IMPORTANCIA DEL JUEGO EN LA EDUCACIÓN INFANTIL

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BUZÓN VALENCIA KAROLAYN
DIDÁCTICA DE LA EXPRESIÓN TEATRAL
LA IMPORTANCIA DEL JUEGO EN LA EDUCACIÓN INFANTIL
LIGIA RINCÓN GOMEZ
MARZO DEL 2022
UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO
SEDE SUAN
LA IMPORTANCIA DEL JUEGO EN LA EDUCACIÓN INFANTIL
Con respecto a lo anteriormente leído y escuchado por Patricia Sarlé, es claro y oportuno afirmar que el juego en la Educación Infantil, se implementa como una actividad libre, espontánea y esencialmente placentera que el niño de una u otra manera realiza con mucho entusiasmo. Es por ello que se hace imprescindible instaurar el juego en los niños ya que suma como estrategias pedagógicas en lo niveles iniciales.
Cabe resaltar que el juego brinda la capacidad de otorgar un eficiente desarrollo cognitivo, social, emocional y corporal en el niño, (Patricia Sarlé), es una necesidad vital que desde edad preescolar el niño implementa y realiza gracias a la imaginación que posee, se convierte en experiencias que de alguna u otra manera se convierten en un modo de construir sentido en cuanto a las dinámicas que ejercen con los sistemas que se otorgan dentro del juego.
Una forma de incentivar el juego como espacio cultural, imaginario y didáctico es mediante la intencionalidad que haya en el contexto que se encuentre el niño; la cultura es un alto equivalente para proponer un juego, la disposición, el espacio que se brinde hacen una interacción mucho más lúdica de acuerdo al entorno en el que se encuentren. La inclusión del juego en la escuela infantil es ejecutar el juego como campo libre natural de aprender a jugar y no enseñar por medio del juego, la escuela puede enriquecer el juego infantil y desde allí favorecer la construcción de la subjetividad en el niño.
Frente a todo lo establecido desde un contexto crítico, es indispensable promover el juego como un contenido de alto valor cultural para el desarrollo cognitivo, afectivo, ético, estético, motor y social en el niño; es precioso contrastar que el juego se desarrolla siempre en un contexto social y supone una construcción entre los niños y el adulto, por lo tanto nos repercute en gran medida afianzar el juego como un espacio didáctico, cultural y social para el crecimiento eficaz y espontáneo del infante.
Sin embargo, Patricia Sarlé en sus aportaciones dispone y recalca el contexto actual dónde es llevado a cabo el juego y esos espacios sin duda alguna estarían sumisos al “Jugar en casa” y “Jugar en la escuela”, y es importante enfatizar que la casa no es la escuela y la familia no son los docentes y es allí donde podríamos adentrarnos a la temática del por qué es importante saber, ¿Dónde jugar? ¿Cómo jugar? ¿Y con qué jugar?, preguntas relevantes que nos conducen a imaginar que la creación de un estupendo espacio en dónde enseñar juegos que “apasionen” e inviten a ser jugados, es una variable a tener en cuenta. 
Abarcar juegos que atraigan a los niños a repetirlos y amplíen su capacidad lúdica, su repertorio de juegos, así mismo, juegos en los que el dominio de la situación no esté en el maestro sino en los jugadores, juegos de los que se pueda disponer y elegir cuando los niños estén en un contexto realmente amigable. Estos juegos didácticos que se implementan socialmente y son realizados a través de la lúdica que implementa la cultura, son los que vale la pena traer a la escuela.
Ahora bien, la importancia del juego como mecanismo didáctico, social y cultural, se considera el mejor método de propiciar una infancia creativa, espontánea e imaginaria con respecto al contexto que dirige y es allí donde podemos decir qué “el juego como situación imaginaria, permite a los niños no solo recordar experiencias vividas, sino reelaborarlas creadoramente combinándolas entre sí y edificando con ellas nuevas realidades acordes con las aficiones y necesidades.”
En otras palabras, implementar y enseñar el juego en la educación infantil es un derecho que permite de forma autónoma potenciar el desarrollo emocional y cognitivo del infante.