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El fundamento de las sociedades humanas qué nos enseña la antropología INTRODUCCIÓN Hasta mediados del siglo 19, la etnología no era más que una suma de relatos y descripciones producidas por militares, exploradores, funcionarios, misioneros y comerciantes que habían acompañado desde el siglo 16, a la expansión colonial y comercial. Estos relatos sirvieron de modo más o menos directo para la instauración del dominio de Occidente y su percepción como espejo de los progresos de la humanidad. No obstante, también ocurría que algunos filósofos y varios poetas veían en las costumbres de algunos nativos “salvajes” los maravillosos progresos que habían hecho. En resumen Hasta mediados del siglo 19, la etnología fue ante todo, una etnología embebida de ideología occidental, y no era más que una suma de relatos que sirvieron para la expansión colonial y comercial de Occidente. La antropología recién comenzó a afianzarse como disciplina científica en la segunda mitad del siglo 19 cuando sus padres fundadores Morgan y Tylor emprendieron el análisis sistemático de las costumbres de otros pueblos. “Dado que no nacemos antropólogos, sino que nos hacemos antropólogos, resulta indispensable bosquejar a grandes rasgos el mundo en el que ejercemos y continuaremos ejerciendo, por algún tiempo más, nuestro oficio.” El mundo de hoy surgió de tres evoluciones mayores… 1. Después de la Segunda Guerra Mundial: ● Luego de siglos de dominación, pero múltiples actos de resistencia de las poblaciones sometidas, se hace la lenta desintegración de los imperios coloniales de las potencias europeas (Gran Bretaña, Francia, Holanda, Portugal; España las había perdido en el siglo 19 y Alemania en 1918) ● Estos Estados Artificiales, se convertirían en Naciones y construirían o reinvindicarían una identidad común que unificará a estas sociedades locales. ● Esos Estados-nación tenían su Estado en base al principio de separación entre lo político y la religión, propio de los Estados europeo y americano luego de que las revoluciones lo impusieran a sus gobiernos. Esas revoluciones eran orientadas a liberar a las ciencias y a la sociedad de la sumisión forzada a la religión y sus teologías, pero también al poder de los reyes y sus clases dominantes. ● La descomposición de los antiguos imperios coloniales concluyó en la década de 1960 con la guerra de Vietnam. Pero esta ya no era una guerra tipo local que enfrentaba a una antigua metrópolis, Francia vs una de sus colonias de Extremo Oriente era una guerra global que oponía 2 campos: el mundo occidental capitalista y sus aliados, y por otro, el mundo comunista. 2. División mundial en 3 bloques: El mundo capitalista, el mundo comunista y el Tercer Mundo. Tercer Mundo Engloba a grandes países que reclamaban su independencia. Las voces eran de las notorias figuras carismáticas de Nehru, Nasser, Sukarno, Lumumba. Los países “socialistas” : - Pretendían construir un modo de vida superior al capitalista. De hecho, la democracia “superior” de los países comunistas se convirtió en una dictadura, y se mostró incapaz de elevar de manera significativa el nivel de vida de las poblaciones y competir con los países capitalistas, excepto en tecnología militar, ya que estaban obligados a someter la economía a la lógica de la carrera armamentista con el Occidente capitalista. Rusia, en 1919, en tiempos de la Revolución bolchevique, se hallaba poco industrializada; así como era el caso de Rumania, Bulgaria, Polonia luego de la 2da Guerra Mundial. Fue así como el sistema socialista empezó a quebrarse en forma progresiva, para ser rápidamente desmantelado a partir de la caída del Muro de Berlín, en 1989. En la actualidad solo China, Vietnam, Corea del Norte y Cuba dicen ser socialistas, pero sus economías están cada vez más integradas al proceso de conjunto de la economía capitalista mundial. Durante los último años de los regímenes socialistas, empezó a debilitarse en Europa Occidental el estructuralismo, el marxismo y el existencialismo, ante las críticas de Jean-Francois Lyotard, Michael Foucault, Jean Baudrillard y de manera diferente, Jacques Derrida, Paul Ricoeu La caída del Muro de Berlín derribaba al marxismo de su pedestal, y el retorno del sujeto y la “subjetivación” del individuo regalaba el análisis de las estructuras al universo de los juegos abstractos, impropios para esclarecer la complejidad de las realidades históricas y de las identidades individuales. La humanidad acababa de entrar en la fase definitiva de la expansión mundial de la economía capitalista de mercado y de la implantación generalizada de la democracia liberal al servicio exclusivo de los “derechos del hombre”. Dos movimientos inversos ocurren: A. Integración económica: Desde 1989, el mundo se volvía cada vez más integrado y ningún Estado ni sociedad local podía reproducirse ni desarrollarse materialmente sin integrarse cada vez más en la economía capitalista. B. Segmentación política: En el plano político, por el contrario, hubo la multiplicación de Estados-Nación, surgidos de la desaparición de imperios coloniales más la desintegración del imperio soviético (el caso de la República Checa, Eslovaquia; de Croacia y Bosnia de Ucrania) Esto suele dar origen a el redescubrimiento o reinvención de tradiciones locales, reinvenciones de las que muchos etnólogos se habían desinteresado por haberlas considerado como puras ficciones. La multiplicación de Estados independientes que ingresaban uno tras otro en la ONU acentuó las desigualdades que había entre ellos en términos de influencia y autonomía política. Estados Unidos se autoproclamó como líder del orden mundial. EJEMPLOS: - India: Los fundamentalistas hindúes del Baratiya Janata Party (BJP) predican la religión hindú, que es más un “estilo de vida”, y se dirigen al “alma” de la nación, esa hinduidad que tendría sus raíces y extraería a la fuerza de la Madre-Tierra. La exaltación de la hinduidad se ha manifestado , desde hace dos décadas, en 18,999 disturbios que opusieron a hindúes y mululames. Estos enfrentamientos culminaron con la destrucción de la mezquita sagrada de Ayodhya en 1992. - Sri Lanka: En Sri Lanka, el budismo theravada y la lengua inglesa son considerados la esencia del pueblo, por oposición al hinduismo y la lengua de los tamules. Búsquedas arqueológicas y trabajos linguísitcos se multiplican par aaportar pruebas “científcas” a esta política nacionalista que ha provocado el levantamiento armado de los tamulanes y sus reinvindicaciones “separatitas” - Entre otros casos, No existe una esencia eterna de un pueblo o grupo humano que no cambie. Por lo general, los rasgos que los individuos anteponen para definir su identidad son los que están arraigados en el tiempo, como el hecho de ser los primeros habitantes de una tierra, el de ser siempre chiitas y no sunitas, etc. En la vida de la gente común, los problemas de identidad que reivindican no puede ser sino “verdadera”, “real”, pues, a su juicio, sólo gracias a ella viven la existencia ¿Cómo podría ser falsa? 3. La mayoría de los Estados representados en las Naciones Unidas no gozan de la soberanía que tenían en el siglo 19 o a comienzos del siglo 20. El mundo en el que desempeña hoy su oficio el antropólogo no se caracteriza sólo por los dos movimientos inversos descritos, porque la mayoría de los 191 Estados representados en las Naciones Unidas no gozan de la soberanía que muchos tenían en el siglo 19 o comienzos del siglo 20. Organizaciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio, las empresas transnacionales; la expansión internacional de sectas religiosas, migraciones, las 20,000 organizaciones no gubernamentales, son otras tantas fuerzas que intervienen de diversas maneras en numerosos Estados y sociedades locales. EJEMPLO: Las ONG suelen desarrollar actividades en los países pobres, allí donde el Estado se muestra incapaz de ofrecer a las poblaciones el acceso a necesidades básicas. Al hacerlo, incorporansus ideologías y principios de vida que quieren. Se vuelve una forma de intervención de las sociedades occidentales en la vida de sociedades de África, Asia, América Latina, Oceanía, entre otras. De construir las ciencias sociales no para hacerlas desaparecer, sino para reconstruirlas En un mundo como el nuestro, las sociedades no pueden ser pensadas ni analizadas como totalidades cerradas, con totalidades, ni conjuntos finitos. Ya que semejantes sociedades nunca han existido. Se debe criticar y rechazar esos enfoques teóricos: es lo que ha hecho la New Ethnography; pero acusar a los antropólogos de las generaciones anteriores por haber analizado a las sociedades con tales ideas en la cabeza es falso y demagógico. ¿Qué tiene de sorprendente la evolución de las sociedades? ¿Por qué estos hechos obligarían a los antropólogos a dejar de interesarse en estas sociedades?¿Porque ya no serían sociedades primitivas? Ningún antropólogo podría comprender todos los aspectos de la vida de una sociedad local por si mismo. Es necesaria la cooperación de otras disciplinas. Esto no invalida la legitimidad del enfoque específico del antropólogo, quien se sumerge durante años en la vida de una sociedad local para tratar de comprender los modos de pensar y actuar de sus integrantes, la naturaleza de sus relaciones sociales, las representaciones que se hacen de estas y de sus respectivos lugares en ellas. Su enfoque es distinto al de un sociólogo o un economista. Hay críticas a estas disciplinas (antropología, sociología, economía,etc) por su incapacidad para comprender las maneras de pensar y actuar de sociedades no occidentales. Estas críticas proceden de sociedades independientes y que reivindican el derecho a estudiar por sí mismas sus tradiciones recuperadas o reinventadas de modo que proponen su propia historia. Y esto es una reivindicación perfectamente legítima. Tales críticas, así como el esfuerzo orientado a mostrar e insertar en la historia de la India a esos grupos sociales y sus luchas nos abrieron un nuevo y fecundo campo para la investigación: el de los subaltern studies. Sea como fuere, estas deconstrucciones son la promesa de reconstrucciones más rigurosas, de un conocimiento más rico y más completo acerca de la inmensa diversidad y complejidad De las cosas que se dan, las que se venden y las que no hay que vender ni dar, sino conservar para transmitirlas El repliegue identitario de cada cual sobre sí mismo y la producción de discursos solipsistas, cautivantes y a menudo arrogantes van en contra del objetivo perseguido. Si nadie puede comprender a los otros ni ser comprendido por ellos, ¿Cómo se espera cambiar las relaciones que le hacen experimentar esos “otros''? Tal actitud, la reivindicación de ser el único que puede hablar de sí mismo, no sólo desemboca en la práctica, sino que además constituye una negativa no fundamentada, totalmente arbitraria, a la posibilidad de que exista o de que haya existido alguna vez algo definible como “ciencias” sociales, aunque sea obvio que la cientificidad de estas ciencias es limitada Romper el espejo del sí mismo y construirse un nuevo yo ¿Cómo comprender lo que nunca ha formado parte de la propia cultura, de la propia sociedad? Esta pregunta concierne a todos los etnólogos. Todos persiguen el mismo objetivo: producir conocimientos que no sean la proyección, la reproducción, de los prejuicios culturales y políticos de la sociedad. En otras palabras… ¿Qué hacer para aspirar a producir fragmentos de conocimientos racionales, no ideológicos, de lo que conforma la alteridad de los otros? El antropólogo debe esforzarse por quebrar el espejo del sí mismo o, por lo menos, reprimir todo lo posible la tentación de descifrar a través de ese espejo los actos y las palabras de los integrantes de la sociedad en que ha venido a sumergirse para ejercer su oficio. ¿Qué es el sí mismo? Es la unidad de los diversos yoes que componen a un individuo y que cambian en el transcurso de su existencia. Lo que un individuo tendrá que construir en él para convertirse en antropólogo es un nuevo yo, un yo cognitivo que se agregará a sus otros yoes. ● Yo social - Es el que heredó desde el nacimiento. ● Yo íntimo - Es el que fue modelado, desde el nacimiento, por sus encuentros felices o dolorosos por otras interacciones a lo largo de una vida singular. ● Yo de los deseos - Modela una sensibilidad, es decir, una manera de estar con los demás Deberá agregarse el “yo cognitivo”, que es una forma particular del yo social y cultural, que se adquiere por diferentes vías, entre las cuales se halla la universidad. Se edifica antes de ir a trabajar sobre el terreno,a partir de elementos ideales que llevan la marca de su tiempo. Lo primero que aprende un etnólogo es que debe trabajar sobre sí mismo y descentrar su yo intelectual de los otros yoes que hacen de él lo que es. El etnólogo debe descentrarse respecto de las maneras de pensar al otro, propias de su sociedad, y mantenerse en un estado de vigilancia crítica, disponible para observar y comprender otras formas de pensar y actuar La observación <<participativa>>: fantasías y realidad No basta con asimilar conceptos y métodos y estar dispuesto a renunciar a ellos, si no pueden dar cuenta de las realidades observadas. Es necesario sumergirse durante algunos años en una sociedad. Pero ¿para observar qué?¿Participar en qué y hasta dónde? Para escribir acerca de una sociedad y de una cultura es indispensable: 1. Ante todo, haber captado toda su complejidad, haber observado las interacciones que se producen en situaciones concretas entre los individuos y grupos que la componen. 2. Haber aprendido de esos individuos y las representaciones que hacen de la naturaleza, de sus interrelaciones, del lugar que cada uno ocupa y de los desafíos que afrontan. Para descubrir todo esto no basta que el etnólogo tenga “informantes” culturales, sino que tiene que llevar a cabo investigaciones sistemáticas, perseguidas durante meses, sobre diversos aspectos de la vida social de la población observada, sus actividades, sus rituales, formas de poder, sus fuentes de conflictos, investigaciones que le permitirán comprobar si los individuos dicen lo que hacen y hacen lo que dicen. Tan solo estas investigaciones permiten hacer comprobaciones que dejan comprender aquello que nunca se habría podido ver al cabo de una sola y breve estadía y algunos sondeos. ¿En qué sentido observar es <<participar>> en la vida de los otros? Para aspirar a ello sería necesario que el etnólogo actuara “como los otros”. Luego de cierto tiempo y mucha reflexión, el etnólogo logra comprender hasta cierto punto (compartir “idealmente'') los modos de pensar y actuar de aquellos entre los cuales ha ido a vivir. Sin embargo, el modo de conciencia que un etnólogo tiene de “los otros” nunca podrá coincidir con los modos de conciencia y conocimiento que los otros tienen de sí mismos: Para la sociedad a la que observa, el conocimiento, los ritos, la jerarquía y las costumbres de animales que cazan, les sirve directamente para desarrollar día a día sus concretas condiciones de existencia, y de ese modo producir y reproducir en alguna medida su sociedad. Por el contrario, al etnólogo, esos conocimientos no le sirven en ningún caso para desarrollar las condiciones concretas de su existencia en medio de la sociedad en que está inmerso. Le sirve para comprender a los otros, pero no como para actuar como ellos. Esto no implica que los conocimientos que ha conseguido a su respecto sean falsos o meras ficciones, sino que nos esclarecen sobre la naturaleza del lugar que ocupa el etnólogo cuando se halla en el campo. De la necesidad de comprender para comparar y de comparar para comprender Sin embargo, el etnólogo debe realizar todavía otra tarea más. Se trata de la tarea de comparar la organización aquella, o uno de los aspectos de su funcionamiento, con lo que ocurre en otras sociedades vecinas o sin ningún lazo geográfico ni histórico con ella. Este procedimiento intelectual¿Tiene una utilidad concreta e incluso un sentido para los integrantes de la sociedad que el etnólogo ha estudiado?¿Para qué comparar? La respuesta es clara: Esto es útil en el plano del desarrollo de las ciencias, de la producción de conocimientos que pueden ser utilizados para analizar y ayudar a resolver problemas concretos que se plantean los integrantes de una sociedad. La comparación entre las diferentes maneras en que los grupos humanos han organizado la vida en común a lo largo de la historia es posible, porque todo aquello que los hombres han inventado para darle sentido a su existencia social puede ser comprendido por otros hombres, porque todas las construcciones culturales constituyen sendas respuestas particulares, diferentes incluso divergentes a interrogantes existenciales que todas las sociedades se plantean o se han planteado y que, por su parte, resultan semejantes y convergentes. En todas las sociedades de todas las épocas el hombre se ha preguntado acerca de lo que significa para un ser humano nacer, vivir y morir. Reconocer el carácter universal de estos interrogantes universales no implica que todas las sociedades respondan a ellos de la misma manera. De lo contrario, testifica sobre la multiplicidad y diversidad de mitologías, religiones, filosofías, así como las formas de pensamiento y las reglas de conducta y acción que ellas inducen. Estas preguntas apuntan a dar sentido a realidades a las que se enfrentan los humanos de todas las épocas. Si ser <<relativista>> en ciencias sociales significa: reconocer que las preguntas planteadas y las respuestas dadas por diferentes sociedades en diferentes épocas son todas específicas y cobran sentido en universos culturales distintos, entonces, no se ve bien cómo los antropólogos y demás profesionales de las ciencias sociales les podrían escapar al relativismo. Empero, si se requiere llevar más lejos el relativismo y afirmar que todos esos universos sociales y mentales son radicalmente ajenos entre sí y que, al no tener nada en común, resultan comparables e inaccesibles para quienes no sean los que produjeron y viven en ellos, entonces, se pasa a negar o destruir la posibilidad misma de que existan las ciencias sociales. Entendemos por <<ciencias sociales>> diversos modos de trabajo del pensamiento reflexivo cuyo objetivo es analizar y comprender la naturaleza y funcionamiento de las formas de vida social que la humanidad, en el transcurso de su historia, ha concebido para reproducirse. Demanda a quien se entrega a él descentrarse voluntariamente, abstenerse de los presupuestos sociales y culturales que cada uno está impregnado por su nacimiento. Además, es preciso llevar a cabo investigaciones sistemáticas. Última observación sobre las interrogantes existenciales: las preguntas y respuestas [de las interrogantes universales] no son preguntas planteadas ni respuestas dadas por la sociedad, sino que son siempre los individuos particulares quienes las plantean y les dan respuesta. Una sociedad no es un sujeto (Durkheim) Para que las preguntas y las respuestas que esos individuos habían elaborado se impusieran fue necesaria la conjunción de condiciones muy particulares, no limitadas al poder de su genio ni a la evidencia de la verdad de sus interpretaciones del mundo. Las condiciones para el éxito de una religión, filosofía, no radican solamente en su valor de verdad, sino en la capacidad de esos universos ideales para dar sentido a la vida cotidiana de los individuos, un sentido en el cual tienen fe y cuya verdad va a ser testimoniada a partir de entonces, por el hecho de que viven de acuerdo con esa fe.
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