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Escuela primaria en Colombia. Fundamento del ideario de ciudadanía y nación 
1886- 1904 
 
 
 
 
Helia María Chivatá 
 
 
 
 
 
 
 
 
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia 
Facultad de Ciencias de la Educación 
Maestría en Educación 
Tunja 
 2021 
2 
 
Escuela primaria en Colombia. Fundamento del ideario de ciudadanía y nación 
1886- 1904 
 
 
 
Helia María Chivatá 
Trabajo de Grado para obtener el título de Magíster en Educación 
 
 
 
Dra. Nubia Cecilia Agudelo Cely 
Directora de tesis 
 
 
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia 
Facultad de Ciencias de la Educación 
Maestría en Educación 
Tunja 
 2021 
3 
 
Nota de aceptación ________________________________ 
________________________________ 
________________________________ 
________________________________ 
 ________________________________ 
 
________________________________ 
Firma del presidente del Jurado 
 
________________________________ 
Firma del Jurado1 
 
 ________________________________ 
Firma del Jurado2 
 
 
 
 
 
Tunja, 2021 
4 
 
Dedicatoria 
 
A los profesores que a lo largo de la vida han contribuido a mi formación. 
A la familia por su apoyo y cariño. 
A Robinson por su amor y colaboración. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
Agradecimientos 
 
Agradezco en primer lugar a la profesora Nubia Cecilia Agudelo Cely por su 
colaboración, dedicación, acompañamiento, paciencia y formación que han contribuido 
a mi transformación personal y profesional. 
A la familia por su ánimo, fortaleza y acompañamiento. 
A Robinson por ser el cómplice, amigo y compañero de vida. 
A todos los profesores de la maestría en Educación de la UPTC por su 
entrega y compromiso durante el proceso de formación. 
A mis compañeros de maestría, por la amistad ofrecida, ánimo, consejos, 
enseñanzas y apoyo en diferentes momentos. 
A mis compañeros de trabajo y estudiantes por su inspiración, colaboración, 
apoyo y fortaleza para seguir adelante. 
 
 
 
 
 
6 
 
Tabla de contenido 
Pág. 
Resumen ……………………………………………………………………………………...……8 
Abstract…………………………………………..………………………………………………...9 
Introducción ………………………………………………………………………..….…………10 
Ideario de libertad, escuela y Estado confesional desde el conservadurismo ………….…….….36 
Del porqué de las ideologías en la educación………………………………………..…….36 
Limitar la libertad una propuesta desde el conservadurismo ……………………….…….38 
Escuela y catolicismo, una necesidad para formar nuevos ciudadanos …………..……….42 
Estado confesional principio y fin de la escuela ………………………….……………….49 
La escuela primaria: regulación, características y funciones ………………………………...…...54 
Dos visiones constitucionales sobre la educación 1863 y 1886, contradicciones y 
complementos…………………………………………………………………….………55 
La enseñanza en la escuela primaria definiciones constitucionales 1886 …………..……..58 
Hacia un modelo de Estado confesional definitivo: Concordato y educación……………..62 
El “Plan Zerda” hacia la unificación del sistema educativa ………………………………65 
La reforma educativa de Antonio José Uribe Gaviria un nuevo intento de modernizar la 
educación ………………………..…………………………….………............................71 
Ciudadanía y nación una propuesta desde el Estado confesional para replicarse en la escuela……86 
El ciudadano ideal desde el proyecto político regeneracionista……………..…..………..87 
7 
 
Ciudadanía y consolidación de un modelo Estado…………………………... ……...……94 
Hacia una nación cristiana………………………………………………………...……100 
La escuela formadora de identidad nacional ……………………………….……………108 
Conclusiones………………………………………………………………………...……..……116 
Bibliografía ………………………………………………………………………...……,,….…120 
 
Lista de tablas 
Tabla 1. Modelo de ficha…………………………………………………………………………35 
Tabla 2. Distribución escolar. ………………………………………………………………...….68 
Tabla 3. Plan de estudio ……………………………………………………………………...…..77 
Lista de gráficos 
 
Gráfico 1. Tasa de analfabetismo como porcentaje de la población……………………………..11 
Gráfico 2. Número de establecimientos de primaria 1903-2000………………………………….12 
Gráfico 3. Alumnos en educación secundaria total, pública y privada 1903-2000………………13 
 
 
 
 
8 
 
Resumen 
Este trabajo investigativo, tiene como propósito identificar la concepción de ciudadanía y 
el tipo de nación que se configuró entre 1886 y 1904, a partir del análisis e interpretación de la 
legislación emitida para la educación primaria, los documentos regulatorios provenientes del 
vaticano, y algunos textos de autores de la época. En el desarrollo de esta investigación se utilizó 
el método cualitativo, y el enfoque histórico-hermenéutico. Está organizada en tres partes: La 
primera, presenta, los idearios sobre los cuales se sustentó el proyecto conservador; la segunda 
expone las principales características de la educación primaria. La última, puntualiza los elementos 
bajo los cuales se dio la construcción de ciudadanía y nación. A lo largo de la investigación se 
evidencia, cómo el proyecto político conservador termina permeando la sociedad. 
 
Palabras clave: Instrucción pública, política educativa, ciudadanía, nación, idearios. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
Abstract 
This investigative work, aims to identify the conception of citizenship and the type of nation that 
was configured between 1886 and 1904, based on the analysis and interpretation of the legislation 
issued for primary education, regulatory documents from the Vatican, and some texts by authors 
of the time. In the development of this research, the qualitative method was used, and the historical-
hermeneutical approach. It is organized in four parts: The first, presents, the ideas on which the 
conservative project was based, the second sets out the main characteristics of primary education. 
The last one, specifies the elements under which the construction of citizenship and nation took 
place. Throughout the investigation it is evidenced, how the conservative political project ends up 
permeating society. 
 
Keywords: Public instruction, educational policy, citizenship, nation, ideals. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
10 
 
Introducción 
El trabajo de grado en la maestría, surgió del interés por indagar los cambios y 
transformaciones que tuvo el proyecto educativo colombiano a partir de la constitución de 1886, 
interés que se sustenta en varios aspectos: Uno, la investigación previa realizada como requisito 
para obtener el título de historiadora 1, Dos, la posibilidad de entender los cambios y 
transformaciones que se dieron en las políticas educativas en la segunda mitad del siglo XIX, Tres, 
el espacio que ofrece la Maestría en Educación UPTC para que estos proyectos se realicen como 
una posibilidad de entender el presente a partir de lo acontecido en el pasado. 
El presente trabajo es una reflexión, que busca entender cómo se dio la construcción de 
ciudadanía y nación en Colombia entre 1886 y 1904, a partir del análisis e interpretación de: la 
legislación emitida para la educación primaria, los documentos regulatorios provenientes del 
vaticano, y algunos textos de autores de la época, documentos que están relacionados o sustentan, 
la instauración del proyecto regeneracionista, la promulgación de la constitución de 1886, y la 
firma del concordato entre la Santa Sede y el gobierno colombiano en 1887. Con el estudio se 
pretende dar respuesta a la pregunta: ¿Qué concepción de ciudadanía y tipo de nación se quiso 
constituir en Colombia entre 1886 - 1904 y cuál fue el papel de la escuela, el Estado y la Iglesia en 
dicho proceso? 
Para la realización de la investigación se dio particular atención a los documentos oficiales 
y textos en general que estuvieran relacionados con la educación primaria, por ser está a la que 
asistía una capa relativamente amplia de la sociedad, aun apesar de que: primero la mayoría de la 
sociedad no veía en la escuela una posibilidad de ascenso social y de desarrollo, que terminaba 
limitando la asistencia de los niños a la escuela, segundo la situación económica y social y en 
 
1 Ver tesis de pregrado: http://tangara.uis.edu.co/biblioweb/tesis/2009/131934.pdf 
http://tangara.uis.edu.co/biblioweb/tesis/2009/131934.pdf
11 
 
particular por el hecho de ser familias numerosas, hacía que en la medida en que los hijos fueran 
creciendo y pudieran trabajar y aportar a la economía familiar lo debían hacer, lo cual terminaba 
por alejarlos de la escuela, tercero porque la escuela era una institución que respondía a unos 
interese particulares de los gobiernos de turno, convirtiéndose en eje fundamental de una disputa 
bipartidista en la cual muchas familias optaron por dejar a sus hijos sin estudios, a partir de lo 
planteado podríamos decir que si bien es de gran importancia el estudio de la educación básica, 
media, técnica y universitaria, en este caso el estudio se centrará en la educación primaria porque 
era a esta en donde a pesar de las dificultades asistía un mayor grupo de población, para sustentar 
esta afirmación se puede retomar algunas estadísticas de comienzos del siglo XX, que muestra la 
tasa de analfabetismo y los índices del número de establecimientos de educación primaria y de 
alumnos matriculados en educación secundaria. 
Gráfico 1 
 
12 
 
El gráfico representa el nivel de analfabetismo en algunos países de América, incluida 
Colombia, durante el siglo XX, evidenciando el poco avance que a nivel educativo tuvo el país a 
lo largo del siglo XIX. Tomado de la educación primaria y secundaria en Colombia en el siglo XX 
(p. 5), por Ramírez & Téllez, 2006, Revista Banco de la República. 
Gráfico 2 
 
El gráfico muestra cómo se dio el crecimiento de las instituciones educativas de instrucción 
primaria en Colombia, a lo largo del siglo XX, que refleja un crecimiento lento durante la primera 
mitad del siglo, en comparación con la segunda mitad, situación que está estrechamente relacionada 
con el número de alumnos que pudieran asistir a dichas instituciones. Tomado de La educación 
primaria y secundaria en Colombia en el siglo XX (p. 19), por Ramírez & Téllez, 2006, Revista 
Banco de la República. 
 
13 
 
Gráfico 3 
 
 En este tercer gráfico se evidencia el poco número de alumnos que accedían a la educación 
secundaria en el siglo XX colombino, y como esto se empieza a mejorar a partir de los años 50 en 
donde, se da un aumento progresivo en el número de estudiantes que ingresan a instituciones 
públicas como privadas. Tomado de La educación primaria y secundaria en Colombia en el siglo 
XX (p. 22), por Ramírez & Téllez, 2006, Revista Banco de la República. 
 De esta forma, este trabajo planteado desde la historia de la educación, permite por medio 
del análisis e interpretación de diversos tipos de fuentes, elaborar un discurso en que se vincula un 
periodo de tiempo, un espacio y un contexto social y político, que si bien ha sido analizado por 
varios investigadores lo han hecho a manera de estudios generalizados o de larga duración, la 
pretensión de este trabajo es mostrar el papel que cumplió la escuela en la formación de una nación 
y de una ciudadanía, con base en unos principios fundamentados en la Iglesia católica, en un 
periodo de tiempo corto, en el cual se presentaron una serie de cambios y transformaciones a nivel 
14 
 
político y social, que da cuenta de la estructura, funcionamiento y función de un modelo educativo, 
que permite comprender cómo desde las estructuras de poder, se moldea el pensamiento individual 
y colectivo, reflejados en la concepción de ciudadanía y tipo de nación que se quiso forjar. 
A partir del examen, análisis e interpretación de la legislación educativa, emanada para la 
escuela primaria y los diversos documentos promulgados por la Iglesia o por particulares entre 
1886 y 1904, se pudo establecer que la educación se fundamentó en principios católicos, fue 
excluyente, desigual, y estuvo dirigida a lograr por un lado la reestructuración de la nación, 
apartándola de ideales liberales que se habían planteado en la constitución de 1863, y por otro, 
generar individuos temerosos de Dios, trabajadores y fieles servidores del Estado, de ello se puede 
inferir, que la participación de la Iglesia terminó determinado la identidad individual y colectiva , 
que terminó influyendo en la situación civil de los individuos y el control clerical de la educación, 
convirtiéndose en una “doctrina uniformizarte” y factor central en la construcción del Estado y de 
la Nación, a tal punto que a partir de la Regeneración se imponen elementos que en nuestros días 
siguen siendo parte de la sociedad y de nuestro “Estado- Nación” (Madrigal, 2012, p. 231). 
Mostrando con ello, que la escuela no fue exenta de principios ideológicos, que moldean la 
sociedad, de acuerdo con intereses particulares, de orden social, político y económico. 
Entendiendo la ideología, como el pensamiento de un grupo histórico social concreto, a 
partir de características, composición y estructura en un periodo de tiempo determinado 
(Mannheim, 1993, p.49) o como una estructura, sistema o trama de valores, creencias y principios 
que permiten comprender, la acción social y política de una sociedad determinada, dicho concepto 
se vincula estrechamente con el discurso educativo, en la medida en que la educación en sí misma 
es un fenómeno ideológico, donde las políticas educativas, se amparan en una visión particular de 
mundo y poder, que se proyecta a la sociedad, situación que se hace visible a lo largo de la historia, 
15 
 
donde diversos grupos políticos, han utilizado la educación para proyectar un modelo de 
organización social, política, económica, cultural y religiosa (Hernández, 2010, p. 135-136). 
 De otra parte, con la consulta de varios autores que han trabajado el periodo desde diversos 
puntos de vista, tanto en el caso nacional como internacional, se logró entender, cómo el discurso 
planteado a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, se inscribe dentro de un espacio y 
tiempo determinado, en procura de la defensa de un ideario que favorece la religión católica, que 
se materializó en la constitución de 1886, en el concordato de 1887 y en cada una de las leyes y 
decretos emitidos en la época, que se proyectan a través de la escuela y del púlpito. 
El trabajo lo integran tres capítulos. En el primero, se expone el ideario en que se sustentó, 
la propuesta política regeneracionista conservadora, en el periodo de tiempo estudiado. En primer 
lugar, se retoma el concepto de libertad, a través del cual se aprecia que, si bien el término estuvo 
presente, dentro de la misma normatividad legal, por el hecho del Estado haber dejado en manos 
de la Iglesia católica el manejo de la educación, a partir de la constitución de 1886, el principio de 
libertad estuvo limitado, a lo establecido por el dogma. En segundo lugar, se retoma el concepto 
de escuela católica, donde se ratifica el vínculo del gobierno y la Iglesia, que permite establecer 
unos preceptos y funciones para la escuela, que se vinculan estrechamente con la moralidad y el 
disciplinamiento. En tercer lugar, se retoma el concepto Estado confesional, el cual al igual que los 
dos anteriores es un principio que fue retomado por los principales líderes políticos, que tuvo como 
objeto instituir desde el Estado, un tipo de creencia, y con ella un tipo de ordenamiento que terminó 
regulando gran parte de las esferas de la sociedad. 
En el segundo capítulo, se expone lo relacionado con la organización de la instrucción 
primaria, las características principales de la misma, los principios en los cuales se fundamentó y 
los valores que a través de la misma se quiso establecer en la sociedad,destacándose 
16 
 
particularmente la implementación de un proyecto educativo confesional, dirigido por los líderes 
de la Iglesia católica, quienes convirtieron la religión en el elemento fundamental de organización 
social, que llevó a plantear una educación homogeneizadora, donde el Estado en compañía de la 
Iglesia, planteaban por medios de los planes de estudio y de los textos escolares lo que se debía 
enseñar, destacándose en particular la implementación de principios, morales, cívicos, patrióticos, 
y de productividad. 
En el tercer y último capítulo, se presenta una aproximación a los conceptos de ciudadanía 
y nación, desde el compendio de la normatividad legal vinculada con la educación primaria, 
encíclicas emitidas por el vaticano, y textos de autores de la época, en el cual se muestra el esfuerzo 
de los líderes políticos, por intentar construir estos dos principios desde una filosofía moralizante, 
vinculada a la idea de progreso y de unidad, que se forja desde la escuela, por medio de la 
implementación de valores cristianos, de sentimientos patriotas, directrices legales, imaginarios e 
ideas de desarrollo y progreso. 
A partir de lo expuesto, se puede concluir que, la concepción de ciudadanía y el tipo de 
nación, que se construyó entre 1886 y 1904, estuvo vinculado con el proyecto de edificar un Estado 
confesional, regido por los parámetros de la Iglesia católica, en el cual, la función de la escuela fue, 
civilizar y moldear al futuro ciudadano, y con ello conducir a la sociedad hacía unos procesos de 
recristianización y modernización. Así la construcción de ciudadanía y nación estuvo limitada a 
los planes de cada uno de los gobernantes, de la Iglesia y de las políticas estatales, quienes utilizaron 
la escuela como instrumento para llevar a cabo sus proyectos y políticas. 
 Con el fin de dar claridad sobre la importancia de la escuela en la sociedad, nos 
remontaremos a los orígenes de la escuela moderna, para desde allí poder entender el propósito de 
la escuela en el siglo XIX. La escuela moderna nació como una “máquina de educar”; una 
17 
 
tecnología replicable y masiva para aculturar grandes capas de la población, similar a las máquinas 
tejedoras que empezaban a producir textiles en masa. Aunque no todas las pedagogías del siglo 
XIX coincidieron en la metáfora industrial o tecnológica para hablar de la escuela, sin embargo, 
todas comparten el hecho de concebirla como un artefacto o invención humana para dominar y 
encauzar la naturaleza infantil (Pineau, Dussel, Caruso, 2005, p. 22). 
Si miramos de manera particular la situación de la escuela en el continente, se puede 
evidenciar que, en América Latina, a finales del siglo XIX hubo una fuerte influencia de la Iglesia 
católica tanto en la sociedad como en el Estado, lo cual generó una decisiva implicación en la 
política educativa, en algunos países de esta región la Iglesia mantuvo un prestigio popular muy 
amplio, sobre todo en países como Guatemala, México, Ecuador y Colombia (Ossenbach, 1993, 
p.3). 
 Dentro de ese proceso de participación de la Iglesia en la toma de decisiones del Estado, 
encontramos que, la recristianización y la implementación, de un sistema educativo católico 
moderno orientado, al control y dominio de la técnica, son expuestos como objetivos centrales, en 
particular en los gobiernos conservadores, que unidos a muchas congregaciones religiosas 
extranjeras, adoptaron el positivismo, orientado a la idea de orden y progreso, y relacionado con la 
función de instrucción y formación técnica y católica (Andrade, 2011, p. 157). 
En el caso del Estado Colombiano, de finales del siglo XIX se puede evidenciar dos puntos 
de vista frente a la educación; por un lado los liberales radicales evocaban la importancia de la 
implementación de una democracia social, laica y de libertades públicas: por otra parte, con la 
llegada del gobierno conservador, se dio inicio al periodo conocido como la Regeneración dirigida 
en primer momento por Rafael Núñez, esta se fundamentó en un nuevo modelo, basado en 
18 
 
principios básicos, tales como: la centralización política, la restricción de las libertades del sufragio, 
y la recristianización del país con la ayuda de la Iglesia católica (Andrade, 2011, p. 159). 
 De esta manera la legislación educativa en Colombia se ha caracterizado por su promoción 
en Zig-zag, muchas veces en evidente retroceso; no tanto como parte de un replanteamiento, sino 
fundamentalmente, “como una respuesta a la heterogeneidad de los sectores de clases afectadas 
por la norma”, se habla de una legislación para toda la población, pero el alcance de la ley para 
cada grupo social avanzaba hasta donde el estado de las relaciones de clase lo permitía 
(Bonilla,1979, p. 80). 
Con base en lo anterior podríamos afirmar que en Colombia las reformas educativas se han 
llevado a cabo al mismo tiempo que se establecen las políticas de ajuste económico, las reformas 
de comienzos del siglo XX se basaron en la situación del país a finales del siglo XIX, y teniendo 
en cuenta los principios del partido conservador en el poder y de la Iglesia católica su principal 
aliada (Cifuentes & Camargo, 2016, p.30). 
A partir de esa alianza Iglesia Estado, surgió el Concordato por medio del cual, el Estado 
le otorgó a la Iglesia católica el control y monopolio de la enseñanza primaria y secundaria, por 
esta razón después de la firma del Concordato en 1887, la Iglesia fue la única facultada para escoger 
los libros de religión, y moral cristiana para todos los niveles de enseñanza, al igual que la facultada 
para suspender y denunciar ante las autoridades a todos los instructores o maestros que no 
respetaran la doctrina católica durante la realización de sus cursos de enseñanza. Así, la Iglesia 
concentró gran poder sobre los instructores y contenidos, con lo cual también estableció la idea de 
que sería prohibido todo tipo de enseñanza, literaria y científica, donde divulgaran ideas contrarias 
al dogma católico, al respeto, y la veneración debida a la Iglesia (Andrade, 2011, p. 162). 
19 
 
Basados en estos postulados podemos afirmar que dentro de la legislación educativa 
colombiana de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX se pueden apreciar dos postulados 
importantes, por un lado, se habla del no compromiso del Estado en la educación primaria y por el 
otro se impone una idea de progreso, pero definida y acomodada a los intereses del tradicionalismo 
bajo representación de la Iglesia católica (Bonilla, 1979, p. 81). 
Teniendo en cuenta lo expuesto hasta aquí, el propósito del presente trabajo es: primero: 
compilar la legislación relacionada con la educación primaria en Colombia entre 1986-1904; 
documentos emitidos por la Iglesia católica y textos de autores de la época. Segundo, identificar e 
interpretar los idearios, bajo los cuales se sustentó el proyecto político llevado a cabo durante el 
periodo de tiempo estudiado, y tercero, proponer aspectos debatibles sobre las concepciones de 
ciudadanía y nación. Partiendo de esto, surge la pregunta de investigación: ¿Qué concepción de 
ciudadanía y tipo de nación se quiso constituir en Colombia entre 1886 - 1904 y cuál fue el papel 
de la escuela, el Estado y la Iglesia en dicho proceso? A partir de esa pregunta de propuso un 
objetivo general que fue el de: Interpretar la concepción de ciudadanía y tipo de nación que se 
constituyó en Colombia, entre 1886 y 1904, y el papel que jugó la escuela, el Estado y la Iglesia 
católica en dicho proceso, que se apoyó a su vez en tres objetivos específicos 1. Identificar los 
idearios que sustentaron el proyecto político conservador, llevado a cabo en el periodo de tiempo 
estudiado. 2. Describir la organización, principios, fines y orientaciones de la educación primaria 
entre 1886 y 1904 y 3. Comprender la concepción de ciudadania y tipo de nación que se quiso 
forjar, desde el proyecto políticoconservador. 
Este trabajo de grado se hace por un interés particular por el tema que se deriva de: la 
realización de dos procesos de investigación previos en pregrado, y posgrado (especialización), 
que estuvieron vinculados con la instrucción, durante el periodo liberal radical, del desempeño de 
20 
 
mi labor como docente y la necesidad de construir una historia de la educación a través de la cual 
se pueda comprender el papel de la escuela a lo largo del tiempo, por ello en este investigación 
quise indagar por cómo desde la escuela se dio la construcción de ciudadanía y nación durante el 
periodo conocido en Colombia como de la regeneración 1886-1904. 
Con esta investigación, se busca aportar a la sociedad, un nuevo punto de vista, sobre la 
construcción de ciudadanía y nación, que permita entender con más facilidad, los proyectos 
políticos, sociales, económicos y educativos, que se dieron a lo largo de los siglos XIX y XX, y 
que ayudan a entender la situación actual del país, y que beneficia no sólo a la comunidad de 
investigadores en educación y en Historia, sino también a la comunidad que se interesa por 
comprender el presente a partir de los hechos del pasado. 
Con el propósito de contextualizar la temática aquí planteada, a continuación, se hará referencia 
a los diferentes estudios o investigaciones, que están relacionadas con el tema. Para empezar, 
tenemos que partir, que desde la ciencia histórica para entender un hecho, es necesario retomar los 
acontecimientos que lo antecedieron, para el caso y debido a que se va a estudiar el periodo 
comprendido entre 1886 y 1904, en Colombia o periodo conocido como de La Regeneración, y en 
particular los cambios generados por la constitución de 1886, es necesario retomar textos como 
Zuluaga y Ossenbach (2004), quienes, hacen una investigación en conjunto entre universidades 
iberoamericanas, con el cual, se desarrolló una historia comparada de la educación, con el fin de 
generar debate a través de la comparación de los procesos de cada uno de los países. 
En el caso particular de Colombia tenemos el texto de Bohórquez, (1956), quien hace un 
recorrido histórico, relacionado con el proceso evolutivo de la educación en Colombia. Dentro de 
este tipo de investigaciones, que retoma un largo periodo de tiempo, también está la investigación 
realizada por Cifuentes y Camargo (2016), quienes se encargaron de reseñar la historia de las 
21 
 
reformas educativas en Colombia, con el propósito de entender el sistema educativo que se ha 
construido en el país a lo largo de la historia; su proceso lo dividen en tres partes: en una primera 
hacen un recorrido que parte en 1819 y termina en 1902, en la segunda hacen un recorrido a lo 
largo del siglo XX, terminando en 1990, y en la tercera toman como punto de partida, la 
constitución de 1991 hasta el 2016. 
Cuando se hace referencia a textos relacionados con el periodo que antecedió la Regeneración 
podemos retomar entre otros, la investigación de Torrejano (2012), quien trata de identificar y 
explicar las características más sobresalientes, de la política pública educativa que orientó la 
enseñanza durante el periodo conocido como liberal radical en Colombia, en particular las 
justificaciones, de la decadencia del proyecto educativo de los liberales radicales, en donde el autor 
enfatiza que: 
La Iglesia católica no estaba dispuesta a perder el enorme espacio de injerencia social, 
ideológica y política que había establecido desde la época colonial. La Iglesia nunca estuvo 
lista para abandonar el papel de conductor social que le había permitido controlar a su antojo 
la mentalidad de la sociedad y cederlo plenamente a las instituciones estatales, por lo que 
resulta comprensible la ira “santa” que desencadenó el polémico artículo del Decreto 
Orgánico de Instrucción que le daba patente de corso a la libertad y a la tolerancia religiosa 
(p. 86). 
González (2015), también hace una reflexión de las implicaciones que tuvo en la sociedad 
la expedición del Decreto Orgánico de Instrucción Pública de 1870, en la medida en que señala 
que dicho proyecto fue diseñado, como una estrategia bastante ambiciosa de transformar, la 
cultura nacional, pero que la heterogeneidad de índole económico determinó en gran medida el 
rumbo de dicha reforma. 
22 
 
Retomando el período de estudio en particular, podemos mencionar la investigación realizada 
por Andrade (2011), que trata de mostrar el estrecho vínculo entre la religión, la política y 
educación en Colombia, en particular, la participación de diferentes comunidades religiosas, en el 
proceso de consolidación del régimen conservador durante la Regeneración. Explica como la 
recristianización y la implementación de un sistema educativo católico moderno encaminado al 
control y dominio de la técnica son expuestos como objetivos centrales de los gobiernos 
conservadores, en un contexto en el que se adopta un positivismo orientado a la idea de orden y 
progreso, pero relacionado con la función de instrucción y formación técnica y católica. 
También está la investigación llevada a cabo por Ramírez y Salazar (2007), donde muestran, 
la evolución de la educación primaria en Colombia durante el siglo XIX, y los factores que 
determinaron su desarrollo; analizan y exponen los posibles orígenes del fracaso y del lento 
progreso de la educación, durante este periodo, dentro de ellos plantea que la estructura económica 
del siglo XIX, rural y agrícola, no ofrecía los incentivos económicos necesarios para que ciertos 
sectores de la población, obtuvieran un mayor nivel de educación, debido a que este tipo de 
actividades no demandaba mano de obra calificada. 
De otra parte, la estructura social benefició solamente a una élite minoritaria, la cual podía 
acceder a un mejor nivel de educación. Para algunos sectores de la población, la educación 
no era vista como una posibilidad de ascenso social, por lo cual esta no constituía un mayor 
incentivo (p. 50). 
Para tratar de entender parte de lo que fue la educación en el siglo XX Agudelo (2018), describe 
los antecedentes y senderos, que permitieron generar los lineamientos, referentes a la educación en 
países de América Latina, y los compromisos de los diferentes gobiernos de turno, para lograr 
dichos propósitos, reflejados en las directrices de las diferentes políticas oficiales. También 
23 
 
podríamos mencionar la investigación de Ramírez y Téllez (2006), quienes analizan, la evolución 
de la educación primaria y secundaria en Colombia durante el siglo XX, desde una perspectiva de 
largo plazo. Se estudian las principales políticas educativas, así como los cambios institucionales 
y organizacionales que ocurrieron. Se analiza la financiación de la educación, el comportamiento 
de las principales variables educativas y se examina la evolución de la calidad de la educación en 
el país. Logrando concluir que la expansión de la educación, tanto primaria como secundaria a lo 
largo de la primera mitad del siglo XX fue muy lenta. 
 Una vez identificados algunos de los autores que han trabajado el tema de la educación en 
Colombia, se hace necesario identificar los conceptos de nación, ciudadanía y política educativa 
en los que se sustenta esta investigación. 
Ernest Gellner (2008) hace una aproximación a la nación vinculada estrechamente con las formas 
organización social, y la cultura, establece que la cultura es el medio a través del cual se pueden 
realizar los vínculos sociales que caracterizan a una nación, por ello expone que “dos hombres 
pertenecen a la misma nación sí y sólo si comparten la misma cultura”, la idea de Gellner es que 
las naciones hacen al hombre, y que dicho proceso es producto de un reconocimiento como 
miembro de una misma comunidad, en la cual se comparte la cultura, los derechos y deberes, que 
él autor reconoce como un “elemento funcional al imperativo de la fluidez y movilidadde las 
sociedades modernas”, tras lo cual se puede concluir que de la relación del Estado y la cultura se 
da la formación de nación, la cual a su vez pasa por varios niveles de nacionalismo (p. 20). El 
nacionalismo presenta las siguientes características: centralización de poder, un entorno 
políticamente moral y un cuerpo de normas que todos los individuos deben cumplir. Sin embargo, 
no se puede hablar, que el Estado es una condición necesaria para que haya nación, pues han 
24 
 
surgido Estados sin la mediación de una nación, de la misma forma que se pueden encontrar 
distintas naciones al interior de un Estado. 
Para Hobsbawm (1991), la Nación es una invención muy reciente en la historia de la 
humanidad, que ha sido fruto de una serie de procesos históricos que se han dado en regiones, por 
esta razón se hace complejo explicar cómo se distingue una nación de otras entidades a “priori”. A 
partir de este proceso se ha convertido en un esfuerzo constante tratar de determinar, criterios 
objetivos de nacionalidad, o de intentar explicar por qué ciertos grupos se han convertido en 
naciones y otros no, “basándose en criterios únicos tales como la lengua, el territorio común, rasgos 
culturales o lo que fuera” (p. 18). 
Pero estas definiciones han fracasado, ya que sólo algunos miembros de las numerosas 
entidades encajan en tal definición y pueden calificarse como “naciones” así definiciones objetivas 
han fracasado por la obvia razón de que, como sólo algunos miembros de las numerosas entidades 
que encajan en tales definiciones pueden calificarse de “naciones” en un momento dado, siempre 
cabe encontrar excepciones. O bien, los casos que se ajustan a la definición evidentemente no son 
“naciones” (o no lo son todavía) no poseen aspiraciones nacionales o las “naciones” indudables no 
concuerdan con el criterio o la combinación de criterios. “El nacionalismo antecede a las naciones. 
Las naciones no construyen estados y nacionalismo, sino que ocurre al revés”. Así Nación y 
nacionalismo, para Hobsbawm (1991) son: 
Fenómenos duales, construidos esencialmente desde arriba, pero que no pueden entenderse a 
menos que se analicen desde abajo, esto es en términos de los supuestos, las esperanzas, las 
necesidades, los anhelos y los intereses de las personas normales y corrientes, que no son 
necesariamente nacionales y menos todavía nacionalistas (p. 18-19). 
25 
 
 Azevedo (2015), afirma que el proceso de formación de las naciones, se relaciona con el 
afianzamiento o arraigo al suelo, el progreso que genera la tierra por medio de su explotación, el 
aumento de la población y los procesos de centralización política, todo esto se considera un 
fenómeno de gran importancia, que aún está presente y que sigue agitando al mundo, mediante los 
movimientos en ocasiones contradictorios de nacionalismos, en particular porque las naciones 
constituyen la materia prima de los Estados. 
König (1994), señala que al hacer referencia al término nacionalismo, se vislumbran varios 
momentos, por un lado, se vincula con la revolución francesa, en particular con los derechos del 
hombre y del ciudadano, luego se relaciona con la toma del poder por parte de la burguesía, el 
vínculo que se entabló entre democracia y nación. También está aquel nacionalismo, que se es visto 
como un soporte ideológico en las diferentes guerras de expansión del territorio, es decir la de 
justificar el imperialismo y el sometimiento de las minorías. A partir de ello, se habla de la 
imposibilidad de establecer un único concepto universalmente valido, y se hace más fácil subsumir, 
las múltiples facetas de la realidad histórica, en un concepto de validez general, “partiendo no de 
una nación en cuanto es, sino en cuanto se quiere que sea”, en otras palabras, partir de una idea o 
proyecto de nación (p. 27). 
Según Arango de Restrepo (2005), en Colombia la consolidación de la nación ha tenido un 
proceso de afianzamiento bastante largo y turbulento, en el cual siempre ha estado presente el 
conflicto, desde el siglo XIX, este se ha sustentado en dos filosofías, por un lado, la cultura de la 
cristiandad “fundamentada en una filosofía esencialista una sociología estamental y estática, una 
religión sólida y absoluta, y una moral heterónoma considerada universal, prescriptiva y 
totalizante”. De otro lado está, la cultura de la modernidad basada en una filosofía liberal, que 
reclama un sujeto libre, con unos ideales de progreso y desarrollo, alejados de la ideología religiosa. 
26 
 
Estas dos filosofías se sustentan en dos documentos del siglo XIX, que son: la constitución de 
Rionegro de 1863 y el Syllabus de Pio IX, en 1864. La constitución de 1863 buscaba una 
modernidad “totalmente liberal y autónoma, antropocéntrica, ordenada legalmente”, por otro lado, 
el Syllabus buscaba una nación "controlada, tradicional, teocéntrica bajo la tutela de la Iglesia” (p. 
87). 
 Esta idea se complementa con lo expuesto por Safford (1977), quien resalta que fue a partir 
de 1890, tras la gran influencia de los sacerdotes extranjeros que llegaron a Colombia dentro de los 
convenios establecidos con el Concordato de 1897, que se definieron los rasgos que debía tener la 
cultura política del país, se creó una corriente nacionalista conservadora, que se encargó de 
desarrollar una identidad nacional, dentro de una perspectiva “antiliberal y anti yanqui” e incluso 
se habla de que este tipo de nacionalismo, adquirió tintes anticapitalistas. Posteriormente y tras la 
pérdida de Panamá se fundamentó un nacionalismo ligado a la identidad de la corona española, 
entre ellos se hace una exaltación de la religión católica, la lengua de Castilla y la institucionalidad 
pública y privada erigida por los españoles durante la colonia. También se reivindicaron derechos 
estatales preeminentes sobre el subsuelo frente a las empresas extranjeras de la minería y el 
petróleo. Pero esto no fue suficiente, ni se logró sostener a lo largo del siglo XX, en particular por 
las relaciones con los Estados Unidos y la producción petrolera. 
Esta idea se complementa con la de Pérez (2011), quien relata, que en la obra de Miguel 
Antonio Caro, se ve proyectado un tradicionalismo católico, cuya misión era forjar una conciencia 
en la cual se defendía la lengua castellana, como una herencia valiosa de España; se presenta la 
lengua como el principio de identidad, que logra formar y transformar las colectividades, con ello 
se hace un llamado para que la nación se edifique a partir de los valores propios de la lengua, habla 
27 
 
de una continuidad de la historia nacional leída desde el valor esencial, simpático e implícito de la 
lengua castellana para los colombianos. 
El propósito acoger varios puntos de vistas frente a la concepción de nación, es poder descubrir 
cuál de estos estuvo más vinculado con el proyecto político llevado a cabo en Colombia entre 1886-
1904, y específicamente como este se quiso materializar desde la escuela primaria. Dentro del 
proyecto de investigación habrá una primera aproximación a la construcción de nación en el primer 
capítulo, que luego se aclara un poco más en el tercer capítulo. 
El concepto de ciudadanía al igual que el de nación también ha sido retomado por varios autores 
algunos de los cuales retomaremos en esta investigación, para Rosanvallon (1999), el concepto de 
ciudadanía se remota a1789, cuando se desarrolló la revolución francesa, tras la cual emergieron 
tres dimensiones por medio de las cuales se buscó construir la concepción de ciudadano, por un 
lado estaba la búsqueda de la igualdad, por otro, la reapropiación colectiva de la soberanía, en 
donde el pueblo fuera el eje fundamental y por último estaba la concepción de un ciudadano, que 
pudiera ser propietario, que pudiera sufragar, a partir de lo cual se podría afirmar, que con esta 
revolución se pretendía crear una sociedad de iguales. 
Para Lizcano (2012),se hace necesario hacer una distinción de los habitantes de un país, entre 
aquellos que tienen derechos políticos y quienes no, dentro de este último grupo estarían los 
menores de edad, en su caso los inmigrantes. Los primeros tendrían derechos políticos mientras 
que los segundos no. Propone a su vez que hay tres distinciones a la hora de referirse a los 
ciudadanos, por un lado, está la concepción ético-política, que hace relación con la madurez 
psicológica, en particular hace referencia a quienes participan de los asuntos públicos es decir en 
la toma de decisiones (activos). En segundo lugar, estaría el conjunto de ciudadanos en sentido 
amplio es decir los activos y pasivos, de acuerdo, básicamente, con el nivel cuantitativo de la 
28 
 
mencionada participación. Y la tercera distinción divide a los ciudadanos activos en gremiales e 
ideológicos, según sea la amplitud del interés que guíe su participación. 
König (1994), señala que el término ciudadano juega un papel preponderante después del 
proceso de independencia, como un elemento justificador de la separación de España, este término, 
se retoma como elemento integrador de una sociedad cuya formación “étnica era muy 
heterogénea”, el estatus de ciudadano implicaba, que la nueva vida política de la nación que estaba 
surgiendo, estaría marcada por la libertad y la igualdad, esto incluía a los grupos indígenas a 
quienes les fue reconocido el estatus de ciudadanos, el cual quedaba en duda, en la medida en que 
seguían siendo sometidos a la servidumbre. 
Por su parte, Muñoz (2015), sostiene que la aplicación de un modelo cívico de nación buscó 
homogeneizar a la población y crear una comunidad política basada en elementos comunes, como 
las instituciones, los deberes, los derechos y una cultura cívica compartida. Se habla de un proceso 
de homogeneización, como una construcción social, que para el caso colombiano se difundió con 
el ideal de “blanqueamiento ideológico”, en el cual se excluían y olvidaban aquellos grupos de 
población, que no eran aceptados según la visión del proyecto republicano, en el cual se intentó 
superar la heterogeneidad y producir una idea errada de un colectivo enlazado, lo que 
indudablemente llevó a una exclusión de unos por otros. 
La construcción de la ciudadanía, es un proceso que en el periodo estudiado está ligada a 
unos intereses políticos, en el que la escuela y la Iglesia juegan un papel determinante en su 
formación, pero también en su exclusión, la educación era considerada como uno de los medios a 
seguir para alcanzar el nivel de ciudadano, pero terminaba excluyendo a quienes por condiciones 
sociales, geográficas o de cualquier índole no pudieran acceder a la misma, en el caso de la Iglesia 
29 
 
por ser esta la encargada de regular la enseñanza en los centros de instrucción primaria, asociaba 
la concepción de buen ciudadano, con el cumplimiento de los principios cristianos. 
Finalmente, también se retoma el concepto de política educativa, a través del cual se busca 
entender el fin o propósito de las leyes, en este caso particular las que se vinculan con la educación 
primaria, para Azevedo (2015), al hacer referencia al sistema público de educación, como el 
sistema organizado, sostenido y dirigido por el Estado, se está construyendo una estrecha relación 
entre la organización de la instrucción pública con los sistemas y los regímenes políticos. Se 
evidencia el hecho de que no existe una política general que no traiga consigo, en forma implícita 
o explícita, una política educativa, y toda política de esta índole varía naturalmente en función de 
la política general. 
 Se podría decir que es la clase o el grupo gobernante el que imprime carácter y da el tono 
a la política en general, por lo tanto, la política educativa es variable dentro de los límites prefijados 
por la realidad del poder; todo problema político de construcción o de reforma está sometido a dos 
condiciones: A) la realización de un proyecto político o programa de gobierno, y B) basarse en 
datos históricos, de evolución de la nación. De ahí que en la política educativa se pueden distinguir 
algunas perspectivas históricas que influyen en los proyectos nacionales, de igual forma se 
establecen algunas propuestas a largo plazo, teniendo como base elementos históricos, que varían 
dependiendo los programas de gobierno o los partidos políticos en el poder, lo que induce a que la 
escuela sea sometida constantemente a las exigencias sociales. 
Según Cifuentes y Camargo (2016), las reformas nacen de leyes nacionales y son impulsadas 
desde arriba por el Estado. Colombia no es la excepción, al igual que diversos países 
latinoamericanos, las reformas educativas se realizan al mismo tiempo que se llevan a cabo 
políticas de ajuste económico, lo cual hace que las políticas educativas sean bastante fluctuantes. 
30 
 
Safford y Palacios (1977), relatan que fue con la Constitución de 1886 y posteriormente con la 
firma del Concordato en 1887, como el clero quedó encargado de dirigir la administración del 
sistema educativo, de esta forma, el aula, los textos escolares, la prensa, el confesionario y el 
púlpito, se convirtieron en los elementos por medio de los cuales se inculcó en la población un 
sistema ideológico, y se impidió el laicismo. Para Quiceno (2003), entre 1876 y 1920 se diseñó y 
se construyó la nueva instrucción y la escuela pública en Colombia, a la cual se buscaba darle 
unidad, uniformidad y sistematicidad teniendo como fundamentos el método, la disciplina, 
identidad sobre el maestro, la inspección y los espacios, siendo las piezas centrales de esta 
construcción: el espacio social de la escuela, el aprendiz y la pedagogía. Por ello la escuela se hizo 
necesaria, cuando los líderes políticos y la sociedad se dieron cuenta que esta era el espacio propicio 
para generar y conservar el amor a la patria y legalizar el orden institucional que configuraría el 
Estado (Álvarez- Gallegos, 1995). 
Una vez identificados los soportes teóricos y conceptuales de la investigación se hace necesario 
formulan una metodología, que será entendida en tanto la manera cómo se enfocan los problemas, 
como la forma en que se busca las respuestas a los mismos. Esta investigación se enmarca en el 
paradigma cualitativo, con un enfoque histórico, dentro de un método histórico- hermenéutico. 
Podemos partir definiendo al investigador cualitativo, como aquel individuo que analiza los 
documentos públicos y oficiales. “estos materiales permiten comprender las perspectivas, los 
supuestos, las preocupaciones y actividades de quienes los producen” (Taylor & Bogdan, 2000, p. 
149). 
Según Hernández-Sampieri, Fernández & Baptista (2014). Los estudios cualitativos 
permiten que a lo largo de la investigación se puedan desarrollar preguntas, para así poder 
identificar los interrogantes más importantes a resolver en la investigación, y que esos interrogantes 
31 
 
se perfeccionen y se les pueda dar respuesta. Este proceso de indagación es dinámico y resulta un 
proceso más bien circular en el que la secuencia no siempre es la misma, pues varía con cada 
estudio. 
Los estudios cualitativos permiten que las diferentes interpretaciones que hacen los 
individuos, a partir de su propia realidad, que es producto de la historia, “validada y transformada 
por los mismos sujetos”, sean analizadas y reconocidas, al ser contrastadas con evidencia 
documental o con datos suministrados por variadas fuentes (Bonilla & Rodríguez 2005, p 92). 
A través de las investigaciones cualitativas, se pretende entender y describir los fenómenos 
sociales, ya sea analizando las experiencias de los individuos o de la comunidad, las interacciones 
sociales, así como los textos que resultan de los procesos sociales, con los cuales se busca entender 
cómo los individuos construyen su estructura social, poderla describir y explicar (Flick, 2015, p. 
16) 
Al hacer referenciaal enfoque se retoma las palabras de Ortiz (2015), quien lo presenta, 
como el elemento que permite orientar la metodología de la investigación, e indagar sobre la forma 
de abordar un tema, de plantear un problema, de desarrollar un proceso de investigación y de dar 
solución al interrogante o interrogantes o problema científico. “El enfoque incluye en sí los 
métodos, principios y orientaciones más generales del sistema investigativo sin reducirlos a 
acciones instrumentales y determinaciones operacionales, ni a teorías o concepciones formalizadas 
y matematizadas” (Camacho, Jordan & Contreras, 2015, p.41). Por su parte el enfoque histórico 
permite conocer las distintas etapas de los objetos o fenómenos en una sucesión cronológica, 
precisamente para conocer la evolución y el progreso de un objeto o de un fenómeno se hace 
necesario dar a conocer su historia, las etapas o procesos de desarrollo y las conexiones históricas 
fundamentales. 
32 
 
Cuando se hacer referencia al método, se podría decir que son las reglas que se deben tener 
en cuenta, en la medida en que regulan el desarrollo del trabajo de investigación: según Aróstegui, 
(1995) “el método científico no prescribe lo que hay que hacer, pero sí establece qué es lo que no 
se debe hacer” (p. 154) El método histórico por su parte lo que hace es “abordar de forma global 
todo el proceso de investigación social, desde el planteamiento del problema hasta la exposición 
de resultados” (Sáez-Rosenkranz, 2016, p.109). 
Dentro del método de las ciencias sociales se puede apreciar que: un evento social no está 
por fuera de la organización social más compleja, y no es sólo el estudio del comportamiento 
humano en particular, por esta razón dentro del método historiográfico se toma en cuenta la 
temporalidad, la historicidad, la particularidad de los fenómenos, así como sus generalidades, 
teniendo como referencia los documentos históricos, que se convierten en fuente de información 
por excelencia, que se puede complementar, con procesos comparativos entre fenómenos 
simultáneos, entre hechos anteriores y posteriores; lo que en principio hace que el método histórico 
sea esencialmente comparativo y globalizante, pero teniendo en cuenta que la historia es una visión 
del presente, en la cual no se hace posible conocer, todo el legado del pasado (Aróstegui, 1995). 
 El método que se considerará en esta investigación es el método histórico hermenéutico, 
el cual establece, que se hace indispensable que en el estudio de las cuestiones históricas se analicen 
los sucesos, estos deben desglosarse o subdividirse, en todas sus posibles partes, con el propósito 
de facilitar el conocimiento de las posibles raíces “económicas, sociales, políticas, religiosas o 
etnográficas” y a partir de ese análisis se pueda generar la explicación de un hecho histórico 
(Delgado, 2010, p. 11). La intención de este método consiste en saber, establecer cuál es la versión 
verídica de los hechos, de las acciones humanas, y qué significado se debe aceptar o creer (Cerrón, 
2019, p.10). Desde el método, la realidad se construye socialmente, lo que hace posible que no 
33 
 
haya una única realidad, “tangible, fragmentable, sobre la que la ciencia puede converger” (Ortiz, 
2015, p. 17). 
Teniendo en cuenta el método histórico- Hermenéutico, que se ha retomado, se pretende 
hacer un tipo de investigación explicativa, según Aróstegui (1995), toda la explicación histórica 
parte de la existencia de un fenómeno social, que da origen a otro, la explicación histórica es más 
amplia que el mero «dar razón» de un suceso, de un hecho o de una situación que se da por la 
acción humana. Dar cuenta de por qué se producen movimientos no recurrentes, es naturalmente 
neurálgico de la explicación histórica y lo es también del cambio social. Es por eso por lo que se 
hace imprescindible explicar las acciones humanas, dentro del contexto, donde se producen. 
El desarrollo de una investigación se da por etapas que son entendidas como fases, que son 
aquellas que aportan un orden a la hora de actuar como profesionales, en esta investigación se 
procedió de la siguiente manera: lo primero que se hizo fue plantear un problema, para el caso se 
quiso indagar por la concepción de ciudadanía y tipo de nación que se quiso constituir en Colombia 
entre 1886 – 1904, y el papel que jugó en dicho proceso la escuela, el Estado y la Iglesia. 
Dentro de este proceso es de gran importancia analizar si es un tema relevante, y además, 
“también se debe averiguar si es posible llevar a buen término la investigación”, teniendo presente, 
los recursos con los que se cuenta, en este caso se estaría hablando de los documentos, o de las 
fuentes con las que se cuenta, si estas son suficientes y si son pertinentes; para a partir de ellos 
generar un trabajo investigativo original que contribuya al proceso de construcción del 
conocimiento (Cardoso, 2000). 
Una vez identificada una problemática, se procedió a formular unas hipótesis previas, que 
son el origen de la investigación, pues a partir de ellas se generan los problemas o el problema, 
luego a partir de estas cuestiones, se empieza la clasificación y definición, que va mostrando las 
34 
 
diversas realidades, que se pueden dar dentro del campo de estudio, posteriormente se realizó un 
proceso de validación o contrastación que es el momento de poner a prueba la hipótesis previa, y 
así poder “verificar si la explicación tentativa da cuenta de todos los hechos, si explica o no nuevos 
fenómenos” (Aróstegui, 1995, p.161). 
Dentro del proceso de investigación histórica, es de gran relevancia las fuentes, las cuales 
se identifican una vez se delimita el tema, porque “la información sobre la documentación de un 
problema es un paso subsiguiente, no el primero, en todo inicio de un proyecto de invest igación” 
(Aróstegui, 1995, p.189). Para el caso de esta investigación, lo que se hizo fue hacer la recolección 
de la información, con el fin de dar sustento a lo que se quería indagar, para ello se compilaron los 
documentos oficiales “pues éstos abren nuevas fuentes de comprensión” (Taylor & Bogdan, 2000, 
p.150). Para el caso se tuvo en cuenta la Constitución de 1886, las leyes y decretos que se 
promulgaron entre 1886 y 1904, relacionados con la educación primaria, los documentos emitidos 
por la Iglesia católica, y algunos textos de autores de la época. De igual forma se compiló un gran 
número de investigaciones y trabajos que se habían realizado relacionados con el tema, y que le 
pudieran dar soporte a la investigación. 
Para la realización del proyecto investigativo histórico se requiere la utilización de las 
fuentes, los historiadores hacen esa búsqueda documental principalmente en archivos y 
hemerotecas, pero en el caso educativo y en particular en esta investigación, se tomaron en cuenta 
las normativas que rigen los sistemas educativos, algunos documentos emanados de la Iglesia y 
textos escritos por autores de la época. A la hora de la clasificación de las fuentes a la tipología, 
existe una gran variedad, pero las que se utilizan más comúnmente es la posicional: “fuentes 
directas (o primarias) e indirectas (o secundarias). Es necesario verificar la capacidad de las fuentes 
35 
 
para entregar una información fiable y adecuada para explicar el fenómeno que se quiere resolver” 
(Sáez-Rosenkranz, 2016, p.110). 
 Dentro del proceso de la investigación histórica, la documentación escrita que 
el historiador emplea, pertenece en cualquier caso, a dos grandes campos: documentación de 
archivo, documentación bibliográfica y hemerográfica, proceso que debe hacerse de una forma 
planeada, exhaustiva, buscando dar solución a la pregunta central de la investigación, donde esté 
acompañado de un “correcto y suficiente apoyo bibliográfico”, pues se hace imposible realizar un 
proyecto de investigación “sin conocimiento exhaustivo hasta, donde sea posible,del estado de la 
cuestión científica en un determinado campo temático y en un determinado momento” (Aróstegui, 
1995, p. 205). 
Para la recolección de los documentos primarios y secundarios se elaboró un modelo de 
ficha documental o bibliográfica, teniendo en cuenta las normas APA, se utilizó una ficha para 
cada documento, en ella se consignó la categoría la subcategoría y una cita comentada o textual, 
sobre lo que se estaba investigando, de esta forma, se agilizó el proceso de redacción del documento 
final de la investigación. (ver tabla 1) 
Referencia bibliográfica según normas APA 
 
 
Categoría Subcategoría Comentario 
 
Tabla 1. Modelo de ficha. Elaboración propia 
Finalmente se procedió a realizar el proceso de redacción del documento final, con el fin 
de dar respuesta a la pregunta formulada al inició del proyecto, para dicho proceso se cruzó la 
información colectada, tanto de fuentes primarias como secundarias, la cual dio como producto 
final un texto estructurado en tres partes. 
 
36 
 
Ideario de libertad, escuela y Estado confesional desde el conservadurismo 
A lo largo de este capítulo, se pretende hacer un recorrido, que parte de explicar cómo la 
escuela y las políticas qué se generan alrededor de la misma, están enmarcadas en unos principios 
ideológicos, en particular se pretende exponer que principios regularon la educación y 
específicamente la educación primaria entre 1886 y 1904, centrándose particularmente en: uno, la 
idea de libertad, y de cómo esta fue acogida desde las políticas de los gobiernos conservadores, y 
particularmente vinculada con las directrices emanadas por la Iglesia católica; dos la justificación 
del porqué en la escuela se hacía necesario la aplicación de principios religiosos católicos, y de 
cómo estos estaban vinculados directamente con la idea de progreso, desarrollo y control social; 
tres, la construcción de un modelo de nación confesional, dispuesta desde la misma constitución y 
fundamentada en los documentos emanados por el papa, apartado en el cual se aprecia lo expuesto 
por Anthony Smith (citado por Muñoz, 2015 ) quien establece la posibilidad de: 
Un solapamiento entre dos modelos de nación, uno llamado “nación cívica” y otro que 
recibe el nombre de “nación étnica o genealógica”. El primero se refiere a las leyes, los 
derechos, el sistema de soberanía popular y representación colectiva; mientras que el 
segundo alude a un sistema de cohesión colectiva, fundamentado en referentes comunes, 
con una connotación de esencialidad que los articula y configura. El modelo de nación 
cívica está centrado en el Estado y se fundamenta en el ciudadano con derechos idénticos a 
todos los demás. En cambio, la nación étnica aboga por un sentimiento nacional. Uno y otro 
se hallan presentes en la construcción nacional (p. 189). 
Del porqué de las ideologías en la educación 
Para Hernández (2010), la educación y la ideología siempre has estado estrechamente 
vinculados, se podría decir entonces que es muy difícil concebir la educación como un elemento 
37 
 
neutral, entre otras cosas porque las políticas siempre se diseñan con un fin, un propósito y unos 
intereses de quienes manejan las líneas del poder, es por medio de la educación que se proyectan 
estos deseos a la sociedad, entonces la escuela se convierte en la institución encargada de realizar 
dicho proceso, de ahí, que es normal que cada gobierno según sus intereses y sus fines específicos, 
fomente por medio de la legislación un modelo de escuela (p. 135-137). 
Esta situación fue bastante visible a lo largo del siglo XIX colombiano, donde dependiendo 
del grupo político en el poder se entablaron unas políticas educativas, así, si quienes estaban en el 
poder eran liberales, se proponían políticas educativas similares a las que se estaban dando en 
países desarrollados de Europa, en donde se propendía por la búsqueda de las capacidades 
individuales y del desarrollo de la razón y la implementación de una educación gratuita, obligatoria 
y manejada por el Estado; mientras, que si quienes estaban en el poder eran conservadores, el 
modelo de educación que pretendían desarrollar estaba muy ligado a la conservación del statu quo 
y a los principios heredados de la colonia, regulados por la religión católica. Aunque muchas de 
esas creencias, convicciones o expectativas de los gobiernos de turno en muchos de los casos, no 
estaban fundamentadas en verdades científicas, sin embargo, generaban motivación, exacerbación 
de sentimientos, emociones e incluso pasiones, por medio de las cuales la sociedad en numerosos 
casos terminó justificando, aceptando y defendiendo dichas políticas incluso en casos en donde 
estas no les eran favorables. 
Las ideologías son elaboradas por un grupo de individuos que son también quienes las 
asumen y las imponen, se busca que las mismas tengan coherencia, generalidad y puedan llegar a 
convertirse en visiones o concepciones de la sociedad, en las mismas, se combinan elementos de 
la realidad y de la ficción, son un reflejo de la realidad social, se convierten en necesarias para la 
sociedad y para los individuos en la medida en que dan sentido a ciertos grupos sociales y al mismo 
38 
 
individuo, pues orientan sus actividades y su misma existencia al igual que mantienen los sistemas 
socioeconómicos, favorecen la estabilidad y con esta el desarrollo, “las ideologías son motores y 
puntos de partida para nuevas decisiones, actividades, actos para la imposición de valores y 
conductas; explican, justifican el orden vigente y la distribución del poder en la sociedad” (Kaplan, 
2001, p. 23). De ahí que las ideologías terminan explicando y justificando el orden en cualquier 
tiempo, favoreciendo con ello el sistema de producción, distribución y en general de dominación 
ejercido. 
De esta forma, no se puede pensar las políticas educativas sin pensar a la par en un sentido 
ideológico y político, donde los principales dirigentes de la nación colombiana, tuvieron claro que 
la educación les permitiría actuar de manera oportuna y eficaz sobre los niños y jóvenes; a través 
de eso consolidar un sentido de identidad nacional, promulgar algunos valores, tradiciones, 
costumbres, hábitos propios de la cultura hispana, apoyado en instituciones como la Iglesia, para 
de esta forma, forjar en la sociedad valores cívicos relacionados con derechos y obligaciones 
fundamentados en principios como la libertad y la igualdad (Torrejano, 2012, p. 153). 
Limitar la libertad una propuesta desde el conservadurismo 
En la segunda mitad del siglo XIX, se dio en Colombia la conformación de los partidos 
políticos el Liberal y el Conservador, cada uno fundamentado en unos principios ideológicos 
retomados de Europa, dentro de dichos principios se discutía entre otras cosas el ideario de libertad, 
retomando el punto de vista conservador que fue el adoptado con la constitución de 1886, según 
los postulados de uno de sus principales ideólogos Miguel Antonio Caro, la libertad debía tener 
unos límites, basado en la idea que si el hombre tiene derecho a pensar, decir, y actuar y en general 
el hecho de tener libertad total de pensamiento y palabra podría traer consigo según su punto de 
vista el “vicio, la locura y el crimen. “La libertad absoluta envuelve la libertad del mal”. 
39 
 
Retomando los principios cristianos, los gobiernos tendrían el derecho de castigar en la 
medida en que en ellos descansa el deber de educar, obedeciendo principios divinos, y en la medida 
en que se gobernara a los hombres se estaría sirviendo a Dios, “autor y supremo legislador de la 
sociedad” situación por la que era criticado el liberalismo en la medida en que este separaba al 
hombre de Dios, según Caro este sistema al momento de castigar no lo podría hacer “como 
derecho, sino como fuerza superior” (Valderrama,1990, p. 159). 
Dentro del proyecto político de la regeneración, nose puede hablar de una libertad total, 
pues había restricciones para el comercio de armas, así como también en la libertad de prensa, ya 
que los ideólogos de este periodo consideraban que de esta manera, se garantizaba la permanencia 
del orden y control, que no sólo era ejercido por las autoridades competentes, sino también por la 
iglesia, por la misma sociedad, quienes se convertían de esa forma en un freno moral y en un punto 
de unión y armonía (Díaz, 2015, p. 78-79). 
León XIII en la Carta Encíclica Libertas de 1888, estableció que la libertad era un don dado 
por la naturaleza a los seres racionales, quienes por medio del libre albedrío eran responsables de 
cada una de sus acciones, dependiendo del camino que optaran, por ello, sustentado en ese libre 
albedrío se creó la necesidad de darle una “protección” a esa libertad, con el fin de hacer que todos 
los movimientos siempre se dirigieran hacia el bien y no al mal, fue así que se estipuló por medio 
de las leyes, lo que estaba permitido y lo que no, la ley es ese elemento regulador por medio del 
cual, el hombre busca la salvación o la condena dependiendo de sus actuaciones, que termina 
siendo básicamente una réplica de la ley eterna. 
 Las leyes establecidas en la sociedad no son originarias en el Estado, ya que estas son 
anteriores a la misma sociedad, por tanto, su origen debía estar en la ley natural, específicamente 
en la ley eterna, de ahí que el propósito de los legisladores sería lograr por medio de unos métodos 
40 
 
de disciplinamiento común, es decir por medio de castigos a quienes no cumplan o desobedezcan, 
para de esta manera lograr una obediencia en la ciudadanía. Con base en lo anterior, la libertad 
sería entendida no como el cumplimiento de los caprichos individuales, pues esto generaría caos y 
podría terminar incluso con la misma disolución del Estado; la libertad era entendida entonces 
como la capacidad del individuo de cumplir los preceptos de la ley eterna, a través del 
cumplimiento de las leyes civiles. De esta forma el fin supremo de la libertad sería alcanzar la 
gloria eterna. (León XIII. Encíclica Libertas del 20 de junio de 1888, p.10). 
León XIII en la Carta Encíclica Libertas de 1888, también, hacía referencia a la libertad de 
culto, expresión, imprenta enseñanza y conciencia, frente a la libertad de culto, exponía que por el 
hecho de provenir de Dios se debería seguir el culto como el camino para alcanzar la salvación, 
que el Estado debía seguir el culto a Dios, porque de lo contrario se le estaría negando que fue Dios 
quien creó y organizó la sociedad, se justificaba que la religión era: 
sumamente provechosa para la libertad, porque coloca en Dios el origen primero 
del poder e impone con la máxima autoridad a los gobernantes la obligación de no 
olvidar sus deberes, de no mandar con injusticia o dureza y de gobernar a los pueblos 
con benignidad y con un amor casi paterno (León XIII. Encíclica Libertas del 20 de 
junio de 1888, p.12). 
Frente a la libertad de expresión y de imprenta la Encíclica Libertas, exponía que debía 
existir en la sociedad estos derechos, siempre y cuando se utilizaran para propagar en la misma, lo 
verdadero y lo virtuoso, pero si el uso de la libertad de expresión se utilizaba para exponer ideas 
contrarias a la moral, que pudieran perturbar el entendimiento humano debían ser reprimidas 
inmediatamente; los anteriores principios también eran aplicables cuando se hacía referencia, a la 
libertad de instrucción, allí se establecía que en los centros educativos se debía enseñar la verdad, 
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pues si se permitía que se enseñara cualquier teoría no aceptada por la iglesia, se estaría dando 
cabida a la perversión, esta posición se justificaba en que, la autoridad del maestro era bastante 
amplia, donde no todos los oyentes tenían la capacidad para discernir, y con ello, se podría generar 
ideas contrarias a las aceptadas por la iglesia, por tanto se señalaba que la única “verdad que se 
debía enseñar debía ser sólo de dos tipos: la natural y la sobrenatural”, las naturales, hacen 
referencia a la razón, moral, justicia, religión y la misma sociedad, las sobrenaturales se referían a 
elementos como la revelación, la encarnación, la fundación de la iglesia, estos elementos aclaran, 
no debían ser impedimento al desarrollo de la ciencia, siempre y cuando ese conocimiento 
científico proviniera de un “recto juicio y estuviera de acuerdo con el orden objetivo de las cosa y 
prestara gran servicio a la esclarecimiento de las verdades reveladas” ( León XIII. Encíclica 
Libertas del 20 de junio de 1888, p.15). 
Al referirse a la libertad de conciencia la Encíclica Libertas, determinó, que estaba en 
desacuerdo con aquel modelo de pensamiento, en donde dicha libertad era entendida como aquella 
decisión que toma cada individuo para dar o no dar culto a Dios, pero aceptaba aquella en donde 
el individuo siguiera la voluntad de Dios y sus mandamientos. De esta forma se aprecia la adopción 
de una libertad regulada y controlada de conformidad con los principios del dogma; donde la 
escuela en coordinación con el Estado y la Iglesia lo que hace es formar un individuo que se 
considere libre, pero bajo el modelo o principio de una libertad coercitiva, regulada por una 
estructura de poder vertical, generando con ello una sociedad temerosa, obediente y conformista, 
que terminó facilitando la promulgación de un sistema social autoritario, por un largo periodo de 
tiempo. 
 
 
42 
 
Escuela y catolicismo, una necesidad para formar nuevos ciudadanos 
Según lo planteado por Bonilla (1979), la escuela además de ser el centro de enseñanza es 
también donde se ejercen unos procesos de dominación ideológica, que se articulan previamente 
al sistema escolar, de una parte, por medio de los contenidos del saber que se transmiten en la 
escuela, que por lo general se articulan con unos objetivos o propósitos establecidos por los 
sistemas de poder de turno. De otro lado también se debe tener en cuenta, la forma como se “realiza 
la apropiación social del conocimiento en los diferentes sectores de la sociedad”, donde 
prácticamente cada clase social recibe la educación de acuerdo al lugar y al oficio que posiblemente 
va a desempeñar, según el entorno en el que se desenvuelve el aprendiz; de esta manera la escuela 
articula una serie de procesos sociales, políticos y económicos, que son los que determinan el 
modelo de enseñanza aprendizaje que se debe implementar (p. 78). 
Con el fin de entender de qué manera, quiénes y cómo se estableció el sistema educativo 
llevado a cabo en Colombia a partir de la constitución de 1886, es necesario remontarnos al periodo, 
en particular a las personas que llevaron a cabo el proceso de cambio sustentado en dicha 
constitución; para de esta manera entender los propósitos, que desde ese modelo educativo se 
plantean para la nación colombiana, en un primer momento retomaremos a Rafael Núñez, 
personaje, que empezó siendo un liberal, pero su pensamiento fue evolucionando hasta convertirse 
en un representante de la escuela de pensamiento “positivista” que tuvo gran influencia en toda 
América Latina a finales del siglo XIX, en particular seguía los principios establecidos por Herbert 
Spencer. “Núñez evidenciaba la influencia de Spencer especialmente en su preocupación por la 
sociedad como organismo complejo y en evolución que puede ser manipulado, pero cuya 
transformación es imposible de la noche a la mañana” (Bushnell, 1994, p. 196). 
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En la América Latina del siglo XIX, el pensamiento filosófico positivista de Comte y 
Spencer tuvo gran aceptación e influencia en aspectos políticos y educativos, este se convirtió en 
un referente en el periodo de regeneración que se dio en Colombia a partir de la constitución de 
1886, donde se pretendió acoger modelos de naciones desarrolladas, para de esta manera “superar 
el estado de barbarie y alcanzarel ideal de civilización” (Guevara, 2015, p. 52). 
Las ideas spencerianas relacionadas con el libre cambio y el desarrollo industrial, eran bien 
vistas por algunos líderes políticos colombianos de finales del siglo XIX y comienzos del siglo 
XX, quienes consideraban que el país debía ajustarse a las nuevas condiciones “sociales, culturales, 
políticas y económicas” donde debían apropiarse los saberes modernos, por ello se buscó una 
proyección fundamentada en los saberes y prácticas legitimados por la ciencia, sin embargo, había 
un continuo cuestionamiento por la capacidad de progreso de la población colombiana que 
generaba un doble horizonte de interpretación: 
De un lado el salto a la modernidad representada por la urbanización y el cese de 
las guerras civiles; y de otra la preocupación por la defectuosa constitución psíquica, moral 
y física de los colombianos como causa de los males sociales, intelectuales, económicos y 
políticos de la república. Dentro de este marco intelectual, la conformación de una nación 
moderna y civilizada. Con una población considerada bárbara, infantil y enferma, era una 
tarea poco menos que imposible; que a su vez genera la polémica sobre la degeneración de 
las razas de Colombia (Guevara, 2015, p. 58-59). 
Para Rafael Núñez la Iglesia católica, era considerada como parte integral del organismo 
social colombiano, que debía participar activamente, teniendo un gran poder e influencia en las 
decisiones que se debían tomar en la administración del Estado; Núñez creía que la Iglesia debía 
ser “usada de manera inteligente, para promover la moralidad y la disciplina social”. Unido a Núñez 
44 
 
igualmente estuvo Miguel Antonio Caro quien también fue uno de los grandes colaboradores en la 
elaboración de la constitución de 1886. Caro era un férreo defensor “de los valores tradicionales 
católicos y ferviente admirador de la herencia colonial española” (Bushnell, 1994, p. 198). 
Miguel Antonio Caro, combatió cualquier “idea que pusiera en peligro la unidad de la fe, 
la moral, la visión del hombre, la educación de un pueblo heredero de una tradición y llamado a 
apropiarse por la enseñanza y por la virtud de su Constitución”. Caro siempre muestra a lo largo 
de sus escritos la fidelidad a la fe, la iglesia, que, a la postre se convertiría en fidelidad al país, las 
raíces hispánicas, la lengua y la religión, pues en esencia para él “la moral católica le da forma a 
nuestra ciudadanía” (Caro, Conforti, Forero, López & Martínez, 2010, p. 3). 
El hecho, de que los dos principales ideólogos del periodo de la regeneración, Rafael Núñez 
y Miguel Antonio Caro, establecieran dentro de su proyecto político, encaminar la nación dentro 
de los principios de la religión católica, como se evidencia en la constitución de 1886, provocó que 
a finales del siglo XIX el sistema educativo fuera una proyección del sistema ideológico 
conservador, establecido en el poder, lo cual se evidencia en el decreto 0544 de 1888, donde se 
estableció que la educación debía ser organizada y dirigida de conformidad con los dogmas y la 
moral de la religión católica, el propósito al parecer, era forjar un tipo de ciudadano y de nación 
temerosa y respetuosa de los principios establecidos por dicha religión. 
Así se evidencia, que los líderes del movimiento de regeneración Núñez y Caro, lo que 
hicieron fue darle el poder del manejo de la educación de los niños y jóvenes a la Iglesia católica, 
de esta manera, promovieron principios de moralidad y disciplinamiento social, y alimentaron en 
la sociedad la idea de peligro, frente a la proliferación de principios liberales, laicos y ateos, que 
promulgaban la libertad, el racionalismo y la aplicación de métodos científico, dejando a un lado 
lo estipulado por la Biblia y promovido por la Iglesia. Hay que aclarar que estos temores provenían 
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del mismo vaticano, ya que el mismo papado declaraba que se debía estar en contra de modelos de 
pensamiento, como el empirismo y el positivismo (Comte y Spencer) pues se alegaba, que estos 
principios alejarían a la sociedad de los principios cristianos católicos (Torrejano, 2014, p. 161). 
Según lo establecido, por la Constitución de 1886 en el Artículo 41: la educación pública 
será organizada y dirigida en concordancia con la Religión Católica, dicho principio se sustentaba 
según Miguel Antonio Caro en la idea de que la “ignorancia era muerte para el alma”, por ello el 
mismo Jesús hablaba de la necesidad de la enseñanza, misión que fue acogida por la Iglesia 
católica, quien se había encargado, de llevar a todas las sociedades, con las cuales tenía vínculos, 
la educación y con ella la “civilización” por ello, era esta, quién definía, qué podría aprender la 
sociedad. Según Caro, la pretensión de la sociedad colombiana era, construir un vínculo Iglesia 
Estado, para de esta forma desterrar la ignorancia, pero siempre regidos por el temor a Dios 
(Valderrama,1990, p. 161). Para Rafael Núñez este artículo se derivó, de la preponderancia o 
influjo que había ejercido la Iglesia católica en la conciencia de la sociedad colombiana de la época, 
no se trataba de impedir el desarrollo del progreso de la ciencia, era encaminar ese desarrollo, pero 
teniendo en cuenta los principios y las opiniones de los principales líderes religiosos (Núñez, 1888, 
p.161). 
Para Durkheim (1982), la religión era algo eminentemente social, porque representa una 
realidad y un modelo de pensamiento colectivo, en donde por medio de los ritos se representaba 
las maneras de actuar de un determinado grupo, que estaba destinado a “suscitar mantener o 
rehacer” ciertas situaciones de esa comunidad. (p. 8). Tal parece qué dentro del pensamiento 
político de Caro, este postulado se aplicaba muy bien, en la medida en que, por medio de la 
educación religiosa católica, no sólo se hacía formación enfocada hacia el desarrollo económico de 
la sociedad, sino que además se hacía una educación enfocada a generar miedos o temores 
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relacionados estrechamente con la ideas implementadas por la religión de la condena eterna, o de 
la no salvación, o simplemente a ser señalado por la comunidad por el incumplimiento de las 
normas y parámetros reguladores, que eran muy similares entre los establecidos por la Iglesia como 
por el Estado, gracias a su trabajo mancomunado, en donde el propósito era generar un individuo 
que siguiera los principios religiosos y políticos de acuerdo con lo demarcado por los principales 
líderes de estas dos instituciones. 
De esta forma, se puede apreciar como la educación, es en esencia social, por ello el Estado 
no puede desinteresarse, por el contrario, la educación está sometida, de alguna manera a la acción 
de este, lo cual se evidencia, en los principios referentes a la razón, ciencia, ideas y sentimientos 
que se constituyen en la base o fundamento de la moral democrática, que buscaba impartir entre 
los aprendices, para desde allí, propagar las ideas que se desea hacer visibles (Durkheim, 1976, p. 
106). 
De lo anteriormente expuesto, se puede concluir que, con la constitución de 1886, hay un 
establecimiento de límites entre las clases sociales, en los aspectos educativos, la de las élites estaba 
dirigida a la formación en artes y disciplinas liberales, mientras, que los sectores populares debían 
recibir formación vinculada, con trabajos técnicos y prácticos, por ello, si bien se planteó la 
necesidad de crear un sistema nacional, “era difícil pensar en una escuela homogénea, en la medida 
en que la enseñanza debía responder a fines diversos y opuestos” (Pinilla, 2015, p. 47). 
Con la Constitución de 1886, y posteriormente, con la firma del Concordato en el siguiente 
año, se aseguró un tipo de educación centrada en la religión católica, y en las prácticas piadosas 
que a esta atañían, se impusieron los textos con los cuales se debían impartir las enseñanzas de 
religión, filosofía y moral, se dio también

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