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1 INTRODUCCIÓN AL PROFESORADO DE HATHA VINYASA Y MEDITACIÓN Observa todos los caminos detenidamente y de cerca. Pruébalos las veces que lo consideres necesario. Entonces, hazte a ti mismo esta pregunta: ¿Este camino tiene corazón? Si lo tiene, el camino es bueno. Si no, no sirve para nada. Carlos Castaneda A veces las palabras que ha dejado escritas otra persona, aun a través del tiempo y la distancia, nos llegan con más energía y cargadas de mayor sentido, que las que solemos escuchar cotidianamente la mayoría de nosotros. No importa, entonces, que en este momento estemos interactuando a través de un apunte escrito: nos gustaría que pudieras sentir la gratitud y el entusiasmo que experimentamos, quienes conformamos esta Escuela, al comenzar a recorrer este camino juntos. Ojalá también sea para vos, como lo es para nosotros, un camino con corazón. Un camino, desde luego, que no está exento de desafíos, pero en el cual, precisamente por el entusiasmo, la confianza y el amor que nos guían, todo lo imposible se transforma de manera gradual en posible, y tan sólo un poco más tarde, en algo real. Al menos en este momento, no será tan relevante la experiencia previa – si hace años que practicas y estudias o si este es tu primer contacto – sino más bien una cualidad que solemos extraviar con mucha facilidad: el volver a experimentar con sencillez y asombro la realidad. Porque si se despejara tan sólo un poco nuestra percepción o lo consideráramos con tranquilidad durante unos momentos, volveríamos a descubrir que es una maravilla el hecho simple y desnudo de existir: el hecho de tener unos instantes más de vida, el poder sentir este cuerpo, esta respiración, este pensamiento que traduce palabras escritas; percibir toda la realidad que te rodea y de la cual formas parte, ¿no es acaso algo asombroso? Volver a mirar con los ojos del principiante, volver a experimentar como lo hace un niño; esto mantendrá nuestro corazón palpitando vitalmente, nos alimentará de un sentido interior como lo hace el aire fresco. Si no, allí donde hay experiencia pero no corazón, el camino se pierde fácilmente en la rutina o el orgullo. Y algo que quizá descubramos juntos, es que más allá de la experiencia que se posea, lo cierto es que una de las características más asombrosas de esta disciplina es que se puede ahondar indefinidamente en cualquiera de los aspectos que la conforman. Tal cual como cuando avanzamos hacia el horizonte, con cada paso que damos, éste siempre se extiende un tramo más, así el yoga promete una aventura inagotable en la que cada paso es un encontrar, cada vez con mayor profundidad, aquello que intuitivamente aspira nuestro corazón. Todo lo que le entreguemos al Yoga, no es sino entregárselo a la parte más sagrada de nosotros mismos; y todo lo que nos entregamos a través del Yoga, vuelve incrementado en sanación, en armonía, en confianza y entusiasmo por la vida, la nuestra y la de todo lo que nos rodea. Porque, practicar Yoga – como cualquier otro camino con corazón – es cambiar el mundo. Y esto puede sonar exagerado, pero sólo nuestra entrega dirá hasta qué punto era así o no. Dentro de este Profesorado recorreremos algunas sendas, tanto a través de la práctica como también del estudio teórico, siempre intentando vincular ambos abordajes de manera constante, para ir profundizando en algo que llamamos “comprender”. En efecto, no sólo buscaremos a través de la práctica participar de situaciones en donde se despliegue un momento de experiencia personal y directa, de modo que esa vivencia vaya actualizando y profundizando los registros previos que ya existen en la memoria. Tampoco buscaremos solamente a través de la teoría aclarar y delimitar el uso de los conceptos utilizados y entender cómo estos se articulan en una especie de teoría general sobre la realidad o sobre una porción de ella. Comprender no es meramente tener una serie de registros vivenciales, como tampoco sólo tener claridad conceptual, un simple estar enterado de lo teórico. 2 Comprender hace referencia más a un proceso sin final en donde se van integrando la vivencia y el orden conceptual, teoría y práctica, para poder incorporar y aplicar lo aprendido a la resolución de nuevas situaciones. Así, luego de transitar cierto tiempo estas sendas a través del camino en espiral de la comprensión, quizá un día nos asombremos descubriendo que podemos manejarnos con destreza y discernimiento en cierto territorio del Yoga, o lo que es casi lo mismo, de la vida. Porque en última instancia, el Yoga no es sino vivir la vida misma con conciencia y armonía. Nos adentraremos entonces en la exploración de esta tradición milenaria para darle vida, a lo más profundo y esencial de su mensaje, en el contexto de nuestra existencia contemporánea. Descubriremos así que la sola tradición del Hatha Yoga – aun siendo la más joven de todas – es multifacética e inagotable. Y por ello, los senderos que tiene para ofrecernos, pueden ser de lo más variado. Exploraremos así fundamentalmente una vertiente del mismo que se nombre como Hatha Vinyasa o Yoga Dinámico. Si bien esta denominación es en gran parte arbitraria – como veremos al estudiar la historia y definición del Hatha Yoga. Como en toda tradición espiritual dedicada, el Yoga sugiere que el camino a recorrer no carece de desafíos, como así también el alcanzar los objetivos de manera duradera no sucede automáticamente. Ramana Maharsi, del cual se dice que alcanzó de modo espontáneo el estado de iluminación, paradójicamente nos dice lo siguiente: “Nadie triunfa sin esfuerzo. El control mental no es un derecho de nacimiento. Los que lo consiguen deben su liberación a la perseverancia.” Así, podemos anticipar que la mayoría de las disciplinas tradicionales de desarrollo interno y también otras sabidurías milenarias, han nacido con el objetivo de ofrecer un entrenamiento, metódico y sistemático, para orientarse y acercarse a estos estados de conciencia plenos, de modo consistente y perdurable en el tiempo. Se presentan como una reeducación, profunda y transformadora, que nos permite conectarnos con la realidad de manera más esencial. Para la mayoría de nosotros, esto no puede convertirse en un hecho si en el camino recorrido prima el desorden, la falta de compromiso o la pereza. Entonces, siendo que el trabajo sobre sí mismo es tan prolongado y busca una transformación tan profunda, el único modo de realizarlo es, posiblemente, a través de un recorrido ordenado y metódico. Así, repentinamente, se nos hace evidente la importancia que tiene la metodología para nuestra disciplina, tanto en el aprendizaje como en la enseñanza. La metodología es el estudio, análisis y aplicación del camino a seguir, ordenado y gradual, hacia un objetivo planteado. Este estudio busca tener como base una estructura general que represente con claridad hacia dónde nos dirigimos en esta disciplina, como una especie de mapa que brinde una orientación general sobre el asunto en cuestión. Esta estructura general es un punto más que importante dentro de la metodología. Nos permite, a grandes rasgos, una clara organización y disposición respecto de lo que es necesario trabajar en un momento determinado. La mayor parte de las expresiones tradicionales del Yoga han planteado sus estructuras metodológicas, o en otras palabras, sus mapas del ser humano y sus técnicas correspondientes. Poco a poco, en la medida que nos adentremos en nuestro estudio, descubriremos cuáles son las dos estructuras metodológicas que nos orientarán en el Profesorado de Hatha Vinyasa y Meditación. Por ahora nos basta con anticipar la importancia que tiene el andar con orientación y paso a paso: puesto que, quizá para la mayoría de nosotros, el entusiasmo que sentimos por este camino no alcance sus más grandes anhelos e intuiciones, si no lo acompaña el método. Es una vía infructuosa el considerar queun camino con corazón está reñido con el método. Esta opinión parece ser una consecuencia del condicionamiento socio-cultural y reflejo de nuestra propia falta de integración interior. De manera similar a como consideramos que la pasión se opone a la razón, la libertad a la constancia, así podemos llegar a creer que el amor se opone al orden. El Yoga es una disciplina para alcanzar la integración, pero no sólo como un estado de conciencia acrecentada donde todo se experimenta como una gran unidad – con una sensación indescriptible de plenitud. Tal como lo dice el Bija yoga, un libro tradicional: “el yoga es la unificación de la maraña de dualidades”. Este camino implica un proceso de integración existencial, lento y gradual, donde se van enlazando y fortaleciendo mutuamente cosas que antes experimentábamos como contrapuestas. Por poner tan sólo un ejemplo significativo, aquello que “deseo hacer” y aquello que “debo hacer”, se unifican en lo que podemos llamar en nuestra “vocación”, nuestra “misión personal”, aquello que se nos encomendó y hacia lo cual nos sentimos llamados internamente. 3 Se esconde un misterio en todo lo que existe. También está en este encuentro “azaroso” – el nuestro – dentro del camino del Yoga. Y aunque pueda resultar un poco extraño, quizá el sentido de por qué hoy estamos aquí, no reside en los motivos pasados, sino en el futuro. Tal vez éste sea uno de los enigmas que se vayan desplegando poco a poco, y que no sea sino después de mucho tiempo, años quizá – al estar en otro lugar, con otra madurez interna – cuando se ilumine claramente el por qué necesitábamos encontrarnos y transitar este camino juntos durante algún tiempo, así como atravesamos tantos otros acontecimientos. “Quizá parte del misterio de que nos encontremos aquí, sea para develar el misterio que llevamos dentro” Ojalá éste, sea para vos también, un camino con corazón y discernimiento, como lo es para nosotros; y de la misma manera, se convierta en tu pasión, así como en tu misión. En gratitud, con amor y energía, Vane y Gus.
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