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3 Mariela Destéfano 105 3. La frontera de lo científico marcada por el método hipotético-deductivo. Mariela Destéfano “Si, como estimaba Demócrito, una sola demostración vale más que el reino de los persas, puede calcularse el valor del método científico en los tiempos modernos”. (Bunge 1993) ¿Cuál es la marca del conocimiento científico? ¿Por qué decimos que Einstein, Pasteur o Kelvin aportaron conocimientos científicos mientras que Tolstoi, Nietzsche o Picasso no lo hicieron? Esta pregunta ha sido respondida por la epistemología clásica apelando principalmente a la noción de método. Un método es un procedimiento regular, explícito y repetible para lograr un resultado (Bunge 1977). El conocimiento científico es el que surge como consecuencia de una investigación pautada a través de este procedimiento regular. Según este enfoque, la investigación científica es metódica en el sentido de que en ella no hay nada que la vuelva errática y desordenada.1 1 Lo que sigue tendrá especial pertinencia para el dominio de las ciencias empíricas. Es sabido que la investigación científica puede dividirse en dos grandes grupos: las ciencias empíricas y las ciencias no empíricas. Las primeras exploran los acontecimientos que tienen lugar en el mundo, mientras que las segundas articulan sus conocimientos sin hacer referencia a cómo es el mundo (Hempel 1966, 13). Entre las ciencias no empíricas encontramos a la lógica y a la matemática pura. El panorama de la investigación empírica, en cambio, es más complejo. Admite la división entre ciencias naturales y ciencias sociales. Por lo general, se entiende que Mariela Destéfano 106 La idea de que el conocimiento se adquiere atendiendo a la aplicación de un método ya había sido instaurada en la reflexión moderna. Los modernos habían advertido que para disponer de conocimientos filosóficos (en el caso de Descartes) o científicos (en el caso de Bacon) era necesario seguir una serie de pasos ordenados. Muchos siglos después los epistemólogos clásicos volvieron a legitimar esta vieja idea. Ellos consideraron que todos los científicos, sea cual fuere la disciplina a la que se dediquen, comparten ciertos patrones comunes en la manera investigar, patrones que son factibles de ser analizados y sistematizados, deviniendo así en un único método. De esta manera, cabe afirmar que hay un método universal y ahistórico que contiene las normas que cada disciplina particular debe respetar para merecer el rótulo de ciencia (Chalmers 1999). Descifrar cuáles son esas reglas fijas y universales es tarea de la filosofía de la ciencia, entendida más específicamente como metodología. Sin embargo, la búsqueda de este método universal y ahistórico tiene sus límites. Pueden plantearse las siguientes objeciones a quienes apoyan esta búsqueda. En primer lugar, la aplicación del método no garantiza de manera inmediata y automática la producción de conocimientos científicos. Los científicos no se comportan como soldados que en el cumplimiento ciego y obediente de ciertas reglas obtienen sus resultados. A lo anterior puede responderse que el método científico es más bien “la brújula que evita perdernos en el caos aparente de los fenómenos, aunque sólo sea porque nos indica cómo no plantear los problemas, y cómo no sucumbir al embrujo de nuestros prejuicios” (Bunge 1993, 48). En segundo lugar, puede considerarse que este método universal y ahistórico no es aquel elemento necesario para distinguir al conocimiento científico del que no lo es. Es habitual sostener que las ciencias se distinguen de otros campos del saber, teniendo en cuenta cuál es el objeto de estudio que investigan. A partir de aquello que estudian, no solamente las naturales abarcan la física, la química, la biología y que las sociales abarcan la sociología, la economía, la antropología, etc. Este trabajo no tiene como objetivo problematizar las relaciones entre las ciencias empíricas naturales y sociales. Esto será abordado en el capítulo 7 de María Perot, en la presente compilación. Solamente se propone desarrollar ciertos aspectos de la metodología de investigación de las ciencias empíricas. Cualquier investigación empírica debe confrontarse con los hechos de nuestra experiencia, y al efectuar esta confrontación es necesario especificar maneras estándar de hacerlo. Mariela Destéfano 107 podemos diferenciar a la ciencia de la no ciencia, sino que también, podemos hablar de ciencias particulares. Así, la física tendría por objeto de estudio el mundo físico y se diferenciaría de la biología, que tendría como objeto de estudio a los seres vivos. Con todo, identificar a las ciencias a partir de sus objetos de estudio no es un enfoque atrayente. No es tan fácil como parece determinar con claridad cuál es el objeto de estudio de las ciencias particulares. Los objetos de estudio cambian a medida que las teorías científicas también lo hacen (Klimovsky 1994). Aún cabe una última objeción a la búsqueda del método universal y ahistórico de la ciencia ¿Por qué creer que las distintas investigaciones científicas responden a una única metodología? Tal como lo sostiene Bridgman la ciencia es lo que hacen los científicos y hay tantos métodos científicos como hombres en la ciencia (1955, 83). Tomando en consideración una visión anárquica acerca del método propuesta por Feyerabend (1975), puede afirmarse que la idea de que la ciencia se conduce a partir de reglas fijas y universales es poco realista y perniciosa, dado que es indiferente a la manera en que realmente ella se desenvuelve. Esta no es una objeción inocente. Con ella se anticipa una manera distinta de reflexionar filosóficamente acerca de la ciencia. No obstante, la epistemología clásica tiene sus razones para defender la idea de un método científico único. Para entender estas razones, debemos tener en cuenta el proyecto de una ciencia unificada. Uno de los proyectos de la filosofía clásica de las ciencias era el de encontrar un lenguaje común en el cual expresar todos los desarrollos científicos. Esta unificación de la ciencia a través de un lenguaje común debía estar acompañada por la existencia de un procedimiento científico también único en la adquisición de conocimientos. Así nació la necesidad de un método científico universal, a partir de la idea misma de ciencia unificada2. Ahora bien, de acuerdo con la epistemología clásica, la “brújula” que guía la adquisición del conocimiento científico es el método hipotético- deductivo. De las hipótesis que los científicos proponen para resolver un problema se deduce una serie de consecuencias observacionales. La aceptación o eliminación de dichas hipótesis depende de la ocurrencia o no 2 Para profundizar en aspectos de este proyecto de la ciencia unificada y del fracaso en su realización vease el capítulo 2 ( Empirismo Lógico) y el capítulo 5 (Reducción Intertórica) de la presente compilación Mariela Destéfano 108 ocurrencia de las consecuencias observacionales que de ellas se siguen. En este trabajo me propongo desarrollar algunos aspectos del hipotético- deductivismo. Para ello, en la segunda parte, presentaré los elementos que constituyen el método hipotético deductivo. Este método se desenvuelve tomando en consideración nociones como hipótesis, consecuencia observacional, etc. En esta presentación será necesario especificar algunos de los conceptos a los que adhiere el enfoque clásico de la filosofía de la ciencia. Será necesario abordar distinciones como contexto de descubrimiento y justificación, enunciados observacionales,etc. En la tercera y cuarta parte del trabajo, desarrollaré las maneras en que se pueden poner en relación los elementos que constituyen el método hipotético-deductivo. ¿Cómo hacer jugar entre sí nociones como hipótesis, consecuencias observacionales, etc.? Existen dos maneras de hacerlo. Una es estableciendo relaciones inductivas entre dichos elementos. La otra es estableciendo relaciones deductivas entre los mismos. Si se considera que el método tiene que configurarse de acuerdo con el primer tipo de relaciones, entonces estaremos en presencia de una versión confirmacionista del método hipotético-deductivo (Hempel 1966, 2002). En cambio, si se apoya la perspectiva según la cual el método científico tiene que configurarse de acuerdo con el segundo tipo de relaciones, entonces, estaremos ante una versión refutacionista del mismo (Popper 1959, 1977, 2001). En la tercera parte del trabajo desarrollaré el confirmacionismo y en la cuarta parte desarrollaré el refutacionismo. Será en la última parte del trabajo donde evalúe de manera comparativa ambas versiones del hipotético- deductivismo. Pondré especial énfasis en la idea de que la naturaleza del método determina el tipo de conocimiento que se adquiere. Según la versión confirmacionista del método hipotético-deductivo, se denominará “conocimiento científico” al conocimiento confirmado. De acuerdo con la versión refutacionista del hipotético-deductivismo, se denominará “conocimiento científico” al conocimiento factible de ser refutado. Será en la última parte del trabajo donde evalúe de manera comparativa ambas versiones del hipotético-deductivismo. Mariela Destéfano 109 El escenario y los elementos del Hipotético-Deductivismo. ¿En qué consiste la epistemología clásica mencionada en la introducción? Hay una serie de filósofos de la ciencia que, entre las décadas del veinte y del treinta del siglo XX, defendieron una particular manera de entender filosóficamente a la ciencia. Las tesis y argumentos que sostuvieron estos filósofos constituyen lo que hoy en día llamamos el enfoque clásico o perspectiva heredada. En los siguiente apartados tendré especial reparo en la reconstrucción de algunos de los puntos de vista de dos importantes representantes de esta tradición: Hempel y Popper. Pero antes de especificar las diferencias que existen entre ellos, será preciso desarrollar algunas tesis compartidas por todos los integrantes del enfoque clásico. Será necesario desplegar el escenario conceptual en el cual se gesta la noción misma de método hipotético-deductivo. Los filósofos que pertenecen a la perspectiva heredada están fundamentalmente interesados en distinguir el conocimiento científico del que no lo es. Prestan una especial atención a lo que se dio a llamar el criterio de demarcación de lo científico. Existe una amplia gama de conocimientos que difícilmente podrían considerarse científicos. Poner en marcha el auto, apretar el embrague, colocar la palanca de cambio en primera, apretar el acelerador y, simultáneamente, soltar con lentitud el pedal del embrague. Estos son todos conocimientos que en un viejo conductor se han convertido en una habilidad. Estos conocimientos que involucran el desempeño de nuestras habilidades han sido bautizados por la filosofía como know-how. Sabemos cómo conducir un auto, sabemos cómo utilizar cubiertos, sabemos cómo bailar salsa. Parece sensato afirmar que el conocimiento científico no es un know-how. Podrá replicarse que el científico tiene que desarrollar ciertas habilidades en la tarea de investigación. En el proceso de adquisición del conocimiento científico es necesario saber cómo observar en un microscopio, también es necesario saber cómo tomar una muestra de un elemento químico. Sin embargo, todo ello no nos habilita a afirmar que el conocimiento que resulta de este proceso de investigación sea él mismo una habilidad. Pero el conocimiento científico tampoco es un autoconocimiento. Mediante un acto introspectivo tengo absoluta seguridad y autoridad para hacer afirmaciones acerca de mis propios estados mentales. Conozco de una manera especial cuáles son aquellos estados por los que pasa mi mente. Mariela Destéfano 110 A este particular género de conocimiento se lo denomina autoconocimiento y parece natural diferenciarlo del conocimiento científico. Es cierto que los científicos también tienen un conocimiento acabado de sus propios estados mentales cuando se embarcan en la empresa de la investigación. Pero el conocimiento científico de manera intrínseca no puede pertenecer al género de los autoconocimientos. Pues, mientras que el conocimiento científico aborda distintos aspectos del mundo, el autoconocimiento tiene como objetos los propios estados mentales de quien lo posee. En suma, el conocimiento científico no es un know-how, no es un autoconocimiento, y la lista puede extenderse. Entonces ¿cuál es la particularidad de este tipo de conocimiento? En primera instancia, será útil dejar en claro cómo NO responder esta pregunta, según el criterio de los filósofos del enfoque clásico. Las particularidades de la ciencia no deben buscarse en lo que se ha denominado el contexto de descubrimiento de las ideas científicas. Poco le importa al filósofo de la perspectiva heredada las circunstancias que llevaron a un científico a crear una nueva idea. Del análisis de los factores psicológicos, sociológicos, históricos, económicos o políticos que determinan la gestación de una idea científica no puede extraerse en qué consiste el conocimiento científico. No es una tarea filosófica abordar estos aspectos del descubrimiento de las ideas científicas. Más bien, es una tarea que queda en manos de otras disciplinas, como la psicología, la sociología o la historia de la ciencia. Pero ¿por qué el ámbito en el que se descubren las ideas científicas no es legítimo para responder nuestra pregunta inicial? Tómese como ejemplo el descubrimiento de Newton de la fuerza de gravedad. Cuenta la anécdota que Newton concibió la posibilidad de que exista una fuerza gravitatoria una tarde en la que contempló una manzana caer de un árbol de su jardín. Este suceso llevó al científico a preguntarse por qué la manzana cae perpendicularmente hacia el suelo y no se dirige hacia arriba o hacia cualquier otra dirección. Si la manzana cae de la manera en que lo hace y no de otra manera es porque el centro de la Tierra debe ejercer una poderosa fuerza de atracción sobre los objetos. Pero ¿qué condiciones llevaron a Newton a considerar esta idea? ¿Acaso se debía a la dura infancia que tuvo alejado de la figura materna? ¿O a la perturbación producida por ocho años de encierro hogareño? En esta conocida anécdota interviene una serie de elementos irracionales que son irrelevantes para el filósofo del enfoque clásico. Mariela Destéfano 111 El filósofo de la ciencia quiere responder la pregunta acerca de la particularidad del conocimiento científico a través de una reconstrucción racional. En esta reconstrucción no figuran elementos biográficos o históricos como los que están presentes en la anécdota de Newton. En este sentido el filósofo del enfoque clásico evalúa la cientificidad de ciertas propuestas teóricas atendiendo exclusivamente a elementos atemporales, ahistóricos. Estos elementos atemporales, que se sostienen con independencia de toda condición histórica son los enunciados. Los enunciados son unidades del lenguaje a través de las cuales se transmite información. El enunciado “la gravedad es una fuerza de atracción que experimentan los objetos” es atemporal porque puede ser afirmado en cualquier circunstancia. La perspectiva heredada considera que la ciencia es centralmente un conjunto de enunciados que se propone para dar respuesta a determinados problemas de investigación. Noimporta cómo se llegaron a sostener esos enunciados. Ello forma parte de un análisis no filosófico de la ciencia. Lo que importa es justificar o brindar elementos de prueba a favor del carácter científico de los mismos. Así, el dominio del análisis filosófico es el del contexto de justificación de los enunciados científicos. La pregunta por aquello que diferencia al conocimiento científico ha de ser respondida atendiendo a los enunciados que constituyen a la ciencia. Entonces, la cuestión acerca del criterio de demarcación puede reformularse en los siguientes términos: ¿cuál es la particularidad que tienen los enunciados científicos? ¿Qué es lo que hace que “la gravedad es una fuerza de atracción que experimentan los objetos” sea un enunciado científico mientras que “Dios es un ente omnipotente y omnisciente” no lo sea? La perspectiva heredada asume que la experiencia es el tribunal que determina la cientificidad del primer tipo de enunciados. En última instancia, son los hechos los que determinan la aceptación o rechazo de un enunciado en el camino seguro de la ciencia. Desde esta perspectiva, toman importancia los enunciados observacionales. Estos enunciados hacen referencia a los objetos singulares en el mundo que pueden ser conocidos de manera directa y cuyo conjunto constituyen lo que el enfoque clásico denominó la base empírica. En los enunciados empíricos básicos recae la responsabilidad de permitir o denegar el ingreso de ciertos conocimientos en el dominio de la ciencia. La idea común de que la ciencia se basa en los hechos encuentra aquí su máxima expresión. Mariela Destéfano 112 El método científico será la manera mediante la cual, atendiendo a la evidencia que nos aporta el mundo, se determina la cientificidad de ciertos enunciados. Los científicos siguen aproximadamente una misma práctica a la hora de poner a prueba sus afirmaciones con la experiencia. Al menos es esperable que así sea, porque de otro modo no tendría un valor universal lo que ellos sostienen. Esto revela que el análisis que hacen los filósofos del enfoque clásico es normativo, en el sentido de que establece patrones comunes que todo científico debe seguir para producir conocimiento científico. Los científicos realizan afirmaciones de tal modo que de ellas se desprenden otras afirmaciones sobre hechos empíricos particulares. Las primeras de ellas se expresan en enunciados denominados hipótesis. Las segundas de ellas se expresan en enunciados que expresan consecuencias observacionales. Para clarificar estas nociones y otras relacionadas examinaré un famoso caso de investigación de las ciencias médicas que tuvo como protagonista al prestigioso médico John Snow.3 A mediados del siglo XIX Londres se vio azotada por una serie de epidemias de cólera. Las muertes se sumaban y los médicos no sabían con certeza cuál era la etiología y el modo de transmisión de la enfermedad. Es interesante señalar que la actividad científica no es espontánea, tiene como punto de partida una situación problemática, como la anterior, que la investigación pretende resolver. El enunciado que expresa un problema de investigación científica puede adoptar la forma de una pregunta: ¿cuál es la/s causa/s del contagio del cólera? También puede expresarse en términos de un objetivo perseguido: determinar la/s causa/s del contagio del cólera. Es cierto que en aquel entonces los médicos habían tomado dos posiciones respecto del cólera. Por un lado, estaban los contagionistas que sostenían que el cólera se adquiría por el contacto con el enfermo y sus pertenencias. Por otro lado, estaban los anticontagionistas que postulaban que la enfermedad se transmitía debido a las condiciones atmosféricas como los vientos, los cuales esparcían de un lugar a otro los miasmas tóxicos del cólera. John Snow, por su parte, consideraba que el cólera se 3 La investigación que llevó adelante John Snow ha sentado las bases del método epidemiológico. Cabe aclarar que en el ámbito de las ciencias médicas, una de las formas que adopta el método hipotético-deductivo es a través del método epidemiológico. La particularidad de este último consiste en abordar cuestiones acerca de la salud de los grupos humanos (Martínez Pérez y Rodríguez Esporada sin fecha, 9). Mariela Destéfano 113 contagiaba debido al contacto con agua que contenía materia fecal infectada. El médico sostenía que el cólera se transmitía mediante la ingestión de una "materia mórbida" invisible al ojo humano, la cual debía actuar a nivel de los intestinos, produciendo un síndrome diarreico agudo con deshidratación severa. Esta "materia mórbida" había de reproducirse y eliminarse a través de las deposiciones, las cuales, finalmente, terminaban en aguas del río Támesis. La gente, al beber el agua contaminada extraída del río, ingería la "materia mórbida". La afirmación de que el cólera se contagiaba debido al contacto con agua que contenía materia fecal infectada es una hipótesis propuesta para responder a la pregunta planteada por el problema inicial. Una hipótesis es un enunciado ofrecido por el científico cuyo valor de verdad todavía no está determinado. Quien formula la hipótesis puede suponer que es verdadera pero en la instancia en cual se la propone tiene carácter conjetural. Los contagionistas y los anticontagionistas también han dado una respuesta tentativa a la cuestión de cómo se contagia el cólera, lo cual evidencia que frente a un mismo problema la ciencia puede plantear más de una hipótesis. Pero para responder a un problema los científicos también adhiere de manera implícita a una serie de afirmaciones adicionales denominadas hipótesis auxiliares. Ellas enuncian una serie de supuestos que contribuyen a la aceptación de la hipótesis. La hipótesis de Snow parece ser correcta teniendo en cuento el supuesto adicional de que la materia fecal aloja microorganismos infecciosos. Sin esta hipótesis auxiliar la hipótesis de Snow no podría ser una candidata a solucionar el problema de investigación. Esta misma hipótesis auxiliar podría tener un papel protagónico en otro contexto de investigación. Si el problema inicial fuera: ¿dónde se alojan los microorganismos infecciosos? una respuesta posible sería que los microorganismos están en la materia fecal. Lo que en la investigación de Snow era un supuesto en otras investigaciones puede ser la hipótesis propuesta para resolver un problema. Con ello se evidencia que el estatus de supuesto no es intrínseco, sino que más bien depende del contexto de investigación. ¿Podría haberse especulado que el contagio del cólera se debe a una oscura influencia demoníaca presente en la ciudad de Londres? La historia nos ha hecho testigos de maneras de razonar como estas. Sin embargo, lo anterior no constituye una hipótesis científica. No cualquier respuesta al problema inicial tiene el estatus de hipótesis científica. Para serlo, tiene que Mariela Destéfano 114 tener la capacidad de ser puesta a prueba para determinar su corrección o incorrección. Tiene que haber alguna manera de evaluarla. Desde un punto de vista metodológico, luego de proponer una hipótesis científica debe poder iniciarse una etapa de contrastación. Generalmente, las hipótesis no se pueden poner a prueba de manera simple y directa. Considerar solamente aquello que se afirma en el enunciado de la hipótesis parece ser insuficiente para determinar su corrección. Hay que contrastar la hipótesis de manera indirecta, teniendo en cuenta elementos que exceden a la hipótesis misma. Más específicamente, hay que considerar cuáles son las consecuencias observacionales que se seguirían de la aceptación de dicha hipótesis. Estas consecuencias observacionales se expresan en enunciados observacionales que hacen referenciaa objetos y hechos de la base empírica. Como se afirmó más arriba, la base empírica está constituida por los objetos y hechos particulares del mundo que en su conjunto sirven para evaluar una hipótesis científica. ¿Qué sucesos observables en el mundo deberíamos esperar si tomamos como punto de partida la hipótesis en cuestión? Ahora bien ¿cómo poner a prueba la hipótesis de que el contagio del cólera se debe a una oscura influencia demoníaca presente en la ciudad de Londres? ¿Qué sucesos observables en el mundo deberíamos esperar a partir de estas influencias demoníacas? Es evidente que ninguno. Por otro lado, si se acepta que el cólera se contagia debido al contacto con agua que contiene materia fecal infectada ¿qué hechos particulares en el mundo deberían sucederse en consecuencia? De la hipótesis de Snow debería seguirse, por ejemplo, el siguiente hecho. Debería haber una alta mortalidad en determinado sector de la población que toma agua contaminada con cólera. En este caso de investigación, pueden reconstruirse las consecuencias observacionales de la hipótesis de Snow a través de los siguientes enunciados observacionales: CO 1: Hay una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la población que toma agua contaminada de la bomba de Broad Street. CO 2: Hay una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la población que toma agua contaminada suministrada por la empresa cloacal Southwark and Vauxhall Water Company. Mariela Destéfano 115 CO 3: No hay una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la población que toma agua no contaminada suministrada por la empresa cloacal Lambeth Water Company. Los enunciados observacionales son afirmaciones empíricas que se pueden constatar de un modo más o menos inmediato. Cabe señalar que una hipótesis puede tener más de una consecuencia observacional. En nuestro ejemplo, Snow infiere tres consecuencias observacionales alternativas de una misma hipótesis. Y lo cierto es que una hipótesis de la cual se infieran numerosas consecuencias observacionales es mucho más rica que una hipótesis que se vea limitada en sus consecuencias observacionales. La primera de ellas ve acrecentadas sus instancias de contrastación, algo que no sucede con una hipótesis observacionalmente pobre. Sin embargo, las consecuencias observacionales no siempre se desprenden de manera directa de las hipótesis. Para que se den las consecuencias observacionales deben darse en primera instancia ciertos hechos-condiciones particulares antecedentes. Sólo bajo ciertas condiciones de contrastación especificadas (CCE) se producirá un resultado empírico que hemos denominado consecuencia observacional (Hempel 1966, 38). Las CCE de alguna manera mediatizan la relación que va de la hipótesis a las CO porque la mayoría de las veces es difícil determinar cuáles serían los efectos en el mundo que se siguen de la aceptación de una hipótesis ¿Cuáles son las condiciones de contrastación especificadas que deberían suceder para que se dé CO 2 y CO 3, es decir, para que se observe una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la población que toma agua contaminada suministrada por la empresa cloacal Southwark and Vauxhall Water Company y para que no haya una alta tasa de mortalidad por cólera en la población que toma agua suministrada por Lambeth Water Company?4 En la época de la epidemia de cólera, los habitantes de ciertos distritos del sur de Londres extraían el agua directamente de pequeños 4 En este trabajo no desarrollaré las condiciones que llevarían a Snow a afirmar CO 1, es decir, que hay una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la población que toma agua contaminada de la bomba de Broad Street. Ello me obligaría a exponer en detalle lo que a partir de esta investigación hoy en día se denomina método epidemiológico. Para una mejor aproximación a esta famosa investigación ver Cerda y Valdivia (2007). Mariela Destéfano 116 afluentes del río Támesis o bien la obtenían a partir de numerosas bombas de agua de uso público, abastecidas por dos compañías, Southwark and Vauxhall Water Company y Lambeth Water Company. Los desechos humanos eran vertidos en improvisadas alcantarillas o directamente al río, en una época de escasa noción de higiene ambiental. Ambas compañías extraían el agua de sectores contaminados del Támesis, presentando similar número de muertes los distritos abastecidos por una y otra compañía. Sin embargo, en 1853 Lambeth Water Company trasladó sus instalaciones río arriba, hacia un lugar de aguas más alejado, mientras que Southwark and Vauxhall Water Company mantuvo sus instalaciones en su lugar original. Al tomar conocimiento de este traslado, Snow se dio cuenta de que estaba frente a la posibilidad de poner a prueba la hipótesis de que el cólera se contagiaba por la ingestión de agua contaminada. Si la gente toma agua abastecida por Lambeth Water Company, como esta compañía desde 1853 transporta agua que estaba más alejada y que hipotéticamente no estaba contaminada, entonces, no debería observarse una alta tasa de mortalidad debido al cólera en dicha población. Por otra parte, si la gente toma agua abastecida por Southwark and Vauxhall Water Company, como esta compañía traslada agua contaminada, entonces, debería observarse una alta tasa de mortalidad debido al cólera en esta población. En este caso, los enunciados que expresan las CCE, o sea, las circunstancias empíricas necesarias para que se den las consecuencias observacionales son: CCE 1: La gente toma agua abastecida por Lambeth Water Company CCE 2: La gente toma agua abastecida por Southwark and Vauxhall Water Company. Como resultado de la operación de contrastación la hipótesis o bien es confirmada o bien es refutada. En el caso de la confirmación, la ocurrencia de las consecuencias observacionales afirmadas en los enunciados observacionales hace que la hipótesis sea aceptada. Hubo un final feliz en la comparación entre los hechos de la base empírica y la hipótesis. En cambio, en el caso de la refutación, la no ocurrencia de las consecuencias observacionales hace que la hipótesis sea rechazada. La comparación de la hipótesis con la base empírica no tuvo un buen término. La hipótesis de Snow resultó ser confirmada, dado que tuvieron lugar las consecuencias observacionales que se seguían de la hipótesis. Mariela Destéfano 117 Efectivamente, hubo una alta tasa de mortalidad por cólera en la población que tomaba agua contaminada de la bomba de Broad Street. También hubo una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la población que tomaba agua contaminada suministrada por la empresa cloacal Southwark and Vauxhall Water Company. Por último, Snow no observó una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la población que tomaba agua contaminada suministrada por la empresa cloacal Lambeth Water Company. Entonces, la hipótesis quedó confirmada. Algunos filósofos (Hempel) ponen mayor peso metodológico a la operación de confirmación de hipótesis, mientras que otros (Popper) ponen mayor peso metodológico a la operación de refutación de hipótesis. En los siguientes apartados desarrollaré esta idea. Sin embargo, todos ellos acuerdan en que el método hipotético- deductivo incorpora elementos racionalistas y empiristas. Incorpora elementos racionalistas porque compromete al científico con el ejercicio racional de inferir enunciados observacionales a partir de enunciados hipótesis. Asimismo, incorpora elementos empíricos porque en la evaluación de una hipótesis el científico debe atender a los sucesos de la base empírica, cobrando absoluto valor la experiencia. El confirmacionismo de Hempel. Tal como lo expliqué, una hipótesis tiene carácter conjetural. Aunque el científico crea con toda convicciónque es verdadera, no tiene la certeza de que así lo sea. ¿Cómo es que un enunciado con estas características entra en el camino seguro de la ciencia? Filósofos como Hempel consideran que una hipótesis se convierte en conocimiento científico cuando ha sido aceptada como consecuencia del proceso de puesta a prueba. Cuando hay una coincidencia al comparar los hechos de la base empírica con las consecuencias observacionales que se esperan a partir de la hipótesis. En esta comparación adquieren protagonismo los elementos constitutivos del método hipotético-deductivo: hipótesis (H), hipótesis auxiliares (HA), condiciones de contrastación especificadas (CCE) y consecuencias observacionales (CO). Todos ellos están expresados en enunciados, dado que, tal como se explicó, el método hipotético-deductivo Mariela Destéfano 118 reconstruye la práctica científica prestando especial atención a las afirmaciones de los científicos. Por su parte, los enunciados tienen la propiedad de entrar en cierto tipo de relaciones entre sí. Por ejemplo, de los enunciados “Juan y Julio aman la literatura” y “Juan ama la música”, puede desprenderse un tercer enunciado “Julio también ama la música”. Y estos enunciados están relacionados entre sí en el sentido de que el último de ellos se sigue como una consecuencia de haber sostenido los enunciados anteriores. Tanto “Julio y Juan aman la literatura” como “Juan ama la música” son razones o elementos de juicio para sostener ulteriormente “Julio también ama la música”. Los enunciados relacionados de esta manera se denominan razonamientos. En un razonamiento las premisas (“Juan y Julio aman la literatura” y “Juan ama la música”) son elementos de juicio a partir de los cuales se desprende una conclusión (“Julio también ama la música”). Como H, HA, CCE y CO son enunciados, tienen la propiedad de relacionarse entre ellos inferencialmente, es decir, en el marco de un razonamiento. Algunos de ellos pueden cumplir la función de premisas y otros la función de conclusión. Cuando decimos que Hempel considera que una hipótesis se convierte en conocimiento científico al ser aceptada como consecuencia del proceso de puesta a prueba, estamos afirmando, más específicamente, que este proceso de puesta a prueba debe reconstruirse a partir de un razonamiento en el que participan H, HA, CCE y CO. El tipo de razonamiento que está involucrado en la aceptación de H es inductivo. En este tipo de razonamiento la conclusión no se sigue concluyentemente a partir de las premisas. Existe la posibilidad de que no sea cierto que “Julio también ame la música” aún cuando “Juan y Julio amen la literatura” y “Juan ame la música”. Existe la posibilidad de que Julio odie la música aún cuando comparta con Juan el amor por la literatura. Las premisas anteriores no son razones suficientes para sostener la conclusión. La conclusión sólo se sigue con un grado de probabilidad de ser verdadera. Según Hempel, el razonamiento con el que se reconstruye el proceso de aceptación de una hipótesis en la ciencia es inductivo. Los enunciados H, HA, CCE y CO, están relacionados de tal manera que uno de ellos se sigue de los otros con cierto grado de probabilidad de ser verdadero. Pero Hempel no está pensando en cualquier razonamiento inductivo. Existen muchas maneras de inferir inductivamente una Mariela Destéfano 119 conclusión a partir de ciertas premisas. Una de ellas es la que se describe a continuación. Una persona puede registrar una serie de datos observados en una lista de enunciados observacionales singulares como la que sigue: 1. El metal x se dilató con el calor en la ocasión t1 2. El metal y se dilató con el calor en la ocasión t2 3. El metal z se dilató con el calor en la ocasión t3 n. El metal n se dilató con el calor en la ocasión tn Las observaciones registradas en los enunciados 1-n habilitan a dicha persona a concluir el enunciado general que sigue: Todos los metales se dilatan con el calor. Esta transición inferencial que va de los enunciados singulares al enunciado general es una enumeración inductiva. Es cierto que 1-n constituyen razones para sostener la conclusión, pero estas razones solamente otorgan un grado de probabilidad de que “todos los metales se dilaten con el calor” sea un enunciado verdadero. Cabe la posibilidad de sumar observaciones que conspiren contra esa conclusión. Pero hay algo en las enumeraciones inductivas que parece ser atractivo para entender la manera con la que opera la ciencia. Si uno evalúa este tipo de razonamiento teniendo en cuenta la cantidad de conocimiento que se genera como resultado del propio proceso inferencial, podemos afirmar que este tipo de razonamiento es ampliativo. Esto quiere decir que la conclusión constituye un conocimiento nuevo respecto de las premisas. Afirma algo que no está contenido en la información dada en las premisas. Es cierto que todos los tipos de razonamientos inductivos son ampliativos. Siempre que se razona inductivamente la conclusión sobrepasa el contenido informativo de las premisas, y es por esta particularidad de los razonamientos inductivos que la conclusión se sigue con cierto grado de probabilidad a partir de las premisas. A pesar de lo anterior, razonamientos inductivos como el que se ha ejemplificado evidencian de manera privilegiada la propiedad de la amplitud. En las enumeraciones inductivas el contenido informativo de la conclusión sobrepasa sobremanera el de las premisas. Esto es así porque la conclusión es una generalización que involucra infinitas observaciones no registradas entre las premisas del Mariela Destéfano 120 argumento. Así, si se tiene en mente que la ciencia es una práctica que se encarga de acrecentar el conocimiento que tenemos del mundo y las enumeraciones inductivas cumplen con este requisito de acrecentar nuestros conocimientos acerca del mundo, entonces, es lícito considerar que la ciencia opera con este tipo de razonamientos inductivos. Con todo, Hempel no comparte la opinión anterior. Según el autor las enumeraciones inductivas difícilmente pueden servir para caracterizar la manera en que se producen nuevos conocimientos científicos. De hecho, todos los argumentos inductivos se sostienen con diversas dificultades, las cuales en su conjunto han dado lugar a lo que se denomina problema de la inducción. El problema de la inducción consiste en determinar el sentido preciso en que podemos decir que ciertos datos empíricos confieren apoyo o justificación a un enunciado que va más allá de los datos empíricos (Díez y Moulines, 1999). Desde Hume en adelante, la historia de la filosofía nos ha hecho testigos de una serie de objeciones a la posibilidad de determinar con precisión qué quiere decir que ciertos enunciados se infieren inductivamente a partir de otros. Hempel (1966), por su parte, agrega nuevas críticas que se suman a los problemas clásicos de la inducción. Según Wolfe, una enumeración inductiva puede desarrollarse a través de los siguientes pasos: Primero todos los hechos serían observados y registrados sin selección o conjetura a priori respecto de su importancia relativa. Segundo, los hechos observados y registrados serían analizados, comparados y clasificados sin otros postulados o hipótesis que aquellos que están necesariamente involucrados en la lógica del pensamiento. Tercero, a partir de este análisis de los hechos, se extraería inductivamente la generalización respecto de las relaciones clasificatorias o causales entre ellos. Cuarto, la investigación posterior sería tanto deductiva como inductiva y emplearía inferencias desde generalizaciones establecidas previamente. (1924, 450) Si la ciencia produjera su bagaje de conocimientos a través de enumeraciones inductivas, entonces, debería aceptar los pasos anteriores.Debería aceptar que primero se observa y clasifica hechos y que, consecuentemente, se propone un enunciado general extraído a partir de Mariela Destéfano 121 los mismos. Retomando el ejemplo presentado más arriba, primero se observan los hechos expresados en las premisas 1-n y luego se sostiene que “todos los metales se dilatan con el calor”. Aunque es cierto que los hechos tienen un rol fundamental en el desarrollo del conocimiento científico, Hempel ataca la idea anterior. Pues, el proceso que conduce de los enunciados observacionales al enunciado general es mecánico lo cual no se corresponde con la manera de proceder que deberían tener los científicos. Adhiriendo a la enumeración inductiva, parecería que los científicos se abocan a la observación sin tener un criterio claro que los ayude a tomar en cuenta ciertas observaciones y descartar otras. Su actividad consistiría en una recolección indiscriminada de datos en cuyo caso la investigación carecería de total dirección. ¿Qué tuve que observar para concluir que “todos los metales se dilatan con el calor”? ¿Por qué recaudar datos acerca del comportamiento de los metales y no acerca del comportamiento de las personas? La enumeración inductiva no aporta elementos para responder esta pregunta. No determina qué clase de datos son pertinentes para el establecimiento de una hipótesis. Solamente plantea una actividad mecánica de observación por parte del científico. Tal como se dijo, H es un enunciado que expresa una respuesta posible a determinados problemas científicos. Es cierto que es un enunciado que tiene cierta generalidad. Por ejemplo, intentando responder al problema de determinar cuáles son las propiedades de los metales, puede proponerse la hipótesis de que los metales se dilatan con el calor, enunciado que, como se clarificó, no hace referencia a una observación singular. Pero Hempel pone en evidencia que es incorrecto creer que la generalidad de H es el resultado de una enumeración inductiva. Apelando a la distinción entre contexto de descubrimiento y justificación, introducida en el apartado anterior, Hempel sostiene que H es producto del ingenio inventivo de un científico. Su creación pertenece al contexto de descubrimiento donde tiene lugar una serie de factores psicológicos, sociológicos, etc. que poco importa en la reconstrucción lógica de la ciencia que pretenden hacer los filósofos de la visión heredada. Pero una vez planteada H a partir de la invención creativa del científico, comienza el proceso de puesta a prueba o contrastación en el que se determina su corrección o incorrección. Y es en esta instancia donde Hempel admite una reconstrucción inductiva. Hempel solamente ataca la posibilidad de que la inferencia inductiva (más específicamente por Mariela Destéfano 122 enumeración) sea un método efectivo de descubrimiento (1966, 2). Sin embargo, defiende la idea de que la inducción cumple un rol esencial en la contrastación. Se explicó que los elementos constitutivos del método hipotético- deductivo son: hipótesis (H), hipótesis auxiliares (HA), condiciones de contrastación especificadas (CCE) y consecuencias observacionales (CO). También se explicó que los enunciados que expresan H., HA, CCE y CO tienen la propiedad de relacionarse inferencialmente, de tal manera que algunos de estos elementos son premisas y otro es conclusión. Hempel defiende el carácter inductivo del método hipotético-deductivo en el sentido de que considera que la relación de inferencialidad que existe entre estos elementos es inductiva. Más específicamente, defiende la idea de que la adquisición de nuevos conocimientos científicos se hace a través de razonamientos inductivos confirmatorios. La reconstrucción de un razonamiento confirmatorio es la siguiente: - Si se acepta H como la mejor respuesta a un determinado problema, junto con HA, que son afirmaciones adicionales implícitas al sostener H, entonces, bajo ciertas CCE, debería seguirse determinada CO. - Se da CO. - Por lo tanto, H, junto con HA, son correctas. Este razonamiento puede ejemplificarse con los elementos que se han identificado en el caso de investigación de John Snow. Se pueden identificar los siguientes elementos de contrastación del apartado anterior: H: El cólera se contagia debido al contacto con agua que contiene materia fecal infectada. HA: La materia fecal aloja microorganismos infecciosos. CCE: La gente toma agua limpia abastecida por Lambeth Water Company. Mariela Destéfano 123 CO 3: No hay una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la población que toma agua no contaminada suministrada por la empresa cloacal Lambeth Water Company. El razonamiento confirmatorio de la hipótesis de Snow sería el siguiente: - Si se acepta que el cólera se contagia debido al contacto con agua que contiene materia fecal infectada junto con el supuesto de que la materia fecal aloja microorganismos infecciosos, entonces, si se da que la gente toma agua limpia abastecida por Lambeth Water Company, no habrá una alta tasa de mortalidad debido al cólera en esta población. - Se da el caso de que no hay una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la población que toma agua limpia suministrada por Lambeth Water Company. - Por lo tanto, es correcto afirmar que el cólera se contagia debido al contacto con agua que contiene materia fecal infectada y que la materia fecal aloja microorganismos infecciosos. En el argumento anterior, CO se implica de manera segura, sin lugar a ninguna duda, a partir de H. A su vez, Hempel, entiende que entre CCE y CO también hay una relación de implicación. Si se hacen ciertas modificaciones en el mundo, es decir, si el científico interviene en el mundo de determinada manera (CCE), entonces, debería esperarse que ocurra un efecto observable particular (CO). Esta relación de implicación se expresa en lo que el autor llama implicación contrastadora (IC). Los elementos internos de IC son CCE y CO. En el argumento anterior: IC: Si se da que la gente toma agua limpia abastecida por Lambeth Water Company (CCE) no habrá una alta tasa de mortalidad debido al cólera en esta población (CO). El argumento confirmatorio con el que se reconstruye el resultado positivo de la puesta a prueba de H es inductivo, y en tanto tal, la conclusión se sigue con cierto grado de probabilidad. Aún cuando sean verdaderas las premisas existe la posibilidad de que la conclusión no lo sea. Las premisas no constituyen elementos de prueba concluyentes a favor de la conclusión. Si el método hipotético-deductivo se desarrolla en términos Mariela Destéfano 124 de este tipo de razonamientos inductivos, entonces, solamente permite afirmar que una hipótesis, cuya formulación tiene valor conjetural, pasa a ser un conocimiento científico, adquiriendo cierto grado de probabilidad de ser verdadero. Pero, si el criterio de cientificidad está dado por la confirmación, cabe hacer una pregunta ulterior: ¿qué criterios deben tenerse en cuenta para realizar buenas confirmaciones? En lo que sigue quisiera desarrollar solo algunos de estos criterios, aquellos que considero más relevantes para la futura discusión.5 En primer lugar, H debe estar confirmada de manera amplia y variada. El apoyo empírico debe estar constituido por muchas instancias observadas que, a su vez, sean distintas entre sí. Esto es así porque H es un enunciado general y su confirmación debe abarcar las amplias y variadas posibilidades que caen bajo H. En el caso de Snow, el enunciado que expresa H (“el cólera se contagia debido al contacto con agua que contiene materia fecal infectada”) es general porque hace referencia a cualquier instancia de cólera. Efectivamente H fue amplia y variadamente confirmada. Obtuvo apoyo, teniendo en cuentalo que sucedía con dos empresas de agua (Lambeth Water Company y Southwark and Vauxhall Water Company) y teniendo en cuenta lo que sucedió con la bomba de agua de Broad Street. Todos estos elementos llevaron a Snow a aceptar su H. En segundo lugar, H debería estar confirmada mediante testimonios nuevos, mediante hechos que, o bien no eran conocidos, o bien no eran tomados en consideración cuando se la formuló. La confirmación de H a través de nuevos fenómenos fortalecería la aceptación de H. Esto significa que H tiene que implicar nuevas IC. Bajo ciertas condiciones específicas de contrastación deberían seguirse nuevas consecuencias observacionales. Si el cólera se contagia debido al contacto con agua que contiene materia fecal infectada también se debería seguir las siguientes IC: IC1: Si los habitantes de x barrio afectado por el cólera se lavan las manos antes de preparar sus alimentos y comer (CCE), entonces la tasa de mortalidad debido al cólera debería disminuir (CO1). 5 Para una mayor desarrollo de estos criterios ver Hempel (2002, 57-75) Mariela Destéfano 125 IC2: Si los habitantes de x barrio toman agua contaminada con cólera contenida en los jugos preparados por el popular restaurante y (CCE), entonces la tasa de mortalidad debido al cólera debería aumentar (CO2). Estas IC contienen en su estructura nuevos hechos (CO1 y CO2) a favor de H. Pero Hempel no solamente establece ciertos criterios para evaluar el desarrollo de una confirmación. También considera qué tipo de factores intervienen en la aceptabilidad de H. Para tener la posibilidad de entrar en el camino seguro de la ciencia H no sólo debería tener ciertas CO, sino que también debería ser planteada siguiendo algún criterio de simplicidad. La aceptabilidad de H1 depende en gran parte de la simplicidad que evidencia al compararla con H2, la cual trata de responder a los mismos problemas científicos. Surge la pregunta por el contenido de este principio de simplicidad ¿qué significa que H1 es más simple que H2? En este punto Hempel admite que la pregunta no se ha respondido satisfactoriamente. Resta resolver la manera en que ha de entenderse el principio de simplicidad. El refutacionismo de Popper. En contraposición a Hempel, Popper considera que una hipótesis se convierte en conocimiento científico cuando puede ser rechazada como consecuencia de un proceso de puesta a prueba. Esto sucede cuando no hay una coincidencia al comparar los hechos de la base empírica con las CO que se desprenden de la hipótesis. Nuevamente, en esta comparación adquieren protagonismo los elementos constitutivos del método hipotético-deductivo: H, HA, CCE y CO. Popper también entiende que entre estos elementos hay una relación de inferencialidad donde unos se siguen de otros. Sin embargo, a diferencia de Hempel, esta relación no es inductiva. Popper adopta una postura más extrema respecto de la inducción rechazando todo tipo de argumento inductivo, aún los argumentos confirmatorios, mediante los cuales Hempel reconstruye la lógica que subyace a la aceptación de una hipótesis. Mariela Destéfano 126 Es cierto que Popper no es el primer filósofo que ataca a la inducción. Ya se ha explicado que Hempel fue un gran crítico de la inducción por enumeración. Mucho antes, en la modernidad Hume (2002) ya había ofrecido una serie de críticas que deslegitimaban el valor de las inferencias inductivas. Sin embargo, tal como sucede en el caso de Hempel, estas críticas no llevaron a Hume a descartar la inducción como método de adquisición de conocimientos científicos. Él aceptaba que la ciencia procede inductivamente y que en ello radicaba una de sus mayores debilidades. El único filósofo que rechaza que la ciencia sea inductiva es Popper. Lo hace adhiriendo a los viejos argumentos contra la inducción, pero a su vez, proponiendo un nuevo argumento, que ataca la noción de probabilidad, elemento presente en las inferencias inductivas (Popper 1959 y 2001). En lo que sigue desarrollaré el argumento popperiano. La ciencia persigue hipótesis cada vez más informativas. Cada hipótesis científica proporciona información más ceñida y precisa que la anterior. Obsérvese las siguientes hipótesis: H1: El cólera no se contagia sexualmente. H2: El cólera se contagia debido al contacto con agua que contiene materia fecal infectada. Es evidente que H2 es mucho más informativa que H1. Quien adopta H1 responde de manera muy vaga al problema que plantea el contagio del cólera. Quien sostiene H2, como lo hace Snow, responde al problema de investigación proponiendo información concreta. Las hipótesis como H2 son las que les interesan a los científicos. Popper sostiene que la ciencia avanza generando hipótesis que son cada vez más ricas desde un punto de vista de la información que afirman. Pero cuando aumenta el contenido informativo de una hipótesis, disminuye su apoyo evidencial. Hay una relación inversamente proporcional entre la información planteada en la hipótesis y el apoyo evidencial. La evidencia son los hechos en el mundo que tienen que acoplarse con la información que se plantean en la hipótesis. Esta información funciona como condiciones que se tienen que tener en cuenta para evaluar la evidencia. Más condiciones involucran menos cosas en el mundo que se comporten de acuerdo a la hipótesis. Esto es lo que sucede con las hipótesis con mayor contenido informativo. Hay pocas posibilidades de que obtengan apoyo Mariela Destéfano 127 evidencial debido a las muchas condiciones que plantean. El problema surge si se tiene en cuenta que la noción de probabilidad está íntimamente relacionada con la noción de apoyo evidencial. Una hipótesis tiene mayores probabilidades de ser verdadera si tiene un mayor apoyo evidencial. Por el contrario, una hipótesis tiene menores probabilidades de ser verdadera si cuenta con menor apoyo evidencial. Si esto es así, entonces H2 tiene menor probabilidad de ser verdadera que H1, dado que H2 tiene menor apoyo evidencial que H1. Entonces, la ciencia avanzaría proponiendo hipótesis que son cada vez menos probables de ser verdaderas. Con este argumento Popper pretende eliminar la noción de probabilidad de la ciencia. Como se desarrolló en el apartado anterior, el concepto de probabilidad está incorporado en los argumentos confirmatorios, en tanto que, tal como los presenta Hempel, la conclusión se sigue con cierto grado de probabilidad a partir de las premisas. Si esto es así, entonces el argumento popperiano elimina la posibilidad de entender el método hipotético- deductivo de manera confirmacionista. Si se acepta que entre los elementos del método hipotético- deductivo (H, CO, CCE, HA) se establecen relaciones de inferencialidad, pero esas relaciones no son inductivas, entonces ¿de qué tipo son? Téngase en cuenta el siguiente enunciado: “María juega”. De él se desprende el enunciado “Existe al menos una persona que juegue”. Ambos enunciados están relacionados de tal manera que no hay duda que el segundo se sigue del primero. “Existe al menos una persona que juegue” no se sigue de “María juega” con un grado de probabilidad, sino que, por el contrario, se infiere concluyentemente. En este caso, “Existe al menos una persona que juegue” se sigue deductivamente de “María juega”. Según Popper, la reconstrucción de la puesta a prueba de las hipótesis en ciencia es deductiva. La idea contraintuitiva de Popper es que en esta reconstrucción deductiva tiene un rol importante la NO ocurrencia de ciertos hechos. Esto parece no tener sentido si consideramos que la ciencia depende de cómo es efectivamente la realidad. De manera intuitiva consideramos que la ciencia debe responder a cómo son los hechos que ocurren y no a los hechosque no ocurren. Pero Popper tiene buenas razones para introducir este aspecto negativo en la reconstrucción de la contrastación de hipótesis. Cuando atendemos a la ocurrencia de los hechos sucede lo siguiente. Por muy extenso que sea el número de enunciados de observación que se sostengan, Mariela Destéfano 128 el enunciado “Todos los cisnes son blancos” siempre se seguirá con cierto grado de probabilidad y la probabilidad tiene el problema que ya se ha mencionado. Por el contrario, si atendemos a la no ocurrencia de los hechos sucede lo siguiente. Existe la posibilidad de que seamos testigos de que hay un cisne en el mundo que no es blanco. En dicho caso, sería suficiente un solo enunciado de observación para sostener con certeza el enunciado “No todos los cisnes son blancos”. El enunciado de observación que permitió derivar “No todos los cisnes son blancos” es un enunciado que se puede expresar de manera negativa: “No es cierto que este cisne sea blanco”. Lo anterior pone de manifiesto que la manera de llegar a una conclusión certera en ciencia es prestando atención a la no ocurrencia de ciertos hechos (“No todos los cisnes son blancos”). Sólo así se puede afirmar algo de manera concluyente y certera. Teniendo en cuenta lo anterior, Popper defiende el carácter deductivo del método hipotético-deductivo a través de un tipo de razonamiento que involucra una premisa en la que se hace referencia a la no ocurrencia de ciertos hechos. Más específicamente, defiende la idea de que la adquisición de nuevos conocimientos científicos se hace a través del razonamiento deductivo modus tollens. La reconstrucción del modus tollens que está involucrado en la puesta a prueba de las hipótesis es: - Si se acepta H como la mejor respuesta a un determinado problema, junto con HA, que son afirmaciones adicionales implícitas al sostener H, entonces, bajo ciertas CCE, debería seguirse determinada CO. - No es cierto que se da CO - Por lo tanto, no es cierto que H, junto con HA, son correctas El aspecto negativo del este razonamiento se introduce en la segunda premisa, en la que se expresa que no se da la CO esperada a partir de H. Lo que se sigue es la refutación de H y HA. La consecuencia de la no ocurrencia de CO es el inmediato abandono de H y HA. Popper entiende que la ciencia adquiere conocimiento mediante la conjetura de hipótesis y su ulterior refutación. Esto puede ilustrarse con el siguiente ejemplo. Cuando presenté el caso de investigación de John Snow comenté que los anticontagionistas postulaban que el cólera se transmitía debido a las condiciones atmosféricas como los vientos, los cuales esparcían de un lugar Mariela Destéfano 129 a otro los miasmas tóxicos del cólera. Snow no adhería a esta hipótesis. Fiel conocedor del comportamiento físico y químico de los gases, argumentaba su desacuerdo señalando que si la teoría miasmática fuese correcta, los pacientes deberían presentar síntomas respiratorios producto de la inhalación de los "miasmas", síntomas que no presentan los pacientes con cólera. Esta hipótesis fue rechazada y, siguiendo a Popper, puede reconstruirse deductivamente el proceso de su refutación mediante un modus tollens. Los elementos constituyentes de este razonamiento son: H: el cólera se transmite debido a las condiciones atmosféricas como los vientos, los cuales esparcen de un lugar a otro los miasmas tóxicos del cólera. HA: Las condiciones atmosféricas afectan la salud de las personas. CCE: El sujeto x es sometido la inhalación de los “miasmas” que están en los vientos. CO: El sujeto x se contagia cólera presentando síntomas respiratorios. El razonamiento refutatorio sería el siguiente: - Si se acepta que el cólera se transmite debido a las condiciones atmosféricas como los vientos, los cuales esparcen de un lugar a otro los miasmas tóxicos del cólera, y que las condiciones atmosféricas afectan la salud de las personas, entonces, si el sujeto x es sometido a la inhalación de los “miasmas” que están en los vientos, se contagia cólera presentando síntomas respiratorios. - No es cierto que el sujeto x se contagie cólera presentando síntomas respiratorios. - No es cierto que el cólera se transmite debido a las condiciones atmosféricas como los vientos, los cuales esparcen de un lugar a otro los miasmas tóxicos del cólera, y que las condiciones atmosféricas afectan la salud de las personas. Si el criterio de cientificidad de una hipótesis está dado por su refutación entonces, la hipótesis de que el cólera se transmite debido a las condiciones atmosféricas como los vientos, al ser refutada, entró en el camino seguro de la ciencia. Pero Popper considera que el criterio de cientificidad está dado por la posibilidad de refutar una hipótesis, y no por la Mariela Destéfano 130 refutación concreta de la misma. Él se refiere a la refutabilidad de las hipótesis y no así de su refutación. No pretende afirmar que, tarde o temprano, la hipótesis será refutada, sino que debemos estar en condiciones de describir observaciones pertinentes que nos lleven a declarar falsadas ciertas consecuencias observacionales de la hipótesis. Lo que vuelve refutable a una hipótesis es su contenido informativo. Tal como lo desarrollé, para Popper, mayor cantidad de contenido informativo de una hipótesis involucra un menor apoyo evidencial. Cuanto más afirme una hipótesis menos son las cosas en el mundo que se comportan de acuerdo a ella. Entonces, un buen criterio de formulación de una hipótesis será proponer afirmaciones osadas que sean susceptibles de una posible situación de refutación, en la cual, no haya apoyo evidencial. Mientras que la hipótesis sobreviva a las instancias de contrastación y no se encuentre una observación falsadora, Popper considerará que ha sido corroborada. Tal como lo expresa Klimovsky: La corroboración nos permite mantener la hipótesis, si lo deseamos, pero, por más corroboraciones que acumulemos, su verdad permanece oculta: podría ser falsa. En cambio, cuando acontece la refutación, la falsedad de la hipótesis se nos revela con toda nitidez (1994, 147) Con todo, existen estrategias mediante las cuales se puede evitar la refutación de H. Una de ellas es la incorporación de hipótesis Ad-Hoc. Estas son las hipótesis que se tienen en cuenta después de que H ha sido refutada en una instancia de contrastación. El objetivo de introducir hipótesis Ad-Hoc es volver aceptable a la hipótesis que ha sido rechazada. Una hipótesis Ad-Hoc puede construirse alterando alguna hipótesis auxiliar que acompañaba a la hipótesis puesta a prueba. En nuestro ejemplo la hipótesis auxiliar era la siguiente: HA: Las condiciones atmosféricas afectan la salud de las personas. La alteración de HA puede hacerse en el siguiente sentido: Mariela Destéfano 131 H Ad-Hoc: Las condiciones atmosféricas extremas (mucho calor, mucho frío, etc.) afectan la salud de las personas. ¿Por qué hacer esta modificación? Nótese que la conclusión del argumento refutatorio del ejemplo era: No es cierto que el cólera se transmite debido a las condiciones atmosféricas como los vientos, los cuales esparcen de un lugar a otro los miasmas tóxicos del cólera, y que las condiciones atmosféricas afectan la salud de las personas. Lo que se dice aquí es que un conjunto de elementos (H y HA) sostenidos simultáneamente es falso. Esto no es lo mismo que decir que H por un lado sea falsa y que HA por el otro sea falsa. Existe la posibilidad de que el error consista en sostener HA, y que H todavía sea correcta. Es por ello que una de las estrategias para evitar una refutación sea alterar HA introduciendo H Ad-Hoc. Con todo, Popper no acepta este tipo de estrategia. Entiende que los científicos deben descartar terminantemente H por el solohecho de que una observación pertinente se halle en desacuerdo con una consecuencia observacional obtenida a partir de ella. Si una sola instancia falsadora es suficiente para rechazar una hipótesis, entonces, el peso de la propuesta de Popper está en los enunciados observacionales que entran en desacuerdo con las consecuencias observacionales que se siguen de una hipótesis. Popper los denomina enunciados básicos y son enunciados singulares (“este cuervo es negro”) o existenciales singulares (“hay un cuervo negro”) acerca de hechos observables (Comesaña 1991). Ahora bien, ¿qué justifica estos enunciados según el filósofo? ¿Qué justifica el enunciado básico “No es cierto que el sujeto x se contagie cólera presentando síntomas respiratorios”? En principio puede afirmarse que los enunciados sólo pueden justificarse por medio de otros enunciados. Justificar un enunciado significa concretamente que ese enunciado se sigue de otros enunciados. Si se tiene en cuenta el rechazo popperiano de los argumentos inductivos, entonces, justificar un enunciado significa deducirlo de otros enunciados. Entonces, se puede reformular la pregunta anterior en los siguientes términos: ¿de qué otro enunciado se sigue el enunciado básico “No es cierto que el sujeto x se contagie cólera presentando síntomas respiratorios”? Responder esta pregunta es importante si el estatus científico de ciertos conocimientos recae en estos enunciados básicos. Mariela Destéfano 132 Una opción es el psicologismo, es decir, considerar que los enunciados básicos están justificados por nuestras experiencias. Son las experiencias perceptivas que tiene el científico al ser testigo de que el sujeto x con cólera no presenta síntomas respiratorios, las que justifican el enunciado “no es cierto que el sujeto x se contagie cólera presentando síntomas respiratorios”. Pero, tal como se aclaró, la justificación es una relación entre enunciados. Y las experiencias perceptivas no son enunciados. Es cierto que pueden ser expresadas lingüísticamente en enunciados, pero ellas no lo son, forman parte de la vida psicológica de los sujetos. Así, las experiencias perceptivas de los científicos no pueden justificar a los enunciados básicos. Otra opción es el dogmatismo, o sea, admitir el enunciado básico sin ninguna justificación ulterior. Se los acepta sin rodeos porque no se considera que este tipo de enunciados sea problemático. Sin embargo, esto significaría aceptar de manera acrítica enunciados sobre los que recae todo el peso de la contrastación. Una tercera opción sería justificar estos enunciados a través de otros enunciados. Pero también es necesario justificar estos nuevos enunciados para evitar caer en una posición dogmática como la que se describió en el párrafo anterior. Esto llevaría a una regresión infinita donde no hay manera de detener el proceso de justificación. Por lo visto cualquier manera de entender la justificación de los enunciados básicos es problemática. A esto Popper (1977) dio a llamar el trilema de Fries, haciendo alusión a otro filósofo que también abordó esta cuestión. La única alternativa que encuentra Popper frente al trilema es considerar que la aceptación de los enunciados básicos es convencional. Popper admite que estos enunciados se aceptan como resultado de una decisión o acuerdo entre los científicos. A manera de conclusión: Encuentros y desencuentros entre Hempel y Popper. Hempel y Popper entienden que la investigación científica se desenvuelve a través de la propuesta de una hipótesis y su posterior evaluación, en la cual se tienen en cuenta sus posibles consecuencias Mariela Destéfano 133 observacionales. Es, en este sentido, que decimos que ambos filósofos son representativos del hipotético-deductivismo. En lo que sigue quisiera comparar ciertos puntos sostenidos por estos filósofos en relación con los distintos aspectos del método hipotético-deductivo. En primer lugar, ambos admitirían que la aceptabilidad de una hipótesis depende en gran medida de la simplicidad de dicho enunciado. ¿Qué significa que una hipótesis es simple? Desde la perspectiva popperiana H1 es más simple que H2 si la primera de ellas introduce mayor cantidad de información que la segunda. En la Lógica del descubrimiento científico lo expresa de la siguiente manera: Si nuestro objetivo es el conocimiento, debemos estimar más los enunciados simples que los enunciados que lo son menos, porque aquellos nos dicen más, porque su contenido empírico es mayor, y porque se pueden contrastar mejor. (1959, 142) Para Popper la simplicidad de una hipótesis es un elemento que contribuye a su contrastabilidad. Más específicamente, contribuye a su refutabilidad. He desarrollado que para el filósofo las mejores hipótesis son las que de manera más osada incorporan mucha información, pues, estas son las hipótesis que tienen mayores posibilidades de ser refutadas e incorporadas en el camino seguro de la ciencia. Hempel también acepta que la simplicidad es un principio que vuelve más aceptable a las hipótesis. Sin embargo, no admite el análisis que hace Popper de la noción de simplicidad. No acepta que la simplicidad esté en relación con la cantidad de información que se presenta en una hipótesis (Hempel 2002, 73). Parecería que el criterio popperiano de simplicidad está ligado a su idea de que debemos buscar instancias de refutación de una hipótesis, algo que Hempel no sostendría. Sin hacer mayores especificaciones, Hempel rechaza el análisis popperiano de la noción de simplicidad afirmando que “es un problema encontrar una formulación precisa y unificada” de esta noción (2002, 74). En segundo lugar, una vez que se propone una hipótesis respetando criterios de aceptabilidad como el de la simplicidad, se procede a ponerla a Mariela Destéfano 134 prueba. A lo largo del trabajo, expliqué que el resultado positivo de la contrastación se denomina confirmación y el resultado negativo de la contrastación se denomina refutación. Hempel adopta como criterio de cientificidad la confirmación de las hipótesis mientras que Popper adopta como criterio de cientificidad la posible refutación de las mismas. Lo cierto es que existe una asimetría en la elección de uno u otro camino. La asimetría consiste en que mientras que para Hempel el conocimiento científico es un conjunto de enunciados afirmados con un grado de probabilidad, para Popper, el conocimiento científico es un conjunto de enunciados susceptibles de ser negados de manera definitiva y concluyente. Ahora bien, puede decirse que Popper también admite una noción que se corresponde con la aceptación de una hipótesis. Esta noción es la de corroboración. Pero decir que una hipótesis es corroborada no es lo mismo que decir que es confirmada. En el primer caso solamente se afirma que la hipótesis por el momento no ha sido refutada, que hasta ahora sobrevive provisionalmente en la ciencia. En cambio, confirmar una hipótesis es hacer algo más, es otorgarle un grado de probabilidad de ser verdadera. La corroboración es una noción que debe entenderse en relación con la noción de refutación, porque la aceptación de una hipótesis lo es en vistas de una futura instancia de refutación. Por el contrario, la confirmación es una noción que se relaciona con la noción de probabilidad, dado que confirmar una hipótesis es especificar sus probabilidades de ser verdadera. La probabilidad es una noción que puede cuantificarse. Se puede afirmar que una hipótesis tiene una probabilidad de ser verdadera de acuerdo con valores que van del 0 a 1. En este sentido, la confirmación también es cuantificable. Esto no sucede cuando una hipótesis ha sido corroborada. La corroboración, al no tener relación alguna con la noción de probabilidad, no puede ser cuantificada.Por último, es importante destacar que la operación de puesta a prueba de una hipótesis depende de lo que sucede con las consecuencias observacionales, y es en este sentido que puede afirmarse que, para los filósofos del enfoque clásico, la experiencia es el tribunal que permite admitir o rechazar a las hipótesis. Con Popper estudiamos los problemas de justificar lo que el filósofo denomina enunciados básicos, por medio de los cuales se enuncian las consecuencias observacionales sobre las cuales recae todo el peso de la contrastación. Entiendo que es un problema que también afecta a Hempel y a todos los filósofos que pretendan incorporar la noción Mariela Destéfano 135 de consecuencia observacional de manera justificada en la reconstrucción de la puesta a prueba de hipótesis. Sin embargo, la idea de que los enunciados básicos se aceptan por una convención de los científicos es una solución que aleja a Popper del enfoque clásico y lo ubica en los albores de la nueva filosofía de la ciencia. Superando en alguna medida el abordaje de enfoque clásico Popper incorpora elementos alógicos en el análisis del conocimiento científico, planteando de manera involuntaria los límites del análisis del hipotético-deductivismo. Bibliografía. Bridgman, P.W. (1955), Reflections of a Physicist, Nueva York: Philosophical Library Bunge, M. (1977), “¿Qué es y a qué puede aplicarse el método científico?”, Dianoia 23, 88-101. Bunge, M. (1993), “¿Cuál es el método de la ciencia?”, en La ciencia, su método y su filosofía, Buenos Aires: Siglo Veinte, 37-68. Cerda y Valdivia (2007), “John Snow, la epidemia de cólera y el nacimiento de la epidemiología moderna”, Revista chilena de infectología 24, 331-334. Chalmers, A. F. 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