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1 2 ¡Gracias por adquirir nuestro material de trabajo! A continuación, tendrás a tu disposición más de treinta relatos y cuentos breves para ser utilizados en espacios de reflexión individuales, grupales y cuentoterapia, como por ejemplo grupos terapéuticos, grupos de apoyo, clases, espacios académicos, talleres o trabajos con grupos humanos en general). Las temáticas de los cuentos son múltiples y diversas, y también pueden ser adaptadas al trabajo con distintos grupos etarios. Lic. Nicolás Cavallero Psicólogo UBA. Formación en Psicología Comunitaria. Coordinador de Talleres recreativo-terapéuticos. Docente teatral. Contacto: www.instagram.com/psi.neo www.facebook.com/psi.neo consultapsi.neo@gmail.com http://www.instagram.com/psi.neo http://www.facebook.com/psi.neo mailto:consultapsi.neo@gmail.com 3 • Puntos de vista Un relato de origen chino describe la vida de un campesino que era considerado muy próspero porque era dueño de un caballo que utilizaba para arar la tierra y trasladarse. Un día un rayo rompió la entrada del corral y el animal se escapó. Los vecinos al enterarse fueron a verle apenados por la pérdida diciéndole: «Qué mala suerte ha tenido vecino, de no ser por esta tormenta no habría perdido su único caballo». El campesino simplemente dijo: «¿Buena suerte? ¿Mala suerte? Solo son puntos de vista”. Unos pocos días después, el animal volvió acompañado de dos caballos salvajes de las montañas. Todos los vecinos se regocijaron por su buena fortuna y fueron a felicitarlo por su buena suerte. El campesino solo dijo: «¿Buena suerte? ¿Mala suerte? Solo son puntos de vista» Al día siguiente, el hijo del campesino trató de montar a uno de los caballos salvajes; el animal lo tiró y el joven se quebró una pierna. Debió ser entablillado y se le indicó guardar cama por un par de meses. Naturalmente todos los vecinos ofrecieron su consuelo por la mala fortuna. Y el campesino nuevamente dijo: «¿Buena suerte? ¿Mala suerte? Solo son puntos de vista. Una semana más tarde, los oficiales de reclutamiento llegaron al lugar para alistar a los jóvenes para el ejército ya que se había desatado una guerra en las fronteras de la China. Ellos rechazaron al hijo del campesino porque tenía la pierna fracturada. Cuando los vecinos le dijeron lo afortunado que era porque su hijo no había sido alistado, el campesino contestó: «¿Buena suerte? ¿Mala suerte? Solo son puntos de vista» 4 • La punta del jamón Juan y Mariana acaban de casarse. Están felices de haber decidido recorrer juntos el camino de la vida, se aman profundamente y buscan demostrarlo en también en los detalles cotidianos. A Juan le encanta disfrutar de una buena mesa y a Mariana le da mucho placer cocinar. El plato preferido de Juan es el jamón al horno, la pata entera asada lentamente. Al saberlo Mariana, decide consultar por la mejor receta posible para agasajar a su amado con su manjar preferido. Se acuerda de que madre cocina muy bien este platillo y le pide la receta. Recibe las instrucciones del caso y pone manos a la obra. Cuando lleva el jamón a la mesa, Juan se da cuenta de un detalle y le hace una pregunta: - "¿Por qué le cortaste la punta? ¡Es la parte que más me gusta!" Mariana piensa un momento y le responde: - "Bueno, mi madre me dio la receta y decía que había que cortarle la punta al jamón para cocinarlo" - "¡Qué extraño!", responde Juan. "Justamente es la parte que más me gusta y no entiendo por qué habría que quitarla." Con esta duda en mente, días después Mariana le pregunta a su madre el porqué de tener que cortarle la punta al jamón. La madre piensa un momento y sólo tiene una respuesta: http://cuentosqueyocuento.blogspot.com/2009/03/la-punta-del-jamon.html 5 - "Tu abuela siempre cocinó el jamón de esta manera, siempre le cortó la punta. Creo que mejor le preguntas a la abuela para saber el motivo." Sin perder tiempo y queriendo descubrir el misterio del jamón al horno, Mariana llama a su abuela y le pregunta: - "Abuela, por qué siempre le cortas la punta al jamón antes de cocinarlo?" La abuela, sorprendida por lo obvio de la pregunta le responde: - "¡Porque mi horno es muy pequeño, y el jamón no cabe entero!" • El Obstáculo en el Camino Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda piedra. Algunos pasaron simplemente dando una vuelta. Muchos culparon al rey por no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo nada para sacar la piedra del camino. Un campesino, que pasaba por allí con una carga de verduras, la vio. Al aproximarse a ella, puso su carga en el piso y trato de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, con gran esfuerzo, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, vio una bolsa en el suelo, justo donde había estado la roca. 6 La bolsa contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey diciendo que el oro era la recompensa para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió ese día que cada obstáculo puede estar disfrazando una oportunidad. • La flor Se cuenta que hace muchos años en la China antigua, un príncipe de la región norte del país estaba por ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley, él debía casarse. Sabiendo esto, decidió hacer una competencia entre las muchachas de la corte para ver quién sería digna de su propuesta. Al día siguiente, el príncipe anunció que recibiría en una audiencia especial a todas las pretendientes y lanzaría un desafío. Una anciana que servía en el palacio hacía muchos años, escuchó los comentarios sobre los preparativos y sintió una leve tristeza porque sabía que su joven hija tenía un sentimiento profundo de amor por el príncipe. Al llegar a la casa y contar los hechos a la joven, se asombró al saber que ella quería ir a la celebración. Sin poder creerlo le preguntó: - ¿Hija mía, qué vas a hacer allá? Todas las muchachas más bellas y ricas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura. Y la hija le respondió: 7 - No, querida madre, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos algunos momentos cerca del príncipe. Esto me hará feliz. Por la noche la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las muchachas más bellas, con las más bellas ropas, con las más bellas joyas y con las más firmes intenciones. Entonces, finalmente, el príncipe anunció el desafío: "Daré a cada una de ustedes una semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses, será escogida por mí para ser mi esposa y futura emperatriz de China". La propuesta del príncipe seguía las tradiciones de aquel pueblo, que valoraba mucho la especialidad de cultivar algo, sean costumbres, amistades, relaciones... El tiempo pasó y la dulce joven, como no tenía mucha habilidad en las artes de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura de su semilla, pues sabía que si la belleza de la flor surgía como su amor, no tendría que preocuparse con el resultado. Pero pasaron tres meses y nada brotó. La joven intentó todos los métodos que conocía pero ninguno consiguió que alguna planta brotara. Día tras día veía más lejos su sueño, pero su amor era más profundo. Por fin, pasaron los seis meses y nada había brotado. Consciente de su esfuerzo y dedicación la muchacha le comunicó a su madre que, sin importar las circunstancias, ella regresaría al palacio en la fecha y hora acordadas sólo para estar cerca del príncipe por unos momentos. En la hora señalada estaba allí, con su vasovacío. Todas las otras pretendientes tenían una flor, cada una más bella que la otra, de las más variadas formas y colores. Ella estaba admirada. Nunca había visto una escena tan bella. Finalmente, llegó el momento esperado y el príncipe 8 observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, una a una, anunció su resultado. Aquella bella joven con su vaso vacío sería su futura esposa. Todos los presentes tuvieron las más inesperadas reacciones. Nadie entendía por qué él había escogido justamente a aquella que no había cultivado nada. Entonces, con calma el príncipe explicó: "Esta fue la única que cultivó la flor que la hizo digna de convertirse en emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles". • La creatividad Después de una fuerte tormenta, un árbol frondoso y centenario cedió y cayó quedando con las raíces de fuera, casi al instante un leñador que andaba cerca en el bosque llegó y comenzó a cortar la madera. Era tan grande el árbol que aquel leñador necesitó de la ayuda de sus compañeros. Al final se logró obtener la mejor madera del árbol, solo la parte del tronco con las raíces quedo sobrando, el leñador decidió llevarlo a su casa, aunque le pareció que no serviría de mucho. Pasaron los días y aquel tronco estaba tirado, soportando el sol y la lluvia en las afueras de la casa. Un día pasó un hombre y vio aquel tronco, se acercó y le pregunto al leñador si podía vendérselo. El leñador le contestó: este tronco no me sirve para nada, se lo regalo, puede llevárselo. En el momento aquel hombre pidió que le llevaran ese tronco a su casa y agradeció al leñador por el gentil regalo. El hombre era un importante escultor. Al tener aquel rústico tronco en su casa, comenzó a tallarlo y 9 esculpirlo, tardó días y logró hacer una hermosa obra de arte que llegó a venderse a un precio impensable. Él escultor vio más allá de lo que todos podían ver en aquel pedazo de madera, vio lo que podía llegar a ser después de transformarlo: una obra perfecta. • La casa de los mil espejos Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito, buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa. El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subir las escaleras se topó con una puerta semiabierta; lentamente se adentró en el cuarto. Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto había 1000 perritos más, observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos. El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los 1000 perritos hicieron lo mismo. Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando salió del cuarto, se quedó pensando para sí mismo: - "¡Qué lugar tan agradable! Voy a venir más seguido a visitarlo." Tiempo después, otro perrito callejero entro al mismo sitio y se encontró entrando al mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado, ya que lo estaban viendo de una manera agresiva. Posteriormente empezó a gruñir; obviamente vio como los 1000 10 perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le ladraron también a él. Cuando salió del cuarto pensó: - "¡Qué lugar tan horrible es este !¡Nunca más volveré a entrar" En el frente de dicha casa, se encontraba un viejo letrero que decía: "La casa de los 1000 espejos" • Escuela de Animales Un conejo, un pájaro, un pez, una ardilla, un pato y otros animalitos, se reunieron para fundar un colegio y se sentaron a redactar el programa de estudios. El conejo quiso que en el programa se incluyera la carrera. El pájaro quiso que se incluyera la técnica de volar. El pez, la natación. La ardilla insistió en que debía agregarse el modo de trepar a los árboles en forma perpendicular. Los demás animales también quisieron incluir su especialidad en el programa de modo que anotaron todo y cometieron el gran error de exigir que todos los animales cursasen la totalidad de las materias. El conejo era excelente en carrera. Nadie corría tan bien como él, pero le exigieron que aprendiera a volar. Lo subieron entonces a un árbol y le ordenaron: - ¡Vuela conejo! Y el pobrecito se lanzó, se quebró una pata de manera que en vez de obtener la máxima calificación en carrera obtuvo una inferior y sacó la mínima en vuelo puesto que estaba aprendiendo. Y el Consejo de estudios estaba feliz. Lo mismo le sucedió al pájaro. Era capaz de volar por todas partes, dar volteretas y sacar las notas más altas hasta que le pidieron que cavara hoyos en la tierra como topo. Por supuesto que se quebró las alas y el pico y no pudo volar más, pero sus maestros se contentaron con bajarle la calificación en vuelo, y así sucesivamente. Uno 11 puede ser un genio, uno de los mayores escritores del mundo, pero no puede ingresar a la universidad porque no aprueba trigonometría ¿Con qué objeto? No importa quién es uno. Escuchen estos nombres que abandonaron sus estudios: William Faulkner; John F. Kennedy; Thomas Edison. No pudieron enfrentar al colegio, no lo soportaron. El pájaro dice: "No quiero aprender a trepar árboles en forma perpendicular. Soy capaz de volar hasta la copa del árbol sin necesidad de hacer eso" y le responden: "No importa se trata de una buena disciplina intelectual" • Siempre criticando Un abuelo, una mujer y un niño salen de un pueblo hacia otro. El abuelo va sobre una mula y los otros caminan. Al pasar por un caserío, la gente comenta que el abuelo es bien desconsiderado y poco caballeroso, que debería cederle su puesto a la mujer. Ellos oyen el comentario, entonces el abuelo baja de la mula y le cede el puesto a la mujer. Siguen su camino. Al pasar por otro caserío, la gente comenta lo desconsiderada que es esa mujer que está cómodamente sentada mientras ese pobre niño camina con la lengua afuera bajo el sol inclemente. Oyen nuevamente el comentario, entonces la mujer se baja y sube al niño sobre la mula mientras siguen el camino. Cuando pasan por otro caserío, la gente critica el hecho que el niño va sentado en la mula mientras el pobre abuelo pasa tanto trabajo. Frente a 12 tanta crítica contradictoria, entonces deciden subirse los tres juntos en la mula. Pasan felices por otro caserío y entonces los habitantes se quejan porque tanto peso es demasiado para la pobre mula. Cabizbajos los tres se bajan de la mula y se ponen a caminar. Cuando finalmente llegan a su destino, la gente en la plaza se burla de ellos: “Que tontos… venirse caminando en lugar subirse en la mula”. • El tiburón y los peces pequeños Durante un experimento de investigación, un biólogo marino colocó un tiburón en un gran tanque de retención y luego lanzó varios peces pequeños adentro. Como era de esperarse, el tiburón nadó rápidamente alrededor del tanque, atacó y se comió a los peces. El biólogo luego insertó una pieza fuerte de fibra de vidrio transparente en el tanque, creando dos particiones separadas. Puso el tiburón a un lado y un nuevo grupo de peces en el otro. El tiburón atacó rápidamente. Esta vez, sin embargo, se estrelló contra el divisor y rebotó. Sin inmutarse siguió repitiendo este comportamiento en vano. Mientras tanto, los peces nadaban ilesos en la segunda partición. Finalmente, aproximadamente una hora después del experimento, el tiburón se rindió. 13 Este experimento se repitió varias docenas de veces durante las siguientes semanas. Cada vez, el tiburón se volvió menos agresivo e intentó menos atacar a los peces, hasta que finalmente se cansó de golpearel divisor y simplemente dejó de atacar por completo. El biólogo luego retiró el divisor, pero el tiburón no atacó. Fue entrenado para creer que existía una barrera entre él y los otros peces, por lo que ahora nadaban donde quisieran, libres de daño. • Erizos Durante la pequeña glaciación, muchos animales murieron de frío. Algunos descubrieron que si juntaban sus cuerpos y permanecían unidos, mantenían el calor corporal. Los que estaban en los extremos, se turnaban con los que estaban en el centro y así muchos lograron sobrevivir durante ese gélido periodo. Pero los erizos lo tuvieron más difícil. Al juntar sus cuerpos, sus espinas se clavaban en los cuerpos de sus iguales, así que algunos al no soportar las heridas, decidían separarse y alejarse y a los pocos metros morían congelados. Sólo aquellos que conseguían acercarse con cuidado para acomodar sus espinas delicadamente en el cuerpo de su compañero y soportando la presión sobre la piel de las espinas del otro conseguían sobrevivir. Era extremadamente difícil no arañar o clavar las espinas en esa situación. Cada vez que debían intercambiar posiciones en condiciones extremas de 14 cansancio y hambruna era fácil perder la paciencia y hacer algún movimiento brusco que dañase al erizo más cercano o incluso a todos. Los erizos más rudos, debieron pulir sus formas y quienes eran demasiado irascibles o nerviosos debieron adaptarse. Muchos no lo lograron y sus cuerpos yacían inertes no demasiado lejos del resto del grupo. Sólo aquellos que aceptaron las espinas de los demás y aprendieron que cada movimiento podía dañar a los compañeros más cercanos consiguieron mantener el calor conjunto y la convivencia necesaria para sobrevivir a la pequeña glaciación. • Un pequeño punto negro Un grupo de discípulos le preguntó una vez a su maestro Zen: -“¿De dónde viene el lado negativo de nuestra mente?” El maestro se retiró un momento y enseguida regresó con un gigante lienzo en blanco. En medio del lienzo había un pequeño punto negro. -“¿Qué véis en este lienzo?” preguntó el maestro. -“Un pequeño punto,” respondieron todos. El maestro dijo: - “Ese es el origen de la mente negativa. Ninguno de vosotros ve la enorme extensión blanca que lo rodea.” 15 • El cartero de muñecas de Jordi Sierra Franz Kafka se encontró con una niña en el parque al que iba a caminar todos los días. La niña lloraba desconsolada porque había perdido su muñeca. Ayudó a la niña a buscar la muñeca, aunque no tuvieron éxito. Quedaron al día siguiente para seguir buscándola. Como no la habían encontrado, Kafka inventó ser cartero de muñecas y le entregó una carta “escrita” por la muñeca donde le decía a la niña que no llorase su ausencia, que había salido de viaje a ver mundo: - "Te escribiré mis aventuras ." - concluía la carta. Este fue el comienzo de muchas cartas. Cuando él y la niña se reunían, él le leía las cartas que escribía de aventuras imaginarias de la muñeca. La niña quedaba así consolada. Kafka se puso enfermo y tuvieron que poner fin a sus encuentros. Le regaló una muñeca con una carta. La muñeca obviamente era diferente que la muñeca original. La carta explicaba que los viajes la habían cambiado. Años más tarde, la chica ahora crecida, encontró una carta metida en una grieta desapercibida dentro de la muñeca que decía: - "Cada cosa que amas, es muy probable que la pierdas, pero al final, el amor volverá de una forma diferente". 16 • Esperanza Hace años, un diario del interior del país publicó una serie de notas pronosticando una cosecha excepcional. Los agricultores, advertidos de la buena noticia, sembraron con más confianza y diversidad que de costumbre. El entusiasmo se generalizaba a medida que la prensa local reiteraba el vaticinio alentador, más deseado que real. Y por el poder de la esperanza generalizada, la cosecha resultó extraordinaria, aunque las fuentes de información fueron osadamente inventadas por el Jefe de Redacción. El estímulo social fue aceptado por los hombres de la comunidad rural y se transformó en un hecho concreto de ganancias compartidas. Imaginar hace que suceda lo que se imagina. • Música anónima Un hombre se sentó en una estación de metro en Washington DC y comenzó a tocar el violín, era una fría mañana de enero. Tocó seis piezas de Bach durante unos 45 minutos. Durante ese tiempo se calcula que pasaron 1.100 personas por la estación, la mayoría de ellos de camino al trabajo. 17 Pasados tres minutos, un hombre de mediana edad notó que había un músico que tocaba. Aminoró el paso y se detuvo por unos segundos, enseguida se apresuró a cumplir con su agenda. >>Un minuto más tarde, el violinista recibió su primer dólar de propina: una mujer arrojó el dinero en la caja, sin detenerse y siguió caminando. Minutos más tarde, una persona se apoyó contra la pared a escuchar, pero miró su reloj y comenzó a caminar de nuevo. Seguramente, se le hacía tarde. El que prestó mayor atención fue un niño de 3 años. Su madre se apresuró, pero el chico se detuvo a mirar al violinista. Por último, la madre empujó fuerte y el niño siguió caminando, volviendo la cabeza todo el tiempo. Esta acción fue repetida por varios otros niños. Todos los padres, sin excepción, los forzaban a seguir caminando. En los 45 minutos que el músico tocó, sólo 6 personas se detuvieron y permanecieron por un tiempo. Alrededor de 20 personas le dieron dinero, pero siguieron caminando a su ritmo normal. Recaudó $ 32. Cuando terminó de tocar y se hizo el silencio, nadie pareció darse cuenta. Nadie aplaudió ni hubo ningún reconocimiento. Nadie lo sabía, pero el violinista era Joshua Bell, ¡¡uno de los músicos más talentosos del mundo!! Tocó una de las piezas más complejas jamás escritas, en un violín por valor de 3,5 millones de dólares. Dos días antes de tocar en el metro, Joshua Bell había agotado las entradas en un teatro en Boston, donde los asientos costaban un promedio de $100. Joshua Bell tocando de incógnito en la estación de metro, el diario The Washington Post la organizó como parte de un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de la gente. 18 Las líneas generales fueron los siguientes: en un entorno común a una hora inapropiada: ¿Percibimos la belleza? ¿Nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado? • Ajedrez Jefferson era un excelente jugador de ajedrez, distinguido en distintas competencias locales logró convertirse en una celebridad en su distrito. Nadie podía derrotarlo, logrando así la etiqueta del rival más temido. Cierta vez, en una entrevista radial, le preguntaron al ajedrecista cuál era su secreto para ganar siempre. Su respuesta fue: "Gano equivocándome". Ante la mirada atónita de los presentes, el ajedrecista continuó diciendo: "El ajedrez es un juego de estrategia que no se puede ganar solo avanzando. En ocasiones, para posicionarnos mejor, debemos retroceder. En muchas ocasiones nos podemos llegar a deprimir porque recibimos un revés en la vida que nos hace retroceder. Al igual que en el ajedrez, en la vida, podemos ganar dando una vuelta en forma de “u”. Hay una enorme diferencia entre rendirse y volver a comenzar de nuevo. De hecho, en muchos casos es necesario dar marcha atrás, abandonar algo, dejar ir algo, para posicionarte mejor y volver a avanzar. Y acabamos con esta última metáfora que probablemente ya conozcáis, pero que no está de más repetirla y recordarla" 19 • El desconfiado en el desierto. Dos hombres que necesitan ir de una ciudad a otra, deciden cruzar a pie el desierto que las separa para acortar camino y no tener que dar una enorme vuelta que les llevaría unas dos semanas a pie. Con varias cantimploras llenas de agua emprenden su andar bajo el sol inclemente.A los dos días se dan cuenta que tienen agua suficiente, pero ninguno trajo comida. Preocupados y cabizbajo, siguen caminando hasta que uno de los dos observa a lo lejos una vieja y dañada carreta llena de enlatados en su interior. Están eufóricos, pero tras muchos intentos empiezan a desesperarse ya que no hallan la manera de abrir ninguna de las latas. Cansados y desanimados, deciden que uno de los dos regresará al pueblo a buscar un abrelatas y más agua, mientras que el otro se quedará cuidando el preciado tesoro que acaban de encontrar. El primero se despide calculando que en 3 días estará de vuelta. El que se quedó empieza a contar primero las horas y luego los días: 1, 2, 3... al quinto día, preocupado y casi moribundo decide intentar nuevamente abrir siquiera una de las latas para no morir de hambre. Con las pocas fuerzas que le quedaban levanta una pesada piedra y cuando está a punto de lanzarla sobre una de las latas surge detrás de una gran roca el primer hombre gritando: - ¡Detente, traidor, detente! - ¡Llegaste, por fin llegaste! - contestó el otro- ¿Qué te pasó? - Nunca me fui. Yo sabía que no podía confiar en ti. He estado todo este tiempo vigilándote detrás de esa roca y ahora te he descubierto infraganti, con las manos en la masa. 20 - ¿No fuiste al pueblo? ¿No buscaste el abrelatas? ¡Claro, tampoco trajiste agua! Ahora, por tu desconfianza los dos estamos destinados a morir en este desierto. • Las estaciones Había un hombre que tenía cuatro hijos. Como buen padre quería que sus hijos aprendieran a no juzgar las cosas rápidamente; entonces envió a cada hijo, por turnos, a ver un árbol de peras que estaba a una gran distancia. El primer hijo fue en el Invierno, el segundo en Primavera, el tercero en Verano y el hijo más joven en Otoño. Cuando todos ellos habían ido y regresado, el padre los llamo y juntos les pidió que describieran lo que habían visto. El primer hijo menciono que el árbol era horrible, parecía seco, estaba sin hojas, doblado y retorcido. El segundo dijo que no, que estaba cubierto con finos brotes verdes y lo encontró lleno de promesas. El tercer hijo no estuvo de acuerdo, dijo que estaba cargado de flores con un aroma muy dulce y se veía muy hermoso, que era el árbol más lleno de gracia que jamás había visto. El último de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, afirmó que había visto un árbol maduro, cargado de fruto, empezándosele a caer algunas hojas pero pleno de vida. Entonces el hombre les explico a sus hijos que todos tenían razón, pero una razón parcial porque ellos solo habían visto el árbol en una de las estaciones de la vida. Les dijo que no deben de juzgar a un árbol, o a una persona, por ver tan sólo una de sus temporadas, y que la esencia de lo que la vida es, el placer y el amor que acompañan a la vida, solo puede ser medida al final, cuando todas las estaciones han pasado. 21 Si te das por vencido en el invierno, habrás perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano y la satisfacción del otoño. Persevera a través de las dificultades y malas rachas… mejores tiempos vendrán. • Clavos Esta es la historia de una persona que tenía muy mal carácter. Su madre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, tendría que clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día, clavó 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubría que cada vez le costaba menos controlar su genio y que era más fácil que clavar clavos detrás de la puerta. Un día consiguió controlar su carácter durante toda la jornada y así informó a su madre. Ella le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y finalmente pudo anunciar a su madre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta. Su madre tomó su mano y se acercaron a la puerta y le dijo: Has trabajado duro. Pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física. Presta atención a tu comunicación. Es tu mayor tesoro. 22 • La mascota Esta historia ocurre en Argentina; más específicamente en el pueblo de Chascomús. Un tendero estaba clavando sobre la puerta de su tienda un letrero que decía "Se venden cachorros". Letreros como ese tienen una atracción especial para los niños pequeños y efectivamente, un niño apareció bajo el letrero del tendero. - ¿Cuánto cuestan los cachorros? -preguntó. -Entre treinta y cincuenta euros- respondió el tendero. El niño metió la mano en su bolsillo y sacó algunas monedas, -tengo dos euros con treinta y siete céntimos- dijo -¿puedo verlos, por favor? El tendero sonrió y silbó, y de la caseta de los perros salió "Dama", que corrió por el pasillo de la tienda seguida de cinco pequeñitas, diminutas bolas de pelo. Un cachorro se estaba demorando considerablemente. El niño inmediatamente distinguió al cachorro rezagado: ¡era cojo!. - ¿Qué le pasa a ese perrito?- preguntó. El tendero le explicó que el veterinario había examinado al cachorro y había descubierto que le faltaba una cavidad de la cadera y que cojearía por siempre. Estaría lisiado toda su vida. El niño se entusiasmó. - Ese es el cachorro que quiero comprar -dijo. - Si realmente quieres ese perrito, te lo regalo -dijo el tendero. El niño con cara de enfado miró al tendero a los ojos y le replicó: 23 - No quiero que me lo regale. Ese perrito vale exactamente tanto como los otros perros y voy a pagar su precio completo. De hecho, ahora le voy a dar 2,37€ y luego 50 céntimos al mes hasta terminar de pagarlo. El tendero replicó: - Realmente no quieres este perrito. Nunca va a poder correr, brincar ni jugar contigo como los otros cachorritos. Al oír esto, el niño se agachó y se enrolló la pierna del pantalón para mostrar una pierna izquierda gravemente torcida, lisiada, sostenida por un gran aparato ortopédico de metal. Miró al tendero y suavemente le respondió: - Bueno, pues yo tampoco corro tan bien como los otros niños y el cachorrito va a necesitar a alguien que lo entienda. • El Triple Filtro En la Grecia antigua, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos. Un día, un conocido se encontró con Sócrates y le dijo: - ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo? - Espera un minuto - replicó Sócrates - Antes de decirme nada, quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro. - ¿Triple filtro? - preguntó el otro 24 - Correcto - continúo Sócrates - antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Por eso que lo llamo el “Examen del triple filtro” El primer filtro es la VERDAD ¿estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto? - No - dijo el hombre - realmente sólo escuche sobre eso y... - Bien - dijo Sócrates - entonces realmente no sabes si es cierto o no. Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la BONDAD. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo ? - No, por el contrario … - Entonces, deseas decirme algo malo de él, pero no estás seguro que sea cierto. - Pero aún podría querer escucharlo porque queda un filtro, el filtro de la UTILIDAD. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo? - No, la verdad que no. - Bien, concluyó Sócrates. Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no me es útil... para qué querría yo saberlo? 25 • La fábula de Olivier Clerc Imagínate una cacerola llena de agua fría en la cual nada tranquilamente una pequeña ranita. Un pequeño fuego se enciende bajo la cacerola, y el agua se calienta lentamente. El agua despacio, despaciose va poniendo tibia, y la ranita encuentra esto más bien agradable, y continúa nadando. La temperatura del agua, sin embargo, sigue subiendo. Ahora el agua está caliente, más de lo que la ranita pueda gozar, se siente un poco cansada pero no obstante no se asusta. Ahora el agua está verdaderamente caliente y la ranita comienza a encontrar esto desagradable. Está tan debilitada, que soporta el calor y no hace nada. La temperatura continúa subiendo, hasta que la ranita termina simplemente cocinándose para el plato principal del Restaurant. Si la misma ranita hubiera estado metida directamente en el agua a 50 grados, con un golpe de sus patas inmediatamente habría saltado fuera de la cacerola. 26 • Tormentas Cuentan que un día un campesino le pidió a la Madre Naturaleza para que, según él, le rindieran mejor sus cosechas. Entonces cuando el campesino quería lluvia ligera, así sucedía; cuando pedía sol, éste brillaba en su esplendor; si necesitaba más agua, llovía más regularmente. Pero cuando llegó el tiempo de la cosecha, su sorpresa y estupor fueron grandes porque resultó un total fracaso. Desconcertado y medio molesto le preguntó a la Madre Naturaleza el motivo del fracaso, si él había puesto los climas que creía convenientes. La Naturaleza le contestó: - "Tú pediste lo que quisiste, más no lo que de verdad convenía. Nunca pediste tormentas, y éstas son esenciales para limpiar la siembra, ahuyentar aves y animales que la consuman, y purificarla de plagas que la destruyan. Y es que, mi querido campesino, a veces son necesarias las tormentas". • La sed Un hombre estaba perdido en el desierto, destinado a morir de sed. Por ventura, llegó a una cabaña vieja, desmoronada, sin ventanas, sin techos, el hombre anduvo por ahí y se encontró con una pequeña sombra dónde acomodarse para huir del calor y del sol desértico. 27 Mirando a su alrededor, vio una vieja bomba de agua, toda oxidada, se arrastró hacia allí, tomó la manivela y comenzó a bombear, a bombear y a bombear sin parar, pero nada sucedía! Desilusionado, cayó postrado hacia atrás; notó que a su lado había una botella vieja, la miró, la limpió de todo el polvo que la rodeaba, y pudo leer un recado que decía: Usted necesita primero purgar la bomba con toda el agua que contiene esta botella mi amigo, después, por favor tenga la gentileza de llenarla nuevamente antes de marchar. El hombre desenroscó la tapa de la botella, y en realidad, ahí estaba el agua. ¡La botella estaba llena de agua! De repente, él se vio en un dilema: Si bebía aquel agua podría sobrevivir, pero si la vertía en esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría agua fresca, bien fría, del fondo del pozo, y podría tomar toda el agua que él quisiese, o tal vez no, tal vez, la bomba no funcionase y el agua de la botella sería desperdiciada... • Perder una sandalia En cierta ocasión, cuando Mahatma Gandhi estaba subiendo a un tren, una de sus sandalias se cayó a la vía. Sus acompañantes trataron de recuperarla, pero sin éxito pues el tren ya se encontraba en marcha. Ante la sorpresa de todos, Gandhi con total calma se sacó su otra sandalia y la arrojó igualmente a la vía. Los acompañantes de Gandhi asombrados le preguntaron: ¿Por qué 28 has hecho esto? a lo que él respondió: Una sola sandalia no le sirve a nadie. Ahora quien encuentre las dos podrá usarlas sin ningún problema. • Piedra, árbol, espada y agua En tiempos de batallas en las montañas, mientras las personas dormían, de madrugada, se reunieron las cosas. La espada habló: - Yo soy la más fuerte y puedo destruirlo todo. Mi filo corta y doy poder a quien me toma y muerte a quien me enfrenta. - ¡Mentira! - replicó el árbol - Yo soy más fuerte, he resistido el viento y la más feroz tormenta. Pelearon espada y árbol. Fuerte y duro se mantuvo el árbol. La espada golpeó y golpeó cortando el tronco hasta derribar el árbol. - Soy la más fuerte, gritó triunfante la espada. - ¡Mentira! - replicó la piedra - Yo soy la más fuerte. Soy dura y antigua, soy pesada y llena. Y pelearon espada y piedra. Dura y firme se mantuvo la piedra. La espada golpeó y golpeó, pero no podía destruir la piedra. Mientras golpeaba, se quedó sin filo y la piedra quedó hecha añicos. - Es un empate, dijeron espada y piedra y lloraron lo inútil de su pelea. Mientras el agua del arroyo miraba la escena sin decir nada, había presenciado la pelea. La espada al darse cuenta de la presencia del agua, dijo: 29 - ¡Tú eres la más débil! Nada puedes hacer. ¡Yo soy más fuerte que tú! Y se lanzó con toda su fuerza contra el agua del arroyo. Hizo un gran escándalo, espantó los peces y el agua no opuso resistencia al golpe de la espada. Poco a poco, sin decir nada, el agua recuperó su forma, envolvió la espada y siguió su curso hacia el río hacia el agua grande. Pasó el tiempo y la espada en el agua empezó a hacerse vieja y a oxidarse; perdió completamente todo el filo y los peces se acercaban sin miedo a burlarse de ella. Con pena, la espada se retiró del agua del arroyo. Sin filo y derrotada se quejó: - Soy más fuerte que ella, pero no puedo hacerle daño y ella a mí, sin pelear, me ha vencido. A veces, debemos pelear como espada frente a seres vivos, a veces, debemos pelear como árbol frente a la tormenta, a veces debemos pelear como piedra frente al tiempo. Otras debemos ser como el agua frente a la espada, el árbol y la piedra, hacernos agua y seguir nuestro curso hasta el río de agua que alivia y sacia. • La reparación del carpintero Esta es la historia de dos hermanos que convivieron en armonía durante muchos años, vivían en granjas separadas, pero cultivaban y trabajaban juntos, compartiendo maquinaria, intercambiando cosechas y bienes año tras año. 30 Un día tuvieron un problema. Comenzó con un pequeño malentendido que fue creciendo hasta que explotó en una amarga discusión seguida de semanas de silencio. Una mañana un hombre con herramientas de carpintero llamó a la puerta del hermano mayor. - "Estoy de paso por aquí y necesitaría trabajo para poder proseguir mi camino ", dijo el extraño, - "quizás usted requiera alguna pequeña reparación que yo pueda realizar" El mayor de los hermanos reflexionó un momento y dijo: -"Tengo un trabajo para usted. Mire al otro lado del arroyo, en aquella granja vive mi vecino, de hecho, es mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros, pero él desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. Hizo eso para enfurecerme, pero le voy a demostrar quien enfurece a quien. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más." El carpintero le dijo: -"Creo que puedo hacerme cargo de la situación" El hermano mayor ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y se fue de la granja para buscar provisiones al pueblo. Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero terminaba su trabajo. El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, con la boca abierta. No había ninguna cerca de dos metros. En su lugar había un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una fina pieza de arte, con toda suerte de detalles y con un cómodo pasamanos. 31 • El tesoro en el viñedo Un hombre labrador dueño de un viñedo tenía tres hijos. A ninguno le gustaba el trabajo y habían confiado su vida a la buena suerte. Como el hombre estaba por jubilarse: - “Les voy a revelar un secreto... en mi campo, cerca de alguna de las vides, hay enterrado un tesoro, a poca profundidad... si lo encuentran, los tres podrán vivir cómodamente”. Los hijos repartieron la tierra en partes iguales y comenzaron a cavarla. No contrataron peones para no correr riesgos. Fue un trabajolento y prolijo en el que daban vuelta a cada terrón. Tardaron un mes y medio y no encontraron nada. Cambiaron los lotes y repitieron la operación sin hallar nada. Otra vez rotaron las parcelas con igual resultado. Pero al cabo de cuatro meses, descubrieron que las vides estaban cargadas de enormes racimos de uvas. Como la tierra había sido removida con tanta dedicación, la cosecha fue muy abundante y les dio una ganancia superior al valor del tesoro que buscaban. Así que descubrieron que, si repetían el esfuerzo todos los años, podrían vivir cómodamente. El tesoro estaba en la tierra, pero había que buscarlo de otra manera. http://cuentosqueyocuento.blogspot.com/2007/10/el-tesoro-en-el-viedo.html 32 • La parábola del colibrí El bosque está en llamas, y, mientras todos los animales huyen para salvar su pellejo, un picaflor recoge una y otra vez agua del río para verterla sobre el fuego. - "¿Es que acaso crees que con ese pico pequeño vas a apagar el incendio?", le pregunta el León. - "Yo sé que no puedo solo", responde el pajarito, "pero estoy haciendo mi parte”. • Un regalo Una niña le dio a su maestra un regalo de cumpleaños. Se trataba de un hermoso caracol. - "¿Dónde lo encontraste?", le preguntó la maestra. La niña le dijo que esos caracoles se encontraban solamente en cierta playa lejana. La maestra se conmovió profundamente porque sabía que la niña había caminado muchos kilómetros para buscar el caracol. - "No debiste haber ido tan lejos sólo para buscarme un regalo" La sabia sonrió y le contestó: - "Maestra, la larga caminata que hice por usted es también parte del regalo" http://cuentosqueyocuento.blogspot.com/2007/06/la-parbola-del-colibr.html http://cuentosqueyocuento.blogspot.com/2007/10/un-regalo.html 33 • La hoja que no quería agua Había una vez una planta muy joven en la que se ponían grandes esperanzas. Tenía exactamente cuatro hojas. Cuatro bonitas hojas, resplandecientes al rocío y al sol. Un día las cuatro hojas tuvieron una reunión. Una dijo que su vocación clara consistía en permanecer unida al naciente arbolito, pero que en lo sucesivo había decidido prescindir del agua. Cuestión de proyecto personal: “Que sus compañeras estudiasen el asunto y una vez entendido respetaran su libertad”. Las otras tres hojas estaban repletas de buenas disposiciones y decidieron aceptar lo que su compañera les pedía. Se instaló un ingenioso sistema de paraguas: con el buen tiempo el paraguas se cerraba y se abría en cuanto amenazaba lluvia. Y he aquí que el arbolito tan prometedor dio signos de languidez y murió. Cada hoja fue llevada por el viento a un sitio distinto. ¿Qué se podía haber hecho? ¿Pedir a la hoja que no quería agua que se marchara a otro sitio? ¿Llegar a un compromiso? Hay grupos en que para respetar la libertad de uno, no se respeta a los otros. Y, finalmente,la planta se terminó secando en su totalidad. http://cuentosqueyocuento.blogspot.com/2008/10/la-hoja-que-no-quera-agua.html 34 • El pescador, el consultor y las metas En un pueblecito de la costa mejicana, arriba a puerto un barco con su pesca de atunes. Sobre el muelle, un admirado canadiense alaba al pescador sobre la calidad de su pesca y le pregunta cuanto tiempo le ha llevado el capturar todos esos peces. “No mucho” responde el pescador. “Entonces, ¿por qué no se ha quedado más tiempo en el mar para pescar más?” pregunta el canadiense. El mejicano responde que esos atunes son suficientes para cubrir las necesidades de su familia. El canadiense sigue preguntando: “¿Y qué hace el resto del tiempo?”. El mejicano comienza a explicar: “Pues, paseo con mi mujer por la playa, juego con mis hijos, pesco un ratito, hago la siesta; algunas noches voy al pueblo a ver a mis amigos, bebemos unos vinos y tocamos la guitarra. Tengo una vida bien llena...” El canadiense le interrumpe: “Mire, tengo un MBA por la Universidad de Harvard y podría ayudarle a mejorar. Tendría que comenzar por pescar más tiempo; con los beneficios podría comprarse un barco más grande. Con el dinero que ganaría con ese barco podría comprar otro y otro, hasta conseguir una flota pesquera. En lugar de vender su pescado a un intermediario, podría negociar directamente con alguna empresa conservera, e incluso montarla usted mismo. Podría dejar su pueblecito y vivir en Mexico City o en Nueva Yory, desde donde dirigiría todos sus negocios. 35 El pescador le pregunta: “¿Y cuánto tiempo me llevaría conseguir todo eso?”. “Entre quince y veinte años” responde el canadiense. “¿Y después?” “Después es cuando se convierte en realmente interesante, ya que su empresa podría cotizar en bolsa y ganar millones de dólares” “¿Millones? Vaya, pero, ¿Y después?” añade el mejicano. El canadiense, exultante, responde: “Después se podría jubilar, mudarse a un tranquilo pueblecito de la costa, dar paseos por la playa con su mujer, jugar con sus hijos, pescar un poco, hacer la siesta, y salir alguna noche con sus amigos a tomar unos vinos y a tocar la guitarra!!! A lo que el pescador responde: Eso ya lo estoy haciendo. 36 Lic. Nicolás Cavallero Psicólogo UBA. Formación en Psicología Comunitaria. Coordinador de Talleres recreativo-terapéuticos. Docente teatral. Contacto: www.instagram.com/psi.neo www.facebook.com/psi.neo consultapsi.neo@gmail.com http://www.instagram.com/psi.neo http://www.facebook.com/psi.neo mailto:consultapsi.neo@gmail.com
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