Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
CONTENIDO TEMÁTICO EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO DE LA CALIDAD DEL AGUA N° I 1. TOXICOLOGÍA ACUÁTICA Y CRITERIOS DE CALIDAD 2. GENERALIDADES SOBRE TOXICOLOGÍA ACUÁTICA 3. CLASIFICACIÓN DE LOS TÓXICOS 4. LOS BIOENSAYOS 5. TOXICIDAD AGUDA Y CRÓNICA 6. EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS DE TOXICIDAD 7. UNIDADES DE TOXICIDAD 8. APLICACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LOS ENSAYOS DE TOXICIDAD 9. APLICACIÓN DE LOS DATOS PARA LA PROTECCIÓN CONTRA LA TOXICIDAD AGUDA 10. PROTECCIÓN CONTRA LA TOXICIDAD CRÓNICA 11. USOS Y CRITERIOS DE CALIDAD DEL AGUA 12. RELACIÓN ENTRE PARÁMETROS DE CALIDAD DEL AGUA Y SUS USOS BENÉFICOS 13. CRITERIOS DE CALIDAD DEL AGUA Hojas de texto reproducidas con fines de Capacitación TOXICOLOGÍA ACUÁTICA Y CRITERIOS DE CALIDAD 1. GENERALIDADES SOBRE TOXICOLOGÍA ACUÁTICA Durante su ciclo natural el agua, por diferentes razones, puede llegar en contacto con numerosas sustancias químicas. Estas sustancias químicas se consideran “tóxicas” cuando a una determinada concentración y tiempo de exposición producen efectos adversos a la especie humana o la biota acuática (ecosistema). Esto significa que la mera presencia de un químico en el agua no implica la presencia de toxicidad. El problema del contenido de sustancias químicas en el agua se concentra en la transferencia potencial del químico a los humanos la cual puede ocurrir básicamente por dos vías: i) La ingestión del químico directamente del sistema de abastecimiento del agua. ii) La ingestión del químico a través del consumo de alimentos acuáticos contaminados (por ejemplo, peces, crustáceos, etc.), o del consumo de alimentos que usan como fuente organismos acuáticos en su preparación. La preocupación en general recae principalmente en los efectos desconocidos de la ingestión de químicos en el cuerpo humano en sí. Física y fisiológicamente, se tiene certeza sobre su potencial para producir cáncer, tumores y defectos genéticos. En vista de lo anterior, el problema de la presencia de las sustancias químicas en el agua es único en calidad del agua en el sentido de que su impacto sobre la salud pública es percibido como directo e individualizado. Este hecho contrasta con los efectos producidos por los contaminantes convencionales que básicamente afectan el ecosistema acuático y prácticamente no generan problemas de salud pública. En general, la presencia de sustancias tóxicas en el agua puede interferir en usos deseables del agua tales como: • La acumulación de metales y químicos orgánicos en los peces impide la pesca como fuente de alimentos. • La formación de trihalometanos en el tratamiento del agua impide el uso del agua para consumo humano. • La presencia en agroquímicos en las aguas de escorrentía puede contaminar las aguas subterráneas y superficiales. • El lixiviado producido en sitios de disposición de desechos químicos puede contaminar las aguas subterráneas y superficiales. El problema de calidad del agua generado por las sustancias químicas se puede resumir como la descarga de químicos en los cuerpos de agua, lo cual resulta o genera concentraciones en el agua o en la cadena alimenticia de niveles tales que son tóxicos desde el punto de vista de salud pública (humanos) o para el ecosistema en sí, y por lo tanto, interfiere en el uso benéfico del agua para consumo humano y pesca, e inestabiliza el ecosistema. El enfoque principal en el análisis de sustancias químicas tóxicas en aguas naturales es la evaluación del impacto potencial de dichas sustancias sobre la población humana expuesta y sobre el ecosistema acuático. Para la descarga de una única sustancia química, las concentraciones calculadas pueden ser comparadas con datos toxicológicos para evaluar el impacto de dicha sustancia. No obstante, cuando varias sustancias químicas están presentes en el cuerpo de agua, la interacción toxicológica entre estas sustancias (efluente) puede invalidar los datos de toxicidad de las sustancias aisladas. Además, la elaboración de un inventario completo de las sustancias químicas presentes y sus concentraciones individuales puede resultar difícil o imposible de realizar. Para estos casos, llega a ser útil la determinación de la toxicidad total de las descargas al cuerpo de agua y también la del cuerpo de agua mismo. Esta medición de toxicidad puede emplearse para evaluar el significado de cada descarga en el cuerpo de agua. También es factible utilizarla como variable de calibración en un modelo de toxicidad. En conclusión, en este capítulo el término toxicidad está aplicado a la toxicidad ocasionada por un efluente en su conjunto (la interacción de varias sustancias a la vez) y no por el efecto de una determinada sustancia química. 2. CLASIFICACIÓN DE LOS TÓXICOS Existen muchas formas para agrupar los tóxicos en diferentes categorías. Por ejemplo, se pueden agrupar de acuerdo con su función (pesticidas, productos para el aseo, etc.), o teniendo en cuenta su asociación con un proceso industrial (agricultura, textil, refinería del petróleo, etc.). La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) ha categorizado las sustancias químicas en lo que ha llamado “contaminantes prioritarios”. La lista de contaminantes prioritarios o sustancias de interés sanitario contiene 129 compuestos químicos orgánicos e inorgánicos sin incluir las sustancias radioactivas. Dado que nombrar las 129 sustancias se escapa del alcance de este libro, para efectos prácticos, las sustancias tóxicas se pueden agrupar de la siguiente manera: Metales. Por ejemplo mercurio, cadmio, plomo, selenio, etc., resultantes de actividades industriales como la manufactura de pilas, minería, “cromando” y “niquelado” de metales, refinería, etc. • Químicos industriales. Se agrupan en esta categoría los miles y miles de sustancias utilizadas en procesos industriales como plastificadores (alquiltalatos), solventes (bencenos clorados) y ceras (parafinas cloradas). • Pesticidas. Generalmente son hidrocarburos clorados que cuando están presentes en el agua son rápidamente asimilados por los animales acuáticos entrando de esta manera a hacer parte de la cadena alimenticia. Tienen la característica de que son persistentes en los suelos y los sedimentos. Su origen en el agua se debe a su aplicación en la agroindustria y desechos industriales. Actualmente la EPA tiene prohibido el uso de Aldrin, DDT, Endrin, Heptacloro, Lindano y Clorano. • PCB. Con este nombre genérico se designan a todos los bifenoles policlorados. Son usados en la transmisión de energía como capacitores y en la fabricación de transformadores. Otros productos industriales que utilizan PCB entre sus componentes están las pinturas, los plásticos y los insecticidas. Los PCB entran en la cadena alimenticia prácticamente de la misma manera como todos los hidrocarburos clorados. • Fenoles. Estos compuestos se utilizan ampliamente en varios procesos industriales. Entre los más conocidos están: la producción de polímeros sintéticos, industria del teñido, pigmentos, herbicidas y pesticidas. La toxicidad de los fenoles aumenta con el grado de cloración de la molécula de fenol. Aún en bajas concentraciones, causan olores y sabores al agua; son difíciles de remover y en primates (micos) se ha comprobado que son cancerígenos. • Sustancias radiactivas (no incluidas en la lista de los 129 contaminantes prioritarios). Resultan de la generación de energía nuclear, producción de armas nucleares y fabricación de materiales radioactivos para usos industriales. Incluye sustancias como estroncio-90, plutonio-239/2240 y cesio-137. 3. LOS BIOENSAYOS Para el estudio de los efectos adversos de una sustancia pura o de una mezcla compleja (efluente) sobre la biota, se han estandarizadotécnicas bajo condiciones controladas de laboratorio. El tipo de prueba varía de acuerdo con el tiempo de exposición y la forma de adicionar la sustancia. Por ejemplo, mientras los ensayos de toxicidad buscan establecer los efectos tóxicos de una sustancia, las pruebas de bioacumulación pretenden establecer el factor de bioacumulación. A pesar de las dificultades para extrapolar los resultados de laboratorio a los ambientes naturales, los ensayos de toxicidad han adquirido una enorme importancia en los últimos años debido a la necesidad de determinar los riesgos ambientales y de proteger los recursos acuáticos y la salud humana. La fijación en la legislación ambiental de estándares de calidad o de concentraciones máximas permisibles de las sustancias que degradan los ecosistemas naturales implica el desarrollo de pruebas de laboratorio donde se exponen organismos a la acción de sustancias xenobióticas con el objeto de cuantificar los efectos que sobre aquellos se producen. Los ensayos de toxicidad juegan un papel muy importante en el manejo de los recursos naturales y más particularmente en el estudio y control de la calidad ambiental, ya que a través de éstos se crean las bases para legislar sobre las concentraciones permisibles de las sustancias xenobióticas. Por medio de los bioensayos también es posible simular condiciones futuras, con lo cual el investigador está en capacidad de adelantarse a los hechos evitando así graves consecuencias ambientales. Adicionalmente, mediante los bioensayos se pueden evaluar diferentes efluentes, para posibilitar la comparación de la acción de diversos tóxicos o incluso tratamientos, y definir procesos o controles que ocasionen un menor deterioro ambiental. En términos generales, se define como un bioensayo a una prueba en la cual un tejido viviente, un organismo o un grupo de organismos, es usado como un reactivo para determinar la fuerza de alguna sustancia fisiológicamente activa. Existen numerosas clasificaciones para los diversos tipos de bioensayos. En forma general, según el objetivo de los bioensayos, se distinguen los siguientes tipos: • De toxicidad (ecotoxicidad). Se estudian los efectos de una sustancia o una mezcla compleja sobre el comportamiento o la reproducción, el crecimiento o la sobrevivencia de los organismos indicadores. • De bioacumulación. Se evalúa el potencial de bioacumulación de xenobióticos en los tejidos orgánicos. • De bioestimulación. Se evalúa el efecto de una sustancia sobre el crecimiento poblacional en productores primarios. • Crecimiento corporal. Se evalúa el efecto sobre la tasa de crecimiento individual. • Respuesta de la comunidad (in situ): Se evalúa el efecto sobre la estructura y composición de las comunidades. De acuerdo con el manejo que se le dé a la mezcla de agua y tóxico, los bioensayos pueden también ser catalogados como: • Estáticos, sin renovación. • De recirculación • De recambio • De flujo continuo y de mezcla Según su duración (plazo), se clasifican en corto, mediano y de largo tiempo. Mientras los bioensayos de exposición corta únicamente analizan efectos inmediatos, los de mediana y especialmente de larga exposición son más realistas en la medida que evalúan alteraciones menos visibles pero igualmente evidentes como la tasa de reproducción, de crecimiento corporal o metabólica, así como la esperanza de vida o anomalías de comportamiento y genéticas, todas ellas fundamentales en la supervivencia individual y de la especie, y que pueden manifestarse de manera posterior a la realización de una prueba de corto tiempo y, por lo tanto, pasar desapercibidas al investigador. Particular atención merecen los ensayos para estudiar sustancias volátiles o de rápida descomposición, adsorción y sedimentación. Aunque generalmente las pruebas de toxicidad con estas sustancias se realizan mediante procesos de flujo continuo con el objeto de mantener constante su concentración, esto no significa que descargas de aguas residuales cargadas con sustancias de este tipo no pueden ser estudiadas mediante bioensayos estáticos pues los fundamentos de los supuestos implícitos en la prueba son quienes determinan uno u otro. Si un tóxico ingresa en forma ocasional a un recurso hídrico, el ensayo estático simula esas condiciones pues permite una libre evolución al tóxico. En contraste, en una prueba con recambio o flujo continuo se mantiene constante la concentración del tóxico y semeja la descarga permanente de un vertimiento. La mayoría de ensayos llevados a cabo en el mundo corresponden a zonas templadas y la utilización de sus conclusiones hacia ecosistemas tropicales se ve restringida porque el incremento en la temperatura aumenta la toxicidad y la persistencia de los químicos y la tasa de respiración de las especies acuáticas. Paralelamente, la solubilidad del oxígeno decrece con el incremento de la temperatura, lo que significa un efecto de sinergismo doble de la temperatura. Para los contaminantes que, además de su toxicidad, generen alta demanda bioquímica de oxígeno el problema es aún más complejo. La relación entre la concentración de un contaminante y el porcentaje de respuesta de un grupo de organismos de igual especie que ha sido expuesta a él se conoce en el campo de los bioensayos como relación dosis-respuesta, y corresponde a un modelo estadístico sigmodal. Con los ensayos de bioacumulación y autodepuración se someten organismos a concentraciones subletales durante un determinado tiempo. Posteriormente se les mide la concentración en algunos tejidos, lo que se conoce como bioacumulación; se retornan a un medio libre del contaminante y transcurrido otro lapso de tiempo se vuelve a medir la concentración del tóxico en los organismos. Con ello se determina si el químico persiste, se biomagnifica en la cadena alimenticia o, por el contrario, se libera nuevamente al medio natural. En general los ensayos de toxicidad tienen aplicación en casos como: • Estudios sobre los efectos tóxicos de los contaminantes sobre un organismo específico. • Estudios sobre los efectos tóxicos de los contaminantes sobre un determinado cuerpo de agua. • El establecimiento de la máxima concentración permisible en el agua de una sustancia tóxica. • Determinación de la efectividad de los procesos de tratamiento de aguas residuales. • Establecimiento de los límites autorizados de descargas efluentes. • Determinación del cumplimiento de la legislación ambiental. Con respecto a los bioindicadores o biomonitores, por ejemplo, dentro de las especies recomendadas para ensayo en los métodos de determinación de la toxicidad acuática aprobados en la Unión Europea, se tiene: • Algas: Scenedesmus subspicutus, Selenastrum capricornutum, Chlorella vulgaris. • Crustáceos: Daphnia magna, D. Pulex, Ceriodaphnia dubia (pulgas de agua). • Peces: Oncorhynchus mykiss (trucha arcoiris), Brachidario rerio (pez cebra), Pimephales promelas (Fathead minnow, pez cabeza gorda), Ciprinus carpio (carpa común), Oryzias latipes (Pez Medaka), etc. 4. TOXICIDAD AGUDA Y CRÓNICA Las pruebas de toxicidad aguda y crónica son las más empleadas en estudios sobre toxicidad acuática y se diferencian básicamente en el nivel y la duración de la exposición. En los ensayos de toxicidad aguda, se expone al organismo prueba a concentraciones de la sustancia tóxica que garanticen una respuesta en un corto tiempo en relación con el ciclo de vida. Dado que la duración del ciclo de vida varía según la especie, la extensión de la prueba difiere entre 48 y 96 horas o incluso se puede prolongar por dos o tres semanas. A pesar de que una de las mayores críticas a los ensayos de toxicidad aguda es que altas concentraciones de contaminantes no se presentan frecuentemente en los ambientesacuáticos, esta técnica permite inferir las fuentes principales de contaminación, establecer el valor antibiótico de efluentes industriales y domésticos y usar factores de aplicación para estimar niveles de seguridad. Además, este tipo de ensayos constituyen una herramienta adecuada para establecer la sensibilidad relativa de los organismos, pero poseen una aplicabilidad ecológica limitada debido a que no se consideran algunas variables biológicas como el crecimiento y la natalidad que requieren tiempos de observación a más largo plazo. La toxicidad crónica hace referencia generalmente a pruebas de mediano y largo tiempo, donde se estudian efectos subletales de alteraciones metabólicas como respiración, fotosíntesis, crecimiento, reproducción, comportamiento u otros, a través de una o varias generaciones de organismos, que están o han sido expuestos a sustancias tóxicas. Los estudios de toxicidad crónica incluyen, además, pruebas de bioacumulación y autodepuración, así como de crecimiento poblacional, lo que demuestra el amplio espectro de pruebas que pueden ser incluidas con este nombre. Las pautas por seguir en este tipo de bioensayos son, por lo tanto, muy variadas, dependiendo del objetivo de la investigación. La selección, determinación taxonómica y mantenimiento bajo condiciones de laboratorio de las especies por probar son aspectos fundamentales para la correcta ejecución de los ensayos y la confiabilidad de los resultados. Adicionalmente, la validez estadística de los datos exige la utilización de un número de ejemplares relativamente alto, y especialmente en peces, se emplean ejemplares de talla reducida. En general, los requerimientos para la selección de las especies estándar incluyen una serie de aspectos difíciles de encontrar en un solo organismo. Entre estos, se citan en la literatura especializada los siguientes: • Amplia distribución geográfica y representatividad ecológica del área. Esto implica una disponibilidad permanente y un buen desarrollo de las poblaciones. • Reducida variabilidad genética y uniformidad de las poblaciones por ensayar. • Baja variabilidad en la tolerancia a tóxicos y alta sensibilidad. • Buen conocimiento biológico y ecológico de la especie. • Aceptable adaptabilidad del organismo a condiciones de laboratorio. Exceptuando algunas especies de Daphnia, no existen en Colombia organismos estándar para ensayos de toxicidad. Esta situación es particularmente crítica en el caso de especies ícticas y constituye un obstáculo para el avance de esta disciplina en el país. Es importante iniciar la reflexión sobre la necesidad de avanzar en el proceso de búsqueda de organismos autóctonos como estándares y en la unificación de procedimientos para la realización de ensayos de toxicidad en el ámbito nacional. Es indiscutible que la identificación de estándares, especialmente peces, exige un buen conocimiento sobre su autoecología. La carencia de información sobre la biología reproductiva y sobre el comportamiento de los peces bajo condiciones de laboratorio constituye un gran obstáculo para la determinación de especies potencialmente utilizables en ensayos de toxicidad. Es evidente que los requerimientos que deben cumplir los organismos estándar, definidos a escala internacional, son difíciles de reunir en una sola especie. No obstante, la gran diversidad de nuestro país y el avance en el conocimiento de los paquetes tecnológicos para la reproducción artificial de algunos peces favorecen el hallazgo de especies estándar en los órdenes regional y nacional. Es necesario iniciar la búsqueda de especies con ciclos de vida más cortos, que permitan también su utilización en pruebas de toxicidad crónica. Podría pensarse que una alternativa teórica es la selección de algunas formas ornamentales nativas de los Llanos Orientales. 5. EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS DE TOXICIDAD Como se explicó anteriormente, los ensayos de toxicidad reportan los resultados de dos maneras: toxicidad aguda y toxicidad crónica. La toxicidad aguda produce efectos rápidamente (48 a 96 horas). El término aguda viene referido al concepto de ser una respuesta corta y no implica necesariamente la muerte de la especie. Se denomina LC50 a la concentración del efluente que produce una mortalidad del 50% de la población del ensayo, mientras que la EC50 es la concentración del efluente que produce efectos negativos apreciables en el 50% de la población. La toxicidad crónica es el efecto de la toxicidad que se mantiene durante un período más o menos largo de tiempo, a menudo, del orden de la décima parte de la vida media de la especie o incluso superior. Los efectos crónicos incluyen la muerte, la reducción en el crecimiento o la reducción en la tasa de reproducción. La CENO (concentración de efectos no observados) es la mayor concentración continuada medida de un efluente para la cual no se observa reacción crónica alguna en las especies ensayadas. Cuando no se dispone del valor de la CENO, sino que se tienen solamente EC50 o LC50, se estima la primera a partir de la relación empírica: CENO = EC50/10 ó LC50/10 Los datos de toxicidad se analizan empleando procedimientos estadísticos, básicamente. El método más simple para encontrar la LC50 es el método gráfico denominado Probit que se ilustra en el ejercicio 1, mientras que para la toxicidad crónica se emplean análisis de varianza y la comparación de múltiples medios de Duncan. Es importante anotar que cuando se hacen pruebas de toxicidad a un efluente y no a una sustancia química en particular, los valores de las concentraciones resultantes se expresan en porcentaje (concentración en volumen). Por ejemplo, una LC50 de 6% para un efluente significa que la muestra fue preparada con 6 partes del efluente y completada a un volumen de 100 partes y que para dicha dilución se apreció la muerte del 50% de los organismos indicadores. Ejercicio 1: Análisis de los datos de toxicidad (Método Probit) • Determinar los valores de LC50 a 48, 60 y 96 horas, en porcentaje en volumen, para los datos que se presentan en el cuadro anexo. Solución: Dado que los ensayos de toxicidad siguen un modelo dosis-respuesta sigmodal, la LC50 se determina utilizando un papel de probabilidad siguiendo el siguiente procedimiento. 1. Calcular los porcentajes de los organismos que murieron. * Ejemplo de cálculo: % organismos muertos a las 24 h = (20-8)*100/20 = 60% 2. Representar gráficamente la concentración de agua residual en porcentaje de volumen (escala logarítmica), frente al porcentaje de animales que sobrevivieron el ensayo (escala de probabilidad), tal como se muestra en la figura 1. 3. Ajustar los puntos a una recta, acentuando la importancia de los puntos situados entre los porcentajes de mortalidad 16 y 84. 4. Para la curva de 48 h, como no se realizaron observaciones a esta hora, se interpola la línea entra los resultados para 24 y 60 h. Figura 1. Cálculo de LC50 para el ejercicio 3.1 5. Calcular la concentración del agua residual empleando el percentil 50. De acuerdo con la figura 1, los valores estimados de LC50 son 8,3% para 48 h, 6,5% para 60 h y 3,5% para 96 h. Comentario. Las estimaciones del valor de LC50 obtenidas por métodos gráficos suelen coincidir bastante con los valores que se obtienen con métodos de análisis más complejos. Es conveniente resaltar que no es posible establecer límites de confianza para los métodos gráficos de análisis. UNIDADES DE TOXICIDAD Dado que los ensayos de toxicidad generalmente se realizan en el laboratorio, es necesario pasar los datos de toxicidad a las condiciones de campo o reales. Para ello se ha implementado el concepto de unidades de toxicidad (UT). La UT representa el grado de toxicidadde un efluente o la concentración de una sustancia expresada como una fracción de la toxicidad medida (1/LC50). La toxicidad expresada en UT resulta más visual y los resultados más prácticos de interpretar ya que el valor numérico de las UT se incrementa con el aumento de la toxicidad. Por ejemplo, en el ejercicio 2 se observa cómo es más práctico expresar los resultados en UT que en dosis (LC50 ó CENO). La toxicidad más alta correspondió al valor más alto de UT (38,1 UTa) y no se tiende a escoger como más tóxico al efluente de mayor concentración (LC50 igual a 18,66). Tanto las normas como los criterios de calidad están formulados basándose en las unidades de toxicidad. Se define como UTa (unidad tóxica aguda) a la concentración verdadera medida o prevalente de un tóxico o sustancia en particular dividida por el umbral LC50 de dicha sustancia (por ejemplo, la concentración medida en un cuerpo de agua dividida entre la LC50). Para el caso de los efluentes, esta relación se calcula con referencia a la concentración inicial del efluente (la concentración real equivale al 100% del mismo). Por ejemplo, para convertir una LC50 de 2,59 en UT, simplemente se dice: una dilución de 2,59 en 100 corresponde a 1 UT, para el 100% de la muestra, ¿a cuántas UT corresponderán? Lo anterior permite definir las UTa de la siguiente manera: Por otro lado, la UTc (unidad tóxica crónica) se define como el inverso de la dilución del efluente para la cual no se observa respuesta alguna en ninguno de los organismos al final del período de exposición crónica o continua. En general, con base en los resultados de la toxicidad aguda y empleando las UTa, la clasificación de los efluentes se puede determinar de acuerdo con los valores presentados en la tabla 1; relaciones menores a 1 indican niveles no letales, y mayores a 1, valores letales. Tabla 1. Clasificación de toxicidad basada en Uta Adicionalmente, se ha acostumbrado a expresar la toxicidad utilizando la relación entre la toxicidad aguda y la toxicidad crónica (ACR). De manera simple, se define la ACR como el cociente entre LC50/CENO. En la práctica, la relación ACR varía ampliamente dependiendo de las especies utilizadas en el bioensayo y de los tóxicos presentes, motivo por el cual este parámetro ha perdido últimamente validez para determinar la toxicidad de los efluentes. Para el caso del efecto de mezclas de compuestos tóxicos cuyas unidades de toxicidad individuales son conocidas, se pueden estimar las unidades de toxicidad de la mezcla como la suma de las UT de cada compuesto. El valor de las UT también indica la dilución necesaria para alcanzar un nivel tóxico. Ejercicio 2. Interpretación de los resultados de un ensayo de toxicidad • Se realizó un ensayo de toxicidad utilizando tres diferentes especies de bioindicadores. Con base en el cuadro anexo, analizar los resultados obtenidos. Solución: 1. Unidades de toxicidad aguda y crónica Como puede observarse, la especie más sensible corresponde a la especie Champia parvula porque obtuvo los valores más altos de las UT. 2. Clasificación tóxica Como las UTa son mayores de 4, el efluente estudiado se puede considerar fuertemente o muy tóxico de acuerdo con la clasificación de la tabla 1. APLICACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LOS ENSAYOS DE TOXICIDAD Los criterios de calidad del agua aseguran la protección de los usos específicos del agua, estableciendo normas y límites para la presencia de tóxicos. Estos límites incluyen criterios cuantitativos (concentraciones permisibles de tóxicos), temporales (período de tiempo durante el cual se mantiene la concentración media de los agentes tóxicos en las aguas descargadas) y frecuenciales (expresando la frecuencia con que pueden ser sobrepasados los límites sin que ello produzca un impacto intolerable sobre la comunidad ecológica de las aguas receptoras). Los criterios actuales sobre el control de la calidad del agua protegen los ecosistemas contra los efectos agudos por medio de los Criterios de Máxima Concentración (CMC) y frente a efectos crónicos a largo plazo por medio de los Criterios de Concentración Continua (CCC). Estos criterios suelen aplicarse una vez mezclados el efluente y las aguas receptoras. Los criterios habituales constan de una concentración límite, un período de tiempo de concentración mantenida y una frecuencia de retorno. Normalmente, la CMC hace referencia a la concentración media en cuatro días que no puede ser superada más de una vez cada tres años, mientras que la CCC es la concentración media horaria que no puede ser superada en más de una ocasión cada tres años. APLICACIÓN DE LOS DATOS PARA LA PROTECCIÓN CONTRA LA TOXICIDAD AGUDA Para proteger el agua contra los efectos agudos de la toxicidad, el CMC no debe exceder las 0,3 UTa de los resultados del ensayo más sensibles de los realizados, es decir, el CMC se calcula como: CMC = UTa * FD ≤ 0,3 * UTa En la ecuación mostrada, FD corresponde al factor de dilución. En los vertimientos a lagos o al mar, el FD se define como la dilución alcanzada en el supuesto de que se den las peores condiciones ambientales en la zona cercana al lugar donde se produce el vertimiento, y donde la mezcla y la dilución del efluente se obtienen a partir del momento inicial y la aparición de la descarga sobre la superficie del agua. En los vertimientos a los ríos, se toma para el valor de FD la dilución que se alcanza en la frontera de la zona de mezcla. A partir de diversos ensayos de toxicidad de efluentes para períodos de exposición de 96 horas, se ha podido comprobar que el factor 0,3 cubre el 91% de los cocientes LC50/LC1, donde LC1 es la concentración del efluente que causa la muerte al 1% de la población del ensayo. Por lo tanto, para la protección frente a los efectos agudos, la CMC no deberá exceder el valor de 0,3UTa para la más sensible de las especies ensayadas. Ello quiere decir que el valor del CMC se aproxima al de LC1. PROTECCIÓN CONTRA LA TOXICIDAD CRÓNICA El criterio de concentración continua previene los efectos crónicos o a largo plazo en el entorno exterior de la zona inicial de mezcla, o zona de influencia de los vertimientos. Para conseguir la protección frente a los efectos crónicos, el CCC no debe exceder el valor de 1,0 UTc donde, UTc es el valor obtenido a partir de los resultados de los ensayos de la más sensible de entre al menos tres especies ensayadas. CCC = UTc * FD ≤ 1.0 * UTa Para comprobar si se cumplen las condiciones establecidas por las normas, deben comprobarse los criterios de toxicidad (tanto UTa como UTc) expresados en unidades de toxicidad del efluente. EJERCICIOS PROPUESTOS Los siguientes datos corresponden a un bioensayo realizado con el propósito de determinar la LC50. Usando el método Probit descrito en el ejercicio 1, determinar la LC50. Respuesta: LC50 = 34,67 USOS Y CRITERIOS DE CALIDAD DEL AGUA En esta parte del módulo se describen en mayor detalle los usos del agua y se establecen los parámetros y concentraciones de las variables que permiten tales usos. Antes de entrar a discutir el tema de la calidad de agua, es necesario definir o hacer distinción entre términos tales como criterios, objetivos y normas o estándares. Se entiende por criterio de calidad del agua una determinada concentración de un parámetro que, si se logra, se espera que se pueda dar al cuerpo de agua un determinado uso benéfico. Concluyendo, los criterios son aplicables a la calidad del agua de un recurso hídrico y no a los efluentes o descargas de aguas residuales. Los estándares o normas de calidad del agua se definen como la aplicación, con efectos legales, de un criterio de calidad del agua para limitar determinada descarga o efluente.La definición anterior implica que las normas o estándares de calidad se aplican principalmente a los vertimientos de aguas residuales. Cuando un estándar o norma se establece sobre un cuerpo de agua se está haciendo referencia a un objetivo de calidad. Las modificaciones antrópicas sobre varios elementos del ambiente con el propósito de satisfacer sus necesidades de alimento, abrigo, vestido, etc., a menudo generan subproductos que tienen un impacto negativo sobre los recursos naturales. Por ejemplo, las aguas residuales domésticas e industriales son descargadas en los cuerpos de agua más cercanos. Estas aguas residuales contienen sustancias nocivas que pueden causar enfermedades, comportamientos anormales y demás problemas en la vida acuática, así como también en el hombre cuando las ingiere. La continua dependencia de la calidad del agua superficial de los diversos y algunas veces conflictivos usos hace que sea necesario elaborar planes de manejo en los cuales se definen los usos benéficos del agua, los criterios de calidad asociados con cada uso y los estándares de los efluentes. Antes de empezar a describir cada uno de los usos más frecuentes que se le dan al agua, el lector debe revisar la legislación colombiana respecto a este tema. El decreto 1594 de 1984 es actualmente la legislación vigente más importante respecto a la regulación sobre la calidad del agua en los cuerpos de agua superficiales. Con el advenimiento de la industrialización y el incremento de la población, las necesidades de agua se aumentaron así como también subieron las exigencias con respecto a su calidad. A través del tiempo, las necesidades de agua han pasado de simplemente los requisitos para consumo e higiene personal, hasta llegar a necesitarse para la generación de energía nuclear. Afortunadamente, los usos que mayor cantidad de agua requieren (agricultura y el enfriamiento industrial) son los menos exigentes en cuanto a su calidad. La tabla 2 presenta la forma como los distintos contaminantes afectan los usos más importantes del agua. Tabla 2. Usos del agua de acuerdo con la contaminación del agua Para cada uso benéfico del agua, existen ciertos requisitos físicos, químicos y biológicos que se deben cumplir para asegurarse de que el agua es apta para utilizar en dicho uso. Los criterios de calidad del agua asociados a los diferentes usos benéficos del agua se discuten más adelante en este capítulo. Los usos más comunes que tradicionalmente se le dan al agua se pueden agrupar de acuerdo con la actividad en la cual se utiliza. Entre ellos se tienen: • Asimilación y drenaje o transporte de desechos • Navegación • Estéticos • Explotación mecánica de materiales de construcción • Generación de energía hidroeléctrica • Enfriamiento de agua en la industria • Agua para riego con y sin restricciones • Abastecimiento de agua municipal • Procesos industriales • Hábitat para peces • Recreación con contacto secundario (restringido). • Explotación manual de materiales de construcción • Recreación con contacto primario En la lista anterior no están incluidos todos los usos potenciales del agua debido a que la lista se haría demasiado extensa. En este caso solo se incluyen los usos de mayor generalidad en nuestro medio. Otra razón importante que sustenta lo anterior es el hecho que tanto los usos del agua como las normas y criterios evolucionan con el tiempo, lo cual significa que los entes interesados (corporaciones, ministerios de salud, etc.) hacen revisiones sobre el tema y publican nuevas regulaciones cuando lo creen conveniente. RELACIÓN ENTRE PARÁMETROS DE CALIDAD DEL AGUA Y SUS USOS BENÉFICOS Como se sabe, la calidad del agua de un recurso hídrico depende del uso que se le quiera dar y ésta, a su vez, está determinada por los diferentes parámetros que caracterizan su calidad. Los parámetros de calidad varían en importancia dependiendo el tipo de uso. Así, por ejemplo, los problemas y, por tanto, los criterios, en el uso del agua para la agricultura están relacionados principalmente con la salinidad, los metales pesados, los nutrientes, los sólidos suspendidos y los patógenos. El agua que se vaya a utilizar en la agricultura y presente un alto contenido de sales disueltas y altas temperaturas puede traer como consecuencia su rápida evapotranspiración, y la deposición y acumulación de las sales en el suelo, que afectan sus propiedades físicas y mecánicas como la permeabilidad y su estructura. El lago Aral en la antigua Unión Soviética es un caso que se recomienda revise el lector para que se familiarice con una situación en la cual el suelo se encuentra inutilizado por efecto del exceso de salinidad. Los nutrientes presentes en el agua sirven como fertilizantes en la agricultura, sin embargo, cuando la cantidad excede la demanda, en las plantas se pueden provocar problemas como la eutroficación. Los nutrientes de importancia son el nitrógeno, el fósforo y, en algunas ocasiones, el potasio, el zinc, el boro y el azufre; el nitrógeno es el nutriente que reporta mayores beneficios y que suele presentarse en exceso con mayor frecuencia en las aguas naturales. El nitrógeno presente en el agua puede sustituir una cantidad equivalente de abono comercial durante el comienzo y mitad del período de crecimiento de las plantas pero su exceso en la última parte del período de crecimiento puede resultar negativo para muchos cultivos, al provocar un excesivo crecimiento vegetativo, madurez retrasada o no uniforme o un descenso de la calidad del cultivo. Se han observado problemas relacionados con la obstrucción en los sistemas de aspersión y riego por goteo debido al desarrollo de películas biológicas en los aspersores, en los orificios de emisión o en las conducciones de suministro, así como concentraciones de algas y sólidos suspendidos, que provocan obstrucciones. Es así como los riesgos sanitarios están asociados a la presencia de bacterias patógenas, helmintos, protozoos y virus. Con base en la discusión anterior es claro que hay que saber qué sustancias químicas son las más importantes para un determinado uso y reúso (si es que se quiere hacer) del agua. La tabla mostrada en las siguientes páginas es un resumen de los parámetros más representativos, las consecuencias que puede traer su concentración, la fuente de donde provienen y la importancia que tienen cuando se está pensando en hacer un uso determinado del agua. CRITERIOS DE CALIDAD DEL AGUA Debido a que este libro no tiene una orientación hacia la parte legal relacionada con la regulación del agua (normas y estándares), solamente el autor hace propuestas relativas a los criterios de calidad del agua. Los criterios de calidad aplicables a un determinado recurso de agua deben estar basados en la observación científica (bioensayos) de los efectos de los diferentes contaminantes sobre los organismos propios del agua y de acuerdo con las condiciones locales. Es importante anotar que según el tipo de uso, varía la importancia de uno u otro parámetro de calidad. La organización que se le da a la discusión de cada uno de los usos del agua en este parte del módulo consiste en presentar una serie de normas o estándares obtenidos de la literatura revisada, y además, con base en dicha revisión bibliográfica, proponer los criterios del agua que el autor considera recomendables para obtener un determinado uso. Las organizaciones y normas relacionadas con la calidad del agua son innumerables. Para ser prácticos, se incluyen normas o estándares de orden global en un país desarrollado (EPA, de los Estados Unidos), unas específicas en un país desarrollado (Estado de California en los Estados Unidos), las de un país similar al nuestro (México), nacionales (decreto1594) y locales (Programa de saneamiento del río Medellín). La siguiente es la lista de las organizaciones consultadas con el objeto de conocer sus normas: • Guías EPA: U.S. Environmental Protection Agency (1992). Manual: Guidelines for Water Reuse. EPA7625/R-92/004.Washington.USA. • California: Normativa del Estado de California en USA. • NOM-001 ECOL 1996: Norma técnica ecológica de México. • Establishment of water quality criteria. Memorándum No. 19-1. Programa de Saneamiento del Río Medellín. Empresas Públicas de Medellín, 1983. Los criterios de calidad recomendados están propuestos con el principio fundamental de que estos sean realistas y aplicables a la condición del área de influencia. Son propuestos con base en la información revisada y son una guía para establecer el rango en el que deben estar los parámetros de calidad en cualquier corriente de agua, para lograr un uso que no represente riesgo para la salud humana ni para los recursos naturales. La presentación de los criterios propuestos se hace en la última columna (resaltada) de la tabla en que se presentan las respectivas normas o estándares revisados. Drenaje (transporte de desechos) La principal función de una corriente de agua es como medio natural de transporte de las aguas de escorrentía. Este uso depende de las propiedades hidráulicas del cauce (dimensiones, pendiente y rugosidad). La calidad del agua afecta este uso solamente cuando las propiedades hidráulicas del cauce se ven alteradas por el depósito excesivo de sedimentos y/o la presencia de plantas acuáticas y sólidos flotantes de gran tamaño. En consecuencia no existen valores de concentraciones o parámetros que inhiban el uso de las corrientes para evacuar las aguas después de una lluvia. En general, el criterio consiste en exigir que los cauces de las corrientes de agua y los embalses y lagos estén libres de materiales de gran tamaño que obstruyan el flujo del agua o disminuyan la capacidad de transporte y almacenamiento. Asimilación de desechos La asimilación de desechos se refiere a la utilización de un río o cuerpo de agua superficial para recibir, transportar y asimilar los desechos producidos por las actividades humanas. La capacidad regenerativa o de autopurificación que tienen los ríos los hace particularmente aptos para este uso. La autopurificación se refiere a la facultad natural o capacidad que tiene la corriente o cuerpo de agua de purificarse o recuperase él mismo. Esta autopurificación se debe a que los organismos vivos presentes en el agua utilizan (consumen) la materia orgánica para realizar sus funciones vitales (reproducirse, respirar, etc.). Este fenómeno se deriva de la habilidad que tiene el agua de disolver o capturar de la atmósfera el oxígeno necesario para oxidar (convertir) la mayoría de las sustancias orgánicas en sales inorgánicas. No es necesario o no se requieren criterios de calidad para este uso debido a que cualquier cuerpo de agua puede ser utilizado para asimilar desechos. Navegación La navegación, como uso del agua, está definida como la utilización de los cuerpos de agua para transportar mercancías y materiales con propósitos comerciales o industriales. El uso en los cuerpos de agua de pequeñas embarcaciones con fines de placer es considerado un uso recreacional. El uso de un cuerpo de agua para navegación depende principalmente del caudal, la profundidad, la velocidad y la sección transversal. Como en el caso del drenaje, no existen valores de concentraciones o parámetros que inhiban el uso de las corrientes para la navegación. En general, el criterio consiste en exigir que los cauces de las corrientes de agua y los embalses y lagos estén libres de materiales de gran tamaño que obstruyan el flujo del agua e impidan el movimiento de las embarcaciones. Uso estético La calidad estética del agua está relacionada con aquellos factores que están dentro y en los alrededores de un cuerpo de agua que afectan la apariencia del recurso. Se entiende por apariencia todos los aspectos del agua que se pueden detectar con los órganos de los sentidos. Por lo tanto, la calidad estética del agua se ve afectada por la presencia de materiales flotantes, sólidos suspendidos, acumulación de lodos en las orillas, el crecimiento de plantas acuáticas, la excesiva turbiedad, grasas. Es indeseable también la presencia de olores, especialmente de H2S y la disposición de basuras o desechos sólidos en las orillas. Estas condiciones indeseables pueden causar respuestas adversas en la salud humana y en los usuarios del recurso. Por seguridad se considera que un recurso hídrico con un contenido de oxígeno disuelto por encima de 2 mg/L no presenta estos problemas. Debido a la variedad de conceptos referentes a lo estético y a que los efectos de varias sustancias en el agua dependen de su localización geográfica, no es recomendable establecer valores numéricos para los criterios de calidad de este uso. Sin embargo, es importante anotar que todo cuerpo de agua debe tener unas condiciones mínimas de calidad; para ello es recomendable atender los siguientes comentarios: • Todas las corrientes de agua deben contribuir a fomentar las diferentes formas de vida que tengan un valor estético. Por seguridad con un contenido de OD por encima de 2 mg/L y una DBO5 menor de 30 mg/L se puede cumplir con este propósito. • Las aguas superficiales deben estar libres de sustancias atribuibles a vertimientos: - Materiales que se sedimenten formando depósitos no deseables. - Materiales flotantes como basuras, espumas, aceites, grasas, etc. - Sustancias o combinaciones de ellas que afecten la biota. En el último ítem se incluye la presencia excesiva de nutrientes y las variaciones de temperatura. Explotación mecánica de materiales de construcción La explotación mecánica de materiales de construcción incluye la extracción de arena, grava y demás materiales de construcción sin que haya un contacto significativo del explotador o minero con el agua. La probabilidad de ingestión del agua en estos casos es muy baja. Para este uso se puede suponer que son aplicables los mismos criterios que se establecieron para el uso anterior (estético). La extracción de grava y arena también afecta la calidad del agua. Las actividades que este uso requiere que se lleven a cabo en el cauce ocasionan problemas en el hábitat acuático y cambian el régimen hidráulico de la corriente. Estos hechos causan incrementos en la turbiedad y consecuentemente interfieren en otros usos como la natación y la diversión estética. Los cambios en el régimen hidráulico pueden causar problemas de erosión y derrumbes en la banca del cauce. En general se puede afirmar que los efectos adversos de la explotación mecánica de materiales de construcción son más graves que los de la explotación manual. Los criterios de calidad del agua propuestos para este uso son los mismos que para el caso de conservación del recurso estéticamente aceptable (ver apartado anterior). Generación hidroeléctrica La generación hidroeléctrica es uno de los usos más importantes del agua el cual la puede afectar significativamente. Generalmente, la turbulencia creada en la captación y en la tubería de presión incrementa la concentración de oxígeno disuelto. Asimismo, el tiempo de detención del agua en el embalse “atrapa” un alto porcentaje de los sólidos que entran al sistema. La combinación de estos hechos hace que casi en todos los casos el agua turbinada tenga una mejor calidad que el agua del embalse. Los factores más importantes que hay que determinar para que el agua de un río en un determinado tramo sirva para generación hidroeléctrica son: • Los posibles efectos del agua embalsada sobre los equipos mecánicos (salinidad, pH).• La cantidad de sedimentos que pueden aportar los tributarios (disminución de la capacidad útil del embalse). Estas consideraciones, aunque importantes, muy raras veces son la clave principal para seleccionar la localización de un proyecto hidroeléctrico. En la práctica, lo que se hace es mitigar estos efectos fabricando equipos mecánicos resistentes a la corrosión y utilizando concretos especiales. Resumiendo, no existen criterios de calidad aplicables a este uso. Cada caso es una situación particular y es necesario estudiarla por separado. Por ello siempre un proyecto hidroeléctrico requerirá de la elaboración de un estudio de impacto ambiental. Enfriamiento industrial La industria a menudo utiliza el agua como refrigerante. Los sistemas de enfriamiento se pueden ver afectados por la acumulación de sarro ocasionado por la dureza del agua. En general, este uso no requiere un agua de alta calidad. En la literatura revisada, no se encuentran específicamente normas sobre este uso del agua, razón por la cual en la tabla 3 solamente se especifican los criterios máximos recomendados para este uso. Para evitar la presencia de olores, se recomienda que el agua para enfriamiento tenga un contenido de oxígeno disuelto por encima de 2 mg/L. Tabla 3. Criterios de calidad para uso del agua para enfriamiento industrial Irrigación o riego Los criterios de calidad aplicables al agua para utilizarla en irrigación o riego deben estar basados no solamente en los efectos directos sobre las plantas y los efectos sobre el consumidor final (hombre, animales, etc.) sino también en las consecuencias sobre el suelo. Adicionalmente, se debe tener en cuenta que el agua para irrigación, en la mayoría de los casos, no recibe ningún tratamiento antes de ser aplicada a los cultivos. Varios de los componentes del agua son micronutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas o cultivos. Cuando están en exceso estos micronutrientes pueden ser tóxicos causando retardo en el crecimiento de las plantas. Por ejemplo, el boro, un elemento común en las aguas residuales domésticas y en ciertos desechos industriales, es necesario en muy pequeñas cantidades (trazas) para el crecimiento de las plantas, sin embargo, concentraciones por encima de 0,5 mg/L son dañinas para las plantaciones de cítricos y las oleaginosas. Inclusive, para los cultivos más tolerantes, concentraciones superiores a 4 mg/L de boro se consideran riesgosas. Las sales de calcio, magnesio, sodio y potasio, cuando están presentes en cantidades excesivas, reducen la capacidad osmótica de las plantas, impidiendo la absorción de los nutrientes del suelo. Estas sales también pueden tener efectos químicos indirectos que afectan el metabolismo de las plantas y reducen la permeabilidad del suelo entorpeciendo el drenaje y la aireación. El uso del agua en la agricultura o para irrigación se puede clasificar en dos categorías. La primera, el riego restringido que es el que se refiere a aquellos productos agrícolas que no son comestibles como las flores, el riego de campos deportivos y zonas verdes, productos de la ganadería como pastos o productos alimenticios que tienen un procesamiento comercial (conservas) o que habitualmente se consumen cocidos. La segunda categoría está relacionada con el uso del agua para riego no restringido que son aquellos cultivos de alimentos que se consumen directamente (crudos) o que simplemente no tienen ningún procesamiento comercial como es el caso de las hortalizas. La tabla 4 reúne los estándares y criterios encontrados en la literatura revisada, aplicables al riego restringido (riego de cultivos no alimenticios, pasto para animales lecheros, fibra y cultivos de semilla, riego de cultivos de alimentos comercialmente procesados). La última columna, Valor propuesto (resaltada) de la Tabla 4, no es una norma, simplemente corresponde a los criterios del agua recomendados por el autor para usar el agua en el riego restringido. Abastecimiento de agua municipal El objetivo principal de un sistema de abastecimiento de agua municipal es suministrar agua libre de sustancias químicas y organismos que produzcan efectos adversos en la salud de los seres vivos o consumidores. La presencia de microorganismos patógenos produce la mayoría de las enfermedades gastrointestinales mientras que las altas concentraciones de arsénico, bario, cadmio, cromo, plomo, selenio y plata pueden producir serios efectos en los órganos internos del cuerpo humano. Entre los efectos potenciales están los daños en el sistema nervioso central produciendo posiblemente parálisis, degeneración de los riñones, cirrosis, cáncer de la piel y daños cerebrales, especialmente en los niños. Tabla 4. Estándares y criterios de calidad para uso del agua para irrigación (agricultura restringida) Altas concentraciones de sales (sólidos disueltos, cloruros, sulfatos) pueden impartir sabores y efectos laxantes al agua. Adicionalmente, los suministros de agua potable deben estar exentos de olores, sabores, color y tener una temperatura aceptable. En el caso del agua de abastecimiento municipal es necesario distinguir entre la calidad del agua que debe tener el recurso para poder ser utilizado como fuente de abasto (calidad del agua cruda) y la calidad del agua que debe tener el agua para consumo (calidad del agua tratada). Los criterios de calidad del agua cruda para abastecimiento están incluidos en el decreto 1594 de 1984 (o el que lo modifique), mientras que las normas de calidad del agua tratada o potable están en la resolución 2115 de 2007 (o la que la modifique). Procesos industriales Varios procesos industriales utilizan el agua como un ingrediente en sus productos terminados, por ejemplo, la industria de agentes de limpieza y la de alimentos. Los requerimientos para estos usos varían de industria a industria. Aún en la misma industria, los requerimientos pueden variar debido a diferencias en la edad de las plantas, el diseño de los procesos y las formas de operación. Dada la necesidad de tener una calidad del agua específica, las industrias desarrollan sus propios sistemas de abasto o utilizan el sistema municipal con un tratamiento complementario para producir la calidad deseada. En la literatura se encuentran numerosas referencias sobre problemas que pueden resultar debido a la presencia de impurezas en el agua cuando se usa para procesos industriales. Por ejemplo, cantidades excesivas de hierro y manganeso pueden afectar el sabor y el color de los alimentos y bebidas, y causan decoloración en los textiles. Adicionalmente, las bacterias no patógenas, las algas, o los hongos pueden afectar la calidad de ciertos textiles y del papel. El agua “dura” afecta diversos usos industriales. Los depósitos de sarro interfieren con los sistemas de calentamiento o enfriamiento. Por el contrario, en la industria cervecera se requiere utilizar agua con alta dureza para asegurar el óptimo de la reacción enzimática durante el lavado. Muy poca dureza afecta la operación del proceso de alimentos. Como se mencionó anteriormente, la calidad del agua requerida por la industria, excluyendo el agua para enfriamiento, depende fundamentalmente del producto que se va a elaborar. Por consiguiente, cada industria en particular debe determinar los criterios de calidad que requiere el agua por utilizar en su proceso. Hábitat para peces Definir criterios de calidad para preservar peces y otras formas de vida acuáticas es una tarea difícil debido a la tremenda variabilidad de las diversas formas de vida acuática. La literatura reporta las observaciones científicas bajo las cuales los criterios para algunos parámetros se deben basar. Se sabe, por ejemplo, que la toxicidaddel mercurio causa mutaciones en algunas especies de peces. Al igual que el cadmio y otros metales, el mercurio tiende a acumularse en los tejidos de los organismos acuáticos lo cual los inutiliza como fuentes de alimento. Las bacterias coliformes fecales, algunos patógenos y los virus que se encuentran en el agua y los sedimentos tienden a concentrarse en las conchas de los organismos acuáticos, moluscos especialmente, provocando enfermedades cuando se ingieren sin el adecuado cocimiento. La mayoría de las observaciones que reporta la literatura han sido realizadas en zonas templadas, sin embargo, son experiencias útiles que deben tomarse en cuenta en las regiones tropicales. Recreación con contacto secundario (limitado) La recreación con contacto limitado incluye las actividades relativas al agua tales como la pesca recreativa y comercial manual, canotaje y la navegación (en bote) en las cuales el contacto con el agua es accidental y la probabilidad de ingerir cantidades apreciables de agua es muy baja. Explotación manual de materiales de construcción (arena/grava) La calidad del agua es un factor de importancia cuando la extracción de materiales de construcción se realiza dentro del cauce de la corriente. Es especialmente importante cuando la explotación requiere el contacto de los trabajadores o mineros con el agua. De esta forma existe obviamente la posibilidad de que se presenten enfermedades relacionadas con el agua contaminada. Se pueden presentar enfermedades diarreicas, fiebre tifoidea, infecciones de la piel, los oídos, los ojos, etc. Recreación con contacto primario La recreación con contacto primario o sin restricciones consiste en aquellas actividades en las cuales existe contacto prolongado y hay posibilidad de ingerir agua. En ríos, lagos y embalses (se exceptúan piscinas), la recreación con contacto incluye actividades como la natación y el buceo. Este uso requiere establecer criterios de calidad debido a la posible presencia en el agua de bacterias, virus, hongos y otros organismos que pueden ser patógenos o infectar al hombre. Cuando se presentan valores de pH alejados de 7,4, se presenta irritación en los ojos. La temperatura también puede afectar la recreación en las aguas superficiales. Las temperaturas altas afectan la biota acuática, y por lo tanto, la pesca. Además, se sabe que las temperaturas altas limitan la disipación del calor del cuerpo, en consecuencia, nadar períodos prolongados en aguas con temperaturas altas puede ocasionar problemas fisiológicos al elevarse la temperatura del cuerpo. CUESTIONARIO DE EXAMEN EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO DE LA CALIDAD DEL AGUA N° I 1. ¿Qué entiende por Toxicología Acuática? 2. ¿En qué consiste la clasificación de los tóxicos? 3. ¿Cómo se lleva a cabo la evaluación de los resultados de toxicidad? 4. ¿Cuáles son las unidades de toxicidad? 5. ¿Cómo puede lograrse la protección contra la toxicidad aguda y contra la toxicidad crónica? 6. Mencione y explique brevemente cuáles son los criterios de calidad del agua.
Compartir