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jocelyn Létourneau LA CAJA DEHERRAMIENTAS DELJOVEN INVESTIGADOR Guía de iniciación al trabajo intelectual Traducción de José Antonio Amaya Profesor asociado, Depart amento de Historia, Universidad Naciona l de Colombia La Ca rreta Edi tores JU J. Medellín, 2009 Contenido Introducción del traductor ; 7 Prefacio a la nueva edición 11 Presentación 13 Recomendaciones al usuario 17 PRIMERA PARTE. Los saberes prácticos Capítulo 1. Cómo elaborar un informe de lectura Jocelyn Létourneau 21 Capítulo 2. Cómo documentarse en la era electrónica Tristan Landry, Jocelyn Létoumeau, Gaetasv Orolet. 35 Capítulo 3. Cómo interpretar una fuente escrita: el comentario de documento Jocelyn Létourr;eau, con la colaboración de Sylvie Pelletier 77 Capítulo 4. Cómo ana lizar un documento iconográfico Oidier Prioul 95 Capítulo 5. Cómo ana lizar un objeto lacques Marhieu, con la colaboración de John R. Poner y Georges P Léonidoff 111 Capítulo 6. Cómo ana lizar y comentar un mapa antiguo Claude Boudreau 119 Capítulo 7. Cómo entender y utilizar un cuadro estadístico Jocelyn Létoumeau 133 Capítulo 8. Cómo utilizar un documento autobiográfico en una investigación Jocelyn Létoumeau, con la colaboración de Sylvie Pelletier 149 Capítulo 9. Cómo adelantar una investigación mediante entrevistas Oiane Vincent 167 SEGUNDA PARTE. De la definición de un tema de investigación a la redacción de un trabajo extenso Capítulo la. Realizar un trab ajo de investigación: un procedimiento en cuatro etapas Jocelyn Létoumeau 181 Capítulo 11. Cómo delimitar un tema de investig ac ión Jocelyn Létourneau 189 Capítulo 12. C o mo diseñar un a estrategia de investigaci ón 197 Capítulo 13. Cómo exponer los resultados de una inv estigación en función de un obje tivo definido: el plan de trabajo Jocelyn Létourneau, con la colaboración de H éí éne Gaudreau 205 Capítulo 14. Saber comunicar el pensamiento por escrito Jocelyn L étoumeau, con la colaboración de Hélene Gaudreau 21 9 Apéndice 1. Cómo presentar referencias bibliográfica s Jocelyn Létourneau, con la colaboración de Jean -Guy Violette y Tristan Landry 233 Apé ndice n. Cómo referirse a un documento Jocelyn Létoumeau, con la colaboración de Jean-Guy Violette y Triswn Landry 249 Lista de co laboradores 259 Índice general 261 Capítulo 1 Cómo elaborar un informe de lectura Uno de los primeros ejercicios que se le pide a un estudiante universitario con- siste en que se aplique al análisis concienzudo y comentado de una obra. Las ven- tajas de este ejercicio son múltiples y lo conducen a descubrir los trabajos de un autor, a apreciar los matices de su pensamiento, a ponerse a tono con la ciencia, a asimilar nuevos conocimientos, a familiarizar se con maneras de hacer, con méto- dos de trabajo y con procedimientos de análisis. El joven investigador suele estudiar obras que le son sugeridas en las aulas uni- versitarias mediante la elaboración de informes de lectura. Es evidente que se trata del mejor ejercicio para que el estudiante adquiera un saber y se inicie en los requerimientos de los procedimientos metódicos y rigurosos, aguce su cap acidad crítica y desarrolle su autonomía intelectual. El objetivo de este capítulo consiste en presentar los requerimientos que plan- tea la redacción de un informe de lectura. Una vez se precise en qué consiste este ejercicio intelectual (apartado 1), se brindarán algunas recomendaciones que per- miten realizarlo de manera adecuada (apartado 2). Tales recomendaciones toma- rán dos formas, a saber: la exposición de un procedimiento metódico y sistemático de trabajo, así como la indicación desprevenida de algunos artificios eficaces. El capítulo será ilustrado con dos ejemplos de informes redactados conforme a las recomendaciones prescritas (sección 3). En un recuadro se recapitularán los prin- cipales logros adquiridos gracias a la lectura de este capítulo. 1. En qué consiste un informe de lectura La finalid ad principal de un informe de lectura consiste en presentarle al lector eventual la tesis y la argumentación centrales que se sostienen en una obra, tratan- do de resaltar su interés o banalidad, la fuerza y las lagunas de esta tesis y de esta argumentación y, en consecuencia, de la obra objeto de análisis. El informe de lectura representa un medio eficaz de difusión del saber en los medios en los que se practica la investigación, porque pone al corriente al lector del contenido y del interés de una obra sin que este último tenga que conocerla de manera exhaustiva. Se trata de un medio que permite mantenerse al día, reseñar un máximo de obras (o de publicaciones) en un tiempo mínimo, en una época en que el volumen de la producción científica sobrepasa por mucho las capacidades de lectura del especialista más dedicado. En esta s condiciones, puede decirse que se trata de uno de los medios más eficaces para incrementar la productividad inte- lectual del investigador. 21 El informe de lectura es un ejercicio que exige una atención enorme, mucho rigor, un gran esfuerzo de síntesis y un espíritu crítico desarrollado. También re- quiere de parte del reseñador un buen conocimiento del contexto en que se pro- dujo la obra evaluada, un dominio mínimo del perfil intelectual de su autor o autores, y una comprensión amplia y profunda del debate (teórico, metodológico, historiográfico y político) en el seno del cual se inscribe la obra. El informe de lectura se diferencia del simple resumen de lectura por la distan' cia relativa que debe tomar el reseñador en relación con la obra objeto de evalua- ción. En efecto, el informe de lectura no consiste en una mera repetición conden- sada del contenido de un libro. Mediante su práctica se trata más bien de acceder a la estructura fundamental de un libro, de establecer sus propiedades distintivas, así como algunas de sus características no perceptibles a simple vista: la tesis que se desarrolla, la intención del autor, la progresión de su razonamiento, entre otros aspectos. Esta distancia relativa supone que el reseñador domina varios niveles de lectura, de los cuales aquí se tratarán tres, a saber: lectura de asimilación, lectura de comprensión y lectura crítica. Más adelante, en este capítulo, se tratará por separado cada uno de estos niveles. Un buen informe de lectura suele dividirse en tres partes. En la primera se sitúa la obra; en la segunda se la analiza minuciosamente, develando su contenido; en la tercera se la valora. 2. La redacción de un informe de lectura La asimilación de un procedimiento metódico de trabajo . . . De entrada, hay que declarar que no existe un método universal por excelen- cia, superior a los demás y aceptado por el conjunto de los investigadores para preparar un buen informe de lectura. Sin embargo, la experiencia demuestra que en la gran mayoría de los informes de lectura se encuentra un conjunto de caracte- rísticas comunes. En el procedimiento que se propone en estas páginas se toman en cuenta estas características recurrentes, de manera ordenada, siguiendo 'un pa- trón lógico que va de lo general a lo particular. Primera parte: contexto y origen de la obra En la primera parte de un informe de lectura se debe ubicar la obra objeto de la reseña, así como a su autor o autores, identificando los objetivos y los límites que éstos le fijaron a su proyecto y el camino que eligieron para realizarlo, precisando los aspectos distintivos de la obra. Ubicar una obra de manera adecuada significa en primer lugar identificar el tema que aborda. En este caso, la finalidad consiste en precisar de qué trata el libro, cuál es el asunto general del que se ocupa el autor de la obra, cuál es el tema fundamental que se expone y debate en la publicación. 22 En segundo lugar, ubicar una obra de manera adecuada supone brind arle al lecto r una cierta cantidad de información acerca del contex to en que la misma se produjo. En estas condiciones, es necesarioprecisar a qué público se dirige la obra; en qué coyuntura política, social o intelectual fue preparada; de qué corr ien te teó- rica, metodológica o historiográfica la resca ta su autor. Ubicar de manera adecuada al autor de una obra significa, llegado el caso, indicar por qué una obra - que bien puede haber sido preparada por uno o varios autores- posee por el hecho mismo de la au toría individual o colectiva un interés nuevo y singular, así como un a orientación original. Identificar los objetivos y precisar los límites que el autor le fijó a su proyecto y el camino que eligió para realizarlo significa, en primer lugar, destacar la perspec- tiva elegida por el autor para acercarse a su objeto de estudio, definir su marco de aná lisis, y delimitar el espacio pertinente de su argume ntación. Significa también reconocer el proced imiento que utilizó el autor para adelantar su demost ración. Por último, significa escla recer las opciones básicas que funda men tan la gestión intelectu al del auto r: sus métodos, sus procedimientos de aná lisis, el tipo de prue- ba, el tono de su texto, entre otros aspectos . La identificación de los obje tivos y la prec isión de los límites de una obra son condiciones indispensables cuando se de- sea evitar comentarla en función de criterios insostenibl es y ligeros que traiciona n el proyecto del autor. Precisar las particularidades de una obra significa resaltar aquellos rasgos que la carac terizan y diferencian , imprimiéndole origina lidad, pertinen cia e interés. Segunda parte: esquema y análisisde laobra El objetivo de la segunda parte de un informe de lectura consiste en introdu cir al lector en los procedimientos de razonamiento y en el contenido de la obra. Idealmente esta segunda parte se descompone en tres subseccio nes que corres pon- den a un número equivalente de párrafos: • desen trañ ar la tesis que se desarrolla en la obra; • identificar el hilo conductor y las diferen tes articulaciones de la demostración realizada; • establecer el desarrollo gradual de la argumentación, cuida ndo de diferenciar 10 esen cial de lo secundario. En esta parte el reseñador le presentará al lector las principales hipótesis formu- ladas, los puntos fuer tes de la demostración , la origina lidad y audacia de las aseve - racione s, la profundidad del análisis, la agudeza de las observaciones, la pertinen- cia de los ejemplos y el alcance de las conclusiones. Co mo es apenas natural, la extensión de un informe de lectura depende del espacio de redacción que se le fije al estudiante. En esta segunda parte, el joven investigador debe ser respetuoso en extremo con el razonamiento del au tor y con la complejidad de su argumentación, evitan- do caricaturizar y trivializar sus tesis y sus análisis. De hecho, debe buscar un equi- 23 librio entre la síntesis y los ma tices, resalt ando la riqu eza de los argumentos. De ahí que el informe de lectura de una obra exija del reseñador una comprensión profun- da del documento que tiene entre sus manos. Tercera parte: balance y evaluación crítica de laobra En la tercera parte de un informe de lectura se incluye el balance y la evalua- ción crítica de la ob ra. Durante la preparación del bal ance y la evaluación se debe ser respetuoso de los obje tivos y límites qu e el autor le fijó a su proyecto cien tífico. El fundamento del balance consiste en la ev alu ación crítica e inteligente de la obra. La evaluación de un libro debe ser algo más que una sarta de intenciones ind ulgentes, fútiles y obsequiosas. En esta tercera parte resulta crucial resaltar de modo claro y conciso los siguien- tes aspectos: • lo que debe retenerse de la ob ra reseñada, y • aquello por lo que la obra merece o no ser leída; en ot ras palabras, se tr at a de seña lar sus puntos fuertes y sus pun tos débiles. En un primer párrafo el estudiante precisará de qué mod o la obra evalu ada representa un aporte a la comprensión de un asun to intelectual, o bien a la pro fundización de un debate teórico o metodológico. El joven investigador esta- blecerá en qu é sentido la obra aporta una respuesta a los problemas planteados en el or igen por el au to r o presenta perspe ctivas nuevas en relación con el debate en qu e se inscrib e. En un segundo párrafo el joven investigador incluirá una apreciació n global y crítica de la obra. La apreciació n puede apoya rse sobre los aspectos propios de la obra (en este caso se trata de una evaluación interna) , o bien en la perspectiva exte rior a ella (se habla entonces de una evalu ación externa). N ad a impide qu e el reseñador explote ambas posibilidad es. En el caso de una evalu ación interna, el reseñador se interrogará sobre asuntos tales como: ¿Plantea el autor de manera clara los problemas en su obra?, ¿su arg umen tación se funda menta en infor mación confiable ", ¿sus obje tivos y razonamientos se plantean y de sarrollan de manera lógic a y coherente?, ¿sus co nclusiones son originales? y así por el estilo. En el caso de una evaluación externa, el estud iante evalu ará la ob ra en relación con el aporte de otros tr abajos de temática similar o en los que se aplica una aproximación metodológica comparable. H ay qu e pre cisar qu e también se pueden formular algunos juicios críticos de manera puntual, en lugares diferentes del final de un informe de lectura, para lla- mar la atención sobre un a laguna, un a co ntradicció n , una incohe rencia, un error, un gaza po o una errata. ... y conocer ciertos secretos Si la asimilación y el dominio de un procedimiento metód ico de trabajo es una condición ne cesaria para la red ac ción de un informe de lectura, el co no cimien to 24 de algunos secretos que brinda la experiencia contribuye a mejorar la calidad ge- neral del ejercicio, en contenido y forma. Antes de la lectura Contrario a lo que se piensa, el trabajo preliminar a la lectura atenta e integral de la obra reseñada es muy importante y en ciertos casos determinante. Resulta esencial conocer al autor de la obra reseñada, aunque sea de manera somera, a través de sus trabajos, de los temas sobre los que escribe, de su carrera intelectual, de las redes intelectuales a las que pertenece, entre otros aspectos. Se trata de asuntos que pueden dar cuenta de varias características internas de la obra, tales como el tono del texto, el estilo, la aproximación metodológica elegida, los asuntos que aborda, el tipo de prueba que utiliza. Una obra de Condolezza Rice sobre la intervención militar estadounidense en Irak no puede ser evaluada de la misma manera que un trabajo sobre la materia escrito por un tercermundista decla- rado o, aún más, por un universitario que, sin adhesión partidista precisa, se propo- ne considerar todas las facetas que supone un análisis matizado. Es cierto que no siempre es fácil encontrar información sobre el autor de una obra. Sin embargo, se puede salir del trance explotando diversas fuentes de infor- mación incluidos los recursos de Internet que permiten hallar el nombre de un autor mediante motores de búsqueda conocidos (Google, Yahoo, Altavista, Infomine, entre otros). Piénsese por ejemplo en la nota biográfica que aparece con frecuencia en las solapas o en las páginas introductorias de un libro . De la misma manera, se puede echar mano del catálogo electrónico de las grandes bibliotecas que en la "rúbrica" autor presenta de manera más o menos exhaustiva la lista de obras publicadas por el mismo . También se puede recurrir a la bibliografía incorpo- rada por el autor en la propia obra objeto de la reseña, donde es frecuente que aparezca una lista de los trabajos (publicados o inéditos) del mismo. Por último, algunos repertorios y diccionarios especializados, por ejemplo el Diccionario biográ- fico y bibliográfico de Colombia en dos volúmenes (Bogotá, Editorial Águila, 1939), presenta información biográfica de una multitud de autores más o menos conocí- dos'. Es indudable que un investigadordiligente siempre tendrá a su alcance un diccionario de nombres propios. Por último, debe recordarse que algunas grandes bibliotecas poseen catálogos centralizados de notas biográficas que pueden ser de gran ayuda para el estudiante. Una manera rápida de identificar el tema de una obra, de desentrañar con precisión las intenciones de su autor, de identificar la metodología que utiliza, de conocer el público al que se dirige y de tener una idea del plan de trabajo que sigue y de la articulación de las partes del libro, consiste en leer de manera atenta la introducción. Una buena introducción suele ofrecer y justificar este tipo de infor- mación. La lectura juiciosa de la introducción es el requisito indispensable de una 1. Ver en el capítulo 2 el apartado titulado 'compendios biográficos', en la sección denomina- da "Un a cibercaja de herramientas documentales". 25 lectura comprensiva de un libro. En ciertos casos, esta lectura de la introducción puede completarse con el an álisis minucioso de la tabla de con tenido, sobre todo si ésta apa rece detallada. Por últ imo, an tes de emprender la lectura integral de la obra, el estudiante advertido tendrá en cuenta un conjun to de detalles insignificantes a primera vista, tales como la fecha de publicación de la prime ra edición de la obra, que permite identificar la coyuntura política, social e int electual en la cual el libro fue escrito; la colección en la que fue publ icado, que revela los límites ed itoriales del proyecto del autor (una obra publicada en un a colección existente debe conformarse a cier- tas exigencias que influyen de manera decisiva en su contenido y forma); los traba- jos citados en las referencias, que dicen mucho acerca del esfuerzo de investigación del autor y de l tipo de información con el cual dec idió prepara r su obra. Durante la lectura El estudia nte encargado de reseñar un a obra debe practicar tre s niveles de lec- tura para pene tra r de modo ade cuado el contenido de un libro. Con la experiencia este trabajo puede hac erse de un sólo golpe. En el primer nivel de lectura se asimila el con tenido de la obra. Aquí el objeti- vo central consiste en en tender, en informarse, en saber escuchar al autor. Después de esta lectura, el estudian te deberá estar en capacidad de responder a la siguiente pregunta elemental: ¿Al fin de cuentas, qué es lo que sostiene el au tor en la obra? Este primer nivel de lectura debe conducir a un "desciframiento" de la obra, traba- jo importante que permite la identificación de las principales afirmaciones que figuran en los encabezamien tos de los párrafos, alrededor de las cuales se estru ctura y se desa rrolla el objetivo; la identificac ión de las pruebas que fundamentan aque- llas afirmaciones; la localización de las incoherencias de la argumentación; la ano- tación sistemática de los errores, de las erra tas, de las faltas de est ilo, de las frases pesadas, entre ot ros aspectos . En lo posible, el estudiante debe reconstituir la arma- zón de cada uno de los capí tulos en hojas apa rte, resumiendo en una frase o con un a palabra clave lo esencial de un párrafo, de un bloque de párrafos, o de un a sección. Este trabajo resulta fundamental, pues permite que nada se olvide y hace posible diferenciar de modo inmediato lo esencia l de lo accesorio. En el ejemplo de lectura de asimilación que figura en la página siguiente se presenta un ejercicio de desciframiento. En el segundo nivel de lectura la finalidad consiste en comprender los pro- cedimientos seguidos por el autor, en reconocer y acep ta r sus opciones e in ten- ciones, en capta r la lógica de su argumentación y de su demostración. Al final de esta lectura el estu diante esta rá en capacidad de respon der las siguien tes pregun- tas: ¿Cómo se las ingenió el autor para enunciar sus ide as? ¿Q ué camino tomó par a alcanza r su objetivo ? ¿De qué mane ra circunscri bió su propósito ? ¿De qué premisas part ió? Esta lectura comprensiva le permit e al joven inve stigado r acce - der a la estructura de la obra e insta larse en el corazón del pensami ento del auto r. 26 15 Lectura de asimilación y tr abajo de desciframiento de un texto! Enca bezamiento de párrafo 1cr elemento de prueba 2.10 elemen to Jer eleme n to 4'0eleme nto )'0 elemento Conclusió n del párra fo Encab ezamiento de párrafo 1er elemento de prueba 2do elemento de pr ueba Encabezamiento de párrafo 1" elemento de pru eb a 2do e leme n to de prueba 3'" elemento de pr ueba Co ncl usió n del párr afo [N o cabe d uda qu e du rante las réca das de 1940 y 1950, la pobla- ción de Q uebec pudo be ne ficiarse de am biciosos prog ra mas te seguridad y asiste ncia social implemen tad os por el go bie rno fede - ral y a los cu ales co n trib uyeron finan cieramente las prov inc ías.] De ert e modo , a partir de 1940, cie rtas categor ías de tra bajad ores q ue se se hallab an fue ra de la prod ucció n económi ca pud iero n acceder a benefici os de segur o contra el desempleo. Por su lado, a pa rtir de 1944, las familias con niños a cargo pud ieron beneficiarse de subsidios familiare s. A partir de 1951, las per son as mayores de 70 años pud ieron disponer de pres taciones de seguridad para la vejez, y las pe rso nas entre 65 y 70 años, de subsidio de asistencia a la vejez. Los ciegos y los inválidos, po r su parte pudiero n be nefi- cia rse , a partir de 1951 y de 1954, resp ectiva mente, de una amplia- ción de los criteri os de admisibilida d a los progra mas de asiste nci a fina nciera que se les reser varon . Por último, a pa rtir de 195 9, las per sonas nec esita das y desprov istas de emple o , pudie ron contar co n los be neficios de asiste nc ia al dese mpleo . [H ist óri camente, todos estos progr amas tuvieron po r co nsec uencia la disminución de la parte de los riesgos inherentes a la vida di ari a y favo rece r el con su mo de bienes por pa rte de categorías sociales con dificultades pa ra adquirir en el mercado las co ndiciones de su reproducción.] [Sin embargo, a comienzos de la década de 1960, los dat os fun da- mentales relacionados co n el pro ble ma de la dependencia econó - mica no cambi aron en rea lidad en la pro vincia .] En efec to , más del 30% de la pob lación continuó padeciend o la insuficiencia de ingresos y, en consec ue ncia , a vivir en el ni vel de la pobreza . Si se utilizan o tros crite rios par a medir el nivel de vida , resul ta que la pro porción de indi viduos y de hogar es qu e vivían mome ntáne a o regularm ente en situación de pobreza creció hasta sob repasa r, par a cie rtas ca tego rías de edad, el 50%. [Las razones de est a sit uaci ón son múltiples. Aquí se enumerarán aq ue llas q ue se hallan asociadas co n la adm in ist ració n de los pro- gram as para asegurar los niveles de ingreso de la población] . De est a mane ra, en es ta época, los montos asigna dos a los program as ex iste n tes de seguridad del ingreso eran muy bajos; sobre todo, estos montos no se halla ban ind exados al costo de la vida . En ciertos casos, los criterios de admis ibilida d a los beneficios fuero n particul armente restrictivos, al punto de q ue un gran nú me ro de indi vidu os y hogar es pe rma neciero n exclu idos de los be neficios de los progra mas. Por último y en virt ud de múlt iples razones, un a de las cua les se relaciona co n la du dosa idoneidad de los fun cio- narios encargados de ad min istrar y coord ina r los programas de asiste ncia socia l, el acceso de los indi vidu os y de los hogar es a las prestaciones se mantuvo muy desigua l en tre las regiones, las ciu- dades y los pueb los. [En co njun to, los program as par a asegura r los niveles de ingres o, tal como fueron impl ementados en Quebec a co mie nzos de la década de 1960, perman ecie ron inadecu ados par a resolve r el muy import ante proble ma de la insuficiencia de los ingresos en la pro vincia ]. Id Id <p ¡fuen tes? 2. La revisión técnicade este rec uadro estuvo a cargo del señor Petcr Preminger, Ad min ist ra - do r de Em presas de la Unive rsidad de Miami (Florida) . 27 Es la condición indispensable para tomar la famosa distancia con relación a la obra, de la cual se habló antes. Tal distancia le permite al estudiante alejarse del texto, evitándole caer en el resumen y en el riesgo de traicionar el proyecto del autor, su razonamiento o su estrategia de demostración. En el tercer nivel de lectura se trata de examinar la obra de manera crítica. Esta lectura le permite al estudiante responder a las siguientes preguntas: lcuál es el alcance y la envergadura de las ideas sostenidas por el autor?, «lónde radica el valor e interés y también las debilidades de sus tesis? ¿En verdad su esfuerzo es original, novedoso y estimulante? Por este camino, aprovechando los resultados de sus lecturas precedentes, el joven investigador logra una evaluación pertinente, matizada y fundamentada de la obra. Al momento de laredacción Llegado el momento de redactar un informe de lectura importa observar tres principios: 1. En primer lugar, hay que reflexionar. Una mala reseña es casi siempre el fruto del trabajo de un estudiante distraído que lee sin asimilar ni comprender las páginas que devora, alguien que no permite que su lectura se decante antes de concentrarse en la escritura, y que redacta de forma mecánica su texto creyen- do que la observancia inflexible de un método de trabajo puede eximirlo de un esfuerzo de inteligencia. 2. Enseguida, es indispensable utilizar un diccionario ideológico para encontrar la palabra justa y el matiz apropiado y para imprimirle belleza a la expresión escrita. 3. Por último, se trata de que el reseñador cuide su propio estilo, busque la sín- tesis y se esfuerce siempre por situar de modo adecuado al lector en relación con el desarrollo de su propio texto. Esta puesta en escena puede efectuarse recurriendo a ciertas frases consagradas por el uso. Por ejemplo: "El asunto de que trata esta obra es..."; "El objetivo del autor es:"; "Esta tesis se descom- pone en... partes"; "En el texto reseñado se destacan los siguientes resulta- dos:", entre otras. 3. Ejemplos de reseñas Para ilustrar las recomendaciones precedentes, se plantearán dos ejemplos de informe de lectura en las páginas que siguen. Mientras el primer ejemplo se basa en un texto corto, el segundo trata de una obra en el pleno sentido de la palabra. Con el deseo de maximizar el efecto didáctico, se han señalado, al margen de las dos reseñas, los ítems más usuales del contenido de un informe de lectura. Hay que precisar que estos ejemplos no son modelos perfectos, sino que representan más bien, de una manera simple, formas adecuadas de realizar el ejercicio. 28 Antes de terminar, se impone hacer una observació n. Desde hace un cierto tiempo ha venid o multiplicándose el número de obras colectivas. Se sabe que una obra colec tiva nunca es fácil de reseñar, dada la frecu ente heterogeneidad de los tex tos que la componen. Sin embargo, se ofrecen dos posibilidades al joven inves- tigador, a saber: proceder de man era convencional, destacand o lacontribución de cada uno de los autores al tem a central de la obra , o bien señalar un cierto número de subtemas que informan acerca de la materia del libro, matizand o el aporte de algunos textos en relación con uno o varios tem as. 3. Maurice Le Noblet Duplessis (1890-1959) , primer ministro de la Provincia de Q uebec en dos ocasiones, de 1936 a 1939 y de 1944 a 1959. Su gobierno se caracterizó por las posiciones nacionalistas frente al gobierno federal de O ttawa y la defensa de ideas políticas conservadoras. 4. Ap elació n peyorativa util izada por los in telec tua les progresistas op uestos al régimen de Duplessis y por los historiadores francocan adíe nses de los años 1960 y 1970. 5. Nombre dado al gobierno progresista liderado por el primer minist ro liberal [ean Lesage (1912-1980). Durante su gobierno, de 1960 a 1966, se adelan taro n importantes reformas estr uct urales del Estado. Las no tas 3, 4 y 5, correspondientes al recu adro de la página siguiente,fuero n preparadas con la asesoría del profesor Roch -Ch arles Little, de l Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Co lombia, Bogotá. 29 Reseña de un texto corto* Robe rt , [ean-Claude . Du Canada [tancais au Québec libre: hisroire d'un mouvemem indepéndantisre [Del Canada fra ncés al Quebec libre : his to ria de un movimiento ind epend en tist a], Pa rís, Flamrnarion, 1975, 323 p., mapas, biblíogr., pp . 199-206. Reeditad a co n el título "La Révolution rranqu ille", en: LeQuébec en rexres, 1940-1980, tex tos compilados y prese ntados por Géra rd Boismenu, Laurent Mailho t et [acques Rouíllard, Montreal, Boréal Exp ress, 1980,574 p., cuadros, cronol., biblíog., pp . 207-213. Contexto y origen Géne ro del texto (ind ica los límit es del texto) Competencias de! au to r In tención de l au tor y tema q ue aborda Obj e tivos específicos del texto T ipo de análisis Int1uencia de la coyuntura sobre los asuntos que se tra tan Esquema y aná lisis Tesis propuesta Desarr ollo de la tesis H ilo co nducto r Elementos esenc iales de la argument ación Balance Princ ipa les en seña nzas del texto En este texto de sín tesis preparado sobre todo para un púb lico francés, [ean-Claude Robe rt , histori ador reconocido y autor de varias obras sob re la histor ia de Q uebe c y la de Mo nt rea l, se propone determina r y defi ni r las princip ales ca racterístic as de la Revolución Tranqu ila, episodio célebre de la hist or ia rec iente de Quebec. Su obje tivo es tr iple y consi ste en identificar los principales cambi os que se prod ujeron en el seno de la soc ieda d q uebeq uense desde 1960 hasta 1966, en destacar las d iscon tinuidades apa rent es entre e l pe riodo de la Re voluci ón Tr an qu ila y e l del régimen de Duplessís' : ade más propone una cronología de los aconte cimien tos que pautaron la Re volución T ranquila. El autor adelanta para este pe riodo un an álisis qu e es descript ivo en lo esencia l y una in terpretación bastante clásica. El texto de Robert fue preparado en un a coyunrura po lít ica y social ca rac te rizada por la efervescenci a de un nacionalismo agresivo y el ascenso del proyec to auronomista q uebeq uense, y se inscribe e n una corriente hist or iográfica que se propo ne dar cue nt a del la rgo proce so de afirmación de la sociedad quebequense com o sociedad dist inta e ín tegra. Par a Robert, la Revolución Tr an quila es "e l conjunto de transformaciones que experimentó la provincia de Q uebec entre 1960 y 1966". Según Robert, estas transformacion es son de tre s tipos, a saber: la crecien te responsabi lidad co n la que los q uebeq uense s se intere saron por los asuntos de su gobierno, la afirmación de un plura lismo ideológico y e! ad venimien to de un nuevo naciona lismo. Estas tr ansfo rmac iones distingu en de man era clara e! per iodo 1960-1966 con respec to a los años ant eriores, calificados de manera ca ricatura ! aunq ue significa tiva como los añ os de la "Grande Noir ceur" (Gran O scu ridad)'. Lejos de hab er surg ido del azar, estas tran sformaciones fueron provoc adas por nuevos sec tores sociales que logra ron desplazar a las ant iguas élites. Para Robert, las cara cte rísticas más sobresa lientes del peri od o 1960-1966 son la intervención cad a vez mayor del Estado en materia de desarro llo económ ico y socia l, la voluntad de democ ra tizar la vida po lítica , en pa rt icu lar la apertura de la cultu ra qu ebequen se a la cultura francesa, la decade ncia de la rel igión y la emergencia de un nuevo na cional ismo combat ivo. La Re volución Tranqui la ' fue pautada por varios acontecimien tos impo rtante s qu e revelan su ca rácte r renovador (adveni miento de los libe ra les al pod er, aparición de l1lSo[ences du[rere Uruel ["Insolenc ias del Fra ile Fulanode T al"], co misión Parenr, inauguración de la Délé¡;ationgénémle du Québec [Delegación General de Qu ebec] en París, naciona lizac ión de la electricidad ) . Este movimien to fue sofocado a parti r de 1964. Del tex to de Robert se desprende la co nclusión de qu e con la Revo lución T ranquila se inaugura una nueva fase de la evoluc ión histór ica de Q ue be c. Est a fase se ca racte riza po r la in terve nción crec iente \' generalizada del Estado y por la voluntad de los q uebequcnscs de aseg ura r y asum ir su destino colectivo. * Véanse [as notas de este recuadro en la página ant erior 30 Reseña de una obra completa Létoumeau,[ocelyn. Reseña de K.J. Rea,The Economic History of Ontario, 1939-1 975,Ta ranta, University ofToronto Press, 1985, Revued'hiscoiredel'AmériquefraTlfaise, vol. 40, n"4, primavera de 1987, p. 618-622. Esta obra es la primera entrega de una serie de tres volúmenes de próxima aparició n en que se trata la histo ria económica de Ontar io. En los dos volúmen es restantes se S ituac ión de la obra considerarán periodos anteriores al que estudia el autor. Este tra bajo de sínt esis Género de preparado por un eco nomista prestigioso de la Universidad de Toronto se destina a la obra un público amplio. No es avent urado suponer el aprecio que se le reservará, en Asunto principal par ticular por los investigad ores deseosos de encontrar, en una sola obra, un que se tr ata panorama bastante co mpleto de las prin cipales facetas del desarrollo económico de en la ob ra Ontario despu és de 1939. El objetivo q ue se propone el autor apa rece en unciado con claridad en el prefacio. Allí Objetivo que se se da cuenta de las principales caract erísticas del desar rollo eco nómico de Ontario propone durante el period o 1939-1975, y se destaca el papel del Estado en la organizaci ón y el auto r regulación de la vida económic a. Se dejó de lado el apo rte del sec to r privado a este desa rrollo. El objetivo del auto r det ermina la organizació n gene ral del libro. De once capítulos (incluyendo las conclusiones), tres se ocup an de la incidencia de disti ntos factores al crecimiento económico ontariensc, cuatro trazan la evolución de los principales sec tores de la actividad económica de la provincia y otros dos destacan la importancia Organizació n creciente del papel del Estado en la administración de la mano de obra, la asignación de general recursos y la regulació n econ ómica. En el capítulo introductorio el autor esboza las de la o bra condicione s econó micas de Ontario dur ante la posguerr a. Allí seña la los princi pales desafíos que hubieron de enfrentar los elegidos de aquel entonces y recon struye algunas posturas importantes que se defendieron en los debates púb licos. En conjunto , la argumentación es sobre todo descriptiva. Ahí radica el principal mérito del libro, de allí emana tod o su interés. El au tor evita fundamentar su objetivo en un Metodología modelo explicito de análisis económico. Es claro que Rea no se propon e construir su tesis sobre una consideración axiomática del funcion amiento de una economía nacional. En la práctica, retom a las clasificaciones conv encionales que aparecen en la mayoría de Lím ites de la los manu ales de econ omía. Sin embargo, este método en nada le resta int erés a la obra', disc usión cuyo objetivo prior itar io cons iste en informa r y docu mentar y no en in terpre tar y debatir. Muy prudente con lo que se propone, deplorando en todo momento la carencia de pruebas concluyentes, el autor se rehú sa a asumir una posición q ue lo ob ligue a ser tajante, El aspecto más evidente, que como es na tural apa rece con frecuencia , consiste en saber si la int ervención reguladora del Estado ha tenido efectos positivos en el crecimiento econ óm ico de la pro vincia. A unq ue uno de los supuestos de la época - inspirado en la apropiación local de las ideas kevnesian as - se incl inaba por la tesis de los efec tos positivos de la intervención del Estado, el análi sis económico por su parte sólo en rarísimas ocasiones llegó a demostrar la realidad de estos efec tos. Carac te rísticas Escrita en un estilo sobrio, apoyada en una documentación procedente en lo esencial de dis tintivas archivos ministeriales, en informes de comisiones de estudio, en compilaciones estadísticas de la ob ra y en estudios especializados, la obra se halla enriqu ecida con un índice provisto de utilidad. El texto va acom pañado de cinc uenta y un cuad ros. Una bibliografía y algunos mapas le hubieran permitido sin dud a al lector visualizar la configuración cambiante del espacio económico ontariense. No obstante, la obra forma parte de una serie que incluye una guía bibliográfíca (O IgaB. Bíshop eral., Biblíographyoi OntarioHÍ5tOTy , 1867-1976: Cultural, Pouucai, Social, 2 v. 1980) y un atla s histórico (R. Louis Gen tilcore et C. Gran t Head, Cntario's Híswry ín Maps, 1984). 31 Tesis propuesta Eleme ntos principales de la demos tración Tesis propuesta Elementos pr inc ipales dela demostració n Balan ce cr ítico Prim er aspecto criticable La argumentación que desarrolla el autor se organiza alrededor de dos líneas directrices qu e se entrelazan una y otra vez. Los puntos más destacados de esta argume ntación se puede n resumir de la siguiente man era: 1. Después de la guer ra, Ontario, en part icula r la región del Sudeste, consolidó su posición como primer centro ind ustria l y financiero del Ca nadá. Varios factores explican este fenómeno: un crecimiento dem ográfico considerable asociado con movimientos migrator ios, int ern acion ales e inrerprovinciales, bene ficiosos para la provincia; una alta tasa de participación de la mano de obra en las actividades rem uneradas, en particul ar de la mano de obra femenina; una exp ans ión del espacio eco nómico existen te, gracias al domi nio de nue vas tecn ologías que posibilita ron la explotación ren table del potencial minero y forestal de la provincia; un vol umen muy elevad o de inversiones privadas y públicas, en partic ular en el sector de la construcción residencial y comercial, en las infraest ructuras de l transpor te y en la exp lot ación del potencial hid roelé c tr ico ; un aum en to constante de la demanda de bienes de eq uipamiento y servicios, expl icable por el au men to de los ingresos reale s, por la mejora de las condiciones de la oferta y la trasformación de las moda lidades del consumo popu lar. Las consecuenci as que originaron estas tendencias de fondo sobre la estruc tu ra industr ial de Ontario fueron no tables. produjo un cre cim iento cons iderable de l sec to r de los servi cios, del come rcio y de las finanzas , así como del tu rismo ; un descenso relativo de las actividades asociadas con los secto res de la agricultu ra, la pesca y las pieles como fuen te de ingreso s y de empleo; una consolidac ión de la importancia de las actividad es mineras y forestales, gen erado ras de un desa rro llo notable en las regio nes ubicadas más a l norte de la provincia ; el mantenimien to de la industr ia manufactu rer a como fuente importante de empleo, ingresos y valor agregado . 2. Dur ante el per iodo considerado , la in tervención reguladora del Estado se manifestó de modo gradual en casi todas las esferas de la actividad eco nó mica. Sin embar go, es necesario precisar que esta presencia del Estado tiene menos alcance en On tar io que en o tras provincias. Entre los aspectos que confirman la importanci a adqui rida por el Estado figura la búsqueda de un cierto ordenamiento de las relaciones intercapital istas por med io de la regulación de los mercados, el objetivo de administrar la mano de obra , la ampliac ión de la legislación laboral, la fina lidad de ejerce r un contro l rela tivo sobre las condiciones de explotación de las riq uezas naturales med iante la insta urac ión de medidas preventivas, la política de regular hasta cierto punto las condiciones de vida de lapoblación, asumiendo una parte de los costos in herentes a la reproducción de las par eja s y de los particulare s (educac ión, sa lud , bienestar) . Según el autor, es ta in tervención creciente del gobierno en la vid a económica y social tiene su origen en cuatro razones princ ipales, a saber: la «reivindicación crecie nte de Estado» por parte de casi todos los sectores socia les, las presiones generadas por la industrialización y la urbanización, la determinación de los árb itros púb licos onrarienses de resistir a las pretensiones de l gobierno federal, int eresado en asumir una responsabilidad cada vez mayor en la organización de la vida econ ómic a, lo mismo que la idea cada vez más exp and ida, en todos los sec to res de la sociedad, de la necesidad de una intervención est abilizado ra del Estado, es deci r, lo que ot ros autores han llamado la difusión de una cul tura social estatista. Aunque la obra de Kenneth Rea es una referencia ind ispensab le para apr eciar en sus grandes línea s el desarrollo econ óm ico de Ontario durante el pe riodo de la posguerra, presenta un cierto n úmero,de deb ilidades, sin relac ión necesaria con el gén ero de la obra. En primer lugar, el autor no relacio nó el desarro llo económico de O ntar io con lo que yo llamaría «la econ omía polít ica del federalismo rent able» en Canadá, ni con el ámb ito de competencia especí fica en el cual se int egra la provincia, ni con las gran des tendencias que se manife staron en est a época en el seno del espacio norteamerican o. En est as 32 FLAC50 · :c!iJ Segun do aspecto criticable Tercer aspecto criticable A porte principal co ndi ciones, e l de sarrollo eco nómico de Ontario apa rece como el resu ltado de la dinámica de un cie rto número de factores capaces de prod uc ir crecimiento en un espacio cerrado en la práct ica . A u nque se hi c ie ro n algunas alusiones al respec to , en ve rdad carent es de sign ificació n so bre la argume ntación principa l, e l hecho es q ue no se adelan tó ningún an álisis esp ecífico sob re los efec tos generados en el espacio económico ontariense por la estrategia de crecim iento que desplegó el gobie rn o feder al al final de la Seg unda Gu er ra mun di al. A de má s, e l desarro llo ec onóm ico de Ontario cas i nunca se rel acionó co n la diná mica ind us tria l peculia r de la región de los G randes Lagos (med io econó mico y de compete nci a al q ue sin la menor dud a pe rt enece e n lo fun damenta l la provincia) . Por último, el de sarro llo eco nó mico de Ontario tampoco se analiza a la luz de la di visió n eco nómi ca de l trab ajo q ue se impone a lo largo del conti nente norteameri cano después de la G uerra (efectos gene rado s por aquello q ue va rios a utor es han llamado «in tegració n continenta l de pend íenre») . De esta manera se desco noc e toda la con tribu ción conceptual y analít ica de inv estigadores tales como Wall ace Clernenr, G len Williams y David Wo lfe, para nom bra r sólo a ellos. Au nq ue es indud able q ue est e hecho resul ta de una decisión del ibe rada del a utor, no es me nos c ierto q ue tal opció n le imp ide ac ceder a un nive l de lectu ra más fino del desarrollo econó mico de Ontari o y empobrece su aná lisis empírico . En segundo luga r, no se en tiende bie n por q ué el auto r ana liza la «regulación esta ta l de l produc to sala ria l" en un capítulo en el qu e el in te rés principal gir a alrededor de los movi mientos de la poblac ión, la tasa de participación de la ma no de obra, su co mpos ición y dist ribuci ón en los grandes sec to res eco nó micos (capítu lo 2) . El estudio de la ampliación del sist ema de rel acione s ind ust riales y del pape l del Est ado en el establec imien to de nuevas no rmas sala riales y en la de te rm inación de las cond ic iones de tra bajo podrían haber sido tra tad os en un capitul o independ ien te , dada la impo rtancia de es tos aspect os en el marco de los esfue rzos de regulación macrosocial y macroeconómica qu e desplegaron las dive rsas insta ncias de l gobi e rn o después de la gue rra . En te rce r lugar, el ca pí tulo 10,e n e l cual el a uto r se interesa por e! papel eco nómico de l go bierno pro vincia l de ja al lec to r en las mism as. Es indudable que se t ra ta de un asun to muy difíc il de dominar. S in embargo, e ra de espe ra r un a argu mentación más rica , por lo menos más sugestiva, sobre la d inámica de la ex pansió n del gasto publico en sus com ienzos. El cr eci miento de! pap el económ ico del gobi e rn o se inte rp re ta como e! resul tado impr evisible de presi ones coyun tur ales y continge nc ias, pa ra las cua les es im posible enco ntrar en la prác tica un pr incipio coo rdi nador, una coher en c ia de co njunto. Qu izá e! autor esté en lo cierto . Sin embargo, uno queda co n elsentimie nto de qu e su int erpretación es más bie n el resultado de una renu ncia al desafío de comprender, de una reflexión en exceso supe rfic ia l comparad a con el problema plan teado . En ningún cas o el Estado se conside ra co mo un apa ra to qu e posee una c ierta a uto no mía institu cional y que ac túa de manera positiva co n la mira de influir so bre las tendenc ias o de in ter venir en la orientación del fu tu ro . Es probable qu e ia po breza del análisis efec tuado en el capítulo lO se expli que en la deci sión del auto r de limi ta rse a un anál isis em pírico srriccosensu , ye n su renuencia a aprovec ha r cierta s pro blemá ticas de sarro lladas por la cie nc ia pol íti ca y la socio logía contemp oránea s. También pued e se r q ue e l t ipo de pr ueba qu e se co nside ra válido en est as disciplinas no sa tisfaga al economista incap az de re nu nciar de ve ras al pa radigm a de la cu anti ficación. En co nj u n to , la ob ra de Ken ne th Rea co nst itu ye una base só lida a par ti r de la cua l es posib le empre nde r nu merosos estud ios so bre la hist o ria econó mic a de O ntar ío , Si la argumentación qu e allí se des arro lla no es suficien temente audaz, dada la gran prudencia del auto r, tiene a l me nos el méri to de establecer ciertos pun tos de referen cia q ue es imp osible ignorar. La obra cumplirá su objetivo cua ndo o tros autores, más afo rt un ados, decidan inc ursionar e l un iverso siempre ar riesga do de las inte rpre tac iones apoyándose sobre la con tri bución de l au to r. 33 La elaboración de un informe de lectura Objetivos del Revelar su contenido EvaluarlaSituar la o b r a in fo r m e Tem a de l libro .Cuál es la tesi s que se Proceder alAsunto especifico que plan tea en la obra ! balance: aborda el autor iCómo la de sa rro lla e l au to r -priucipales ¿Qu ién es el au to r? ¿Se le (<<el autor: estructur a su aportes de la recon oce como espe cialista tesis en . .. partes»): «sigue la obra . En el tema? O bservaciones siguiente progresión .. .»; -evaluaci ón sobre su ca rrera «co mienza e n primer lugar crítica (interna yl intelectual. po r. . .») o externa)¿Qu é in tenciones y ¿Cuáles son los puntos más -aquello qu e objetivos se revelan en su de stacados de la justifica leer o obra ! argu me ntación (destacar las Elementos bien no leer la i A q ué pú blico se diri ge ? p rinc ipales afirmaciones yd e in forma c ión obra. ¿C uáles son las opciones conclusiones -que, llegado pa ra el fundamentales que el caso, ta mbién co men tará sub yace n en su tr abajo el rese ñador). (mé todos; procedimientos d e an álisis; tipos de pru ebas; estilo; to no del texto ; en tre o tra s) ? Carac ter ística s distin tivas d e la obra , por ejemplo: ¿presen ta una bibliografía, índices, cuadros? Lími tes de la obra, tanto los qu e se fija el prop io au to r com o los que le fijan las po lític as edi to riales. lector Pasos previos: A provechar Leer con de tenimiento la In formarse sobre el auto r Concent rarse en tres n iveles las lecturas introdu cción de la obra de lectu ra de la obra: precedentes A nalizar la ta bla de -Lectura de asimilació n (iquéConsul tar en co nt enido es lo que dic e el a utor") caso nec esario Secretos -Lectu ra de comprensión una sín tesis de la Exam inar la bibliografía (écómo se las ingen ia para sob re el tema decirlo ?) Ident ificar los autor es citados en la ob ra del lib ro, co n Perca tarse de la fecha de práctica -Lectura crít ica (i cuál es el la fina lidad de publicación de la obra y de valor y el alca nce de lo q ue eva lua r de la co lecció n a la cual dice?) manera pertenece ¿Cómo recordar tod os los ad ecuada su Ide nt ificar el género de l asp ectos import ant es? co ntr ibució n, libro : de síntesis, de Utilizar el método de palabras aporte y di vulgación, manual, obra claves para rec onstr uir la originalidad. teórica, compilación, entre armazón de la argumentación otros. desa rrollada por el autor Tom ar ate n ta not a de los aspec tos impo rtantes a medid a que avanza la lectura. Precauciones útiles al momento de la redacción . C uidar el est ilo Uti lizar un dicciona rio ideológico Implicar al lector en la Prefe rir la economía de palabras trama 34 Capítulo 2 Cómo documentarse en la era electrónica* Las tecnologías a las que tenemos acceso influyen de manera decisiva sobre nuestras maneras de entender el mundo. Marshall MacLuhan mostró cómo la in- vención del libro revolucionó de alguna manera el planeta, al facilitar el acceso al texto y por ende al conocimiento disponible.'. De hecho, el paso del rollo de perga- mino al libro se tradujo en el abandono de una cierta relación con el texto y con el conocimiento. Como se sabe, leer un texto en un rollo O en un libro implica ma- neras diferentes de "desplazarse" en el texto, formas distintas de apropiar su conte- nido y de aprovechar la información. En el primer caso, se debe desenrollar o enrollar el papel para avanzar o retroceder en el texto, con pocos o ningún punto de referencia. Este procedimiento, que es largo y fastidioso, dificulta la tarea de interrelacionar los datos contenidos en el texto. En el segundo caso, se puede abrir el libro en la página deseada y colocar un registro en las hojas que se consideren pertinentes. De esta manera, las posibilidades de interactuar con el conocimiento se multiplican. Comparada con el libro, puede decirse que Internet representa una innovación tecnológica tan radical como la que significó el libro en relación con el rollo de pergamino. La utilización de este medio extiende, facilita y democratiza de manera singular la circulación de la información. La utilidad de Internet es aún mayor, pues le permite al usu ario interactuar con la información de una manera que sólo puede equipararse con la imaginación de la persona que digita, hace clic y navega. En la práctica, ya no hay límites para la socialización del conocimiento; nuestra relación con el mundo del saber se ha transformado de modo irreversible. Liberador en muchos sentidos , Internet es también un ogro que puede devorarnos con facilidad -algunas veces puede engañar, cuando no se lo utiliza con espíritu crítico-o De la mism a manera, Internet es un laberinto donde cual- quiera puede perderse ; de hecho, la navegación en la red exige competencias es- pecíficas. Esta exploración requiere del usuario una conciencia aguda de las ven- tajas y de los inconvenientes de este medio". ¿Cómo puede el joven investigador aprovechar los recursos de Internet sin caer prisionero en la red y sin ser ahogado por la masa documental que allí se encuentra? * La profesora Margarita Amaya de Heredia , de la Univer sid ad Nacional de Colombia, adelantó gen t ilmente la rev isión técnica del presente capítulo . 1. Marshall Ma cLuhan , La galaxia Gutenberg: génesis del "Horno Typographicus", trad . del in- glés por Juan Novella, prólogo de Javier Echavarría, Barcelona, Círculo de Lectores, [1998] [1962], 441 p., biblíog., 22 cm. C ol. Bibl ioteca Universal. Ensayo contemporáneo. 2. Laura J. G ura k , Cyberliteracy: Navigating ¡he Internet with Awareness , New H aven (Conn.), Yale University Pre ss, 200 1, 194p., il., bibl iog., indexo 35 El objetivo de este capítulo consiste en conducir al estudiante a aprovechar los recursos de las grandes bibliotecas donde se conservan considerables colecciones de documentos en soporte papel yen soporte electrónico. Para lograrlo, se presen- ta un método de búsqueda documental en seis etapas (sección 1). El método que se describe a continuación tiene por objeto permitirle al investigador iniciado apro- vechar los bancos de datos informatizados y los recursos de Internet a los cuales tiene acceso de manera continua. Por lo demás, en el contexto de la revolución cibernética contemporánea, se le indican al joven investigador algunos secretos que le permitirán optimizar su trabajo en las bibliotecas y aprovechar las ventajas de Internet (sección 2). A sabiendas de que una de las claves de acceso a los recursos documentales de las grandes bibliotecas es el conocimiento de las princi- pales obras de referencia, de indizací ón y de recuperación de la información que allí se encuentran, incluidos, claro está, los documentos electrónicos, se propondrá una lista que, aunque incompleta, resulta suficiente para facilitar las búsquedas del investigador principiante en ciencias humanas. Esta lista se presenta bajo la forma de una "caja virtual de herramientas documentales" y se incluye al final de capítulo (sección 3). 1. Un procedimiento metódico para recuperar la documentación En relación con un tema determinado, lcuál es el procedimiento que debe seguirse cuando se trata de elaborar una bibliografía, preparar un balance crítico de la literatura científica pertinente que se ha producido o simplemente actualizar los conocimientos? Existen numerosísimas opciones. Aquí se sugiere un procedimiento en seis eta- pas, de las cuales las tres primeras son las siguientes: la formulación precisa de un tema de investigación (primera etapa); la definición de un conjunto de conceptos que expresen toda la riqueza del tema y de su problemática subyacente (segunda etapa); una estrategia documental mediante lacual se logre aprovechar la variedad y la complementariedad de los diferentes herramientas de trabajo disponibles en las bibliotecas, incluida Internet (tercera etapa). Este procedimiento inicial halla su culminación en las operaciones siguientes: el acopio minucioso de la informa- ción documental (cuarta etapa), el análisis de la misma (quinta etapa) y la ción del proceso de búsqueda documental en su conjunto (sexta etapa). En la página 59 se presenta una sinopsis de las diferentes etapas del procedimiento descrito. Las etapas iniciales de la búsqueda documental Primera etapa: la formulación precisa de un temade investigación Antes de emprender una investigación documental es indispensable fijarse un objetivo. El punto de partida de este objetivo es un tema que ha sido tratado de modo preliminar. (Aquí pueden aprovecharse las recomendaciones que se ofrecen 36 en el capítulo 11 de esta guía, relacionadas con la definición de un tem a de inves- tigación) . Desde un punto de vista documental , la etapa de la formulación del tem a con- siste en escribir un primer enunciado del tem a de investigación. Tal enunciado debe ser tan preci so y conciso como sea posible. Es preferible expresarlo en una frase, máximo en un as pocas líneas. Así por ejemplo: • "Formas de ayuda mutu a para mujeres víctimas de violencia conyugal"; • "La au toimagen en los niños que han sufrido malos trat os". Los términos emple ados en el enunciado deben ser significativ os. Por esta ra- zón se recomienda erradicar las palabra s vacías de contenido y los conceptos utili - zados en sentido figurad o. En suma, un inve stigador que elija para su trabajo un título confuso o poco significativo se expone a que su enunciado no pueda ser reseñado en la masa documental. Se recomienda que el investigador adquiera el hábi to de formul ar su marco teórico (estructura conceptual)en lengua inglesa, dado que la mayoría de las bases de datos se diseñan en el mundo angloparlante. Hay que subrayar que para recuperar la información , ciertos sistemas documentales se apoyan de manera exclusiva en las palabras del título, como ocurre con algunos comp endios en CD-ROM o en ciert as bases de datos en línea. Segunda etapa: el establecimiento de un marco teórico (plan de conceptos) En la etapa siguiente se considera un tema de investigación en sus múltiples facetas y problemática de fondo. En est a segunda etapa se trata de establecer un marco teórico adecuado para el tema, que sea susceptible de expre sar la riqueza de la probl emátic a asociada, con apoyo en el enunciado origina l del mismo tema (ejemplo: "Las formas de ayuda mutua para mujeres víctimas de violencia conyu- gal") . En pocas palabras, se busca establecer correspondencia entre un tema - y la probl emática de inve stigación asociada- y un conjunto de palabras claves? torna- das del lengu aje corriente. El asunto consiste en inventariar, mediante las palabras claves pertinentes, los diferentes aspectos del tema y de la problemátic a de investi- gación, a partir de los conceptos que se le ocurren al investigador. Aunque el vocabulario de las ciencias humanas y sociale s continúa sin ser nor- malizado , hay que esforzarse por elegir términos prec isos mediante los cuales pueda darse cuenta de los aspectos del tem a y de la problemática selecc ionados . El crite - río que debe observarse es que serán nec esarias tantas palabras claves como signifi- caciones figuren en el enunciado del tema y en la problemática de la investiga- ción. La prudencia es de rigor para controlar las diversas acepciones de los térm inos empleados según las disciplinas, las áreas geográficas y las lenguas, pues en las cien - 3. Las palabras claves corresponde n a descriptores de orden temático, onomástico, geográfico, a nombres técnicos y vern áculos, en tre otros, que son característicos o representativos de un texto y que han sido recuperados en bases de datos mediante la aplicación de técnicas de normalización . [Com unicación personal de la bibliotecóloga Cle lia Maverly Castíblanco Su árez, de la División de Archivo y Correspondencia de la Universidad Naciona l de Colombia. Bogotá, 2007-0 1-28] . 37 cias humanas y socia les es frecuente que un mismo concep to abarque significacio- nes diferentes. En las palabras seleccionadas deb e reflejarse el contenido de la pregunta que se plantea, así como la información que se desea obtener. Se seleccionarán todos los sinó nimos posibles; de la misma manera, si hay lugar para ello, los términos en español y sus eq uivalentes en inglés, en francés y en otras lenguas. El marco conceptual que podría generar el en unciado pre liminar de l tema de investigació n ("Las formas de ayuda mutu a para mujeres víctimas de la violencia conyuga l") figura a manera de ejemplo a continu ación. Formas de ayuda mutua para mujeres víc timas de violencia conyu gal A. Primer grupo de conceptos B. Segundo grupode conceptos En español En inglés En francés En español En inglés En francés gru pos de self-he lp groups groupes muj eres batter ed worn en femmes ayud a mu tua d'entra íde golpea das victimes de vio lence grupos de mutua l support gro upes de maltrato a la wife abuse femmes apoyo sout ien esposa battues red de ayuda he lp ne twork ís) réseau nature l maltrato a la ab use o f women fernrnes mujer violentées Los esfue rzos orientados a precisar y a enriq uece r el voca bulario y los concep- tos pertinentes a la definición del tema nu nca son inútiles, a pesar de las dificulta- des que plantean. Esta lista de palabras claves, aunque imperfecta en su versión preliminar, debe brindar acceso a la documentación disponible sobre un tema. Las palabras claves funcionarán como términos de búsqueda al momento de utilizar las herramien tas de recuperación de inform ación. A partir de est a etapa, se recomien da selecc ionar y consultar algun as obras básicas, por ejemplo diccionarios y encicloped ias de ca rácter especializado", dispo- nibles con frecuenc ia en soporte electrón ico, para asegura rse que el campo con- ceptual de la problemática de investigación ha sido cubierto en su totalidad y de modo adecuado . De la misma maner a, llegado el caso, se revisarán los títulos y los encabezados de capítulos de las obras especia lizadas, seleccionadas o localizadas grac ias a los artíc ulos que figuran en dicciona rios y enc iclopedias. H a de notarse que la búsqueda en Interne t -que se in icia justo desde el momen to en que se establece el marco teórico- , siempre apor ta informació n suplementaria y la posibi- lidad de establecer vínculos pertine ntes' . Dicho lo anterior, es necesario prec isar que en esta etap a el objetivo no consiste en elaborar una bibliografía exha ustiva, sino en imprimirle un carácter definitivo a la lista de palab ras claves. También merecen examen otras variables cuya formulac ión puede contribuir a fijar mejor los límites del objeto de estudio e influir en todo el proceso de investiga- ción documen tal. La lista de preguntas que figura n en el cuest ionario de la página siguiente le ayudará al investigador a dete rmina r ciertos itinerarios documentales que deben ser exp lorados o descartados desde el comienzo y lo estimulará a em- prend er un aná lisis adic iona l de su objeto. Es evidente que estas variables no se aplican de manera au tomáti ca a tod as las investigaciones; más bien, se propone considerarlas, con la finalidad de asegura rse que el cubrimiento de la documenta- ción esté de acuerdo con el en uncia do del tema y con los distintos aspectos de la problemát ica selecc ionada. Al responder estas preguntas, el investigador se verá obligado a precisar e in- cluso a redefinir,en cier tos casos de modo radical, la formulación inicial de su tema de investigación. Según las particularidades de la prob lemática selecc ionada, le surgirán otras preguntas que también deberá responder. Convien e recordar que esta operación de definición y red efin ici ón del tema se vuelve más productiva 4. En la sección "Una caja virtual de herramien tas doc umen tales", (p. 67-76) se ofrecen referenci as precisas . 5. Como se sabe, los motores de búsqueda más populares son: Go ogle, Yahoo, A lta vísta, entre o tros. El invest igador deseoso de acceder de ma ne ra inm ed iata a listas de sit ios más espec ializados util izar á mot o res de búsq ued a o rientado s de prefere ncia a la prod ucción cie nt ífica : Infomine (infornine.uc r.edu/) , Academic Info (www.academicinfo.ne t/ table .h tml) . Resource G uide for So - ci a l Sc ien ces (w ww .j isc. ac .u k /subje c t/ so scil) , Gu ide s to S pe c ia liz ed Se arch En gin es (www.searchabi lity.com ) . Algunas di recc ion es electrón icas que se ofrecen en este capítu lo y más en gene ral en esta obra son de libre acceso, o tras req uieren suscri pción . En este últi mo caso , se recomienda al joven investi- gad or averiguar si las biblio tecas instituc iona les de que es mie mbro cuentan con la susc ripció n co rres- pondien te. [N . del T ] . 39 cuando se la somete a la crítica de personas con experiencia en documentación. Las grandes bibliotecas del mundo ofrecen a sus usuarios los servicios de asesores aptos para ayudar en este sentido a los jóvenes investigadores. El itinerario descrito en esta segunda etapa puede parecer laborioso; sin embar- go, resulta indispensable, puesto que los esfuerzos invertidos en la definición del tema serán recompensados en las etapas ulteriores. Debe quedar claro que la bús- queda documental depende de los objetivos que se le han fijado a la investigación. Mientras mejor y de modo más preciso se enuncie el tema, más fácil será la búsque - da documental. Tercera etapa: La búsqueda documental propiamente dicha Una vez conocidos los diversos componentes del tema, seleccionadas las pala- bras claves y establecido el marcoteórico, se aprovecharán las numerosas obras de referencia, de indización y recuperación de información, en soporte papel o en soporte electrónico, que se conservan en las bibliotecas. Estas herramientas de trabajo brindan la clave de acceso a la documentación que allí se conserva. Sin embargo, su utilización no se hace al azar, al ritmo de lo que se va topando, dentro de una lógica carente de una estrategia definida de búsqueda documental. En cier- to modo, cada herramienta de trabajo brinda un "servicio especializado" (ver el recuadro de la página siguiente), por ello tiene una importancia estratégica en tiempo y espacio. Por regla general, el uso de estas herramientas de trabajo se halla determinado por la lógica progresiva de la investigación documental (no se lee un artículo de una publicación seriada antes de haber consultado un diccionario o una enciclopedia) y por los problemas específicos que enfrenta el investigador en su procedimiento documental. De manera general, el procedimiento de búsqueda documental se hace confor- me a la siguiente progresión lógica: se aprovechan los catálogos de las bibliotecas; se consultan las enciclopedias, los diccionarios científicos y las guías de investiga- ción; se explota la documentación ya constituida y se aprovechan ciertas obras de referencia y de indi zación; se avanza en la investigación documental seleccionan- do una buena obra; se completa la búsqueda documental explotando otras obras de referencia. Aprovechar los catálogos de las bibliotecas Sea en tarjetas, en microfichas o accesible por computadora, el catálogo de una gran biblioteca o de un centro de documentación sigue siendo el instrumento por excelencia para acceder casi de inmediato dentro de los fondos documentales de una institución. Presenta la ventaja de indicar los documentos disponibles en el lugar. La revolución cibernética ha cambiado de modo crucial las condiciones de la búsqueda documental. Así por ejemplo, si antes un investigador deseaba encon- trar información sobre el tema de la "autoimagen de los niños maltratados", debía consultar la tabla de materias y el índice de todas las publicaciones indicadas bajo la rúbrica "Niños maltratados". Así, al tratar de localizar documentación acerca de "autoimagen de los niños maltratados", consultando el catálogo de una biblioteca, 40 J: tJ . o ;· ." . Dr:. Variables para cubrir un campo documental 1. ¿Ne cesito una d o cumentación co rrie n te o Publi ca cion es gu bernamentales [ ] recien te ? r ] Artícu los d e prensa [ ] ¿N ecesi to un a documentaci ón retrospec tiva o O t ro (s):___ [ ] h istórica? [ ] Documen tación a ud iov isual [ 1 ¿Me son suficien tes las pu blicacio nes del últi mo D ia posit ivas [ ] a ño , de los cinco o d e los d iez últim os a ños ? [ I Pel ícu las [ 1 Pe riodo qu e deb o cub rir: [ ] V id eos [ J Fotografías [ ] 2. ¿Exis ten unos límites geográficos pa ra mi tem a ? [ J O t ro (s) : __ [ ] ¡ La documentac ión so bre e l tema ex istente en D ocu mentac ión ca rtográf ica [ ] Bogo t á es sufic ient e ? [ 1 Documentación e lec tró n ica [ 1 zona (s) geográfica (s) : [ ] S it ios In ternet [ J O rra ls) [ ] CD -ROM [ ] Bolet ines informat ivos r ] 3. zLa doc ume nt ac ión sólo se e nc ue ntra en c ie rtas Notas e lectrón icas [ ] le nguas ? [ 1 G rup os d e di sc usión [ ] ¿La docume ntación en len gua españo la es O tro s: [ ] sufic ie nt e? [ J O tr a (s) lenguat s) : [ ] 9 . ¿Q ué so portes de in fo rmación parecen más adec uados? 4. ¿La búsqueda de in formación se insc ribe en Pr éstam o de docu men tos or igin ales [ ] fron teras discipli na rias precisas' [ J Foto cop ia d e art íc ulos [ ] Discip lina ís): [ ] Doc um en tos en mic ro fic has o e n mic rofi lme s [ J Doc umentos en línea [ ] 5. Uso ; pre vistos d e la info rm ac ión: O t ro (s) [ J Trabajo para un cur so o par a una tesis de d oc torado r J 10. ¿La visita a asociacio nes, a o rgan ismos Trab ajo de inves t igació n [ ) privad os , gube rna me nta les o se rnio fíc iales p uede De c isi ón admin istrativa [ ] con tr ibui r a co mpletar mi búsq ueda d e Interés pe rso na l/ profesio na l [ ] informaci ón? [ ] O t ro (s) uso (s) [ ] N om b res de las asoc iacio nes u organ ismos: [ ] 6. ¿De q ué t ipo es la in for mac ión de seada o e fec tiva men te e nco n tr ada ? 11. ¿Puede n pr everse d ific u ltades de acceso a In formaci ón teórica [ J los doc um e nt os? [] Informació n e mpírica [ ] ¿A q ué d oc umentac ión pert in ente puedo Infor mac ión h istó rico [ ] acc ede r de in medi a to , e n su luga r de Infor mación estad ístic a [J co nservación , en mi bibliotec a o e n mi centro Infor mac ión cie n tí fica \' técnica [ J d e do cu men taci ón? [J Inform ación d e divu lgaci ón [ J ¿De bo recu rrir al pr ést amo in terbibliorecario ? [ ] O traf s) : _ [ ] ¿De bo d esp lazarme a otr as bibliotecas, ce n tr os d e d oc umen taci ón, e n tre ot ro s lugar es ? [ 1 7. .S e p rivilegia rán las fue nt es pri marias (ob ras fu nd ame n ta les, tex tos o rigina les, materia les 12. Restricc iones financier as q ue deben básicos) , o las fue nt es sec und a rias (a ná lisis, cons ide rarse [ ] co menta rios, es tudios de G 1SO, críticas) ? [ ] Costos d e una búsq ued a bibli ográfi ca especia l [ ] ¿T e ngo necesida d d e rea liza r u na sínt esis O un C os tos de las so licitudes d e préstamo aná lisis pro fundo d e los doc ume n tos pertine n te s? [ ] in terbi blioteca rio , de las fotoco pia s de a rt ícu los ¿C uá l es la a m plitud de la documen tación O d e lib ros, de la im presión d e d oc ume ntos ex is ten te sobre el te ma? [ ] e lec t rón ico s [] ¿La información es escasa o a bund a n te ' [ ] O tro ts) cos ro (s). _ [] . ¿La docum en tación es t rad icional o elec t róni ca ? [ ) 13. ¿Q ué límites de t ie mpo d eb e n co nsid er a rse ' [ J 8. ¿Qu é tip o d e d ocumentos se privi legia rán ? ¿A l men os ten go el t iempo necesari o pa ra Docu men tos imp resos [ ] ad ela nt ar mi investigación y prod uci r e l Lib ros, man ua les, tr at ad os [1 result ado q ue espe ro? [ ] A rt ícul os de pu blicaci o nes seriad as [ ] zQué pu edo razonab lem ente rea lizar e n el lapso In fo rmes de in vestigació n lJ que me he fijado ? [J Mon ografías o tesis [ J 41 Apreciar la diversidad y la utilidad de las herramientas de búsqueda Las obras de referencia se dividen en dos categorías, según el tipo de informaci ón que ofrezcan: - Aquellas que brindan datos exactos, información propiamente dicha, ya sea una dirección, una definición, una nota biográfica, una fecha, entre otras. Pertenecen a esta categoría los anuarios, los diccionarios, las enciclopedias, los tratados, los manuales, los compend ios biográficos, entre otros. - Aquellas que ofrecen los medios para acceder a la información brindando la referencia bibliográfica del documento buscado. Es el caso de las biblíografías, de los índices de publicaciones seriadas, de las bases de datos bibliográficos, de los catálogos de bibliotecas, ent re otros. En este caso, el usuario debe consultar el documento reseñado (un artículo de una publicación seriada, un libro, una tesis) para encontrar la información que desea. Para facilitar la de terminación de las herramientas de búsqueda por parte del investigador, resulta fecundo reagruparlas en obras de referencia básicas y en obras de referencia complementarias. Las obras de referencia básicas son las herramient as de trabajo que se utilizan con mayor frecuencia . Es natural que se las consulte an tes que las obras de referenci a compleme ntarias; estas últimas son empleadas de manera más esporádica y circunstancial. Resultan indispensables para ciert as búsquedas de implicaciones documentales complejas; sin embargo, debe precisarse que para una búsqueda determinada, ciertas herramientas consideradas como complementarias pueden convert irse en básicas. Por último, hay que tene r en cuenta que los t érminos seleccionadosen el momento de plantea r el tema de investigación determinan los tipos de obras de referencia que deben consu ltarse. Dicho de otra manera, la amplitud de la investigación y la naturaleza de la información deseada inciden sobre la selección de las fuentes de información que deben ser consultadas. En el recuadro siguiente se presentan los tipos de herramientas de trabajo que los investigadores utilizan de ordinario, en el marco de una gestión documental (estas herramientas son cada vez más accesibles por medios electrónicos en la era de la revolución cibernética; a veces sin costo en Internet, a veces consultando bases de datos digitalizadas de las bibliotecas) : Herramient as Obras de referencia básicas Obras de referencia complementarias que ofrecen Diccionarios Tratados información de Enciclopedias Manuales manera directa Anuarios Compendios biográficos O bras de síntesis Monografías Herramientas Catálogos de bibliotecas Bibliografías de bibliografías que ofrecen Guías bibliográficas (guías de BibliograRas generales medios para investigación) Bíblí ograííasespecializadas acceder a la Índices de publicaciones seriadas Compendios de tesis información Índices de prensa Compendios de publicaciones gubernamentales Compendios de publicaciones de organismos internac ionales Compendios de publicaciones estadísticas Compendios de materiales cartográficos Compendios de documentación audiovisual Compendios de pruebas, compendios de informes Compendi os de recursos de Inte rnet 42 en la práctica se veía obligado a pasar revista de todas las publicaciones relaciona- das con el tema de los niños maltratados, al no existir un encabezamiento más explícito en el catálogo. La conversión de los catálogos tradicionales de las biblio- tecas a sistemas accesibles por computadora ha disipado hasta cierto punto este inconveniente. Multiplicando los puntos de acceso (mediante la computadora, la búsqueda puede hacerse por autor, título o tema, y también por lengua, fecha de publicación, subtítulo, entre otros) y ofreciendo el recurso de operadores de bús - queda booleana (que permite delimitar la recuperación al posibilitar la puesta en relación de dos O más palabras claves) -ver el recuadro en la página 45-10s progra- mas de gestión documental han aumentado de manera considerable la capacidad de revisión y recuperación de información de los catálogos de las bibliotecas. Dicho lo anterior, es preciso subrayar que si la tecnología facilita el trabajo de los investigadores, éstos deben considerarla, ante todo, como una etapa en el ca- mino de la consecución de una documentación que pueda consultarse en un mo- mento dado, de manera efectiva y concreta, en el espacio laboral del investigador. De hecho, los catálogos electrónicos permiten identificar casi de inmediato la exis- tencia de una obra. Sin embargo, hoy por hoy no le proporcionan al investigador un contacto material con el libro . Es verdad que un artículo de una publicación seriada puede ser leído en línea; sin embargo, el monitor no ofrece la suficiente comodidad visual para consultar la totalidad del texto de una monografía. Ade- más, el espacio virtual creado por Internet no reemplaza el espacio físico de la biblioteca, ni sus recursos documentales, ni la orientación y asesoría que ofrecen sus empleados. La biblioteca es un lugar de encuentros e intercambios. Antes, durante o después de una búsqueda por computadora, el investigador debería po- der contar con el apoyo y las orientaciones de un personal competente. Los tipos de publicaciones reseñadas en un catálogo varían de una biblioteca a otra . En la mayoría de los catálogos se mencionan libros, informes de investigacio- nes, monografías y tesis; algunos presentan también documentación audiovisual, publicaciones gubernamentales nacionales y de organizaciones internacionales. Aunque gracias a Internet, la mayor parte de los catálogos de bibliotecas se han vuelto accesibles desde todos los puntos del globo, se aconseja que el investigador adelante su búsqueda documental en la biblioteca de su universidad. La razón es simple y consiste en que por lo general las bibliotecas adquieren para sus usuarios derechos para acceder a servicios de Internet, poniendo a la disposición de éstos una gran variedad de CD-ROM accesibles en línea"; hay que precisar que las bi- bliotecas pagan por estos derechos. Dicho esto, es posible que una biblioteca, aun- que rica en colecciones diversas, no posea todos los documentos que figuran en 6. En Quebec, la reciente inauguraci ón de la Gran Biblioteca (Grande Bibliorheque) agrega un corpus documental al que puede acceder el investigador interesado en la evo lución histórica y actu al de la sociedad qu ebequens e. En efecto , la Gran Biblioteca ofrece a sus usu arios la "Colección Nacional" que reúne todo lo que se ha publicado en y sobre Quebec en el mundo, junto con todas las publicaciones en que al menos uno de sus creadores es originario de Quebec, y todo ello de sde la época de la Nueva Francia. Se puede acceder al portal de la Gran Biblioteca con la dirección www.bnquebec.ca . 43 una lista bibliográfica resultante de una búsqueda electrónica, en cuyo caso será necesario recurrir al préstamo interbibliotecario. Precisemos por último que en la era electrónica las referencias bibliográficas completas (autor, título, dirección bibliográfica, fuente, tipo de documento, len- gua de la publicación) y los elementos que describen el contenido de este docu- mento (resúmenes, palabras claves o descriptores) se convierten en otras tantas claves que permiten acceder a la búsqueda de un documento particular, trátese de un libro, de un artículo de una publicación seriada, de una tesis, de un informe, de una película, entre otros. Como es evidente, los catálogos de las bibliotecas no sólo ofrecen ventajas. Una de las desventajas que presentan consiste en que brindan muy poca informa- ción sobre el contenido de las publicaciones que analizan. Así, al momento de su análisis, una obra sobre la historia de Quebec, con diez capítulos sobre diez temas diferentes, no recibirá más de dos o tres palabras claves sacadas de las listas de encabezamientos de materia en que se basa el catálogo temático de la biblioteca. Para este libro en particular, los capítulos relativos a la historia de Gaspesia o de los Cantones del Este no recibirán por fuerza de necesidad un tratamiento específico, y por esta razón no serán recuperables en el catálogo. Por lo demás, suele ocurrir que antes de emprender una búsqueda documental se conozca muy mal el tema de la bibliografía que debe prepararse. El hecho de consultar únicamente el catálogo de materias de la biblioteca (ilos más apresurados ni siquiera imaginan la posibilidad de elaborar un marco te óricol) expone a una percepción demasiado estrecha de un tema y, por consiguiente, a empobrecer la búsqueda documental. Al final, el tratamiento del tema resulta comprometido. En efecto, se debe saber que los catalogadores elaboran los encabezamientos de mate- ria a partir de una lista de términos establecidos de antemano, y cuya función consiste en cubrir el conjunto de conocimientos y campos de interés. Mediante este vocabulario pluridisciplinario, los documentalistas analizan las obras que lle- gan a la biblioteca y les asignan dos o tres palabras claves. En principio, el objetivo consiste en hacer del catálogo algo práctico y coherente ; no podría ser de otra manera, dado el volumen de documentos tratados. Sin embargo, esta operación genera un vacío importante. Es natural que en los encabezamientos de materia se omitan las dinámicas de los cuestionamientos intelectuales por medio de los cuales los investigadores construyen su objeto, en razón del contenido enciclopédico de estas herramientas de trabajo. Por esta razón, a pesar de ser indispensable, la con- sulta del tema en el catálogo de materias debe tomarse como una actividad com- plementaria de la búsqueda documental.
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