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Psicologia del adulto

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I. Desarrollo físico y cognoscitivo en el adulto joven 
1.1 Adultez Temprana
Propiamente de las múltiples contemplaciones, la etapa adulta es un periodo largo dentro del desarrollo del ser humano debido a ello se consideran varias etapas. Dichas etapas se caracterizan por distintos procesos y momentos evolutivos de cada ser humano en particular, en ella se ven funciones y roles que, dicho sea de paso, conformarán el desarrollo propio de su personalidad. 
Cuando se habla de la adultez temprana, existen una variedad de autores que mencionan que las edades en las que oscila dicha etapa son entre los 18 y 40 años. Aunque, muchos otros afirman que la etapa de la adultez temprana termina a los 35 años. Esta etapa es en la que finalizan los procesos de crecimiento corporal, físico e intelectual, donde es ahí donde se alcanza la plenitud de las capacidades físicas, florece el pensamiento reflexivo y social. (Equipo editorial, Etecé - 2021)
Existen varias teorías que tratan de dar explicación y brindar una visión amplia de los diversos procesos que se llevan a cabo en esta etapa de vida. 
a. Según la etapa motivacional de Huberman. – Especifica la etapa adulta en seis ciclos, en las que la etapa adulta temprana vendría a ser los ciclos: Concentración en la propia vida (18-30 años), en la que el adulto ya posee una identidad psicológica estable y lucha por conseguir su identidad social a través del trabajo, carrera u oficio. Concentración de las propias energías (30-40 años), este ciclo se caracteriza por un aumento de la experiencia dentro de su campo profesional. El adulto se encuentra en el periodo máximo de sus potencialidades. (Huberman, A. M. - 1974)
b. Según la etapa empírica de Levinson. – Especifica la etapa adulta en eras y periodos que son determinadas por el ciclo vital, tales periodos son: Preadultez (hasta los 17 años), se particulariza por la potencialidad en la vitalidad. Adultez temprana (17-45 años). En esta etapa se ven en gran medida tensiones, preocupaciones, estrés, responsabilidades familiares, cargas laborales, cargas económicas, toma de decisiones en cara al futuro. (Levinson, D. 1983)
c. Según la etapa clínica de Erikson. – Especifica ocho etapas psicosociales a lo largo de su ciclo vital, las cuales son: La etapa de la joven edad adulta (18-30 años), considera esta etapa como la antítesis critica de intimidad vs aislamiento. (Erikson, E. H. - 1985). En dicha etapa el adulto debe procurar establecer unas buenas relaciones con los demás y por sobre todo con el sexo opuesto, dentro de los cuales se requiere: 
· Confianza absoluta
· Autonomía en ambas partes
· Sentimiento de identidad 
· Aceptación incondicional 
Como se puede apreciar según los modelos de diversos autores, estos coinciden en establecer la plenitud psicológica/emocional y vivencia del individuo entre los 20 a 40 años, donde se supone una búsqueda de la identidad personal y un intento de iniciar relaciones familiares y profesionales tratando de encontrar un lugar en su vida. 
II. Desarrollo físico 
2.1 Salud y condición física
En esta etapa del desarrollo humano, los cambios físicos que se dan no son tan notorios como los que se dan en la etapa de la adolescencia. Pero esto no quiere decir que no los tenga. Como se esta hablando sobre el inicio de la transición de la adolescencia a la adultez, se nota al ser humano con mayor fuerza y poseyendo un cuerpo plenamente vigoroso, fuerte, con mucha resistencia y energía, donde el apogeo de la fuerza muscular es alrededor de los 25 años. El individuo posee una agilidad en los dedos y en los movimientos de las manos 
Los factores conductuales (la alimentación de los adultos jóvenes, si duermen lo suficiente, cuanta actividad física realizan, y si fuman o consumen alcohol o drogas) contribuyen de manera importante a alcanzar un estado de salud y de bienestar no solo físico, sino también psicológica y emocional. 
2.1.1 Estado de salud y problemas de salud 
Durante este periodo se establece el cimiento de funcionamiento físico de por vida. La salud puede verse influida por los genes, pero los factores conductuales, la alimentación de los adultos tempranos, pues es importante mantener una dieta balanceada, si duermen lo suficiente, es muy importante tener períodos de descanso, debido a que trabajar y estudiar sin descansar provoca que el cuerpo no realice bien las tareas, cuanta actividad física realizan, y si fuman o consumen alcohol o drogas, contribuyen de manera importante a alcanzar un estado de salud y de bienestar. (Dolinoy y Jirtle, 2008)
2.1.2 Influencias genéticas en la salud 
Dentro de las raíces genéricas encontramos muchos trastornos, desde la obesidad hasta ciertos tipos de cáncer, además de problemas de la salud mental como la depresión y la adicción. 
Un proceso similar ocurre con las enfermedades cardiacas relacionadas con el colesterol. Cierto nivel de colesterol es necesario para un funcionamiento óptimo, pero un elevado nivel de colesterol conlleva un mayor riesgo de enfermedad coronaria. Dicho en este caso, la propensión genética es evidente cuando las condiciones ambientales le permiten ejercer sus efectos. Del mismo modo, la probabilidad de que una persona desarrolle síntomas de depresión se ve afectada por una variante genética afectada por influencias medioambientales, como un entorno de ausencia de apoyo familiar. 
2.1.3 Factores conductuales que influyen en la salud y la conducta física 
Existe una relación entre la conducta y la salud que manifiesta un vinculo entre los aspectos emocionales, físicos y cognoscitivos del desarrollo del ser humano. Juega en gran cantidad el conocimiento de las personas que tienen acerca sobre la salud y en especial sobre las influencias que están inciden en su salud. Pero, no es suficiente tener información acerca sobre los buenos hábitos de la salud, ya que también se tienen que considerar con frecuencia la personalidad, las emociones y el entorno socioambiental poco saludable.
2.1.3.1 Dieta y nutrición. - Lo que la gente come incide en su apariencia, en lo que siente y en la probabilidad de que enferme e incluso muera. Ya en este tiempo se han dado todos los procesos de desarrollo y crecimiento por tanto nuestro cuerpo requiere sólo lo justo para abastecerse de energía y nutrientes y así mantener las funciones corporales. En la medida que haya mayor actividad o trabajo físico, se pase por una etapa de gestación, lactancia o climaterio algunas necesidades nutricionales pueden variar.
2.1.3.2 Obesidad y sobrepeso. - En términos generales, las tendencias mundiales indican que la obesidad va en aumento, con una tasa promedio de prevalencia de aproximadamente 10 a 15%. Aunque en comparación con otros países las tasas de África subsahariana y Asia suelen ser bajas, también ahí se observan incrementos considerables (seidall, 2000).
La obesidad puede conducir a la depresión y viceversa. También implica riesgos de hipertensión, cardiopatía, apoplejía, diabetes, cálculos biliares, artritis y otros trastornos musculares y esqueléticos, y algunos tipos de cáncer, además de disminuir la calidad y duración de la vida.
2.1.3.3 Trastornos alimentarios. - Aunque comer demasiado y tener exceso de peso es el trastorno alimentario más común, no debemos olvidar, aquellas personas que desean mantener un peso bajo, es un problema muy frecuente en muchos países desarrollados. Las consecuencias van desde pensamientos obsesivos con respecto a la comida y todo lo relacionado con ella, hiperactividad, insomnio, cambios bruscos de humor, sentimientos de tristeza y ansiedad, miedo a ganar peso, distorsión de la imagen corporal, agravamiento de la baja autoestima, elevada autoexigencia.
2.1.3.4 Actividad física. - Las personas que son físicamente activas obtienen muchos beneficios. Además de ayudar a mantener un peso corporal deseable, la actividad física construye músculos, fortalece el corazón y los pulmones, disminuye la presión sanguínea, protege contra las enfermedades del corazón, apoplejías, diabetes, distintos tipos de cáncery osteoporosis (un adelgazamiento de los huesos que es más prevalente en las mujeres de edad media y avanzada); alivia la ansiedad y la depresión, y alarga la vida.
2.1.3.5 Estrés. - A pesar de las experiencias por lo genera positivas de la mayoría de los adultos jóvenes, la dinámica de esta etapa de la vida puede dar lugar a su aumento en el estrés percibido. Cada vez son más los estudios que sugiere que la salud psicológica tiene impacto en la salud física y que niveles elevados de estrés crónico se relacionan con muy diversos problemas físicos e inmunológicos.
2.1.3.6 Sueño. - La época entre los veinte y los treinta es de mucha actividad, por lo que no sorprende que muchos adultos emergentes y tempranos a menudo no duerman lo suficiente. Entre los universitarios, el estrés de la vida familiar unido al que genera la actividad académica se asocia con altos niveles de insomnio.
2.1.3.7 Tabaquismo. - Fumar no solo se relaciona con el cáncer de pulmón, sino que trae asociada una serie de riesgos como cardiopatías, apoplejías y enfermedades crónicas (NCHS, 2004). Los adultos emergentes son los más propensos a fumar. Más del 40% de las personas entre 21 y 25 años informan que fuman cigarrillos.
2.1.3.8 Consumo de alcohol. - Se define, en el caso de los hombres, como la ingesta de más de 14 copas a la semana o cuatro copas en un solo día, y en el caso de las mujeres, como la ingesta de más de siete tragos a la semana o tres en un solo día. Aproximadamente tres de cada 10 personas son bebedores en riesgo, propensos al alcoholismo y enfermedades hepáticas, así como a problemas físicos, mentales y sociales como resultado de su forma de beber. Aparte de ello, se asocia con otros riesgos característicos de la adultez joven, como los accidentes automovilísticos, los delitos, la infección, el consumo de drogas ilícitas, etc. 
2.1.4 Condiciones indirectas en la salud y la condición física 
Claramente, lo que la gente haga o se abstenga de hacer y el modo como responda a los cambios de vida y los retos puede afectar directamente su salud. Ciertas influencias indirectas como la educación, la condición económica, el sexo y el estado marital están también relacionadas con la salud y la conducta protectora de la salud.
2.1.4.1 Condiciones socioeconómicas y raza u origen étnico. - La condición financiera de la familia es una influencia importante sobre la condición física de los niños; así, no es sorprendente que el ingreso afecte la salud de los adultos también. La educación es también un factor importante. Además, la gente con más dinero y mejor educada tiende a tener hábitos personales sensatos y a estar enterada de la importancia de un modo de vida saludable. Tiende a hacer más ejercicio y a comer más nutritivamente. Finalmente, la gente con más escolaridad puede tener más desarrollada la confianza en sí misma y haber aprendido a manejar el estrés más efectivamente. (Socorro Armida Sandoval Mora, 2018)
2.1.4.2 Relaciones sociales y salud. - Las relaciones sociales parecen en ser fundamentales para la salud y bienestar. Se ha identificado al menos dos aspectos interrelacionados del ambiente social que pueden fomentar la salud: la integración y el apoyo sociales
Integración social: es la participación en una amplia variedad de relaciones, actividades y roles sociales (cónyuge, padre, vecino, amigo, colega, entre otros). Las redes sociales pueden influir en el bienestar emocional, así como en la participación en conductas saludables, como el ejercicio, la alimentación nutritiva y la abstención del consumo de sustancias (Cohen, 2004)
2.1.5 Problemas de salud mental 
Para la mayor parte de los adultos emergentes, la salud mental y el bienestar mejoran y los problemas de conducta disminuyen. Sin embargo, al mismo tiempo se incrementa la incidencia de trastornos psicológicos como la depresión mayor, la esquizofrenia y los trastornos bipolares. ¿Cómo se explica esta aparente paradoja? La transición a la adultez emergente pone fin a los años relativamente estructurados de la preparatoria. La posibilidad de tomar decisiones importantes y elegir trayectorias diversas suele ser liberadora, pero la responsabilidad de no depender de otra persona y de mantenerse por sí solo puede ser abrumadora (Schulenberg y Zarrett, 2006).
2.1.5.1 Alcoholismo. - Es una enfermedad crónica que se caracteriza por el consumo compulsivo que la persona no puede controlar. Igual que otras adicciones, como el tabaquismo, el alcoholismo parece ser resultado de cambios duraderos en la transmisión de señales neurológicas en el cerebro, la exposición a la sustancia adictiva (en este caso, el alcohol) crea un estado mental de euforia acompañado por cambios neurológicos que producen sentimientos de incomodidad y de avidez cuando desaparece.
2.1.5.2 Consumo y abuso de drogas. - El consumo de drogas ilícitas alcanza su punto más alto entre los 18 y 25 años, pues más de 20% de este grupo de edad reconoce haberse permitido el consumo el mes anterior. a medida que los adultos sientan cabeza, se casan y asumen la responsabilidad de su futuro, tienden a reducir el consumo de drogas. Las tasas de consumo disminuyen de manera marcada durante los veinte, luego continúan disminuyendo, siendo más lenta esta disminución al iniciarse la adultez tardía.
2.1.5.3 Depresión. - La adolescencia y la adultez temprana parecen ser periodos sensibles para el inicio de los trastornos depresivos, cuya incidencia se incrementa de manera gradual entre las edades de 15 y 22 años. La depresión se puede caracterizar de diferentes maneras. El estado de ánimo depresivo es un periodo prolongado de tristeza. El síndrome depresivo es un periodo prolongado de tristeza agregado a una variedad de síntomas como llanto y sentimientos de minusvalía o desesperanza. En contraste, un trastorno depresivo mayor suele exhibir estado de ánimo depresivo o irritable la mayor parte del día, todos los días; muestra poco interés y placer por las actividades que antes disfrutaba; a menudo aumenta o pierde peso de manera significativa; duerme en exceso o demasiado poco y con frecuencia muestra una variedad de sesgos cognoscitivos y pensamientos inadaptados recurrentes (Asociación Americana de Psiquiatría, 2000).
2.1.6 Cuestiones y actitudes sexuales 
Las actividades sexuales y reproductivas a menudo son una preocupación fundamental de la adultez emergente y temprana. Esas funciones naturales e importantes pueden implicar también preocupaciones físicas, como son los trastornos relacionados con la menstruación, las infecciones de transmisión sexual (ITS) y la infertilidad.
2.1.6.1 Conductas y actitudes sexuales. - Los adultos emergentes suelen tener más parejas sexuales que los que componen los grupos de mayor edad, pero tienen sexo con menos frecuencia. Las personas que inicia la actividad sexual durante la adultez emergente suelen involucrase en menos conductas de riesgo (las cuales pueden dar lugar a infecciones de transmisión sexual o a embarazos no planeados) que los que empezaron en la adolescencia.
2.1.6.2 Infecciones de transmisión sexual. - Las infecciones de transmisión sexual, conocidas también como enfermedades de transmisión sexual (ETS) son padecimientos que se transmite a través de relaciones sexuales. Según la OMS las ITS se propagan predominantemente por contacto sexual, incluidos el sexo vaginal, anal y oral. Algunas ITS también pueden transmitirse de la madre al hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia.
2.1.6.3 Trastornos menstruales. - Es un trastorno que produce malestar físico y tensión emocional hasta dos semanas antes del periodo menstrual. Los síntomas pueden incluir fatiga, jaquecas, hinchazón y dolor de los senos, hinchazón de manos o pies, inflamación abdominal, nausea, cólicos, estreñimiento, antojos de comida, aumento de peso, ansiedad, depresión, irritabilidad, oscilaciones del estado de ánimo, tendencia al llanto y dificultad para concentrarse o recordar. El síndrome premenstrual puede confundirse con la dismenorrea (menstruación dolorosa o “cólicos”). Los cólicos suelenafectar a las mujeres jóvenes, mientras que el síndrome premenstrual es más característico de las mujeres de 30 o más años.
III. Desarrollo cognoscitivo 
Los teóricos e investigadores del desarrollo han estudiado la cognición adulta desde varias perspectivas. Algunos tratan de identificar capacidades cognoscitivas distintivas que aparecen en la adultez, características en que los adultos usan dichas capacidades en las etapas sucesivas de la vida. Otros investigadores se concentran en los aspectos de la inteligencia que están presentes toda la vida pero que se destacan en la adultez. 
3.1 Perspectivas sobre la cognición adulta
3.1.1 Modelo de Jean Piaget
Según Piaget, la edad adulta joven era el principio del pensamiento completamente abstracto, donde se podrían probar hipótesis formales. Pero, algunos científicos del desarrollo sostienen que los cambios cognoscitivos no se quedan aquí, sino, trascienden mucho más allá de esta etapa. Una de las líneas de investigación piagetiana sostiene que el pensamiento se concentra en dos niveles, el reflexivo (que vendría a ser el pensamiento abstracto) y el pos-formal (combina la lógica con la emoción). (Socorro Armida Sandoval Mora, 2018)
a. El pensamiento reflexivo. – Se define como “la consideración activa, persistente y cuidadosa” de la información o las creencias a la luz de la evidencia que las apoya y de las conclusiones a las que dan lugar. La capacidad para el pensamiento reflexivo parece surgir entre los 20 y 25 años. Si bien casi todos los adultos desarrollan la capacidad para convertirse en pensadores reflexivos, pocos alcanzan la capacidad óptima en esta habilidad y menos aún pueden aplicarla de manera sistemática a diversos tipos de problemas.
b. El pensamiento pos-formal. - Se caracteriza por la capacidad para lidiar con las incoherencias, las contradicciones y los compromisos. La vida es desordenada y compleja, y algunas personas son mejores para lidiar con su incertidumbre inherente. De este modo, el pensamiento pos-formal es tanto un estilo de personalidad como un modo de pensamiento. También se apoya en diferentes aspectos de la cognición cuando resulta necesario. En ciertos momentos, el pensamiento lógico formal es la herramienta adecuada para resolver un problema.
Introducción 
Los adultos jóvenes son personas que ya han pasado por la adolescencia, pero que todavía no han entrado en la madurez plena o adultez intermedia. La adultez temprana es el período de edad entre la adolescencia y la adultez intermedia cuyas edades se ha consensuado que van desde los 18 años hasta los 40, aunque cabe decir que hay diversidad de opiniones al respecto de sus límites.
Los investigadores del desarrollo humano afirman que la transición a la vida adulta no depende tanto de factores biológicos como de acontecimientos sociales, los cuales procuran al joven la independencia necesaria para ser adulto, es por ello que se detallará algunos puntos que se consideraron importantes en el desarrollo de la etapa adulta joven. 
Conclusiones
Se llama adultez a la etapa del desarrollo humano que prosigue a la juventud y antecede a la vejez. Es la etapa en que se obtiene la plena madurez física e intelectual del individuo. Cabe recalcar que, los jóvenes adultos están llenos de energía, tienden a desarrollar ambición y gozan de un gran potencial creativo, que están por desarrollar con el ingreso a la educación superior u otras formas de especialización posteriores a la educación secundaria. Aunque con cierta incertidumbre y puede que, hasta miedo ante lo desconocido, lo habitual es que esta etapa se comience con emoción, ganas de disfrutar de su independencia y descubrir cómo son realmente, dejando atrás la etapa de gran confusión que es la adolescencia.
Se sabe que la transición a la edad adulta es diferente hoy en día según el medio social y cultural de los jóvenes, su historia personal e incluso su sexo. También se conoce el estrés que supone la realización de las tareas del desarrollo tales como la incorporación laboral, el compromiso emocional, la paternidad/maternidad, etc.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 
Adultez. Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en: https://concepto.de/adultez/. Última edición: 5 de agosto de 2021.
Asociación Americana de Psiquiatría (2000). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales Cuarta Edición Texto Revisado (DSM-IV-TR). Washington DC: Asociación Americana de Psiquiatría.
Cohen, S. (2004). Social relationships and health. American Psychologist, 59(8),676-698.
Dolinoy, D. C., y Jirtle, R. L. (2008). Environmental epigenomics in human health and disease. Environmental and Molecular Mutagenesis, 49(1), 4-8.
Erikson, E. H. (1985). El Ciclo vital completado. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina: Paidós
Huberman, A. M. (1974). La educación de adultos desde la perspectiva de su ciclo vital, en Internacional Review of Education, Vol. XX.
Levinson, D. (1983). Hacia una concepción del curso de la vida adulta. Barcelona Grijalbo.
National Center for Health Statistics. Health, United States. (2004). With Chartbook on Trends in the Health of Americans. Maryland: Hyattsville
Seidell, J.C. (2000) Obesity, insulin resistance and diabetes—A worldwide epidemic. British Journal of Nutrition, 83, S6-S8. doi:10.1017/S000711450000088X 
Socorro Armida Sandoval Mora (2018). Psicología del desarrollo Humano II. La adultez temprana, Unidad II. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA DIRECCIÓN GENERAL DE ESCUELAS PREPARATORIAS. 
Schulenberg, JE y Zarrett, NR (2006). Salud mental durante la edad adulta emergente: continuidad y discontinuidad en cursos, causas y funciones. En JJ Arnett y JL Tanner (Eds.), Adultos emergentes en Estados Unidos: Mayoría de edad en el siglo XXI (págs. 135–172). Asociacion Americana de psicología.

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