Logo Studenta

NA3-VOX-POPULI--1

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

SEPTIEMBRE 2021
03 Publicación de la Dirección
Provincial de Educación Secundaria
Desafíos de la Educación Secundaria
DIRECCIÓN GENERAL DE
CULTURA Y EDUCACIÓNSUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN
DIRECCIÓN PROVINCIAL DE EDUCACIÓN SECUNDARIA
“No hubiera sido lo mismo sin el 
motor del Centro de Estudiantes”
EES N° 2 de Carmen de Patagones - Pág. 4
Jóvenes en movimiento.
Interpelaciones y desafíos desde la 
perspectiva del derecho a la ciudad. 
Por Guillermo Ríos - Pág. 8 
Además Mariana Chaves, Camila Trebucq y Graciana 
Zarauza, estudiantes y equipos de la Dirección.
SUMARIO
En nuestra sociedad actual, hemos aprendido -de mano del abundante conocimiento social- que vivir 
plenamente como seres sociales supone un camino de creciente reconocimiento de derechos. En ese 
marco, la escuela ha ido desarrollando saberes para formar con carácter más humano, más comprensivo 
y con relaciones de reciprocidad. Hay en este número de Vox Pópuli una afirmación fundamental, 
desplegada a lo largo de sus artículos: la escuela afianza derechos y ha desarrollado modos de volverlos 
prácticas cotidianas. Ese marco institucional está en inmejorables condiciones de consolidar un trabajo 
que haga converger la ampliación de una noción de ciudadanía cada vez más amplia y democratizadora, 
con una cotidianeidad escolar que se haga eco y concrete esa misma expansión, a través de prácticas de 
formación, reconocimiento y cuidado. La existencia misma de chicas y chicos educándose nos impone 
imaginar un mundo para ellas y ellos, e imaginar que podrán imaginar el mundo. El cuidado puede ser 
una forma en que las y los adultos nos hacemos cargo de lo complejo, insuficiente e incompleto del 
mundo y que no es como lo quisiéramos, para generar un marco de amparo y así poder formarse. He ahí 
uno de los sentidos más profundos y único del trabajo pedagógico, donde nuestra mirada y presencia 
son irremplazables. 
En un texto muchas veces citado, Walter Benjamin planteó en 1940 que existe una “cita secreta entre las 
generaciones que fueron y la nuestra”, una cita entre el pasado y el presente, entre el pasado y el futuro. 
Nos decía diversas cosas con esa reflexión. Por un lado, que se produce en distintas situaciones una 
inevitable transmisión de lo acontecido, transmisión hecha y re-hecha en distintos momentos. En esa 
transmisión hay un gesto filiatorio que produce una relación entre las generaciones, relación que pone 
en juego las arbitrariedades, violencias e injusticias y también los modos de representarnos otro mundo 
posible. En ese entrecruzamiento de experiencias –tenso y diverso- se sitúa un terreno clave para la 
escuela. Hay algo que la escuela hace, por sobre todas las cosas, y es poner a disposición narraciones (de 
procesos de independencia nacional, del ciclo del agua o de la ampliación del concepto de ciudadanía), 
y pone a disposición esos relatos para comprender y transformar el mundo. Herencias, historias locales, 
identidades generales y particulares, entre muchas otras cosas, componen la transmisión que produce 
la escuela.
Esto se hace evidente, en relación al análisis de diversas leyes educacionales, de ejercicio ciudadano, 
de igualdad de género y de salud sexual y reproductiva, que las nuevas generaciones habitan un marco 
Sobre Vox Populi - Desafíos de la Educación secundaria.
Publicación de la Dirección General de Cultura y Educación de la 
Provincia de Buenos Aires, producida por la Dirección Provincial
de Educación Secundaria.
Directora General de Cultura y Educación Agustina Vila
Subsecretaria de Educación Claudia Bracchi
Directora Provincial de Educación Secundaria Myriam Southwell
Contacto comunicacion.secundaria@abc.gob.ar
Equipo de Comunicación de la Dirección Provincial
de Educación Secundaria
Diseño, edición y maquetación: Inés Rodriguez, Comunicación DPESec
Editorial Participación Estudiantil
“No hubiera sido lo mismo sin el motor 
del Centro de Estudiantes”.
Jóvenes en movimiento. Interpelaciones y 
desafíos desde la perspectiva del derecho 
a la ciudad.
Agua, aire y tierra: participación estudiantil 
todo terreno.
Voces que son Derechos
Las y los estudiantes dicen.
Participación y nuevos lenguajes: Sobre 
la cultura del hip hop y el freestyle en las 
comunidades educativas.
Participación juvenil: notas de barrio 
popular y organización comunitaria.
Historias de patrimonio: pasado, presente 
y porvenir.
02
04 
08
11
13
16
19
20
24
EDITORIAL
Participación estudiantil -por Myriam Southwell
social e histórico inédito. Efectivamente, la existencia de un entramado legislativo novedoso, que 
se desplegó de manera coincidente con la expansión de la cobertura del nivel secundario, devela 
la existencia de un nuevo encuadre institucional. Resta aún camino por recorrer para estudiar las 
interrelaciones entre las políticas públicas que impulsan la participación estudiantil y las acciones 
políticas que éstos despliegan en el espacio escolar. Posiblemente el lenguaje de los derechos, 
quizás en parte por la discusión y apropiación de contenidos por parte de docentes y estudiantes 
en las materias específicas, tal vez a través de las charlas que tienen lugar en distintos momentos 
de la vida escolar donde se incorpora el mayor conocimiento de la leyes, circula de manera más 
amplia en la institución escolar y esto implica la oportunidad para el surgimiento de formas 
novedosas de ciudadanía por parte de las y los jóvenes. Decimos que existen también nuevas 
formas de participar y hacer oir la voz, porque en las últimas décadas han sucedido diversas 
cosas sobre la cultura política y los modos en que las nuevas generaciones la habitan: se puso en 
crisis el concepto de representación, hubo expresiones de funcionamiento más asambleario, más 
horizontales, y finalmente la recreación y reactivación de formas de representación. Todo ello, en el 
marco de la renovación de una agenda de qué significa hoy plantear, buscar, impulsar contenidos 
y modos nuevos de construcción de ciudadanía. 
A la vez, queda pendiente el interrogante sobre cuánto de la propuesta escolar se ve efectivamente 
conmovida por el nuevo escenario, cuánto de la mirada y de la manera de pensar la política por 
parte de las y los adultos, está dispuesta a alterarse para incorporar las voces de la heterogeneidad 
de formas de ser joven que se tornan visibles. Esa misma preocupación podría situarse en los 
modos de valorar maneras expresivas, aplicaciones de conocimientos y formas de posicionarse 
frente a la norma que despliegan nuestra y nuestros estudiantes. 
En ocasiones, miramos esos comportamientos comparándolos con el recuerdo que tenemos de 
nuestras propias vivencias juveniles, lo que implícitamente nos posiciona en el lugar del ejemplo. Lo 
que puede haber sido considerado vanguardista en nuestra propia experiencia vital es subvalorado 
como poco profundo o banal en manos de otras y otros. Esa comparación y la descalificación que 
muchas veces lleva asociada, olvida que la diferenciación generacional –y también la filiación- 
implica un distanciamiento a través de la alteración de lo dado y la recreación del legado. Así ha 
sido en todo tiempo y lugar y a ello se debe que la cultura y las sociedades tengan una renovación 
constante. 
También debe mantenerse abierta la posibilidad de que las jóvenes generaciones hagan con esos 
relatos y experiencias, una producción propia, una reinterpretación desde su tiempo presente, una 
revitalización de esa narración en diálogo con su vida cotidiana. En el escenario de nuestro tiempo 
la escuela ocupa un lugar central y potente para esas mediaciones, interactuando en el marco 
ético –más ético que moral- de una discusión respecto a las condiciones para la constitución de un 
mundo diverso y una vida entre muchas y muchos. Podríamos decir que la producción cultural y su 
transmisión se produce en el juego de reactivación y modelamiento que se produce entre lo viejo y 
lo nuevo y esa es una de las mediaciones muy relevantes que produce la escuela. 
La enseñanza tieneque proponer, también, hacer algo propio con eso que se ha aprendido; tenemos 
la tarea de tender grandes, numerosos y significativos puentes con la cultura, pero además lo 
que aprenden y cómo lo aprenden tiene que llevar la posibilidad implícita de hacer con ello algo 
propio; un conocimiento que pueda permitirle a todas y todos interrogarse y emanciparse. A ese 
encuentro, a esa mediación, vamos equipados con problemas clásicos y con otros nuevos, y con 
algunas herramientas útiles y otras que habrá que revisar. Se hará necesario recurrir a nuevas 
preguntas, revisar nuestros saberes, para incluir nuevas miradas que permitan hacerles lugar a la 
novedad de situaciones, la pluralidad de adolescencias y juventudes y para acompañar situaciones 
inéditas. Esto, sin lugar a dudas, es una tarea compleja que requiere formación y reflexión sobre la 
experiencia, que recupera la responsabilidad y la importancia que tenemos las y los educadores. A 
ello viene a contribuir este número de la revista
2 3
Adriana Roumec, directora de la Escuela de Educación Secundaria Nº2 “Islas 
Malvinas” de Carmen de Patagones, cuenta el rol clave que jugó la participación 
de las y los estudiantes en el tránsito desde el episodio traumático de septiembre 
de 2004 hasta los encuentros pedagógico-culturales de hoy: “Aprendimos que la 
escuela permite transformar”.
A 17 años del episodio de Carmen de 
Patagones, el trabajo sostenido de 
aquella comunidad situada al sudoeste 
de la provincia de Buenos Aires ha 
transformado cada aniversario en una 
ceremonia vital, un día en el que se 
combina el encuentro, la reflexión y 
también la alegría. Familiares de las 
víctimas, ex egresadas y egresados de 
aquél curso y una porción importante de 
la sociedad de Carmen de Patagones, 
se congregan cada 28 de septiembre 
en el Parque Luis Piedra Buena, a orillas 
del Río Negro, para afianzar los lazos de 
confianza y consolidar la convivencia. 
En esa confluencia colectiva, nunca 
faltan la feria de artesanías, los números 
artísticos y la música en vivo. El punto 
exacto de encuentro es alrededor de un 
escenario construido por el artista plástico 
Danilo Baciloff, padrino de Federico Ponce, 
una de las víctimas. Y este año, aunque se 
realice respetando los nuevos protocolos 
sanitarios, no será la excepción. “Nos 
vamos a reunir en la escultura, y va a haber 
folklore, rap de alguno de los chicos, poesía, 
pachanga, es todo libre. Y vamos a estar ahí 
con la ceremonia de las velas, como siempre”, 
cuenta Marisa Santa Cruz, la madre de 
Federico. Las actividades son convocadas 
por familiares y amigos de las víctimas, y 
cuentan con el acompañamiento logístico 
de la Municipalidad de Carmen de Patagones 
y el entusiasmo siempre renovado de la 
comunidad.
“Es parte de nuestra historia, sí. Ocurrió acá 
como podría haber ocurrido en cualquier 
otro lugar. Pero siempre tratamos de dejar 
“No hubiera sido lo 
mismo sin el motor del 
Centro de Estudiantes”
cantidad limitada de personas, en el que 
se entregó al nuevo presidente del Centro 
de Estudiantes elegido recientemente la 
bandera ceremonial de embajadores de la 
paz. “Para que ellos la custodien”, remarca 
Roumec. En cuanto a los contenidos, 
las y los estudiantes tendrán un espacio 
de socialización, habitual en esta fecha, 
donde se aborda el concepto de la paz y la 
importancia de sostenerlo para lograr una 
convivencia armónica con el prójimo. “Como 
este año tenemos protocolos, las actividades 
serán áulicas con ese pequeño acto en la sala 
del SUM, con muchos recaudos”, completa.
Restablecer los lazos 
Adriana Roumec asumió como directora de 
la EES N° 2 “Islas Malvinas” el 17 de abril de 
2006, aunque ya trabajaba como profesora 
de historia desde mediados de la década del 
’90. Recuerda que fue un trabajo de hormiga, 
familia por familia, poder reestablecer los 
lazos de confianza que se habían quebrado 
luego del episodio. “Ese vínculo tan sensible y 
tan delicado entre la familia y la escuela estaba 
un mensaje de superación, trascender algo muy 
doloroso y que los chicos entiendan que la escuela 
es un espacio de ellos, que siempre los escucha y que 
siempre va a ser su lugar”, afirma Adriana Roumec, 
directora de la EES Nº 2 “Islas Malvinas” de Carmen 
de Patagones.
El episodio refiere a lo sucedido el 28 de septiembre 
de 2004, cuando un chico de 15 años disparó un 
arma de fuego dentro del aula quitándole la vida 
a Federico Ponce, Evangelina Miranda y Sandra 
Nuñez, e hiriendo a otros cinco compañeros y 
compañeras. 
El recordatorio anual de aquél acontecimiento, al 
interior de la institución, siempre tuvo un fuerte 
contenido pedagógico: se organizan actividades 
para ejercitar la memoria y la reflexión, que hacen 
hincapié en la convivencia y las relaciones entre 
estudiantes como su aspecto fundamental. “Este 
año tomamos el valor de la paz, nuevamente, para 
resignificar la importancia que tiene en la buena 
convivencia y en nuestra relación con los demás. La 
Escuela fue declarada embajadora de la Paz por una 
organización provincial”, explica la directora. 
Se realizó un acto sencillo, simbólico, con una 
4 5
-por Laureano Barrera, Comunicación DPESec
roto. Además de que convivíamos día a día con 
el dolor. La base fundamental fue comenzar a 
generar espacios para el diálogo y la escucha 
(...) con docentes comprometidos y muy 
identificados con la institución, logrando 
que esa amalgama se convirtiera en motor. 
Lo primero fue volver a formar el Centro de 
Estudiantes como espacio de participación, y 
poner en marcha la Comisión Cooperadora de 
los padres, porque habían renunciado todos, 
se había disuelto”, repasa Roumec.
El aula que había sido el escenario de la 
tragedia, era una especie de santuario que 
permaneció cerrada los dos primeros años, 
solamente usada por las y los estudiantes 
de ése curso, que tenían la única llave y 
se reunían esporádicamente en la que 
había sido su aula. “Los integrantes del 
nuevo Centro de estudiantes hicieron una 
consulta en toda la escuela de cómo se 
podía recuperar ese espacio. Y de parte del 
Centro surgió la propuesta de hacer una sala 
de reuniones, que no había. Un espacio de 
encuentro, de diálogo”, recuerda. A partir de 
esa propuesta y de un trabajo conjunto, 
el Centro de Estudiantes y la Comisión 
Cooperadora trabajaron en la recuperación 
del aula, eligieron los colores, buscaron el 
mobiliario. “Se pintó el espacio de colores 
alegres, y es lo que es hoy”, cuenta Adriana.
La recomposición del Centro de estudiantes 
dió el puntapié a la segunda tarea –
tanto o más ardua- que fue recuperar el 
diálogo con las familias afectadas, con 
las y los estudiantes de todo el curso. “Y 
para nosotros, como escuela, sin este motor 
que es el Centro de estudiantes, los padres 
no se hubieran posicionado de esta manera. 
Porque el equipo docente puede idear, venir 
y dar clases, somos los que guiamos estos 
procesos de participación, pero en realidad, el 
espíritu son las y los estudiantes”.
El año 2014, transcurridos diez años, se 
motorizó la idea de tender puentes con la 
sociedad de Patagones y con el resto de 
las escuelas, de reconvertir en un elemento 
propulsor aquella experiencia traumática. 
Y se convirtió en otro momento bisagra. 
Junto a todas las escuelas secundarias 
del distrito de Patagones -el más grande 
de la provincia en extensión geográfica- 
organizaron una gran jornada cultural que 
llamaron “Construyendo puentes para la 
Paz”. Concurrieron entre 2.000 y 3.000 
chicas y chicos de las escuelas secundarias. 
“Tomamos la plaza pública del pueblo, la 
plaza 17 de Mayo, que está frente a la iglesia. 
Y tomarla era hacer, justamente, todas las 
actividades pedagógicas y recreativas que 
habíamos hecho durante esos diez años: 
expresiones artísticas, rutinas de educación 
física e integración, murales colectivos: seguir 
generando vínculos. Una movida muy colorida 
que recordamos con mucho cariño”, dice 
Adriana Roumec. 
Aquella jornada, que reunió a las 
instituciones del distrito,a gran parte de 
los habitantes de Carmen de Patagones y 
a las autoridades Nacionales y Provinciales 
de Educación, también significó un punto 
de inflexión en el plano simbólico, sobre la 
manera en la que “era visto” el acontecimiento. “Fue 
un acompañamiento y una actitud muy distinta 
a la de los primeros años, cuando solamente se 
buscaban culpables. Diez años después fue un 
momento de encuentro, diálogo, vieron a los 
familiares y compañeros de los chicos fallecidos 
tomando la plaza de nuestro pueblo. Pudieron 
escuchar y entender que la escuela permite 
transformar”.
Adriana Roumec cuenta una anécdota que grafica 
la superación conjunta, de toda la comunidad 
educativa, de lo que sucedió aquél 28 de septiembre 
de 2004: “En el año 2006, cuando los compañeros 
de Sandra, Evangelina y Fede egresaron, el 
proyecto fue hacer mil grullas. Dice la leyenda 
que, si se hacen mil grullas, se cumple un deseo. 
Ese anhelo fue que esos chicos y chicas tuvieran 
buena vida, que crecieran sin anclarse en el dolor. 
Las colgamos todas en el SUM. Y en el 2014, la 
mamá de Federico, Marisa, en su casa, con los 
compañeros de sus hijos y con sus hijos, que ya 
eran grandes, hicieron 1000 grullas de colores y 
las llevaron a la plaza. Esas grullas que en 2006 les 
dimos a ellos, ellos las devolvieron de las manos de 
sus hijos. Fue muy fuerte. Esa construcción, que 
en la escuela es mínima, día a día, en el aula, salió 
al espacio público para concluir de esa manera. 
Recién entonces dijimos ‘bueno, el trabajo está 
hecho’”.
El trabajo constante, centrado en la implicación y la 
participación de todas y todos fue la condición para 
que se re-establecieran los lazos, construyendo 
fortalezas en la trama colectiva. Hoy vuelve a 
renovar sus sentidos
6 7
“... es un proyecto de búsqueda de 
las estrategias de enseñanza que 
funcionen”“(...) que los chicos entiendan que la 
escuela es un espacio de ellos, que 
siempre los escucha y que siempre 
va a ser su lugar”, afirma Adriana 
Roumec.
Los movimientos juveniles que irrumpieron en 
los principales centros urbanos en Chile, Brasil 
o Colombia, entre otros, pusieron en escena 
un proceso de politización que hizo visible 
los lazos entre las ciudades y la educación 
en términos de derechos. Asimismo, los 
acontecimientos que se produjeron en el 
transcurso de las primeras décadas del 
siglo XXI, pusieron en evidencia las barreras 
y exclusiones que portaron el desarrollo 
del proceso de urbanización en América 
Latina. Con respecto a la educación, podría 
decirse que, si bien los sistemas educativos 
funcionaron como aglutinadores de sujetos 
críticos –no podemos desconocer que 
muchos de las y los líderes de los movimientos 
juveniles se formaron en las escuelas públicas- 
también mostraron sus límites a la hora de 
ampliar el acceso a los niveles superiores. El 
imaginario urbano en torno a la igualdad que 
había anudado dos cuestiones fundamentales 
como son el desarrollo de las ciudades y 
la constitución de los sistemas educativos 
fue puesto en cuestión. De esta manera, la 
ciudad de las oportunidades mostraba su 
otra cara y se transformaba en la ciudad de 
las exclusiones. Algo de esto se hizo visible, 
por ejemplo, en el transcurso de las protestas 
chilenas. Los límites impuestos para el acceso 
a los niveles superiores del sistema educativo 
detonaron un proceso de transformación que 
desbordó los espacios escolares e hizo serie 
colectivo del derecho a la ciudad. De acuerdo a 
este autor, la reinvención de las ciudades está 
ligado al ejercicio de un poder colectivo que 
debe ser ejercido, fundamentalmente, sobre 
el proceso de urbanización. En esta dirección 
decimos que urbanizar es hacer ciudad, y esta 
acción —por cierto, siempre incompleta— 
configura un modo de habitarlas así como un 
estilo de vida urbano.
Ahora bien, la expansión de los procesos 
de urbanización a nivel global multiplicó el 
crecimiento de las ciudades y, por lo tanto, el 
estilo de vida urbano se generalizó. El modo 
en el que esto se desarrolle nos dará indicios 
del tipo de vínculos que las poblaciones 
establecen con los espacios. Cabe aclarar que 
no se trata de pensar un vínculo en términos 
de acceso o de utilización de recursos, sino del 
derecho a cambiar y a reinventar las ciudades 
por quienes, precisamente, las habitan. Ahora 
bien, vivimos un presente en el cual se producen 
otro tipo de intervenciones urbanas que ponen 
en crisis lo que acabamos de afirmar -por ende 
el derecho a la ciudad- y que deben ser leídas 
críticamente. Nos referimos al rumbo que ha 
tomado el proceso de urbanización en la actual 
etapa del capitalismo en la cual se percibe 
una fuerte tendencia a ser hegemonizada por 
el mundo de los negocios inmobiliarios. Las 
ciudades, territorializadas por las empresas 
constructoras ponen en tensión el accionar de 
con los acontecimientos que se produjeron en 
octubre y noviembre de 2019. Un proceso que 
desembocó en una reforma constitucional que 
se está llevando a cabo en estos momentos.
 
La comprensión de acontecimientos como los 
que acabamos de describir nos lleva explorar 
una de las contribuciones más significativas 
del pensamiento sociológico y que, a más de 
cinco décadas de su formulación, se encuentra 
más vigente que nunca. Una perspectiva que 
ha sido asumida, en los últimos años, tanto 
por la producción académica como por el 
diseño de políticas públicas. De igual manera 
la podemos encontrar como consigna y 
bandera en las reivindicaciones y protestas 
urbanas. Nos referimos al derecho a la ciudad, 
una categoría que fue acuñada por el filósofo y 
sociólogo francés Henri Lefebvre hacia finales 
de 1967, y que dio a conocer pocos meses 
antes de producirse uno de los hechos más 
importantes en la historia de los movimientos 
sociales, el Mayo Francés. Los argumentos y 
reflexiones que se despliegan en todo el texto 
de Lefebvre no solo interpelaron al pensamiento 
crítico de la época sino que, en un marco de 
revueltas urbanas, otorgaron un nuevo sentido 
a este derecho, el de expresar la capacidad y 
posibilidad de quienes habitan las ciudades 
de producirlas y de crearlas. Años después, el 
geógrafo y teórico social David Harvey (2014), 
recuperó este carácter transformativo y 
las políticas públicas. Como han destacados los 
estudios en torno a las problemáticas urbanas, 
la apropiación del espacio por parte del capital 
financiero a través de los agentes inmobiliarios 
produce un nuevo tipo de segregación de los 
sectores populares que se ven compelidos a 
instalarse en los márgenes de las ciudades. En 
contraposición, se hace cada vez más urgente 
la producción de un nuevo sentido para el 
proceso de urbanización. 
Vivir en las ciudades del siglo XXI implica 
reconocer que, así como estas se presentan 
como parte de un escenario de oportunidades, 
también son espacios en los cuales las 
desigualdades, la pobreza y la exclusión social 
forman parte de la vida cotidiana de quienes 
las habitan. Ejercer el derecho a la ciudad 
también significa la construcción de algún tipo 
de intervención colectiva en el espacio; es en 
ese locus donde las materialidades y el mundo 
simbólico se entrelazan. Los dispositivos 
escolares para jóvenes -esos espacios en 
los cuales, como afirmamos, también fueron 
aglutinadores de sujetos críticos- forman parte 
de este anudamiento, ya que, al recortarse 
en el espacio urbano, están teñidos de los 
procesos que hemos señalado. En términos 
históricos, urbanizar no solo implicó la traza 
de calles y avenidas, la localización de barrios 
o la delimitación de espacios públicos, sino 
también, entre otras cuestiones, la construcción 
Jóvenes en movimiento. 
Interpelaciones y desafíos 
desde la perspectiva del 
derecho a la ciudad.
Por Guillermo Ríos 
8 9
de edificios donde se materializaron políticas. 
Gran parte de las estrategias modernizadoras 
se alojaron en estas construcciones; educar, 
gobernar o curar requerían de un espacio 
perfectamente identificable. Los dispositivosescolares, hacia finales del siglo XIX y principios 
del XX, también fueron territorializados por este 
proceso. Las interpelaciones que sufrieron por 
parte de quienes los habitaron no lograron una 
transformación radical de los espacios. Si bien 
podemos contabilizar algunas experiencias 
que se desarrollan en determinados centros 
urbanos de nuestro país, por ejemplo en 
Rosario o en algunas localidades de la 
Provincia de Buenos Aires, y en las cuales se 
registran dispositivos que desanclan de los 
edificios escolares tradicionales, estos últimos 
son los que prevalecen. 
La antropóloga brasileña Teresa Caldeira (2010) 
exploró algunas de las manifestaciones de la 
cultura urbana en la ciudad de San Pablo así 
como los efectos del proceso de urbanización 
que la reconfiguraron y establecieron como un 
caso de estudio para urbanistas, arquitectos 
y diseñadores. En uno de sus trabajamos 
encontramos la siguiente reflexión, “a través 
de la pixação, los expulsados de las escuelas 
escriben toda la ciudad. Con la pixação y el 
graffiti, los que han sido mantenidos fuera de 
los sistemas culturales dominantes dominan 
la cultura y la pintura [del mismo modo que 
los raperos dominan la rima], inventan nuevos 
estilos y los imponen en toda la ciudad, 
esparciendo los signos de su rebelión” (p. 
129). De alguna manera, lo que acabamos 
de leer nos advierte sobre el otro lado de la 
reconfiguración de las ciudades así como 
la insistencia en los límites de los territorios 
educativos. El tipo de intervenciones urbanas a 
las que Caldeira se refiere pone en escena otra 
manera de escribir y que cada vez se vuelven 
más presentes en los dispositivos escolares. 
Se trata de escribir en una ciudad que ya fue 
escrita —por el curso que tomó el proceso de 
urbanización— y de esta manera esparcir los 
signos de una rebelión cuyos sujetos fueron 
expulsados del proceso normalizador de las 
prácticas escolares. Al cambiar de escenario, 
las hojas de los cuadernos, los ordenadores, las 
pizarras mutan y se transforman. Los muros, 
las paredes de los edificios, los objetos que 
conforman el mobiliario urbano, los vagones 
de los trenes subterráneos, por ejemplo, son 
utilizados como soportes de otra escritura. Un 
uso que hace estallar la idea moderna de lo que 
significa vivir en una “ciudad bella”. 
De alguna manera, los movimientos juveniles 
hacen un uso de la ciudad que no solo 
deja marcas al escribir en sus paredes o al 
manifestarse en sus calles sino también 
proponen un nuevo modo de estar en ellas. 
La configuración de un estilo de vida urbano 
activo, transformador está habitado por otras 
voces que resisten a la ciudad de los negocios 
inmobiliarios. Las luchas medioambientales, la 
construcción espacial para que las identidades 
múltiples tengan lugar, los activismos culturales 
y artísticos, entre otras intervenciones urbanas, 
indican un ejercicio del derecho a la ciudad que 
nos empieza a atravesar 
AUTOR: Guillermo Ríos
Centro Latinoamericano de Investigación
en Historia Oral y Social, CLIHOS-UNR
Referencias bibliográficas
-Caldeira, T. (2010). Espacio, segregación y arte urbano en 
el Brasil. Buenos Aires: Katz.
-Harvey, David. (2014). Ciudades rebeldes. Del derecho 
a la ciudad a la revolución urbana. Ciudad Autónoma de 
Buenos Aires: AKAL.
-Lefebvre, Henri. (2007). El derecho a la ciudad. Madrid: 
Capitán Swing.
Antes y durante la pandemia, así como ahora 
en esta etapa de irla dejando atrás, las y los 
estudiantes han desarrollado experiencias 
sustantivas de participación estudiantil, con 
voz propia y adaptándose a las condiciones y 
posibilidades del momento que les ha tocado 
vivir. 
Una de estas valiosísimas experiencias 
durante la pandemia fue la creación del Centro 
de Estudiantes que se desarrollaron en las 
situaciones de encuentro entre las llegadas 
y partidas de las lanchas del Delta, de muelle 
a muelle, de estudiante a estudiante. El 
aprovechamiento de los breves momentos 
de encuentro que posibilitaba la llegada de la 
lancha, dio lugar a la productividad de lazos 
impulsado por estudiantes de 5to y 6to. año de 
la EES N° 22 de San Fernando, Iislas.
La búsqueda de llevar adelante acciones 
solidarias, la voluntad de ayudar a quienes 
tuvieran mayores dificultades en el contexto 
de la pandemia convergieron con el apoyo 
del profesor de los espacios curriculares de 
“trabajo y ciudadanía” y “política y ciudadanía”. 
Pusieron proa y se organizaron: por mensajes 
de celular fueron escribiendo el estatuto, lo 
aprobaron, lo difundieron y avanzaron en 
selección de delegados y comisión directiva. 
Pudieron concretar la elección, urna y boletas 
en mano, en la popa de la lancha, cuando se 
hacían los repartos de alimentos, siempre con 
la colaboración de las y los docentes. Luego 
prepararon un video para registrar el escrutinio. 
También se pusieron en comunicación con 
otros centros de estudiantes en continente 
y entraron en contacto con la Federación de 
Estudiantes Secundarios. 
El director Martín Romero Vargas cumplió rol 
de “mensajero” y se puso a disposición para 
reunir y distribuir las cosas que, a partir de 
donaciones, las y los estudiantes obtuvieron 
y repartieron. Se mantuvieron trabajando 
virtualmente, realizando asambleas por 
Agua, aire y tierra: 
participación estudiantil 
todo terreno 
“Quiero agradecer a mi escuela secundaria 
porque más allá del virus por el que tuvo 
que cerrar las puertas no nos calló, nos 
habilitó la voz. El Centro de estudiantes es 
lo que nos mantiene del lado de la vida ante 
tanta pálida, acá estamos los delegados 
para hacer escuela, porque somos 
estudiantes secundarios no estudiantes 
del COVID, la mayor enfermedad es la 
ignorancia y a nosotros ésa no nos va a 
ganar”.
10 11
-por DPESec
1 Los podcasts completos se pueden escuchar en: https://www.instagram.com/escuelasdelaire/
o https://instagram.com/escuelasdelaire?igshid=1e8xwt3fj124b
mensajería de celular, dado que la falta de 
conexión imposibilitaba la comunicación en 
simultáneo. Hace unos pocos días, en este 
septiembre del 2021, el Ccentro de estudiantes 
de la lancha, renovó su comisión directiva, 
buscando revincular también los votos que les 
permitirá darle continuidad y hacer crecer esa 
construcción colectiva. 
 
Del lado de la vida
“Quiero agradecer a mi escuela secundaria 
porque más allá del virus por el que tuvo que 
cerrar las puertas no nos calló, nos habilitó la voz. 
El Centro de estudiantes es lo que nos mantiene 
del lado de la vida ante tanta pálida, acá estamos 
los delegados para hacer escuela, porque somos 
estudiantes secundarios no estudiantes del 
COVID, la mayor enfermedad es la ignorancia y a 
nosotros ésa no nos va a ganar”, dijo un estudiante 
de la Región 18, en un encuentro virtual entre 
Centros de estudiantes de escuelas de gestión 
pública y privada para intercambiar acciones y 
experiencias.
En la ciudad de Ayacucho, para evitar la 
incomunicación en un contexto en el que la 
conexión interpersonal se volvía necesaria, se 
apeló a un medio tan tradicional como eficaz: la 
radio. Se instrumentó una programación a nivel 
distrital llamada “Escuelas del aire”, en cuya 
grilla se incorporó un segmento realizado por 
los centros de estudiantes donde se produjeron 
una suerte de Podcast sobre diferentes temas. 
“Surgió como una forma de seguir en contacto 
en esta pandemia a través de la radio”, dice 
una de las artífices, y explica la metodología 
para elegir los temas que tratarán y la forma de 
abordarlos. “En una reunión semanal elegimos 
las temáticas entre todos y todas, teniendo 
en cuenta cuál puede ser más impactante 
entre los alumnos y la sociedad”, comenta. 
“Armamos un texto informativo donde también 
están nuestras opiniones, y cada une graba un 
audio sobre la parte que desea hablar”.1
Las modalidades son múltiples. Hay escuelas 
donde las y los estudiantes de los centros 
escriben cartas, producen fanzines, comunican 
por redes sociales e invitan a reunirse a debatir. 
Los temas centrales de lavida juvenil toman 
características específicas en cada época. Por 
eso, este 16 de septiembre, en el marco del 
Día de los Derechos de las y los Estudiantes 
de secundaria, se realizaron una serie de 
actividades debatidas -en gran medida- por las 
y los propia/os jóvenes, retomando debates 
del movimiento estudiantil y asumiendo 
algunas demandas más contemporáneas. 
Una de ellas es el abordaje de las cuestiones 
de género y medioambientales en la escuela 
y hacia el interior mismo de los Centros. En 
varias instituciones se empezó a discutir la 
necesidad de contar con secretarías de género, 
diversidades y disidencias. 
Dentro de las acciones y dispositivos pensados 
para el corto, mediano y largo plazo, se 
Entre fines de 2020 y la primera mitad de 
2021 la Dirección Provincial de Educación 
Secundaria, implementó a través del equipo 
Construir Ciudadanía una propuesta focalizada 
en recuperar el trabajo de los centros de 
estudiantes, realizado en el contexto sanitario 
de pandemia. A través de una serie de 30 
encuentros virtuales se reunieron estudiantes 
de diversos distritos de las 25 regiones 
educativas de la Provincia, para debatir sobre 
las distintas realidades y problemáticas de 
la organización estudiantil, que presenta la 
diversidad geográfica del territorio, para luego 
replicarlos en sus escuelas con compañeras y 
compañeros en sus ámbitos de participación.
Pero qué piensan las y los estudiantes cuando 
hablamos de los centros ¿Para qué sirven? En 
palabras de Matías de la EES N°6 de José C. 
Paz “los centros permiten conocerse, compartir 
dudas y aconsejarse. Son muy importantes 
como espacio de formación ya que ayudan 
a solucionar problemáticas de estudiantes y 
fomentar la participación juvenil, y a su vez 
son el lugar donde se hacen valer los derechos 
como integrantes de una comunidad educativa”. 
Así se introduce una idea para pensar la 
importancia de la organización estudiantil: 
la percepción de la participación como un 
derecho de las y los estudiantes, respaldado 
por las leyes y resoluciones vigentes, que debe 
ser garantizado colectivamente en el espacio 
escolar.
ACOMPAÑAMIENTO
Una de las características de los procesos de 
participación estudiantil es que se dan por 
oleadas. Períodos en los que se intensifica la 
participación, muchas veces impulsados por 
contextos políticos generales favorables en 
los que se interpelan las subjetividades de las 
juventudes. 
Para sostener esos impulsos resulta también 
fundamental fortalecer el compromiso del 
mundo adulto institucional, en la promoción 
activa del ejercicio del derecho a participar. 
Y las y los estudiantes tienen claro cuál es la 
presentaron las video-cartas entre estudiantes, 
espacios de difusión de diversas expresiones 
de jóvenes y adolescentes, y el documento 
guía “Organizarte es tu derecho” entre otros, 
donde se detalla la forma en que se organizan 
las elecciones para la conformación del Centro 
y las principales tareas que lleva adelante la 
lista que resulta electa. 
Solidaridad, cuidado y organización son 
notas centrales que se reactivan, reinventan 
y permiten pensarse una y otra vez como 
colectivo, leyendo e interpretando los datos 
de la realidad, de la época, las potencialidades 
del pensar en colectivo y desarrollar formas 
actuales de la democratización de las 
instituciones de nuestro ser en común 
Organizarte es tu derecho
Promotoras y Promotores de la Organización Estudiantil: 
http://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-06/
Promotoras-es%20en%20la%20participacion%20
estudiantil%20.pdf
01 Construir Ciudadania - Serie Convivencia
https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/
files/2021-09/01%20Serie%20Convivencia_Construir%20
Ciudadania.pdf
GPS de la Participación Estudiantil:
http://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/
GPS%20y%20HOja%20de%20RUtaParticipacion.pdf
12 13
VOCES QUE SON 
DERECHOS 
-por Santiago Bidart, Construir Ciudadnía DPESec
https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-06/Promotoras-es%20en%20la%20participacion%20estudiantil%20.pdf
https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-06/Promotoras-es%20en%20la%20participacion%20estudiantil%20.pdf
https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-06/Promotoras-es%20en%20la%20participacion%20estudiantil%20.pdf
https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-06/Promotoras-es%20en%20la%20participacion%20estudiantil%20.pdf
https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/01%20Serie%20Convivencia_Construir%20Ciudadania.pdf
https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/01%20Serie%20Convivencia_Construir%20Ciudadania.pdf
https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/01%20Serie%20Convivencia_Construir%20Ciudadania.pdf
https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/01%20Serie%20Convivencia_Construir%20Ciudadania.pdf
https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/GPS%20y%20HOja%20de%20RUtaParticipacion.pdf
https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/GPS%20y%20HOja%20de%20RUtaParticipacion.pdf
https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/GPS%20y%20HOja%20de%20RUtaParticipacion.pdf
importancia del rol de equipos supervisivos, 
directivos y docentes respecto a este tema. 
Cómo nos cuenta Julia, del Instituto Don Bosco 
de Fortín Mercedes, Pedro Luro: “la organización 
y la participación estudiantil son fundamentales 
no solo para el buen desarrollo de una institución, 
sino para generar representatividad en los jóvenes. 
Me parece que los adultos deben apoyar estás 
iniciativas. Brindándonos el espacio nosotros 
podemos charlar, podemos opinar, podemos 
debatir sobre problemáticas que realmente nos 
interpelan. Y también elaborar propuestas, que se 
genere esto puede ser fructífero no solo para los 
jóvenes sino también para la institución en sí”.
Para Andrés de la EEST N°1 de 25 de Mayo, es 
necesario dejar en claro los roles: “Hay equipos 
que para la formación del Centro de Estudiantes 
ponen muchos baches. Me interesa cuestionar 
que el Equipo Directivo tiene que tener el 
compromiso de formar un Centro de Estudiantes, 
pero no tiene que controlarlo. Se piensa que la 
dirección está por encima del Centro, cuando no 
funciona así”.
Por otro lado Mateo de la EEST N°11 de La 
Matanza rescata la importancia de la figura 
de docente consejera o consejero: “El centro de 
estudiantes representa la comunidad educativa 
de un colegio. Lo primero que se piensa es que 
sólo es para estudiantes, pero creemos que 
en algunos casos puede llegar a participar un 
profesor ¿Por qué no?”. Y nos queda retumbando 
esa pregunta ¿Por qué no? tan propia de las y 
los jóvenes.
EN PRIMERA PERSONA
Un aspecto clave para la construcción 
de procesos de participación estudiantil 
duraderos es la capacidad de dejar registro 
tangible de las actuaciones y las actividades 
de los centros a lo largo de los años. Para 
Florencia de la EES N° 7 de 25 de Mayo, las 
herramientas tradicionales son importantes 
para sostener esa institucionalidad: “En el Libro 
de Actas siempre se asienta todo lo que se habló, 
qué proyectos se tienen en cuenta y a quién hay 
que llamar para llevarlos a cabo”.
Por otro lado, el uso de las redes sociales 
como complemento implica un gran potencial 
no sólo en términos de registro sino también 
de articulación. Florencia de la EES N°64 de 
Lomas de Zamora nos decía que “podés mostrar 
lo que se va haciendo a través de una foto, un 
video o demás. Por Facebook, por instagram. Y 
ahí también salen oportunidades para conocer 
otros colegios, otros centros; te pueden dar ideas 
o podés ayudar”.
Poder construir una memoria colectiva sobre 
las problemáticas abordadas permite a las 
organizaciones estudiantiles trabajar en una 
agenda progresiva, a la vez que enarbola una 
mística de la historia y las conquistas del 
movimiento estudiantil. Andrés lo explica 
en primera persona: “Los estudiantes que no 
aprenden de su pasado están condenados a 
repetir sus errores. Al díade hoy muchas veces 
pensamos qué somos los primeros o segundos 
en decirlo pero en realidad no somos los primeros 
ni los quintos, ni los décimos. Esto se dice hace 
un montón, por eso es importante que nosotros 
mismos sepamos nuestra historia, como si 
fuéramos un propio pueblo hecho de niños”. 
Y en esta construcción de memoria colectiva, 
la mística tiene su papel. Franco de la EES N°15 
de Esteban Echeverria nos cuenta que: “Hace 
10 años enterramos nuestra primera cápsula 
del tiempo. También es una forma de registrar 
todo lo que fuimos haciendo, para que en los 
años siguientes alguien pueda desenterrarlo y 
hacer ayuda memoria de lo que fue y lo que es 
el centro de estudiantes”. Y en ese desenterrar, 
también se da el encuentro, con esas y esos 
estudiantes de otro tiempo, con sus luchas 
que también son de ellas y ellos. Con una 
historia que es parte de la identidad de cada 
una de las escuelas y su comunidad. 
CONTINUIDAD
La cuestión de la continuidad es una de las 
problemáticas a las que habitualmente se 
enfrentan los centros de estudiantes, y si bien 
tener una memoria y un registro ordenado 
de todo lo que se hace es muy importante, a 
veces no es suficiente. Captar el interés de 
las y los estudiantes más jóvenes y “pasar 
la posta” para poder construir una tradición 
de participación, es siempre un desafío para 
las organizaciones estudiantiles. Para Mauro 
de la EES N°2 de Avellaneda, interpelar a sus 
compañeras y compañeros es fundamental 
“para que se mantenga el mismo interés para 
algunos de los alumnos actuales, que esto siga 
vigente a futuro para los alumnos que vienen”. a 
formar parte del centro.
Con el retorno progresivo a la presencialidad 
emergen las consecuencias que provocó 
el impacto de la pandemia en los centros, 
complejizando aún más este desafío 
histórico. En este contexto se generó una 
doble problemática: por un lado se dificultó la 
incorporación de los ingresantes a la cultura 
escolar y estudiantil; y por otro, en parte, 
se diluyó la experiencia acumulada de las 
y los estudiantes egresados en 2020. “Los 
estudiantes no somos solo estudiantes, somos 
personas con derechos. Tenemos que promulgar 
todo eso a medida que crecemos, no importa que 
dejemos la secundaria, lo tenemos que dejar como 
legado. No me puedo llevar yo el conocimiento sin 
compartirlo con los demás”, nos decía Valentina 
de la EES N°1 de Azul.
COMPROMISO
Escuchar y recuperar todas estas voces, sus 
debates y agenda nos recuerda que son las y 
los protagonistas del sistema educativo, y en 
ese sentido, habilitan la pregunta sobre cuál es 
el lugar que habitualmente se les da desde el 
mundo adulto institucional. La potencia de sus 
voces nos lleva a redimensionar la participación 
juvenil ya no como un simulacro para la vida 
democrática, sino como un ejercicio pleno de 
sus derechos como ciudadanas y ciudadanos.
Es necesario asumir el compromiso de 
promocionar los Centros de Estudiantes, así 
como las diversas formas de participación 
y organización estudiantil. Actualizar 
permanentemente las demandas de las 
juventudes y los sentidos que las interpelan es 
una tarea indispensable para poder construir 
escuelas que las y los valoren, contengan, 
representen e incluyan en su diversidad. Por 
eso habilitar las voces es el camino para 
garantizar los derechos
14 15
17
Ping Pong de preguntas y respuestas. Charlamos sobre Participación 
Estudiantil con Francesca, estudiante de la EES N° 3 de Todd, Arrecifes y con 
Julia, estudiante del Colegio Don Bosco de Pedro Luro.
1 ¿Qué significa para vos la Participación Estudiantil?
2 ¿Qué importancia tiene en la escuela, se potencie la participación de las y los estudiantes? 
J: Personalmente, considero que la Participación 
Estudiantil tiene un significado muy profundo para 
los estudiantes. No solo incide en la experiencia 
y formación educativa, sino que es fundamental 
para la adquisición de hmientas que 
utilizaremos en el futuro.
Participación Estudiantil es sinónimo de debate, 
validación de derechos, formación ciudadana e 
igualdad de oportunidades. 
F: Para mi la participación estudiantil es el 
derecho de todas y todos los estudiantes 
a expresar su punto de vista. Expresarlos 
en espacios seguros siendo escuchados y 
así poder decidir o influir en las decisiones 
incluidas en los asuntos públicos o 
situaciones que les afecten directa o 
indirectamente.
J: El proceso previo a las elecciones de los 
Centros de Estudiantes se vive con mucha 
preparación y concentración. Son momentos 
para analizar las necesidades de las 
instituciones educativas y realizar un balance 
entre lo que se hizo a lo largo del año y lo que 
se puede mejorar.
Es importante focalizarse en realizar una 
campaña consciente, con propuestas 
realizables y útiles. 
herramientas
J: Después de un año de pandemia y educación virtual 
nos encontramos con múltiples desafíos. 
En un principio se notó una gran desmotivación por 
parte de los estudiantes. Durante el transcurso del año 
con múltiples propuestas y actividades de a poco se 
fue logrando incentivar la participación. Acercándoles 
proyectos de diversas índoles, para que cada joven se 
sume a las actividades que le gusten. De esta forma 
se logra entender a la escuela como un espacio seguro 
donde se pueden generar proyectos. 
Desde mi punto de vista, hay una creciente demanda 
respecto a la creación de espacios de interacción, 
debate y comunicación. Los jóvenes no somos ajenos a 
lo que sucede a nuestro alrededor, estamos informados, 
tenemos preocupaciones y existen múltiples temáticas 
que nos interpelan. Como miembros de la sociedad 
necesitamos espacios para expresar nuestros 
pensamientos y plantear nuestras soluciones. Estos 
espacios no solo son necesarios, sino que también son 
útiles y fructíferos. 
F: La participación estudiantil 
es un modo de hacer uso de 
nuestra democracia en la vida 
escolar. Así como también sirve 
para el reconocimiento tanto de 
las obligaciones como derech 
de los estudiantes.
derechos
J: Mi expectativa es que mediante 
la democracia, el voto consciente 
fundamentado en la información y 
las propuestas, se lleven a cabo unas 
elecciones justas y representativas. Que 
a partir de las mismas se potencie la 
participación democrática.
J: La de las y los estudiantes es 
fundamental para el buen desarrollo de una institución 
educativa. Implica que los jóvenes se apropien del espacio, 
generando ideas, proyectos y planes. Es necesario que los 
jóvenes sientan a la institución como un lugar seguro en 
el que se puedan expresar opiniones, planificar actividades 
y ser Todo esto nos permite identificar y 
potenciar fortalezas para encontrar áreas que sean de 
nuestro interés, promoviendo nuestro desarrollo personal. 
Una escuela que potencia la participación estudiantil, está 
fomentando el autoconocimiento de sus estudiantes. 
ser libres.
participacion activa
,
4 ¿Cómo es el proceso previo a las elecciones de Centros, como lo viven siendo 
parte de eso? ¿Cómo organizan la dinámica escolar en esta etapa?
6 ¿Qué expectativas tenés después de las elecciones del Centro de este año?
3 ¿Cómo impacta en la vida de cada una/o? ¿Cual es para vos la 
importancia de la participación estudiantil?
F: Estando a muy poco de las elecciones podemos 
decir que es una experiencia muy linda y requiere de 
mucho compromiso!
Nuestra dinámica fue la siguiente:
1 Definición del formato de las elecciones / 2 Período 
de presentación de listas / 3 Campaña / 4 Elecciones 
/ 5 Comunicación general de los resultados.
Tenemos postuladas cuatro listas en total, entre ellas 
distribuidos de forma ordenada, estudiantes de todos 
los años (que era uno de nuestros objetivos) Estamos 
muy felices de ver el entusiasmo de todos en general, 
tanto de los postulados como los estudiantes que 
votan
F: Uno de los principales objetivos que tenemos 
es cambiar la perspectiva negativa que se 
tieneante el Centro de estudiantes, pensamos 
lograrlo dando a conocer abiertamente nuestros 
trabajos, el rol específico de cada participante y 
los temas abordados en cada junta.
En cuanto a la demanda de los jóvenes, no 
hay una en común, pero varios coinciden en 
temas como “la convivencia” “la empatía” y el 
“compañerismo” entre otros.
votan por 1era vez.
5 ¿Cuáles son los desafíos para los Centros de estudiantes en la 
actualidad y cuáles, las demandas actuales de las juventudes?
J: En primer lugar, tenemos que entender que el término “política” 
no hace referencia a lo partidario. Que la política en sí, hace 
referencia a la participación en un conjunto social que se ocupa 
de asuntos públicos. Por ende, la Participación Estudiantil, es una 
práctica política que influye en la posibilidad de cambio e impacta 
directamente en la forma en la que interactuamos con nuestro 
entorno. 
Un joven que se siente parte de una institución educativa, se 
preocupa por la misma, identifica necesidades y trabaja, desde su 
lugar, para contribuir en la mejora de este espacio; es un agente 
político y un ciudadano responsable.
F: Si bien puede que no cause un efecto 
o consecuencia de manera inmediata 
se trabaja muchísimo con proyectos a 
largo plazo que mejora la institución 
y nuestro paso como estudiantes en 
ella, también es importante promover 
los valores que representa el colegio 
y velar por el cumplimiento de las 
normas establecidas.
F: En mi caso soy parte de la lista N•1 
conformada por: presidente, vicepresidente, 
tesorero, secretario, vocales. En general 
tenemos expectativas altas que esperamos 
tener la oportunidad de cumplir y llevar a cabo 
de manera correcta y ordenada. Nos tomamos 
esto con toda la respo 
que amerita, sabiendo que somos la 
representación y la voz en conjunto de las y los 
estudiantes.
responsabilidad y seriedad
16
18 19
 UNA EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE DE AULA ABIERTA VÍA ON LINE
A principios del 2020 nos propusimos trabajar sobre los lenguajes contemporáneos que circulan en 
las comunidades educativas de nuestra provincia. El objetivo era recuperar esas expresiones que 
por la vitalidad de su presente, exigen ser comprendidas y potenciadas en beneficio del ecosistema 
escolar. En ese marco, la primera elección parecía casi estar hecha: entre el barrio y la escuela, 
la plaza y el recreo, y con millones de reproducciones en las plataformas sociales, el movimiento 
del hip hop -que vale aclarar, contiene entre sus diferentes disciplinas al graffiti, al break dance, al 
rap, y a la variante improvisada que hoy nos ocupa, el tan afamado freestyle- es el protagonista 
estrella de los consumos juveniles de nuestra era. Ahora bien, ¿de qué forma acercarnos a ese 
quehacer cultural en apariencia tan ajeno a nuestro imaginario de contenidos pedagógicos? ¿Cómo 
posicionarnos ahí, con la palabra justa y los gestos precisos, a dialogar con algo que sucede en 
nuestras escuelas pero que claramente las excede (nos excede)? Nadie mejor que las y los docentes 
para hacer de una situación de escucha una experiencia de aprendizaje. Nadie mejor, y no hace 
falta decirlo, para estrechar lazos con los contenidos curriculares. En cualquier caso, el resultado 
de dicha visión resultó mejor de lo que esperábamos: encontramos a un profesor de Prácticas del 
Lenguaje de una escuela secundaria bonaerense -justamente dedicado al estudio de esta disciplina 
urbana- y lo invitamos a conversar en vivo con dos jóvenes productores de “batallas” de freestyle1. 
Unimos en un mismo escenario esos dos mundos: el adentro y el afuera de la escuela. Dejando 
al descubierto lo que en definitiva ya sabíamos pero a veces se nos olvida recordar: el lenguaje es 
una materia viva que se retroalimenta necesariamente en ambos frentes. Tanto es así que este año 
decidimos extender la invitación a otras voces2. Léase de raperas y raperos, léase de pedagogas y 
pedagogos, léase de poetas, artistas, investigadoras e investigadores. Léase de estudiantes. Todas 
y todos con mucho para aportar y lo que es mejor, de manera situada. Pensando siempre desde la 
escuela y refiriéndose a ella como productora de sentidos y lenguajes. En cuanto a la modalidad, 
si bien es online, el material queda grabado como para ser consultado en cualquier momento. Por 
lo que ahí están: el profesor de La Plata Matias Massarella junto a la profesora Agustina Airas, de 
Bahía Blanca, relacionando los encuentros de Freestyle con las payadas, o haciendo un paralelismo 
entre estos con las aventuras del mismísimo gaucho Martin Fierro; el historiador de la Matanza, 
Martín Biaggini, que junto a un montón de detalles históricos menciona la importancia que la 
democratización tecnológica tuvo para el desarrollo del movimiento urbano en las barriadas de la 
provincia; Andrés “Josué” Agratti, resaltando la preponderancia que los valores de respeto tuvieron 
en su formación como productor callejero. Ahí está la freestyler (y también docente) Ailen “Brasa” 
González, de Florencio Varela, que desde su experiencia y en clave política deja en claro que el 
Freestyle le sirvió para decir las palabras que quería decir sin sentirse juzgada. Ahí están porque el 
aula sigue abierta. Para seguir pensando. Lejos de los griteríos, de los prejuicios, de los intereses 
que muchas veces desdibujan los análisis en los estudios de televisión, y cerca, bien cerca de lo que 
realmente importa, cuando no se sabe de algo y lo que se quiere, es aprender
Participación y nuevos lenguajes:
Sobre la cultura del hip hop y el freestyle en las 
comunidades educativas de la provincia de Buenos Aires
-por Guido Schiano Di Schecaro, Lenguajes Contemporáneos DPESec
2 Conversatorio 2. “La emergencia cultural del hip hop y del freestyle en las comunidades 
educativas de la PBA”: https://www.youtube.com/watch?v=k-RRy_zZd9E&t=3667s 
1 Conversatorio 1. “Freestyle, Sucre, y Rap”: https://www.youtube.com/watch?v=PMe2u85RUV8
“Por eso la escuela es vivida y necesita ser pensada, es un lugar para crear espacios y 
actividades que permiten hacerla de muchas formas, de otras formas. En ese sentido la escuela 
es una posibilidad, no solo un hecho ya establecido: siempre está abierta, se la experimenta de 
múltiples formas, puede cambiar, conservarse, reciclarse y ser pensada de diferentes maneras. 
Se la construye diariamente, aunque a veces parezca inmutable, permitiendo o clausurando 
posibilidades (…) “Para llevarla adelante es necesario, por un lado oponerse a ciertas cosas que 
están instituidas y por otro, empezar a arriesgar con nuevas propuestas”. 
Luis Fortunato “El maestro” Iglesias
Participación juvenil: notas de barrio 
popular y organización comunitaria
- por Mariana Chaves, Camila Trebucq y Graciana Zarauza
En Argentina decir sectores populares es pensar 
en la extensión territorial de calles entre tierra y 
asfalto, casas bajas, muchas de autoconstrucción, 
sea en material o en chapas y maderas, otras a las 
que se accedió por programas de gobierno, créditos 
inmobiliarios vinculados a cooperativas, sindicatos 
o mutuales. También pueden ser casas altas, 
monoblock, tiras o altos edificios. Se puede pensar 
en vericuetos de pasillos, tramas de edificios que 
ocupan varias manzanas; o en terrenos amplios de 
casa al frente o al fondo, o demarcación de la toma 
donde emergen construcciones provisorias que se 
irán fortaleciendo.
Sectores populares habla de formas de vivir. No sólo 
de viviendas. Dice sobre trabajos no registrados, 
sin obra social ni vacaciones pagas. O trabajos 
registrados con salarios que llegan justo a fin de mes, 
o a veces permiten algún ahorro. O a veces tener 
trabajos y otras no. O trabajar a través de un programa 
social. Trabajar se trabaja siempre, si pensamos en la 
crianza, el mantenimiento de la casa o el terreno. Si 
no hay trabajo registrado con asignación familiar, se 
puede tener, para les que son menores de 18 años el 
ingreso por la AUH, o si hay alguna persona gestante 
en la familia la AU Embarazo.Todo suma para armar 
ingresos que puedan sostener la familia, quizás 
se use la Tarjeta Alimentar, o una tarjeta del banco 
donde está el salario para financiar gastos, o se piden 
créditos para alguna situación excepcional entre las 
No para de toser, trabajando doce horas
Cobra dos monedas al mes pa’ mantener 4 personas
Y no hables de meritocracia, me da gracia, no me jodas
Que sin oportunidades, esa mierda no funciona
WOS, Canguro, 2019
https://www.youtube.com/watch?v=l5QAOvBqT3c
miles de financieras usurarias. Se combinan 
estrategias múltiples para parar la olla: buscando 
el bolsón de la escuela en tiempos de pandemia, 
trayendo vianda de la iglesia, combinando lo 
que haya de la evangélica y la católica a veces, 
o siendo fiel solo en una, recibiendo ropa de 
parientes o del roperito de la unidad básica, 
o comprándola barata en alguna venta o por 
facebook, yendo al apoyo escolar, jugando en 
la Casa del Niño/a, merendando o almorzando 
en la olla de la organización o el movimiento. La 
trama comunitaria sostiene la vida cotidiana, las 
relaciones mercantiles, estatales, de parentesco, 
políticas, religiosas y solidarias son los hilos que 
tejen accesos a recursos. 
En provincia de Buenos Aires decir sectores 
populares, es pensar en conurbano, pero 
también es pensar en las grandes ciudades 
como Mar del Plata, Bahía Blanca o La Plata con 
sus propias zonas empobrecidas. O en ciudades 
medianas como Pergamino u Olavarría, o en más 
pequeñas como Las Flores o más aún como 
General Alvear o Darregueira. Todas tienen sus 
desigualdades. Y ésta es multidimensional, se 
da a nivel estructural, interaccional e individual 
(Reygadas, 2004; Chaves, Fuentes y Vecino, 
2016). La posibilidad del achicamiento o la 
resolución debe seguir un abordaje, una política, 
unas intervenciones situadas (Chaves, 2014; 
Chaves, 2021b). Ubicadas en su contexto y 
condiciones de posibilidad.
Cuando miramos un poco los números de la 
población vemos que la edad funciona como 
un agravante de la desigualdad: a menor edad, 
mayor el porcentaje de indigencia y pobreza en 
relación al total de ese grupo de edad:
que, implique, para decirlo de alguna manera, 
en tener la camiseta puesta del espacio. Pero 
también podemos leer como participaciones 
espacios transitados en su circuito diario 
donde no hay bandera propia para arriar, 
pero igual se es parte. Puede ser el caso de 
la escuela muchas veces, de las iglesias, y 
también de algunas organizaciones en las 
que se participa, pero no hacen sentido de tal 
manera que me ponga la camiseta, no niego 
estar ahí. Pero sucede que en ese espacio, 
en estos momentos -no olvidemos que la 
participación y la adscripción identitaria son 
dinámicas-, no me representan. Quizás no 
me dejan hablar, no me tienen en cuenta, 
siempre me piden obediencia, subordinación 
o sumisión. No da para ponerse la camiseta. 
Nos desviaríamos de la caracterización que 
queremos incluir a continuación si entramos 
en tipos de participación o tipos de relaciones 
de poder que se dan en espacios con jóvenes, 
quedará para una próxima. Ahora visitemos 
espacios de participación juvenil en algún 
barrio popular.
La participación juvenil en estos territorios se 
desarrolla a partir de una trama de sociabilidad 
y socialización que hilvana diferentes 
espacios de estar juntos, 
sean educativos, culturales, 
deportivos, recreativos, 
políticos u otros, que 
mayormente se encuentran 
en el espacio barrial. Esto 
construye a estas juventudes 
como un sujeto muy ubicado 
en lo territorial, no anclado, no 
encerrado, sino que el barrio 
es la base de operaciones de 
la vida cotidiana, se sale y se 
entra, pero mucho se resuelve en esa trama. 
Vinculamos la dimensión política de estos 
jóvenes con las experiencias de lo barrial, y con 
el sostenimiento cotidiano de la vida, algunas 
de ellas comprometidas con disputas y luchas 
que buscan mayor igualdad. 
“Pero hay otras 
participaciones con menos 
vidriera, pero no con menos 
gente. Para visibilizarlas 
tenemos que pararnos en una 
concepción de participación 
más amplia, que contenga la 
noción de sentirse parte,”.
“En cuanto a los grupos de edad según condición 
de pobreza, se destaca que más de la mitad 
(57,7%) de las personas de 0 a 14 años son pobres. 
El mayor crecimiento con relación al semestre 
anterior se observó en este grupo con un aumento 
de 1,4 puntos porcentuales; y en el grupo de 30 a 
64, con una suba de 1,0 p.p. El porcentaje total de 
pobres para los grupos de 15 a 29 años y de 30 
a 64 años es de 49,2% y 37,2%, respectivamente. 
En la población de 65 años y más hubo un leve 
aumento ubicándose en 11,9% bajo la Línea de 
Pobreza” (INDEC, 2021:4).
Muchas y muchos jóvenes
Hablar, o en este caso escribir, sobre participación 
juvenil en Argentina suele remitir casi como 
asociación automática a la política partidaria 
y/o la política estudiantil. Es así en gran parte 
porque la historia nacional está llena de escenas 
donde las y los jóvenes irrumpieron en el debate 
y el espacio público desde la política en su 
forma más clásica de ser pensada: explícita, 
organizada, en movilizaciones que ocupaban 
o cortaban calles, que tomaban escuelas y 
universidades, que hacían laburos barriales y se 
aglutinaban también en sindicatos. Desde las 
imágenes de la Reforma Universitaria del 18, de 
la Noche de los Lápices, el 2001 o muchas otras, 
nuestra memoria política 
tienen muchos y muchas 
jóvenes como participantes 
(Bonvillani y otros, 2008; 
Chaves, Galimberti y 
Mutuverría, 2016).
Pero hay otras participaciones 
con menos vidriera, pero 
no con menos gente. Para 
visibilizarlas tenemos que 
pararnos en una concepción 
de participación más amplia, que contenga 
la noción de sentirse parte, estar inscripto 
identitariamente en algún espacio, reivindicarme 
con el nombre o la acción del lugar, institución 
u organización. Desde la narración juvenil debe 
emerger su yo siendo parte de un nosotra/os 
20 21
Las organizaciones comunitarias construimos 
una forma posible de puesta en práctica de la 
participación de niñeces y juventudes en territorio. 
Estas experiencias son diversas, pueden presentar 
diferentes lógicas de acción y organización 
expresadas en: centros juveniles, comedores, copas 
de leche, sociedades de fomento, juntas vecinales, 
ollas populares, clubes, jardines comunitarios, 
organizaciones religiosas, asociaciones, centros 
culturales, etc. Pero tienen en común que son lugares 
de encuentro, construcción y aprendizaje basados 
en el estar ahí, el cuerpo a cuerpo. En su hacer 
construyen un proyecto que concibe a las prácticas 
de cuidado y crianza como una acción conjunta que 
se realiza en un medio familiar comunitario. Este 
medio está conformado por redes territoriales donde 
se vinculan y articulan los/as jóvenes, sus familias, 
las organizaciones sociales, la escuela, el club, las 
instituciones estatales y otras entidades.
En el día a día, los/as jóvenes, se juntan a tocar 
música, a hacer deportes como fútbol masculino o 
femenino, kick boxing o boxeo. Antes o después de 
la escuela, a veces, van a talleres en centros juveniles 
a investigar y debatir sobre 
distintos temas que les 
interesan, a aprender un 
oficio o a participar de una 
radio barrial. Las plazas son 
lugares de encuentro, juego 
y reuniones que habilitan 
las charlas donde se 
comparten preguntas, risas 
y malestares. Los clubes, 
las iglesias y las copas de 
leche son espacios también 
de participación juvenil; quienes los transitan, no 
sólo están de paso sino que ofrecen su ayuda y dan 
una mano en los eventos que se organizan, sirviendo 
la leche en la hora de la merienda o acercando a 
familias, vecinos/as o amigos/as para que se sumen 
a compartir la tarde. El boca en boca es la forma en 
la que se invita a otros/as, acercándolos/as a estos 
espacios que se tornan referencia.
Las y los jóvenes con los que compartimos actividades 
nos explican que estos lugares posibilitan diversas 
lógicas de vinculación, dando lugar a encuentroscon dinámicas diferentes a las que suceden 
en otras instituciones o espacios. En ellos se 
produce un encuentro más descontracturado, 
donde algunas jerarquías se difuminan, pero 
también hay otras, se apuesta a la escucha, 
el diálogo, el intercambio, y con todo ello a la 
apropiación de estos espacios como su lugar.
“Cuando algo no nos gusta, no nos callamos, 
lo decimos. Si es necesario, salimos a la calle 
a manifestarlo. Ponemos en práctica nuestros 
derechos, no somos una generación sumisa”. 
(joven en Taller de comunicación)
“Nos llaman generación de cristal: todo nos molesta. 
Lo que nos duele no es porque somos frágiles. 
Es necesario darle lugar a las sensibilidades y 
preocupaciones como puntapié para reflexionar 
sobre nuestros reclamos y búsquedas.” (joven en 
Taller de comunicación).
Las propuestas políticas de estas juventudes y 
sus formas de participación abarcan consignas 
fundadas en deseos, anhelos 
y sueños, que van desde 
el reclamo de mejores 
condiciones habitacionales 
para sus barrios hasta disputas 
ideológicas que enfrentan 
la idea de una juventud 
despolitizada y apática. Y 
sobre todo la mirada y el hacer 
adultocéntrico. Hay quienes 
cuestionan los modelos de 
una supuesta vida exitosa y 
capitalista que se les impone, reflexionan sobre 
sus vínculos amorosos y afectivos, producen 
su música y otras artes donde expresan lo que 
piensan y sienten: quieren que su barrio tenga 
asfalto, que haya más lugares de encuentro 
y recreación, que terminar la escuela sea el 
puntapié para conseguir un trabajo, conseguir 
un trabajo en blanco, tener plata para sostenerse 
y acceder a lo que les gusta, que sus dudas sean 
registradas como preguntas a ser contestadas y 
no como representación de la inexperiencia. 
Para el cierre: escuchar, hacer lugar a su 
tiempo y su reclamo.
Y no, no hace falta gente que labure más.
Hace falta que con menos se pueda vivir en paz.
Mándale gas, no te perdás,
acordate en dónde estás.
Fíjate siempre de qué lado de la mecha te 
encontrás.
WOS, Canguro, 2019
https://www.youtube.com/watch?v=l5QAOvBqT3c
La práctica política de las organizaciones 
territoriales se despliega en la vida cotidiana, 
donde lo vincular y afectivo tiene un lugar 
primordial para abordar lo comunitario. Desde 
esta dimensión política, el lazo solidario que los/
as hace parte de lo mismo, el acompañamiento 
en las trayectorias de vida, la escucha atenta y 
el reconocimiento del/ la otro/a como un/a igual, 
sientan las bases para construir un proyecto y 
horizonte común con escenas de experiencias 
igualitaristas.
En el texto quisimos mostrar formas menos 
visibilizadas de participación juvenil que sucede 
en los territorios. En ellas lo cotidiano tiene un 
lugar central, la política atraviesa la reproducción 
de la vida de jóvenes permitiéndoles 
cuestionarse qué vida quieren y en qué tipo de 
comunidad levantarse día tras día. Accionar, 
producir discursos y productos culturales donde 
esas propuestas se vean expresadas. Anhelo de 
mejora en la reproducción de su vida cotidiana. 
En sus decires, en sus miradas y su hacer piden 
ser escuchados/as, y pelean un lugar para sus 
tiempos y sus reclamos
AUTORAS: Mariana Chaves, Camila Trebucq
y Graciana Zarauza
Educadoras, docentes nivel medio y universitario e 
investigadoras / Casa Joven B.A, Obra del Padre Cajade, 
Org. Chicxs del Pueblo / Laboratorio de Estudios 
en Cultura y Sociedad, Facultad de Trabajo Social, 
Universidad Nacional de La Plata.
Bibliografía
-Bonvillani, Andrea; Palermo, A.I., Vázquez, M. y Vommaro, 
P. (2008): “Juventud y política en la Argentina (1968-
2008). Hacia la construcción de un estado de arte”, 
Revista Argentina de Sociología. Año 6. nº 11.
-Chaves, M. (2014) “Haciendo trámites con los pibes y las 
familias: barreras de acceso y micropolíticas públicas”, 
Escenarios. Año 14 Nº 21 Facultad de Trabajo Social, 
UNLP. La Plata. Recuperado en: http://naturalis.fcnym.
unlp.edu.ar/id/20170926014832
-Chaves, M. (2021a) “Por-venires en tiempos distópicos (o 
acerca de juventudes, desigualdades, pandemia, utopías, 
Estados, la vida, la muerte, y… ¿algo más?)” en Frank 
Marcon; Danielle Parfentieff de Noronha Juventudes e 
desigualdades sociais em tempos de crise e radicalização 
política. Aracajú: Criação Editora. Recuperado https://
editoracriacao.com.br/wp-content/uploads/2021/09/
colecao-n-2-f.pdf
-Chaves, M. (2021b) “Pandemia, Niñez y Adolescencia 
en situaciones de vulnerabilidad extrema” Secretaría 
Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia Aportes del 
Ciclo de Conferencias: Niñez y adolescencia, pandemia 
y acceso a derechos. Buenos Aires:SENAF. Recuperado 
https://farodigital.org/wp-content/uploads/2021/08/
Conferencias_FINAL-2.pdf
-Chaves, M., Fuentes, S.G. y Vecino, L. (2016) Experiencias 
juveniles de la desigualdad. Fronteras y merecimientos 
en sectores populares, medios altos y altos. Buenos 
Aires: Grupo Editor Universitario. Recuperado http://
biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20171218041618/
Experiencias_juveniles_de_la_desigualdad.pdf
-Chaves, M, Galimberti Carlos y Mutuverría Marcos (2016) 
“ ‘Cuando la juventud se pone en marcha el cambio es 
inevitable’: juventudes, acción política, organizaciones 
y Estado en Argentina”, en Vommaro, P. Cuadernos 
de Pensamiento Crítico, Movimientos juveniles y 
revoluciones sociales en el Siglo XXI, La Habana: Ruth 
Casa Editorial.
-INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos) 
(2021) Incidencia de la pobreza y la indigencia en 31 
aglomerados urbanos. Segundo semestre de 2020. 
Condiciones de vida. Vol. 5, nº 4. Disponible: https://
www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/eph_
pobreza_02_2082FA92E916.pdf
-Reygadas. Luis (2004) “Las redes de la desigualdad: un 
enfoque multidimensional”. Política y Cultura, 22. p.7-
25 Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco. 
Recuperado en: http://www.scielo.org.mx/pdf/polcul/
n22/n22a02.pdf
22 23
“Esto construye a estas 
juventudes como un sujeto 
muy ubicado en lo territorial, 
no anclado, no encerrado, sino 
que el barrio es la base de 
operaciones de la vida cotidiana, 
se sale y se entra, pero mucho 
se resuelve en esa trama”.
“Si ningún otro recuerdo hubiese de quedar en estas 
islas de mi presencia, sean ustedes señores, testigos 
que, hoy, 8 de septiembre, planto con mis manos el 
primer mimbre que va a fecundar el limo del Paraná, 
deseando que sea el progenitor de millones de su 
especie y un elemento de riqueza para los que lo 
cultiven con el amor que yo les tengo”.
Domingo F. Sarmiento
La Colectiva: la App que creó un estudiante de la EES N° 12 de Tigre
HISTORIAS DE PATRIMONIO: pasado, presente y porvenir
Nuestras escuelas cuentan con patrimonios que las habitan, se articulan con ellas, están allí 
productivamente, escenificando, inspirando, inscribiendo en un legado de largo aliento con la promesa 
de continuar vivo para las próximas generaciones. 
La escuela pública entrega y recibe, produce y conserva patrimonios y por ello tiene un lugar central 
ligando pasado, presente y porvenir. 
El receso invernal, un lápiz y un cuaderno fueron 
la fórmula perfecta para llevar a cabo la idea que 
hace rato rondaba en la cabeza de Máximo. Él es 
estudiante del último año de la EES N°12 y entendió 
rápidamente que su comunidad rural isleña tiene, 
en las lanchas el medio de comunicación con el 
continente. Es a través de este transporte que se 
permite el intercambio, el encuentro, organizar el 
tiempo y las coordenadas en el paisaje isleño.
La falta de información sobre los horarios en que 
estas lanchas circulan a través del delta y las 
preguntas constantes ¿cuándo, a qué hora, por 
dónde?, hizo que Máximo se pusiera a trabajar 
en buscar una solución que simplificara la 
cotidianeidad de su comunidad isleña. Les contó a 
sus compañeras y compañeros y al equipo directivo 
sobre su proyecto y a través de la directora y la 
preceptora hizo circular un formulario entre toda la 
comunidad escolar isleña, para conocer a qué hora 
pasaba la lancha colectiva porlos distintos muelles. 
Saber cuándo, cómo y dónde pasa -por ejemplo- 
por la escuela era un gran indicio. En palabras de 
Máximo: “en la ciudad hay horarios del transporte y 
hay información de dónde y cómo llegar a la escuela, 
por ejemplo, pero acá, en la isla, llegar a la escuela 
es llegar al lugar más importante”. 
Durante algunos días envió y recibió los formularios 
que le permitian obtener y organizar la información 
“LA CABEZA PIENSA ALLÍ DONDE LOS PIES PISAN”
de los horarios de las lanchas y sus recorridos. 
Una netbook del Conectar Igualdad, algún 
tutorial, aplicaciones web iniciaron este 
trabajo de registro y organización de datos, 
para luego dar forma a la programación de lo 
que sería “la colectiva” la primera app gratuita 
donde toda la comunidad tiene información 
sobre horarios y recorridos de las lanchas 
colectivas.
Con “la colectiva” en marcha, ese patrimonio 
sigue creciendo, ampliando información, 
mapeando, clarificando recorridos, entrega de 
agua, etc. Entretejida en los lazos comunitarios 
la app se consolida como patrimonio, uniendo 
muelle, tiempos, lazos, generaciones
-por Rocío Gavrila, Referente de Secundaria en ruralidad continental y de islas DPESec
24 25
DIRECCIÓN GENERAL DE
CULTURA Y EDUCACIÓNSUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN
DIRECCIÓN PROVINCIAL DE EDUCACIÓN SECUNDARIA
Desafíos de la Educación Secundaria

Otros materiales

Materiales relacionados