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Sistema nervioso Analgésicos • Bloquean el dolor • Fármacos analgésicos que poseen actividad antitérmica y, en su mayoría, antiinflamatoria. Con frecuencia se los denomina por su acrónimo (AINE: AntiInflamatorios No Esteroideos) para diferenciarlos de los glucocorticoides con actividad antiinflamatoria. • El dolor constituye un mecanismo de protección. • Dolor rápido aparece en cuestión de 0,1 segundos después de haber aplicado el estímulo. • Se lo conoce como dolor: intenso, punzante, agudo, eléctrico, no se siente en los tejidos más profundos del organismo. • Dolor lento empieza pasado 1 minuto • Se lo conoce como dolor: lento, sordo, pulsátil, nauseoso, crónico, se asocia a una destrucción tisular, genera sufrimiento insoportable y prolongado, y se siente en los tejidos profundos. • El dolor es un componente de prácticamente cualquier proceso patológico clínico y el tratamiento del dolor es un objetivo clínico primario. • Los principales efectos terapéuticos y muchas de las reacciones adversas de los AINE pueden explicarse por su efecto inhibidor de la actividad de las ciclooxigenasas, enzimas que convierten el ácido araquidónico que se encuentra en las membranas celulares en endoperóxidos cíclicos inestables, los cuales se transforman en prostaglandinas (PG) y tromboxanos algunos participan, en grado diverso, en los mecanismos patógenos de la inflamación, el dolor y la fiebre. • Dos isoformas de la ciclooxigenasa (COX-1 y COX-2), con localizaciones y funciones diferentes. • COX-1 tiene características de enzima constitutiva, y su actividad tiene que ver con la participación de las PG y tromboxanos en el control de funciones fisiológicas. • COX-2 tiene características de enzima inducible, en determinadas células, bajo circunstancias patológicas por el concurso de diversas citocinas y mediadores de la inflamación. EVA (escala visual análoga) • Los enfermos con dolor leve son indicación de tratamiento con fármacos como el Paracetamol, Aspirina u otros analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (primer escalón). Estos agentes presentan techo terapéutico: una vez alcanzada la dosis máxima recomendada, el incremento de la dosis no produce mayor analgesia. • La Sociedad Americana del Dolor recomienda que todos los regímenes analgésicos deben incluir un fármaco no opioide aunque el dolor sea suficientemente intenso como para añadir un analgésico opioide. • El dolor moderado se puede beneficiar de un tratamiento con opioides menores como la codeína. Se utilizan conjuntamente con analgésicos no opioides, ya que pueden ser aditivos o sinergistas. Los opiaceos actúan a través de receptores en el sistema nervioso central, mientras que los analgésicos no opioides ejercen su acción en la periferia (segundo escalón). • Los enfermos con dolor severo necesitan tratamiento con opioides mayores como la morfina, fentanilo y la oxicodona de liberación retardada (tercer escalón). • Cuando no se obtiene una analgesia adecuada con opioides sistémicos, debe considerarse el cuarto escalón que incluye procedimientos como la analgesia continua espinal o epidural, bloqueo de nervios periféricos, bloqueo simpático. • Los coadyuvantes aumentan la eficacia analgésica, se utilizan en el manejo de síntomas concurrentes que exacerban el dolor y para tipos específicos de dolor como el neuropático. Se indican en cualquier escalón si el tipo de dolor lo precisa. Aines • La actividad antiálgica de los AINE es de intensidad moderada o media, alcanzándose un techo analgésico claramente inferior al de los analgésicos opioides, pero frente a éstos presentan la ventaja de no alterar el sensorio o la percepción. Son útiles en dolores articulares, musculares, dentarios y cefaleas de diversa etiología, incluidas las formas moderadas de migraña. • A dosis suficientemente elevadas son también eficaces en dolores postoperatorios y postraumáticos, ciertos cólicos y dolores de origen canceroso en sus primeras etapas. Los AINE están indicados especialmente en ciertos dolores caracterizados por una participación destacada de las prostaglandinas. • Clásicamente se ha aceptado que la acción analgésica de los AINE tiene lugar a nivel periférico, mediante la inhibición de la síntesis de las PG producidas en respuesta a una agresión o lesión tisular, impidiendo, por lo tanto, que los eicosanoides contribuyan, con su acción sensibilizadora sobre las terminaciones nerviosas nociceptivas. • La respuesta inflamatoria puede dividirse, al menos, en tres fases en las que intervienen mecanismos diferentes: a) fase aguda, cuyos signos distintivos son la vasodilatación local y el aumento de la permeabilidad capilar; b) fase subaguda, en la que se produce una infiltración leucocitaria y de células fagocíticas, y c) fase crónica, en la cual existen signos de degeneración y fibrosis en los tejidos afectados. • Al inhibir la síntesis de PG y tromboxanos, los AINE reducen su actividad sensibilizadora de las terminaciones sensitivas, así como la actividad vasodilatadora y quimiotáctica. • Diclofenaco: comprimido 25mg-50mg, 75mg, 100mg; solución inyectable de 75mg/2ml • Ibuprofeno: comprimido 200mg, 400mg, 600mg, 800mg • Naproxeno, celecoxib, etoricoxib Fiebre • La fiebre es una respuesta autónoma, neuroendocrina y conductal compleja y coordinada que se desencadena ante la existencia de una infección, lesión tisular, inflamación, rechazo de tejidos, tumores, etc., y sirve a una doble finalidad: alertar acerca de una situación anómala y potencialmente lesiva, y poner en marcha una serie de mecanismos fisiológicos para la defensa del organismo. • Su manifestación cardinal es la elevación de la temperatura corporal del orden de 1 a 4 ºC. Como mecanismo de alerta y defensa cumple una función adaptativa fisiológica y no debería ser siempre objeto de tratamiento • Control se lleva a cabo por medio de un grupo de neuronas situadas en la región del hipotálamo anterior, que fisiológicamente se estimulan ante incrementos de temperatura y responden poniendo en marcha los mecanismos disipadores de calor. El desencadenamiento de una reacción febril implica la existencia de pirógenos endógenos o tóxicos exógenos • El reconocimiento de los pirógenos origina la síntesis de prostaglandinas Paracetamol • Las ciclooxigenasas de diversas localizaciones al parecer son diferentemente sensibles a la acción del paracetamol. Así, a diferencia de los AINE, puede estimular la síntesis de PG (p. ej., en la mucosa gástrica), no modificarla (pulmón y plaquetas) o inhibirla moderadamente (SNC). Quizás esto explique su casi nula actividad antiinflamatoria, su acción antitérmica y analgésica, su incapacidad para alterar la agregación plaquetaria y su inocuidad para la mucosa gástrica. Además de inhibir la síntesis de PG en el SNC, y en conexión con dicha acción o no, el paracetamol produce analgesia por otros mecanismos centrales, como: inhibición de la hiperalgesia espinal provocada por la activación de los receptores NMDA, interacción con sistemas neuronales que liberan óxido nítrico o facilitan la transmisión inhibidora serotonérgica bulbospinal que actuaría sobre receptores 5-HT3. • Adulto: 500 mg a 1 g hasta 4 veces por día • Niños: 10 a 15 mg/kg/dosis hasta 4 veces en el día. Sedantes • Los medicamentos ansiolíticos, funcionan como sedantes en cuanto se aumenta la dosis. Ansiedad – Ansiolíticos • Los trastornos por ansiedad abarcan una constelación de síntomas e incluyen trastornos por ansiedad generalizado, obsesivo- compulsivo, por pánico, por estrés postraumático, por ansiedad de separación; asimismo incluyen fobia social, fobias específicas y estrés agudo. En general, los síntomas de ansiedad que requieren tratamiento farmacológico son aquellos que interfieren de modo significativo con las actividades normales. Dichos síntomas también se vinculan a menudo con depresión y otras alteraciones médicas. • La ansiedad es una emoción humana normal con utilidad adaptativa desde una perspectiva psicobiológica.No obstante, desde el punto de vista psiquiátrico, los sentimientos de miedo o temor que no están enfocados (p. ej., trastorno por ansiedad generalizada) o fuera de proporción con respecto a la amenaza percibida (p. ej., fobias específicas) a menudo necesitan tratamiento. La farmacoterapia incluye la administración urgente de medicamentos para controlar crisis de ansiedad y tratamiento crónico o repetido para tratar trastornos por ansiedad continuos y que no se alivian • Se supone que determinadas estructuras del sistema límbico integran el núcleo de un sistema biológico de alarma, que sería activado por percepciones amenazantes, o erróneamente evaluadas como amenazantes, procedentes del entorno (vía sensorial) o bien procedentes del interior del organismo (vía visceral). • Dentro del sistema límbico, el complejo septo-hipocámpico, se considera elemento central en la instauración de la ansiedad; actuaría en función de la información que le llega (estímulos), una vez que la compara con experiencias pasadas o con expectativas futuras. Si la comparación resulta negativa frena la conducta, trata de evitar el estímulo o busca alternativas; por esto se asigna a este complejo el papel de sistema de inhibición de la conducta en términos de conducta operante. • El núcleo central de la amígdala desempeña un papel fundamental en diversos modelos animales de ansiedad y miedo, cuya activación es responsable de numerosas alteraciones conductuales, somáticas y vegetativas propias de los estados de ansiedad y miedo • Los principales sistemas de neurotransmisión implicados en la génesis y expresión de la sintomatología ansiosa son el complejo receptor GABA-benzodiazepínico, el sistema serotonérgico y el sistema noradrenérgico • Fármaco ansiolítico es aquel que alivia o suprime el síntoma de ansiedad, sin producir sedación o sueño. • Existe una clara tendencia a considerar el efecto ansiolítico como el primer paso de una línea continua de efectos progresivos: el de los ansiolíticos-sedantes-hipnóticos. • Según ello, dosis crecientes de cualquiera de los componentes producirán sedación, sueño, anestesia, coma y muerte. • Desde un punto de vista funcional, los ansiolíticos se clasificaron de la siguiente manera: • a) Los que producen, además, un efecto sedantehipnótico: benzodiazepinas, barbitúricos. • b) Los agonistas parciales de los receptores 5-HT1A: buspirona, ipsapirona y gepirona. • c) Los que producen, además, un bloqueo de algún componente vegetativo: antihistamínicos, neurolépticos, antidepresivos y bloqueantes b-adrenérgicos Benzodiacepinas • Benzodiacepinas y derivados • La mayor parte de las benzodiacepinas producen ansiólisis, sedación, hipnosis, efectos anticonvulsivantes y miorrelajación central. • no alteran la realización de ejercicios físicos o mentales, pero a dosis mayores y en función del ambiente y del producto empleado causan sopor, letargia, sueño, ataxia y debilidad muscular. • En los pacientes con ansiedad alivian tanto la tensión subjetiva como los síntomas objetivos: sudor, taquicardia, molestias digestivas, etc. • En ciertas personas, a la vez que alivian la ansiedad, pueden aumentar los signos objetivos de irritabilidad y hostilidad • La capacidad de las benzodiacepinas para liberar una respuesta que previamente había sido suprimida mediante la presentación de un estímulo desagradable (castigo). Esto se consigue estableciendo inicialmente una respuesta frente a un premio (comida) e introduciendo después de forma periódica, pero imprevisible, un estímulo aversivo junto con el premio; esto desencadena un estado de conflicto que genera ansiedad y hace que el animal evite o retrase la respuesta al premio. Las benzodiacepinas restablecen la prontitud de esta respuesta, sin afectar la actividad motora o el estado de vigilia o atención del animal. • Dado el papel que el hipocampo, el septo y la amígdala desempeñan en la ansiedad, se puede relacionar la actividad ansiolítica con la acción depresora ejercida selectivamente a este nivel, tal acción farmacológica se debe a su capacidad de incrementar la actividad inhibidora del GABA, ya sea directamente sobre el cerebro límbico o bien indirectamente inhibiendo la actividad serotonérgica. • Todas las benzodiacepinas son medicamentos sujetos a control por la Ley Codificada de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas • Benzodiacepinas de acción corta: triazolam y midazolam, este último se administra únicamente por vía intravenosa. Con estas benzodiacepinas los síntomas de abstinencia al suspender el tratamiento son más severos, debido a que son más adictivas y generan un período de “ansiedad interdosis” comparadas con las de media o larga acción. • Benzodiacepinas de acción intermedia: alprazolam, brotizolam, lorazepam, bromazepam, nitrazepam • Benzodiacepinas de acción larga: diazepam, clobazam, ketazolam. • Como hipnótico puede ser lógico escoger una benzodiacepina de acción intermedia. Para ansiolísis, se debería utilizar una de acción intermedia o larga. • Ciertas benzodiacepinas como clobazam son útiles en el manejo de epilepsia; para el control de estatus se utiliza principalmente diazepam por vía intravenosa o rectal • El FLUMAZENILO se usa para la intoxicación por benzodiacepinas, es un antagonista de estos, 0.2 mg administrados en el lapso de 30 segundos, si es necesario volver a administrar 0.3 mg después de 30 segundos. Pueden administrarse dosis adicionales de 0.5 mg a intervalos de 1 minuto hasta alcanzar una dosis acumulada máxima de 3 mg. • No usar más de cuatro semanas cualquier benzodiacepina. • DIAZEPAM • La administración parenteral se asocia con dolor en el sitio de punción y tromboflebitis ocasional, se recomienda aplicar no más de 1 ml (5mg) por minuto. • Ansiedad: 5 a 20mg en tres administraciones diarias; comprimido 10mg, solución inyectable 10mg/2ml • ALPRAZOLAM: Ansiedad: 0.75 a 4mg diarios; comprimido 0.50mg • LORAZEPAM: Ansiedad: 2 a 5 mg diarios; comprimido 1mg y 2 mg Agonistas parciales de los receptores 5-H • Más que sedación producen insomnio. No alteran la memoria, ni provocan trastornos cognitivos o psicomotores. No interactúan con el alcohol ni otros depresores del SNC. No se ha descrito el desarrollo de dependencia física y abstinencia; además, pueden producir disforia, por lo que son fármacos que no incitan al abuso. Su eficacia ansiolítica es similar a la de las benzodiacepinas, pero su principal inconveniente es la lentitud con que comienza su actividad terapéutica, tardando hasta 2 semanas en instaurarse la acción ansiolítica. • Su actividad farmacológica se debe a su capacidad para interactuar específicamente con un subtipo de receptores serotonérgicos, los 5-HT1A. En estudios de fijación desplazan a la serotonina. Estas estructuras incluyen hipocampo, septo lateral, corteza entorrinal y frontal, núcleo interpeduncular y núcleos del rafe, lo que pone de manifiesto una fuerte interacción de la buspirona con el sistema límbico. • Las dosis habituales son de 20-30 mg/día, con una dosis máxima de 60 mg/día. El comienzo de la ansiólisis tarda en aparecer 1-2 semanas y el máximo beneficio terapéutico no se alcanza hasta las 4-6 semanas de tratamiento. • La principal ventaja de estos fármacos respecto a las benzodiacepinas es la menor incidencia de efectos secundarios. Pueden producir cierta sensación de mareo, vértigo, cefalea, sudor, inquietud, nerviosismo, parestesias y náuseas, que tienden a remitir al continuar el tratamiento. • Por encima de 20 mg aumenta la probabilidad de que aparezcan síntomas disfóricos se ha descrito incluso la aparición de pensamientos suicidas. Bloqueo de algún componente vegetativo • Los antidepresivos tricíclicos, los inhibidores de la recaptación de 5-HT y los inhibidores de la MAO (antidepresivos) muestran eficacia ansiolítica en trastornos ansiosos cuyo síntoma principal consiste en ataques de pánico. • Imipramina se requieren dosis muy pequeñas 10 mg/día), aunque lo habitual es que sean necesarias dosisen el rango de 150 mg/día. La eficacia terapéutica tarda semanas en ponerse de manifiesto e, incluso, se ha descrito que, al comienzo del tratamiento, puede incrementar la ansiedad o desencadenar por sí misma ataques de pánico. Cuanto mayor es la dosis inicial, más grave es este problema. Conviene, pues, comenzar el tratamiento con la dosis más baja posible e incrementarla en pequeñas cantidades paulatinamente. • Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (fluoxetina, paroxetina, sertralina y fluroxatina). El comienzo de tratamiento pueden agravar el cuadro ansioso e incluso provocar ataques de pánico. La asociación inicial de una benzodiacepina reduce el efecto ansiogénico • La dosis eficaz de fluoxetina es 2,5-20 mg/día en los trastornos de pánico y 20-80 mg/día en los trastornos obsesivo-compulsivos. • La máxima respuesta farmacológica requiere un mínimo de 3-8 semanas de tratamiento. Pasado este período sin obtener respuesta con la máxima dosis recomendada se considera resistencia al tratamiento. • Los antihistamínicos como la hidroxicina poseen cierta acción ansiolítica, aunque a dosis tan elevadas que producen intensa sedación. Su utilidad está limitada a los pacientes con personalidad proclive a la adicción, alcohólicos o enfermos que no responden a otros tratamientos. • Los bloqueantes b-adrenérgicos son útiles para controlar las manifestaciones somáticas de carácter adrenérgico (palpitaciones, sudoración, temblor) propias de la ansiedad. Su acción se limita a suprimir las manifestaciones somáticas sin interferir en los mecanismos cerebrales de la ansiedad, por ejemplo, el propranolol a dosis pequeñas (20-40 mg/día), si bien a veces es necesario llegar a los 200 mg/día. Bibliografía • Flórez, J., Armijo, A., & Mediavilla, A. (1998) Farmacología humana. Consideraciones generales, Barcelona –España, tercera edición • Guyton, A., & Hall, J. Tratado de fisiología, Estados Unidos, décima primera edición
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