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inbound5053541174274968397 - Perla Ramos

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111
Capítulo 7
La fonética auditiva
La fonética auditiva se ocupa del estudio de dos procesos que realiza el receptor: la 
audición y la percepción de la onda sonora. 
La onda sonora, producida por el emisor, 
se propaga a través de las moléculas de aire 
hasta llegar al oído del receptor. La audición 
comienza en el oído del receptor, donde el 
oído amplifica y analiza la onda sonora y la 
convierte en impulsos nerviosos que a su 
vez se transmiten al cerebro. La percepción 
ocurre en el cerebro con la interpretación 
lingüística de los impulsos nerviosos a él 
transmitidos, lo cual es el comienzo del 
proceso de descodificación.
La audición: la recepción 
de la onda sonora
La audición, cuyo órgano principal es el 
oído, resulta ser el más complejo de los cinco 
sentidos del ser humano debido al número 
de componentes fisiológicos del oído mismo 
y al número de transformaciones físicas 
que sufre la energía acústica recibida. El 
oído se divide inicialmente en tres partes: 
el oído externo, el oído medio y el oído 
interno. El proceso auditivo concluye con el 
componente del sistema nervioso auditivo 
que transmite la información recogida por 
el oído al cerebro. La Fig. 7.1 indica la ubica-
ción de esas tres partes del oído.
El oído externo
Las partes principales del oído externo son 
la oreja (también llamado el lóbulo o pabe-
llón de la oreja) y el canal auditivo externo, 
como se ve en la Fig. 7.2. La oreja misma 
sirve como una antena para capturar la onda 
sonora. Su diseño favorece la recepción de 
sonidos producidos delante del receptor. El 
trago, la pequeña prominencia saliente a la 
entrada del canal auditivo externo, sirve de 
protección para el oído.
El canal auditivo externo en sí es un tubo 
de aire con una extensión de entre 2,5 cm. y 
3,5 cm. y un diámetro de aproximadamente 
0,7 cm., por el que pasa la onda sonora. El 
tubo, abierto en el extremo exterior, está 
cerrado en su extremo interior por la mem-
brana timpánica. Esa conformación permite 
Oído externo Oído 
medio
Oído 
interno
7.1 Las regiones 
principales del oído.
Capítulo 7
112
que se amplifique un poco la amplitud de la 
onda sonora, sobre todo en las frecuencias 
más altas. El canal está forrado de pelitos 
y de cerilla que protegen el oído de objetos 
forasteros.
El oído medio
El oído medio es más complicado y tiene 
más componentes que el oído externo. Se 
compone principalmente de la membrana 
timpánica y de los llamados huesecillos, 
que se ven en la Fig. 7.3. Al llegar al final 
del canal auditivo exterior, la onda sonora 
transfiere sus patrones de vibración a la 
membrana timpánica, una membrana 
ovalada de tejido fibroso extremadamente 
sensible a las vibraciones del aire. Las 
frecuencias bajas hacen vibrar toda la 
extensión de la membrana, mientras que las 
frecuencias más altas hacen vibrar distintas 
regiones de la membrana.
De la membrana timpánica, la energía se 
transfiere a una cadena osicular formada por 
los tres huesos más pequeños del cuerpo: el 
martillo (malleus), el yunque (incus) y el 
estribo (stapes). Específicamente, la super-
ficie interior de la membrana timpánica se 
conecta al mango del martillo que recibe la 
energía vibratoria. Con eso, la transmisión 
de energía cambia de un sistema acústico a 
un sistema mecánico. El mango del martillo 
funciona como una palanca que amplifica 
la energía transmitida a la cabeza del mar-
tillo. La cabeza del martillo encadena con 
el cuerpo del yunque que sirve de fulcro 
entre el martillo y el estribo, amplificando 
de nuevo la energía transmitida. El proceso 
inferior del yunque enlaza con el estribo, 
oreja
trago
membrana 
timpánica
entrada 
al canal 
auditivo 
externo
Vista lateral 
de la oreja
Corte frontal del canal 
auditivo externo
canal auditivo 
externo
7.2 Los componentes 
principales del oído 
externo.
martillo
(malleus)
canal auditivo externo
membrana timpánica
yunque
(incus)
estribo
(stapes)
trompa de 
Eustaquio
ventana
oval
7.3 Los componentes 
principales del oído medio. 
La fonética auditiva
113
pasándole su energía. El estribo, el último 
elemento de la cadena osicular, contiene dos 
procesos cilíndricos que terminan en un 
asiento que se encaja en la ventana oval, que 
es el comienzo del oído interno.
El estribo sufre dos tipos de movimiento. 
En primer lugar, actúa como un pistón, 
pasándole en dirección horizontal la energía 
sonora a la ventana oval. En segundo lugar, 
puede sufrir un movimiento perpendicu-
lar, el llamado reflejo auditivo, cuando el 
oído medio siente un sonido de volumen 
muy alto. Ese reflejo tiene como motivo el 
proteger el oído interno de sonidos de volu-
men tan alto que podrían dañar su frágil 
mecanismo.
La cadena osicular se asienta en una 
cámara de aire, pero el aire no interviene en 
la transmisión de energía. El aire ambiental 
de la cámara del oído medio proviene de la 
trompa de Eustaquio, que conecta con la 
faringe nasal. Ese aire es necesario para que 
funcione la membrana timpánica, que no 
puede responder adecuadamente a la onda 
sonora acústica en el canal auditivo externo 
sin que haya un equilibrio de presión de aire 
por los dos lados de la membrana timpá-
nica. La transmisión de la energía sonora a 
través del sistema mecánico de los huesos 
permite que la energía se amplifique para 
que la presión de energía sonora contra la 
ventana oval sea de treinta a cuarenta veces 
mayor que la presión contra la membrana 
timpánica.
El oído interno
El sistema auditivo del oído interno empieza 
donde el estribo conecta con la ventana 
oval que da entrada a la cóclea, el órgano 
principal del oído interno. Como se ve en 
la Fig. 7.4, el oído interno también contiene 
tres canales semicirculares, llenos de líquido, 
que se responsabilizan por el sentido de 
equilibrio y de posicionamiento corporal. 
Esas estructuras, junto con la cóclea, se 
conocen como el laberinto membranoso.
La cóclea es de forma fija y se encaja en 
el hueso más denso del cuerpo humano. La 
cóclea en sí tiene forma de caracol de dos 
vueltas y tres cuartos. Dentro de la cóclea 
hay tres canales, dos de ellos (uno superior 
y otro inferior) transmiten la energía sonora 
y el tercero (en el medio de los otros dos) 
convierte la energía en impulsos nerviosos. 
La ventana oval se conecta al canal supe-
rior, llamado la scala vestibuli. Cuando el 
estribo empuja contra la ventana oval, el 
estribo funciona como pistón, creando una 
ondulación en el líquido perilinfático del 
canal vestibular. Como se ve en la Fig. 7.5, 
la ondulación viaja a lo largo de la escala 
vestibular y pasa por el helicotrema, que 
queda al extremo de la cóclea, y la energía 
entra en el canal inferior o scala tympani. 
La ondulación sigue por la escala timpánica 
hasta llegar a la ventana redonda, que se dis-
tiende hacia el oído medio en compensación 
del movimiento de la ventana oval.
La ondulación del líquido en las escalas 
vestibular y timpánica causa un movimiento 
de una membrana que divide la escala 
timpánica del canal medio. El canal medio 
se llama la scala media o canal coclear. Ese 
canal, por su parte lleno de líquido endolin-
fático, contiene el llamado órgano de Corti 
o el órgano de audición, como se ve en la 
Fig. 7.6. La membrana inferior que divide la 
escala timpánica de la escala media se llama 
la membrana basilar. La membrana basilar 
está forrada en su superficie superior de 
fibras ciliadas, que son pelitos muy finos en 
patrones organizados. La membrana basilar 
varía en su grosor a lo largo de su extensión 
por la cóclea. Debido a la graduación de 
su grosor, la membrana basilar responde 
a frecuencias acústicas distintas. Cuando 
la membrana se distiende hacia arriba en 
ventana 
oval
canales 
semicirculares
ventana 
redonda
cóclea
nervio
auditivo
7.4 Los componentes principales del oído 
interno.
Capítulo 7
114
la región que corresponde a determinada 
frecuencia, las fibras ciliadas se levantan 
y entran en contacto con el techo o mem-
brana tectoria. Cuando lasfibras ciliadas 
entran en contacto con la membrana tec-
toria, se excitan los sensores neurales que 
registran la existencia de energía sonora en 
su determinada frecuencia. El mecanismo 
auditivo del ser humano es tan preciso 
que responde a ocho frecuencias entre dos 
semitonos musicales, o sea puede precisar 
ocho niveles distintos entre dos notas con-
secutivas del piano.
Al transmitirse la onda compuesta por 
el líquido perilinfático de la cóclea, se 
registran las distintas frecuencias desde las 
bajas hasta las altas a lo largo de las vueltas 
de la cóclea. La Fig.  7.7 indica el lugar 
relativo de la percepción de las frecuencias 
reconocidas por el oído humano desde 20 
cps hasta 20.000 cps.
El sistema nervioso auditivo
Los sensores neurales se excitan al reco-
nocer la presencia de energía acústica en 
la frecuencia que les corresponde. Los 
nervios que provienen de cada una de estas 
posiciones se combinan hasta unirse todos 
en el nervio auditivo, o el octavo nervio 
trompa de 
Eustaquio
escala
timpánica
escala timpánica
Representación esquemática de la cóclea desenrolladaLa cóclea
escala
media
escala
media
escala
vestibular
escala
vestibular
estribo
(stapes)
estribo
(stapes)
meato del 
canal auditivo
helicotrema
helicotrema
nervio 
auditivo
ventana
redonda
ventana
redonda
ventana
oval
ventana
oval
7.5 Corte transversal parcial de la cóclea y una representación esquemática de la cóclea 
desenrollada.
7.6 Corte transversal de una vuelta del caracol de la cóclea y una corte transversal ampliada de 
la escala media.
escala timpánica
(llena de perilinfo)
escala vestibular
(llena de perilinfo)
membrana 
de Reissner
fibras
ciliadas
membrana 
tectoria
membrana 
basilar membrana basilar
nervio 
auditivo
órgano 
de Corti
corte transversal de la cóclea corte transversal del órgano de Corti
escala media
(llena de endolinfo)
membrana 
de Reissner
escala media
(llena de endolinfo)
nervio 
auditivo
La fonética auditiva
115
craneal. En el sistema auditivo humano hay 
como 30.000 fibras en cada uno de los dos 
nervios auditivos.
El nervio auditivo, como se ve en la 
Fig. 7.5, sale de la cóclea y pasa por un hueco 
(el meato del canal auditivo) en el hueso 
temporal a la médula oblongada. En esta 
región a donde llegan los dos nervios auditi-
vos se comparan las señales de los dos para 
localizar la fuente del sonido producido. Los 
nervios aquí se entrecruzan; el nervio audi-
tivo izquierdo pasa por el cerebro medio y 
sigue al lóbulo temporal derecho mientras el 
nervio auditivo derecho pasa por el cerebro 
medio y sigue al lóbulo temporal izquierdo, 
como se ve en la Fig.  7.8. De esa forma 
toda la información sobre las frecuencias y 
amplitudes percibidas a través del tiempo 
por la cóclea se transmite a la región del 
lóbulo temporal que se denomina la corteza 
auditiva central como se ve en la Fig. 7.9. 
Una vez comunicada esa información a la 
corteza auditiva, la información pasa a la 
región del cerebro denominada el área de 
Wernicke o coreteza posterior del habla, 
donde comienza el proceso de reconoci-
miento e identificación de los sonidos del 
mensaje transmitido.
La percepción: 
la interpretación de la 
onda sonora
En el área de Wernicke se analizan las distintas 
características acústicas provenientes de 
las ondas sonoras compuestas que pasaron 
por el canal auditivo externo hasta poner en 
movimiento la membrana timpánica. Todas 
las características acústicas de esas ondas, es 
decir, su amplitud, su frecuencia, su timbre, su 
duración, en fin, toda la caracterización espec-
trográfica de las ondas, se transmite al cerebro. 
Uno de los primeros pasos en el análisis 
de los datos neurales es el de desechar los 
sonidos ambientales. Ejemplos de esos tipos 
de sonidos serían el silbido de los aparatos 
7.7 Representación esquemática de las 
frecuencias en hertzios reconocidas por la 
membrana basilar.
helicotremaextremo 
basal
7000
800
3000
1000
20
400
600
5000
2000
200
1500
400020.000
medula 
oblongada
área de 
Wernicke
cerebro 
medio
puente
corteza 
auditiva
central
7.8 Las flechas con líneas en puntos 
representan la trayectoria de los impulsos 
acústico-neurales desde la cóclea hasta el 
área de Wernicke.
7.9 El cerebro, indicando las zonas referentes 
al análisis lingüístico de la onda sonora.
lόbulo frontal
corteza posterior 
del habla 
lόbulo 
temporal
cerebro 
medio
medula 
oblongada
corteza 
auditiva 
central
puente
lόbulo parietal
cerebelo
Capítulo 7
116
eléctricos, el zumbido de abanicos o el 
estrépito del tráfico. También puede incluir 
el habla de terceros que no son el enfoque de 
la atención del oyente. Una vez descartada 
esa información, el cerebro comienza el 
proceso de separación e identificación de los 
sonidos/impulsos individuales.
Categorización de los 
sonidos
La categorización de los sonidos con-
tiene tres procesos: la segmentación, la 
identificación y la sistematización. La 
segmentación tiene que ver con la separa-
ción de la cadena fónica/acústica/neural 
continua en unidades discretas. Es el mismo 
fenómeno comentado con referencia a la 
fonética articulatoria en la sección que 
presenta el concepto del segmento en el 
Capítulo 3 sobre “La fonética y la fonología”. 
Se examinaron los problemas de ese mismo 
proceso de segmentación en el análisis del 
espectrograma en el Capítulo 6 sobre “La 
fonética acústica”. La identificación es el 
proceso por el cual el receptor toma un 
sinfín de posibles realizaciones físicas y 
las reduce a un número finito de sonidos. 
La sistematización reduce ese número de 
sonidos aun más al relacionar cada uno con 
su imagen mental o fonema.
La segmentación
La categorización de los sonidos comienza 
con la separación de la onda sonora en seg-
mentos. El problema principal del proceso 
es cómo dividir una onda fluida y continua 
no segmental en segmentos. Esa situación 
problemática origina en los propios movi-
mientos articulatorios que produjeron la 
onda. Puesto que la onda sonora se produce 
mediante una serie de distintos movimien-
tos articulatorios fluidos de varios órganos 
fisiológicos, existen zonas de transición 
entre los sonidos. 
Cada sonido se reconoce principalmente 
por su fase tensiva; sin embargo, la onda 
sonora producida contiene la intensión y 
la distensión de cada sonido. Los encuen-
tros entre la distensión de un sonido y la 
intensión del sonido siguiente crean zonas 
de transición. Esas zonas de transición a 
veces son también importantes en la iden-
tificación de los distintos segmentos, sobre 
todo con las oclusivas, como se vio en el 
Capítulo 6. A pesar de las complicaciones 
encontradas en las transiciones, el receptor 
sí es capaz de segmentar la información 
neuro-acústica recibida.
La identificación
Una vez segmentada la onda sonora, el recep-
tor necesita identificar el “sonido” relacionado 
con cada segmento. El problema de esa 
identificación se puede resumir de esta forma. 
Dada la producción de cien sonidos [f] o de 
cien sonidos [a], en términos articulatorios y, 
como consecuencia, en términos acústicos, 
cada [f] será un poco diferente como también 
cada [a] lo será. Por su gran semejanza entre sí, 
sin embargo, el cerebro clasificará todos como 
simplemente [f] o [a], a pesar de las diferencias 
físicas que pueda haber.
El hecho de que el receptor clasifique 
como un solo sonido toda una gama de rea-
lizaciones físicas implica que el cerebro usa 
varios indicios o límites acústico-neurales 
distintivos en la identificación del sonido. 
En ese proceso, se realiza en el área de 
Wernicke un análisis neurológico análogo 
al análisis espectrográfico estudiado en el 
Capítulo 6 sobre la fonética acústica. Cada 
sonido, entonces, tiene sus rasgos acústico-
neurales diferenciadores.
Las vocales se identifican por la presencia 
de formantes fuertes. La identificación de 
una vocal específica depende de la ubicación 
de sus formantes. Conforme lo presentado 
en el capítulo anterior, el primer formante(F1) se correlaciona con el modo de articula-
ción y el segundo formante (F2), con el lugar 
de articulación. No es que cada vocal se 
identifique por un valor absoluto del F1 y F2, 
porque los valores absolutos varían según 
el hablante o según el contexto fonético-
fonológico de la vocal o según el humor o 
genio del hablante. Hasta habrá pequeñas 
diferencias en los formantes de la vocal 
[a] de /pÒn/ articulada varias veces por el 
mismo hablante. Por eso, lo que importa en 
la identificación de la vocal es una gama de 
valores para los dos formantes. El concepto 
de la gama relativa de valores se ejemplifica 
La fonética auditiva
117
en el cuadro vocálico del Cuadro 7.10, que 
ubica varias articulaciones de cada vocal 
española. Como se puede ver, hasta puede 
haber traslapo de las gamas de dos vocales 
vecinas. En estos casos, intervienen en la 
identificación de la vocal otros factores: por 
ejemplo, el contexto en que se encuentra la 
vocal, la relación de la vocal con el sistema 
vocálico y la vocal que el receptor espera oír.
Las consonantes nasales y laterales se 
identifican por la presencia de formantes 
débiles. La identificación del modo y del 
lugar de articulación de esas consonantes 
específicas depende de la ubicación de 
sus formantes conforme se presentó en el 
capítulo anterior.
Las consonantes oclusivas se identifican 
por su período de silencio total en el caso de 
las oclusivas sordas y por una sonorización 
simple sin ninguna otra resonancia en el 
caso de las oclusivas sonoras. El lugar de 
articulación se identifica por las transiciones 
de los formantes de las vocales anteriores o 
posteriores a la consonante.
Las consonantes fricativas se identifi-
can por su período de energía acústica 
inarmónica esparcida por una región amplia 
de frecuencia. Eso puede acompañarse o no 
de un tono fundamental. El lugar de articu-
lación se identifica tanto por las transiciones 
de los formantes de las vocales anteriores 
o posteriores, como también por la gama e 
intensidad de la energía esparcida.
Las consonantes africadas se identifican 
por ser simplemente una combinación de 
una oclusiva más una fricativa.
Las vibrantes se identifican por el número 
de interrupciones rápidas en la cadena 
acústica-neural. Con una sola interrupción 
se reconoce una vibrante simple; con más de 
una, se identifica una vibrante múltiple.
El hecho de que el que aprende un 
segundo idioma identifique e interprete el 
sonido escuchado a través de su experien-
cia previa, hace que tienda a percibir los 
sonidos de un segundo idioma empleando 
el sistema de indicios o límites acústico-
neurales distintivos de su idioma materno. 
En fin, piensa oír algo diferente a lo que oiría 
un hablante nativo de ese segundo idioma. 
Por ejemplo, un anglohablante al escuchar 
la secuencia fonética [ÒBe], es capaz de 
2500 2200 1900 1700 1500 1300 1100 900 800 700 600 500
100
200
300
400
500
600
700
800
900
ui
e
a
o
7.10 Gráfico de varias producciones de las vocales españolas posicionadas por los valores del 
primer formante (el eje vertical) y por el segundo formante (en el eje horizontal).
Capítulo 7
118
identificar el sonido en el medio como [v] 
según los parámetros perceptivos del inglés. 
Debido a ese fenómeno, es imprescindible 
que el estudiante que aprende español como 
segundo idioma se dé cuenta de los nuevos 
sonidos y que aprenda a reconocerlos. Es 
necesario poder reconocerlos primero para 
después poder aprender a producirlos.
La sistematización
El tercer paso del proceso de categorización 
de los sonidos ocurre cuando el receptor 
encaja el sonido percibido en el sistema 
fonológico de la lengua. Es decir, identifica 
el fonema, o imagen mental del sonido, que 
el sonido físico evoca. De esa forma se com-
pleta la transferencia sonora del emisor al 
receptor; el receptor es capaz de identificar 
la misma secuencia de fonemas que tenía en 
mente el emisor al producir su onda sonora. 
Al sistematizar los segmentos percibidos, 
se reduce a un número menor las unidades 
identificadas, puesto que toda lengua con-
tiene menos fonemas que alófonos.
Es importante notar que las asociaciones 
de sonidos o alófonos con sus respectivos 
fonemas pueden variar según la lengua 
examinada. Por ejemplo, tanto el angloha-
blante como el hispanohablante son capaces 
de identificar el sonido [R], una vibrante 
simple alveolar sonora. El hispanohablante, 
sin embargo, lo sistematiza como el fonema 
/R/ (por ejemplo en la palabra {para}), 
mientras que el anglohablante lo sistematiza 
como el fonema /t/ o /d/ (por ejemplo en 
las palabras {city} y {lady}). El estudiante 
que aprende español como segundo idioma 
tiene que aprender esas nuevas asocia-
ciones; en fin, tiene que adquirir el nuevo 
sistema fonológico.
Un elemento importante de un sistema 
fonológico es la fonotáctica, o sea un enten-
dimiento de las secuencias de fonemas que 
la lengua permite y las posiciones en que los 
fonemas pueden aparecer con respecto a la 
formación de sílabas y palabras. A veces, el 
receptor puede servirse del conocimiento de 
las reglas fonotácticas en la identificación de 
los sonidos. Por ejemplo, si en español, un 
receptor percibe un sonido fricativo en posi-
ción inicial de palabra delante de un sonido 
[l], sabe identificar el sonido fricativo como 
[f], puesto que es la única combinación 
posible de fonemas en este caso.
La percepción 
de los elementos 
suprasegmentales
La percepción de los tres elementos 
suprasegmentales de acento, duración y 
entonación responde a la percepción de los 
matices de amplitud, duración y frecuencia 
presentes en la onda sonora inicial y en la 
transmisión acústica-neural resultante. 
Como se verá posteriormente, los indicios 
de cada uno son diferentes para cada lengua. 
Cada uno de estos aspectos se tratará indivi-
dualmente en sus respectivos capítulos.
Otros factores en la 
percepción del habla
Además de los factores principales ya 
comentados en el proceso de la percepción, 
existen otros factores secundarios que mere-
cen alguna discusión. Debido a que existe 
tanta variación en las características físicas 
de los órganos fonadores de los hablantes, 
existe también una inmensa variedad en 
las características de los impulsos acústico-
neurales que llegan al área de Wernicke para 
interpretarse. Ya se mencionó el caso de la 
interpretación de los formantes vocálicos, 
en que el receptor no puede interpretar los 
valores absolutos de las frecuencias del F1 y 
F2 para la identificación de la vocal. Lo que 
hace, entonces, subconscientemente, es ana-
lizar toda la gama física usada por el emisor 
para F1 y para F2. Una vez determinada la 
gama, el receptor encaja cada valor recono-
cido en relación con la gama usada por el 
emisor. De esa forma el receptor es capaz de 
sistematizar las producciones individuales 
y relativas de cada emisor. Ese proceso se 
denomina normalización.
Otro ejemplo de normalización se puede 
ver en los ejemplos de la entonación. Por 
ejemplo, es muy posible que cuando un 
hombre pregunta ¿María está aquí? con 
tono ascendiente que aun así termine en 
un tono más bajo que el tono final de una 
mujer al declarar María está aquí con tono 
La fonética auditiva
119
descendiente. Aun así, el receptor es capaz 
de determinar que lo que dijo el hombre 
fue una pregunta y que lo que dijo la mujer 
fue una declaración. Eso es posible porque 
el receptor no presta atención a los valores 
absolutos de la frecuencia del tono funda-
mental al interpretar el mensaje, sino que 
las normaliza o las relativiza con respecto 
a la gama de frecuencias fundamentales 
empleada por cada emisor.
En el proceso de percepción uno de los 
primeros pasos que realiza el receptor es 
el de fijar la gama empleada por el emisor 
de todas las características acústicas de la 
onda sonora. De esa forma normaliza las 
amplitudes, las frecuencias fundamentales, 
las duraciones, las frecuencias de los for-
mantes; en fin, el receptor normaliza todos 
los aspectosde la onda sonora para poder 
interpretarlos.
Otro fenómeno adicional importante 
es que el receptor tiende a percibir lo que 
espera escuchar. Existen varias pruebas de 
eso. A veces en el habla, el emisor puede 
equivocarse y pronunciar mal una palabra 
o secuencia de palabras, pero aun así el 
receptor entiende bien lo que el emisor 
quería decir, a veces hasta sin darse cuenta 
del lapso del emisor.
El receptor a veces se aprovecha del 
contexto o de la situación para interpretar el 
impulso acústico-neural recibido. Por ejem-
plo, si el receptor espera recibir una llamada 
de su amiga Sarita, y de repente al teléfono 
se le dice “habla Anita”, bajo estas circuns-
tancias el receptor es capaz de “escuchar” 
todavía “habla Sarita”. Relacionado con ese 
principio es el empleo del lenguaje no verbal 
en la forma de aclaraciones. Por ejemplo, si 
el emisor declara que quiere “tres boletos” y 
lo dice con los primeros tres dedos levanta-
dos, el receptor no va a equivocarse y pensar 
que quiere “seis boletos”.
Al examinar la percepción del habla, 
es interesante notar por qué el receptor se 
percibe a sí mismo de manera diferente a 
como le perciben otros. Esto se manifiesta 
cuando una persona se graba a sí misma: 
piensa ella que la grabación no representa 
bien su voz, mientras los demás creen que es 
una representación perfecta. Ese fenómeno 
se explica por reconocer que cuando una 
persona se escucha a sí misma, la onda 
sonora percibida por ella es una onda com-
puesta que viene de dos fuentes. La primera 
es la onda transmitida por el aire hasta los 
oídos; la segunda es la onda transmitida a 
través de los tejidos de la cabeza hasta los 
oídos. Ese segundo componente no hace 
parte de la grabación, y por eso la grabación 
representa lo que escuchan los demás y no 
lo que escucha el hablante mismo.
Otro aspecto interesante de la percepción 
es lo que ocurre con el teléfono. Sabido es 
que es más difícil entender una conversa-
ción telefónica que una conversación en 
vivo. La discrepancia de dificultad aumenta 
cuando la conversación ocurre en un 
segundo idioma y puede aumentar aun más 
dependiendo de la calidad de la transmisión 
acústica telefónica. Se presentan factores 
tecnológicos que dificultan la percepción. 
Como ya se ha expuesto, el ser humano es 
capaz de detectar una gama de frecuencias 
entre 20 Hz y 20.000 Hz. El teléfono, sin 
embargo, suele transmitir solamente una 
gama reducida de aproximadamente 400 
Hz a 3200 Hz. Con esa reducción, no se 
La información acústica disponible a lo vivo La información acústica disponible por teléfono
7.11 Sonogramas de una oración en español. El primero muestra la información acústica 
principal disponible a lo vivo, que se encuentra entre 0 Hz y 8000 Hz. (El oído humano, sin 
embargo, es capaz de percibir entre 20 Hz y 20.000 Hz). El segundo sonograma muestra la 
información acústica total disponible por teléfono.
Capítulo 7
120
transmite ni el tono fundamental ni tam-
poco el primer formante de algunas vocales, 
como se ve en la Fig. 7.11. Tampoco se trans-
mite la información acústica necesaria para 
la identificación de las consonantes fricati-
vas. Frente a esa reducción de información 
acústica, el receptor se ve forzado a adivinar 
qué es lo que va en los huecos. Resulta que 
el receptor adivina mejor la información 
ausente en su idioma materno que en un 
segundo idioma. En algunos países la gama 
de frecuencias transmitida se reduce aun 
más, dificultando aun más la tarea de la per-
cepción. Otro problema es que puede haber 
ruidos o interferencias en la transmisión 
que complican el proceso del análisis de la 
onda sonora, sobre todo con los cortes que 
se sufren en los teléfonos celulares.
Teorías generales e 
incógnitas sobre la 
percepción
Existen varias teorías que intentan explicar 
exactamente cómo funciona el proceso de 
la percepción. Algunas se focalizan en los 
segmentos, otras en las transiciones entre 
segmentos, aun otras en los procesos que 
el receptor emplearía en la replicación arti-
culatoria o acústica del sonido percibido. 
Existen también otras preguntas. ¿Cómo se 
archivan los indicios, como imágenes del 
significado mismo o del significante? ¿Cuál 
es el papel de la semántica, la sintaxis y la 
morfología en el proceso de la percepción? 
¿Cómo se explica el hecho de que no existen 
siempre criterios acústico-neurales que per-
mitan la identificación de los fonemas uno 
por uno? La realidad de la situación es que 
a pesar de las varias teorías existentes y de 
la cantidad de información ya recogida, no 
se saben todavía las respuestas a las muchas 
preguntas que quedan.
Sumario
La fonética auditiva trata las actividades del 
receptor, quien recibe e interpreta la onda 
sonora que le llega del emisor. La primera 
actividad se conoce como la audición y la 
segunda como la percepción.
La primera actividad, la audición, es la 
recepción y el reconocimiento físico de los 
sonidos producidos. Como ya se vio, la onda 
sonora corre por el canal auditivo del oído 
externo y da contra la membrana timpánica. 
De ahí comienza la transmisión y amplifica-
ción de la onda sonora al pasar por el sistema 
mecánico osicular del oído medio. Luego la 
onda sonora pasa por el sistema líquido de 
la cóclea del oído interno; la cóclea realiza el 
análisis acústico de la onda que es necesario 
para la percepción de los sonidos. De ahí el 
sistema neural auditivo lleva la información 
acústica recogida hasta el área de Wernicke 
del lóbulo temporal del cerebro.
Las cuatro fases en la audición del ser 
humano corresponden a las distintas estruc-
turas fisiológicas del oído y a los distintos 
medios empleados en su transmisión. Los 
componentes del sistema de audición se 
resumen en el Cuadro 7.12, que indica tam-
bién sus estructuras fisiológicas y medios de 
transmisión.
La segunda actividad de la fonética 
auditiva es la percepción o la interpretación 
de la onda sonora. Una vez recibidos los 
indicios acústico-neurales en el área de 
Wernicke, el receptor comienza el proceso 
de categorización de los sonidos. Este pro-
ceso incluye tres etapas: la segmentación, 
la identificación y la sistematización. El 
Cuadro  7.13 resume el resultado de esas 
etapas de la categorización.
Como parte de ese proceso, el receptor tiene 
que normalizar todos los valores acústico-
neurales recibidos para poder interpretarlos. 
El proceso de normalización se hace necesario 
debido a la gran variedad que existe en los 
órganos fonadores de los emisores con quienes 
el receptor puede conversar, lo que produce 
una gran variación en las ondas sonoras que 
tiene que interpretar. La normalización de las 
características acústicas ocurre a lo largo de 
todo el proceso de percepción, afectando el 
análisis de la amplitud, del tono fundamental, 
del timbre y de la duración.
El proceso descrito aquí para la percepción 
es un modelo simplificado que no toma en 
cuenta todas las complejidades que surgen 
en la práctica. Sin embargo, sirve muy bien 
La fonética auditiva
121
como modelo para entender los procesos 
que tienen que ocurrir para que el receptor 
descodifique el mensaje. En este sentido, 
es como el científico que siempre habla de 
procesos que ocurren bajo “condiciones 
ideales”, que aunque no existan, le permite 
al estudiante un mejor entendimiento de los 
principios presentados.
Examinados ya los procesos por los cuales 
se producen, se transmiten y se interpretan 
las cadenas fónicas, se pasará a una presenta-
ción de las relaciones básicas de la fonología.
Componente Estructuras fisiológicas Medio de transmisión
Oído externo oreja 
canal auditivo externo
transmisión acústica a través 
del aire
Oído medio membrana timpánica 
martillo, yunque y estribo
transmisión mecánica a través 
de la cadena osicular
Oído interno ventanas oval y circular 
cóclea 
membranas basilar y tectoria 
escalas vestibular, media y timpánica
transmisión ondular a través del 
líquido de la cóclea
Sistema 
nervioso
nervio auditivo
cortezaauditiva central
área de Wernicke/corteza posterior 
del habla
transmisión neural a través del 
nervio auditivo
7.12 Los componentes del sistema de audición.
Etapa Proceso Producto lingüístico Número y tipo de elementos
Segmentación
dividir una cadena 
fluida de impulsos 
en segmentos
segmentos discretos a 
ser identificados
número infinito de 
sonidos
Identificación
emparejar el 
segmento con un 
sonido o alófono
una secuencia de 
sonidos identificados
número finito de 
alófonos
Sistematización
emparejar el alófono 
con su fonema
una secuencia de 
fonemas
número finito y 
reducido de 
fonemas
7.13 El proceso de categorización de los sonidos.
Capítulo 7
122
Preguntas de repaso
1. ¿Cuál es la diferencia entre la fonética 
articulatoria, la acústica y la auditiva?
2. ¿Cuáles son los cuatro componentes 
principales del oído?
3. ¿Cómo se transmite la energía sonora 
por los cuatro componentes del oído?
4. ¿Cuáles son los componentes del oído 
externo y cómo funcionan en el proceso 
de audición?
5. ¿Cuáles son los componentes del oído 
medio y cómo funcionan en el proceso 
de audición?
6. ¿Cuáles son los componentes del oído 
interno y cómo funcionan en el proceso 
de audición?
7. ¿Cuáles son los componentes del 
sistema nervioso auditivo y cómo 
funcionan en el proceso de audición?
8. ¿Cómo se distingue la audición de la 
percepción y por qué son importantes 
los dos?
9. ¿Cuáles son los procesos de la catego-
rización de los sonidos por parte del 
receptor?
10. Distinga entre los procesos de segmen-
tación, identificación y sistematización 
y ¿cuál es el resultado de cada uno de 
esos tres procesos?
11. ¿Qué elementos acústico-neurales se 
emplean para identificar las vocales y 
las consonantes?
12. ¿Cómo se emplea el proceso de norma-
lización en la percepción de vocales y 
en la percepción de entonación?
13. ¿Por qué es más difícil percibir una 
conversación por teléfono que en 
persona, sobre todo en un idioma 
extranjero?
Conceptos y términos
área de Wernicke
audición
canal auditivo externo
cóclea
corteza autitiva central
corteza posterior del habla
estribo (stapes)
fonética auditiva
identificación
martillo (malleus)
membrana basilar
membrana tectoria
membrana timpánica
nervio auditivo
normalización
oído externo
oído interno
oído medio
órgano de Corti
percepción
segmentación
sistema nervioso auditivo
sistematización
ventana oval
ventana redonda
yunque (incus)

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