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eBook 1600x2560 px - Santi

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Love
) (
&
)ESTOCOLMO
 (
&
)ESTOCOLMO
Love
 (
Sam
antha, una chica de 22 años
 a punto de terminar la universidad, era una chica como cualquiera 
 tenia amigos, chicos, iba a fiestas
 nada único en su vida
 todo era normal para una joven de su edad 
, era feliz con su madre y su hermano.
Su vida "típica" cambió después de aquella fiesta en la que fue secuestrada y fue llevada a una subasta
 por gente sin escrúpulos, donde conoceria a su comprador que le cambiaría la vida por completo
.
Lo que no esperaba, era enamorarse de su "dueño".
..
)
	
CONTENIDO
Capítulo 1
"Con cuidado Sam te quiero." Fue lo último que escuché de mi madre antes de partir a una fiesta y fue la última vez que vi a mi madre y amigos. Venia de regreso de una de las mejores fiestas de vacaciones sola varios chicos se ofrecieron a llevarme pero me negué, era más peligroso para mí subirme a un auto con alguien ebrio o eso pensaba.
Caminaba por la calle con un vestido negro algo corto y no llevaba saco o algo con que cubrirme, moría de frio. La calle estaba oscura y sola por lo que decidí acelerar un poco el paso. Seguí caminando, cuando dé una vuelta vi a un hombre que seguía la misma trayectoria que yo. El hombre comenzó a dar pasos más grandes y acercarse a mí, por lo que yo comencé a caminar más rápido. El comenzó a acercarse más me asusté y comencé a correr, lo que aquel hombre imitó.
Corría por la calle mientras él me seguía, gritaba para que alguien saliera pero nadie se arriesgaría a salir a las 2 de la mañana a ver que sucedía, uno de mis tacones se atoró en una grieta de la calle lo que hizo que casi tropezara y le dio ventaja al hombre, este llegó y me rodeó con sus brazos para inmovilizarme.
-iSuélteme! - gritaba mientras me sacudía para intentar liberarme, pero era algo inútil.
-¡Cállate! - me dijo mientras intentaba calmarme.
-¡Ayuda! - seguía gritando.
El hombre sacó un pañuelo de su abrigo y lo puso sobre mi boca.
-Así estarás más tranquila primor.- dijo en un susurro, yo solo sentía que me desvanecía, después de eso no supe que pasó.
Después de un tiempo desperté aún sin energías en un lugar desconocido, de pronto lo que sucedió antes llegó a mi mente por lo que me puse de pie de inmediato, al ver que había más chicas dormidas en colchones junto a mí comencé a alejarme de todas caminando hacia atrás, cuando choqué con alguien.
-¿Vas a algún lado?- preguntó un hombre, sonriendo de una manera siniestra.
-¡Quiero ir a casa!- dije intentando moverlo para poder salir, pero otra vez fue inútil.
-Cállate y siéntate en el colchón si no quieres volver a dormir como ellas.- dijo lanzándome hacia el colchón saliendo del cuarto y cerrando la puerta detrás de él.
No sabía dónde estaba ni que me harían, estaba asustada comencé a llorar al igual que una chica del otro lado de la habitación, quién parecía no querer hablar porque me vio y me dio la espalda para ver hacia la pared, pronto todas las chicas empezaron a despertar pero al parecer no estaban asustadas solo deprimidas.
-¿Dónde estoy?- le pregunté a una rubia.
-En una suba...- no pudo completar la frase porque el hombre volvió junto con una mujer que cargaba un estuche de maquillaje.
-Arregla a las nuevas y 4 al azar.- le ordenó el hombre a la mujer, ella solo accedió y se sentó en un banco. Comenzó a maquillar a las chicas cuando empezó a buscar a las "nuevas" supongo que yo estaba en ellas.
-Tú.- me dijo la mujer señalándome. -Siéntate aquí obedecí y me senté frente a ella. -parece que solo falta una retocada y quitar el rímel corrido viéndome que ya estaba algo maquillada. Me maquilló y me dijo que me sentara en el colchón de nuevo mientras maquillaba a otras chicas.
El hombre volvió a entrar y se llevó con él a 3 chicas, salió de la habitación no sabía a donde las llevaba. Después de 40 minutos aproximadamente entró y se llevó a otras 3 incluyéndome, este nos guió hacia un pasillo y llevó a una de las chicas a algo parecido a un escenario, una por una cada 10 minutos, y llegó mi turno. 
Capítulo 2
-Camina niña.-dijo uno de los hombres dándome empujones para subir hacia un pequeño escenario. El hombre me seguía aventando hasta llegar al escenario, bajo de este en los asientos estaba repleto de hombres se notaba que sus intenciones no eran buenas. Intenté retroceder pero el hombre me lo impidió.
-¡Muy bien amigos!- dijo el anfitrión desde el otro lado del escenario.
Aquí tenemos a otra bella chica. -¿Cómo te llamas?- preguntó el hombre con una sonrisa que impartía confianza pero no debía confiar en él.
¡Amigos!- dijo tomando mi mano.- Véanla bien todos porque estamos por comenzar.
-¿Comenzar?- le pregunté al hombre pero este me ignoró.
-¡Empezamos con 7000 dólares!- dijo el hombre soltando mi mano.
-¡7500!- gritó alguien desde uno de los asientos.
-¡8000!- gritó alguien más.
Seguían gritando precios sin parar, me estaban vendiendo a cualquier loco que pagara más.
¡25000!- gritó alguien y nadie volvió a ofrecer más. 
¿Nadie ofrece más?- preguntó el hombre en el escenario. 
Todos guardaban silencio. -Vendida a la 1, vendida a las 2 y no acabó de decir 3 porque lo interrumpieron.
-30000.- alzo la mano alguien serio, viéndome fijamente. 
-¿Nadie da más? Vendida a la 1, a las 2, vendida a las 3.- dijo el hombre mientras me tomaba de la mano. —Baja del escenario y espera detrás de la cortina no te muevas niña.
Bajé del escenario y me quedé tras la cortina de todas maneras no tenía a donde ir.
Una de las chicas que no las habían maquillado para ser vendidas me hablaba.- Nos vamos a escapar. – ¿Quieres venir?
-Si.- dije, ella hizo una señal para que la siguiera.
-No es complicado,- me dijo.- Solo se silenciosa no te nos separes y quítate los tacones. 
Éramos 4 chicas que corríamos por el lugar, hasta que vimos una puerta.
-¡Ahí es! - hablo una de ellas emocionada.- Vamos, vamos.
Seguimos corriendo y abrieron la puerta, 3 salieron estaba por salir cuando alguien tira de mi hombro para evitar que salga. Las demás chicas me voltearon a ver asustadas, pero siguieron corriendo.
-¿A dónde ibas?- me dijo el hombre que estaba en el escenario. 
¡Contesta! ¿A dónde fueron ellas?- seguí sin contestar y este me aventó. 
¿Sabes cuánto iba a perder por ti?- estaba por darme un golpe pero alguien me tomó ligeramente del brazo y se puso frente a mí.
-Ya no le pertenece no tiene derecho a golpearla.- apareció el hombre que me había comprado, su brazo impedía que el otro hombre me golpeara.
-Pero, intentó escaparse.- se excusó el otro hombre.
-Ese sería mi problema me pertenece ahora.- el otro hombre solo me miró enojado dio media vuelta y se fue.
-Hola.- me dijo sonriendo el señor. -Soy Xavier.
Capítulo 3
No contesté nada seguía asustada, no sabía dónde estaba ni sus intenciones, nada.
-Será mejor que nos vayamos.- la sonrisa que antes había aparecido en su rostro desapareció.
Comenzó a caminar lo seguí lentamente no quería que me obligara a caminar con golpes llegamos a la salida, el caminó hacia un auto supongo era suyo fingí seguirlo y de pronto corrí hacia el lado contrario de donde él estaba intentando escapar, se dio cuenta y comenzó a correr detrás de mí yo seguía usando los tacones por lo que no podía correr rápido y el terreno rocoso no me favorecía mucho.
-¡Vuelve aquí!- gritó mientras casi tropezaba aun siguiéndome.
Para mi mala suerte había una piedra que no vi y caí al suelo. -No intentes huir no tiene sentido, desvió su mirada a mi pierna que sangraba ligeramente por un raspón que se había hecho debido a que tropecé. -¿Estas bien?-dijo él.
-Anda, levántate.- dijo tendiéndome una mano. Tomé su mano e intenté ponerme de pie, pero me dolía mucho.
-No puedo.- dije en tono apenas perceptible él solo suspiró y se agachó hasta dónde yo estaba para cargarme.
Me cargó hasta su auto, abrió la puerta del copiloto y me dejó en el asiento puso seguro a la puerta y rodeó su auto para subir del otro lado, comenzamos a avanzar al parecer estábamosalgo lejos ya que llevábamos 30 minutos aproximadamente yendo por carretera, ninguno de los dos decía palabra alguna, yo solo volteé hacia la ventanilla del auto y comencé a llorar lo más discreto posible.
¿Y si no volvía a ver a mi madre? ¿A mis amigos? ¿A mi hermano? Esas ideas me pusieron aún más triste, él no dijo nada porque yo lloraba solo me miraba por el rabillo del ojo y regresaba la mirada al camino; llegamos a una residencial algo apartada de la ciudad llena de casas enormes con grandes jardines, piscinas y autos lujosos pasamos frente a una casa enorme, hermosa y fue ahí donde él estacionó el auto bajo y lo rodeó para abrir la puerta del copiloto.
¿Puedes bajar sola?- me preguntó haciéndose a un lado para que lo intentara. Me sequé un par de lágrimas que caían por mi rostro e intenté bajar, lo logré pero me dolía.
Caminamos hacia la entrada, cuando casi tropiezo en uno de los escalones, él se acercó para ayudarme a subir los escalones, pasando su brazo por debajo de mis hombros.
-Bienvenida.- dijo abriendo la puerta de entrada
-Espero te guste.- susurró en mi oído y besó mi cuello yo solo me alejé un poco.
Entramos a una habitación enorme llena de tanto lujo, él fue directo al baño.
-Recuéstate en la cama.- me dijo voy a desinfectar tu raspón, sacando alcohol de un cajón.
Me recosté en la cama y miré el raspón no era tan grave pero ardía si me movía mucho, él se acercó con algodón y alcohol, se sentó en el costado de la cama lo pasó por la herida trataba de no gritar por el ardor.
-Creo que ya está. -¿Sabes? Siento que estoy hablando solo.- porque yo no había hablado ni una sola palabra. -Te traeré algo para que puedas dormir. - dijo un poco serio. 
Salió de la habitación y a los pocos minutos volvió con una camisa suya supongo para mí.
-Ten.- dijo entregándome la camisa. - Es todo lo que tengo mañana podemos ir a que compras algo de ropa solo tienes ese vestido
Mientras él se sentaba del otro lado de la cama dándome la espalda aproveché para quitarme el vestido y ponerme su camisa que me quedaba demasiado grande, moví las sabanas y me metí debajo de ellas me quedé inmóvil un momento y después me cubrí con las sabanas me acosté dándole la espalda lo más lejos posible de él, pero no sirvió de mucho porque envolvió mi cintura con su brazo y me atrajo hacia él.
Capítulo 4
-Buenas noches, susurró en mi odio y dio un ligero beso mientras me apegaba más a su cuerpo de inmediato se quedó dormido abrazándome yo trataba de pensar como había llegado hasta este punto y ver la manera de escapar pensaba en como estaría mi mamá y mi hermano tan preocupados por mí. 
De tanto pensar me quede dormida estaba tan cansada por todo lo que había sucedido por el choque de emociones y miedo al no saber qué pasaría conmigo, amaneció tan pronto que me despertó el sonido de las aves, abrí ligeramente los ojos, él no estaba en la cama se había ido me puse de pie lo más rápido posible.
 Fui hacia la ventana para ver si reconocía algo, no lo hice, ahora estaba segura muy segura de que estaba lejos de casa pensar que no volvería a ver a nadie de los que quería y quién sabe cuáles eran las intenciones del hombre, varias lágrimas corrían por mis mejillas. 
De pronto escuché la puerta abrirse. -pensé que seguías dormida. Dijo –ponte tu vestido iremos de compras, seguí viendo hacia la ventana, en realidad no me interesaba ir de compras no quería hacer nada, estaba secuestrada no tenía ganas de nada.
-Listo vamos dijo él, solo tienes que prometerme algo caminando hacia mí y tomando mi rostro entre sus manos, no vas a correr a decirle a alguien que pagué por ti.
-¿Por qué tendría que hacerlo?- dije quitando sus manos de mi rostro.
-Porque si no lo haces no iremos y ese vestido será toda la ropa que tendrás.
Lo analicé por un momento, tenía que aceptar esa era mi única oportunidad para escapar. -Está bien.- dije después de un suspiro.
Salimos de la casa, él me tomó del brazo para evitar que intentara escapar igual que la última vez, subimos al auto y arrancó; Llevábamos 15 minutos aproximadamente, no estábamos cerca de ningún centro comercial.
-¿En dónde estamos?- pregunté viendo por la ventana.
-Saliendo de Andalucía.- dijo sin despegar la vista del camino.
¿Andalucía?- pregunté anonada. -Yo soy de Aragón
-Vaya... sí que te trajeron lejos, ¿eh?- dijo riendo.
Seguimos andando otros 10 minutos, nadie dijo nada solo me volteaba a ver por el rabillo del ojo y sonreía, cosa que yo no hacía.
-Llegamos.- dijo estacionando el auto en el centro comercial, bajó del auto y lo rodeó para abrirme la puerta, bajando del auto él me tomó de la mano. -¿Qué haces?- dije confundida.
-No quiero que intentes escapar.- señaló apretando ligeramente mi mano, no te muevas ni trates de hacer algo que parezca extraño.
-No lo haré.- dije caminando hacia la entrada pensando como huir como escapar y pedir ayuda mi cabeza daba mil vueltas.
Entramos al centro comercial estaba lleno de tiendas, había muchas personas comprando no sabía ni por dónde empezar y ver la manera de escabullirme para pedir ayuda y escapar. 
-¿No necesitas nada de ahí?- dijo él señalando la tienda de ropa interior, anda vamos jalando mi mano para caminar hacia esa tienda.
-Entraré sola. - dije frente a la tienda.
-No... Podrías decirle a alguna de las empleadas que llamen a seguridad y me lleven.
-No se me había ocurrido...- pensaba en mi mente.
-No entrarás sola y punto.- Suspiré y entré a la tienda.
Capítulo 5
Era incomodo ver las cosas de esta tienda con él viéndome, observando que no haga ni diga nada, sospechando de cada uno de mis movimiento y yo impotente por no hacer nada al respecto. Seguí viendo y comprando cosas en esa tienda, soportando los comentarios y miradas de él, hasta que por fin salimos. 
Entramos a las demás tiendas del centro comercial, él empezó a dar comentarios sobre lo que compraba, diciendo que ponerme prendas y colores específicos que le gustaba, su actitud era muy extraña parecía que estaba de compras con alguien que ya conocía, se lo veía feliz sonreía cuándo lo volteaba a ver y pagaba todo lo que compraba sin quejarse. 
 ¿Por qué me hablaba como si me conociera de siempre? ¿Cómo si no me hubiera comprado en una subasta, en la que fui secuestrada?
¿Por qué no corría de él y le gritaba a alguien para que me ayudara? cómo si no supiera lo que tarde o temprano haría conmigo. No lo sé, me había olvidado de todo por un momento al ver su tan repentino cambio de actitud hacia mi cuando estábamos comprando. 
Había algo en él que me hacía sentir en confianza como si estuviera con algún amigo, aunque sabía que él no quería solo amistad.
-Y bien... Cuéntame algo de ti.
-¿Qué quieres saber? -Todo.- dijo 
Pues me llamo Sam tengo 22 años, vivo con mi madre y herm… hubo un momento de silencio mi rostro se volvió algo sombrío recordando que ahora ya no es así, sin darme cuenta cayeron lágrimas de mi rostro, seque mi lágrimas y seguí contando. Vivía con mi madre y mi hermano, estaba a punto de terminar la universidad para ser nutricionista, soy de Aragón y ya no puedo seguir, esa vida ya no me pertenece me arrebataron cuando me vendieron, en cuanto dije eso, pude notar cómo se puso algo serio.
Nos vamos- expresó poniéndose de pie.
En el camino no dijo ni una sola palabra regreso hacer como era antes frío y distante se lo veía muy molesto, ese cambio tan repentino de emociones me hacía pensar que algo malo iba a ocurrirme al llegar a su casa. 
Llegamos a "casa" y él bajó la mayoría de las bolsas, las subió a la habitación se fue si decir nada, me quede ahí pensando si le molesto tanto lo que había dicho o si estaba preocupado por si alguien me escuchó cuando le dije que me vendieron. No sé porque ahora me preocupaba a mí, como él estaba ¿qué me está pasando?
Él subió con una bandeja de comida algo sencillo, -come dijo, era un poco extraña su actitud pero ahora esperaba pasarla bien con él, a pesar de que estuviera mal y un tanto loco como para comprarme en una subasta.
Después comencé a sacar la ropa que compré de las bolsas para doblarla y cuando llegara éldecirme dónde guardarla. Seguí doblando la ropa y la puse sobre el tocador, cuando siento unas manos en mi cintura que me hacen sobresaltar.
-Me asusto.- dije sin prestarle mucha atención.
-Esa era la idea.- dijo besando mi cuello, comenzó a bajar poco a poco el cierre de mi vestido.
-¿Qué hace? -pregunté alejándome de él, pero no sirvió de mucho ya que de nuevo me trajo hacia él.
-No creas que te compre para tenerte de adorno linda.- susurró sobre mi oído.
Capítulo 6
Me sobresalté y me alejé de él, caminé de reversa hasta chocar con la cama en la cual caí sentada, gran error. Se acercó a mí yo retrocedí aún sobre la cama, hasta chocar con la cabecera otra vez, subió a la cama y se puso sobre mí apoyado en sus brazos, intenté alejarlo pero no funcionó. Comenzó a bajar mi vestido, trate de moverme para evitarlo pero me inmovilizaba así que era algo inútil. 
Me quitó el vestido y quedé en ropa interior intentaba cubrirme con mis propios brazos, el comenzó a quitarse la camisa y pantalón hasta quedar en ropa interior también. Se acercó de nuevo a mí, retrocedí lo más que pude envolví mis piernas con mis brazos pero el tiró de mi pie y volví a terminar recostada bocarriba con él encima de mí.
-Eres tan sexy.- susurró en mi oído y me besó no respondí, él pasó sus manos en mi espalda y lo lancé al suelo, intenté cubrirme yo estaba asustada por lo que iba a pasar.
Me tomó de las caderas y a la fuerza abuso de mí mientras varias lágrimas caían por mi mejilla.
-No llores.- mejor acostúmbrate linda, que así será tu vida desde ahora.- dijo mientras me apegaba a su cuerpo y me besaba. Sentí su respiración menos agitada en mi cuello, se había quedado dormido. "Así será tu vida desde ahora" esas palabras retumbaban en mi cabeza, no quería que siempre fuera así. Tenía que salir de ahí. 
A la mañana siguiente desperté porque él pasaba sus dedos por mi cuello, mientras me veía dormir abrí los ojos cuando me vio y sonrió.
-Buenos días.- dijo -Que tienen de buenos.- dije quitando su mano de mi rostro y alejándome de él.
-Amaneciste de malas.- expresó riendo y recargándose en la cabecera.
-¿Quién no lo haría? si estoy secuestrada y me acaban de violar- contesté enojada, sin esperar respuesta.
-No digas que fue "violación" suena feo.-
-¿Y cómo quieres que lo diga?- dije tirando de la sábana para cubrirme y poder ir por algo de ropa que seguía en las bolsas.
-Pues... no lo sé. Solo no lo digas.
-Entonces, no lo hagas.- dije caminando hacia el baño, para cambiarme.
-¡Eres mía! ¡Puedo hacer lo que quiera contigo!- gritó desde el otro lado de la puerta. 
Cerré la puerta del baño y me di una ducha, me cambié, salí del cuarto él me vio y se puso de pie caminó hacia el baño, no sin antes cerrar la puerta de la habitación con llave.
Después de unos minutos salió del baño solo con una toalla envolviendo su cintura, sacó ropa del armario y se sentó del otro extremo de la cama para cambiarse.
-Me voy a trabajar.- dijo poniéndose un abrigo.
-Adiós linda.- dijo tratando de besar mi frente yo solo me esquive para que se alejara.
Escuché la puerta de la entrada cerrarse suspiré y comencé a buscar algo que me sacara de aquí, corrí hacia la puerta de entrada cerrada, la puerta trasera cerrada, el jardín cerrado todo estaba cerrado, no había ningún teléfono para comunicarme nada que me ayudara y así pase horas tratando de encontrar la manera de salir. Sin tener resultado alguno me senté en el living y prendí el televisor para desayunar.
¿Qué rayos estaba haciendo? Estaba sola en la casa y no podía escapar.
Estaba por rendirme cuando vi en una habitación una ventana delgada por la que cabía y daba hacia la cochera, corrí hacia la ventana y con algo de dificultad salí a la puerta de la cochera no tenía llave, así que me fui rápido sin rumbo por el gran fraccionamiento buscando a alguien o la salida, mientras más lejos de él, mejor.
Capítulo 7
Corría muy rápido iba a cruzar la calle, desde ahí se veía la entrada al fraccionamiento estaba por lograrlo cuando un auto casi me atropella por suerte pudo parar antes de hacerlo, el conductor bajo del auto.
¿Estás bien?- preguntó mientras bajaba sin ver quien era.- Enserio lo sien...- no terminó de decir la frase cuándo veo que era él.- ¿Ibas a alguna parte? No sabía que contestar.
-Sube al auto.- dijo serio haciendo un movimiento con la cabeza para que subiera 
Caminé hacia el auto abrí la puerta y esperé a que él subiera, subí un pie al auto pero enseguida lo saqué y comencé a correr lo más rápido que pude, Xavier se dio cuenta y comenzó a correr detrás de mí era una persecución más larga que la primera ya que llevaba zapatillas y me era más fácil correr. 
Estaba cansada llevaba 10 minutos corriendo a mi máximo hasta que lo perdí de vista en el fraccionamiento, ahora no sabía que tan lejos de la entrada estaba, m recargué en una pared e intenté recuperar aire, saqué levemente la cabeza para ver si no estaba él por ahí, no lo veía, volví a recargarme contra la pared y di un suspiro comencé a caminar en reversa para buscar la entrada de nuevo, cuando de repente alguien me derriba.
-¿Esto va a ser costumbre entre nosotros?- preguntó sobre mí deteniendo mis muñecas con sus manos intentando recobrar el aliento.
-Si me dejaras volver a casa, ¡No!- le grité intentando quitarlo de encima.
-Entonces, creo que si será costumbre.- dijo muy furioso
Me llevó del brazo hasta el auto para que no escapara de nuevo, mientras caminaba pensaba ¿iba a golpearme? o ¿gritarme? Pero fue lo contrario sorprendida lo veía como se reía de todo, eso me gustaba. 
Alto, ¿en qué estaba pensando? me tenía "secuestrada" no podía empezar a gustarme.
-¿Qué tanto piensas?- preguntó mientras manejaba el corto recorrido de dónde dejó su auto, a su casa. Tarde un poco en contestar.
-Nada.- no preguntó nada más hasta llegar a la casa.
Entramos y puso sus manos sobre mi cintura.
-Por favor, no.- dije en un murmullo, eres mía puedo hacer lo que quiera contigo.- dijo dándome la vuelta para tenerme de frente y cargarme hasta su habitación.
Me llevó hasta su habitación y me soltó en la cama.
-Por favor no, no lo vuelvo a hacer.- dije intentando ponerme de pie pero él puso una mano en mi pecho y me lanzó hacia la cama.
-Si no te opones será más fácil para ambos.- dijo antes de besarme a la fuerza.
Volvió a pasar, pero esta vez me "deje" sufría menos en dolor físico pero el emocional no cambiaba y así siguió por 7 meses los más largos de mi vida, no sé qué será de mi madre y hermano, mis amigos, 7 meses sin salir de esa casa. Mi vida sería así siempre… 
-¡Ya llegué!- gritó él desde la entrada principal de la casa, yo estaba sentada viendo el atardecer aburrida como siempre.
-¿Qué ves?- preguntó sentándose a mi lado y poniendo sus brazos alrededor de mis hombros.
-Nada.- dije seria. -¿Qué tienes? – indago mirándome.
-No… no te importa.- dije. -Si me importa.- expresó él, cuéntame que tienes. 
-Hoy es cumpleaños de mi hermano.- dije bajando la mirada 
-No me gusta que hablemos de esto, lo sabes.- dijo mirándome con tristeza, me haces sentir culpable.
-¡Y lo eres!- grité levantándome del sofá, mirándolo con algunas lágrimas en mis ojos y caminé hacia la cocina ahí solté varias lágrimas, extrañaba a mi familia.
Capítulo 8
-¿Estas bien?- preguntó él algo triste recargado sobre el marco de la puerta.
Solo negué con la cabeza no podía hablar y escuché como él se acercaba, no llores.- dijo 
Eres tan bipolar le comenté, durante el día eres la persona más comprensiva del mundo, pero en la noche eres completamente diferente. –tú me cambias expresó con una mirada tierna.
-Entonces, ¿puedo verlos? pregunté con un brillo en mis ojos, sabes que la respuesta es no dijo con tono un tanto enfadado. Yo solo bajé la cabeza. 
-Oye, no te pongas triste.- dijo tomándome del mentón para alzar mi cara.- ¿Qué quieres que hagamos? ¿Quieres ir a la piscina?
Era algo raro, me tenía secuestrada pero me trataba como si estuviera ahí por mi propia voluntad, pero prefería que me tratara así a que me golpeara y me tuviera encerrada en unahabitación. Fuimos a ver los trajes de baño, nos cambiamos y me puse un camisón sobre el traje de baño para no ir totalmente descubierta; Xavier se aventó a la piscina en cuanto llegamos a ella, yo esperé un momento afuera.
-¿no vas a entrar?- preguntó sacudiendo su cabeza, para quitar el exceso de agua.
-En un momento.- dije quitándome el camisón, toqué el agua con el pie estaba fría.
-Está muy fría, no entraré.
-Oh, sí lo harás.- habló apoyándose en uno de los extremos de la piscina para salir, caminó hacia mí, me cargó y empezó a contar.
-¡A la 1, 2 y 3!- gritó saltando al agua conmigo en brazos.
Caímos en la piscina, sentía demasiado frio pero fue lo más divertido que me había pasado en 7 meses, sacamos la cabeza del agua para tomar aire y ambos reímos.
-Nunca te había escuchado reír –dijo él sonriendo 
-Gracias.- dije tomando su mano entre las mías. 
-¿Qué rayos me pasaba? me gustaba pero era raro.
Así pasamos por un buen tiempo -creo que es mejor que entremos, salió del agua y me ayudó a salir puso sobre mis hombros una toalla, úsala tú no tengo frio, vamos adentro. -dijo guiándome hacia la entrada del jardín. Subimos a la habitación y me duché, me recosté en la cama esperando lo de siempre, que abusara de mí. Él se acostó del otro lado de la cama, apagó la luz y se cubrió con las sábanas.
-Buenas noches.-dijo abrazándome, yo solo lo miré confundida y aliviada de que esa noche no pasaría nada.
Caí en un profundo sueño igual que él, a la mañana siguiente desperté porque él me movía con su mano para que despertara.
-¿Qué?- dije enojada, tapándome con las sábanas.
-Solo quería decirte que llegaré tarde, saliendo de trabajar iré con unos amigos, no me esperes despierta no sé a qué hora llegaré. 
Así que pasé toda la tarde aburrida, viendo televisión y entré a nadar un poco, fui a la cama a las 10:00 pm y él aún no llegaba; 2, 3, 4 de la mañana no llegaba, estaba preocupada. No podía dormir esperando a que regresara, cuando escucho la puerta de entrada abrirse.
-¡Ya llegue!- gritó exageradamente, subió al cuarto y aventó su saco, caminaba tambaleándose hacia mí, estaba ebrio. 
Ven aquí linda.- dijo riendo, tirando de mi pie.
-Estás ebrio.- dije intentando alejarlo, pero era inútil.
Capítulo 9
Volvió a pasar pero esta vez estaba ebrio y me lastimaba, me sentía tan mal con unas ganas de matarlo, hasta que se quedó dormido, aquella noche no pude dormir del dolor y la tristeza que invadía mi cuerpo, no entendía porque lo hizo así de esa manera tan perversa, yo que pensaba que él había cambiado.
Al día siguiente comenzó a moverse y abrir ligeramente los ojos después de un rato despertó y dijo ¡Hola! sonriendo yo solo le di la espalda. -¿Qué hice? preguntó, solo hizo una mueca al no saber qué había pasado, seguí sin responder.
-Creo que ya recuerdo, lo siento. No dije ni una sola palabra seguí dándole la espalda.
-En serio siento lo de anoche.- dijo sentándose frente a mí.
Se levantó de la cama y se fue, me quede sola comencé a llorar desconsoladamente y empecé a sentirme mareada corrí al baño y vomité, paso varia veces en lo que quedaba del día, me había recostado en la cama porque aún seguía mal, más tarde llego subió a la habitación y me vio un tanto pálida, rápido se acercó.
 -¿Qué tienes? –preguntó
-No lo sé, me he sentido mareada todo el día. 
-¿Quieres que te lleve al médico? –dijo sentándose junto a mí en la cama.
-No, seguro es algo que me cayó mal mejor déjame descansar, salió de la habitación.
Después de un momento regreso y preguntó ¿Cómo sigues? dejando una taza de té en mi mesa de noche. –Mejor le contesté y cambiando de tema.
-La noche que llegaste ebrio ¿usaste protección? -le pregunté, tardó en contestar, no dijo pero por una vez no pasa nada. 
-Bueno… ¿Crees que estés embaraza? –preguntó nervioso.
-No lo sé espero que no, me quede pensando y pidiendo a Dios que no lo este.
Seguí vomitando durante una semana pero intenté que él no se diera cuenta, por suerte no me había tocado en esa semana y era algo bueno, el vómito acabó pero fuertes dolores de estómago aparecieron y era insoportable. ¿Y si enserio estaba embarazada? tenía que confirmarlo.
Estaba en casa con quién hacia el aseo.
-Disculpe.- le dije a la encargada del aseo.- Le quería pedir un favor.
-Dígame señorita.- dijo acomodando su delantal.
-Quería preguntarle si usted puede ir a comprar una prueba de embarazo.- ¿quiere que vaya ahora?
-Si por favor.- dije sonriendo.
Esperé en la cocina sentada tomando un vaso de agua, cuando 10 minutos después la señora volvió. -Aquí tiene señorita dijo entregándome la prueba.
Subí a la habitación y esperé unos minutos para ver el resultado sentada en la cama nerviosa. El aparato dio su resultado. ¡Estaba embarazada! ¿Y ahora qué? yo no quería tenerlo.
Todo lo que quedó del día, no dejé de pensar en cuál sería su reacción, dudo mucho que se pusiera feliz interrumpieron mis pensamientos, cuando escuché la puerta principal abrirse. Era él subiendo por las escaleras y entró a la habitación.
-Hola.- dijo sonriendo, y quitándose el abrigo –Hola dije sonriendo nerviosamente mientras escondía la prueba en mi mesa de noche.
-Estoy exhausto.- ¿Quieres que veamos una película?
-Si... pero tengo que decirte algo antes.
-Sí, dime.- dijo viendo su teléfono.
-Estoy embarazada.- dije cerrando los ojos y apretando los labios, abrí ligeramente un ojo y vi como él me veía con la boca abierta sorprendido.
-Un bebé… balbuceó –puede que no sea tan malo.- exclamó apagando la luz de la mesa de noche. 
Capítulo 10
Desperté por unas leves caricias, abrí ligeramente los ojos y ahí estaba recostado mirándome con una ligera sonrisa.
-¿Qué hora es?- pregunté. 
-Da igual dijo alzando los hombros. 
-Y ¿tú trabajo?
-Es mi empresa puedo ir cuando quiera y hoy no quiero ir dijo acomodándose para estar algo más cerca de mí. Estuvimos recostados una hora mientras hacía comentarios graciosos sobre lo que pasaría con el bebé. 
¿Y qué quieres que hagamos hoy?
-No lo sé... nunca hacemos nada. 
-Pues... hagamos algo hoy porque pronto tendrás una pansa gigante y no podrás hacer nada. 
¿A dónde vamos? –pregunté.
-¿Te parece ir al cine? Y.. ¿después por un helado? dije sonriendo.
-Bien vamos.- dijo tomando su chaqueta.
Subimos al auto y estuvimos 10 minutos lejos de la ciudad, la casa estaba demasiado alejada.
-¿Por qué vives tan lejos de la ciudad? –le pregunté.
-Para que no te fuera tan fácil escaparte.- dijo guiñándome un ojo y regresando la vista al camino. Finalmente llegamos y antes de bajar me tomó sutilmente la mano.
-Ya sabes, no intentes esc…-lo interrumpí. -Si si, no me escaparé
Bajamos del auto y entramos al cine, tomó mi mano y la enlazó con la suya, no me opuse se sentía bien, parecíamos una pareja normal.
-Bien, ve a comprar palomitas o lo que sea yo voy por las entradas entregándome el dinero. 
Fui por bebidas y palomitas, pagué y regresé a buscarlo en la taquilla, lo vi conversando muy "cómodo" con la chica de la ventanilla, quien se recargaba en el pequeño escritorio y jugaba con un mechón de su cabello, estaban coqueteando. Sentí ¿celos?
-Sigan con lo suyo.- dije haciendo ligeros movimientos con las manos.
Yo solo venia por mi boleto, que ya va a empezar la función.- dije quitándole una entrada y sonriendo hipócritamente. 
Entregué el boleto a uno de los encargados y caminé hacia la sala dónde era la función.
Espera.- dijo Xavier detrás de mí, caminando rápido para alcanzarme.
-Lo siento.- respondió poniéndose frente a mí, evitando que siguiera caminando.
-¿Me perdonas? Enserio, no quería hacerlo.
-"Pero lo hiciste" pensé.
Entramos y nos sentamos en la última fila de la sala, la película comenzó típica película fantasmas en alguna casa antigua, ciertas partes de la película me asustaban y los gritos me hacían sobresaltarme haciendo que me aferrara sus brazos, él me abrazaba, tenía que admitirlo me gustaba. ¿Qué me está pasando? ¿Estaba… enamorada? porque me sentía tan extraña.
La película terminó y salimos para comer e ir por un helado, terminamos el helado caminamos un poco, llegamosal estacionamiento y me abrazó me sentía protegida eso no era normal, pero ahora estaba segura me había enamorado de mi comprador. 
Fuimos a casa, al llegar me tomo en sus brazos y como recién casados entramos, subió las escaleras y me llevo a la habitación me acostó y tapo con las sabanas.
-Descansa. –dijo dándome un beso en la frente 
Capítulo 11
Desperté al día siguiente y lo vi dormir por unos minutos se veía hermoso, a los pocos minutos despertó sonriendo y dándome otro beso en la frente fue tierno, guardó silencio un momento y me dijo –te tengo un pequeño obsequio, cierra los ojos no los vayas abrir.- dijo con un tono emocionado. 
Saco un oso de peluche de su mesa de noche, el pequeño peluche tenía un corazón en el pecho que decía “te amo”.
-Es muy lindo dije sonriendo, él puso su mano en mi mejilla, nadie dijo nada, se fue acortando la distancia entre nosotros y nos besamos era un tierno beso, diferente a los que me daba en las noches por la fuerza, este era uno que ambos queríamos era hermoso. 
¿Las cosas entre nosotros cambiarían? Eso esperaba.
*Tiempo después.*
9 meses de embarazo faltaba poco para que el bebé naciera era un varón, estábamos en la consulta con el doctor cuando el pregunto cómo lo íbamos a llamar yo respondí. –como el papá echando una carcajada.
-¡No! Quiero que se llame como yo.- dijo Xavier haciendo un puchero. -Yo quiero que se llame Jake.
¿Cundo nace? –pregunto Xavier.
-El doctor dijo que esta semana estuviéramos al pendiente, ya que se cumplían los 9 meses.
Nos despedimos del doctor y mientas caminábamos me puse a pensar que ya llevaba casi un año y medio con él, normalmente dirían "un año de tortura" pero no era así. Me había enamorado de él y por cómo era conmigo, pero… no todo era felicidad en las noches recordaba a mis amigos, a mi hermano, a mi madre no los había olvidado.
-¿En qué piensas?- preguntó abrazándome por la espalda.
-En mi familia ha pasado mucho tiempo sin saber de ellos, lo siento es solo que… los extraño, me haces sentir mal al no poder permitirte ir a verlos.- dijo
-Lo sé... es solo que los extraño pensé que ya había la confianza para hablar de esto y que me dejes verlos, ya llevamos más de un año juntos no sé nada de mi familia que pensaran de mí, en como estoy o si ya morí no es justo para mi madre que está sufriendo por mi desaparición.
-No sé qué decirte no te puedo dejar verlos.- dijo abrazándome un poco más fuerte.
¿Por qué? -pregunté sin mirarlo.
-Porque van a querer que te quedes con ellos y tengo miedo que tú también te quieras quedar.- notaba su nerviosismo, lo que decía era cierto.
-Sabes que no te dejaría, pero los quiero ver, visitarlos saber cómo están y no me quedaría ahora tú y nuestro hijo son mi familia, quiero estar contigo y Jake.
De pronto un dolor de estómago mayor a todos los que había tenido antes, se presentó.
-¿Estás bien?-Si dije cerrando los ojos y poniendo una mano sobre mi vientre, solo es otro de esos dolores.
-¡Segura! -Si si en unos minutos se me pasa no te preocupes.
Pasaron varios minutos y el dolor solo aumentaba.
-¿Qué sucede?- pregunto la secretaria.
-Parece que ya voy a dar a luz.-por suerte estábamos en el hospital insinué.
La secretaria llamo a un par de enfermeros que pasaban por ahí uno volvió enseguida con una silla de ruedas y me llevo hasta una sala, el dolor aumentaba.
Me ayudó a sentarme en la camilla que estaba en la habitación, el dolor era cada vez más grande.
-Enseguida viene el doctor.- dijo sonriendo, antes de salir por la puerta de la habitación.
-Disculpe ya no puede pasar es mejor que espere aquí.- la enfermera empujo lentamente a Xavier y salió de la habitación.
Capítulo 12
Aguardé unos minutos en la habitación, respirando de una manera exagerada e intentando calmarme, cuando la puerta se abrió, eran la enfermera y el doctor. 
Empecemos.- dijo colocándose un cubre bocas.
El parto tardó más de lo esperado hubo una pequeña complicación por lo que me hicieron cesárea, me sentía debilitada por la anestesia, además de que había dado a luz hace unos minutos.
-Acabas de dar a luz un hermoso varón - dijo el médico 
Seguido de esto, la enfermera me entregó a mi bebé envuelto en unas mantas azules. 
-Gracias.- suspiré al tener a mi bebé en brazos. Era tan pequeño e indefenso.
-La dejaremos con su bebé un momento señorita, permiso.- dijo el doctor saliendo de la habitación seguido de la enfermera.
¿Puedo pasar?- pude escuchar la voz de Xavi desde el otro lado de la puerta. 
Lo miró, tomó con delicadeza al bebé y lo rodeó con sus brazos.
-Hola pequeño Jake.- le dijo al bebé en un susurro. 
-Eres hermoso hijo dándole un beso en su pequeña frente, fue un momento único imposible de olvidar iba a recordarlo por siempre ver a mis dos grandes amores juntos.
-Es hermoso.- dijo mirándome a los ojos, se parece mucho a ti le respondí.
El doctor entró y dijo me tengo que llevar al bebé para tomarle las medidas, peso en fin procesos de rutina y salió con él en brazos
El feliz papá se sento en la cama junto a mí y suspiró.
-Bien, ya somos padres, sonrió y dándome un beso en la frente.
Después de un par de horas la enfermera entró a entregarnos a nuestro bebé, tomamos todos los datos necesarios del niño.- dijo sonriendo.
Xavier llamó al doctor y le pregunto. ¿Cuánto tiempo estarán aquí?
-Si sigue así de bien, mañana pero lo más recomendable es que se quede aquí dos días, está bien dijo él sentándose en uno de los sillones para descansar.
Después de varios días por fin nos dieron de alta, Xavier me ayudo a coger todas las maletas y salimos al estacionamiento en donde nos esperaba una docena de globos de felicitación por nuestro hijo, entramos al auto y conducía tan lento respetando todos los límites de velocidad, los obedecía al extremo.
-No exageres.- dije sonriendo 
Llegamos a casa, Xavi abrió la puerta y bajo todas la maletas como todo un caballero.
-Bienvenido.- le dijo a Jake, recordé que me dijo lo mismo a mí cuando recién había llegado. 
-Vamos arriba.- dijo subiendo las escaleras, yo lo seguí.
Caminamos hacia nuestra habitación cuando pude ver una pequeña cuna con muchos juguetes para bebés junto a ella.
-Sorpresa.- susurró en mi oído 
Pensaba comprar más, pero me imagine que querrías ir conmigo a ver otras cosas, dándome un delicado beso en la mejilla.
-Es muy lindo todo.- hablando en voz baja mientras dejaba a Jake en su nueva cuna.
La siguiente semana Xavi no fue a trabajar y en todo el mes iba muy poco para estar al pendiente de mí y de nuestro bebé y así pasaron los meses viendo crecer a mi hijo y enamorándome más de él y de su papá.
Capítulo 13
•8 meses después•
Habíamos bautizado a Jake, no invitamos a nadie ya que yo no conocía a ningún amigo ni familiar de Xavier fue un momento íntimo de los tres comimos, jugamos con el bebé pasamos una tarde increíble celebrando y dando gracias por todo lo que teníamos. 
-A poco rato llegaron unos mariachis y me sorprendí mucho –que bonita sorpresa para nuestro hijo dije muy emocionada.
-No dijo él, la sorpresa es para ti dándome un beso espero que te guste, estaba muy contenta viendo el show que no me había percatado que Xavier esta de rodillas a lado mio cuando volteé a mirarlo para darle las gracias por tan bonito detalle, mi cuerpo empezó a temblar al verlo ahí y pensaban mil cosas en mi cabeza, tantos recuerdos y suspiré si ¿me va a pedir que nos casemos? 
Xavier saco de su bolsillo una pequeña caja, la abrió y dijo Samanta desde hace algún tiempo he venido penando en lo que voy a decirte pero se me ha olvidado todo viéndote frente a mí soltando una risa nerviosa, solo quiero decirte que te amo y que gracias por aceptarme tal cual soy, por todo lo que te hice y perdonarme, por hacerme el hombre más feliz del mundo a pasar de todo.
-¿Quieres casarte conmigo? –dijo con un par de lágrimas en sus ojos.
-Si con una gran emoción y un par de lágrimas que salían por mis ojos le respondí, él tomo mi mano y puso el anillo en mi dedo y besando mi mano se puso de pie, me tomó de la cintura y me beso, fue el mejor beso que me dio. 
-Te amo.- gritó antesde volverme a besar, te amo… te amo más que a nada en el mundo.
Pasamos una tarde maravillosa junto a nuestro hijo celebrando nuestro amor y olvidando todo lo que había pasado hace un tiempo atrás.
Después de 3 meses me casé. La boda fue en mi ciudad natal, asistieron viejos amigos de la universidad a los que les conté la falsa historia de cómo conocí a Xavier. 
Mi familia y amigos más allegados conocían una pequeña parte de la historia omitiendo que fui secuestrada y comprada por él, familiares de Xavier asistieron a la boda excepto sus padres porque fallecieron hace 7 años en un accidente de auto.
Era hora del brindis y era mi turno de hablar, es una boda maravillosa y estoy con todas las personas que amo.- dije un tanto melancólica, pero estoy muy feliz porque ahora consolido mi nueva familia y espero que días felices como los de hoy sigan por largos años junto a mi amado esposo y mi pequeño hijo, gracias por estar aquí.
Toda la noche celebramos, bailamos y reímos con todos los que asistieron a la boda, pero ya era tiempo de irnos Xavier y yo teníamos nuestra luna de miel en Hawái nos despedimos y salimos de prisa al aeropuerto en donde nos esperaban cono nuestro equipaje.
Después de 3 meses pasada la boda, descubrimos que estaba embarazada de nuevo. Esta vez era niña, la noticia nos hizo a Xavier y a mí, aún más felices.
Después de 9 meses nació Camile. Su cabello es castaño y rizado, sus ojos verdes como los de su papá, es simplemente hermosa.
Y ¿Mi relación con Xavi? cada día es más perfecta somos muy felices, lo amo y el a mí.
Mi vida ahora es perfecta, quien diría que lo mejor que me pudo haber pasado fue haber sido "vendida".

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