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19 Halliday The cold war global conflict, regional upheavals

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Halliday, F. – The cold war: global conflict, regional upheavals 
Confrontación global, intereses asimétricos 
La Guerra fría involucró no solo guerras y competencias entre occidente y oriente directamente y en apoyo de Medio 
Oriente sino que también involucró una rivalidad por las lealtades políticas y por la ventaja económica. El desafío 
para cualquier análisis de la guerra fría es hacer justicia a ambas dimensiones, relacionando los eventos y conflictos 
de la guerra fría a nivel estatal con las dinámicas históricas y sociológicas subyacentes. 
La interrelación de estas diferentes dimensiones no fue una confrontación directa entre los dos bloques como lo fue 
en Europa. Más bien, la guerra fría en el Medio Oriente se vio acosada por cruces transversales estratégicos. Estados 
Unidos tenía interés político y estratégico en Israel, pero sus principales intereses económicos, en el petróleo, estaban 
en la Península Arábica. Por su parte, la URSS estableció alianzas estratégicas con regímenes nacionalistas árabes, 
como Egipto e Irak. Los dos poderes de la guerra fría tenían intereses geográficos diferentes en la región. La URSS se 
concentró particularmente en sus vecinos no árabes – Turquía, Irán, Afganistán. USA estaba más interesada en Israel 
y en el mundo árabe. 
La guerra fría involucró una relación recíproca entre el “sistema” internacional como un todo y el sub-sistema o región 
de por un lado, rivalidad global y por el otro, maniobras regionales. En la región esto marcó un cambio importante: en 
contraste con las dos guerras mundiales, la guerra fría involucró en mayor medida que la alta época colonial, la 
interacción de las fuerzas globales con las regionales. Esto generó impacto en las sociedades y los estados y 
movimientos sociales de la región persiguieron políticas individuales. El medio oriente tuvo su propio impacto en la 
confrontación global: estados como Israel, Turquía, Egipto e Irán fueron ellos mismos actores en la guerra fría, como 
lo fueron en toda la región los movimientos sociales comunistas, nacionalistas y, más tarde, islámicos. 
Fases de la Guerra Fría 
La evolución de la Guerra Fría en Medio Oriente puede ser vista en cuatro períodos: 1946-55, 1955-74, 1974-85 y 
1985-91. 
En el primer período, 1946-55: la rivalidad occidente-oriente estaba concentrada en los países no árabes. 
En el segundo periodo, 1955-74, esto cambia drásticamente: ahora la Unión Soviética se estableció como el mayor 
aliado de países nacionalistas radicales árabes. Egipto, Irak, Siria, Libia y Yemen del Sur. En este periodo estos países 
fueron un desafío para la dominación occidental en la región. 
En el tercer periodo, a partir de los 70’ USA ganó territorio en el mundo árabe. Pero tuvo dificultades con Turquía, su 
aliado de la OTAN y sufrió una gran reversa luego del triunfo de la revolución islámica en Irán en el 79’. El sentimiento 
general de rivalidad regional se exacerbó por la guerra en Afganistán. 
El cuarto periodo se abrió en 1985 con la elección de Gorbachov en la Unión Soviética. Su política buscó arreglos con 
occidente y tenía gran desinterés con respecto al tercer mundo y sus problemas. Con la disolución de la Unión Soviética 
en el 91, Medio Oriente ya era libre de la intersección de rivalidades estratégicas con conflictos locales. 
IRÁN 
La guerra fría primero afectó a los países de Irán y Turquía. Irán fue uno de los más afectados por la segunda guerra 
mundial (por la ocupación soviética y británica del 41-45). Entonces Irán, no Europa, se convirtió en el lugar donde el 
primer capítulo de la guerra fría fue escrito. Gran Bretaña se retiró de inmediato una vez terminada la guerra, la unión 
soviética tardó un poco más, reclamando derechos para exploraciones de petróleo. Esto impulsó a los aliados 
regionales Azerbaiyán y Kurdistán a establecer repúblicas autónomas. Esto llevó a conflictos entre oriente y occidente, 
y una combinación de presión occidental y una diplomacia iraní hábil guiaron a una retirada soviética. 
Las repúblicas autónomas fueron invadidas por las fuerzas del Sha en diciembre del 46’. Si bien la posición de Irán 
era pro-américa, su inestable política doméstica amenazó con quebrantar el compromiso del Sha con occidente. La 
posición del Sha fue desafiada por las fuerzas nacionalistas del Frente Nacional, guiadas por Mohammad Mosadeq y 
por el partido de masas pro-soviético Tudeh. En 1951 Mosadeq se convirtió en primer ministro y procedió a 
nacionalizar los campos de petróleo que pertenecían a Gran Bretaña. Los estados occidentales comenzaron a ver al 
primer ministro como una amenaza a sus intereses económicos (petróleo) y estratégicos (guerra fría). Irán falló en 
buscar un acuerdo con la compañía de petróleo llevó a un endurecimiento de las actitudes de occidente: en agosto 
del 53’ con apoyo de USA y Gran Bretaña, Irán organizó un golpe de estado en Teherán que sacó a Mosadeq e instaló 
al Sha como gobernante indiscutible. Así se consolidó la relación entre Irán y USA y también sus acuerdos sobre 
petróleo. Hasta los 60’ Irán fue una dictadura pro-occidente, pero esto empezó a cambiar. 
La retirada británica del Golfo en 1961 llevó al Shah a proyectar a Irán como el nuevo poder dominante en la región. 
Las convulsiones sociales de occidente y oriente y la maniobra estratégica de la guerra fría alteró la perspectiva 
internacional de Irán. Para 1970, la estrategia de Irán estaba orientada hacia el sur, no hacia el norte. 
Las políticas del estado iraní eran vulnerables. No para ser derrotado en el extranjero, sino por una creciente tensión 
en las relaciones entre el Estado y la sociedad. Irán nunca había sido afectado por procesos exógenos provenientes de 
la economía mundial, pero esto iba a cambiar grandemente generando un impacto en la sociedad al convertirse en un 
estado comprometido con la industria del petróleo. Esto llevó a reformas y cambios modernizadores desde arriba 
llevados a fortalecer el poder del estado, pero fue posible por el incremento de los ingresos del petróleo en Irán en los 
60’s y 70’s. la oposición a estas reformas vinieron principalmente de las fuerzas del clero para quienes el Shah era una 
amenaza por su poder monárquico y por ser un aliado de USA. Un levantamiento trajo a primer plano un clérigo hasta 
ahora desconocido y políticamente inactivo, el Imam Ruhallah Jomeini. Debido a sus objeciones al régimen fue 
mandado al exilio. 
El Estado Iraní había establecido así el contexto para su propio derrocamiento. Las revueltas internas del 60’ se 
combinaron con la revolución islámica. Los programas de modernización del Shah generaron tensión y guiaron a un 
movimiento de masas opositor. 
Esto llevó a la salida del Shah el 15 de enero del 79’. Ese año, Khomeini volvió del exilio y, en Marzo, proclamó la 
República Islámica de Irán. El creciente rol autónomo de la política exterior de Irán con respecto a la guerra fría fue 
socavado por el impacto explosivo de esa rivalidad estratégica en el orden social y político interno de Irán. El conflicto 
global de la Guerra Fría, combinado con el impacto de la economía mundial moldeó eventos internos de países 
particulares. 
El golpe del 53’ tuvo muchas precondiciones: una estrategia ofensiva de Washington y London y también una 
abstención pasiva de la URSS, y una dividida e inefectiva coalición pro-Mosadeq interna. Después de eso, el curso de 
los eventos comenzó a ser más autónomo de la confrontación global: el Estado iraní comenzó a tener un rol más 
independiente mientras que al interior del país la intención era de prevenir una convulsión revolucionaria. Intentando 
construir las relaciones entre el estado y la sociedad, el impacto contradictorio en estas relaciones del contexto 
internacional, produjeron entonces la explosión. 
El resultado de este proceso de escalada fue la revolución de 1979. Khomeini, jugando como un nacionalista iraní y 
con la hostilidad islámica tomó la políticade Mosadeq de “balance negativo”, adoptando el eslogan: “ni este ni oeste”. 
Irán impulsó la revuelta de los musulmanes en contra de ambos bandos de la guerra fría. Para finales del 79’ Irán 
estaba en conflicto con ambos lados, USA y la URSS. 
El desafío más dramático para el régimen islámico revolucionario vino de Irak quien en el 80’ lanzó una invasión 
completa. Esto llevó a 8 años de guerra. Esta guerra no encaja en un patrón de guerra fría fácil. Ni tampoco la política 
exterior general de Irán: Irán continuó oponiéndose a la influencia de occidente en Arabia Saudita, y también se opuso 
a la intervención soviética en Afganistán. 
El final de la guerra fría reveló un gran panorama de nuevas estrategias, repleto de oportunidades y peligros para Iran. 
TURQUÍA 
La muerte de Atatütk en 1938 fue seguida por un cambio en el alineamiento internacional de Turquía, lejos de la 
neutralidad y en camino a una alianza con occidente. Ellos querían desarrollar una alianza con los Aliados que fuera 
económicamente ventajosa y porque sabían que su rival histórico, Rusia, iba a emerger más poderoso y amenazante 
luego de la Segunda Guerra Mundial. Esto luego se comprobó cuando en el 45’ Rusia propuso revisar el acuerdo 
territorial que tenía con Turquía. Por esto le pidieron ayuda a occidente y en el 47’ Turquía estaba bajo la política 
estadounidense para la región, la Doctrina Truman. En 1952 se convirtió en miembro de la OTAN. Este cambio externo 
fue, de todas formas, facilitado y desafiado por el proceso de cambio político y social interno de Turquía. de una 
manera en contraste con la de Irán, fue el cambio de la sociedad en reacción al estatismo de Ataturk lo que hizo que 
el país se acercara más al oeste. La oposición a este realineamiento con occidente, de la derecha islámica y la izquierda 
secular, iba a traer mayores problemas al estado turco. 
Las políticas internas de Turquía fueron muy diferentes de aquellas de la mayoría de los miembros de la OTAN. En el 
50’ una elección relativamente libre trajo al poder a la oposición, el Partido Democrático (DP). Este representó a 
aquellas fuerzas políticas y sociales que se resistían al Kemalist (objetivo, crear un estado-nación moderno, 
democrático y secular, impulsado por Artaturk) y a su partido, el Partido Republicano del Pueblo (RPP). En 1960, el 
ejército sacó al DP y reimpuso al RPP. 
En el 84 el estado turco también fue desafiado por un levantamiento guerrillero en las regiones Kurdas, guiado por el 
Partido de los Trabajadores Turcos. Este expuso una ideología “marxista-leninista” y buscó establecer un estado kurdo 
separado. Esta turbulencia doméstica estaba relacionada indirectamente a la guerra fría. Pero la inestabilidad política 
en el país, combinado con el continuo abuso de derechos, guio en 1970 a un considerable criticismo en Europa 
occidental. El impacto de la guerra fría fue contradictorio en Turquía, llevó a un alineamiento con USA y a un aumento 
insistente de las críticas externas por sus políticas domésticas. La segunda mayor dificultad en el alineamiento que 
tenía el país en la Guerra Fría fue su relación con Grecia. En el pasado habían tenido malas relaciones y lo que reactivó 
el conflicto fue la isla de Chipre. Un creciente nacionalismo chipriota griego estaba dominado por una demanda para 
unirse a Grecia. Una negociación tripartita entre Gran Bretaña, Grecia y Turquía llevó a un arreglo en 1960 por la 
independencia de Chipre y garantías para las dos comunidades, pero también el derecho de intervención externa en 
caso de que una de las comunidades se vea amenazada. Esto sucedió en el 63 y en el 74. 
Grecia y Turquía nunca fueron a la guerra por Chipre: restricciones basadas en cálculos racionales de autointerés, y 
presión diplomática externa, especialmente de USA, se aseguraron de que esto no sucediera. Pero el problema de 
Chipre, sumado al sufrimiento humano que causó, llevó a un grado de tensión en las relaciones turcas con occidente. 
En el 74’, USA cortó toda la asistencia militar para Turquía y los turcos cerraron el acceso a USA a las numerosas bases 
aéreas que el país tenía en Turquía. Como las relaciones entre Turquia y occidente habían empeorado, la URSS se 
concentró en establecer relaciones con Turquía y después buscar que se fuera de la OTAN. De hecho, la URSS apoyó 
la posición de Turquía y no de Grecia en la situación de Chipre. A pesar de ser miembro de la OTAN, Turquía fue, 
paradójicamente, el mayor receptor de ayuda económica soviética del mundo no-comunista. De todas formas, luego 
de la disolución de la URSS en el 91, Turquía era un aliado indispensable para USA, menos agresivo que Arabia Saudita 
y muchos más útil que Israel. 
Aquí, en contraste con Irán, se anticipó la deserción estratégica. Sin embargo, al final, ocurrió lo contrario: las tensiones 
estado-sociedad turcas y sus políticas regionales conflictivas no destruyeron la alineación pro-occidental, que se había 
establecido después de la Segunda Guerra Mundial. 
La disputa Árabe-Israelí 
En estos países la primera década luego de la Segunda Guerra Mundial fue dominada por dos tendencias: por un lado, 
la descolonización, con la retirada de Gran Bretaña y Francia de las posiciones que habían adquirido después de 1918. 
Por otro lado, la creciente participación en la guerra fría como en el mundo árabe, la comunidad judía en Palestina y 
desde 1948, el estado de Israel involucró a los grandes poderes en la escalada del conflicto sobre Palestina. 
Las fuerzas sionistas emergieron más fuerte de la segunda guerra mundial y estaban ahora más determinados que 
nunca a crear un estado judío independiente y con reconocimiento internacional. El mundo árabe se negó a aceptar 
eso. En 1948, luego de una resolución de la ONU sobre la partición en dos estados, estalló la guerra entre las fuerzas 
árabes y judías. Los palestinos fueron acompañados por las fuerzas de Egipto, Siria y Jordania. 
Los eventos del 47 al 49 iban a dominar muchas de las relaciones internacionales del Medio Oriente por, por lo menos, 
la próxima mitad de siglo. No iba a ser posible escribir la historia del levantamiento de los nacionalismos árabes en la 
región o trazar el curso de las políticas árabes de los 50’, 60’ sin tener en cuenta el rol catalítico de la cuestión Palestina. 
Los resultados inmediatos de la guerra árabe-israelí se sintieron en los países en la frontera con Palestina. Siria abolió 
en sistema parlamentario instalado por Francia, poniendo un régimen militar. En Egipto la segunda guerra mundial 
creó un clima político similar al de Irán, con movimientos religiosos o seculares desafiando la monarquía y la influencia 
occidental. La presencia británica en Egipto también fue un factor desestabilizador por el Canal de Suez, creando una 
revolución en el 52 donde exiliaron al rey y proclamaron una república. Esta revolución desató un proceso de 
radicalización que afectó profundamente a Egipto y al mundo árabe. Esto permitió que la guerra fría fuera al mundo 
árabe, con los estados árabes alineándose con un lado o el otro y dividiendo a los estados árabes entre ellos según las 
líneas de la guerra fría. Nuevos desarrollos estaban exacerbando la relación entre Egipto y occidente, pero las 
relaciones entre Egipto e Israel se deterioraron y en 1955 los egipcios adquirieron de Checoslovaquia, un aliado 
soviético. En 1956, Egipto bajo el gobierno militar de Nasser se apropió del Canal de Suez, como un símbolo de 
independencia nacional. También, Cairo le pidió ayuda a occidente para construir una represa y Estados Unidos se 
negó, lo que llevó a una crisis internacional en la que la URSS apoyó a Egipto. Nasser anunció la nacionalización del 
Canal de Suez. 
A todo esto, Israel estaba haciendo negociaciones secretas con Gran Bretaña y Francia para planear un ataque a Egipto. 
La forma de las políticas de Medio Oriente fue alterada irrevocablemente por la crisis del Canal de Suez.La disputa 
árabe-israelí se integró a la guerra fría y los estados árabes radicales comenzaron a simpatizar con la unión soviética. 
Esta crisis transformó Egipto y la reputación de su líder, Nasser. Él era la cabeza del nacionalismo árabe. 
El período entre la segunda y la tercera guerra árabe-israelí, la guerra de Suez del 56’ y la guerra de los seis días del 
67’ marcaron el punto más alto de la guerra fría en la región y al movimiento árabe como una ideología. 
En este contexto, las fuerzas sociales y políticas al interior de la región, y las convulsiones sociales, no lo que sucedía 
en Egipto ni el conflicto global que impulsaron la guerra fría hacia adelante. De todas formas, esta ola de radicalización 
encontró límites de la sociedad interna y del sistema estatal afuera. Primero, la búsqueda de Egipto por unidad 
encontró oposición en el mundo árabe. La revolución en Yemen llevó a una guerra civil debilitante, mientras que 
estados conservadores como el de Arabia Saudita, pero también Irán, Marruecos, comenzaron a organizarse en contra 
de Egipto y sus aliados. En 1961, Siria se separó de la República Árabe Unida. 
La opinión publica árabe en general ahora comenzó a cuestionar los logros de Nasser. La tercera guerra árabe-israelí 
de junio del 67’, Nasser decidió llamar a las fuerzas de la ONU a que se vayan de la frontera de Israel y para cerrar la 
navegación de Israel en el mar Rojo. Las fuerzas israelíes lanzaron un ataque sorpresa y en unas horas derrotaron a las 
fuerzas egipcias. Tomaron el Sinaí y llegaron al Canal. Mientras Siri perdió parte de sus territorios en Golán, mientras 
que Jordania fue forzada a abandonar Jerusalén y el West Bank. 
Los contornos políticos de Medio Oriente fueron redibujados: las fronteras árabes-israelíes del 67’ marcaron un 
modelo que iba a durar décadas. El mundo árabe, alineado con la URSS, era ahora humillado y a la defensiva. 
CONSECUENCIAS DE 1968 
● El mundo árabe estaba dividido y perjudicado. 
● Israel estaba alineado y respaldado por occidente. La sociedad israelí cambió. 
● En el 73’ se dio la cuarta guerra árabe-israelí. 
● Israel invade el Líbano. 🡪 guerra civil en el Líbano en 1975-1990 
● Guerrillas en Palestina 
● Infitada palestina: 1987, protestas políticas que pusieron en la agenda internacional el tema de los derechos 
palestinos. 
● Movimiento de liberación palestino 🡪 Al Fatah 
● Declive del nacionalismo militar árabe 
● Movimientos islámicos poderosos 
 
 
 
 
CONCLUSIONES 
La guerra fría tuvo implicancias muy importantes en Medio Oriente y efectos profundos en los estados y en las 
sociedades. 
🡺 Alianzas entre Estados 
🡺 Movimientos de derecha y de izquierda de masas 
🡺 Descolonización 
🡺 Balanceo

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