Poema electricidad

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En el vasto océano de electrones, 
donde la energía fluye sin cesar, 
se despierta el poder de la electricidad, 
un fenómeno lleno de luz y magnetismo. 
 
Como corrientes invisibles que surcan el espacio, 
los electrones bailan en su danza cargada, 
creando un torrente de energía sin igual, 
que ilumina nuestras vidas y nos impulsa hacia adelante. 
 
En los cables y circuitos entrelazados, 
la electricidad viaja sin descanso, 
iluminando calles, hogares y ciudades, 
con su brillo radiante y su fuerza indomable. 
 
En las centrales eléctricas, el corazón late, 
generando voltajes y potencia sin igual, 
transformando la energía de fuentes diversas, 
en un flujo constante de electricidad vital. 
 
La electricidad nos conecta y nos une, 
nos permite comunicarnos en segundos, 
y nos transporta a través de las distancias, 
en un mundo interconectado y vibrante. 
 
Pero no debemos olvidar su poderío, 
la electricidad exige respeto y precaución, 
pues en un instante puede desatarse, 
provocando estruendos y chispas de destrucción. 
 
Entonces, maravillémonos ante su poder, 
utilicémosla con sabiduría y responsabilidad, 
aprovechemos su energía renovable, 
y cuidemos nuestro planeta con amor y gratitud. 
 
La electricidad, un don de la ciencia y la naturaleza, 
nos acompaña en cada paso del camino, 
iluminando nuestras vidas con su fulgor, 
y encendiendo la llama de la innovación y el progreso.