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337 Tratamiento Nutricio del Paciente con Cáncer Gástrico Luigina De Nicola Delfín1, Josefina Flores Rodríguez1, Jesús Zamora Varaona2 1 Departamento de Nutrición, Instituto Nacional de Cancerología de México 2 Subdirección de Radioterapia, Instituto Nacional de Cancerología de México De Nicola et al, Cancerología 2 (2007): 337- 344 Correspondencia: Luigina De Nicola Delfín Departamento de Nutrición. Instituto Nacional de Cancerología Ave. San Fernando 22, Col. Sección XVI. CP 14080. México D.F. e-Mail: luigina@ivesco.us Abstract• The nutritional treatment of patients with gastric cancer is very important since they are patients who have a high risk of malnutrition. The nutritional inter- vention must be done as soon as possible in order to avoid an incorrect nutritional condition which could adversely compromise the antineoplastic therapeu- tic, his recovery or the patient’s quality of life. The nutritional support treatments used go from modifi- cation of oral diets, the use of nutritional supplements as well as enteral and intravenous feeding. Key words: gastric cancer, nutritional inter vention y malnutrition. Resumen• E L TRATAMIENTO NUTRICIO de los pa- cientes con cáncer gástrico es de suma importancia, ya que son pacientes que tienen un riesgo elevado de sufrir desnu- trición. La intervención nutricia se debe realizar a la brevedad posible, para evitar o revertir un inadecuado estado de nutrición, el cual puede comprometer adversamente la tolerancia a la te- rapéutica antineoplásica, la recuperación, o bien, la calidad de vida del paciente. Los métodos de apoyo nutriológico que se emplean van desde las modificaciones que se realizan a la dieta indicada por vía oral, el uso de complementos alimenticios así como la alimentación enteral y endovenosa. Palabras clave: cáncer gástrico, intervención nutricia y desnutrición. 338 Tratamiento Nutricio en Pacientes con Cáncer Gástrico Tratamiento Nutricio del Paciente con Cáncer Gástrico• El cáncer gástrico es una de las neoplasias malignas más importantes en México por su frecuencia y mortalidad, ya que constituye la segunda causa de muerte por cáncer y es el primero en frecuencia de origen gastrointestinal. El diagnóstico en eta- pas avanzadas es casi una constante debido entre otras cosas, a la indolencia de los individuos y mé- dicos ante signos indicadores de afección gástrica. Factores de riesgo: no se conocen las causas específicas pero se han referido varios agentes ambientales. El consumo de alimentos salados o ahumados o con gran cantidad de nitritos se ha relacionado claramente. Se ha observado que esta neoplasia es menos frecuente en regiones donde se consumen altas cantidades de verdu- ras, frutas y cereales, ricos en vitamina A y C. La infección por Helicobacter pylori se vincula con adenocarcinomas y linfomas gástricos. Manifestaciones clínicas: debido a la inespecifici- dad de los síntomas, la mayoría de los pacientes tiene tumores avanzados cuando se establece el diagnóstico. Es común que estos individuos re- ciban tratamiento prolongado por enfermedad ácido-péptica sin corroboración endoscópica. Los síntomas como pérdida de peso, anorexia, fatiga y malestar epigástrico continuo, señalan de forma invariable afección avanzada e incurable. Tratamiento: la gastrectomía subtotal con f i- nes curativos se practica en anomalías antra- les pequeñas, mientras que en las malforma- ciones restantes el procedimiento de elección es la gastrectomía total radical con recons- trucción esófago-yeyunal. En neoplasias gástricas avanzadas se justifican las excisiones paliativas que liberan al enfermo de la obstrucción, hemorragia y dolor. La radiotera- pia (Rt) y/o quimioterapia (Qt) se emplean bajo diferentes esquemas como terapia adyuvante, neoadyuvante ó concomitante(1). Estado Nutricio y Cáncer Gástrico• Las neoplasias de tubo digestivo interfieren direc- tamente en el proceso de digestión y absorción, dependiendo por supuesto de la localización de la misma, de tal manera que este tipo de neoplasias se caracterizan por su vínculo con la desnutrición. Además del órgano involucrado, la desnutrición está relacionada al tipo y estadio de la neoplasia, así como a la terapia antineoplásica aplicada. El determinar desnutrición en este particular grupo de pacientes requiere de una serie de pa- rámetros que no se logran obtener de inmedia- to, motivo por el que la medida más viable de primera instancia es la toma del peso, a través de la cual se puede determinar la pérdida de peso involuntaria, parámetro empleado en un gran número de estudios, considerándolo como un signo significativo de desnutrición. En la mayoría de los pacientes oncológicos se observa pérdida de peso, considerándolo más frecuente en tumores sólidos que en neoplasias hematológicas; de acuerdo a un estudio en el que se evaluó la pérdida de peso en los seis meses pre- cedentes al diagnostico de cáncer, la incidencia de pérdida de peso en pacientes con cáncer gástrico fue de 83 a 87 %, siendo éstos pacientes los que presentaron la incidencia más alta (2). La pérdi- da de peso involuntaria de más del 5% del peso habitual o bien durante los últimos seis meses se considera clínicamente significativa (3). La pérdida de peso en estos pacientes es un factor pronóstico de menor respuesta a la terapéutica antineoplási- ca así como disminución en la calidad de vida (3). Pacientes desnutridos que fueron sometidos a cirugía mayor tuvieron más riesgo de morbi- mortalidad postoperatoria que aquellos pacien- tes que se encontraban en un adecuado estado nutricional (2). Es importante considerar que la terapia antineoplásica (Cirugía, Rt y Qt) a su vez tiene repercusiones que inciden negativamente en el peso de los pacientes (5). 339De Nicola et al, Cancerología 2 (2007): 337- 344 Dado todo lo anterior, los pacientes con cáncer gástrico se benefician de la determinación opor- tuna y vigilancia del peso corporal, ya que esto a su vez ayuda a que el paciente reciba la atención nutricia necesaria lo más temprano posible. Apoyo Nutricional• Independientemente de si la meta del tratamien- to oncológico es la curación o la paliación, la de- tección temprana de problemas nutricionales y la intervención rápida son esenciales. La atención nutricional temprana puede prevenir o reducir las complicaciones asociadas característicamente con el tratamiento del cáncer (2). Muchos problemas de la nutrición se originan con los efectos locales del tumor. Los tumores gástricos pueden producir obstrucción, náusea, vómito, digestión deficiente o malabsorción. Además, pueden ocurrir altera- ciones marcadas en el metabolismo normal de hi- dratos de carbono, proteínas y lípidos.(6) Se ha demostrado que la identificación de pro- blemas nutricionales y el tratamiento de sínto- mas relacionados con la nutrición estabilizan o revierten la pérdida de peso en 50% a 88% de los pacientes oncológicos.(7) Dado que el estado de nutrición puede comprome- terse rápidamente por los efectos locales y sistémi- cos de la enfermedad, un adecuado estado nutricio- nal desempeña una función importante durante el tratamiento y la recuperación, ya que la terapéutica antineoplásica a su vez repercute adversamente en el mismo. Es por esto que además de la detección e intervención tempranas, el monitoreo cercano y la evaluación durante todas las fases del tratamiento y la recuperación, son fundamentales para lograr o mantener el estado nutricional del paciente. Metas de la terapia nutricional• Un estado de nutrición óptimo es una meta im- portante en la terapéutica de personas diagnos- ticadas con cáncer. Si bien las recomendaciones para el tratamiento nutricional pueden variar durante el período continuo de la atención, el mantener la ingesta adecuada es importante. Independientemente de si los pacientes estén some- tidos a tratamiento activo, recuperándose del mismo o en remisión, el beneficio de la ingesta adecuadade energía y nutrimentos está bien documentado (8-10) Metas del tratamiento nutricional: • Evitar o revertir las deficiencias de nutrimen- tos. • Conservar un índice de masa corporal (IMC) adecuado • Ayudar a los pacientes a tolerar mejor los tra- tamientos. • Proteger la función inmune, con lo cual se dis- minuye el riesgo de infección. • Ayudar en la recuperación • Mejorar en lo posible la calidad de vida. Los pacientes con cáncer en estadio avanzado pueden recibir apoyo nutricio incluso cuando el tratamiento no contribuya al aumento de peso (11,12). Dicho apoyo puede ayudar a reducir la astenia y mejorar el bienestar del paciente. En éstos pacientes, la meta del tratamiento nutricio- nal más que revertir la desnutrición es lograr la tolerancia y el alivio de los síntomas(13). Métodos de apoyo nutricional• Vía oral El método de primera elección para el apoyo nutricio de estos pacientes es la vía oral, reali- zando las modificaciones dietéticas requeridas de acuerdo a la sintomatología y condición del pa- ciente. Una nutrición adecuada puede mejorar la evolución clínica y la calidad de vida del paciente oncológico (14). Entre la principal sintomatología a tratar en estos pacientes se encuentra la ano- rexia, sensación precoz de plenitud, náusea y vó- mito. En estos casos, la dieta debe ser fracciona- da en quintos, reducida en lípidos, controlada en condimentos y de ser necesario, complementar con fórmula polimérica. Las fórmulas poliméricas empleadas por ésta vía deben estar claramente 340 Tratamiento Nutricio en Pacientes con Cáncer Gástrico indicadas, ya que muchas veces la prescripción de las mismas no se realiza bajo el contexto glo- bal de la dieta y su uso en periodos prolongados puede ocasionar hastío en el paciente, limitando así la posibilidad de su uso posterior en periodos donde sea crítica su inclusión en la dieta. A su vez se recomienda, dada la variedad de fórmulas poli- méricas existentes en el mercado, que el paciente las pruebe para que él mismo decida cuál de ellas le es de mayor agrado, ya que la percepción y to- lerancia al sabor varía de paciente en paciente y el sabor si se diferencia entre un producto y otro. En pacientes con anorexia, de así requerirlo, pueden usarse estimulantes del apetito para mejorar la ingesta y en algunos casos, facilitar el aumento de peso (15). La dieta del paciente debe ser calculada de acuerdo a sus características particulares (edad, peso, talla, etc), nivel socioeconómico, considerando hábitos de alimentación e incluyendo de ser posible todos los grupos de alimentos, para que el paciente tenga la libertad de elegir los de su preferencia. En el caso de los pacientes sometidos a gastrec- tomía parcial o total, la dieta requiere ser ajusta- da de acuerdo a los efectos adversos de la cirugía por los que el paciente puede cursar: Saciedad temprana. En este caso, el paciente no logra ingerir la cantidad total de energía que su organismo requiere. Síndrome de dumping precoz y/o tardío. La pérdida del reservorio gástrico puede conducir a éstos: Síndrome de dumping precoz: Se presenta de 15 a 30 minutos postprandial y se caracteriza por diaforesis, taquicardia, dolor abdominal tipo cólico y diarrea. Síndrome de dumping tardío: Regularmente se pre- senta conjuntamente con la forma precoz, aunque este ocurre generalmente de 1.5 a 2.0 horas des- pués de comer. Los síntomas son principalmente vasomotores, vinculados a un cuadro de hipoglice- mia transitoria: sudoración, taquicardia y debilidad. La dieta debe evitar la entrada rápida de volúme- nes grandes al intestino proximal, lo que se logra fraccionándola en pequeñas porciones, y evitan- do el consumo de líquidos con los alimentos. Las comidas deben tener una osmolaridad baja, evi- tando el uso de azúcares simples (16). Mala digestión y mala absorción. La ausencia o dis- minución importante de ácido clorhídrico y de otras secreciones que modulan la secreción de enzimas pancreáticas produce una insuficiencia pancreática exócrina, ocasionando dificultad en la digestión inicial de las proteínas, en los hidra- tos de carbono complejos y principalmente de los lípidos, ocasionando esto último esteatorrea. La mala absorción también puede deberse al sobrecrecimiento bacteriano, tránsito intestinal acelerado y disfunción de la vesícula biliar. Pa- cientes con mala absorción de grasas se benefi- cian con el uso de enzimas pancreáticas. Al no haber producción de factor intrínseco, se im- pide la absorción de vitamina B12, además éstos pa- cientes pueden presentar mala absorción de hierro y ferropenia, condicionada tanto por pérdidas hemá- ticas como por falta de ácido clorhídrico que facilita su absorción, por lo que los pacientes tienden a cur- sar con anemia. También se pueden observar defi- ciencias de ácido ascórbico, calcio y vitaminas liposo- lubles. Se recomienda suplementar hierro con ácido ascórbico, un multivitamínico y la vitamina B12. Diarrea. La diarrea puede producirse posingesta y el intervalo de tiempo varia entre un paciente y otro; las causas pueden ser sección del nervio vago, disfunción de la vesícula biliar y la pérdida del píloro, contribuyendo también la mala di- gestión y mala absorción. Pérdida de peso: Frecuentemente se observa an- tes y en las semanas siguientes de la cirugía, vin- culándola a la baja ingesta, periodos de ayuno y el estrés por el que puede cursar el paciente. También pueden cursar con disfagia, náusea, vómito y dolor abdominal posterior a la ingesta, así como 341De Nicola et al, Cancerología 2 (2007): 337- 344 anorexia secundaria a las complicaciones menciona- das, lo que a su vez influye en la pérdida de peso. Dados los efectos adversos posquirúrgicos que se pueden presentar, el paciente gastrectomiza- do requiere reintegrar la vía oral paulatinamen- te. De acuerdo a la experiencia en el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), posterior a la cirugía, el paciente permanece en ayuno de 3 a 5 días. Una vez que inicia la vía oral, el esquema de alimentación es el siguiente: Se inicia con dieta de líquidos claros y de acuer- do a tolerancia se progresa a dieta blanda baja en residuo y lípidos, sin azúcares simples e irritantes; se fracciona en cinco tomas alternando líquidos y alimentos sólidos con una hora de diferencia aproximadamente. Posterior a la alta hospitalaria, el paciente debe continuar tomando los líquidos antes o después de las comidas, evitar alimentos o líquidos excesivamente fríos o calientes, excluir bebidas carbonatadas, café, especias, picante y ali- mentos ricos en grasa; importante también es que coma despacio y mastique bien los alimentos. Frecuentemente después de una gastrectomía hay deterioro nutricional y muchos pacientes tie- nen dificultad para recuperar el peso anterior a la cirugía, por lo que el paciente debe estar bajo seguimiento nutricio en consultas periódicas, a través de las cuales se irán realizando a la dieta las modificaciones y ajustes necesarios. Vía enteral Cuando el paciente no logra cubrir sus requeri- mientos por vía oral, sea porque no puede o no debe utilizarla, es necesario recurrir a otra vía de alimentación. En la toma de esta decisión, es im- portante informar al paciente y a sus familiares la relevancia, implicaciones y alcances del apoyo nu- tricional, de forma que ellos estén involucrados en la misma. El apoyo nutricional enteral y endoveno- so reducen el riesgo de desnutrición e interrup- ciones en la terapia antineoplásica que pueden influir en el desenlace. Cada forma de soporte nu- tricional presenta ventajas y desventajas. Es crítico evaluar el diagnóstico, el pronóstico, el grado de desnutrición y la función del intestino. Toda vez que el intestino se encuentre funcional, la alimen- tación enteral debe ser la vía de elección. Los beneficios de la nutrición enteral comparada con la endovenosa, son que continúa utilizando el intes- tino, siendo por ende mas fisiológica, tienemenos complicaciones, suele administrarse más fácilmente y su costo es significativamente inferior (17-20). Por otra parte, los nutrimentos son metabolizados y uti- lizados más eficazmente por el organismo. Su indicación es clara en diversas patologías, en lo que al paciente oncológico se refiere, su em- pleo es mayor en las neoplasias del tubo diges- tivo (particularmente cabeza y cuello, esófago, estómago y páncreas) (17). En el paciente con cáncer gástrico, aún si la vía oral es viable, la presencia de una estenosis parcial impi- de cubrir por esta vía el requerimiento de energía total, ya que generalmente el paciente sólo alcanza a tolerar pequeñas cantidades de alimento, por lo que colocando la sonda posterior a la obstrucción se logra alimentar adecuadamente al paciente. En los que cursan con anorexia y/o saciedad tempra- na severas, con la alimentación enteral por infusión continua logran cubrir sus requerimientos. Como ya se mencionó, el paciente sometido a gastrectomía tiende a comprometer su estado nutricional, por lo que es necesario valorar el so- porte nutricional postoperatorio, ya que llega a tardar más de 10 días en cubrir por vía oral su requerimiento de energía. La alimentación ente- ral se puede emplear en forma precoz en estos pacientes, en cuyo caso estamos hablando de nu- trición enteral temprana (NET), la cual se inicia durante las primeras 36 horas desde la cirugía. La NET en pacientes sometidos a cirugía abdo- minal mayor ha reportado los siguientes benefi- cios: disminución significativa de la permeabilidad en la mucosa intestinal, recuperación rápida de la función gastrointestinal, mejora significativa en 342 Tratamiento Nutricio en Pacientes con Cáncer Gástrico el metabolismo proteico y reducción importan- te de las complicaciones infecciosas. A su vez, la alimentación enteral “per se” se asocia con prevención de atrofia de la mucosa intestinal, disminución de la translocación bacteriana, me- jora en la oxigenación intestinal y reducción en costos para el paciente (5,21). En los pacientes con enfermedad irresecable o con metástasis, la colocación de una sonda de ali- mentación permite mantener el acceso enteral. En el paciente con cáncer gástrico o gastrecto- mizado se recomienda que la ruta de adminis- tración sea naso-yeyunal o yeyunostomía, lo cual depende del tiempo a emplear la alimentación y las condiciones clínicas del paciente. El tipo de infusión que mejor toleran es continua. En lo que a fórmulas de alimentación se refie- re, actualmente existen en el mercado una gran variedad de éstas, que van desde la polimérica estándar, semielementales, modulares y especia- lizadas (para DM, insuficiencia renal, inmunomo- duladoras, cáncer). Esta última de reciente in- troducción en el mercado mexicano, por lo que apenas se está evaluando su aceptación en los pacientes del INCan. En relación al uso de nutrimentos específicos, en el paciente oncológico destaca la glutamina, ya que es una fuente de energía clave para el intestino y ha demostrado que ayuda a mantener su salud e in- tegridad, protegiéndolo del daño producido por la radioterapia y la quimioterapia (20,22). Las fórmu- las inmunomoduladoras (adicionadas con dosis tera- péuticas de nutrimentos como: glutamina, arginina, aminoácidos de cadena ramificada, ácidos grasos esenciales y RNA), se han asociado en el paciente con cáncer gástrico con reducción en la incidencia de infecciones posoperatorias y días de estancia hospi- talaria, comparadas con fórmula estándar, NPT o hi- dratación endovenosa (23,24). Sin embargo, aún se requiere de investigación adicional en estos pacien- tes, ya que los estudios varían en criterios de evalua- ción y población, así como en la comprobación de los beneficios mencionados (25,26). La elección de la fórmula depende de la condi- ción clínica del paciente, función gastrointestinal y recursos económicos. Entre las contraindicaciones para el soporte nu- tricional enteral tenemos, un tracto gastrointesti- nal con malfuncionamiento, condiciones de mala absorción, obstrucciones mecánicas, sangrado agudo, diarrea grave, vómito incoercible, fístulas gastrointestinales en lugares difíciles de derivar con una sonda entérica, procesos intestinales in- flamatorios como íleo prolongado y enterocolitis grave (17). La trombocitopenia y las condiciones pancitopénicas generales que son derivadas de la terapia antineoplásica pueden también evitar la colocación de las sondas entéricas. Vía Endovenosa La nutrición endovenosa o comúnmente llamada nutrición parenteral total (NPT) puede indicar- se en los pacientes oncológicos que no deben o pueden utilizar la vía oral o enteral como aque- llos con obstrucción, náusea y vómito incoerci- ble, síndrome de intestino corto o íleo, diarrea o mala absorción grave, mucositis G-III, esofagitis aguda, enteritis post Qt-Rt, fístulas gastrointes- tinales de alto gasto que no pueden derivarse mediante la intubación enteral y en aquellos que serán sometidos a gastrectomía y cursen con desnutrición severa (18,20). En el posoperatorio de estos pacientes, se debe buscar la transición a la vía enteral lo antes posible o bien, se pue- de manejar un esquema de alimentación mixto endovenosa-enteral y una vez verificada la tole- rancia a la enteral, destetar la endovenosa. Es importante tener en cuenta en el cálculo inicial de la alimentación endovenosa el síndrome de realimentación, la complicación metabólica que resulta de la repleción rápida de potasio, fósforo y magnesio en pacientes con desnutrición severa o caquécticos (17). El destete del soporte nutricional endovenoso requiere coordinación entre el personal médico y el de nutrición, ya que además de que se haga 343De Nicola et al, Cancerología 2 (2007): 337- 344 bajo la premisa de que el paciente esté tolerando otra vía de alimentación, continúe bajo vigilan- cia nutricional. Dado que el soporte endovenoso se administra ininterrumpidamente, el destete requiere la reducción gradual en tasa y tiempo, evitando hacerlo abruptamente. Cuando se rea- liza la transición a alimentación enteral, la NPT puede disminuirse al 50% cuando la alimenta- ción enteral alcanza 33% a 50% de la tasa que se tiene como objetivo y descontinuarse cuando la alimentación alcanza el 75% de la meta. Cuando la transición es a la nutrición oral, la NPT puede disminuirse al 50% si el paciente tolera una dieta completamente líquida o más y discontinuarse una vez que los alimentos sólidos se toleran ade- más del consumo de líquidos adecuados (18). Entre las contraindicaciones para el uso de la NPT tenemos: intestino funcional, la necesidad de soporte nutricional por menos de 5 días, incapacidad para obtener acceso intravenoso y pronóstico que no justifica el soporte nutricional agresivo. Las afecciones adicionales que deben generar dudas son las siguientes: el paciente o la persona a cargo de la atención no desea la nutrición endovenosa, el paciente es hemodiná- micamente inestable, existen trastornos metabó- licos o electrolíticos importantes o el paciente se encuentra anúrico sin diálisis. (18,20) La toma de decisión para el apoyo nutricio del paciente con cáncer gástrico debe ser hecha en base a las características individuales del pacien- te, su condición clínica, grado de desnutrición y el tiempo previo a la terapia antineoplásica con el que se cuente. Referencias• 1. Ruiz Molina JM, Valderrama Landaeta JL: Cán- cer gástrico. En Herrera Gómez A, Granados García M: Manual de Oncología, 3ra ed. Mc- Graw-Hill Interamericana, 2006, 371-375• 2. Schttner M, Shike M: Nutrition support of the patient with cancer. In Shils ME, Shike M, Ross C, et al: Modern Nutrition in Health and Disease, 10th ed. Lippincott Williams & Wilkins, 2006, p.p. 1290-1313• 3. Bruera E, Fainsinger R. Clinical management of cachexia and anorexia. In: Doyle D, Hanks GWC, MacDonald N (eds): Oxford Texbook of Palliative Medicine, 2nd ed. Oxford UniversityPress, Oxford, 1998, p.p. 548-556• 4. Strasser F, Bruera E. Nutritional support of patients with gastrointestinal malignancies. 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