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Procesos de la Comunicación Audiovisual: Clase 2 Segunda definición de comunicación. Segundo concepto de comunicación de María Cristina Mata, situada en Von Sprencher: “La comunicación es un conjunto de intercambios a partir de los cuales se van procesando identidades, normas y valores; se van articulando intereses; se van acumulando saberes y poderes…Es un terreno privilegiado para construcción de sentidos del orden social, un terreno donde diferentes actores propondrán sus propios sentidos de ese orden, que competirán entre sí para convertirse en hegemónicos”. Intereses, saberes y poderes: Están en relación a la idea de la posición social que ocupan los agentes individuales o grupales, como lo habíamos visto en la clase anterior en Von Sprencher. Valores: Aquellos principios fundamentales implícitos, muchas veces inconscientes, que internalizamos en nuestro proceso de socialización. Primero en el marco de nuestra familia y luego con el resto a lo largo de nuestra vida como ser social. Estos valores nos brindan criterios y orientaciones hacia lo que está bien o mal, más en el sentido de una ética personal. Normas: Reglas que regulan las acciones, los comportamientos y conductas, y nos indican cómo actuar en distintas situaciones específicas. Las normas pueden estar escritas en las leyes o en las ordenanzas o no, simplemente podrían manifestarse en nuestros hábitos y costumbres. Identidades: Los valores y las normas forman parte de la identidad de los agentes sociales. Los valores y las normas son importantes porque nos dan pistas para entender las prácticas sociales y comunicacionales de los agentes. Von Sprencher nos dice que la identidad es un proyecto de sí mismo que los individuos vamos construyendo a lo largo de nuestra vida. Tomando esta definición concluimos entonces que la identidad no es fija e inalterable, sino que es dinámica, cambiante, ya que la construimos permanentemente. Es individual y colectiva a la vez, por ejemplo: soy estudiante de la facultad pública y no privada, soy de la facultad de cine y no de agronomía, soy de river y no de boca, soy novio, hijo, hermano, etc, forjando así y construyendo mi identidad. En este proceso de construcción de identidad, incide la interacción con los otros. Me identifico con algunas personas y grupos porque encuentro cosas en común con estos. La identidad es imposible de ser pensada si no es en relación con el otro o los otros. En esta construcción de identidad, también aparecen llamémosle “materiales” disponibles que pueden ser simbólicos, que pueden ser ideas, estilos musicales, bienes de consumo, etc. Actualmente el mercado, las industrias culturales están generando la materia prima, proporcionándonos esos materiales con los que nos sentimos más a gusto o de lo contrario rechazamos. Competencia-Hegemonía: Volviéndonos a la definición de Mata, nos continúa diciendo que diferentes actores en el terreno comunicacional van a proponer su visión del mundo, distintos sentidos del orden social (valores, normas, identidades) que entran en competencia para convertirse en hegemónicos. Antonio Gramsci (filósofo italiano), piensa y muestra cómo la hegemonía se construye en el plano cultural. Se pregunta cómo un determinado grupo social domina a los otros sin la necesidad de la fuerza bruta, describiendo que ese grupo social hegemónico determinado logra que su propia visión del mundo se vuelva en parte la de todos, logrando que su sistema de ideas circule por toda la sociedad (Por ejemplo: como internalizamos nosotros la idea de propiedad privada base del sistema capitalista desde la niñez, cuando un niño se lleva los útiles de otro compañero sin tener instalada la idea del robo ni del respeto a la propiedad privada y por consecuencia, la maestra o la madre le hace devolver las cosas que sacó). Gramsci también se plantea porque esto es aceptado por los otros grupos sociales. Porque aunque no estemos de acuerdo con todo, de alguna manera esa visión del mundo cubre parcialmente los intereses de los otros grupos. Esto no quiere decir que la hegemonía no siempre use la fuerza bruta, porque si lo hace. Pero entonces la hegemonía supone que algo se vuelve dominante por medio de un consenso, adquiere esa dominación y tiene legitimidad concedida, muchas veces implícita, por el resto de grupos sociales. La hegemonía siempre supone consenso y negociación para lograr el poder sobre la competencia. (Por ejemplo: aumento salarial y ley de matrimonio igualitario). La hegemonía no es un dominio que se establece para siempre y es inmutable, de lo contrario, hay que recrearla, reconstruirla y actualizarla permanentemente. Y el aporte de Gramsci, retomando el tema, es mostrar que esta dominación, esta hegemonía, se construye en el campo cultural y educativo, a través de instituciones como la escuela, la familia y otras más, este sistema de ideas perteneciente a un grupo, se termina haciendo el de todos, encarnandose en nuestras normas, valores, prácticas e identidades y allí es cuando empieza a tener esa aceptación por parte de todos o por lo menos de la mayoría. Los medios de comunicación no solo reproducen estas ideas hegemónicas sino que también las construyen.
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