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Texto-Marie Louise Lachapelle, la mujer que dio a luz la obstetricia moderna docx - Jenny Castillo

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CURSO DE APOYO AL INGRESO-EUCS-UNSJ- 
 LECTURA Y COMPRENSIÓN DE TEXTOS 
 
 
 
 
EUCS-U.N.S.J.- Equipo de Lectura y Comprensión de textos. Coord. Carolina Pinardi 
 
 
 
Héctor Rodríguez 
EDITOR Y PERIODISTA ESPECIALIZADO EN CIENCIA Y NATURALEZA 
[1]Dar a luz a nueva vida es probablemente uno de los actos más fascinantes del reino 
animal. Cada parto representa una pequeña batalla ganada en la constante lucha que los 
genes mantienen con el tiempo, en la cual cada forma de vida se aferra al mundo dando 
un pequeño paso más en el camino de la evolución. Se trata de uno de los actos más 
naturales de la vida, y en última instancia, la culminación del máximo propósito biológico 
para el que estamos programados los organismos, transmitir nuestros genes; más, no por 
ello, el parto nunca ha sido tarea fácil. 
[2]La muerte durante el parto ha sido una constante en la historia de la humanidad. Hoy 
en día se calcula que unas 830 mujeres y unos 2 millones de bebés mueren pasados los 
42 primeros días después del alumbramiento. Todo ello con la tecnología, el 
conocimiento y los avances médicos de los que podemos disfrutar en la actualidad, al 
menos, en los países más desarrollados. 
[3]No existen registros demasiado fiables al respecto, pero aún así resulta fácil intuir que 
en el pasado las cosas eran mucho más difíciles, ya que enfermedades como la 
llamada fiebre puerperal, las malas condiciones higiénicas, la ausencia de transfusiones 
de sangre, el desconocimiento de los antibióticos o de como condiciones como la 
hipertensión podían complicar el embarazo, se traducían en tasas de mortalidad materna 
y fetal mucho más elevadas. En este contexto, no obstante, el nombre de una mujer se 
eleva como una de las artífices de la implantación de muchas de las mejoras que hicieron 
del parto un trámite mucho menos arriesgado para mujeres y bebés de todo el mundo: su 
nombre era Marie-Louise Lachapelle. 
[4]Hija de una experta partera y un funcionario del sistema de salud francés, Marie-Louise 
Dugés, que era su nombre de soltera, nació en París en 1769. Siguiendo una larga 
tradición familiar, ya que su abuela también era comadrona, Lachapelle comenzó en el 
oficio de matrona muy joven; tanto que a los escasos 11 años de edad ya había asistido 
https://www.nationalgeographic.com.es/autores/hector-rodriguez_1241
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 LECTURA Y COMPRENSIÓN DE TEXTOS 
 
 
 
 
EUCS-U.N.S.J.- Equipo de Lectura y Comprensión de textos. Coord. Carolina Pinardi 
 
 
 
en su primer parto con complicaciones, y a los 15, en 1784, ya era diestra en el arte de 
ayudar a dar a luz en solitario durante un parto complicado. 
[5]Lachapelle se formó junto a su madre, quien en 1775 sería nombrada comadrona jefe 
del Hotel Dieu de París, entonces, pese a las malas condiciones de salubridad y escasez 
de recursos, el mejor hospital parisino de la época y el único centro francés que 
proporcionaba ayuda a las mujeres embarazadas y parturientas sin recursos. 
[6]Ejercería como comadrona en este hasta el año 1792, en el que se casó con el 
cirujano Charles Bon Côme Langlet, conocido como Lachapelle, de quien heredaría su 
apellido y con quien tuvo una hija el mismo año. 
[7]A raíz de su alumbramiento abandonaría su trabajo temporalmente, hasta que el 
fallecimiento de su cónyuge 3 años después, en 1795, le obligaría a retomar sus funciones 
en el Hotel Dieu, en el que permaneció hasta que el gobierno de Napoleón trasladó en 
1796 el área de maternidad al antiguo convento de Port Royal, el cual se estableció como 
el nuevo Hospicio de la Maternidad. 
[8]Fue entonces que Lachapelle aprovechó para marcharse a la ciudad de Heildelberg, en 
Alemania, para ampliar sus conocimientos de obstetricia con el afamado obstreta Franz 
Karl Naegele. Tras la muerte de su madre, solo un año después, regresó a París, heredó 
su cargo, y así se convirtió en jefa de maternidad y del hospital de niños del nuevo 
hospicio, el cual convirtió en un centro de formación para futuras matronas en el que 
la teoría se basaba en los manuales del también popular obstreta Jean-Louis 
Baudelocque, y la formación en prácticas corría a cuenta de la propia Lachapelle. 
[9]Tras prácticamente una vida dedicada a ayudar a miles de mujeres a dar a luz, se estima 
que hasta a 40.000, a Lachapelle se le atribuye la adopción y diseminación de algunas 
prácticas en el campo de la obstetricia que ayudaron a salvar miles de vidas durante las 
décadas venideras, como la limitación del número de personas que podía acceder a la sala 
de partos, la mejora de las condiciones higiénicas y varias decenas de prácticas médicas 
que serían recogidas en su libro póstumo, Pratique des acouchements, el cual tuvo que 
ser finalizado por su sobrino debido a la muerte temprana de la Lachapelle a la edad de 
52 años por un cáncer de estómago.

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