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ENTENDIENDO EL FUTBOL

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Entendiendo el Fútbol
Guía fácil de táctica y estrategia
Marcos A. Reina
 
 
 
 
 
 
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Copyright 2014 Marcos A. Reina
Todos los derechos reservados. Ningún apartado de este libro puede ser reproducido en cualquier forma o por cualquier medio, ya sea electrónico o mecánico, sin permiso
escrito de la editorial y autor. La información contenida en este libro tiene estrictamente objetivos educativos e informativos. El autor y el editor de este libro han puesto
todo su esfuerzo en la preparación del material y la información se provee como es. El autor y el editor no expiden garantías de resultados en lo que concierne a la
exactitud, la aplicabilidad, o el contenido de este libro.
 
Introducción
Como cualquier otro niño, desde muy pequeño dediqué mis mañanas y mis tardes libres a este deporte tan querido por todos,
el fútbol. No podría decir en qué momento comencé a jugarlo, pero sé que lo hacía por pura diversión.
De pequeño puedo recordarme jugueteando con una pelota, yendo y viniendo, haciéndola rebotar en el piso o en alguna pared.
También recuerdo cuando jugábamos al fútbol con mis hermanos. Esos eran momentos en que compartíamos todos la misma
pasión y diversión, pues el fútbol es un deporte de grupo, uno se divierte más jugando acompañado. Por suerte, yo tenía tres
hermanos y por lo tanto tenía algo asegurado: la compañía para armar un equipo.
Solíamos jugar dos contra dos, o un arquero y el resto intentando marcar, o simplemente peloteando entre nosotros. Lo único
que necesitábamos era un balón. Y si no podíamos comprar uno de cuero (o se perdía, se caía al patio del vecino, lo pisaba un
auto, lo mordía algún perro, etc.), conseguíamos uno de plástico o de goma. Incluso lo fabricábamos nosotros mismos: una
media rellena con cualquier cosa, una bolsa plástica rellena con papel de diario, y cualquier otro invento que viniera a la
mente.
El fútbol era parte de mi vida y tenía todo para practicarlo y disfrutarlo. Incluso tenía algo también fundamental para poder
jugar: un jardín con espacio libre. Mi casa tenía un jardín con pasto que en ese entonces me parecía inmenso. Pero también
podía jugar en la vereda, en la calle, en la plaza, hasta en un pasillo si no podía ir a un lugar mejor.
El fútbol es un deporte que no necesita de muchos accesorios para practicarlo. Todo se puede conseguir. Los amigos siempre
están, y luego, con un poco de imaginación se puede conseguir el balón e improvisar el lugar.
Mis hermanos y yo disfrutamos mucho de jugar al fútbol juntos y ahora de adultos seguimos haciéndolo, por lo menos en la
medida que nuestros achaques lo permitan.
Pero aunque nuestros cuerpos ya no sean tan fuertes e irrompibles como antes, seguimos amando el fútbol y comenzamos a
tener otra percepción del juego que antes no teníamos, quizás a disfrutarlo de otro modo.
Cuando uno crece ya comienza a pensar y recapacitar sobre cosas a las que antes no le daba importancia. Esto es lo que me
sucedió cuando, pensando sobre la táctica en el fútbol, comencé a recordar las características de juego de cada uno de mis
hermanos.
Resulta interesante ahora notar, que cada uno de ellos nació, o se forjó para jugar en una posición diferente. Cuando uno sale a
la cancha y no existe un director técnico que organice al equipo, es natural que uno se ubique en el sector de la cancha donde
más cómodo se sienta (lo cual no significa que sea el sector donde mejor rinda, eso es otra historia que veremos mas
adelante). Cuando el fútbol es solo cuestión de diversión los partidos suelen ser muy desorganizados, ya que cada uno hace y
juega como más le gusta.
Pero aun en la desorganización, es posible identificar roles individuales que se aproximan a lo que hoy propone el fútbol
profesional. Así están los hambrientos de gol que sólo esperan arriba, los que persiguen la pelota desde el inicio hasta el fin
del partido, los que quieren eludir a todos los rivales y nunca dan el pase, los que van al arco por voluntad propia, etc.
Así me di cuenta que cada uno de mis hermanos tenía cualidades de juego que coincidía con su personalidad. Veamos a qué
me refiero.
El mayor tenía hambre de gol, siempre tuvo hambre de gol, por eso se identificaba como un delantero, a veces un segunda
punta, otras veces un nueve de área. Era dueño de una potente zurda, y como tenía velocidad, le venía bien arrancar desde el
mediocampo para adelante. No obstante su objetivo era siempre el arco.
El segundo de mis hermanos tenía buena estatura y era muy fornido. Se parecía a un mediocampista de buen juego y
características de wing. Su potencia física le permitía cuidar muy bien el balón, armar juego en el mediocampo y defender
bien su sector. Pero si le daban margen para proyectarse en ataque era muy difícil pararlo.
El tercero era especial, pues todos los arqueros son especiales. El más alto de la familia, rozaba los 1,90 m. y no se achicaba
ante nada (si jugaba de defensor era mejor no ponérsele delante). Sus reflejos eran instantáneos y parecía dominar mejor que
nadie la tarea “sucia” de tirarse al piso, volar por los aires y enfrentarse con cualquier delantero. Probablemente, quien
tuviese mejor futuro si se hubiese dedicado profesionalmente, tenía carácter y mucha confianza en si mismo, cualidades
fundamentales en un portero.
Por ultimo, quien les escribe. En realidad nunca me definí por ninguna posición o sector de la cancha, pero digamos que, de
los cuatro hermanos, era quien tenia un mejor trato de balón (cuidado, no solo porque yo lo diga, esto fue reconocido por
ellos).
Estos eran mis hermanos (y yo), cada uno con su propia habilidad y gusto para jugar el fútbol. Seguramente en nuestra infancia
jugamos cientos y cientos de veces sin cuestionarnos demasiado qué estábamos haciendo bien o qué estábamos haciendo mal.
Eso no importaba, nos divertíamos.
Sin embargo, siempre llega un momento donde la pasión por el club de nuestros amores se vive intensamente, sufrimos,
lloramos, gritamos, nos alegramos, nos abrazamos, lo disfrutamos, luego volvemos a sufrir, a llorar, etc. y comienzan los
interrogantes de índole táctica. Por qué el equipo no responde, por qué defiende mal, por qué tal jugador no rinde como
debiera, por qué si o por qué no logramos ganar tal o cual partido, por qué el DT realizó tal o cual cambio, etc.
Llegado ese punto comenzamos a darnos cuenta de que el fútbol es mucho más que 22 jugadores corriendo y golpeando un
balón para intentar meterlo en la red.
Particularmente pienso que la mayoría de la gente sabe apreciar y admirar un gol bien ejecutado, una buena gambeta o una gran
atajada. Todos estos son acciones altamente estéticas con gran atractivo generalmente llevadas a cabo por jugadores con la
más refinada técnica. Y cómo no apreciarlas, son el condimento del fútbol.
Pero en el fútbol hay mucho más que lindos goles o buenas atajadas. Se habla mucho en los medios de tal o cual gol, del
jugador que cometió el penal, del arquero que salvó un gol, pero se habla poco de las acciones colectivas que propiciaron el
gol, de la defensa que neutralizó el ataque rival, del goleador que a pesar de no convertir realizó un buen trabajo sin pelota,
etc.
Cuando la gente se acostumbra sólo a apreciar jugadas individuales como un gol o una gambeta, y se olvida de que el juego de
fútbol es un constante movimiento estratégico grupal, pasa por alto muchos factores importantes que determinan el buen o mal
rendimiento del equipo.
El fútbol profesional es complejo, quizás más complejo de lo que parece. Cada jugador que vemos en la televisión ha sido
formado años y años antes de debutar. Desde su infancia ese jugador se ha entrenado diariamente y se le han inculcado
innumerables conocimientos técnico/estratégicos que forman parte del rol que desempeñará en el campo.
Y no sólo eso, el jugador sigue aprendiendo durante toda su carrera, es puesto a prueba cotidianamente, sus movimientos son
analizados, calculados y estudiados. En defensa, en el mediocampo y en la delantera sus cualidades físicas y tácticas son
exprimidas al máximo.
Más aún, el fútbolno sólo considera la formación individual de cada jugador sino que se concentra en un juego organizado y
colectivo de cooperación mutua, donde todo cambio a nivel individual se evalúa y se implementa en función del bien
colectivo.
Así, el juego del fútbol (profesional) se convierte en un rompecabezas de características individuales y colectivas, tácticas y
estratégicas, que se deben encajar a la perfección con el fin de obtener la mayor eficiencia posible.
Y como si todo esto fuera poco, se puede agregar a la mezcla muchos otros factores “externos” que pueden alterar el
funcionamiento y rendimiento en un equipo tales como nutrición, comunicación, entorno familiar, psicología del individuo,
estado del campo de juego, afición, presiones económicas, etc.
Es por todo esto que el fútbol profesional se convierte en un juego extremadamente táctico y estratégico, dentro y fuera del
campo. El fútbol no es tan sólo cuestión de patear el balón para adelante y convertir gol.
En definitiva, el objetivo de este ebook es brindar una visión más amplia sobre lo que significa la táctica y estrategia en el
fútbol dentro del campo de juego. Así lograr que quien lo lea, entienda mejor el planteo táctico de su equipo favorito la
próxima vez que lo vea jugar.
Para hacerlo, primero haremos un análisis a nivel individual. En otras palabras, describiremos la función de cada posición o
rol que puede desempeñar un jugador en un partido de fútbol, por ejemplo, la posición de marcador central o segunda punta.
Luego de establecer las obligaciones individuales de cada rol/posición, será tiempo de hablar de estrategias colectivas y
juego asociado. Aquí hablaremos principalmente del funcionamiento de los esquemas tácticos más utilizados en el fútbol
moderno, por ejemplo el 4-4-2 o el 4-3-3.
Ha llegado el momento de empezar, espero que lo disfrutes.
Índice
 
Introducción 
Capitulo I: Posiciones 
Posiciones Defensivas 
Posiciones del mediocampo 
Posiciones Ofensivas 
Capitulo II: Táctica 
Formaciones tácticas de antaño 
Formación “Pirámide” 
Formación WM 
Formación 4-2-4 
Formación 4-3-3 
Formación 4-4-2
Formación 4-2-3-1 
Formación 4-2-2-2 
Formación 3-5-2 
Bibliografía: 
Capitulo I: Posiciones
Hacer referencia a “defensores puros”, “mediocampistas puros” o “delanteros puros” es imposible, ya que hoy en día, todos
ellos cumplen tareas mixtas. En consecuencia hay delanteros que defienden y también defensores que pasan al ataque. Todos
colaboran, en menor o mayor medida, en las tareas defensivas y ofensivas.
No obstante, por cuestiones prácticas, intentaremos describir cada puesto a partir de lo que se considera su rol principal. Con
este fin, identificaremos a tres tipos de jugadores según la zona del campo donde se desempeña: defensores, mediocampistas y
delanteros.
Así, las posiciones en un equipo de fútbol pueden ser de tres tipos:
Posiciones defensivas
Posiciones del mediocampo
Posiciones ofensivas
Haciendo caso a la ya famosa frase “los equipos se arman desde atrás”, comenzaremos viendo las posiciones defensivas
primero, luego seguiremos con el mediocampo y por ultimo con el sector ofensivo.
Posiciones Defensivas
Cuando hablamos de la defensa, obviamente nos referimos a aquellos jugadores cuya misión es la de evitar el gol en su propia
valla.
Según su ubicación en la cancha, existe más de un tipo de defensor. En el siguiente gráfico podemos ver una defensa típica de
4 hombres:
Arquero/Portero
Aunque a menudo es el puesto más olvidado y del que menos se habla, el puesto de “primer defensor” es el más importante de
todos. Sólo piensa un instante… ¿De que valdrían horas y horas de entrenamiento grupal (físico y táctico) si nuestro portero no
es capaz de detener ni siquiera el más fácil de los disparos?
Alguien dijo alguna vez que el guardameta impregna de personalidad a todo el equipo, y esto es totalmente cierto. El portero,
además de velocidad, reacción y sentido posicional debajo de los tres palos, debe poseer gran confianza en si mismo para
transmitirlo al resto del equipo.
Quizás por esto, ellos tienen la posibilidad de retirarse a mayor edad que el resto de jugadores. Con el paso de los años los
arqueros van ganando experiencia y mejorando sus cualidades más valiosas: seguridad, confianza, posicionamiento, y
capacidad de resolver problemas.
Dato: El primer portero en obtener el premio de mejor jugador en un mundial fue el alemán Oliver Kahn en Corea-Japón
2002.
Por supuesto, hace falta mucha vocación para jugar debajo de los tres palos. Es un puesto muy injusto e ingrato. Solo piensa
que un arquero puede tener una gran tarde, evitar varios goles y ser la estrella del equipo. Sin embargo bastará un solo error
para echar todo aquello por la borda y convertirse en el culpable de todos los males del equipo.
Se dice que arquero se nace, no se hace. Quizás sea verdad, este puesto requiere un compromiso extremadamente grande, un
solo error de su parte puede torcer el rumbo de un partido, por eso quien desempeña este rol debe estar preparado no solo
físicamente, sino psicológicamente para no perder la confianza en los tiempos difíciles.
Dato: El jugador de mayor edad en lograr el titulo mundial fue el portero italiano Dino Zoff, quien llego a dicha instancia con
40 años y 133 días de edad.
Defensor central
También llamado “zaguero central”, “marcador central”, o simplemente “central”, es el defensa que se ubica en la zona central
de la línea defensiva en frente del portero. Este jugador es el primer responsable de proteger el arco luego del arquero.
El central es un jugador generalmente de buen físico que actúa de barrera entre la portería propia y el delantero rival. Su juego
debe ser de pases simples y sin riesgo a que un rival lo intercepte, ya que al encontrarse cerca del arco propio no puede dar
ningún tipo de oportunidad al rival.
Su principal función es la de desbaratar toda acción rival en las cercanías de su propio arco, generalmente dentro del área
penal. Por eso es normal que despeje el balón lo más lejos de su área que pueda cuando exista presión rival.
En general es un jugador de buena altura que posee buen salto y golpe de cabeza. Su defensa aérea es fundamental en centros,
tiros de esquina y tiros libres.
Este jugador también debe tener una buena lectura del ataque rival y voz de mando para ordenar y advertir a sus compañeros
sobre cualquier debilidad propia.
Thiago Silva (Brasil, 1984) – Paris Saint Germain. Uno de los mejores marcadores centrales de la actualidad. Con él en
campo, la selección de Brasil posee seguridad y garantía de confianza en el fondo. Foto: Christophe Pelletier
Los problemas más frecuentes que debe afrontar un central son, por un lado, el riesgo a cometer penales cuando debe cortar el
ataque rival en su propia área, y por otro lado, jugar mal la ley del offside y habilitar al delantero rival. Por eso es necesario
que el central organice y se entienda con sus compañeros.
En ataque, cuando el equipo presiona arriba, los centrales pueden incluso adelantarse hasta la mitad de la cancha para
“acortar” al equipo y no quedar demasiado lejos de los mediocampistas. Además, es frecuente que en pelotas paradas que
llueven al área rival, (tiros libres o de esquina) se aproveche su capacidad de juego aéreo para intentar convertir por esa vía.
En el fútbol moderno es frecuente que se juegue con dos defensores centrales en frente del portero, los cuales tienen
características diferentes, uno se ubicará mas retrasado (el primer marcador central) y el otro mas adelantado (segundo
marcador central).
Primer marcador central
Este es el marcador central del cual veníamos hablando antes, el cual generalmente se ubica en el centro, pero sobre el lado
derecho. Se ubica mas retrasado que sus compañeros y les cubre la espalda. Esta posición le permite una visión amplia, y le
otorga capacidad de ordenar la línea defensivasegún crea necesario en base a su lectura del juego.
Al ser este el último defensor, es posible que se encuentre mano a mano con el delantero rival, en cuyo caso es imprescindible
su buen juicio para llevarlo hacia el lado de su pierna menos hábil y cubrirlo para evitar el disparo directo a la propia valla.
Una buena técnica también es demorarlo para obtener apoyo de sus compañeros. Además, si se encuentra mano a mano con el
delantero, nunca debe barrer o ir al piso para quitar el balón, ya que si falla dejara al rival solo frente al portero.
Segundo marcador central
Este es el complemento del primer marcador central. Su diferencia radica en que es un jugador de corte. Es decir que al
contrario del primer marcador central, tiene la obligación de adelantarse y presionar al centrodelantero rival para despojarlo
del balón o evitar que lo reciba. Así, permite a su compañero ubicarse más retrasado y cubrir su espalda en caso de ser
sobrepasado.
En la imagen anterior vemos cómo el segundo marcador central se encarga de presionar al delantero rival mientras que el
primer central se ubica más retrasado cubriéndole la espalda.
Sergio Ramos (España, 1986) - Real Madrid. Un central muy luchador que nunca deja de presionar al rival. Posee un
espectacular juego aéreo y gran salida con buen manejo de balón. Foto: Football.ua
Claro, el segundo central tampoco puede adelantarse hasta mitad de cancha (adelantarse a la posición de los mediocampistas)
sólo para presionar al delantero. Sólo lo hace cuando el delantero se acerca libre de marca al área o cuando sabe que puede
anticiparlo en la recepción del balón, siempre atento a que su compañero lo cubra en la retaguardia.
Como ya dijimos, el segundo marcador central se ubica sobre el lado izquierdo. Sin embargo, es posible que durante el juego,
según de qué lado del campo se desarrolle el ataque rival, el primer central intercambie funciones con el segundo central,
quedando él como último hombre.
Vincent Kompany (Bélgica, 1986) – Manchester City. Considerado por muchos como el mejor central del mundo, Vincent
Kompany es un líder natural que posee un rendimiento consistente a lo largo de su carrera combinando todas las
cualidades que un buen marcador central debe tener. Foto: Erik Drost
Otros centrales de gran jerarquía a nivel mundial son Gerard Piqué, Giorgio Chiellini, Mats Hummels, Pepe, entre otros.
Defensor de corte (Stopper)
Recién hablamos de dos tipos de centrales que juegan juntos con distintas funciones y conforman gran mayoría de los
esquemas tácticos utilizados hoy en día. Ahora veremos qué se entiende por defensor de corte o stopper, y luego veremos la
función del famoso Libero. Presta atención porque te darás cuenta que coinciden con las funciones del primer y segundo
marcador central.
Es importante que no concentres toda tu atención en un esquema táctico determinado. En esta primera parte no
hablamos sobre formaciones tácticas, ni si se juega con línea de 3 defensores o 4. De lo que si hablamos ahora es de la
función y característica de cada rol.
El nombre stopper viene de la misma palabra inglesa que significa “parador”, entendiéndose como alguien que aplica un
freno, o alguien que corta un movimiento. Así, como su nombre lo indica, el stopper es un jugador que sale a cortar el juego
del rival, y no un jugador que espera retrasado. Este jugador no persigue a sus rivales por toda la cancha, sino que presiona y
persigue al rival dentro de su zona asignada.
Podríamos decir que el stopper es un jugador activo, que busca la destrucción del juego rival, y en el mejor de los casos,
recuperar la posesión del balón para su propio equipo.
Dada su responsabilidad activa en la destrucción del juego adversario, el stopper siempre juega por delante de la línea
defensiva, y nunca como último hombre.
Por ejemplo, en una línea defensiva de 5 hombres, como vemos en la siguiente imagen, el stopper tiene la función de cortar la
posesión rival y lo hace por delante de los centrales.
A principios del siglo XX se solía jugar con muchos delanteros, por lo tanto, el número de defensores eran menos. En la
siguiente imagen vemos una defensa de tres hombres, ya en desuso, que se conformaba de un doble stopper y un defensor
retrasado que cubría sus espaldas, el líbero.
Generalmente, el stopper es un jugador de menor porte físico que el central. Pero se destaca por su habilidad para la
recuperación y su velocidad para cubrir grandes zonas del campo.
Sin duda, este tipo de jugadores dominan la técnica del barrido, poseen prolijidad para quitar y tiene gran capacidad de
anticipación. Además, los famosos defensores de corte se han destacado por su acertada lectura del accionar rival y por
consiguiente un efectivo juego posicional.
A su vez, cuando el defensor de corte recupera la pelota, tiene la obligación de asociarse con los mediocampistas para
comenzar el ataque. Por este motivo, un stopper también debe saber dar un pase al compañero mejor ubicado, sea para alejar
el peligro en su campo, o para dar inicio a la fase ofensiva.
Líbero
Lo mas probable es que ya hayas escuchado el termino “líbero” pero no termines de entenderlo del todo. El término “libero”
viene de la misma palabra italiana, la cual significa “libre”.
Básicamente, el líbero es un defensor que juega como ultimo hombre y se lo denomina “libre” porque no tiene una marca
asignada estricta (en contraposición al central que se ocupa de marcar al/los centrodelantero/s rivales en una zona
determinada), sino que se limita a cubrir las espaldas de sus compañeros por todo el frente y evitar que las “papas quemen”
cuando estos fallan en su labor.
Se dice del líbero que es un defensa organizador. Generalmente hace valer su autoridad sobre el grupo y se destaca por
organizar y tener buena lectura del juego. En muchos casos, éste defensa transmite energía a sus compañeros, se ocupa de
motivarlos y transmitirles seguridad desde atrás.
En la imagen anterior vemos la ubicación del líbero en una defensa de 5 hombres. El líbero juega detrás de los centrales y se
mueve horizontalmente por todo el frente cubriendo la retaguardia de la defensa.
Del mismo modo, en la siguiente imagen, vemos al líbero en una defensa de tres hombres. Aquí su misión es cubrir la espalda
de ambos stoppers:
Franz Beckenbauer (Alemania, 1945). Apodado “El emperador” (Kaiser) por su liderazgo en el campo, se destacó por su
juego elegante y técnico. Comenzó como mediocampista pero se convirtió en unos de los mejores en defensa e incluso se le
suele dar crédito en la invención del rol del líbero.
Hoy en día, podríamos decir que la posición “pura” de stopper y líbero se encuentran ya casi en desuso. Estas funciones
se utilizaron por mucho tiempo en el siglo XX, pero con el transcurso del tiempo las características de los defensores fueron
mutando en pos de un defensor más completo que se adaptará mejor a los nuevos esquemas.
De este modo, es posible que el rol exclusivo de líbero o stopper haya caído en desuso, pero sus características siguen
utilizándose. Esto lo demuestra el uso dos centrales en la defensa moderna donde el rol de líbero es ejercido por el primer
marcador central (quien permanece cubriendo la retaguardia como último hombre) y el segundo marcador central, quien hace
algo parecido al stopper cuando presiona y corta el juego de los delanteros.
En conclusión, las funciones del líbero en el fútbol moderno fueron adquiridas por el primer marcador central, y las del
stopper se agregaron a las del segundo marcador central.
Defensor Lateral
Este tipo de defensor es también llamado “marcador de punta”, y como evidencia su nombre, desarrolla su labor en los
laterales, o bandas.
Para tener una idea gráfica de un defensa lateral veamos su ubicación en un esquema con línea de 4.
La labor defensiva del marcador de punta consiste en cortar el juego rival por los costados. Los laterales deben evitar que el
adversario pueda ensanchar su juego utilizando las bandas. Sin embargo, no es suficiente limitarse a su trabajo defensivo ya
que en la actualidadlos defensores laterales cumplen una labor mixta entre defensa y ataque.
En defensa, el lateral debe convertirse en una barrera física que obstruya la autopista del “extremo” rival (jugador que sube
por la banda). Esto lo puede lograr desviando al rival hacia el centro del campo, donde con la ayuda de los centrales o los
mediocampistas es más probable despojarlo del balón, o bien, obstaculizando su pierna hábil con el fin de incomodarlo y
sabotear sus planes.
El defensa lateral a menudo es quien se encarga de realizar los saques de banda y es el primer jugador en convertirse en
opción de pase cuando se sale desde abajo.
No es habitual que el lateral tome riesgos adelantándose hasta el campo contrario, pero puede tomar la marca del
extremo/wing contrario anulando su juego con presión alta incesante. Esto quiere decir que sube (ejemplo hasta la mitad de la
cancha) para presionarlo y no dejarlo recibir o si tiene la pelota, no dejarlo progresar (ver imagen debajo).
El lateral se enfrenta con jugadores rivales de gran velocidad, por lo tanto, debe ser un jugador liviano, con mucha agilidad y
capacidad de recuperación.
Ahora bien, es probable que a la hora del ataque, los marcadores de punta gocen de licencia para subir por las bandas. En ese
caso deben asociarse con los mediocampistas para generar juego. Incluso pueden llegar hasta la línea de meta si cuentan con
la capacidad físico-técnica para hacerlo.
Philipp Lahm (Alemania, 1983) – Bayern Munich. A pesar de haber cambiado su puesto recientemente en el equipo de Pep
Guardiola (a mediocampista defensivo), lo más probable es que en la selección de su país siga en su puesto natural. Lahm
es un lateral con extraordinaria aptitud ofensiva y que será recordado como uno de los mejores en su puesto. Foto:
Steindy
Con todo, el marcador de punta nunca debe olvidarse que su misión principal es la de defender su sector en el campo, por eso
debe tener la inteligencia para decidir cuando apretar arriba al extremo rival y cuando mantenerse más rezagado cubriendo su
zona. En el primer caso corre el riesgo de ser desbordado y dejar un gran “hueco” sobre su banda, en el segundo caso se
asegura de proteger su sector pero tendrá menor participación en ataque.
En definitiva, el marcador de punta debe ser un jugador hábil en la marca y rápido para no dejarse desbordar por el rival. Su
responsabilidad es grande, ya que si el adversario domina la banda, sus pases o centros al área serán situaciones claras de
gol.
Probablemente llegado este punto, sea conveniente aclarar que casi todas las posiciones en el fútbol actual tienen un rol
mixto. Pocas veces veremos a mediocampistas que no defiendan o defensores que no ataquen. Todos ellos, aunque sea
brevemente, colaboran en una u otra tarea en las diferentes fases del juego.
Así, cuando un defensor cumple satisfactoriamente en la fase ofensiva, se dice que tiene “buena proyección” o “buena
salida”. Del mismo modo, cuando un jugador ofensivo, generalmente un mediocampista, cumple de buen modo su tarea
defensiva, se dice que es “de contención” o tiene “buen retroceso”.
Carrilero
El carrilero es una versión moderna del defensor lateral que incluye mayor énfasis en el ataque. Es correcto, entonces, decir
que el carrilero es sinónimo de “defensor lateral con buena proyección en ataque”.
Básicamente, este jugador debe cubrir todo la banda, desde su propia línea de meta, hasta la línea de meta contraria.
En defensa su función es la misma que la de un defensor lateral convencional. En el mediocampo debe brindar apoyo a los
mediocampistas y convertirse en opción de pase.
Marcelo Vieira (Brasil, 1988) – Real Madrid. El último gran carrilero/lateral que ha sacado el semillero carioca. Gran
velocidad, técnica y asociación colectiva hacen de él un jugador que se destaca por su excelente juego en ataque. Foto:
Майоров Владимир
Ya en ataque debe desbordar en velocidad por la banda con el fin de enviar centros aéreos y pases a sus compañeros que se
encuentran dentro del área.
Además, el carrilero puede llegar al área rival sin balón y convertirse en un delantero más.
Dado su rol mixto cada vez más utilizado en la actualidad, el carrilero debe tener las siguientes cualidades: Buena velocidad
para desbordar y volver a su puesto rápidamente, buen estado físico para cubrir toda la banda, capacidad de quite y marcaje,
buen juego posicional para convertirse en oportunidad de pase (y de gol) cuando no tiene el balón, habilidad para gambetear y
desbordar al adversario.
Naturalmente, al convertirse en un delantero más durante la fase de ataque, es esperable cierta debilidad en los flancos que
debe tenerse en cuenta. Debido a esto, generalmente un mediocampista defensivo se encarga de cubrir el puesto del carrilero
cuando éste se encuentra volviendo.
Jordi Alba (España, 1989) – Barcelona. Un jugador que a pesar de su gran despliegue ofensivo, ofrece de manera constante todas las garantías defensivas
propias de un defensor lateral. Foto: Football.ua
Veamos algunos esquemas típicos para un carrilero. Por un lado una formación 3-5-2 donde los carrileros pueden
considerarse como mediocampistas, por otro lado una formación 5-3-2 donde tienen un rol más defensivo.
En el fútbol moderno, los carrileros son una combinación del defensor lateral y el extremo (el cual veremos mas adelante).
Esta función hace que sea la posición de mayor demanda física en el fútbol actual.
Dato curioso: Los jugadores corren un promedio de 10 Km. por partido
Acciones defensivas básicas
Ya hemos analizado las características defensivas de cada puesto. Ahora hablaremos sobre algunas técnicas que permiten la
coordinación y eficacia de la defensa, las cuales son importantes para comprender lo que viene más adelante.
Defensa adelantada vs. Defensa retrasada
La línea defensiva, generalmente de 4 hombres, puede ubicarse bien atrás y cerca de la portería, o bien, más adelantada fuera
del área penal. Esta decisión táctica corre por cuenta del entrenador y responde a la idea de juego que pretenda desplegar.
Una defensa retrasada es considerada más conservadora y segura. Sin embargo, también significa que los mediocampistas
deberán cubrir una larga distancia para unir al equipo (es decir, unir a los delanteros con los defensores), lo cual concede
mucho control del mediocampo al equipo rival.
Por otro lado, una línea defensiva adelantada permite encerrar al equipo rival en su propio campo y presionar constantemente
con muchos hombres. La desventaja de esta práctica es que deja al equipo con un gran espacio entre la línea defensiva y el
portero, lo cual da una oportunidad al rival para filtrarse y quedar mano a mano con este último.
Marcación en Zona vs. Marcación Personal
Existen dos métodos de marcación muy diferenciados. El primero es la marcación en zona, donde cada defensa se compromete
a defender un sector del terreno determinado. De esta forma, el defensa debe marcar a cualquier rival que ingrese en su sector
asignado del terreno, pudiendo recibir ayuda de sus compañeros cuando fuere necesario.
El segundo es la marcación personal. Esta es la marcación hombre a hombre, donde cada defensor tienen asignado un rival
para seguir, presionar de manera constante. Si tiene que alejarse de su ubicación natural lo hará con tal de bloquear a su rival
asignado.
Las opiniones son encontradas cuando se debate cual es el sistema mas efectivo. Algunos dicen que la marcación en zona
potencia el juego solidario y obliga a la coordinación colectiva. Mientras tanto, otros opinan que la marcación hombre a
hombre otorga mayor compromiso a cada jugador estableciendo un objetivo más claro.
La realidad es que, hoy en día, en la mayoría de equipos se utiliza la marcación mixta. Esto significa que por momentos habrá
marcación zonal y por momentos marcación hombre a hombre. Por lo general se utiliza la primera a lo largo de todo el campo,
menos dentro del área, donde se utiliza el marcaje hombre a hombre.
No obstante, existen casos donde puede verse marcación personal fuera del área penal. Frecuentementese utiliza sobre
jugadores con características técnicas superiores o que se consideran determinantes en la estrategia de juego rival.
Veamos un ejemplo que nos ayudará a distinguir entre una marcación zonal y una marcación hombre a hombre, y que resulta
fácil de reconocer en cualquier partido.
En el caso “A”, representado por la imagen, vemos una defensa adelantada y un centrodelantero rival que se mueve
horizontalmente. Éste último se cuida de no quedar en posición fuera de juego y a la misma vez busca espacio para recibir
pase. En este caso, la defensa marca en zona y a pesar de que el delantero se mueve horizontalmente por todo el ancho del
campo, la línea defensiva no se desarma. Así, el delantero rival es marcado sucesivamente por cada defensa de acuerdo al
lugar donde se encuentre.
Por otro lado, en el caso B, vemos que la defensa se encuentra replegada (seguramente siendo atacada) y el delantero rival se
ha internado en el área. En este caso, un central se encarga de realizar una marcación personal hasta tanto el peligro
desaparezca. Algo similar ocurre en los tiros de esquina, donde vemos una incesante persecución de jugadores provocada por
el marcaje hombre a hombre. Se trata de defensores que persiguen a su rival asignado, y jugadores delanteros que intentan
escabullirse para librarse de esas marcas.
Cobertura
Cobertura es un conjunto de movimientos posicionales que permiten ayudar a un defensor desbordado por un adversario o por
el balón. Existen dos tipos de coberturas.
La primera es cuando se cubre el puesto de un compañero. Este tipo de cobertura se ve claramente cuando el defensor central
sale a marcar al delantero que acaba de desbordar al defensor lateral. Esto es una cobertura sobre el compañero.
La segunda es una cobertura sobre toda la línea. Esto significa que toda la línea defensiva se corre con el fin de cubrir los
espacios que sus compañeros van dejando libres. Siguiendo con el mismo ejemplo, supongamos que el central cubre la
posición del lateral izquierdo, en dicho momento toda la línea defensiva se corre hacia ese sector para cubrir el “hueco” que
ha dejado el central.
En la imagen anterior puede apreciarse ambas coberturas a la vez.
Permuta
Otra técnica defensiva muy utilizada es la llamada “permuta”. Esta consiste en un intercambio de roles provisorio con el fin
de no desarmar la línea defensiva. Si consideramos el ejemplo del defensa lateral que fue superado, la permuta toma lugar
cuando éste se repliega rápidamente y toma el puesto que su compañero (central) ha dejado vacante (al realizar la cobertura).
Ahora bien, la permuta no tiene por qué ser realizada por el jugador que ha sido desbordado. En muchos casos puede ser
realizado por un jugador que se encuentre bien posicionado y cerca de la jugada.
Posiciones del mediocampo
Cuando hablamos de un mediocampista también estamos hablando de un “centrocampista”, “mediocentro”, “volante” o
simplemente “medio”.
Aunque a veces no sea sencillo darse cuenta, existen varios tipos de mediocampistas. Cada uno con diferentes características.
Las posiciones del mediocampo son las que se ven en el gráfico:
En líneas generales, podemos hablar de dos tipos de mediocampistas, el que se dedica a la recuperación, y el que se ocupa de
la creación. Estamos hablando, ni más ni menos, de volantes que defienden y de volantes que atacan.
Ahora bien, sabemos que las posiciones son mixtas, todos los jugadores defienden y todos los jugadores atacan, al menos
hasta cierto punto. Entonces... ¿Cómo hablar de un mediocampista de recuperación si éste también deberá atacar en algún
momento? Pues hablaremos de un mediocampista de recuperación (o defensivo) en tanto y cuanto su principal compromiso sea
defender, y hablaremos de un medio creativo en tanto y en cuanto su principal obligación sea la de crear juego de ataque.
Mediocampista defensivo
A este mediocampista suele llamársele también “pivote”, “volante tapón” o “volante de contención”. En Europa generalmente
es identificado con la camiseta Nº 6, mientras que en Sudamérica con la Nº 5.
Su posición en el campo es delante de la línea defensiva. Teóricamente se ubica en el centro del campo o un poco más
retrasado, aunque esto depende cuan retrasado o adelantado juegue el equipo en conjunto.
El mediocentro pivote es un jugador que se dedica a destruir el juego contrario en la zona central del campo. Su función es
decisiva para la recuperación del balón y la destrucción de cualquier iniciativa de ataque rival.
El pivote es un jugador activo, es decir, que siempre sale a cortar y recuperar el balón de forma similar a la de un stopper. Por
esta razón, es esencial que sea un jugador rápido y de buen estado físico, ya que va a correr mucho mientras el adversario
mantenga la posesión, siendo este el momento en que sufre mayor desgaste.
Xavi Alonso, España (1981) – Real Madrid. Un jugador con gran sentido táctico-posicional que provee una extraordinaria
cobertura en defensa y aporta además claridad excepcional en cada salida. Foto: Football.ua
Los buenos centrocampistas defensivos cuentan con un sentido excepcional de la ubicación, ya sea para anticipar los
movimientos de los rivales, interceptar sus pases, ganarles en velocidad, presionarlos, y quitarles la redonda.
Pero el trabajo del pivote no termina ahí. Al retomar posesión debe tener la claridad para entregar un pase seguro a alguno de
sus compañeros, sea para guiar una salida sin riesgos desde abajo, o bien comenzar un contraataque. Si pierde el balón en su
zona, existe riesgo alto, en tanto la línea defensiva puede encontrarse desprevenida y desorganizada.
Touré Yaya (Costa de Marfil, 1983) – Manchester City. Una barrera temible en la mitad del campo. Touré Yaya es un
mediocentro defensivo que posee gran habilidad para encontrar el pase perfecto y cambiar el trámite de un partido. Foto:
Илья Хохлов
Si el mediocampista defensivo no tiene una buena tarde, el mediocampo será un sector sin resistencia, y allí el rival tendrá
libertad de iniciar cada ataque.
La posición pura de un mediocentro defensivo puede apreciarse fácilmente en un esquema 4-3-1-2 (imagen debajo) donde el
mediocampo se conforma con un centrocampista de contención, dos mediocampistas organizadores, y un mediocampista
creativo. (Nótese que esta formación puede convertirse fácilmente en un 4-3-3 si se reemplaza el volante creativo, o media
punta, con un delantero más.)
Por otro lado, en el esquema 4-4-2, se utiliza el “doble pivote” o “doble cinco”, lo cual significa que se refuerza la
recuperación en el centro del campo. Con todo, es frecuente que uno de ellos posea, además, una responsabilidad en la
distribución y creación, mientras el otro cumple su rol tradicional de recuperador.
Daniele De Rossi (Italia, 1983) – A. S. Roma. Jugador de gran talento defensivo que ofrece consistencia en cada una de sus
participaciones. Gracias a su habilidad es un jugador versátil, que puede jugar de central o incluso en posiciones mas
adelantadas en el mediocampo. Foto: brent flanders
El mediocampista de contención es un jugador determinante para el equipo. Gracias a su juego se obtiene el dominio de la
zona más importante del terreno, el centro del campo.
Allí es donde se gesta la creación del ataque rival y el ataque propio. Es la zona de transición que hay que cruzar si se desea
dañar al rival. Por este motivo, quien tiene control sobre ella, tiene una ventaja fundamental. No sólo porque permite avanzar
verticalmente sino también porque se facilita el traslado horizontal, de una banda hacia la otra y se consolida la defensa, ya
que al rival se le dificulta la construcción del juego.
Javi Martínez (España, 1988) – Bayern Munich. Su gran eficiencia para cubrir la última línea defensiva lo ha convertido
en uno de los mejores mediocampistas defensivos de la actualidad.
Mediocampista organizador
También llamado “mediocentro organizador”, “volante” o simplemente “mediocampista”. Su función principal es organizar el
juego en el mediocampo, protagonizando un rol preponderanteen la construcción del ataque.
Su campo de acción es el centro del campo delante del mediocampista defensivo.
Es un jugador inteligente para comprender el juego y resolver jugadas sin complicaciones. Su buen manejo del balón y visión
del juego le permite distribuir y organizar el juego para atacar, o simplemente para no perder la posesión de la pelota.
Se destaca por su habilidad técnica, lo cual lo convierte en un jugador completo. Es capaz de proteger el balón, cambiar de
dirección rápidamente, ejecutar tiros libres y de esquina con precisión, sobrepasar adversarios, colocar pases entrelineas,
realizar cambios de frente (pase largo generalmente hacia el lado opuesto donde hay menos congestión de jugadores),
controlar el ritmo de juego del equipo (haciendo una pausa cuando lo cree necesario), y por supuesto, ocupar posiciones muy
adelantadas que le permiten convertir goles.
Final de la Eurocopa que disputaron España e Italia en el año 2013. En esa oportunidad fue victoria para España por 4-0.
En la foto se ve a Xavi (mediocampista organizador) luchando con Pirlo (mediocampista de contención) por la posesión
del balón. Foto: Football.ua
Defensivamente, el organizador es también un jugador dotado de buena técnica para la recuperación. Su rol al defender es
presionar a los mediocentros rivales y achicar los espacios para recuperar el balón.
En la siguiente ilustración vemos el área de influencia de una pareja de organizadores en ataque.
Del mismo modo, la siguiente ilustración revela el área de influencia que puede llegar a tener un organizador presionando al
rival para recuperar el balón:
Como se ha dicho antes, en la actualidad las posiciones se combinan y los jugadores son cada vez más completos. Por lo tanto,
a pesar de que se podría considerar al mediocampista organizador como un jugador naturalmente más ofensivo, éste no deja de
cumplir su labor de presión y recuperación en la etapa defensiva.
Interior/Volante mixto
Este tipo de volante se ubica en zona central del medio del campo pero levemente recostado hacia la banda. Se lo llama
comúnmente interior porque no juega pegado a la banda, sino que lo hace entre el centro y la banda. Su cualidad sobresaliente
sin duda se trata de su función mixta de ataque y defensa, de donde recibe el nombre “volante mixto”. En Europa se lo suele
llamar “box to box” porque va de un área a la otra.
Este jugador tiene llegada cuando su equipo propone ofensivamente, y tiene retroceso cuando su equipo se ve amenazado por
una embestida rival. Por lo general se le pide mucha colaboración en defensa, sin embargo, a menudo combinan el buen
manejo de balón y se asemejan al organizador.
Arturo Vidal (Chile, 1987) – Juventus. Un mediocampista que posee una habilidad incomparable para cortar ataques
rivales, y a la misma vez, un jugador que marca goles como si fuera otro delantero. Infatigable, corre como una fiera de
una área a la otra y con liderazgo motiva y organiza a sus compañeros. Foto: Валерий Дудуш
La clave en su puesto es un gran estado físico que le permita ir y volver sin agotar su energía rápidamente. Además, suelen ser
jugadores versátiles, pudiendo hacer de mediocampistas defensivos, organizadores, e incluso sumarse al ataque.
Luka Modrić (Croacia, 1985) – Real Madrid. Un jugador con gran oficio defensivo y gran talento ofensivo. Su visión de
juego le permite un juego posicional muy preciso en cada fase del juego. Foto: Fanny Schertzer
En la siguiente imagen se puede apreciar la famosa formación WM (llamada porque al unir con líneas las posiciones de cada
jugador se forman dichas letras), popular en la primera mitad del siglo XX, donde se puede apreciar la función de los
interiores, imprescindibles para este tipo de esquema. En este esquema debían convertirse en delanteros cuando se atacaba,
sumando en total 5 delanteros, y debían retroceder para ayudar en la defensa cuando el rival avanzaba.
Como dijimos antes, el interior tiene llegada cuando su equipo propone ofensivamente, y tiene retroceso cuando su equipo se
ve amenazado por una embestida rival. Por este motivo, debe poseer buen trato de pelota y gran estado físico que le permita ir
y volver en forma ininterrumpida.
Andrés Iniesta (España, 1984) – Barcelona. Un jugador clave para el estilo Barcelona, junto a Xavi son el motor de la
maquinaria que hace funcionar al mediocampo. Su precisión, claridad, técnica y visión ofensiva lo hacen inigualable y
marcan la diferencia en el equipo. Foto: Football.ua
Volante creativo/Mediapunta
También llamado “mediapunta”, “enganche”, “mediocentro ofensivo” o jugador “Nº 10” dada su asociación con este numero
de camiseta.
El mediapunta es un tipo de jugador netamente ofensivo que se ubica entre la línea de mediocampistas y delanteros, sirviendo
de “puente” o “enlace” para comunicar ambas líneas.
Al contrario del mediocampista organizador, el mediapunta (quien no juega de medio, ni de punta, por eso recibe este nombre)
recibe licencia para jugar con vocación de ataque exclusivamente. Es decir, se le concede el privilegio de jugar libre de
preocupaciones defensivas.
El enganche suele ser el jugador más habilidoso con los pies y con la cabeza. Posee gran manejo de balón y finísima pegada,
pero sobre todo, gran sentido táctico-posicional que le otorga una visión diferente. Así, haciendo uso de su habilidad técnica y
sentido estratega, puede asistir a sus compañeros con pases milimétricos. En definitiva, esta es su misión principal, la de
asistir a sus compañeros y brindarles oportunidades claras de gol.
Juan Riquelme (Argentina, 1978) – Boca Juniors. Un ejemplo claro de mediapunta que posee gran lectura de juego y
excelente habilidad en tiros libres, pases y asistencias. Foto: Diegotóteles
A lo largo de la historia del fútbol, el volante creativo se ha ganado un lugar de honor en la memoria colectiva por ser el
“artista” que deleita a los espectadores con pinceladas de buen fútbol. Regates, velocidad, movimientos nuevos, amagues,
fintas, cambios de dirección, goles increíbles, adversarios que no pueden pararlo, etc. Todo lo que hace tiene una calidad que
pocas veces se ve en este deporte.
Tony Kroos (Alemania, 1990) – Bayern Munich. Uno de los jugadores que en la actualidad reivindican esta posición.
Kroos ha confirmado ser un centrocampista que muchas veces ocupa el lugar de enganche, con asistencias excepcionales,
gran llegada y goles. Foto: Michael Kranewitter
Su despliegue en el campo comienza desde la zona del mediocampo y suele llegar hasta el punto de penal en el área rival
como se ve en la imagen siguiente (el circulo indica la zona de juego del volante creativo).
Debido a la versatilidad que se le exige hoy en día a los mediocampistas se hace difícil encontrar un mediapunta “puro”. No
obstante, es apropiado hacer una mención a algunos que se han destacado como Diego Maradona, Michael Ballack, Carlos
Valderrama, Zinedine Zidane y otros más jóvenes como Kaká, Mesut Özil y Ronaldinho, entre otros.
Posiciones Ofensivas
Nos situamos ahora en la zona más adelantada del campo para hablar de los delanteros, jugadores que necesariamente tienen
al arco contrario entre ceja y ceja.
Las posiciones en la delantera son las que se ven en el gráfico:
Centrodelantero
Esta es una posición un tanto sobrevalorada ya que suele llevarse toda la gloria cuando se gana un partido. Es verdad, el gol
es elemental para ganar un partido, es necesario, es la diferencia entre ganar y no ganar. Pero a menudo sólo se engrandece al
goleador, y por tanto se minimiza el trabajo de aquellos jugadores que cumplen tareas menos vistosas, pero son igual de
importantes para el buen rendimiento del equipo.
Es cierto, un goleador puede llevarse toda la gloria sólo tocando el balón por única vez, pero esto no significa que sea tenga
un trabajo menos sacrificado.
La posición de centrodelantero puede también ser aludida como “punta”, “centro punta”, “delantero centro” o “centro
atacante”. Se trata de un jugador alto y de buena contextura física cuya misión principal es la de convertirla mayoría de goles
para su equipo.
Este jugador es utilizado para ganar y convertir gol a instancias de cualquier balón que llegue al área contraria, sea por aire o
por el piso. Su posición en la cancha es usualmente por delante del segunda punta (quien veremos a continuación) y los
mediocampistas ofensivos (Ej.: Mediapunta)
Es importante que el punta sepa cómo jugar de espaldas al arco rival. Suena extraño, pero sucede que la mayoría del tiempo
recibe el balón con un defensor rival presionándolo por detrás. Por este motivo debe saber “aguantar” la marca y cuidar el
balón para dar tiempo a que su equipo avance y entre en juego.
Zlatan Ibrahimović (Suecia, 1981) – Pais Saint-Germain. Un clásico nueve de área, que a pesar de su corpulencia, posee
talento natural para manejar el balón. Goleador de nacimiento, su fuerza e inteligencia lo hacen brillar en cada
definición... Foto: Football.ua
Dato: El delantero con mejor promedio de gol es el portugués Fernando Peyroteo, quien entre el año 1937 al 1949, encontró
la red 331 veces en 187 partidos jugando para el Sporting de Lisboa. Su promedio de gol es de 1.77! Compáralo ahora con
las cifras de Messi, quien ostenta un promedio de 0.75 goles por partido y el de Cristiano Ronaldo, con 0.6 goles por partido
(datos al 1/2014).
La altura y buen físico en los centrodelanteros se utiliza para ganar en el juego aéreo y sacar ventaja cuando se encuentra
presionado. Sin embargo, ha habido jugadores que no encajan con este estereotipo, son más bajitos y delgados, pero han
desempeñado el rol de centrodelanteros exitosamente. Tal es el caso de Pelé, Michael Owen o Lionel Messi.
Lionel Messi (Argentina, 1987) – Barcelona. No caben las palabras para describir al mejor jugador del mundo en la
actualidad. Aunque su posición no sea la del tradicional nueve de área (a menudo se retrasa a la posición de un 10), y no
posea los típicos atributos de un centrodelantero (altura y tamaño), Messi se ha convertido en el rey de la definición
gracias a sus excepcionales condiciones técnicas. Foto: Addesolen
El delantero centro es un jugador que desempeña su rol en el área rival, por lo tanto debe tener un sentido especial de la
ubicación para generarse oportunidades de gol cuando el balón se encuentra allí. Siempre debe estar atento ante cualquier
rebote que pueda llegarle, y sobre todo considerar el posible error del portero y los defensores.
Este jugador es el ultimo hombre en el equipo, por eso suele decirse que es el “punta de lanza”. Por esta razón debe cuidarse
de quedar inhabilitado por la ley del offside. Esto lo logra moviéndose en función de cómo lo hace la línea defensiva rival.
Así, siempre intentará filtrarse entre la línea defensiva a la vez que aprovecha cualquier momento de distracción en la defensa
enemiga. Para convertir gol, el centrodelantero debe moverse constantemente y desmarcarse a espaldas del defensor iniciando
la carrera antes que él.
Edinson Cavani (Uruguay, 1987) – Paris Saint-Germain. Un centrodelantero rápido, muy aguerrido y con gran olfato
goleador. Foto: Liondartois
Otra de las funciones del punta, es mantener ocupados a los defensores centrales rivales, quienes deben ocuparse de no
dejarlo solo frente a su portería, para que no puedan salir a cortar a los mediocampistas que elaboran el juego en las cercanías
del área penal.
La confianza en si mismo es otra característica de los buenos delanteros. Es fundamental que el “cazagoles” controle sus
nervios a la hora de definir. Debe tener la suficiente tranquilidad e inteligencia para apuntar y pegarle al balón
adecuadamente, a veces incluso con menor fuerza.
En defensa, es una práctica habitual hacer retroceder a los centrodelanteros para defender en tiros libres y tiros de esquina.
Esto se debe a su corpulencia y buen juego aéreo.
Menciones especiales a grandes centrodelanteros: Di Stefano, Batistuta, Drogba, Zamorano, Klose, Robin Van Persie,
Schevchenko, Eto'o, Ronaldo, entre otros.
Segunda punta
Si antes hablamos de un centrodelantero quien es el primer y principal goleador, ahora nos referiremos a su complemento, el
segunda punta. Este por lo general es un jugador con diferentes características que el centrodelantero. Tiene menor contextura
física, posee gran movilidad y velocidad, pero sobre todo posee buena técnica con el balón a sus pies.
Naturalmente tiene instinto goleador, pero se ubica unos metros por detrás del centrodelantero. En general, a pesar de jugar
uno más adelantado que el otro, no se ubican en fila, sino que suelen jugar uno por derecha y otro por izquierda, tomando como
referencia los postes del arco.
Su misión consiste en acompañar al centrodelantero, ayudarlo marcando goles, y muy importante, abrir espacios en la defensa
rival. Su agresividad en ataque, sumado a su técnica y velocidad, le permite penetrar fácilmente al área rival para asistir a un
compañero o marcar gol él mismo. No olvidemos que es un goleador, un jugador con instinto y precisión goleadora.
Mario Gomez (Alemania, 1985) – Fiorentina. Brillante en su juego posicional, este jugador es siempre una amenaza de
gol. Buen juego aéreo, y velocidad para anticipar pases y filtrarse donde parece imposible. Puede jugar de punta, o
segunda punta. Foto: Steindy
Dato: La mayor cantidad de goles que un delantero ha convertido en un partido es 16. Lo hizo el francés Stephan Stanis
jugando para Racing Club de Lens en diciembre de 1942.
En defensa, tanto el segunda punta, como el centrodelantero se encargan de presionar la salida del portero y los defensores
rivales.
Robert Lewandowski (Polonia, 1988) – Borussia Dortmund. Un jugador con excelentes cualidades técnicas, es capaz de
regatear y dejar atrás a cualquier defensa. Su capacidad de definición lo convierte en uno de los mejores delanteros de la
actualidad. Foto: Eastfrisian
Extremo/Wing
Quizás no en todos los equipos sea posible ver un extremo en estado puro, ya que el famoso “wing” nace como un jugador
avocado exclusivamente al ataque (allá por la época cuando se jugaba con 5 delanteros o más).
Hoy en día ya no se utiliza un extremo “puro”, su función se ha combinado con otras posiciones en el campo. No obstante es
importante comprender las características de un clásico extremo o wing, puesto que éstas siguen utilizándose en la actualidad.
El extremo es un jugador de velocidad cuya misión consiste en desbordar por las bandas y enviar centros a los delanteros.
Pero no es solo cuestión de velocidad, también necesita buen manejo de pelota ya que juega siempre pegado a la línea de
banda. Esto significa que juega con un límite espacial que debe conocer y dominar muy bien. Incluso cuando logra superar al
defensa rival y llegar a la línea de meta, ésta se transforma en su siguiente oponente. Por eso es fundamental que resuelva la
jugada de manera rápida y efectiva. Para hacerlo, el extremo debe observar qué compañero se encuentra libre y luego enviar
el pase. Nunca debe centrar sin saber donde envía el balón.
Al ser el wing un jugador que corre pegado a la banda, se lo suele ubicar del lado del campo donde mejor rinde, y esto se
determina en función de su pierna hábil. Así, el rol de extremo izquierdo se asigna históricamente a jugadores zurdos, y la de
extremo derecho a jugadores derechos.
Este decisión obedece al hecho de que al ubicar la pierna habilidosa cerca de la línea de banda se obtienen dos ventajas. Por
un lado, asegurar la protección del balón colocando una barrera de cada lado, la primera la línea de banda, la segunda el
cuerpo del jugador.
Por otro lado, la segunda ventaja es garantizar la capacidad de centrar el balón al área en carrera y con precisión. Así, un
extremo izquierdo corriendo a gran velocidad, solo podrá centrar con su pierna izquierda, por lo tanto debe ser un jugador
zurdo.
En la siguiente imagen se puede apreciar a un extremo izquierdo protegiendo el balón de su adversario. De un lado lo cubre
con su cuerpo y del otro lado nunca ofrece resistencia puesto que allí se encuentra la línea de banda.
En la siguiente imagen se ve a unextremo izquierdo a punto de centrar con su pierna hábil, la pierna izquierda. Así logra un
centrar rápidamente, ya que no tiene que frenar y acomodarse para la otra pierna, y logra precisión en el disparo.
Pedro Rodríguez (España, 1987) – Barcelona. Un extremo capaz de desempeñarse en ambos flancos. Posee gran
verticalidad y se convierte en una opción de pase que rompe con las estructuras. Foto: Daniel Cort
Extremo Invertido
Esta variante la desempeñan jugadores con todas las características de un extremo tradicional, pero se le suma una gran
técnica individual y hambre goleador. En otras palabras, los extremos invertidos añoran entrar al área rival con solo una cosa
en mente: convertir.
Desde que este tipo de extremos, especiales en cuanto a su técnica y velocidad, se han alejado de sus respectivas bandas para
acercarse más al arco contrario, se los ha colocado en posiciones invertidas, es decir, los zurdos por derecha y los derechos
por izquierda.
¿Por qué se ha colocado su pie habilidoso hacia el centro del campo? Simplemente para que exploten las diagonales hacia el
centro del campo.
Claro, aunque los mas normal sea que los extremos invertidos encaren hacia el centro del campo, ellos también pueden
desbordar por las bandas, y buscar la mejor posición para centrar o enviar pases al área. No hay que olvidar que ellos pueden
retener mucho tiempo el balón gracias a su habilidosa técnica.
En el año 2013, el campeón de la Champions League Bayern Munich, jugaba con sus extremos invertidos: Arjen Robben
(zurdo) jugaba por la banda derecha y Frank Ribery (derecho) lo hacia por la banda izquierda. Otro ejemplo es el actual Real
Madrid que utiliza como extremos invertidos a Cristiano Ronaldo (derecho) y Ángel Di María (zurdo).
Franck Ribéry (Francia, 1983) – Bayern Munich. Una impresionante capacidad de regate y velocidad lo han convertido en
uno de los extremos con mayor numero de asistencias. Su trabajo ofensivo por la banda es y ha sido determinante en todos
los triunfos de su equipo. Foto: Football.ua
Cristiano Ronaldo (Portugal, 1985) – Real Madrid. Un verdadero fenómeno, aunque opacado por Lionel Messi, es
considerado el mejor en su puesto, que se puede considerar como el prototipo de extremo moderno. Con un gran físico,
combina una velocidad explosiva, fuerza y gran técnica para hacer de él un arma letal en ataque. Foto: Dagur
Brynjólfsson
Naturalmente, la elección entre extremos tradicionales y extremos invertidos tendrá que ver con el esquema táctico utilizado y
las cualidades de los jugadores disponibles.
Sin embargo, hay desventajas en cuanto al uso de los extremos invertidos. El hecho de concentrar el ataque sobre el carril
central del campo podría beneficiar a la defensa rival, ya que simplemente cerrándose en el centro consigue repeler cualquier
ataque. Además, existe el riego de que los extremos invertidos se encimen con el centrodelantero, restándole protagonismo a
este ultimo y por tanto perdiendo efectividad en el ataque.
En conclusión, utilizando extremos tradicionales se obtiene mayor cantidad de centros provenientes de las bandas y se obliga a
la defensa contraria a abrirse hacia afuera. En cambio, con extremos invertidos, se espera más juego en el medio, tiros de
media distancia, pases filtrados a los delanteros y no tantos centros al área.
Capitulo II: Táctica
La táctica y la estrategia en el fútbol se han empleado desde sus inicios, sin embargo, sólo se ponen de manifiesto desde el
momento en que el fútbol se convierte en un juego organizado. Esta organización sucede dentro de la cancha, a través de la
asignación de las funciones para cada jugador, y fuera de ella, por medio de los sucesivos cambios en el reglamento que
afectan al juego en su desarrollo.
Formaciones tácticas de antaño
El fútbol tuvo su origen en Inglaterra, y a través de los años ha sufrido innumerables mutaciones para llegar a ser lo que
conocemos hoy en la actualidad.
En lo que se refiere al juego, recién en 1860 se estipula la cantidad definitiva de 11 jugadores por equipo y se comienzan a
establecer las reglas de juego por medio de la fundación “Football Association” en 1863. Luego nace la Federación Inglesa y
comienzan a ensayarse diferentes variantes tácticas que provean mayor efectividad.
En esta época se jugaba con un guardameta y 10 delanteros. Si, DIEZ delanteros. Los jugadores tenían una técnica muy
rudimentaria, siendo su principal objetivo impulsar la pelota hacia adelante para esquivar al adversario en velocidad y
rematar con fuerza a la portería rival.
Para el año 1871 se pautó el tamaño para el balón. Su periferia no debía ser menor a 27 pulgadas (68,5 cm.) ni pasarse de las
28 (71 cm.).
El mismo año se introduce un cambio revolucionario. Se le permitía al guardameta el uso de las manos (los delanteros ahora
se la verían mas difícil) con el fin de contrarrestar el asedio ofensivo de los delanteros.
Mas tarde, son los escoceses que comienzan a experimentar con posiciones más retrasadas en el campo. Así, se implementan
los primeros defensores cuya misión consiste en impedir al rival atacar con tanta facilidad.
A raíz del éxito de esta estrategia, se introduce la formación que contempla una reducción en el número de delanteros. Ahora
se juega con 8 delanteros, un mediocampista y un defensor.
Este era el comienzo de una táctica que integraba funciones ofensivas con funciones defensivas dentro del campo.
En 1875, el Royal Engineers (equipo de fútbol inglés) adopta una formación defensiva que contaba con un defensor central, 2
mediocampistas cuya función era cortar los ataque por las bandas, y 7 delanteros de los cuales dos se retrasaban para conectar
la línea defensiva con los delanteros.
Formación “Pirámide”
Más tarde, en 1885, se incorporó otro jugador a la defensa y uno más al mediocampo, ganando en eficacia un sistema que se
hizo famoso con el nombre de “pirámide” y que perduraría por 50 años.
Fue este esquema 2-3-5 el que logró, por primera vez, equilibrio entre el ataque y la defensa. Cuando defendía, los dos
defensas laterales tomaban la marca de los extremos rivales, mientras que los mediocampistas marcaban a los delanteros por
el centro.
Por su parte, el mediocampista central, cumplía además el rol de organizador en ataque y marcaba hombre a hombre al
centrodelantero, quien se supone era el jugador más peligroso del equipo rival.
Dato: En 1890 se instituye “el penal” como modo de frenar las piernas excesivamente “firmes” de los defensas.
Por estos días se jugaba con una ley del offside (decretada en 1866) que establecía que el delantero se encontraba en juego
(legal) si al momento que su compañero efectuaba el pase, había entre él y la línea de meta tres adversarios (incluyendo el
portero).
Muy pronto, esta ley fue objeto de una trampa constante por parte de los defensores, la cual consistía en provocar una y otra
vez el fuera de juego dando un paso adelante en el momento justo. Y si alguna vez el árbitro no la cobraba, aun quedaba un
defensor más retrasado para enfrentar al delantero.
Para el año 1925 se vuelve a modificar la ley de fuera de juego y se decreta que el delantero estaría en juego (lícito) si en el
momento que el compañero efectúa el pase, hay entre él y la línea de meta dos adversarios (incluyendo el portero), y no tres
como antes.
Este nuevo cambio en la regla del fuera de juego dejó de beneficiar a los defensores, que ya no podían manipularla como
antes, y más bien los perjudicó, ya que ahora se encuentran más pendientes del fuera de juego que de marcar al rival.
Naturalmente, esta situación deviene en un aumento considerable en la cantidad de goles que sufrían las defensas.
Formación WM
De ahí que, en 1925 el entrenador del Arsenal F. C. Herbert Chapman, decide reforzar la línea defensiva en un intento de
contrarrestar la ventaja que la nueva ley concede a los goleadores e introduce un esquema que lo haría famoso: el esquema
WM.
Este sistema jugaba con tres defensores, dos mediocampistas, dos interiores y tres delanteros (3-2-2-3) y debe su nombrea la
disposición de los jugadores en el campo (ver imagen siguiente).
El WM agregó un defensor central para detener el ataque del centrodelantero rival y estableció funciones mixtas de ataque y
defensa para sus mediocampistas e interiores.
Rápidamente el sistema WM gana aceptación como formación ideal para cubrir todos los sectores del terreno y lograr un
funcionamiento más equitativo y cooperativo en cada línea. Tal fue el éxito de este esquema, que para la década del ´30 casi
todos los equipos ingleses la utilizaban.
Por esta misma época los clubes ingleses comienzan a utilizar numeración en sus camisetas (antes los uniformes eran lisos).
Un tiempo más tarde en un partido oficial contra Escocia en 1937, la selección inglesa introduce números en su uniforme.
De ahí en adelante, y por dos décadas, los ingleses jugarían con el esquema 2-3-5 (pirámide) o su variante WM y asignarían
los números del uniforme de acuerdo a la posición del jugador. Así, comenzando con el portero, se asignan los números 2 al
11 contando de derecha a izquierda, y de abajo hacia arriba.
Comienza así a identificarse a cada jugador con el número de camiseta que viste, y con el tiempo, éste se transforma en signo
representativo de su posición.
El número de camiseta y la posición llegaron a estar tan estrechamente relacionados que se convirtieron en sinónimos, y se los
utilizaba de manera indistinta cuando se hablaba de un puesto. Aún hoy en día perdura esta costumbre de mencionar un número
para hacer referencia a un puesto/posición dentro del campo. Así, el “9” se sabe que es el goleador, el “3” el lateral
izquierdo, el “10” el creativo, etc.
Así, como dijimos antes, la numeración fue primero introducida en el esquema 2-3-5, sin embargo, con la introducción del
esquema WM las posiciones se desplazaron y los números también lo hicieron.
Quedó así conformado un esquema numérico que perduraría en el tiempo (de la mano del sistema WM) y que es muy parecido
al que seguimos utilizando todavía en la actualidad, al menos como modo de referencia.
Está claro que con el paso del tiempo se perdió la estricta correlación entre número y posición y esto es evidente cuando
vemos jugadores con números tan raros como el “39” (Nicolas Anelka) o el “99” (Ronaldo) entre muchos otros. A pesar de
todo, gran parte de la numeración que en la actualidad seguimos utilizando como referencia corresponde al legado inglés.
Hoy en día la FIFA establece para la máxima competencia mundial un cupo máximo de 23 números para cada selección
participante. Pero el dato principal es que estos números deben ir obligatoriamente desde el 1 al 23. No se puede usar ni el
24 ni ninguno que le siga.
De cualquier modo, la alineación WM siguió su camino ascendente al punto que se convirtió en un punto de partida, una
especie de sistema base, desde el cual surgirían otras variantes tácticas.
Es así que, con el objetivo de sorprender al rival y lograr mayor efectividad, comienzan a experimentarse diferentes cambios
tácticos. El propio Chapman introduce una variante en el sistema que él mismo había desarrollado. El cambio lo implementa
del mediocampo para arriba modificando la posición de los interiores. Uno de los interiores lo suma al ataque como un
delantero adicional y al otro lo ubica más hacia el centro otorgándole la función de organizador. Es así que surge el puesto de
“volante creativo” como lo conocemos hoy.
Esta variante adopta el nombre de “W quebrada” o “raíz cuadrada inglesa” y lo vemos en la siguiente imagen. Observa como
se reubicó a los interiores, uno como segundo delantero, y el otro como mediocampista creativo.
El esquema WM se consolida así como matriz desde la cual surgen muchas otras variantes. Tal el caso de una muy popular,
que se origina a partir de la decisión fortuita de colocar un delantero lesionado por detrás de la línea defensiva. Pues de ahí
surge el famoso “cerrojo” que consiste en la utilización de un libero jugando a espaldas de la defensa.
En el siguiente cuadro se puede observar el cambio en las alineaciones que más influencia tuvieron en cada época. Nota cómo
a través de los años se fueron sumando defensores y reduciendo el numero de atacantes.
Evolución de las alineaciones a través de los años
Ha llegado el momento de analizar los esquemas tácticos más utilizados en la actualidad.
Formación 4-2-4
Hacia mitad del siglo se comienza a utilizar la formación 4-2-4, que surge como una variante de la alineación WM. Su
objetivo era claro, combinar una férrea defensa con una potente delantera, logrando efectividad en ambos extremos del campo.
Así se formó este esquema que jugaba con 4 defensores, 2 mediocampistas y 4 delanteros.
En la defensa se incorporó un líbero cuyo papel consistía en ubicarse por detrás de la línea defensiva y solucionar cualquier
error en la línea defensiva. De esta forma se le otorgaba mayor vocación de marca a los defensores, que ahora no estaban tan
pendientes de su retaguardia.
Por su parte, los mediocampistas cumplían un rol mixto que les obligaba a sumarse a la defensa y al ataque. De esta manera se
lograba el cometido de jugar con 6 hombres en defensa (en fase defensiva) y 6 hombres en ataque (en fase ofensiva), lo cual
requería que dichos mediocampistas tuvieran un estado físico de alto nivel.
Este tipo de formación, al poseer cierto vacío en el mediocampo, permitía el despliegue rival y por consiguiente, se le
otorgaba mayor iniciativa. Por eso, para contrarrestarlo, era necesario un fuerte sentido táctico-posicional por parte de todos
sus jugadores.
En cuanto al ataque, el 4-2-4 requería que los defensores no solamente recuperan el balón, sino que también pudieran
retenerlo, pasarlo y aun correr con él para comenzar un ataque. Era un esquema donde se necesitaba que todos los jugadores,
incluido los defensas, tuvieran buen pie e iniciativa.
En los años 50 este esquema comenzó a adoptarse en clubes de Brasil pero con una línea defensiva que no incluía al líbero. Es
así que llega a resultar un gran éxito en varios clubes de este país. Abajo puede verse el 4-2-4 que comenzó a ostentar grandes
éxitos.
Su momento de esplendor llegó cuando la selección de Brasil lograra obtener la copa mundial de 1958. Unos años después, en
1970, utilizando otra vez el 4-2-4 Brasil se hace de su tercera copa mundial.
El equipo de Brasil en 1958 contaba con jugadores de jerarquía mundial en casi cada uno de sus puestos (quizás la única
excepción era la defensa central). Además, fue el único en incluir dos leyendas del fútbol como Pelé y Garrincha en un mismo
equipo.
Dato: Pelé es el jugador que mas éxitos ha cosechado a nivel copa del mundo ganándola 3 veces.
Luego del estreno de un esquema 4-2-4 en el mundial de 1958 y su gran éxito, Brasil volvió a revolucionar y dejó a todos con
la boca abierta cuando retrasó al mediocampo a Zagallo y convirtió su anterior esquema en un novedoso 4-3-3. El resultado
fue satisfactorio, Brasil se hacía de su segunda copa mundial en 1962.
Formación 4-3-3
Esta alineación surge como variante del 4-2-4. La idea era sumar un hombre más en el mediocampo con el fin de contrarrestar
la ofensiva rival. Para lograrlo se sacrificaba un hombre en la delantera, generalmente uno de los centrodelanteros.
Así, el jugador extra en el centro del campo permite una defensa más fuerte y forma un tridente de mediocampistas que se
mueven en bloque, tanto para atrás como hacia las bandas, con el propósito de presionar y cortar cualquier ataque.
En los años 60 y 70 esta formación era moneda corriente en Italia y Argentina, siendo la variante más utilizada aquella que
disponía la línea media con un mediocampista de pura recuperación y dos mediocampistas más abocados a la creación de
juego en ataque (ver imagen debajo).
El momento de apogeo del esquema 4-3-3 se vivió en los años 70. A nivel de clubes, se destacó el Ajax quien obtuvo 3 copas
de Europa con Johan Cruyff como estandarte.
Luego vino el juego vistoso de la selección de Holanda, alias “Naranja Mecánica”, en los mundiales ´74 y ´78, que a pesarde
no ganar la máxima competencia fue mundialmente reconocida por su innovador despliegue táctico y juego bonito.
Dato: Holanda, Checoslovaquia y Hungría son los mejores equipos que nunca obtuvieron la copa del mundo. Todos llegaron
a dos finales pero nunca lograron ganarlo.
El 4-3-3 ha probado ser eficaz, pero en este sistema no hay tiempo para relajarse. Para que este esquema funcione
equilibradamente cada jugador debe mantener la concentración y cumplir su rol intensamente durante los 90 minutos, lo cual
requiere un gran desgaste de energía. Principalmente cuando es hora de recuperar el balón, ya que se utiliza la marcación
zonal en todas las posiciones y todos los jugadores deben presionar inmediatamente si se pierde el balón.
La línea defensiva en un 4-3-3 funciona de manera muy similar a la que luego describiremos en la formación 4-4-2. La gran
diferencia es la destacada participación de los defensas laterales, que son jugadores con características de carrileros. Estos
jugadores aseguran proyección y ataque por las bandas, mientras se asocian a los extremos para desbordar y crear jugadas de
gol cerca del área rival. A su vez, los extremos deben ensanchar el juego hacia las bandas, pero tienen capacidad técnica para
adentrarse en el área rival y triangular el juego con los mediocampistas organizadores.
De este modo, el 4-3-3 se convierte en una formación muy ofensiva llegando a atacar hasta con 7 hombres (2 laterales, 2
organizadores y 3 delanteros).
Siempre en esta formación hay un volante de contención que se sitúa por delante de la línea de cuatro defensas. Lo cual
funciona bastante bien, siempre y cuando los volantes organizadores y los extremos colaboren en la marca.
En el mediocampo, el diamante formado por los volantes hace fácil el dominio de lado a lado del balón, especialmente por la
superioridad numérica con la que se cuenta. Como podemos ver en la imagen siguiente, el sistema 4-3-3 tiene superioridad
numérica en el centro del mediocampo con respecto a una formación 4-4-2.
Un ejemplo de este tipo de juego es el Barcelona F. C. que utiliza 3 mediocampistas que, con superación numérica y gran
movilidad, siempre genera espacio para el pase y mantiene el control y la posesión en la mitad del terreno.
Incluso, como en la imagen arriba, se puede ver que el centrodelantero (Messi) se ha retrasado para aportar un hombre mas al
mediocampo (por eso se dice a veces que juega de “falso 9”), facilitando aun mas el dominio en la posesión.
Esta superioridad en el mediocampo es especialmente evidente contra equipos que juegan con sólo dos hombres en el medio
(como en el caso de un 4-4-2 tradicional).
El esquema 4-3-3 no esta exenta de debilidades ni mucho menos. Las bandas pueden sufrir fácilmente si no se las protege a
tiempo. Por ejemplo, en un contraataque, el defensa lateral que ha subido para participar del ataque podría verse fácilmente
superado por los rivales. Por eso es fundamental que alguno de sus compañeros, generalmente uno de los centrales o
mediocampistas, resguarde el puesto del lateral.
El 4-3-3, por medio de sus tres delanteros, permite presionar al rival bien arriba en ataque, algo natural por ser una formación
que juega más adelantada. Los extremos, por su parte, están siempre listos para adentrarse en el área con dominio de balón o
correr en velocidad para recibir un pase filtrado entre la defensa contraria. Por otro lado, saben que deben presionar la salida
rival y cubrir su banda en conjunto con el defensor lateral.
Con todo, el 4-3-3 puede ser una formación muy ofensiva o muy defensiva, según como se despliegue el equipo. Pero se
caracteriza por trabajar siempre en bloque, en una formación que necesita de todos para defender y de todos para atacar. Pero
sobre todo, que todos se comprometan con la labor defensiva, incluso los delanteros. De ahí que cada jugador debe ser muy
completo, poseer buen sentido técnico-táctico y aceptar todo el compromiso y trabajo que el esquema requiere. Quizás esto
explique por qué no todos los clubes pueden aplicar este sistema en sus planteles.
Formación 4-4-2
Desde los años 1990 y 2000 el 4-4-2 se ha convertido en uno de los sistemas más utilizados a nivel mundial. Esto gracias a
ser un esquema que aporta gran fortaleza en la defensa, y que se adapta rápidamente si se requiere mayor intensidad de ataque.
El 4-4-2 defendiendo:
Defensivamente el sistema 4-4-2 aporta una gran solidez, puesto que incorpora 4 jugadores en defensa y suma una segunda
línea defensiva (los 4 mediocampistas) que permite un doble resguardo para proteger la propia valla.
a) Línea defensiva: En la primera línea de defensa, por el centro, se ubican los dos zagueros centrales encargados de
proteger la zona más próxima al arco. Cada uno de los centrales debe saber cuando salir a cortar y cuando esperar en su lugar.
El primer marcador central es quien se ubica más retrazado y cumple la labor de último hombre cubriendo las espaldas de sus
compañeros. El segundo marcador central tiene permiso para salir a cortar si es necesario (por ejemplo cuando un atacante
rival ha sobrepasado la línea de mediocampistas y se acerca peligrosamente).
Por los costados tenemos a los defensores laterales quienes deben cubrir los flancos de la defensa estando atentos para
contener los desbordes de los extremos rivales y por otro lado, cooperar con el central más cercano realizando coberturas en
su zona (sobre todo cuando la jugada proviene desde el sector opuesto del campo).
b) Línea del mediocampo:
Por todo el mediocampo se despliega una línea de 4 jugadores cuya misión combina la defensa y el ataque. Cuando se
defiende, estos 4 jugadores deben destruir todo intento rival de acercarse al arco.
Los 2 mediocampistas de contención se encargan de cortar el juego en el sector central y protegen la última línea defensiva.
Generalmente, uno de ellos es de contención pura y el otro de mayores dotes para la distribución y construcción del juego, es
decir, más parecido a un mediocampista organizador.
De cualquier modo las variantes son múltiples, se puede jugar con dos mediocampistas de contención puros, lo cual hace al
esquema más defensivo, o bien utilizar dos mediocampistas con cualidades de creación (organizadores), haciendo al esquema
mucho más ofensivo.
Por las bandas se ubican los mediocampistas laterales, quienes deben cubrir su zona en conjunto con el defensor lateral
(realizando coberturas y permutas constantes entre ellos), sobre todo si los marcadores de punta rivales se proyectan al
ataque. Así, los mediocampistas laterales sirven como estructura de presión y corte, a sabiendas que por detrás se encuentra el
defensa lateral cubriendo sus espaldas.
c) Línea de delanteros:
Los dos delanteros que se encuentran arriba cumplen labores defensivas al presionar la salida del arquero y/o defensores
rivales para evitar que tengan una salida cómoda. De este modo buscan forzar el error.
El centrodelantero siempre es el último hombre de ataque y por consiguiente siempre presiona al arquero o a los centrales.
Por otra parte, su compañero, el segunda punta, ayuda en la presión que ejerce el centrodelantero y a menudo baja a presionar
hasta la mitad del terreno.
Ya avanzado el juego rival, ambos pueden incluso presionar sobre los mediocampistas rivales si es necesario. Además, en
pelotas paradas, los atacantes muchas veces son utilizados para ir a despejar de cabeza, sobretodo porque son robustos y
tienen buen juego aéreo.
Debilidades de la formación 4-4-2:
El 4-4-2 comenzó a ser cuestionado a finales de la década del 2000. Por ese entonces el Barcelona y el seleccionado español,
por medio de su innovador juego, echaron por la borda la confianza en esta formación.
Primero con la Euro 2008, donde España rompía las defensas a base de posesión, pases de un solo toque y excelente técnica.
Luego en Roma, en la final de la Champions League cuando el Barcelona de Pep Guardiola le ganó 2-0 a un Manchester
United que parecía estar cazando sombras.
Así, cuando surgen nuevos esquemas y estilos de juego

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