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Durkheim - Verónica Barrera

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Emilie Durkheim en su libro habla sobre la división del trabajo, y lo que esto significa con todos sus derivados. Sin embargo, para entender la función que cumple esta división se debe saber a qué necesidad responde, y a partir de ahí clasificar sus clases. 
Ahora bien, los seres humanos están atravesados por la solidaridad social, el cual es un fenómeno completamente moral que se manifiesta por medio del derecho, en el cual cuanto más solidarios son los miembros de una sociedad, más relaciones diversas sostienen, bien unos con los otros.
 Hay dos tipos de solidaridad, una es la solidaridad mecánica y la otra es la solidaridad orgánica, estas dos definiciones cumplen y representan una clase de pena, las cuales son la represiva y la constitutiva.
La pena represiva consiste en el derecho penal, es toda acción que constituye un crimen o un castigo, y si bien hay distintos tipos de crímenes, todos tienen algo en común, el daño a la conciencia moral de las naciones. Ese mismo conjunto de creencias y sentimientos comunes entre todos los habitantes de la sociedad, constituye un sistema determinado que tiene vida propia, la conciencia colectiva.
Esa pena que se impone por parte de todos los individuos, que forman parte de la conciencia colectiva, sucede por una reacción pasional negativa hacia los que rompen las reglas. Ese sentimiento tiene una fuerza excepcional, que nos domina, dirige. Esto sucede debido a que no somos nosotros quienes nos sentimos indignados, sino que es la sociedad, que se manifiesta mediante al pensamiento colectivo. Y esto se debe a que este derecho liga la conciencia colectiva a la conciencia individual o particular.
Es por esto que la pena represiva forma parte de la solidaridad mecánica, que se caracteriza por fortalecerse a medida que las ideas y las tendencias comunes de los miembros de la sociedad sobrepasan en número e intensidad a las que pertenecen personalmente a cada uno. En otras palabras la solidaridad no puede aumentarse sino se sobrepone a la personalidad, la única forma que alcance su máximo es sobreponiendo la conciencia colectiva por sobre la individual. Por eso se le llama mecánica. 
El derecho restitutivo corresponde al derecho civil, y lo que lo caracteriza, es que no es expiatoria, sino que reduce todo a solo volver las cosas a su estado, no se imponiéndose solo sometiendo. Esta característica lo aleja de la conciencia colectiva, debido a que se aleja de lo social sino que se reduce a ser conciliadora d los intereses privados, y es que las reglas restitutivas se establecen, no entre el individuo y la sociedad, sino entre partes limitadas y especiales de la sociedad, a las cuales relacionan entre sí. 
Este derecho forma parte de la solidaridad orgánica, y se debe a que son el resultado de la división del trabajo. Por lo mismo esa solidaridad produce la división del mismo siendo solo posible en la medida en la personalidad individual se observa en la personalidad colectiva. Para ello, la conciencia colectiva tiene que dejar descubierto un espacio de la conciencia individual para establecer funciones especiales que ella no puede reglamentar; mientras más extensa este esa región, más fuerte es la cohesión de esa solidaridad. En otras palabras mientras más especializaciones hay, más orgánica es la solidaridad.

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