Populismo y Mesianismo. Caso Fujimori

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Populismo y Mesianismo. Caso: Fujimori
Latinoamérica ha sido y es un terreno de caos político, como podemos observar en el documental presentado por National Geographic en conjunto con el periodista Álvaro Vargas Llosa, los sismos políticos provocados por gobiernos dictatoriales y/o autoritarios forman parte de nuestra historia, remontándonos a la época de la conquista. Según el documental, el autoritarismo como forma de gobierno es aceptado en la región debido a la existencia de insatisfacción con la democracia, el 62% de los latinoamericanos están descontentos porque sienten que solo beneficia a algunos producto de una cultura de discriminación institucional.
Pocos conceptos han generado tanta controversia en la reflexión académica como el de «populismo». Los estudiosos de esta temática han dedicado gran parte de sus esfuerzos a tratar de definir con la mayor rigurosidad posible dicho término. Sin embargo, hasta ahora ese propósito no se ha logrado, pues son infinitos los matices que expresa según los autores, contextos y casos que se estudien. El término «populismo», por su capacidad de albergar procesos diferentes y hasta contradictorios, debe utilizarse con mucha cautela.
A pesar de la dificultad para encontrar un único concepto para esta palabra, se podría definir como la adulteración de la democracia. Lo que el populista busca, al menos esa ha sido la experiencia latinoamericana, es establecer un vínculo directo con el pueblo, por encima, al margen o en contra de las instituciones, las libertades y las leyes; situación que va en contra con todo aspecto democrático. La iniciativa no parte del pueblo sino del líder carismático que define a "el pueblo" como una mezcla social opuesta al "no pueblo". El líder es el agente primordial del populismo. No hay populismo sin la figura del personaje providencial que supuestamente resolverá, de una buena vez y para siempre, los problemas del pueblo.
Entonces estamos de acuerdo que para que exista este populismo debe existir una persona que se encargue de supuestamente trabajar en las problemáticas del pueblo muchas veces yendo en contra del sistema que prima en ese momento. 
“Hitler es el precursor del populismo en Europa”, señaló el historiador italiano Vincenzo Pinto, Hugo Chávez se reeligió, fungió como presidente de Venezuela por 14 años, hasta su muerte en 2013. Fue un populista popular, llegó al poder con 56.2 por ciento de los votos en las elecciones de 1988. Perón, populista, triunfó en las elecciones para elegir presidente de Argentina en 1946 con 53.8 por ciento de los votos. Porcentaje prácticamente igual al que recibió el actual presidente de México, López Obrador, 53.1 por ciento. Perón se reeligió en 1951 con 63.5 por ciento de la votación. Gobernó con intervalos de 10 años la Argentina, hasta su muerte en 1974. Aunque Hitler, Chávez y Perón, populistas, llegaron por la vía del voto al poder, convirtieron sus gobiernos en dictaduras y mantuvieron el poder hasta sus muertes.
Para acercarnos a este tema, hablaremos sobre el ex presidente Alberto Fujimori y sobre sus formas en las que consiguió bastante aceptación. Alberto tiene muchos enemigos, y a medida que la historia avanza me atrevería a decir que cada vez gana más, sin embargo, el ex presidente cuenta con mucha gente que lo sigue y lo apoya hasta el día de hoy. 
Fujimori ganó las elecciones presidenciales en el año 1990. El outsider, Fujimori, recibió un país en crisis inflacionaria y con insurrección terrorista. Su asesor y jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Vladimiro Montesinos, como dice Umberto Jara, fue el eslabón capaz de unir dos debilidades: un ejército desprestigiado por la derrota que le infligió la subversión y abrumado con las denuncias por graves violaciones a los derechos humanos y un anónimo político. Fujimori abordó estos problemas nacionales de cierta manera, pudiéndose definir como acciones mesiánicas.
Por mesianismo se entiende a primera instancia una concepción religiosa, es decir que consta de un mesías y sus discípulos. Se tiene la idea de que “el mesías” viene a liberarnos, a salvarnos. Los mesiánicos toman al pueblo como sumiso o de fe ciega. Asimismo, el mesianismo consta de un líder que lleva atrás un grupo de creyentes de la misma ideología, generalmente conservadora. Un líder mesiánico tiene exceso de confianza y poder de convicción, además no visualiza la realidad como es. Este líder plantea dar un orden revolucionario, llevándose a escuchar como una utopía. 
Se nutren de las sociedades incultas o atrasadas. La pobreza, la corrupción, el hambre y la desesperación en un país es motivo para que los políticos se dirijan al pueblo y los convenzan de qué tienen una solución. Lamentablemente, lo peor es que la sociedad cae en estas promesas. Creen estar por encima de la ley y de los poderes estatales, por lo que siempre tienen un enemigo y los que no están de acuerdo con él, serán considerados traidores. Si algo falla durante su mandato, se lavan las manos y no aceptan su error, es más les echan la culpa a otros.
El 5 de abril de 1992, el presidente disolvió “temporalmente” el congreso. Desmanteló el estado de derecho y nadie se opuso. manipuló el miedo de la población a través de los medios de comunicación. Tras dar fin a la guerrilla Sendero Luminoso e inicio al crecimiento económico reafirmó la aprobación de la población y de otros gobiernos como el americano. Podemos decir que fue la primera dictadura mediática en el país. Haciendo uso de los términos vistos en clase, se vivió un autoritarismo competitivo: Fujimori llegó al poder por la vía electoral, pero hizo uso de la inestable situación del país para que su autogolpe parezca legítimo con argumentos que van más por la seguridad nacional que económica. Si bien Fujimori afirmó que estaba haciendo que Perú fuera más democrático y no menos, es una “cortina de humo”. En una democracia se deben proteger las libertades civiles y a continuación explicaré cómo el resultado de la ausencia de instituciones de responsabilidad horizontal y prensa libre fue la corrupción y la autocracia.
Fujimori se presentó como una salvación, el manejo de la comunicación en su primer gobierno era de admirar, era retratado en las fotografías como un presidente que estaba en el lugar e iba a salvar, rasgos mesiánicos que al mismo tiempo entran en la categoría del populismo. Durante su mandato solía viajar por todo el país en busca de apoyo político, estos viajes nunca fueron fiscalizados, en 1996 los gastos habían superado el 40% del presupuesto. Inauguró colegios, hospitales, entre otras instituciones estatales, que realmente no funcionaban por falta de personal y diversos factores. Esto va de la mano con su carácter tecnócrata, mientras la cifra crezca es sinónimo de que las cosas marchan bien. Leslie Wehner (2004) concluye en que “la susceptibilidad del votante para seguir y creer en el discurso electoral populista. El votante sigue a los líderes populistas carismáticos, por la falta de representatividad e inclusividad de las instituciones democráticas en el proceso de toma de decisiones. Este hecho produce el alejamiento de la ciudadanía de la política y la búsqueda de nuevos símbolos, discursos y líderes que los representen en forma plena”. 
El Grupo Colina y las esterilizaciones forzadas a mujeres indígenas se llevaron a cabo bajo el mandato de Fujimori “democracia por seguridad”. El Grupo Colina, quienes extrajudicialmente eliminaban a la oposición política y mediática. La violencia física destacaba a este grupo, los sucesos ocurridos en Barrios Altos y La Cantuta no deben pasar desapercibidos. Con respecto a las esterilizaciones, estas fueron ajenas a la lucha antisubversiva, lo que demuestra que el gobierno de Fujimori al tener control de los poderes realizó una mala ejecución de estos. Los funcionarios esterilizaron a 272 028 personas: mujeres pobres, rurales e indígenas. Muchas de ellas sufrieron complicaciones médicas y algunas murieron. El problema fue que estos funcionarios recibían recompensas cuandocumplían con las cuotas de esterilización, por ello, se centraron en el grupo más fácil de manipular: mujeres indígenas.
El derrocamiento de Fujimori, si bien empezó con la transmisión de un “vladivideo” por el Canal N, el único canal que no controlaba Montesinos. Se debió a la reacción de la calle. Los peruanos venían sospechando que su gobierno era deshonesto y este video lo confirmó. Con respecto a que, si Fujimori fue inocente y desconocía las acciones de su asesor, no hay que dejarse engañar. Evidentemente, un presidente sabe lo que hace su asesor. A pesar de que Fujimori sí llegó a aceptar algunos cargos como los US$15 millones entregados a Montesinos para “evitar un golpe de Estado”, es claro que hay muchos delitos de los que sigue impune como los mencionados en el párrafo anterior. 
El capítulo 14 de “En perspectiva podcast” habla del Mesianismo, sus características y su relación con la religión. Sus palabras se pueden ver bien en el caso de la guerra del Cenepa (1995). Muchos consideran que este conflicto surgió para que Fujimori pueda ser reelegido, por la aparición de figuras opositoras como Javier Pérez de Cuellar. Dentro del podcast se menciona que una de las partes más importantes dentro del discurso de un líder mesiánico es unir a la nación contra un enemigo, usualmente es contra un sujeto interno, ahora fue contra el país vecino. La guerra parecía convertirse en un elemento unificador. A pesar de eso, la guerra estaba siendo ganada por Ecuador, derribando 10 aeronaves peruanas. Fujimori aprovechó todo el conflicto para aumentar su popularidad, incluso una bomba estalló muy cerca de él. Los medios supieron utilizar bien el conflicto, pero no sería suficiente. El gobierno negaba que él Perú estuviera en desventaja, pero era obvio que se tenía que tomar una decisión importante. El host menciona que los líderes mesiánicos abusan de su carisma, junto al poder de su palabra para manipular a sus débiles seguidores. Esto se puede aplicar directamente en el caso, ya que, una de las partes más determinantes dentro del accionar nacional para “ganar” el conflicto fue la supuesta toma de Tiwinza. El expresidente hizo algo nunca antes visto en la historia latinoamericana, manipuló al pueblo y a los medios de ambos países para poder desorganizar a las fuerzas de Ecuador. Todo esto logró que Fujimori ordene el infame miércoles negro para dar un gran golpe a las fuerzas ecuatorianas. Después aprovechando que tenía todos los ojos en él, dejó que opine el derecho. Se puede decir que la comunicación política, fue lo que determinó la guerra. Esto solo fue posible por la figura de Alberto Fujimori de líder supremo dentro de gran parte de la población y su gran capacidad para tomar decisiones importantes
Si bien ya conocemos el concepto de mesianismo político, hay que mirar también cómo este mismo término ha ido evolucionando a lo largo del tiempo y de qué manera la misma sociedad se está “cuidando” del mismo. Es inevitable volver al ejemplo de la disolución del congreso al momento de ligar el comportamiento “extraordinario” que un político mesiánico posee o quiere dar a conocer a las masas que posee. Como dice Eugenio Tironi en el conversatorio “¿tenemos vacuna contra el mesianismo político?”, citando a Maquiavelo, las masas son como una mujer caprichosa: hay que someterlas y hasta golpearlas, pero siempre van a seguir buscando el mismo sometimiento. Si bien así se pensaba antiguamente e incluso suena bastante fuerte y difícil de digerir, Eugenio afirma que en los tiempos modernos se sigue utilizando. Un líder mesiánico toma decisiones firmes, claras y concisas, como golpes y desacatos de poder tal cual como Fujimori hacía (otro ejemplo es el famoso fujishock). Claro está que los fujimoristas siguen buscando ese tipo de sometimiento y liderazgo que sienten que hace falta. 
Sin embargo, y como dice Eugenio, las redes sociales han hecho que la humanidad alcance un nivel de comunicación horizontal nunca imaginada. Ahora la humanidad no se comporta como una masa y como un cuerpo fusionado, sino como micro-anarquías. Las redes sociales dificultan comprender la complejidad de la realidad y se limitan a mensajes cortos y concisos. Nos da el ejemplo de la famosa teoría de la aguja hipodérmica, pero que en este caso se diluye. Si bien uno inyecta un mensaje hacia su público, en las redes sociales esto se multiplica y hay cientos de agujas inyectando información. Tironi sustenta que las redes sociales son mucho más saludables que la propaganda porque usualmente uno busca confirmar sus propias creencias en vez de que te las impongan por otros medios y por desinformación. 
En conclusión, tomamos lo citado anteriormente para resaltar que Fujimori encontró al Perú en el momento perfecto para poder desarrollar su carácter mesiánico, autoritario, populista, y que aparte le agrade a la población esta forma de gobernar, pero lamentablemente esto también fue su talón de Aquiles y no siempre uno va a poder ser la excepción del país. Así como, definitivamente no se cambió democracia por seguridad, la democracia fue arrebatada y la seguridad estuvo ausente. Los eventos ocurridos en este gobierno no deben olvidarse. Se vivió una violación a los derechos humanos de los peruanos: mujeres violadas por las fuerzas armadas, abuso físico a los pobladores, desapariciones y matanzas. 
Bibliografía
1. Crabtree, J. (1997). Populismo y neopopulismo: la experiencia peruana. Apuntes: Revista De Ciencias Sociales, 40, 97–109. https://doi.org/10.21678/apuntes.40.457
2. Wehner V, L. (2004). El neo-populismo de Menem y Fujimori: Desde la primera campaña electoral hasta la reelección en 1995*. Revista Enfoques, 2.
3. Gonzales , M. A. (2004). EL PERÚ BAJO FUJIMORI: ALUMBRAMIENTO, AUGE Y OCASO DE UNA DICTADURA PERUANA . (Tesis Doctoral) Universidad Complutense de Madrid.
4. El populismo latinoamericano: entre la democratización y el autoritarismo | Nueva Sociedad. (2013, 1 septiembre). Nueva Sociedad | Democracia y política en América Latina.https://nuso.org/articulo/el-populismo-latinoamericano-entre-la-democratizacion-y-el-autoritarismo/