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28 Nutrición parenteral V. nutrición artificial 221 O bj et iv os Nutrición parenteral Herminia Lorenzo Benítez 28 O bj et iv os O bj et iv os O bj et iv os O bj et iv os Objetivos Identificar las vías de administración de la nutrición parenteral. Señalar las complicaciones más frecuentes asociadas a la NP. Describir los cuidados de enfermería necesarios en un paciente con NP. 222 NUTRICIÓN Y DIETÉTICA INICIOS Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA NUTRICIÓN ARTIFICIAL Desde los antiguos egipcios, hasta bien entrado el si- glo XX, se han realizado numerosos intentos para proporcionar alimentos a aquellas personas que no estaban en condiciones de alimentarse por vía oral. En Egipto, se usaban enemas como forma de alimen- tación y de limpieza utilizando vejigas de animales como recipientes y diferentes tubos rígidos o flexi- bles para su administración y son los primeros datos que se conocen sobre la alimentación artificial a tra- vés del aparato digestivo por vía rectal. El desarrollo de la nutrición parenteral es más reciente; los pri- meros datos son del año 1628, fue Sir Chritopher Wren el que logró, con la ayuda de una vejiga de cerdo como recipiente y una pluma de ganso como aguja, introducir opio en la vena de un perro. En 1843, George Bernard introduce soluciones de azú- car en animales, y en 1896, Bield y Kraus por prime- ra vez en la historia, administran glucosa a un hom- bre. Es en la última parte del siglo XIX y a lo largo de éste cuando se desarrolla la terapia intravenosa ba- sada ya, en conocimientos amplios de microbiología y asepsia. En 1910, Einhorn diseñó las sondas de go- ma fina; estas sondas eran introducidas en duodeno o en la primera porción de yeyuno y, se administra- ba a través de ellas una mezcla a base de leche, lac- tosa y huevo crudo para alimentar a los pacientes cada 2-3 horas. En 1913, Henriques y Andersen in- cluyeron hidrolizados de proteínas en nutrición in- travenosa, sin embargo este trabajo pasa desaperci- bido hasta que en 1936, Elman, utilizó hidrolizado de caseína al 5% y glucosa al 5% en perros y más tarde, en 1939, esta misma solución se administró en humanos. Durante la segunda guerra mundial es- ta mezcla de glucosa y aminoácidos se comprobó que era insuficiente para cubrir las necesidades de los soldados traumatizados y aunque la solución de este problema pasaba por aumentar el volumen o la concentración de dicha mezcla, ninguna de estas soluciones era posible porque las venas utilizadas eran de pequeño calibre. A mediados del siglo XX, en 1952, es cuando se extiende la punción de las venas de grueso calibre descritas por Aubaniac tras haberlo probado en heridos de guerra, lo que permi- tió el uso de concentraciones más elevadas de glu- cosa y aminoácidos. En 1959, Francis Moore descri- be el uso de la vena cava superior para la infusión de altas concentraciones de glucosa. En cuanto a la composición de la mezcla, los lípidos fueron la última fuente de energía incorporada para ser usada por vía venosa, puesto que los estudios iniciados por los americanos para conseguir un pre- parado a partir de aceite de algodón, fracasaron de- bido a los efectos secundarios que producían. En 1961 tienen éxito los trabajos de Wretlind con el aceite de soja, con lo cual la grasa se incorpora defi- nitivamente como aporte energético por vía parente- ral. En 1968 Dudrick y colaboradores describen que la nutrición parenteral total puede mantener el cre- cimiento y el balance nitrogenado positivo y, en 1970, los médicos estadounidenses, Shills y Scrib- nen, realizan los primeros intentos en nutrición pa- renteral domiciliaria, con un paciente afectado de síndrome de intestino corto. La nutrición Parenteral (NP) se define como la admi- nistración de nutrientes al organismo, por vía endo- venosa. La generalización en la utilización de la NP se ha producido ante la presencia de complicaciones en los procesos de curación de los pacientes hospitali- zados, que diferentes estudios epidemiológicos han relacionado directamente con estados de malnutri- ción. La malnutrición se asocia con un incremento de las infecciones en las heridas quirúrgicas, des- equilibrios hidroelectrolíticos, menor respuesta ven- tilatoria y una disminución de la tolerancia a deter- minados tratamientos como son la radioterapia y la quimioterapia. Se ha demostrado que la depresión del sistema inmunológico, cuando los pacientes su- fren días de ayuno o semiayuno, unidos a estados carenciales producto de la propia enfermedad de base, conduce a un aumento en las estancias hospi- talarias aumentando el riesgo de morbi-mortalidad. OBJETIVOS DE LA ADMINISTRACIÓN DE NP • Mantener y restablecer un adecuado estado nutri- cional. • Proporcionar los nutrientes necesarios, glucosa (hi- dratos de carbono), lípidos (grasas), aminoácidos (proteínas), vitaminas, oligoelementos y minerales, que cada paciente necesita, para compensar la pér- dida de masa celular corporal o masa proteica. • Evitar la deficiencia en ácidos grasos esenciales (AGE). 222 223 NUTRICIÓN PARENTERAL • Mantener con todo ello un balance positivo de fluidos y electrolitos. • Disminuir las complicaciones quirúrgicas, las in- fecciones nosocomiales, con menos necesidad de tratamientos antibioterápicos. • Reducir las estancias hospitalarias y con ello dis- minuir el coste hospitalario. • En el caso de la nutrición parenteral domiciliaria (NPD) se pretende además, mejorar calidad de vida y una mayor integración social. (Ver Tabla 1 ). INDICACIONES DE LA NUTRICIÓN PARENTERAL La NP está indicada en todos aquellos pacientes que son incapaces de ingerir por vía oral los nutrientes necesarios para cubrir parcial o totalmente sus nece- sidades nutricionales, ante la incapacidad o dificul- tad de utilización del tubo digestivo, bien por ciru- gía, en el postoperatorio inmediato o ante la necesi- dad de mantener en reposo de tubo digestivo. Las indicaciones aparecen en la Tabla 2 . INCONVENIENTES DE LA NUTRICIÓN PARENTERAL Interrupción de las funciones intestinales Conlleva a largo plazo una atrofia de las vellosidades intestinal debido a la disminución de la actividad enzi- mática de los enterocitos, situación que no se produce con la utilización de la nutrición enteral. Se producen modificaciones de la flora bacteriana intestinal por la ausencia de nutrientes en el intestino. Se altera la per- meabilidad de la barrera intestinal, induciendo la translocación bacteriana (paso de bacterias desde la luz intestinal a otros sectores del organismo lo que presumiblemente facilita la frecuencia de septicemia). Alteración inmunológica Por diversas causas disminuyen los niveles de inmu- noglobulinas IgA, alterando el estado inmunológico. Encarecimiento económico Los costes directos son muy elevados, tanto por el valor de la NP, como por su preparación y administración. VÍAS DE ADMINISTRACIÓN La elección de la vía de administración dependerá, de la duración prevista, de los accesos venosos y del tipo de NP. Centrales Con accesos centrales desde las venas femoral, yu- gular interna y subclavia y con acceso periférico desde las venas basílica, basílica mediana y cefálica. Periféricas El límite de osmolaridad para estas vías es de 600- 900 mOsmol. Si la previsión en la duración es de más de 10-15 días, sería recomendable una vía cen- OBJETIVOS ESPECÍFICOS Mantener y restablecer el estado nutricional Proporcionar los nutrientes necesarios al paciente OBJETIVOS GENERALES Disminuir las complicaciones Reducir la estancia y coste hospitalario Lograr un descenso de la morbi-mortalidad Mejorar la calidad de vida del paciente Tabla 1. Objetivos en la administración de la Nutrición Parenteral EXCLUSIVAS Y/O PRIORITARIAS Postopertorio inmediato Complicaciones en el postoperatorio (íleo paralítico, fístulas de alto débito, etc.) Obstrucción del aparato digestivo Fallo intestinal o síndrome de intestino corto NECESIDAD DE REPOSO DEL TUBO DIGESTIVO Colitis ulcerosa y Crohn, fístulas, megacolon, etc. Intoleranciaa la N.E. o evolución negativa Destrucción tipo Kwasiorkor Politraumatizados Coadyudante de quimio y/o radioterapia Tabla 2. Indicaciones de la Nutrición Parenteral tral y si fuera mayor de dos meses, será más adecua- do un catéter tunelizado de larga duración. CLASIFICACIÓN No existe en la actualidad una unificación en lo re- ferente a las denominaciones, los términos más co- múnmente utilizados son: Nutrición parenteral total o completa (NPT) Es aquella que aporta al paciente todos los nutrien- tes necesarios. Su administración es exclusivamente a través de una vía central, por su alta osmolaridad. Nutrición parenteral periférica (NPP) Su administración se realiza a través de una vía peri- férica. Su composición no suele cubrir los requeri- mientos nutritivos del paciente y, en ningún caso, si no contiene lípidos. Nutrición parenteral periférica hipocalórica (NPPH) Aporta todos los requerimientos de proteínas con un bajo aporte calórico. Su utilización está bastante ge- neralizada Nutrición parenteral continua Cuando el volumen total se infunde en las 24 horas del día. Nutrición parenteral cíclica o intermitente El volumen de la nutrición se administra general- mente durante la noche, con el fin de mejorar el confort y calidad de vida del paciente. Es utilizada sobre todo en nutrición parenteral domiciliaria. Nutrición parenteral domiciliaria (NPD) Cuando la nutrición es administrada en el propio domicilio del paciente. Nutrición parenteral suplementaria La nutrición es administrada con el fin de suplemen- tar, bien una dieta oral o una alimentación enteral. CÁLCULO DE LAS NECESIDADES NUTRICIONALES PARA LA NUTRICIÓN PARENTERAL TOTAL Para calcular las necesidades energéticas en perso- nas enfermas es preciso corregir el gasto metabólico basal (GMB) calculado mediante alguna de las ecua- ciones descritas, en la Tabla 3 , por dos factores de corrección. Uno dependiendo de la actividad fí- sica (FAf) que realice el enfermo, y otro que estará determinado por el grado de agresión (FAg) a que es- tá sometido el paciente y que se asocia a las caracte- rísticas de la enfermedad. La ecuación de Long et al, tiene en cuenta un amplio número de situaciones de agresión y es una de las más utilizadas en la deter- minación de las necesidades energéticas de los en- fermos. (Ver Tabla 4 ). En el caso de que el sujeto no esté en el peso deseable, el resultado se multipli- ca por un factor de repleción (0’8-1’2) positivo o ne- gativo, dependiendo de que dicho individuo tenga que ganar o perder peso. El estrés y la enfermedad, incrementan las necesida- des proteicas, las recomendaciones nutricionales (RDA) de 0’8 g/Kg peso/día son generalmente insufi- cientes en los enfermos. Los requerimientos proteicos están elevados a 1’5 e incluso 2 g de proteínas /kg peso/día. Las necesidades de proteínas se cubren por vía parenteral en forma de soluciones de nitrógeno. Para que este N no sea utilizado como sustrato ener- gético, debe priorizarse el aporte energético (hidra- tos de carbono y lípidos), según se recoge en la Ta- bla 5 . Para poder valorar la utilización del N por el orga- nismo, se recurre al balance nitrogenado que repre- senta la diferencia entre el N aportado y el N elimi- nado. En la Tabla 6 están descritos sus compo- nentes. 224 NUTRICIÓN Y DIETÉTICA ECUACIÓN DE HARRI-BENEDICT Mujeres: GMB=655+(9’6 x P)+(1’85 x A)-(4’7 x E) Hombres: GMB=66’5+(13’7 x P)+(5 x A)-(6’8 x E) FÓRMULA RÁPIDA DE CÁLCULO APROXIMADO Mujeres: 1 kcal x hora x Kg de peso teórico x 0’9 Hombres: 1 kcal x hora x Kg de peso teórico P = peso en Kg; A = altura en cm.; E = edad en años Tabla 3. Calculo de necesidades energéticas Las proteínas contienen aproximadamente un 16% de N (100:16=6’25), lo que equivale a decir que por cada 6’25 g de proteínas se consigue 1g de N. Para traducir gramos de proteínas en gra- mos de N y viceversa, contamos con la siguiente formula: Gramos de proteínas = g de N x 6’25 COMPOSICIÓN DE LA NUTRICIÓN PARENTERAL Aporte energético Hidratos de carbono (HC): La glucosa es universal- mente el HC más recomendado y es el mejor tolerado en situaciones normales. En el mercado las concentra- ciones pueden encontrarse desde el 5 al 70%. El apor- te calórico varía desde las 200 Kcal, que aporta 1 litro de glucosa al 5 %, hasta las 2.800 Kcal que aporta el litro al 70 %. También son utilizados la fructosa como 225 NUTRICIÓN PARENTERAL Necesidades energéticas diarias = GMB x FAc x FAg FACTOR DE ACTIVIDAD FACTOR DE CORRECCIÓN Reposo en cama 1’2 Reposo relativo (movimiento en cama) 1’3 Deambulante 1’5 FACTOR DE AGRESIÓN (FAG) FACTOR DE CORRECCIÓN Cirugía programada 1’2 Infección 1’2 Sepsis 1’6 Politraumatismo 1’4-1’5 Quemaduras 1’5-2 Cáncer 0’9-1’3 Tabla 4. Calculo de las necesidades energéticas en personas enfermas (Modificado de Long) PATOLOGÍAS AGRESIÓN LEVE Buen estado nutricional, quemaduras esofágicas, cirugía traqueoesofágica AGRESIÓN LEVE Desnutrición moderada, fístulas, anorexia nerviosa, síndrome de malabsorción AGRESIÓN MODERADA Desnutrición moderada, postoperatorio cirugía mayor, enfermedad inflamatoria intestinal, fístula en neoplasias AGRESIÓN SEVERA Politraumatizados, traumatismo cráneo-encefálico, sepsis, quemados G DE NITRÓGENO /KGPESO/DÍA 0’15 0’20 0’20 - 0’25 0’25 - 0’30 KCAL NO PROTEICAS /G DE NITRÓGENO 180 150 120 - 150 80 - 120 Cálculo de necesidades protéicas, según patologias Tabla 5. BN = Nitrógeno aportado (NA) g/24h. - Nitrógeno eliminado (NE) g/24h. NA = N Ingerido en la dieta NE = Nitrógeno en heces, piel y orina N excretado por heces y piel = 2g/24h. eliminado N urinario no ureico = 2g/24h. N urinario ureico = urea urinaria (g/l) x volumen de orina (l/24h.) = urea (g/24h.) x 0’6 0’46 = factor de transformación de urea a N ureico BN = proteína (g)/6’25 - (urea orina x 0’46+4) Tabla 6. Estimación del balance nitrogenado alternativa a la glucosa en pacientes con diabetes y/o estrés, asociado al xilitol y sorbitol (polialcoholes), pues requieren menos necesidades de insulina. El lími- te a administrar es de 0’25 g/kg peso/hora. Lípidos: Aportan un alto contenido calórico en un escaso volumen, su osmolaridad es reducida, no irri- tan la pared vascular, aportan ácidos grasos esencia- les, son vehículo de vitaminas liposolubles y dismi- nuyen los efectos secundarios del uso exclusivo de los HC. Los utilizados desde hace más tiempo en NP son los ácidos grasos de cadena larga (LCT) que se dividen en saturados e insaturados y en estos últimos se encuentran los ácidos grasos esenciales. Los áci- dos grasos de cadena media (MCT), se han incorpo- rado desde hace unos años. Hoy lo más utilizado es una mezcla entre LCT y MCT al 50% y se encuentran en el mercado en concentraciones de 10 y 20%. Aporte proteico El aporte nitrogenado se realiza en forma de amino- ácidos y no está resuelto aún el problema del pa- trón ideal. Existen unas recomendaciones mínimas en lo referente a calidad y proporción, que están ba- sadas en los criterios de la OMS/FAO y la considera- ción de las proteínas del huevo como patrón. En la actualidad existen patrones muy diversos adaptados a diferentes situaciones clínicas: estándar, hepatopa- tía, insuficiencia renal y estrés. Agua Es utilizada como vehículo de aporte de los otros nu- trientes, se requiere 1 ml de agua por cada Kcal de la NP. Se suele aportar de 35 a 40 ml por kg de peso y día. Electrolitos Las necesidades de electrolitos dependen de las pérdi- das y de los niveles plasmáticos así como de los défi- cits que pudieran existir previamente. (Ver Tabla 7 ). El sodio presenta variaciones en su aporte en la des- nutrición severa, y en estados de post-agresión debe restringirse ya que provocan tendencia a retener agua (edemas) y en la fase de estrés, la respuesta hormonal tiende a favorecer la retención. Vitaminas Las recomendaciones de vitaminas de la RDA no son útiles en NP puesto que se evita el proceso ab- sortivo. En el mercado existen preparados estandari- zadosque cubren estas recomendaciones y se aña- den a la bolsa de NP. La vitamina K, es la única que no se aporta en estos preparados y debe suplementarse según necesidades individuales, en función del tiempo de protombina. Oligoelementos Existen también soluciones de oligoelementos ya preparadas, al igual que para las vitaminas, que cu- bren los requerimientos por vía parenteral. La ma- yoría incluyen: zinc, cobre, cromo y manganeso. Los aportes de hierro son raramente necesarios y cuando son precisos deben utilizarse con precau- ción ante posibles reacciones de hipersensibilidad. Lo más habitual en la composición de la NP es alter- nar diariamente un preparado de vitaminas con otro de oligoelementos. COMPOSICIÓN Y PREPARACIÓN DE LA BOLSA DE NP Las normas de elaboración de la NP, tienen como objetivo el mezclar los nutrientes, en una bolsa (uni- dad de nutriente), para su administración al paciente en las mejores condiciones de asepsia. La unidad de nutriente es una mezcla de proteínas (aminoácidos), hidratos de carbono, grasas, electrolitos, y micronu- 226 NUTRICIÓN Y DIETÉTICA Fosfato 20-40 mmol/día Sodio >60 mEq/día Potasio 60 mEq/día Calcio 10-15 mEq/día Magnesio 8-20 mEq/día Tabla 7. Necesidades de electrolítos trientes (oligoelementos y vitaminas). Estos elemen- tos pueden interaccionar entre sí, y dar lugar a una mezcla inestable, favoreciendo el desarrollo de mi- croorganismos. Para que estos problemas no ocu- rran, la elaboración de la bolsa de NP se realizará en el Servicio de Farmacia, con una infraestructura física ya definida: campana de flujo laminar hori- zontal (CFLH), medios materiales y sistema informá- tico y profesionales cualificados (farmacéuticos y enfermeras). El espacio físico donde se realiza la preparación es una zona de cabinas dividida en tres compartimentos: Área A, con 2 campanas de flujo laminar horizontal (CFLH), una para la preparación de NP y otra para el resto de las preparaciones estériles. Área B, con una campana de flujo laminar vertical pa- ra la preparación de citostáticos y otras preparaciones. Área C, zona donde se preparan las bandejas con los medicamentos y material necesarios, además de realizarse el trabajo administrativo y el control de la unidad. En esta zona de trabajo administrati- vo hay un seguimiento de normas de estancia don- de, se prohíbe fumar, comer y permanecer perso- nas ajenas al mismo. Es aquí donde, con la ayuda del sistema informático se realiza el cálculo de concentraciones, de volúmenes, el etiquetado, etc. Todas las peticiones de NP son revisadas por el far- macéutico para realizar los cálculos necesarios con el fin de pautar la NP en la hoja de elaboración, utilizando para ello el programa informático y ela- borando 2 etiquetas, una de elaboración y otra de composición. Existen unos protocolos ya establecidos para el des- arrollo de la dinámica: petición-recepción-elabora- ción y envío de la bolsa a las unidades de hospitali- zación, con un horario de recepción de la prescrip- ción y un impreso diseñado para este fin. Campana de flujo laminar horizontal Es un aparato donde se permite operar en condicio- nes de esterilidad y en ausencia de partículas en sus- pensión, mediante la aplicación del principio de ba- rrido continuo en la zona de trabajo, con aire ultra- filtrado e impulsado en régimen laminar horizontal. Consta de mueble, zona de trabajo y grupo produc- tor de aire estéril, según se observa en la Imagen 1. Normativa de trabajo en la CFLH: • Preparación y revisión de las bandejas con la eti- queta y el contenido necesario para cada paciente. • Limpieza diaria con alcohol de 70° antes y des- pués de llevar a cabo la elaboración. • Conexión de la CFLH 20 minutos antes de iniciar el trabajo. • La superficie de trabajo solamente será ocupada en 1/3, debiendo colocar en ella los fluidos co- rrespondientes a la fórmula prescrita y que se va- ya a elaborar en ese momento, además de la bol- sa de EVA (etilenvinil acetato), nunca se colocarán las bandejas dentro del área de trabajo de la CFLH. • Se trabajará siempre a 15 cm dentro del borde ex- terior de la cabina. • Las ampollas a utilizar son introducidas en una bandeja con alcohol de 70°, que se dejará evapo- rar antes de su utilización. • Una vez preparados todos los componentes y el material, se introducirá la bolsa de NP en la bom- ba de vacío con todas las conexiones cerradas. • Adicionar los componentes. La realización ha de ser secuencial, existen varios métodos y uno de ellos es el siguiente: 227 NUTRICIÓN PARENTERAL Imagen 1: Campana de flujo lalminar – Aminoácidos – Glucosa sin aditivos pero con vitaminas y/o oligoelementos. – Glucosa con cationes monovalentes (sodio y potasio). – Concentrado multielectrolítico con cationes divalentes (calcio y magnesio). – Grasas. – Insulina, (si procede). • Dentro de la cabina de la CFLH, se procede a eti- quetar la bolsa al finalizar su elaboración. (Ver Ta- bla 8 ). • Fuera de la cabina de la CFLH, la bolsa es intro- ducida en otra bolsa protectora de rayos ultravio- letas y, la enfermera que ha realizado el proceso, firmará la etiqueta que se adhiere a la hoja de ela- boración. (Imagen 2) Hay que tener en cuenta una serie de normas de manejo de material dentro de la CFLH para todos los materiales que comprende tanto limpieza de tapones de frascos y viales, así como, la apertura de jeringas, agujas y conexiones. Conservación de las bolsas de NP Deben permanecer en nevera, protegidas de la luz, a una temperatura de conservación y de transporte entre 4 y 8° C. Es importante vigilar los cambios de temperatura hasta su administración, ya que pueden causar precipitación de algunos de sus componentes y/o rotura o emulsión. No se deben mantener más de 24 horas a temperatura ambiente. Controles a realizar: Microbiológicos: (Según protocolo establecido con el servicio de microbiología de cada hospital). Semanalmente de la cabina de CFLH Un día a la semana (ya establecido) se colocarán 2 pla- cas Petri con agar sangre sobre la superficie de trabajo todo el tiempo que dure la elaboración. Finalizado el trabajo se abrirán y se pasarán otras 2 placas Petri du- rante 2 minutos por delante del flujo de la campana, se rotularán indicando a que margen del filtro pertenecen. Diariamente Se tomará de una bolsa de NP una muestra, bien de la última bolsa que esté estipulado o de la que se in- dique ese día. Físicos: Se observarán cambios de color, turbidez, precipitación, rotura de la emulsión, partículas visi- bles, etc. Químicos: La estabilidad de la emulsión lipídica puede determinarse por contaje y tamaño de las par- tículas de materia grasa que se realizará en el servi- cio de Microbiología. 228 NUTRICIÓN Y DIETÉTICA Identificación del paciente (nombre, apellidos, número de historia, habitación y cama) Composición de la mezcla y cantidades (g de: N, HC y grasas) Aporte de vitaminas u oligoelementos Contenido de iones en miliequivalentes Días de tratamiento Fecha de elaboración (nombre del responsable) y caducidad Volumen total y calorías totales Ritmo de infusión en ml /hora Tabla 8. Etiqueta de composición para la bolsa Imagen 2: Bolsa de preparado lista para almacenamiento y uso. De calidad: Según protocolo establecido en el servi- cio de Farmacia. Existen unos criterios con un grado de cumplimiento, una periodicidad en el muestreo y un responsable de la garantía del control de calidad. COMPLICACIONES EN LA ADMINISTRACIÓN DE NUTRICIÓN PARENTERAL En la Tabla 9 están resumidas las complicaciones más frecuentes de la NP. La composición de los ca- téteres venosos influye directamente en ellas. A lo largo de los años los materiales han evolucionado mucho, los más utilizados actualmente son el poliu- retano y la silicona ya que entre sus características están: la gran viscosidad, la baja hidrofobia y la baja tensión superficial, lo que les hace reunir las diferen- tes características: disminución del efecto trombogé- nico, ser químicamente inertes e inatacablespor los líquidos orgánicos, no producir sustancias tóxicas o nocivas para el organismo y ser flexibles y adapta- bles al trayecto venoso. Complicaciones de tipo mecánico Derivadas de la cateterización venosa. En el caso de las vías periféricas la complicación más frecuente es la flebitis, debido a la irritación que produce el ma- terial del catéter sobre la pared vascular. En los caté- teres venosos centrales puede producirse neumotó- rax inmediato al momento de la inserción, embolia gaseosa por entrada de aire con dolor torácico, cia- nosis, disminución de la presión arterial y aumento de la frecuencia del pulso y de la respiración, des- plazamiento y migración del catéter y otros síntomas como, sensibilidad en el cuello, hombro y brazo del lado de la cateterización. Complicaciones de tipo infeccioso La más importante es la sepsis por catéter, suele pro- ceder habitualmente de la contaminación del punto de inserción, de la inadecuada manipulación de los sistemas y conexiones y en muy raras ocasiones, pue- de ser provocada por la mezcla de la bolsa de NP. Los microorganismos pueden penetrar en el catéter a través de la superficie cutánea, o través del sistema de perfusión, o bien desde las conexiones, migrando por el catéter hacia la vía venosa, y de ahí al torren- te circulatorio. En el caso de los catéteres tunelizados, al tener ma- yor longitud, ofrecen mayor protección al aumentar la distancia entre la piel y el vaso sanguíneo. La presencia de gérmenes en el catéter no implica necesariamente la existencia de sepsis, ya que se re- quiere cierta cantidad de microorganismos para pro- vocar este cuadro infeccioso. Esta diferencia clínica la establece de modo cuantitativo y cualitativo el la- boratorio bacteriológico. Los síntomas más sugestivos de sepsis en un pacien- te con vía central son: • Síndrome febril. • Punto de inserción inflamado, enrojecido y/o do- loroso. • Supuración evidente en el punto de inserción del catéter. 229 NUTRICIÓN PARENTERAL COMPLICACIONES MECÁNICAS Embolia gaseosa. Desplazamiento del catéter Migración del catéter Oclusión del catéter Neumotórax COMPLICACIONES INFECIOSAS Sepsis Bacteriemia Contaminación: - Intraluminal. - Extraluminal. COMPLICACIONES METABÓLICAS Alteraciones electrolíticas Hiperglucemia e hipoglucemia Déficit de micronutrientes Complicaciones de la NP Tabla 9. Las causas más frecuentes de bacteriemia son la contaminación intraluminal y extraluminal. Contaminación intraluminal Por infusión contaminada Puede producirse durante el periodo de elaboración de la mezcla de nutrientes, sueros, medicación, etc., dando lugar a la denominada contaminación intrín- seca, o bien, puede suceder durante la manipula- ción posterior dando lugar a la llamada contamina- ción extrínseca. Contaminación de las conexiones Se produce al manipular las conexiones, si no se protegen o no se toman las medidas de asepsia im- prescindibles, los microorganismos penetran en el interior de la luz del catéter, se adhieren y se multi- plican hasta producir bacteriemia. Contaminación extraluminal Contaminación que se origina en la piel Se produce cuando no se toman suficientes medi- das de asepsia en la colocación del catéter o du- rante su mantenimiento posterior. Los microorga- nismos presentes en el orificio cutáneo de entrada del catéter, penetrarán con mucha facilidad y emigran hacía la punta de este por su superficie externa, por un efecto de capilaridad entre ésta y los tejidos circundantes. Contaminación hematógena La contaminación de la superficie externa de la pun- ta del catéter puede suceder en el curso de bacterie- mias de otros orígenes: urinaria, intraabdominal, etc. Aunque el paciente esté con terapia antibiótica con- tra el microorganismo causante, una vez que el caté- ter es colonizado se mantiene protegido contra los mecanismos de defensa. Complicaciones metabólicas Es básico en la prevención de este tipo de complicacio- nes monitorizar y evaluar constantemente al paciente, ya que cualquier complicación puede ser achacable tanto al exceso, como al defecto de nutrientes. Entre las complicaciones metabólicas más frecuen- tes están las alteraciones electrolíticas por exceso y por defecto, los aportes excesivos de líquidos, dilu- ciones excesivas con los medicamentos administra- dos, volúmenes no protocolizados, de los cuales no existe un registro minucioso en la gráfica, para reali- zar el balance hidroelectrolítico. El seguimiento analítico debe ser cuidadoso para va- lorar la glucemia, así como los aportes de sodio, po- tasio, además del fósforo y el magnesio. CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN LA NP Los cuidados de enfermería han demostrado su efi- cacia en todos los aspectos relacionados con la instauración de la NP, la inserción del catéter, la re- alización de los controles clínicos y al manteni- miento del catéter para disminuir las posibles com- plicaciones infecciosas. Es imprescindible la crea- ción de protocolos de actuación que plasmen un criterio común y, unas pautas a seguir para conse- guir la eficacia de los cuidados enfermeros. (Ver Tabla 10 ). Colocación y cuidados del catéter Catéteres venosos centrales (Imagen 3) Su colocación es llevada a cabo por el médico con ayuda de la enfermera, con anestesia local y técnica estéril según protocolos de cada hospital (Ver Tabla 11 ). La colocación del catéter es a través de vía percutánea y la fijación a piel suele ser mediante un punto de sutura. Las venas más utilizadas son las subclavias en primer lugar, seguidas de las yugula- res. Las venas femorales son menos consideradas puesto que la zona anatómica tiene más peligro de contaminación, tanto a través del catéter como de las conexiones. La función de los enfermeros engloba: la prepara- ción del material a utilizar, la colocación del pacien- te y la creación de un campo estéril. Catéteres venosos centrales de acceso periférico Su canalización es competencia de los enferme- ros, con una técnica rigurosamente aséptica, si- guiendo los protocolos existentes en las distintas unidades hospitalarias sobre su inserción y mante- nimiento. Estos catéteres son de silicona o poliure- 230 NUTRICIÓN Y DIETÉTICA tano, de una sola luz. El objetivo es ubicar su pun- ta en la vena subclavia o cava superior. Es necesa- rio verificar su colocación mediante una radiogra- fía de tórax y valoración médica correspondiente. Cuidados del catéter (Imágenes 4, 5, 6) • Recién insertado el catéter se observarán sínto- mas sospechosos de hemorragia, neumotórax o hemotórax, como disnea, sudoración, mareos, hi- potensión arterial, etc. • En las horas siguientes, se vigilará si el apósito es- tá manchado, si aparece dolor en la zona o cual- quier otro síntoma que exprese el paciente. • El mantenimiento de la permeabilidad del catéter evitará, que los restos de fibrina que se puedan formar con los movimientos del paciente o por otras causas que favorezcan el reflujo de sangre, la colonización bacteriana que es la causa más frecuentes de bacteriemia. 231 NUTRICIÓN PARENTERAL CUIDADOS DEL CATÉTER Control RX antes del inicio Mantenimiento de la permeabilidad Seguimiento estricto del protocolo Cambio de áposito Colocación del dispositivo en conexión BOMBA Programación: Volumen total, ml/h. Control del volumen perfundido CONTROLES CLÍNICOS Constantes habituales Extracciones ánalitica Glucemias capilares Glucosurias Controles bacteriológicos ANOTACIONES EN GRÁFICA Constantes vitales Aporte de líquidos: intravenosos Ingesta oral Volumen NP Diuresis Pérdidas: fístulas, drenajes y aspiración CUIDADOS HIGIÉNICOS Ayuda e indicaciones en la higiene general Higiene: bucal, de uñas y manos REGISTROS EN HOJA DE ENFERMERÍA Fecha de inserción del cateter Inicio de la NP Observación del paciente Hora de cambio de la bolsa Cambio de equipo y conexiones Permeabilidad del catéter Cambio de apósito Cura de la vía y punto de inserción BOLSA DE NUTRICIÓN Identificación Manejo correcto Mantenimiento adecuadoApertura correcta PARÁMETROS ANTROPOMÉTRICOS Al inicio Semanalmente Cuidados de enfermería Tabla 10. Imágen 3: Diferentes catéteres venosos de acceso central • Las conexiones deberán protegerse con dispositi- vos especiales que contengan povidona yodada u otro tipo de desinfectante, también existen en el mercado dispositivos (Luer-lock) que protegen de una forma muy segura la conexión de la luz del catéter con el sistema de la NP y con el resto de los sistemas venosos. • El cambio de apósito se realizará, según protocolo de cada hospital y siempre que sea necesario debi- do a que se despegue o esté manchado. La cura del punto de inserción se realizará con movimientos circulares de dentro hacia fuera, en primer lugar con suero salino y después con povidona yodada. Todas estas actuaciones deben de realizarse siguien- do un control estricto de todas las medidas de asep- sia: guantes, paño o talla estéril, mascarilla y bata. • Los sistemas de administración deberán cambiarse según protocolo de cada hospital y siempre que sea necesario. Las conexiones y desconexiones se- rán las mínimas posibles y se realizaran sobre su- perficies estériles. No es conveniente pinchar di- rectamente sobre los tapones de los sistemas. Controles clínicos • Se realizará una analítica completa antes de ini- ciar la NP, como valoración previa para conocer la situación del paciente: hemograma, función hepática y renal, colesterol, triglicéridos, proteí- nas plasmáticas, minerales, vitaminas y estudio de coagulación. • Se realizará la valoración nutricional al inicio, se- manalmente y al finalizar la terapia nutricional, con el fin de comprobar la evolución del paciente. • Se deberá evitar la realización de extracciones analíticas y las transfusiones de sangre por la luz del catéter donde se administra la NP. En ca- so de tener que realizarlo, la técnica será lo más aséptica posible; previamente se lavará el 232 NUTRICIÓN Y DIETÉTICA OBJETIVOS Lograr que el paciente permanezca tranquilo durante la técnica de colocación del catéter Evitar las complicaciones debidas a la instauración del catéter Conseguir que no aparezcan complicaciones infecciosas asociadas a la NP Administrar la NP en el tiempo establecido ACCIONES ESENCIALES Información adecuada al paciente Preparación del material adecuado Vigilar signos de sangrado, de disnea Confirmar la situación del catéter, antes del inicio de la NP Lavado quirúrgico de manos, colocación de guantes, mascarilla, bata y campo estéril Colocación de mascarilla al paciente Observación de signos locales de infección y desplazamiento del catéter Desinfección y cura según protocolo Comprobación del contenido de la bolsa Fijar el volumen total que indique la bolsa Programar en la bomba los ml/hora pautados en la bolsa OBSERVACIONES Trabajo en equipo Seguir el protocolo hospitalario Realización de RX de tórax Información al paciente de los cuidados higiénicos que ha de mantener El paciente estará relajado respecto al funcionamiento de la bomba CRITERIOS DE RESULTADOS El paciente no presentará ningún síntoma de intranquilidad Los movimientos torácicos serán simétricos, etc El catéter permanecerá permeable El paciente no presentará fiebre, ni dolor ni signos de inflamación local El paciente mantendrá un adecuado balance hídrico y unos valores de glucemia y electrolitos dentro de la normalidad Ejemplo de protocolo de colocación de vía central y de administración de NP Tabla 11. catéter con 10 cc de suero salino, a continua- ción desechar los primeros 5 cc de sangre extra- ída y realizar la toma, finalmente se lavará con suero salino. • Se realizará la toma de las constantes vitales ca- da 12 horas si no hay otra indicación médica. • Las glucemias capilares se realizarán según pauta médica, previa a modificación de insulina si se necesitara o ante cualquier síntoma de hi- po-hiperglucemia del paciente. • Balance hídrico, observando detenidamente las pérdidas extraordinarias debidas a fístulas, dre- najes, diarreas, fiebre y aspiración gástrica, pa- ra reponer estas pérdidas. • Los controles bacteriológicos se realizarán siempre que se observe secreción en el punto de inserción de la vía central, al finalizar la NP y a la retirada del catéter. Cuidados higiénicos Las normas de higiene bien al paciente y/o familiar incidirán en el cepillado y recorte de uñas, así como la higiene y cepillado de dientes, para mantener la boca hidratada y limpia. Se informará al paciente, para que los sistemas no estén en contacto con el suelo, heces, heridas o bol- sas de drenajes o fístulas. Cuidados de la bolsa de nutrición • Se mantendrá a la temperatura correcta y su cam- bio será siempre a la misma hora, en caso de re- traso se colocará por la misma luz suero glucosa- do al 10 %. • Se deberá identificar: nombre, apellidos, número de historia y cama del paciente antes de su admi- nistración. • Se observará el aspecto de la mezcla con el obje- to de detectar posibles precipitaciones o separa- ción de fases. • Su apertura se hará de tal forma que se manten- ga intacta la bolsa de protección de rayos ultra- violetas. Cuidados y manejo de la bomba La programación del volumen total será la misma que consta en la etiqueta de la bolsa, así como los ml/ hora. El manejo debe ser adecuado para cumplir los obje- tivos: Mantenimiento de la perfusión continua en ml/hora, conocimiento del volumen perfundido ca- da 24 horas, alarmas de interrupción del flujo y otras incidencias (obstrucción, acodamiento, etc.) 233 NUTRICIÓN PARENTERAL Imagen 4: Material necesario Imagen 5: Comprobación colocación Imagen 6: Catéter situado Registros de enfermería Deberá anotarse fecha y hora de inserción del caté- ter, de la realización de la radiografía de control, los síntomas e incidencias en relación con el inicio de la NP, la hora del cambio de bolsa así como el retra- so y su causa. Se registrará también la comproba- ción de la permeabilidad del catéter, el cambio de apósito, la observación del punto de inserción y del punto de sujeción del catéter si lo hubiera, así como las cifras de las constantes vitales: temperatura, TA, pulso, etc. Deben anotarse la ingesta oral y el volumen intrave- noso administrado en 24 horas; así como las pérdi- das: número, características y volumen aproximado de deposiciones, si la cantidad de pérdida fuera im- portante, el volumen de aspiración, de drenaje, de fístulas y de diuresis, siendo fundamental para reali- zar el balance hídrico diario. NUTRICIÓN PARENTERAL PERIFÉRICA HIPOCALÓRICA Es aquella mezcla de nutrientes que se administra por vía periférica cuya osmolaridad final, por lo ge- neral, debe ser inferior a 600 mOsmol, lo que condi- ciona que sea hipocalórica. No cubre los requeri- mientos teóricos de necesidades calóricas del pa- ciente, contiene una menor proporción de hidratos de carbono y la vía venosa periférica debe rotarse cada 2-3 días. Indicaciones de la NPPH Están relacionadas con el tiempo que el paciente necesita de este soporte nutricional, con la ingesta que realice, con el grado de desnutrición que pre- sente y con la imposibilidad de canalizar una vía central, entre otras. Es utilizada mayormente en períodos de postoperatorio en pacientes bien nu- tridos, ante períodos de ayuno entre 4-7 días en pacientes con buen estado nutritivo, traumatiza- dos con una ingesta oral insuficiente, pacientes con sepsis de cualquier origen, con anorexia siem- pre que no exista desnutrición importante, pacien- tes con desnutrición moderada que vayan a ser in- tervenidos quirúrgicamente, anorexia secundaria a quimio y radioterapia, imposibilidad de instaurar una NPT, por complicaciones de la misma (sepsis por catéter, pérdida de vía venosa central, etc.), como complemento a la nutrición enteral en pa- cientes cuyos requerimientos nutricionales sean muy altos, etc. La utilización de este tipo de nutrición es, mayor- mente en los servicios quirúrgicos donde los pacien- tes sufrengrandes agresiones, días de ayuno com- pleto o de semiayuno, ingestas de dietas líquidas de- ficientes, debido a las preparaciones quirúrgicas o a las pruebas previas a las intervenciones. Con la ad- ministración de la NPPH se puede evitar que haya una pérdida proteica que pueda agravar la evolu- ción post-quirúrgica del paciente. La composición de la mezcla está especialmente dise- ñada para pacientes con una mala utilización de la glucosa (por ello se aportan los hidratos de carbono en bajas concentraciones) y con unas necesidades amplias de aminoácidos, es decir pacientes en situa- ciones de estrés, sépticos, traumatizados o postquirúr- gicos. Sin embargo al ser su composición tan escasa en aporte energético, en el que están ausentes los áci- dos grasos esenciales, es una nutrición recomendable durante periodos cortos de tiempo de 4 a 7 días. La NPPH trata de estimular la utilización de las re- servas grasas del propio sujeto y frenar la proteolisis con el aporte de importantes cantidades de nitróge- no. Es un método efectivo de soporte nutricional en pacientes con buen estado nutricional o con desnu- trición moderada, que no puedan alimentarse por vía digestiva, y sobre todo, cuando resulta inaccesi- ble o indeseable acceder a una vía central. Contraindicaciones de la NPPH Imposibilidad de abordaje de vías periféricas, trombo- flebitis, imposibilidad de cubrir los requerimientos del paciente, insuficiencia cardíaca e insuficiencia renal. Ventajas del uso de la NPPH Sencillez del abordaje de las vías periféricas, menor peligro de contaminación que en los catéteres cen- trales, de complicaciones metabólicas, menos nece- sidad de controles, manejo más sencillo y un coste inferior. 234 NUTRICIÓN Y DIETÉTICA NUTRICIÓN PARENTERAL DOMICILIARIA En 1970, se publica el primer caso de NPD, es pre- sentado por Shills, en un paciente con síndrome de intestino corto, por resección quirúrgica intestinal a causa de un tumor abdominal y gracias a ella se pu- do mantener el estado nutritivo del paciente y mejo- rar su calidad de vida. Actualmente la NPD es cada vez más utilizada debi- do al mayor desarrollo de la NP, a su composición, los sistemas y equipos de administración y a la cons- titución de equipos de trabajo con formación espe- cífica para coordinar la asistencia a estos pacientes: Unidades de Nutrición, Unidades de Nutrición Do- miciliaria, Unidades de Hospitalización a Domicilio y equipos de Atención Primaria. Objetivos en la NPD • Proporcionar al paciente un estado nutritivo ade- cuado. • Reincorporar al paciente a su medio socio-fami- liar. • Otros objetivos son, aumentar la calidad de vida de los pacientes, lograr un descenso en la morbi-mor- talidad, y proporcionar una mayor independencia junto con la reducción del coste hospitalario. El cumplimiento de estos objetivos está condiciona- do por una adecuada selección de los pacientes, te- niendo en cuenta su situación clínica, su patología de base y su pronóstico, si es posible el traslado a su domicilio, sus condiciones sociales y/o familiares, la aceptación de este soporte nutricional por parte del paciente y/o familia y el grado de autonomía alcan- zado en los cuidados tras el programa educativo del paciente y/o familia. (Ver Tabla 12 ). Indicaciones de la NPD Las patologías que con mayor frecuencia se asocian a la NPD son: La trombosis mesentérica un 24%, la enfermedad inflamatoria intestinal un 18%, las neo- plasias un 15%, la enteritis rádica un 9% y otras pa- tologías como las malformaciones congénitas, la fi- brosis quística, los trastornos de la motilidad, los sín- drome de malabsorción, etc. un 35%. Vías de administración de la NPD La NPD requiere la implantación de catéteres veno- sos centrales. Los dos tipos de acceso venoso más recomendados son: Los catéteres tunelizados subcutáneamente (Ima- gen 8), con salida externa, tipo Broviac y Hickman, son de poliuretano, pueden ser de una, de doble o triple luz y su uso puede prolongarse de 1 a 2 años. Puerta implantada o Port-A-Cath (Imagene 9), que consiste en reservorios venosos cutáneos, que son pequeños contenedores o cápsulas, situadas debajo de la piel y conectados a un catéter colocado en la vena cava superior. No es visible externamente y su utilización puede prolongarse de 1 a 2 años. Programa de entrenamiento de los pacientes candidatos a NPD Para poder llevar a cabo la NPD es necesario des- arrollar un programa educativo consensuado con el equipo de seguimiento nutricional, con unas fases de aprendizaje y una metodología que asegure la asimilación de conocimientos tanto teóricos como prácticos. (Ver Tabla 13 ). La educación es función del equipo de enfermería. La enseñanza debe ser escalonada, con evaluación de conocimientos después de cada tema y al termi- nar este proceso, se le entregará por escrito toda esta información. El tiempo a emplear dependerá de la capacidad del paciente y/o familia. Cuidados y controles a realizar en la NPD Cuidados generales: Es muy importante la higiene personal, siempre que sea posible debe ducharse diariamente. Aunque no tome ningún alimento por vía oral debe realizarse la higiene bucal 2-3 veces al día. La actividad física moderada es muy reco- mendable, así como el fomentar las relaciones personales. Cuidados de la bolsa: Debe transportarse y almace- narse siempre en nevera. Antes de su colocación, se debe comprobar la identificación y observar sus ca- racterísticas. 235 NUTRICIÓN PARENTERAL Cuidados del catéter: Se adiestrará al paciente y/o familia para que realicen los cuidados con las mis- mas condiciones de asepsia que se recomiendan en el hospital; los cuidados para evitar la entrada de ai- re, como realizar el sellado con heparina y la pro- tección del tapón. En los catéteres implantados ade- más se les enseñará el manejo de la zona del reser- vorio e introducción de la aguja. Controles generales: Balance hídrico, peso corpo- ral, control de glucemia capilar y glucosuria. Control del estado nutricional: se realizará en las revisiones de seguimiento, bien en el propio domici- lio, por el equipo de Atención Primaria, bien por los equipos de Hospitalización a Domicilio que pudie- ran ser específicos de Nutrición Artificial. Sin embar- go deben existir unas revisiones periódicas por el equipo de Nutrición donde se efectuarán: la valora- ción antropométrica, la toma de las constantes vita- les, la valoración y revisión de los controles del pa- ciente, realizando un refuerzo del adiestramiento. También se debe de valorar la posibilidad de tole- rancia de dieta enteral o bien oral. Complicaciones de la NPD Entre los objetivos del programa educacional para el aprendizaje del manejo de la NPD está: “Que el pa- ciente conozca las posibles complicaciones y su prevención”. La mayoría de las complicaciones son comunes a las descritas en la NP. Se le adiestrará al paciente y/o fa- milia, para identificarlas y lo que debe hacer en ca- da caso. Complicaciones psicosociales Estas complicaciones pueden provocar un fracaso de la terapia nutricional domiciliaria. Es básico que el paciente mantenga su propio nivel de autoestima, ya que al no recibir una alimentación fisiológica y tener un diagnóstico incierto de la en- fermedad de base, puede verse alterada. Pueden aparecer: • Alteración de la propia imagen corporal al no po- der realizar una alimentación oral, por ser porta- dor de un catéter, por la forma de administración a través de una máquina, etc., que pueden provo- can rechazo tanto del propio paciente como por parte de los demás. 236 NUTRICIÓN Y DIETÉTICA Que exista una incapacidad de absorción intestinal Situación clínica estable No necesidad de hospitalización Que la administración de la NP proporcione un buen estado nutritivo Que el paciente consiga aumentar su calidad de vida Que el paciente demuestre un adecuado manejo y una buena tolerancia a la pauta nutricional Tabla 12. Criterios de selección para NPD Imagen 8: Trayecto catéter tunalizado Imagen 9: Port-a-cath 1 Trayectovenoso. 2 Tramo de catéter bajo piel. 3 Anclaje. 4 Salida exterior. 5 Llave de seguridad. 6 Luz de catéter. 7 Tapón obturador con membrana. 8 Extremao de catéter en cava superior. 1 2 3 4 5 6 7 • Sensación de inseguridad y baja autoestima, la pri- mera por los miedos al ser portador de un catéter con todos los riesgos que ello conlleva, la baja au- toestima por ser una persona diferente que no se ali- menta como los demás, además está el miedo a co- meter errores en el manejo y administración de la NP y la dificultad para la reincorporación al trabajo lo que produce incertidumbre ante el futuro laboral. 237 NUTRICIÓN PARENTERAL OBJETIVOS A CONSEGUIR Que conozca qué es la NP Que aprenda cómo iniciar la NP Que conozca la vía y/o catéter a utilizar Que identifique los riesgos derivados del catéter Que conozca y aprenda a utilizar el material Que conozca y maneje la bomba de perfusión Que sepa los cuidados de la bolsa OBJETIVOS A CONSEGUIR Describa la composición y finalidad de la NP Describa y realizará los cuidados y controles previos al inicio de la NP Descria y realizará los cuidaos de la vía Describa las causas y vías de contaminación Manejará el material adecuadamente Programará y conectará las alarmas Describa cómo conservarla y realizara el análisis visual Tabla 13. Ejemplo de desarrollo de un programa educativo 238 NUTRICIÓN Y DIETÉTICA Resumen • La nutrición Parenteral (NP) se define como la administración de nutrientes al organismo, por vía endo- venosa. • Está indicada en todos aquellos pacientes que son incapaces de ingerir por vía oral o enteral, los nutrien- tes necesarios para mantener un adecuado estado nutricional. Por incapacidad o dificultad de utilización del tubo digestivo, bien por cirugía, en el postoperatorio inmediato o ante la necesidad de mantener en reposo de tubo digestivo. • La elección de la vía de administración dependerá, de la duración prevista, de los accesos venosos y del tipo de NP. Los accesos centrales más utilizados son la subclavia y la yugular y los periféricos las venas basílica y cefálica. El límite de osmolaridad para estos últimos es de 600-900 mosmol. • No existe en la actualidad una unificación en lo referente a las denominaciones de la NP, los términos más comúnmente utilizados son: – Nutrición parenteral total o completa (NPT): Es aquella que aporta al paciente todos los nutrientes necesarios. Su administración es exclusivamente a través de una vía central, por su alta osmolaridad. – Nutrición parenteral periférica (NPP): Su administración se realiza a través de una vía periférica. Su composición no suele cubrir los requerimientos nutritivos del paciente y, en ningún caso, si no contie- ne lípidos. – Nutrición parenteral periférica hipocalórica (NPPH): Aporta todos los requerimientos de proteínas con un bajo aporte calórico. Su utilización está bastante generalizada – Nutrición parenteral continua: cuando el volumen total se infunde en las 24 horas del día. – Nutrición parenteral cíclica o intermitente: el volumen de la nutrición se administra generalmente durante la noche, con el fin de mejorar la nutrición y calidad de vida del paciente. Es utilizada sobre todo en nutrición parenteral domiciliaria. – Nutrición parenteral domiciliaria (NPD): Cuando la nutrición es administrada en el propio domicilio del paciente. – Nutrición parenteral suplementaria: La nutrición es administrada con el fin de suplementar, bien una dieta oral o una alimentación enteral. • La NP es una mezcla de nutrientes energéticos y no energéticos capaces de cubrir las necesidades de cada paciente según su situación fisiopatológica. – Hidratos de carbono (HC): La glucosa es universalmente el HC más recomendado y es el mejor tolera- do en situaciones normales. – Lípidos: Aportan un alto contenido calórico en un escaso volumen. Hoy lo más utilizado es una mez- cla entre LCT y MCT al 50% y se encuentran en el mercado en concentraciones de 10 y 20%. – Aporte proteico: El aporte nitrogenado se realiza en forma de aminoácidos y no está resuelto aún el problema del patrón ideal. En la actualidad existen patrones muy diversos adaptados a diferentes situa- ciones clínicas: estándar, hepatopatía, insuficiencia renal y estrés. – Agua: Es utilizada como vehículo de aporte de los otros nutrientes, se requiere 1 ml de agua por cada Kcal de la NP. Se suele aportar de 35 a 40 ml por kg de peso y día. – Electrolitos: Las necesidades de electrolitos dependen de las pérdidas y de los niveles plasmáticos así como de los déficits que pudieran existir previamente. – Vitaminas: En el mercado existen preparados estandarizados que cubren las recomendaciones de las RDA y se añaden a la bolsa de NP. 239 NUTRICIÓN PARENTERAL Resumen – Oligoelementos: Existen también soluciones de oligoelementos ya preparadas, al igual que para las vita- minas, que cubren los requerimientos por vía parenteral. Lo más habitual en la composición de la NP es alternar diariamente un preparado de vitaminas con otro de oligoelementos. • Las complicaciones que se asocian a la NP con mayor frecuencia son: – Mecánicas derivadas de la cateterización venosa. – Infecciosas la más importante es la sepsis por catéter. – Metabólicas entre los más frecuentes están las alteraciones electrolíticas por exceso y por defecto, los aportes excesivos de líquidos. • Los cuidados de enfermería han demostrado su eficacia en todos los aspectos relacionados con la instau- ración de la NP, la inserción y cuidados del catéter, la realización de los controles clínicos, los cuidados y controles de la bolsa así como el manejo de las bombas. • Los registros de enfermería son de vital importancia en la NP, además de ser imprescindibles para dar con- tinuidad a los cuidados. Bibliografía Armero Fuster M. Nutrición parenteral, tipos, vías y cuidados. II Curso de Nutrición Parenteral y Enteral. V Congreso de la SENPE,1988. Benito Ruesca P. Cuidados de Enfermería en la administración de Nutrición Parenteral. En: De Torres Aured ML. Ed. Dietética, Dietoterapia y Nutrición artificial para Enfermeras. Zaragoza: 1997. Benito Ruesca P. Cuidados de Enfermería de las vías de abordaje en la Nutrición Parenteral. En: De Torres Aured ML. Ed. Dietética, Dietoterapia y Nutrición artificial para Enfermeras. Zaragoza: 1997. Celaya Pérez S. Guía Práctica de Nutrición Artificial. Manual Básico. 2º Ed. Zaragoza;1996. Colección “Recomendaciones para la prevención de la infección en los centros sanitarios” ¿Cómo prevenir la infección relacionada con el cateterismo intravascular? Departamento de Sanidad y Seguridad Social de la Generalitat de Cataluña. Laboratorios INIBSA. S.A. García de Lorenzo A, Ortiz C, Montejo JC, Jiménez M. Requerimientos energéticos en el soporte nutricional. En: Celaya Pérez S. Avances en Nutrición Artificial. Grupo de Estandarización y Protocolos del Comité Científico Educacional de la (SENPE) 1998. Joanne C, La rocca -Shirley E, Oho. Guía clínica de Enfermería. Terapia intravenosa. Mosby /Doyma Libros Kathleen Mahan L., Escott-Stump S. Editores. Nutrición y Dietoterapia de Krause. 9ª ed. Méjico: McGraw-Hill Interamericana; 1998. Manual de Nutrición Artificial Domiciliaria y Ambulatoria. Grupo Nutrición Artificial Domiciliaria y Ambulatoria (NADYA) Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral (SENPE). Randall H.T. The History of Enteral Nutrition. In Rombeau and Calwell. Enteral an. Rhoads J.E., Dudrick S. J., Vars M.H.History of Intravenous Nutrition. In Rombeau Servicio de Farmacia. Protocolos de Trabajo en la Unidad de Nutrición Parenteral. Hospital de Cabueñes. Gijón. Asturias.
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