfermedades consiste en evitar los lotes infectados y las
zonas de prevalencia, y utilizar semillas certificadas o plántulas sanas garan-
tizadas.
• Ambiente: las enfermedades requieren ciertas condiciones favorables, que
a la vez son desfavorables para las plantas. Según el microorganismo, puede
tratarse de exceso de humedad, sequía prolongada, falta de oxígeno en el
suelo, escasa aireación del cultivo, suelos pesados o suelos muy sueltos que
no permiten un desarrollo adecuado de la raíz. Conocer estas condiciones y
manejarlas es la base del control cultural. Además, el seguimiento al clima,
y en especial a las lluvias, puede ayudar a tomar medidas preventivas para
algunas enfermedades, como la aplicación de productos protectantes.
MANEJO AGRONÓMICO
50
• Tiempo: una vez que el microorganismo encuentra la planta hospedera co-
mienza el ciclo de la enfermedad, que tiene una duración determinada. Para
que ocurra una epidemia, este ciclo se repite varias veces hasta cubrir gran
parte del cultivo. El conocimiento de esta dinámica ayuda a determinar el
umbral de control, para actuar antes de que la enfermedad se convierta en
epidemia.
El patógeno entra en contacto con la planta, la infecta y se incuba. Luego
de un tiempo de incubación, aparecen los síntomas en el órgano afectado,
que se extienden en la medida del crecimiento del patógeno y la severidad
del ataque. Finalmente,el patógeno termina su ciclo y busca propagarse a
otras plantas, para lo cual puede formar estructuras de diseminación (a esto
se le llama signos de la enfermedad), muchas veces distinguibles a simple
vista. La cantidad de plantas afectadas sobre el total cultivado es lo que se
conoce como “incidencia”.
Para el manejo de enfermedades en el cultivo de cebolla de bulbo se recomien-
da, en primer lugar, realizar un seguimiento al cultivo semanalmente, registran-
do en campo los problemas fitosanitarios de acuerdo con la sintomatología pre-
sentada por las plantas. Según el nivel de incidencia se deben aplicar las medi-
das correspondientes, considerando criterios de las BPA.
Mildeo velloso
Síntomas: el mildeo de la cebolla es causado por el hongo Peronospora destructor,
el cual habita en el suelo. La enfermedad que produce se considera como la más
importante del cultivo por su amplia distribución alrededor del mundo (Agrios,
1996; Brewster, 2001) y por las grandes pérdidas económicas que genera. Los
síntomas iniciales en las hojas son manchas grandes ovaladas de color verde
brillante en la dirección longitudinal de las hojas, las cuales al esporular (desa-
rrollo de signos) presentan un color gris fácilmente observable en horas de la
madrugada. Al avanzar la enfermedad, las hojas infectadas se tornan amarillen-
tas y se pueden doblar y secar (García, 2003) (Figura 12). Este hongo desarrolla
epidemias en los cultivos, especialmente en los que tienen el follaje muy desa-
rrollado, que favorece una alta humedad entre las plantas. Los bulbos pueden
MANEJO INTEGRADO FITOSANITARIO
51
infectarse y degradarse, ya sea en el campo o en el almacenamiento. La cercanía
entre bulbos sanos y afectados favorece la propagación del hongo. Es importan-
te aclarar que las estructuras de resistencia del hongo pueden sobrevivir en el
suelo por más de dos años, si las condiciones de humedad son favorables.
Figura 12 Daño inicial (a) y daño avanzado (b) en hojas de cebolla de bulbo por mildeo velloso.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
Recomendaciones de manejo: como medidas preventivas se recomienda em-
plear semillas certificadas o desinfectar el material vegetal para las especies de
propagación asexual; utilizar densidades y distancias de siembra adecuadas pa-
ra permitir la circulación de aire en el lote, especialmente para cuando el cultivo
esté desarrollado; mantener un adecuado drenaje dentro del cultivo para redu-
cir el exceso de humedad; realizar monitoreos permanentes del cultivo para
detectar la enfermedad en las fases iniciales; evitar realizar heridas (que se con-
vierten en sitios de entrada del hongo a la planta) durante las labores culturales
MANEJO AGRONÓMICO
52
(especialmente la deshierba) y durante la cosecha; eliminar las plantas muertas
y los residuos de la cosecha. De ser necesario, se recomienda aplicar productos
químicos ligeramente tóxicos (IV) o medianamente tóxicos (III), rotando los in-
gredientes activos respetando los períodos de carencia.
Botrytis
Entre las enfermedades que causa este hongo están la pudrición del cuello del
bulbo y el tizón o quemazón de la hoja, las cuales se describen a continuación.
Pudrición del cuello del bulbo: esta enfermedad puede ser causada por uno de
tres agentes causales (Botrytis allii, Botrytis cinérea o Botrytis squamosa), aunque el
primero es la más frecuente en el cultivo de la cebolla. Estos hongos se presen-
tan en condiciones húmedas y frías. Afectan principalmente a los bulbos, por lo
común durante el almacenaje; sin embargo, también se observan en campo y se
manifiestan en los bulbos maduros próximos a la cosecha. El hongo penetra a
través del disco basal o en los tejidos dañados, donde aparecerán los síntomas
de la enfermedad. También puede afectar a las flores, contaminar las semillas y
afectar a las plantas pequeñas, en las que causa una pudrición en el cuello (Bejo
Zaden, 2011).
Síntomas de la pudrición del cuello del bulbo: se manifiestan inicialmente co-
mo lesiones pequeñas, marrones o grises, hundidas en el costado o cerca de
la base del bulbo (Figura 13). Luego, en el tejido cercano al cuello del bulbo,
se desarrolla una pudrición blanda y acuosa que progresa hasta afectar el bul-
bo entero (Bejo Zaden, 2011). En el tejido afectado por la enfermedad, entre
las escamas, se distingue el crecimiento micelial (desarrollo de signos) de color
blanco a gris (Rivera y Cabrera, 2012) (Figura 13). En ocasiones el micelio for-
ma estructuras endurecidas, o esclerocios, que sirven para la supervivencia del
hongo en el suelo (Bejo Zaden, 2011).
Tizón o quemazón de la hoja: la quemazón de la hoja, causada principalmente
por el hongo Botrytis squamosa, es propiciada por periodos prolongados de frío y
lluvia. Se presenta hacia el final del cultivo, cuando la humedad se aumenta por
el follaje y hay mayor cantidad de hojas maduras o viejas, que normalmente pre-
sentan lesiones por donde puede entrar el hongo. En estas condiciones, este se
MANEJO INTEGRADO FITOSANITARIO
53
Figura 13 Pudrición del cuello del bulbo de cebolla causada por Botrytis allii.
Fuente: Bejo Zaden (2011) y Rivera y Cabrera (2012).
desarrolla rápidamente causando la quemazón de las hojas, que eventualmente
se secan y mueren. También se propaga en el almacenaje de los bulbos si las
condiciones son favorables.
El hongo forma estructuras reproductivas duras y secas, llamadas esclerocios,
ya sea en el suelo o en las escamas del bulbo. Los esclerocios pueden ser blancos
al principio, pero se vuelven negros con la edad. Así, el inóculo del hongo puede
provenir del suelo, de otros bulbos afectados o de las esporas dispersadas por
el viento (Bejo Zaden, 2011).
MANEJO AGRONÓMICO
54
Síntomas del tizón o quemazón de la hoja: comienza como una lesión blanca
pequeña de dosmilímetros en la hoja, rodeada por un halo verde claro. Al madu-
rar, las lesiones se tornan elípticas y el halo verde desaparece (Rivera y Cabrera,
2012). La hoja se raja en ángulo recto con respecto a la lesión cuando se presio-
na. La mancha se puede distinguir más fácilmente de los daños provocados por
insectos, granizo o golpes cuando está en su fase inicial. Con el transcurso del
tiempo las lesiones aumentan de tamaño, se fusionan entre sí y pueden provo-
car la pérdida de la hoja (Bejo Zaden, 2011) (Figura 14). La muerte prematura
de las hojas en la planta ocasiona el desarrollo de bulbos pequeños.
Figura 14 Manchas en las hojas de la cebolla de bulbo causadas por algunos tipos de Botrytis
Fuente: Bejo Zaden (2011).
Recomendaciones demanejo: algunas prácticas culturales ayudan a prevenir la
aparición de la pudrición del cuello del bulbo, como por ejemplo utilizar semilla
limpia libre de patógenos, favorecer una buena ventilación del cultivo con una
baja densidad de siembra, evitar la aplicación de fertilizantes después de nueve
semanas de la siembra. También se puede acelerar el curado de los bulbos en el
almacenaje —puede ser con aire caliente—, así como prevenir la condensación
de humedad sobre ellos, mantener condiciones de temperatura entre 0 y 1 °C
y una humedad relativa del 75 %.
MANEJO INTEGRADO FITOSANITARIO
55
Para la quemazón de la hoja, las prácticas culturales consisten en el manejo ade-
cuado de los residuos de la cosecha, la rotación del cultivo, y mantener una
densidad de siembra adecuada que permita una buena ventilación del cultivo.
También realizar el seguimiento al cultivo desde la siembra y, cuando se alcan-
ce el umbral de una lesión por hoja o más, aplicar medidas de control con la
asistencia de un ingeniero agrónomo.
Alternaria
El hongo Alternaria porri causa una enfermedad conocida como “mancha púr-
pura”, que afecta a las hojas y los bulbos. El hongo puede permanecer en los
restos y rastrojos de los cultivos anteriores, como inóculo. Cuando se presenta
una condición de humedad por más de 12 horas se forman conidios y esporas
que, cuando se secan, pueden propagarse por el aire y alcanzar las plantas de
cultivo. El periodo de incubación tarda de unoa cuatro días (Bejo Zaden, 2011).
Las esporas también se propagan por el agua y por las herramientas infectadas
(Mishra y Kumar, 2014). De este modo el hongo puede desarrollar epidemias.
Los bulbos también son vulnerables y se infectan en la cosecha o más tarde
en el almacenamiento, a través del cuello o a través de heridas en las ampollas
carnosas. La podredumbre es primero semi acuosa y de color amarillo intenso,
pero gradualmente se vuelve de color rojo vino y, finalmente, entre marrón
oscuro y negro (Mishra y Kumar, 2014).
Figura 15 Mancha púrpura causada por Alternaria porri.
Fuente: Bejo Zaden (2011) y Walker, Goldberg y Cramer (2009).
Síntomas: inicialmente aparecen en las hojas unas pequeñas lesiones hundidas
y acuosas con centro blanco (Figura 15). Con el tiempo, las manchas aumentan
MANEJO AGRONÓMICO
56
de tamaño y el centro se torna de color púrpura rojizo, donde posteriormente
se forman las esporas que dan una tonalidad negra. Las manchas se rodean de
un halo amarillento y, si se funden entre sí, pueden atacar a toda la hoja, provo-
cando que se marchite y se seque. Las hojas más viejas son las más vulnerables
a esta enfermedad (Bejo Zaden, 2011). La enfermedad puede afectar a toda una
hoja entre dos y cuatro semanas después de la infección inicial. En el bulbo el
hongo secreta un pigmento rojo que mancha el tejido. El bulbo enfermo puede
pudrirse completamente en condiciones húmedas.
Recomendaciones de manejo: algunas prácticas culturales son importantes en
la prevención, como la rotación de cultivos, mantener un buen drenaje, utilizar
densidades de siembra bajas para permitir una buena ventilación, evitar el exce-
so de riego y aplicar un plan de fertilización adecuado sin excesos de nitrógeno
(Mishra y Kumar, 2014). Se puede realizar el seguimiento a las condiciones cli-
máticas para determinar las condiciones favorables a la enfermedad según la
humedad y, de ser necesario, aplicar fungicidas tan pronto como aparezcan los
síntomas (Bejo Zaden, 2011, Walker et ál., 2009).
Fusariosis
Es una enfermedad causada por el hongo Fusarium oxysporum f. sp. cepae. Causa
daños significativos al cultivo de cebolla de bulbo en todo el mundo. Este hongo
crece comúnmente en el suelo y tiene la capacidad de sobrevivir por largos
periodos de tiempo mediante la producción de esporas de resistencia llamadas
“clamidosporas”. El patógeno se propaga a través del agua o el suelo, o también
se transporta por insectos y equipos. También puede venir en las plántulas para
trasplante (Bejo Zaden, 2011).
Las plantas pueden infectarse en cualquier etapa del desarrollo. En el suelo el
hongo ataca las raíces, el disco basal y el desarrollo de los bulbos, a menudo
después de presentarse una lesión o moretones en el bulbo (Figura 16). La inci-
dencia de la enfermedad aumenta con los daños causados por insectos (Rivera
y Cabrera, 2012); por ejemplo, la presencia de larvas de la mosca de la cebolla
que atacan las raíces o la base del bulbo aumentan la probabilidad de infec-
ción. Después de la cosecha, la enfermedad continúa en los bulbos y produce
la podredumbre en el almacenamiento.
MANEJO INTEGRADO FITOSANITARIO
57
Las temperaturas óptimas para su desarrollo fluctúan entre los 25 y los 28 °C.
Cuando la temperatura es inferior a los 15 °C se observan muy pocos síntomas.
A los 30 °C los tejidos se descomponen y se secan rápidamente (Walker et ál.,
2009).
Síntomas: los síntomas en la parte aérea de la planta no son evidentes hasta
después de que las raíces y la placa del tallo ya están infectadas y se ha iniciado
su descomposición. Se presenta un amarillamiento progresivo y la muerte regre-
siva de las puntas de las hojas. Los bulbos infectados tardíamente en el campo
pueden desarrollar síntomas en el almacenamiento, donde se tornan de color
blanco a rosado, aunque es común que terminen pudriéndose por infección
bacteriana (Estay y Aguilar, 2017) (Figura 16).
Figura 16 a) Marchitez de las hojas inducida por Fusarium. b) Bulbos en estado avanzado de
afectación.
Fuente: Bejo Zaden (2011) y Walker et ál. (2009).
Recomendaciones de manejo: un ciclo de rotación de cultivos de cuatro o más
años puede reducir notablemente la posibilidad de infección. Deben preferir-
se materiales vegetales resistentes a la podredumbre basal. Las raíces de las
plántulas para trasplante deben remojarse en soluciones fungicidas. El material
infectado no debe almacenarse durante largo tiempo. No obstante, en caso de
MANEJO AGRONÓMICO
58
que esto sea necesario, la temperatura debe mantenerse por debajo de los 4 °C
(Bejo Zaden, 2011).
Raíz rosada
La raíz rosada (Pyrenochaeta terrestris) es un problema importante en las cebollas.
Esta enfermedad puede provocar disminuciones considerables del rendimien-
to del cultivo en los climas tropicales y subtropicales (Bejo Zaden, 2011). La
podredumbre rosada es una de las pocas enfermedades fungosas de la cebolla
que infectan solo las raíces y no invaden el tejido del bulbo (Walker et ál., 2009).
El hongo permanece en el terreno en forma de esporas latentes o microescle-
rocios que pueden sobrevivir por varios años. También se presenta en muchos
cultivos como la cebada, el maíz, el sorgo, los tomates, los melones, los guisan-
tes y las espinacas, desde donde se puede propagar a la cebolla (Walker et ál.,
2009).
La infección ocurre cuando las raíces de las cebollas entran en contacto con
el hongo. Dado que la raíz rosada no ataca la base del bulbo la planta continúa
desarrollando nuevas raíces, que al final quedan igualmente infectadas. Cuando
el hongo crece más rápido que las raíces la planta sufre de estrés, hay retraso en
el crecimiento y disminución del rendimiento. Sin embargo, la comerciabilidad
de los bulbos no se ve afectada, excepto por el tamaño. La enfermedad de la
raíz rosada se interrumpe con el almacenamiento del producto ya cosechado
(Bejo Zaden, 2011).
La temperatura óptima del suelo para la aparición de la raíz rosada es de apro-
ximadamente 28 °C (82 °F), pero la infección puede producirse desde los 18 °C.
Los efectos de la enfermedad se ven aumentados por la sequía o por los altos
niveles de sales solubles en el suelo.
Síntomas: el principal síntoma es una decoloración entre rosada y púrpura de
las raíces (Figura 17). Después de esto, las raíces se marchitan y mueren. A
medida que se pierde la capacidad de la raíz, las plantas muestran síntomas
de déficit de humedad, como quemaduras en las hojas y crecimiento lento. El
hongo también puede causar una decoloración entre rosada y púrpura en las es-
MANEJO INTEGRADO FITOSANITARIO
59
camas secas externas, más notable en las variedades blancas (Bejo Zaden, 2011;
Walker et ál., 2009).
Figura 17 Síntomas de raíz rosada (Pyrenochaeta terrestris).
Fuente: Bejo Zaden (2011).
Recomendaciones de manejo: la rotación de cultivos no es muy efectiva para
controlar la raíz rosada, porque el hongo sobrevive en hospedadores alterna-
tivos y los microesclerocios tienen una supervivencia a largo plazo. El mejor
control es la resistencia varietal, con plantas que tienen una mayor capacidad
para formar raíces y se ven menos afectadas por la enfermedad (Bejo Zaden,
2011; Walker et ál., 2009). En caso de requerirse la aplicación de un producto
químico, es conveniente contar con la asesoría de un asistente técnico.
Manejo integrado de insectos plaga
Un cultivo representa una gran concentración de plantas de una misma espe-
cie, lo cual resulta un medio favorable para la aparición de los insectos que las
consumen; por lo tanto, la aparición de plagas es predecible. Un insecto es un
organismo que crece y se multiplica mucho más rápidamente que una planta.
Además, normalmente sufre metamorfosis, es decir, cambia su apariencia o es-
tado con las fases de su ciclo de vida. Los estados típicos de los insectos son:
huevo, estados larvarios (algunas veces ninfas), pupa y adulto. En cada estado
MANEJO AGRONÓMICO
60
el insecto cambia, no sólo físicamente sino fisiológicamente, en su alimento,
su actividad y su capacidad para enfrentar

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