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RELATOS DE AVENTURAS Clase de 5ºA CEIP José María del Campo Curso 2012-2013 2 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 Índice de textos y autores ¡CORRE WILLY, CORRE! Arias Hidalgo, Ramón.........................................................................3 EL DETECTIVE Y LOS CRIMINALES Benmasoud Gil, Ismael................................................6 EL SÓTANO MISTERIOSO Bentrika García-Contreras, Ismael.............................................10 EL VALOR DE LA VERDAD Calero Fernández, Aida...............................................................12 EL REGRESO A CASA Carballar Moreno, Andrea....................................................................15 LA MOMIA DEL FÚTBOL Correa Salas, Noel..........................................................................20 LA CUEVA DEL TESORO De Castro Fernández, Manuel........................................................23 EN BUSCA DEL FANTASMA González Carrasco, José.........................................................26 LA ATLÁNTIDA, UNA ISLA PERDIDA Laplaza Izaguirre, Miguel.........................................28 LOS BUSCADORES DE ESTATUILLAS López Fernández, Pedro......................................31 EL TESORO Medina Fernández, María Guojuan........................................................................34 LAS AVENTURAS DE LA CALLE Okhiria Nieto, Anthony Uyi ...............................................36 AVENTURAS DE RUGBY EN PARIS Pallatier Mesplede, Leo Lorenzo...............................40 LA PERSECUCIÓN Pavón Álvarez, Nicolás...............................................................................43 UN AMOR DESCONCERTADO EN BERLÍN Pino Castellano, Cristina.............................46 EL DESAFÍO Ramos Blanco, Álvaro.............................................................................................50 LA AVENTURA SOÑADA Rivera García, Juan.........................................................................53 LAS AVENTURAS DE LOS CUATRO Rubio Arcos, Cristian.................................................55 LA MANSIÓN ENCANTADA Sosa Corral, Alejandro..............................................................58 EL BOSQUE PERDIDO Van Lith Herrera, Celia........................................................................62 LOS NIÑOS DESAPARECIDOS Vargas Rivas, Carolina.......................................................66 ¿HOGAR OLVIDADO...? Yera Cobo, Andrea.............................................................................69 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 3 4 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 ¡CORRE WILLY, CORRE! Era el día de Navidad, Wil y toda su familia vestía de etiqueta mientras celebraban el 2020 comiendo pavo relleno. Todos contaban chistes y se reían, excepto Wil, tenía un mal presentimiento y para quitárselo de la cabeza puso las noticias. Anunciaban una nueva cura para todas las enfermedades, pero él no la quería, no se iba a inyectar nada, ¡le dan miedo las agujas! Pasados tres años todos los que se inyectaban sufrían efectos secundarios, se les caía el pelo, la piel se les ponía muy blanca, lloraban lágrimas de sangre y lo peor de todo es su apetito. Tres años después todos los que son inyectados, o como a mí me gusta llamarlos, los infectados, porque a eso no se puede decir que hayan sido humanos como yo o Wil. Yo pienso que él debe de estar contento por una parte y triste por otra; contento porque no hay nadie en el mundo que le quite el desayuno de la cafetería y triste porque no había ninguna cafetería. Wil visitó todas las casas en busca de alguien que quisiera ser su compañero no el causante de su muerte, mientras decía: - Hola ¿hay alguien? ¡Hoooooooooooooooolaaaaaaaaaa! Ya había estado en todas las casas de la ciudad. Y cuando estaba entrando en la última casa, no era una casa, eso en mi pueblo es una mansión y ¿a que nadie sabe cómo se lo tomo Wil? -Oh dios mío ¿qué es esto? ¡si parece la casa de Justin Bieber cuando tenía 20 años! Nada más entrar le saltaron dos infectados a la espalda, consiguió CEIP José María del Campo. Curso 12-13 5 quitárselos de encima, sabiendo que ellos eran más ágiles que él. Corrió como nunca lo hizo y saltó por la ventana. Cayó en la playa. Se había hecho una brecha en la espinilla, y cada gota que caía a la arena para un infectado, sonaba como para Wil cuando a la de la cafetería, se le caía la bandeja con el café y los bollos y le entraban ganas de tirarse al suelo y empezar a lamerlo. Él observaba el horizonte para ver si venía un infectado miró delante para no chocarse con nada y cundo volvió a mirar atrás todo estaba lleno de infectados volvió a mirar hacia delante y de la nada apareció un todo-terreno se abrió la puerta del coche y un brazo lo agarro por la parte de atrás de la camisa, no sabía que era lo que le había salvado porque gracias a su falta de sangre el no veía nada pero de todos modos estaba agradecido por salvarlo. Cuando despertó no sabía cómo pero estaba en su propia casa. Le había salvado una mujer llamada Linda que era una mujer bajita ,con el pelo rizado, los ojos marrones y morena, junto a su hijo que se llamaba Noel, que era clavado a su madre pero mucho más delgado, no sabía por qué pero tenía un mal presentimiento, como que se iba a arrepentir por haberles dejado habitar su casa, así que tuvo una idea: echarlos de su casa. -Fuera -así de claro se lo dijo. -¿Por qué nos echas? -preguntó Linda mientras Noel se escondía detrás de la puerta de Wil. -¡Porque me pesaba cargar con mi propia carga, no voy a cargar con la vuestra ahora! Linda dio un suspiro y golpeó la mesa. De repente unos golpes hacían temblar el suelo. Wil dio un gran golpe en el suelo que hizo temblar toda la casa. Paro de sonar y al cabo de diez segundos los golpes eran mucho más rápidos y fuertes. Wil giró la cabeza y cogió el rifle y dijo: -No bajaré solo sabiendo lo que me espera ahí abajo. Linda miró a Wil con cara de preocupación. Los dos bajaron con miedo. Wil sin pensar en su propia vida saltó apuntando hacia los dos lados, solo con el batir de su chaqueta. Algo se asustó e hizo caer cuatro botellas de vino, los dos subieron las escaleras de nuevo, cerraron la puerta con pestillo y empezaron a poner muebles delante de la puerta y dieron un suspiro. Sonó el teléfono, Wil lo cogió, pasaron diez minutos y fue cuando colgó y dijo: 6 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 -Estáis salvados. -¿Y tú no ? -dijo Linda sonriendo. -No -¿Por qué? -Porque solo os buscan a vosotros. Todos pusieron una cara triste y bajaron las cabezas. Wil rompió el silencio de la sala. -Corred. Wil cogió una granada, salió por la puerta, mientras Linda y Noel se iban, pero por todo el camino se preguntaban si Wil seguiría vivo o no. Yo sí lo sé porque ¡soy, Wil! Ramón Arias Hidalgo CEIP José María del Campo. Curso 12-13 7 EL DETECTIVE Y LOS CRIMINALES Inglaterra, año 2011,1 de diciembre. Era una noche muy fría, la niebla rozaba la acera, en la calle Park nº 37, estaba la cárcel de mayor seguridad, con más de 2000 presos. El encargado era Miguel “el temeroso”, era rubio, ojos azules, musculoso, tenía tatuajes por todo el cuerpo y era muy listo. Un día Miguel se fue un momento a su casa para ver a su mujer, Andrea, era regordeta y feilla, además de marimandona, y lo más raro, tenía bigote. -Hola Andrea, ¿qué tal? -dijo Miguel. -Muy bien, ¿ y tú? -contestó con mal humor. -Yo también estoy bien. -¿Has traído el pan? -le preguntó la mujer. -“Ups”, no, lo he olvidado -dijo con voz muy aguda. -¿Cómo?, ¿No has traído el pan? - gritó Andrea. Miguel se fue rápidamente a la prisión. Al día siguiente, no se olvidó de comprar pan y zumo, y cuando regresó a la cárcel…¡paf! Todos los prisioneros se escaparon, Miguel se volvió loco, se mordía las uñas. Cogió el teléfono, llamó al detective John, de New York, E.U. y sus ayudantes de España. -Empresadel detective John. -¡Hola clara! Os necesito enseguida a ti y John. -¿Que ha pasado? -dijo Clara gritando. -Se han escapado todos los prisioneros. -Estoy ahí en cinco minutos. Avisaré a John. -¡Si estás en New York! 8 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 -Soy la ayudante de un detective, tengo mis trucos. -Ya, ya, haz lo que sea pero rápido. Cinco minutos después, llamaron al timbre de la cárcel de mayor seguridad. Miguel se fue abrir la puerta, y ahí estaban John, alto, castaño, con una chaqueta de cuero, ojos castaños, soltero y siempre estaba fumando pipa y siempre llevaba una pistola encima y Clara, ojos azules, rubia, camiseta corta, pantalones cortos, pálida y muy dura. -Hola John, cuánto tiempo. -Ni que lo digas ¡la cárcel a cambiado! Está muy chula. -Y... hola, soy baja no invisible -dijo Clara. -Hola Clara, sigues estando tan guapa como siempre. -Qué te crees, que no se diferenciar el sarcasmo de la verdad -dijo como si estuviera enfadada. -Allá tú, te estás llamando fea. -Oye, para el carro nene -dijo con voz de creída. John intentó detener la pelea. Andrea y Miguel se pusieron de acuerdo y no se iban a pelear más. Después revisaron las cámaras de seguridad para ver quien era el culpable de todo. Vieron el vídeo pero no veían la cara del culpable, así que ampliaron más el vídeo y vieron la cara; era una persona que nadie creía capaz de liberar a todos los prisioneros. ¡Era Andrea! -¿Pero por qué les has dado las llaves a Andrea? -preguntó Clara extrañada. Miguel respondió que no. -¿Entonces como a podido liberar a los 300.387 prisioneros? -Esperad que recuerde -dijo Miguel pensativo-. Las llaves y la tarjeta estaban en la caja fuerte de la prisión, a lo mejor uno de los soldados me espiaba mientras yo ponía la combinación. -Llamaré al FBI -dijo John- y tú, Clara, llama al CNI, atraparemos a esos criminales como sea, nosotros nos encargaremos de Andrea y del soldado que la haya ayudado. Dos horas después la policía seguía buscando a los criminales, mientras Clara, John y Miguel se fueron a buscar a Andrea. -Vamos a Nueva York -dijo John. -¿Ahora? -Sí, ahora. CEIP José María del Campo. Curso 12-13 9 Cogieron el helicóptero privado de John; cinco minutos después estaban en Nueva York, fueron a una cueva a las afueras, cuando llegaron era casi de noche y estaba todo muy oscuro, a John le daba la sensación de que Andrea estaba allí. -Nos vamos a separar -dijo Clara-, tú por allí. Miguel, tú ven conmigo. Después de unos diez minutos oyeron una voz ahogada que pedía ayuda. Era la voz de Clara, estaba en peligro. -La habrán secuestrado y le habrán tapado la boca -dijo Miguel. -¿Y a qué esperamos? ¡Corre, vamos a salvarla! -dijo John. Poco después vieron una casa cerca del bosque. -Está lleno de sangre -dijo Miguel. -¿El qué? -La casa. Vamos a esperar que salga la señora o el señor “X”. Se escondieron tras unos arbustos. Una hora después apareció una mujer feilla, regordeta y con bigote, a Miguel le resultaba muy familiar, era Andrea. Cuando la mujer se fue, John y Miguel entraron sin hacer ruido, porque ellos sabían que había alguien vigilando, y así era, estaba Rafa Alto (dos metros) era castaño y odiaba a todos los buenos. Él era malo y siempre estaba muy serio. -Vaya, esto parece una mansión. -Calla Miguel, silencio, por favor. -Calla tú, ¡coge la pistola, es Rafa, unos de mis prisioneros! John y Miguel cogieron rápidamente las pistolas, le dispararon los dos a la vez, uno en cada pierna. Miguel cogió las esposas y lo detuvo. Al cabo de cinco minutos John recibió la llamada del FBI Y de la CNI, le dijeron que ya habían cogido a los 300.387 prisioneros pero les faltaba uno, John les dijo que él había atrapado al que faltaba. Miguel había atrapado al soldado que había ayudado a Andrea a coger las llaves y la tarjeta de la prisión, se llamaba Pablo y era un soldado inútil. Después de detenerle Pablo pedía un abogado o sino no iba a decir ni una palabra. Miguel aceptó y le pidió un abogado. Minutos después decidieron cuántos años de prisión le iban a poner: 38 años. John llamó a Miguel y le dijo que había localizado a Andrea, estaba en Las Vegas. Los dos quedaron en una cafetería, después cogieron el coche y se fueron a Las Vegas. En un bar vieron a Andrea y le dispararon en la pierna por todos los delitos que había cometido. Al día siguiente la iban a decapitar, tal que 10 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 así. Todos los bienes de Andrea fueron quemados y los millones fueron para Miguel. Al día siguiente obligaron a Andrea a subir a la terraza de un duodécimo piso y justo cuando se estaba arrepintiendo de todo lo que había hecho, la tiraron (en ese mismo instante). Miguel fue directamente hacía John y le preguntó dónde estaba Clara. Le dijo que estaba de paseo por la calle Park, Miguel corrió rápidamente en su busca y allí estaba ella, le miró a los ojos y se besaron. Pasados tres años Miguel y Clara se casaron y vivieron juntos. Hasta que la muerte los separe. Ismael Benmasoud Gil CEIP José María del Campo. Curso 12-13 11 EL SÓTANO MISTERIOSO Unos niños de doce años estaban jugando al fútbol en el patio del instituto cuando uno de los niños chutó muy fuerte y el balón salió fuera del campo. De repente, pareció ¡como si hubiese atravesado la pared! Se acercaron al sitio y vieron que la puerta del sótano estaba abierta. Entonces la empujaron cuidadosamente y sin que la directora los viera, entraron. El sótano estaba oscuro, había humo y olía raro, de pronto algo se movió entre las sombras de los escombros y escucharon una voz. Un hombre con barba negra, con una camiseta vieja, unos pantalones sucios y rotos les dijo con un acento raro: -¿Querrrrrreis probarrrrrrr de mi cachimba? -mientras se acercaba con la pelota en una mano y la cachimba en otra. Ellos se lo negaron con la cabeza, con los ojos muy abiertos e incapaces de hablar del susto que tenían. Después cogieron el balón y se fueron corriendo, sin atreverse a mirar atrás. Al día siguiente se pusieron a hablar de que les había parecido simpático y en el recreo hicieron como que se les volvía a caer el balón y fueron por él. Luego de ir en busca de la pelota, encontraron al hombre y se pasaron con él hablando como una media hora sin darse cuenta de que había sonado el timbre del final del recreo. El hombre los tenía entusiasmados contándoles las historias que le habían pasado en Rusia. Ya no escuchaban los ruidos de los niños gritando en el patio (porque hacia mucho que había sonado el timbre) y se fueron para la clase. El profesor les preguntó dónde habían estado y ellos le dijeron que se habían quedado encerrados en el baño. 12 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 Todos los recreos iban a verlo, el hombre fue ganándose su confianza. Un día hizo como que le llamaban, después colgó, puso una cara triste y dijo que alguien de su familia había fallecido en su país, Rusia. Les preguntó que si querían acompañarle, ellos dijeron que sí porque el hombre les caía bien. Les dijo que también les llevaría a ver un oso. Quedaron en la puerta del instituto el lunes a las doce de la noche. Se escaparon de sus casas por las ventanas y juntos fueron a aquel sitio. Allí había un coche negro. Montaron en él, dentro estaba el hombre fumando hierba, se dirigieron hacia Rusia y los tres amigos se quedaron dormidos en el viaje. Se despertaron en un sitio oscuro y frío, era una cárcel, donde se oían las gotas caer al suelo: “plic, plic, plic…” Pasaron horas, minutos, segundos, estaban agobiados pero con un poco de intriga y tenían mucho miedo. Hasta el día siguiente no vino el hombre diciendo con una sonrisa maliciosa: –¡El desayuno! Todos se pusieron en pie porque tenían hambre y vieron desilusionados que era un trozo de pan y agua. Él se echó a reír y les dijo: -Ha sido tan fácil como quitarrrrrrrle un carrrrrrrameloa un bebé. Los niños pensaron que realmente les había engañado. Entonces encendió una luz de color morado y pudieron ver que estaban en un sótano, con las ventanas tapadas con maderas, el suelo estaba con charcos y olía mal, muy mal, como a tubería de un váter. El hombre dijo antes de irse: –¡Calladitos! ¡si no os sacarrrre el oso que os prrrrometi! ¡Jajajajajajajaja! Los niños obedecieron sus órdenes. Había un colchón sucio en una esquina y se tumbaron, mantuvieron silencio, no sabían como salir. El hombre no paraba de amenazarles, les decía que les iba a matar. Cuando se fue, se tumbaron en un sucio colchón. Estaban agotados. Vieron una escotilla en el techo. ¿Podrían escapar por ahí? Intentaron hacer como una escalera humana. De repente, los niños escucharon al oso rugir, miraron para atrás y vieron una gran puerta negra. El hombre pulsó un botón y la puerta se empezó a elevar. El oso se lanzó hacia uno de los niños y…¡pum! Entonces el niño se despertó. Todo había sido un sueño, tenía abrazado su osito de peluche. A la mañana siguiente, en el colegio, estaban jugando al fútbol, uno chutó muy fuerte y la pelota desapareció misteriosamente. Ismael Bentrika García-Contreras CEIP José María del Campo. Curso 12-13 13 EL VALOR DE LA VERDAD Hugo tiene doce años, es rubio, alto, siempre lleva un chándal y es hermano de Amanda. Amanda tiene trece años, es morena y tiene los ojos marrones. Hugo y Amanda son los hijos de Carlos, un gran arqueólogo. Un día en el colegio les mandaron de deberes conocer el trabajo de algunos de sus padres. Eligieron el de su padre porque su madre era ama de casa. Su padre era arqueólogo, trabajaba en el desierto del Sáhara y ellos vivían en Estados Unidos. Cuando solo quedaba una semana para entregar el trabajo, que valía toda la nota del curso, sonó el teléfono, era su padre. Este les dijo que le habían cambiado de destino (del desierto del Sáhara al del Colorado) y ahora podría vivir con su familia. Los niños se pusieron muy contentos porque estarían con su padre y podrían hacer el trabajo. Se fueron a donde trabajaba su padre y mientras les explicaba lo que hacía, tocó algo duro, era un fósil muy raro, un animal nunca visto. Nicolás era el compañero de Carlos, tenía el pelo castaño, los ojos azules, siempre llevaba un amuleto de la suerte y tenía treinta y ocho años. Cuando se enteró que Carlos había descubierto un fósil muy raro le robó el mérito y se lo dijo a la prensa. Carlos era tan bueno que decidió no decírselo a la prensa y además si lo hacía, seguramente no le creerían. Sólo lo sabían sus hijos y Nicolás. Cuando Carlos falleció, Hugo y Amanda querían decírselo a la prensa y contar toda la verdad, pero era difícil que los creyeran. Al día siguiente, a Amanda se le ocurrió una idea, con entusiasmo le dijo a su hermano: -¡Hugo! Se me ha ocurrido algo, Nicolás tiene un criado, que se llama Jake, 14 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 y en verano siempre le pregunta donde podría ir de vacaciones; podemos sobornar a Jake para que se fuera en verano a una isla deshabitada, y cada año podríamos ir a verle para ver si ya había cambiado de idea, sobre decirle a la prensa la verdad. -¡Vale!, es una buena idea -le dijo su hermano. -Es un poco enrevesada la idea, pero está bien. Hugo y Amanda se fueron a casa de Nicolás e hicieron todo lo que se les había ocurrido. Como era febrero, tuvieron que esperar unos meses para que llegaran las vacaciones y cuando llegó junio, se fueron a la casa de Nicolás para hablar con Jake y preguntarle si ya le había dicho que se fuera de vacaciones a una isla deshabitada. Jake con una sonrisa en la cara (por que no le caía muy bien Nicolás) dijo que sí, pero le había costado un poco porque no sabía el nombre de la isla ni donde se encontraba. Cuando llegó a la isla notó que olía a limpio, a tranquilidad y a paz. Solo quería sobrevivir. Los primeros días aguantó porque tenía la reserva de comida que le habían dejado Hugo y Amanda. Si no le hubiesen dejado nada no duraría ni un mes. Pero se le iba acabando la comida, así que tuvo que coger fruta de algunos árboles. En la isla había muchos árboles pero ningún animal, solo papagayos, en ningún caso personas, aunque todavía no estaba seguro del todo. -No están tan mal, saben a fresa, plátano y kiwi -pensó Nicolás y siguió comiendo de esa fruta tan rara. Era marrón con pintitas verdes y moradas. Cuando pasó un rato comiendo empezó a estornudar y a hincharse, se dio cuenta de que era alérgico a esa fruta, dejó de comer y buscó otra. Un día pensó que le tenía que poner un nombre a la isla. Se le ocurrieron nombres como la Isla de Nicolás, la Isla Hermosa (porque era muy bonita y tenía árboles muy especiales, con hojas de diferentes colores), la Isla de los Papagayos, la Isla de la Vida… Pero pensó que era mejor no ponerle ningún nombre. Pasado un tiempo empezó a explorarla. Se preparó para la excursión porque no sabía si había alguien o estaba deshabitada. Estuvo cuatro horas andando, pero no descubrió nada nuevo y se rindió porque sabía que sería imposible que hubiese alguien por allí. Cuando pasó un año, Hugo y Amanda volvieron a la isla para seguir con el plan. Llegaron y tuvieron que andar un poco para encontrarle. A los tres cuartos de hora le encontraron, estaba hecho un desastre: tenía el pelo revuelto, mucha CEIP José María del Campo. Curso 12-13 15 barba y parecía un animal. Hugo le preguntó: -Nicolás ¿estás bien?, ¿te ha pasado algo? -No estoy bien, llevadme a mi casa -le respondió Nicolás suplicándoles. -¿Has cambiado de idea y vas a decirle a la prensa toda la verdad? -le dijo Amanda. -¡Sí, sí, diré toda la verdad! Hugo y Amanda, satisfechos y felices se abrazaron, pero su felicidad se acabó pronto... ¡les habían robado el helicóptero para salir de allí! Se desesperaron mucho. Nicolás les preguntó si tenían móviles. Ellos se alegraron mucho de tenerlos, pero al descubrir que no tenían cobertura se desanimaron otra vez. No sabían qué hacer, solo se les ocurría buscar en la isla alguna pista para saber quien había sido y dónde estaba el helicóptero. Recorrieron toda la isla y solo encontraron un pañuelo negro manchado de barro. -¡Mirad, algo se mueve! -dijo entusiasmado Hugo. Amanda se acercó al arbusto, lo apartó… ¡ahí estaba Jake! -¿Qué haces aquí? -le preguntó Nicolás. -Yo quería que tú no volvieses y por eso robé el helicóptero. -¿Dónde está el helicóptero? -le preguntó Amanda. -Detrás de aquellos árboles. Se montaron todos y se fueron a sus casas. Nicolás confesó y como a Jake lo despidieron, montó una empresa de aviones y helicópteros. Aida Calero Fernández 16 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 EL REGRESO A CASA Noelia era una niña muy divertida, fiel, alta y guapa. Tenía 11 años, le encantaban las aventuras y tenía un perro llamado Yaqui, que era muy cariñoso y muy juguetón. Noelia tenía un hermano que se llamaba Ignacio, era muy cabezota pero muy buena persona y también le encantaban las aventuras. Tenía trece años. Su padre se llamaba Manuel. Tenía cuarenta y cuatro años, era muy inteligente y se dedicaba a la agricultura. Le gustaba mucho hacer excursiones y dormir en camping. Vivían en una casa chiquitita, era de color marrón, estaba hecha de madera y era muy acogedora. Un día estaban en la “chiquitita” (que así le llamaban a su casa). Ya eran las ocho en punto y el padre de Noelia siempre venía a esa hora, ni un minuto más ni un minuto menos. Ignacio y Noelia esperaron hasta las nueve en punto y su padre todavía no había llegado. Ellos empezaron a preocuparse. Noelia le dijo a su hermano: -Ignacio me estoy empezando a preocupar, vamos a coger las mochilas y las tiendas de campaña y vamos al bosque a buscar a papa, y Yaqui que se vaya a buscarlo por la ciudad. Y así fue, cogieron las mochilas y las tiendasde campaña y Yaqui su perro se fue a buscar al padre. Pasaron tres horas seguidas caminando y no habían encontrado nada todavía, Noelia le dijo a su hermano: -Ignacio no puedo más vamos a parar y vamos a ir a esa cueva de allí que tiene sombra. Ignacio cogió a su hermana en brazos. Noelia cogió su mochila y sacó una botella de agua cuando escuchó un ruido. Se puso de pie y empezó a andar y llegó hasta una extraña roca que era dorada y resbaladiza, detrás de la roca había CEIP José María del Campo. Curso 12-13 17 algo, ella alzó la vista y vio algo negro y extraño. Llamó corriendo a su hermano y él le preguntó qué pasaba. Noelia dijo: -Hay algo detrás de esa roca. Su hermano se acercó y vio que era un niño que estaba muy asustado. Ignacio acercó su botella de agua y se la ofreció al niño. Este la cogió rápidamente y bebió mucha agua. Ignacio le pregunto cómo se llamaba y el niño muy asustado le dijo: -Me llamo Pablo y tengo diez años. Estoy perdido en esta cueva, llevo tres días sin comer ni beber. Ignacio le pregunto qué por qué estaba allí y Pablo le dijo: -Estaba buscando mi pelota que se me cayó por aquí y me llevé dos horas buscándola hasta que la encontré, pero se hizo de noche y no encontraba mi casa y no sabía cómo salir de aquí. -Tranquilo, mi hermana Noelia y yo te vamos a ayudar a encontrar tu casa. -¿Y vosotros que hacéis aquí? Ignacio le respondió: -Estamos buscando a mi padre que no ha vuelto del trabajo todavía. -Os voy a ayudar a encontrar a vuestro padre y después vosotros me ayudáis a mi. ¿Vale? Ignacio dijo: - ¿Vale? Ignacio y Pablo se fueron a buscar agua mientras que Noelia se quedó en la cueva intentando hacer fuego. Noelia no se fiaba mucho de Pablo. Al día siguiente se pusieron en marcha. Se separaron para encontrar al padre. Pablo se fue por el norte, Noelia por el sur e Ignacio por el este. Pablo tenía un secreto, se trataba de que le gustaba Noelia. Pablo iba por un sitio muy extraño, hacia frío y había mucha humedad. Siguió andando y de repente se encontró con un acantilado enorme. No tenía por dónde seguir, y no quiso volver hacia atrás porque le prometió a Noelia que encontraría a su padre. Mientras tanto, Noelia iba por un sitio muy soleado y muy bonito cogiendo frutas para Pablo y su hermano. Ignacio iba por la orilla de un lago, sacó su cantimplora que llevaba en su maleta y la llenó de una deliciosa agua para todos. Pablo seguía sin saber que hacer, le temblaba todo el cuerpo. Se acercó a la punta del acantilado para ver que había, muy asustado puso un pie adelante y un pie hacia atrás, se asomó y de repente, un ruido espantoso le hizo caer al 18 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 acantilado. Tuvo mucha suerte, antes de caerse se agarró a un palo, pero el palo era demasiado fino; no tenía mucho tiempo. Con todas sus fuerzas empezó a gritar: -¡Socorroooooo, socorrooooo, ayuda por favor! Ignacio y Noelia se encontraron mientras buscaban alimentos. Noelia tenía un oído excelente y escuchó el grito de Pablo. -Ignacio ¿has escuchado eso? -Si lo he oído, creo que es Pablo ¡vamos! Noelia e Ignacio fueron corriendo en busca de Pablo. Ignacio lo encontró y Noelia preguntó: -¿Qué ha pasado Pablo? -Pues mira, que yo iba en busca de tu padre y de repente me encontré este acantilado enorme, me acerqué un poquito a la punta del acantilado para ver lo que había y oí un grito espantoso, me asuste y me caí, pero tuve suerte porque me agarré a este palo. Pero no aguantará mucho más. Ignacio dijo: -Tranquilo te sacaremos de aquí. Noelia cogió una liana, se abalanzó y no pudo llegar hasta Pablo. Noelia se calló, pero antes de que se cayera Pablo le dio la mano. El palo crujió. Ignacio estaba harto de pensar pero seguía sin conseguir alguna idea. No sabía que hacer. Mientras tanto Pablo le dijo a Noelia: -Noelia sé que de todas formas voy a morir. Antes de que Noelia dijera una cosa, Pablo le dio un beso. Noelia no sabía que decir. De repente a Ignacio se le ocurrió una idea: cogió muchas ramas y hierbas, hizo unos nudos y pegó unas ramas con sabia de cactus y formó una cuerda muy resistente. Lo malo es que no se podían agarrar los dos porque era muy corta y no tenía más palos. Pablo le dijo a Noelia: -Noelia que sepas que siempre te he querido. Después Pablo cogió la cuerda y la mano de Noelia, él le puso la cuerda en la mano de Noelia, ella se agarró pensando que él también venía. Pablo se tiró, mientras Noelia decía: - ¡Nooooooooooo! Ignacio subió a Noelia, después le dio un fuerte abrazo. Noelia fue corriendo hasta la orilla del lago, hay estaba Pablo tirado en la arena muy herido. Noelia corrió hasta él, le quitó la camiseta y pensó “¡Qué fuerte está, tiene unos abdominales increíbles!” Le puso la mano en el pecho y sintió que su corazón seguía latiendo. Noelia llamó a su hermano y le contó que Pablo seguía vivo. Ignacio fue a por hojas para quitarle la sangre y Noelia fue a por sabia de cactus para CEIP José María del Campo. Curso 12-13 19 desinfectarle las heridas. Dos horas después Ignacio cogió a Pablo en brazos y lo llevó a un sitio de la selva muy cómodo y muy soleado. Pasados tres días Pablo se recuperó. Ignacio fue a buscar frutas mientras Pablo y Noelia se quedaron solos. Se quedaron un minuto mirándose mutuamente, Pablo dijo: - Cada vez que te veo mi corazón vuelve a ser otro diferente, mucho más nuevo, Noelia, te quiero mucho. Noelia toda roja, con un sentimiento que ni siquiera podía expresar, le dio un gran beso a Pablo. Al día siguiente fueron todos juntos en busca del padre de Noelia y su hermano. Anduvieron tres horas seguidas, vieron una casa que daba escalofríos, entraron y encontraron una cosa muy espantosa. De repente vieron una puerta abriéndose y cerrándose sola. Noelia se asustó y abrazo a su hermano y él la consoló. Después de un rato entraron en la casa y lo primero que vieron fue unas escaleras enormes y escalofriantes. Subieron las escaleras y cada vez que pisaban los escalones se oían crujidos. Llegaron hasta una habitación, Ignacio abrió la puerta y lo primero que vieron fue una mujer sentada en una silla tocando el piano, tenía el pelo moreno y muy largo, llevaba una túnica blanca. De repente dijo: -Se lo que estáis buscando. Y los niños preguntaron: -¿El qué? -Buscáis a vuestros padres . Los niños sorprendidos dijeron: -¿Cómo lo sabes? Y ella respondió: -Yo lo sé todo, pero esa no es la cuestión, la cuestión es que si queréis que os ayude a encontrar a vuestros padres ¿sí o no? Los niños muy contento dijeron: - ¡Pues claro! -Si queréis que os ayude tenéis que hacer un favor por mi ¿vale? Los niños contestaron: -Vale, ¿en qué consiste? -Tenéis que ir a la habitación 64 y coger una poción que es azul, lo malo es que hay un gato enorme vigilando la puerta, puede que tengáis suerte y esté dormido, bueno, ¿queréis hacer la misión? Los niños dijeron que sí y se pusieron en marcha, pero al cabo de un rato Ignacio cayó en una trampa. Noelia y Pablo le ofrecieron su ayuda pero él la negó y dijo que siguieran ellos y no perdieran el tiempo. Noelia y Pablo le hicieron caso y siguieron adelante. Pablo le dio a un botón rojo por curiosidad y salió una cuerda gigante que lo ató. Él le dijo lo mismo que Ignacio, que siguiera adelante y no perdiera el tiempo. Noelia le hizo caso y siguió hacia delante teniendo en 20 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 cuentalas trampas, hasta que por fin llegó a su destino, abrió la puerta muy lentamente y efectivamente, como dijo la mujer, había un gato enorme pero Noelia tuvo suerte porque el gato estaba dormido. Intentó abrir la puerta sin que se despertara, cogió la poción pero tiró un plato y el gato se despertó. Fue corriendo hacia la habitación de la mujer pero el gato corría más que ella, vio una habitación abierta e hizo como que iba a entrar pero no entró, así que el gato se lo creyó, entró en la habitación y cerró la puerta con llave. Yendo hacia la habitación de la mujer cogió a Pablo y a Ignacio. Al cabo de un rato llegaron hasta la mujer y le entregó la poción. La mujer a cambio le entregó un mapa donde estaba marcada una cruz roja en un árbol. Los niños se pusieron en camino y le dieron las gracias. Después de horas y horas seguidas caminando llegaron hasta el árbol y ahí se encontraron dos hombres. Ignacio y Noelia se dieron cuenta de que era su padre con Yaqui, su perro. Fueron a darle un fuerte abrazo mientras Pablo muy triste estaba con la cabeza agachada. El otro hombre que estaba al lado del padre de Noelia dijo: -Pablo, ven hijo mío. Pablo levantó la cabeza y miró bien a ese hombre y resultó que era su padre. Fue corriendo a darle un fuerte abrazo. Todos estaban felices. Llegaron al pueblo, Pablo e Ignacio se separaron, aunque les dio mucha pena. Mientras, Noelia y Pablo fueron al mismo colegio y siguieron con su amor. Andrea Carballar Moreno CEIP José María del Campo. Curso 12-13 21 LA MOMIA DEL FÚTBOL En New York, en el año 2012 (el año en el que acababa el mundo), un niño llamado Freki lleno de pecas, con 12 años y con ilusión por el fútbol que jugaba en un equipo llamado los Red Socks (los calcetines rojos). Él era el portero. Iban los últimos en liga hasta que vino un nuevo jugador, de repente apareció un niño lleno de vendas y muy musculoso con pasión por el fútbol: ¡Momia! Momia les llevó hasta la cima de la liga, sólo quedaba la final, y faltaban tres días para la grandiosa final, entonces Momia recibió una carta que decía: Querido Momia: 27\3\2012 A tu padre y a mí nos han secuestrado, ven a ayudarnos por favor estamos muy preocupados por ti y como me quedo sin papel, adiós. Un beso tus queridos y secuestrados padres. Al leerlo, a Momia, se le saltaron las lágrimas y se fue a casa de su amigo Freki y dijo:-Freki, tío, tienes que ayudarme. -¿Por qué Momia? ¿Te han vuelto a quitar el chocolate en el recreo? -¡No tío!, fuera de bromas, han secuestrado a mis padres. A Freki se le quedó la cara en blanco y entonces se pusieron a hacer las maletas y se fueron a Egipto, entonces Momia dijo: -Freki quédate ahí, que voy a hacer pis detrás de la Esfinge. -Vale, te espero Momia. Después de que Momia hiciera pis, se dio la vuelta y en vez de su amigo del 22 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 alma, vio una nota tirada en el suelo: “Querido huerfanito”: Soy el que ha secuestrado a tus padres y como me gusta verte sufrir, despídete de ese tal Freki. Firmado: el Diamante Rojo En ese momento se escuchó el viento frío y gritos ahogados, y de repente se oyó una risa maligna. Entonces Momia corrió y corrió hasta que dijo: -No encontraré su base y están muertos por mi culpa. Entonces se tiró al suelo y se echó a llorar. Después de llorar más o menos cinco minutos lanzó una piedra a un libro que había en el suelo y se abrió una entrada que decía: “Base del Diamante Rojo entren y limpien los pies”. Entonces dijo con aires de superioridad: -¡Qué fácil! Nada más entrar vio láser infrarrojos. Lanzó una canica y se desconectó todo y otra vez con aires de superioridad: -¡Qué fácil!, creía que solo se desconectarían los láser. Entonces anduvo, anduvo y anduvo hasta que encontró a sus padres atados a una silla con cuchillos acercándose a la espalda lentamente y a Freki cayendo lentamente a un cubo de ácido sulfúrico y entonces, de la nada, apareció un chaval azul con la frente muy grande y dijo: -¡Por fin nos encontramos, Momia! Pobre Freki, pobre Xavier, pobre Ashe, ¿no? Momia se giró y le dio con una canica hasta dejarle inconsciente, desató a todos y se fueron al partido. Todo parecía perfecto, pero entonces el avión que los llevaba de vuelta a casa, se estrelló contra la Esfinge. A nadie le pasó nada, excepto a Momia que se había roto la pierna y no podía jugar el partido. Al estrellarse tuvieron que retrasar el partido y todo el mundo los esperaba. El ambiente se quedó en blanco. De repente aparecieron los dos héroes, uno al lado del otro como hermanos. El público gritó y gritó hasta quedarse sin aliento. Ya contentos todo el mundo empezó el partido sacando los diablos rojos, corrieron la banda hasta la portería de los Red Socks donde el jugador con el dorsal 7 llamado Fiti marcó el primer gol de chilena: -!Goooooooooool! La emoción había terminado en los Red Socks. Todos tristes corrían ya sin aliento. A los 12 minutos de partido sin pensarlo, el portero de los Red Socks cogió CEIP José María del Campo. Curso 12-13 23 y corrió con el balón, después de una parada, hasta llegar a su portería donde antes de que pudiera tirar el numero 2 de los diablos rojos le lesionó. No tenían portero y el banda izquierda llamado Noel, como hace dos años había sido portero, sin pensarlo se puso. El penalti lo tiraría Freki, todos callados en el campo y ese héroe mirando el cielo donde estaban sus padres tiró un pelotazo y metió por toda la escuadra: ! Goooooooooool de los Red Socks 1-1! Ya por los 88 minutos tiraron al suelo a Freki, quien aprovechó esa falta y desde el centro del campo dejó al portero en el suelo, rebotó en el poste y de cabeza el capitán del equipo llamado Ramón metió el mejor gol de la historia. Ya en el final, el capitán levantó la copa y dijo: -Somos los Red Socks y no será nuestra última copa. En el autobús que les llevaba, en un acto de torpeza, al medio centro del equipo llamado Pepe, se le cayó la copa y el autobús la partió. Noel Correa Salas 24 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 LA CUEVA DEL TESORO Zack era un hombre de pelo moreno, alto, tenía 28 años y trabajaba de explorador. Vivía en una selva de Nepal, quería encontrar un tesoro que había en una cueva. Rockat era un tipo malo, tenía 46 años, era rubio, alto y vivía en una casa a las afueras de la selva. Cuando se enteró de que Zack quería encontrar el tesoro salió a buscarlo. Zack estaba muy nervioso porque tenía que caminar demasiado. Cuando estaba preparado, salió de su casa y se puso en marcha hacia la cueva. A mitad de camino se encontró con un montón de animales: arañas, monos serpientes, loros etc. Frunciendo el ceño, sacó de su mochila una brújula que le regalaron sus padres antes de morir, la brújula señalaba al norte, así que iba por buen camino. Después de andar un buen trecho, se encontró con Rockat, su enemigo. Zack, sorprendido al verlo, pensó que su aventura se complicaba. Rockat le preguntó con voz de pocos amigos: -¿A dónde vas? -A la cueva Haklen, dicen que hay un tesoro. -¡Eh! ¡Ahí es donde voy yo! ¿Acaso sabes que hay un tesoro? -preguntó Rockat con cara de enfado. -Pues claro que sí -contestó Zack, muy enfadado. -De todas maneras te voy a impedir que encuentres el tesoro -increpó Rockat. -Eso ya lo veremos. Zack se escondió en un matorral que olía muy desagradable, sacó de su CEIP José María del Campo. Curso 12-13 25 mochila una navaja vieja y mojada y se la enseñó a Rockat como si se la fuera a clavar en el corazón, pero Rockat cogió la navaja y se la tiró al suelo. Entonces Zack se enfadó y se abalanzó sobre Rockat, pero éste antes de que Zack le tirase al suelo salió corriendo y llegó hasta un desierto. Cuando Zack llegó al desierto sintió que la arena estaba muy caliente, vio a Rockat tirado en la arena, entonces Zack le dijo a Rockat: -Si quieresel tesoro tendrás que cansarte menos y ser más rápido. Entonces Zack empezó a caminar a paso normal. Rockat se levantó y empezó a correr, pero no alcanzó a Zack. Zack se paró, se dio la vuelta, se fue donde estaba Rockat y le dijo: - Aquí será tu fin. - ¡No! - ¿Ah no, y si te mato? - No lo harás. Entonces Rockat se levantó y salió corriendo pero se resbaló, Zack le alcanzó, sacó una pistola de su mochila y ¡pum!, Zack mató a Rockat y siguió corriendo. Cuando ya era de noche Zack acampó. Sacó de su mochila un saco de dormir, se puso a comer un poco y después se durmió. Al día siguiente Zack empezó a caminar y por fin encontró la cueva, sacó su mapa y comprobó que era la cueva Haklen. Después cogió su brújula para no perderse, porque la cueva Haklen era la cueva más grande del mundo, y su linterna, para ver por donde pisaba y se dispuso a entrar. Cuando Zack entró en la cueva vio que pisaba barro, la cueva olía muy mal y había muchos ruidos de cuando las gotas se caían al suelo. Costaba mucho andar porque había muchos agujeros, pero merecía la pena porque allí había un tesoro oculto. Mientras miraba su brújula se tropezó y se cayó al suelo, y se dio cuenta de que se le rompió la brújula y empezó a llorar un poco porque recordó a sus padres cuando se la regalaron. Al rato se animó un poco pero pensó dónde tendría que ir para encontrar el tesoro. Vio que había muchos caminos y cogió el del medio. Por el camino se encontró con una serpiente y se asustó, pero no mucho, porque en cuanto la enfocó con la linterna se metió por un agujero. Siguió andando, y casi se cae en un agujero, pero en ese mismo momento se agarró a la pared, en unos agujeros que parece que sirven para escalar. Vio que se terminaba el camino y se encontró que en una esquina había una pala y pensó que el tesoro estaba cerca, entonces 26 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 cogió la pala y se puso a excavar. Cuando estaba excavando oyó la risa de alguien. Parecía estar muy cerca y rápidamente se dio la vuelta. No había nadie, siguió excavando y por fin encontró el tesoro, se llenó de alegría, pero cuando lo iba a abrir se acordó de la llave. Se dio cuenta de que la cerradura del tesoro estaba rota, así que solo tuvo que hacer un poco de esfuerzo y la abrió. Entonces dijo: -¡Soy rico!, el tesoro está lleno de oro. Al tiempo, le entro una enfermedad y tuvo que viajar a Londres. Le operaron de emergencia y al mes volvió a su casa felizmente. Manuel de Castro Fernández CEIP José María del Campo. Curso 12-13 27 EN BUSCA DEL FANTASMA Hola amigos, soy Gabriel, tengo diez años, siempre llevo a mi perro Delta conmigo a todas partes. Tengo gafas, mi comida preferida son los espaguetis, mi deporte favorito es el fútbol. Estoy en una casa pasando el verano con mis padres. Me gusta la casa porque tiene jardín, un patio muy grande, una piscina y está en Ribadesella (Asturias). Cuando íbamos a Asturias me levantaba a las 06:00 de la mañana. Cogíamos el coche. Mi perro siempre se pone encima de mí y la mayoría de veces me mareo y paramos en la gasolinera para repostar y desayunar. Mi primo Rafa vive cerca de aquí, es alto tiene la misma edad que yo, le veo solo en verano, tiene el pelo largo y le gustan mucho los macarrones con tomate. Cerca de aquí hay una casa muy antigua y abandonada. Dicen los vecinos que hubo un fantasma y por eso la abandonaron. Mi primo y yo fuimos a visitarla aunque nos daba un poco de miedo porque nos contaron que se oían ruidos extraños y se veían luces que se movían lentamente detrás de los cristales. Pero de todas maneras fuimos. -¡Ya hemos llegado! -La puerta está cerrada ¿cómo entramos? -No sé. -Vamos a dar una vuelta a la casa por si hay una ventana abierta. -Vale. Dimos unas vueltas a la casa por si hay una ventana rota para poder entrar pero no había ninguna ventana. 28 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 -Qué raro, no hay nadie. -Qué hacemos. -No sé. -¡Mira una nota! -¿Qué pone? -Dice que han secuestrado a tu ¡padre! -¡Qué! -¿Qué haremos? -¿No sé? -contestó Gabriel. Empezamos a buscar a mi padre por toda la casa, no lo encontramos. No teníamos ni agua, ni comida, no teníamos nada. Salimos a buscar algo de comer. Nos alejamos tanto de la casa que nos perdimos. Estábamos desesperados porque se estaba haciendo de noche. Echaba de menos a mi padre pero no sabía que podíamos hacer. De pronto mi perro Delta no estaba. Delta nunca se separaba de mí, me sentía confuso. Totalmente agotado me quedé dormido sin darme cuenta. Me levanté, pero Rafa seguía dormido. Lo intente despertar. Por fin se levantó, teníamos un hambre increíble. Nos dimos una vuelta con la intención de encontrar comida. Encontramos un almendro y así pudimos saciar nuestro apetito. -¡Mira mi perro Delta! -dijo Gabriel. -A lo mejor nos pude llevar con tu padre -contestó Rafa. Le dije a Delta que buscara a mi padre. Con su olfato nos llevó a casa. Abrimos la puerta y allí estaban mi padre, mi madre y los padres de Rafa. Estaban atados con una cuerda. Rafa y yo los desatamos y felizmente nos dimos un abrazo. De pronto apareció la policía y nos contó que ya habían detenido al fantasma y que resultó que no era un fantasma, se trataba de un hombre que se hacía pasar por fantasma y se dedicaba a secuestrar a personas y pedir dinero a cambio. José González Carrasco CEIP José María del Campo. Curso 12-13 29 LA ATLÁNTIDA, UNA ISLA PERDIDA Hola, me llamo Julio Verne, hace poco que empecé a escribir este libro, os contaré todo lo que pasó. Era una mañana en Nantes, donde vivía un tal Julio Verne, escritor, no muy alto, veinticinco años, pelirrojo y en forma. Pero era un escritor sin aventuras que escribir, es decir, estaba ansioso por vivir una de ellas. Un día oyó hablar de una isla perdida, que salía cada cinco años y se hundía cada diez. Uno de esos días fue al puerto de Marsella, en el mar Mediterráneo. Esperaba a su amigo Bob, un pescador, para cogerle prestado su barco. Por cierto se me olvidó deciros que la isla se llamaba “La Atlántida”. Bueno a lo que íbamos, Bob llegó. Era un hombre no muy alto, con un solo ojo, corpulento, de unos sesenta años, pelo negro con canas y piel curtida por el sol y la sal; y tuvieron esa aburrida conversación de cuando quieres que te presten algo: -Hola Bob, ¿cómo estás? -Bien gracias. -¿Has pescado algo? -¡Qué va! -He venido a pedirte prestado el barco de pesca. Bob, algo contrariado, dijo que sí, pero que lo cuidara, porque la última vez que se lo prestó, lo dejó hecho un desastre. Bob le preguntó que cuándo saldría con el barco, y Julio le contestó: 30 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 -Mañana a las 6:00 de la mañana. Al día siguiente se retrasó la salida porque tenía que terminar de guardar las provisiones. Cuando llegó al puerto vio a Bob que le miraba con la frente arrugada, parecía enfadado. -Hola Bob. Bob no respondió. -No tienes derecho a enfadarte conmigo, no sabía que vendrías a despedirme. -¿Qué estabas haciendo? -Estaba guardando las provisiones. Y ahora, ¿me dejas irme? Julio se despidió y se marchó con su barco, pensando en su próximo destino. Dos noches después, Julio recordó que se había traído unas hojas, una pluma y tinta con las que empezó a escribir un relato de aventuras. Esa noche vio que el agua estaba un poco movida, al poco rato se desató la tormenta, entonces se aseguró de que la comida y los materiales de escribir estaban a buen recaudo. Al mirar por la ventana vio que se acercaba un tornado, en ese momento, al darse la vuelta, se dio un golpe seco y perdió el conocimiento. Cuando despertó era de día y estaba sobre una tabla de madera a pocas brazadas de la orilla, a donde llegó con facilidad. Cuando empezó a fijarse en la isla, vio que había inundaciones, que estaba totalmente al nivel del mar, rodeado de gaviotas. Todo estaba mojado y había un fuerte olor a sal y algas. Al fijarseen el suelo, entre la arena, vio que había una inmensa piedra medio enterrada donde ponía “Atlántida”. En ese momento oyó unos pasos en la arena y las gaviotas salieron volando, de repente, sin saber cómo, unas grandes y forzudas manos cogieron al muchacho. Intentó volverse pero recibió un puñetazo. Al mirar desde el suelo vio a un hombre alto, rudo, sucio de haber vivido allí, con una gran fuerza que se le notaba en sus anchos brazos. -¿Quién eres? -dijo Julio, y con una voz profunda. El hombre le respondió: -Soy Nemo, el capitán Nemo. Ya que has descubierto esta impresionante isla deberás ahogarte con ella, porque no hay escapatoria para ti. Julio entendió que Nemo tenía una forma de escapar, pero para poder encontrarla, e irse, debería hacer caso a lo que decía Nemo. -Tú te quedas conmigo para asegurarme de que no haces nada raro. A la segunda noche, Nemo se durmió tras haber estado vigilando a Julio todo el día. Julio descubrió que había algo que sobresalía del agua, corrió hacia CEIP José María del Campo. Curso 12-13 31 allí donde se encontraba una tecnología desconocida llamada submarino, que reconoció por las grandes letras que tenía pintadas: “SUBMARINO”. El agua estaba muy movida, y por eso a Julio le costaba nadar hacia el submarino. Nemo se despertó por el ruido de las olas que rompían contra las rocas e intentó ir a por él. Nemo tenía más facilidad al nadar que Julio por lo que consiguió alcanzarle agarrándole de una pierna. Julio, con la otra pierna, le dio una patada en la cara y lo dejó inconsciente. Por fin consiguió subir al submarino. Abrió la cápsula donde se encontraban los mandos y se adentró en el mar mientras veía a Nemo ahogarse. Al llegar al puerto de Marsella, encontró a Bob y le dio un abrazo, dejándole el submarino a cambio del barco que había sido destruido. Después se fue a Nantes, donde comenzó a escribir en limpio los fragmentos rotos y sucios de su relato de aventuras. Miguel Laplaza Izaguirre 32 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 LOS BUSCADORES DE ESTATUILLAS En un pueblo había un chico llamado Quique. Tenía ojos azules, cara sonriente y vestía con un chándal de pantalones cortos de aventurero. Le llamaban: “El buscador de estatuillas”. Y estos son sus amigos, que tienen más o menos 20 años: Laura; con ojos marrones, cara pensadora y vestida con una falda, camiseta Justin Beber y unas gafas bien grandes: “La aconsejadora”. Robotiqui; un robot con ojos de hojalata, cara metálica y vestido con ropa de acero: “El fuerte”. Emily; con ojos verde botella, cara graciosa y vestida con un disfraz de carnaval. Estaban en el aeropuerto para ir rumbo a la montaña: Los Pirineos. Cuando se montaron en el avión, al rato empezó a pasar algo raro y el avión descendió. ¡Había turbulencias! El motor se averió y cayeron en picado delante de una cueva. Todos los pasajeros heridos salieron del avión y el copiloto estaba con la palanca clavada en la pierna. Cogió el maletín de urgencias, mientras se curaba el copiloto. Quique y sus amigos vieron una cueva delante del avión y se fueron a explorarla. Era larga, estrecha y oscura. Notaron que les caían gotas de agua, miraron asustados hacia arriba y vieron que había estalactitas. Estaba anocheciendo y todavía no habían salido. Tenían miedo pero…, vieron una puerta formada por rocas y tierra. Entraron y se encontraron con una lumbre que se estaba apagando. ¡Estaban salvados! Pero una cosa les pareció muy rara, estaban extrañados. Vieron unas huellas en la tierra, miraron hacia todos los lados pero no vieron nada. ¿Estaría buscando lo CEIP José María del Campo. Curso 12-13 33 mismo que ellos? Decidieron coger un trozo de roca para cavar. Intentaban encontrar tres estatuillas con forma cuadriculada como la de un barco, y encontraron una salida que alguien había descubierto antes. De repente se encontraron con una de las tres estatuillas. Era de noche y todos pensaron: -¡menos mal que tenemos a Robotiqui!, él nos dará alimentos. Laura tenía ganas de seguir buscando las otras dos estatuillas que faltaban y Quique le dijo: -Vamos a esperar a que amanezca. Al rato, a la estatuilla se le iluminaron los ojos. Salió de la maleta, y saltó encima de los cuatro amigos para avisarles de que la otra estatuilla estaba cerca y la tenían que coger rápido, porque los malos estaban aproximándose. Eran tres de unos treinta años. Tenían una de las estatuillas y querían conseguir otra más, atacando a los cuatro. Pero no fue así, los amigos salieron antes, fueron entre ramas, barro... y la consiguieron antes que los malos. Les quedaba la tercera que estaba muy cerca de ellos. Siguieron a la estatua. Que les llevaba al lugar donde estaba la siguiente. Pasaron por muchas piedrecitas. Quique se cayó en un agujero, se agarró a una piedra que sobresalía, pero la piedra poco a poco se iba saliendo y el chico se cayó dando vueltas en una laguna subterránea. Hacía tanta calor que a Quique se le iba derramando una gotita de sudor y el agua se evaporaba. Quique fue agarrándose a rocas para subir arriba. Media hora más tarde ya estaba arriba. Le dio un abrazo a sus amigos. Era un abrazo inseparable. Después se fueron andando día y noche hasta que llegaron a la estación de parapentes. Robotiqui se cayó porque un pájaro le estropeó el ala y vio todo tipo de pájaros hasta que llegó al suelo. Se rompió en pedazos, sus amigos bajaron a buscarlo pero no lo encontraron. Al día siguiente fueron otra vez a buscarlo. Ya era demasiado tarde, se habían llevado las piezas de Robotiqui. Quique dijo: -Pues tenemos que ir a buscar las piezas. Vieron una tribu que tenían muchos artilugios y les preguntaron: -¿Dónde habéis encontrado todas esas piezas? -y respondieron. -¡Han caído del cielo! Quique les preguntó si podían llevarse las piezas y respondieron los de la 34 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 tribu que sí, pero que a cambio curasen a una niña que estaba enferma. Y dijeron que vale. A los dos días siguientes se fueron y formaron a Robotiqui. Le tuvieron que enseñar todo de principio a fin. Volvieron al aeropuerto y alquilaron una avioneta. Llegaron a su pueblo tres días siguientes. Tranquilos, fueron a sus casas y durmieron como nunca. Pedro López Fernández CEIP José María del Campo. Curso 12-13 35 EL TESORO Hace muchos años una familia se fue de viaje. Nicolás, el hijo mayor, tenía 10 años y le encantaba buscar tesoros. La familia se fue de viaje a primera hora de la mañana. A la madre, Ivana, le encantaba viajar a diferentes partes del mundo. Después de haber hecho todo el viaje, tras bajar del avión, se dieron cuenta de que se habían equivocado de billetes y se dieron un gran susto. El padre, Lucas, el hombre al que tanto le gustaba hablar dijo: -Entonces, ¿dónde estamos? -Estamos en una isla -dijo la hija pequeña, Lucía, a quien tanto le gustaba jugar. Lucía tenía 8 años, era bajita y tímida. -¿Qué tal si buscamos un refugio? -dijo la madre. Mientras todos se fueron a buscar un refugio, Nicolás fue a buscar y encontró un tesoro. -¡He encontrado un tesoro! -dijo gritando. Cuando se enteraron que Nicolás había encontrado un tesoro, fueron corriendo a buscarlo. -¿Qué pasa? -dijo el padre, a quien además de gustarle hablar, era muy alto, tenía el pelo castaño y unos preciosos ojos azules. -¡He encontrado un tesoro! -gritó Nicolás; un niño simpático, alto y por supuesto buscador de tesoros. Al poco apareció un hombre bajito y feo que dijo: -Soy Pedro, vengo a llevarme el tesoro. A lo que respondió Ivana, la madre competitiva, bajita y alegre: 36 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 -Pues si no me lo das te lo arrebataré. Empezaron a pelear y mientras tanto Nicolás y Lucía maquinaron un plan; pero Pedro ganó la pelea y se llevó el tesoro. -Tenemos que ir tras él -gritó Lucía, la niña bajita de ojos marrones y rubia igual que su madre.A lo lejos vieron que Pedro se metía en una cueva en el extremo de la isla, y Lucas pensó: “¡qué mal hombre y qué egoísta!” Tramaron un plan pero las dificultades para recuperar el tesoro eran muy grandes. La cueva estaba rodeada de guardianes de día y de noche. Lo primero que había que hacer era idear trampas y pensar en la forma más rápida para recuperarlo. Se acercaron a la cueva y los ruidos que hicieron despertaron a los malos que rápidamente cogieron sus armas para defender el enorme tesoro robado. La pelea entre todos duró bastante tiempo, hasta que Nicolás, en un intento desesperado por salvar sus vidas, gritó: -¡Alto! Tengo una idea. ¿Por qué no compartimos el tesoro? Todos se miraron y asintieron con sus cabezas a excepción del malo de Pedro, que como era tan egoísta, y a la vez malo, no quería ni oír hablar de esa idea. Así, en aquella preciosa isla de peces de colores y árboles frondosos de un verde espectacular, aquellas gentes pelearon por aquel tesoro. -Me llevaré el tesoro como sea -respondió el malo. -No! Es nuestro tesoro -dijo Nicolás. El tesoro olía a madera antigua. La pelea continuaba mientras que los dos niños tramaban algo para que el malo no se quedara con el tesoro. Lucía, como era tan lista, convenció al malo para que no se quedara con el tesoro. -Vale, me pensaré si podemos compartir el tesoro -dijo el malo. Por la noche la familia estaba nerviosa, sin poder dormir pensando en el tesoro. De madrugada, Nicolás se despertó y miró su reloj. La familia estaba nerviosa y esperando la llegada de Pedro. Cuando llegó dijo: -He pensado que el tesoro lo compartiremos. Como sé que vosotros habéis encontrado el tesoro y yo estaba celoso y me habíais ofrecido compartirlo, por eso os he dicho que sí. -¡Bien! -contestó la familia. Todos contentos abrieron el tesoro que contenía dinero y un montón de oro. María Guojuan Medina Fernández CEIP José María del Campo. Curso 12-13 37 LAS AVENTURAS DE LA CALLE En un día nublado y a punto de llover, salieron del colegio dos amigos llamados Alejandro y Manolito. Alejandro, acalorado y bastante cansado le dijo a Manolito: -Por fin fuera del cole, ¿no? -Sí, pero… me pregunto que estará haciendo Smoke. -Seguro que estará jugando a la consola, o haciendo los deberes. ¡Que suerte tiene de no quedarse en el comedor! -¡Oh, oh…! creo que está empezando a llover. -¡Va!, la casa de Smoke estará a media manzana. ¡Vamos! Los dos corrieron a toda prisa y consiguieron llegar a la casa de Big Smoke. “Toc, toc, toc”. Los dos llamaron a la puerta. -¡¿Hay alguien en casa?! Alguien con un pasamontañas dijo: -Por fin fuera del cole ¿no? Los chicos no sabían quién era. Intentaron abrir la puerta, pero no se abrió. Los dos amigos no pararon de gritar y seguían intentando abrir la puerta. El encapuchado reconoció sus voces y les dijo: -Tíos parad que soy Smoke, Big Smoke. 38 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 -¿Y que haces con un pasamontañas? -preguntó Alejandro. -Es que estoy huyendo de la banda de Rubén. A lo lejos vieron a Rubén con un bate de beisball, y con una cara bastante amenazadora. Se acercó y les dijo: -¡Ya os tengo malditos renacuajos! Los tres amigos se espantaron al verle tan enfadado con el bate en la mano. Manolito tartamudeando y tan pálido como un vampiro le pregunta: -O.., o.., o.. oye, ¿podemos hacer esto de otra forma? ¿No? Rubén rojo como un tomate y con voz ronca les grita: -¡Por que sois tan imbéciles, sobre todo tú! -¿Quién? -pregunta Alejandro muy decidido. De repente Big Smoke, rápido como una serpiente, dio un empujón a sus amigos fuera de la casa y exclamó: -¡Lo siento, pero no quería que me pegaran! Big Smoke estaba triste y desolado pero a la vez un poco contento de que no le hubieran pegado. -¡Vamos! -grita Alejandro a Manolito mientras corren hacia las bicis. A los cinco minutos, ya sudando, le pregunta Manolito a Alejandro: -¿Alex, por qué dábamos vueltas?, y lo que mas importa… ¿¡Dónde estamos!? -Tranquilo, tranquilo vamos a la casa de Antonio. -¡Qué! Tu estás loco… ¡Bueno vamos! Los dos se dirigieron a la casa de Antonio, pero cuando creían que ya estaban llegando, aparece Rubén por detrás de la casa y les grita: -¡No! No entréis. -¿Por qué? -le pregunta Manolito aturdido y en posición de escape. -Yo de pequeño entré ahí y me amenazó con matarme, primero me lanzó contra la pared y me puso una navaja en el cuello, menos mal que vinieron mis amigos. -Mentira cochina. -afirmó Alejandro mientras aparcaba su bici. Manolito confuso le dice a Rubén: -Por favor acompáñanos. -Bueno… solo por esta vez. Manolito, hurgándose la nariz, le preguntó a Rubén cómo salió de detrás de la casa. Rubén lo ignoró como si hablara con la pared. CEIP José María del Campo. Curso 12-13 39 Los tres chicos entraron en la casa solo para buscar comida. Cada paso se oía por culpa de las tablas de madera viejas y cuando entraron en la cocina se oía el ruido de las ratas y decidieron ir al pasillo. -Jo tío, huele a sobaco de anciano -dijo Alejandro con cara vomitiva. -¡Qué va!, si no es tan malo. Un día escondí un yogur en mi cuarto, lo huelo pero no lo veo. -Eres un caso perdido. Por cierto, ¿dónde esta Rubén? Los dos amigos corrieron al dormitorio, y se lo encontraron encadenado y herido. -Iros de aquí “echando leches”. -les dijo Rubén con voz floja y desolada. La puerta de madera vieja y destartalada chirrió abriéndose lentamente. Rubén les dijo que se escondiesen debajo de la cama y lo hicieron reptando como una higuana. La puerta se abrió por completo y resultó ser un gato con pelo sucio y enredado, que caminaba lentamente para subirse a la cómoda. En ese momento se escuchó en la planta de abajo un ruido parecido al de una motosierra y el gato con los pelos de punta, saltó por la ventana muy asustado. -¡¡Maldita sea, desatadme rápido y salgamos de aquí!! -gritó Rubén desesperado intentando romper las cadenas. Alejandro, golpeando la cadena con una llave inglesa intentaba abrir las cadenas. Manolito, torpemente, salió de la casa, pero en el camino se encontró a Antonio. -Chico, no saldrás de aquí con vida. -¡Anda ya! Manolito hizo lo más valiente de su vida... ¡correr despavorido por toda la casa casi abandonada! Gracias a su apreciable vista, encontró un agujero en el que se metió y escapó de la casa buscando su bicicleta. Roxo, el perro de Antonio, estaba dormido pero con el simple sonido de la cadena de la bicicleta abriéndose se despertó. -Oh dios... por favor perrito -dijo Manolito temiendo que el perro le causaría heridas graves. El roadbeiller se dirigía hacia él pero estaba atado. Manolito corrió con todas sus fuerzas hacia la casa de Noelia, que era donde se reunían las chicas. Mientras en la casa de Antonio: -Bueno...si ese enano estaba arriba los otros también deberían de estar. 40 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 Antonio solamente se equipó con una escopeta de plomos, lo que en él es muy raro. Subió por las escaleras lentamente y se escuchaba el crujido de los escalones. Noelia, Alba y Manolito llegaron a la casa de Antonio cuando él ya estaba en la planta de arriba. Las chicas hicieron demasiado ruido abajo y Antonio no tuvo más remedio que ver lo que pasaba en la planta de abajo. Los chicos aprovecharon para subir y salvar a Rubén pues tenían unos alicates bastantes fuertes para romper la fina cadena que retenía a Rubén. Todo el grupo quemó la casa de Antonio con él dentro. Manolito fue corriendo a coger el teléfono para llamar a la policía y en cuestión de segundos llegaron. Detuvieron a Antonio y lle dieron las gracias a los chicos por haber atrapado a ese delincuente. Gracias a su inteligencia consiguieron llegar a sus respectivas casas. Anthony Uyi Okhiria Nieto CEIP José María del Campo. Curso 12-13 41 AVENTURAS DE RUGBY EN PARIS Nami, un niño de seis años, vivía en Mont-de-Marsan. Un día, se fue a una tienda de deportes con su padre Françoisy su madre Sylvie. Nami vio un balón de rugby, le entró ganas de probar este deporte y se apuntó a clases. Le gustó mucho y se hizo buen jugador. Rápidamente, Nami quiso ser jugador de rugby profesional, pero su padre no quería. Quería que fuese tenista . -Debes de ser tenista -dijo François a su hijo. -Tengo que ser jugador de rugby -respondió Nami. -¡Sí eres demasiado flaco! -¡No necesito ser fuerte para este puesto de media mélée, papá! -¡Ah sí, pues demuéstramelo! Se fueron los dos al campo de rugby . El padre se quedó pasmado y dijo: -Vale, tu ganas. Me has convencido. Así pasaron unos cuantos años. Cuando cumplió 19 años el entrenador Guy Bonnifas le dijo: -Nami, tu juegas muy bien al rugby, ¿te quieres venir a jugar a mi equipo? Podrías ser profesional y además te podrían seleccionar en el equipo nacional. Nami era pequeño y sus amigos se reían de él, porque de verdad era pequeño. Pero aunque lo fuera, a él no le importaba porque se metía por cualquier agujero en la defensa del equipo contrario. Cuando jugaba, siempre llevaba un brazalete negro en honor a sus abuelos que murieron unos años antes. Hizo partidos, partidos y partidos hasta que se clasificó para la copa del mundo en el equipo nacional. Llegaron hasta la final contra Nueva Zelanda. Pero, un día antes de la final, se perdió en París. Nami, paseaba solo por las calles y se encontró con los padres del jugador 42 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 que no había sido seleccionado por su culpa. Porque Nami era mejor que él. Esa gente lo quería matar para que su hijo tuviese la oportunidad de jugar esta final. Este día, de repente lo cogieron y lo llevaron a un lugar misterioso y escondido de la capital. Olía a ratas y se escuchaba el agua del río que se chocaba contra la pared. Le agarraron una cosa a su pié, que no sabía lo que era. -¡Soltadme! -grito Nami. -Estamos muy cerca de la victoria -dijeron los malos. -¡Y qué! -¡Pues que queremos ganar! -dijo con una sonrisa malvada el malo. Namí se dio cuenta que ganar para ellos era eliminarle, para que jugará la final su hijo. También se dio cuenta que lo que le agarraron al pie eran, ¡pesas! -¿Que me vais a hacer? -Matarte. -¿¡Como!? -Agarraremos las pesas y te tiraremos al agua, así no soportarás el peso de las pesas y te hundirás. Y lo tiraron al agua. Al caer, Nami se agarró al borde pero Antoine, le pisó la mano y Nami se cayó al agua. Él alucinó, ¡las pesas eran de madera! Nunca había visto pesas de madera. Pasó un barco y Nami escapó por poco a las hélices del barco. Intentó nadar pero con las bolas de madera se le complicaba la cosa. Una vez fuera del lugar misterioso, los malos, viendo que las pesas eran de madera, no lo dejaron salir del río. Entonces Nami rompió un trozo de madera de las pesas y se lo lanzó como si estuviera jugando a los bolos. Logró escapar pero se quedó solo, sin nada que comer, y sin una sola moneda. Mojado, desesperado y llorando vio un estadio y le volvió la esperanza, pero era el estadio de Racing Metro. Entonces, Nami continuó andando por la calle, y se encontró con un hombre de unos 80 años, vestido de Ninja. El hombre no se veía muy bien por culpa de la niebla. De repente salió de la niebla, preparado a luchar. Pero cuando vio las cachas y los músculos de Namí, se fue corriendo, gritando: -¡Ahhhhhhhh! Namí suspiró y dijo: -Todavía hay gente anormal en el mundo, pero que le vamos a hacer. Pasó un grupo de gente, él corrió hacia ese grupo y se dio cuenta que CEIP José María del Campo. Curso 12-13 43 conocía a todos. ¡Aquí estaba su mejor amigo! Eran los jugadores de su equipo, entrenando para la final. Se puso a correr y a entrenar con ellos. ¡Que alegría! Por fin llegó la hora del partido. Namí estaba contentísimo. Empezó la final en un estadio lleno hasta las banderas. Vincent Clerc, compañero de Nami hizo desgraciadamente una falta y Nueva-Zelanda marcó 3 puntos. Algunos minutos después, ¡cuidado! se escapa un jugador neozelandés y... ensayo, transformado enseguida… 0 – 10. Al minuto 25, Nami se metió por un agujero y ¡ensayo de Nami! 7-10. Justo antes antes del descanso, otro ensayo de Francia, de mano de Trin-dhuc, pero Nami no lo transformó. 12-10. Fin de la primera parte. En la segunda parte, metió un drop Nueva Zelanda: 12-13. Así perdió Francia la final de la copa del Mundo. Como dice todo el mundo, gana él que se divierte y sus padres le dijeron a Nami, consolándolo: -No pasa nada, ganarás la próxima copa del mundo. Leo Lorenzo Pallatier Mesplede 44 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 LA PERSECUCIÓN Unos amigos y yo fuimos de vacaciones a Miami Beach. ¡Uh perdón!, se me olvidó presentarme: soy Nicolás y mis amigos son Alex, Marco y Uyi. Os los describiré: Nicolás (o sea yo) soy bajito, de pelo castaño y con ojos marrones. Soy rápido y mi piel es de color tostada. Alex es listo pero tonto, su pelo es castaño y los ojos marrones. Uyi es fuerte y algo despistado, su pelo es moreno y sus ojos marrones. Marco es bruto y tonto, no tiene delicadeza con nada pero es mi amigo. Tenemos cada uno 12 años. El escenario era cálido y muy habitable. El cielo azul, sin ninguna nube. La arena está caliente y te duermes al instante, pero lo mejor es el mar caliente por una parte y por otra fría. Después de bañarnos fuimos al hotel para secarnos y ducharnos. Esa tarde nos había invitado una estrella de cine porque habíamos ganado un concurso que echaban en la tele y el premio era conocer a la superestrella Álvaro Ramos Blanco. Llegó la hora y fuimos al restaurante “La Serpiente Floja”. Sin querer nuestros amigos tendrán que huir de la policía por un accidente del ordenador. Nuestro archienemigo Jesús, ha vuelto y ha saboteado el ordenador de la policía para que nos lleven a la cárcel y él sea el que conozca a la estrella “Álvaro”. Nuestros amigos tendrán que irse dejándolo todo al Amazonas. El Amazonas. Nicolás, Alex, Marco y Uyi llegaron al Amazonas, ese lugar era húmedo y poco conveniente y era muy triste, olía a animales muertos. CEIP José María del Campo. Curso 12-13 45 Nicolás dijo ¿qué es eso que brilla? ¿oro? y Marco cegado por la avaricia se metio en un templo de oro . -¡No! -dijo Nicolás. -¡Hay que rescatarlo! -dijo Uyi. Y entonces los tres muchachos se metieron en el templo de oro. -No se ve nada -dijo Alex. -¡Encended la linterna! -dijo Uyi. -¡Vale! -dijo Nicolás. -Pues ya estas tardando -dijo Alex. -No le quedan pilas -dijo Nicolás. -Jope hermano -dijo Alex. -Un momento creo que tengo otra en la mochila -dijo Uyi. -¡Pues corre sácala! -dijo Nicolás. -Vale ya, la saco pesado -dijo Uyi. -Oh, oh -dijo Alex. -Que pasa -dijo Nicolás. -Hay unos ojos raros -dijo Marco. -¡Ah! -gritaron los tres a la vez. -Idiotas soy Marco. La vuelta. Los niños salen del Amazonas y se dirigen a New York para rencontrarse con un amigo que puede ayudarlos. Al llegar a casa de su amigo Henry, les preguntó el nombre y Nicolás descaradamente le dijo: ¡abre! Henry lo reconoció y lo dejó entrar. -Qué pasa -dijo Henry. -Venimos a pedir ayuda -dijo Alex. -De qué tipo -dijo Henry. -Porque nuestro archienemigo -dijo Uyi. Y Henry le interrumpió: -Jesús ha vuelto ¿No? -Si , ha vuelto. -Creía que lo mandaste al inframundo. -Y yo también amigo Henry -dijo Marco. -¿Qué hacemos? -pregunto Alex. -Hay que idear un plan. 46 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 -Cual -dijo Nicolás. Marco y Alex dijeron a la vez lo pensaremos mientras comemos. -Vale me parece bien -dijo Henry. -Yo preparo la comida -dijo Nicolás. Mientras Nicolás hace la comida los niños jugaban a la WII -¡La comida! -dijo Nicolás. -¿Qué hay de comer? -preguntó Alex. -Hay macarrones a la carbonara -dijo Nicolás. -Me he encantan -dijo Uyi. -Bien -dijo Marco. -Y de segundo -dijo Henry. -Sorpresa -dijo Nicolás. -Vamos a hacer barbacoa -dijo Uyi. -Si -dijo Marco. -Pues vamos a que estamos esperando -dijo Alex. -Ahora a por Jesús -dijo Nicolás. -Los chicosfueron a Miami Beach a por Jesús. Los chicos vencieron a Jesús y se fueron a conocer a la estrella Álvaro Ramos. Nicolás Pavón Álvarez CEIP José María del Campo. Curso 12-13 47 UN AMOR DESCONCERTADO EN BERLÍN Al principio del año 1946, una pareja se dividió. Mila, la chica, tenía veintidós años, tenía el pelo castaño y unos grandes ojos verdes que conquistarían a cualquier persona y, con muchas posibilidades de triunfar en la vida. Mila, siempre llevaba encima un colgante muy especial que le regaló su madre y que venía de generación en generación. Max, el chico, que también tenía veintidós años, tenía los ojos azules y una sonrisa que conquistaba a todas las chicas de allí. Era leñador y tenía un buen futuro en su vida. Mila y Max, para avisarse de algo siempre se tocaban la ceja y eso les decía que algo pasaba o que tenían que irse de algún lado a otro. Fue en Berlín, cuando la ciudad se dividió en dos; Mila vivía en la parte oriental y, Max, en la occidental. Mila, tenía un admirador secreto, que mataría a toda la ciudad solo para enamorarla. Este era al mismo tiempo el aliado de Mainfhurer y vivía con él en su palacio. Él se llamaba Lukas; era un joven inglés con demasiada maldad en su mente y que nunca nada le salía mal; todo menos su amor hacia Mila. En aquellos tiempos Berlín era una ciudad de más de cien mil habitantes, gente honrada y muy trabajadora y, hasta entonces, una ciudad muy alegre. Ahora las cosas habían cambiado, tanto por el muro que había separado a las familias y amigos, como por lo de Mainfhurer, el sobrino de Hitler que gobernaba el país. Un día, Mila salió a hacer la compra, pero algo pasaba, había algo raro. Al 48 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 día siguiente Max fue al bosque a por leña, como todos los días. De repente Max tuvo el mismo presentimiento que Mila, y no pudo retener esa ira que le venía. Tres días después, Lukas pidió a Mainfhurer un día libre para ir a ver a Max. Cuando llegó a casa de Max, llamó y dijo: -Soy Lukas, abridme si tenéis coraje. Max abrió la puerta y dijo: -¿Qué haces aquí? -Vengo a hablar contigo. -¿De qué? -De Mila. -Está bien, pero no digas nada a nadie. Pasa, te prepararé un té. Lukas entró y empezaron a hablar: -Verás... -dijo Lukas. -¡Déjalo ya! ¡Ve al grano! -¡A mi nadie me habla así! -Lo siento mucho; mira, quiero mucho a Mila y no quiero que le pase nada. -Te entiendo, yo también la quiero. -Toma el té. -Gracias. -Bueno, ¿qué es lo que querías? -Verás, como ya te he dicho antes, yo también quiero a Mila, y quiero que la dejes en paz. Entonces Max se quedó asombrado y no supo que decir. -Ah... Pero… ¿Porqué? -dijo Max. -¡Porque la quiero y la quiero para mi! -Mira, Mila es mi chica, es lo único que tengo, y lo único que tendré. -Max déjalo ya, no sabes lo que haré si no me la das y te recuerdo que soy Lukas, el aliado de Mainfhurer. Me voy y quedas advertido. Max se quedó pensativo. A continuación, cuando Lukas se fue, salió disparado a casa de Mila, pero como no podía pasar a la parte oriental, quedaron en el único lugar en el que podían verse. -Vale, ¿qué está pasando aquí? -preguntó Mila. Max se lo contó todo y acordaron salir de Berlín. Una vez fuera, ambos estaban preocupados por si su relación pudiese estropearse con todo lo que estaba pasando, pero nunca se rindieron y siguieron intentándolo. Cuando ya casi habían llegado a su destino, Mila se dio cuenta de que le faltaba algo: su colgante. Volviendo a la casa a por él, oyeron un extraño ruido, un CEIP José María del Campo. Curso 12-13 49 ruido de mandíbula que solo Lukas sabía hacer. Ambos se asustaron porque sabían que nadie más podía hacer ese ruido; y estando en lo cierto, Lukas les sorprendió. -¡Ah-ah-ah! mira a quien tenemos aquí… Max, te advertí de esto y no me has hecho caso. En ese momento se dieron cuenta de que Lukas tenía todo planeado y que había robado el colgante. Entonces, dos hombres se escondieron detrás de una planta e intentaron coger a Max por la espalda. Este intentó defenderse, pero no pudo hacer nada. -¡Mila, dile a Lukas que aceptas, que irás con él! Pero Mila no le hizo caso e intentó salvarlo. -No te molestes Mila, no vas a conseguir nada, llevo mucho tiempo planeando esto y nadie me lo va a impedir. Si no quieres problemas, ven conmigo. -¡Nunca! -dijo Mila. Unos minutos más tarde, llevaron a Mila y a Max a un sitio muy raro donde los tuvieron retenidos varias horas; después de todo eso apareció Lukas diciendo: -Esto es lo que haré con vosotros, os llevaré a mi campo de prisión donde trabajaréis separados para la eternidad, u os mataré a los dos. Vosotros elegís, pero no tardéis, y si no lo tendré que elegir yo. Veréis, también estaba pensando en envenenar a Mainfhurer, porque… -Preferimos trabajar en el campo de prisión -dijo Max interrumpiendo a Lukas mientras que cerrando los ojos pensaba ya en su plan de huida. Lukas aceptó su decisión, pero como estaba tan enfadado por su interrupción, ordenó a sus hombres para que los llevasen a un lugar oscuro antes de su larga y dura rutina. Entonces Mila miró a Max y ambos se tocaron la ceja . -¡Ahora! -gritó Max corriendo hacia la salida. Entonces dos hombres gigantes se abalanzaron hacia Mila sin dejarla escapar. Max se dio cuenta y se fue corriendo hacia Mila, aunque nada salió bien. De repente las luces se apagaron, y cuando se encendieron no había nadie excepto Max y Mila; pero, eso no era lo peor, un gas oscuro y amarillento salía de unos tubos en las paredes que poco a poco los durmió. Cuando se despertaron estaban en una celda. Se hacían preguntas como que dónde estaban y cosas así. Se sentían mareados, no podían ni moverse; se encontraban extraños, no se acordaban de nada; pero, sobretodo por el lugar en 50 CEIP José María del Campo. Curso 12-13 el que se encontraban: no les gustaba su celda, era diminuta, como de unos cinco metros cuadrados y muy oscura. Entonces entró un rayo de luz por las rejas de la ventana y vieron algo: a Lukas envenenando a Mainfhurer. Intentaron impedirlo pero su cuerpo no se lo permitía. Y ahí fue cuando se dieron cuenta de todo, del plan de Lukas. Empezaron a recordar cosas: el humo, el plan, ¡todo! Después de un largo día, Lukas se acercó a la celda y les invitó a cenar. Mientras comían observaron el líquido que estaba bebiendo Mainfhurer: era el veneno. Este, cuando se empezó a sentir raro, se fue a la cama, mientras Lukas intentaba no sonreír y se llevó a Max y a Mila al cuarto de Mainfhurer para que vieran su cara de sufrimiento a la hora de partir. De repente, Mila vio un cuadro en el que estaban ella, su padre y Mainfhurer. ¡Era Mathías! Mila recordó, y comprendió; Mathías y Mainfhurer eran la misma persona. El mejor amigo de su padre. -¡Mathías! -dijo Mila. Mainfhurer sorprendido pensó en la única persona que sabía su nombre y preguntó: -¿Quién eres tú realmente? -Soy yo, Mila; Mathías créeme. -Si de verdad eres Mila, ¿dónde está el colgante de tu madre? -dijo Mainfhurer casi llorando. Entonces Mila, sin pensarlo dos veces se lo quitó a Lukas del bolsillo. -Aquí, aquí lo tengo -dijo Mila. -¡No, no puede ser! He malgastado mi vida haciendo el mal todos estos años -contestó Mainfhurer. Durante unos minutos se quedó pensando en todo lo que había hecho, y se arrepintió. Entonces Lukas quiso reaccionar a todo esto y gritó: -¡Señor! ¡Mainfhurer! -¡No! ¡Yo me llamo Mathías! y no, no volveré a ser como fui. Más tarde, Mathías, a punto de morirse, ordenó destruir el muro y liberar a todas las personas prisioneras por la traición de Lukas; y además, ordenó encarcelarlo y por muchos años se quedó en prisión. Cristina Pino Castellano CEIP José María del Campo. Curso 12-13 51 EL DESAFÍO Había una vez, hace tiempo, cuatro niños que eran muy amigos. Álvaro, el más bajito, llevaba siempre ropa normal, era listo y poco atrevido; Sami,
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