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INSTITUTO BALCARSE SEDE CLORINDA AUX. ENFERMERIA. PROFESORA: ROCIO CORREA. MOVILIZACIÓN MANUAL DE PACIENTES: INTRODUCCION. La manipulación manual de cargas y por tanto la movilización manual de pacientes, es responsable, en muchos casos, de la aparición de fatiga física e incluso de lesiones que se pueden producir de una forma inmediata o por la acumulación de pequeños traumatismos aparentemente sin importancia. Las lesiones músculo-esqueléticas se pueden producir en cualquier zona del cuerpo, pero son más sensibles los miembros superiores (hombros, brazos y manos) y la espalda, en especial la zona dorsolumbar. En los profesionales del sector sanitario tiene una especial incidencia el dolor de espalda, debido a la movilización de pacientes y constituye un factor de riesgo para las lesiones de espalda. El conocimiento de las técnicas adecuadas de movilización de pacientes, supone un elemento preventivo. No podemos contemplar todas las situaciones posibles, pero si nos van a poder orientar y ser de utilidad. Conocer estas técnicas preventivas, unido a una serie de recomendaciones relacionadas con aspectos generales de los hábitos de vida, contribuye a que la actividad laboral no suponga una merma en la salud y calidad de vida del trabajador. Cada uno de nosotros, en cada situación, debe reflexionar y adaptarse a las circunstancias del paciente, del entorno sanitario y a las características propias y del resto de los compañeros que colaboren en la movilización del pacientes HAY QUE REFLEXIONAR ANTES DE ACTUAR Puesto que nos encontramos con que la carga es un paciente dependiente total, semidependiente o un paciente autónomo.Si bien cada caso será valorado por separado, es importante que sea cual sea su estado, se le motive para la colaboración. Esto puede conseguirse mediante la explicación previa de cuáles son los movimientos que se le van a realizar, e incluso debe darse un argumento motivador para el mismo y/o pedirle expresamente su colaboración.Nunca se debe escoger un movimiento que invalide al paciente. Además del estado del paciente, otra serie de características como las circunstancias que lo rodean (si es portador de sondas, bolsas, sueros, etc.) y los medios de que se dispone marcarán la necesidad de utilizar una u otra técnica. Es necesario dejar patente que siempre será preferible el uso de los medios técnicos disponibles (grúas), o la adopción de medidas organizativas para evitar la movilización manual con pacientes. Es más; no todas las soluciones que se pueden adoptar son complicadas y costosas. Muchas veces, utilizar el sentido común puede llevar a soluciones sencillas y efectivas. Al final del movimiento o movilización, situaremos al paciente en una postura cómoda y dejaremos a su alcance los utensilios necesarios Riesgos de la movilización manual de pacientes - Los riesgos se concretan en el manejo de cargas pesadas durante largos períodos de tiempo o bien en periodos cortos pero de manera repetida (como es más habitual en el caso de la movilización de los pacientes), todo ello unido a la frecuencia con la que se lleva a cabo dicha tarea. El paciente en ocasiones, provoca movimientos bruscos no previstos o inesperados que los profesionales del sector sanitario tienen que asumir en el intento de evitar posibles lesiones o caídas del paciente con problemas de movilidad. Se produce por tanto, un sobreesfuerzo que es ejecutado de manera muy rápida y adoptando posturas que no son las adecuadas. Esta circunstancia puede aumentar el riesgo de lesión. - Higiene postural Las lesiones producidas al realizar esfuerzos, son provocadas por ejecutarlos de manera incorrecta, por desconocimiento del método o por no seguir las normas. Los principios básicos para una correcta higiene postural son los siguientes: - Mantener la espalda recta: Esta norma básica permite que las cargas que actúan sobre la espalda lo hagan de manera vertical para que entren en juego los mecanismos amortiguadores del disco intervertebral e impide que se produzcan contracturas musculares. Si se inclina la espalda, se pierde la verticalidad y los músculos se ponen a trabajar en unas condiciones de sobrecarga para mantener la union vertebral. - Flexionar las rodillas: Este gesto permite que trabajen, como principal motor del movimiento, los potentes músculos de las piernas (cuadriceps) y de los glúteos, proporciona una mayor base de sustentación y mejora el equilibrio. - Adecuar la altura del plano de trabajo según la tarea que vayamos a realizar (ajustar la altura de la cama,…). - Aproximarse a la zona de trabajo y al paciente a movilizar. - Sujetar al paciente próximo al cuerpo :Así, manteniendo al paciente cerca, la fuerza a la que se somete la columna es mucho menor - Agarrar bien al paciente: Es importante conocer, para cada técnica de movilización, el mejor agarre posible. - Proporcionar una amplia base de apoyo: Para mantener una postura estable y mover sin problemas al paciente, se deben colocar los pies separados y uno ligeramente delante del otro. Con una buena base de apoyo se evitarán lesiones porque se aprovechará el impulso mecánico producido en la movilización. Es necesario que los pies estén orientados en el sentido del desplazamiento de la carga. - Girar todo el cuerpo mediante pequeños movimientos de los pies para así evitar realizar torsiones del tronco. - Siempre que sea posible, utilizar puntos de apoyo (camillas, mesas, sillas, cabezal de la cama...). Están descritas diferentes técnicas de movilización en función de: - Estado del paciente: si puede o no colaborar - Nº de profesionales que realizan la movilización - Acción que debe ser realizada: incorporar o sentar al paciente, moverlo a un lateral de la cama, giros, paso de la cama a camilla o a silla, etc. Pasos previos a toda movilización -Informar al paciente de lo que se va a realizar, pedir su colaboración y transmitirle tranquilidad. -Retirar los objetos que nos molesten. -Preparar el material que se va a necesitar. -Colocar la cama en la posición que más nos ayude en la movilización del paciente. -Frenar la cama. -Tener cuidado con los sueros, drenajes, etc., que no nos impidan la movilización. -Adoptar mecánica postural. Guardar en todo momento la intimidad del paciente. Adoptar las medidas de higiene necesarias para cada caso. Evitar movimientos bruscos en la movilización del paciente Garantizar en todo momento la seguridad del paciente Pasos posteriores a la movilización Dejar acomodado al paciente. Volver a colocar los sueros, drenajes.. en su lugar. Verificar la seguridad del paciente. DE LA CAMA A LA SILLA, PACIENTES SEMIDEPENDIENTES Acción: -Revisar indicaciones médicas y verificar si no hay contraindicaciones de movilización, para dar estricto cumplimiento a lo prescrito para el tratamiento correspondiente. -Antes de movilizar al paciente, valorarlo basándose en su estado general y, de acuerdo a las circunstancias y posibilidades del personal auxiliar, analizar y planificar la ejecución de la técnica, con la posibilidad de realizarla con ayuda o sin ella, para realizar el procedimiento en forma adecuada. Tener a mano la silla o silla de ruedas de ruedas y verificar su funcionamiento de esta ultima, a fin de evitar imprevistos y proceder en forma oportuna. - Saludar al paciente y ayudarle a ponerse en posición adecuada para iniciar el movimiento (decúbito supino), dándole un argumento motivador para que ayude en el cambio de postura, explicándole los movimientos que vamos a realizar para que colabore. - Usar dos puntos de contacto para ayudar a mover al paciente: una mano en la espalda y otra bajo las rodillas. - Mantener los pies separados; uno más adelantado en el sentido del movimiento. - Ayudar al enfermo a que gire y se siente en el borde de la cama. −Esperar unos segundos para quéno se maree, mientras se aprovecha para ponerle las zapatillas y ayudarle a ponerse de pie. -Si no queda bien sentado, corregir la posición, procediendo a rodear el tórax desde la espalda con los dos brazos por debajo de las axilas, abrazarlo y sujetándose en las muñecas del paciente ubicadas sobre el tórax, tirar hacia sí. -Cubrirlo con las frazadas y dejarlo al paciente cómodo y seguro, listo para su traslado. Movilización de la cama a la silla de ruedas • Procedimiento después del traslado del paciente de la cama a la silla de ruedas -Dejar la habitación en orden, para colaborar con un ambiente agradable. -Lavarse las manos con abundante agua y jabón. -Registrar , para dejar constancia del procedimiento y reportar en qué circunstancias queda. Movilización de la silla de rueda a un asiento, a la cama o camilla Explicar al paciente el procedimiento y pedirle su colaboración si se puede ,frenar la silla de ruedas. Colocarse delante del paciente con la espalda recta ,pedir al paciente que coloque sus brazos en posición de abrazo y sosténgalo de la cintura. El enfermero puede colocar una pierna entre las del paciente para realizar flexion ,también puede colocar sus rodillas con las paciente para hacer palanca,y transladar al paciente a la silla . Movilización del paciente ayudados por una sábana Se realiza entre dos personas, situados uno a cada lado de la cama. 1. Para esta técnica nos ayudaremos de una sabana de transferencia ( también llamada sabana de moviento,entremetida,deslizante) que es una sábana doblada en su largo a la mitad; 2. Se la colocaremos al paciente por debajo, de forma que llegue desde los hombros hasta los muslos. 3. Para ello colocaremos al enfermo en decúbito lateral, lo más próximo a un borde de la cama y meteremos la "entremetida" por el lado contrario al que está girado, luego lo volveremos al otro lado y sacaremos la parte de "entremetida" que falta de colocar. 4. Una vez colocada la "entremetida", se enrolla ésta por los laterales sujetándola cada persona fuertemente, pudiendo así mover al paciente hacia cualquier lado de la cama evitando las fricciones. Si el paciente no se encuentra en la cama debemos colocar la sabana de moviento previamente. MOVILIZACIÓN DEL PACIENTE HACIA LA CABECERA DE LA CAMA MOVIMENTO HACIA UN LATERAL DE LA CAMA Se procede a dividir el cuerpo del paciente en tres segmentos: tronco, pelvis y miembros inferiores. Se van a movilizar cada uno por separado. •El enfermero se coloca del lado de la cama hacia el cual va a trasladar al paciente, a la altura de la zona del cuerpo que va a mover en ese momento y manteniendo siempre una postura dinámica. •Para movilizar el tronco, el enfermero pasa sus brazos por debajo de las axilas del paciente para sujetarle por la espalda . A continuación desliza el tronco del paciente hacia si mismo, hasta desplazarle la distancia deseada (A). •Para movilizar las otras zonas o segmentos se seguirán los mismos pasos; en el caso de la pelvis las manos irán debajo de los glúteos (B) y en el caso de los miembros inferiores l el antebrazo y manos del enfermero manos iran debajo de las rodillas y el otro a nivel de los gemelos (C) MOVILIZACION DE LA CAMA A LA CAMILLA La camilla se colocará paralela a la cama, frenadas ambas. Si el paciente puede desplazarse, se le ayudará a colocarse en la camilla, si no pudiera moverse se le desplazará con la ayuda de DOS o TRES personas (Toda movilización dependerá del del grado de movilidad que disponga el enfermo, por un lado, y del número de personas que intervengan en la misma, por otro). CON UNA PERSONA 1. Si el enfermo posee movilidad, puede él solo trasladarse a la camilla, con algo de ayuda por parte del auxiliar. CON DOS PERSONAS 1. Una realiza la movilización del enfermo y la otra se asegura de fijar la camilla para que no se mueva y de ayudar a la primera; 2. La camilla se coloca paralela a la cama y bien pegada a ésta; (ambas deberán estar frenadas) 3. Previamente se habrán enrollado la sabana de momiento cada enfermero en su lado; Dos Personas se situan cada una en un extremo, una en un extremo de la cama y otra en el extremo contrario de la camilla, y movilizar al paciente desplazando la entremetida que está debajo del mismo. CON TRES PERSONAS Si el enfermo no puede moverse en absoluto serán necesarias tres personas; 00..7MOVILIZACION DEL PACIENTE DE DECUBITO SUPINO A DECUBITO LATERAL MOVILIZACION DE DECUBITO SUPINO A DECUBITO PRONO Paciente se encuentra en decúbito supino ,colocarlo al borde con técnica del moviento hacia el lateral de cama. Movilizar al paciente en decúbito lateral Cuidado de los brazos ,colocando en posición correcta . Posiciones cómodas para la persona cuidada : uso de almohadas. Las posiciones básicas de descanso que puede adoptar una persona que permanece largo tiempo en la cama son cuatro: decúbito supino o boca arriba, decúbito lateral o de lado, decúbito prono o boca abajo y semifowler o semisentado. En todas las posiciones se deben vigilar las posibles zonas de riesgo para evitar la aparición de las úlceras por presión D ecúbito supino: La persona se encuentra acostada sobre su espalda, con los brazos y las piernas extendidas. Las rodillas han de estar ligeramente flexionadas, los pies en ángulo recto con respecto al cuerpo y los talones sin contactar con la ropa de la cama para evitar las úlceras por presión. Para conseguir la correcta alineación del cuerpo se pueden utilizar almohadas, cojines y apoyos. Esta postura se emplea con mucha frecuencia, ya que en ella suele permanecer el paciente la mayor parte del tiempo que está en la cama. Decúbito lateral: La persona se encuentra acostada de lado, con la cabeza apoyada sobre la almohada. El brazo inferior, flexionado a la altura del codo y paralelo a la cabeza. El brazo superior, flexionado y apoyado sobre el cuerpo, sobre la cama o sobre una almohada para facilitar la expansión torácica. La pierna inferior, con la rodilla ligeramente doblada, y la pierna superior, flexionada a la altura de la cadera y la rodilla. Los pies en ángulo recto para evitar la flexión plantar. Esta postura puede ser lateral izquierda o derecha, según la zona corporal sobre la que se esté acostado. Igualmente, se pueden utilizar dispositivos para favorecer la alineación corporal: almohadas y cojines. Esta posición se utiliza para administrar enemas (decúbito lateral izquierdo), para cambiar las sábanas de la cama, realizar la higiene corporal y efectuar cambios posturales. Decúbito prono: La persona se encuentra acostada sobre su abdomen, con la cabeza girada hacia uno de los lados y los brazos flexionados a ambos lados de la cabeza para lograr la expansión torácica. Los brazos también pueden estar alineados a lo largo del cuerpo. Esta postura se usa en pacientes sometidos a cirugía dorsal, para dar masajes en la espalda y para realizar un plan de cambios posturales. Posición de Fowler o semisentado: La cabecera de la cama está elevada hasta formar un ángulo de 45 grados; si la cama no se eleva, se puede conseguir esta inclinación por medio de almohadas o cojines. Las rodillas están flexionadas y los pies en ángulo recto. Bajo las rodillas se pone una almohada para descanso de éstas. Esta posición facilita al encamado actos como comer o leer.
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