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SALMINI MORENA Actividad 1 MPyS - copia

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Alumna: Salmini, Morena Nahir. 
DNI: 42.910.847 
Docente: Viscardi, Julio. 
Comisión: lunes 18 hs. 
Año: 2023 
 
 
 
 
 
Consigna: 
 
A partir del análisis de la Figura 1 y la lectura de la bibliografía obligatoria y complementaria 
sugerida para esta unidad, elabore un breve informe (de hasta 3 páginas) que responda a los 
interrogantes planteados más abajo. 
 
 
 
 
Figura 1. Proyección de la estructura poblacional Argentina. 
 
Actividad de Aprendizaje Unidad 1: 
Situación de salud de la población e implicancias sobre la atención sanitaria. 
Fuente: CELADE – CEPAL. 
 
Interrogantes: 
 
1) ¿Cómo describiría el comportamiento de la estructura poblacional con el transcurso de 
los años? 
2) ¿Cuáles son los posibles motivos que justifiquen este comportamiento? 
3) ¿Qué repercusión en la situación de salud de Argentina tiene este comportamiento? 
4) ¿Qué implicancia tiene este comportamiento en la organización del Sistema de Salud? 
5) Teniendo en cuenta los conceptos desarrollados en la bibliografía enumere los 
problemas de salud que resultan “nuevos desafíos” según los cambios ocurridos en el nuevo 
perfil epidemiológico del país. 
6) Elija un “nuevo problema de salud” de los enunciados por usted en la consigna 5 y 
explique brevemente como la transición tecnológica interviene en el mismo. 
 
 
 
 En el gráfico expuesto anteriormente se puede observar el cambio en las edades 
de la población argentina entre 1950 hasta una previsión en 2050, donde se presenta 
cómo, en el pasado, el grupo de personas de 15 años era mayoritario en comparación 
a las personas mayores de 60. Actualmente, año 2023, podemos mencionar que, si 
bien el grupo de 15 años sigue siendo mayor que el de 65, para el año 2035 se prevé 
que sean iguales en porcentaje e incluso el grupo de mayor edad supere al más joven. 
Esto puede explicarse gracias a un proceso de transición demográfica que no solo está 
atravesando Argentina, sino varios países del mundo. 
 El proceso susodicho se caracteriza por el pasaje de altos a bajos niveles de la 
mortalidad primero, y posteriormente de la fecundidad, para así llegar a una nueva 
fase con niveles bajos en ambas variables, identificándose así tres etapas de este 
proceso: una pretransicional (alta mortalidad y fecundidad), otra transicional (con una 
primera fase de disminución de mortalidad y una segunda donde se suma un descenso 
en la fecundidad), y una postransicional (nuevo equilibro, con baja natalidad y 
mortalidad, y baja tasa de crecimiento en la población). Argentina se encuentra en la 
segunda fase de la etapa transicional, por eso se explica el aumento progresivo de la 
población mayor a 60 años, con un descenso en el porcentaje del grupo de 15; esto se 
denomina envejecimiento de la población. 
 Existen distintas variables que pueden justificar este proceso, por ejemplo, el 
cambio de la visión que tienen las personas sobre lo que es formar una familia: 
anteriormente, las personas formaban familias a edades muy tempranas, mientras que 
hoy se prioriza el desarrollo profesional, los viajes o el alcanzar una vivienda estable. El 
progreso de la medicina también ha influido en la vida de la población, ya que, gracias 
al desarrollo tecnológico y al tratamiento de riesgos para la salud desde una mirada 
preventiva, se ha logrado mejorar la calidad de vida y por ende, aumentar la esperanza 
de la misma. De hecho, si se examina la tendencia de la Esperanza de Vida en 
Argentina en las 4 últimas décadas, se observa un progresivo incremento dado que en 
1977 era 68,6 años, mientras que en 2019 alcanzó una media de 76,7 años. Estos 
cambios explican el hecho de que más personas alcances mayores edades, y porqué 
hay cada vez menor juventud. 
 El envejecimiento de la población trae consigo algunas consecuencias, como el 
impacto que provoca en el sistema de salud. Esto se explica gracias a que las personas 
de mayor edad son las que más frecuentemente tienen problemas de salud y 
necesidades de cuidados, por ende, hay un incremento en la demanda de servicios que 
impacta tanto al sector público como al privado. Además, es necesario destacar que la 
transición demográfica está aparejada a una transición epidemiológica (que se refiere a los 
cambios de frecuencia, magnitud y distribución de las condiciones de salud, expresadas en 
términos de muerte, enfermedad e invalidez), lo que obliga a una articulación de una 
respuesta social organizada a dicha transición, instrumentada a través del sistema de salud 
(transición de la atención sanitaria). Esto refiere que la modalidad en la atención debe 
cambiar y además deben incorporarse nuevas tecnologías al sistema sanitario. 
 La transición sanitaria se caracteriza por la disminución de la mortalidad por 
enfermedades infecciosas, especialmente en los niños, y el incremento en la esperanza de 
vida, dando lugar a una mayor frecuencia de las enfermedades crónicas no transmisibles 
(enfermedades cardiovasculares, cáncer, respiratorias crónicas, diabetes) y trastornos 
como la obesidad, la hipertensión, además de la agravación de problemas como los 
accidentes de tránsito y la violencia. No solo en este aspecto influye el envejecimiento 
poblacional, sino también los cambios en las condiciones y hábitos de vida, por ejemplo, la 
alimentación, el trabajo sedentario, la urbanización, entre otros. 
 SI bien ésta es la tendencia general, en Argentina actualmente hay diferencias 
significativas entre las diferentes subregiones y provincias del país, y al interior de las 
mismas, según el grupo social que se analice, dando lugar a una gran heterogeneidad 
donde se observa gran prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles, 
enfermedades infectocontagiosas, y enfermedades reemergentes, configurando un perfil 
epidemiológico mixto, fenómeno denominado “acumulación epidemiológica”. Ejemplos de 
esto son la tuberculosis, sífilis adquirida y congénita o el dengue. 
 La acumulación epidemiológica representa un desafío para la planificación de 
políticas sanitarias. Una de las complicaciones son los recursos limitados, lo que obliga 
a establecer prioridades para saber cómo y en dónde asignar los mismos de acuerdo a 
las necesidades y el riesgo de cada población. El mayor de los problemas es el 
tratamiento de grupos poblacionales con doble carga de enfermedad, ya que las 
intervenciones deben ser variadas e implicar a múltiples sectores y actores; distinto de 
las intervenciones que podrían hacerse contra las enfermedades infectocontagiosas, 
que son bien conocidas y son de alto costo-beneficio, o las estrategias para reducir 
riesgos asociados al sedentarismo o a la malnutrición. Este nuevo desafío incluye a: 
cambios en las condiciones y estilos de vida, cambios en los hábitos laborales, 
afectación desproporcionada a poblaciones de ingresos bajos y medios, sectores de 
mayor vulnerabilidad social y económica, los que constituyen la principal causa de 
muerte prematura y de discapacidad; trastornos mentales, neurológicos y por el abuso 
de sustancias, violencia, conductas de riesgo como el consumo de tabaco y la 
exposición al humo de tabaco ajeno o el uso nocivo de alcohol, y el comportamiento 
de los usuarios del sistema vial. 
 Ejemplo de esto es el aumento de nuevas enfermedades como por ejemplo la 
diabetes, consecuencia del aumento del sedentarismo por cambios en los hábitos 
laborales, cambios en los hábitos alimenticios e inclusión de nuevas en salud. La 
diabetes es una patología que suele afectar con mayor frecuencia a la población mayor 
a 50 años de edad, y con el envejecimiento de la población se han incrementado los 
casos. A su vez, dados a los cambios en los hábitos mencionados anteriormente, se han 
incrementado factores de riesgo como el sobrepeso (34,4% en 2005- 37,1% en 2013), 
obesidad (14,6% en 2005- 20,8% en 2013), y colesterol elevado (27,8% en 2005- 29,8% 
en 2013). Esto ha obligado al sistemasanitario a incluir nuevas tecnologías que 
permitan la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de esta enfermedad crónica. 
Para ello, se realizan pruebas como glucemia plasmática en ayunas, la prueba de 
tolerancia oral a la glucosa o la detección de hemoglobina glicosilada. Conociendo los 
factores de riesgo, sabemos que la aparición de Diabetes tipo 2 puede retrasarse o 
prevenirse mediante un programa intensivo de estilo de vida saludable que incluya 
actividad física, cambios en la alimentación, reducción de peso en presencia de 
obesidad, cesación tabáquica y el uso de fármacos como la metformina. Esto se sabe 
gracias a distintos estudios que han permitido explicar la fisiopatogenia de la patología 
debido a la innovación en tecnología. Además, la diabetes suele están acompañada de 
enfermedades cardiovasculares, y para eso tenemos tecnologías en salud como el uso 
de los estudios de laboratorios, electrocardiograma, ecocardiograma o holter que 
permiten el diagnóstico o el descarte de estas comorbilidades. También la tecnología 
en salud ha permitido otros tratamientos para la diabetes como el uso de insulina 
mediante inyecciones mara mejorar el control glucémico que presentan un costo 
aceptable. Por último, no solo se pueden mencionar las técnicas aplicadas en 
instituciones de salud, sino que también el paciente puede hacerse responsable del 
tratamiento de su enfermedad desde su domicilio, por ejemplo con el automonitoreo 
glucémico mediante la obtención de sangre capilar por digitopunción y su medición 
con un glucómetro. 
 En síntesis, en este informe se buscó demostrar el cambio que está transitando la 
Argentina en materia de salud consecuencia de transformaciones en la demografía, 
epidemiología y en tecnología, provocando cambios en la naturaleza y organización del 
trabajo.

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