el arte, la cultura y la educacion - MENDEZ HERRERA LUISA FERNANDA

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El arte, la cultura y la educacion 
La educacion fue uno de los proyectos más importantes de la Revolución. Álvaro Obregón fundo la 
Secretaria de Educacion Publica en 1921 y puso al frente de ella a José Vasconcelos. 
Vasconcelos concibió y dirigió la SEP como un gran proyecto nacional, de enseñanza práctica y técnica, 
como medio para abolir la explotación de los más débiles y para que la cultura elevara el nivel espiritual 
de los mexicanos. 
Vasconcelos concedió especial atención a la educacion básica en áreas rurales y campesinas. En los 
programas incluyo las lenguas indígenas. También mando a reparar escuelas en malas condiciones y 
construir nuevas. Para diciembre de 1923, funcionaban ya 12814 escuelas, atendidas por 24 019 maestros 
y con una matrícula de 986 946 alumnos. 
Vasconcelos tenía una visión optimista del potencial humano histórico y cultural de México como un país 
mestizo. El mestizaje cultural mexicano se dejó de considerar defecto y se le concibió como una riqueza: 
por ello la Revolución rescato las expresiones artísticas populares, expresiones espontaneas del pueblo, 
sus necesidades civiles y religiosas, básicas para entender la identidad nacional. 
El muralismo mexicano: Los muralistas captaron muy bien como la Revolución Mexicana transformo 
nuestro país y lo expresaron a su modo; los sucesos de las luchas fueron uno de los temas principales 
que plasmaron en los grandes murales. 
La literatura: Cada mexicano que vivió la Revolución tuvo una o varias historias que contar. Hubo 
escritores que se valieron de la novela para dar a conocer sus vivencias. Hablan de la ambición de 
muchos de los caudillos, de que la mayoría de la gente no sabía por qué se levantaba en armas y de otros 
aspectos de la Revolución. 
La música y la danza: En la Revolución se desarrolló en México un género musical llamado corrido. Se 
trata de versos acompañados de música que narran las batallas, anuncian los fusilamientos y alaban o 
critican a los caudillos. 
La danza también plasmo el nacionalismo. Las polcas y los jarabes abrieron paso a una danza más 
académica que se presentaba en los teatros.