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Ficha texto Silva et al - Claudia Ahumada Parraguez

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Universidad de Santiago de Chile
Facultad de Humanidades
Escuela de Psicología
Taller de Formación V
Ficha texto “Un modelo metodológico para el estudio del cuerpo en investigaciones biográficas: los mapas corporales” de Silva et al.
Claudia Ahumada; Rocío Contreras; Sara Pérez; Francisca Rozas; Pablo Sepúlveda
I. Síntesis del texto
El texto de Silva et al. (2013) nos presenta un modelo metodológico de los Mapas Corporales utilizado para investigaciones biográficas desde el uso de los conocimientos producidos sobre el cuerpo.
Las investigaciones biográficas no son recientes, desarrollándose desde diferentes perspectivas. Sin embargo, si bien las ciencias sociales han asumido el rol de rescatar historias de vida, la incorporación del cuerpo como un elemento más para la evocación de la memoria no ha tenido la relevancia apropiada, pues se ha visto deslegitimada debido al vínculo carnal que este tiene, aproximándose más al ámbito material de la naturaleza. Se ha tendido a investigar a un “yo” descorporeizado. En cambio, con la práctica de la metodología de los mapas corporales se pretende colocar a lo corpóreo dentro del ámbito de lo natural, dándole espacio también a las memorias corporales y no solo a la racionalidad propia del discurso científico en las investigaciones sociales. Se le propone desde su valor simbólico, y se le reconoce en todas las dimensiones psicosociales y contextuales del individuo. 
El modelo de mapas corporales, a diferencia de otros planteados con anterioridad, no tiene fines de diagnóstico ni intervención, sino que busca la producción de significados y discursos materializados en un cuerpo que ha sido protagonista de su biografía. Asimismo, dentro de los pasos a seguir de esta propuesta se encuentran la articulación de saberes desde una co-construcción de escritura, relatos orales, gráficas autobiográficas y elaboraciones de geografías de las experiencias corporales, tomando en cuenta las relaciones interpersonales y 
autoanálisis de experiencias relacionadas con contextos socioculturales y afectivos, donde el protagonista de este ejercicio biográfico se colocaría como autor de su interpretación. 
Para realizar un mapa corporal, existen una serie de pasos, comenzando desde la organización de los grupos (que no tienen restricciones de edad, género o nivel socioeconómico), la elaboración de la línea de vida (con el fin de organizar los acontecimientos situados en contextos sociopolíticos), escrituras autobiográficas (estimulada por preguntas reflexivas, identificando puntos y personas relevantes), relatar lo escrito (etapa de mayor espontaneidad debido a que los fragmentos son elegidos libremente), mapa corporal (donde se recogen todas las etapas anteriores mediante una reflexión intertextual) y la fase de cierre (donde se comparten voluntariamente las experiencias).
Dentro de este ejercicio se identifican 3 dimensiones: narrativa, gráfica y la proyectiva. La dimensión narrativa es a través de la cual se pretende recuperar los espacios de interpretación de la memoria organizada en una suma de otros espacios biográficos que el sujeto consideró significativos. Dentro de esta dimensión existen dos subdivisiones que aluden a: 1) discursos normativos e ideales estandarizados de belleza y estética sobre el cuerpo y 2) prácticas asociadas al uso de las biotecnologías, intervenciones estéticas o dispositivos correctivos en el cuerpo. Por otro lado, en la dimensión gráfica, el sujeto representa la imagen propia y social, las cuales adquieren dimensión, color y forma, expresando sus sensaciones, emociones, conflictos, sufrimientos, etc. Finalmente la dimensión proyectiva está compuesta por simbolismos que surge a partir de las otras dos mencionadas anteriormente, y en ella, además, se elaboran los conflictos y obstáculos que le impiden al individuo alcanzar el bienestar. 
La interpretación y análisis se construye progresivamente junto con los participantes durante la investigación para dar finalmente con una representación de la cultura materializada en los cuerpos. Para esto, se trabaja desde una comprensión intertextual de todos los materiales recolectados.
El texto finaliza haciendo hincapié en el apartado de la discusión acerca de cómo los vacíos de conocimiento que el método biográfico ha dejado en relación al estudio del cuerpo bajo los discursos de la ciencia se contrastan con la propuesta de la metodología de los mapas corporales de recuperar la visión de los lenguajes corporeizados.
II. Reflexión Grupal 
El ser humano: ¿Es un cuerpo con mente o una mente en un cuerpo? ¿Qué es ser hombre y qué es ser mujer? ¿Esto es igual a su identidad o a cómo se percibe? El texto invita a replantearnos estas interrogantes de manera amplia y disruptiva. El cuerpo es la materia física con la cual se experimenta la existencia, pero también el que vive las emociones, materializa las creencias, los principios y consolida la propia historia. En consecuencia, el cuerpo no se puede desechar, porque desecharlo es acercarse a la muerte, aceptarla y negar la propia vida, de esta manera, ocupa un lugar en la sociedad, así podemos observar, oír, palpar, saborear el mundo. Pero también en el cuerpo se generan los procesos reflexivos sobre la existencia, ahí se desenvuelven las apreciaciones del alma. Ya Foucault (2010 citado en Parra, 2018) señalaba en la trascripción de su conferencia el cuerpo utópico realizada por el periódico: 
“Apenas abro los ojos, ya no puedo escapar a ese lugar que Proust, dulcemente, ansiosamente, viene a ocupar una vez más en cada despertar. No es que me clave en el lugar –porque después de todo puedo no sólo moverme y removerme, sino que moverlo a él, removerlo, cambiarlo de lugar–, sino que hay un problema: no puedo desplazarme sin él; no puedo dejarlo allí donde está para irme yo a otra parte. Puedo ir hasta el fin del mundo, puedo esconderme, de mañana, bajo mis mantas, hacerme tan pequeño como pueda, puedo dejarme fundir al sol sobre la playa, pero siempre estará allí donde yo estoy. Él está aquí, irreparablemente, nunca en otra parte. Mi cuerpo es lo contrario de una utopía, es lo que nunca está bajo otro cielo, es el lugar absoluto, el pequeño fragmento de espacio con el cual, en sentido estricto, yo me corporizo”. (p. 21)
Al no poder escapar de la imagen física esta se convierte también en la materialización de la identidad, es decir, el cuerpo es clasificado socialmente por la imagen que constituye, de ahí que, a partir de los significados que la sociedad ha asignado a los órganos sexuales del ser humano se genera la clasificación social del género.
Ambos se necesitan y retroalimentan, y, narcisamente, la autopercepción es ideal según el “Estadio del espejo” de Lacan (1966). Ahí, la visión perfecta de uno mismo, adopta un género, que se relaciona con lo que la sociedad multicultural determina en la identidad. Lo que los demás ven de nosotros, la mirada del hombre respecto de la mujer y viceversa hace a través de la historia asignar categorías, características y rasgos a un ser humano. De ahí la importancia de los mapas corporales y cómo usa el arte como herramienta, pudiendo orientar reflexiones de la identidad: El cuerpo recuerda la verdad y trata de decirla, especialmente en los aspectos que parecen más difíciles de retener de forma consciente. Es una oportunidad para cuestionar el mandato universal de ser mujer y ser hombre, centrarlo de manera individual y observarlo desde la diversidad del grupo.
Parte del texto, en cuanto a la reflexión, nos permite atesorar la técnica de mapa corporal como método que favorece la autoexploración. La perfecta triangulación entre lo percibido, el cuerpo y la sociedad. Como nuestro cuerpo es más que un puro movimiento automático. Desde que nacemos, la cultura, la sociedad y la misma época en que vivimos, determina la forma en que somos, o aspiramos a ser. Nuestra realidad no es tal sino por los lentes de la cultura y cómo influye en todos los aspectos de nuestra vida, los que a su vez se manifiestan a través de la emoción, únicocamino que encuentra para expresar incluso lo que desconoce racionalmente. Esto, debido a que los lenguajes de la corporalidad permiten tomar conciencia de esa "encarnación" concreta, cotidiana, subjetiva y emocional del orden social a partir de un ejercicio de reflexividad. Así, el mapa corporal nos permite el autoconocimiento, como conocer el propio cuerpo en su materialidad, recorrer sus pliegues, texturas, formas y matices. De esta manera, el sujeto puede descubrir su propia “imagen corporal”, la cual se encuentra intrínsecamente ligada a sus procesos emocionales y de socialización de género. 
Referencias
Lacan, J. (1966). Escritos de Lacan: El estadio del espejo como formador de la función del yo [Je] tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica. https://eva.fcs.edu.uy/pluginfile.php/47846/mod_resource/content/2/Lacan%281966%29Escritos1Estadiodelespejo.pdf
Parra, J. (2018). Mapas del cuerpo Metodología para explicar conceptos básicos del enfoque de género [Trabajo de grado para optar al Título de Especialista en Desarrollo Humano con énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad]. Universidad Distrital Francisco José de Caldas. https://repository.udistrital.edu.co/bitstream/handle/11349/14393/ParraGalindoJennifferMilena2018.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Silva, J., Barrientos, J., y Espinoza, R. (2013). Un modelo metodológico para el estudio del cuerpo en investigaciones biográficas: Los mapas corporales. Alpha, (37), 163-182. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-22012013000200012

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