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Reseña Segundo Tratado Sobre El Gobierno Civil de John Locke Capítulos 6 y 7: Parágrafos 56-97 Juan Sebastián Gómez Marriaga Locke comienza con el capítulo 6 llamado Del Poder Paternal, exponiendo el término y sobre cómo éste se ha concebido erróneamente razón por la cual debe ser repensado. Comúnmente la expresión poder paternal ha sido acuñada única y exclusivamente al padre aludiendo que solamente él tiene la soberanía de ejercer control sobre su descendencia ya que, según los absolutistas viene de un mandato divino. Locke no está de acuerdo con esto y plantea que en efecto la ley positiva de Dios obliga a ejercer ese poder paternal sobre los hijos pero que es un poder compartido, es decir, un poder de los padres, sin embargo, es una cuestión de la que más adelante Locke hablará al termino del sexto capítulo. De lo siguiente que el filósofo inglés se encargará de tocar es el tema de la igualdad, que ya expuso en el capítulo segundo y de lo cual también se ha analizado en anteriores sesiones del curso, sin embargo, no es menos importante notar la definición que él da aquí sobre el concepto, la cual no es una igualdad en el pleno sentido de la palabra (espero se entienda), sino que, y cito: “Todos los hombres son iguales por naturaleza, no quiero que se me entienda que estoy refiriéndome a toda clase de igualdad. La edad o la virtud pueden dar a los hombres justa precedencia; la excelencia de facultades y de méritos puede situar a otros por encima del nivel común; el nacimiento puede obligar a algunos, y los compromisos y el beneficio recibido pueden obligar a otros a respetar a aquellos a quienes la naturaleza o la gratitud o cualquier otro signo de respetabilidad hace que se le deba sumisión; y, sin embargo, todo esto es compatible con la igualdad de la que participan todos los hombres en lo que respecta a la jurisdicción o dominio de uno sobre otro”. (Locke, Segundo Tratado del Gobierno Civil, parágrafo 54) No es entonces una igualdad absoluta porque está condicionada a cuestiones materiales si se quiere, pero sigue siendo igualdad en tanto que cada hombre tiene derecho a disfrutar su libertad y lo que posea sin estar supeditado a las voluntades de otros. Y cabe aclarar que esto ocurre bajo el estado de naturaleza en el que se encuentran inmersos los hombres. Ahora bien, aunque todos sean iguales, no significa que todos nazcan en estado de igualdad, me refiero a la cuestión que el filósofo expresa con los menores; si bien llegarán a ese estado, es solo por el tiempo y la edad la que lo encaminarán a ello, luego, ello viene acompañado de otro componente a saber: la razón. Para llegar a estar bajo los designios de la ley natural es necesario tener conocimiento de dicha ley, cosa que los menores de edad no tienen, por lo que argumenta el contractualista que deben estar sujetos a las voluntades externas, es decir, al gobierno y mandato de sus progenitores, y llegado el momento en que sean mayores y hagan uso de la razón, entrarán a ese estado de igualdad y por ende serán libres bajo los preceptos que la ley natural disponga. Locke retomando lo que a principios del capítulo había dejado, ahora habla del poder paternal, pero esta vez lo desglosa en dos partes que lo conforman. Por un lado, está lo que él llama del deber paternal que corresponde a toda educación, protección salud, etc. Es decir, resumidos en los cuidados que los padres deben a sus hijos, y este se extingue cuando el hijo alcanza la mayoría de edad y puede valerse por sí mismo. Por el otro lado, se encuentra el honor y que es el deber de los hijos, constituye en la otra mitad de ese poder paternal, la cual permanece aún después de desligarse los hijos de los padres. Sin embargo, Locke afirma que este último, aunque es deber de los hijos no constituye ni mucho menos a ceder la soberanía de estos a sus padres a mandar sobre sus libertades y bienes. Para el siguiente capítulo De la Sociedad Política o Civil, Locke va definir qué es y quienes hacen parte de esa sociedad civil, adicional a ello, define cómo el hombre puede salir de ese estado de naturaleza en el que se encuentra y llegar al estado civil. Pero primero el filósofo expone que hay tres tipos de sociedades ya constituidas; la primera es la sociedad conyugal, aquella que involucra la unión de un hombre y una mujer por el vínculo matrimonial y trae consigo el propósito y deber de los padres de ayudar y asistir a su descendencia; cabe aclarar que Locke en este tipo de sociedades hace mención, aunque no de manera explícita, del concepto de separación o divorcio por voluntad de ambos, y lo define como ese pacto que puede ser cancelado una vez los procesos de procreación, educación, cuidado y herencia hayan terminado. El siguiente tipo de sociedad es la de padres e hijos, que no es más que esa aquella donde el poder paternal se desarrolla, es decir, esa donde los padres asumen el deber de criar y asistir a sus hijos hasta que éstos sean autosuficientes por sí mismos. Por último, habla de la sociedad amo y siervo la cual contempla que aquel hombre libre se somete de manera transitoria a su amo vendiéndole su servicio a este, pero a cambio de una remuneración. Luego, para John Locke ninguno de estos tipos de sociedades llega a constituir una sociedad política. Para que haya sociedad política o civil, todos los individuos que están en el estado de naturaleza deben ceder sus libertades, deseos, proteger sus bienes y sobre todo juzgar y sancionar según sus criterios le permitan (lo que Locke llama poder natural) a la comunidad, la cual viene a ser garante que decide según las leyes y normas establecidas que rigen para todos por igual y son sancionadas por quienes la comunidad misma escoja. Vemos también en este capítulo que Locke hace mención al surgimiento y conformación del Estado el cual tiene la capacidad de hacer las leyes lo que define como el poder legislativo, pero a su vez tiene el poder de castigar y sancionar, de hacer la guerra y la paz para proteger y preservar las posesiones de todos, este último poder corresponde al ejecutivo. Por último, Locke va plantear que todo hombre reunido en sociedad puede salir de ese estado de naturaleza en la medida en que cada uno se despoje de su poder natural y lo entregue a un poder público. Es ahí cuando deja de ser sociedad y se convierte en un cuerpo político. Pregunta: ¿Existe diferencia entre el Poder Paternal y Poder Político? Bibliografía Locke, John (2007). Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil. Un ensayo acerca del verdadero origen y fin del Gobierno civil. Madrid: Alianza.
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