las actividades de julia el clima

Vista previa del material en texto

Las actividades de Julia – el clima
Me llamo Julia. Tengo diez años. Y me gustaría contar un día de una estudiante curiosa... (Incluso después de llegar de la escuela). 
Toda vez que llego de la escuela, mi madre se pone en un sofá. Ella está enfadada por trabajar en la cocina y limpiando la casa todos los días. Todavía ella se contenta por la vida que lleva. Dijo que todo bien. ¡Que sea así!
Por supuesto que todos nosotros nos ponemos felices. Tenemos una habitación muy agradable. Pero hay días que el clima no es tan amable. En primavera todo se parece con el verano. ¡Hace mucho calor! 
Y por hablar en calor, me recuerdo una cosa muy importante: El noticiario en la tele. Ya es de noche. Estudio por la tarde, pero solamente llego a la noche. 
Tengo que hacer una pausa y... ¡Ya está! Estoy lista para ver la previsión del tiempo. Es que siempre he cogido un lápiz y un papel para apuntar las grandes probabilidades de una lluvia y ojalá si también pudiera tener alguna nieve en Brasil alguna vez... Pero vivo en nordeste. Siendo más específica, vivo en Natal, la capital del Rio Grande do Norte. 
Empieza el noticiario ahora. El presentador habla mucho... ¡Pordiosero! Pero la mujer que anuncia el tiempo habla poco, eso que me parece una injusticia. 
Ella dijo que la ciudad mañana tiene la previsión de hacer veintinueve grados. No hay posibilidad de lluvia. Está despejado. 
Pero en Florianópolis habrá mucho frío y hay la posibilidad de haber graniza. 
Ella dijo que en Macapá está nublado. Ellos tienen suerte. 
Ya en Rio de Janeiro chispea la llovizna. 
Y en São Paulo hay tormenta. Truena. Rayos y relámpagos no son los mejores amigos...
Para Brasilia hace viento... Me gustaría que hubiera algo como mágica y que todos los políticos corruptos volaran rumbo a una dirección bien distante de todo y que no volvieran. 
Ella también habla sobre el clima internacional y en Nueva York está nevando así como en Barcelona. 
Cuando todo aquello acabó, fui a acostarme temprano. Triste porque quería que hubiera una lluvia, pero la verdad es que ni siempre las cosas que queremos vamos a tenerlas. 
Pero si no podemos tenerlas, ¡podemos imaginarlas! Y así soñé.