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Rubens Santini – noviembre/2022 – Distribución gratuita - Por mucho que se diga, poco se escucha Página 2 Índice Un grano de paciencia ........................................................... 3 Cuando se necesita paciencia ................................................... 4 Todos cometemos errores ......................................................... 5 Por mucho que se diga, poco se escucha .......................................... 6 El silencio edificante y el silencio de la omisión .............................. 7 Fuentes bibliograficas .......................................................... 8 Por mucho que se diga, poco se escucha Página 3 Un grano de paciencia Hoy en día siempre vivimos con la sensación de que todo es urgente. Pero si prestamos atención, la mayoría de eventos prescinden de la inmediatez. Vivimos en un mundo globalizado, tenemos acceso a varias informaciones al mismo tiempo, las situaciones socio-económicas-políticas siempre están en crisis. Todo esto nos provoca ansiedad y estrés, y en consecuencia, falta de paciencia. Según la Asociación Médica Estadounidense, la impaciencia se encuentra entre los principales factores de riesgo de hipertensión y problemas cardiovasculares. Podemos prevenir estos problemas de salud física y mental: • Cuando se dé cuenta de que está actuando con prisa, aunque no sea necesario, reduzca la velocidad. Sea consciente de estos momentos de ansiedad para reducir la velocidad. • Adquiera el hábito de realizar caminatas cortas, ya sea temprano en la mañana o al final de la tarde. Presta atención a tu entorno mientras caminas: observa los árboles, el canto de los pájaros, respira con calma. • Trate de controlar el perfeccionismo y acepte las situaciones que no puede cambiar. Saber esperar es una gran lección que debemos aprender. Emmanuel, en su libro “Pronto-Socorro”, nos señala cuando ya estamos conquistando un grano de paciencia: “Una muestra notable de paciencia es cuando se nos pregunta más de cinco veces sobre el mismo tema y siempre respondemos con la misma amabilidad y con el mismo tono de voz que la primera respuesta.” Por mucho que se diga, poco se escucha Página 4 Cuando se necesita paciencia La paciencia es una virtud de ser educado y humanizado. Se basa en la tolerancia a las faltas de los demás, en soportar situaciones desagradables y malestares causados por otras personas, sin perder la calma y la concentración. La paciencia también puede verse como una filosofía de vida, en la que la serenidad y el autocontrol son fundamentales para la práctica del Amor y la Gentileza. Emmanuel, en su libro “Pronto-Socorro”, psicografiado por Chico Xavier, nos orienta: “(...) paciencia significa: “saber esperar” (...) si abrigas algún plan de felicidad; si aspiras a adquirir conocimientos superiores; si anheláis obtener comprensión de un ser querido o si deseáis la recuperación de un ser querido, trabaja siempre hacia la meta a alcanzar, sin desánimo y sin precipitación, contando con Dios, porque las Leyes Divinas para garantizaros la realización de tal o cual propósito, en cuanto a la ejecución del bien, solo te pido que sepas esperar.” Por mucho que se diga, poco se escucha Página 5 Todos cometemos errores Debido a nuestra evolución espiritual, aún somos seres imperfectos. Ya sea por orgullo o por egoísmo, cometemos errores y, como resultado, dañamos a alguien. Los errores son naturales en nuestro proceso de aprendizaje. Nos equivocamos por inmadurez e inexperiencia, por falta de conocimiento. Simplemente no cometa errores quien no hace nada. No tengas miedo de cometer errores. Estos defectos son importantes para nuestro crecimiento psicológico y espiritual. Cuando cometa errores, sea responsable de ellos. Pero no te justifiques todo el tiempo. Tenemos que avanzar en nuestra vida. Analiza en qué te equivocaste para no volver a repetir este hecho. Es natural que nuestros errores cometidos en el pasado nos molesten. Por lo tanto, reconocer el error y arrepentirse es el primer paso. Eso solo no es suficiente. Si hemos lastimado a alguien, necesitamos enmendar este evento. Tenemos que mostrar la voluntad de cambiar lo que pasó, para evitar que vuelva a suceder. Desgraciadamente, la gran mayoría de las personas viven con arrepentimiento y, en consecuencia, con el sentimiento de culpa, pero no hacen nada para cambiar su comportamiento, cometiendo sucesivamente los mismos errores. Errar es humano, pero persistir siempre en el mismo error es ignorancia. Sólo la reparación puede anular los efectos de nuestras faltas. Consiste en hacer el bien a aquellos a quienes hemos hecho el mal. Hacer a los demás lo que queremos que nos hagan a nosotros. Hay una orientación muy interesante de San Agustín. Todos los días antes de ir a dormir, trate de recordar todos los eventos de ese día, ya sean buenos o malos. Analiza los hechos ocurridos y reflexiona si hiciste daño a alguien, o si dejaste de hacer el bien si tuviste la oportunidad de hacerlo. Si hemos cometido una falta con alguien, comprobar qué se puede hacer para repararla. San Agustín hacía este ejercicio todos los días antes de acostarse para evitar que muchas faltas pasaran desapercibidas. Es un pequeño proceso de autoconocimiento y, así, nos convertimos cada vez en mejores personas en nuestro día a día. Por mucho que se diga, poco se escucha Página 6 Por mucho que se diga, poco se escucha Jesús es el mayor Maestro de palabras. Sus parábolas fueron cortas para no caer en el olvido. Hablaba poco, tratando de ejemplificar a través de sus acciones. No es el número de palabras lo que muestra la evolución espiritual. Hablando con sencillez y siendo objetivo, Jesús mostró la profundidad de su conocimiento y sabiduría. En su predicación nunca señaló los errores de las personas, ni sentirse culpable, ni sentirse psicológicamente disminuido. Sus mensajes son de esperanza, optimismo y alegría de vivir. En nuestra vida diaria, muchas injusticias y calumnias podrían evitarse si fuéramos más cuidadosos con lo que decimos. “(...), pero lo que sale de la boca, eso es lo que hace inmundo al hombre.” Dependiendo de qué y cómo hablemos, podemos elevar o destruir a las personas. Tratemos de usar bien nuestras palabras con consejos alentadores, abriendo horizontes de armonía y esperanza en la vida de quienes nos rodean. Además de saber hablar, hay otra gran virtud que también debemos ejercitar: saber escuchar. Saber escuchar es una gran lección de humildad, ya que esta cualidad es muy importante para que adquiramos más conocimientos a lo largo de nuestra vida. Joanna de Ângelis escribió a través de Divaldo Franco en “Liberta-te do Mal”: “Es muy útil poder hablar en el momento adecuado, y sobre todo callar cuando las circunstancias lo exigen. (...) Por mucho que se diga, poco se escucha.” Por mucho que se diga, poco se escucha Página 7 El silencio edificante y el silencio de la omisión Escuchar es un don que pocos poseen. No se trata solo de mantener la boca cerrada y esperar a que la otra persona termine su explicación. Saber escuchar escallar, es dar espacio para que el otro exponga sus ideas y se desahogue. No hay necesidad de juicio o evaluación desde el punto de vista de la otra persona. Saber escuchar es respetar las dificultades y los sentimientos de quienes nos hablan. Alberto Caeiro, es un heterónimo del poeta portugués Fernando Pessoa, quien hizo el siguiente comentario: “No basta tener oídos para oír lo que se dice. Debe haber silencio dentro del alma.” Lo opuesto a este silencio edificante esel silencio de la omisión. Cuando percibimos una situación que puede generar injusticia, ya sea caminando por la calle, en nuestro trabajo, en casa con nuestros familiares... ¿Qué haces? ¿Interferir y ayudar? ¿O pretender que no vio ni escuchó nada? Podemos perder una gran oportunidad de ser útiles y ayudar a quienes se encuentran en dificultades. Tan grave como actuar por error, la omisión es cometer un error por no actuar. Somos responsables del daño que causamos, así como del bien que dejamos de hacer, y tuvimos esta oportunidad. Por mucho que se diga, poco se escucha Página 8 Fuentes bibliograficas (1) O Evangelho Segundo o Espiritismo – Allan Kardec – Edições FEESP (2) O Livro dos Espíritos – Allan Kardec – Edições FEESP (3) Pronto-Socorro – pelo Espírito de Emmanuel através de Chico Xavier (4) Liberta-te do Mal – pelo Espírito de Joanna de Ângelis através de Divaldo Franco (5) Horizontes da Fala – pelo Espírito de Miramez através de João Nunes Maia (6) A vida na visão do Espiritismo – Alexandre Caldini Neto – Ed. Sextante (7) Parábolas de Jesus à luz da Doutrina Espírita – organização Rafael Papa – autores diversos. Rubens Santini (rubens.santini@gmail.com) Distribución gratuita. No está permitida su venta. Se permite la copia para distribución gratuita. São Paulo, noviembre de 2022. mailto:rubens.santini@gmail.com
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