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1 Crónicas de un Demente 2 Crónicas de un Demente Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en las leyes, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial, de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo público. Título Original: Crónicas de un Demente Autor: Richard Sulbarán Fecha de la primera Edición: 12 de Septiembre de 2.015. Caracas, Venezuela Registro de propiedad intelectual: 1509155173205 ISBN-13: 978-1517373603 ISBN-10: 1517373603 3 Crónicas de un Demente Débora 4 Crónicas de un Demente Débora. Las diez de la noche, Frank manejaba a través de la carretera nacional, reinaba una oscuridad espesa, las estrellas ofrecían la única luz del camino, la noche hablaba a través de sus sonidos del silencio, el horizonte era infinito, no había emisora de radio disponible, el próximo pueblo estaba a doscientos kilómetros de distancia. Frank pensaba parar en algún espacio de la carretera y terminar de pasar la noche, ya eran más de quince horas manejando continuamente. Recordó el motivo de su viaje y entristeció, sus ojos estaban a punto de soltar lágrimas de tristeza. Se preguntó porque llorar, ya era algo superado, incluso su viaje tenía el objetivo de liberarse de todo recuerdo, una nueva vida, un nuevo comienzo, ya estaba entrado en los cuarenta, creía tener su vida hecha, pero la vida interpretó otra cosa. Tres años atrás, Frank estaba en su oficina, sus hijas, las gemelas, ya estaban en la universidad, las veía cuatro veces al año, en las fechas familiares, ya ellas estaban en el comienzo de su propio viaje 5 de vida, él les dio el inicio, les dio la facilidad para su educación y un hogar estable. Audrey, su esposa, veintidós años de matrimonio, juntos desde los estudios universitarios. Construyeron un hogar feliz, no tenía ojos ni mente para imaginarse un mundo sin ella, tuvo la suerte de pocos, conseguir a su otra mitad, en un mundo de más de un billón de habitantes, él la consiguió, su amor se mantuvo intacto desde que la conoció, su amor creció día a día, cualquier sacrificio en ese tiempo juntos se convirtió en un placer solo por el hecho de estar con a ella, y luego la llegada de las gemelas terminó por dar la máxima felicidad a esa unión. —Doce de noviembre del año dos mil diez, una fecha marcada para siempre en mi mente, no sé porque fui a esa celebración, nunca iba, siempre de la oficina me dirigía a mi casa, fue un día extraño, mi socio me pidió que fuera por él, por primera vez en quince años no podía atender al cliente de turno, el fuerte de Harold siempre fue las relaciones publicas, él se encargó desde el inicio en mantener contento a los clientes, pero ese día no pudo, una llamada lo alejó de su rutina, su hija había tenido un accidente de tránsito, nada grave, pero estaba en el hospital en observación, llamé 6 a Audrey y le avise que llegaría tarde, que no me esperara para cenar, rutina que por primera vez rompíamos desde hace muchos años. Serían las dos de la madrugada, dejé a los clientes en su hotel y seguí en dirección a mi casa, nunca me había sentido tan cansado como hoy, quería acostarme y abrazar a mi esposa, no recuerdo una noche en todos estos años que no la tuviera entre mis brazos, sentía que la protegía, que nada podía hacerle daño mientras yo estuviera. Aparqué el auto, bajé mi maletín, esa noche tenía un frío particular, sentía que rozaba mis huesos. Un silencio tenebroso estaba presente. Nunca había llegado tan tarde solo a mi casa. Voy a tomar mis llaves, cuando observo la puerta entreabierta, entro y tomo un bate que siempre guardaba detrás de la cortina de la sala, toda la casa está en oscuras. Veo los muebles descolocados, el terror recorre mi alma, subo corriendo por las escaleras, —Audrey, por favor contéstame, dime que estas bien. Llego a la puerta de nuestro cuarto y está abierta, me asomo y ahí estaba ella. De regreso al camino… 7 Frank no estaba decidido, si parar o seguir manejando, los ojos le transmitían un mensaje de cansancio al cuerpo, eran muchas horas manejando, quería ir lo más lejos posible, pero la mente lo mantenía cerca, esa sensación no lo dejaba parar. De pronto ve un vehículo en el camino, tenía las luces de emergencia, pasa al lado, baja la velocidad. Ve a una hermosa mujer, indefensa. —Un gran peligro para alguien así estar en un lugar como ese —pensó. Estaciona unos metros más adelante, y se acerca a la hermosa mujer. —¿Algún problema? —pregunta —Sí, sonó el motor y no quiso moverse más. —le responde sin demostrar temor, a pesar del sitio donde les tocó encontrarse. —¿Puedo ver?, no soy mecánico pero lo básico lo manejo. —le indicó Frank —Por favor, y gracias —No se preocupe —le responde Frank mientras se dirige al vehículo. Intento encenderlo, pero el auto no respondió; abrió el capó, movió el distribuidor, vio el encendido pero no encontró nada. 8 —No encuentro una falla común, debe ser algo más serio. ¿Quiere que llamemos a una grúa? —Intenté hacerlo pero en esta carretera no hay cobertura. —recogiendo los hombros mientras emitía las palabras. —Puedo llevarla si no le molesta. —De verdad se lo agradezco, me da mucha pena, en verdad no es mucha molestia. —Para nada, le aseguro que no podría quedarme tranquilo al dejarla acá en esta soledad. Así toman camino, la hermosa mujer le indica cual es la dirección, unos cinco kilómetros más adelante había un cruce, la joven le indica que ese es el camino, lo tomaron y treinta minutos más tarde estaba llegando a la casa de la hermosa pero misteriosa mujer. —Aquí vivo. —le indica la hermosa fémina. —Es una hermosa casa. —asombrado por el lugar. Frank no salía de su sorpresa, era una mansión enorme, en medio de la nada, estaba todo en oscuridad, como si nadie 9 estuviera esperando, un jardín per- fectamente cuidado, a pesar de la penumbra se podía apreciar los arbustos podados con formas que no podía definir bien, pero que tenían aspecto humano, una fuente en el medio de un camino en forma circular que dirigía a la entrada de la mansión. —Bueno, está en casa, deben estar preocupados por usted. —Estoy muy agradecida, pero he sido una grosera, no le he preguntado ni siquiera su nombre. —Frank, Frank Campbell. —Mucho gusto Frank, mi nombre es Débora. Frank te ves cansado, cuantas horas tienes manejando. —¿Se nota verdad?, más de quince horas. —Por favor acepta mi hospitalidad y quédate a descansar, mañana me podrías ayudar con el vehículo. —No sería mucha molestia. —le responde un poco apenado. —Sería lo mínimo que podría ofrecerte luego de tu ayuda. 10 Frank internamente no podía estar más agradecido con el destino, hoy por lo menos parecía estar con él, después de estos tres años de sufrimiento, parecía abrirse un pequeño camino, en realidad no podía seguir conduciendo, estaba destruido, lo que necesitaba era descanso, y esta misteriosa mujer se lo está ofreciendo. Había amanecido, Frank se levanta, se dirige al baño en la habitación y ve una nota en la puerta, ―Frank tuve que salir de urgencia, ya llamé al mecánico y fue a recoger el vehículo, en la cocina hay comida, por favor espera que llegue, me gustaría conversar contigo, puedes ir a la caballeriza y tomar un caballo, todos son dóciles y pasea por el bosque, es muy lindo el paisaje‖. De momento lo tomó de sorpresa, sin embargo, no tenía apuro, contaba con un mes para establecerse en su nueva casa, y por dinero no tenía problema, iba a dirigir una nueva oficina y Harold manejaba el negocio, podía esperar, además aquella mujer le parecía misteriosa, y a la vez interesante,sentía que necesitaba un poco de paz o perdería la cordura. 11 Tres años atrás… Aquel momento nunca iba a desaparecer de su mente, su mujer completamente bañada en sangre, sin ropa, tirada en la cama, su mente quedó en el limbo, no oía, no sentía, solo veía un cuadro que marcaría su vida, la abrazó, le pidió perdón, en eso un ruido, abajo, algo cayó en el piso, el dolor se convirtió en odio, bajó por las escaleras como si estas no existieran, vio hacia la cocina y luego a la sala, y ahí estaba, el ser que destruyó su vida, era un sujeto grande, de un metro noventa aproximadamente, en su mano tenía el cuchillo con el cual había quitado la vida a su amada, su mirada transmitía locura, pero esa noche solo una persona iba a quedar viva, y su mente no podía pensar otra cosa que no fuera matar a quien mató su presente, y así debería ser, el asesino se abalanzó sobre Frank, este con toda la fuerza que su cuerpo acumuló por el odio a aquel hombre, le atinó un golpe brutal con el bate en la cabeza, no hubo que hacer más, el cráneo se hundió, muerte instantánea, los cuarenta golpes después, fueron solo desahogo. Tan brutal fue la muerte de Audrey que el fiscal no formuló cargos, defensa propia en asalto agravado. 12 De vuelta al presente… La mansión era muy hermosa, muebles clásicos, una chimenea enorme en el salón, escaleras con pasamanos de madera, todo completamente limpio, la cocina era inmensa, tenía todos los alimentos posibles. Los baños con perfecto acabado, toda la decoración era colonial, los muebles eran de mismo estilo. Pero lo extraño es que no había nadie, no entendía como esa enorme casa podía mantenerse así solo con una persona habitándola, calculaba que contaba con más de veinte habitaciones. —Seguro hoy era día libre o las personas deben trabajar por día pago, en estos días se usaba mucho para bajar costos, lo cierto que era una hermosa mansión —pensó. Tomó un caballo y cabalgó por el bosque, tenía vegetación muy espesa, era un lugar muy silencioso, solo la brisa emitía un sonido que se sentía en la piel. El camino era pedregoso, en un instante la vegetación le dio paso a un gran claro, era un pequeño cementerio, había unas quince tumbas, todas bien cuidadas. Más adelante un mausoleo con cadena y candado, muy tétrico, contractaba con las tumbas, era 13 lúgubre, siguió cabalgando, había recorrido mucho. —Mejor era volver —se dijo. El tiempo había pasado y podía tomarlo la noche. Llegó a eso de las seis de la tarde, ya la noche estaba por arribar, entró en la mansión, ella no había llegado. Subió a la habitación, fue a tomar un baño, se sintió relajado. Tomó una siesta, cayó en la cama con un sueño que lo dominó al instante. Frank se despertó con sobresalto, no sabía cuántas horas había pasado, se vistió y salió del cuarto, ve sola la casa y llama en voz alta a Débora , no obtiene respuesta, se encamina al final del pasillo, observa un cuarto diferente a los demás, se dirige y abre la puerta, en eso una encuentra figura conocida, está de espaldas, no llevaba puesta nada, su cuerpo estaba desnudo. El queda congelado, nunca había visto una figura tan perfecta, su piel parecía de porcelana, su cabello húmedo colgaba a un lado de su cuello como una catarata dorada. Ella siente el sonido de sus pasos, voltea muy lento y lo ve, directo a los ojos, con una mirada llena de sensualidad, en ese momento Frank entra en razón y sale del cuarto, Ella lo llama, le dice que la espere un momento. Con premura se coloca la 14 primera prenda de vestir que está a la mano, llega a la puerta del cuarto, se asoma, portaba un pequeño camisón que al tras luz del cuarto deja a la vista su hermoso cuerpo. —Frank, no te preocupes, ven pasa, ya estoy vestida, quisiera conversar contigo. —En verdad disculpa, no quería… —Tranquilo, se quién eres, ayer lo demostraste, no me sentí incomoda. —Dime ¿qué te pareció la casa? —La mansión es increíble, todo impecable, ¿cómo lo haces?, no veo servidumbre, hoy estuve solo todo el día. —Ellos vienen, no todos los días, pero el tiempo suficiente para tener todo limpio. —¿Vives aquí sola? —Sí, desde hace tiempo. Y tú, cuéntame de ti. —Ya me siento en desventaja. —No hay mucho que contar, Salí de una ciudad donde tuve una vida y voy a otra a comenzar una nueva, en eso resumo mi vida. 15 —Déjame enseñarte algo. —le dice sin quitar la mirada penetrante de sus ojos. Se levanta de la cama donde estaban hablando y va hacia el tocador, no sin antes mostrar su sensual figura, era imposible no verla al tras luz, su cintura era como esculpida por los dioses, bajando y formando una silueta de guitarra que encendería a cualquier ser humano, luego al volver mostró sus senos, no podía quitar su vista de ellos, la pequeña prenda no dejaba nada a la imaginación, el encaje deja salir a la vista los pezones rosados, y la perfección de la forma sobre el satén blanco, hacía que ese pequeño paseo de un metro se hiciera eterno. —Estas son las fotos de mi familia —Eran fotos antiguas, Frank imaginó que eran las fotos de sus ancestros, los pioneros que llegaron al país, llenos de ilusiones. —Fue una familia numerosa, hoy solo quedo yo. —Porque volvieron a su país, ¿Son irlandeses no? —Exacto, ¿Cómo supiste? —Vi el cementerio en el bosque, los escudos. 16 —¿Llegaste allá?, cabalgaste lejos. Si el tiempo pasó rápido. —¿Y qué pasó que quedaste sola? —Una historia larga, pero me gustaría bajar, se me apetece una copa de vino, ¿a ti no? —Si por que no. Frank no podía apartar la vista de esa mujer tan sensual, ella iba delante de él, su caminar no hacía más que encender el deseo, su mirada apenas a reojo antes de bajar la escalera la hacía más misteriosa. Luego juntos en el salón sirvió la copas de vino, no hablaba, su cuerpo lo hacía por ella, no hacía falta palabras, el la tomó por la espalda, ella dejó caer las tiras de su vestido por los hombros dejando al desnudo su cuerpo, bebieron de sus fluidos, sus manos sintieron el calor de la piel, escalaron a lo alto de las colinas de sus cuerpos coronando su cima, luego se fusionaron en un movimiento unísono, repitiendo por más de una vez la aventura. Eran las doce del mediodía, Frank despierta en el cuarto de Débora , encontró una nota en la mesa de noche ―Frank, tuve que salir, no quise despertarte, te deje comida en la cocina, me hiciste muy feliz, 17 espero verte esta noche‖ .Se levanta, va el baño se asea y come, luego decide ir a la biblioteca de la casa, entra y queda extasiado, debía haber por lo menos mil libros, y todos se veían muy antiguos pero a su vez conservados, pasea por entre la librería, consiguiendo los mejores escritores de un siglo atrás, joyas literarias, pensó el valor incalculable de toda esa colección, luego al sentarse en el escritorio encontró un libro, el título ―Magia negra, la vida más allá de la muerte‖, estaba abierto en el capítulo titulado ―El despertar de las almas en el limbo‖, le llamó la atención, leyó gran parte del capítulo, entendió la óptica del autor, sobre el deambular de las almas en la tierra sin saber que no pertenecen a ella, en busca de tener una vida y como el espacio entre la tierra y el limbo lo dictamina un demonio que quiere esa alma y no le permite regresar a una vida terrenal haciendo que esta sufra la pena eterna. Frank salió con intensión de recorrer los jardines de la mansión que estaban impecables. No había paseado por ahí, el primer día fue al bosque y no se percató de ello, vio las formas tan perfectamente realizadas en los arbustos, como si formaran siluetas de hombres. Era un jardín amplio que se extendía hasta el inicio del bosque. 18 Habían más de veinte figuras realizadas, con un impresionante realismo, si se alejaba a unos tres metros parecían estatuas realizadas por el mejor de los artesanos.Frank tomó una siesta, tuvo un sueño donde veía como el mausoleo que vio en el bosque abría sus puertas y salía de él una criatura horrible, esta se dirigió a una velocidad inimaginable a la Mansión, entró y tomó a Débora que estaba a su lado, llevándola al bosque. En ese momento se despertó inquieto, sudoroso, se calmó y pensó que la lectura lo afectó, vio por la ventana y se dio cuenta que era de noche, en ese preciso momento la puerta se abre y Débora entra completamente desnuda, se abalanza sobre él, le quita la camisa, lo besa con pasión, quita su ropa por completo, su boca va a lugares prohibidos, generando un placer extremo, él la toma de manera apasionada, la levanta y la lleva contra la pared, se introduce en su ser, el encuentro fue más allá de la normalidad, nunca hubo palabras, no había espacio para ellas, solo para la pasión desbordada. Se hacia las tres de la madrugada, Frank y Débora descansaban juntos luego de su encuentro pasional, un golpe seco despierta a Frank y se levanta, toca por el hombro a 19 Débora y le dice que oyó un fuerte golpe en la entrada, le pidió que no se moviera y baja las escaleras a ver de dónde provenía el sonido, suena otro golpe fuerte esta vez dentro de la casa, cerca de la biblioteca, se arma de valor toma el atizador de la chimenea y se dirige por el pasillo. Cuando suena otro golpe ahora atrás cerca de las escaleras se imagina lo peor y corre en la dirección del sonido. Llega a la entrada y ve una criatura enorme, era algo ilógico estaba en frente del ser con el que había soñado. Este sujeto con fuego en los ojos, cuernos en la frente, torso musculoso y piernas retorcidas como de un animal desconocido. Lo ve, quedando paralizado. El terrorífico monstruo toma rumbo a la habitación de Débora, Frank grita desesperado: —Huye —pero nada, no había respuesta. Luego ve como el ente la lleva cargada y toma dirección hacia el bosque. El corre desesperado, se acuerda de la escopeta colgada en la biblioteca, se arma de valor y sale en busca de la bestia, toma un caballo. Necesita ser más rápido, él sabe dónde se dirige, —Seguro está en el mausoleo. Fue cabalgando a toda la velocidad que daba el animal, lo ve , está a unos pasos, tiene una sola oportunidad, le grita, el monstruo gira y Frank le descarga el arma en el rostro, El 20 monstruo suelta a Débora, Frank la toma entre sus brazos y la lleva cabalgando de vuelta a la mansión, sigue desmayada, al llegar a la casa, la lleva al cuarto, eran alrededor de las cinco de la mañana, va a la cocina y busca un vaso de agua, cuando retorna al cuarto, la ve , parada al lado de la cama, vestida con un traje blanco, viendo al horizonte por la ventana. ella voltea con lágrimas en los ojos, y le dice: —Debo contarte algo, Frank, hoy entendí , vi más allá de lo que siempre he visto, porque hoy pasó algo más de lo que siempre ha pasado. —Que dices no entiendo —Vi su cara, sus facciones, el terror de revelar una verdad que seguro me haría mucho daño. —Mi vida no es vida, yo pensaba que era normal, pero no, mi vida no es vida. —No, no es así, si esa cosa te asechaba ya lo maté, no volverá a pasar. —No Frank, él no me asechaba, el hacía que no perdiera la brújula, nosotros no tenemos futuro. Hace doscientos años, en esta casa hubo un asesinato, yo maté a mi marido, fui maldecida, cada diez años iba a volver sin memoria a ese camino e iba a conocer a un 21 hombre débil de alma, el cual el oscuro quería apoderarse, yo iba a enamorarlo y luego de sentir el amor más grande por él iba a perderlo, la bestia vendría a buscarme para que el hombre de alma débil me siguiera al cementerio donde el oscuro tomara su alma y dejara su recuerdo en el jardín. Hoy tu cambiaste eso, te amé, y mi pena será mayor aun, ya que estas vivo y no te volveré a ver. En ese momento por la ventana entran los primeros rayos de luz, y la presencia de Débora se va desapareciendo frente a él. Corrió a retenerla pero se desvaneció en sus brazos, gritó, se negaba a perderla , no podía pasarle por segunda vez, la muerte no podía ganar, en eso recordó el libro que estaba en la biblioteca, ahí había visto lo que pasó, si había una forma, debía aparecer en ese libro, se dirigió a grandes zancadas a la biblioteca, llegó al escritorio, tomó el libro y buscó entre sus páginas, leyó durante todo el día, eran las cinco de la tarde, de pronto encontró algo entre las líneas del último capítulo, podría ser la solución, tenía que desenterrar el cuerpo y dejar que la primera oscuridad lo toque, la primera noche del inicio de la década y luego realizar el mayor de los sacrificios, no entendía bien, pero tenía un inicio, buscar el 22 cuerpo, tenía una idea de donde estaba y hoy era el inicio de la década, lo demás lo descifraría en el sitio. Tenía que ir rápido, faltaba poco para que cayera la noche. Tomó una pala, montó a caballo y a todo galope se dirigió al cementerio, sin pensar nada fue directo al mausoleo y con un golpe suministrado con la pala rompió el candado, abrió la puertas y vio una tumba en el medio, golpeo una y otra vez con la pala para mover la tapa de la urna, el sol se va ocultando la sombra va tomando su puesto. No hay tiempo, abre la tumba y está la calavera en él, con el vestido blanco con que la vio desvanecerse, y en ese instante las sombras se apoderaron y la noche entró tocando al cadáver y vio como la hermosa Débora va apareciendo en lugar de la calavera, la toma en sus brazos y la besa, en ese momento el mausoleo empieza a derrumbarse, él la toma en sus brazos y la saca antes que los escombros los aprisione, cae en el piso y siente como de entre las tumbas un ente maligno se hace presente. En ese momento recordó que no todo terminaba ahí, algo le advirtió sobre el mayor de los sacrificios, corrió con Débora, el ente los persiguió a través del bosque, los rodeo, unas ramas de los árboles se estiraron y tomaron a Débora, el monstruo 23 se manifestó, le dijo con una espectral voz que le pertenecía, que era de él, y no puede vivir. En ese momento vio como el ente envió una rama afilada directo al corazón de su amada y antes de que llegara, Frank se atravesó en el camino hiriéndolo mor- talmente, luego reinó la oscuridad y el silencio. Esa noche en la mansión… Estaban todas las personas reunidas en el salón, iban a efectuar el primer brindis de la noche, los violines tocaban las melodías de la época, las hermosas damiselas esperaban que el joven solicitado las invitara al salón principal, todo estaba preparado, solo faltaban los novios. —Frank despierta, ya has descansado mucho, nos aguardan en el salón. —Mi amor, me dejaste acostado más tiempo, ¿qué hora es? —Son las nueve, vamos es tarde nos están esperando. —Pero antes un beso Juntos salieron de la habitación, con las miradas entrecruzadas con el obviedad del amor entre ellos, caminaron hasta el borde 24 del fin de las escalinatas, desde ahí fueron recibidos por un hombre elegante. —Y ahora con ustedes los novios -los anuncia el distinguido hombre. —Hoy delante de todos nuestros amigos, te pido que seas mi esposa, ¿aceptas? —le pregunta Frank entre la sonrisa feliz de Débora. —Sí, acepto. Juntos para siempre. —Le responde seguido del más candente de los besos. La celebración del compromiso fue festejada a todo lo alto durante toda la noche, sus amigos y familiares vivieron junto a ellos su amor y su alegría. Ya son las cinco y treinta minutos del naciente amanecer. La luz le da espacio a las sombras y la mansión la recibe, poco a poco los invitados se van desvaneciendo, hasta llegar a Frank y Débora, ambos se besan, sellando el compromiso de amor y comienzan a desaparecer a medida que la luz va tocando sus cuerpos.. El mayor de los sacrificios es dar la vida por el ser amado, Frank nunca lo supo, el descifró el enigma, su corazóny no su cerebro encontró la forma de abrirse paso 25 entre la oscuridad, consiguió la felicidad donde antes se la habían robado, fue eternamente feliz en la oscuridad de la muerte. 26 Crónicas de un Demente El proyecto Individuo 27 Crónicas de un Demente Proyecto Individuo Se podría decir que Arthur era un hombre introvertido, vivía de ir y venir a su trabajo, extrañamente nunca compartía con los compañeros de trabajo, no iba a ninguna fiesta o celebración de la empresa, no tenía amigos, solo compañeros de trabajo. Richard sintió curiosidad de porque Arthur tenía ese comportamiento, si bien no era una persona extraña, podría ser diferente, veía en Arthur un tipo inteligente, em- prendedor, con poder, una chispa que se encendía al llegar al trabajo y se apagaba justo al terminar la jornada laboral, como si un interruptor lo apagara y lo enviara a esperar en un closet hasta la nueva jornada. Eran la cinco de la tarde, terminó la jornada laboral, era viernes, los grupos se unían y planificaban donde sería la juerga nocturna, otros ya tenían planificado su fin de semana con la familia y solo un trago de media hora para compartir, todos menos uno Arthur, el solo recoge su escritorio, cierra su oficina, usa la mano como señal de 28 despedida, y así termina su semana. —Qué extraño —pensó. Se detuvo a pensar el momento de la llegada de Arthur a la oficina, sus inicios y en verdad no lo recuerda, preguntó a los demás y nadie recuerda, solo que siempre va trabaja y se despide, tanta era la curiosidad de Richard que en el Bar donde se reunió el grupo de trabajo abordó a Laura la encargada de la administración del personal y sin tapujos le preguntó cómo había llegado Arthur a la empresa, Laura se sorprendió un poco con la curiosidad de Richard, pensó un poco y le respondió que esa información es confidencial, que no eran cosas que se hablaban en un bar. —Vamos Srta. Laura, no es gran cosa, lo que pasa es que me da curiosidad, es que el tipo es tan raro, trabaja, no tiene fotos de la familia, no comparte, solo habla de trabajo, si sé que el tipo es un genio en lo suyo, que todo el personal respeta sus decisiones, pero dígame en verdad no ve como que le falta algo, que no es todo lo normal que debería, no quiero decir que este loco ni nada no me mal entienda, pero me crea curiosidad. 29 —Como te comenté Richard, no puedo revelarte nada personal ya que entra en la confidencialidad de empresa y empleado. —se queda un instante en un vacío de tiempo, cierra un ojo dando una señal de que quería revelar algo, y entonces le dice: Pero como compañera si puedo decirte que no recuerdo exactamente desde cuando está, siendo sincera, en verdad no me acuerdo, claro está su expediente como todo empleado, pero nunca lo he usado, solo sé que es importante, por eso su hoja de trabajo debe estar intacta, nadie le importa lo demás, hoy es la primera vez que alguien me pregunta por Arthur. Richard no podía entender el porqué de su curiosidad y menos por qué los demás no sentían ni cercano a Arthur dentro de la empresa. El fin de semana de Richard fue solo de pensar en cómo Arthur podía llevar una vida así, comprendía que era exitoso, un genio en las finanzas, su palabra era respetada por todos, pero esa magia se prendía y apagaba con una duración de ocho horas, no podía ser, su conciencia le decía que faltaba algo en esa ecuación. 30 Llegó el lunes y Richard estaba dispuesto a buscar una explicación. —¿Cómo es que alguien tan importante en la empresa, solo se recuerde lo que hace?, pero no de donde vino, ni cuando vino, solo que trabaja aquí y es excelente, pero ¿y lo demás?, no, yo debo averiguar —pensó. Eran las once y Richard observa como Arthur está en su oficina trabajando sin descanso, en eso se levanta de su escritorio y se acerca a la oficina de su tormento. —Buenos días Señor Arthur. —Buenos días Richard, pasa —responde, levantando el rostro que segundos antes estuvo clavado en el ordenador—. Llámame Arthur, no te llevo muchos años, yo diría como mucho siete, esa distancia no da para ese título. —Claro Arthur, seguro, ocurre que desde que trabajo aquí, si mas no me equivoco es primera vez que hablamos, sabes es algo loco, ni siquiera me acuerdo de otra oportunidad. —Bueno, es el trabajo, sabes cuando uno le gusta lo que hace, se sumerge en ello, y lo demás como que pierde valor, yo últimamente he notado esa cualidad en ti, 31 también entras en ese letargo y comienzas a producir. —¿Sera cierto?, ¿tendré más en común con Arthur de lo que creía?, ¿será que por ser tan iguales, notaba la diferencia que los demás no notaban? —Pensó. —Richard, tengo un proyecto emocionante que estoy llevando en este momento, se denomina Individuo y es para el mejor cliente de la empresa, me gustaría que trabajaras conmigo. Podría hablar con Laura para que te asignen, ¿qué te parece? —Arthur no es tan extraño como pensaba, y esto me puede proyectar en la Firma. —Pensó—. Sería un honor Arthur. —Perfecto, bienvenido al proyecto, mañana te espero a primera hora en la sala de juntas. —Bajando el rostro para continuar su trabajo en el ordenador. Eran las ocho de la mañana, llegué apurado, con mi café y todas mis herramientas, ya Arthur estaba en la sala de reuniones, al verme me llama con un ademan. —Richard —Arthur, ¿cómo estás? 32 —Muy bien, con las expectativas muy grandes, este será el proyecto más importante que realizaré para la empresa, y por eso aprecio tu apoyo. —Bueno aquí estoy a tus órdenes. —Richard, este es un proyecto complicado, va más allá de las finanzas, nuestro cliente quiere algo muy importante, es nuestro trabajo conseguir lo que él desea, y estoy seguro que tú eres la persona ideal para lograrlo. Esas palabras retumbaron en la mente de Richard, —¿Cómo era posible, hace apenas unas horas atrás me obsesionaba por qué un hombre como Arthur tenía una vida tan vacía fuera de la oficina?, ¿por qué sus compañeros de trabajo no tenían idea de la labor ni el tiempo de Richard en la empresa? —pensó. Había muchos baches que no entendía pero hoy se siente identificado con él, en el mismo tren, yendo a un mismo destino. Las horas pasaron y se fueron tan rápido como empezaron, no se dio cuenta de cuando acabó el día de trabajo, ni siquiera recuerda que hizo, solo que Arthur se levantó y dijo – Buen trabajo. —Saliendo en ese momento de la oficina. 33 Richard salió un poco después, y no encontró a Arthur, se dirigió a la parte baja del edificio, preguntó a sus compañeros, pero nadie lo vio, o por lo menos a nadie le importó. En los próximos tres días, Richard se volvió una máquina de trabajo, su ritmo en las ocho horas laborales era infernal, se diluía en el trabajo junto a Arthur, todos los días de ocho a cinco. Era viernes, vio como los grupos se empezaban a unir para elegir donde sería la reunión esa noche, pensó que en unos minutos se pondría al día, pero primero debería terminar unas cosas del proyecto. —Son las cinco y diez, rayos los muchachos —se dijo. Salió del salón y ya la oficina estaba sola, pero se oía una voz al fondo, en una oficina que jamás se había dado cuenta que estaba ahí, se acercó y observó que abrían la puerta y salía Arthur, su cara reflejaba satisfacción, una sonrisa que nunca le vio, no era el hombre retraído que llamó su atención la semana atrás, se veía complacido, como si hubiera logrado hacer el trabajo de su vida. Lo ve y se dirige a su oficina. 34 —Richard, acércate, tengo que compartir algo contigo. —Seguro, y dime ¿cómo sabias que estaba acá? —Sabía que estabas acá, escúchame, sé que te ha llamado la atención mi ritmo de vida en la empresa y que has preguntado. —Arthur la verdad es que... —El comentario lo tomó por sorpresa. —Tranquilo, no estoy ofendido, quisieracompartir esto contigo, pero primero quisiera preguntarte algo, ¿cómo te has sentido esta semana trabajando conmigo en el proyecto? —Fascinado, he descubierto que el trabajo es como una droga, cuando dominas algo, te sientes un dios, nada es mejor que eso, estúpido era, cuando estaba un viernes en un bar escapando del trabajo, y pensando que llego la libertad, realmente la vida es el éxito, el dominar algo te hace superior. —Muy bien, quiero contarte lo que solo yo sé, y has preguntado, ¿Cómo llegue acá a la firma y que hago antes de la ocho de la mañana y luego de la cinco de la tarde? 35 Richard sintió que por fin esa obsesión que sintió sin saber porque, iba a ser liberada, no tuvo más que oídos para los siguientes diez minutos. —Hace siete años llegue a la firma, recién salido de la universidad, como Ad- ministrador de negocios, todavía tenía la juventud y sus mañas, me gustaba un día de bar con los compañeros, un fin de semana con mi chica, hice amistad con muchos en la oficina, compartí con las familias y estuve en fechas importantes para ellos, mi vida social era de las mejores, mi chica, era hermosa, vivía solo para compartir con ella, me enamoré desde la universidad, el día que la vi, sentí un sismo en mis piernas, que todo daba vueltas, esa chica tenía que terminar junto a mí el restos de nuestros días, nos graduamos y buscamos trabajo, para en un futuro tener nuestra vida juntos, ya sabes la casa, el cachorro y luego los niños. Yo tenía mi ritmo de las cosas, mi chica tenía otro, esos ritmos chocaron sin yo darme cuenta, en un instante pase de tener el futuro en mis manos al mayor de los sufrimientos, mi chica ya no lo era, un hombre exitoso, con poder, me la arrebató, la deslumbró, y en consecuencia, me olvidó, yo no podía con aquello, sentía que el corazón me lo 36 sacaban de raíz; lloré, la busqué, intenté, pero no, ya el amor que sintió, desapareció. Se lo llevó la realidad, un hombre si éxito no puede tener lo que quiere. ¿Qué opinas del éxito Richard? Richard quedo sorprendido con la pregunta, estaba sumergido en la historia, su mente no entendía como el hombre al cual tenía pocos días conociendo podía ser tan diferente al que estaba oyendo, no podía salir de su sorpresa. —Mira, seguro que el éxito es la marca del hombre, en esta época tan superficial, si uno no tiene éxito vive a la deriva, así me sentí yo, a la deriva. Hasta que esta semana me mostraste lo que es ser especial en algo. —le comentó ya muy identificado con Ar- thur. —Así es Richard, sabía que dirías eso, bueno continúo. Caí en depresión, no levantaba ni en lo social ni en lo laboral, sentía que lo más cercano para mi iba a ser la muerte. Pero un día algo pasó, me di cuenta de un Señor que trabajaba mucho, se veía im- portante, extrañamente nunca me había percatado de él. Me obsesioné con su persona, quería tomarlo de ejemplo, se veía con temple, dominio y poder, todo lo que no 37 tenía y por ello me había quitado lo que no tendré nunca más. El día siguiente El Señor me llamó a su oficina y me ofreció trabajar en un proyecto para el cliente más im- portante de la empresa, tomé el reto, me embriago el poder, el saber todo y no depender de nadie, los demás para mi eran inferiores, no me daba cuenta si se iban o si estaban. —Mientras Arthur contaba su historia, veía como se iba acercando a la mía, sentí un escalofrío enorme que me recorría todo el cuerpo, pero no podía dejar de oír, necesitaba saber todo. —Un viernes, se me aclaró todo, la verdad, el porqué, quien era el cliente más importante y cuál era el fin del proyecto. ¿Richard te acuerdas cual era el objetivo del proyecto? —Un frío recorrió mi cuerpo, trabajé durante horas, me desempeñé como el mejor, terminé todos los días la parte importante del proyecto que me correspondía, pero algo me aterra, no me acuerdo que hice, no sé qué realicé, trabajé me esforcé pero ¿en qué? —pensó, mientras su mente se quebraba intentando encontrar respuestas—. Arthur perdóname tengo una 38 laguna mental, debe ser stress o un bloqueo tonto, sé que el nombre es Proyecto Individuo y trabajamos mucho, pero no sé, déjame calmarme. —Está bien, muy bien eso era lo importante ―El Proyecto Individuo‖, no hay más nada que recordar, lo cierto es que tu trabajo fue maravilloso, el cliente me mostró hace poco su total aceptación, al igual que hace siete años atrás le aceptó a mi mentor el mismo proyecto. Esas palabras retumbaron en la mente de Richard. —¿Por qué no me acuerdo?, ¿Qué quiere decir con que lo aceptó igual que a su mentor? —Richard se sentía perdido en las palabras de Arthur. —Arthur no entiendo, ¿ya se había trabajado en este proyecto? —Si Richard, y se seguirá realizando cada siete años, ese es el contrato, y es el que aceptamos, todos tenemos necesidades, nuestro cliente evalúa por siete años, quien es el indicado para el proyecto, yo lo fui la última vez y no se equivocó, cumplí mi parte y el cumplió la de él. Ahora ve a la 39 oficina de donde me viste salir, él está ahí, esperándote para la entrevista final. —Esa fue la última vez que hable con Arthur, fue la única vez que vi esa expresión de tranquilidad en su rostro, hoy estoy trabajando, tengo su cargo, su oficina, heredé su genialidad y poder, los muchachos de la oficina no me notan, yo tampoco, en realidad estoy muy ocupado, ya falta poco para las cinco, ya me toca irme, en algún momento en estos próximos siete años me tocará esperar para realizar el último proyecto de importancia, ―El Proyecto individuo‖. 40 Crónicas de un Demente Desde una galaxia muy lejana / El primer oscuro 41 Crónicas de un Demente Desde una galaxia muy lejana / El Primer Oscuro Más allá de la vista del hombre se extiende el espacio, equilibrio natural, donde millones de cuerpos celestiales se conjugan armoniosamente, a veces el equilibrio se rompe y deja al descubierto algún secreto que cambia la historia en algún lugar dentro del infinito espacio. Hace trece mil millones de años en la galaxia Abell 1835 IR1916 se encontraba el planeta Raddul, en el vivían dos civilizacio- nes muy avanzadas en comparación a la Tierra, sus habitantes Los Trenks y los Rudnos eran en extremo territoriales, su po- der militar era tan potente que realizaron un tratado de paz para evitar destruir el planeta, tratado que duró un milenio y que las nuevas generaciones decidieron culmi- nar, sin embargo no fueron directamente a la guerra, sabían que tanta era su potencia que en cuestión de segundos destruirían el planeta, prefirieron realizar una variante del tratado, tendrían un año (quinientos sesenta y dos días terrestres), para crear un arma que pudiera ser utilizado por un guerrero, estos pelearían en un planeta abandonado 42 de la galaxia y el que acabara vivo dictaría la suerte de la raza perdedora. Así se hizo, y comenzó el conteo regresivo. De ambas razas los Trenks eran los que se adaptaron más a la idea de compartir el planeta, en ese milenio que duró el tratado intentaron fusionar las culturas, pero los Rudnos eran criaturas de guerra, si bien su potencial tecnológico estaba a la par de los Trenks, su verdadero fuerte era su ideología de batalla, nada era más importante que conquistar, cinco mil años atrás los Trenks estuvieron bajo el yugo de ellos, hasta que un individuo se alzó, Melek o Melek el Grande como se le conoció, dirigió la insubordinación y quinientos años después eran libres, más de tres mil años duró la guerra, muchas bajas, hasta el tratado de no agresión. Un año pasó y llegó el momento de la batalla por la supervivencia, los Trenks sabían que de perder serian esclavos por siempre y debían aceptarlo, sin embargo desconfiaban de los Rudnos, si ganaban deberían estar preparados, Raddul no estaría seguro, esta nueva generación no era de fiar. Los Representantesde ambas razas se reunieron, El Gir Hassri por los Trenks y el Gir Rosner por los Rudnos, un 43 Gir era el estatus más alto para un ciudadano en Raddul, y era un punto en común, a pesar de ser dos razas tan distintas los unía el hecho de ser Raddulianos. El día de la batalla llegó, no se reveló el poder del arma ni como la usaría el gladiador, solo el lugar y la hora, todo monitoreado y transmitido en vivo a cada hogar Radduliano. Su sistema de comu- nicación distaba del conocido por nosotros, eran ondas que emitía un equipo transmisor y enviada al lugar a observar, las ondas bordeaban por todos los ángulos y retornaba a mismo equipo que retransmitía la señal, esta era vista en los hogares y lugares de concentración en tres dimen- siones y con el audio total. Al momento que los Gir que están reunidos en un salón neutral en Raddul y ejecuten el botón de batalla, los guerreros saldrán de las capsulas diseñadas para retenerlos y comenzaría la disputa por la libertad. Raddul estaba paralizado, los Trenks y los Rudnos por última vez verían algo siendo libres. El momento había llegado, los Gir ejecutaron el inicio de la batalla. 44 El planeta Signus era el séptimo planeta en órbita a la estrella principal, cinco orbitas más allá de Raddul. En el batallarán los guerreros, a una distancia calculada para que el poder de las armas no afectara a Raddul, era un sitio árido y sin atmosfera, solo polvo y cráteres. Las Capsulas comienzan la apertura, en Raddul el silencio reina, todos expectantes. Un gran misterio rodeó sobre el gladiador y sus poderes, nadie salvo el selecto grupo de científicos y dirigentes tenía acceso a la información, ya pronto dejará de ser secreto y se convertirá en la batalla más importante de la historia de Raddul. De la capsula de Trenks emerge un guerrero, su nombre Kardin, era un Trenksiano de alto nivel, un trabajo magistral de genética, entrenado desde joven en táctica militares, campeón consecutivo en pelea cuerpo a cuerpo, gran piloto, y con infinitas capacidades científicas y tecnológicas, para los dirigentes el mejor para ese momento tan importante. Traía consigo el arma más poderosa inventada por su raza, una unión en miniatura de toda su tecnología, eran guantes sintetizadores de energía, capaces de recoger la fuerza de los cuerpos celestiales y transformarla en múltiples poderes para su usuario, su 45 cuerpo y organismo se modifica convir- tiéndose en un recipiente de energía sin límites, sin necesidades , el universo lo ali- mentaba, la mente era la encargada de solicitar la transformación necesaria de la energía para el momento, esa era el punto débil del arma, debía tener un acoplamiento total con el usuario, contaba con inteligencia artificial y solo podía usarlo quien posea el poder de concentración al punto de que formara parte de su ser, más un corazón puro para manejar el poder recibido y no ser dominado por el lado oscuro, por ello que lo más importante del guerrero no era la fuerza, sino la mente. De la capsula de los Rudnos , levitando aparece Serniac, un androide de última generación, infinitamente superior a cualquier cuerpo orgánico, con regeneración instantánea, un cuerpo desarrollado con una aleación más resistente que cualquier material conocido hasta el momento, con una actividad corporal eterna, vive de adsorber el poder de las estrellas y transformarla, contaba con el control sobre la materia, fuerza descomunal y la capa- cidad de destrucción, donde lo único importante es ganar sobre todas las cosas. Este androide fue todo el fruto del esfuerzo de los mejores científicos Rudnorianos. 46 La batalla inicia, y el primero en atacar es Serniac, emitiendo un rayo céntrico y atacando directamente a Kardin, este no puede evitarlo y une sus guantes armando una guardia defensiva, recibió el impacto directo, por momentos fue imposible ver, la luz era intensa, los trenksianos presentían lo peor. Luego se oye un grito al unísono, se había aclarado la imagen y estaba Kardin, parado abriendo su guardia, listo para el contraataque. Un grupo de Rudnorianos estaban listo para el ataque final, todo pasaba según el plan, los trenksianos bajaron la guardia, estaban confiando en el tratado, era el momento justo, su supervisión sobre los movimientos de las armas de los rud- norianos era mínima, era el momento, se había preparado el uso de la fuerza mega trónica a toda su potencia, esta arma tenía el potencial de destruir el sistema de los 15 planetas que lo conforman, pero estaban en conocimiento que los Trenks tenían una un portal intergaláctico que absorbía el rayo, con el detalle que para limitar al mínimo su poder destructivo tenía que ser abierto a tiempo y en ese momento solo estaba administrado por los servicios automáticos, debido a que la inteligencia artificial estaba enfocada en minimizar los efectos de los 47 ataques en el frente de batalla, el tiempo en recolocar el portal hará que se absorba solo el noventa y cinco por ciento de la energía enviada, el resto remanente es suficiente para destruir todo el continente Tranksiano mientras la cúpula de energía que envuelve al continente Rudnoriano sería suficiente para protegerlos. La batalla en el planeta Signus era épica, el campo de fuerza administrado por la inteligencia artificial de los Trenks mantenía al planeta y al sistema protegidos, prácticamente la batalla se realizaba dentro de un gran domo de energía, Serniac siempre llevó la ofensiva, golpeaba y enviaba rayos protónicos a Kardin, este recibía los impactos y absorbía gran parte del ataque, no se veía un ganador, solo a un oponente con la motivación de destruir al otro. En Raddul todo era incertidumbre, la población de un lado y del otro a cada ataque del contrario sentía que perdía la vida, la tensión reinaba por cada punto del planeta. El ataque Rudnoriano era inminente, se procedió, la orden llegó, la fuerza mega trónica fue activada , en cuestiones de se- gundos se desplaza al continente Tran- ksiano, la energía artificial detecta la 48 emisión y procede a abandonar la protección del campo de batalla avisa a los guerreros que deben detener la confrontación hasta nuevo aviso, el tiempo está al límite, los cálculos reflejaban que podía minimizar el ataque en un noventa y nueve por ciento, y la cúpula de fuerza del continente debía adsorber el resto. El tiempo corre, la cuenta regresiva empieza y es muy corta, segundos pueden dictar la diferencia. Kardin y Serniac paran inmediatamente la batalla, la protección desaparece, Serniac sonríe maliciosamente y viendo a Kardin se voltea quedando su mirada centrada en Raddul, de él emerge una energía de un poder inimaginable y la focaliza al planeta, Kardin que no comprendió tal acción tomó a Serniac por los hombros descargándole la energía al máximo poder, produciendo un hoyo negro que comenzó a adsorber todo el planeta Signus y la desintegración de Serniac. El ángulo de la protección de la inteligencia artificial se acoplaba cuando se percata del segundo ataque, fracciones de tiempo importante en la decisión de cual energía adsorber desencadenó la tragedia, el impacto de la fuerza megatrónica fue descomunal , el portal solo pudo adsorber el 49 cincuenta por ciento de energía y dos segundos después llegó la energía destructiva de Serniac que era mayor a la anterior, la destrucción completa del sistema había acabado con las dos razas, la disputa de miles de años había llegado a su fin. Millones de años en el tiempo… Era más allá de la medianoche, John manejaba a su casa luego de una jornada de trabajo, laboró unas seis horas más de lo normal, el proyecto que estaba liderando era muy importante y tenía cierto retraso, la soledad reinaba en el camino, la carretera del laboratorio a su casa adolecía de alumbrado, el laboratorio estaba en lo alto dela colina a unos diez kilómetros del pueblo, normalmente el tráfico no era muy alto en horas normales, después de las seis de la tarde solo los empleados del la- boratorio transitaban por ahí. La carretera se expandía por unos tres kilómetros entre un túnel natural formado por las copas de árboles entrelazados, la oscuridad reinaba, John escuchaba la emisora de radio de su amigo Edmon, desde la secundaria su amigo inseparable, padrinos en común de sus hijos y sus hogares son la compañía perfectas de las mañanas de los domingos. Su gusto por 50 la misma música hacia que fuera imperdible su programa nocturno. El túnel vegetal llego a su fin, en eso La radio comienza a fallar, las luces del vehículo flaquean, John mira al horizonte y ve como en el cielo se forma un borde de fuego y un centro oscuro al extremo, detie- ne el vehículo y ve el extraño fenómeno, de repente un hilo de luz incandescente emer- ge del círculo y cae a tierra, a unos cien metros de él, desapareciendo el círculo de luz del cielo, por un momento quedó paralizado, no sabía qué hacer, intentó llamar desde su celular a emergencias, pero no funcionaba, tomó fuerzas y se dirigió a ver qué había ocurrido en el sitio donde la luz había apuntado. A lo lejos se veía una nube densa de polvo, al llegar al lugar ve un cráter y una luz que alumbra desde adentro, dudó, esperó un momento, y se decidió a ver el interior del cráter, con mucho cuidado se fue acercando al borde, quedó congelado en un instante, no podía creer lo que estaba en el interior. Ante sus ojos, incrédulo observó a un ser que emitía un brillo, no intenso más bien opaco, él era muy parecido a un hombre, de gran tamaño, diría cercano a los dos metros , se acerca a su rostro, se veía como un ser humano normal, pero su vestimenta era muy 51 diferente, parecía un traje de buzo, pero de un material extraño, en ese instante ve como aquel individuo abre los ojos, John corrió , se alejó lo más que pudo de aquel lugar, sentía que era una carrera contra el tiempo, pensó que su curiosidad le podía costar la vida, cuando llevaba unos cin- cuenta metros de recorrido se elevó, su cuerpo perdió todo el peso, sentía que era un globo viviente, y luego a gran velocidad retrocedió en el aire de espalda al cráter, en el aire fue volteado bruscamente quedando cara a cara con el individuo, con el hombre caído del cielo. —¿Dónde estoy? —Le pregunta el ser sin mover los labios y con una voz que retumbó su mente recibía el mensaje como si estu- viera hablando frente a frente con alguien, pero con una voz muy profunda. —En la carretera al pueblo, a medio camino de la nada —respondió John con un profundo pánico envolviendo su ser. —No, lo que te pregunto es ¿En qué planeta estoy? —Levantando a John, dirigiendo su cuerpo a un lado de él. —En la tierra, en el planeta Tierra, en el sistema solar, Dios no sé qué decirte, ¿qué quieres saber? —responde aterrado. 52 —¿Que sabes de los Rudnorianos? —le pregunta sin prestar atención al miedo de John. —No sé de qué me hablas ¿vas a matarme?, soy padre, tengo hijos. —Entre gritos rogando por su vida. En eso aquel ser estelar suelta de su manto de energía a John y lo deja caer frente así, John queda inmóvil, sabe que cualquier cosa que intente seria aplastado sin dificultad, solo espero. —No te voy a dañar, solo estoy confuso, llevo miles de años en un sueño suspendido, mi cuerpo convertido en energía deambuló por el universo a través de un hoyo negro por mucho tiempo, tanto que perdí la noción del mismo. Un gran peligro está por venir, un ente lleva tras mi energía muchos años, y tu planeta puede sufrir las consecuencias de ese enfrentamiento, fuerzas oscuras vendrán, debo tener acceso a tecnología para preparar una forma de contrarrestar a ese enemigo, sé que no está en su máximo poder, está luchando para volver, yo pude contenerlo, pero es un ser eterno, el daño que le hice lo ha sufrido por todo este tiempo, ha logrado aliados en el lado oscuro, que intentaran traerlo de vuelta, 53 debes ayudarme tu planeta está en riesgo, tu familia, tus amigos. —¿Cómo puedo ayudar?, ya me demos- traste que soy un ser insignificante compa- rado contigo. —Debo pasar desapercibido, voy a fusio- narme contigo, seremos uno, comparti- remos conciencia, al unirme contigo no podrán leerme los oscuros y nos dará tiempo de crear el sistema para alejar para siempre a nuestro enemigo en común, y hacerlo deambular por miles de años más por el universo. Sin poder responder si aceptaba o no, ya estaba ocurriendo la fusión, una energía brillante los envolvió a los dos y lo que debía suceder, ocurrió. John llegó a su casa alrededor de la tres de la madrugada, su esposa estaba dormida, no se había percatado de la hora, los niños estaban cada uno en su cuarto, la normalidad reinaba en el hogar. Se cambia y se acomoda en la cama junto a July, ella se voltea y se recuesta de él buscando sus brazos para dormir como todas las noches desde que son esposos, él la toma y cae envuelto en un sueño profundo. 54 Hoy es un día normal en la tierra, colapsos, problema entre países, discusiones sobre límites territoriales, hambre desbordada en las tres cuartas partes del planeta, un noventa y cinco por ciento de la humanidad vive con dificultades y el resto en opulencia, nada diferente, un poco más de lo mismo desde el principio de los tiempos. Todo lo que representa un planeta en conflicto, un planeta donde la fuerza oscura se va apoderando de ella. En otro lado del mundo… En Kampala se están reuniendo un grupo adorador del mal, que ha hecho avances significativos en al control de las fuerzas oscuras, su objetivo es adueñarse de la tierra, tomar el control, Joshua su líder, un hombre ambicioso, que vino de la pobreza más extrema, su infancia estuvo entre el continente africano y el americano, adop- tado, vivió el desinterés y el abandono de muy niño y luego el acoso de un padrastro que lo adoctrinó en la ambición y el poder, un hombre que no pudo tener un heredero de su sangre, lo adoptó y lo crio sin el amor de padre pero con los objetivos claros de futuro. 55 El imperio heredado de Joshua le dio la facilidad para invertir en buscar por todo el mundo objetos con energía oscura, capaz de darle acceso a un poder sin límites y lograr todas sus ambiciones, formó un clan de culto a lo oscuro, con gente poderosa, en todos los círculos de importancia en el mundo, todo liderado por él, esperando el momento justo para ejecutar su plan, solo hacía falta el detonante y este estaba justo por llegar. En el laboratorio de Empresas Mortem, se estaba realizando pruebas de envío de ondas en busca de respuesta alienígena, en ese momento los equipos se quedan sin energía, el computador central se reinicia y de él emerge una voz. —Quiero hablar con su líder Joshua de inmediato —una voz espectral brota desde la computadora central. De inmediato se produce el llamado a Joshua, alertado por sus científicos se dirigió en helicóptero desde su torre en la capital de Kampala, las instalaciones de sus labo- ratorios estaban completamente ocultas, camuflaje en las estructuras físicas en la superficie ocultaban a un bunker a tres- cientos metros de profundidad, con treinta 56 pisos entre laboratorios, almacenes, y oficinas de alta tecnología. Joshua entra escoltado al laboratorio informático central. —Bien, aquí estoy, ¿Quién eres?, ¿porque dominas mis sistemas? —Soy tu aliado, te ayudaré a conseguir tus objetivos y tú me ayudaras en los míos. —¿Y cómo lo vas a hacer?, solo oigo una voz que sale de mis computadoras, con desconectar la energía ya no serias nada. —Te mostrare algo En un instante un cuarto con veinte personas se transformó en una sola presencia, la de un aterrado Joshua, este nunca había experimentado algo como lo sucedido, siempre tuvo elcontrol, en este momento no es de él, pertenece a ese ser que se adueñó de sus sistemas. —Creo que estas conforme —le dice saliendo de un minuto de silencio la espectral voz a través del computador central. —Sí, no hay mejor ejemplo. —Ocultando su temor. 57 —Te contaré para que te necesito, llevo en el espacio mucho tiempo, más que la existencia de tu planeta incluso que tu galaxia, errando por culpa de un ser, muy parecido a tu raza, que me atacó cobardemente, y quiero venganza, ambos hemos estado en forma de energía, él a diferencia mía en estado latente. Su energía vital salió ilesa de la destrucción de nuestra galaxia, yo quería ser el emperador del universo y quería tenerlo a mi lado, como mi segundo, pero no hubo momento de hablarlo, se sacrificó por una raza menor, me atacó por sorpresa, única forma que pudiera dejar mi energía en un limbo. Para recuperarla necesito que lo hagas llegar acá y entrar en un portal, que tú me vas a ayudar a construir. —Y yo ¿que gano? —le indica un Joshua que había abandonado el momento de terror. —En principio tu vida, pero soy justo, no destruiré tu planeta te dejaré gobernarlo como uno de mis súbditos de relativa importancia. —¿Y sabes dónde está tu enemigo? —le pregunta ya seducido por el trato. 58 —No, se ha fusionado con un humano, no puedo encontrarlo, solo cuando rompe la fusión es detectable. —¿Y cómo hacemos? quizás nunca rompa la fusión, quizás su intención sea ocultarse para siempre. —Él tiene un punto débil, su mente. Es leal, su instinto es proteger, al fusionarse adquiere el apego a la raza, en este caso a la humana, solo hay que atacarla para hacerlo salir, se el radio del último punto que tocó antes de la fusión, el país de tu mundo donde llegó. Ahí comenzaremos los ataques hasta que aparezca. Han pasado seis meses desde la fusión del alíen con John, todo ha transcurrido normal, en su hogar, la rutina ha permanecido, las reuniones con Edmon y su familia. Los días de escuela de los niños, el trabajo, todo en su normalidad. Sin embargo en el estudio de John todas las noches mientras su esposa e hijos dormían, él trabajaba, no le hacía falta dormir, una energía interior lo mantenía activo, sin necesidad de alimento ni descanso. Planos guardados, cálculos, proyectos, todo con el fin de recrear el portal intergaláctico, única arma capaz de salvar a la humanidad. 59 July llama desde la sala a John y le indica que vea urgente la televisión, ella estaba junto con los niños congelados viendo la imagen, al llegar el entendió que el momento que con temor esperaba estaba por llegar, el primer oscuro, producto del poder de su enemigo y ahora un paeligro inminente para la humanidad. Joshua contemplaba el éxito del primer guerrero oscuro, genéticamente construido en su laboratorio, el recipiente ideal para la fuerza oscura emergente, del que una vez fue Serniac y ahora es una energía maligna contenida en sus sistemas. Radiactivo, un ser poderoso, controlado por la compu- tadora central de Joshua, tenía como obje- tivo destruir la Ciudad General. John le pidió a July que bajara al sótano con los niños, ella nerviosa le preguntaba que iba a ser él. —No te preocupes estoy vigilante de que no quieran robar la casa, la ciudad está algo lejos, pero lo que vi en la televisión no me da tranquilidad. John tomó su vehículo y manejó con dirección a la ciudad, tenía poco tiempo, pero no podía darle salida a Kardin, él sabía que sería detectado al momento, debía ser 60 justo cerca de la ciudad, hasta que pudiera tener los equipos técnicos que pudieran ayudar a John a llegar a tiempo a lugares aislados. El camino se hacía eterno, al fin llega a los límites de la ciudad, en el puente encuentra a una alcabala de agentes de la policía impidiendo el paso, dejó el auto en un costado y pasó por debajo del puente y corrió lo más que pudo hasta que llegó a unos cincuenta metros del oscuro, es el momento el cambio está por realizarse. Muchas personas están atrapadas en edificios, otras se ocultaron en el subterráneo, las multitudes huyen de un ser levitando sobre la ciudad, se hace llamar Radiactivo, destruyo el parque del oeste con solo la emisión de energía desde su mano, un cráter quedo de lo que fue un lugar para caminar y sitio de juego de los niños, carros saltaban por el impacto de los rayos de energía, un vehículo de la fuerza pública intento hacer contacto con el poderoso ser. —Por orden de la policía de Ciudad Central le pedimos que cese el ataque y se entregue. Como respuesta obtuvieron la desinte- gración total de los efectivos y sus uni- dades, la fuerza militar venia en camino, 61 nada parecía detener al poderoso ser que se hizo llamar Radiactivo, llegaron los aviones de combate del comando del ejército a las afueras de ciudad central, ambos atacaron con misiles de corta distancia, un escudo de energía atómica se abrió desde las manos de radioactivo y creció a gran dimensión; absorbiendo el impacto de los misiles y con una ola energía radioactiva explotó los aviones, nada parecía detenerlo. Radiactivo voltea extendiendo sus brazos diciendo: —Ya es suficiente. Como acto seguido se abrió sobre si una esfera de energía atómica de gran tamaño, las personas corrían sin saber si iban a sobrevivir a ese ataque, el mundo está impactado por las imágenes recibidas en directo por un camarógrafo que entendía que iba a ser la última transmisión de su vida y por eso lo importante de realizarla, en ese momento el tiempo se paralizó en el mundo, Radiactivo envió la onda radioactiva directo a la ciudad, ya era todo, el reportero se despidió en vivo, el camarógrafo en pie esperando dar su última toma, el mundo lloró desconsolado. Joshua miraba atento desde su bunker el suceso, el poder de su creación era superior a lo que imaginó, sabía que el dar ese golpe, era una demostración de poder, podía salir de las sombras y tomar al 62 mundo, nadie podría con un ser así, y el enemigo de su aliado no se mostró, fue en contra de lo que había presagiado su computador central, todo indicaba que iba a ser más fácil dominar el mundo, seguro el otro ser no se presentaría. —Estas disfrutando ¿no? —le comenta el ser de energía que usaba al computador como el puente de comunicación. —Mejor no podría haber salido, es una lástima que no podamos tener más de un recipiente para tu poder, en un día seriamos dueños del mundo. —No ha acabado el día, esto solo es una prueba, solo para revelar la ubicación de Kardin, nada más, falta tiempo para recuperarme, el ampliador energético que estamos armando me ayudara a ir recuperando la energía, hasta que tenga la suficiente para traerlo al portal y con su energía recuperar mi cuerpo y gobernar el universo. —Pero si ya el ataque final es inminente, observa. —le indica Joshua a la par de emanar una sonrisa siniestra de orgullo en su rostro. 63 John ve como está a punto de destruir la ciudad, esa energía es suficiente para desaparecerla, une sus manos y emerge Kardin, vuela a súper velocidad y se interpone entre la onda de energía y la ciudad. Con sus brazos extendidos la absorbe, vuela hacia Radiactivo que lo espera con un escudo de energía. Kardin atraviesa el escudo y a su vez a Radiactivo haciéndolo estallar, se voltea y con sus manos absorbe la energía producida por la explosión del cuerpo de Radiactivo, mira hacia la parte baja y observa a la gente agradecida, hace un movimiento para ver fijo al horizonte y vuela desapareciendo velozmente del lugar. —La prueba fue un éxito Johsua, se dónde encontrarlo, ahora nuestro plan comienza, tenemos que ubicar en el planeta una serie de materiales y objetos necesarios para construir el portal, ya cuando necesitemos a Karlin lo tendremos, haremos contenedores para mantener a distancia a Karlin, hay que consumir su tiempo e impedir quese ade- lante, sé que el también necesita hacer un arma capaz de evitar la destrucción de este planeta, pero no puede revelarse, y yo cuento contigo y tu poder terrenal para administrar el tiempo y lograr los objetivos, seguro él está solo con su fusión. 64 El camarógrafo congelado por el miedo a morir, retomó la movilidad y rescató todo el evento con su cámara, el mundo entero vio la proeza de Kardin, nadie sabe quién es, pero sí que hizo y en que se convirtió, en el salvador. —Transmitiendo desde el sitio del acon- tecimiento su reportero Richard Soul, un súper hombre extraordinario nos acaba de salvar hoy, fue increíble la demostración de poder que vimos, cuando todo indicaba que seriamos consumidos por la onda de energía enviada por Radiactivo, este héroe nos salvó, y luego se fue, sin esperar nada, ¿Quién será?, para mi tiene un nombre y es El Hombre Energía, el nacimiento de un súper héroe se ha dado hoy. John llega a su casa y baja al sótano, le cuenta a July que ya el peligro pasó, le explico cómo estuvo afuera cuidando la casa de los vándalos que se aprovechan del nervio de las personas para saquear, pero que ya en televisión habían mostrado que el monstruo había sido controlado, July abrazó a John e inmediatamente los chicos se unie- ron a la demostración de amor. Por hoy el peligro en el mundo había pasado, pero realmente había comenzado 65 una época oscura para la tierra, se enfrentaba a un destino incierto, nuevas amenazas vendrán, pero John y Kardin estarán juntos vigilantes en las sombras. Lo más importante es que el mundo fue testigo de la llegada de un ser increíble que luchará contra las fuerzas oscuras y al cual dieron el nombre de El Hombre Energía. Un ser que la humanidad confía enfrentará los peligros que llegaron desde una galaxia muy lejana. 66 Crónicas de un Demente La amante del más allá. 67 Crónicas de un Demente La amante del más allá María estaba con los chicos de la universidad tomando y disfrutando de la última noche de estudiante, se habían graduado y al día siguiente era el acto donde recibiría el título que se convertiría en su pasaporte a la vida de adulto, pero ese día era especial, su despedida de juventud, los chicos estaban como locos, alcohol, sexo y diversión de eso se trataba esa noche, ya eran entrada las doce de la medianoche, ya muchos chicos se retiraron a dormir la juerga, el acto de graduación era muy temprano y sus padres estarían allí y se supone debían tomar una actitud de madurez, no por ende era el momento más importante en la vida de un joven, quedaron solo seis chicos en la sala de aquella casa, Julio, Eduardo, Jonaima, Rosa, Carlos y María, riendo ya pausadamente, con el alcohol dejando su efecto relajante, luego de lo efusivo de aquella noche, Julio se levanta y corre para buscar algo en su maletín, —chicos miren lo que tengo aquí, se lo quite al club de eventos paranormales, una quija, ¡Vamos a hablar con los muertos! —dijo riendo Julio—. No creo, no debe- ríamos jugar con la memoria de los muertos 68 —dice María con cierto temor en la voz —Venga María, no salgas con esa, solo los niños tienen miedo de esas cosas, vamos yo sé cómo se juega, —dice Eduardo con la risa de un hombre con mucho alcohol en las venas. El acto comenzó, Julio preguntó si había alguna presencia y que respondiera moviendo la ficha, los chicos con la mano colocada en la pequeña pieza ven cómo se va moviendo hacia la palabra "Si", en eso una carcajada se deja escuchar, era Julio que no aguanto la broma, él estaba moviendo la ficha, —Ya vámonos deja eso —dice María con nervios. En eso la ficha se mueve de un golpe y se coloca sobre la palabra "Si", los chicos pararon la risa, y comenzaron a culparse entre sí de esa mala broma, todos concluyeron que Julio fue el causante, él se defendió y retó a los chicos de que preguntaran sin él tocar la ficha, así lo hicieron, menos María, preguntaron quién era, y la ficha con las manos de los chicos comenzó a moverse y deletreó el nombre "Raquel", los chicos se vieron el rostro, les causo un sentir entre miedo y gracia, y Eduardo preguntó, —¿qué quieres? La ficha comenzó a moverse esta vez sola, y deletreo "a María", los chicos giraron el rostro y vieron a María tirada en el suelo, con los ojos completamente blancos y 69 contorsionando su cuerpo como si los huesos no existieran caminó con las manos y pies, la espalda al suelo y el rostro mirando fijamente a todos, los chicos corrieron despavoridos, todos directos a sus dormitorios, no miraron atrás. Eran las ocho de la mañana, los graduandos estaban esperando sentados el comienzo del acto, los padres orgullosos filmaban, tomaban fotos o cualquier cosa para inmortalizar el momento, el evento comenzó, vinieron las presentaciones, profesores y alumnos destacados dieron sus discursos, luego fueron llamando por orden alfabético a los graduandos para buscar su diploma y firmar el acta para convertirse en ese momento en profesionales del mundo, todos con una sonrisa a flor de piel, María fue una de las últimas en tomar su diploma luego se reunió con sus padres para después dar el último adiós a los chicos que fueron parte de su vida y que de ahora en adelante se verán cada cinco años en las reuniones de graduandos, nadie dijo nada, nadie habló lo de aquella noche. Pasaron cinco años, María era una periodista exitosa, una profesional de todos los medios, radio, prensa, televisión y redes sociales, nada quedaba fuera de su alcance, 70 su pasión por su profesión solo se igualaba a la que sentía por Gustavo, su novio, comprometidos a matrimonio, solo en dos días se convertirían en marido y mujer, la relación se basaba en el respeto entre ambos, por su profesiones, la admiración mutua y el sexo que era el ingrediente principal de aquella receta, el día del matrimonio llegó y María fue desposada, la luna de miel fue en Paris, el romance y el sexo fueron los protagonistas de esos días. Dos años habían pasado, era viernes, Gustavo y María tenían una tradición que habían respetado desde su primer día de matrimonio, los viernes ella lo esperaba en la cama y él llegaba con una rosa y dos copas de vino, hablaban, conversaban, de forma muy romántica, era la noche del romance, de la atención, siendo la cúspide de la noche el acto de amor, al puro sentido de hacer el amor, con la pasión del corazón. Gustavo entró en el cuarto pero la luz estaba apagada, entre las sabanas estaba María, él la besó en la mejilla, pero estaba dormida, profundamente, Gustavo la vio con cariño y pensó que seguro tuvo un día muy agitado, le dejó dormir, se recostó a su lado le dio un beso y de igual manera cerró los ojos. Era medianoche, Gustavo de pronto siente un ardor en su espalda, se despierta 71 de golpe, ve a su mujer, con un traje de látex negro, ceñido al cuerpo, sus uñas eran muy grandes, de quizás cinco centímetros, se acercó a él muy rápido, ya estaba sobre él, rostro a rostro, pero su cuerpo no tocaba el suyo. —Que sucede María —dijo Gustavo entre sorprendido y adormitado. Se acercó a su oído y le dijo: —Llámame Raquel y hazme tuya de todas las maneras sucias posibles. Esa noche Gustavo vivió una experiencia sexual única. El despertador sonó, eran las siete de la mañana, Gustavo se despertó agitado, giró su rostro y ahí estaba María, durmiendo, tranquila, vestida con la bata con que la encontró al llegar a la habitación, se levantó y buscó por todos lados, no encontró el traje de látex, se dirigió a donde dormía María y vio sus uñas, eran normales, pequeñas y bien cuidadas, se sentó al borde de la cama. —Dios que sueño tan real —se dijo así mismo. Sentía el cuerpo todo adolorido, como si hubiera corrido un maratón, va al baño y se desviste, se dirige a la ducha, la abre y siente cuando el agua cae en su rostro; tibia, relajante, peroal llegar a su espalda el ardor fue fuerte y repentino, se sale de la ducha y ve la imagen en el espejo, quedó de una pieza, en su espalda 72 estaban las marcas ensangrentadas de las uñas recorriendo su espalda. Un año pasó, la noche de los viernes se convirtió en las más esperadas para Gustavo, él había cambiado, su mujer se había dado cuenta de las marcas que encontraba en su esposo los sábados en la mañana, brazos, espalda o piernas, siempre tenía una marca de rasguños, no era el hombre cariñoso, sentía que para él el sexo era un obligación, no veía su disfrute, los celos la llevó a contratar a un detective, este lo siguió durante un mes, luego le informó que su marido no salía los viernes de su casa, esperó siempre durante toda la noche estacionado y nunca el hombre salió de su hogar, ella le pidió asesoría, estaba segura de que algo pasaba. El detective le dijo que la única lógica es que pase dentro de su casa de alguna manera, que el mismo se haga esas cosas, algún problema mental, le sugirió un psicólogo de parejas o que grabara las noches de los viernes. Ella se fue por la segunda opción, así lo hizo, el detective instaló las cámaras ocultas en todas las habitaciones de la casa, no dejó lugar sin vigilar, él lo podría ver desde su ordenador, así fue el viernes llegó y el detective se quedó vigilante desde su ordenador. 73 El lunes siguiente recibió un mensaje del detective, había renunciado al caso, le dijo que por favor no lo llamara más, le dio la contraseña del programa y las instrucciones para que viera el video, ella no comprendía, pensó que a lo mejor su esposo lo descubrió y lo amenazó, María entró en el programa, vio la grabación, luego cerró el computador, no dijo palabra alguna. En la semana María atendió a su esposo, le brindó todo el romance que pudo, lo hizo sentir amado, detalles de todo tipo, dormían juntos, abrazados y reían al conversar, solo faltaba algo, no había sexo, eso era para él y su amante los viernes después de la medianoche. 74 Crónicas de un Demente Eterno El ciclo del astrónomo 75 Crónicas de un Demente Eterno (historieta narrativa) El Ciclo del Astrónomo Corría el año de mil novecientos cincuenta, Antonio Gil era un científico independiente que trabajaba en la investigación de la regeneración celular, basaba su trabajo en el fenómeno de la estrella de mar y lagartijas que reproducían sus partes luego de haberlas perdido. Antonio estaba agotado tuvo un día de trabajo muy activo, estaba en etapa de análisis, pensaba encontrar la cura para los pacientes con quemaduras graves. Pasaban las ocho de la noche, estaba solo en su laboratorio, procesando un suero y quería analizarlo por intermedio del computador central, en eso recibe una llamada, ve su celular y sonríe. —Hola Katherine, —Hola bebe, no me has llamado hoy. —Mi vida he tenido mucho trabajo, siento que estoy muy cerca. 76 —Pues eso debe parar por ahora, porque tu amada está en la puerta y no le gusta esperar. —¿Estas acá?, je je, no me das forma de negarme. Antonio baja del laboratorio que se encuentra en la parte alta de su casa, él vive por condiciones de seguridad en las afuera de la ciudad, en una finca alejado de cualquier urbanización, fue la exigencia que el gobierno regional le pidió para poderle otorgar el permiso de colocar su laboratorio. —Mi beba, eres una tramposa —le comenta tras una sonrisa. —Si no es así no te veo —Comentario que surge entre apasionados besos. —¿A dónde quieres ir? —Sin poder negarse por la ola de besos recibidos. —Hay una obra de teatro que quisiera ver contigo y no pongas esa cara. —Ok, no he puesto ninguna cara —con pi- cardía en el rostro—. Espera mientras me visto, ven toma una copa de vino que tengo especial para ti. 77 Luego de algunos minutos y mimos salen juntos de la finca, el sol ya se está ocultando, la carretera adolece de alumbrado, hay muy pocas fincas en ese camino y la inversión no era una prioridad del gobierno, la vía era de tierra, no tenía muchos baches y era transitable, la maleza era lo más abundante y el silencio prota- gonista del lugar, en el vehículo Katherine disfrutaba del hombro de Antonio del principio al fin del camino, ella era una mujer hermosa, blanca como la más pura de las frías nieves decembrinas, con unos ojos claros y azules como el océano, un cuerpo al cual la perfección envidiaría y una sonrisa que eclipsaría al más gallardo. —Beba, ¿no te duele la cabeza de tanto rebotar en mi hombro? —Entre risas comenta Antonio. —Eres malo, tú sabes que disfruto de estar cerquita de ti. —¿Y cómo te fue hoy en el trabajo?, mi hermosa reportera. —Hoy cubrí el décimo asesinato del incendiario, el tipo es un enfermo, quemó a un hombre lo amarró a la mesa, le sirvió la cena para luego incendiar la casa, es un degenerado, 78 —¿Y te sigue enviando cartas? —Sí, ya le informé al comisionado, en esta colocó que solo faltan dos muertes para el ciclo del astrónomo. —¿Y sabes qué significa? —levantando la ceja izquierda demostrando extrañeza. —No, la verdad que no y eso me molesta. Llegaron al teatro, el sitio está a reventar, ya Katherine tenía las entradas, se abrieron paso entre la gente, en eso una mano toma del hombro a Katherine, ella gira su rostro y ve a Fernando, un joven millonario que ha estado interesado en ella desde siempre. —Hola preciosa. —Con una voz profunda y misteriosa. —Hola Fernando —responde con tono de indiferencia. —Estas preciosa, tu belleza opaca a las estrellas de la noche. —Gracias Fernando, te recuerdas de Antonio; mi novio. —Poniendo un alto al joven galante. —Si claro, el afortunado, como estás, ¿tienes tanta suerte en lo demás como en el amor? 79 —Como está caballero, no nunca tendré algo igual en la vida como mi hermosa Katherine, estoy de acuerdo con lo que piensas, uno tiene en la vida un momento de suerte, yo me aferré a ella. —No mi bebe, Fernando no tiene ni idea de que la suerte acá es mía, mi rey, vamos que se nos hace tarde para la obra, adiós Fernando. —Con una frialdad que dejaría al polo norte como la entrada al infierno. —Hasta pronto belleza. —Con una seguridad inexplicada. —Fernando Rincones, todavía sangra por la herida ¿no? —Le dice un muy serio Antonio. —Deja malo, ninguna herida, mi corazón le pertenece a un solo hombre y ese eres tú, mi bebe. Ambos disfrutaron de la obra, la gente estuvo contenida en silencio, observando, los artistas se metieron en su papel, Antonio por un momento miró a su amada, en un instante de mucha pasión en la obra, vio como las lágrimas corrían por su mejilla, ella era perfecta, hermosa, sentimental, él no podía ni pensar en pasar un día sin verla. La obra terminó, era momento de volver a la finca, tenían pensado pasar una noche 80 romántica, salieron de la sala de aquel teatro tomados de la mano, emanaban un amor inmenso el uno por el otro, ella era punto de atracción de las miradas, él su consorte, su protector, tomaron su vehículo y siguieron el camino a la finca. —La noche esta hermosa mí bebe, mira las estrellas, cada vez me enamoro más del camino a tu casa. —Mi beba ya te dije que ella espera por ti. —Hay mi bebe, ya me diste el anillo, qué más quisiera yo, pero ya sabes cómo son mis padres, debe haber matrimonio o no me hablan, y sin el amor de mis padres no estoy completa. —Sí, tienen razón, el año próximo nos casamos con todas las de ley, no te me escapas. En eso el vehículo recibe un fuerte golpe, un camión salió de un costado del camino, impactó por el lugar donde está sentada Katherine, ambos perdieron el sentido, unos minutos más tarde, un balde de agua impacta en la cara de Antonio. —Despierta capricornio —una voz con tono alocado se desprendía de un rostro enmascarado. 81 —¿Quién eres?, ¿qué pasa aquí?
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