Ensayo La Mujer en el Renacimiento

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ENSAYO
LA MUJER COMO ARTISTA DURANTE EL RENACIMIENTO
Por Laurel Mayer
El Renacimiento surgió entre los siglos XV y XVI en Italia. Vasari lo llamaba el nuevo nacimiento del arte antiguo, en el cual se rompía con la tradición de la Edad Media y su estilo de bárbaros. La vida que era dominada por la Iglesia durante la Edad Media, se trasladó a las instituciones políticas haciendo surgir a los mecenas. El renacimiento se distingue por ser una era de avances científicos y nuevos descubrimientos, el arte busca en la naturaleza, en la ciencia, en el hombre. El hombre cobra una gran importancia, se reafirma como individuo y se toma a sí mismo como punto de comparación con la divinidad. Todo el arte del Renacimiento se encuentra relacionado con el hombre, el artista busca la perfección en sí mismo, en sus proporciones y en su semejanza a Dios. El hombre renace, crece y se reconoce con ayuda de la excelente educación que los mecenas le brindan.
Sabemos que el humanismo del Renacimiento surgió de la importancia que se daba el hombre a sí mismo, sabemos que fue un humanismo en donde se reexploró la libertad del hombre, el conocimiento del hombre, y la naturaleza del hombre mismo. Ahora bien, al saber todo esto una gran pregunta surgió en mí: si el hombre fue tan importante para el Renacimiento, ¿también lo fue la mujer? Y si realmente lo fue, ¿por qué nadie habla de ello? No es que sea feminista y tenga algún problema con que se diga la palabra hombre para generalizar, es sólo que como artista me gustaría admirar a otra artista y seguir sus pasos, y qué mejor que admirar a una mujer renacentista. Realmente admiro a la mayoría de los artistas de esa época, eran hombres educados y cultos, unos verdaderos genios. Me pregunto si hubo una mujer que llegó a saber tanto como ellos, si llegó a aportar algo al Renacimiento.
Cuando vemos una pintura renacentista, es marcado cómo la mujer aparece renaciendo también. La belleza femenina se transforma en un estereotipo en el cual la piel es tersa y blanca, las mejillas sonrojadas, los labios rojos, la mirada profunda, el cuello largo y erguido, rostro sereno, senos firmes. Se idealiza a la mujer virgen y fértil, se exalta la belleza exterior de la mujer para asemejar su belleza interior, la mujer ilumina la obscura existencia del autor. Es tan divina, tan sobrehumana y natural que a menudo es representada mediante la mitología clásica. Podemos ver un claro ejemplo de esto en El Nacimiento de Venus de Botticelli. 
El Nacimiento de Venus
Curiosamente observamos que estas diosas mitológicas aparecen desnudas, para recalcar su virginidad y su belleza, pero hay una razón más. John Berguer explica en su libro Modos de Ver, cómo es contemplada la desnudez de la mujer y cómo va dirigida la obra siempre al espectador masculino. Nos dice que una mujer debe de contemplarse continuamente, su presencia expresa su propia actitud hacia sí misma: 
Las mujeres son representadas de un modo completamente distinto a los hombres, y no porque lo femenino sea diferente en lo masculino, sino porque siempre se supone que el espectador “ideal” es varón y la imagen de la mujer está destinada adularle.
Por eso es que a pesar de que la mujer era representada como diosa en el arte renacentista, ella nunca se encontró a sí misma, solamente encontraba una imagen difusa y contradictoria. La mujer del Renacimiento aparentemente estuvo ausente. Nadie sabe nada sobre el arte de las mujeres renacentistas, parece como si hubieran desaparecido. Pareciera como si la mujer, tan divinizada, solamente aparecía plasmada en las obras y no como artistas, pero no fue así con todas.
Se creía en el Renacimiento que la mujer no podía llegar a tener una verdadera visión artística, ya que carecía de carácter, inteligencia y fuerza. Las mujeres no eran aceptadas en las academias, por lo tanto no podían aprender a pintar; a pesar de esto, algunas de ellas aprendieron y se dedicaban a pintar retratos solamente. Curiosamente hubo mujeres que sí sobresalieron, incluso eran más virtuosas que los hombres, por lo que eran ignoradas. Muchas de las obras de las mujeres se vendían bajo el nombre de otros artistas masculinos, y otras quedaron simplemente olvidadas en el pasado.
Griselda Pollock dice en su libro Las Viejas Maestras que el arte necesita una segunda mirada, que necesita una historia del arte interpretada con ojos de una mujer. En el libro se habla específicamente sobre las mujeres que sobresalieron en el Renacimiento y eran respetadas en las cortes. 
Una de esas mujeres, la cual fue muy reconocida por toda Europa, fue Sofonisba Anguissola. Desde muy pequeña aprendió a pintar, al igual que sus hermanas. Pero sus hermanas prefirieron casarse y dedicarse a ser amas de casa. El padre de Sofonisba la motivó para seguir adelante a pesar de la poca aceptación que tenían las mujeres pintoras. Él mismo la mando al taller de Bernardino Campi, en donde sorprendentemente fue aceptada y perfeccionó su técnica. Pintaba para la corte española. Se estima que en total pintó alrededor de 50 obras y que fue maestra del pintor Van Eyck. Lo que me parece aún más curioso era la sencillez de esta mujer. En todos sus autorretratos aparece como una mujer común, no como una pintura; aparece como una mujer observadora, educada y refinada. 
Autorretrato de Sofonisba Anguissola
En 1588 Atemisia Gentileschi se convierte en la primera mujer admitida en la Academia Vasari de Dibujo en Florencia. Actualmente sólo se conservan 34 de sus obras, de las cuales la mayoría están bajo el nombre de otro artista. Sus obras eran caracterizadas porque presentaban heroínas de la Biblia, defendiendo su honor así como ella lo hizo cuando fue violada por uno de sus profesores a quien el tribunal lo sometió a tortura. Fue una gran representante del naturalismo tenebrista, el cual se dio durante el barroco.
Judith y Holofernes
Otra historia que me agrada es la de Marietta Robusti, hija del famoso pintor Tintoretto. Para que su padre pudiera instruirla en las artes la vestía como hombre cuando lo acompañaba a su estudio. Además de ser pintora también era música y a veces tocaba mientras su padre pintaba. Llegó a tal punto en el cual su obra se confundía con la de su padre, y el Emperador Maximiliano la llamó para que pintara en su corte, pero su padre no lo permitió. Su padre era muy posesivo con ella, a tal grado que permitió que se casara hasta los 30 años de edad, pero que siguiera viviendo con él. Murió joven y casi no tiene obra porque su padre no dejó que ella trascendiera. Se cree que ella pintó un retrato de una mujer con un perro supuestamente hecho por El Greco.
Autorretrato de Marieta Robusti
La única mujer que fue realmente reconocida y admirada fue Lavinia Fontana, quien pintaba oficialmente para la corte papal. Prevalecen alrededor de 100 obras, algunas firmadas y todas atribuidas a ella. Tuvo suerte de haber nacido en Bologna, donde a las mujeres se les permitía instruirse en las artes al igual que los hombres, además de que su padre era pintor.
Autorretrato de Lavinia Fontana
Casi todas las artistas que existieron fueron hijas o esposas de pintores y artistas, y todas ellas pintaron con dificultades a pesar de la desaprobación de los hombres. Hay registros de otras pintoras de la época como Barbara Longhi, Giovanna Garzón, Properssia de Rossi, Fede Galicia, etc. Yo quería encontrar artistas mujeres del mero renacimiento, pues fue una época de libertad, ciencia y descubrimiento. Pensé que fue más fácil para las mujeres de lo que fue en realidad. Descubrí que durante el Renacimiento casi no floreció el arte femenino, sino que nacieron las futuras artistas, las cuales comenzaron a desarrollar su pintura durante el siglo XVI. Esto se debe a que fueron educadas en el Renacimiento, época en la cual se dieron más libertades a las mujeres, incluso educación. Si todas ellas hubieran nacido durante el medioevo, entonces hubieran sido como el resto de las mujeres marginadas, dedicadas al hogar y a los hijos. Lo más interesante es que todasellas, a pesar de ser pintoras, jamás dejaron de cumplir con su papel de mujer en la sociedad, por eso es que pudieron trascender hasta nuestras fechas. 
Bibliografía:
John Berger, Modos de ver, Ed. Gustavo Pili, Barcelona
http://www.mujereshoy.com/secciones/166.shtml
http://www.lifeinitaly.com/art/women-artist-3.asp
http://www.vallenajerilla.com/berceo/florilegio/rucquoi/mujermedieval.htm
http://www.arenotech.org/Fray%20Luis/mujer_renacimiento.htm
http://www.mailxmail.com/curso/excelencia/investigacionliteraria/capitulo7.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Mujeres_fil%C3%B3sofas#Renacimiento
http://www.portalplanetasedna.com.ar/estado_modernos6.htm
http://www.artehistoria.com/genios/pintores/2025.htm
Enciclopedia Hispánica, Ed. Encyclopaedia Britannica Publishers, Kentucky
Diccionario Enciclopédico Salvat Básico, Ed. Salvat Editores, Barcelona, 1986