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RESÚMEN ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LA UNIVERSIDAD CÁTEDRA JULIO ENRIQUE BLANCO KAROLAYN BUZÓN VALENCIA LICENCIATURA EN EDUCACIÓN INFANTIL GRUPO 43 RESUMEN 1. ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LA UNIVERSIDAD 1.1 BREVES ANTECEDENTES La sociedad infunde sus raíces en las culturas griegas y hebrea. Grecia, aportó su filosofía y la concepción que existía sobre la sociedad y el hombre en sentido de la organización social democrática en ese entonces, influyó decisivamente en la posterioridad. Después de los intentos imperiales de Alejandro Magno Roma se convierte en heredera de Grecia y se convierte en verdadera maestra del arte de gobernar a los hombres. En el seno del Imperio aparece el cristianismo con su visión trascendente del hombre hacia una verdadera vida eterna. La religión de origen hebreo prende en las masas esclavas, extendiéndose rápidamente ya que vieron en ella esperanza de felicidad. En el sistema económico social se da una simbiosis entre la iglesia y la autoridad, lo cual hace que confundan los poderes del Clero con los poderes del Estado sobre todo en la edad media, especialmente en el siglo X. Ésta confusión de poderes entre la iglesia y los poderes feudales generó rivalidad. Este conflicto por las investiduras de los poderes jugó un papel trascendental en el reconocimiento de los estudios jurídicos, hasta el punto que, al conjuro de la necesidad de buscar el derecho de la justificación del poder reaparece el código de Justiniano el cual vuelven sus ojos, con igual interés. 1.2 El PAPA GREGORIO VII En el siglo XI, enmarcada por un ambiente social y cultural muy particular, apareció la llamada Reforma Gregoriana, que debe su nombre al papa Gregorio VII. Es imprescindible decir, que la Universidad nacería un siglo más tarde: pero debe verse como un proceso interrumpido porque el medio en el cual surge, se creo en el siglo XI a partir del profesor de diástesis. La llamada diástesis buscó el divorcio auténtico entre las dos potestades. Sin embargo, la diástesis se encontró con muchos obstáculos dado a qué los obispos y clérigos eran dueños de tierras, abadías y hasta de parroquias y no estaban dispuestos a aceptar estos cambios. Esto suscitó un encendido debate entre los partidarios del papa, contra los que cerraron fila alrededor del emperador Enrique IV por la defensa de sus intereses económicos. 1.3 LAS UNIVERSITAS PRIMIGENIAS O EL PODER DEL SABER Gracias a las condiciones de la época, el fortalecimiento de otras ramas del saber se centrifugan y se extienden en el siglo XII con las primeras universidades, por lo que en palabras del historiador francés Jacques Le Goff, el siglo XIII es el siglo de los intelectuales, el intelectual nace con las ciudades, con su desarrollo debido a su función comercial e industrial. Las primeras universidades fueron comunidades o corporaciones de maestros y alumnos que se reunían en las afueras de las ciudades para tomar distancia física, política y teológica de los poderes medievales y, en la paz neutral de la naturaleza, dedicarse al estudio de las verdades y a desentrañar el saber absoluto. La Universidad, por lo tanto, era el recurso más eficiente para conocer y divulgar esa verdad, por lo tanto originalmente reclamó autonomía y dedicación exclusiva y desinteresada al saber. La palabra Universidad se conformó también en la Edad Media y deriva del término Universitas: Unus, unidad; verto, variedad o diversidad. Es decir, unidad de la diversidad. La Universidad debe entenderse como institución, esto es, como algo indispensable para la vida social y de prolongada y estable vigencia histórica, que funciona bajo sus propias leyes y no depende ni debe depender de caprichos individuales. 1.4 EL CONCEPTO “UNIVERSIDAD” En la Edad Media el término universitas era un sinónimo usado para designar a las condensaciones corporativas de grupos de personas dedicadas a los menesteres individuales. Poco a poco, el término universitas fue adquiriendo el sentido institucional, entitativo, local y complejo de la palabra Universidad, como hoy se usa. Lo que si está claro es que en esencia universitas denotó unidad de la diversidad: la unidad es la universalidad; la diversidad sería de las ciencias y de las disciplinas convergentes en la unidad del saber. Unidad en la diversidad del saber y diversidad en la unidad del saber. Finalmente la refrendación de los saberes adquiridos mediante los títulos (palabra que significa reconocimiento de propiedad, en este caso de saber), que poseían validez orbital, les daba a los egresados capacidad de enseñar en todas partes. 1.5 CIENCIA Y UNIVERSIDAD Mucho se puede discutir sobre si la nota científica original de la Universidad tuvo que ver con la investigación y el desarrollo del conocimiento. Dadas las características de la época, la Universidad medieval incidió más en la recolección y difusión del saber, que sobre su incremento. Pero tomando el termino investigar en su entera acogida, hay que incluir la investigación dentro de la nota científica de la Universidad primitiva. Es indubitable que las Universidades medievales recogieron y leyeron las huellas del conocimiento; y no solo eso, sino que articularon síntesis, interpretaron, conservaron y transmitieron el activo científico de la humanidad. Por lo mismo a la universitas como generadora de saber, se le atribuyó (y se le sigue atribuyendo hoy) el carácter de Alma Mater, con la acepción de engendrar (Mater) y transformar al hombre por la ciencia y el saber. El uso del Alma Mater es el más limpio testimonio del reconocimiento histórico de la nota científica de la Universidad, desde su nacimiento hasta nuestros días. 1.6 LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA Autonomía se llama al hecho de que alguna realidad este regida por su propia ley, distinta de otras leyes, pero no forzosamente incompatible con ellas. Sin embargo, la autonomía empezó a distinguir a la universitas desde su primer momento, ya que participó de las actividades propias del saber y de la ciencia. La autonomía institucional universitaria, que emana de la autonomía de la ciencia y el saber, se perfiló como la nota distintiva de la universitas. Las universitas primigenias con sus cualidades y con sus actos las merecieron de acuerdo con el adagio socrático: Sé lo que eres. En efecto, supieron ser lo que eran y lo demostraron con sus notas institucionales y haciendo lo que debían en el ejercicio cotidiano de sus funciones, todas con proyección social, de las cuales eran absolutamente conscientes. 1.7 EXPANSIÓN DE LAS UNIVERSIDADES Durante los siglos XIII, XIV y XV asistimos a una expansión numérica y geográfica del fenómeno universitario, pujante signo vital de la Universidad como institución. No obstante, desde el siglo XIII se va pasando paulatinamente del teocentrismo cerrado medieval de San Agustín y la Patrística de fe sobre la razón, a una especie de teocentrismo abierto, de razón sobre la fe con Santo Tomás y la Escolástica, que consideraban que la razón necesariamente conducía a la fe. En el giro paradigmático del teocentrismo al antropocentrismo, la Universidad reclamará, nuevamente, su original autonomía del espíritu para la búsqueda de la verdad.
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