Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Nanopolímeros y nanocompuestos 1 Nanopolímeros y nanocompuestos Los polímeros son compuestos de alto peso molecular, sintéticos o naturales, que resultan de la unión química de muchos monómeros (unidad estructural). Generalmente estas moléculas gigantes están formadas por cadenas de carbono, aunque otros elementos pueden participar de estas estructuras y existen excepciones como por ej. las siliconas (la cadena principal está formada por uniones -Si-O-Si-). A su vez, las estructuras de estas moléculas pueden ser muy diferentes: lineales, ramificadas, dendríticas, redes, y también pueden diferir en el arreglo de su composición química: homopolímeros, copolímeros (al azar, alternados, en bloques), polímeros injertados, etc. Figura 1. Diferentes morfologías obtenidas a partir del autoensamble de copolímeros en bloques. Ref: S. Förster and T. Plantenberg, Angewandte Chemie Int. Ed., 41 (5), 688–714 (2002), con modificaciones de P. F. Britt (2005). El autoensamble de estructuras corresponde al proceso "bottom-up", las estructuras evolucionan desde la escala molecular hacia las mesoestructuras. En muchos casos, la estructura molecular del polímero permite que este se autoensamble en estructuras nanométricas o submicrométricasordenadas, como es el caso de los copolímeros en bloques, los polímeros semicristalinos, los híbridos orgánico -inorgánicos, etc. Por ejemplo, cuando los segmentos que forman un copolímero en bloques son mutuamente incompatibles, esto puede dar lugar al ordenamiento (autoensamble) de los bloques en una rica variedad de estructuras que dependen de los tamaños relativos de los bloques, de si la separación ocurre a partir del polímero puro o en solución, o en capas delgadas o sobre una superficie. Se han utilizado estas estructuras poliméricas en la fabricación de cápsulas para la liberación controlada de drogas, síntesis de precursores en la formulación de cerámicos porosos, impresión de circuitos electrónicos, en la formulación de materiales inteligentes (que responden en forma autónoma a cambios externos) para aplicaciones como sensores, actuadores, o materiales autocurables. Figura 2. Esquema de un termorrígido con inclusión de microcápsulas en un termorrígido y proceso de auto-reparación. El agente dentro de las vesículas llena el eventual crack y polimeriza. Ref.: S. R. White et al. Nature 409, 794-797 (2001) Además del auto-ensamblado, se puede ordenar /controlar la morfología de algunos polímeros mediante la selección y control del procesamiento adecuado, como deposición en capas, electrohilado, nanolitografía, etc., usados por ejemplo en la fabricación de circuitos electrónicos. En otros casos, los polímeros forman el patrón o molde que permitirá a un dado material alcanzar la topología buscada. Figura 3. (a) Electrohilado de nanofibras de quitosano a partir de una solución ácida concentrada y agregado de una baja concentración de polióxido de etileno (PEO). Ejemplo de nanoestructuración a través del procesamiento. (b) Patrón polimérico nanoestructurado usando plasma de oxígeno y utilizado para obtener un arreglo regular de nanopuntos ferromagnéticos. El patrón polimérico es un ejemplo de nanoestructuras "top-down"; la nanoestructura se obtiene a partir del ataque controlado de un material macroscópico. Ref.: Xia, Guodong et al, Nanotechnology, 21(48), 5 (2010). Nanocompuestos Los compuestos poliméricos tradicionales están formados por una fase polimérica (matriz), una fase discontinua (cargas particuladas o fibras) y la región donde ambas fases se contactan y que está influenciada por las interacciones que se dan entre ellas (interfase); la superficie de contacto es la interfaz o intecara. A través de la interfase se transmiten los esfuerzos desde la matriz polimérica a las partículas/fibras por lo que la buena dispersión de las mismas, y la adhesión entre ellas y el polímero, son fundamentales para determinar las propiedades del compuesto. Cuando la fase dispersa está formada por nanopartículas (plaquetas, láminas, esferoides, etc.) o nanofibras se obtienen nanocompuestos. En estos casos existe una muy alta área de contacto con la matriz polimérica y un efecto de confinamiento de las cadenas poliméricas que se encuentran mayoritariamente en la región de la interfase, por lo que las propiedades del polímero en el compuesto pueden diferir de las medidas en el polímero puro. Esto sumado a que las propiedades de las nanopartículas son diferentes a las de los macromateriales debido a su tamaño, permite alcanzar propiedades mejoradas, nuevas o diferentes a las de las fases consideradas separadamente. Por otro lado, la gran área por unidad de volumen de las nanopartículas/fibras conspira contra una buena dispersión, que es condición básica para obtener un verdadero nanocompuesto. Cuando existe un alto grado de agregación, los materiales se comportan como loscompuestos tradicionales. Algunos materiales nanocompuestos tienen ya larga historia. Este es el caso, por ejemplo, de las gomas vulcanizadas utilizadas en los neumáticos, que se cargan con negro de humo (agregados fractales submicrométricos/micrométricos de partículas grafíticas esferoidales del orden de los nanometros). Las propiedades de flujo y procesabilidad de las gomas cargadas y las propiedades mecánicas, la resistencia al desgarro y al desgaste luego de su vulcanización, resultan muy afectadas por la presencia de estos nanorefuerzos. Un efecto similar se observa en las gomas de silicona cargadas con sílica pirogénica, utilizadas en la fabricación de tubos y sellos de gran flexibilidad a bajas y altas temperaturas. Figura 4. Aplicaciones de gomas de silicona cargadas con sílica pirogénica. En la microscopía electrónica de transmisión (TEM) se puede ver la estructura fractal que forman las nanopartículas. Ref.: Xiao-Jun Wu et al. Soft Matter, 8, 10457-10463 (2012). Las nanoarcillas, que consisten en silicatos o aluminosilicatos con hidroxilos superficiales asociados a diferentes cationes, tienen estructuras deláminas del orden de 1 nm de espesor, apiladas en capas de varios cientos de micrones. Usadas en estas condiciones se obtienen microcompuestos, pero si se delaminan (exfoliación) se pueden fabricar nanocompuestos. Normalmente, las nanoarcillas se modifican químicamente para facilitar su exfoliación y mejorar su dispersión en polímeros no-polares, como las poliolefinas, obteniéndose por lo general, nanocompuestos con diferente grado de exfoliación. Las mejoras más destacables se detectan en la resistencia a la degradación térmica y en las propiedades de barrera al paso de vapores y gases. Figura 5. Imágenes obtenidas por TEM de compuestos de nanoarcillas (montmorillonita modificada) en poli(tereftalato de etileno) (PET). En la imagen (a) puede verse el espaciado entre capas de los apilamientos de nanoarcilla y en la imagen (b) puede verse que el nanocompuesto tiene estructuras exfoliadas (láminas aisladas) y otras que permanecen apiladas. Ref.: A. Greco, et al., (2011) http://www.4spepro.org/view.php?source=003641-2011-05-30 Se ha trabajado también con nanotubos de carbono (NTC) incorporados en matrices poliméricas termoplásticas (ej.: polimetilmetacrilato, polipropileno) y termorrígidas como las resinas epoxi. Gracias a las excelentes propiedades mecánicas de los NTC, esto ha resultado en el aumento del módulo y, en algunos casos también, de la tenacidad (termoplásticos) de los materiales; incorporándose además propiedades funcionales específicas, como la conductividad eléctrica. Estos cambios pueden ser notables con el agregado de muy pequeñas cantidades de NTC (menos del 1 % en peso). Resultados análogos se han informado para la incorporación de grafeno. Figura 5. Imagen TEM de nanotubos de carbono "multiwall". Papel con nanotubos decarbono usado en la fabricación de una batería. Raqueta fabricada con un nanocompuesto de grafeno. (http://www.ineffableisland.com/2010/06/lockheed-martin-discloses-carbon.html http://www.nsf.gov/news/news_images.jsp?cntn_id=109868&org=NSF http://www.cientifica.com/graphene-this-years-secret-weapon-for-maria- sharapova-and-novak-djokovic/). También se han considerado otras nanopartículas que incoporan nuevas funcionalidades al nanocompuesto, por ejemplo nanopartículas de plata permiten formular revestimientos. películas, etc., con propiedades biocidas, o de conducción eléctrica. Nanopartículas de magnetita se usaron para formular nanocompuestos paramagnéticos, utilizados en la fabricación de sensores, o actuadores, que responden en forma autónoma (materiales inteligentes) frente a la aplicación de un campo magnético. Figura 7. Respuesta de memoria de forma activada por el calentamiento del material cuando se lo somete a un campo magnético oscilante: el lazo (forma transitoria) se desenrolla para recuperar una forma recta (forma permanente). Puig, J. et al., Journal of Physical Chemistry C, 116, 13421 (2012). La biomasa no sólo es fuente renovable de polímeros y precursores para distintas síntesis poliméricas, sino que también ofrece la oportunidad de obtener nanoelementos para el refuezo de compuestos, como nanocristales de almidón, de quitina y de celulosa. Por ejemplo, se han utilizado diferentes tipos de nanocelulosa (microfibrilar, nanocristales o celulosa bacteriana) como refuerzo de distintos polímeros, frecuentemente aquellos solubles o dispersables en agua (ej.: almidón, latex) y otros como poliuretanos o biopolímeros como el poli(ácido láctico). Estos materiales tienen aplicaciones como soporte tisular, displays flexibles, y en especial se los ha considerado en la fabricación de"packaging" biodegradable. Figura 8. La imagen AFM muestra nanocristales de celulosa. Las fotos corresponden a nanocompuestos con nanocelulosa bacteriana y la luminiscencia de un OLED obtenido a partir de ellos. Ref.: Eichhorn et al., Journal of Materials Science, 45 (1), 1-33, (2010). Como en el caso de los compuestos tradicionales, se hace necesario modificar superficialmente los nanorefuerzos, o alternativamente usar agentes de acople (compatibilizadores), para mejorar su dispersión en matrices poliméricas. Por ejemplo, la oxidación de las superficies de NTC ha permitido mejorar su compatibilidad con biomoléculas, lo que tiene enormes implicaciones en el desarrollo de biomateriales y biomedicina (obviamente se necesitan realizar estudios de sus efectos estructurales y funcionales sobre el material tisular, que confirmen o limiten su uso en cada aplicación considerada).
Compartir