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Rouquie 1 LA HEGEMONIA MILITAR Y LA CRISIS DEL ESTADO Objetivo del texto: mostrar una interpretación global de las relaciones del poder militar y la sociedad política en Argentina. Las intervenciones militares en argentina son evidentemente inseparables de la inestabilidad política crónica que afecta al país desde hace mas de 40 años. Pero no son su causa; se presentan como la consecuencia y la expresión de una prolongada crisis política. El tipo de integración de la Argentina al sistema económico mundial y su dependencia multiforme respecto de los centros desarrollados han condicionado las modalidades del desarrollo y los azares del crecimiento de su aparato productivo a un modelo que es común en la mayoría de las naciones latinoamericanas (“el mundo periférico”). PODER MILITAR Y “ESTADO PRETORIANO Características del sistema político militar argentino: • Intervenciones militares variadas pero recurrentes de los militares en la política • Las intervenciones militares ofrecen una gama diferenciada de figuras (pronunciamiento, planteo, golpe…). • Los golpes son recurrentes; no buscan la instalación de un régimen estable ni la vuelta rápida y duradera de los militares al cuartel. • Completo divorcio entre el sistema institucional formal y el sistema de poder • Diversos grupos sociales intervienen en la vida política de manera extraconstitucional (los militares no son los únicos). Cada grupo de interés buscan alcanzar privilegios • Todas las fuerzas sociales/grupos de interés defienden sus derechos y privilegios sin tener en cuenta las reglas del juego institucional • “sálvese quien pueda” Estado Pretoriano Histórico → asocial la preponderancia de un ejército poco profesionalizado con un alto grado de desorganización política y social Estado Pretoriano Moderno → dominación militar y falta de consenso. El ejercito asume al centro político para realizar su dirección. - Argentina pertenece a un “pretorianismo de masas” → forma que adopta un sistema pretoriano en contexto de una avanzada modernización. ¿LA POLÍTICA ANTE TODO? LA “CRISIS DE PARTICIPACION” Los argentinos tuvieron una participación masiva a través de un alto grado de movilización electoral. Los golpes de estado cumplen la función de mecanismos de desmovilización ante una movilización política y social demasiado intensa para el equilibrio del sistema. - Caso argentino → existe una crisis de participación → la integración de nuevos grupos sociales al sistema político tradicional genero una crisis total del régimen representativo. Interpretaciones sobre esta crisis de participación: o POLÍTICA ❖ Los neoinstitucionalistas consideran que la inestabilidad proviene de la distorsión existente entre el aumento de la participación y el bajo nivel de organización política. o El estado argentino puede ser ineficaz o arcaico, pero no le faltan ni amplitud ni energía. ❖ Notable desarrollo de grupos de interés de todo tipo. Este fenómeno se remonta a la época de inmigración masiva (asociaciones de socorro mutuo). ❖ Sobrecarga de demandas → genera crisis política permanente ❖ Aparición de un ESTADO PRETORIANO ❖ La sanción de la ley Sáenz Pena amplio en forma brutal el cuerpo electoral de la Argentina. o 1949 → se amplía el voto con el derecho a votar de las mujeres o Puede suponerse que la brusca ampliación de la sociedad política haya tenido como consecuencia la expresión de las nuevas aspiraciones e impaciencias populares por agrupaciones que cuestionan el régimen social en su totalidad. ❖ El cambio de volumen y de estructura del electorado va acompañado por la aparición de nuevas elites gubernamentales, que puede no incluir la renovación del personal político. ❖ Crisis de participación → se atribuye a la existencia de una movilización política generalizada anterior a la de un sistema partidario eficaz que permitiera representar a los diferentes estratos sociales. ❖ Desde 1914, no existe en la argentina un partido conservador moderno deseoso de ajustarse a las reglas de las instituciones representativas y nunca lograron imponerse lealmente en una elección nacional. Se puede llegar a pensar que los intereses ligados a la conservación social se mueven fuera del sistema democrático. o ECONOMÍA ❖ Dependencia de la economía argentina del mercado mundial de materias primas, que está sometido a grandes fluctuaciones, hacen suponer que la situación económica forma parte de las causas de la continua crisis política. → relaciones reciprocas entre lo económico y lo político ❖ Los golpes de estado generan como consecuencia la ruptura del orden político en el plano económico. ❖ Crecimiento discontinuo y recesiones cíclicas COYUNTURA E INTERVENCIONES MILITARES La falta de dinamismo de la economía argentina es tanto mas sensible cuanto que no es modo alguno un fenómeno continental. Los diferentes grupos sociales, para alcanzar el poder, recurren a la fuerza, invitando a fracciones del ejercito a apoyar sus demandas. La inflación como medio de redistribución conflictiva de un ingreso estático puede prolongarse en el plano de la política “pretoriana”. Los diferentes grupos sociales pugnan por recuperar lo que antes tenían o lo que entonces perdieron, y la presión inflacionaria va trasladándose en forma incesante de unos grupos a otros sin efecto perdurable alguno mientras no vuelva a crecer el producto por habitante. Los años que precedieron los golpes de estado de 1955, 1962, 1966 y 1970 fueron mas bien años de fuerte crecimiento económico. La argentina sigue siendo todavía en 1970 la nación mas rica del continente en cuanto al producto por habitante, y la tasa anual de crecimiento de su producto per cápita no fue de ningún modo negativa durante la ultima década. la evolución del precio de la carne vacuna en los mercados de los principales clientes de la argentina en épocas recientes no aporta muchos elementos. Los precios mundiales nunca repercuten directamente en la distribución social de la riqueza. Es un indicador insuficiente. Además, la manipulación del tipo de cambio y las retenciones fiscales regulan la incidencia de los precios de exportación en la distribución interna de los ingresos. El factor determinante para el funcionamiento del aparato productivo es su valor en relación con las importaciones, es decir los términos del intercambio. LOS CAMBIOS DEPENDEN DE DECISIONES POLÍTICAS Y NO DE DETERMINISMOS ECONOMICOS. A los malos años previos a los golpes de estado sigue, después del cambio de gobierno, una fuerte expansión; al menos en lo no referente a los regímenes “industrialistas” de Perón y Frondizi. La vulnerabilidad externa del sistema económico genera una rigidez que se intensifica cuando aumenta la industrialización. Los años de expansión van a la par con bajas en las reservas y un balance comercial negativo. Las recesiones, en cambio, acompañan a los años “positivos”. Tres golpes de estado “restauradores” de los grupos dominantes se inscriben dentro de un contexto económico que presenta similitudes. 1955 y 1962 presentan características comunes, un marcado deterioro del balance comercial y de las reservas acompañado por altas tasas de crecimiento. 1930 se distingue por un deterioro similar del comercio exterior y una hemorragia de divisas. Estos golpes de estado casi no despertaron hostilidad, aparentaban estar a favor de los intereses industriales, aunque en cada caso se tratara de diferentes tipos de industrias. CONCLUSION → el deterioro económico es un alcance limitado, aunque lo político no tenga una autonomía demasiado grande en una sociedad pretoriana donde justamente todo se vuelve político. Lo mas importante son los cambios que el golpe de estado/planteo de golpe provoca en la orientación económica. DISCONTINUIDADES POLÍTICAS Y TRANSFERENCIAS SECTORIALES El sector agropecuario y los consumidores le disputa al sector industrial suparte del ingreso nacional [todos conforman el sector socioeconómico]. Esto se manifiesta con las frases “las vacas gordas y los peones flacos” “los platos vacíos y los frigoríficos llenos”. HIPOTESIS → las intervenciones del poder militar modifican las posiciones relativas de los distintos sectores en varios sentidos, aunque no pueda negarse a largo plazo la existencia de movimientos continuos. La economía argentina se caracteriza por sus desequilibrios sectoriales: un sector floreciente implica un sector deprimido. Es decir, el crecimiento de un sector se realiza a expensas de los otros. Las transferencias son propias de las estructuras económicas dependientes, es decir condicionadas en si funcionamiento por factores externos a la comunidad nacional que ella no controla. La fijación del tipo de cambio permite orientar esas transferencias de ingresos. Beneficios contrapuestos en los diversos sectores sobre el tipo de cambio. (el peso sobrevaluado beneficia a todos los sectores menos al agropecuario). Onganía → plan de austeridad → devaluó el peso argentino. Las alternancias entre sobre y subvaluación del signo monetario nacional implicaron transferencias de ingresos a partir del sector agropecuario hacia él. La intervención del poder militar puso en acción el mecanismo redistributivo. Las etapas de sobrevaluación del peso y de orientación anti-agraria se iniciaron con los golpes de estado de 1943 y 1966. A los golpes de 1955 y 1962 y la revolución de 1970, siguieron devaluaciones decisivas. El golpe de estado de 1962 puede considerarse realmente como un intento para terminar con la preponderancia industrial en beneficio del sector rural. La caída del gobierno industrialista Frondizi probaría que las relaciones entre lo económico y lo político no adoptan necesariamente la forma de un simple determinismo. Son las decisiones políticas las que modifican las orientaciones económicas. Tanto la fragmentación en grupos de intereses exclusivos como el crecimiento intermitente y los desequilibrios sectoriales son propios de un sistema semidesarrollado y dependiente. El estrangulamiento cíclico del sector externo se origina fundamentalmente en una serie de distorsiones mayores. La principal de ellas se pone de manifiesto en las relaciones de complementariedad que unen y oponen a la industria y el sector agropecuario. El arcaísmo del sector agropecuario y su falta de dinamismo condenan al fracaso todos los intentos para estimular la producción por medio de los precios que terminan provocando un brote inflacionario. Las causas de la crisis rural parecen ser sociales y estar relacionadas con la concentración de la propiedad. En definitiva, los enfrentamientos sectoriales provienen menos de un supuesto estancamiento que de las contradicciones estructurales de la economía. Pero la dependencia de esas estructuras es por su parte de origen social; lo cual, una vez más, no es privativo de la Argentina. DOMINACION SOCIAL Y CRISIS HEGEMONICA Tanto la política como la economía nos remiten a los determinantes sociales. • Crisis de participación • Estrangulamiento económico recurrente → genera la crónica inestabilidad política En la argentina, un grupo predominante nacional y relativamente homogéneo detenta el prestigio y controla el poplo de arrastre de la maquinaria económica. Nada de lo que ha hecho la fortuna del país era sometido a examen. La presencia de una burguesía emprendedora, que suplanto a la elite terrateniente, es una condición necesaria para el establecimiento de un régimen liberal pluralista estable → sin burguesía, no hay democracia Argentina, integrada al mercado internacional en el siglo XIX como proveedores de productos agrícolas, tuvo una industrialización tardía en condiciones totalmente distintas a las que imperaron durante las revoluciones industriales europeas. Las elites argentinas no eran aptas para oponerse a la penetración de los grandes monopolios internacionales que se disputaban los mercados de los países en vías de desarrollo. Las presiones externas se conjugaban con las debilidades internas para hacer de la economía argentina una economía penetrada y dependiente. Las empresas extranjeras contribuyen a crear una clase obrera correctamente remunerada y una nueva capa de cuadros técnicos satisfechos. Dominación natural de una oligarquía vegetativa y “asociada”. La industrialización tardía de la republica argentina se ubico dentro de un contexto de gran modernización social, por lo que solo la industria liviana de transformación que produce para el mercado interno tuvo un desarrollo inigualable. La creación de una industria pesada integrada (siderúrgica) se enfrento a mayores dificultades que en todos los grandes países del continente. Dificultades sociales. Fue el ejercito quien legitimo las funciones industriales del estado. El ejército no desempeña el papel de un partido político protector de una burguesía industrial frágil, sino que la rama militar del aparato estatal hace posible, a despecho de todos os grupos sociales adversos, la transformación industrial que únicamente el estado puede promover. EL CONFLICTO DE LEGITIMIDADES La “clase reinante” se encuentra constantemente desplazada. Las oligarquías tradicionales desconfían de los partidos ya que un régimen sin partidos es necesariamente conservador. Es decir, al no existir partidos, el leadership proviene de la posición en la jerarquía tradicional, del poder y de a sociedad. Los partidos constituyen una innovación virtualmente amenazadora para una elite que se funda en la herencia, el status social y la propiedad de la tierra. En argentina, a la concepción jerárquica de la elite se agrega el fraccionamiento de las clases superiores, En la argentina, la unificación de la sociedad nacional se hizo a través de un proceso que impuso la hegemonía de la gran burguesía terrateniente y comercial de Buenos Aires sobre las oligarquías locales. El partido conservador se volvió a la solución militar debido a la imposibilidad de encontrar una salida política legal. Las “familias consulares” apegadas a un “gobierno de status”, que en 1916 se indignaron de ver el país entregado a un “gobierno de opinión”, no se preocuparon mucho en 1930 por los medios empleados para recuperar las riendas de poder. Los grupos dominantes tuvieron que recurrir a entonces a medios indirectos → acudieron al ejército. Las intervenciones militares son casi tan importantes como los golpes mismos, y particularmente significativos de las bases sociales del poder en la argentina. La elite establecida trataba de descalificar a sus adversarios por cualquier medio, justamente porque sus miembros se sentían mas calificados para gobernar el país. La oposición al sufragio universal era social. La legitimidad histórica no se discutía. El clientelismo burocrático sustituyo al patrocinio oligárquico. El estado y los partidos no ganaron ninguna legitimidad. La legitimidad (opinión subjetiva que implica la fe popular en el valor social de las instituciones existentes) está en función de los valores de los distintos grupos sociales. La legitimidad de las mayorías es cuestionada constantemente por los centros de poder ideológico en nombre de imperativos históricos superiores. Ningún grupo nacional consigue una legitimidad indiscutida, es decir, sin reservas por el sistema político formal e informal, Lo que en realidad esta en el centro de la ilegitimidad que paraliza o disgrega la actividad política en la argentina, es el agotamiento del proyecto nacional de las clases superiores. APARATO ESTATAL Y HEGEMONIA DE LA SUSTITUCION 1930 → revolución de Uriburu → nace el poder militar Los oficiales golpistas de 1930 fueron los militares revolucionarios de 1943. Lo que cambio entre tanto fue el poder de los militares, no el reclutamiento. Pertenecer a una clase es un dato entre otros que además nose reduce al origen familiar. Si bien las intervenciones del poder militar favorecen muchos intereses sociales precisos, su razón principal supera la esfera civil donde están integrados los oficiales. El ejercito es ante todo la rama militar del estado y la burocracia pertenece mas al estado que a la sociedad. Las FFAA argentinas impusieron al sistema en vigor, para defenderlo mejor, las adaptaciones necesarias en el terreno económico, social y político. El ejercito-estado se encuentra “marginalmente” relacionado a rodos los grupos “participantes”, por el origen, el modo de relación o de alianza de sus cuadros. Paralelamente, el ejercito es objeto de una lucha entre sectores sociales y está en función de las clases dominantes. Ante una sociedad fragmentada por las rivalidades sectoriales y las divisiones provocadas por la dependencia externa, la homogeneidad institucional del ejercito justifica su intervención. Las FFAA (único grupo nacional que posee una innegable cohesión institucional y una autoridad raramente discutida) se sustituyen así temporalmente a una clase dirigente dividida y por ende ausente, procuran, en los periodos en que la crisis parece anunciar las mas peligrosas asechanzas, una organización del consentimiento de las capas subordinadas en torno de un proyecto nacional. De tal modo, trata de armonizar por la fuerza la legitimidad económica y la legitimidad política. En 1966, el ejercito se lanzo a un proceso de modernización económica para superar la exclusión política de los sectores mayoritarios que trababa la expansión del gran capital nacional y extranjero. La función esencialista del ejercito consiste en mantener contra viento y marea el equilibrio del colectivo. “ley de la variedad requerida” → indica que para que un sistema se mantenga estable en un contexto inestable, es necesario que comprenda un subsistema que sea tan móvil como el contexto y evolucione en sentido inverso a fin de compensar sus fluctuaciones. El subsistema militar inversor de las evoluciones sociales permitiría la supervivencia del sistema sociopolítico tradicional maltratado por las sacudidas de un desarrollo tardío dependiente y acumulativo.
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