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El descubrimiento del inconsciente doc - Mariana Morales

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN 
FACULTAD DE FILOSOFIA, HUMANIDADES Y ARTES 
DEPARTAMENTO DE FILOSOFIA Y CIENCIAS DE LA 
EDUCACION 
Carreras: Licenciatura en Ciencias de la Educación 
 Profesorado en Ciencias de la Educación 
 Licenciatura en Filosofía 
 Profesorado de Filosofía 
CÁTEDRA: PSICOLOGÍA GENERAL 
AÑ0 2021 
DOCUMENTO DE INFORMACIÓN 
 
El descubrimiento del inconsciente: Lo inconsciente y la consciencia. 
La realidad del sujeto del inconsciente. 
 Esp. Analia Videla 
 
 En Introducción al Psicoanálisis (1915) Freud, nos advierte de las dificultades que hay 
que sortear para su estudio. El autor realiza una comparación entre el proceder de la 
medicina tradicional y del analista, y señala que mientras que la clínica médica se maneja 
por indicios certeros: examen clínico, observación, sintomatología precisa, aún en la 
misma psiquiatría tradicional, el psicoanálisis, consiste en una conversación entre médico 
y paciente, a través de un diálogo en el que, lo que está en juego es el sentido de las 
palabras. Freud señala que se trata de una conversación en la que no es posible la 
presencia de un tercero y que se debe mantener el secreto de lo que se habla, a diferencia 
de la clínica médica en la que pueden participar terceros. De hecho, Freud se pregunta 
cómo es posible el aprendizaje de la disciplina, si no existen criterios objetivos para juzgar 
el grado de veracidad del psicoanálisis, ni posibilidad de demostración del mismo. Sin 
embargo, éste señala que el aprendizaje es posible a través de cierto método. A saber se 
requiere: La observación y el autoanálisis, aunque éste último, es para algunos casos 
excepcionales. 
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Para Freud, la formación médica se caracteriza por ser diametralmente opuesta de la 
formación del psicoanalista. Ya que la primera requiere localizar la dolencia desde lo 
biológico, pero no se ha dirigido el interés a la vida psíquica, hay un desconocimiento de 
disciplina psicológica por parte de la medicina. Freud tratará de apoyarse en una filosofía 
que le ayude de manera auxiliar al desarrollo del Psicoanálisis. Cuestiona el lugar de la 
Filosofía Especulativa, la Psicología Descriptiva y la Psicología Fisiológica por no 
proporcionar herramientas para entender la relación entre lo psíquico y lo somático, ni 
para la comprensión de lo que produce sufrimiento - padecimiento psíquico. En este 
escrito, Freud, se encuentra en un momento de su enseñanza, de toma de distancia de su 
formación médica y considera que la actividad psíquica, se aleja de explicaciones 
anatómicas, físicas, y químicas. Entonces, será necesario reconocer que a través del 
descubrimiento del inconsciente, se produce la aceptación de los procesos psíquicos 
inconscientes, que dan lugar al surgimiento de una nueva disciplina: el Psicoanálisis. 
Avanza, en admitir que por despertar prejuicio intelectual y prejuicio estético – moral, el 
psicoanálisis ha sido y es resistido profundamente. Estos prejuicios se sostienen desde 
antaño, y producen resistencias para entender la realidad del sujeto del inconsciente, por 
ello destacamos las siguientes afirmaciones del psicoanálisis (Freud, 1915): 
1.- Los procesos psíquicos son en sí mismo inconscientes. 
2.-Los procesos conscientes no son sino actos aislados o fracciones de vida anímica 
total. 
3.-El psicoanálisis se ve obligado a oponerse en absoluto a esta identidad de lo 
psíquico y lo consciente. 
4.- Los fenómenos de la conciencia, de los que hasta entonces se ocupaba la 
psicología científica, sólo constituían una parte de los fenómenos psíquicos, ya que 
son los procesos inconscientes los que condicionan los procesos de conciencia. 
4.- Lo psíquico es un compuesto de procesos de la naturaleza del sentimiento, del 
pensamiento y de la voluntad, y afirma que existen un pensamiento inconsciente y 
una voluntad inconsciente. 
5.- Determinados impulsos sexuales son causantes de sufrimiento psíquico, y de 
cierta sintomatología, y a su vez, estos impulsos sexuales son necesarios para la 
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génesis de las más altas creaciones culturales, artísticas y sociales de la actividad 
humana. 
Las formaciones del inconsciente: Psicopatología de la vida cotidiana, el sueño y el 
chiste. 
Ahora bien, una vez admitido que los procesos psíquicos son de orden inconsciente, 
surgen otros interrogantes: ¿Cuáles son las vías de acceso a las producciones del 
inconsciente? Estas vías o caminos de acceso a lo inconsciente es lo que Lacan va a 
denominar Formaciones del inconsciente, estos son: 
1.-Los síntomas son fenómenos psíquicos, que Freud estudió en sus pacientes 
histéricas, se basan en la observación, análisis e interpretación de la conducta 
patológica, y se caracterizan por producir sufrimiento psíquico y a la vez constituirse 
en una formación de compromiso, que posibilita la expresión de un deseo inconsciente. 
Según Laplanche y Pontalis (2008) todo síntoma, en cuanto es producto del conflicto 
defensivo, constituye una formación transaccional. En la medida en que es 
principalmente, el deseo el que busca su satisfacción en el síntoma, éste aparece sobre 
todo como formación sustitutiva entre el deseo y la defensa.(p.165) 
2.-Psicopatología de la Vida Cotidiana 
En su obra “Psicopatología de la vida cotidiana” (1898) y “El chiste y su relación con 
el inconsciente” (1905) brinda copiosísima ejemplificación, interpretación y 
teorización sobre el funcionamiento de los procesos inconscientes y de los propios 
procesos conscientes, dando cuenta de que las equivocaciones, olvidos, chistes, etc. no 
son tampoco casuales sino que tienen un sentido, una causa y una función primordial 
en la tendencia a la descarga. Su formulación es que lo inconsciente domina la vida 
psíquica. La originalidad de estas obras remiten al estudio de la conducta normal, 
entendiendo que toda conducta tiene sentido, una causa o motivación consciente e 
inconsciente y tiende a reducir tensiones, lo que produce un grado de placer. Los 
escritos precursores remiten a dos artículos, uno sobre el olvido de nombres propios 
(1898) donde la palabra que creíamos controlar se nos escapa arrastrada en la represión 
hacia el discurso inconsciente, otro de recuerdos encubridores (1899) el análisis otorga 
gran interés a los recuerdos más antiguos, hay sucesos importantes que a menudo no 
dejan ninguna huella, mientras que otros recuerdos cuya insignificancia asombra, son 
rememorados con gran nitidez. 
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3.- Los sueños hasta el momento se los consideraba “sin sentido” dado que eran 
estudiados desde la lógica de lo consciente. El aporte de Freud, es ubicar los sueños 
como una producción que no responde a una patología, y que tienen sentido desde una 
lógica de procesos primarios, es decir procesos inconscientes. Con su obra “La 
interpretación de los sueños” (1901) revoluciona el ambiente científico ya que no sólo 
confirma la existencia del inconsciente –del cual ya previamente se hablaba como “no 
consciente” sino que demuestra que el método de la asociación libre y la 
interpretación de los sueños son la vía regia de acceso a la investigación del 
inconsciente.(Mannoni, 1983) Entonces, son varias las vías de acceso al inconsciente; 
si bien comenzó por el estudio de cuadros psicopatológicos –el síntoma-es también el 
sueño, la psicopatología de la vida cotidiana y el chiste. Los modos de abordaje e 
investigación de estos procesos inconsciente, tienen una estructura y una lógica, que 
subyace al discurso y que es distinta a la lógica de los procesos conscientes. El 
lenguaje, o mejor dicho, el discurso es, por ende, el objeto de análisis privilegiado 
porque vehiculiza las significaciones inconscientes. El sujeto “no conoce” 
(reconocimiento consciente) todo lo que el “sabe” (del registro inconsciente) de sí 
mismo pero puede llegar a investigarlo a través del psicoanálisis.
Teoría del aparato psíquico. Los dos procesos del acaecer psíquico. Principio de 
placer y principio de realidad. Relación con proceso primario y proceso secundario. 
2° Tópica. Ello. Yo. Superyó1. 
El aporte exclusivo de Freud ha sido el de conformar un esquema teórico que, permita la 
comprensión de la constitución y funcionamiento del psiquismo. En la Interpretación de 
los sueños (1896) explicaría la formulación del inconsciente, en el marco del 
psicoanálisis. A partir de ello desarrolla que los procesos psíquicos pueden tener 
“cualidad” consciente, preconsciente e inconsciente, que son distintos modos de operar 
que coexisten e interactúan en forma permanente. Desde los escritos de 1896 en adelante, 
concibió una primera tópica (modelo estructural- localización) que fue: Consciente-
Preconsciente-Inconsciente. Esta primera tópica apunta a responder a la pregunta por la 
formación de los síntomas, y su abordaje por el análisis; la segunda tópica (Ello- Yo – 
Súper Yo) permitirá retomar aquellos fenómenos que exceden a la primera. En los 
primeros años del psicoanálisis, el concepto de Freud era el Inconsciente, en 
 
1El material de este apartados, ha sido extraído de Calvin Hall (1983) Compendio de psicología freudiana. 
Editorial Paidos. Bs. As. 
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formulaciones posteriores, a partir de 1920, este es tomado más como una cualidad de los 
fenómenos psíquicos2. 
El que un contenido sea consciente o no, depende de la magnitud de la energía invertida 
en él y en la intensidad de la fuerza de resistencia. Para que el sujeto se conecte con el 
dolor o el placer, es necesario que se pase un valor umbral. De la misma manera, percibe 
un objeto en el mundo cuando el proceso perceptual está energizado más allá de un valor 
umbral. Las percepciones y sentimientos son experiencias directas de algo que está 
ocurriendo en el momento presente. Los recuerdos y las ideas, por otra parte, son 
representaciones mentales de experiencias pasadas. Para que las ideas o recuerdos se 
hagan conscientes, es necesario que se asocien al lenguaje. 
Uno no puede pensar o recordar a menos que lo que está pensando o recordando se una a 
palabras que ha visto u oído. En consecuencia, no se puede recordar conscientemente 
experiencias infantiles, que ocurrieron antes de que comenzara el desarrollo del lenguaje. 
Sin embargo, pese al hecho de que uno no puede recordar las experiencias muy 
tempranas, ellas pueden tener importancia decisiva en el desarrollo del psiquismo. 
Freud diferenció entre dos cualidades de inconscientes: lo preconsciente y el inconsciente 
propiamente dicho. Una idea o un recuerdo preconsciente son los que puede hacerse 
conscientes por su débil resistencia. Un pensamiento o recuerdo inconsciente, son muy 
difíciles de hacerse conscientes porque la fuerza que se les opone es poderosa. En 
realidad, existen todos los grados de inconsciente. En un extremo de la escala está el 
recuerdo que nunca podrá hacerse consciente porque no tiene asociaciones con el 
lenguaje: en el otro se encuentra el recuerdo que está en la punta de la lengua. 
Como se requiere una concentración relativamente grande de energía para que un proceso 
mental adquiera la cualidad de ser consciente, con tal fin hay que desviar la energía de 
otros procesos mentales. Eso quiere decir, que podemos tener conciencia de una sola cosa 
por vez. Sin embargo, el rápido desplazamiento de energía de una idea, recuerdo, 
percepción o sentimiento a otros, proporciona un amplio margen de percatación 
consciente dentro de un breve espacio de tiempo. Uno puede pensar o recorrer con la 
memoria una cantidad de cosas rápidamente, por la movilidad con que puede 
redistribuirse la energía psíquica. El sistema perceptual es como un mecanismo de radar 
que con rapidez registra y toma imágenes del mundo. Cuando el sistema perceptual 
 
2Algunas funciones que le asignara al Icc. serán derivadas al Ello y la distinción estructural entre 
consciencia e inconsciente fue reemplazado por la segunda tópica. 
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descubre un objeto necesario o capta un peligro en potencia en el mundo entero, se detiene 
y enfoca su atención sobre el objeto o el peligro. Se atraen entonces ideas y recuerdos del 
preconsciente para ayudar a adecuarse a lo que la situación presenta. 
A partir de 1920 comienza la formulación de lo que sería más tarde, una segunda tópica: 
Ello (reservorio pulsional) Yo (que deviene del Ello y se conforma a partir de la realidad 
exterior) y el Superyó (diferenciado del Yo, el más tardío en su constitución y resultado 
de la internalización de la cultura). 
En diez años, de 1915 a 1925, Freud escribió numerosos artículos sobre técnica y 
especialmente sobre metapsicología. La formulación de la nueva tópica fue considerada 
por Freud como su última contribución de importancia a la teoría psicoanalítica. 
Finalmente, la fecha de la “nueva tópica” (1923) es la fecha en que descubre que ha 
enfermado de cáncer. 
Ello: Esta instancia está constituida por energía psíquica inconsciente que proviene de la 
libido y de la pulsión de muerte. Esta energía pulsional está representada por 
“representaciones “que obedecen al proceso primario. No es fácil situar el límite del ello, 
respecto del que había sido trazado antes entre el Inconsciente y el Preconsciente. Pero 
Freud no se preocupó mucho por establecer este tipo de cartografía. (Mannoni, 1983) 
Su función es encargarse de la descarga de cantidades de excitación (energía o tensión) 
que se liberan en el organismo mediante estímulos internos o externos. Esta función del 
ello responde al principio inicial de la vida que Freud llama el principio de placer. La 
finalidad de éste es la reducción de la cantidad de tensión a un nivel bajo y mantenerlo 
tan constante como sea posible. La tensión se experimenta como dolor o incomodidad, 
mientras que el alivio de la tensión se experimenta como placer o satisfacción. Puede 
decirse, entonces que la finalidad del principio de placer consiste en evitar el dolor y 
encontrar el placer. 
El principio de placer es un caso especial de la tendencia universal de todo organismo 
vivo a mantener su equilibrio frente a los desórdenes internos y externos. 
En su forma más primitiva el ello es un aparato reflejo que descarga por vías motrices 
cualquier excitación sensorial que le llegue. Así cuando una luz muy brillante alcanza la 
retina del ojo, el párpado se cierra para impedir que la luz llegue a la retina. En 
consecuencia, las excitaciones producidas por la luz en el sistema nervios desaparecen y 
el organismo vuelve a su estado de reposo. Un ejemplo de estímulo interno es la apertura 
refleja de la válvula de la vejiga cuando la presión que se hace sobre ella alcanza cierta 
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intensidad. La excitación (tensión) producida por una presión desaparece cuando el 
contenido de la vejiga se vacía a través de la válvula abierta. 
Si todas las tensiones que ocurren en el organismo pudieran ser descargadas mediante 
acciones reflejas, no habría necesidad de ningún desarrollo psicológico que trascendiera 
los límites del aparato reflejo primitivo. Sin embargo, tal no es el caso, pues suelen 
presentarse muchas tensiones para las que no hay descarga refleja apropiada. Por ejemplo, 
cuando aparecen las contracciones del hambre en el estómago del bebé, ellas no producen 
automáticamente alimento, sino inquietud y llanto. Si la criatura no es alimentada, las 
contracciones aumentan en intensidad hasta que la fatiga las elimina; si continúa la falta 
de alimento, el bebé muere de inanición. 
La creatura hambrienta no está equipada con los reflejos necesarios para satisfacer el 
hambre, y si no fuera por la intervención de una persona mayor que le proporciones la 
comida, el bebé perecería. Cuando en forma adecuada lleva hasta la boca de la criatura
el 
alimento, la succión, la deglución y los reflejos digestivos continúan funcionando sin 
ayuda y terminan con la tensión producida por el hambre. 
No habría desarrollo psicológico si cada vez que el bebé comienza a sentir la tensión del 
hambre se lo alimentara de inmediato, y si todas las demás excitaciones que surgen en su 
cuerpo fueran de igual manera satisfechas por los esfuerzos cooperativos del cuidado 
paternal y los reflejos congénitos. El bebé inevitablemente experimenta cierto grado de 
malestar y necesita la reedición de la vivencia de satisfacción inaugural, experiencia que 
potencia el desarrollo del ello. 
Este nuevo desarrollo que tiene lugar en el ello como resultado de la reedición de la 
vivencia de satisfacción se denomina proceso primario. Para entender este proceso es 
necesario examinar algunas potencialidades psicológicas del sujeto. El aparato 
psicológico tiene una extremidad motriz y una sensorial. La segunda son los órganos de 
los sentidos que son estructuras especializadas para recibir los estímulos; la primera está 
compuesta por los músculos, que son los órganos de la acción y del movimiento. Para la 
acción refleja sólo es necesario poseer órganos sensoriales y músculos y un sistema 
nervioso intermedio que transmita mensajes en forma de impulsos nerviosos desde la 
extremidad sensorial a la motriz. 
Además de un sistema sensorial y de un sistema motor, el individuo tiene un sistema 
perceptual y un sistema nervioso. El sistema perceptual recibe excitaciones de los órganos 
sensoriales y forma un cuadro mental o representación del objeto que se presenta a los 
órganos de los sentidos. Esos cuadros mentales se conservan como huellas mnémicas en 
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el sistema de la memoria. Cuando se activan las huellas mnémicas, se dice que se 
construyó la imagen mnémica del objeto que percibió originariamente. Mediante esas 
imágenes mnémicas el pasado es traído al presente. La percepción es una representación 
mental de un objeto, mientras la imagen mnémica es una representación mental de una 
percepción. Cuando miramos algo se forma una percepción; cuando recordamos lo que 
hemos visto una vez se forma una imagen mnémica. 
Si volvemos al ejemplo de la criatura con hambre, en el pasado cada vez, que el bebé 
sentía hambre se lo alimentaba. Durante la alimentación, la criatura ve, gusta, huele, y 
siente la comida y conserva esas percepciones en el sistema de la memoria. Por repetición, 
el alimento se lo asocia con la reducción de la tensión. Luego si no se alimenta de 
inmediato a la criatura, la tensión del hambre produce una imagen mnémica del alimento 
con la cual está asociada. El proceso que produce la imagen mnémica de un objeto, que 
se necesita para reducir la tensión es llamado proceso primario. 
El proceso primario procura descargar la tensión estableciendo lo que Freud llamó una 
identidad de percepción, Con esta expresión Freud, quiso significar que el ello considera 
la imagen mnémica a la percepción misma. Para el ello, el recuerdo del alimento es 
exactamente lo mismo que ingerir el alimento. En otras palabras, el ello no puede 
distinguir entre un recuerdo subjetivo y una percepción objetiva del objeto real. Un 
ejemplo familiar de la acción del proceso primario es el viajero sediento que imagina que 
ve agua. Otro ejemplo del proceso primario es el sueño nocturno. Un sueño es una 
sucesión de imágenes, generalmente visuales, cuya función es reducir la tensión al revivir 
recuerdos de sucesos y objetos pasados que de alguna manera se asocia con una 
satisfacción. Un individuo que mientras duerme tiene hambre sueña con comida y cosas 
que asocia con ella, mientras el sexualmente excitado sueña con actividades sexuales y 
acontecimientos relacionado con ellos. La formación de la imagen de un objeto que 
reduce la tensión se llama realización de deseos. Freud creía que todos los sueños eran 
realizaciones de deseos o trataban de serlo. Soñamos con lo que queremos. 
Evidentemente una persona hambrienta no puede comer imágenes, de alimentos ni una 
persona sedienta calmar su sed bebiendo agua imaginaria. En el caso del individuo que 
sueña, Freud pensó que el soñar con objetos y acontecimientos deseables podría tener la 
finalidad de impedir que el durmiente se despertara. Incluso en la vigilia el proceso 
primario no es del todo inútil, ya que es necesario para conocer – es decir, para tener una 
imagen- lo que uno necesita antes de que se proponga conseguirlo. Una persona 
hambrienta que tiene una representación mental del alimento hallase en mejor posición 
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para satisfacer su hambre que otra que no sabe qué buscar. Si no fuera por el proceso 
primario, una persona solo podría satisfacer sus necesidades mediante un comportamiento 
de ensayos y errores. Ahora bien, como el proceso primario de por sí, no reduce 
efectivamente las tensiones se desarrolla un proceso secundario. Pero este proceso 
secundario pertenece al yo. 
El proceso primario es fundante del psiquismo y posibilita la construcción de imágenes 
mnémicas, será esta, condición necesaria pero no suficiente para el armado del aparato 
psíquico. 
Según Freud, el ello es también la fuente primordial de energía psíquica y sede de las 
pulsiones. El ello no cambia con el transcurso del tiempo, no puede ser modificado por la 
experiencia porque no está en contacto con el mundo externo, es lo más primitivo y un 
espacio de resguardo de los deseos infantiles más tempranos, por eso será lo más arcaico 
y por tanto lo más infantil del sujeto. 
El ello no está gobernado por las leyes de la razón o de la lógica, y no posee valores, ética, 
o moralidad. Sólo lo impulsa una consideración: obtener satisfacción para la descarga 
pulsional, de acuerdo con el principio de placer. 
Freud habla del ello como si fuera la verdadera realidad psíquica. Con eso quiere decir 
que el ello es la realidad subjetiva primordial, el mundo interior que existe antes de 
cualquier experiencia con el mundo exterior. Es omnipotente porque posee el poder 
mágico de realizar sus deseos mediante la imaginación, la fantasía las alucinaciones y los 
sueños. Se lo llama oceánico, porque, como el mar, lo contiene todo. No reconoce nada 
exterior a sí mismo. El ello es el modo de la realidad subjetiva en la que la búsqueda del 
placer y la evitación del dolor son las únicas actividades que importan. El ello no piensa, 
sólo desea o actúa. 
YO: Al comienzo de la teoría era una de las partes del conflicto, ya no es el árbitro y 
arriesga convertirse aquello que está en juego. Los dos procesos mediante los cuales el 
ello descarga la tensión, a saber, la actividad motriz impulsiva y la formación de imágenes 
(realización de deseos), no son suficientes para responder a las demandas internas y 
externas, por lo tanto será esta instancia la encargada de complejizar el funcionamiento 
del aparato psíquico. 
El yo no está gobernado por el principio del placer sino por el principio de la realidad. 
Realidad significa lo que existe. La finalidad del principio de realidad es demorar la 
descarga de energía hasta que haya sido descubierto o presentado el objeto real que el 
sujeto demanda. El demorar la acción significa que el yo debe ser capaz de soportar la 
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tensión y renunciar a la descarga pulsional inmediata, hasta que ésta pueda ser encausada, 
en un camino alternativo. La institución del principio de realidad no implica que el 
principio del placer sea rechazado. Sólo se lo suspende temporalmente en interés de la 
realidad. A su debido tiempo el principio de la realidad lleva al placer, aunque implique 
ciertos renunciamientos e incomodidad en cada sujeto, hasta que logra su objetivo. 
El principio de realidad tiene a su servicio un procero que Freud llamo proceso 
secundario, porque se desarrolla después y se superpone al proceso primario. El proceso 
secundario consiste en descubrir o producir la realidad mediante un plan de acción
que se 
ha desarrollado por el pensamiento y la cognición. El proceso secundario lo conocemos 
como la resolución de problemas. 
El sistema perceptual desarrolla facultades más finas de discriminación, de modo que el 
mundo externo se percibe con mayor precisión. Además de la información obtenida a 
través de los órganos sensoriales, el pensar utiliza la información acumulada en el sistema 
de la memoria. La memoria mejora mediante la formación de asociaciones entre huellas 
mnémicas y por el desarrollo de un sistema de notación: el lenguaje. El juicio personal se 
aguza, de manera que es más fácil decidir si algo es verdadero (si existe en realidad) o si 
es falso (no existe). Otra serie de cambios importantes ocurre en sistema motor. Hay una 
mayor precisión en la motricidad y a ejecutar patrones más complejos de movimientos, 
con la finalidad de controlar la descarga de impulsos. En este sentido, el yo se constituye 
en una compleja organización de procesos psicológicos que actúe como intermediario 
ente el ello y el mundo externo, en cierta medida, parte de la energía del yo tiene que ser 
usada para inhibir y posponer la descarga de las excitaciones a través del sistema motor. 
En condiciones normales, el yo monopoliza casi el monto de energía psíquica. Cuando ha 
atraído energía suficiente del ello, puede utilizarla para desarrollar los procesos 
psicológicos de percibir, atender, aprender, recordar, juzgar, discriminar razonar e 
imaginar. Todos estos procesos se vuelven muy complicados ya cada vez más eficientes 
a medida que el yo adquiere el control de la energía. 
La energía del yo se utiliza para realizar una síntesis o integración de las otras instancias. 
Además de los procesos que están al servicio de la realidad, existe otra función del yo, es 
una función que produce fantasías y ensueños. Ese proceso del yo difiere del proceso 
primario porque distingue entre la fantasía y la realidad. 
Por otro lado, otro modo de explicar la formación del Yo, es haber descubierto que el Yo 
es el objeto del narcisismo, que pertenece al orden imaginario, que de algún modo puede 
ser “otro” que nosotros mismos, una imagen en la que podemos alienarnos. El aporte del 
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análisis francés, radicó en retomar el carácter estructurante de la imagen del otro humano, 
a partir del cual logra construir una imagen unificada del cuerpo, logrando así, un efecto 
de identificación primaria con otro humano. 
 
SUPERYÓ: Es el nombre que recibe la agencia crítica, desprendida, ahora del yo. El yo 
sigue siendo lo que era, agente de adaptación, pero se ha modificado desde el momento 
en que ha “introducido” el narcisismo. Ya no puede ser ante todo el órgano de una función 
biológica, como en 1909; está amenazado desde todos los flancos3. 
El superyó, heredero de la conflictiva edípica, se encuentra ligado a la formación moral 
en cuanto al respeto por las prohibiciones incestuosas y al cumplimiento de la Ley. En 
este sentido, representa lo ideal más bien que lo real y pugna por la perfección antes que 
el placer o la realidad. Se desarrolla desde el Yo como una consecuencia de la asimilación 
por parte del sujeto infantil, de las normas paternas, lo que conocemos como el Nombre 
del Padre, respecto de lo que es bueno y virtuoso y lo que es malo y prohibido. Al asimilar 
la autoridad moral de quienes cumplen las funciones de crianza, se produce un proceso 
de internalización de normas y también de identificación con el deseo de las figuras que 
cumplen las funciones paternas. 
¿Cuáles son las recompensas y castigos mediante los cuales la función paterna controla 
la formación del superyó del sujeto? Son de dos clases: físicas y psicológicas. La 
recompensa física consiste en la entrega de objetos cuya función puede responder a una 
descarga pulsional, que buscan colmar un deseo. Son alimentos, juguetes, la madre, el 
padre, las caricias. Los castigos físicos son dolorosos por fijar límites por ejemplo, la 
privación, como forma de expresión de que no todo está permitido, ni todo es posible. 
Las ceremonias mínimas (Minnicelli, 2010) las miradas, la escucha se constituyen en 
actos de entrega, la aprobación paterna expresada ya sea en palabras o mediante la 
expresión facial. La aprobación significa amor, de la misma manera privar al niño de 
amor es la forma principal de castigo psicológico. Ello se expresa mediante admoniciones 
 
3Dirá Freud (1923): En su posición intermedia entre el ello y la realidad, cede con frecuencia a la tentación 
de convertirse en un adulador, corrupto, oportunista, mentiroso, como un político que ve la verdad, pero 
quiere reservarse un lugar en el favor del pueblo. No conserva una actitud imparcial frente a las dos clases 
de pulsiones (libido y pulsión de muerte); en su trabajo de identificación y sublimación, apoya a las 
pulsiones de muerte, en el ello contra la libido, pero al hacerlo corre el riesgo de convertirse él mismo en 
objeto de las pulsiones de muerte y perecer. Para ser eficaz, debió llenarse de libido; se convierte así en el 
representante de Eros y por lo mismo, desea vivir y ser amado. (p.1211) 
 
. 
verbales o miradas de desaprobación. Sin embargo, el conceder o privar de afecto ejerce 
su poder sobre el sujeto. 
Para que el superyó tenga sobre el niño el mismo control que las figuras parentales, es 
necesario que posea el poder de hacer cumplir sus reglas morales. Al igual que la función 
paterna, el superyó pone en vigencia sus recompensas y castigos. 
El Superyó, está compuesto por el ideal del yo y la conciencia moral, ambos constituyen 
el orden de los ideales con los que cada sujeto se identifica, los permisos en cuanto a lo 
que es posible “hacer” por haber accedido a la renuncia de los objetos incestuosos, 
reconocer las prohibiciones, habilita el campo de lo que es posible, en tanto permitido 
cultural y socialmente. 
Un pensamiento vale lo mismo que un hecho a los ojos del superyó. El superyó castiga al 
yo por tener malos pensamientos, aunque los pensamientos nunca se traduzcan en 
acciones. 
El superyó es un representante de valores e ideales tradicionales de la sociedad, tal como 
se trasmiten de padres a hijos. Entonces a qué finalidades sirve el superyó, podemos decir 
que controlar y regular aquellos impulsos cuya expresión no contralada pondrían en 
peligro la estabilidad de la sociedad. Tales impulsos son el sexo y la agresión. Un 
estudiante desobediente, rebelde o sexualmente, curioso es considerado como 
problemático. 
El yo se forma a partir del ello y el superyó se forma a partir del yo. Continúan 
interactuando y fusionándose entre sí durante toda la vida. 
El miedo al castigo y el deseo de aprobación hacen que el sujeto se identifique con los 
preceptos morales de quienes cumplen la función de crianza. Esta identificación con las 
figuras paternas produce la formación del superyó. 
Las prohibiciones de la conciencia moral son inhibiciones que bloquean las descargas 
pulsionales, trata de suspender el funcionamiento del principio de placer y del principio 
de realidad. Un sujeto con una fuerte conciencia moral está en guarda constante contra 
los impulsos y descargas pulsionales, reprobadas por la cultura, en este caso la conciencia 
moral le dice “no” a las descargas pulsionales, el yo les dice “esperar”. 
El ello y el superyó tiene otra cualidad común. Ambos funcionan irracionalmente y 
deforman y falsifican la realidad. 
2.3) La teoría pulsional: Diferencia entre sexualidad y genitalidad. 
Es posible decir que el psicoanálisis está fundado sobre dos pilares distintos, casi 
independientes, muy diferentes: La interpretación de los sueños (1901) y Tres ensayos 
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sobre la sexualidad (1905)4. El descubrimiento de la sexualidad infantil, obligó a Freud 
a modificar estas nociones y distinguir lo sexual de lo genital5. 
Hasta el momento actual se mantiene
la confusión entre la noción de sexualidad y su 
diferencia con la genitalidad adulta y el rechazo a aceptar esta terminología para dar 
cuenta de las vivencias amorosas que el sujeto tiene con sus primeros objetos de amor, 
padres, hermanos, familia, amigos, etc. Según Laplanche y Pontalis (2004) 
En la experiencia y en la teoría psicoanalíticas, la palabra sexualidad no designa solamente 
las actividades y el placer dependientes del funcionamiento del aparato genital, sino toda 
una serie de excitaciones y de actividades, existentes desde la infancia, que producen un 
placer que no puede reducirse a la satisfacción de una necesidad fisiológica fundamental 
(respiración, hambre, función excretora, etc.) y que se encuentran también a título de 
componentes en la forma llamada normal del amor sexual.(p.401) 
 
Las primeras conclusiones a las que llegó Freud respecto a los contenidos que habían 
sufrido, sus pacientes histéricas, tenían que ver con reminiscencias de situaciones de 
seducción sexual. Sin embargo, pudo gracias a su espíritu curioso y crítico, descubrir que 
no se trataba de situaciones concretas vividas por el sujeto sino fruto de las “fantasías” de 
los pacientes. Descubre entonces que la sexualidad no comenzaba con la adolescencia –
como entonces se entendía-, sino que ésta está presente desde los primeros momentos de 
la existencia y se va desarrollando evolutivamente en el interjuego de los factores 
madurativos biológicos y las experiencias infantiles de los años de la infancia. Esta 
sexualidad evoluciona hacia la genitalidad, que es sólo un aspecto o modalidad de la 
sexualidad, pero ésta última es más abarcativa. 
Decimos que se constituye desde el inicio porque el primer vínculo con el pecho materno, 
la primera vivencia de satisfacción que se intenta reiterar para la consecución del placer, 
es sexual –no genital-, en tanto está al servicio de ligar al sujeto con el Otro humano que 
lo sostendrá, significará y posibilitará la constitución de su subjetividad. 
 
4A partir de la Interpretación de los sueños (1901), se pudo asistir al descubrimiento del inconsciente, 
mientras que en Tres ensayos sobre la sexualidad (1905) originó en el análisis de niños, una tendencia a 
asimilar algunas perturbaciones, en la quimera de una “normalización del desarrollo” (Mannoni, 1983; 86) 
5Al hacer de la sexualidad algo distinto de una función de los órganos genitales, nos beneficiamos con 
poder ubicar las actividades sexuales de los niños y perversos en la misma perspectiva que la de los adultos 
normales. Las actividades sexuales de los niños habían sido completamente descuidados hasta hoy, y si la 
de los perversos fueron reconocidas fue con indignación, en nombre de la moral y sin ser comprendidas. 
(Freud, 1925; 935) 
 
 
. 
A la energía sexual –concebida bajo el modelo energético porque eran las herramientas 
teóricas con las que contaba en este momento del desarrollo del pensamiento científico-, 
la llamó libido. 
Bibliografía: 
BLEGER, José (1963) Psicoanálisis y materialismo dialéctico. Ed. PAIDOS. Bs. As. Argentina. 
FREUD, S (1915) Introducción al Psicoanálisis. Ed. Amorrortur. Bs. As. Argentina 
 
GALLEGOS, M (2012) Noción de inconsciente en Freud. Antecedentes históricos y elaboraciones 
teóricas. 
HALL, Calvin (1978) Compendio de Psicología Freudiana. Ed. PAIDOS. Bs. As. Argentina. 
MANNONI, Octave, (1982) Freud: el descubrimiento del inconsciente, Ediciones Nueva Visión. Bs.As. 
 
LAPLANCHE Y PONTALIS (2004) Diccionario de Psicoanálisis. Ed. PAIDOS. Bs. As.Argentina. 
 
SCHLEMENSON, Silvia (2004) Subjetividad y lenguaje en la clínica psicopedagógica. Voces Presentes 
y pasadas. Paidos Educador. Bs. As. Argentina

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