3- SENSACION DE CONFORT - Marco Puita

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III SENSACION DE CONFORT – CONFORT TERMICO
Bases fisiológicas del acondicionamiento de aire
	Habrá confort total cuando se den ciertas condiciones en los factores luminosos, térmicos, acústicos, etc. que caracterizan el ambiente, sean ellos de origen natural o artificial.
	Nosotros nos abocaremos al análisis del confort térmico y cómo lograrlo mediante la calefacción, refrigeración y ventilación, para ello es necesario comprender como el cuerpo humano intercambia energía en forma de calor con el ambiente.
	Calor cedido por el cuerpo humano:
	El cuerpo humano posee una temperatura interior de aproximadamente 37° mientras disipa continuamente el calor desarrollado por los procesos químicos originados en la alimentación e incorporación del oxígeno del aire.
	Para poder disipar ese calor el organismo posee mecanismos de autorregulación como ser la circulación sanguínea y la exudación que compensa las variaciones atmosféricas de temperatura y humedad.
	Por ello, las instalaciones de climatización artificial deben proporcionar las condiciones óptimas de bienestar para que el mecanismo de regulación de la temperatura del cuerpo humano funcione con el mínimo esfuerzo.
	Metabolismo:
	El metabolismo es el proceso mediante el cual los alimentos, compuestos por carbono e hidrógeno se combinan con el oxígeno absorbido por los pulmones, para producir calor y energía destinados a la realización de los trabajos internos y externos del cuerpo humano.
	Cuando el metabolismo es mínimo (estado de reposo) el cuerpo emite aproximadamente 100 Kcal/h llegando a 400 Kcal/h en situaciones de máxima exigencia.
	En el invierno, el calor y el vapor de agua provenientes de las personas que ocupan el local obligan a disminuir la cantidad de calor aportado artificialmente, lo contrario acurre en el verano, que constituye uno de los factores más importantes en el diseño de las instalaciones de aire acondicionado.
	La cesión de calor del cuerpo humano al ambiente se produce por:
1) Radiación de la superficie de la piel y ropa a las paredes y muebles del local.
2) Conducción y convección de la superficie de la piel y ropa al aire del local.
3) Evaporación del vapor de agua por exudación de la piel.
4) Respiración caliente y prácticamente saturada de humedad.
	La suma de las partes de calor transmitidas por radiación, conducción y convección se denomina calor sensible seco del cuerpo.
	La suma de las diferentes cantidades transmitidas por evaporación y respiración se denomina calor latente o húmedo del cuerpo.
	Todos estos componentes de calor se hallan regulados de modo que su suma permanece constante, dentro de un campo de variación de factores ambientales bastante amplios.
	Por ejemplo, si la temperatura del aire ambiente baja, el calor cedido por convección, radiación y conducción aumenta, disminuyendo el calor cedido por evaporación.
	Para personas en reposo y para temperaturas del aire del local de 20°C puede considerarse en invierno:
	
Calor total cedido por el cuerpo humano
	
Calor sensible seco Qs: 79%
	Radiación: 46%
Conducción y convección: 33%
	
	
	
	
	Calor húmedo latente Ql: 21%
	Evaporación: 19%
Respiración: 2%
	La suma de Qs y Ql establece la magnitud de cesión de calor del cuerpo humano. Esta cantidad de calor total depende de varios factores:
1) Tipo de ocupación.
2) Valor de la temperatura ambiente.
3) Velocidad del aire.
4) Edad y sexo.
	El calor cedido aumenta con la potencia muscular desarrollada.
Condiciones atmosféricas que afectan al confort
	Los factores que influyen en el bienestar térmico pueden denominarse componentes del clima de un local.
	Definimos clima como las variaciones de las características atmosféricas que afectan en forma de sensación térmicas los sentidos de las personas.
	Para la sensación de confort térmico no hay valores absolutos ya que existen factores independientes del clima del local, como ser el ritmo de trabajo, edad sexo, vestimenta, etc. 
	Estos factores determinantes de las sensaciones de frío o calor dentro de un ambiente son cuatro:
a) Temperatura del aire:
	La temperatura del aire en la zona de permanencia de las personas constituye el punto de partida para juzgar el clima de un local.
	Los márgenes de confort de temperatura dependen de la época del año:
			Invierno (ropaje normal): 18 a 22°C
			Verano (ropas livianas): 23 a 27°C
	Estos valores pueden variar según el tipo de actividad que se desarrolle.
b) Temperatura de las superficies del local:
	El cuerpo humano elimina calor por radiación, cediéndolo a las superficies del entorno. Se debe lograr un equilibrio entre las temperaturas superficiales y la del aire del local para evitar que la cesión del cuerpo sea brusca y que no provoque escalofríos.
c) Humedad relativa:
	Es un factor muy importante en las condiciones de confort del local. La eliminación de calor del cuerpo humano se efectúa por evaporación a través de la piel, favoreciéndose con una humedad relativa baja y retardándose si es alta.
	Como valor óptimo para verano e invierno se considera el 50%, siendo los límites el 30% (por debajo se provoca el resecamiento de las mucosas respiratorias) y 70% (por encima de este valor se produce sensación de pesadez y dificultades respiratorias).
d) Movimiento del aire:
	El movimiento del aire sobre el cuerpo humano incrementa la disipación de calor y humedad de la transpiración. Cuanto más alto es el movimiento mayor es la disipación. En verano un mayor movimiento da sensación de frescura, pero si la temperatura del local es muy baja resultará molesta a las personas.
	En zonas de permanencia de personas se toman parámetros de velocidad de aire que pueden variar de 5m/min en invierno a 12m/min en verano, así aseguramos la pureza del aire y evitamos la sensación de encierro, olores y viciamiento del aire.
	La disminución de la cantidad de oxígeno y el aumento del anhídrido carbónico son causas importantes del viciamiento.
	La eliminación de partículas sólidas en suspensión o polvo y humos o productos de combustión son otros de los factores determinantes para el bienestar y la salud de las personas.