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SEPTIEMBRE 2021 03 Publicación de la Dirección Provincial de Educación Secundaria Desafíos de la Educación Secundaria DIRECCIÓN GENERAL DE CULTURA Y EDUCACIÓNSUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN DIRECCIÓN PROVINCIAL DE EDUCACIÓN SECUNDARIA “No hubiera sido lo mismo sin el motor del Centro de Estudiantes” EES N° 2 de Carmen de Patagones - Pág. 4 Jóvenes en movimiento. Interpelaciones y desafíos desde la perspectiva del derecho a la ciudad. Por Guillermo Ríos - Pág. 8 Además Mariana Chaves, Camila Trebucq y Graciana Zarauza, estudiantes y equipos de la Dirección. SUMARIO En nuestra sociedad actual, hemos aprendido -de mano del abundante conocimiento social- que vivir plenamente como seres sociales supone un camino de creciente reconocimiento de derechos. En ese marco, la escuela ha ido desarrollando saberes para formar con carácter más humano, más comprensivo y con relaciones de reciprocidad. Hay en este número de Vox Pópuli una afirmación fundamental, desplegada a lo largo de sus artículos: la escuela afianza derechos y ha desarrollado modos de volverlos prácticas cotidianas. Ese marco institucional está en inmejorables condiciones de consolidar un trabajo que haga converger la ampliación de una noción de ciudadanía cada vez más amplia y democratizadora, con una cotidianeidad escolar que se haga eco y concrete esa misma expansión, a través de prácticas de formación, reconocimiento y cuidado. La existencia misma de chicas y chicos educándose nos impone imaginar un mundo para ellas y ellos, e imaginar que podrán imaginar el mundo. El cuidado puede ser una forma en que las y los adultos nos hacemos cargo de lo complejo, insuficiente e incompleto del mundo y que no es como lo quisiéramos, para generar un marco de amparo y así poder formarse. He ahí uno de los sentidos más profundos y único del trabajo pedagógico, donde nuestra mirada y presencia son irremplazables. En un texto muchas veces citado, Walter Benjamin planteó en 1940 que existe una “cita secreta entre las generaciones que fueron y la nuestra”, una cita entre el pasado y el presente, entre el pasado y el futuro. Nos decía diversas cosas con esa reflexión. Por un lado, que se produce en distintas situaciones una inevitable transmisión de lo acontecido, transmisión hecha y re-hecha en distintos momentos. En esa transmisión hay un gesto filiatorio que produce una relación entre las generaciones, relación que pone en juego las arbitrariedades, violencias e injusticias y también los modos de representarnos otro mundo posible. En ese entrecruzamiento de experiencias –tenso y diverso- se sitúa un terreno clave para la escuela. Hay algo que la escuela hace, por sobre todas las cosas, y es poner a disposición narraciones (de procesos de independencia nacional, del ciclo del agua o de la ampliación del concepto de ciudadanía), y pone a disposición esos relatos para comprender y transformar el mundo. Herencias, historias locales, identidades generales y particulares, entre muchas otras cosas, componen la transmisión que produce la escuela. Esto se hace evidente, en relación al análisis de diversas leyes educacionales, de ejercicio ciudadano, de igualdad de género y de salud sexual y reproductiva, que las nuevas generaciones habitan un marco Sobre Vox Populi - Desafíos de la Educación secundaria. Publicación de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, producida por la Dirección Provincial de Educación Secundaria. Directora General de Cultura y Educación Agustina Vila Subsecretaria de Educación Claudia Bracchi Directora Provincial de Educación Secundaria Myriam Southwell Contacto comunicacion.secundaria@abc.gob.ar Equipo de Comunicación de la Dirección Provincial de Educación Secundaria Diseño, edición y maquetación: Inés Rodriguez, Comunicación DPESec Editorial Participación Estudiantil “No hubiera sido lo mismo sin el motor del Centro de Estudiantes”. Jóvenes en movimiento. Interpelaciones y desafíos desde la perspectiva del derecho a la ciudad. Agua, aire y tierra: participación estudiantil todo terreno. Voces que son Derechos Las y los estudiantes dicen. Participación y nuevos lenguajes: Sobre la cultura del hip hop y el freestyle en las comunidades educativas. Participación juvenil: notas de barrio popular y organización comunitaria. Historias de patrimonio: pasado, presente y porvenir. 02 04 08 11 13 16 19 20 24 EDITORIAL Participación estudiantil -por Myriam Southwell social e histórico inédito. Efectivamente, la existencia de un entramado legislativo novedoso, que se desplegó de manera coincidente con la expansión de la cobertura del nivel secundario, devela la existencia de un nuevo encuadre institucional. Resta aún camino por recorrer para estudiar las interrelaciones entre las políticas públicas que impulsan la participación estudiantil y las acciones políticas que éstos despliegan en el espacio escolar. Posiblemente el lenguaje de los derechos, quizás en parte por la discusión y apropiación de contenidos por parte de docentes y estudiantes en las materias específicas, tal vez a través de las charlas que tienen lugar en distintos momentos de la vida escolar donde se incorpora el mayor conocimiento de la leyes, circula de manera más amplia en la institución escolar y esto implica la oportunidad para el surgimiento de formas novedosas de ciudadanía por parte de las y los jóvenes. Decimos que existen también nuevas formas de participar y hacer oir la voz, porque en las últimas décadas han sucedido diversas cosas sobre la cultura política y los modos en que las nuevas generaciones la habitan: se puso en crisis el concepto de representación, hubo expresiones de funcionamiento más asambleario, más horizontales, y finalmente la recreación y reactivación de formas de representación. Todo ello, en el marco de la renovación de una agenda de qué significa hoy plantear, buscar, impulsar contenidos y modos nuevos de construcción de ciudadanía. A la vez, queda pendiente el interrogante sobre cuánto de la propuesta escolar se ve efectivamente conmovida por el nuevo escenario, cuánto de la mirada y de la manera de pensar la política por parte de las y los adultos, está dispuesta a alterarse para incorporar las voces de la heterogeneidad de formas de ser joven que se tornan visibles. Esa misma preocupación podría situarse en los modos de valorar maneras expresivas, aplicaciones de conocimientos y formas de posicionarse frente a la norma que despliegan nuestra y nuestros estudiantes. En ocasiones, miramos esos comportamientos comparándolos con el recuerdo que tenemos de nuestras propias vivencias juveniles, lo que implícitamente nos posiciona en el lugar del ejemplo. Lo que puede haber sido considerado vanguardista en nuestra propia experiencia vital es subvalorado como poco profundo o banal en manos de otras y otros. Esa comparación y la descalificación que muchas veces lleva asociada, olvida que la diferenciación generacional –y también la filiación- implica un distanciamiento a través de la alteración de lo dado y la recreación del legado. Así ha sido en todo tiempo y lugar y a ello se debe que la cultura y las sociedades tengan una renovación constante. También debe mantenerse abierta la posibilidad de que las jóvenes generaciones hagan con esos relatos y experiencias, una producción propia, una reinterpretación desde su tiempo presente, una revitalización de esa narración en diálogo con su vida cotidiana. En el escenario de nuestro tiempo la escuela ocupa un lugar central y potente para esas mediaciones, interactuando en el marco ético –más ético que moral- de una discusión respecto a las condiciones para la constitución de un mundo diverso y una vida entre muchas y muchos. Podríamos decir que la producción cultural y su transmisión se produce en el juego de reactivación y modelamiento que se produce entre lo viejo y lo nuevo y esa es una de las mediaciones muy relevantes que produce la escuela. La enseñanza tieneque proponer, también, hacer algo propio con eso que se ha aprendido; tenemos la tarea de tender grandes, numerosos y significativos puentes con la cultura, pero además lo que aprenden y cómo lo aprenden tiene que llevar la posibilidad implícita de hacer con ello algo propio; un conocimiento que pueda permitirle a todas y todos interrogarse y emanciparse. A ese encuentro, a esa mediación, vamos equipados con problemas clásicos y con otros nuevos, y con algunas herramientas útiles y otras que habrá que revisar. Se hará necesario recurrir a nuevas preguntas, revisar nuestros saberes, para incluir nuevas miradas que permitan hacerles lugar a la novedad de situaciones, la pluralidad de adolescencias y juventudes y para acompañar situaciones inéditas. Esto, sin lugar a dudas, es una tarea compleja que requiere formación y reflexión sobre la experiencia, que recupera la responsabilidad y la importancia que tenemos las y los educadores. A ello viene a contribuir este número de la revista 2 3 Adriana Roumec, directora de la Escuela de Educación Secundaria Nº2 “Islas Malvinas” de Carmen de Patagones, cuenta el rol clave que jugó la participación de las y los estudiantes en el tránsito desde el episodio traumático de septiembre de 2004 hasta los encuentros pedagógico-culturales de hoy: “Aprendimos que la escuela permite transformar”. A 17 años del episodio de Carmen de Patagones, el trabajo sostenido de aquella comunidad situada al sudoeste de la provincia de Buenos Aires ha transformado cada aniversario en una ceremonia vital, un día en el que se combina el encuentro, la reflexión y también la alegría. Familiares de las víctimas, ex egresadas y egresados de aquél curso y una porción importante de la sociedad de Carmen de Patagones, se congregan cada 28 de septiembre en el Parque Luis Piedra Buena, a orillas del Río Negro, para afianzar los lazos de confianza y consolidar la convivencia. En esa confluencia colectiva, nunca faltan la feria de artesanías, los números artísticos y la música en vivo. El punto exacto de encuentro es alrededor de un escenario construido por el artista plástico Danilo Baciloff, padrino de Federico Ponce, una de las víctimas. Y este año, aunque se realice respetando los nuevos protocolos sanitarios, no será la excepción. “Nos vamos a reunir en la escultura, y va a haber folklore, rap de alguno de los chicos, poesía, pachanga, es todo libre. Y vamos a estar ahí con la ceremonia de las velas, como siempre”, cuenta Marisa Santa Cruz, la madre de Federico. Las actividades son convocadas por familiares y amigos de las víctimas, y cuentan con el acompañamiento logístico de la Municipalidad de Carmen de Patagones y el entusiasmo siempre renovado de la comunidad. “Es parte de nuestra historia, sí. Ocurrió acá como podría haber ocurrido en cualquier otro lugar. Pero siempre tratamos de dejar “No hubiera sido lo mismo sin el motor del Centro de Estudiantes” cantidad limitada de personas, en el que se entregó al nuevo presidente del Centro de Estudiantes elegido recientemente la bandera ceremonial de embajadores de la paz. “Para que ellos la custodien”, remarca Roumec. En cuanto a los contenidos, las y los estudiantes tendrán un espacio de socialización, habitual en esta fecha, donde se aborda el concepto de la paz y la importancia de sostenerlo para lograr una convivencia armónica con el prójimo. “Como este año tenemos protocolos, las actividades serán áulicas con ese pequeño acto en la sala del SUM, con muchos recaudos”, completa. Restablecer los lazos Adriana Roumec asumió como directora de la EES N° 2 “Islas Malvinas” el 17 de abril de 2006, aunque ya trabajaba como profesora de historia desde mediados de la década del ’90. Recuerda que fue un trabajo de hormiga, familia por familia, poder reestablecer los lazos de confianza que se habían quebrado luego del episodio. “Ese vínculo tan sensible y tan delicado entre la familia y la escuela estaba un mensaje de superación, trascender algo muy doloroso y que los chicos entiendan que la escuela es un espacio de ellos, que siempre los escucha y que siempre va a ser su lugar”, afirma Adriana Roumec, directora de la EES Nº 2 “Islas Malvinas” de Carmen de Patagones. El episodio refiere a lo sucedido el 28 de septiembre de 2004, cuando un chico de 15 años disparó un arma de fuego dentro del aula quitándole la vida a Federico Ponce, Evangelina Miranda y Sandra Nuñez, e hiriendo a otros cinco compañeros y compañeras. El recordatorio anual de aquél acontecimiento, al interior de la institución, siempre tuvo un fuerte contenido pedagógico: se organizan actividades para ejercitar la memoria y la reflexión, que hacen hincapié en la convivencia y las relaciones entre estudiantes como su aspecto fundamental. “Este año tomamos el valor de la paz, nuevamente, para resignificar la importancia que tiene en la buena convivencia y en nuestra relación con los demás. La Escuela fue declarada embajadora de la Paz por una organización provincial”, explica la directora. Se realizó un acto sencillo, simbólico, con una 4 5 -por Laureano Barrera, Comunicación DPESec roto. Además de que convivíamos día a día con el dolor. La base fundamental fue comenzar a generar espacios para el diálogo y la escucha (...) con docentes comprometidos y muy identificados con la institución, logrando que esa amalgama se convirtiera en motor. Lo primero fue volver a formar el Centro de Estudiantes como espacio de participación, y poner en marcha la Comisión Cooperadora de los padres, porque habían renunciado todos, se había disuelto”, repasa Roumec. El aula que había sido el escenario de la tragedia, era una especie de santuario que permaneció cerrada los dos primeros años, solamente usada por las y los estudiantes de ése curso, que tenían la única llave y se reunían esporádicamente en la que había sido su aula. “Los integrantes del nuevo Centro de estudiantes hicieron una consulta en toda la escuela de cómo se podía recuperar ese espacio. Y de parte del Centro surgió la propuesta de hacer una sala de reuniones, que no había. Un espacio de encuentro, de diálogo”, recuerda. A partir de esa propuesta y de un trabajo conjunto, el Centro de Estudiantes y la Comisión Cooperadora trabajaron en la recuperación del aula, eligieron los colores, buscaron el mobiliario. “Se pintó el espacio de colores alegres, y es lo que es hoy”, cuenta Adriana. La recomposición del Centro de estudiantes dió el puntapié a la segunda tarea – tanto o más ardua- que fue recuperar el diálogo con las familias afectadas, con las y los estudiantes de todo el curso. “Y para nosotros, como escuela, sin este motor que es el Centro de estudiantes, los padres no se hubieran posicionado de esta manera. Porque el equipo docente puede idear, venir y dar clases, somos los que guiamos estos procesos de participación, pero en realidad, el espíritu son las y los estudiantes”. El año 2014, transcurridos diez años, se motorizó la idea de tender puentes con la sociedad de Patagones y con el resto de las escuelas, de reconvertir en un elemento propulsor aquella experiencia traumática. Y se convirtió en otro momento bisagra. Junto a todas las escuelas secundarias del distrito de Patagones -el más grande de la provincia en extensión geográfica- organizaron una gran jornada cultural que llamaron “Construyendo puentes para la Paz”. Concurrieron entre 2.000 y 3.000 chicas y chicos de las escuelas secundarias. “Tomamos la plaza pública del pueblo, la plaza 17 de Mayo, que está frente a la iglesia. Y tomarla era hacer, justamente, todas las actividades pedagógicas y recreativas que habíamos hecho durante esos diez años: expresiones artísticas, rutinas de educación física e integración, murales colectivos: seguir generando vínculos. Una movida muy colorida que recordamos con mucho cariño”, dice Adriana Roumec. Aquella jornada, que reunió a las instituciones del distrito,a gran parte de los habitantes de Carmen de Patagones y a las autoridades Nacionales y Provinciales de Educación, también significó un punto de inflexión en el plano simbólico, sobre la manera en la que “era visto” el acontecimiento. “Fue un acompañamiento y una actitud muy distinta a la de los primeros años, cuando solamente se buscaban culpables. Diez años después fue un momento de encuentro, diálogo, vieron a los familiares y compañeros de los chicos fallecidos tomando la plaza de nuestro pueblo. Pudieron escuchar y entender que la escuela permite transformar”. Adriana Roumec cuenta una anécdota que grafica la superación conjunta, de toda la comunidad educativa, de lo que sucedió aquél 28 de septiembre de 2004: “En el año 2006, cuando los compañeros de Sandra, Evangelina y Fede egresaron, el proyecto fue hacer mil grullas. Dice la leyenda que, si se hacen mil grullas, se cumple un deseo. Ese anhelo fue que esos chicos y chicas tuvieran buena vida, que crecieran sin anclarse en el dolor. Las colgamos todas en el SUM. Y en el 2014, la mamá de Federico, Marisa, en su casa, con los compañeros de sus hijos y con sus hijos, que ya eran grandes, hicieron 1000 grullas de colores y las llevaron a la plaza. Esas grullas que en 2006 les dimos a ellos, ellos las devolvieron de las manos de sus hijos. Fue muy fuerte. Esa construcción, que en la escuela es mínima, día a día, en el aula, salió al espacio público para concluir de esa manera. Recién entonces dijimos ‘bueno, el trabajo está hecho’”. El trabajo constante, centrado en la implicación y la participación de todas y todos fue la condición para que se re-establecieran los lazos, construyendo fortalezas en la trama colectiva. Hoy vuelve a renovar sus sentidos 6 7 “... es un proyecto de búsqueda de las estrategias de enseñanza que funcionen”“(...) que los chicos entiendan que la escuela es un espacio de ellos, que siempre los escucha y que siempre va a ser su lugar”, afirma Adriana Roumec. Los movimientos juveniles que irrumpieron en los principales centros urbanos en Chile, Brasil o Colombia, entre otros, pusieron en escena un proceso de politización que hizo visible los lazos entre las ciudades y la educación en términos de derechos. Asimismo, los acontecimientos que se produjeron en el transcurso de las primeras décadas del siglo XXI, pusieron en evidencia las barreras y exclusiones que portaron el desarrollo del proceso de urbanización en América Latina. Con respecto a la educación, podría decirse que, si bien los sistemas educativos funcionaron como aglutinadores de sujetos críticos –no podemos desconocer que muchos de las y los líderes de los movimientos juveniles se formaron en las escuelas públicas- también mostraron sus límites a la hora de ampliar el acceso a los niveles superiores. El imaginario urbano en torno a la igualdad que había anudado dos cuestiones fundamentales como son el desarrollo de las ciudades y la constitución de los sistemas educativos fue puesto en cuestión. De esta manera, la ciudad de las oportunidades mostraba su otra cara y se transformaba en la ciudad de las exclusiones. Algo de esto se hizo visible, por ejemplo, en el transcurso de las protestas chilenas. Los límites impuestos para el acceso a los niveles superiores del sistema educativo detonaron un proceso de transformación que desbordó los espacios escolares e hizo serie colectivo del derecho a la ciudad. De acuerdo a este autor, la reinvención de las ciudades está ligado al ejercicio de un poder colectivo que debe ser ejercido, fundamentalmente, sobre el proceso de urbanización. En esta dirección decimos que urbanizar es hacer ciudad, y esta acción —por cierto, siempre incompleta— configura un modo de habitarlas así como un estilo de vida urbano. Ahora bien, la expansión de los procesos de urbanización a nivel global multiplicó el crecimiento de las ciudades y, por lo tanto, el estilo de vida urbano se generalizó. El modo en el que esto se desarrolle nos dará indicios del tipo de vínculos que las poblaciones establecen con los espacios. Cabe aclarar que no se trata de pensar un vínculo en términos de acceso o de utilización de recursos, sino del derecho a cambiar y a reinventar las ciudades por quienes, precisamente, las habitan. Ahora bien, vivimos un presente en el cual se producen otro tipo de intervenciones urbanas que ponen en crisis lo que acabamos de afirmar -por ende el derecho a la ciudad- y que deben ser leídas críticamente. Nos referimos al rumbo que ha tomado el proceso de urbanización en la actual etapa del capitalismo en la cual se percibe una fuerte tendencia a ser hegemonizada por el mundo de los negocios inmobiliarios. Las ciudades, territorializadas por las empresas constructoras ponen en tensión el accionar de con los acontecimientos que se produjeron en octubre y noviembre de 2019. Un proceso que desembocó en una reforma constitucional que se está llevando a cabo en estos momentos. La comprensión de acontecimientos como los que acabamos de describir nos lleva explorar una de las contribuciones más significativas del pensamiento sociológico y que, a más de cinco décadas de su formulación, se encuentra más vigente que nunca. Una perspectiva que ha sido asumida, en los últimos años, tanto por la producción académica como por el diseño de políticas públicas. De igual manera la podemos encontrar como consigna y bandera en las reivindicaciones y protestas urbanas. Nos referimos al derecho a la ciudad, una categoría que fue acuñada por el filósofo y sociólogo francés Henri Lefebvre hacia finales de 1967, y que dio a conocer pocos meses antes de producirse uno de los hechos más importantes en la historia de los movimientos sociales, el Mayo Francés. Los argumentos y reflexiones que se despliegan en todo el texto de Lefebvre no solo interpelaron al pensamiento crítico de la época sino que, en un marco de revueltas urbanas, otorgaron un nuevo sentido a este derecho, el de expresar la capacidad y posibilidad de quienes habitan las ciudades de producirlas y de crearlas. Años después, el geógrafo y teórico social David Harvey (2014), recuperó este carácter transformativo y las políticas públicas. Como han destacados los estudios en torno a las problemáticas urbanas, la apropiación del espacio por parte del capital financiero a través de los agentes inmobiliarios produce un nuevo tipo de segregación de los sectores populares que se ven compelidos a instalarse en los márgenes de las ciudades. En contraposición, se hace cada vez más urgente la producción de un nuevo sentido para el proceso de urbanización. Vivir en las ciudades del siglo XXI implica reconocer que, así como estas se presentan como parte de un escenario de oportunidades, también son espacios en los cuales las desigualdades, la pobreza y la exclusión social forman parte de la vida cotidiana de quienes las habitan. Ejercer el derecho a la ciudad también significa la construcción de algún tipo de intervención colectiva en el espacio; es en ese locus donde las materialidades y el mundo simbólico se entrelazan. Los dispositivos escolares para jóvenes -esos espacios en los cuales, como afirmamos, también fueron aglutinadores de sujetos críticos- forman parte de este anudamiento, ya que, al recortarse en el espacio urbano, están teñidos de los procesos que hemos señalado. En términos históricos, urbanizar no solo implicó la traza de calles y avenidas, la localización de barrios o la delimitación de espacios públicos, sino también, entre otras cuestiones, la construcción Jóvenes en movimiento. Interpelaciones y desafíos desde la perspectiva del derecho a la ciudad. Por Guillermo Ríos 8 9 de edificios donde se materializaron políticas. Gran parte de las estrategias modernizadoras se alojaron en estas construcciones; educar, gobernar o curar requerían de un espacio perfectamente identificable. Los dispositivosescolares, hacia finales del siglo XIX y principios del XX, también fueron territorializados por este proceso. Las interpelaciones que sufrieron por parte de quienes los habitaron no lograron una transformación radical de los espacios. Si bien podemos contabilizar algunas experiencias que se desarrollan en determinados centros urbanos de nuestro país, por ejemplo en Rosario o en algunas localidades de la Provincia de Buenos Aires, y en las cuales se registran dispositivos que desanclan de los edificios escolares tradicionales, estos últimos son los que prevalecen. La antropóloga brasileña Teresa Caldeira (2010) exploró algunas de las manifestaciones de la cultura urbana en la ciudad de San Pablo así como los efectos del proceso de urbanización que la reconfiguraron y establecieron como un caso de estudio para urbanistas, arquitectos y diseñadores. En uno de sus trabajamos encontramos la siguiente reflexión, “a través de la pixação, los expulsados de las escuelas escriben toda la ciudad. Con la pixação y el graffiti, los que han sido mantenidos fuera de los sistemas culturales dominantes dominan la cultura y la pintura [del mismo modo que los raperos dominan la rima], inventan nuevos estilos y los imponen en toda la ciudad, esparciendo los signos de su rebelión” (p. 129). De alguna manera, lo que acabamos de leer nos advierte sobre el otro lado de la reconfiguración de las ciudades así como la insistencia en los límites de los territorios educativos. El tipo de intervenciones urbanas a las que Caldeira se refiere pone en escena otra manera de escribir y que cada vez se vuelven más presentes en los dispositivos escolares. Se trata de escribir en una ciudad que ya fue escrita —por el curso que tomó el proceso de urbanización— y de esta manera esparcir los signos de una rebelión cuyos sujetos fueron expulsados del proceso normalizador de las prácticas escolares. Al cambiar de escenario, las hojas de los cuadernos, los ordenadores, las pizarras mutan y se transforman. Los muros, las paredes de los edificios, los objetos que conforman el mobiliario urbano, los vagones de los trenes subterráneos, por ejemplo, son utilizados como soportes de otra escritura. Un uso que hace estallar la idea moderna de lo que significa vivir en una “ciudad bella”. De alguna manera, los movimientos juveniles hacen un uso de la ciudad que no solo deja marcas al escribir en sus paredes o al manifestarse en sus calles sino también proponen un nuevo modo de estar en ellas. La configuración de un estilo de vida urbano activo, transformador está habitado por otras voces que resisten a la ciudad de los negocios inmobiliarios. Las luchas medioambientales, la construcción espacial para que las identidades múltiples tengan lugar, los activismos culturales y artísticos, entre otras intervenciones urbanas, indican un ejercicio del derecho a la ciudad que nos empieza a atravesar AUTOR: Guillermo Ríos Centro Latinoamericano de Investigación en Historia Oral y Social, CLIHOS-UNR Referencias bibliográficas -Caldeira, T. (2010). Espacio, segregación y arte urbano en el Brasil. Buenos Aires: Katz. -Harvey, David. (2014). Ciudades rebeldes. Del derecho a la ciudad a la revolución urbana. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: AKAL. -Lefebvre, Henri. (2007). El derecho a la ciudad. Madrid: Capitán Swing. Antes y durante la pandemia, así como ahora en esta etapa de irla dejando atrás, las y los estudiantes han desarrollado experiencias sustantivas de participación estudiantil, con voz propia y adaptándose a las condiciones y posibilidades del momento que les ha tocado vivir. Una de estas valiosísimas experiencias durante la pandemia fue la creación del Centro de Estudiantes que se desarrollaron en las situaciones de encuentro entre las llegadas y partidas de las lanchas del Delta, de muelle a muelle, de estudiante a estudiante. El aprovechamiento de los breves momentos de encuentro que posibilitaba la llegada de la lancha, dio lugar a la productividad de lazos impulsado por estudiantes de 5to y 6to. año de la EES N° 22 de San Fernando, Iislas. La búsqueda de llevar adelante acciones solidarias, la voluntad de ayudar a quienes tuvieran mayores dificultades en el contexto de la pandemia convergieron con el apoyo del profesor de los espacios curriculares de “trabajo y ciudadanía” y “política y ciudadanía”. Pusieron proa y se organizaron: por mensajes de celular fueron escribiendo el estatuto, lo aprobaron, lo difundieron y avanzaron en selección de delegados y comisión directiva. Pudieron concretar la elección, urna y boletas en mano, en la popa de la lancha, cuando se hacían los repartos de alimentos, siempre con la colaboración de las y los docentes. Luego prepararon un video para registrar el escrutinio. También se pusieron en comunicación con otros centros de estudiantes en continente y entraron en contacto con la Federación de Estudiantes Secundarios. El director Martín Romero Vargas cumplió rol de “mensajero” y se puso a disposición para reunir y distribuir las cosas que, a partir de donaciones, las y los estudiantes obtuvieron y repartieron. Se mantuvieron trabajando virtualmente, realizando asambleas por Agua, aire y tierra: participación estudiantil todo terreno “Quiero agradecer a mi escuela secundaria porque más allá del virus por el que tuvo que cerrar las puertas no nos calló, nos habilitó la voz. El Centro de estudiantes es lo que nos mantiene del lado de la vida ante tanta pálida, acá estamos los delegados para hacer escuela, porque somos estudiantes secundarios no estudiantes del COVID, la mayor enfermedad es la ignorancia y a nosotros ésa no nos va a ganar”. 10 11 -por DPESec 1 Los podcasts completos se pueden escuchar en: https://www.instagram.com/escuelasdelaire/ o https://instagram.com/escuelasdelaire?igshid=1e8xwt3fj124b mensajería de celular, dado que la falta de conexión imposibilitaba la comunicación en simultáneo. Hace unos pocos días, en este septiembre del 2021, el Ccentro de estudiantes de la lancha, renovó su comisión directiva, buscando revincular también los votos que les permitirá darle continuidad y hacer crecer esa construcción colectiva. Del lado de la vida “Quiero agradecer a mi escuela secundaria porque más allá del virus por el que tuvo que cerrar las puertas no nos calló, nos habilitó la voz. El Centro de estudiantes es lo que nos mantiene del lado de la vida ante tanta pálida, acá estamos los delegados para hacer escuela, porque somos estudiantes secundarios no estudiantes del COVID, la mayor enfermedad es la ignorancia y a nosotros ésa no nos va a ganar”, dijo un estudiante de la Región 18, en un encuentro virtual entre Centros de estudiantes de escuelas de gestión pública y privada para intercambiar acciones y experiencias. En la ciudad de Ayacucho, para evitar la incomunicación en un contexto en el que la conexión interpersonal se volvía necesaria, se apeló a un medio tan tradicional como eficaz: la radio. Se instrumentó una programación a nivel distrital llamada “Escuelas del aire”, en cuya grilla se incorporó un segmento realizado por los centros de estudiantes donde se produjeron una suerte de Podcast sobre diferentes temas. “Surgió como una forma de seguir en contacto en esta pandemia a través de la radio”, dice una de las artífices, y explica la metodología para elegir los temas que tratarán y la forma de abordarlos. “En una reunión semanal elegimos las temáticas entre todos y todas, teniendo en cuenta cuál puede ser más impactante entre los alumnos y la sociedad”, comenta. “Armamos un texto informativo donde también están nuestras opiniones, y cada une graba un audio sobre la parte que desea hablar”.1 Las modalidades son múltiples. Hay escuelas donde las y los estudiantes de los centros escriben cartas, producen fanzines, comunican por redes sociales e invitan a reunirse a debatir. Los temas centrales de lavida juvenil toman características específicas en cada época. Por eso, este 16 de septiembre, en el marco del Día de los Derechos de las y los Estudiantes de secundaria, se realizaron una serie de actividades debatidas -en gran medida- por las y los propia/os jóvenes, retomando debates del movimiento estudiantil y asumiendo algunas demandas más contemporáneas. Una de ellas es el abordaje de las cuestiones de género y medioambientales en la escuela y hacia el interior mismo de los Centros. En varias instituciones se empezó a discutir la necesidad de contar con secretarías de género, diversidades y disidencias. Dentro de las acciones y dispositivos pensados para el corto, mediano y largo plazo, se Entre fines de 2020 y la primera mitad de 2021 la Dirección Provincial de Educación Secundaria, implementó a través del equipo Construir Ciudadanía una propuesta focalizada en recuperar el trabajo de los centros de estudiantes, realizado en el contexto sanitario de pandemia. A través de una serie de 30 encuentros virtuales se reunieron estudiantes de diversos distritos de las 25 regiones educativas de la Provincia, para debatir sobre las distintas realidades y problemáticas de la organización estudiantil, que presenta la diversidad geográfica del territorio, para luego replicarlos en sus escuelas con compañeras y compañeros en sus ámbitos de participación. Pero qué piensan las y los estudiantes cuando hablamos de los centros ¿Para qué sirven? En palabras de Matías de la EES N°6 de José C. Paz “los centros permiten conocerse, compartir dudas y aconsejarse. Son muy importantes como espacio de formación ya que ayudan a solucionar problemáticas de estudiantes y fomentar la participación juvenil, y a su vez son el lugar donde se hacen valer los derechos como integrantes de una comunidad educativa”. Así se introduce una idea para pensar la importancia de la organización estudiantil: la percepción de la participación como un derecho de las y los estudiantes, respaldado por las leyes y resoluciones vigentes, que debe ser garantizado colectivamente en el espacio escolar. ACOMPAÑAMIENTO Una de las características de los procesos de participación estudiantil es que se dan por oleadas. Períodos en los que se intensifica la participación, muchas veces impulsados por contextos políticos generales favorables en los que se interpelan las subjetividades de las juventudes. Para sostener esos impulsos resulta también fundamental fortalecer el compromiso del mundo adulto institucional, en la promoción activa del ejercicio del derecho a participar. Y las y los estudiantes tienen claro cuál es la presentaron las video-cartas entre estudiantes, espacios de difusión de diversas expresiones de jóvenes y adolescentes, y el documento guía “Organizarte es tu derecho” entre otros, donde se detalla la forma en que se organizan las elecciones para la conformación del Centro y las principales tareas que lleva adelante la lista que resulta electa. Solidaridad, cuidado y organización son notas centrales que se reactivan, reinventan y permiten pensarse una y otra vez como colectivo, leyendo e interpretando los datos de la realidad, de la época, las potencialidades del pensar en colectivo y desarrollar formas actuales de la democratización de las instituciones de nuestro ser en común Organizarte es tu derecho Promotoras y Promotores de la Organización Estudiantil: http://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-06/ Promotoras-es%20en%20la%20participacion%20 estudiantil%20.pdf 01 Construir Ciudadania - Serie Convivencia https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/ files/2021-09/01%20Serie%20Convivencia_Construir%20 Ciudadania.pdf GPS de la Participación Estudiantil: http://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/ GPS%20y%20HOja%20de%20RUtaParticipacion.pdf 12 13 VOCES QUE SON DERECHOS -por Santiago Bidart, Construir Ciudadnía DPESec https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-06/Promotoras-es%20en%20la%20participacion%20estudiantil%20.pdf https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-06/Promotoras-es%20en%20la%20participacion%20estudiantil%20.pdf https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-06/Promotoras-es%20en%20la%20participacion%20estudiantil%20.pdf https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-06/Promotoras-es%20en%20la%20participacion%20estudiantil%20.pdf https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/01%20Serie%20Convivencia_Construir%20Ciudadania.pdf https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/01%20Serie%20Convivencia_Construir%20Ciudadania.pdf https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/01%20Serie%20Convivencia_Construir%20Ciudadania.pdf https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/01%20Serie%20Convivencia_Construir%20Ciudadania.pdf https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/GPS%20y%20HOja%20de%20RUtaParticipacion.pdf https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/GPS%20y%20HOja%20de%20RUtaParticipacion.pdf https://abc.gob.ar/secretarias/sites/default/files/2021-09/GPS%20y%20HOja%20de%20RUtaParticipacion.pdf importancia del rol de equipos supervisivos, directivos y docentes respecto a este tema. Cómo nos cuenta Julia, del Instituto Don Bosco de Fortín Mercedes, Pedro Luro: “la organización y la participación estudiantil son fundamentales no solo para el buen desarrollo de una institución, sino para generar representatividad en los jóvenes. Me parece que los adultos deben apoyar estás iniciativas. Brindándonos el espacio nosotros podemos charlar, podemos opinar, podemos debatir sobre problemáticas que realmente nos interpelan. Y también elaborar propuestas, que se genere esto puede ser fructífero no solo para los jóvenes sino también para la institución en sí”. Para Andrés de la EEST N°1 de 25 de Mayo, es necesario dejar en claro los roles: “Hay equipos que para la formación del Centro de Estudiantes ponen muchos baches. Me interesa cuestionar que el Equipo Directivo tiene que tener el compromiso de formar un Centro de Estudiantes, pero no tiene que controlarlo. Se piensa que la dirección está por encima del Centro, cuando no funciona así”. Por otro lado Mateo de la EEST N°11 de La Matanza rescata la importancia de la figura de docente consejera o consejero: “El centro de estudiantes representa la comunidad educativa de un colegio. Lo primero que se piensa es que sólo es para estudiantes, pero creemos que en algunos casos puede llegar a participar un profesor ¿Por qué no?”. Y nos queda retumbando esa pregunta ¿Por qué no? tan propia de las y los jóvenes. EN PRIMERA PERSONA Un aspecto clave para la construcción de procesos de participación estudiantil duraderos es la capacidad de dejar registro tangible de las actuaciones y las actividades de los centros a lo largo de los años. Para Florencia de la EES N° 7 de 25 de Mayo, las herramientas tradicionales son importantes para sostener esa institucionalidad: “En el Libro de Actas siempre se asienta todo lo que se habló, qué proyectos se tienen en cuenta y a quién hay que llamar para llevarlos a cabo”. Por otro lado, el uso de las redes sociales como complemento implica un gran potencial no sólo en términos de registro sino también de articulación. Florencia de la EES N°64 de Lomas de Zamora nos decía que “podés mostrar lo que se va haciendo a través de una foto, un video o demás. Por Facebook, por instagram. Y ahí también salen oportunidades para conocer otros colegios, otros centros; te pueden dar ideas o podés ayudar”. Poder construir una memoria colectiva sobre las problemáticas abordadas permite a las organizaciones estudiantiles trabajar en una agenda progresiva, a la vez que enarbola una mística de la historia y las conquistas del movimiento estudiantil. Andrés lo explica en primera persona: “Los estudiantes que no aprenden de su pasado están condenados a repetir sus errores. Al díade hoy muchas veces pensamos qué somos los primeros o segundos en decirlo pero en realidad no somos los primeros ni los quintos, ni los décimos. Esto se dice hace un montón, por eso es importante que nosotros mismos sepamos nuestra historia, como si fuéramos un propio pueblo hecho de niños”. Y en esta construcción de memoria colectiva, la mística tiene su papel. Franco de la EES N°15 de Esteban Echeverria nos cuenta que: “Hace 10 años enterramos nuestra primera cápsula del tiempo. También es una forma de registrar todo lo que fuimos haciendo, para que en los años siguientes alguien pueda desenterrarlo y hacer ayuda memoria de lo que fue y lo que es el centro de estudiantes”. Y en ese desenterrar, también se da el encuentro, con esas y esos estudiantes de otro tiempo, con sus luchas que también son de ellas y ellos. Con una historia que es parte de la identidad de cada una de las escuelas y su comunidad. CONTINUIDAD La cuestión de la continuidad es una de las problemáticas a las que habitualmente se enfrentan los centros de estudiantes, y si bien tener una memoria y un registro ordenado de todo lo que se hace es muy importante, a veces no es suficiente. Captar el interés de las y los estudiantes más jóvenes y “pasar la posta” para poder construir una tradición de participación, es siempre un desafío para las organizaciones estudiantiles. Para Mauro de la EES N°2 de Avellaneda, interpelar a sus compañeras y compañeros es fundamental “para que se mantenga el mismo interés para algunos de los alumnos actuales, que esto siga vigente a futuro para los alumnos que vienen”. a formar parte del centro. Con el retorno progresivo a la presencialidad emergen las consecuencias que provocó el impacto de la pandemia en los centros, complejizando aún más este desafío histórico. En este contexto se generó una doble problemática: por un lado se dificultó la incorporación de los ingresantes a la cultura escolar y estudiantil; y por otro, en parte, se diluyó la experiencia acumulada de las y los estudiantes egresados en 2020. “Los estudiantes no somos solo estudiantes, somos personas con derechos. Tenemos que promulgar todo eso a medida que crecemos, no importa que dejemos la secundaria, lo tenemos que dejar como legado. No me puedo llevar yo el conocimiento sin compartirlo con los demás”, nos decía Valentina de la EES N°1 de Azul. COMPROMISO Escuchar y recuperar todas estas voces, sus debates y agenda nos recuerda que son las y los protagonistas del sistema educativo, y en ese sentido, habilitan la pregunta sobre cuál es el lugar que habitualmente se les da desde el mundo adulto institucional. La potencia de sus voces nos lleva a redimensionar la participación juvenil ya no como un simulacro para la vida democrática, sino como un ejercicio pleno de sus derechos como ciudadanas y ciudadanos. Es necesario asumir el compromiso de promocionar los Centros de Estudiantes, así como las diversas formas de participación y organización estudiantil. Actualizar permanentemente las demandas de las juventudes y los sentidos que las interpelan es una tarea indispensable para poder construir escuelas que las y los valoren, contengan, representen e incluyan en su diversidad. Por eso habilitar las voces es el camino para garantizar los derechos 14 15 17 Ping Pong de preguntas y respuestas. Charlamos sobre Participación Estudiantil con Francesca, estudiante de la EES N° 3 de Todd, Arrecifes y con Julia, estudiante del Colegio Don Bosco de Pedro Luro. 1 ¿Qué significa para vos la Participación Estudiantil? 2 ¿Qué importancia tiene en la escuela, se potencie la participación de las y los estudiantes? J: Personalmente, considero que la Participación Estudiantil tiene un significado muy profundo para los estudiantes. No solo incide en la experiencia y formación educativa, sino que es fundamental para la adquisición de hmientas que utilizaremos en el futuro. Participación Estudiantil es sinónimo de debate, validación de derechos, formación ciudadana e igualdad de oportunidades. F: Para mi la participación estudiantil es el derecho de todas y todos los estudiantes a expresar su punto de vista. Expresarlos en espacios seguros siendo escuchados y así poder decidir o influir en las decisiones incluidas en los asuntos públicos o situaciones que les afecten directa o indirectamente. J: El proceso previo a las elecciones de los Centros de Estudiantes se vive con mucha preparación y concentración. Son momentos para analizar las necesidades de las instituciones educativas y realizar un balance entre lo que se hizo a lo largo del año y lo que se puede mejorar. Es importante focalizarse en realizar una campaña consciente, con propuestas realizables y útiles. herramientas J: Después de un año de pandemia y educación virtual nos encontramos con múltiples desafíos. En un principio se notó una gran desmotivación por parte de los estudiantes. Durante el transcurso del año con múltiples propuestas y actividades de a poco se fue logrando incentivar la participación. Acercándoles proyectos de diversas índoles, para que cada joven se sume a las actividades que le gusten. De esta forma se logra entender a la escuela como un espacio seguro donde se pueden generar proyectos. Desde mi punto de vista, hay una creciente demanda respecto a la creación de espacios de interacción, debate y comunicación. Los jóvenes no somos ajenos a lo que sucede a nuestro alrededor, estamos informados, tenemos preocupaciones y existen múltiples temáticas que nos interpelan. Como miembros de la sociedad necesitamos espacios para expresar nuestros pensamientos y plantear nuestras soluciones. Estos espacios no solo son necesarios, sino que también son útiles y fructíferos. F: La participación estudiantil es un modo de hacer uso de nuestra democracia en la vida escolar. Así como también sirve para el reconocimiento tanto de las obligaciones como derech de los estudiantes. derechos J: Mi expectativa es que mediante la democracia, el voto consciente fundamentado en la información y las propuestas, se lleven a cabo unas elecciones justas y representativas. Que a partir de las mismas se potencie la participación democrática. J: La de las y los estudiantes es fundamental para el buen desarrollo de una institución educativa. Implica que los jóvenes se apropien del espacio, generando ideas, proyectos y planes. Es necesario que los jóvenes sientan a la institución como un lugar seguro en el que se puedan expresar opiniones, planificar actividades y ser Todo esto nos permite identificar y potenciar fortalezas para encontrar áreas que sean de nuestro interés, promoviendo nuestro desarrollo personal. Una escuela que potencia la participación estudiantil, está fomentando el autoconocimiento de sus estudiantes. ser libres. participacion activa , 4 ¿Cómo es el proceso previo a las elecciones de Centros, como lo viven siendo parte de eso? ¿Cómo organizan la dinámica escolar en esta etapa? 6 ¿Qué expectativas tenés después de las elecciones del Centro de este año? 3 ¿Cómo impacta en la vida de cada una/o? ¿Cual es para vos la importancia de la participación estudiantil? F: Estando a muy poco de las elecciones podemos decir que es una experiencia muy linda y requiere de mucho compromiso! Nuestra dinámica fue la siguiente: 1 Definición del formato de las elecciones / 2 Período de presentación de listas / 3 Campaña / 4 Elecciones / 5 Comunicación general de los resultados. Tenemos postuladas cuatro listas en total, entre ellas distribuidos de forma ordenada, estudiantes de todos los años (que era uno de nuestros objetivos) Estamos muy felices de ver el entusiasmo de todos en general, tanto de los postulados como los estudiantes que votan F: Uno de los principales objetivos que tenemos es cambiar la perspectiva negativa que se tieneante el Centro de estudiantes, pensamos lograrlo dando a conocer abiertamente nuestros trabajos, el rol específico de cada participante y los temas abordados en cada junta. En cuanto a la demanda de los jóvenes, no hay una en común, pero varios coinciden en temas como “la convivencia” “la empatía” y el “compañerismo” entre otros. votan por 1era vez. 5 ¿Cuáles son los desafíos para los Centros de estudiantes en la actualidad y cuáles, las demandas actuales de las juventudes? J: En primer lugar, tenemos que entender que el término “política” no hace referencia a lo partidario. Que la política en sí, hace referencia a la participación en un conjunto social que se ocupa de asuntos públicos. Por ende, la Participación Estudiantil, es una práctica política que influye en la posibilidad de cambio e impacta directamente en la forma en la que interactuamos con nuestro entorno. Un joven que se siente parte de una institución educativa, se preocupa por la misma, identifica necesidades y trabaja, desde su lugar, para contribuir en la mejora de este espacio; es un agente político y un ciudadano responsable. F: Si bien puede que no cause un efecto o consecuencia de manera inmediata se trabaja muchísimo con proyectos a largo plazo que mejora la institución y nuestro paso como estudiantes en ella, también es importante promover los valores que representa el colegio y velar por el cumplimiento de las normas establecidas. F: En mi caso soy parte de la lista N•1 conformada por: presidente, vicepresidente, tesorero, secretario, vocales. En general tenemos expectativas altas que esperamos tener la oportunidad de cumplir y llevar a cabo de manera correcta y ordenada. Nos tomamos esto con toda la respo que amerita, sabiendo que somos la representación y la voz en conjunto de las y los estudiantes. responsabilidad y seriedad 16 18 19 UNA EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE DE AULA ABIERTA VÍA ON LINE A principios del 2020 nos propusimos trabajar sobre los lenguajes contemporáneos que circulan en las comunidades educativas de nuestra provincia. El objetivo era recuperar esas expresiones que por la vitalidad de su presente, exigen ser comprendidas y potenciadas en beneficio del ecosistema escolar. En ese marco, la primera elección parecía casi estar hecha: entre el barrio y la escuela, la plaza y el recreo, y con millones de reproducciones en las plataformas sociales, el movimiento del hip hop -que vale aclarar, contiene entre sus diferentes disciplinas al graffiti, al break dance, al rap, y a la variante improvisada que hoy nos ocupa, el tan afamado freestyle- es el protagonista estrella de los consumos juveniles de nuestra era. Ahora bien, ¿de qué forma acercarnos a ese quehacer cultural en apariencia tan ajeno a nuestro imaginario de contenidos pedagógicos? ¿Cómo posicionarnos ahí, con la palabra justa y los gestos precisos, a dialogar con algo que sucede en nuestras escuelas pero que claramente las excede (nos excede)? Nadie mejor que las y los docentes para hacer de una situación de escucha una experiencia de aprendizaje. Nadie mejor, y no hace falta decirlo, para estrechar lazos con los contenidos curriculares. En cualquier caso, el resultado de dicha visión resultó mejor de lo que esperábamos: encontramos a un profesor de Prácticas del Lenguaje de una escuela secundaria bonaerense -justamente dedicado al estudio de esta disciplina urbana- y lo invitamos a conversar en vivo con dos jóvenes productores de “batallas” de freestyle1. Unimos en un mismo escenario esos dos mundos: el adentro y el afuera de la escuela. Dejando al descubierto lo que en definitiva ya sabíamos pero a veces se nos olvida recordar: el lenguaje es una materia viva que se retroalimenta necesariamente en ambos frentes. Tanto es así que este año decidimos extender la invitación a otras voces2. Léase de raperas y raperos, léase de pedagogas y pedagogos, léase de poetas, artistas, investigadoras e investigadores. Léase de estudiantes. Todas y todos con mucho para aportar y lo que es mejor, de manera situada. Pensando siempre desde la escuela y refiriéndose a ella como productora de sentidos y lenguajes. En cuanto a la modalidad, si bien es online, el material queda grabado como para ser consultado en cualquier momento. Por lo que ahí están: el profesor de La Plata Matias Massarella junto a la profesora Agustina Airas, de Bahía Blanca, relacionando los encuentros de Freestyle con las payadas, o haciendo un paralelismo entre estos con las aventuras del mismísimo gaucho Martin Fierro; el historiador de la Matanza, Martín Biaggini, que junto a un montón de detalles históricos menciona la importancia que la democratización tecnológica tuvo para el desarrollo del movimiento urbano en las barriadas de la provincia; Andrés “Josué” Agratti, resaltando la preponderancia que los valores de respeto tuvieron en su formación como productor callejero. Ahí está la freestyler (y también docente) Ailen “Brasa” González, de Florencio Varela, que desde su experiencia y en clave política deja en claro que el Freestyle le sirvió para decir las palabras que quería decir sin sentirse juzgada. Ahí están porque el aula sigue abierta. Para seguir pensando. Lejos de los griteríos, de los prejuicios, de los intereses que muchas veces desdibujan los análisis en los estudios de televisión, y cerca, bien cerca de lo que realmente importa, cuando no se sabe de algo y lo que se quiere, es aprender Participación y nuevos lenguajes: Sobre la cultura del hip hop y el freestyle en las comunidades educativas de la provincia de Buenos Aires -por Guido Schiano Di Schecaro, Lenguajes Contemporáneos DPESec 2 Conversatorio 2. “La emergencia cultural del hip hop y del freestyle en las comunidades educativas de la PBA”: https://www.youtube.com/watch?v=k-RRy_zZd9E&t=3667s 1 Conversatorio 1. “Freestyle, Sucre, y Rap”: https://www.youtube.com/watch?v=PMe2u85RUV8 “Por eso la escuela es vivida y necesita ser pensada, es un lugar para crear espacios y actividades que permiten hacerla de muchas formas, de otras formas. En ese sentido la escuela es una posibilidad, no solo un hecho ya establecido: siempre está abierta, se la experimenta de múltiples formas, puede cambiar, conservarse, reciclarse y ser pensada de diferentes maneras. Se la construye diariamente, aunque a veces parezca inmutable, permitiendo o clausurando posibilidades (…) “Para llevarla adelante es necesario, por un lado oponerse a ciertas cosas que están instituidas y por otro, empezar a arriesgar con nuevas propuestas”. Luis Fortunato “El maestro” Iglesias Participación juvenil: notas de barrio popular y organización comunitaria - por Mariana Chaves, Camila Trebucq y Graciana Zarauza En Argentina decir sectores populares es pensar en la extensión territorial de calles entre tierra y asfalto, casas bajas, muchas de autoconstrucción, sea en material o en chapas y maderas, otras a las que se accedió por programas de gobierno, créditos inmobiliarios vinculados a cooperativas, sindicatos o mutuales. También pueden ser casas altas, monoblock, tiras o altos edificios. Se puede pensar en vericuetos de pasillos, tramas de edificios que ocupan varias manzanas; o en terrenos amplios de casa al frente o al fondo, o demarcación de la toma donde emergen construcciones provisorias que se irán fortaleciendo. Sectores populares habla de formas de vivir. No sólo de viviendas. Dice sobre trabajos no registrados, sin obra social ni vacaciones pagas. O trabajos registrados con salarios que llegan justo a fin de mes, o a veces permiten algún ahorro. O a veces tener trabajos y otras no. O trabajar a través de un programa social. Trabajar se trabaja siempre, si pensamos en la crianza, el mantenimiento de la casa o el terreno. Si no hay trabajo registrado con asignación familiar, se puede tener, para les que son menores de 18 años el ingreso por la AUH, o si hay alguna persona gestante en la familia la AU Embarazo.Todo suma para armar ingresos que puedan sostener la familia, quizás se use la Tarjeta Alimentar, o una tarjeta del banco donde está el salario para financiar gastos, o se piden créditos para alguna situación excepcional entre las No para de toser, trabajando doce horas Cobra dos monedas al mes pa’ mantener 4 personas Y no hables de meritocracia, me da gracia, no me jodas Que sin oportunidades, esa mierda no funciona WOS, Canguro, 2019 https://www.youtube.com/watch?v=l5QAOvBqT3c miles de financieras usurarias. Se combinan estrategias múltiples para parar la olla: buscando el bolsón de la escuela en tiempos de pandemia, trayendo vianda de la iglesia, combinando lo que haya de la evangélica y la católica a veces, o siendo fiel solo en una, recibiendo ropa de parientes o del roperito de la unidad básica, o comprándola barata en alguna venta o por facebook, yendo al apoyo escolar, jugando en la Casa del Niño/a, merendando o almorzando en la olla de la organización o el movimiento. La trama comunitaria sostiene la vida cotidiana, las relaciones mercantiles, estatales, de parentesco, políticas, religiosas y solidarias son los hilos que tejen accesos a recursos. En provincia de Buenos Aires decir sectores populares, es pensar en conurbano, pero también es pensar en las grandes ciudades como Mar del Plata, Bahía Blanca o La Plata con sus propias zonas empobrecidas. O en ciudades medianas como Pergamino u Olavarría, o en más pequeñas como Las Flores o más aún como General Alvear o Darregueira. Todas tienen sus desigualdades. Y ésta es multidimensional, se da a nivel estructural, interaccional e individual (Reygadas, 2004; Chaves, Fuentes y Vecino, 2016). La posibilidad del achicamiento o la resolución debe seguir un abordaje, una política, unas intervenciones situadas (Chaves, 2014; Chaves, 2021b). Ubicadas en su contexto y condiciones de posibilidad. Cuando miramos un poco los números de la población vemos que la edad funciona como un agravante de la desigualdad: a menor edad, mayor el porcentaje de indigencia y pobreza en relación al total de ese grupo de edad: que, implique, para decirlo de alguna manera, en tener la camiseta puesta del espacio. Pero también podemos leer como participaciones espacios transitados en su circuito diario donde no hay bandera propia para arriar, pero igual se es parte. Puede ser el caso de la escuela muchas veces, de las iglesias, y también de algunas organizaciones en las que se participa, pero no hacen sentido de tal manera que me ponga la camiseta, no niego estar ahí. Pero sucede que en ese espacio, en estos momentos -no olvidemos que la participación y la adscripción identitaria son dinámicas-, no me representan. Quizás no me dejan hablar, no me tienen en cuenta, siempre me piden obediencia, subordinación o sumisión. No da para ponerse la camiseta. Nos desviaríamos de la caracterización que queremos incluir a continuación si entramos en tipos de participación o tipos de relaciones de poder que se dan en espacios con jóvenes, quedará para una próxima. Ahora visitemos espacios de participación juvenil en algún barrio popular. La participación juvenil en estos territorios se desarrolla a partir de una trama de sociabilidad y socialización que hilvana diferentes espacios de estar juntos, sean educativos, culturales, deportivos, recreativos, políticos u otros, que mayormente se encuentran en el espacio barrial. Esto construye a estas juventudes como un sujeto muy ubicado en lo territorial, no anclado, no encerrado, sino que el barrio es la base de operaciones de la vida cotidiana, se sale y se entra, pero mucho se resuelve en esa trama. Vinculamos la dimensión política de estos jóvenes con las experiencias de lo barrial, y con el sostenimiento cotidiano de la vida, algunas de ellas comprometidas con disputas y luchas que buscan mayor igualdad. “Pero hay otras participaciones con menos vidriera, pero no con menos gente. Para visibilizarlas tenemos que pararnos en una concepción de participación más amplia, que contenga la noción de sentirse parte,”. “En cuanto a los grupos de edad según condición de pobreza, se destaca que más de la mitad (57,7%) de las personas de 0 a 14 años son pobres. El mayor crecimiento con relación al semestre anterior se observó en este grupo con un aumento de 1,4 puntos porcentuales; y en el grupo de 30 a 64, con una suba de 1,0 p.p. El porcentaje total de pobres para los grupos de 15 a 29 años y de 30 a 64 años es de 49,2% y 37,2%, respectivamente. En la población de 65 años y más hubo un leve aumento ubicándose en 11,9% bajo la Línea de Pobreza” (INDEC, 2021:4). Muchas y muchos jóvenes Hablar, o en este caso escribir, sobre participación juvenil en Argentina suele remitir casi como asociación automática a la política partidaria y/o la política estudiantil. Es así en gran parte porque la historia nacional está llena de escenas donde las y los jóvenes irrumpieron en el debate y el espacio público desde la política en su forma más clásica de ser pensada: explícita, organizada, en movilizaciones que ocupaban o cortaban calles, que tomaban escuelas y universidades, que hacían laburos barriales y se aglutinaban también en sindicatos. Desde las imágenes de la Reforma Universitaria del 18, de la Noche de los Lápices, el 2001 o muchas otras, nuestra memoria política tienen muchos y muchas jóvenes como participantes (Bonvillani y otros, 2008; Chaves, Galimberti y Mutuverría, 2016). Pero hay otras participaciones con menos vidriera, pero no con menos gente. Para visibilizarlas tenemos que pararnos en una concepción de participación más amplia, que contenga la noción de sentirse parte, estar inscripto identitariamente en algún espacio, reivindicarme con el nombre o la acción del lugar, institución u organización. Desde la narración juvenil debe emerger su yo siendo parte de un nosotra/os 20 21 Las organizaciones comunitarias construimos una forma posible de puesta en práctica de la participación de niñeces y juventudes en territorio. Estas experiencias son diversas, pueden presentar diferentes lógicas de acción y organización expresadas en: centros juveniles, comedores, copas de leche, sociedades de fomento, juntas vecinales, ollas populares, clubes, jardines comunitarios, organizaciones religiosas, asociaciones, centros culturales, etc. Pero tienen en común que son lugares de encuentro, construcción y aprendizaje basados en el estar ahí, el cuerpo a cuerpo. En su hacer construyen un proyecto que concibe a las prácticas de cuidado y crianza como una acción conjunta que se realiza en un medio familiar comunitario. Este medio está conformado por redes territoriales donde se vinculan y articulan los/as jóvenes, sus familias, las organizaciones sociales, la escuela, el club, las instituciones estatales y otras entidades. En el día a día, los/as jóvenes, se juntan a tocar música, a hacer deportes como fútbol masculino o femenino, kick boxing o boxeo. Antes o después de la escuela, a veces, van a talleres en centros juveniles a investigar y debatir sobre distintos temas que les interesan, a aprender un oficio o a participar de una radio barrial. Las plazas son lugares de encuentro, juego y reuniones que habilitan las charlas donde se comparten preguntas, risas y malestares. Los clubes, las iglesias y las copas de leche son espacios también de participación juvenil; quienes los transitan, no sólo están de paso sino que ofrecen su ayuda y dan una mano en los eventos que se organizan, sirviendo la leche en la hora de la merienda o acercando a familias, vecinos/as o amigos/as para que se sumen a compartir la tarde. El boca en boca es la forma en la que se invita a otros/as, acercándolos/as a estos espacios que se tornan referencia. Las y los jóvenes con los que compartimos actividades nos explican que estos lugares posibilitan diversas lógicas de vinculación, dando lugar a encuentroscon dinámicas diferentes a las que suceden en otras instituciones o espacios. En ellos se produce un encuentro más descontracturado, donde algunas jerarquías se difuminan, pero también hay otras, se apuesta a la escucha, el diálogo, el intercambio, y con todo ello a la apropiación de estos espacios como su lugar. “Cuando algo no nos gusta, no nos callamos, lo decimos. Si es necesario, salimos a la calle a manifestarlo. Ponemos en práctica nuestros derechos, no somos una generación sumisa”. (joven en Taller de comunicación) “Nos llaman generación de cristal: todo nos molesta. Lo que nos duele no es porque somos frágiles. Es necesario darle lugar a las sensibilidades y preocupaciones como puntapié para reflexionar sobre nuestros reclamos y búsquedas.” (joven en Taller de comunicación). Las propuestas políticas de estas juventudes y sus formas de participación abarcan consignas fundadas en deseos, anhelos y sueños, que van desde el reclamo de mejores condiciones habitacionales para sus barrios hasta disputas ideológicas que enfrentan la idea de una juventud despolitizada y apática. Y sobre todo la mirada y el hacer adultocéntrico. Hay quienes cuestionan los modelos de una supuesta vida exitosa y capitalista que se les impone, reflexionan sobre sus vínculos amorosos y afectivos, producen su música y otras artes donde expresan lo que piensan y sienten: quieren que su barrio tenga asfalto, que haya más lugares de encuentro y recreación, que terminar la escuela sea el puntapié para conseguir un trabajo, conseguir un trabajo en blanco, tener plata para sostenerse y acceder a lo que les gusta, que sus dudas sean registradas como preguntas a ser contestadas y no como representación de la inexperiencia. Para el cierre: escuchar, hacer lugar a su tiempo y su reclamo. Y no, no hace falta gente que labure más. Hace falta que con menos se pueda vivir en paz. Mándale gas, no te perdás, acordate en dónde estás. Fíjate siempre de qué lado de la mecha te encontrás. WOS, Canguro, 2019 https://www.youtube.com/watch?v=l5QAOvBqT3c La práctica política de las organizaciones territoriales se despliega en la vida cotidiana, donde lo vincular y afectivo tiene un lugar primordial para abordar lo comunitario. Desde esta dimensión política, el lazo solidario que los/ as hace parte de lo mismo, el acompañamiento en las trayectorias de vida, la escucha atenta y el reconocimiento del/ la otro/a como un/a igual, sientan las bases para construir un proyecto y horizonte común con escenas de experiencias igualitaristas. En el texto quisimos mostrar formas menos visibilizadas de participación juvenil que sucede en los territorios. En ellas lo cotidiano tiene un lugar central, la política atraviesa la reproducción de la vida de jóvenes permitiéndoles cuestionarse qué vida quieren y en qué tipo de comunidad levantarse día tras día. Accionar, producir discursos y productos culturales donde esas propuestas se vean expresadas. Anhelo de mejora en la reproducción de su vida cotidiana. En sus decires, en sus miradas y su hacer piden ser escuchados/as, y pelean un lugar para sus tiempos y sus reclamos AUTORAS: Mariana Chaves, Camila Trebucq y Graciana Zarauza Educadoras, docentes nivel medio y universitario e investigadoras / Casa Joven B.A, Obra del Padre Cajade, Org. Chicxs del Pueblo / Laboratorio de Estudios en Cultura y Sociedad, Facultad de Trabajo Social, Universidad Nacional de La Plata. Bibliografía -Bonvillani, Andrea; Palermo, A.I., Vázquez, M. y Vommaro, P. (2008): “Juventud y política en la Argentina (1968- 2008). Hacia la construcción de un estado de arte”, Revista Argentina de Sociología. Año 6. nº 11. -Chaves, M. (2014) “Haciendo trámites con los pibes y las familias: barreras de acceso y micropolíticas públicas”, Escenarios. Año 14 Nº 21 Facultad de Trabajo Social, UNLP. La Plata. Recuperado en: http://naturalis.fcnym. unlp.edu.ar/id/20170926014832 -Chaves, M. (2021a) “Por-venires en tiempos distópicos (o acerca de juventudes, desigualdades, pandemia, utopías, Estados, la vida, la muerte, y… ¿algo más?)” en Frank Marcon; Danielle Parfentieff de Noronha Juventudes e desigualdades sociais em tempos de crise e radicalização política. Aracajú: Criação Editora. Recuperado https:// editoracriacao.com.br/wp-content/uploads/2021/09/ colecao-n-2-f.pdf -Chaves, M. (2021b) “Pandemia, Niñez y Adolescencia en situaciones de vulnerabilidad extrema” Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia Aportes del Ciclo de Conferencias: Niñez y adolescencia, pandemia y acceso a derechos. Buenos Aires:SENAF. Recuperado https://farodigital.org/wp-content/uploads/2021/08/ Conferencias_FINAL-2.pdf -Chaves, M., Fuentes, S.G. y Vecino, L. (2016) Experiencias juveniles de la desigualdad. Fronteras y merecimientos en sectores populares, medios altos y altos. Buenos Aires: Grupo Editor Universitario. Recuperado http:// biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20171218041618/ Experiencias_juveniles_de_la_desigualdad.pdf -Chaves, M, Galimberti Carlos y Mutuverría Marcos (2016) “ ‘Cuando la juventud se pone en marcha el cambio es inevitable’: juventudes, acción política, organizaciones y Estado en Argentina”, en Vommaro, P. Cuadernos de Pensamiento Crítico, Movimientos juveniles y revoluciones sociales en el Siglo XXI, La Habana: Ruth Casa Editorial. -INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos) (2021) Incidencia de la pobreza y la indigencia en 31 aglomerados urbanos. Segundo semestre de 2020. Condiciones de vida. Vol. 5, nº 4. Disponible: https:// www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/eph_ pobreza_02_2082FA92E916.pdf -Reygadas. Luis (2004) “Las redes de la desigualdad: un enfoque multidimensional”. Política y Cultura, 22. p.7- 25 Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco. Recuperado en: http://www.scielo.org.mx/pdf/polcul/ n22/n22a02.pdf 22 23 “Esto construye a estas juventudes como un sujeto muy ubicado en lo territorial, no anclado, no encerrado, sino que el barrio es la base de operaciones de la vida cotidiana, se sale y se entra, pero mucho se resuelve en esa trama”. “Si ningún otro recuerdo hubiese de quedar en estas islas de mi presencia, sean ustedes señores, testigos que, hoy, 8 de septiembre, planto con mis manos el primer mimbre que va a fecundar el limo del Paraná, deseando que sea el progenitor de millones de su especie y un elemento de riqueza para los que lo cultiven con el amor que yo les tengo”. Domingo F. Sarmiento La Colectiva: la App que creó un estudiante de la EES N° 12 de Tigre HISTORIAS DE PATRIMONIO: pasado, presente y porvenir Nuestras escuelas cuentan con patrimonios que las habitan, se articulan con ellas, están allí productivamente, escenificando, inspirando, inscribiendo en un legado de largo aliento con la promesa de continuar vivo para las próximas generaciones. La escuela pública entrega y recibe, produce y conserva patrimonios y por ello tiene un lugar central ligando pasado, presente y porvenir. El receso invernal, un lápiz y un cuaderno fueron la fórmula perfecta para llevar a cabo la idea que hace rato rondaba en la cabeza de Máximo. Él es estudiante del último año de la EES N°12 y entendió rápidamente que su comunidad rural isleña tiene, en las lanchas el medio de comunicación con el continente. Es a través de este transporte que se permite el intercambio, el encuentro, organizar el tiempo y las coordenadas en el paisaje isleño. La falta de información sobre los horarios en que estas lanchas circulan a través del delta y las preguntas constantes ¿cuándo, a qué hora, por dónde?, hizo que Máximo se pusiera a trabajar en buscar una solución que simplificara la cotidianeidad de su comunidad isleña. Les contó a sus compañeras y compañeros y al equipo directivo sobre su proyecto y a través de la directora y la preceptora hizo circular un formulario entre toda la comunidad escolar isleña, para conocer a qué hora pasaba la lancha colectiva porlos distintos muelles. Saber cuándo, cómo y dónde pasa -por ejemplo- por la escuela era un gran indicio. En palabras de Máximo: “en la ciudad hay horarios del transporte y hay información de dónde y cómo llegar a la escuela, por ejemplo, pero acá, en la isla, llegar a la escuela es llegar al lugar más importante”. Durante algunos días envió y recibió los formularios que le permitian obtener y organizar la información “LA CABEZA PIENSA ALLÍ DONDE LOS PIES PISAN” de los horarios de las lanchas y sus recorridos. Una netbook del Conectar Igualdad, algún tutorial, aplicaciones web iniciaron este trabajo de registro y organización de datos, para luego dar forma a la programación de lo que sería “la colectiva” la primera app gratuita donde toda la comunidad tiene información sobre horarios y recorridos de las lanchas colectivas. Con “la colectiva” en marcha, ese patrimonio sigue creciendo, ampliando información, mapeando, clarificando recorridos, entrega de agua, etc. Entretejida en los lazos comunitarios la app se consolida como patrimonio, uniendo muelle, tiempos, lazos, generaciones -por Rocío Gavrila, Referente de Secundaria en ruralidad continental y de islas DPESec 24 25 DIRECCIÓN GENERAL DE CULTURA Y EDUCACIÓNSUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN DIRECCIÓN PROVINCIAL DE EDUCACIÓN SECUNDARIA Desafíos de la Educación Secundaria
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